1 INFORME DE AGRESIONES A PERIODISTAS PARA LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS EN SU VISITA IN LOCO A VERACRUZ Xalapa Enqz., Veracruz de Ignacio de la Llave, a 29 de septiembre de 2015. La realidad para quienes ejercen el periodismo en Veracruz es aterradora, abruma de tal manera que la memoria ya no nos alcanza para enumerar a los colegas asesinados, algunos de manera muy cruel. Otro tanto de desaparecidos, secuestrados, muchos procesados penalmente, otros hostigados durante las coberturas periodísticas, golpeados, comunicadores con sus domicilios asaltados, despedidos y boletinados, por lo tanto, impedidos para encontrar trabajo, exiliados. Ataques virtuales, campañas de difamación, espionaje, el uso como grupos de choque de agrupaciones políticas como Antorcha Campesina, 400 Pueblos, o sindicatos como SNTE o Sindicato de TAMSA. En fin, en Veracruz se pueden encontrar todos los ejemplos imaginables de embestida a la libertad de expresión y el derecho a la información de las audiencias, pues el objetivo central es evitar la difusión de actos realizados por el crimen organizado o la corrupción y tolerancia a hechos delictivos del gobierno en sus tres niveles. Además de la violencia directa ejercida contra los periodistas, la mayoría de los propietarios de los medios de comunicación pagan bajísimos salarios, niegan las prestaciones de seguridad social de ley, y ni siquiera aportan el equipo técnico necesario. Pero eso sí, han creado portales y les exigen a sus trabajadores información “en tiempo real”, y son los comunicadores quienes terminan financiando al medio al adquirir computadoras, celulares, cámaras, grabadoras y baterías. Por increíble que parezca, el salario promedio mensual es de cinco mil pesos (295 dólares), pero hay muchos que ganan menos, unos mil 500 o 2 mil pesos al mes, por lo que tienen que trabajar en por lo menos tres medios para asegurar un ingreso regular. Y eso si no se encuentran con que cada quincena les bajan el sueldo de manera arbitraria. 2 Sin embargo, los dueños de los medios y un grupo de comunicadores cercanos al poder estatal, tienen ingresos suficientes para tener residencias en los fraccionamientos de lujo, autos, viajes al extranjero y a sus hijos como estudiantes en escuelas privadas. Sus publicaciones inundan los puestos de revistas y tratan de confundir en las redes sociales en un intento de disfrazar la realidad. Más grave resulta que los propietarios de medios de comunicación son también políticos, con afiliaciones en el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional. Un caso extremo es el del diputado local Eduardo Sánchez Macías, que tiene un consorcio de periódicos denominados Los Heraldos, pero aunque es parte de la Comisión Legislativa de Atención a Periodistas, sus intereses lo han llevado a cerrar y despedir a reporteros y editores sin indemnización de ley. En la misma situación están el ex diputado federal Alejandro Montano, editor del periódico local El Portal, que en algún tiempo tuvo la concesión estatal de Milenio; Mónica Robles, hija del editor de la agencia Imagen del Golfo y su esposo Iván Hillman, funcionario federal; la diputada local Gabriela Arango Gibb, integrante de la familia que edita el periódico La Opinión de Poza Rica; el magistrado Edel Álvarez Peña, director del Liberal del Sur y el ex diputado local José Luis Oliva Meza, propietario de la cadena Grupo Oliva Radio. Mención aparte merece el actual secretario del Consejo Técnico de Seguridad Pública, Juan Antonio Nemi Dib, quien sostiene un portal denominado Radio Ver. Algunos de ellos han conseguido puestos políticos mediante la presión mediática, conseguida precisamente con el trabajo de los reporteros que en medio de investigaciones periodísticas, han desnudado cotos de poder y corrupción. La información es vendida y de por medio está el reportero, su seguridad laboral y personal, ya que una vez conseguido el convenio, el periodista es despedido. En Veracruz los poderes Legislativo y Judicial son solo apéndices del poder Ejecutivo, no hay una verdadera y sana división, por ende se reprime la crítica y las expresiones contrarias, el presupuesto de la coordinación de comunicación social del gobierno estatal es usado para convenios oscuros con dueños de medios de comunicación para orquestar campañas de difamación y de persecución política de los que piensan diferente y de las corrientes políticas contrarias. Hasta el momento y a pesar de las reiteradas peticiones para que por medio de la Unidad de Transparencia y vía el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información para que den a conocer los convenios del Gobierno del Estado con los medios de comunicación, esta información se clasificó como reservada. 3 LA VIOLENCIA Los asesinatos de periodistas los ha pretendido justificar el gobernador del estado Javier Duarte de Ochoa al descalificarlos en su derecho a la libertad de expresión considerándolos como “parte de la delincuencia organizada” y, en ese sentido, para el gobernante la violencia contra los periodistas tiene vinculación con grupos delictivos, como lo dijo en la reciente reunión en Poza Rica (30 de junio de 2015) con motivo de la Libertad de Expresión: “Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos(…). Todos sabemos quiénes, de alguna u otra manera, tienen vinculación con estos grupos… todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa… ¡Pórtense bien, por favor!, se los suplico. Vienen tiempos difíciles”. La intolerancia del gobierno estatal quedó manifiesta desde el inicio de administración con la detención y los juicios sumarios de los “twiteros” de Veracruz, María de la Luz Bravo Pagola y Gilberto Martínez Vera –presos durante un año a partir del 25 de agosto de 2011-, acusados de “terrorismo equiparado y sabotaje” por difundir mensajes a través de las redes sociales tras la presencia de sobrevuelos de helicópteros militares a baja altura en Veracruz. Así como también, por la desinformación y el ocultamiento oficial, donde “en Veracruz no pasa nada”, parece slogan oficial de gobierno, contrario a la percepción de la realidad de la sociedad, que ha encontrado en las redes sociales, al igual que en los países de dictaduras, una forma alterna de expresión. Los periodistas de Veracruz lanzamos un llamado de auxilio a la comunidad internacional por el pronto restablecimiento del estado de derecho y para la consecuente erradicación del estado de barbarie en el que nos encontramos. Tenemos fundado temor que como parte de la competencia electoral, otra vez seamos atacados. Pedimos además justicia y el esclarecimiento total de los asesinatos de los compañeros reporteros, pues ningún caso se puede considerar resuelto, incluso en los que la Fiscalía General ha sostenido que hay detenidos, al final no son los únicos responsables, pues se puede detectar inconsistencias en la integración de las investigaciones que podrían llevar a exculparlos. Peor aún, de los reporteros asesinados, se han orquestado campañas de difamación post mortem para desviar el móvil del ejercicio periodístico a otros como pasional, robo, problemas vecinales, presuntos nexos con el crimen organizado, entre otros. 4 Específicamente cuando se ha presumido nexos con grupos delincuenciales, las autoridades evitan reconocer que la presencia de éstos en territorio veracruzano, no ha sido por la actividad periodística, sino por el incumplimiento de su responsabilidad o de la complacencia de las instituciones encargadas de salvaguardar el Estado de Derecho, pues la delincuencia comienza primero apoderándose de las corporaciones policiacas que son una de las fuentes vivas normales de cualquier reportero que cubre la nota roja, incluso funcionarios de altos niveles acusan desconfianza de sus compañeros de trabajo por la misma razón ¿por qué entonces criminalizar al periodista? PERIODISTAS ASESINADOS: Noel López Olguín, reportero de Noticias de Acayucan, Acayucan, marzo 2011. Invest. Minist. Jalt/077/2011 radicado en la Agencia del MP Investigador del Fuero Común de Jáltipan, y ACA/301/2011 en la Agencia del MP de Acayucan. Sin probable responsable. Por oficio 674/2011 se remitió a la FEADLE. A principios de este mes de septiembre elementos de la PGR realizaron indagaciones. El 1 de junio de 2011 fue encontrado cerca de Jáltipan, estado de Veracruz (este), el cuerpo sin vida de Noel López Olguín, colaborador de los semanarios locales Horizonte y Noticias de Acayucan, y del diario La Verdad. El periodista había desaparecido el 8 de marzo de ese año en el municipio de Texistepec, y su cuerpo hallado sin vida en una fosa clandestina en el ejido Malacate, en el municipio de Chinameca. Cuatro días antes de localizar el cuerpo, Alejandro Castro Chirinos, alias “El Dragón”, capturado en Coatzacoalcos, estado de Veracruz, confesó haber participado en el asesinato del periodista. Entre las pertenencias de El Dragón, cuando fue detenido, se encontraba la cámara del periodista. Según las autoridades, Castro Chirinos dio indicaciones que permitieron localizar la fosa donde se encontraba el cuerpo. Aún no se cuenta con indicios de permitan determinar el móvil del crimen, no obstante, es muy probable que asesinato de Noel López Olguín esté relacionado con su actividad profesional, ya que era activista social, interesado en los problemas comunitarios, como la corrupción y la inseguridad, había denunciado los abusos de las autoridades y de miembros del crimen organizado. Veracruz representa un punto de tránsito clave para el tráfico de drogas en dirección a Estados Unidos. Durante la época
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