Donado á la Biblioteca Universitaria de Granad- en memoria dei mal grado poeta BALTASAR MARTIR: o HISTORIA BE LA. PINTURA EJIV GENERAL Y PARTICULAR DE CÓRDOBA, POR MANUEL GONZALEZ GUEVARA. Si Q i i i 1 § s 1 o O £3 © *cs el ’O y r s ~ a <3 "C. O cS TJ CÓRDOBA. Imprenta de EL ECO, calle Luis, 15. BIBLIOTEC A HOSPITAL REAL GR A NADA Sa¡a:_--------------- ^ 2---------------—------ Estante:_ _ j 2 ü 2 ------------- _ | O p y C .V P J - HISTORIA. DE LA PINTURA El IV GENERAL Y PARTICULAR DE CÓRDOBA, POR ■ANDEL GONZALEZ GEEYARA. S Í o 3 tó ”c3 1 § £ l ' o ® fia © -o ~*«S Cí■£ O cS TJ fc ) CÓRDOBA Imprenta de EL ECO, calle Luis, 15. Donadoá la Biblioteca Universitaria dsGránac. en memoria del grado poeta. BALTASAR MARTIÍÜ’ PRÓLOGO. Dos cosas me he propuesto al escribir estos apuntes. La primera es fijar la atención pública sobre los pintores cordobeses, señalando aquellos que no tienen obras en el Museo Provincial, con el fin de que se ha­ gan por quien corresponda las gestiones necesarias has­ ta conseguir que las tengan. Creo muy conveniente para el arte reunir en el Mu­ seo cuadros de los profesores de nuestra provincia des­ de Pedro de Córdoba hasta D. Diego Monroy. Entonces la Historia de la pintura en Córdoba se vería prácticamente y estarían marcadas por sí mismas las épocas de esplendor y decadencia. Lo segundo que me he propuesto es alentar la afi­ ción entre los principiantes, indicándoles los mejores cuadros y haciéndoles conocer los buenos pintores. Abrigo la ilusión de que mis apuntes serán, cuando menos, un grano de arena llevado á cimentar el desar­ rollo de Ja pintura en la poética ciudad de los Califas. La ciudad que asentada sobre un pintoresco y en­ cantador panorama y cubierta de un alegre cielo fué —4— siempre cana de hombres notables en las ciencias, ar­ tes y literatura. La que arrullada por las ondas del Guadalquivir prestó inspiración divina á cuantos pisaron su suelo. La que por su historia y condiciones es digna de resplandecer á gran altura y por tanto puede abrigar en su seno una nueva pléyade de reputaciones artísti­ cas que la honren, sosteniendo y acrecentando la justa fama que en todos tiempos ha sabido conquistarse. Donado&l»WW!0tec; Universitariado < * * " * £ en memoriararia d el m ale­ grado poeta BAlTAStóMkRTiffiiC- APUNTES solare \a laAstoria de la pintura en general y particular de Córdolm. I. La pintura, ese arte que copia la creación presen­ tando una naturaleza fietiGia semejante á la naturaleza real. Que nos muestra los divinos seres de nuestras san­ tas creencias religiosas y del género humano todas las grandezas y miserias, los goces y desgracias. Que lleva á través de las generaciones los usos, cos­ tumbres y trajes de los tiempos que pasaron con la verdad y el sello de lo positivo. Ese arte que nos encanta y nos conmueve, tiene —6 — su origen, como todo lo bello, en la fuente inagotable de la belleza misma. Por eso la pintura es anterior á los siglos. Por eso el primer pintor vivia antes de existir el mundo. Pues no no tuvo principio como no tendrá fin, por­ que es Dios. Dios, que pintó los cielos de ese azul hermoso que admiramos y pintó la aurora con doradas tintas y opaco el crepúsculo vespertino y con rojas nubes. Dios, que pintó la tierra con todos los colores que la adornan y pintó las plantas y las caprichosas flores. Que dió á los mares su verde trasparente y blanco á la espuma de su agitado líquido. Que pintó las aves de tan variados modos, con tan caprichosos y bonitos adornos. Y creó el retrato al hacer al hombre á su imágen y semejanza. Y dióle á sus pupilas la espresion de sus sentimien­ tos internos, en su boca puso la sonrisa de su satisfac­ ción y su esperanza, y á su cuerpo le dotó de la gen­ tileza propia de quien sería rey de lo creado. É hizo la muger y en ella pintó el rubor en el car­ mín de sus megillas, el deseo en el brillo de sus ojos, el amor en el coral de sus labios. Y Adan fué el primer discípulo del Divino maestro. Porque Adan fué el primer hombre y Dios inspiró las ciencias y las artes al padre de las generaciones. Y su nieto Enos se cuenta que pintaba imágenes para captarse la admiración de las gentes. Y siguióse pintando hasta el diluvio, el cual al aho­ gar al mundo, ahogó las artes y Dios tuvo que inspirar de nuevo al hombre. — 7— II. Un dia Thares, padre de Ábraham, guardaba sus ga­ nados y estaba pensativo y triste. Triste y pensativo como después lo estuvo New ton cuando la caida de una manzana le hizo calcular la gravedad de los cuerpos. Y una oveja parece cerca del pastor. ^ _ Thares reparó en la sombra de la oveja y señalo en la arena aquella sombra. De este, modo sin calcular lo que hiciera por ca­ sualidad ó por inspiración divina, fué el inventor del UIDUIU. , , -i Y luego siguióse señalando las sombras de los ob- jetos y luego la del cuerpo hcmano, bien sobre una ta­ bla ó bien sobre la lona de las tiendas. Y al tratar de ennegrecer un dibujo con tierras os­ curas llenaron primero los contornos, dejando en blanco el centro y vieron que el dibujo tomaba bulto, descu­ briendo asi el claro-oscuro. Mas esto no era bastante y Dios les enseñó en la re - fracción délos rayos de luz, en las gotas de agua de la atmósfera reflejados en el fondo de una nube oscura, los colores que veian, en las plantas, en las flores, en los cielos, indicando que aquellos podian imitarse. Y los hombres buscaron colores é imitaron la na­ turaleza. III. Los egipcios fueron los primeros en distinguirse en la pintura, los que espresaban sus pensamientos, máxi­ mas y leyes en geroglíficos pintados ó esculpidos. Muchos años después se.introducía entre los grie­ gos, los que celebraban por inventores aquellos que la usaron primeramente en cada provincia ó ciudad. Pirrho fué el primero de ellos. Apolodoro inventó los pinceles. Higieneon distinguió al yaron dé la muger en sus pinturas. Simón Cíeoneo varió el aspecto de los rostros, seña­ ló con pliegues las vestiduras y marcó los músculos y venas. Peneo, Zeuxis, Parrafio, Protogenes y otros mu­ chos se distinguieron por sus adelantos, como también Panfilo, maestro de Apeles. Apeles fué el gran genio de aquella época. Y todavía no habían hallado y por tanto no esta­ ban en uso mas que cuatro colores que eran, blanco, amarillo, rojo y negro y con ellos hicieron inmortales obras. —9 - Donddo á la Biblioteca. Universitaria de Granada, ©n memoria del malo- girado poeta IV . ' BAmSAEMíT'^" 7 V De Grecia pasó 4 Italia, donde se estimó hasta el es* tremo de firmarse el sobrenombre de pintores los que sabian el arte. Después pasó 4 las demás naciones de Europa y de­ cayó notablemente con la ruina del imperio romano. Mas luego volvió 4 florecer. En España se cree que se usó la pintura en tiempo de las dominaciones cartaginesa yromana.^ Porque los españoles naturalmente tendrian las cos­ tumbres, usos y artes de sus dominadores. El capitán cartaginés Hannon, que gobernó la Anda­ lucía desde el año 448 antes de Jesucristo, se cuenta que pintaba y hacia dibujos en los ralos que se lo per­ mitían los negocios. En tiempo de los godos hay antecedentes de haberse encontrado el rey D. Rodrigo en un palacio de Toledo, un cuadro con figuras y trajes de africanos, del cual no se sabia el origen. También han llegado hasta nosotros varios retratos deFlorinda. La pintura llegó 4 su apogeo con el cristianismo, como también el uso de las imágenes de las quetrajoal- guñas, hechas por S. Lucas y por Nicudemus el apóstol Santiago cuando vino 4 su peregrinación. — 10— Y se pintaron las paredes délos templos con histo­ rias sagradas para de esta manera instruir al vulgo* La dominación sarracena concluyó con el arte des­ truyendo sus obras y durante el tiempo floreciente- de su reinado en España ningún cristiano se ocupó de la pintura y menos los moros á quienes el Alcorán les prohíbe representar el cuerpo humano. Sin embargo, en Córdoba escaparon de su furia des­ tructora varias pinturas de escuela latina que había en la parroquia de San Pedro, según dice Pablo de Céspedes en su carta á Pedro de Valencia sobre la com­ paración de la antigua y moderna pintura y escultura. V. La verdadera historia déla pintura en España co mienza en el siglo X. Vigila Sarracino y García pintaron el año 976 mi­ niaturas en un códice para S. Martin de Albelda, que se guarda en la Biblioteca Nacional. En el siglo XIII Pedro de Pamplona pintó también miniaturasen el segundo tomo de una biblia para el rey Alonso X. Esta se conserva en la biblioteca de la catedral de Sevilla. Rodrigo Esteban fué pintor de Sancho IV por los años de 1291. — 11— En 1370 nació en FlandesJuan de Brujas ó Juan Van-Eyck, que es considerado como el inventor de la pintura al óleo. Otros atribuyen también esta invención a leoiilo, pintor del siglo X. , Juan Van-Eyck pintó casi siempre en compama de su hermano Huberto y falleció en Brujas el año 1450. El Museo de Madrid guarda varias obras de estos hermanos. En 1882 nació en Barcelona Juan Cerillos, que iué pintor. , r El florentino Estarmina en el siglo XIV vino a Espa­ ña durante el reinado de D.
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