ARCHIVO “ÁNGEL POZO ZAYAS” (ARTÍCULO DE PRENSA, DE 1964, DISPONIBLE POR GENTILEZA DE DOÑA ISABEL POZO). “CUEVA HERMOSA. Una maravilla de Valencia, desconocida por la mayoría de los valencianos”. “Al pensar en Valencia, lo primero que acude a nuestra mente son los naranjos. Pero no todo en nuestra pro- vincia está compuesto por su fértil huerta; existen en ella lugares recónditos, abruptos, desconocidos por muchos y casi olvidados de otros, que encierran verdaderas maravillas. Hace unos días hemos tenido el placer de visitar la cueva Hermosa, enclavada en el término municipal de Cortes de Pallás a unos ocho kilómetros de Cofrentes. Después de haber recorrido una cuarentena de kilómetros, a partir de Buñol y Macastre, el paisaje cambió bruscamente; de los bien cuidados naranjos pasa- mos a otra zona áspera y difícil; las agrestes sie- rras con sus profundos barrancos hicieron dificul- tosa la marcha. Pero lo que perdíamos en comodi- dad lo ganábamos en belleza. El paisaje aparecía maravilloso por doquier, la vista contemplaba ex- tensas pinadas y allá, al fondo, un enorme barran- co, cuyo lado Este resultaba infranqueable por la formación continua de una extensa muralla rocosa de gran altitud que ponía punto final al alcance de nuestra vista. Nuestros vehículos, después de cruzar varias aldeas -Venta Gaeta, Viñuelas, Castil Blanques (sic), La Cabezuela-, no nos llevaron más allá de la llamada Casa del Cura a poca distancia de nuestro objetivo, pero fue la parte más penoso por lo escabroso del terreno y el implacable sol de agosto que caía sobre nuestras cabezas. No obstante, el esfuerzo no resultó inútil, pues bien pronto nos veríamos compensados por las bellezas que íbamos a contemplar. Ya antes de llegar a la cueva continuos barrancos, cual tobogán de feria, poblados de tupidos matorrales, pare- cían querer impedir o retardar el máximo el que alcanzáramos nuestro objetivo. Un gran cortado de muchos metros de altitud, sobre el que volaban buen número de grajas, nos indicó la proximidad de la cueva. Pocos minutos después nos encontrábamos ante la negra boca, por la que fuimos internándonos, llevando co- mo guía al gran conocedor de la misma don José Alejo Arocas. En contraste con el sofocante calor que reinaba en el exterior pudimos disfrutar de un fresco que rayaba en frío; frío que se hacía más intenso debido a las ligeras ropas de verano con que nos cubríamos. Difícil resulta describir las maravillas que en seguida descubrieron nuestros atónitos ojos. Iluminada por una gran antorcha, formada por matas secas del monte, pudimos contemplar en toda su belleza una enorme sala. De su techo y a una gran altura, pendían un sinfín de estalactitas; grandes columnas subían enhiestas como sostén de la bóveda. De las paredes, que no obedecían a la vertical, centenares de pequeñas estalactitas, del tamaño de palillos, asomaban como cohibidas por su pequeñez, pero todas ellas eran portadoras de una gota de agua. Estas gotas, que tardarían horas en desprenderse, iban cayendo y haciendo que se formasen charcos en algunos lugares. En otra sala de colosales dimensiones cuya altura excedería de los quince metros, enormes estalacmitas de marmórea blancura, que con los siglos formarán nuevas columnas, veíanse esparcidas, recibiendo la transparente lágrima de su otra mitad, que allá en la altura parecía quererle ayudar en su lento crecer. En su pasadizo más recóndito apareció, suspendida del techo, una gran familia de murciélagos, que quizá su- perase el millar. Después de más de dos horas de recorrido y sin haber visitado por completo la extensa oquedad, ya que aún quedaban galerías por explorar, dimos por terminada nuestra visita. Con cierta pena fuimos abandonando aquellos ignotos lugares que dejaron en nuestro ánimo profunda huella; aquellas maravillas que son como el llanto de la montaña, hecho piedra”. Las Provincias, 2-8-1964.TEXTO: J. M. GONZÁLEZ-MORO. 2 CORTES DE PALLÁS Y SUS ALDEAS Periódico mensual independiente y de interés cultural AÑO IV Lunes, 2 de Noviembre de 2015 nº 42 Editorial En este número reproducimos varios artículos sobre Cortes de Pallás que tenía recogidos y archivados D. Ángel-Ginés Pozo Zayas; material al que hemos de- nominado ARCHIVO POZO ZAYAS y que su hija Isabel ha puesto a disposición de todos. Empezamos por el que trata sobre “Cueva Hermosa”, escrito por J. M. González- Moro el año 1964; en las páginas del diario Las Provincias. E incluimos, también, el que trata sobre la “Cova de les Dones” de Millares, que publicó en las páginas de Deportes del mismo diario el viajero y escritor José Soler Carnicer; allá por el año 1971. Finalmente, habiendo encontrado entre la documentación un “librito” (de hojas grapadas por el centro) que es una pequeña obra de teatro referida a la expulsión de los moriscos y que fue redactada por Eduardo Par- do hacia 1990, hemos empezado a publicarla por capítulos debido a su extensión. Como trabajo divulgativo principal traemos a colación el estudio de investigación que en 2001 publicó en el “Archivo de Prehistoria Valenciana” Manuel Gozalbes, sobre el Tesorillo de Monedas de Castilblanques (denarios romanos de plata); con las fotos de la pulsera que se hicieron con algunas de ellas. El Boletín se completa con una miscelánea de temas: “El precio de la almendra”, “¿Cortes… un municipio turístico?”, “A la memoria de Luis Díaz”, mis reflexiones tituladas “El último morisco”, “Noticias de la zona en la prensa del siglo XIX”, “Dos fotos antiguas de Cofrentes” (de los años 40), “Fotos de alemanes y ciclistas por La Muela”, “Se comenta y afecta a Cortes”, “Vecinos de Otonel de comida en La Muela” y “Galería de personajes cortesanos que se dejan fotografiar”. Miguel Aparici (Director-editor) EJEMPLAR GRATUITO © Derechos Reservados de texto y fotografías Edita: MIGUEL APARICI NAVARRO, Investigador e Historiador Local C/ Repunchela nº 8 46199-Cortes de Pallas (Valencia) PIDA SU ENVÍO MENSUAL A: [email protected] - 696 627 481 ÍNDICE DEL CONTENIDO 2.- “CUEVA HERMOSA, UNA MARAVILLA DESCONOCIDA…”, archivo “Ángel Pozo Zayas”. 4-5.- “LOS VECINOS DE OTONEL, EN LA MUELA”, por M. A. N. 6-7.- “MONEDAS `CORTESANAS´ DE HACE 2.000 AÑOS”, por Manuel Gozalbes. 8.- “ A LA MEMORIA DE LUIS DÍAZ”, por Miguel Aparici Navarro. 9.- “EL ÚLTIMO MORISCO DE LA MUELA”, por M. A. 10.- “NOTICIAS DE PRENSA DE HACE SIGLO Y MEDIO”, recopilación de Alfons Vila. 11.- “DOS FOTOS DE COFRENTES DE LOS AÑOS 40”, en un calendario de “Electricidad LORAVI”. 12.- “PRECIO DE LA ALMENDRA (vale para Cortes)”, de un artículo del diario LAS PROVINCIAS. 13.- “CORTES DE PALLÁS… ¿MUNICIPIO TURÍSTICO”, por M. Aparici. 14-15.- “EXPULSIÓN DE LOS ÁRABES. CORTES. 1609”, de E. Pardo (archivo “Ángel Pozo Zayas”). 16-17.- “LA COVA DE LES DONES. MILLARES”, por José Soler Carnicer (archivo “Ángel Pozo Zayas”). 18.- “SE COMENTA… Y AFECTA A CORTES DE PALLÁS”; por Miguel Aparici. 19.- “EL CONSEJO CORTESANO DE CULTURA” y “VISITANTES POR LA MUELA”. 20.- “A TODOS ESTOS PERSONAJES, CON CARIÑO”, fotografías de M. A. N. 3 LOS VECINOS DE OTONEL, EN LA MUELA La aldea de Otonel está emplazada en uno de los parajes más recónditos del término municipal de Cortes de Pallás. Viven, pues, en plena naturaleza y en un ambiente totalmente natural; en el vallejo de un agreste barranco. Curiosamente, el pasado domingo 11 de octubre nos los encontramos a todos reunidos (habían “cerrado” y dejado “desierto” el caserío…) de reunión en lo alto y centro de la mismísima Muela de Cortes; a ochocientos me- tros de altitud, en un día de temperatura templada y cielo cubierto de blancas y grisáceas nubes. Habían decido coger sus coches y con toda la familia, niños incluidos, subirse “A PASAR EL DÍA” de comi- da campestre (“picnic”) en la antigua Casa del Empalme de la vieja línea eléctrica, donde hay horno moruno, pae- lleros, estufas de leña, mesas y bancos a cubierto y explanada de aparcamiento y juegos; junto a una sima. 4 La idea era disfrutar preparando típicas tortas, cazuelas de cordero y gazpachos y comerlos en armonía. Las mujeres más expertas trajinaban con los ingredientes (encabezadas por la propia alcaldesa pedánea Mari Carmen), los mozos se ocupaban de la pala para meter y sacar las cazuelas y las tortas de sardinas y embutidos en el horno moruno lleno de brasas, los hombres charlaban en el interior de casa y los niños jugaban en la explanada. Los botes de cerveza animaban la espera, mientras la olla y la sartén de gazpachos comenzaban a cocer. Una graciosa cesta de mimbre acogía los postres: uva negra de las parras de casa Hermenegildo y de Rosa. Allí estaban…, las familias de la aldea cortesana de Otonel, en franca armonía; vecinal y consanguínea, ya que la mayoría llevan el apellido Torralba. Las enumeramos. Familia de Ricardo Torralba, de Mari Carmen Torralba (alcaldesa pedánea) y Antonio Díaz, de Bernardino Torralba, de Hermenegildo To- rralba, de María Nogués, de José Luis Barberá, de Ro- sa Carrión Torralba, de Vicente Martínez… y, como siempre acude, también estaban Vicente Lambies y su perrito blanco. (La de la cazuela es Mercedes y el trío son: Mari Carmen, Vicente y María). (TEXTO Y FOTOS: MIGUEL APARICI) 5 MONEDAS “CORTESANAS” DE HACE 2.000 AÑOS “EL TESORILLO REPUBLICANO DE CASTILBLANQUES” (por Manuel Gozalbes). La bibliografía [libros] antigua proporciona, en ocasiones, datos de interés sobre hallazgos numismáticos [monedas antiguas]. Es el caso de la “Geografía General del Reino de Valencia”, de Carlos Sarthou Carreres y José Martínez Aloy de 1919; en cuya página 209 podemos leer: “En el año 1909 fueron halladas varias vasijas de barro de escasas proporciones, que conte- nían de 150 a 200 monedas de plata, romanas. Fueron encontradas en un campo propio de Josefa Castiblanquer (sic), en la partida de Chapoli (sic); junto al caserío de Castiblanquer (sic), que radica en este término municipal de Cortes”.