La Atlántida, ¿Un mito? ¿Un deseo de creer? ¿Un recuerdo ancestral? ¿Una fábula de Platón? ¿Un enigma geológico? ¿Es la Atlántida algo más que un nombre tan acertado que cualquier experto en marketing daría su sueldo por encontrar uno de similar éxito? El filósofo griego Platón escribió unas obras llamadas Diálogos en las que trataba de explicar su concepción del mundo. Dos misteriosos diálogos fueron los llamados Timeo y Critias. En ellos, en apenas unas líneas, unas veinte páginas de un libro normal, Platón escribió la noticia acerca de un continente gigantesco que había Dibujo de como pudo ser el centro de la Atlántida. Desaparecido en un sólo día y una noche, tragado enterito por el mar océano. Platón citaba como fuente al historiador Solón, quien habría oído en Egipto la historia de la desaparición de una "isla del oeste". Eso ocurrió, según Platón, 9.500 años antes de su época (427-347 a.C.), y la isla tenía una superficie de once mil kilómetros cuadrados, más grande que China. Los atlantes constituyeron una sociedad superdesarrollada pero se alejaron de su dios y sobrevino el castigo divino, haciéndolos desaparecer para siempre. Al parecer Platón iba a escribir las razones de Zeus o su homólogo dios de los atlantes para condenarlos así, pero la muerte no le dejó terminar esa parte de sus Diálogos. Foto del centro de la ciudad de la Atlántida, como pudo ser en maqueta. El continente de la Atlántida estaba, como su nombre indica, en el océano Atlántico, entre la costa oeste del sur de Europa, y la del este de América. Curiosamente, Atl significa agua en lengua náhuatl. Cuentan las leyendas que hasta el primer siglo antes de Cristo no se podía navegar por las aguas que se extienden entre las costas de España y el Golfo de México. Las Columnas que Heraklés colocó en el Estrecho de Gibraltar y el "Non plus ultra" tenían una razón de ser: por toda el agua del océano flotaba una masa informe compuesta por lodo solidificado, como placas de piedra pómez, restos del fenómeno que hundió a la Atlántida. Aceptemos la leyenda: el dios de los atlantes decide castigar a su pueblo. ¿Qué arma o herramienta usa para ello? Un cataclismo de dimensiones desacostumbradas origina un cráter en el suelo submarino tan profundo que el magma sale a la superficie arrojando chorros de materia incandescente y hundiendo el continente. Dicen algunos que el deslizamiento de las placas continentales confirma que si bien es posible comprobar que el continente Americano se separó de Europa, África y la Antártida, pues sus siluetas parecen encajar como un puzle, en la zona correspondiente al Caribe y a España queda un espacio vacío de una extensión similar a la atribuida a la Atlántida. Otra teoría apunta la posibilidad de que un enorme meteorito fuera el causante de la perforación de la superficie marina que desencadenó todo el proceso, para lo que se basan en la concentración de cráteres existente en la zona de Carolina, ocasionados por los supuestos fragmentos de ese meteorito gigante que habría caído sobre el océano. Además de estas causas, se apuntan otras como la simple erupción volcánica como lo que sucedió con la isla de Krakatoa en 1883, la elevación del nivel del mar o la llamada subducción continental, es decir, una placa oceánica tragada bajo una placa continental. Todas estas hipótesis han sido rebatidas por los científicos y el enigma permanece. A todo ello hay que sumar las que se han calificado como evidencias de la existencia de la Atlántida, los restos de la Atlántida, bien en forma de sus cumbres más elevadas, bien como restos arqueológicos, y las misteriosas desapariciones en el triángulo de las Bermudas. Dicen que algunas islas son restos emergidos del antiguo continente, o bien, las cumbres más altas del mismo. Ocurriría con las Antillas, las Canarias o las Azores. Además, se añade otra leyenda a la ya existente: el triángulo de las Bermudas cobijaría en su seno restos de la avanzada tecnología de los atlantes, máquinas que en determinadas condiciones aún funcionarían, destruyendo o interfiriendo electrónicamente en los sistemas de barcos y aviones que pasan cerca de llamado Triángulo de la Muerte, entre Bermuda, Miami y Puerto Rico. Por último, se han llegado a identificar nada menos que auténticos caminos y paredes, el llamado Muro de Bimini, una construcción con un material difícil de hallar en la naturaleza, la micrita. Lógicamente, los geólogos aseguran que se trata del fenómeno conocido como roca de playa del que también existen otros, aunque escasos, como en Australia. Los narradores de leyendas Americanos cuentan que en tiempos remotos existieron no uno, sino dos continentes más. La Atlántida, por el lado del Oriente, y el Continente de Lemuria, por el Poniente. En los dos la sociedad había alcanzado cotas altísimas de desarrollo en todos los campos. Pero los mares se levantaron y lucharon contra las montañas. Algunos lemures se salvaron en potentes barcos, y arribaron a las costas Americanas del Pacífico, llevando allí sus costumbres y creencias, y se asentaron en tierras de Incas y la Isla de Pascua. Por el otro lado, por el Golfo de México arribaron en oleadas grandes grupos de supervivientes de la Atlántida, miembros de las distintas naciones que la formaban, y que luego se llamaron mayas, totonacas, mixtecas o zapotecas. Algunos, como los teotihuacanos, llegaron hasta el altiplano, temerosos de que un nuevo cataclismo pudiera volver a hundir las costas de su nueva tierra. Y de esta manera legendaria se explica la divergencia de culturas de las costas Americanas (peruanos, incas, viricochas...) y de manifestaciones (los gigantes del Machu Pichu, el valle de Nasca, los monolitos de Tiahuanaco...) Eso explica también los avanzados calendarios, los numerales, la astronomía y las técnicas arquitectónicas que les permitieron las grandes construcciones. Dicen que la leyenda la contaban los olmecas, una raza de la que no se conserva ningún escrito, porque sobrevivió a una tragedia imposible de olvidar. ATLÁNTIDA, ALGUNAS RESPUESTAS... ¿QUE ES LA ATLÁNTIDA? Desde que Platón escribió sus misteriosos diálogos llamados "Timeo" y "Critias", cuya extensión no es más que de unas 20 páginas de un libro actual, la leyenda de la Atlántida ha fascinado a muchos. El filósofo señalaba que en ese misterioso lugar moraba un pueblo extraordinariamente civilizado y rico, y que un día sobrevino en el mundo un cataclismo de tales magnitudes que en un lapso de 24 horas lo hundió en el mar, con todas sus riquezas y esplendores. Esto ocurrió, dice Platón, 9500 años antes de que él lo escribiera. Según el investigador Otto Muck, la Atlántida era un paraíso templado-cálido, de fértiles llanuras, en cuyas cordilleras abundaban los bosques de maderas valiosas. Era una tierra rica en cobre, estaño, oro y plata. Era tanta la riqueza de aquellas tierras y tal la excelencia de su clima, que su población se multiplicó rápidamente, llegando a los 60 millones de habitantes; una cifra portentosa, más si se estima que Egipto (unos de los países más densamente poblados del mundo antiguo) no pasó jamás de los 15 millones. También parece haber sido una civilización muy avanzada para aquellos tiempos, en los que Europa recién entraba al periodo neolítico. Pero dice la tradición que los atlantes se alejaron de su dios, de sus antiguos líderes, y extraviaron el propósito de sus vidas; y que por esa causa el dios Zeus había decidido castigarlos. ¿DONDE ESTABA LA ATLÁNTIDA? El sacerdote jesuita A. Kirchner, investigador de la obra de Platón, afirmó en el año 1665 que el continente perdido habría estado en el océano Atlántico, entre España y América, dato que es compartido por la mayoría de los investigadores actuales. Cuentan las leyendas antiguas, que entre los siglos XII y I antes de Cristo, era imposible alejarse de la costa europea más allá de las Columnas de Hércules ( hoy estrecho de Gibraltar) pues se encontraban aún flotando enormes masas de lodo procedentes del cataclismo que hundió a la Atlántida. ¿Cómo sería posible esto? Una respuesta muy seria la dan los vulcanólogos, especialmente aquellos que tuvieron la oportunidad de estudiar los efectos de grandes erupciones. Nos indican que las cenizas volcánicas son lanzadas a gran altura mezcladas con ácido carbónico, nitrógeno, agua y anhídrido sulfúrico. La lava en estado de cenizas es porosa y los ácidos y el agua extraen de ella gran cantidad de compuestos minerales hasta dejar sólo los materiales más inertes y duros; estos constituyen la piedra pómez, una piedra tan liviana que flota sobre el agua hasta que, poco a poco, se impregna y se hunde. EL CATACLISMO A comienzos de la década de los 60, un grupo de geólogos alemanes desarrolló una teoría que parece confirmar la posibilidad de que haya habido un cataclismo bien determinado, capaz de hundir un subcontinente de 200 mil kilómetros cuadrados en el fondo del mar dejando afuera sólo sus montañas más elevadas, como por ejemplo las islas Azores. Tomaron en consideración 3 factores: Primero, el deslizamiento de las placas continentales. Según estas teorías, el continente Americano se separó de Europa, África y la Antártida por el deslizamiento de las placas sobre las capas más profundas y viscosas del planeta. Si miramos un mapa, veremos que sus formas calzan casi como las piezas de un rompecabezas. La excepción la constituye la zona correspondiente al Caribe y España, donde queda un espacio vacío. En segundo lugar, el hueco que se produce coincide con la extensión tradicionalmente atribuida a la Atlántida. Tercero, han comprendido que ninguna erupción volcánica habría podido producir un efecto suficiente como para hundir una masa tan grande de tierra firme. De acuerdo a esto desarrollan la tesis de que el cataclismo que, sí podría haber provocado tal hundimiento, sólo podría originarse en una perforación tan profunda en el suelo submarino que alcanzó las materias fundidas que hay debajo de la corteza terrestre, a las que llamamos "magma".
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