EL DIA DE LA PROVINCIA SU FINALIDAD URBANISTICA Y SUS ASPECTOS GEOGRAFICOS E IIISTORICOS Hace once años, en 1963, el Gobernador Civil de la Provin- cia, en aquel entonces D. Eladio Perlado Cadavieco, tuvo la fe- liz iniciativa de instituir el llamado DIA DE LA PROVINCIA, que tiene como motivo un concurso de embellecimiento, en el que pueden participar todas aquellas localidades en las que se han hecho trabajos de mejoras urbanas, y que aspiran a me- recer los premios establecidos al efecto. La idea directriz del «Día de la Provincia», quedó plasma- da en unas palabras del entonces Gobernador Civil, que hemos podido compulsar en el Acta que se levantó, y en las infor- maciones de la prensa local. Se refirió el señor Perlado Cadavieco, al Alcalde de cada pueblo, que debe poseer un gran optimismo, diligencia y tesón, para llevar a buen término, todos los problemas administrati- vos y políticos, propios de su cargo. Se refirió después a la necesidad de unos avances paralelos de carácter social, económico y de producción, en forma aná- loga a como lo sienten los pueblos desarrollados o en vías de desarrollo. Por lo que respecta al concurso de embellecimiento de los pueblos burgaleses, estimuló para que se pongan los medios ne- necesarios, a fin de lograr su mejor aspecto, con una vida más digna de sus moradores. Nuestro ideal —añadió—, consiste en lograr un adecenta- miento de toda la Provincia, y singularmente de aquellas loca- lidades situadas en las carreteras generales, que son una es- pecie de escaparate para viajeros y turistas. — 23 — De ninguna manera debe desaparecer el tipismo, aunque no hay que confundirlo con la suciedad, y han de conservarse dig- namente los edificios, construcciones y zonas verdes, que pres- tigian a los pueblos y embellecen sus calles. Así comenzó el «Día de la Provincia», que se ha venido celebrando en el transcurso de los años, en las siguientes lo- calidades: 1963, Villarcayo. — 1964, Roa. — 1965, Pradoluengo. — 1966, Melgar de Fernamental. — 1967, Ofia. — 1968, Cerezo Riotirón. 1969, Sasamón. — 1970, Caleruega. — 1971, Soncillo. — 1972, Milagros. — 1973, Espinosa de los Monteros. La Diputación Provincial, el Gobernador Civil y diversas Entidades oficiales y privadas, son las que a portan los premios. Un Jurado examina con toda minuciosidad los méritos de cada pueblo concursante, y en la localidad distinguida con el primer premio, tiene lugar el llamado DIA DE LA PROVINCIA, con diversos actos, que suelen celebrarse en el mes de septiem- bre, una vez terminados los trabajos de la recolección, dado el carácter predominantemente agrícola de la Provincia, y en do- mingo. El Dia de la Provincia, convierte así en aquel día, al pue- blo agraciado. en una especie de capitalidad provincial, en la que se reunen las más destacadas Autoridades y representa- ciones. Suele haber una Misa solemne, en la Iglesia Parroquial, a la que asisten las Autoridades y el pueblo en masa, dada nues- tra tradicional raigambre religiosa. La localidad premiada, elige entre sus bellas jóvenes la «Reina» de la fiesta. Las localidades cabezas de los partidos ju- diciales, envían también sus bellas jóvenes, representantes, a modo de «Corte de Honor». De ordinario, al aire libre, en la Plaza Mayor, o en otro lu- gar a propósito, del pueblo, se celebra un acto público, en el que una distinguida personalidad pronuncia el PREGON. Suele haber también algún concierto, a cargo de una Agru- pación coral o musical distinguida. Se celebra después una «comida de hermandad», presidida por las Autoridades, «Reina de la fiesta» y su «Corte de Ho- nor», a la que acuden representaciones de los otros pueblos agraciados con diversos premios. Y por la tarde, se desarrolla un acto público, en el que se — 24 lee el Acta del Jurado, otorgando los premios, y se entregan éstos por las Autoridades a los representantes de los pueblos agraciados. Y finalmente, el Presidente de la Diputación y el señor Go- bernador Civil, cierran el acto con unas alocuciones, recorrien- do después los lugares principales del pueblo, en los que se han realizado las obras de embellecimiento. Es cierto que el DIA DE LA PROVINCIA, es cada ario una noticia de actualidad pasajera, pero en el transcurso del tiem- po, esa noticia de cada ario, se convierte en historia. Y como al mérito urbanístico, se añaden circunstancias geográficas e históricas destacadas, esa «historia» queda regis- trada en la prensa local y en la nacional. Por eso, también merece que se registre en las paginas de nuestro Boletín, tanto más, cuanto que en este ario los dos principales protagonistas literarios, han sido dos compañeros Académicos: Fray Valentin de la Cruz, Cronista de la Provin- cia y publicista ya de gran renombre, y don Pedro Carazo Car- nicero, distinguido y activo Presidente de la Diputación Pro- vincial. En el ario 1973, ha sido Espinosa de los Monteros, la cé- lebre villa del partido judicial de Villarcayo, la distinguida con el primer premio, y en la que se celebró el Día de la Provincia, el domingo 23 de septiembre. El programa se desarrolló con arreglo a lo que en términos generales quedó expuesto anteriormente, salvo que no se cele- bró la Misa solemne acostumbrada, por alguna dificultad que deberá superarse en sucesivas ocasiones. Los conciertos, estuvieron a cargo del Laureado Orfeón Bur- galés y de la Banda Municipal de Miranda de Ebro. La lluvia, deslució el final del acto de la mañana y los de la tarde, y así el reparto de premios, en lugar de hacerse en la tribuna pública de la Plaza, se desarrolló en el Salón de Sesio- nes del Ayuntamiento. La prensa local publicó amplias informaciones. Mas para que quede constancia com pleta de los actos en nuestro Boletín, se nos ha facilitado el texto integro de los dis- cursos de Fray Valentin de la Cruz y de don Pedro Carazo, que fueron acogidos con grendes aplausos. Unicamente nos hemos Permitido intercalar en sus respec- tivos textos, algunos epígrafes, que faciliten su lectura. — 25 — Al final, recogeremos también en síntesis, el discurso del señor Gobernador Civil. En resumen, el Día de la Provincia, celebrado el domingo 23 de septiembre de 1973 en Espinosa de los Monteros, es un eslabón más en la cadena de oro que se inicia en 1963, y que sin duda perdurará en lo sucesivo. El Día de la Provincia va encaminado no sólo al embelle- cimiento urbanístico de nuestros pueblos, sino a elevar su nivel cultural, artístico y espiritual, y a que sea, como acertadamen- te dijo Fray Valentin de la Cruz al final de su Pregón, no ya una simpre jornada de «reencuentro folklórico», sino un día para la reflexión ante el servicio de Burgos y de España. J. GONZALO SOTO Académico PREGON DEL DIA DE LA PROVINCIA Por Fray Valentin de la Cruz Excmo. Sr. Gobernador Civil. Excmos. Sres. Presidentes de la Diputación Provincial y Director Gral. de la Vivienda. Excmos. e limos. Señores. Autoridades de Espinosa de los Monteros. Señoras y Señores. ¡Pueblo de Burgos! Pueblo, entusiasta y enamorado, veni- do desde todos los confines de la tierra provincial al glorioso solar de las Merindades, me siento com placido al saludar a los llegados desde la orilla mirandesa del Ebro, llenos de liberalis- mo y espíritu fabril; a los burebanos pobladores de una con- cha con la perla de Briviesca; envío mi expresión afectiva a los habitantes de la Sierra, áspera y cordial; a los ribereños del Duero, gozadores de azúcares y mostos; a los hombres de la meseta plana y honda de Lerma, la del Duque; de Castrojeriz, la jacobea; de Villadiego, cuna de historiadores; de la Capital, gótica y cidiana, laboriosa y cordial. Saludos a los paisanos del Honor de Sedano y a los presentes y ausentes de este Norte burgalés, húmedo y hospitalario, tan variado como hermoso en Mena y Manzanedo, en Losa o Valdivielso, en cualquiera de sus poblados y valles. — 26 — Para todos la efectividad más cordial y comunitaria, de to- dos para todos, derramada desde este balcón de geranios, abier- to en los frontis de la Provincia, que es esta villa de Espinosa. El saludo desde esta altura geográfica tiene su doble carácter de verticalidad sincera y de lluvia benéfica. LOS «MONTEROS» DE ESPINOSA Quiero presentaros a la tierra y a los hombres de Espinosa de los Monteros, a estos monteros, recios y leales, que desde los días del gobierno del Conde Sancho Garcés y hasta 1931 mere- cieron velar las noches de los Reyes de Es paña. Fueron un gesto sin duda heroico, muy de acuerdo con el temperamento de estas gentes, el que provocó esta confianza regia y nacional que a lo largo de centurias tantos blasones colocó en las casas de Espi- nosa y tantos brillos en las armas de todos los linajes. Ellos recibieron de la Providencia a la que en en otra oca- sión ( «Burgos, Guía Completa de las tierras del Cid») he defi- nido como tierra de nieve, de historia y de misterio. La nieve mansa y generosa, caída en los montes que son telón del hori- zonte hace que gentes ávidas de deportividad y paisaje visiten en número creciente y durante todo el invierno estos lares de Espinosa. El porvenir se presenta risueño en esta vertiente del turismo y del deporte. El misterio del hombre se cierne cerca de aquí en ese complejo incialmente geológico que es Ojo Gua- refia. Aún no se ha comenzado a hablar, pero presentimos que en el día en que se aclaren todas las implicaciones que ese com- plejo kárstico encierra, habrá una presencia multitudinaria por estos pagos. LA CUNA DE CASTILLA. UNA SUGERENCIA: UN HITO QUE DEBE RECORDARLO Pero la historia guarda aquí algo entrañable, algo que debe conmover nuestras fibras sentimentales, nuestra mente de es- tudiosos y nuestra conducta de ciudadanos.
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