
ESTUDIO HISTORIA DEL MIR “SI QUIEREN GUERRA, GUERRA TENDRÁN...”1 Cristián Pérez Inmerso en la historia política chilena de las décadas recientemente pasadas, este artículo analiza las estructuras de combate más impor- tantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), así como las acciones más relevantes que éstas llevaron a cabo entre 1973 y 1983. Particular atención pone el autor en el desarrollo de la Fuerza Central, en los combates de Neltume y en algunos asesinatos de prominentes hombres del régimen militar. 1 La frase es de Miguel Enríquez, secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), en respuesta a la propuesta de rendición que les hiciera el coronel Edgar Cevallos, del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile (SIFA). El documen- to fue dado a la publicidad el 10 de septiembre de 1974. CRISTIÁN PÉREZ. Candidato a magister en historia, Universidad de Santiago de Chile. Estudios Públicos, 91 (invierno 2003). 6 ESTUDIOS PÚBLICOS “Los asaltantes eran altos, se veían regios: ¡Me encantaron!”2 1. Septiembre de 1973: La guerra que no fue E n la noche del lunes 10 al martes 11 de septiembre de 1973, alrededor de 50 hombres descansan, pese a los rumores de movimientos militares y golpe de Estado que circulan. Para enmendar el error cometido durante el tanquetazo, cuando no alcanzaron a constituirse y destruir los tanques que se habían dado a la fuga, los muchachos permanecen acuartela- dos en varias casas de seguridad, en distintos barrios de la ciudad de Santia- go de Chile. En las residencias había fusiles Garant que habían pertenecido al dispositivo de seguridad del Presidente Salvador Allende (GAP), AKA- 47, ametralladoras Punto 30, y armas cortas con su respectiva munición, además de explosivos. Las casas contaban con teléfonos por los que reci- bían instrucciones del jefe militar del MIR3. Quienes pernoctaban eran integrantes de la Fuerza Central, la elite mirista. Allí esperaban las órdenes para salir de las casas, abordar automóvi- les y dirigirse a los puntos predeterminados, arriesgando sus vidas, si fuera necesario, para materializar la revolución socialista que tanto anhelaban. Cerca de las 8 de la mañana escucharon que los militares intentaban deponer al gobierno, que Salvador Allende permanecía atrincherado en La Moneda esperando la llegada de fuerzas leales. ‘Juancho’, el responsable de la Fuerza Central del MIR, dijo a sus hombres que las instrucciones de ‘Coño Aguilar’, jefe militar del partido, miembro del Comité Central y de la Comisión Política, eran de esperar los acontecimientos posteriores4. 2 Comentario realizado el 20 de agosto de 1969, ante las cámaras de Canal 13 de televisión, por una joven y bella testigo del asalto a la sucursal Vicuña Mackenna del Banco de Londres. El atraco fue perpetrado por un comando del MIR. 3 Por tanquetazo o tancazo se conoce la sublevación militar ocurrida el 29 de junio de 1973. Ese día un grupo de tanques del Regimiento Blindados encabezado por su coman- dante, Roberto Souper, atacó el Ministerio de Defensa y el palacio de La Moneda. El intento fue sofocado personalmente por el general Carlos Prats, Comandante en Jefe del Ejército. Relato de ‘Carlos Pérez’, entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999. Este nombre encubre a un integrante de la Fuerza Central, protagonista de los he- chos. En esa época era un joven estudiante universitario. Había sido enviado por el MIR a Cuba, donde recibió entrenamiento guerrillero. Después del golpe de septiembre de 1973 fue detenido por la DINA. Escapó de sus captores cuando fue llevado hasta un lugar en el que supuestamente debía encontrarse con su contacto; el “punto” lo había inventado él para librarse de las torturas a las que estaba sometido. Posteriormente se refugió en casas de familiares y amigos, hasta que logró salir al exilio. Actualmente reside en Estados Unidos. 4 ‘Carlos Pérez’, entrevista con el autor, Nueva York, mayo de 1999. ‘Coño Aguilar’ era el nombre de batalla de Arturo Villabela Araujo. Volveremos sobre él más adelante. CRISTIÁN PÉREZ 7 Mientras tanto, ‘Coño Aguilar’ en compañía de ‘Pituto’5 se dirigían a la Embajada de Cuba, para retirar algunas armas que les habían prometi- do. En la legación conversaron con los responsables cubanos, quienes se negaron a entregarles el armamento requerido. Sólo consiguieron que los guardias de la embajada, que los conocían, “nos pasaran por abajo las pistolas”6. Cuando se retiraban tuvieron el primer enfrentamiento del día, que no sería el único, con civiles armados y carabineros que esa mañana comenzaban a bloquear las calles de acceso a la embajada. A gran veloci- dad, disparando las armas que portaban, lograron romper el cerco y escapa- ron por la avenida Pedro de Valdivia hacia el sur, sin detener la marcha hasta que llegaron a la casa de seguridad donde se encontraba acuartelado el resto de la Comisión Política del MIR7. Mientras esto sucedía, el secretario general, Miguel Enríquez, acom- pañado por Roberto Moreno, miembro de la Comisión Política, acudía a la industria Indumet para tener una reunión con representantes de los partidos Socialista y Comunista. Allí estaban Rolando Calderón por el PS y Orlando Millas, ex senador y ministro del PC, quien manifestó que su partido no operaría hasta tener claro si los militares iban o no a cerrar el Congreso. La conversación duró poco y quedaron de acuerdo en reunirse más tarde8. Miguel y Roberto retornaron a la casa donde permanecía el resto de la dirección. Poco después, ‘Coño Aguilar’ y ‘Pituto’ son designados para acompañar a Miguel Enríquez a Indumet, donde se realizaría la segunda reunión de ese día, con representantes del Partido Socialista. Es media mañana cuando salen de la casa de seguridad. A esa hora se intensifican las patrullas militares y de carabineros que vigilan las calles, atentas a cual- 5 Nombre de batalla de Andrés Pascal Allende, sociólogo, sobrino de Salvador Allen- de, miembro de la Comisión Política del MIR. En 1974, a la muerte de Miguel Enríquez, asume como secretario general de la organización, cargo que ocupa hasta 1985. En 1975, unidades de la DINA descubren la parcela de Malloco donde se ocultaba Andrés Pascal junto a otros miembros de la dirección del MIR. Al arribo de los agentes se produjo un fuerte enfrentamiento, en el que murió el mirista Dagoberto Pérez y Nelson Gutiérrez quedó herido. Sin embargo, Andrés Pascal y su mujer lograron escapar refugiándose en la Embajada de Costa Rica, Gutiérrez y su esposa en la Nunciatura. Luego partieron al exilio. Como máximo jefe del MIR, Pascal Allende ingresa clandestinamente varias veces a Chile. Actualmente vive en La Habana. 6 La expresión entre comillas es de Roberto Moreno, en aquel momento miembro de la Comisión Política y del Comité Central del MIR, en entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999. Roberto Moreno fue detenido en 1974 por la SIFA, posteriormente partió al exilio y se reintegró al MIR. Hoy milita en el Partido Socialista y vive en Santiago de Chile. 7 Andrés Pascal Allende, “El MIR 35 años” (segunda parte) (revista Punto Final, N° 480, del 21 de septiembre al 5 de octubre de 2000), p. 13. Los detalles de la petición hecha a los responsables de la embajada fueron entregados al autor por Pascal en una entre- vista en La Habana, Cuba, en agosto de 1999. 8 Roberto Moreno, entrevista con el autor, Santiago de Chile, junio de 1999. 8 ESTUDIOS PÚBLICOS quier conato de resistencia; pese a ello, el grupo mirista no tiene mayores dificultades para llegar a la cita. En la industria, frente a un mapa de Santiago, junto a los encargados socialistas, comienzan a discutir los planes para defender el gobierno, cen- trándose en las acciones, lugares y fuerzas con las que se iniciaría el contra- golpe, cuyo primer acto era movilizar una columna para sacar a Allende de La Moneda9. De pronto, irrumpieron carabineros, que fueron repelidos por miembros del aparato militar del Partido Socialista, dirigidos por Arnoldo Camú (‘Agustín’), responsable de ese grupo, y los miristas presentes10. De inmediato se desató un violento enfrentamiento que tuvo bajas en ambos bandos11. En medio del tiroteo, y cuando era visible que carabineros preten- dían cercar al grupo que estaba dentro de la fábrica, Miguel Enríquez ordenó a sus hombres —‘Coño Aguilar’, ‘Pituto’ y ‘León’, que se les había unido en el camino—12 abrir una brecha para salir del lugar, pues en ese instante el objetivo no era combatir, sino volver a la casa donde se encon- traba el resto de la dirección e implementar las medidas necesarias para contrarrestar el golpe militar. En el combate tuvo destacada participación Arturo Villabela, quien demostró arrojo y valentía; León quedó encerrado en una de las industrias del lugar, donde posteriormente fue abatido por las fuerzas golpistas13. Después de algunas escaramuzas con carabineros y de movilizarse por calles interiores, cerca de las 16 horas consiguieron llegar hasta la residencia donde se encontraba la plana mayor del Movimiento de Izquier- da Revolucionaria (MIR). Pero a esa hora el combate en La Moneda había terminado con la muerte del Presidente Salvador Allende, y la revolución chilena había caído para siempre. 9 ‘Raúl Marcos’, uno de los miembros más importantes del aparato militar del Partido Socialista. Entrevista con el autor, Santiago de Chile, mayo de 1994. 10 Ibídem. 11 Para un relato de los enfrentamientos de Indumet y La Legua, véanse Carmen Castillo Echeverría, Un Día de Octubre en Santiago (1987); Eduardo Gutiérrez González, Ciudades en las Sombras: Una Historia no Oficial del Partido Socialista de Chile (2003); Patricio Quiroga, Compañeros. El GAP: La Escolta de Allende (2001); Arnaldo Pérez Gue- rra, “Hernán Barahona: Cómo se Salvaron ‘Las Últimas Palabras de Allende’ y la Resistencia en la Población La Legua”, periódico El Siglo, N° 1104, del 8 de septiembre de 2002.
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