Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO/Argentina) - Universidad de San Andrés en cooperación con la Universidad de Barcelona MAESTRIA EN RELACIONES Y NEGOCIACIONES INTERNACIONALES CICLO 2005/2006 TRABAJO DE INVESTIGACIÓN FINAL Título: “Entre la presión y el apoyo a los “moderados”. La política de derechos humanos de Carter y el régimen militar argentino (1976-1978)” Autor: Alejandro Avenburg Director: Francisco Corigliano Buenos Aires, agosto de 2009 1 ÍNDICE: I INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………..…4 I. 1 Estado de la cuestión…………...……………………………………………………..….8 I. 2 Marco teórico…………………….……………………………………………………….14 II LA GÉNESIS DE LA POLÍTICA DE DERECHOS HUMANOS EN ESTADOS UNIDOS Y EL DISEÑO DEL PLAN REPRESIVO EN LA ARGENTINA………………………………………………….………16 II. 1 El activismo del Congreso de los Estados Unidos en derechos humanos……..…16 II. 2 El diseño del plan represivo en la Argentina y los conflictos al interior de las Fuerzas Armadas……………………………………….……………………22 II. 3 El golpe de Estado y la embajada norteamericana………………..…………….…..28 II. 4 “Videla quiere evitar fisuras en el frente militar”………………………….……….….33 II. 5 Una versión distinta asegura que Videla manipula a las bandas represoras………….………………………………………………………… 35 II. 6 Las respuestas de Kissinger y de Hill a la aparente debilidad de Videla……….…39 III LA TRANSICIÓN A LA ADMINISTRACIÓN CARTER Y EL FINAL DEL PERÍODO DE GRACIA PARA EL GOBIERNO MILITAR ARGENTINO………………………………………………….………….………..46 III. 1 La victoria de Carter y el viaje del subsecretario de estado Charles Bray a la Argentina………………..………………………………………………………….46 III. 2 El Departamento de Estado se prepara para defender en el Congreso la asistencia militar a la Argentina…….……….……………………………….52 III. 3 Nuevas presiones de la administración saliente hacia la Argentina………...……………………………………………………..….54 III. 4 La reacción argentina a la reducción de la asistencia militar y la visión de Hill……………………………………………………………………………...58 III. 5 La administración Carter se pone en marcha........................................................61 III. 6 La opción alternativa al videlismo: Díaz Bessone, Massera y sus contactos con Hill.……………………………………………………………………..64 III. 7 La primera visita de Patricia Derian a la Argentina…………...…………………….66 III. 8 La visita de Gordon Sumner a la Argentina…………………...…………………..…68 2 IV EL INTENTO DE AVANZAR EN UNA ESTRATEGIA CONCERTADA CON VIDELA Y CON LOS SECTORES VIDELISTAS………………………………..…70 IV. 1 La apertura externa de los moderados…………………….………………………...70 IV. 2 El encuentro entre Videla y Todman en Venezuela………….……………………..74 IV. 3 Los contactos con Martínez de Hoz y la votación en el Banco Mundial…………………………..……………………………………………..76 IV. 4 Un posible reconocimiento………………….…………………………………………82 IV. 5 El reconocimiento es abortado………………….…………………………………….85 IV. 6 Una opinión que contradice la idea de que es necesario apoyar a Videla: Solari Yrigoyen en Washington……..…………………………………………..86 IV. 7 El Congreso y el Ejecutivo frente a los derechos humanos………………………………………………………………………89 IV. 8 Videla y el frente interno………………...……………………………………………..90 IV. 9 La segunda visita de Patricia Derian a la Argentina…….………………………………………………………………………..….92 IV. 10 El viaje del subsecretario Todman a la Argentina……………………….………..94 V PROMESAS, EXPECTATIVAS Y ENCUENTROS DE ALTO NIVEL. LA PROMOCIÓN DE UN “VIDELISMO MODERADO” SIN DEJAR DE LADO LAS SANCIONES…………………………………………….…..98 V. 1 El viaje de Videla a Washington……………………………………………...……….98 V. 2 La correspondencia entre Videla y Carter…………………………………………..105 V. 3 La expectativa norteamericana en el liderazgo moderador de Videla…………...107 V. 4 La visita del secretario de estado Vance a la Argentina…………………………..111 V. 5 La embajada y la guerra de la información………………………………..………..114 V. 6 La amnistía de diciembre y los problemas de autoridad en el gobierno………...117 V. 7 Los asesinatos a amnistiados……………………………………………………..…120 VI UN NUEVO ENFOQUE EN LA POLÍTICA HACIA LA ARGENTINA: EL INTERCAMBIO DE CONCESIONES………..……………..……123 VI. 1 El cambio en el patrón de votaciones en las instituciones financieras internacionales…………………………………………….……123 VI. 2 Massera tras el apoyo de los Estados Unidos……………………….………..…..128 VI. 3 La visita de David Newsom a la Argentina……………………………….……...…133 3 VI. 4 La promoción de una visita de la CIDH, los moderados y la Cancillería……..…141 VI. 5 La evaluación de la política hacia la Argentina en Washington…………….……146 VII CONCLUSIONES..................................................................................................151 ANEXO……………………………………………………………………………………….162 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….…..163 4 I INTRODUCCIÓN A comienzos de la década del ´70, el Congreso norteamericano comenzó a incrementar su preocupación por la situación de los derechos humanos en el mundo y a presionar por que éstos tuvieran un rol mayor en la política exterior de los Estados Unidos. El fracaso de la guerra de Vietnam1 y el caso Watergate2 habían convencido a varios legisladores de la necesidad de aumentar el control del Poder Legislativo sobre el Ejecutivo y de orientar la política exterior en una dirección que promoviera valores básicos como la defensa de los derechos humanos, y al abandono de la política de alianzas con regímenes represivos con el fin de contener la expansión de la Unión Soviética. Con este fin, el Congreso promulgó entre 1973 y 1976 una sucesiva serie de enmiendas a la Ley de Ayuda Externa de 1961 para limitar y eventualmente terminar con la colaboración económica y militar de los Estados Unidos a los gobiernos involucrados en sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Una vez determinado que un gobierno estaba involucrado en este tipo de prácticas, el Congreso tendría la facultad de “sancionarlos” mediante una reducción de la asistencia que los Estados Unidos regularmente otorgaban a estos países. Al asumir la presidencia en enero de 1977, el demócrata James Carter (1977- 1981) hizo de los derechos humanos la columna vertebral de su política exterior, y en particular de su política hacia América Latina. La legislación del Congreso se transformaría en el principal instrumento para la ejecución de su política. La Argentina fue elegida, junto con otros países como Etiopía, Uruguay y Chile, como un caso testigo para la implementación de la nueva política exterior: se trataba de un país relativamente grande y por lo tanto visible pero que carecía de interés estratégico para los Estados Unidos, por lo que se podría afrontar el costo del deterioro de las relaciones que conllevaría esta política (Escudé 1991,19). La Argentina estaba gobernada por una Junta Militar que había derrocado mediante un golpe de estado al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón (1974-1976) en marzo de 1976. El gobierno militar se había propuesto destruir 1 La intervención norteamericana en Vietnam comenzó en 1965, durante la administración del presidente demócrata Lyndon Johnson. Los enfrentamientos con las tropas comunistas del Vietcong se prolongaron por ocho años, hasta que a comienzos de 1973, bajo la presidencia de Richard Nixon, el Ejército norteamericano abandonó Vietnam luego de haber sufrido una enorme cantidad de bajas. La derrota en Vietnam no sólo significó para los Estados Unidos la pérdida de una nación a manos del comunismo, tuvo además importantes consecuencias en las preferencias de la opinión pública, lo que repercutió significativamente en la vida política de este país. 2 En junio de 1972, el arresto de cinco hombres que habían incursionado ilegalmente en las oficinas Watergate del Comité Demócrata Nacional en Washington D.C. dio lugar a una extensa investigación por parte del FBI, del Senado y de la prensa. En dicha investigación se comprobó que se trató de un caso de espionaje político que contaba con la anuencia del presidente Richard Nixon, y se comprobó también que su gobierno estaba involucrado en otras formas de espionaje a opositores. El escándalo concluyó que la dimisión del presidente republicano en agosto de 1974. 5 la actividad de la “subversión”, terminó que fue definido con mucha amplitud y que incluía tanto a las organizaciones guerrilleras que habían comenzado su actividad a principios de la década del ´70 como a sindicalistas, militantes universitarios, docentes, y opositores en general. Para ello se embarcó en una gran campaña represiva a través de secuestros, torturas y asesinatos llevados a cabo en secreto por las fuerzas de seguridad, mientras que el gobierno negaba toda responsabilidad en estos hechos. Las desapariciones comenzaron a contarse en miles a partir de ese año. De este modo, la administración de Carter se dispuso a aplicar con el mayor rigor su política de derechos humanos sobre la Argentina con los instrumentos que le había dado el Congreso: la reducción de la asistencia militar y económica. Esto implicaría para el gobierno argentino, además de una reducción de los recursos disponibles, un desprestigio frente a la comunidad internacional y frente a su propio país: se lo estaría sancionando y catalogando de violador sistemático de los derechos humanos. Las sanciones se suponían efectivas en la medida en que se aplicaban a los responsables de violaciones a los derechos humanos, quienes tenían el poder para revertirlas. La dictadura militar argentina, sin embargo, presentaba una estructura atípica para este tipo de regímenes ya que la distribución del poder estaba extremadamente descentralizada. El país fue dividido por los golpistas en varias zonas en las que los principales mandos de cada cuerpo y fuerza se encargaban
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