dossier LUZdeGAS “Las luces titilan y se apagan. Se escuchan pisadas en un ático cerrado. Extraños sucesos que sólo la joven y vulnerable Paula ve y escucha y que la hacen sentir que está perdiendo la cabeza...” Luz de Gas es una obra maestra del suspense LUZ DE GAS de Patrick Hamilton Apdo. de correos 27 · 45910 · Escalona (Toledo) | Tel.: 925 78 10 95 · 91 522 60 67 | [email protected] dossier LUZdeGAS SINOPSIS l matrimonio Manningham, Jack y Pau- las investigaciones realizadas y le comunica que la, viven en una casa acomodada de un el asesino, sobrino lejano de la Sra. Barlow, es Ebarrio londinense. Les asisten Elizabeth, su marido y que además la ha engañado con su ama de llaves y cocinera, y Nancy, joven sirvien- matrimonio ya que está casado con otra mujer ta. Jack se preocupa por la salud de su esposa que aún vive y por tanto ante la ley las segundas viendo que se deteriora progresivamente. Paula nupcias no son válidas. En esos momentos la no comprende lo que le ocurre, no se da cuenta luz del gas baja y comienzan los ruidos en el piso de cómo suceden las cosas que denuncian sus de arriba. Ambos saben que se trata de Jack, deficiencias mentales. Según expresa su marido, que busca entre los muebles y objetos que man- pierde y oculta objetos tanto de él como de ella; dó trasladar allí y que pertenecían a la antigua y realiza acciones que luego olvida, como quitar propietaria, el escondite de los rubíes. Paula se un cuadro de la pared y ocultarlo detrás de un resiste a crear la historia del Inspector, por fin la mueble. Por su parte, Paula se encuentra aterro- convence para abrir el buró que usa Jack y que rizada porque escucha ruidos en el último piso mantiene cerrado con llave; se trata de encon- de la casa cuando su marido sale, al caer la tarde, trar documentos que sirvan de prueba para in- a realizar gestiones de manera habitual. El piso culpar a Jack. En esos momentos la luz sube de donde se oyen los ruidos permanece siempre ce- intensidad: Jack deja el piso superior y en unos rrado desde que se trasladaron a esa casa. Los minutos volverá a entrar en la casa. Es necesario ruidos coinciden con una bajada de la presión del que el Inspector salga de la casa o se oculte. Lo gas, combustible con que se ilumina la casa, con hace en un cuarto vestidor anexo al salón. Paula la consiguiente perdida de intensidad de la luz. se marcha a su habitación, seguida de Elizabeth. aula se encuentra abatida por último epi- ack regresa para asearse y volver a salir; sodio de su enfermedad; se encuentra sola mantiene una escena con Elizabeth mar- Pporque su marido acaba de salir a cumplir Jcada por la tensión que soporta Elizabeth con sus gestiones cotidianas. Elizabeth. después sabiendo que el Inspector se encuentra oculto de lamentar el estado de su señora, la presiona en el vestidor que Jack está ocupando. Se mar- para que reciba una visita. El inspector Rough se cha Jack y regresa Paula. El Inspector consigue presenta ante ella con el propósito de ayudarla a abrir el buró y Paula descubre todos los objetos superar su situación para lo que le pide que con- desaparecidos que constituyen el historial de su fía en él y le cuente lo que le sucede. Paula explica enfermedad, y una carta de su primo del que no al Inspector el asunto de su perdida de memoria; sabía nada desde que se instalaron en esta casa. igualmente le cuenta el terror que le producen Se sincera con el Inspector y se ofrece a ayudarle los ruidos del piso superior y la ansiedad que le en lo que necesite. Por medio de un camafeo per- provoca la bajada de la intensidad de la luz del teneciente a la Sra. Barlow, que Jack había rega- gas. El Inspector, tras unos rodeos preparatorios lado a Paula y que ésta había perdido hacía un para conseguir que no se impresione demasiado, tiempo, y que se encuentra entre los objetos del le cuenta la historia de un crimen cometido en buró, se descubren los famosos rubíes. Con esa esa misma casa hace 20 años y que continúa sin prueba el Inspector pone en marcha el plan para resolver. El móvil de dicho asesinato fue el deseo apresar a Jack. Manda a Paula a su habitación con de apoderar de una valiosa colección de rubíes la recomendación de no salir de ella hasta que él pertenecientes a la Sra. Barlow, la anterior pro- regrese con la orden de arresto y ayuda policial. pietaria del inmueble. El Inspector le comunica Apdo. de correos 27 · 45910 · Escalona (Toledo) | Tel.: 925 78 10 95 · 91 522 60 67 | [email protected] dossier LUZdeGAS ...sigue SINOPSIS ranscurren unas horas y Jack regresa de e quedan solos los dos hombres y comien- sus escarceos nocturnos; según hemos sa- za una escena final donde el Inspector des- Tbido por el inspector esos escarceos con- Smonta toda la mentira de Jack y lo pone sisten en visitar bares y prostíbulos donde man- ante las cuerdas. Jack intenta escapar para lo tiene con frecuencia relaciones sexuales. Llega que usa un revolver que tenía en el buró, pero al mismo tiempo que Nancy, y fingiendo una es- el Inspector ha vaciado el cargador previamente, cena de llamada al orden, acaban teniendo una llegan dos policías que impiden el intento de hui- relación erótica después de la cual deciden que- da de Jack y entre estos y el Inspector someten dar fuera de la casa para verse a escondidas de al asesino. En ese instante entra Paula y ruega Paula. Jack descubre que el buró ha sido forza- al Inspector la deje a solas con Jack. Después de do; llama a Paula que se niega a bajar. Por medio una escena donde la mujer se burla con sarcasmo de una sucia estrategia consigue que Paula salga y dolor de su agresor; el Inspector y los policías de la habitación y se presente ante él. La tensión se llevan al asesino. Termina la historia; pero que se genera, casi violencia, se ve truncada por cuando Paula se queda sola con Elizabeth com- la aparición del Inspector que, ha llegado antes probamos que el daño psicológico es irreparable que Jack y se ha escondido en el cuarto vestidor. y que Paula va a tener dificultades en el futuro. Apdo. de correos 27 · 45910 · Escalona (Toledo) | Tel.: 925 78 10 95 · 91 522 60 67 | [email protected] dossier LUZdeGAS PUESTA EN ESCENA Un teatro más que negro, tiznado los directores nos corresponde acercar- que no participó de las corrientes de moda ni de nos a los textos que nos toca trabajar los comités político culturales tanto de izquierdas Acomo al inicio de una aventura. Una como de derechas, que lo canonizaran antes de aventura que debe tener un objetivo primordial: morir. Era algo más que todo eso: era una persona comunicar. Acercarnos al público que nos obser- atormentada, confusa y llena de soledad. Como va para ofrecerles placer e inteligencia poética. muchos contemporáneos suyos, otros que le pre- Un proyecto de puesta en escena persigue esos cedieron y tantos que habitamos el mundo de hoy. principios. Soy de una generación sumamente influenciada por el cine; se puede decir que soy or eso ahora hemos decidido aceptarle, re- un filmdramático, un espécimen raro entre an- conocerle, porque tenemos la valentía de fibio y volátil, que ama profundamente el teatro Psentirnos cercanos a él; a sus problemas pero que no puede dejar de soñar en secuencias y soledades. De todo esto se desprende, según fílmicas. Por eso Luz de gas (1940) y Luz que sus apologetas, que Hamilton era un descriptor agoniza (1944), forman parte de mi imaginario valioso de su época, y un poeta capaz de refle- antiguo y oscuro; de cuando comencé a intere- jar y trascender los pálpitos vitales que sentía y sarme por el teatro. Las dos películas, sin ser mis los que contemplaba a su alrededor. Esta cues- contemporáneas, no dejaban de representar un tión hace que al acercarme hoy al texto de Luz ideal de ensueño y pesadilla. Tenemos que con- de gas, mi apreciación sobre la vida y el com- siderar que en España, en los cines de progra- portamiento humano que se reflejan en la obra, mación doble se podían ver las películas de toda tomen una dimensión distinta, más profunda y una década, como si fueran las últimas noveda- esencial. No se trata de una obra de entreteni- des, por tanto cuando yo accedí a Luz que ago- miento, ni mucho menos, se trata nada menos niza, en los años cincuenta, todavía se conside- que de una tesis sobre el acoso moral, sobre la destrucción de una persona por la ambición y raba una obra de actualidad; claro, se trataba de la maldad de otra. Así de sencillo y cruel. Sin un clásico, de una obra que permanecería en la necesidad de tratados sobre sociología, antro- memoria de muchas generaciones posteriores. pología o psiquiatría. O siendo más precisos, los tratados surgen después de las aportacio- o tuve la misma suerte con la película nes poéticas, que sensibilizan y dan luz a la in- de Hitchcock, La soga (1948), que no teligencia y la comprensión. Así que hacer luz pude visionar hasta muchos años des- de gas a una persona, es hundirla, sumergirla N en la profundidad de la negación, fagocitarla y pués.
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