Luces fantasmas: palabra e imagen (Maborosi)1 Phantom Lights: Word and Image (Maborosi) LINDA C. EHRLICH Case Western Reserve University [email protected] Resumen: En su primer largometraje Abstract: In his first feature film, Maborosi, el laureado director Kore- award-winning director Kore-eda eda Hirokazu (nacido en 1962) logra Hirokazu (b. 1962) performs an hacer una refinada “danza” con la elaborate “dance” with the original singular novela corta Maborosi no hikari short story/ novella Maborosi no hikari (Luces fantasmas) de Miyamoto Teru, (Phantom Lights) by Miya-moto Teru, publicada en 1979 por Shinchō first published in 1979 by Shinchō publishers, y posteriormente publishers and in English translation by traducida al inglés por Roger K. Roger K. Thomas (as Phantom Lights Thomas (en la colección Phantom Lights and Other Stories, Kurodahan Press, and Other Stories, Kurodahan Press, 2011). The intimacy with which the 2011). La intimidad de la narración de protagonist narrates in the novel and la protagonista en la novela y el poder the evocative power of Kore-eda’s evocativo de la puesta en escena de mise-en-scène comple-ment each other Kore-eda se complementan hasta so that they seem mutual reflections. parecer mutuos reflejos. Palabras clave: adaptación Key Words: film adaptation, cinematográfica, Miyamoto Teru, Miyamoto Teru, Kore-eda Hirozaju, Kore-eda Hirozaku, Maborosi no hikari. Maborosi no hikari. 1 La traducción del artículo, redactado originalmente en inglés, ha sido efectuada por Luis Melodelgado y Antonio Míguez. Trasvases entre la literatura y el cine, I, 2019, págs. 37-50. ISSN: En proceso de asignación DOI: 10.24310/Trasvasestlc.v1i0.6563 Linda C. Ehrlich 1. UN APUNTE SOBRE LA ADAPTACIÓN La adaptación cinematográfica que Kore-eda hace del texto de Miyamoto Te r u 2 puede ser vista como una «equivalencia» del original, de atenernos al término acuñado por André Bazin (2000: 20), quien, escribiendo sobre la novela de Malraux y su posterior adaptación cinematográfica Man’s Hope (Sierra de Teruel, 1939), afirma que «la fidelidad a una forma, bien sea literaria o no, es ilusoria: lo que importa es que exista equivalencia con lo que la forma quiere decir» (2000: 20). La versión cinematográfica de Maborosi no es un ejercicio de (la trillada) «fidelidad», pero tampoco constituye una desviación radical. Tanto el texto literario como la película se complementan, manteniendo cada uno su excepcional visión artística. Lo que Kore-eda aporta, en palabras del estudioso del cine James Naremore, son «códigos cinematográficos específicos» que transmutan el poderoso texto de Miyamoto, convirtiéndolo en una «meditación visual» (2000: 3)3. En esencia, Kore-eda ha logrado realizar un ejercicio de caméra stylo, por usar el término del crítico francés y cineasta Alexandre Astruc (1923-2016), quien afirmó que «el cine eventualmente habrá de soltarse de las demandas concretas e inmediatas de la narrativa, para convertirse en un medio de escritura tan flexible y sutil como lo es el lenguaje escrito»4. Los argumentos en pro de la «fidelidad» (en la adaptación) tienden a favorecer la perspectiva del trasvase literal de «página a pantalla», y evidencian «un prejuicio cultural contra lo audiovisual» (MacCabe et al., 2011, s. pág.). En sus Concepts in Film Theory, Dudley Andrew escribe sobre tres posibles estrategias para la adaptación cinematográfica: el préstamo (uso general de los materiales y la forma del texto original), la intersección (cuando el texto original pasa intencional y relativamente intacto a la pantalla) y la transformación (la reproducción en la película de elementos esenciales del texto original) (Naremore, 2000: 19). La adaptación cinematográfica de Kore-eda de la novela de Miyamoto corresponde sin duda a la tercera de las anteriores posibilidades, la 2 Los nombres japoneses se mostrarán de la manera tradicional, adelantando el apellido. 3 El crítico Stanley Kauffmann se refiere al estilo con el que Kore-eda filma Maborosi como «visual arias» (1996). 4 El texto de Astrud, «Du Stylo à la caméra et de la caméra au stylo», fue publicado originalmente en L’Écran française (30/03/1948) y también está disponible en Peter Graham (ed.), The New Wave, Garden City, Doubleday, 1968, págs. 17-24 [en línea: http://www.newwavefilm.com/about/camera-stylo-astruc.shtml]. En palabras de Astruc, la idea de la caméra-stylo no es ni una escuela ni un movimiento artístico; se refiere a ella como una «tendencia» o una «nueva conciencia» en la que el director o guionista «escribe» con su cámara como lo hacen los novelistas con sus plumas. 38 Luces fantasmas: palabra e imagen (Maborosi) transformación. También concuerda con el pronunciamiento del teórico del cine Robert Stam: «El texto literario no es una estructura cerrada, sino abierta» (2000: 57). En su prefacio a la traducción al inglés de Maborosi no hikari, la destacada traductora Juliet Winters Carpenter escribe sobre «el estilo tranquilo, etéreo y conmovedor de la prosa de Miyamoto» (2011: VIII). Es este tenor lo que es reproducido en la película. Leer la novela, y luego ver la película, equivale a aventurarse en una experiencia enriquecedora, llena de revelaciones sobre las profundidades del corazón humano. Las evocadoras imágenes de Kore-eda, su ritmo pausado (y con escasos diálogos), se complementan con el monólogo espiralado de Yumiko, en la versión original de Miyamoto. Hasta parecen mutuos reflejos. 2. SINOPSIS DE LA NOVELA Y LA PELÍCULA En Maborosi, la protagonista Yumiko (Esumi Makiko) sufre una serie de pérdidas graves, la primera de ellas a la edad de doce años cuando su senil abuela decide súbitamente viajar a la aldea de su infancia en Shikoku, donde la abuela quisiera morir. Yumiko no logra convencerla de regresar al apartamento en Amagasaki (entre ōsaka y Kōbe), donde vive la familia. La abuela es de la ciudad de Sukumo, en la prefectura de Kōchi, en la isla de Shikoku. Hablamos de la tercera isla más grande del archipiélago japonés, con menos aglomeración urbana que el área de Osaka, donde vive la abuela con su hijo mayor en «una casa oscura como un túnel». Su senilidad no le permite entender cómo viajar de regreso a Shikoku, pero su deseo de regresar se impone. Esta es solo la primera de una serie de apariciones y desapariciones que afectan a Yumiko profundamente. La abuela se va para jamás volver. Más adelante, el joven marido de Yumiko, Ikuo, inexplicablemente se suicida dejando abandonados en su pequeño apartamento en Amagasaki una cartera, su bici (robada), a su hijo de tres meses Yūichi y a Yumiko, a quien deja con la vida resquebrajada. Pasan cinco años. El hijo de Yumiko ha crecido. Un matrimonio concertado con Tamio, quien también es viudo y quien tiene una hija pequeña, lleva a Yumiko a la remota aldea de Sosogi, en la costa del mar del Japón. Al principio, a ella, esta región del noroeste japonés le parece completamente desconocida. Es como si no estuviera en su propio país. El agreste entorno costero permite que parte de la densa tristeza de Yumiko comience a salir a la superficie y se disipe, pero una corta visita a Amagasaki para asistir a la boda de su hermano, la sumerge otra vez en el paisaje íntimo de su desesperación. A Yumiko la obsesiona la idea de no poder evitar que sus seres queridos desaparezcan para siempre. 39 Linda C. Ehrlich 3. EL AUTOR: MIYAMOTO TERU El autor de Maborosi no hikari, el novelista japonés Miyamoto Teru (nombre de pila, Miyamoto Masahito), nació en Kobe en 1941. El relato se desarrolla a finales de los años 70, que es justamente cuando el autor escribe la historia (en la película la época no queda claramente establecida). El propio Miyamoto creció en una familia que vivió momentos difíciles y que se mudaba constantemente (a Toyama, Amagasaki y otros lugares). Los negocios fallidos de su padre y el intento de suicidio de su deprimida madre afectaron enormemente al escritor. Desde joven, Miyamoto comenzó a leer obras literarias de forma voraz para escapar de la sombría situación económica de su familia, y también de los malestares mentales. Sus principales influencias como escritor incluyen a Joseph Conrad, al novelista japonés Shimazaki Tōson y a Baudelaire. Miyamoto no perteneció a ningún círculo literario (bundan), y se opuso abiertamente a la literatura de tendencia ideológica, que él catalogaba como kannen ('concepto abstracto') (Thomas, 2011: XIV). En 1978, Miyamoto ganó el prestigioso premio Akutagawa de literatura por Hotarugawa (El río de las luciérnagas). Otras obras de Miyamoto adaptadas al cine fueron Dotonbori River, dirigida por Fukasaku Kinji (1982), y El río de las luciérnagas, dirigida por Sugawa Eizō (1987). Miyamoto ganó el premio Dazai Osamu Prize por Doro no kawa (Muddy River) en 1977. Esta historia fue llevada al cine en 1981, dirigida por Oguri Kōhei, y fue galardonada. Miyamoto escribió la novela Maboroshi no hikari cuando tenía treinta y un años. Lo hizo inspirado por la fotografía de una anciana, situada de espaldas a la cámara frente al poderoso mar invernal de Noto. 4. EL DIRECTOR: KORE-EDA HIROKAZU Kore-eda Hirokazu nació en Tokio en 1962. El director se vio afectado por la creciente senilidad de su abuelo (cuando Kore-eda tenía aproximadamente seis años). Temas como el de la memoria y el dolor de la pérdida son evidentes en sus películas. Kore-eda, quien no asistió a una academia de cinematografía, ha declarado que su escuela fue el «ensayo y error». Pensó dedicarse a escribir novelas (y, de hecho, ha compuesto novelas que acompañan a algunos de sus propios guiones cinematográficos). Kore-eda se unió a la TV Man Union en 1987. Esta sui generis empresa, fundada en 1970, fue la primera compañía de televisión independiente de Japón. En 2014, Kore-eda lanzó su propia compañía productora, Bun-Buku, una cooperativa de producciones en sociedad con otros dos directores de 40 Luces fantasmas: palabra e imagen (Maborosi) importancia, Nishikawa Miwa y Sunada Mami5.
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