HISTORIA ALJARANDA Sobre los orígenes históricos de Facinas r Juan José Alvarez Quintana INTRODUCCIÓN dia, no contamos con ninguna referencia documental La inexistencia de investigaciones sobre el a la población para este momento. Los elementos a pasado de Facinas contribuyó al surgimiento de dos partir de los cuales se ha apuntado la existencia de hipótesis acerca de su nacimiento, atribuido bien a población en el lugar durante la Antigüedad, son los los repobladores cristianos llegados tras la toma de presentados y estudiados por Gaspar Cuesta Estévez. Tarifa, bien a ciertos temporeros malagueños que El filólogo tarifeño ve en Vico un indicio en cuanto a acabarían asentándose y fundando el núcleo (1). la existencia de “algún tipo de poblamiento romano, No obstante, a raíz de la labor realizada por visigótico o mozárabe”, estableciendo una relación Gaspar Cuesta Estévez a comienzos de los años directa con una de las modalidades de poblamiento noventa (1), se observa un enriquecimiento notable rural romano: el vicus. Aunque todavía no se han rea­ de este panorama. Él se ocupa de dos topónimos lizado trabajos arqueológicos mediante los cuales estrechamente relacionados con la población: el pro­ contrastar sus hipótesis como él mismo plantea, cree­ pio nombre de ésta y el que recibe el sector “más mos que existen elementos toponímicos y arqueoló­ horizontal" de la misma: Vico. Basándose en la etimo­ gicos capaces tanto de apoyar su viabilidad como de logía de este último Cuesta apunta la presencia de abrir nuevos caminos a la investigación. población en el lugar ya en la Antigüedad. Propuesta Comenzando con la toponimia, un refrendo a que complementa por la cercanía a una vía clásica estas propuestas lo encontramos en las palabras de procedente de Algeciras y más concretamente al des­ quienes han apuntado el origen latino del topónimo vío de la misma que se dirigía a Baelo Claudia. Facinas. El propio Cuesta Estévez se pronuncia al Por su parte, al analizar el topónimo Facinas pre­ respecto (3), tal y como previamente hicieron Amado senta dos referencias al lugar en documentos datados Alonso (4) y García de Diego López (5). La posible en 1154 y 1344 (obras del ceutí Al Idrisi y Libro de la existencia en ese caso de dos topónimos que tienen Montería de Alfonso XI respectivamente), referencias su origen en la Antigüedad (Vico y Facinas) y que a partir de las cuales se abren unas perspectivas de designan a solares yuxtapuestos, nos ha llevado a sumo interés. Se contempla de un lado la existencia de barajar diversas hipótesis. Pero antes de plantearlas un enclave medieval anterior a la reconquista de Tarifa. vamos a realizar algunas precisiones en torno al ori­ De otro, podemos inferir que la reconquista no ocasio­ gen del topónimo Facinas. na la despoblación del núcleo al menos hasta 1344. Juan Quero González (6) lo hace derivar de Este breve pero alentador discurso es el motor hacina (haz de trigo) y apunta como grafía correcta de un trabajo que venimos confeccionando en los úl­ “Fascina”. Cuesta se hace eco de dicha hipótesis, timos años. No obstante, en estas páginas nos cen­ proponiendo como teoría más lógica la derivación a traremos exclusivamente en aquellos indicios a par­ partir de “FASCINAS” (montones de haces de trigo). tir de los cuales podemos situar hoy día los orígenes Estos planteamientos, aun con toda su coherencia, históricos de la población (2). creemos que están doblemente condicionados por la Abordar el análisis de los documentos medie­ relación que estableció el Hno. Leandro Olalla entre vales y especialmente la problemática existente en Facinas y el pueblo burgalés Hacinas (7). Así, tras torno a la relación de Facinas con la alquería idrisiana, cotejarse ambas propuestas (en cuanto al étimo de ha sido una labor ardua cuyos resultados esperamos los topónimos) y reforzarse por tanto la idea de presentar en breve. Juan Quero, parecen desestimarse otras alternati­ vas. Por otra parte, detrás del eco de tal hipótesis LA ANTIGÜEDAD: VICO Y FACINAS puede existir una clara intencionalidad de relacionar A diferencia de lo que ocurrirá en la Edad Me­ el étimo del topónimo y el nacimiento de la población, 6 ALJARANDA HISTORIA quien recoge el topónimo “Faucena” (cortijada del tér­ mino municipal de Iznalloz). Este autor se limita a decir que es versión árabe de otro anterior, siendo Menéndez Pidal quien al tratar dicho topónimo repro­ duzca la idea de Schulze de ver su origen en el antropónimo “Faucius” (10). Peinado Santaella nos ofrece las distintas grafías con que aparece en docu­ mentos medievales y modernos, siendo de gran inte­ rés en relación al caso que estamos estudiando: Faucena, Fauzina, Favzina, Fazinay Fanzina (11). El segundo de los topónimos granadinos en cuestión es “Faugena”. Asenjo Sedaño, quien lo hace derivar de “Faucius", apunta como su grafía antigua era “Faugena” (12). La investigación sobre el origen del topónimo Facinas, nos lleva pues a situar el étimo en el antropónimo “Faucius” (circunstancia que hacemos extensible al caso de Hacinas). En este u otro con­ texto, está claro que la conservación de la f-inicial se debe a que la llegada de los cristianos a la región no se produjo hasta finales del siglo XIII. ¿Hubo dos núcleos poblacionales de hispanorromanos en el solar que ocupa hoy Facinas, como puede pensarse ante la existencia de dos topónimos latinos? La respuesta a esta cuestión no es nada fácil, porque si de un lado la arqueología aún no ha comenzado a incidir en la investigación, de otro nos estamos moviendo en dos planos tempo­ rales distintos: nuestro presente, totalmente concre­ to y el “pasado”, sin que puedan realizarse mayores precisiones. La existencia de dos topónimos relativos a lu­ gares muy cercanos, nos lleva a pensar sin embargo en una relación de complementariedad: ¿acaso han quedado fosilizadas dos dimensiones de una misma realidad, la parte material del asentamiento (a la que haría alusión el topónimo Vico) y la denominación de dicho enclave (derivación de la cual sería el actual con la importancia de la agricultura cerealista y la nombre del pueblo)? actividad panadera en Facinas, fosilizada la del pa­ SI bien no es posible abordar esta hipótesis sado en la existencia de cinco molinos de agua ya desde la certeza de la sincronía, es muy interesante abandonados. observar la relación espacial que se percibe hoy día. Dejando por tanto a un lado estos elementos Actualmente el topónimo Facinas se solapa al de Vico. que consideramos condicionantes, decidimos buscar Por ello, si la relación propuesta realmente existía en otras alternativas al étimo apuntado por dichos auto­ la Antigüedad, la dislocación espacial actual sería el res, hallando una respuesta distinta al establecer una reflejo de un traslado poblacional junto al cual se pro­ hipotética relación entre la terminación del topónimo dujo el traslado de la propia denominación del asen­ Facinas y el sufijo -ana (8), que en latín denota perte­ tamiento original. nencia o posesión. En esta línea cabía pensar que el ¿Puede perfilarse en cualquier caso el carác­ origen del topónimo se encontraba en un antropónlmo ter de este supuesto enclave original a la luz de la y rastreando la suerte de topónimos similares halla­ toponimia? Cuesta Estévez plantea una clara posibi­ mos dos casos en la provincia de Granada. El prime­ lidad al respecto cuando habla de la existencia de un ro de ellos nos lo ofrece Seco de Lucena Paredes (9), vicus. Ciertamente podríamos estar ante un vicus cuya 7 HISTORIA ALJARANDA denominación hiciese referencia a su fundador (vicus de Porro sobre las que aparcan los windsurfistas? Si Fauciana) y situado en uno de los pagus de Baelo es que para entonces se conservan, claro. Claudia. Estas sepulturas no pueden relacionarse por El vicus es una modalidad de poblamiento más tiempo con una coyuntura que no sea la crítica menor de la que se han diferenciado varios tipos par­ que envolvía al imperio romano de Occidente. Rome­ tiendo de la Historiografía clásica. De tal modo, es ro de Torres dice haber hallado cerámica romana en muy difícil precisar el carácter de un núcleo como el algunas de estas sepulturas (15) y es probable que que estamos intentando analizar sin contar con fuen­ en ocasiones se cubrieran con tégulas (16). Lo cierto tes escritas referidas al mismo. El tamaño de un vicus es que su presencia en las cercanías de Facinas su­ podía ser muy variable, pudiendo tratarse bien de una pone de entrada un complemento a la hipótesis de la agrupación de casas, bien de un poblamiento más o existencia de un poblamiento durante la Antigüedad menos disperso. en el lugar, llámese en este caso concreto La conservación del topónimo Vico puede indi­ tardorromano, visigótico, de la Antigüedad Tardía, Tar­ car que efectivamente no se trataba de una villae do-antiguo o Alto-medieval. dentro de un fundus o propiedad privada, hipótesis La ubicación de dichas tumbas resulta muy esta que sí podría barajarse a la luz de la existencia interesante, porque sólo una de ellas se halla cerca­ del topónimo “Arroyo de Facinilla” a unos 1.500 m. del na a Vico. El resto se encuentran diseminadas en los pueblo (13). ¿Procede la denominación de este arro­ comienzos de la falda de la sierra, cuando junto a la yo del nombre de una villae cercana y enclavada en más próxima a Vico existen rocas aparentemente el fundus de Faucius? aptas que no se trabajaron. Este hecho puede refor­ Volviendo a la cuestión de Facinas y Vico, exis­ zar la hipótesis de un traslado poblacional previo a la ten indicios arqueológicos muy interesantes que llegada de los musulmanes. El problema es que la avalan la presencia de hispanorromanos en el lugar: distancia que separa a estas tumbas de los las tumbas antropomorfas talladas en arenisca.
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