IESALC Ministerio de Educación Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe LA FORMACIÓN DOCENTE EN BOLIVIA Blithz Lozada Pereira La Paz, Marzo de 2005 Depósito legal: 4-1-16-05 P.O. Edición: Teresa Alarcón Boada Colaboradores: Ketty Arce Loredo Franco Daniel Sanabria Abasto Diseño y diagramación: Omar Pérez Gutiérrez, Data Film S.R.L. Impresión: Multimac S.R.L. Supervisión de impresión: Dirección de Edición, Publicaciones y Distribución Ministerio de Educación Diseño de la portada: Blithz Lozada (trama y urdimbre de textil jalq´a) Agradecimientos: A Claudio Rama, Director de IESALC-UNESCO A Gustavo Rodríguez Ostria, Viceministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología A Patricia Marín Naeter, Directora General de Educación Escolarizada y Alternativa LA PRODUCCIÓN EDITORIAL DE ESTE LIBRO FUE REALIZADA BAJO LA RESPONSABILIDAD DEL AUTOR A mi madre, maestra jubilada “Sincronía de las positividades, instantaneidad de las sustituciones, el tiempo es eludido, y con él la posibilidad de una descripción histórica desaparece. El discurso se arranca de la ley del devenir y se establece en una intemporalidad discontinua. Se inmoviliza por fragmentos, astillas precarias de eternidad. Pero todo en vano: varias eternidades que se suceden, un juego de imágenes fijas que se eclipsan sucesivamente, es cosa de la cual no se hace ni un movimiento, ni un tiempo, ni una historia” Michel Foucault El cambio y las transformaciones PRESENTACIÓN Al cabo de diez años de aplicación del Programa de Reforma Educativa (PRE) que, con sus luces y sombras, generó importantes cambios en la educación primaria, Bolivia vive una etapa de transición en la que es necesario formular y consensuar entre todos los actores vinculados con la educación una nueva Estrategia Educativa Nacional para la próxima década, que permita una transformación integral del Sistema Educativo Nacional, a través de una participación corresponsable de todos los bolivianos. En esta especial coyuntura consideramos de fundamental importancia ofrecer a la comunidad educativa nacional y al conjunto del país materiales que contribuyan al análisis y reflexión sobre la situación educativa actual y al planteamiento de alternativas que permitan una transformación integral de la educación boliviana de manera de alcanzar mayores niveles de calidad, pertinencia y equidad. La publicación de “La formación docente en Bolivia” del investigador Blithz Lozada Pereira es parte de este esfuerzo. A través de una metódica aproximación al objeto de estudio; y a partir de una contextualización histórica y política, el autor nos presenta una serena y equilibrada descripción de los avances alcanzados en el país en el campo de la formación docente. Concluye con el planteamiento de un sistema integrado coherente y viable en el que, de manera sinérgica y horizontal, las universidades contribuyen con sus fortalezas disciplinares y las normales con su valiosa tradición pedagógica, a proyectar procesos de formación docente inicial correspondientes a un nivel de educación superior. El texto aporta importantes elementos de análisis, entre los que se encuentran la necesidad de consolidar la práctica del aprendizaje permanente, como esencia del ser docente, así como la importancia de establecer un justo sistema de evaluación que pondere desempeño y formación continua, como requisitos para la promoción académica y correspondiente remuneración docente. La lectura de este texto resulta muy enriquecedora para quienes tenemos un compromiso con el futuro de la educación boliviana, y contribuye a reforzar la convicción de que el logro de una mayor calidad educativa –cuyo principal insumo es el mejoramiento de la calidad docente- exigirá un esfuerzo conjunto del Estado y de la sociedad durante los próximos diez años. Me cumple, en consecuencia, agradecer y felicitar a Blithz Lozada Pereira por su valiosa contribución al conocimiento y a la proyección de los procesos de formación docente en Bolivia, agradecimiento que hago extensivo a Claudio Rama y a la UNESCO por este sustancial aporte. María Soledad Quiroga Ministra de Ecuación PRÓLOGO La formación de docentes en América Latina: De las normales a las universidades ¿Solución o problema? El siglo XX: De la gestación como normales a su llegada como instituciones universitarias Durante una parte significativa del siglo XX, América Latina llevó adelante la creación de las normales para la formación de los docentes en el marco de las influencias de Domingo Faustino Sarmiento en la región, Dewey en los Estados Unidos y las “Écoles Normales” francesas, lo cual estuvo asociado a la expansión de los niveles de cobertura de la educación media y básica dados los objetivos de la conformación de los Estados Nacionales que asignaban a la educación un rol fundamental. Con distinta intensidad, pero en el marco de un camino con muchas similitudes, los distintos países de la región promovieron la creación de instituciones públicas gratuitas para la formación de los maestros, dominantemente sin grado universitario, bajo control de los Ministerios de Educación y altamente integrados con las propias escuelas básicas. La creación de estas normales estuvo asociada a los objetivos del Estado de estructurar las nacionalidades y consolidar la estructuración de los Estados latinoamericanos. Desde la independencia, y más marcadamente desde fines de las guerras de los caudillos del XIX, la formación de los Estados en la región se aposentó en la construcción de las identidades nacionales, y la educación pública se constituyó en uno los soportes fundamentales de tal proceso. Las concepciones de Varela o Facundo para referir sólo a los casos de Uruguay y Argentina constituyeron la expresión de estas políticas. La educación básica, pública y gratuita, se articuló rápidamente a la creación de las normales para formar a los propios formadores. Este proceso se dotó de una fuerte ideología normalista como eje de la propia construcción de la educación primaria universal. En el marco de esa ideología, el maestro era la propia expresión del objetivo del Estado de formar la nacionalidad. La identidad, la unidad, el establecimiento de los valores nacionales, la propia nacionalidad tenían en las Escuelas públicas, en los maestros y en su formación, uno de sus soportes fundamentales. Es en dicha estrategia de conformación de los Estados nacionales que las normales se expandieron ampliamente en muchos países. En El Salvador la primera Escuela normal se fundó en 1924, en el marco de un proceso en el cual para 1968 ya existían 671. En Bolivia la primera será en 1909 en el marco de la ideología liberal y la búsqueda de promover una educación laica2. En Honduras por su parte en 1974 ya existían 453. En México, el proceso se inicia con una importante anticipación durante el siglo XIX y ya en 1900 existían 45 Escuelas Normales. Tales instituciones crecieron fuerte y desordenadamente, y condujeron a que en la mayoría de los países de la región se buscaran políticas de coordinación institucional, intentando reforzar estos sistemas de formación de docentes a partir de una mayor coordinación, fusión o integración de las normales. La alta dispersión provocaba una incapacidad de supervisión y control centralizado y en tal sentido el ciclo expansivo pronto condujo a su integración y centralización. Sin embargo el eje más significativo de la evolución de las normales en la región, como en otras partes del mundo, ha sido su lenta, compleja y contradictoria transformación en instituciones de rango universitario y la elevación de sus niveles de calidad. Tal proceso se produjo por múltiples vías. En unos casos se dio a través de la absorción de las normales por las Universidades, como en el caso de Costa Rica cuando en los 40 la Universidad de Costa Rica absorbe la normal, vuelta posteriormente a ser refundada para ser también nuevamente absorbida en 1973 en este caso por la Universidad Nacional. En otros casos simplemente a través de la profesionalización de las propias normales al establecerse como requisitos de ingreso el grado de bachillerato y la construcción de un 1 Pacheco Cardoza, Rolando, “Informe sobre la Formación de Maestros en El Salvador”, Iesalc- UNESCO, Caracas, 2004. 2 Lozada Pereira, Blithz, “Informe sobre la Formación de Maestros en Bolivia”, Iesalc-UNESCO, Caracas, 2004. 3 Salgado U., Ramón, “Informe sobre la Formación de Maestros en Honduras”. Iesalc- UNESCO, Caracas, 2004. currículo superior. En algunos casos se estructuraron mediante la creación de Universidades Pedagógicas propiamente como en los casos de México, Colombia, Venezuela o Honduras, aún cuando en general sin los mismos niveles de autonomía de las Universidades. En otros casos, aun llegando a ser terciarias, ello no fue acompañado por una estructura de tipo Universitario sino que mantuvieron su alta dependencia de los organismos de dirección de la educación pública a nivel básico y media como en Uruguay. Finalmente en otros casos, el desarrollo del rango universitario en la formación de los docentes fue a través de la creación de Facultades de Educación y/o de Humanidades en las Universidades públicas de la región4. En el caso de Bolivia, por ejemplo, el papel de las universidades en la formación docente se está dando a partir de la supervisión o administración de los Institutos Normales por parte de las Universidades. En los datos presentados se muestra que los INS están siendo administrados por las Universidades: el 15% por las privadas, 25% por las públicas y los restantes (el 60%) están administrados
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