LOS AMOS DE LA ISLA Thea Astley --- Proyecto de traducción de Laura Irene González Mendoza Título original: Beachmasters Género: Novela Idioma: Inglés País: Australia Edición original: Penguin Books Australia (Victoria, 1985) ISBN: 0-14-007912-2 Extensión: 185 páginas NOVELA SINOPSIS El gobierno central de Trinitas no puede controlar Kristi, la isla periférica, como tampoco pueden hacerlo los dirigentes británicos ni los franceses. En esta isla del Pacífico donde la sangre y la tradición están tan mezcladas como las lealtades y los intereses, la revolución por la independencia será efímera. Aun así, arrasará con las vidas de sus habitantes: desde los colonos franceses y británicos, los nativos ni-kristi y los hapkas o mediacasta, hasta el otrora poderoso yeremanu o gran jefe, Tommy Narota. En este caos, Gavi Salway, un hapkas nieto de un antiguo hacendado, tratará de entender sus complicados orígenes y enfrentará una riesgosa prueba de identidad. Escrita originalmente en inglés, con frases en francés y en bislama (la lengua criolla de las islas Vanuatu), esta novela enfatiza la inequidad de las relaciones transculturales que se vive en un contexto poscolonial tanto a nivel lingüístico como político y social. Su publicación en español es relevante no sólo por la escasez de traducciones de obras australianas y por la importancia de la autora, sino por la actualidad de temas como la desigualdad, la identidad y el racismo, dentro y fuera del contexto poscolonial. ----- THEA ASTLEY (Brisbane, 1925 - Byron Bay, 2004) Narradora australiana galardonada con el Patrick White Award y distinguida como Oficial de la Orden de Australia. Publicó 15 novelas, la mayoría multipremiadas; entre ellas, The Well Dressed Explorer, The Slow Natives, The Acolyte y Drylands obtuvieron el Miles Franklin Award. Su prosa rica y artificiosa, a veces satírica, pero siempre lírica, está profusamente cargada de imágenes y metáforas. Sus historias exploran las relaciones entre blancos y nativos, con particular sensibilidad hacia la población originaria. Se enfocó en figuras que habían sido relegadas, como el mestizo en ------------------------------------------------------- el contexto poscolonial, algo tan cercano para el lector de aquella excolonia británica como para los Ganadora de la medalla de oro de la descendientes de las castas novohispanas que habitamos en América Latina. LAURA IRENE GONZÁLEZ MENDOZA (Ciudad de México, 1984) Australian Literature Society en 1986 Es traductora independiente de inglés y francés, especializada en literatura y humanidades, así como editora con más de diez años de experiencia. Egresada de la Maestría en Traducción del Colegio de México, realizó su tesis sobre la novela Beachmasters de la australiana Thea Astley. ------------------------------------------------------- Con esta traducción, participó en la residencia del Centro Internacional de Traducción Literaria de Banff, en Alberta, Canadá, en 2019. Es miembro de la Asociación Mexicana de Traductores Literarios (Ametli). EXTRACTO conchas marinas, pero bebiendo de todas maneras, pasando la jícara mientras historiaban y A modo de muestra de la obra, se presenta la primera parte del capítulo I. Aquí se introduce la adormeciendo añoranzas del viejo mundo que goteaban de las estrellas caídas hacia la barba situación general de la isla, se enlistan los personajes principales y se cuentan los antecedentes de desgreñada y decaída cuando cantó más tarde en el patio del nasara mientras los bailarines la vida de Tommy Narota. chasqueaban ajorcas de frutos secos, “Tom se ha ido a Hilo”, ironizando con “Nunca he visto algo así desde nacido, como un negro con botas de marino” o —y/o— sólo eso. Papá en la densa ----- oscuridad salpicada de luciérnagas. Y más grande, de diez, once, cazando con los clubes de puerco a través de los árboles de Quince días después de que encerraran al yeremanu, Tommy Narota, en el penal del mori más allá de los jardines del pueblo donde la selva ondulaba en cascadas cuesta abajo por las pueblo de Mataso por siete años, acusado de traición y de incitar a la rebelión contra el Estado, un laderas de la montaña. Pero sobre todo con papá en su bote, cosechando las aguas más allá de jovencito se abrió paso a empujones entre el montón de imprecadores y de los meramente curiosos Buala y aprendiendo otra lengua de viento y marea. que estaban afuera de las puertas y, llamando entre los barrotes, extendió las manos para que se Desde su calurosa celda podía escuchar los bocinazos de los botes en el Canal más allá las tomaran. de Mataso, y los bocinazos se convirtieron en todos esos stima days en los barcos de vapor, y las —Metuan —siguió llamando—. Tío. mujeres faldianchas a lo largo del muelle con el pescado bien amarrado o extendido en hojas de Tommy Narota, despojado de su atuendo militar de segunda mano y usando solamente una llantén, los camotes, la malanga, las canastas tejidas con ciruelo de dragón y yambo se exhibieron camiseta interior Chesty Bond y unos calzones blancos demasiado grandes, miró a su alrededor para los wai’tes, los blancos de los barcos. Su gran día, éste, gorreando monedas de una misis desconcertado, pues ahora todos sus momentos eran de desconcierto, con un intento de sonrisa blanca con cabello empañoletado y taconcitos agudos, y de otros que denunciaban tekim piksa, en su rechoncha cara de papá camote. tomando fotos con las cámaras pegadas a los ojos; o volviéndose él mismo un fastidio en los No había nadie que él conociera afuera de las puertas; sólo algunos ni-kristi que estaban embarcaderos, arreando cuerdas, remando canoas, buceando, riéndose, dando vueltas, viendo a ahí de mirones y gritaban con furia, una pareja de seguidores que había escapado de la red militar, los funcionarios del gobierno, los gavman men. ninguna de sus mujeres y un puñado de niños abusivos de camino a la escuela. Cojeó hacia La escuela de la misión, donde había demasiado canto, le enseñó a rezar, a leer, a dibujar las puertas y tomó las manos del niño y entonces uno de los guardias lo empujó y otro sonrió un mapa de su propia isla como una vasta manopla verde y a marcar en ella el Pico Kristi, los ríos burlonamente y aquellos mirones, el patio delantero de la prisión, las puertas, el bloque de sombra Quirós y Tasiriki y un gran punto para el pueblo de Mataso. de los árboles de mango que se hacía azul en el caramelo de mantequilla de la mañana fueron las A los doce fue al nakamal, se hizo hombre, bebió kava y contempló a su papá toser hasta últimas fotografías nítidas que se llevó consigo a su celda. extinguirse, vio a su mamá consumirse por la falta del gran charlatán y salió corriendo de su aldea Sin embargo, tenía muchos otros recuerdos punzantes que volvían, volvían, a su papi de pescadores hacia el punto negro del mapa donde hacía chambitas para Bipi y los comercios blanco, uno de esos isleños revoltosos que Europa escupió en el Pacífico, un grandísimo cabrón, un chinos; con la piel lo suficientemente clara como para sugerir una promesa, pero demasiado pelirrojo barbudo de pálida piel anglosajona y ojos azules, con un apetito por el sol y las mujeres, la oscura, por supuesto, como para ir a cualquier parte en una isla con una gran memoria blanca de bebida y el mar que hicieron de él un figurón hace tantos años,longtai’m bifor, cuando comerciaba y aquellos hacendados con sus días de campo y tragos en verandas y del barullo de coctel de las divisaba tierra a lo largo de las costas de arena negra. clases dominantes. ¿Y qué hay de los hapkas? ¿Cuántos mediacasta procreó papá? Los dos mundos no se tocaban, no podían tocarse, excepto mediante tentáculos de Unos decían que diez. resentimiento y envidia. Otros, veinte. La gente seguía diciendo “guerra” en el pueblo de Mataso. Hablaban ojiabiertos sobre Había seis antes que él, lo sabía Tommy Narota, crecidos y emigrados hacia los campos grandes explosiones y aviones y barcos en llamas como islas hundiéndose hacia el norte, a lo de camote en otras islas para cuando él y una hermana menor, Seruwaia, cobraron conciencia lejos, long wé, long wé, más allá de los campos de camote y las corrientes de peces y las tiendas del feroz patriarca y la mujer de piel morena que habían sido sus padres. Tommy se había medio polvorientas del Boulevard d’Urville. Y entonces vino la guerra en forma de miles y más miles de blanqueado, como decían por ahí; bueno, en algunos aspectos. Como Seruwaia. Ataviados con una tropas estadounidenses que plantaron un pueblo de la noche a la mañana y vieron brotar edificios piel más desabrida y rasgos de diferente estructura ósea, pero con el cabello como evidencia. cual ortigas trepadoras. Y vinieron más y más y los edificios se apiñaron como huevos de tortuga, Papá, actuando según la tradición, bebiendo kava en el patio sagrado con los otros y había negros así como blancos vistiendo ropas de masta, ropas de amo y señor, y manejando hombres, escuchando a las estrellas cantar hacia la tierra, estrellas lunas galaxias cayendo de los armas y radios y camiones militares. cielos mientras ellos contemplaban las piedras. Papá no creyendo en la magia de la piedra o en Él nunca había visto un cargamento así. la magia de la estrella o en los locos klevas delirando oráculos encima de las navilahs de grandes .
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