PEÑAROL CAMPEON DEL MUNDO Jueves 23 de Abril de 1970 DIRECTOR Franklin Morales ASESOR DE LA DIRECCION Eduardo Gutiérrez Cortinas AYUDANTE DE LA DIRECCION Rafael Bayce DIAGRAMADO Horacio Anón EDITOR Julio Bayce Editores Reunidos Carra Largo 949 Tol. » 03 1 • M onto».dro Uruguay DISTRIBUCION GENERAL Arco S. I. L Colonia 1263 Tol. I 32 00 DISTRIBUCION INTERIOR. QUIOSCOS Y CANILLITAS Distribuidora Uruguaya do Oíanos y Racistas Ctudodola 1424 Tol I 5 1 5 5 publicidad Vórtice Salís 1563 Tol 9 13 22 Impreso on Uruguay por Impresora Rea 5 A Gabelo N ‘ 1525 — Teléfono 4 90 4 t Hacho el deposito de ley Amporodo en el Art 79 de la Ley 1 3 349 (Comisión del PopelI C o p y r i g h t EOITORES REUNIDOS LA DIRECCION NO COMPARTE NECESARIAMENTE LA O PINIÓ N DE LOS AUTORES Harta entonces el fútbol tenía un decidirlo aire «le comarca: fue un Peñarol visionario quién impulsó ni internacionalizaemn. Lo demás quedó a cargo «le un plan­ tel excepcional donde se aunaron tino y buena suerte en su elección. Ello determinó una década que casi puede asegurarse no volverá a repetirse en el fútbol del país.. Tal fue su inigualado brillo. CABATUtA: Peñarol «juega tu werte en Montevideo, on el pri­ mer partido final del 66 Alberto Spencer arrastra con «u «alto el inmenso anhelo que culminaría en Madrid poco de»pué« 21 Mizo tro* de loe cuatro goles de lo» do* partida*. PEÑAROL CAMPEON DEL MUNDO SERGIO DECAUX La euforia de la hinchada — la estrella número 12 en alusión a las 11 de la bandera del club— halló en la decada del 60 varias ocasiones para manifestar su estruendosa alegría. Desde aqueüa noche del 19 de setembre de 1961, cuando caía el Benfica de Eusebio en el Centenario, las calles de Montevideo se acostumbraron a des­ files gigantescos debajo del g ortoso emblema amarillo y negro. Cuatrocientas, quinientas mil personas en la calle, mostraron que el fútbol es la inigualada pasión uruguaya: Peñarol agregó muchos motivos para el orgu­ llo deportivo del país. Eran las dos de la mañana del 27 Todos con el corazón y el a’ma en esta nueva hazaña? ¿Cómo eran? de octubre de 1966. Hacía horas so­ Montevideo. Todos pensando en lo ¿Dónde estaban y qué significaban lamente que había terminado la se­ que seria 18 de Julio en aquellos para el deporte uruguayo? gunda final y el Estadio Santiago momentos. La palabra de Guelfi, la Bernabeu seguía mudo en su asom­ Bernabeu dormía todavía en un si­ palabra del capitán Gonca’ves, la bro. Madrid lloraba la derrota de su lencio de sepulcro. A pocos kilóme­ alegría de Cortés, para “animar” la hijo pródigo. Europa incrédula tros de allí, del escenario de una fiesta. Muchos kilómetros más al aplaudia sin retáceos la fibra y la nueva hazaña uruguaya, en el Ho­ sur, Montevideo vivía una euforia calidad uruguayas... tel Luz Palace, en pleno centro de que no recordaba desde 1950, cuando Madrid, una centena de personas Obdulio Varela y los suyos le ha­ festejaba íntimamente un nuevo tí­ bían traído la Copa Rimet. Una eu­ EL COMIENZO tulo. España había asistido —estu­ foria que só’o puede brindar un Pero todo empezó mucho más pefacta— a la segunda consagrac ón gran triunfo deportivo. Las calles se atrás. Varios años antes (y quizás mundial de un equipo aguerrido, habían convertido en un verdadero todavía no ha terminado). ¿Cuando guapo, lleno de calidad y de inteli­ corso y cada uno quería apretar Gastón Guelfi? ¿Cuando Wáshing- gencia. No lo podía creer. Europa para sí mismo los momentos que ton Cataldi? ¿Cuando Néstor Gon- entera mantenía aún en la retina las vivía, para que el tiempo no pasara calves? ¿Cuando Alberto Spencer? imágenes que la Eurovisión le ha­ nunca. Para que aquellas horas no Quizás en el mes de enero de 1958 bía llevado. El fútbol del Uruguay llegaran a ser nunca recuerdo. pueda ubicarse el punto de partida. se volvía a juntar con la g’oria y ¿Pero qué había pasado antes? Quizás pueda ser un poco más se ubicaba una vez más en la cima ¿Cómo se había llegado a todo esto? preciso decir que el 31 de enero de del mundo del deporte. ¿ Quiénes eran los “responsables” de 1958 comenzó esta historia. En esta En el Hotel Luz Palace prendía toda esa locura colectiva? ¿Dónde fecha la fórmula directriz aurine- fuerte un festejo sobrio, casi humil­ se había iniciado el proceso que lle­ gra Guelfi-Parrabere-Cataldi inicia de. Uruguayos radicados en España, vaba a los aurinegros al máx:mo si­ su trabajo al frente de Peñarol. En diplomáticos, periodistas compatrio­ tial mundia’? ¿Cuántos sinsabores esa fecha se produce la distribución tas y allegados compartían con el quedaban detrás, antes de este fes­ de cargos del nuevo consejo directi­ plantel, sus técnicos y los dirigentes, tejo n’eno, de esta alegría enorme? vo. En esa fecha, Peñarol aparece unas horas inolvidables. ¿Quiénes eran los "próceres” de en la historia del fútbol uruguayo 483 milar al europeo. Posteriormente, a principios de 1960, se concretó la reglamentación, se crearon los esta­ tutos con activa participación de Sorhueta y Cataldi y tomó forma, color y vida el torneo. Aunque aún la opinión pública “no lo veía”. Aun­ que seguía siendo una experiencia más, en la galería de lo que "puede ser”. Peñarol creía a ojos cerrados en la Copa y ya volcaba sus afanes detrás de su concreción. Paralela­ mente inauguraba una nueva polí­ tica con la adquisición de estrellas extranjeras. Y a principios de 1960. en un amistoso en el Centenario debutaba un moreno ecuatoriano es­ pigado y veloz que sería durante muchos años el dueño absoluto del cariño y la admiración de los hinchas y el verdugo infalible de cuanto ar­ quero se le cruzó en el camino. Esa tarde, contra Atlanta, Alberto Spen­ cer entró por la puerta grande. Por la que sólo llegan los ídolos. Junto a él, el argentino Carlos Abel Li- nazza traía una cuota de fútbol pensado, frío, calculado, que nece­ sitaba la media cancha de Peñarol. En otro campo, Peñarol ganaba a la vez una batalla "diplomática” en la Junta dirigente. El campeonato de 1959 había terminado empatado entre los dos grandes y Peñarol sos­ Alberto Spencer, el predestinado. Debutó en PeAarol por la Libertadores tenía la tesis de que para la final en el primer partido del club por ese certamen: el 19 de abril de 1960, que se jugaba en los primeros meses marcando cuatro goles. de 1960, Spencer y Linazza que no habían actuado el año anterior de­ bían ser habilitados. Luego de gran­ guiado por hombres que posterior­carse. de buscar soluciones, de con­ des controversias la Junta Dirigen­ mente darían pruebas concretas de seguir emular algo que era realmen­ te dio la habilitación por siete votos responsabilidad e inteligencia. De te atracción, negocio y espectáculo. en diez. Spencer y Linazza jugaron dedicación, visión y amor a una y Peñarol ganó el torneo de 1959. Pero la Copa América seguía sien­ divisa. LA COPA AMERICA Ya 1958 y 1959 trajeron dos cam­ do fuente de desvelos para los d ri­ peonatos uruguayos para Peña rol. "La idea la trajo el presidente gentes aurinegros. Dijo Cataldi en Ya el medio local comenzó a sacu­ de la C S .F ., el brasileño de Freitas una entrevista concedida al diario dirse ante la realidad futbolística y encontró rápido eco en el Uru­ "Acción” (10-4-60): "Deportivamen­ que representaba el equipo y ante guay. Peñarol por intermedio de Ca- te se llenará una necesidad eviden­ su serie de triunfos La impresión taldi y la Asociación Uruguaya de ciada por la realización en Europa general era de que Peña rol "estaba Fútbol, por conducto de su presi­ desde hace muchos años, de un cer­ para más" De que podía pasar dente Sr Sorhueta se hicieron rápi­ tamen de características s:mllares. cualquier cosa De que le sobraban damente eco de los deseos y las as­ El enfrentamiento posterior con el deseo* de levantar vuelo y recursos piraciones del dirigente brasileño. campeón europeo será una nota de para hacer valer en otras latitudes Peñarol fue pionero en la Copa Li­ repercusión mundial. Al margen de y ante otros nvales bertadores de América. Pusimos en los resultados eoonóm'eos que arroje El fútbol de América dormía una seguida todo nuestro empeño, todo el torneo en sí. la obtención del tí­ siesta plácida Las competiciones en nuestro afán por concretarla Crei­ tulo de campeón de América ha de orden internacional se hacían en for­ mos en ella Nos jugamos a muerte, mejorar la cotización internacional ma aislada d scontinua sin una pro­ sin desvelos, sin concesiones, sin del equipo que lo logre" gramación adecuada pensar en fracasos Estuvimos segu­ Alguna gira, algún amistoso, al­ ro* desde el principio que era el gran EL TORNEO DEL 60 gún Torneo Sudamericano Un ca­ certamen que el cont nente necesi­ lendario reducido Europa en cam­ taba Vene mos la abulia y el des­ El 19 de abril de 1960, el Estadio bio ya competía activamente en to­ creimiento de muchísima gente” — Centenario fue testigo del debut dos los frentes La gran inicativa dice Cataldi. aurinegro en la Copa Libertadores de. "L Equipe" de Pan* había cua­ En el Conrreso de Santiago de de América El rival fue Jorge W i li­ jado definitivamente con la creación Chile en 1959 Fermín Sorhueta. te rman, de Cocha bamba, campeón de ia l ’EFA y la disputa anual de Wáshington Cataldi y Juan Car o* de Solivia, por el sistema de parti­ la Copa Europea Come en otra* co­ Braceo representaron a Uruguay Y do y revancha como local y visitan­ sa* los europeos nos llevabanv a ­ fue el primer eslabón para la crea­ te respectivamente Participaron so­ nos años de ventaja Pero habla ción del torneo del continente Para lamente siete equipos Peñarol.