Acusación Constitucional contra Arturo Alessandri Palma, 1939 Texto de la Acusación (extractos) "Honorable Cámarar" Los Diputados quesuscriben, en uso dela facultad quelesconfiere el artículo 39, letra a)dela Constitución política, vienen en formular la presente acusación constitucio­ nal contra el ex Presidente de la República Arturo Alessandri Palma, porlas flagrantes infracciones a la Constitución ylasLeyes quese exponen más adelante, yquesecometie­ ron pororden suya con ocasión delossucesos delSdeseptiembre último enel interior del edificio del Seguro Obligatorio, y de las cuales resultaron más de sesenta y tres jóvenes obreros yestudiantes asesinados porlasfuerzas depolicía encargadas desofocar sumotín. Hemos recibido delDr. don Plutarco Badilla Urrutia, padre del joven Hugo Badilla Tellería, unrequerimiento para presentar estaacusación envista dequelos Tribunales Ordi­ narios senegaran a darcurso alaquerella quehabía entablado contra loshomicidas respon­ sables delamuerte desuhijo y delos demás jóvenes ultimados enel mismo sitio y hora. Lapetición delDr. donPlutarco Badilla corresponde a un anhelo común nosólo a losdeudos yamigos delasvíctimas, sino quetambién a todo el pueblo deChile, elqueno puede tolerarimpasible queanteuncrimen delashorrendas proporciones delmenciona­ do, la justicia se niegue a cumplir con susmás elementales deberes. Los Tribunales Ordinarios desestimaron la demanda delseñor Plutarco Badilla, a pretexto de que por aparecer asumiendo la responsabilidad de lo ocurrido el ex-Presi­ dentedela República Arturo Alessandri Palma, correspondería al Congreso Nacional su juzgamiento previo, sinque pudiera adelantarse la investigación respecto de losdemás autores, cómplices yencubridores de aquellos homicidios, mientras nosedeterminara la culpabilidad delprincipal inspirador y autorde aquellos sórdidos y luctuosos hechos. Los Diputados suscritos, dispuestos como siempre a cumplir fielmente con sus deberes parlamentarios, acogen ese clamor de justiciay presentan esta acusación que deberápermitir hacerluz, establecer y deslindar responsabilidades de los queactuaron en esos hechos bárbaros quehan amagado el prestigio de la República, y sancionar con arreglo a lasleyes a losculpables. Hechos No necesitamos abundar niextendernos sobre estos hechos, porserpúblicos ynoto­ III Cámara deDiputados, 14a. sesión extraordinaria, martes 28 de marzo. 1939: 849. 81 rios. Nos bastarásolamente expresar que el 5 de septiembre de 1938, dos grupos de jéve­ nes, estudiantes y obreros, se alzaron en armas contrael Gobierno, y al efecto, en cumpli­ miento de la primera parte de susplanes, se apoderaron deledificio dela Universidad de Chile y del de la Cajade Seguro Obrero Obligatorio, presentando desde su interiorresis­ tenciaa las fuerzas de Carabineros y Ejército que fueron enviadas parasometerlos. Rendido ante los ataques de la artillería el grupo de la Universidad, fueron sus componentes transportados como prisioneros, brazos en alto,porlas callescentrales, en dirección a la Prefectura de Investigaciones. Al llegar la cabeza de esta columna a la esquinadeAgustinas conMorandé, fueron ellosdevueltos porordensuperior y entrados al edificio del Seguro Obligatorio. Momentos mástarde,losamotinados en lospisos superiores de este último ediñ­ cio, tambiénse rindieron en señalde lo cuallevantaron bandera blanca. No obstantelo anterior que deja de manifiesto e indiscutible el hecho de que tanto en la Universidad como en el Seguro Obligatorio huborendidos que,de acuerdo conloque dispone la cons­ titución, pertenecena la JusticiaOrdinaria parasu juzgamiento legal, fueron todos ellos ultimados despiadadamente conametralladoras y armas blancas, ymástarderobados de todos susefectos personales. Secometió, puesen la persona de cadaunode estossesenta y tres jóvenes, número que hasta ahorapareceser verídico, el delitode robo conhomici­ dio, conlas peores agravantes, ya que huboa su respecto traición y alevosía, crueldady atropello hasta de las más primarias reglas de la humanidad y de la guerra. El 30 de septiembre de 1938, ante la presión de la opinión popular que exigía perentoriamente unaexplicación deloocurrido, el entonces Presidente dela República Arturo Alessandri Palma, declaró al país,por radio, en un discurso, que fue publicado por todos losdiarios gobiernistas al día siguiente: 'En aquellos momentos pasaban los apresados en la Universidad y consideramos que lapresencia de ellos antesus compañeros que combatían con tanta tenacidad podía ser un argumento objetivo de la inutilidad de aquel esfuerzo y de lo injustificadas que eran sus esperanzas de triunfo. Se tuvo también encuenta que, como las escaleras de los pisos superiores estaban completamente cegadas con muebles y otros útiles y ha­ cían casi imposible el ascenso, era conveniente que los detenidos en la Universidad, pasaran delante de los carabineros, yaque era lógico y presumible que los amotinados detuvieran elfuego para nodañar a sus compañeros. Estas razones ylavida de laRepública que me imponía enesos momentos lanecesidad de salvarla, cualesquiera que fuesen los medios y sacrificios que costara, aconsejaron la medida que hasido tanduramente criticada y por lacual asumo toda laresponsa­ bilidad convencido que, al ordenarla cumplía con mideber, y seguí elcamino que en aquellos momentos lacircunstancia me imponía. Fue una medida de guerra, necesa­ ria en aquellos momentos de apremio, por muydolorosa que parezca'. Agregó en ese discurso, cuyo textoacompañamos a esta acusación, que él no ha­ 82 bíadado ordende fusilar ni dar muertea losheridos, perocomo nopudo negar el hecho dequela totalidad delosamotinados, cuya rendición en parteel público pudo constatar por sí mismo, habían sido muertos, expresó que se había producido un combate en el interior de la Cajay que los rendidos, empleados como parapetos de los Carabineros, habían sido ultimados por sus propios compañeros, aseveración absolutamente falsa y calumniosa, como se comprobará en el curso deesta acusación, y que porlo mismo deja en pieen todasu feroz barbarie el crimen colectivo del5de septiembre, cuya investiga­ ción es perentoriamente impostergable, porel decoro de la República. Como nobastaría la sola confesión deArturo Alessandri paraprobar suculpabili­ dad en la masacre referida, y sin perjuicio de otraspruebas que se indicarán oportuna­ mente a la comisión informante, citamos desde luego la siguiente declaración emanada delexgeneral deCarabineros, Humberto Arriagada Valdivieso, vertida en unacartaque dirigió al diario "Trabajo", con fecha 9 de diciembre próximo pasado, y que apareció publicada enese diario deldíasiguiente: 'Desde luego, yanadie ignora enelpaís, porhaberse hedlo enlos diarios del 6de septiembre una publicación olidal del Ministerio del Interior, y porhaberlo manifestado S. E. elPresi· dente delaRepública enundiscurso radiodifundido, que deorden directa suya fueron lleva­ dos aledificio del Seguro Obligatorio los rendidos enlaUniversidad deChile, lI3 con elpropó­ sito de obtener por este medio la rendición delos demás amotinados; de manera quela intervención del infrascrito enesa orden, fue ladehacerla cumplirporelpersonal a sucargo'. Tiene, pues, la Honorable Cámara esta otra prueba irrefutable, que concurre a demostrar quefueArturo Alessandri Palma elautordelaordendearrebataralaJusticia Ordinaria susprisioneros, parallevarlos al Seguro Obligatorio, sitioen el cualse lesdio cruel martirio y muerte seguida de saqueo. Derecho Elartículo 39, letra(a)dela Constitución dispone quecorresponde privativamen­ te a esta Honorable Cámara declarar si ha lugar o no, a la acusación que diez de sus miembros a los menos, presenten contra el Presidente de la República por actos de su administración, enque haya infringido abiertamente la Constitución olas leyes. LaJusticia Ordinaria envarias resoluciones quefinalizaron con lapronunciada por la 1. Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 25 de enero de 1939 (un día después del terremoto), ensusala, compuesta porlos Ministros señores Luis Perales, Ciro Salazar yLuis Agüero, declaró quenopodía darse curso alaquerella delDr. Plutarco Badilla, entretanto el 11] Énfasis enel original. 83 Congreso Nacional nodeclarará haber lugar ala formación decausa contra elexPresidente Arturo Alessandri Palma, poraparecer élcomo principal promotor deestos delitos. Pues bien, laorden deArturo Alessandri, deretomar los rendidos dela Universidad a la Caja de Seguro Obligatorio, aunque fuera a pretexto de usarlos como subterfugio para provocar larendición delresto, ocomo parapetos humanos quelibraran alos Carabineros de todo elriesgo profesional quelesincumbe enestos casos, ofinalmente, como efectivamente fue, parasaquear y darmuerte a esos rendidos, sinjuicio previo y fuera dela vista imperti­ nente delpúblico, importó laviolación flagrante delassiguientes garantías constitucionales, queporsunaturaleza, son lasmás esenciales e inherentes ala civilización: Artículo 11. Nadie puede ser condenado sino es juzgado legalmente yen virtud de una ley promulgada antes del hecho sobre que recae eljuicio. Artículo 12. Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino porelTribunal que leseñale la ley, y que se halle establecido con anterioridad aésta. Artículo 13. Nadie puede ser detenido sino pororden de funcionario público expresa­ mente facultado por la ley, y después de que dicha orden le sea intimada en forma legal, amenos de ser sorprendido en delito flagrante, yen este caso, para elúnico objeto de ser conducido an teJuez competente. Artículo 18. Enlas causas criminales, no se podrá
Details
-
File Typepdf
-
Upload Time-
-
Content LanguagesEnglish
-
Upload UserAnonymous/Not logged-in
-
File Pages37 Page
-
File Size-