Tiovivo del altiplano de Guatemala. (Fotografía de Ambrosio Aguado). Más allá de Mundo Perdido: Investigación en grupos residenciales de Tikal JUAN PEDRO LAPORTE Universidad de San Carlos de Guatemala MARÍA JOSEFA IGLESIAS PONCE DE LEÓN Universidad Complutense de Madrid En 1995 fue publicado el artículo titulado «Un reen- que habitó en el área de carácter habitacional que se cuentro con Mundo Perdido, Tikal, Guatemala», por desarrolló durante el Clásico Tardío en el perímetro medio del cual se proporcionaba una visión integra- más cercano a Mundo Perdido. dora de la información obtenida en el proceso de ex- Este análisis puede aportar algunos elementos adi- ploración de dicho conjunto arquitectónico entre los cionales a la visión que, sobre los estamentos sociales años 1979 y 1984 (Laporte y Fialko 1995). De forma si- representados en los grupos de Tikal, se ha venido multánea, entre 1982 y 1984, se llevó a cabo un pro- acumulando a través de distintas exploraciones efec- grama de investigación de varios conjuntos habita- tuadas en el sitio (Becker 1971, 1982, 1986; Haviland et cionales —hasta un total de 14— localizados al sur y al. 1985), así como en otras ciudades de las Tierras Ba- suroeste de Mundo Perdido. En el plano de Tikal (Carr jas (Leventhal 1983; Tourtellot 1983). Aunque existe un y Hazard 1961; Fig. 1), este sector se relaciona con los sesgo en la información obtenida por los varios pro- cuadrantes Corriental y Perdido en donde, tal y como yectos arqueológicos debido a la distinta naturaleza de se indicará en cada caso, el Tikal Project había realiza- la estrategia de investigación, esperamos dar a cono- do con anterioridad solamente excavaciones y son- cer algunos elementos sobre la relación entre los di- deos menores. versos grupos analizados, con el fin de observar que la ¿Qué llevó a realizar estas exploraciones dentro del disposición de los grupos de habitación en este sector marco del trabajo que había sido planteado para Mun- de Tikal no fue guiada solamente por la simple diná- do Perdido? El marco teórico y práctico del proyecto mica de desarrollo y acrecentamiento de la ciudad, de investigación, se fundamentaba tanto en el conoci- sino también por un factor de aglutinación que rela- miento de la estructura interna de Mundo Perdido ciona un grupo con otro, en el cual entran factores de como en la extensión cubierta por plazas y estructu- asignación social, parentesco y, tal vez, de función ras. Como puede verse, en ninguna de estas premisas económica. previas se abordaba la exploración de los grupos ha- bitacionales situados al sur del conjunto mayor. Por lo tanto, hubo otros factores que promovieron LOS GRUPOS HABITACIONALES MÁS ALLÁ el interés por conocer estas unidades residenciales: DE MUNDO PERDIDO en especial conocer la relación de los grupos con el propio conjunto monumental, dada su relativa cerca- Desde su inicio, la sectorización empleada en los nía y, en algunos casos, su asociación física. Se pensó trabajos efectuados por el Tikal Project de la Universi- en ese momento que era importante conocer cuál fue dad de Pennsylvania —y seguida en buena medida la relación habitacional con un conjunto arquitectónico por el Proyecto Nacional Tikal— fue diseñada con fi- del centro de Tikal que se caracterizó en buena medi- nes primordiales de ordenamiento, y durante los pro- da, a través de su historia, por la ausencia de una fun- cesos de excavación se reveló su utilidad en numero- ción colateral residencial. No fue hasta muchos siglos sas ocasiones, pero bien es cierto que fue menos después de la fundación de Mundo Perdido —hasta el eficaz en otros casos. Por ello, en este artículo adicio- siglo VI d.C.— cuando se añadió tal función residen- namos un esquema más flexible: la concentración re- cial, limitada a una serie de edificaciones de tipo pala- lativa que los grupos tienen por su propia distribu- cio que fueron construidas en el sector norte del con- ción sobre el terreno (Fig. 1). junto, lo que hoy conocemos como La Herradura. Por Tanto para la numeración genérica del conjunto todo lo anterior, se puede deducir la necesidad de co- como para la numeración interna de cada grupo habi- nocer la relación y el entorno social del grupo humano tacional, se ha utilizado la nomenclatura de los planos JUAN PEDRO LAPORTE Y MARÍA JOSEFA IGLESIAS PONCE DE LEÓN 33 Figura 1. Plano del área suroeste de Tikal con los grupos excavados (tomado de Carr y Hazard 1961). 34 MAYAB elaborados por el proyecto de la Universidad de Varios de los conjuntos que aquí se presentan ya Pennsylvania, aunque en ciertas ocasiones —después han sido objeto de estudios intensivos y publicaciones de los trabajos de excavación y la aparición de nuevas específicas: 6C-XVI (Laporte 1989), 6D-V (Iglesias estructuras—, ha sido necesario añadir nuevos núme- 1987), varios de los sectores 2 y 3 (Valdés 1983), y los ros que siguen al último dado para el cuadrante co- grupos del Sector 4 (Torres 1984), pero hasta el mo- rrespondiente. En todos los casos se elaboraron nue- mento no se había abordado un trabajo de investiga- vas plantas de los grupos excavados, incluyendo tanto ción que los englobara a todos, siendo el nexo de las nuevas estructuras como diferentes rasgos espe- unión su localización en torno a Mundo Perdido. cíficos que se determinaron en los trabajos. Tal y como el título avanza, es necesario apuntar Es necesario aclarar que el Proyecto Nacional Tikal que, dada la gran complejidad que algunos grupos prefirió emplear en su nomenclatura para los grupos presentan para el Clásico Temprano, el análisis de residenciales al sistema romano, para diferenciar con este trabajo se limitará al periodo Clásico Tardío, mo- mayor facilidad a las estructuras en sí, las cuales con- mento de gran interés en Tikal por su máximo desa- servan la numeración arábiga dada por el Tikal Pro- rrollo y cuando coincide la extraordinaria expansión ject. Asimismo, a todo hallazgo funerario u ofrendario arquitectónica con una complejización generalizada anteceden las siglas PNT (Proyecto Nacional Tikal), de determinados aspectos culturales y una creciente aunque en el presente texto, con el fin de facilitar la homogeneización o estandarización de otros rasgos. lectura, se las ha obviado. Dada la magnitud de los resultados obtenidos en tan Así, en lo que denominamos Sector 1 se incluye so- largo proceso de exploración, se han seleccionado lamente al Grupo 6C-IX y a varias estructuras y chul- tres aspectos a tratar en esta presentación: la arqui- tunes situados al sur de Mundo Perdido; el Sector 2 tectura de las zonas residenciales, la tradición funera- engloba a cuatro grupos: 6C-XV, 6C-XVI, 6D-XIX y 7C- ria y de ofrendas, así como la agrupación social re- IX; en el Sector 3 se encuadran otras cuatro unida- presentada en el emplazamiento de los grupos. des: 6C-XI, 6C-XII, 6D-V y 6D-XVIII; a su vez, el Sector 4 —el más lejano— abarca cinco grupos: 7B-VI, 7B-VII, Sector 1 7B-VIII, 7C-XVII y 8B-I. De esta manera, se cuenta con información de un total de 14 conjuntos residenciales. Se conforma con grupos y estructuras que se en- Como se observa de su distribución (Fig. 1), una cuentran anexas a los paredones que elevan las plazas buena parte de los grupos elegidos para ser excava- del conjunto Mundo Perdido (Fig. 1). En este caso fue- dos se localizan en el sector noroeste del Cuadrante ron explorados el Grupo 6C-IX y la estructura aislada Perdido, dada su cercanía a Mundo Perdido, teniendo 6C-27, ambos situados en un terreno más bajo que el 6C-IX, 6C-XII, 6C-XV y 7C-IX la característica de contar conjunto mayor, a una altura que promedia los 250 m con la presencia de un templete situado al este, lo SNM. Aunque se ha conformado este sector por se- que los define como un Patrón de Plaza 2 (Becker parado por emplear parte de los elementos construc- 1971, 1982), mientras que 6C-XI, 6C-XVI y 6D-XIX, al tivos de Mundo Perdido, pensamos que debió funcio- no presentar este rasgo específico, forman parte del nar en forma conjunta con los grupos del Sector 2. calificado como Patrón de Plaza 3, una disposición de Es importante saber que en este sector se encuentra el carácter más informal. paso de un canal que desciende desde la Plaza Oeste Ya en el Cuadrante Corriental, se optó por investigar de Mundo Perdido para conducir la escorrentía hacia dos grupos, 6D-V y 6D-XVIII, tanto por su mayor ta- la aguada Perdido, un desarrollo que puede corres- maño como por la cercanía a los complejos ceremo- ponder a acciones realizadas desde inicio del Clásico niales mayores. Temprano, hacia el siglo II d.C. El Grupo 6C-IX se en- Otro conjunto de grupos escogido se localiza en la cuentra directamente al oeste del canal. parte suroeste del mismo Cuadrante Perdido: 7B-VI, 7B-VII, 7B-VIII, 7C-XVII y 8B-I, los cuales, ubicados en Grupo 6C-IX una zona de bajos al suroeste de la aguada Pital y dado su distante emplazamiento, podrían depender Localizado a sólo 30 m al suroeste de la Estructura más directamente del Conjunto 6B-II, conocido como 6C-23 de Mundo Perdido (Fig. 1), la cual marca el lí- Grupo Barringer, que de Mundo Perdido. Excepto 7C- mite suroeste del conjunto, siendo este grupo habita- XVII, todos ellos pertenecen al Patrón de Plaza 2 con cional el más próximo al área ritual y el de mayor ta- un templete al este o variante similar. maño. Está formado por siete montículos y largas JUAN PEDRO LAPORTE Y MARÍA JOSEFA IGLESIAS PONCE DE LEÓN 35 plataformas de baja altura (6C-16 a 22), que enmarcan La ofrenda dedicatoria o escondite, es un depósito un patio con un área útil de 540 m2 (Fig.
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