www.elboomeran.com presenta l a b a t a l l a d e f i n i t i va ¿Con quién te quedas? beatlesvs. stones Partamos de la base de que no es una decisión excluyente, de que disfrutar de las discografías de Beatles y Rolling Stones es uno de los grandes placeres de la era rock, pero... el debate es el debate, y lleva vigente desde los años 60. Por eso hemos querido ofrecer todos los argumentos posibles, desmontando mitos, analizando su obra, su evolución y hasta la relación con sus contemporáneos. La conclusión es tuya. RBIS o foto: Bettmann/C foto: rollingstone.es 67 www.elboomeran.com Beatles vs. Stones Desmontando los beatles eran pop, los stones rock. El arquetipo de los Rolling Stones como estandartes del rock auténtico quizá tenga más que ver con su evolución a partir de 1970 que con su obra de los pri- MITOSComo cualquier otra rivalidad clásica (Atenas vs. Esparta, PC vs. meros años. Cierto es que Mac, FC Barcelona vs. Real Madrid) la de los Beatles y los Stones está al principio eran básica- salpicada de mitos y leyendas firmemente asentados en la opinión mente un grupo de rhythm pública. ¿Qué hay de cierto en esas verdades establecidas? & blues obsesionado con los bluesmen norteamerica- nos, pero cuando empeza- p o r Darío Manrique Núñez ron a componer hicieron muchas canciones pop, que grababan ellos o cedían a otros (sucedió, Chicos buenos/chicos por ejemplo, con As Tears malos. “Los Beatles quieren coger- Go By, para Marianne Fai- te la mano, los Stones quieren que- thfull) Los Beatles, por su mar tu ciudad”, escribió Tom Wolfe parte, provenían del rock en 1965. El pope del nuevo periodis- & roll de los 50, con Buddy mo hablaba a raíz de las imágenes públicas de ambos Holly, Little Richard o grupos. Es decir, de las primigenias estrategias de már- Chuck Berry -ídolo com- keting fraguadas por sus mánagers. Brian Epstein que- partido con los Stones- en dó prendado de los Beatles cuando les vio en The Cavern, su santoral. Además, antes pero sobre todo se le hizo la boca agua al ver las posibili- de la irrupción de Brian dades comerciales de un grupo que volvía locos a los Epstein, su estética de adolescentes de Liverpool, que acudían a su tienda a tupés y cuero negro no pedir discos suyos o hacían colas para sus conciertos. podía ser más rockera. Vio claramente que, para exprimir todo ese potencial, Sólo Paul McCartney, cuyo padre debía limpiar lo máximo posible a sus nuevos pupilos, había sido músico, conservaba cierta chavales de clase obrera malhablados e informales que reverencia por los standards pre-rock habían aprendido latín –drogas, borracheras, prostitu- & roll y el music-hall (de ahí su recien- ción– en los tugurios de Hamburgo. “Para empezar, les Alegres y pizpiretos Los Rolling Stones posan simpaticones para un anuncio. te disco de versiones, Kisses on the dijo que tenían que ser puntuales”, cuenta el biógrafo Nótense los chalecos de cuero: Epstein no los hubiera aprobado para los Beatles. Bottom), y tal vez fuera el miembro de los Beatles que más tiraba hacia el Philip Norman en su libro Gritad: “Debían tocar de inofensivos: sus largos flequillos y su tumultuosa con- tos como “primates” o “cavernícolas” en los medios, y pop, pero no hay que olvidar que tam- acuerdo con un programa y no como les viniera en ducta en el escenario (saltos, gritos, bailes) estaban a a Oldham se le encendió la bombilla. Vendería sexo y bién es el autor de temas que se gana. No debían saludar a gritos a los amigos que se millas de distancia de la corrección de los Shadows, peligro, instruyendo al grupo para que aparecieran en podrían catalogar como rock duro, encontraban entre el público, ni comer, beber cerveza por nombrar a un grupo de pop anterior a ellos. fotos y actuaciones ceñudos, rudos y malencarados, como Helter Skelter, Get Back o Back S e R o pegarse puñetazos en el escenario, ni hacer signos Como pos-adolescentes rockeros que también como los drugos de La naranja mecánica, la novela de S in the USSR. Los Beatles fijaron el n de victoria ni tampoco eructar ante el micrófono”. Por eran, los Rolling Stones no se comportaban de mane- Anthony Burgess que causaba sensación por enton- R modelo de pop anglosajón de las edfe ex featu ex R R supuesto, los tupés y los trajes de cuero negro que se ra muy diferente. El problema para ellos -que les per- ces. El famoso titular del Melody Maker (marzo 1964), / siguientes décadas, pero fueron R habían traído de Hamburgo estaban fuera de lugar. siguiría durante toda la década de los 60- es que llega- “¿Dejarías salir a tu hermana con un Rolling Stone?”, mucho más que solo pop. John Lennon se negó a cambiar de vestimenta, pero ron después de los Beatles. Por eso Andrew Loog fue idea del propio Oldham. gen vollme Teddy boy Paul pudo convencerlo y rápidamente se encargaron Oldham, mánager de los Stones, quiso que fueran lo Paradójicamente, la mayoría de los miembros de los R trajes de alpaca gris con cuello de terciopelo. Y ni más opuestos a los Beatles. Tras su primera actuación Rolling Stones provenían de situaciones familiares George Harrison, rockero en Hamburgo. foto: jü foto: foto: dezo hoffmann/ dezo foto: siquiera tras el cambio radical los Beatles parecían en televisión (julio de 1963), los Stones fueron descri- más acomodadas que los de los Beatles. 68 rollingstone.es rollingstone.es 69 www.elboomeran.com Portada Beatles vs. Stones ambos grupos se llevaban fatal. Los Rolling Stones quedaron conmociona- dos al escuchar por la radio Love Me Do: “Creíamos que éramos únicos en el mundo”, diría Keith Richards. Vieron cómo otro gru- los stones po (del Norte de Inglaterra, además, no de la moderna Londres) fueron per- les adelantaba, pero eso no causó ningún resentimiento. Al seguidos, revés, sintieron admiración, especialmente Brian Jones, que los beatles cuando los conoció personalmente, en abril de 1963, les pidió aceptados. que le firmaran una foto que colgó en su cochambroso piso. Al principio, Cuatro días después de esa noche, en la que los Beatles fueron si no era para a ver a los Stones tocar en un club, éstos les devolvieron el favor lanzar un acudiendo al Royal Albert Hall... donde curraron ayudando a comentario meter el equipo en el recinto. Allí asistieron ojipláticos a la reac- despectivo, la ción de las fans, y Jones lo vio claro: “Eso es lo que quiero”. prensa seria casi ni se ocupó de los Beat- les. Fue cuando se hicieron demasiado En septiembre de ese mismo año los Stones por encima de los Rolling Stones, que grandes como para ser ignorados que tenían dificultades para hallar una canción tuvieron que aguantar las continuas acu- para su siguiente single. Lennon y McCart- saciones de que les copiaban. comenzaron a tomarlos en serio y se ney se ofrecieron a regalarles I Wanna Be Pese al buen rollo mutuo, y aunque nunca subieron al carro beatle. Lo mismo se pue- Your Man, que acabaron delante suyo en se enzarzaron en una guerra mediática al de decir de políticos o monarquía: los Fab diez minutos. Un buen detalle, indicativo estilo Blur-Oasis, era lógico que surgieran Four fueron condecorados Miembros de de que los Beatles consideraban a los Stones celos entre los grupos. Según Philip Nor- la Orden del Imperio Británico en octu- parte del círculo musical enrollado, aunque man, biógrafo de los Fab Four, Lennon bre de 1965, con cinco elepés número uno tal vez pudo parecer algo condescendiente a “envidiaba a Mick Jagger por simbolizar una ojos de Jagger y Richards. Sea como fuera, rebelión a la que él había renunciado”. Ya en en Gran Bretaña y seis en EE UU: eran la sirvió para espolearles para que compusie- 1970, en una entrevista a Rolling Stone, mayor exportación cultural de las islas. ran sus propios temas. Lennon se despachó amargamente contra Con los años, la relación entre ambos Jagger: “No están en nuestra liga (…) Y a En EE UU causaron más polé- que aspiraba un policía y los grupos siguió siendo cercana: los Stones Mick siempre le ha molestado. Yo nunca he mica, sobre todo tras el “somos sometían a continuos regis- hicieron coros en All You Need Is Love, dicho nada, porque me gusta su música y su más famosos que Jesucristo” tros. El más famoso, el de Jagger fue con los liverpulianos a conocer estilo, pero Mick está muy molesto por lo de Lennon. La declaración, Redlands, la casa de Richards. al Maharisi en Gales y los Beatles apoya- grandes que son los Beatles, y nunca lo ha desapercibida en Inglaterra, Keith, Mick, George Harri- ron públicamente a los Stones cuando el superado (…) Quisiera que conste que todo provocó una incendiaria reac- son, su mujer Pattie Boyd y . S juicio por la redada de Redlands, entre lo que hemos hecho, lo han hecho los Stones ción –literal: hubo quemas de otros amigos estuvieron de via- muchos otros momentos de unión. Para dos meses después, en cada puto álbum, con sus discos– en EE UU. je de LSD el 12 de febrero de etty Image etty los Beatles era fácil, pues ellos abrieron cada puta cosa que hemos hecho, Mick ha Hubiera sido impensable 1967. La policía, alertada por el g / ss camino y siempre estuvieron un peldaño hecho exactamente lo mismo. Nos imita”. que los Rolling Stones fueran periódico sensacionalista e PR x condecorados. Lidiaron con News of the World, aguardó e ly ly I ‘Street Fighting Girls’ Paul McCartney y Mick Jagger, en el vagón de primera que les conducía a su imagen de pendencieros todo el fin de semana e irrum- a De peregrinaje d Diversas muestras, en Australia, Inglaterra y Estados Unidos (las dos de abajo), de la histeria provocada por los Stones y los Beatles entre la muchachada.
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