Edición: Emilio Hernández Valdés Diseño y cubierta: Héctor Villaverde Emplane computadorizado: Vani Pedraza García Composición: Aníbal Cersa García © Sobre la presente edición: Ediciones La Memoria Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, 1999 ISBN: 959-7135-04-3 Ediciones La Memoria Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, Ciudad de La Habana, Cuba Apartado 17012, Habana 17 C.P. 11700, Ciudad de La Habana Correo electrónico: [email protected] [email protected] CARTASCARTAS Y CRÓNICASCRÓNICAS DEDE ESPAÑAESPAÑA CARTASCARTAS YY CRÓNICASCRÓNICAS DEDE ESPAÑAESPAÑA Pablo de la Torriente Brau Selección, prólogo y notas de Víctor Casaus Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau La Habana, 1999 6 Para continuar El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau se sien- te feliz y satisfecho de publicar en la Serie Palabras de Pablo de sus Ediciones La Memoria estas Cartas y cróni- cas de España. Este libro reúne los textos que fueron incluidos en la primera edición de Peleando con los milicianos (México, 1938), a los que se suman varias cartas escritas por Pablo en su exilio de Nueva York inmediatamente antes de partir hacia la guerra y, como apéndice, la crónica «La revolución española se refleja en Nueva York», es- crita en esa ciudad poco antes de su partida —e impresa sólo varias décadas después de su heroica caída en com- bate—, y el único artículo publicado por el cronista en la prensa de guerra española: «América frente al fas- cismo», que apareció en el periódico No pasarán, edita- do en Somosierra, en octubre de 1936. Esta es la primera edición cubana en la que apare- cen, exactamente como fueron escritos por el cronista, los trabajos periodísticos de Pablo en la Guerra Civil Española. La primera edición de esos textos hecha en Cuba a principios de la década del 60, también bajo el título de Peleando con los milicianos, no incluyó la cróni- ca «Campesino y sus hombres» y el nombre de ese jefe militar que comandó la unidad en la que Pablo trabajó como comisario en el frente —Valentín González— fue eliminado de varias de las cartas y de otros trabajos periodísticos incluidos. La segunda edición hecha en Cuba en 1987 repitió, veinticinco años después, el mis- 7 mo error. Esta edición de Cartas y crónicas de España es un acto de justicia literaria e histórica con la memoria de Pablo de la Torriente Brau que nos dejó, junto a otras muchas claves importantes de su obra testimonial y de su vida revolucionaria, esta declaración de principios éticos, vigente y aleccionadora en los finales del siglo: «No tengo nunca miedo de escribir lo que pienso, con vistas al presente ni al futuro, porque mi pensamiento no tiene dos filos ni dos intenciones. Le basta con tener un solo filo bien poderoso y tajante que le brinda la interna y firme convicción de mis actos. No me importa nada equivocarme en política porque sólo no se equivoca el que no labora, el que no lucha.» Aquí están entonces las palabras de Pablo de la Torriente Brau en lo que sería el capítulo final de su vida intensa y creadora. Los textos de este libro —escri- tos en menos de tres meses— muestran a uno de los cro- nistas mayores de la Guerra Civil Española. Las cartas que enviaba, con información sobre los acontecimien- tos que veía y vivía y sobre su propio destino dentro de aquella contienda, complementan los textos de los artí- culos y las crónicas, escritos al ritmo de los hechos dra- máticos y violentos en los que se encontraba inmerso el periodista. Vida y obra, palabra y acción se funden de manera auténtica, vital, ajena a toda retórica, en la obra final de este hombre que renovó el periodismo de su época y adelantó las virtudes y riesgos de lo que hoy llamamos género testimonio. Para ofrecer antecedentes imprescindibles de esa la- bor y de ese gesto del autor, esta edición incluye frag- mentos de varias cartas escritas por Pablo en su exilio de Nueva York, días antes de partir hacia España. A través de ellas pueden conocerse la hondura de aquella decisión y su significación para la vida del cronista. También las cartas narran los esfuerzos tenaces que rea- lizó Pablo para hacer materialmente posible aquel viaje 8 que lo llevaría al cumplimiento de su sueño de testimoniante y a las decisiones mayores que lo convir- tieron en comisario de guerra pocas semanas antes de caer combatiendo por la República y contra el fascismo en Majadahonda. Esta edición de Cartas y crónicas… incluye el estudio introductorio «Pablo de la Torriente Brau en la Guerra Civil Española», del poeta y cineasta Víctor Casaus, que ha dedicado una amplia zona de su obra creadora al es- tudio de la vida y las letras del cronista. Ese ensayo ofre- ce detalles y contextos para las cartas y crónicas que Pablo escribió durante los tres meses finales de su vida; entre ellos se encuentran las referencias a los apuntes que el cronista dejó en sus libretas de notas que se encuentran en el Fondo Documental Pablo de la Torriente Brau y que serán publicadas, más adelante, por las Ediciones La Memoria. Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau 9 10 Prólogo Pablo de la Torriente Brau en la Guerra Civil Española […] Miembro de Línea de la Real Academia de Foot Ball Intercolegial del Club Atlético de Cuba […]. Decano de la Sociedad de Empleados del Bufete Giménez, Ortiz y Lanier en comisión al servicio del doctor Fernando Ortiz. Meca- nógrafo de Mérito. Taquígrafo graduado. Alumno de Di- bujo de la Escuela Libre dirigida por el pintor Víctor Ma- nuel y domiciliada en cualquier café de La Habana. Ex-redactor anónimo de periódicos desconocidos. Socio de Pro Arte Musical. De la Hispano Cubana de Cultura. Del Centro de Dependientes y de Gonzalo Mazas, etc., etc. Confieso que después de ver cuánto título tengo, yo mismo me asombro de ser tan perfectamente desconocido […]. Con estas palabras se presentaba Pablo de la Torriente Brau en el prólogo de su libro de cuentos Batey, escrito a cuatro manos con su amigo Gonzalo Mazas y publicado en 1930.1 Hoy Pablo no es, para los cubanos, aquel autor «perfectamente desconoci- do» que su humor anunciaba y a sus títulos personales habría que agregar otros muchos: luchador antidictatorial y antimperialista, huésped prolongado de las cárceles machadistas; cronista de la revolución del 30, exiliado neoyorquino, novelista y precursor del género testimonial, corresponsal y comisario en la Gue- rra Civil Española. A esos dos últimos oficios citados, complementarios en el caso de Pablo, voy a referirme ahora aquí, si- 1 Pablo de la Torriente Brau y Gonzalo Mazas Garbayo, Batey, La Habana, Cultural. S. A., 1930. 11 guiendo sobre todo el hilo de la memoria, que es una manera mayor y mejor de hacer justicia a este hombre que «escribía naturalmente, como sudaba o respira- ba», para definirlo a la manera nerviosa y precisa de Raúl Roa, su hermano de siempre. Durante años he seguido y perseguido el hilo de esa memoria apasionada y apasionante.2 En cuartillas o en celuloide, a través de entrevistas o revolviendo y organizando papeles, he tratado de dibujar algunos rasgos de aquella personalidad creadora en la que convivían el humor y el amor, el entusiasmo y la capa- cidad de reflexión. Al remontar ahora esa corriente de recuerdos reuni- dos y llegar con ustedes hasta los últimos días del cro- nista en tierra española, voy a adelantar y a compartir, al mismo tiempo, algunos de los resultados de una in- vestigación que está por concluir y que parte de un impresionante material inédito: los cuadernos de apun- tes de Pablo en la Guerra Civil. Esos textos, como tantos otros de Pablo, fueron con- servados celosamente durante muchos años por Raúl Roa. Se trata de cuatro libretas de taquigrafía en las que el corresponsal anotó datos e impresiones desde el 19 de septiembre hasta el 11 de noviembre de 1936. A través de esos apuntes puede seguirse su rastro. Los pasos de Pablo van de Barcelona, a Madrid, a Buitrago de Losoya, a Madrid nuevamente, a Alcalá de Henares y a Pozuelo de Alarcón, en cuya zona, exacta- mente en Majadahonda, moriría siete días después de cumplir los 35 años de edad. 2 Pablo, largometraje documental, ICAIC, La Habana, 1978; Pablo, con el filo de la hoja (Premio de Testimonio, Concurso Unión de Escritores y Artistas de Cuba, 1979, Premio de la Crítica, 1983), La Habana, Editorial Unión, 1983; Cartas cruzadas, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1981; El periodista Pablo, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1989; Me voy a España, La Habana, Editorial Pablo, 1993. 12 Resumido así, aquel período se nos revela con ritmo de torbellino, de movimiento vital, de fuerza indetenible. Todo eso hubo en la vida de este cubano nacido en Puerto Rico, que creció y luchó en La Habana, pasó frío en el exilio neoyorquino y decidió ir a contemplar y a contar lo que ocurría en la España de entonces, pensando en «aprender para lo nuestro algún día». Todo eso hubo en aquellos escasos tres meses en que Pablo vivió la experiencia de la guerra civil y escribió cartas y crónicas que han quedado como un conmove- dor documento literario, un testimonio humano y emo- cionante en el que no faltan, como en la vida de su au- tor, ni el humor ni la pasión indispensables. «La emoción del impulso que me dice...» Para llegar a España, Pablo tuvo que reunir centa- vo a centavo —casi literalmente— el costo del pasaje y solicitar y obtener la corresponsalía de dos importan- tes publicaciones: la revista New Masses, editada en Estados Unidos y el diario mexicano El Machete.
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