A lo'T O L Domingo 10 de Jnlío de 1887 . N i» , 2851 .' ^ ^ T A P E tlV ^ Este perfftdieo *■ jsicííar, eoa i t a u isdep «<»«»«* ae todo puvao poi.v *e« .'.‘ate ponbdioo a»tncta coa proW.rtsncn aaV7.noai.on a la cultora 1 opular. i a prts euestionos di» palrutetitu int*r*¿, déAéüde coi»»**®'*1***!* el derecoo, i*. *koru rutea (Mi, «©iDorcto. tío ¡a ínotuiiria, 4© 1* agrícaltatá y tí© laasriai,ó'úvék *'ol bien kjnstíeit. Queroxsoaelncer’-aad en l»a olecctoneh. !»y*a idaiam retivu v- 7 ur, progreso y desarrollo dalos pueblo»; a© «acatos w.ódío ni nir*a» saeriflci*p * *implificu] 8.n. empleudou responsables y propietario»00 ene cieatmoa por opos-, ¡coi o *avvjr curs!»líátiy rápKUu%eate í. i<ce lestes**; onti. coaoai'rado rao y o*p«c.i«ltae&s concurso j.-osupilostoaorosupdoitoa nivelnior, mvenuor,elridtíe. ecritówwonea cerón ccasriouwuu." propWflionadaagm proporcionada!» rendimiento al r« oe la dífocfs.áo lo» lateros»» dr Granad* y «u provincia; ovo y ae bao» eco de todas la Dr¡ i© ’.H'í 9 de (a iatartri*. Todo* lo* errores, todos ios aotwoa, to.v.ae ¡** aroitor- DIARIO INDEPENDIENTE quejas lor-tas que c» lo dirigaal—La íMdaccio.o no ©« ¿olidsria iouda artículos qna r ©dales, «.o.i *(*;»»tiranías, tetar,;; lo* ©eo:sososy todo» io» ecR-iiftcn. 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En las Tiécasíenes aspanoia* de América, an «maestre, (pago 1» 4.* plan».— 8 «a la 3.*—40 «¡a la i.* (pago anticipado). anticipado'1...................................................... .- ............................IV&O KJWmkAmtó *b*s.t»s: «ta? f'ta:¿0 «ááfc.; del mea corrien­ CoMiukica&on.—Trerifa: De i á &fl pesetee línea, Ajuicio del Director (pBgo En e) extraniere, nn ¡vsmefiire. (Pago anticipad®;. _ ■ . áO En ifl* p i^e^ion/'y‘espññ< la« de Oc-P'’ir cr efltae (id. id.*». A*’ te, 25: de meses anteriores, 1 peseta. Las d® mi cariño las reformas y los proyectos dormir apncibla y pro­ dirige, amante como el corazón que la inspira, fir- Zirafara de jitanos. dulces lucocillas, longada siesta? í me como la voluntad que la dicta, entrecortada co­ com > Ihs del cielo, todo lo que cogen Poro mientas aquí *a pinta término el gobierno mo la respuesta que espera, rápida, e.i fin, como las Evitándonos el preludio en qn® suele ha­ todo lo iluminan. ha hablado y muchos diputados malograban los dis­ i sensaciones que he co es’peri mentar. cerse la presentación de cada persona de las Inmediatamente la jitana, que no conoce cursos que teoi >n in mentí, expuestos á una indi­ No he y, no, interrogación que encierre mayor su­ que h'i.n de componer una historia ó cuadro gestión de oratoria qu 1 debe ser do ;as p «ores, en el ma de esperanzas y deseos; como que es el amor lo relativo en lo que toca á sus amores, vueRN o te se sucedia las tempes'ades, el viento se venia quie 1 interroga ese sentimiento de la vida, lazo para que juzgue y eximirte ©1 lector y diga á Madrid refees-iab*. !u atrnó f *r<», nos regaUb* una único qu ■ suj ta á nuestro espíritu en ol ideal de la al tanto de los méritos, deméritos y circuns­ ve á cantar cm voz tan linda y fresca como ñor que sale de uu vaso: tompaffttúi-tt ©bou «1 y todos r«spirébumo» dici¿ad«- 1 ballaza y de la libertad; amamos y esta es1« ocupa* tancias, pongo desde luego en pleno ejercicio r.os: j cion constante de nuestro só •, sin que hallemos rae- L > luz do 1* luna —Loado sea el Señor que permit® que l\s hom ­ l dio de evadirla, ni por ua instante, el más leve, del baile, allí donde marca au centro v punto todo lo bl tiquea, la reunión, á la movible y movedizaMarimu- bres iraporUntes («cupiídos en l»br»r tíiariurnente porque este instante vendría á ser, como la anula­ ppro de sus rayos, a’gu 1® se pierde nuestra ful i dad pu©d n irse con vi-mlo fresco, á re­ ción de nuestras facultades vivificadoras. Si el danzas , que tan sabiamente s© canta de lo y entra en la arbóle la. parar en la tranquilidad del campo y en et esparci­ «mor alimenta nuestras aspiraciones sostiene nues­ sentido en diciendo á salir por lo hondo, como» A todo "esto, su cuerpo, templado comomiento de la playas, los d®sperfe.:t®s que en su or­ tras esperanzas, pone actividad, en nuestro cere­ exhibe los cuatro frentes de su persona, que instrumento músico por ©i amor, vibra y on­ganismo han c us «do las tareas parí» monte rías. bro, arrancando de éste la idea del hogar, que reali- frentes habremos de llamarles,'en el nunca dula adelantando ó retrocediendo, y tan pron­ Esto ha quedado convertido en una balsa do acei­ z» ea la f-milio, pueds decirse que el amor es todo te y si no fuera por la laboriosidad de los tomado­ para el hombre; como es todo para los demás séres; salir del enredoso zapateado. to ciérnese con movimiento apasionado y mo­res, espadistas y d-más individuos de la familia como lo <«s p ira tedas las cosas; porque desde el Corean con palmas á palmadas que de otros nótono, como labra y trenza coa las puntas aprovechada; p >r los que riñen y s« raptan; por los mta grandioso luminar hasta la más insignificante tantos modos io oigo decir, porción de tene­ de les pies una a modo de jitane c& cadeneta, despechados amantes que buscan desahogo á su da­ f sf «rocencU y desde el más grande de los séres brosos jitanos colocados en semi círculo, de tar, utilizando la química y por ios desdichados que orgánicos hasta ol más pequeño, todos viven en esa en cuyo tejido entran los golpecillos dados escriben con el rew >!ver 1* ú’tima palabra de su especie de relación cariñ sa que es la suprema ley los cuales, uno que responde al mote deMi» en seco sobre tierra; la guitarra, en tanto, ca­ historia, Madrid en estos m mentes en tas que la por la cual se rige la naturaleza: y así dentro de guélón, puntea y pasa los ágiles dedos sobro lla misteriosamente gimiendo con sordina, y brisa nos acaricia, sari* un Eien y no un Adan co­ esta, no hay sór que deje de h. car, valiéndose de sn las cuerdas, á las cuales hace poner cátedra ’as palmadas repiquetean y caen en el mis­ mo suele ser de ordinario. peculiar lenguaje, la pregunta que encabeza este de sentimiento, y quejarse con modillos, que La Exposición fi ¡pina despierta vivo interés y artí-ulejo. mo punto y centro del compás, y las voces y con r«z -n. Los productos de aquellos tajónos plises" La hace el so!, que entreabre su dorado balcón y á las veces salen de ios bordonea, y ¿ las ve- • j ft|e0 poaftn fondo confuso á la danza, que la son muy originales y de gran novedad. Lu^go las se asoma ruboriz .do pidiendo amor á la tierra; y ces se quedan en la prima y las inmediatas. gitana labra y labra, adoptando posturas y casas primitivas de los indígenas, la manufictura eu-mdo está arrsj-tndo hü :ia atrás la negra cabelle­ Cogiendo en el centro á la bailadora, que apasionados engollamientos de paloma. del tabaco, la de tas te gil os, los paseo» en piragua y ra que la noehe enm raña sobre su freDte, le con­ hace temblequeas y fRxionoillas sobre los ta- j 8obr© t->do tas (garrotes excitan viva curiosidad. testa r frflciéndose en todo su magnífica bell» zt, di­ Ya dobla y arquea sobra su cabeza el ser­ Si esta'Exposición hubiera estado un coco mejor sipa «quolsu vorgii nza y se eleva en el horizonte Iones, se extiende la ap hada rueda da la gen- j pentino brazo que encierra su cara en delica­ dirigida y se le hubiera dade la importancia que radiante de alegri*, lanzindo á su amada una mi­ te tomando postura oriental en el suelo, y unos do mtroó de nácares y bronce; ya lo desdo­ tiene, h&ri# época. rada candente en de' de se revela la desenfrenad* faroles con pantalla al concurso y luces ai bla y llévalo en columna salomónica por el He dicho qu» los igerrotes son objeto da viva cu­ voluptuosidad de un beso luminoso. cuerpo de baile, alumbran la árnpíia terraza, riosidad. N ida ti«ne de extraño. Las hembras de La h»cen las estrellas, cuando al encenderse en aire apoyando en la cintura la mano pecado­ esta especio visten do d-saudo, ts decir, cubren uu él espacio, parecen entablar amorosos diálogos y que si el lector no lo echaá sacrilegio, ©s la ra; ya saca el apretado busto, y lo muestra, poco las necesidades del pudor y el resto de su tra­ animádísimfis pláticas, según aparecen y se ocultan que en la propia torre de la Vela mira sobre ¡ y pone de relieve las veladas ánforas, oomo je f s la nial riatural de un bronceado lustroso que í, nuestras atónitas pupilas.' su espacio la campana.