UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN SECRETARÍA DE POSGRADO La administración de justicia en la provincia de Buenos Aires, 1853-1881 Licenciada María Angélica Corva Tesis para optar por el grado de Doctor en Historia Director Doctor Osvaldo Barreneche, UNLP La Plata, 8 de mayo de 2013 1 Agradecimientos Lo que me permitió iniciar, transitar y terminar esta tesis fue antes que nada la confianza que familia, amigos y colegas tuvieron en mí. Confianza que me permitió creer en que yo era capaz de hacerlo. Por esto antes que nada gracias a todos por confiar. Y gracias… A Alberto David Leiva por darme un espacio de pertenencia. A Osvaldo Barreneche por arriesgarse a dirigir a una mujer madura para el circuito académico, por su enorme paciencia y por toda la dedicación que puso en este proyecto. Al director del doctorado Fernando Barba, a la secretaria Betina Riva y a todos mis profesores de los seminarios en los que aprendí tanto y en los que junto a mis compañeros pasé tan buenos momentos: Viviana Kluger, Marta Valencia, Jorge Troisi, Abelardo Levaggi, Rodolfo Gaeta, Nélida Gentile, Susana Lucero, Osvaldo Barreneche, María Teresita Minellono, María Cecilia Corda y Mónica Pené. A Nélida Liparoti, a José María Díaz Couselo, a Víctor Tau Anzóategui y a los miembros del Instituto de Historia del Derecho de todo el país, por sus consejos y sobre todo por ser tan buenos compañeros. A Dardo Pérez Ghilou, por haberme enseñado con rigidez y acompañado con cariño. A Darío Barriera por haber confiado siempre en mí, dándome un espacio académico para pensar y sobre todo su amistad junto con su esposa Miriam Moriconi. A todos los colegas con los que compartimos jornadas y encuentros, por sus críticas y por su estímulo. Un agradecimiento especial a Eduardo Zimmermann, Leandro Di Gresia, Carolina Piazzi, Claudia Freidenraij, Eugenia Molina y en recuerdo de Orieta Zeberio. A Federico Reggiani, jefe de la Biblioteca Central de la Suprema Corte de Justicia, mi jefe, que me dio la posibilidad de volver a empezar y de brindarle al Poder Judicial todo lo que aprendí. A mis compañeros, por aceptarme y hacer cada día tan agradable. A todos mis amigos, especialmente a María de los Ángeles, Mercedes, Marcelo, Beatriz, Ángel, Laura y César, por comprenderme, quererme y ayudarme siempre a saber quién soy y qué soy capaz de hacer. A mi mamá y a mi papá por darme la vida, pero además a mamá por transmitirme la pasión por la justicia, y a papá por enseñarme el gusto por la investigación. A mis tíos del alma, Beatriz y Rodolfo, por todo su amor y su protección. A mis suegros, Teté y Vicente, por haberme dado siempre su aceptación, su alegría y su contención. A Isabel, nuestra compañera cotidiana, por ayudarme a llevar la casa adelante y regalarnos toda su sabiduría y su cariño. A Francisco Javier, por ser siempre nuestra luz. A mis amores, fruto de mi verdadera vocación, María Pilar, Lucía y Juan Pedro, mis hijos y brillantes asistentes de investigación. Por acompañarme, por escucharme, por comprenderme. A Horacio, mi esposo y compañero de ruta, con quien llevamos veintiséis años juntos y con quien compartimos este amor inexplicable por la historia. Por su paciencia, por su confianza, por darme fuerza y sobre todo por quererme. Resumen y palabras clave administración de justicia- división de poderes- provincia de Buenos Aires El estudio de la estructura, la organización y el funcionamiento del sistema judicial tiene un valor en sí mismo, determinado por la necesidad de descubrir quiénes administraban justicia, de qué manera lo hacían y con qué resultados. Entonces, es indispensable establecer la relación entre la solución jurídica y los factores extrajurídicos de una época, poniendo como punto de partida el tratamiento hermenéutico de los textos. Determinar las intenciones del autor de las normas puede llevarnos a encontrar el camino de las fuerzas ideales y sociales, para lo que también es esencial averiguar sobre la vida y la formación de los legisladores y magistrados. Esta tesis doctoral, que se ubica en la provincia de Buenos Aires entre 1853 y 1881, tiene por objetivo estudiar el proceso de constitución y consolidación del poder judicial, responsable de la administración de justicia, como integrante del Estado provincial, legitimador de su accionar político y mediador con la sociedad civil. Por ello la investigación, centrada en la Justicia, gira sobre estos tres ejes teniendo siempre presente la relación del poder judicial con el Estado y la Sociedad. El estudio de la administración de justicia se inscribe en el marco más amplio de la justicia como valor, ligado a los de libertad e igualdad. Sobre la concepción que de ellos se tenía, fue construido el ordenamiento jurídico del Estado, su legitimidad y la relación que se estableció con la sociedad. De todas las teorías del Estado que buscaron controlar el poder estatal y poner límite a su ejercicio, la más significativa fue la doctrina de la separación de poderes, un sistema de conceptos confuso y ambiguo. Esta doctrina nunca fue aplicada por si sola como base de un sistema político efectivo y estable, sino que se ha combinado con otras ideas políticas como la del estado mixto, la idea de equilibrio o el concepto de frenos y contrapesos. La judicatura apareció gradualmente como una rama independiente del Estado y la noción de un poder judicial autónomo siguió evolucionando. Si bien no puede atribuírsele a Montesquieu la originalidad de la doctrina de la separación de poderes, cierto es que enriqueció la doctrina haciendo mayor hincapié en la función judicial, encargada de sancionar a los criminales o dirimir las disputas entre los ciudadanos. Este nuevo “poder de juzgar”, lo colocó al mismo nivel analítico de las otras dos funciones estatales, estableciendo la trinidad que caracterizaría el pensamiento moderno. La judicatura sería independiente de los conflictos de intereses que surgieran en el Estado, instancia fundamental para el posterior desarrollo de la doctrina. La elección del tema de tesis ha estado guiada por dos cuestiones, una teórica y otra práctica. En el primer caso, está orientada a contribuir a conocer la relación entre ley y política, rasgo central del proceso de construcción del Estado en el siglo XIX en América Latina. Comprender la formación y el funcionamiento del sistema judicial puede ayudar a desenmarañar esa relación. En cuanto a la práctica, he atendido durante años numerosas consultas de investigadores dedicados a diferentes temas por los recurrieron a la fuente judicial. El primer paso siempre ha sido explicarles de donde y en qué forma ha surgido esa fuente, pues aunque su tema no sea necesariamente la justicia, no se puede realizar un trabajo heurístico sin comprender el origen del documento con el que estamos trabajando. La investigación se ubica en la provincia de Buenos Aires, entre 1853 y 1881. Buenos Aires no juró la Constitución Nacional hasta 1860, pero sancionó su propia Constitución en 1854, en la que declaraba que el poder judicial sería independiente de todo otro en el ejercicio de sus funciones. Es decir que en esta provincia la consagración de la teoría de los poderes del Estado e imposición de la ley como definidora de lo que era justo, requería de la organización del poder judicial. Si bien esto sucedía también en el resto de las provincias, la atención se centra en Buenos Aires por la particularidad de su proceso y porque en estos años la ciudad de Buenos Aires era la capital de la provincia y al mismo tiempo residencia de las autoridades nacionales, provocando esto confusión entre la justicia federal y la provincial a la hora de estudiarlas. En cuanto a los años establecidos como marco cronológico, debemos advertir que estamos hablando de procesos en los que no pueden establecerse cortes definidos; pero como es necesario limitar nuestra tarea, hemos puesto como fechas límite 1853 y 1881. El año 1853 fue significativo para la organización judicial, pues, aún antes de sancionarse la Constitución provincial, se instalaron juzgados de primera instancia en la campaña, a partir de un proyecto de Valentín Alsina, que como presidente de la Cámara de Justicia observó la imperiosa necesidad de llevar jueces letrados al interior de la provincia. A lo largo de estos años la preocupación sobre la administración de justicia giró en torno a la organización del más alto tribunal, la descentralización judicial, la formación técnica de los magistrados, la fundamentación legal de las sentencias y la codificación. La Constitución provincial de 1873 introdujo cambios como la creación de la Suprema Corte, la segunda instancia, el juicio por jurados y la elección popular de los jueces de paz. Las dos últimas reformas no se concretaron y la estructura definitiva del poder judicial provincial quedó formalizada en su primera ley orgánica en 1881, para una provincia que ya no contaba con la ciudad de Buenos Aires como capital. Índice Introducción ........................................................................................................................................ 1 I. La relación entre administrar justicia y gobernar: cómo crear un Estado ..................................... 3 a. El concepto de justicia .............................................................................................................. 3 b. Los modelos para el Estado provincial .................................................................................... 7 II. Creación, estructura y funcionamiento de un sistema judicial provincial:
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