Vlbltas Lílerarlas

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ESTE NUMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA EL TIEBCPO.—En Madrid: Máxima, 9,8; mínima, 3,2.—^Bn pro­ vincias: Máxima, 19° en Alicante; mínima, —2» ©n T&rnel.—^Tiempo probable en 24 horas: Vientos moderados y tlem^po inseguro.—^Pre­ siones barométricas: Máxima, '702,3; mínima, C99,3. — Vientos: N.-SSW.; fuerza, 2-1.—Ciclo: Nuboso.—^WuTías: I^a OpTuñu, 4; San- ' tander, 7; Bilbao, 6; San Sebastián, S; Burgos, 3; Segovla, 4; Ma­ drid, 0,3; Cueinea, 2; Logroño, 1; Córdoba, 6; Granada, 5; Tetuán, 1. -^ Horas de insolación: 6,45. Año X.—Núm. 2.659 :: Precio: 10 céntimos e! ejemplar. Diario independiente fundado por D. Nicolás M. Urgoiti en 1917 Madrid, viernes 12 de febrero de 192G COMENTARIOS cional en el país; una dictadura —¡Es fantástico! ¡Un alemán, NOTAS ÍNGLE.SAS que hubiera podido asegurarse en pensáonado en España para que 1© una fuerza repubHeána y leal; que VlBlTAS LílERARlAS enseñen Física! ¡Qué grandiosidad de criterio, qué poder de abatir or­ hubiera preparado gradualmente al gullos y chauvinismos! pueblo para la libertad y la demo­ —Los más terribles chauvinis­ ica española cracia; que hubiera descuajado DUNA EDUVlGiS Y ROCKEFELLER ¿Son tristes los. ingleses? mos fueron siempre éstos die la pronto y definitivamente los pode­ La República del 11 do febrero dios es el más grande ejemplo de Costa. Siete llaves al sepulcro de ciencia. En un recicrite artículo, de eses cuerdo que un día en la Universi­ res antiliberales de la nación, co­ Por todo lo anterionnente dicho de 1873 cuenta ya cou unít copio­ eficiencia revolucionaria. También la nonata aventura científica, ^;, Pei'o está usted seguro, don qiie de demasiado tarde cu dema­ dad de Cambridge me explicaba el mo se ha hecho en Rusia, donde ya sobre D. Santiago Ramón y Cajal sa bibliografía, que sigue aumen­ allí ha habido, como hubo en Es­ puede afirmarse de su liberalismo Don Santiago se miró la puata Santiago, que Rockefeller nos ofre­ siado , tarde destila nuestro Julio lector de italiano la gran dificultad no es posible oT zarismo político, ni tando constantemente. Es uno de paña, indiferencia o anarqtiía en el que as el único íntegro de España, de las botas y luego, levaratando ce ese logado para que demos lec­ Camba nacional, figm-a una fr,aso que encontraba para quo sus alum­ los temas de la Historia de Espa­ pueblo; también allí ha habido y el feudalismo económico, ni el des­ porque es el del libsradotr más la vista, la dejó hundirse por La ciones o nos lo regala para darnos de Osear Wilde, característica de nos comprendiesen a Leopardi. ña en el siglo XIX que más emo­ hay rivalidades personales; tam­ potismo eclesiástico. Y. Castelar de­ bien, que el del-liberal. Pero no el lla.nura, a través de un balcón. una sola a nosotros? aquel desdichado irlandés, tan in­ "Les exj>ongo lo que es el pesi­ ciona aún a los románticos del re­ bién allí ha habido guerras civi­ jó que la áictadura se le escapara. del liberaílor-caudillo, el del héroe —¿Y su Instituto? —No le enitiendü. teligente como incomprensivo, quo mismo, y mo arguyen; ÍPero eso es Ramón y Cajal se eaicogió, de publicanismo y que más ha liecho les. Y, no obstante, la, revolución No era-bastante revolucionario. No marcial de una independencia polí­ —Sí, D. Santiago. Usted habrá murió envenenado por su propia absurdo. Eso es cosa del hígado." tica, sino el supremo del sabio hombros con aquel gesto que pre- reflexionar Ji los teorizantes de las sigue en pie, y sea cual sea su ul­ comprendía la técnica de una revo­ quizá visto, ahí a.bajo, en el por­ incapacidad para com.prender la Los ingleses gozan de excelente sa­ griego: un liberalismo de ctiltura. viamadtie vimos mimax a Tor­ revoluciones. Varían las interpre­ terior destino, su huella en la His­ lución. Es relativamente fácil ha­ tal, sobre la tablilla de los anim- vida: "Londres es una ciudad de lud. Son, quizá,, la raza más sana cer lina revolución; lo difícil es Hasta Cajal ge había sentido en nos. Lmiego añactóó un: cios, uno de doña Eduvigis. taciones de aquel acontecimiento toria de Rusia es de las que ya no —¡Pseh! ¡Qué sé yo!—con vilsi- hombres tristes y de niebla, en la de la tierra. Y el que tiene el hí­ consolidarla, como lo prueban el 68 nuestro país muy débilmente esta —¡Ah, sí, doña Eduvigis! s«gún el punto de vista de cada podrán borrarse nunca. - clase de liberidades. España, pue­ Jde tristeza irónica, tai vez con la que nunca se sabe si es la niebla gado en buen estado no suele es­ y el 73 del pasado siglo español. —Doña Eduvigis era, como us­ exégeta. A juicio de linos, fracasó A la luz de los procedimientos blo de inmediateces—^que diría uno del que .íe siente monumento na­ la qUe produce los hombres tristes tar triste. Por eso estimo que la re­ El 11 de febrero, todavía fuente de ted sabe, el único caso nacional de 'a República porque no la quería de la revolución irusa, acaso con­ del ÜS—, tuvo casi siempre sensi­ cional, acreiditado por aiKlorosos o si son los hombres tristes quie­ ciente orientación hacia el deporí^e inspiración romántica, representa proteccionismo privado, de aliento el pueblo español; en opinión do denables según un estricto criterio bilidad pa:ra la autonomía del te- discursos ante autoridaides atóni­ fíartioular a la alta ciencia. Esta nes producen la niebla." quo se viene observando en Espa­ tanibién un ejemplo negativo de lo tas que, ear cuianito pasa el calor- estos, porque fué instaurada dema­ jurídico y moral que juzgue los iTuño y la del ciislo. Al rey, la ha­ buena señora—¿viuda de un india­ Típico ejemplo de ese estilo en ña, lejos do hacer tristes a los es­ quo debe ser un proceso revolucio­ cienda y la vida. A Dios, el honor cilio de la retórica y se les secan siado tarde; en dictameu de aqué­ fenómenos históricos en sí, sin con­ no, de un profesor romántico?—, falsetas que Wilde cultivó—y tan­ pañoles, les aportará el júbilo do por medio del alma. Pero percibir las lágrimas desipiden los aibañüea llos, por las rivalidades de los bom- nario. en un momento de arranque extra­ ciue hoy carecen., Porque, en mi catenarlos en un proceso de efica­ la honra en otra pai-te más delica­ de la obra. Recoordé aíjuei i-efrán tos otros después—. Al señuelo del tres de gobierno. cia., ¿cómo SB nos aparece el mo­ Luis ARAQUISTAIN ordinario, que merecería la mejor estilo el lector cae en el error que opinión, el español es triste. ¡Cosa da que eai esos dos tremendos im­ invcintado por el misario Oajal: oda de los poetas españoles, tuvo mento español de 1873? Como un oculta el fondo de la trampa. Por­ también del hígado! Come dema­ Pero todas ostas -circunstancias, fProhWda la reproducción.) perativos, fué cosa que apenas si "Homenaje en puerta, mein.osprecio al rasigo de desviarse de las áni­ y muchas más que pudieran adu­ monumento de incapacidad revolu­ escasa minoría logró fornmlarse a la vuelta". que, como suele suceder con harta siado, no duermo bastante, y jijieu- mas benditas del Purgatorio y sa con exceso en el éxito del "véei- cirse en contra, suelen darse en cionaria. Las rivalidades persona­ allá para su coleto. —¿Y el otro Instituto, D. San­ aipairtar su modesto dinéritó de la frecuencia en Osear Wilde, el dile­ les eran lo de menos con tal que tiago ? ma quo jolantea en esta frase de iro en vez de laborar en el propio, Cualquier revolución; rara vez un En España faltan —No podía ser, no podía ser tradición secular de las santas mi­ pueblo en masa, ni siquiera una hubiera surgido un hombre bastan­ —¿Cuál? sas que todas las buenas viudas eii'- dos caras reposa sobro una base flaquezas todas que le amarillean' '—^argumentaba D. Santiago—. —El de los norteameiricanos, ©1 mayoría, secunda activamente un te fuerte • para imponerse a todos. cargaban con sus economías en la falsa. Londres no es una ciudad do la sangre con mal aprovechada bi­ ;,UiStad cree que on Cervantes, en de Física. No surgió. Muerto Prim, tal vez el 25.000 escuelas lis. cambio^ de las instituciones ]X)liti- Quevedo, en Fajardo no se adivina —lAh! Eso es un hecho, e)S de- hora crepuscular, tuvo el arranqu!^ hombres tristes. Wilde tenía una ALMERU, 11 (7 t.),—La Socie­ que merecea-ía la mejor marchin •''""•-•" ,i«^;» ;i« „,^t;,„.„i„;„;„^ í,-,_ cas; antes bien asiste, a la, mutación único hombre con inteligencia y cuando quieren decir aquello y Vi,->.a#i','í"u n "¡hecho!" pa^m ellos. -Un fuerte dosis de añtiprejuicios in­ Claro que Inglaterra es rica y dad de obi-ero3 manuales e intelec­ se atreven? Iba la rála... Más tar­ laiunfai de los músicos españolee, con indiferencia o con escepticis- energía para crear y consolidar un tuales, de acuerdo cooi la Casa del "por hacer" para nosoitros. gleses, lo cual no quiere decir pre­ ha ganado, hasta ahora, todos los tíio; a lo sumo con la curiosidad que régimen, nadie sabía lo que hacer Pueblo, ha organizado un ciclo de de fué el destierro y la persecución .—Peiro ¿no es absurdo que nos de fundar una institución para el juicios antiingleses, sino prejuicios partidos que ha jugado en el fron­ progreso de las cienicias laicas y pondría ea cualquier otro espec­ con el Estado que se les había ve­ oonfereiiioias de carácter cultural, política... regalen ¡a nosotros!, cuya Física antagonistas de los prejuicios in- tón de la Historia, mientras Es­ que se inició anoche en el salón tea­ exactas del país.,iOfreciendo al mu­ táculo.

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