SUNRISE EROTISMO: Los VIENTOS SOPLAN DESDE el ORIENTE En el siguiente texto, el autor nos ofrece una mirada del erotismo trabajado en el cine de las últimas décadas. Sus características y principales nombres, así como las nuevas visiones que presenta la actual cinematografía oriental contemporánea al respecto. Isaac León Frías 4 VENTANA INDISCRETA RN°10 RUniversidad de Lima SUNRISE Crimen de romance. VENTANA INDISCRETA RN°10 RUniversidad de Lima 5 SUNRISE ¿Qué hay de nuevo o de diferente y otras blondas luminarias de la Mylène Demongeot, así como en en el abordaje del erotismo en el época de explosión del color. Tam- el frente masculino, Gérard Phili- cine de los últimos tiempos? Tal bién, en el rubro masculino, Mar- pe, forman parte protagónica de la vez menos de lo que cabría esperar lon Brando, Paul Newman, James avanzada liberalizadora en lo que de las pantallas, cuya permisividad Dean. El cuerpo empieza a mos- se refiere al terreno de eros. Italia fue en aumento entre los albores trarse de un modo distinto y en ello no se queda atrás con las célebres de la década de 1960 y los treinta tanto las técnicas interpretativas maggiorate (Sophia Loren, Gina años siguientes. Es verdad que el del Actors Studio como la poten- Lollobrigida, Silvana Mangano, erotismo estuvo siempre presente ciación mediática de la anatomía etcétera) y la puesta en primer tér- de una u otra manera. Algo agaza- femenina asociada al cabello rubio, mino de escotes, piernas, caderas y pado y más bien elusivo durante la principalmente, ponen fuertemen- otras redondeces. Los musculosos vigencia del código Hays en la in- te lo suyo. héroes de los péplums, por su par- dustria norteamericana, aunque en te, resaltan pechos y brazos como En Europa, en esa misma déca- los años cincuenta hay un destape no se había hecho antes. al menos parcial. Lo demuestran da, se cargan las baterías erógenas. Marilyn Monroe, Carroll Baker, Las francesas Martine Carol y lue- No hay que olvidar que fue en las voluptuosas Jayne Mansfield, go Brigitte Bardot, pero también esa década que Louis Malle rom- Mamie Van Doren, Anita Ekberg Françoise Arnoul, Dany Saval, pe el tabú del sexo visto en panta- 6 VENTANA INDISCRETA RN°10 RUniversidad de Lima SUNRISE Azul [Jag är nyfiken ], 1967 y 1968) Atracción fatal ( Fatal attraction , se les acusó de pornógrafos, cuan- 1987), de Adrian Lyne, o Bajos do la pornografía no había sentado instintos ( Basic instinct , 1992), de sus reales y estaba lejos de conver- Paul Verhoeven, tampoco están a la tirse en el emporio que es ahora orden del día. No hay una equiva- alimentando canales de cable y ya prácticamente fuera de las panta- llas grandes (las salas X o XX) en las que se asentó en las décadas de Ahora la pornografía 1970 y 1980. Ahora la pornografía está excluida de los multicines y está excluida de los casi no se ve más en público. Como multicines y casi no que encuentra su razón de ser en estos tiempos en los espacios pri- se ve más en público. vados y ya no más en salas de vi- sión compartida. Como que encuentra En el cine norteamericano más su razón de ser en reciente el erotismo ha perdido in- tensidad, pues en la comedia esca- estos tiempos en los tológica resulta incluso marginal como tal, a pesar de que en ella las espacios privados y apelaciones verbales o el punto de partida de muchas escenas abun- ya no más en salas de de en referencias amatorias. En las mismas historias de amor no visión compartida. se suele mostrarlo como hace un tiempo hacían Reto al destino ( An officer and a gentleman , 1982), de lente de la turbadora Sharon Stone Taylor Hackford, o Mujer bonita en los tiempos que corren, como (Pretty woman , 1990), de Gerry tampoco hay una Laura Antonelli Marshall, y los psicothrillers como en el cine italiano. En todo caso, el El silencio. lla en Los amantes ( Les amants , 1958) con la escena del acto que in- terpretan Jeanne Moreau y Jean- Marc Bory. Es cierto que, en buena medida, la escena se concentra en el primer plano de la Moreau, con Bory fuera de campo, pero el cine de la industria no había llegado a tanto en ninguna parte. De allí en adelante no hubo pun- to de retorno. La industria se fue liberalizando progresivamente, las nuevas olas y el cine de autor pu- sieron lo suyo. Al Ingmar Bergman de El silencio ( Tystnaden , 1963) y a su compatriota Vilgot Sjöman (por Blissfully Yours. la dupla Yo soy curiosa. Amarillo - VENTANA INDISCRETA RN°10 RUniversidad de Lima 7 SUNRISE netra compulsivamente a su parte- naire desvanecida. A propósito de Sion Sono, en Love exposure ( Ai no mukidashi , 2008), un muchacho se especializa en lograr rapidísimas panty shots , tomas fotográficas por debajo de las faldas de chicas que caminan por las calles, en una versión de trazos deportivos del impulso voyerista. De cualquier modo, y pese a la variedad en el abordaje erótico que incluye las prácticas de iniciación de Primavera, verano, otoño, in- vierno… y otra vez primavera , del coreano Kim Ki-duk, el ero- tismo se asocia mayormente en el cine oriental a ambientes turbios o EL CINE DE AUTOR El sabor de la sandía. CONTEMPORÁNEO No existe una única manera erotismo más cargado tiende a aso- vedosas a las representaciones de ciarse a historias de auscultación u la sexualidad, como en La comedia de ver y apreciar el cine. Aquí observación de conductas obsesi- de Dios ( A comedia de Deus , 1995), se presenta otra aproxima- vas o maniáticas como en Deseos una de las más originales aporta- ción, en la que se señala que culpables ( Shame , 2011) de Steve ciones a las inclinaciones fetichis- el erotismo en el cine de au- tas y al sexo “contranatura”, pero tor contemporáneo más bien sin la carga culposa de Deseos cul- está en fuga. El sabor de la sandía pables y, más bien, con esa extraña indolencia con la que Monteiro ob- Óscar Contreras es un insólito musical serva a sus personajes. (la única de las cintas Sin embargo, donde se ha aso- mado un filón distinto es en la pro- Para Mario Vargas Llosa el erotismo nombradas ajena a ducción oriental y no en las exploi- es “[…] la desanimalización del amor tation movies , sino en los predios físico, su conversión, a lo largo del escenarios decrépitos) del cine de autor por los que transi- tiempo y gracias al progreso de la li- y de notoria simbolo- tan diversas vertientes de esas ci- !"#$%& '& ($& )*\,!*-)$& %!& ($& -,(#,"$& nematografías con escaso pasado en la vida privada, de mera satisfac- gía genital en el que, a internacional. En ella el erotismo ción de una pulsión instintiva en un puede tener un carácter placente- quehacer creativo y compartido que prolonga y sublima el placer físico, contrapelo de un tono ro y distendido, como en Blissfully rodeándolo de una puesta en escena y yours ( Sud sanaeha , 2002), del ,*./&"![*$1)!*#./&2,!&(.&-.*3)!"#!*& ligero y despreocupado, tailandés Apichatpong Weerase- en obra de arte […]”. thakul; asociarse a la violencia cri- se vislumbra un erotis- minal, como en Crimen de roman- Si el erotismo es civilización y goce; mo promiscuo. ce ( Koi no tsumi , 2011), del japonés y si los factores constantes del cine de Sion Sono; o revestirse de acentua- autor contemporáneo son la desdra- ciones necrofílicas, como en El sa- matización, la indolencia, la suspen- McQueen. Algunos autores euro- bor de la sandía ( Tian bian yi duo sión del tiempo, los seres primarios peos, como el portugués João Cé- yun , 2005), del malayo-taiwanés y atávicos, el minimalismo, entre sar Monteiro, han ofrecido, por su Tsai Ming-liang, en la escena, por parte, entradas relativamente no- ejemplo, en que el actor porno pe- 8 VENTANA INDISCRETA RN°10 RUniversidad de Lima SUNRISE cargados, a solicitaciones sadoma- Brillante Mendoza; Happy Toge- de modos distintos, pero con mu- soquistas, a exploraciones lleva- ther ( Chun gwong cha sit , 1997), cho en común, han sido tratadas das al límite. No olvidarse de ese del hongkonés Wong Kar-wai; y de en años recientes por el francés ya lejano antecedente (desde 1976 modo especial algunos títulos del Jacques Nolot, en La chatte à deux han pasado 37 años) que fue El malayo-taiwanés Tsai Ming-liang, têtes (2002), y el mexicano Julián imperio de los sentidos , de Nagisa tales como Adiós, Dragon Inn ( Bu Hernández en Rabioso sol, rabioso Oshima. En la producción de los san , 2003), El sabor de la sandía cielo (2009), concentrados ambos últimos años se potencia una at- y No puedo dormir solo ( Hei yan en las pulsiones del deseo homo- mósfera erógena turbadora, como quan , 2006). sexual. si se tratara de “humedales” en los En Adiós, Dragon Inn , una vie- El sabor de la sandía es un in- que la transpiración de los cuer- ja sala de cine ofrece su última sólito musical (la única de las cin- pos y el calor que se advierte en el proyección, una película de ar- tas nombradas ajena a escenarios aire, sobre todo de interiores, en tes marciales del legendario King decrépitos) y de notoria simbología lugares casi siempre deteriorados Hu. La épica del relato no impide genital en el que, a contrapelo de o empobrecidos, aporta una de las que deambulen lentamente por un tono ligero y despreocupado, notas más inquietantes en algunos los pasillos y rincones de la sala se vislumbra un erotismo promis- filmes. Entre ellos se pueden citar individuos que buscan encuentros cuo. Por su parte, No puedo dormir El masajista (2005), del filipino sexuales rápidos, en escenas que, solo , la más intimista de las tres, otros.
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