-...LOS LIBROS DI: ESTAMOS EN EL AIRE 18 TEMAS DE LA CAFEDRA DE RADIO OSWALDO YEPES COLECC1ON QUIRON r Estamos en el aire 18 temas de la Catedra de Radio Oswaldo Yepes CRTEORA OE 110010 EL NAlCoki Estamos en el aire 18 temas de la C.titedra de Radio Oswald° Yepes 2002 X Isbn 980-388-040-3 Colecci6n Ares N° 43 X Disefio de colecciOn y portada: Analiesse Ibarra Arte final: Ediplus producciOn C.A. Fotolito de portada: OriOn Impresion: Publicidad Grafica Leon X Editorial CEC.SA libros»el-nacional.com http://www.el-naci-onal.com Apartado Postal 209, Caracas 1010-A Venezuela A Carmen Romero, quien colaborti como coordinadora de la Catedra de Radio, y a Lidia Rebrij, encargada de la seleccion y redaccion original de las charlas. Ademtis, un agradecimiento especial a todos los panelistas quierzes con tanto casino han prestigiado con su presencia los diferentes ciclos de esta ccitedra. Oswaldo Yepes - PROLOG() ZQUE DIJO LA RADIO? En 1926 nace en Venezuela AYRE, una emisora gomera y co- mienza la radio en Venezuela. El doctor Arturo Uslar Pietri dijo en una oportunidad que en aquel entonces eran "los conciertos de serrucho" las intervenciones musicales que despertaban la mayor atenciOn de los caraquerios. Muy pocos pensaban que aquella "caja que habla" se converti- ria en el instrumento de transformaciOn politica, econ6mica y so- cial mas formidable que habia conocido el pals. Mariano PicOn Salas afirmaba que "Venezuela se incorporO al Siglo XX a la muer- te del General Juan Vicente Gomez", pero humildemente difiero de ese momento de la cultura nacional y creo que el Siglo XX para nosotros llega con la radio aunque fue despues de la muerte de GOmez cuando comenzamos a disfrutarlo plenamente. El diez de diciembre de 1930 apareciO en la primera pagina de El Herald° de Caracas una nota que consolidO el matrimonio de pueblo y radio para siempre. La noticia decia textualmente "El Heraldo por radio, la estaciOn IBC de la Broadcasting Caracas perifoneara mailana en primer programa, el cual esperan con ver- dadera ansiedad nuestros aficionados a la radio. Dicha estaciOn, a manera de ensayos, ha prestado ya importantes servicios, los cua- les demuestran la eficiencia de su instalaciOn y la competencia de su Director Edgar J. Anzola". "La Broadcasting Caracas ha celebrado con nuestro diario un convenio para perifonear las noticias de El HeraIdo, cuyas infor- maciones obtendran de este modo una difusiOn mucho mas am- plia en todo el territorio de la Republica". 5 Desde entonces comenze) una nueva era en Venezuela. LQue dijo la radio? fue la frase que se popularize) en todo el pals. La noticia radiodifundida se convirti6 en el pan de cada dia y nadie discutia la veracidad de lo que decia la radio. Desde 1930, la palabra de la radio era sagrada en Venezuela. La palabra de la radio estremeci6 a Venezuela cuando la noche del 17 de diciembre de 1935, una estaciem norteamericana muy famosa que se escuchaba en Caracas: la W2KAF Schenectady, 31, 48 metros 3530 kilociclos y cuya programaciem aparecia todos los dia en el diario La Esfera y a eso de las once y cuarenta y cinco de aquel martes 17 de diciembre de 1935 estaba transmitiendo un concierto de la orquesta de Leonard Keller, con una canciem de moda aquel aho, "Beguin the Beguine -, de Cole Porter. Bing Cros- by estaba cantando el "Beguin" cuando de pronto dieron la noti- cia: el General Juan Vicente Gennez, Presidente de Venezuela ha- bia muerto en la ciudad de Maracay. zQue dijo la radio? Preguntaba la gente en voz baja. Aguella frase cambi6 al pals y ha estado presente siempre en los momentos estela- res venezolanos desde la segunda mitad del Siglo XX hasta hoy. zQue dijo la radio? estremeci6 al pals el 18 de octubre de 1945, cuando fue derrocado el Presidente Medina y la misma pregunta volvi6 a sacudir a Venezuela al ser destronado ROmulo Gallegos el 24 de noviembre de 1950. Ocho ahos mas tarde repiti6 la misma pregunta toda Venezuela cuando e2 General Marcos Perez Jime- nez se fue el 23 de enero. zQue dijo la radio? Se convirti6 en escuela de formaciOn civica cuando la Constituyente de 1947. Todos los debates eran transmi- tidos por radio y la nueva generaciOn se hizo sentir. Un gran analista politico, Rodolfo Jose Cardenas, recuerda en su libro Copei en la Constituyente lo siguiente: "La Constituyente de 1947 se convirti6 en algo mas todavia: fue el foro de las ideas vene- zolanas que hasta entonces habian estado aprisionadas, en mani- fiestos y cenaculos, ya que en los mitines y asambleas populares, las ideas estan siempre reducidas y superadas por las emociones y las pasiones. La Constituyente fue el agora nacional donde se ventila- ron las inquietudes espirituales, materiales, morales, politicas, cul- turales, sociales, econOmicas y de todo orden, con la participaciOn de la mayor audiencia nacionaljamcis reunida, dado que todo el pals se convirtio en oyente mediante la radiodifusion de las sesiones". 6 Esta libro es un testimonio excepcional de la vida venezolana, con defectos y virtudes. Oswaldo Yepes y su catedra de radio si- guen cumpliendo con el objetivo cultural bien claro que se han trazado. Son seis anos de trabajo silencioso de Oswaldo y su gente. Es asi como se gana la historia y no con la falsa publicidad que pretende algunas veces convertir la ficciOn en realidad. La historia de Cecilia Martinez, en el primer capitulo, es por ejemplo una de las cosas mas hermosas que he leido. El encuentro con Carlos Gar- de] forma parte de una gran narraciOn, especialmente cuando "el morocho del abasto" le dice a Cecilia: "Si yo fuera su marido, ja- mas la hubiera dejado bailar conmigo..." Asi son las cosas. Oscar Yanes 7 PARTE I Protagonistas de ayer y de hoy CECILIA MARTfNEZ La muchacha de la pelicula Cecilia Martinez es una de las primeras mujeres que &abaft)", hace ya 75 altos, en Ayre, la primera estacion de radio en Venezuela, y fue una de las pioneras de la radiodifusion entre 1930 y el 1935, en la Broadcas- ting Caracas. Fue cantante y actriz, protagonista tam- bien de la primera radionovela, El misterio de los ojos escarlata, diiigida por Alfredo Cortina, junto a Edgar Anzola y a Luis Alfonso Larrain. Cecilia se ha mantenido vigente porque es una mu- jer de gran espiritu, que incursiono no solo en la radio sino tambien en la television, en programas de concursos como Monte su caucho, donde se hizo mucho mcis famosa de lo que ya era. Todo el mundo recuerda cuando el profesar Negron, que era el animador, decia: "Cecilia, acucinto tiene el pote?", refiriendose al acumulado, y comp le hacian bromas por eso. Junto a Cesar Pinto hizo en cadena nacional un programa radial llamado Nues- tra tierra, orientado al campesinado, para la siembra, el cultivoy la gana- deria. Entre muchas otras cosas, Cecilia trabajo en Toda una mujer y ha sido tambien profesara de la Ceitedra de Radio desde sus inicios. Es una gran colaboradara del Museo de la Radio y miembro de "El Salon de la Fama". Como actriz y locutora aerie una trayectoria de aproximadamente setenta aiios en la locucion. Para los que no me conozcan, me llamo Cecilia Martinez. Estu- ve en la radio desde 1931 y durante treinta atios seguidos en la televisiOn. Naci el 24 de noviembre de 1913 y empece muy joven 11 en la radio. Yo se que la gente se pregunta c6mo en aquella epoca una muchacha huerfana de madre con un papa tan estricto como el mio, pudo llegar a trabajar en el medio radial. Mi padre se Ha- maba Alberto Martinez Revel-On, era primo hermano del pintor Armando Rever6n y de Leoncio Martinez, el duetio del estupendo periOdico Fantoches, y quiz& el mejor critico y caricaturista que haya tenido este pals. Vivia preso porque era enemigo de la dictadura de Juan Vicente G6mez, tanto, que cuando le preguntaban "zPro- fesion?", al respondia: "Preso politico". Y efectivamente, eso era el, un constante y eterno preso politico. Pero volviendo a ml padre, el nos cuidaba mucho a mi hermana y a ml, nos complacia en todo, pero era muy estricto; por eso las probabilidades de trabajar en la radio eran casi inexistentes. La radio, en la epoca en la que yo estuve, era una gran familia, mejor dicho, una familiapequena. En aquel entonces en Venezue- la habia muy poca comunicaciOn con el exterior, casi ninguna, y con el interior ni se diga. Los Andes y Caracas eran dos paises dis- tintos; Maracaibo y Caracas, tambien. Cuando uno queria ir a Ma- racaibo, por ejemplo, habia que sacar pasaporte, se tomaba un barco en La Guaira que iba hasta Curazao, y como esos barcos eran generalmente cargueros, no sabiamos si se quedaba uno o dos dias en Curazao, y recien entonces se iba a Maracaibo. Para ir a Ciudad Bolivar, teniamos que sacar pasaporte ingles, porque habia que ir antes a Trinidad. Si caian dos gotas de Iluvia, todo se llenaba de agua, se expandia hasta los Ilanos y generalmente habia acci- dentes sumamente graves en la quebrada de Carora. Eso era Vene- zuela. Caracas era un ente totalmente aparte del interior del pais y la comunicaciOn con el exterior tambien era casi nula. Natural- mente, cuando el radio -como le decian- Ile& a Venezuela, resul- t6 ser una cosa lantasmagOrica", mientras que en Nueva York, en cambio, era algo atractivisimo, la gente daba cualquier cosa por tener un radio. En 1931 se inaugur6 en Caracas la emisora Ayre, que dun!, esca- samente ailo y medio.