ambienta Junio 2002 LaLa NaturalezaNaturaleza enen laslas artesartes Gaudí y la arquitectura orgánica LLaa mmejorejor mmaestraaestra ■ El dragón del Park Güell es el soporte de una fuente y representa al guardián de las aguas subterráneas. Foto: Xavier Gómez Roig. Cover. 41 ambienta Junio 2002 LaLa NaturalezaNaturaleza enen laslas artesartes ■ Pasear por el Park Güell y recorrer sus innumerables recovecos ayuda a penetrar en el mundo imaginativo de Gaudí. Foto: J. Caballero. a Texto: M del Mar Merino A ntonio Gaudí supo observar y apren- der del entorno natural que le rodea- ba. Los árboles y el mar Mediterráneo, las montañas, las flores y los animales Durante este año 2002, se celebra el Año fueron una importante fuente de ins- piración tanto en la decoración como Internacional Gaudí, al conmemorarse el 150 en las estructuras de sus edificios. Las referencias botánicas y animales que aniversario del nacimiento del genial arquitecto. pueblan sus obras forman parte de un Exposiciones, conferencias, congresos, rutas “crescendo” creativo que culminará con sus trabajos de madurez —La Ca- turísticas por los emblemáticos espacios sa Batlló, la Casa Milá, La Cripta de la gaudinianos..., una excelente oportunidad para Colonia Güell, la Sagrada Familia...—, en los que consiguió una identificación disfrutar de su excepcional legado arquitectónico. perfecta entre arquitectura y naturale- za. Alejado de los postulados histori- Es un medio para conocer mejor a este artista cistas y eclécticos de sus primeros original y único que traspasó los límites del años, Gaudí se adelantó a su tiempo al conseguir una verdadera arquitec- Modernismo con una obra mucho más expresiva tura orgánica. Como él mismo afirma- ba, “todo sale del gran libro de la Na- y simbólica, inspirada directamente en los turaleza, esta naturaleza que siempre elementos de la Naturaleza. es mi maestra”. 42 ambienta Junio 2002 LaLa NaturalezaNaturaleza enen laslas artesartes EL LEGADO DE GAUDI entro de las actividades programadas con motivo del Año Internacional Gaudí, el Ayuntamiento de Barcelona ha organizado una serie de rutas arquitectónicas por la ciudad y sus alrededores para conocer el legado de este genial artista. Hay una serie Dde visitas excepcionales: las casas Vicens, Calvet, Batlló y Bellesguard y el Colegio de las Teresianas abren sus puertas al públi- co por primera vez y sólo durante el año Gaudí. La ruta incluye un paseo por las azoteas más famosas creadas por la imaginación desbordante del arquitecto: las del Palau Güell y la Casa Batlló, con sus mágicas chimeneas cubiertas de trencadís multicolor o el tejado practicable de la Casa Milá (1906- 1910), jardín de piedra repleto de chimeneas y elementos de ventilación convertidos en formas dinámicas y fantasmagóricas. Las líneas ondu- lantes de su fachada, que ha sido comparada con una inmensa formación geológica o con el suave oleaje del Mediterráneo, tienen continuación en su interior, repleto de detalles aún más sorprendentes. Paredes curvas, cielos rasos sinuosos, molduras y pavimentos con motivos vegetales y acuáticos..., todo un universo orgánico diseñado íntegramente por Gaudí en una obra de arquitectura total, donde no existe la línea recta. Por primera vez el visitante podrá acceder al interior de la Casa Batlló (1904-1907), conocida desde siempre por los catalanes como la Casa de los Huesos, por las columnas de piedra curvilíneas en forma de fémur que jalonan las ventanas exteriores. Pero si sor- prendente es su fachada, con columnas inferiores que semejan los pies de un elefante, inquietantes balcones en formas de máscaras y una azotea de cerámica vidriada que recuerda la cola de un dragón mitológico, los espacios interiores nos fascinarán. El tratamiento de la luz, las formas sinuosas, los suaves colores y todos los detalles del diseño: barandillas, puertas ventanas, tiradores, que nos sumer- gen en un sueño o en la atmósfera de un cuento infantil. Estamos ante el mejor trabajo de interiorismo de Gaudí materializado en el piso principal -ahora visitable- . Llama la atención la ebanistería y los famosos muebles orgánicos o los techos sinuosos del comedor, que forman un audaz remolino terminado en una lámpara y que da la sensación de que lo estuviésemos viendo desde el interior del agua. LAS APORTACIONES DE GAUDÍ Cuenta Joan Bassegoda Nonell, di- rector de la Cátedra Gaudí de Barce- El sistema constructivo de Gaudí se lona, que el maestro aprendió a amar basaba en una sencilla observación la naturaleza desde su infancia. Naci- del entorno natural en el que en- do en 1852 en Reus (Tarragona), en contraba estructuras funcionalmente el seno de una familia de artesanos perfectas y formas decorativas de caldereros, sufrió desde niño fiebre gran belleza estética. Concluyó que reumática, pasando largas tempora- Los árboles, las las geometrías de la naturaleza se das en una pequeña casa de campo basaban en muchos casos en su- de la cercana Riudoms. Esta situación montañas, las perficies torcidas, es decir, curvas le permitía pasar horas contemplan- en el espacio pero compuestas de do las formas naturales bajo la luz del flores, los líneas rectas que se pueden en- paisaje del campo de Tarragona: el contrar con gran frecuencia en las Mediterráneo, las montañas, los bos- animales y el mar plantas, los seres vivos y en las ques y las extensas llanuras tarraco- montañas. Por supuesto, todas nenses. Gaudí aprendió a contemplar Mediterráneo, esas formas naturales eran policro- la naturaleza sin prejuicios, de una for- fueron madas, de colores brillantes y va- ma “ingenua y al mismo tiempo inte- riados. En la Casa Batlló y en La Pe- ligente”. importantes drera no existe la línea recta, como en la naturaleza. En la Sagrada Fa- Basándose en la teoría de la geome- fuentes de milia la nave central se sostiene so- tría reglada, su gran aportación arqui- bre estructuras arborescentes ya tectónica, definió cuatro superficies inspiración para que Gaudí solía comparar las co- distintas —helicoide, hiperboloide, co- lumnas con los árboles y los capi- noide y paraboloide hiperbólico—, to- Gaudí teles con hojas. En La Pedrera, uno das ellas extraídas de la naturaleza y de sus edificios más orgánicos, qui- trasladadas por el genio de Gaudí a la so convencer a los residentes pa- arquitectura. ra que llenaran los balcones de plantas enredaderas, que dieran la Bassegoda Nonell explica que el heli- sensación de un edificio vivo, inte- coide es la forma del tronco del euca- grado por partes independientes y lipto y Gaudí lo utilizó en las columnas palpitantes: un organismo. torsas del Colegio Teresiano. El hiper- 43 ambienta Junio 2002 LaLa NaturalezaNaturaleza enen laslas artesartes arquitectura y le permitían lograr for- mas equilibradas muy parecidas a las que brinda la Naturaleza. En cierta oca- sión se le preguntó cuál era su tratado de arquitectura favorito y mirando ha- cia la ventana de su taller respondió: “ Ese árbol que crece ahí fuera, ése es mi mejor libro de arquitectura”. LOS COLORES DE LA VIDA Para Antonio Gaudí, la ornamentación tanto en la arquitectura como en el di- seño era pieza clave en el proceso cre- ativo. Afirmaba que el color es la se- ñal de la vida, por eso toda su arqui- tectura es íntegramente cromática. Sus 14 trabajos más significativos –la ma- yor parte levantados en Barcelona– ponen de manifiesto que al innovador lenguaje constructivo añadió una au- daz imaginación plástica, un universo decorativo riquísimo y complejo, re- pleto de simbología en sus más míni- mos detalles. Para decorar sus edifi- cios Gaudí exploró al máximo las téc- nicas tradicionales: los trabajos de forja, el uso del ladrillo, los revesti- mientos cerámicos, la ebanistería... El original uso de estas técnicas ances- trales es lo que otorga a las obras de Gaudí su especial dimensión plástica. Ese lenguaje gaudiniano que rebosa color, texturas, formas ondulantes y constantes referencias al mundo ve- getal y animal. Gaudí fue además un ecologista: reci- claba azulejos, trozos de cerámica, va- jillas, vidrio, etc, con los que recubría luego sus edificios. Así implantó uno de sus sistemas decorativos más inte- resantes, el trencadís, hoy convertido en bandera y símbolo del Modernismo. Son innumerables las ocasiones en que Gaudí incorporó elementos vegetales en sus edificios y proyectos. En la Ca- ■ El Park Güell expresa magníficamente la boloide es la forma del fémur y Gaudí sa Vicens (1883-1888), obra primeriza original percepción que tenía el maestro lo usó en las columnas de la Sagrada de estilo orientalizante, utilizó por pri- de la naturaleza y su voluntad de Familia. El paraboloide hiperbólico es mera vez los girasoles cerámicos co- expresarla en arquitectura. la forma que adoptan los tendones en- mo elemento decorativo. Mucho se ha Foto: J. Caballero. tre los dedos de una mano y el maes- hablado del especial significado que tro lo introdujo por primera vez en la tenía esta planta para el arquitecto historia en las bóvedas de la Cripta de —símbolo del alma— que volvió a apli- la Colonia Güell. Combinaba sabia- carla en el Capricho de Comillas (San- mente su dominio de la geometría y los tander), palacete cántabro en el que cálculos matemáticos con métodos in- todas sus paredes exteriores aparecen tuitivos y elementales que aplicó a su cubiertas con este motivo. 44 ambienta Junio 2002 LaLa NaturalezaNaturaleza enen laslas artesartes LA CRIPTA DE LA IGLESIA DE LA COLONIA GÜELL or estar situada en las afueras de la ciudad, concretamente en Santa Coloma de Cervelló, la cripta de la inacabada iglesia de la Colonia Güell (1898-1917) es Puna de las obras del genial arquitecto menos visitadas, cuando en realidad se trata de un monumento mundial, el trabajo favorito de Gaudí y uno de los más tras- cendentales de toda su arquitectura. En la Cripta materializó sus experimentos estruc- turales que luego aplicaría en la construcción de la Sagrada Familia.
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