1 Tesis de Doctorado La construcción de comunidades políticas en el Río de la Plata. Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero entre 1810 – 1838. Pablo Sebastián Iramain 2010 Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Universidad Nacional de La Plata Doctorado en Historia Directora: Cristina López Codirectora: Silvia Mallo 2 Índice Índice………………………………………………………………………………Página 2 Introducción………………………………………………………..……………...Página 4 CAPITULO I. CUESTIONES METODOLÓGICAS. EL ANÁLISIS DE REDES SOCIALES. 1.1- Redes sociales. Categoría de análisis, enfoque teórico y procedimiento metodológico…………………………………………………..………….página 14 1.2- Las redes sociales en la historiografía argentina………………..Página 29 CAPITULO II: DISTINTAS FORMAS DE PENSAR LA COMUNIDAD POLITICA. 2.1 Ciudades, Provincias, Estados. La nueva historia política…...….Pagina 49 2.2 Región, provincia – ciudad, nación. La historia tradicional……..Página 66 CAPÍTULO III. GRUPOS DE PODER Y ESPACIOS INSTITUCIONALES. EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN Y LA GUERRA 3.1 La Sala Capitular. San Miguel de Tucumán, San Fernando del Valle de Catamarca y Santiago del Estero……….………………………………Página 94 3.2 – Creación de nuevas instituciones. La Junta Subalterna y el Tribunal de Concordia……………………….………………………………………...página 115 3.3 - Los Tenientes Gobernadores. La relación entre elite local y agentes del poder central…………………………………………….…………...página 129 CAPITULO IV. EL SURGIMIENTO DE COMUNIDADES POLÍTICAS AUTONOMAS. REDES SOCIALES, JERARQUÍAS Y PODER. 3 4.1 “Los resortes de las relaciones de la sociedad, de la amistad y de la sangre”. Factores de poder e inestabilidad. Tucumán en el inicio de los años veinte……………………………………………………………….…….Página 151 4.2 – Santiago del Estero y su autonomía provincial…………….…Página 198 4.3 – Catamarca, división y enfrentamiento. “Motivos de congruencia para la unión y razones políticas”…………………..…………………………. página 226 CAPITULO V. REDES SOCIALES Y LA ARTICULACIÓN DEL ESPACIO. Alejandro Heredia y la anexión de los departamentos del oeste catamarqueño 5.1 Tucumán después de la República. Gregorio Aráoz de Lamadrid: amistad, familia y afinidades políticas en la construcción de una red………………………………………………………………………...Página 247 5.2- Alejandro Heredia. Retórica sobre la comunidad política y prácticas para su estabilidad……………………………………………………………Página 274 5.3 - Redes sociales y la articulación del espacio. Anexión de Heredia de los departamentos catamarqueños………………………………………Página 304 Bibliografía…………..………………………………………………………… página 352 Repositorio documental…….………………………………………..……….Página 360 4 Introducción El presente trabajo representa la última etapa de un recorrido que comenzó hace tiempo, y que contó con el apoyo de profesionales, compañeros y amigos, a los cuales estoy y estaré eternamente agradecido. El comienzo del trabajo estuvo marcado por la delimitación del tema y problema a seguir, referido a construcción de comunidades políticas y su complejo proceso histórico desde los años revolucionarios hasta la década del treinta. La investigación parte de algunos supuestos historiográficos para indagar ciertos temas no contemplados aún, o poco desarrollados. La propuesta de dar cuenta del modo en que se constituyeron las comunidades políticas en la provincia de Tucumán creada por el Director en 1814 se vio reforzada por la introducción de una perspectiva de redes sociales y una metodología de trabajo que permite una utilización diferente de los datos, y el arribo a nuevas conclusiones. La producción historiográfica precedente se detuvo en el tema analizando el período de la revolución, la dislocación del poder central, la anarquía y la lucha entre unitarios y federales. Recientemente los trabajos sumaron mayor complejidad a los análisis históricos de este período. Las preguntas que motivaron esta tesis, por otro lado, giraron en torno a ¿qué utilidad tienen las redes sociales para el tratamiento de procesos políticos?, ¿en qué medida la observación de los actores y sus relaciones pueden arrojar conclusiones sobre la construcción de comunidades políticas?, ¿el análisis de redes sociales permite contemplar la realidad de tres localidades como Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca? Una vez producida la desarticulación de la monarquía española, y el posterior proceso revolucionario que desembocó en la Independencia, los actores y grupos 5 políticos presentes en la colonia tuvieron que abocarse a la tarea de construir una nueva realidad. Los cambios operados en la capital del Virreinato pusieron a Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca en la difícil situación de decidir sobre el apoyo o rechazo a las innovaciones ocurridas. La inclinación hacia la primera opción incorporó a las jurisdicciones al proceso revolucionario que implicó la definición de instituciones, prácticas y principios sobre los cuales asentar la nueva realidad política, aunque también la movilización de todo tipo de recursos para la guerra. Esa realidad colocó en el centro de la cuestión a los actores que transitaron la revolución, y planteó la pregunta sobre el modo de observar a dichos actores, el cómo y el porqué. Partiendo del hecho que el cambio de paradigma impuso una nueva legitimidad política y prácticas electorales, contrapuestas con el derecho absoluto y la obediencia de los súbditos hacia el monarca, la cuestión fue descubrir cómo los revolucionarios porteños buscaron el apoyo de las elites locales del interior del Virreinato. Aunque en el caso de la provincia de Tucumán la adhesión local a la revolución quedó garantizada por el reconocimiento de una jerarquía social que favorecía a las elites locales, el desarrollo de los acontecimientos parece demostrar que la instalación de la revolución no estuvo exenta de problemas. Los requerimientos de la guerra, los intereses de los agentes centrales y su actuación en la zona, el reordenamiento administrativo operado en la jurisdicción, son algunos elementos que dan indicios sobre la complejidad del asunto. Así, la caída del directorio en 1819 dejó a los pueblos del ex virreinato en libertad de acción y representó el fracaso de la revolución en el objetivo de crear una nueva comunidad política. Una vez desarticulado el poder central desde Tucumán se 6 intentó mantener unida a la provincia creada por el Director en 1814, pero la experiencia resultó en fracaso debido a la dinámica política vivida en las jurisdicciones que las contenían. A posteriori, las antiguas provincias virreinales comenzaron a separarse y a dar vida a espacios administrativos más pequeños. Santiago del Estero primero, y Catamarca después, se separaron de la de Tucumán. ¿Qué recurso fue utilizado para concretar dichos proyectos? En tales instancias parecen destacarse las relaciones personales y las cadenas de mandos. A pesar de ello, los grupos locales no pudieron estabilizar los nuevos gobiernos ni las comunidades políticas surgidas luego de la caída de la República del Tucumán, comenzando de esta manera un período de luchas internas que reveló la falta de consenso en el interior de las elites locales y de articulación con el resto de la región. El análisis de redes también permite comprender la dispar realidad que mostraban las tres localidades en los años veinte. Los santiagueños habían conseguido su autonomía como expresión de rechazo a las “constantes y perjudiciales injerencias” de las autoridades tucumanas. Esto dejó una nueva duda: ¿por qué la elite santiagueña pareció haber conseguido su estabilidad en el ejercicio del poder tan rápidamente?, ¿qué tuvo que ver la figura de Felipe Ibarra? En una experiencia diferente, Catamarca experimentó el desorden poco tiempo después de conseguir el gobierno propio. No solo la elite tuvo problemas para estabilizarse, sino que también soportó las constantes intromisiones de tucumanos y santiagueños en sus asuntos. Tampoco Tucumán escapó de los disturbios, ya que el colapso de la República fue seguido por la lucha entre dos facciones claramente definidas. Fue llamativo descubrir que las luchas en el interior de cada 7 comunidad se mezclaban con intereses externos a ella, tal fue así que los grupos o facciones buscaban apoyo de personas y grupos ubicados fuera de los límites provinciales. ¿es posible entender a esa búsqueda como una limitación de los actores para construir por sí mismos una comunidad política? En todo caso, resaltaba la necesidad de consensuar con otros actores una estabilidad difícil de conseguir apelando a distintas alianzas políticas. También el contexto “nacional” sumó mayor complejidad a los acontecimientos. A mediado de los años veinte la política rioplatense parecía encaminarse hacia una definitiva organización política. La concreción del Congreso en 1824 y la creación de una presidencia parecieron ser indicios de un consenso político, aunque las diferencias pronto terminaron por demostrar lo contrario. En el marco de una lucha entre quienes apoyaban al gobierno de Rivadavia y quienes se sumaron a los gobernadores de Córdoba, La Rioja y Santa Fe, en Tucumán se concretó un nuevo gobierno que tomó partido en esa lucha. El general Gregorio Aráoz Lamadrid pudo articular acciones con sus pares de Salta, Catamarca, Jujuy, entre otros, para hacer frente a los gobernadores federales. Más allá del resultado, lo que interesa ver es la manera en que unos y otros grupos se conformaron y actuaron para conseguir sus objetivos. Los grupos de poder parecieron encontrar un relativo orden recién en los años treinta con la intervención de Facundo Quiroga, quien se asoció al gobernador santiagueño para eliminar a los “unitarios” que operaban en Catamarca
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