[:es]Mujer: flor para amar, estrella para mirar, coraza para resistir[:] [:es][:es] Tomado de: Periódico Granma || «ELLA TIENE UN TALENTO FANTÁSTICO PARA EL AJEDREZ PERO, DESPUÉS DE TODO, ES UNA MUJER. NINGUNA MUJER PUEDE SOSTENER UNA BATALLA PROLONGADA». ASÍ EXPRESÓ SOBRE LA GRAN MAESTRA (GM) HÚNGARA, JUDIT POLGAR, EL GM GARRY KASPAROV A PRINCIPIOS DE ESTE SIGLO. Fidel abraza a Mireya Luis, capitana del equipo Cuba, al regreso de la delegación de los Juegos de Sidney 2000, donde el voli (f) ganó su tercera presea de oro olímpica consecutiva. A la derecha, el saltador Iván Pedroso, y detrás el boxeador Félix Savón. Foto: Jorge Luis González No es que falte a la mujer capacidad alguna de las que posee el hombre, sino que su naturaleza fina y sensible le señala quehaceres más difíciles y superiores. José Martí «Ella tiene un talento fantástico para el ajedrez pero, después de todo, es una mujer. Ninguna mujer puede sostener una batalla prolongada». Así expresó sobre la Gran Maestra (GM) húngara, Judit Polgar, el GM Garry Kasparov a principios de este siglo. Tiempo después, el ruso (nacionalizado croata en el 2014) campeón mundial desde 1985 al 2000, cedía ante la Polgar en el match de «Rusia contra el resto del mundo» del 2002, y por primera ocasión en su carrera rendía su rey ante una dama. Mejor lección frente a la ira del derrotado, ni mandada a buscar. La titular nacional de su país a los 15 años de edad doblegó también a otros conocidos Grandes Maestros, al estilo del indio Viswanathan Anand, exmonarca del orbe; el estadounidense Gata Kamsky y el letón Alexei Shirov. La Polgar se retiró en agosto del 2015 y, aún un año después, mantenía el primer lugar del ranking mundial, con 2 675 puntos Elo. UNA JABALINA CRUZÓ EL UNIVERSO Hija de la Ciudad Primada, la jabalinista María Caridad Colón protagonizó uno de los episodios más valiosos para Cuba, cuando en los Juegos de Moscú 1980 lanzó el implemento hasta los 68,40 metros y se convirtió en la primera latinoamericana ganadora de un oro olímpico, reconocida entre los cien deportistas más destacados de la Isla en el siglo XX. El camino abierto por la Revolución propició la incorporación de las mujeres a la construcción de la nueva sociedad y, en una de las aristas en la que ha sobresalido es el deporte, al que el Comandante en Jefe Fidel Castro le dedicara su amor y cuidado. Fidel vislumbró, desde los primeros momentos de su lucha, la necesidad de reivindicar el papel de la mujer, y tan temprano como durante la guerra de liberación en la Sierra Maestra, ratificó la confianza que desde mucho antes tenía en ellas con la creación, el 4 de septiembre de 1958, del pelotón Las Marianas, estirpe refrendada hoy por quienes asumen la vanguardia en las distintas esferas del devenir nacional. Al relacionar nombres y éxitos, siempre se corre el riesgo de olvidar a alguien relevante, pero –sin pretender abarcar en su totalidad las hazañas del movimiento deportivo–, mencionaremos algunas celebridades correspondientes a dos disciplinas casi desconocidas al triunfo de la Revolución: el judo y el voleibol. Han brillado con luz dorada en distintas ediciones olímpicas las judocas Driulis González, Legna Verdecia, Odalys Revé, Sibelis Veranes e Idalis Ortiz, entre otras. Al unísono, las voleibolistas Mireya Luis, Idalmis Gato, Lily Izquierdo, Regla Bell, Marlenis Costa, Ana Ibis Fernández y Regla Torres (mejor jugadora del siglo XX), integraron el elenco que ensartó tres preseas de oro consecutivas en los Juegos Olímpicos de 1992-1996-2000. Mireya fue sucedida como capitana del equipo por Yumilka Ruiz (oro en 1996-2000 y bronce en el 2004), y ambas formaron parte de la comisión de atletas del Comité Olímpico Internacional (COI), entidad que en los últimos años ha abogado porque cada vez más mujeres accedan a cargos de dirección en su seno. La relación de estelares de casa se extiende –en una lista casi interminable– para abarcar los predios de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos, Campeonatos y Copas Mundiales, además de un sinfín de otras justas regionales y del orbe. Entre todas las laureadas, merece mención aparte el ejemplo de la corredora Ana Fidelia Quirós, quien, recuperada de un accidente doméstico en 1993 que le dejó quemaduras en el 38 % de su cuerpo, reapareció en noviembre de ese mismo año con plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce, Puerto Rico 1993. Dos años más tarde, la Tormenta del Caribe ganó el oro de los 800 metros en el Mundial de Gotemburgo, Suecia, con tiempo de 1:56.11 minutos. RESTRICCIONES Y DISCRIMINACIÓN A menudo, los estereotipos, o las razones culturales y religiosas, le imponen restricciones a la mujer, como la de afirmar que si practica deportes pierde femineidad. Sobre el tema Granma conversó con la pesista Marina Rodríguez durante los Juegos de Río de Janeiro 2016. –Persiste el prejuicio con el levantamiento de pesas femenino… –Quienes piensan que las pesas te hacen perder femineidad se equivocan, nosotras en la preselección nacional cuidamos ese detalle, somos un grupo que siempre andamos arregladas, nos gusta presumir, y los entrenadores nos insisten en que nos pintemos las uñas y luzcamos agradables. Estoy muy orgullosa de pertenecer a este deporte, porque continuaremos subiendo y rompiendo tabúes, respondió Marina. En el revés de esta moneda que propicia la participación de la mujer, se hallan países que prohíben su asistencia a eventos. Así, por ejemplo, a las puertas de Beijing 2008, un grupo de activistas pidió al COI que Arabia Saudita cumpliera los estatutos de no discriminación de las deportistas y les permitiera competir, asunto finalmente no resuelto, pues a esa nación la representaron en el clásico asiático 14 hombres en cuatro disciplinas. PASO A PASITO En los Juegos Olímpicos fundacionales de Grecia 1896, todas las disciplinas se concibieron para varones. Ya en la edición de París 1900, hubo incorporación femenina, en el tenis y el golf, para el 2 % del total de competidores. La cambiante realidad trajo una agradable noticia en los de Londres 2012: el 44 % de los casi 11 000 contendientes de 204 países fueron muchachas, que por primera vez poblaron cada una de las delegaciones, de ahí que la cita se bautizara como los «Juegos de las Mujeres». Hoy existen eventos en Juegos Olímpicos únicamente para ellas: la gimnasia rítmica, el nado sincronizado y el softbol, en tanto alcanzan del 45 al 51 % de concurrencia en el triatlón, tenis de mesa, bádminton, voleibol de playa, taekwondo, clavado y voleibol de sala. Una mirada al incremento de la asistencia femenina a los Juegos Olímpicos denota que el primer gran salto surge en Amsterdam 1928, al llegar hasta el 9,5 % de competidoras, en comparación con el mencionado 2 % de París 1900. En Montreal 1976 asciende hasta el 20 %, Beijing 2008 disfrutó del 42 %, Londres 2012 tuvo el 44 % y en Río de Janeiro 2016 fluctuó entre 45-46 %. Existe conciencia de que en el mundo actual aún no se pondera, como debiera ser, el papel de la mujer en el deporte. Por estos días, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) hizo un llamado a los medios de comunicación para darles mayor divulgación a los resultados de ellas en los Juegos de Invierno, en PyeongChang 2018, Sudcorea. Subestimar a las mujeres solo develará carencias y pobreza humana. Autor: Alfonso G. Nacianceno García [:][:].
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