Universidad Católica del Uruguay Facultad de Ciencias Humanas Memoria de grado Licenciatura en Comunicación Social EL TOTO Trayectoria profesional del Dr. Jorge da Silveira en radio (1961-2010) Pablo Fabregat Tutores: Paola Papa y Gustavo Rey Octubre 2010 El Toto Los autores de la memoria de grado son los únicos responsables por los contenidos de este trabajo y por las opiniones expresadas que no necesariamente son compartidas por la Universidad Católica del Uruguay. En consecuencia, serán los únicos responsables frente a eventuales reclamaciones de terceros (personas físicas o jurídicas) que refieran a la autoría de la obra y aspectos vinculados a la misma. 2 El Toto Resumen del Trabajo Jorge da Silveira es un periodista deportivo referente en el Uruguay. Desde su aparición en radio Sarandí, en1961, se convirtió en una voz que marcó a la afición deportiva local. Abogado de profesión, trabajó en todos los canales de aire. Sin embargo el medio que lo representa es la radio. Ha recorrido el dial gracias a sus pasos por Sarandí, Sur, Ariel, Radiomundo, Panamericana, Continente, Rural, LT2 de Rosario, CX 26 Sodre, Oriental, Sport y Futura. Todas esas etapas, con sus historias y protagonistas, representan esta memoria de grado, que describe la trayectoria profesional de da Silveira, de nada menos que medio siglo, la cual se recorre a través de su testimonio y el de más de cuarenta colegas. Su incursión, su estilo, el modo de comentar, el ingresar durante el relato y el haber realzado el rol del comentarista son aspectos que estarán presentes en cada párrafo, para conocer en profundidad al número uno del periodismo deportivo nacional. Descriptores Fútbol Radio (comunicación social) Periodismo deportivo Testimonios Da Silveira, Jorge 3 El Toto ÍNDICE CAPÍTULO 1: La formación personal (1943-1961) o 1.1: Su familia 5 o 1.2: Infancia y juventud 6 o 1.3: Estudios 8 o 1.4: El ser hincha 11 o 1.5: Precocidad laboral 13 CAPÍTULO 2: El proceso Sarandí (1961-1968-9 o 2.1: Sarandí y el fútbol 16 o 2.2: Los primeros pasos 17 o 2.3: El porqué de los jóvenes 19 o 2.4: Golpes de suerte 23 o 2.5: La relación con Solé 25 o 2.6: Proceso de renuncia 27 CAPÍTULO 3: El Clan 10 (1968-1975) o 3.1: La génesis de radio Sur 31 o 3.2: El desembarco del “Nene” 33 o 3.3: La llegada a Ariel 36 o 3.4: El equipo del Clan 10 40 o 3.5: Crecimiento del grupo a pesar del Mundial 43 o 3.6: Muerto Solé muere el Clan 46 CAPÍTULO 4: La vuelta a Sarandí (1975-1985) o 4.1: La complicada vuelta a Sarandí 54 o 4.2: El pasaje por radios sin tradición en fútbol 58 o 4.3: Una temporada de oxígeno rosarino 65 o 4.4: Empleado en Rural y Continente 68 CAPÍTULO 5: El Grupo Romay (1985-1997) o 5.1: Complicado comienzo en el 4 y Oriental 76 o 5.2: El primer matrimonio con Julio Ríos 79 o 5.3: El bombero relator 82 o 5.4: Inicio, renuncia y vuelta con Moreno Mederos 87 o 5.5: El relator con nombre de jugador 89 o 5.6: El ciclo Goñi 92 CAPÍTULO 6: El proyecto Sarandí Sport (1997-2010) o 6.1: Incorporación a la deportiva del Uruguay 97 o 6.2: Sucesión de relatores 106 o 6.3: Venta e ingreso de Sonsol 109 o 6.4: Retorno de Ríos 112 o 6.5: Da Silveira con usted 116 CAPÍTULO 7: Conclusiones o 7.1: El comentario 121 o 7.2: El ingreso durante el relato 126 o 7.3: El peso del comentarista 130 o 7.4: Consideraciones finales 134 BIBLIOGRAFÍA 137 4 El Toto CAPITULO 1: La formación personal (1943-1961) Nació en su casa cuando su madre, Aída Esther Silva Vila, sintió las contracciones y recibió la ayuda de la doctora Ema Triboqui, quien asistió al apartamento 4 de la calle Viejo Pancho 2431 entre Prudencio Vázquez y Vega y Obligado. Aquel 30 de agosto de 1943 vino al mundo el segundo hijo de “Beba” y de Jorge Amaro da Silveira Ramazo. Le pusieron Jorge, como el padre, pero siendo bebé ya decidió opinar sobre el mote que lo acompañaría para siempre. “Parece que un día vi al cabezón que tenía enfrente en un espejo, lo señalé y dije toto, y ahí me quedó… Toto”1, afirma el protagonista 65 años después, aceptando que a lo largo de su vida ha sido mucho más Toto que Jorge. 1.1: Su familia Profesor de Historia y de Educación Cívica y Democrática, Jorge da Silveira padre fue director administrativo del Museo Juan Zorrilla de San Martín desde su apertura en 1943, y fue secretario de la Fundación Nacional de Amigos de Niños del Campo, organización cuyo objetivo pasaba por transformar un rancherío en Polanco del Yí. En la infancia de su hijo varón era profesor en el Colegio y Liceo Elbio Fernández. Terminó sus años de actividad docente en el liceo de Solymar como director. Actualmente vive en dicha ciudad balnearia y está más seguro desde que su hijo le puso el portón PPA, como vieron en su momento los televidentes de La Hora de los Deportes. “Fue mucho más que mi padre. Siempre fue mi amigo, mi compañero. Fuimos grandes amigos con el viejo…”2, afirma el Toto, quien asegura que la sabiduría de su padre le fue transmitida a través de máximas que hizo suyas y que le sirvieron como mensajes para guiar su vida. Algunas de las que destaca en sus intervenciones son: “mucho más rápido de lo que se sube se baja”, “mucho más que llegar cuesta mantenerse” y “el hombre que sube y se marea es un ordinario”. Esta última se la adjudica a su abuelo Urbano. El Toto manifiesta que fue su padre quien lo educó y le dio las armas para poder subir los escalones sin sufrir mareos. Como ejemplo, le llegó a decir que estaba cansado de ver en su vida docente cómo fracasaban talentosos indolentes y de ver llegar a mediocres con voluntad. Otros consejos que el Toto da Silveira toma como aseveraciones inexpugnables son que para conocer en profundidad a una persona hay que llevarla al terreno del dinero, “porque es allí donde se desnudan todas las miserias humanas”3; que si uno se ordena puede hacer de todo, y que la condición fundamental para llegar es la voluntad y el espíritu de sacrificio. Maestra y ama de casa, a su madre le decían Beba. Había sido secretaria de la rama femenina del Elbio Fernández. Era una mujer increíble, bonita, dulce y cariñosa, que dibujaba y cocinaba muy bien, y les hacía la ropa. “Era completa” afirma el Toto. Cuando Jorge tenía 13 años se enteró que había sido operada de un cáncer que tenía en la zona renal, que le llevó a que le extirparan el tumor, el riñón izquierdo y dos costillas. Luego hizo una metástasis en el hígado y falleció dos años después, el 19 de junio de 1959, cuando su hijo varón tenía 15 años. 1 Entrevista realizada el martes 14 de octubre de 2008 2 Ibídem 3 Ib. 5 El Toto La formación personal “Fue un episodio terrible para mí, durísimo, que me costó muchísimo superarlo y que me marcó profundamente”4, cuenta el Toto con una emoción que se manifiesta en su tono de voz, más bajo y profundo. La relación idílica que llevaba con su madre lo llevó a asumir nuevos roles en su vida, debido a que por la triple actividad laboral de su padre tenía que cumplir con tareas fundamentales. Durante los dos años de enfermedad de “Beba”, él era quien iba a sacar las órdenes, iba a buscar los medicamentos, llevaba a su casa a los practicantes que la inyectaban y le buscaba un sacerdote católico para que tomara la comunión todas las semanas. Todas vueltas que hacía en la camioneta Commer de la familia, a pesar de que estaba prohibido que un menor condujera sin libreta. Esos quehaceres lo hicieron crecer de golpe. A los 16 “ya era un tipo con una madurez enorme y un sentido de la responsabilidad agudísimo”5, por lo que adjudica que el haber quemado esas etapas en su juventud hizo que la vida le trajera todo antes de tiempo. La pérdida de su madre le dio una fuerza superior y lo hizo ponerla como luz guía para su vida. Dice estar convencido que lo guió desde arriba y que en cada uno de los actos trascendentes de su vida, en lo primero que pensó fue en su madre. “Cuando gané algo en el basquetbol, cuando me fue bien en los estudios, cuando me recibí de abogado, cuando me casé, cuando nació mi primer hija… Mi primer pensamiento fue en mi madre. Qué lindo hubiera sido que la vieja lo viera”6, cuenta con ojos vidriosos. También ocupaban su casa de Viejo Pancho sus hermanas María Rosario y María Inés, con las que se lleva dos años más con la primera y dos menos con la segunda. Dos grandes mujeres según Jorge. 1.2: Infancia y juventud Punta Carretas era en la década del 40 un barrio de clase media tranquilo, con muchos niños e ideal para criarse jugando en la calle. Jorge da Silveira vivía en un complejo de edificios con forma de “u” que tenía 16 apartamentos con un amplio patio interior. Él y su familia vivían en el número 4 y en el 1 se alojaba Ramón Collazo, hombre de la Troupe Ateniense, cuyo nombre le fue colocado al Teatro de Verano en 1985 como homenaje a una de las figuras de la cultura popular7.
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