CONVENIO MIDES-APFCS Promoción de procesos de desarrollo territorial

Informe final

Estudio de caso: Eje Ruta 1 Oeste - Ciudad del Plata (San José)

Identificación de oportunidades para el desarrollo local ante la localización de emprendimientos productivos y logísticos de gran dinamismo y proyección nacional.

Coordinador Adrián Rodríguez Miranda

Equipo Pedro Barrenechea Carlos Troncoso Hector Bouzón

2015

Contenido

I. Objetivos y antecedentes del estudio ...... 3 II. Marco conceptual ...... 5 a. Desarrollo local, desarrollo de capacidades e integración social ...... 5 b. La organización de la producción en el territorio ...... 9 c. Capital humano, social e institucional del territorio ...... 15 III. Metodología ...... 18 a. Dimensiones de análisis ...... 18 b. La zona de estudio: Región Oeste ...... 18 c. Instrumentos metodológicos ...... 20 IV. Análisis socioeconómico de la Región Oeste ...... 22 V. Análisis de la dinámica productiva en la Región Oeste ...... 28 a. Factores de atracción de inversión y ventajas de localización: 2004-2014 ...... 28 b. Relacionamientos de las empresas con el medio local ...... 33 VI. Análisis de las condiciones de capital humano y capital social de la Región Oeste ...... 35 a. Capital humano y trabajo: restricciones y oportunidades ...... 35 b. Sociedad local y organizaciones públicas y privadas ...... 45 VII. Oportunidades, problemas y agenda para la Región Oeste ...... 51 a. La visión desde las empresas y las instituciones públicas y privadas ...... 51 b. La visión desde la población ...... 53 VIII. Recomendaciones para promover el desarrollo integral de la Región Oeste ...... 60 a. Diagnóstico sobre dinámica productiva, empleo e inclusión social ...... 60 b. Algunos temas relevantes no vinculados directamente al desarrollo productivo ...... 62 c. Propuesta para contribuir a promover el desarrollo económico local ...... 65 Bibliografía ...... 70

ANEXO 1: Pauta para entrevistas ...... 74 ANEXO 2: Detalle técnico de la encuesta (ETPRO, 2014) ...... 75 ANEXO 3: Cuadros para población AFAM (ETPRO, 2014) ...... 78

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I. Objetivos y antecedentes del estudio

El objetivo general es profundizar en la metodología de análisis de relaciones económicas y cadenas productivas territoriales de valor para promover el desarrollo local con inclusión social, con un caso con aplicación práctica en cuanto a recomendaciones de política.

Se parte del antecedente del convenio APFCS-MIDES-IECON en el que se desarrollaron dos casos de estudio: la cadena olivícola en Maldonado-Rocha y la actividad de carpintería y aserraderos en Salto. Los resultados de estos estudios mostraron el potencial de la metodología para analizar las posibilidades de inclusión laboral, económica y social de la población local desde una mirada integral del territorio, la economía local, y las actividades productivas que allí tienen lugar con sus encadenamientos directos e indirectos. Se considera oportuno focalizar con esta misma perspectiva en un caso en el que el “territorio” enfrenta situaciones de desarrollo económico-productivo asociados a sectores, actividades o cadenas de valor dinámicas y en crecimiento, lo que implica un desafío grande en término de oportunidades a aprovechar para lograr un desarrollo integral local y regional, con inclusión social y económica de la población local.

En ese sentido la selección de esta región como caso de estudio se realizó en conjunto con el MIDES, identificando que se trata de una zona de barrios de Montevideo hasta la Ciudad del Plata, en San José, que presentan poblaciones con situaciones socioeconómicas y vulnerabilidades sociales y materiales que las posicionan en desventaja respecto a los valores para el promedio de Montevideo. A su vez, en el eje de la Ruta 1, y como consecuencia del crecimiento económico que se impulsa desde la propia metrópolis de Montevideo, se registra la localización de varias empresas e industrias de gran tamaño y emprendimientos de logística, incluyendo polos y parques industriales, lo que muestra un dinamismo económico que genera valor para el país y la región, pero que no parece relacionarse de igual forma con una mejora en el bienestar de las poblaciones próximas a esas localizaciones. Esto, en principio, lleva a cuestionar la capacidad de estos territorios del oeste, desde Montevideo a Ciudad del Plata, para integrar a sus trabajadores y pequeñas empresas en las lógicas de cadenas de valor nacionales que utilizan como soporte a dichos territorios. Por otra parte, la zona de estudio está recibiendo nuevas inversiones, relacionadas con la industria y el sector logístico, así como algunas obras grandes de infraestructura como la de la Planta Regasificadora y el puerto en Puntas de Sayago, con todas las implicaciones de las instalaciones necesarias en la zona para su funcionamiento.

Dentro del objetivo general antes descripto se plantea el estudio de caso del eje de Ruta 1 desde Montevideo a Ciudad del Plata, con los siguientes objetivos específicos:

. Identificación de la lógica de funcionamiento actual y prevista de los grandes emprendimientos en la zona de estudio. . Aproximación a un diagnóstico socioeconómico de la región oeste y sus barrios. . Diagnóstico y detección de oportunidades y amenazas para promover, a través del desarrollo de las actividades productivas localizadas en la zona, la inclusión económica y social de la población local. . Realizar algunas recomendaciones y propuestas para contribuir al desarrollo integral de la región.

Los criterios de orientación para la identificación de los problemas y oportunidades, así como para la elaboración de las recomendaciones se apoyan en un enfoque de capacidades y de

3 desarrollo local. En el primer caso, sin desconocer la necesidad de atender urgencias y paliar situaciones críticas, se quiere poner énfasis en la promoción de la autonomía, evitando la dependencia crónica con las administraciones y apoyos públicos. En lo que refiere al enfoque de desarrollo local se trata de incluir en las propuestas y en la implementación de las políticas a los agentes que están más próximos al territorio y a los propios actores locales, con enfoque de red y gobernanza multinivel. A su vez, promover los espacios de participación y negociación entre agentes públicos y privados, con la posibilidad de ciertos márgenes de capacidad de decisión que valide la participación como hecho efectivo y no solo testimonial.

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II. Marco conceptual

a. Desarrollo local, desarrollo de capacidades e integración social

Desarrollo económico Local

En esta investigación se asume que el desarrollo económico de un territorio (regiones, localidades, ciudades) refiere a un proceso endógeno de cambio estructural y acumulación de capital que se explica desde una visión territorial y no funcional, entendiendo al territorio como un espacio de interacción entre actores, instituciones, capacidades, tradición y conocimientos (Rodríguez Miranda, 2010a).

Boisier (2001) reconoce que todo recorte de la superficie terrestre puede mostrar por lo menos tres características de complejidad creciente: 1- “territorio natural” que refiere a un recorte que sólo reconoce los elementos de la naturaleza, sin que medie intervención humana; 2- “territorio equipado o intervenido” que refiere a uno en el cual el hombre ya ha instalado sistemas, por ejemplo, de transporte, infraestructuras y actividades productivas extractivas; 3- “territorio organizado” que implica un recorte que reconoce la existencia de actividades de mayor complejidad, por ejemplo, sistemas de asentamientos humanos y sus infraestructuras, pero que fundamentalmente refiere a la existencia de “una comunidad que se reconoce y que tiene como auto referencia primaria el propio territorio y que está regulada mediante un dispositivo político-administrativo que define las competencias de ese territorio y su ubicación y papel en el ordenamiento jurídico nacional, es decir, un territorio organizado tiene una estructura de administración y, en algunos casos, también de gobierno. Estos territorios pasan a ser sujetos de intervenciones promotoras del desarrollo”.

Pero la definición de “desarrollo territorial” en su dimensión de “territorio organizado” refiere a la escala geográfica de un proceso y no a su sustancia. Esta escala puede ser una localidad, un departamento, una región, un país, una región internacional, o el mundo. Por lo tanto, al igual que con la definición de cadena productiva o de cluster, no tenemos una referencia demasiado clara aún hacia lo local o regional.

Es así que surge el concepto de desarrollo local, que sí es un concepto sustantivo (contenido más que mero contenedor) y que alude a “una cierta modalidad de desarrollo que puede tomar forma en territorios de variados tamaños, pero no en todos, dada la intrínseca complejidad del proceso de desarrollo” (Boisier, 2001). En primer lugar hay que señalar, como lo plantea Arocena (1995), que lo “local” sólo hace sentido cuando se considera en relación con un espacio más amplio. No es posible hablar de lo “local” sin hacer referencia al espacio más abarcador en el cual se inserta (municipio, departamento, región, país).

Vázquez Barquero (1988) define el desarrollo económico local como: …un proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que conduce a una mejora en el nivel de vida de la población local, en el que se pueden identificar tres dimensiones: una económica, en la que los empresarios locales usan su capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de productividad suficientes para ser competitivos en los mercados; otra, sociocultural, en que los

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valores y las instituciones sirven de base al proceso de desarrollo; y, finalmente, una dimensión político-administrativa en que las políticas territoriales permiten crear un entorno económico local favorable, protegerlo de interferencias externas e impulsar el desarrollo.

Estos procesos no ocurren en un espacio abstracto sino que depende de la interacción y la forma de organización de los actores sociales y económicos que constituyen el territorio en cuestión. Esto es lo que confiere endogeneidad al proceso. Como plantea Boiser (1993) la endogeneidad se manifiesta en cuatro planos que se cruzan entre sí, estos son los planos: político, económico, tecnológico y cultural. La endogeneidad en lo político refiere a la capacidad del territorio para tomar las decisiones relevantes en relación con el modelo de desarrollo, lo que implica también capacidad de diseñar y ejecutar políticas, así como de negociar y concertar (hacia dentro y hacia fuera). En lo económico, implica tener control sobre el proceso productivo y capacidad de apropiación y reinversión en el territorio de parte del excedente generado, de forma de dar sustento al desarrollo en el largo plazo. En el plano tecnológico refiere a la capacidad interna de un territorio organizado para generar sus propios impulsos de cambio (innovaciones radicales o incrementales) que, sobre todas las cosas, sean capaces de provocar modificaciones cualitativas en el sistema productivo favoreciendo su competitividad y capacidad de adaptación al cambio. Por último, la endogeneidad en el plano de la cultura es planteada por Boiser como una suerte de matriz generadora de identidad socioterritorial que, junto a los otros planos, va generando un escenario que es ocupado por una variedad de actores públicos y privados de cuya interacción surge la sinergia necesaria para generar el cambio estructural y el desarrollo.

Este enfoque ha resultado útil para contribuir a explicar las diferencias en términos de desarrollo económico relativo entre los departamentos de (Rodríguez Miranda, 2013a, 2013b, 2006a), así como las razones por las cuáles algunos territorios y regiones del país han consolidado situaciones periféricas en términos de desarrollo (Rodríguez Miranda y Sienra, 2008; Rodríguez Miranda, 2010a, 2010b).

Desarrollo territorial endógeno y capacidades

Un aspecto a destacar es que la importancia del carácter endógeno del desarrollo local establece un puente con la necesidad de tener un enfoque de desarrollo en términos de capacidades. Esto implica que más allá de medir convergencia o divergencia en términos de variables objetivas de resultados, en términos de desarrollo local también importa el recorrido y las capacidades instaladas que quedan.

En este sentido es útil el concepto de capacidades de Sen (2000), que establece que el desarrollo: “ …puede concebirse como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos”.

Lo que está en la base de la expansión de las libertades es el desarrollo de capacidades. Al respecto, Sen maneja el concepto de funcionamientos y capacidad para funcionar. Un funcionamiento es algo que se realiza (una acción) y en definitiva conlleva un resultado, pero no implica necesariamente el desarrollo de la capacidad para obtener ese resultado.

En este sentido, respecto a las políticas de desarrollo territorial que se identifican como exitosas es bueno diferenciar entre las que generan resultados y las que además generan capacidades locales para procesos endógenos que permitan mantener y/o alcanzar (actualmente o a futuro) esos resultados.

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Desarrollo territorial e integración social

Según Subirats et al (2009) el concepto de exclusión social ha evolucionado desde una concepción estática, que entendía la pobreza como situación de bajos ingresos o necesidades básicas insatisfechas en un momento determinado del tiempo, se pasa a una concepción que entiende la exclusión como un proceso.

La exclusión social es entonces un proceso de alejamiento progresivo de una situación de integración social en el que pueden distinguirse diversos estadios en función de la intensidad: desde la precariedad o vulnerabilidad más leve hasta las situaciones de exclusión más graves. Por lo tanto, los conceptos de inclusión y exclusión social están íntimamente relacionados, constituyendo un polo del mismo eje en el que se pueden definir una multiplicidad de situaciones en función del “grado de exclusión o inclusión”.

Son factores de exclusión:

 El género, la edad, la procedencia u orígenes culturales o el estado de salud pueden ser factores que determinen la situación de exclusión o inclusión social de una persona o colectivo.  La posición económica y en el mercado laboral, el nivel educativo y el capital cultural acumulado, las características de la vivienda y del territorio en que se reside, entre otros muchos elementos, son factores potenciales de exclusión.  De hecho, los obstáculos, precariedades y exclusiones tienden a acumularse en ciertos segmentos de población situados en las posiciones menos ventajosas de la estructura social: los más pobres, los trabajadores informales, las personas sin instrucción, las mujeres, los jóvenes, los ancianos, los enfermos o minusválidos, los inmigrantes, las minorías étnicas, etc.

Siguiendo a Subirats (2009), la inclusión social de cualquier persona, colectivo o territorio implica:

 El acceso garantizado a la ciudadanía y a los derechos económicos, políticos y sociales correspondientes a la misma, así como las posibilidades de participación efectiva en la esfera política.  La conexión y solidez de las redes de reciprocidad social, ya sean éstas de carácter afectivo, familiar, vecinal, comunitario u de otro tipo.  La participación, y la forma en cómo se participa, del espacio de la producción económica y del mercado de trabajo.

Por otra parte, en los territorios que están bajo fuertes influencias metropolitanas, con un gran peso de las economías de aglomeración urbana, se producen segmentaciones residenciales fuertemente marcadas, con segmentaciones en los servicios públicos y privados que tienen que ver con diferenciales en la calidad de las prestaciones, y también segmentación en la composición social de los usuarios de cada uno de los lugares en donde esos servicios se prestan, lo que implica diferentes oportunidades de interacción entre las clases sociales en esos ámbitos.

Como se señala en Kaztman (2010), en referencia a la dimensión espacial de la cohesión social en América Latina (incluyendo entre otros casos a Montevideo), estos procesos de segregación residencial y su lógica de exclusión —del mercado de trabajo formal, de los servicios, de aquellas redes sociales que permiten oportunidades de mejora de ingresos y ascenso social—,

7 afectan a cada vez más personas, quienes además siguen aspirando a un acceso pleno a sus derechos sociales (en el marco de democracias que se consolidan y con ellas el discurso sobre el acceso a derechos), significando un problema mayúsculo que erosiona fuertemente la calidad de las relaciones sociales en las ciudades.

Desde esta conceptualización de la exclusión o integración social (según se mire), siguiendo a Subirats (2004), se puede plantear como muestra la figura de abajo, que hay tres espacios de inclusión o integración, en interacción. Uno es el de la ciudadanía, que refiere a la participación política y el acceso a derechos. Otro es el de las relaciones y vínculos sociales (redes de reciprocidad). Y un tercero es el espacio del mercado de la producción, el trabajo y el consumo. Es decir, en qué medida las personas se integran al mundo de la producción y el trabajo, lo que les permite también participar del consumo.

En este trabajo, desde el enfoque de desarrollo local y, en particular, desarrollo económico local, se pondrá énfasis en los aspectos de integración en el espacio de la producción y el trabajo. Al respecto, resulta de gran importancia entender cómo un territorio permite a su población que se integre en procesos productivos, ya sea como emprendedores o empresarios o como trabajadores, que les permitan participar de la creación de valor y, a su vez, poder apropiarse de parte del mismo para poder decidir en forma autónoma sobre su utilización.

En este sentido, son fuertes los contrastes entre territorios que poseen sistemas productivos locales que incluso constituyen al mismo tiempo un proyecto socio-territorial, lo que permite un esquema muy favorable a la inclusión de las personas en el espacio de producción y trabajo y, más en general, en un proyecto colectivo de desarrollo, frente a otros territorios que son soporte físico para el emplazamiento de emprendimientos económico-productivos que son enclaves, en tanto no incluyen (o excluyen) a la población local del espacio producción y trabajo, generando riqueza que no es apropiada por el territorio, y promoviendo segmentaciones del mercado de trabajo y de la vida económica y social que restringe las oportunidades de buena parte de la población.

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Por otra parte, desde la perspectiva que se toma como marco conceptual, asumiendo la lógica de desarrollo territorial endógeno, el enfoque de la capacidades y la importancia que se le otorga a la dimensión del capital social e institucional, también es posible analizar la situación que un territorio tiene en cuanto a su vinculación con cadenas productivas y sistemas de valor nacionales y globales en términos de la acumulación o desacumulación de capital social y redes, así como de la construcción o destrucción de capacidades para el desarrollo. No obstante, el énfasis, como se dijo, estará en el espacio de integración vía la participación en la producción y el mundo del trabajo.

b. La organización de la producción en el territorio

Organización de la producción

Las formas de organización de la producción son otro factor muy importante para explicar el desarrollo de un territorio. Como se señala en Rodríguez Miranda (2010a): El enfoque territorial y endógeno de la organización de la producción pone especial énfasis en los sistemas de producción y redes de empresas locales como mecanismos a través de los cuales el proceso de crecimiento y cambio estructural tiene lugar en las economías de los territorios. Estos conceptos, redes de empresas y sistemas productivos locales, son contrarios al planteo de la economía tradicional neoclásica, que considera a las firmas como rivales que buscan maximizar sus beneficios en forma individual a través de las señales del mercado (los precios), siendo esta la única relación entre ellas.

En general, se tiende a asociar el desarrollo económico territorial a las MIPYMES. Al respecto en Rodríguez Miranda (2010a) se señala lo siguiente:

Marshall (1890) ya proponía a fines del s. XIX que, además de la forma de organización de la gran fabrica (con sus economías internas de escala), para algunos tipos de producción otra forma de organización tan o más eficiente era la concentración de muchas pequeñas fábricas especializadas en distintas fases de un único proceso productivo en un ámbito territorial delimitado (Becattini, 2002) … Sin embargo, es preciso establecer que el desarrollo endógeno territorial no se limita a los distritos o clusters de pequeñas y medianas empresas, sino que incluye otras alternativas basadas en diferentes formas flexibles de organización. Incluso, en determinadas condiciones, la articulación de las economías locales con grandes empresas multinacionales puede constituirse en una vía alternativa exitosa de desarrollo (Vázquez Barquero, Garofoli, y Gilly, 1997).

Por lo tanto, las formas de organización competitiva de la producción de las empresas con capacidad de generar redes o relaciones económicas relevantes con otros actores del territorio no se reducen simplemente a un tema de tamaño de las firmas.

De hecho, las inversiones externas y las grandes empresas también pueden ser factores que favorezcan procesos de desarrollo local. Según explica Vázquez Barquero (1997), contraponer lo endógeno o local a lo exógeno en forma excluyente es dar una visión muy limitada de la realidad:

…el análisis territorial muestra que se puede producir una relación de cooperación entre las empresas locales y las plantas externas, y que, de hecho, el desarrollo local depende de la formación de un proceso emprendedor e innovador, fuertemente articulado en el territorio, entre cuyos factores impulsores están, también, las inversiones externas. La localización de

9 empresas externas ha producido, en los sistemas locales, efectos positivos y negativos (...). Cuando el tejido productivo local está consolidado y/o cuando la planta externa establece vinculaciones con las empresas locales mediante la subcontratación y la formación de redes de intercambio, las inversiones externas pueden generar impactos positivos en el tejido productivo local.

Para Vázquez Barquero no hay una respuesta única al problema. Para que la relación entre la gran empresa y el territorio sea favorable al desarrollo local hay ciertas condiciones que son necesarias:

 Que previamente exista un sistema productivo local con capacidad emprendedora y receptividad a las nuevas ideas.  Posibilidad de potenciar las externalidades de aglomeración, dado que existen vinculaciones intrasectoriales entre la economía local, la regional y la nacional.  El fomento de la creación de nuevas empresas.

A su vez, entre los factores que dificultan el aprovechamiento de las inversiones externas como forma de potenciar el desarrollo local se puede mencionar:

 La ausencia de un número suficiente de empresas locales (y de relaciones entre ellas)  La ausencia de capacidad emprendedora en el empresariado local  Una visión local de desarrollo que rechace a las empresas o inversiones externas  Una empresa externa que utilice una estrategia de conflicto y no le interese fomentar sinergias con la economía local (sólo tenga un interés extractivo o de aprovechamiento de algún beneficio impositivo o regulatorio; esquema en el cual el territorio es sólo una plataforma física para la empresa).

Por lo tanto, no se trata de acotar a una forma específica de organización espacial de la producción sino considerar ciertas características y condiciones que son deseables para promover procesos de desarrollo territorial. Estas características son (Vázquez Barquero, 2005; Rodríguez Miranda, 2010a, 2006a):

 la presencia de un sistema de empresas y emprendedores innovadores (en sentido amplio), con un volumen suficiente de relaciones como para poder definirse a sí mismo como sistema,  con una cultura de cooperación (compatible a la vez con la competencia) que se manifieste a través de redes (formales o informales) de intercambio y apoyo mutuo tanto en lo productivo, como en lo comercial y lo tecnológico, y  una estrategia o proyecto común respaldado por instituciones locales que garanticen el clima de cooperación

Las anteriormente mencionadas como “características deseables” para promover procesos de desarrollo local pueden ocurrir bajo diferentes formas concretas de organización productiva:

 Cadena productiva / Cadena de valor  Clusters  Sistemas productivos locales / distritos productivos  Redes de empresas y sistemas productivos locales

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Cadenas productivas y territorio

Las cadenas productivas o de valor refieren a un ámbito de generación y apropiación de excedentes y acumulación de capital. Se puede definir una cadena de valor como un sistema de actividades económicas (primarias, manufactureras, logísticas, de distribución y comercialización, servicios, etc.) que establecen entre sí relaciones derivadas de la pertenencia a un mismo proceso productivo (en cualquiera de sus fases, desde las primarias, pasando por las de transformación, hasta la comercialización y post venta) lo que conduce a la producción de un determinado producto final. De acuerdo a esta definición, la competitividad del producto que está al final de la cadena va a depender de la eficiencia en todas las actividades que se entrelazan a lo largo de la misma (…) no sólo se trata de eficiencia productiva pura, sino que es muy importante el “timing” (coordinación) a lo largo de la cadena (Rodríguez Miranda, 2006b)

Según Gereffi, Humphrey, Kaplinsky y Sturgeon (2001) se puede identificar los siguientes tipos (o clasificaciones) de cadenas de producción o de valor con diferentes implicaciones en términos de escala espacial:

 Cadenas de proveedores o supply chains que refiere en general a los procesos que involucran la transformación productiva desde materias primas hasta el producto terminado (típicamente las cadenas productivas basadas en recursos naturales). Pueden ser cadenas que se desarrollan en la escala local, nacional, regional o internacional.  Las redes internacionales de producción, donde el énfasis se pone en redes globales de producción en las que las empresas multinacionales operan como los “buques insignia”. Son redes que involucran a dos o más países.  Cadenas globales de productos, donde el énfasis se pone en la estructura de gobernanza de la cadena de valor y en el rol de las firmas lideres para establecer cómo se organiza la red de producción global y las fuentes de proveedores.  Cadenas Globales de Valor (CGV). Enfoque que pone el acento en el valor relativo que aporta cada una de las actividades que se requieren para producir un bien o servicios, desde su concepción y diseño, pasando por las diferentes fases de transformación, hasta llegar a ponerlo al alcance del consumidor final, así como la etapa de su disposición final después de utilizado. Actividades que se encuentran con un alto grado de dispersión espacial y en escala global.

Es necesario notar que el concepto de cadena productiva no tiene necesariamente en sí mismo una connotación territorial fuerte. Es decir que los eslabones o fases de la cadena y todas las actividades conexas y auxiliares que se desarrollan pueden estar fuertemente aglomeradas en un espacio territorial concreto, por ejemplo, una localidad, un departamento o una micro- región, pero también pueden estar más o menos dispersos conformando una cadena productiva nacional, regional, internacional o incluso totalmente globalizada.

Por lo tanto, dependerá de diversos factores que la cadena de valor sea territorial, algunos externos como las estrategias de las multinacionales en el mundo, la situación de los mercados globales y regionales, el tipo de producto y el tipo de actividades que se realizan en cada fase. Pero también hay factores endógenos, que hacen a las características y condiciones, ya mencionadas, como deseables para promover procesos de desarrollo territorial.

En la medida que el territorio, su comunidad, sus trabajadores, sus empresas, sus organizaciones, tengan capacidades propias desarrolladas podrán gestionar mejor las

11 oportunidades que ofrezcan las cadenas de valor nacionales, regionales y globales. Si el vínculo entre el territorio y esas cadenas de valor decanta en un proceso de desarrollo local, entonces habrá sido, en buen parte, un resultado del accionar de los actores privados, públicos e institucionales del territorio con capacidad de consenso a la interna y de negociación hacia afuera, permitiendo que el territorio ocupe un lugar más estratégico que el solo hecho de ser el soporte físico donde localizar las actividades productivas de algunas fases de la cadena.

Se trata de crear valor desde el territorio para la cadena nacional, regional o global que integra, pero con capacidad real de apropiarse, localmente, de parte de los excedentes generados y con poder de decisión sobre su uso o reinversión en el territorio.

Como se señala en Troncoso (2008), cuando el sistema productivo y la comunidad local logran acordar las bases para pensar en un proyecto colectivo de desarrollo económico territorial:

… la “herramienta de las cadenas de valor territorial presenta una gran utilidad desde varios frentes. Por un lado, para construir la visión del territorio acerca de sus recursos propios y priorizando los de mayor potencial (…) Por otro lado, para facilitar la identificación de las oportunidades para el desarrollo de emprendimientos locales y con ello de incremento del empleo. Finalmente, y muy ligado a las anteriores, para visualizar las principales restricciones al desarrollo económico territorial, y así identificar las acciones necesarias para su potenciación.

Clusters, sistemas productivos locales y redes de empresas

Respecto a los clusters, podemos interpretar la idea de Porter (1998) sobre cluster como grupos de empresas e instituciones enlazadas en un sistema de valor y con determinada concentración geográfica de las actividades, lo que permite la especialización. El sistema de valor está conformado por las empresas directamente vinculadas a la actividad productiva central del cluster, pero también por los proveedores de insumos, las empresas e instituciones que aportan funciones de soporte y los canales de distribución y comercialización. La buena coordinación de todas las actividades entrelazadas reduce los costos de transacción, siendo la gestión y articulación de todo ese sistema la fuente clave de ventajas competitivas.

Cómo plantea Navarro Arancegui (2001):

Según Hendry et al. (1999), los lazos existentes en los cluster pueden tener una base local, nacional o internacional, y en conformidad con ello podríamos distinguir estos tres niveles geográficos de cluster. Sin embargo, la mayor parte de los analistas consideran que, entre otras cosas, por los requerimientos que comporta la transmisión del conocimiento tácito y el funcionamiento en red, se precisa una cierta proximidad de los componentes de la red.

Por su parte, Porter (1998) indica que la pauta de geografía económica más idónea para delimitar un cluster en un país es aquella que combina dispersión (ya que así se evitan la congestión, los bloqueos y la inflexibilidad) y especialización geográfica (ya que así se favorece la productividad y su crecimiento). Para Porter los niveles geográficos en los que se presentan los clusters refieren a: países, regiones, zonas metropolitanas y ciudades.

Otra forma de organización son los sistemas productivos locales o distritos productivos. Cómo señala Alburquerque (2006) los distritos productivos son organizaciones diferentes de los clusters, fundamentalmente porque los primeros conforman entidades socio-territoriales, donde el desarrollo social y económico del territorio no pueden disociarse, mientras que los segundos son organizaciones productivas que ponen el énfasis en la competitividad sistémica

12 apoyada en la especialización geográfica, pero sin tener que involucrar necesariamente dentro de sus objetivos y funcionamiento la idea de un proyecto de desarrollo integral para el territorio.

Las ventajas de los sistemas productivos locales o distritos refieren a (Vázquez Barquero, 2005; Becattini, 2002):

 la disponibilidad de una masa crítica de trabajadores calificados y especializados, lo que reduce los costos de búsqueda y reclutamiento de personal.  la facilidad para conseguir e intercambiar información comercial y técnica entre empresas.  una “atmósfera productiva” particular.  el intercambio formal e informal, el aprendizaje y educación mutua, en un concepto de proceso productivo que no se desliga de la misma vida social de las personas y comprende más que el ámbito puramente técnico.  lo anterior se relaciona con el rol del capital social e institucional que debe estar por detrás del proyecto productivo.  todo esto en función de generar un ambiente propicio para la creación, adaptación y difusión de innovaciones.

Otra forma de organización de la producción es a través de redes de empresas, lo que también se relaciona con los sistemas productivos locales. De hecho, los sistemas productivos locales

…forman un tipo especial de red que se caracteriza por tener un fuerte enraizamiento en el territorio y por unas relaciones entre las empresas en las que se combina confianza y cooperación para competir (Vázquez Barquero, 2005).

Hay muchos ejemplos de la importancia de las redes para explicar el desarrollo localizado de una determinada actividad productiva. Por ejemplo, esto es clave en el Silicon Valley (Saxenian, 1994), pero también en territorios que se organizan en función de actividades productivas tradicionales, por ejemplo, la industria del juguete en Ibi de la Comunidad Valenciana o el distrito del mueble de Treviso en Italia (Alonso y Méndez, 2000).

Según Vázquez Barquero (2005), Grabher (1993) plantea que las relaciones entre empresas y actores en el territorio tendrían las siguientes características:

 transacciones dentro de un contexto de reciprocidad, diferentes de los intercambios en el mercado y las relaciones jerárquicas que se establecen en una empresa.  relaciones de interdependencia y no de independencia como en el mercado ni de dependencia como en una estructura jerárquica.  conforman un sistema de interconexiones múltiples; aunque los vínculos entre las empresas uno a uno no sean tan fuertes es la interrelación la que da fortaleza a la red como consecuencia del intercambio, la difusión y el aprendizaje.

Pero también en las redes las relaciones entre empresas y actores se pueden volver asimétricas, si algunos actores controlan actividades o recursos estratégicos de la red, lo que puede transformarla en una vía de transmitir una dependencia de tipo jerárquica. Si no predominan las asimetrías, la red se basa en relaciones de interdependencia y sobre la base de su funcionamiento está el conocimiento mutuo de los actores y la confianza.

Finalmente, es importante destacar que tanto los conceptos de cadenas productivas de valor, clusters, sistemas productivos locales como los de redes, comparten una lógica rectora de los

13 comportamientos que no es solamente la del mercado sino que fundamentalmente se basa en la reciprocidad como soporte de relaciones de confianza que permiten la cooperación (compatible con la competencia), lo que permite reconocer la multiplicidad de vías de desarrollo y de organizaciones productivas para alcanzarlas (en contraposición con el modelo tradicional neoclásico, que considera a las firmas solo como rivales que buscan maximizar sus beneficios en forma individual a través de las señales del mercado (los precios), siendo esta la única relación posible entre ellas).

Las economías de aglomeración urbana

Otro concepto importante que explica por qué la producción se concentra en determinados espacios que constituyen centralidades, mientras que otros territorios asumen roles periféricos son las economías de aglomeración urbana. Esto, desde una perspectiva más general, se puede plantear como la importancia del rol de las ciudades y grandes centros urbanos en el desarrollo regional. Tanto como factores facilitadores del desarrollo si la relación que se produce genera sinergias positivas con otros territorios (mercado de colocación para productos y servicios de territorios cercanos, complementariedad con otros territorios, derrames positivos de infraestructuras, articulación de redes y sistemas urbanos regionales en clave de cooperación), como factores de amenaza si lo que se generan son tensiones con otros territorios y relaciones de dependencia y explotación (ciudades dormitorios, cinturones marginales, exportación a las periferias de los problemas, inhibición del desarrollo de sistemas productivos locales en las ciudades satélites que puedan convivir con la competencia y factor de atracción de la centralidad).

Respecto a las economías de aglomeración urbana, siguiendo a Vázquez Barquero (2005), importa considerar: i) El rol de las ciudades (en tanto mercados) en la relación entre economías de escala en la firma y los costos de transporte; ii) Economías pecuniarias relacionadas al tamaño de los mercados; iii) Las economías de urbanización.

Respecto a la relación entre economías de escala y costos de transporte, como se establece en Rodríguez Miranda (2010a):

… refiere a que la firma va a analizar el “trade off” entre maximizar la obtención de economías de escala asumiendo mayores costos de transporte por localizar la producción en un lugar y abastecer desde allí a los mercados de destino, frente a la posibilidad de minimizar los costos de transporte renunciando a economías de escala al desconcentrar la producción en diferentes puntos de proximidad a los mercados. Krugman (1991, 1995) en su modelo Centro-Periferia plantea que la concentración espacial surge de la relación entre los retornos crecientes de escala y los costos de transporte, representando los primeros una fuerza centrífuga y los segundos una fuerza centrípeta.

En cuanto a las economías pecuniarias1, las aglomeraciones urbanas atraen actividades económicas, trabajadores y consumidores, agrandando el tamaño del mercado y las opciones de productos y servicios, y dado que los consumidores presentan en su función de utilidad una preferencia por la variedad (Fujita, 1992), entonces más consumidores se verán atraídos por las ciudades, y más cuanto más grandes sean, generando mayores economías pecuniarias que reforzarán la capacidad de atracción de esas aglomeraciones urbanas.

1Ventajas de tipo monetario o financiero y que operan a través del mercado (precios).

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Por otra parte, las economías de urbanización refieren a aspectos más generales vinculados a las ventajas que las empresas tienen al localizarse en ciudades grandes, en relación con ciudades menores o con el medio rural. Por ejemplo, un mejor y más barato acceso a infraestructuras de servicios (como energía, agua, comunicaciones, rutas, aeropuertos y puertos), acceso a servicios estratégicos y/o un mercado de trabajo con una mayor oferta y mejor calificación (Keilbach, 2000).

c. Capital humano, social e institucional del territorio

Capital humano

El capital humano resume las capacidades de stock de conocimiento y “saber hacer” local. En ese sentido, el capital humano es reconocido como un factor muy relevante en los procesos de desarrollo. Desde la perspectiva macro, las teorías del Crecimiento Endógeno (a partir de los trabajos pioneros de Romer, 1986 y Lucas, 1988) plantean que la acumulación de capital humano y físico tiene rendimientos crecientes a escala y no decrecientes. Por lo que el crecimiento de largo plazo se puede explicar por la acumulación de capital (y sus rendimientos crecientes) sin recurrir al “residuo de Solow” (factor exógeno). En este nuevo esquema, el conocimiento científico y técnico es el factor de producción fundamental ya que no sólo genera externalidades sobre los otros factores (capital y trabajo), sino que es el que presenta un mayor rendimiento creciente. De esta forma el capital humano influye en forma crítica en la capacidad de innovar en el territorio.

En el camino hacia una interpretación territorial del proceso de innovación los evolucionistas herederos de Schumpeter (Rosenberg, 1976, 1982; Nelson y Winter, 1973; Nelson, 1995; Dosi, 1988, Freeman y Soete, 1997; entre otros) aportan conceptos importantes desde una perspectiva sistémica, elaborando el concepto de sistema de innovación que tiene una aplicación con referencia explícita al territorio en sus variantes de sistemas nacionales de innovación y sistemas regionales de innovación.

La visión territorial de la innovación llega a su expresión más acabada con la corriente teórica del “entorno innovador”, que tiene su origen en el trabajo de Philippe Aydalot (1986), ya que en vez de tomar como punto de partida a la empresa optan por tomar como unidad de análisis al entorno. Desde esta perspectiva, para el surgimiento de un entorno innovador son necesarias ciertas condiciones:

 Un espacio territorial de ámbito local, con cierta homogeneidad interna y que constituye un espacio de vida y trabajo para la mayoría de sus residentes.  Condiciones de recursos humanos, tradición y cultura productiva, centros de investigación y desarrollo, infraestructuras de servicios avanzados.  La existencia de actores locales capaces de concretar condiciones previas favorables, para lo que tienen que tener capacidad de intervención (decisión), con capacidad de lograr acuerdos y consensos.  Disminución de los costos de transacción entre empresas.  Mejora de los procesos de aprendizaje y difusión.  Reducción de riesgos y costos asociados al esfuerzo innovador  Un mercado de trabajo con recursos altamente cualificados y un “saber hacer”.

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Es interesante notar como la teoría del “entorno innovador”, aunque poniendo énfasis en la innovación, es también una teoría de la organización de la producción en el territorio, la que depende críticamente del capital humano y capital social que hay en el mismo. En efecto, el capital humano es relevante en tanto factor movilizado por el capital social del territorio, que es lo que permite configurar activos colectivos como una determinada cultura o tradición productiva. Esto no ocurre en abstracto, sino dentro de un determinado marco institucional, entendiendo por esto las “reglas de juego” con las que los agentes económicos y sociales definen sus comportamientos y toman sus decisiones.

Capital social e institucional

Las capacidades individuales se conjugan en el territorio no sólo a partir de activos materiales sino fundamentalmente a través de activos relacionales que conforman el capital social local. Esto es lo que permite (o inhibe si es débil) que el territorio sea mucho más que la suma de sus habitantes, para pasar a definirse por la capacidad de articular intereses colectivos, resolver los conflictos en forma positiva y definir objetivos comunes que puedan plasmarse en un proyecto de desarrollo “por, del y para” el territorio.

Desde la perspectiva territorial, respecto de las visiones macro, es más claro ver que las externalidades positivas que genera el capital humano no sólo dependen del propio acervo de capital humano, sino también de cómo son las relaciones entre los actores económicos y sociales en el territorio, lo que se refleja en el marco institucional local y el capital social. De esta forma, el capital social puede ser visto como la forma en que una sociedad local pone a su servicio el acervo de capital humano y conocimiento para generar organizaciones productivas competitivas que permitan el desarrollo humano, social y económico del territorio.

El rol de las instituciones en el crecimiento económico tiene raíces en los conceptos de Coase sobre los costos de transacción, que luego dieron lugar a los trabajos de North y Williamson. El considerar que hay costos de transacción en la economía supone levantar uno de los supuestos de la teoría neoclásica tradicional. Los agentes no actúan en un marco de certidumbre e información completa.

Williamson (1993) analiza el concepto de confianza y lo asocia al análisis de riesgo referido a la probabilidad de que un individuo con el cual un segundo establece un acuerdo de cooperación no actúe en su contra (Vázquez Barquero, 2005). Según Williamson los agentes económicos en su problema de minimización de costos, además de considerar sus costos de producción, consideran los costos de transacción. Como explica North (1993) las Instituciones reducen las incertidumbres de la interacción humana, incertidumbres que surgen por la complejidad de los problemas a resolver y la información incompleta respecto a la conducta de los otros. La solución que plantea North es crear un medio institucional que induzca a un compromiso social creíble. Ello requiere un marco institucional completo de normas formales e informales, y de cumplimiento obligatorio. Ese marco institucional, junto con la tecnología institucional empleada, es el que puede determinar unos costos de transacción y negociación bajos haciendo posible los intercambios, y más en general, el desarrollo.

Este concepto de marco institucional favorable al desarrollo se relaciona con el concepto de capital social2. Como señala CEPAL (2004), el capital social podría entenderse como la

2 Coleman (1990) define capital social como aquello que permite a los miembros de una sociedad confiar en los demás y cooperar en la formación de nuevos grupos y asociaciones. Putnam (1993) considera el capital social desde una perspectiva sociocultural. Su análisis, que se basa en las diferencias entre el norte y el sur de Italia, determina que el capital social se compone de elementos como el grado 16 capacidad efectiva de movilizar productivamente y en beneficio del conjunto, los recursos asociativos que radican en las distintas redes sociales. Los recursos asociativos importantes para dimensionar el capital social de un grupo o comunidad, son las relaciones de confianza, reciprocidad y cooperación. La confianza es resultado de la repetición de interacciones con otras personas, la reciprocidad se entiende como el principio rector de una lógica de interacción ajena a la lógica del mercado y la cooperación implica un accionar conjunto para conseguir fines comunes.

Gráfica 1: Redes y capital social

Fuente: Galaso (2011)

Como muestra Galaso (2011) el capital social reside en las relaciones entre los actores que pertenecen a una red. En línea con la anterior definición de CEPAL, el capital social se puede ver como la capacidad de una sociedad, comunidad o grupo de actores de poner en común el acceso a los diferentes recursos, capacidades y capitales que cada uno posee por separado (ver gráfica 1).

El capital social reside entonces en las relaciones entre los actores económicos y sociales. Estas relaciones son las que permiten que haya sinergia entre los individuos de la red, por lo que la red no es la suma del todo sino un ámbito de externalidades que potencian al conjunto de actores.

de confianza existente entre los actores sociales, las normas de comportamiento cívico practicadas, y el nivel de asociatividad que caracteriza a una sociedad.

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III. Metodología

a. Dimensiones de análisis

En consideración del marco conceptual presentado en el anterior capítulo, el estudio de las oportunidades y amenazas en términos de generar procesos de desarrollo local a partir de las dinámicas económico-productivas que se localizan en el territorio (ya sean de índole local, regional, nacional o global) pondrá énfasis en la identificación y análisis de las siguientes dimensiones.

Cuadro 1: Dimensiones de análisis

Dimensión

Dinámica económica y productiva en el territorio Principales desafíos, cuellos de botella, demandas y oportunidades que presenta la dinámica productiva actual en el territorio y perspectivas futuras. Situación y perfil socio-económico de la población del territorio. Capital humano y formación en el territorio Capital social e institucional en el territorio

Oportunidades para el desarrollo de capacidades e inclusión productiva-laboral Fuente: elaboración propia

b. La zona de estudio: Región Oeste

La región de estudio comprende los barrios de Montevideo de Casabó - Pajas Blancas (CA), La Paloma - Tomkinson (LP), Paso de la Arena (PA), Cerro (CO), y Ciudad del Plata en San José. De aquí en adelante le llamaremos a esta zona de estudio: Región Oeste (RO). El cuadro 2 muestra la población en la Región Oeste (RO). Los datos analizados, salvo aclaración, son para el año 2012.

Cuadro 2: Población en la Región Oeste

Observaciones Zona Población % ECH 2012 CASABO-PAJAS BLANCAS 925 24.544 16,7% PASO DE LA ARENA 767 21.497 14,6% CERRO 975 27.158 18,5% LA PALOMA, TOMKINSON 1.403 35.634 24,3% CIUDAD DEL PLATA 1.129 38.092 25,9% Total Región Oeste 5.199 146.925 100,0% Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

Como se puede apreciar la población de RO es muy importante. Para poder comparar su peso, se puede decir que se trata de un 11% de la población total del departamento de Montevideo y es casi 1,4 veces la población del departamento de San José. Por otro lado, Ciudad del Plata

18 es el 35% de la población del departamento de San José. En el mapa 1 se puede apreciar la importancia de la RO en cuanto a extensión, además de población.

MAPA 1: Región Eje Ruta 1 Montevideo Oeste – Ciudad del Plata

Fuente: elaboración propia

Al interior de la RO la población se reparte bastante entre las grandes zonas o barrios, siendo Casabó – Pajas Blancas y Ciudad del Plata donde se concentra la mitad de la población de la región. Gráfica 2: Distribución de Población en RO

16,7%

CASABO-PAJAS BLANCAS 25,9% PASO DE LA ARENA CERRO 14,6% LA PALOMA, TOMKINSON CIUDAD DEL PLATA 24,3% 18,5%

Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

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c. Instrumentos metodológicos

Fuentes de información y datos

Los datos se obtuvieron a través de:

 Información secundaria y con procesamiento propio.  Información del MIDES, propia y procesamientos de censos y ECH del INE.  Visitas de campo con reconocimiento ocular para detectar empresas y emprendimientos.  Entrevistas presenciales.  Encuesta a personas residentes en el territorio de estudio realizada por el MIDES, denominada: Encuesta telefónica a población de la Región Oeste, 2014 (ETPRO, 2014).  Trabajo en equipo con la DINEM, accediendo a otras fuentes de datos que la DINEM posee o produce.

Entrevistas presenciales y semi-estructuradas

Se realizaron entrevistas con empresas y negocios y/o emprendimientos “potentes” en la zona (por impacto económico, en empleo o en inclusión social). El objetivo es la identificación de los principales emprendimientos actuales y de potencial productivo en la zona, recogiendo información sobre demanda de trabajo y calificaciones, temas de transporte y conectividad asociados, posibilidades de encadenamientos por servicios y proveedurías, desafíos y relacionamiento en general con la economía y sociedad local u otras escalas relevantes (nacional/global). A su vez, se realizaron entrevistas a instituciones y organizaciones de relevancia, ya sea de la sociedad civil o del gobierno departamental, municipal y nacional. En el plano nacional nos referimos a programas nacionales con base e intervención en el territorio de estudio (oficina territorial del propio MIDES, por ejemplo).

El cuadro 3 muestra las entrevistas realizadas. En el anexo 1 se presenta la pauta de formulario semi-estructurado que fue utilizada para la realización de las entrevistas.

Encuesta a población de la región de estudio realizada por MIDES: ETPRO, 2014

Se evaluó junto con el MIDES-DINEM la conveniencia de realizar una encuesta telefónica en la zona de estudio para profundizar perfiles y condiciones de la población, población empleada y desempleada, así como obtener información en temas de movilidad, conectividad y medios de transporte para desplazarse al trabajo y relacionados con formación y capacitación para el trabajo. También se indagó sobre las percepciones respecto a las oportunidades de empleo y los problemas más relevantes para dichos barrios.

La encuesta tiene representatividad de toda la zona de estudio y de todos los estratos sociales. El trabajo de campo lo realizó el MIDES y la base de datos para realizar el sorteo aleatorio para la muestra se obtiene de una base de teléfonos fijos de ANTEL, además de la información con que cuenta el MIDES para los universos "más vulnerables" en los barrios de la zona de estudio. Los barrios en los que se realizaron las encuestas fueron Cerro, Casabó - Pajas Blancas, La

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Paloma - Tomkinson, Paso de la Arena y Ciudad del Plata. El número total de casos es de 1468 hogares, lo que implica información de 4832 personas. En el Anexo 2 se pueden ver los detalles técnicos de la encuesta, incluyendo el formulario.

Cuadro 3: Entrevistas

Entrevistado Cargo / Institución Descripción

María Sara Rivero Directora de Desarrollo Social - IDM Gob. Departamental

Graciela Garín Directora de Políticas Sociales - IDM Gob. Departamental

Cristina Pastro Directora de División Planificación Gob. Departamental Territorial del Departamento de Planificación - IDM Jesús Cenande Alcalde Municipio Ciudad del Plata Gob. Local

Gabriel Otero Alcalde Municipio A Gob. Local

Diego Jauregui Director Coordinadora del Municipio A Gob. Local

Andrés Gilmet Dir. Oficina Territorial Montevideo Oeste - Gob. Nacional MIDES Lourdes Kassalian Directora de Microfinanzas - IPRU OSC

Marcelo Ventós Director Área Socio-educativa - IPRU OSC

Vicente Alfredo Referente y técnico del Programa de Referente barrial Sosa Mejoramiento de Barrios (MVOTMA- EX- PIAI) Lic. Noelia Perone Encargada de RRHH - MALATIC SA Distribución de productos Salus y Cerveza Patricia Alejandro Grassi Director Transportes Berro Empresa de transporte

Guillermo Gerente ED&F Man Importación, almacenaje y distribución de azúcar Mascaro Ricardo Díaz Relaciones Institucionales de Gas Sayago Gas Sayago

Adriana Arbiza Directora División Transporte Mekatronic Representante de Volvo (venta, distribución, repuestos, talleres) Adriana Arbiza Directora División Transporte Servipiezas Venta y distribución de remolques y semi- remolques Jesús A. Amorín Socio - CATAF-REY Transporte de carga, maquinaria, contenedores, carga suelta, exportaciones e importaciones Fabián Medina Fama - Centro de compras Empresa de comercio de productos de confort y tecnología. Propietaria de Forestal Atlántico Sur, depósitos Sebastián Ferrés Gerente General Pyke Comercial de madera (chips) Fuente: elaboración propia

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IV. Análisis socioeconómico de la Región Oeste

Con datos de la ECH del INE de 2012 se observa que el mercado de trabajo en la RO muestra algunas condiciones particulares frente a la situación de Montevideo. Hay una menor población en edad de trabajar (PET), lo que significa que hay una población más joven, con mayor cantidad de personas menores de 14 años. Esta situación es representativa de toda la RO, salvo del Cerro que muestra una PET apenas menor que Montevideo (80,5%). Por otra parte, la tasa de desempleo es sensiblemente mayor que en Montevideo, más aún la tasa de desempleo femenina. Analizando por barrios y localidad, Ciudad del Plata (10%) y Paso de la Arena (9,5%) son los territorios con mayor tasa de desempleo. Les siguen Cerro (8,5%), La Paloma (8,3%) y Casabó (7,3%).

Cuadro 4: Datos del mercado de trabajo Mercado de Total Mujeres trabajo RO Montevideo RO Montevideo PET 75,0% 81,5% 75,8% 83,2% PEA 65,5% 65,9% 56,5% 59,4% Ocupados 44,8% 50,2% 37,3% 45,6% Desempleados 4,3% 2,9% 5,4% 3,6% TA 65,5% 65,9% 56,5% 59,4% TO 59,7% 61,6% 49,3% 54,8% TD 8,8% 6,5% 12,7% 7,7% Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

Por edades, la RO muestra un menor desempleo entre los 14 y 17 años, tasas similares en la población de 18 a 24 (aunque un poco más elevadas) y tasas mayores de desempleo para la población de 25 años y más (véase cuadro 5).

Cuadro 5: Tasa de desempleo por tramos de edad Tramos de edad RO Montevideo 14-17 26,7% 37,5% 18-24 19,7% 18,7% 25-30 11,6% 6,9% 31-40 7,7% 4,7% Más de 40 3,5% 2,8% Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

En cuanto a la informalidad en el trabajo la RO muestra un mayor porcentaje de ocupados que no aportan a caja de jubilaciones respecto al promedio para Montevideo. Esta situación varía al interior de la RO, mostrando que es en La Paloma, Casabó y Ciudad del Plata donde se encuentra el mayor porcentaje de informalidad.

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Cuadro 6: Informalidad en el trabajo Ocupados: aporte a caja La Paso de Ciudad Montevideo RO Cerro Casabó de Paloma la Arena del Plata jubilaciones Si 73,45 70,41 76,32 68,1 66,86 72,7 69,34 No 26,55 29,59 23,68 31,9 33,14 27,3 30,66 Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

Si se analiza la distribución de la composición de los ingresos de los hogares se observa que es muy similar entre la RO y el promedio de Montevideo, como muestra la gráfica 3.

Gráfica 3: Composición de los ingresos del hogar

Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

Pero al observar el nivel de ingresos hay una situación de la RO que muestra menores ingresos que el promedio de Montevideo, tanto para el total de los hogares, como para el ingreso per cápita de los hogares o para el promedio de ingresos laborales de la personas.

Cuadro 7: Ingresos. RO y Montevideo. Ingresos RO Montevideo RO/Mont

ingreso promedio del hogar * 38.149 53.137 72%

ingreso per cápita del hogar * 10.356 17.496 59% ingresos laborales per capita 14.363 20.752 69% Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012. Nota: * con valor locativo y sin servicio doméstico.

Al observar dentro de la RO se pude apreciar que el Cerro tiene el ingreso promedio más alto de los hogares, a la vez que también muestra el mayor ingreso per cápita de los hogares y el mayor ingreso laboral per cápita. Una situación intermedia se observa en Ciudad de la Plata y Paso de la Arena. Por su parte, Casabó – Pajas Blancas y La Paloma son los territorios con

23 menores ingresos en la RO. Es interesante notar que en estos barrios el ingreso laboral per cápita está entre 58% y 61% del que se obtiene como valor promedio para Montevideo.

Cuadro 8: Ingresos. Barrios de la RO. Casabo-Pajas Ciudad del Paso de la Ingresos La Paloma Cerro Blancas Plata Arena ingreso promedio del hogar * 34.567 35.544 38.265 38.511 44.358 ingreso per capita del hogar * 9.633 8.738 10.092 10.602 13.307 ingresos laborales 12.675 12.093 14.880 15.744 16.829 Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012. Nota: * con valor locativo y sin servicio doméstico.

Gráfica 4: Ingreso laboral promedio por quintiles

Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

Si se analiza la gráfica 4, que muestra el promedio de ingresos laborales para cada quintil de ingresos, se refuerza la situación antes descripta, ya que para el promedio de Montevideo los valores de ingresos son superiores que en la RO para todos los quintiles. Destaca que la diferencia se hace cada vez mayor al aumentar los ingresos, registrando la mayor brecha para los quintiles 4 y 5.

Al analizar la distribución del empleo en la RO y Montevideo se observa, en el cuadro 9, que hay una especialización relativa de la RO, respecto al promedio de Montevideo, en los sectores de construcción, textiles, agropecuaria, alimentos, fabricación de metales y equipos y servicio doméstico, todos sectores en los que el porcentaje de empleo es entre una vez y media y dos el valor para Montevideo.

En términos absolutos la estructura del empleo muestra que el 62% de la población de la RO trabaja en cinco sectores que, por orden de importancia, son: i) comercio, ii) empleo público, enseñanza y salud, iii) construcción, iv) servicio doméstico, y v) elaboración de alimentos y transporte y comunicaciones.

En todos los sectores de actividad los ingresos laborales promedio que obtienen los ocupados de la RO son menores que para el promedio de los ocupados de Montevideo.

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Cuadro 9: Distribución del empleo y media de ingresos laborales RO Montevideo Ramas de actividad % Media de % Media de ocupados ingresos ocupados ingresos Servicio doméstico 9,5% 7.946 6,5% 9.223 Administración pública y defensa, 14,3% 17.470 23,5% 25.302 enseñanza y salud Agropecuaria y minería 3,5% 10.338 1,3% 21.485 Artes, entretenimiento y recreación, 4,7% 10.149 5,2% 14.917 Otras actividades de servicio Comercio 18,7% 13.013 19,4% 17.279 Construcción 12,9% 16.275 6,1% 18.168 Elaboración de alimentos y bebidas 6,7% 15.296 4,1% 19.188 Electricidad, Gas y Agua 1,1% 19.318 1,4% 26.037 Fabricación de metales, equipos 4,6% 17.538 3,2% 18.108 electrónicos, maq. y equipo, muebles Otros 0,0% 18.328 0,2% 47.104 Producción de madera, papel, sustancias 3,8% 15.879 3,3% 23.983 y productos químicos Productos textiles 4,2% 12.236 2,0% 13.738 Restaurantes y hoteles 3,0% 10.368 2,9% 14.236 Servicios a Empresas 5,2% 14.266 12,4% 26.118 Transportes y Comunicaciones 7,7% 19.569 8,6% 25.450 Total 100,0% 100,0% Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

La anterior estructura del empleo guarda una alta consistencia con lo obtenido de la encuesta aplicada a la población de la RO, en donde las actividades de comercio y servicios engloban a 17% de sus trabajadores, y el servicio doméstico a 11%. Cabe señalar que los sectores de la construcción, empleo público y transporte y comunicaciones, no tienen un correlato exacto con lo relevado en la encuesta que apuntó a actividades desempeñadas, por ejemplo, los sectores de la construcción y transporte y comunicaciones seguramente hayan sido relevados en la encuesta a la RO como actividades de operarios y peones.

Gráfica 5: Ingreso laboral promedio por quintiles (ETPRO, 2014)

Administrativos Empleados de 8% comercios y Técnicos y servicios profesionales 17% 10%

Personal doméstico 11% Trabajadores Operarios y agrícolas peones 2% 36% Vendedores 8% Policía, fuerzas Otras actividades armadas y otros 3% 5%

Fuente: Encuesta telefónica a población de la Región Oeste 2014 (ETPRO, 2014).

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Finalmente, el análisis de los cuadros 10 y 11 muestra una aproximación a la situación respecto a la conectividad y los medios de transporte para ir al trabajo. En primer lugar, surge que en la RO es fundamental el transporte colectivo, que es utilizado por la mitad de los trabajadores para ir a su lugar de trabajo, mientras que en el promedio de Montevideo es un 30% el porcentaje de personas que utilizan este medio. A su vez, es menor el porcentaje de personas que van a pie al trabajo o en bicicleta, respecto al promedio de Montevideo, lo que puede señalar que es mayor la proporción de personas que buscan su fuente de trabajo lejos de su barrio.

Cuadro 10: Medio de transporte utilizado para ir a trabajar. RO y Montevideo. Medio de transporte Montevideo RO Transporte colectivo 29,9 49,5 Taxi o similar 0,5 0,4 Automovil particular 15,0 8,9 Ciclomotor 17,9 14,3 Bicicleta 5,5 2,6 A pie 20,4 15,0 No se traslada 3,8 3,9 Otros 6,9 5,4 Total 100,0 100,0 Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

La encuesta aplicada a la población de la RO, en particular a los que desarrollan actividades laborales, verifica lo anterior: 52% utiliza el ómnibus como medio de transporte al trabajo, 13% el ciclomotor, 3% la bicicleta y 9% no se traslada o trabaja desde la casa. Algunas diferencias de menor entidad se encuentran en la movilidad en automóvil (15% en la encuesta específica y 9% en la ECH) y a pie (8% en la encuesta específica y 15% en la ECH).

Gráfica 6: Medio de transporte al trabajo (ETPRO, 2014)

Automóvil Taxi 15% 0% Ciclomotor/mot o 13%

A pie Ómnibus 8% 52% Bicicleta 3% No se traslada 3%

Trabaja en casa 6%

Fuente: ETPRO, 2014.

Si se analiza la situación según barrios y localidad en Casabó, Cerro y La Paloma es donde el transporte colectivo representa el mayor porcentaje, entre 52% y 60%. No obstante este medio es muy importante en toda la RO. Es interesante ver que a pie es muy bajo el porcentaje en Ciudad del Plata, La Paloma y Casabó, mientras en el Cerro y Paso de la Arena parecería que un mayor número de personas tienen un trabajo próximo a su domicilio, en el barrio.

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Cuadro 11: Medio de transporte utilizado para ir a trabajar. Barrios de RO. Paso de la Ciudad Medio de transporte Cerro Casabo La Paloma Arena del Plata Transporte colectivo 52,4 59,6 52,6 45,9 40,0 Taxi o similar 0,6 1,0 6,6 0,6 8,9 Automovil particular 10,8 8,1 15,5 10,8 18,3 Ciclomotor 10,6 12,0 2,8 13,0 4,9 Bicicleta 1,0 0,5 14,3 2,8 17,6 A pie 15,4 9,7 3,5 17,3 5,2 No se traslada 4,5 1,9 4,6 3,5 5,2 Otros 4,7 7,2 - 6,0 - Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Fuente: procesamiento del MIDES con ECH 2012.

También en el análisis de las diferencias al interior de la RO se observa una alta consistencia entre los resultados de la encuesta y los que se acaban de mostrar de la ECH. Por ejemplo, el menor uso del ómnibus por parte de los trabajadores que residen en Ciudad del Plata (37%) con respecto al resto de barrios de la RO (entre 50% y 60%). Las diferencias entre las estimaciones de la ECH de 2012 y de la encuesta específica aplicada en 2014 en la RO radican en el mayor uso del ciclomotor en Ciudad del Plata, La Paloma - Tomkinson y Casabó - Pajas Blancas. Este medio de transporte representa en estos barrios el 21%, 15% y 18% respectivamente, lo que es superior a los guarismos que muestra la ECH.

En síntesis

La RO, si bien muestra matices a su interior, es claramente una zona diferenciada del promedio de Montevideo, con una situación de menores ingresos de los hogares, menores ingresos laborales, mayor desempleo, mayor informalidad, alta dependencia del transporte público para acceder al trabajo, y un perfil de empleo privado que muestra una economía regional que se sustenta en el comercio (en gran parte de bajo dinamismo, ya que no se trata de una “zona comercial”), la construcción y el servicio doméstico.

Esas condiciones socio-económicas y el perfil de empleo muestran que es una región que no aprovecha de forma importante las oportunidades que pueden ofrecer los desarrollos productivos y emprendimientos que se localizan en el territorio, insertando su población en trabajos fuera del territorio con ingresos laborales inferiores a los promedios que se obtienen en esos mismos trabajos para el promedio de los montevideanos o, alternativamente, en actividades comerciales al por menor que no presentan desarrollos dinámicos sino más bien esquemas de generación de ingresos ante la falta de otras posibilidades de trabajo.

Estos perfiles abonan la hipótesis de que la RO no integra a su población y economía local a cadenas de valor que tienen una lógica de escala metropolitana o nacional, a pesar de contar con presencia en la región de empresas y emprendimientos allí localizados y con una perspectiva de aumentar dicha presencia tanto a corto como a mediano plazo. Esto plantea el desafío de analizar si es posible detectar oportunidades para el territorio, para su población, de poder integrar en alguna medida dichas cadenas de valor, bajo la forma de empleo directo y/o indirecto, así como por medio de la venta de servicios. Si esto no es posible, entonces la RO quedaría como un mero soporte contenedor de actividades productivas dinámicas sin perspectivas de integrar esas dinámicas de crecimiento con su lógica local de ingresos y empleo. En cualquier caso es necesario analizar qué posibilidades hay en términos de políticas de desarrollo local para mejorar el empleo, los ingresos y la calidad de vida de la población.

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V. Análisis de la dinámica productiva en la Región Oeste

a. Factores de atracción de inversión y ventajas de localización: 2004-2014

Todos los actores consultados en el territorio destacan el crecimiento empresarial de la Región Oeste, el que ha cambiado el perfil de especialización productivo de la zona. Los factores de atracción de las inversiones, que sobre todo se han incrementado en forma importante desde 2004, refieren a las siguientes ventajas y aspectos:

 Disponibilidad, precio y normativas de uso de suelos  Ventajas de localización relacionadas a las economías urbanas de aglomeración  Ventajas de esquemas de promoción de inversiones  Efecto de sinergia entre inversiones y externalidades de los proyectos grandes

Disponibilidad, precio y normativas de uso de suelos

Un factor que ha operado para atraer emprendimientos fue la disponibilidad de terrenos en comparación con otras zonas de Montevideo. Además el precio por m2 era mucho más bajo que en otras zonas de Montevideo hace 10 años y más aún hace 20 años. Ahora los precios han subido mucho, porque ya quedan pocos terrenos disponibles.

El atractivo de la disponibilidad de suelo fue potenciado por el hecho de que la normativa para la localización de emprendimientos en la ciudad y otras zonas del departamento de Montevideo se volvió más exigente, restringiendo ciertos usos del suelo en zonas urbanas, lo que impuso ciertas condicionantes que llevaron a varias empresas a tener que trasladarse hacia otras ubicaciones..

En efecto, las políticas de Ordenamiento Territorial (OT) de la Intendencia de Montevideo (IM) configuraron un señalamiento de esta zona como opción de localización para estas actividades. Por un lado, la normativa se propuso sacar el tránsito de camiones y las actividades asociadas a la logística de la planta urbana de la ciudad de Montevideo, mientras que por otra parte, se hizo a fines de los noventa la delimitación de Montevideo Rural (suelo de uso rural que no puede alojar emprendimientos comerciales o industriales ni viviendas en áreas menores a tres hectáreas). Por lo tanto, se impidió que las localizaciones de emprendimientos se situaran en la trama urbana de la ciudad, al tiempo que también se delimitaron áreas rurales en las que no se podían instalar. Como resultado, dado que en la base del Cerro los suelos son municipales y Camino Bajo La Petisa puede decirse que es el límite entre lo rural y lo urbano, la zona sobre Ruta 1 y al sur, y al este de Camino Bajo de la Petisa quedó establecida como zona comercial-industrial. Esto explica el boom y concentración de inversiones que se alojaron desde 2004 en dicha zona y, en particular, sobre Camino Burghi.

Como efecto colateral de lo anterior, algunos actores destacan que el cambio en las reglas de juego en la reglamentación de usos del suelo condujo a ser más laxos en determinadas regulaciones en la Región Oeste. Un entrevistado decía "Como los sacaste de la ciudad se tuvo que ser más permisivo con algunas fiscalizaciones a la hora de su instalación en la Región Oeste". La IM reconoce que, debido al desarrollo del sector de la logística en el país y la importante localización en esta zona, se generó una presión sobre el suelo que no se había previsto en el POT. Esto requirió en algunos casos plantear un uso mixto, combinar usos

28 logísticos con residenciales. Los temas que agregaron presión fueron: el proyecto de puerto de Puntas de Sayago como extensión del puerto de Montevideo, la planta regasificadora y el polo naval, los que determinaron la necesidad de revisar la planificación realizada anteriormente. Pero el proceso de inversiones fue más rápido que los ajustes, previsiones y adecuación de las infraestructuras y equipamientos de la zona para soportar los usos logísticos. Como consecuencia de esto se han ido dando habilitaciones precarias y revocables a varios emprendimientos que se han instalado en la zona, mientras se trabaja en el desarrollo de la infraestructura adecuada para que esos suelos y emprendimientos tengan un entorno adecuado, como el ensanche y/o pavimentación de Camino Burghi.

A modo de ilustrar este factor de atracción, una de las empresas de reciente instalación en la zona de Rincón del Cerro se mudó de otra zona de Montevideo por una Resolución de la Intendencia, sin embargo, la misma empresa señala que como necesitaban un predio de mayor tamaño para el mejor desarrollo de sus actividades el traslado significó una mejora significativa. Fueron varias las empresas que señalaron que se fueron de barrios de Montevideo intimados por la Intendencia y que la localización en esta zona les significó un mayor espacio para ampliar sus infraestructuras, al tiempo que no tuvieron que alejarse demasiado del Puerto, situándose próximos a arterias fundamentales como Ruta 1 y Ruta 5.

En el caso de Ciudad del Plata el proceso es similar, pero la localización se refiere más a industrias que empresas de logística, las que se habían localizado allí antes que el boom de emprendimientos logísticos de los años 2000 en la zona oeste de Montevideo. De todas formas, el factor de atracción es muy similar: disponibilidad de terrenos, a precios menores que en la ciudad de Montevideo, con regulaciones menos exigentes y, en este caso, aprovechando una política expresa de la Intendencia de San José de atraer inversiones.

Cuadro 12: Algunas de las principales empresas localizadas en la RO

NOMBRE CALLE Nº (o segunda calle) SIRTE ANTONIO LEAL DE IBARRA 5406 TIPLER / RICO PUMA AV. LUIS BATLLE BERRES ABREVADERO EMPRENDIMIENTO LOGISTICA - EN BURDEOS CONSTRUCCIÓN CAMINO FERRES AAK CAMINO AL PASO DE LA ARENA 2460 CELSISUS CAMINO ALIANZA F. NIN REYES / CAMINO CIBILS EMPRENDIMIENTO MADERA-PALLETS CAMINO BUFFA CNO. BAJO DE LA PETISA EMPRENDIMIENTO LOGISTICA - EN CAMINO BUFFA CONSTRUCCIÓN CNO. BAJO DE LA PETISA TOMASI VIÑAS CAMINO PAJAS BLANCAS 7415 VIÑA Y BODEGA RODRIGUEZ CNO. ANTÁRTIDA BENJAMÍN FERNANDEZ Y MEDINA FNC CNO. BAJO DE LA PETISA RUTA 1 FNC - DISTRIBUCIÓN CNO. BAJO DE LA PETISA 5593 POLO OESTE - PARQUE LOGÍSTICO CNO. BAJO DE LA PETISA 5308 FRIGORIFICO MODELO // DORALINE CNO. BAJO DE LA PETISA 5308 ETAFPA SRL CNO. BAJO DE LA PETISA S/N MURCHISON CNO. BAJO DE LA PETISA 5042 ED&F MAN CNO. BAJO DE LA PETISA 5205 CASCADA CNO. BAJO DE LA PETISA 5059

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NOMBRE CALLE Nº (o segunda calle) MALATIC CNO. BAJO DE LA PETISA 4706 TALLERES CHAGO CNO. BURGHI 2638 FINNING CAT CNO. BURGHI 2646 TIEMPOST CNO. BURGHI 2675 PYKE COMERCIAL -CHIPERA CNO. BURGHI S/N TORNO METAL CNO. BURGHI 2694 TURISMAR CNO. BURGHI S/N MEKATRONIC SA CNO. BURGHI 2552 PEPSICO UY CNO. BURGHI 2645 MONTEVIDEO PORT SERVICES CNO. BURGHI CASI CNO. CIBILS 2685 SERVIPIEZAS CNO. BURGHI CASI CNO. CIBILS 2600 BODEGAS AGUERRE CNO. CIBILS 5357 CATAF LOGISTICA CNO. CIBILS 5357 TRANSPORTES BERRO CNO. CIBILS CASI RUTA 1 5559 FADIMAX - GRANOS (ERRO) CNO. MANUEL M FLORES 7004 TRANSPORTES VAZQUEZ CNO. TOMKINSON RUTA 1 MITRA (CONTENEDORES) CNO. TOMKINSON LOS PLATANOS CRISTOFALO TRANSPORTES CNO. TOMKINSON 2912 TRANSPORTE GRUPO FERNANDEZ CNO. TOMKINSON 2898 SILOS CNO. TOMKINSON J. LLUPES NEW PARK (LOGISTICA) CNO. TOMKINSON 2300 BERDICK CNO. TOMKINSON J. LLUPES JOHN DEERE RUTA 1 CNO. CIBILS LOGISTICA TRES EJES RUTA 1 KM 8 EL PAIS RUTA 1 CNO. CIBILS AIR LIQUIDE Ruta 1 (Ciudad del Plata) Km. 22,5 EFICE Ruta 1 (Ciudad del Plata) Km. 25 ISUSA Ruta 1 s/n (Ciudad del Plata) km 24 TORYAL Ruta 1 (Ciudad del Plata) km 34

La alta concentración de empresas en la zona oeste, dentro del área que tiene un uso mixto que habilita el uso logístico, prácticamente no ha dejado terrenos libres (sobre todo entre Camino Cibils y Bajo de la Petisa) mientras que los terrenos que quedan se venden caros. Por ejemplo, próximo a Camino Burghi un terreno de dos hectáreas vale un millón de dólares, cuando en la zona una chacra de dos hectáreas valía hace unos años 40 mil dólares. Por lo tanto, las condiciones cambiaron y hoy ya no hay disponibilidad de suelo a precios bajos.

Por eso ahora se da una tendencia de expansión de las inversiones hacia otros lugares de la región oeste dejando la zona de Camino Burghi y, más en general, fuera de la zona entre Tomkinson, Ruta 1, Cibils y Sanfuentes. Las nuevas inversiones se empiezan a localizar en Camino Tomkinson hacia Paso de la Arena (al norte). Allí los terrenos son menos caros, hay disponibilidad y la zona está definida por la Intendencia como de usos mixtos, permitiendo el comercial e industrial. De la Ruta 1 hacia Camino Sanfuentes no hay terrenos disponibles.

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Ventajas de localización relacionadas a las economías urbanas de aglomeración

Otros factores de atracción, vinculados con el aprovechamiento de economías de aglomeración urbana típicos de las áreas metropolitanas, refieren a la ubicación estratégica que sitúa a las empresas en el eje de dos de las principales carreteras del país (Rutas 1 y 5), con acceso a la nueva perimetral que conecta rápidamente con el resto de carreteras nacionales y a pocos kilómetros del puerto de Montevideo. A su vez, la ubicación permite acceder sin problemas al mercado de factores de Montevideo, es decir, a la oferta de trabajo calificado y no calificado, así como a los servicios y proveedores, incluyendo estratégicos como no estratégicos.

Por otra parte, para el tipo de emprendimiento vinculado al transporte y logística, así como al comercio de vehículos de carga, la ubicación sobre la Ruta 1 y también próxima a Ruta 5 es una "vidriera" muy importante, ya que la mayoría de las cargas por carretera del país pasan por este lugar estratégico.

En el caso de Ciudad del Plata, las industrias establecidas encuentran y utilizan mano de obra local, sobre todo a nivel de empleos de operarios de media y baja calificación, así como algunos oficios. Si bien esto no constituyó un factor clave de localización, ya que la proximidad a Montevideo permite manejarse con dicho mercado de factores como referencia, fue una ventaja que también se aprovechó.

Por otra parte, en Punta Espinillo hay alguna demanda de tierras para viviendas o chacras, que podrían ser adquiridas por población de Montevideo con poder adquisitivo alto. También participan en esta demandan capitales argentinos, por ejemplo, la ex chacra de Mailhos que se vendió como residencia de recreo.

Ventajas de esquemas de promoción de inversiones

Si bien no es un elemento exclusivo de esta zona, sino que es un factor de atracción de inversiones para el país en general, la Ley de Promoción de Inversiones (en especial el cambio en la reglamentación de la Ley en 2007) contribuyó a explicar la dinámica inversora tan importante en la zona. Todos los entrevistados coinciden en señalar este impacto, reconociendo y/o señalando que muchas de las inversiones no se hubieran realizado si no hubiera existido dicho esquema de promoción. En el caso de Ciudad del Plata, a esto se suma la política de la Intendencia de San José para facilitar y atraer inversiones.

Considerando que la Ley contempla ponderaciones diferentes de acuerdo a un indicador de inversa de pobreza de acuerdo al lugar en que se instala la inversión, cabría preguntarse si eso se tuvo en cuenta a la hora de decidir la localización en estas zonas en las que el porcentaje de pobreza es superior al promedio del país. Sin embargo, esto no fue mencionado en ninguna entrevista.

Efecto de sinergia entre inversiones y externalidades de los proyectos grandes

Varias empresas señalaron que se instalaron siguiendo a un cliente o un proveedor (dentro del rubro de logística, transporte de carga, talleres y repuestos y servicios conexos). Al respecto es ilustrativo el relato de una de las empresas pioneras en instalarse en la zona oeste, hace 25 años. Cuando se instalaron sobre la Ruta 1, en la zona había chacras, no había otros emprendimientos similares. Luego, desde la Intergremial de Transporte Profesional de Cargas (ITPC) se vio que la zona era adecuada para instalar empresas de transporte, almacenamiento,

31 venta de camiones y remolques, así como repuestos y reparaciones, lo que impulsó las siguientes localizaciones. Es decir, junto con los otros factores que se explicaron, unos emprendimientos fueron "trayendo" a otros.

Por otra parte, la instalación de mega-proyectos como la planta regasificadora o el puerto de Puntas de Sayago se señalan como factores positivos para atraer inversiones. Estos tienen dos efectos. Uno es el de señalamiento, ya que estas decisiones estratégicas del país indican que determinadas zonas tienen una mayor probabilidad de ser priorizadas e impulsadas para determinados desarrollos. El otro se relaciona con el primero, ya que estos mega emprendimientos suponen (al menos en una visión de mediano y largo plazo, que es como se piensan las inversiones) mejoras en las infraestructuras del lugar, como accesos y conectividad vial, pavimentación y ensanche de caminos principales, mejora de la caminería secundaria, iluminación en los alrededores, mejora de los equipamientos de la zona, de la seguridad, del acceso a servicios como energía, agua y saneamiento, así como también del transporte colectivo..

Además de la regasificadora, hay que considerar la lógica de generación de puertos auxiliares como extensión del puerto de Montevideo. En este sentido, está el puerto Punta Sayago y su área de logística prevista, el proyecto para hacer un puerto granelero que se comunique con la Unidad Alimentaria de Montevideo y en la zona de Punta del Tigre, se está proyectando el polo naval. Se debe advertir que el impacto de estos emprendimientos en la zona puede ser muy importante, de concretarse los mismos en el futuro cercano. Todo esto refuerza la vocación logística de la zona oeste.

La principal obra en marcha es la de Gas Sayago, sin embargo, la mayor infraestructura que se construye es la escollera, en el Río de la Plata, para contar con un barco con una capacidad de 263.000 m3 de almacenamiento de gas licuado. Antes de contar con el barco de gran porte, va a operar un barco denominado puente desde mayo a julio del 2015. En el pico más alto de la obra se puede llegar a 700 puestos directos, pero cuando esté operando se dará empleo a unas 35 personas. El impacto más grande en tierra se dará por el obrador y el gaseoducto que se conecta con el gaseoducto Cruz del Sur. En Paso de la Arena va a existir una estación reductora de presión y medición, la cual será otra presencia de la empresa en la zona.

Otro proyecto grande, que está fuera de la zona de estudio, pero que tiene potencial impacto (por ejemplo, de concretarse la conexión con un puerto granelero en la costa de la región oeste) es el traslado del ex Mercado Modelo a lo que es la Unidad Alimentaria de Montevideo. Este proyecto, además del traslado del viejo mercado, plantea crear un polo alimentario que también supone la instalación de terminales de comercialización de granos, cerdos y pollos (que podrán ser desarrollos privados) y una central de aduanas vinculada con la exportación de frutas y verduras.

También fuera de la zona oeste, tal como la hemos definido, se encuentra el proyecto de la Zona de Actividad Logística de Montevideo (ZAL), también denominado de Central de Cargas (Ruta 102 y Camino Forte). Allí se expropiaron 45 hectáreas (quedarían libres para inversiones más de la mitad de estas), en una zona que estaba planteada como una zona de desarrollo habitacional y con el Plan de Movilidad cambia a una central de cargas. En este proyecto interviene la CND que hizo un primer estudio de factibilidad y está trabajando en la etapa de pre licitación. También interviene Aduanas y ANCAP.

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b. Relacionamientos de las empresas con el medio local

Como visión general se puede decir que los emprendimientos de logística instalados en la Región Oeste tienen muy bajas demandas sobre el propio territorio. Asimismo, no hay incentivos a que durante el proceso de instalación se generen vínculos que promuevan tales relacionamientos con el medio local. No se aprecian así capacidades que faciliten un proceso de desarrollo endógeno del territorio.

Son muy pocos los ejemplos y experiencias de articulación entre empresas y sociedad civil. Un ejemplo, mencionado por varios entrevistados, es el acuerdo de la empresa COUSA con el sindicato para crear una guardería para los trabajadores de la empresa, que es co-gestionada.

Respecto a la contratación de servicios y proveedores locales, un entrevistado señalaba "en general estas empresas tienen todo “adentro” y si no ya lo tienen resuelto en otras zonas". Afirmación que es válida en general, lo que surge de lo que dicen las propias empresas. Sin embargo, además de la lógica de conexión con Montevideo como mercado principal de insumos y servicios, también se señala por parte de las empresas que no hay servicios en la zona. Respecto a los insumos las empresas van a seguir abasteciéndose en Montevideo e incluso se ha observado que algunas empresas proveedoras (y también clientes) de las firmas ya instaladas se localizan en predios próximos en la zona (lo que se explica por las mismas razones que se mencionaban como factores de atracción, sumado a la sinergia que genera localizarse junto a un principal cliente o proveedor, sobre todo en el sector de logística). Pero estos círculos de proveedores y clientes siguen siendo cerrados al medio local.

Sin embargo, hay servicios de proximidad, en general auxiliares, que las empresas demandarían localmente si existieran, con oferta adecuada, fácil acceso (seguridad) y garantía de continuidad. Lo anterior refiere a servicios que solucionen temas de movilidad (de trabajadores, empresarios, alimentación (rotisería, restaurantes), limpieza, insumos de papelería y oficina, así como comercios para recurrir en caso de necesidad (ferretería, bazar, entre otros). Otros servicios, como técnicos en electricidad, sanitaria o mantenimiento, ni siquiera se plantean por parte de las empresas porque no hay, aunque son claramente servicios que tendría sentido brindar desde lo local. Por otra parte, una demanda más importante es la que puede ejercer el personal de estas empresas, no solo en alimentación, sino en lo referente a compras personales. Por ejemplo, solo en dos manzanas de la calle Burghi y Camino Cibils hay 800 personas trabajando. Estas personas no tienen donde realizar compras, porque no hay oferta y tampoco seguridad para estas acciones. De la información recabada en las entrevistas y las visitas de campo, se pudo identificar un supermercado de gran superficie en la zona de Paso de la Arena y algunas estaciones de servicio sobre Ruta 1, como la única oferta comercial disponible para empresas y personal.

En cuanto al relacionamiento entre las empresas se puede decir que no existen agrupaciones de empresas ni ámbitos establecidos para el intercambio o la vinculación, predominando vínculos a nivel individual, por conocimientos personales. En este sentido, se pudo ver que hay buen relacionamiento entre los emprendimientos que están más próximos, en la misma manzana por ejemplo. Es así que, en algunas zonas, las empresas se han puesto de acuerdo para mejorar, por ejemplo, el estado de la calle sobre la que se encuentran o la iluminación, pero no se identifica más que ese tipo de relacionamientos.

Un tema que seguramente incide en el bajo relacionamiento de las empresas con el medio local es que, como dice un entrevistado, "el proceso de instalación muchas veces es tratado directo a nivel central del Gobierno o de la Intendencia, sin mayores vínculos con los actores del

33 territorio (Municipio por ejemplo)". En efecto, las empresas tratan sólo con la Intendencia, no tienen casi relación con los Municipios ni con otros actores locales.

Relacionado a lo anterior, una dificultad que se visualiza, para generar relaciones locales, es que no se identifican organizaciones sociales o pequeñas empresas locales en la Región Oeste, que puedan establecer vínculos con las grandes empresas instaladas en la zona. Esto genera la interrogante sobre si hay capacidades en los actores locales para entablar este tipo de vinculaciones con las empresas que lideran el dinamismo de la zona. Esto se retoma más adelante. Un entrevistado señalaba, "Existen algunas organizaciones barriales pero no existe diálogo con empresas, ni mecanismos de diálogo, y tampoco está en sus agendas pensar en estos términos (…) [se trabaja] sin foco en la logística de la Ruta 1, predominando cuestiones políticas más de fondo". Otro entrevistado también señalaba algo parecido, "La agenda de las organizaciones barriales tiene como prioridades temas vinculados a solucionar problemas en las calles, vivienda y de seguridad. El empleo y la dinámica productiva de la zona no forma parte de la agenda". Por lo tanto, no se identifica fácilmente la generación de un espacio de intercambio entre empresarios y organizaciones del medio local para que puedan dialogar en clave de detectar oportunidades.

La relación de la Intendencia de Montevideo con las empresas y la instalación de estas en la zona, se centra en cómo resolver la tensión, en cómo dar soluciones sobre temas relativos a condiciones de calles, drenaje y tránsito, antes de autorizar el uso del territorio. Pero la verdad es que se va "corriendo de atrás" el proceso, se requieren más inversiones de infraestructura. Sin saneamiento, vías adecuadas de conectividad, iluminación y otros servicios de equipamiento básico, no es posible un desarrollo adecuado de la zona como un polo logístico. En este sentido, sería interesante avanzar en la cooperación público-privada para el financiamiento de ciertas infraestructuras. Para ciertas infraestructuras las empresas pueden estar dispuestas a co-financiarlas.

El proyecto de la planta regasificadora ha tenido impacto en el medio local, afectando a los pescadores artesanales por la construcción de la escollera con sus muelles y la terminal. Luego de que las obras terminen los pescadores podrán volver a pescar con una zona de exclusión de 600 metros del eje central de la escollera. Fueron identificadas 24 barcas en la zona de Santa Catalina, con 22 Gas Sayago llegó a un acuerdo por dos años. Algunos entrevistados señalan que Gas Sayago "...hizo muchas promesas en el Cerro y Casabó, se generaron muchas expectativas, y no pasó nada, se generó desconfianza". No obstante, la empresa señala que tiene un foco en la responsabilidad social empresarial que no solo durante la obra sino como visión posterior de convivencia en la zona. En cuanto a la política de mitigación que deben realizar como contrapartida de la contaminación visual la empresa apoya en el mantenimiento de Puntas Yeguas y de otros espacios verdes. A su vez, se ha contratado a una cooperativa social para la limpieza (en coordinación con el MIDES).

Otro de los proyectos con potencial en la zona, el Polo Naval, incorpora la iniciativa de desarrollar un sector de capacitación en soldadores para barcazas (astilleros). Al respecto, se inaugurará en 2015 una Escuela Técnica (UTU) en Santa Catalina. Esto puede ser un factor importante de vinculación de la población del lugar con el emprendimiento y con el perfil productivo del territorio.

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VI. Análisis de las condiciones de capital humano y capital social de la Región Oeste

a. Capital humano y trabajo: restricciones y oportunidades

Nivel educativo alcanzado y edades de la población de la región

Considerando la población de la RO de 14 años y más, el 48% de las personas tienen un nivel educativo alcanzado menor que ciclo básico completo. Además hay cerca de un 10% que no completa primaria o no tiene instrucción. Un 24% tiene primaria completa y un 14% ciclo básico completo. En el otro extremo, un 34% alcanza el nivel de bachillerato o formación técnica profesional (completo o incompleto) y un 7% alcanza formación terciaria o magisterio (completo o incompleto).

Si consideramos la población de la RO de 25 y más años, los porcentajes son similares. Un 51% de las personas tienen un nivel educativo inferior que ciclo básico completo, 29% tiene primaria completa como máximo nivel educativo alcanzado y un 12% no completó primaria o no tiene instrucción. Por otro lado, un 10% alcanza a completar el ciclo básico, un 32% alcanza (completo o incompleto) bachillerato o formación técnica profesional y 7% alcanza formación terciaria o magisterio (completo o incompleto).

Esta situación de capital humano de la RO se relaciona directamente con las posibilidades de empleo y el tipo de inserción predominante en trabajos de baja calificación. El cuadro 13 muestra la situación según barrios.

Cuadro 13: Población de 14 años y mayor según máximo nivel de estudios alcanzado (ETPRO, 2014)

Casabó - La Paloma Paso de Ciudad Máximo nivel educativo alcanzado Cerro Pajas - la Arena del Plata Blancas Tomkinson Sin instrucción o primaria incompleta 8,5% 10,2% 7,9% 10,1% 11,1% Primaria completa 23,5% 29,6% 35,9% 25,9% 21,4% C B incompleto 14,9% 14,2% 18,9% 14,0% 13,1% C B completo 10,6% 11,5% 7,9% 10,0% 10,4% Bachillerato incompleto 8,9% 5,7% 5,8% 9,4% 9,1% Bachillerato completo 12,6% 10,4% 13,7% 12,8% 13,6% Formación técnica o profesional incompleta 8,3% 9,9% 4,1% 8,4% 8,9% Profesión técnico profesional completa 4,5% 2,1% 2,0% 3,9% 3,8% Magisterio o profesorado incompleta 0,1% 0,8% 1,4% 0,3% 0,3% Magisterio o profesorado completa 1,1% 0,7% 0,0% 0,6% 0,9% Terciaria universitaria o no universitaria 4,9% 2,9% 1,7% 3,0% 4,4% incompleta Terciaria universitaria o no universitaria 2,2% 2,1% 0,7% 1,6% 3,0% completa Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014.

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Se puede observar que La Paloma - Tomkinson es el barrio con mayor debilidad en su capital humano, ya que el 63% de su población de 14 años y más no supera como máximo nivel educativo el ciclo básico incompleto. Le sigue Casabó - Pajas Blancas con 54%, Paso de la Arena con 50%, Cerro con 47% y Ciudad del Plata con 46%.

Si se analiza la población de la región por tramos de edad es posible notar en el cuadro 14 que se trata de una población con importante peso de los niños y jóvenes. En la región la población menor de 25 años representa el 37% del total, y los menores de 14 son el 20%. En Casabó - Pajas Blancas los menores de 25 son casi 40%, en Cerro y La Paloma - Tomkinson casi 39%, en Ciudad del Plata 37% y en Paso de la Arena 34%.

Adicionalmente, también hay un segmento de población importante de más de 55 años, que para el total de la región es de casi 25%. En Paso de la Arena y La Paloma - Tomkinson este porcentaje llega al 30%.

Si se considera solamente la población que recibe asignaciones familiares (población AFAM) no cambian las conclusiones generales en términos relativos. Se observa que en este segmento de la población el nivel educativo es menor. Esto se traduce en que es mayor el porcentaje de personas con formación menor que ciclo básico completo en La Paloma - Tomkinson, Paso de la Arena y Ciudad del Plata, y menor que primaria completa en Cerro y Casabó. En general, es menor la población con formación técnica completa y con formación completa o incompleta de magisterio o terciaria. Ver en el anexo 3 el cuadro A1.

Cuadro 14: Población por tramos de edad (ETPRO, 2014)

Casabó - Tramo de La Paloma - Paso de la Ciudad del Región Cerro Pajas edad Tomkinson Arena Plata Oeste Blancas 0-13 21,7% 20,3% 17,8% 18,4% 19,6% 20,3% 14-24 17,0% 19,3% 20,9% 15,9% 17,7% 17,3% 25-34 11,8% 17,1% 4,5% 10,9% 11,4% 11,8% 35-44 13,6% 9,5% 12,4% 13,4% 12,8% 12,9% 45-54 12,1% 13,6% 14,7% 11,4% 15,2% 12,9% 55-64 10,1% 11,1% 10,0% 11,2% 9,0% 10,2% 65 y más 13,7% 9,1% 19,7% 18,7% 14,3% 14,6% Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014.

Esta situación de composición de edades de la región da cuenta de una población que, por un lado, es muy joven y, por otro lado, cuenta con un segmento bastante envejecido, lo que en un contexto general de baja y muy baja calificación de las personas refleja una doble debilidad. Una debilidad en la inserción de los jóvenes al trabajo dado que en buena parte no completan los estudios obligatorios y abandonan su formación, y otra debilidad en su población mayor que suma a su edad la baja calificación, lo que supone una combinación poco ventajosa para una exitosa inserción laboral.

Si se considera a la población AFAM el perfil de población joven de la región se refuerza, es mayor la población menor de 14 años y es menor la población mayor de 45 años. Ver en el anexo 3 el cuadro A2.

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Datos de desempleo de la ETPRO, 2014

Con la encuesta aplicada en 2014 por MIDES la tasa de desempleo de la región es algo mayor que la que mostraba la ECH de 2012, situándose en 12,8%. La tasa de desempleo es mayor en Casabó - Pajas Blancas (16,3%) y en La Paloma - Tomkinson (15,2%), en Cerro es la misma que para el promedio de la región y es algo menor en Paso de la Arena (11,9%) y Ciudad del Plata (11,7%).

A su vez, si se observa el cuadro 15 se confirma el dato que se obtenía con la ECH de que la población joven es la que más desempleo presenta. En el tramo de 14 a 24 años la tasa de desempleo es 27,5% y de 25 a 34 años es 13,6%. El desempleo es bastante menor en el tramo de 45 a 55, siendo solo 6,7%. En el tramo de mayor edad, de 55 a 64 la tasa de desempleo es de 10,3%. Por otro lado, si solo se considera a la población AFAM el perfil mencionado del desempleo en la región se refuerza, es mucho mayor aún la incidencia del mismo en los más jóvenes.

Cuadro 15: Desempleo por tramo de edades (ETPRO, 2014)

Tasa de desempleo Tramos de edades 14-24 25-34 35-44 45-54 55-64 Población total 27,5% 13,6% 9,5% 6,7% 10,3%

Población AFAM 32,7% 18,5% 14,5% 6,8% 9,3% Fuente: ETPRO, 2014.

Si se analiza, con la encuesta, el nivel educativo de la población desempleada se constata el problema mencionado en las entrevistas, sobre la baja calificación de esta población y, por lo tanto, las dificultades para su inserción en el mercado formal de trabajo (cuadro 16).

Cuadro 16: Población desempleada según máximo nivel educativo alcanzado, por barrio de residencia (ETPRO, 2014)

Casabó - La Paloma Máximo nivel educativo Paso de la Ciudad del RO Cerro Pajas - alcanzado Arena Plata Blancas Tomkinson Sin instrucción o primaria 7,9% 9,3% 6,4% 0,0% 3,9% 10,6% incompleta Primaria completa 26,2% 23,4% 26,0% 21,7% 35,4% 24,6% C B incompleto 21,7% 25,6% 28,7% 34,8% 11,4% 16,9% C B completo 15,3% 14,6% 15,1% 21,7% 13,6% 17,4% Bachillerato incompleto 7,5% 9,2% 0,0% 0,0% 11,0% 6,6% Bachillerato completo 10,3% 9,3% 9,3% 8,6% 17,1% 7,3% Formación técnica o 7,6% 3,7% 14,5% 13,1% 7,7% 10,3% profesional incompleta Profesión técnico profesional 2,4% 3,5% 0,0% 0,0% 0,0% 4,0% completa Terciaria universitaria o no 0,9% 1,4% 0,0% 0,0% 0,0% 1,1% universitaria incompleta Terciaria universitaria o no 0,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 1,1% universitaria comp Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014.

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En la RO el 34% de los desempleados tienen primaria completa o menos (incompleta y sin instrucción). Un 22% alcanzó a cursar ciclo básico pero no completó y un 15% curso y completó ciclo básico. Hasta aquí se llega al 71% de la población desocupada, que se puede decir que es de baja y muy baja calificación.

La situación es bastante similar según los barrios, destacando que en Cerro y Ciudad del Plata es donde se encuentran los desocupados que tienen formación técnica completa o formación terciaria (completa o incompleta). En Casabó - Pajas Blancas y La Paloma - Tomkinson se observa un porcentaje más alto que el promedio de desocupados con ciclo básico incompleto y en Paso de la Arena el porcentaje más alto de personas con primaria completa.

En el cuadro 17 se muestra la situación según tramos de edad. Se observa que en los tramos de edades superiores, mayores de 35 años y sobre todo desde los 45, es importante el porcentaje que alcanza solo primaria, completa o incompleta, mientras que en los más jóvenes, hasta 24 años pero también hasta 34, es más importante el porcentaje que alcanza como máximo nivel el ciclo básico incompleto o completo.

Cuadro 17: Población desempleada según máximo nivel educativo alcanzado, por tramo de edad (ETPRO, 2014)

Máximo nivel educativo RO 14-24 25-34 35-44 45-54 55-64 alcanzado Sin instrucción o primaria 7,9% 1,4% 7,4% 7,6% 19,6% 17,0% incompleta Primaria completa 26,2% 16,7% 26,8% 30,2% 32,7% 39,7% C B incompleto 21,7% 28,9% 23,5% 18,9% 12,3% 7,9% C B completo 15,3% 21,3% 12,2% 14,8% 10,6% 10,1% Bachillerato incompleto 7,5% 9,6% 7,1% 2,8% 10,9% 6,1% Bachillerato completo 10,3% 12,4% 11,2% 13,4% 3,7% 3,8% Formación técnica o 7,6% 6,0% 9,3% 8,9% 7,8% 8,4% profesional incompleta Profesión técnico profesional 2,4% 0,7% 2,5% 3,4% 2,4% 7,1% completa Terciaria universitaria o no 0,9% 2,4% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% universitaria incompleta Terciaria universitaria o no 0,3% 0,7% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% universitaria comp Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014.

Dinámicas de la población y de los emprendimientos

Un aspecto muy interesante que se identifica en todas las entrevistas, confirmado por todos los actores, es que la dinámica del boom de inversiones y localización de empresas sigue un camino paralelo a la dinámica de asentamientos de población en la zona. Es decir que no hay población migrante a la zona (en busca de trabajo) debido a la instalación de emprendimientos. Esto también se refleja con los datos estadísticos que muestran que la mayor parte de la población trabaja fuera de la región, en la ciudad de Montevideo, por ejemplo en empleos de servicio doméstico, construcción o comercio, o desarrolla actividades comerciales de cuenta propia en la zona, en general con características de precariedad.

La razón por la que se han generado asentamientos y nuevos barrios en la región oeste es, en primer lugar, la llegada de poblaciones expulsadas de otras zonas de Montevideo donde no

38 pueden acceder a vivienda o pagar los servicios básicos (a lo que podría sumarse migración desde el interior del país que termina localizándose en la periferia), y luego el crecimiento se explica por las segundas generaciones que ya nacen en esos nuevos asentamientos. Por lo tanto, es una ocupación del suelo por el costo de la tierra, la vivienda y los servicios básicos y la falta de acceso en otras zonas. No es población que haya venido en busca de empleo.

A su vez, como se vio en los factores de atracción de la inversión, los emprendimientos tampoco vienen a la zona por su gente, no vienen en busca de trabajadores ni de capital humano especializado. De hecho, la mayor parte del empleo que se genera no es de la zona, salvo en puestos de baja calificación o en oficios para los que se contrata trabajadores de los barrios consolidados de la región donde aún hay oferta de este tipo (barrios con una tradición obrera en el pasado).

En Ciudad del Plata, los factores que atrajeron población son similares, tierra barata que fue ocupada por población de muy bajos recursos de Montevideo. Esto se combina con la población estable de Delta del Tigre y Rincón de la Bolsa, ciudades dormitorio originalmente y que, desde que se localizaron las grandes empresas en la zona, encuentran en buena parte trabajo en ellas (además del trabajo en Montevideo, que sigue siendo importante). Recordemos que, como ya se ha dicho, en Ciudad del Plata las empresas se instalaron hace ya varias décadas, en un proceso diferente del "boom" de inversiones en logística de los últimos 10 o 15 años.

Esta caracterización del empleo se confirma con la encuesta aplicada a la población de la RO, en donde resalta que cerca de 4 de cada 10 de sus habitantes (36%) que se encuentran trabajando lo hacen como operarios o peones. Además, esta característica del empleo al que accede la población de la RO trasciende el hecho de si se desempeñan en empleos ubicados dentro de la RO o fuera de ésta, ya que 38% de aquellos que tienen su empleo dentro de la RO desempeñan dicho tipo de actividades mientras que 35% de los que trabajan fuera de la RO lo hacen como operarios o peones.

Cuadro 18: Población ocupada en la RO, fuera de la RO y total, según tipo de actividad en el trabajo (ETPRO, 2014).

Total Tipo de actividad que desarrolla en el Dentro de RO Fuera de RO población trabajo ocupada Operarios y peones 37,8 34,8 36,0 Técnicos y profesionales 10,0 9,4 9,6 Administrativos 3,6 11,1 8,0 Empleados de comercios y servicios 15,7 18,8 17,5 Trabajadores agrícolas, forestales y afines 4,2 ,8 2,2 Personal doméstico 6,2 14,2 10,9 Vendedores 12,7 4,5 7,9 Policía, fuerzas armadas, otros seguridad 5,1 4,3 4,6 Recolectores de basura, barrenderos. 0,4 0,6 0,6 Otras actividades 4,3 1,5 2,6 Total 100,0 100,0 100,0 Fuente: ETPRO, 2014.

Actividades como técnicos/profesionales o administrativos son desarrolladas cada una por algo menos de 1 de cada 10 trabajadores de la RO. Sin embargo, se destaca que las tareas

39 administrativas son desempeñadas en su mayoría (82%) en empleos ubicados fuera de la RO (la mitad de ellos en el Centro y Ciudad Vieja), motivo por el cual esta actividad representa a 4% de los ocupados dentro de la RO y a 11% de los que trabajan fuera de la RO.

Algo similar ocurre con quienes trabajan en actividades se servicio doméstico: representa a 1 de cada 10 trabajadores de la RO, desarrollándolas en su mayoría (77%) en barrios fuera de la RO, principalmente en los costeros ubicados desde Punta Carreta a Carrasco (40%).

En el caso de los que llevan a cabo actividades como operarios y peones, así como técnicos y profesionales, la ubicación geográfica del empleo es similar a la que se observa para el total de trabajadores: 43% las desarrollan dentro de la RO en ambos casos (41% es a nivel total), no destacándose ningún barrio fuera de la RO con una concentración destacada de empleos de este tipo.

Cuadro 19: Población ocupada por tipo de actividad en el trabajo, según trabajen en la RO o fuera de la RO (ETPRO, 2014).

Tipo de actividad que desarrolla en el Dentro de RO Fuera de RO Total trabajo Operarios y peones 43,3 56,7 100 Técnicos y profesionales 42,8 57,2 100 Administrativos 18,5 81,5 100 Empleados de comercios y servicios 36,9 63,1 100 Trabajadores agrícolas, forestales y afines 78,0 22,0 100 Personal doméstico 23,5 76,5 100 Vendedores 66,6 33,4 100 Policía, fuerzas armadas, otros seguridad 45,5 54,5 100 Recolectores de basura, barrenderos. 31,6 68,4 100 Otras actividades 67,1 32,9 100 Total de ocupados de la RO 41,2 58,8 100 Fuente: ETPRO, 2014.

Empleos de comercios y servicios representan el otro tipo de actividades que caracteriza a los trabajadores de la RO, abarcando a cerca de 2 de cada 10 trabajadores, ya sea tengan su trabajo dentro o fuera de la RO. Estos se desempeñan en su mayoría en diversos barrios fuera de la RO (63%).

Si se observa solamente a la población AFAM (ver anexo 3 cuadro A3) se puede ver que el perfil de este segmento no modifica en general las consideraciones anteriores, a pesar de que está levemente más marcado hacia el empleo de operarios y peones y en el servicio doméstico, y presenta menor inserción laboral en trabajos técnicos o profesionales, así como en funciones administrativas. Esto se relaciona con el menor nivel educativo que ya se había señalado del segmento de población AFAM en la RO. Sin embargo, las diferencias no son muy grandes respecto a la población en general, por lo que la interpretación respecto al perfil de la región no cambia (podríamos decir que se refuerzan algunas consideraciones realizadas sobre debilidades en el perfil de inserción laboral).

Parecería haber algunas cuestiones a señalar entre población AFAM y no AFAM, que parecen lógicas. Una es que hay una tendencia mayor a que la población AFAM que se desempeña en tareas administrativas lo haga dentro de la RO, a diferencia de la tendencia general en la

40 población de conseguir estos trabajos fuera de la RO. A su vez, el trabajo de policía, fuerzas armadas y seguridad tiende a desarrollarse más dentro de la RO para la población AFAM. Los empleos de servicio doméstico, como para la generalidad de la población, tienden a ser conseguidos fuera de la RO.

Calificación y origen del empleo en dependencia

A continuación se señalan algunos aspectos referidos al empleo que son de coincidencia entre todas las entrevistas realizadas a empresas:

 Buena parte del empleo es de baja o media-baja calificación, la mayoría con secundaria incompleta o menos.  Los empleos con calificación son en rubro choferes, operarios y mecánica y taller. Los de más baja calificación son peones y ayudantes, así como serenos y limpieza. El resto es personal de administración y comercialización.  La limpieza y alimentación algunas empresas las tercerizan y las que contratan emplean personas de la zona, pero de preferencia en los barrios consolidados. Otras contratan directamente limpiadoras de la zona próxima, aunque son escasas las empresas que lo hacen. En alimentación, hay algunos vendedores de la zona que van a las empresas, pero el servicio e higiene no son buenos.  Hay una opinión generalizada de que se encuentran (y de hecho se contratan) para tareas de mecánica y oficios (como metalúrgica) trabajadores de los barrios tradicionales y consolidados. Pero también los menos calificados, incluyendo peones o limpieza, en general se buscan en estos barrios  La seguridad se terceriza con empresas de Montevideo.  Los choferes no son de la región oeste, en general son de diversos sitios en Montevideo, pero también de otros territorios. Para las tareas de oficina y comercialización se emplea personas de los barrios de la zona costera y céntrica de Montevideo. También de Ciudad de la Costa, ya que con la perimetral y vehículo (auto o moto) propio se facilita el acceso al trabajo.  Algunas empresas mencionan que incluso se contratan personas de ciudades de Canelones (por ejemplo, la capital, La Paz, Las Piedras).  Todas las empresas manifiestan que no hay problemas de rotación en el personal.  En general, se señala que hay problemas para conseguir choferes con buena formación, pero es un problema a nivel nacional (y de hecho los choferes no se contratan en la zona).  En Ciudad del Plata la situación es algo diferente, el perfil de emprendimientos es más industrial que de logística y el empleo en las empresas es mucho más local que en el resto de la región, aunque siguen siendo empleos en general de baja calificación.

Como se viene señalando, no se observa que las actividades de logística de la Región Oeste generen grandes demandas de empleo sobre la población del territorio. En particular, las empresas funcionan como enclaves respecto a las poblaciones de los barrios periféricos de más reciente creación, que es donde mayormente se instalan estas empresas, por lo que los impactos de empleo son hacia los barrios y zonas más consolidadas (donde hay cierto nivel educativo y cultura del trabajo).

Detrás de esta constatación se encuentran cuestiones asociadas a las calificaciones y condiciones de la población de la zona, así como a las características de la demanda y requerimientos que realizan las empresas. En definitiva, se observa un desacople importante

41 entre capital humano del territorio y posibilidades de empleo, difícil de resolver. Al respecto, algunos de los entrevistados señalaban:

"La logística ocupa solamente serenos, el resto no se cubre con gente de la zona".

"Los salarios que está obteniendo la población de la zona en otros lugares, como la construcción y el puerto, son mayores a los que brinda la logística como operarios no calificados".

" Lo que queda sin emplear en la zona es “la resaca”, el núcleo más duro".

En suma, hay una gran desconexión entre las dinámicas de la población local, y donde se emplea, respecto de la dinámica de las grandes empresas de la zona. Simplificando la cuestión se puede decir que el empleo local asociado a estas grandes empresas actualmente es en general de serenos y limpiadoras (matizando con algunos oficios, pero que, como se dijo antes, ocupan a trabajadores que no provienen de cualquier lugar, sino del Cerro, Ciudad del Plata o Paso de la Arena). Por lo tanto, si el grueso de la población que se emplea lo hace en Montevideo, las personas que quedan en la zona y no tienen empleo (no se emplean en la zona pero tampoco consiguen empleo en la construcción, servicio doméstico o como dependientes en comercios en la capital) son el desempleo más duro. Sobre esta visión hay bastante coincidencia entre todos los entrevistados. Trabajar sobre la reducción de ese desempleo es muy difícil y mucho más pensar en una lógica de vinculación de esas personas en trabajos en relación de dependencia dentro de la cadena de valor logística que se localiza en la zona.

En clave de pensar en instrumentar formaciones y capacitaciones específicas que promuevan el desarrollo de capacidades en la población de la zona para su inserción laboral directa y que permitan acortar las actuales brechas entre oferta y demanda, también aparecen restricciones. Un entrevistado lo planteaba así: "La reconversión laboral es compleja. Decirle a la población capacítate que en 10 años vas a estar mejor no funciona. Es necesario mayor intervención pública y subsidios".

Emprendedurismo y trabajo por cuenta propia

A pesar de que, como se señaló antes, hay una potencial demanda de servicios comerciales locales, incluso para compras personales de los trabajadores de las empresas, además de alimentación y compras menores de insumos de las empresas, junto con la atención a las necesidades de la propia población local que está asentada en la zona, no es fácil emprender un comercio o negocio en los barrios menos consolidados.

Algunos de los entrevistados señalaban sobre las condiciones en los barrios de más reciente formación y condición periférica:

"los comerciantes están amenazados, vienen y los sacan del lugar para poner una boca de pasta base…".

"Los emprendimientos fallan por temas de salud, violencia y droga".

"Es difícil poner un negocio como quiosco, papelería, almacén, ... los roban".

El IPRU es una institución con reconocida trayectoria en el trabajo con poblaciones en condiciones de vulnerabilidad y que también trabaja con emprendimientos en estos contextos,

42 tanto ofreciendo créditos (es de las pocas instituciones que otorga créditos a emprendimientos nuevos e informales, contando con un 30% de nuevos emprendedores en su cartera global) como capacitación y apoyo. Por estos motivos es interesante analizar su experiencia en la zona.

Según IPRU, de los emprendimientos que han atendido podrían decir que, luego de un tiempo, solo un tercio siguen siendo acompañamientos productivos, en el resto de los casos las problemáticas que se terminan apoyando son sociales y enfocadas en mitigar vulnerabilidades. En esta línea, trabajan con el programa del MIDES de apoyo a emprendimientos, encargándose de la capacitación y el acompañamiento (no prestan). Este programa ofrece montos pequeños de dinero pero que son prácticamente un subsidio. De la cartera propia de microcréditos solo tienen algo más de una decena de beneficiarios de crédito en la región oeste. Esto es un indicador de que en esta zona y su contexto es difícil emprender. También tienen un convenio con cuatro empresas del PTI del Cerro de reciclaje (plásticos y aceite), donde ese marco institucional permite que el trabajo tenga mejores resultados. Desde esta experiencia es que señalan que en la región oeste, en los barrios menos consolidados, se hace muy difícil trabajar en el desarrollo de emprendedores, sin un marco contendor que pueda aislar a las personas de las condiciones negativas del contexto en que viven y deben desarrollar la actividad.

Otro programa del MIDES que realizó actividades en la región oeste fue el de apoyo para la creación de cooperativas, realizando cursos pero sin mayor éxito. Un aprendizaje podría ser que en esta zona, de contexto altamente crítico y con personas en condición muy vulnerable, exponerlos a abordar procesos que son complejos, como el emprender un negocio propio o insertarse en un proyecto de cooperativa, puede ser excesivo y no resultar adecuado, por lo menos con la misma lógica que se pueden aplicar esas iniciativas en otros barrios y zonas de Montevideo, que no tienen el contexto crítico que sí existe en esta zona.

Transporte al trabajo

En general, las empresas señalan que la enorme mayoría de sus empleados van a trabajar en motos y algunos en autos, es decir, con vehículos propios. Los trabajadores de la RO que se desempeñan en empleos dentro de esta región se trasladan, según la encuesta aplicada a la RO, de la siguiente forma: 3 de cada 10 lo hace en vehículos propios (18% en ciclomotor y 13% en automóvil), 2 de cada 10 lo hace en ómnibus, 2 de cada 10 se traslada a pie, y cerca de 1 de cada 10 en bicicleta, mientras que los restantes 2 de cada 10 trabajan en su casa o sin trasladarse (ver cuadro 20).

Las empresas localizadas en la región destacaron que son pocos los que vienen en ómnibus, lo que evidencia que el sistema de transporte tiene carencias como soporte de desarrollo de esta zona de alta localización de emprendimientos, funcionando mejor para conectar con posibilidades de trabajo fuera de la región. Se señala que hay líneas de ómnibus, pero las paradas, caminos, calles e iluminación no son adecuados y, dados los problemas de seguridad en la zona, las personas no son proclives a bajarse en lugares que impliquen caminar varias cuadras hasta su trabajo. Después de ciertas horas, cuando empieza a oscurecer, no es recomendable exponerse a caminar hacia las paradas disponibles para tomar ómnibus. Al respecto, conviene destacar algunos datos que revela la encuesta aplicada en la RO sobre el grupo de trabajadores que se desempeñan laboralmente dentro de la RO: i) el ómnibus es más utilizado por quienes residen en el Cerro (30%) respecto a los de los demás barrios (aproximadamente 20%); ii) el ciclomotor se utiliza en mayor medida por parte de los trabajadores que viven en Ciudad del Plata, La Paloma - Tomkinson y Casabó - Pajas Blancas (31%, 25% y 18%, respectivamente) siendo el medio de transporte de aproximadamente 10%

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de los habitantes del Cerro y Paso de la Arena que tienen empleos dentro de la RO (ver cuadro 12).

Cuadro 20: Medio de transporte al trabajo de la población ocupada dentro de la misma RO, por barrio de residencia (ETPRO, 2014).

Medio de Barrio en el que reside Casabó - transporte La Paloma - Paso de la Ciudad del Cerro Pajas Total RO al trabajo Tomkinson Arena Plata Blancas Ómnibus 30,8 22,6 20,2 24,7 13,6 22,5 Taxi 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,1 Automóvil 11,7 5,0 12,3 12,1 16,3 12,8 Ciclomotor/moto 6,5 18,3 24,8 12,1 30,5 17,7 A pie 26,8 17,8 18,0 23,2 11,9 19,8 Bicicleta 2,5 2,9 6,8 4,4 12,7 6,6 No se traslada 8,9 12,9 6,8 8,7 2,3 6,9 Trabaja en casa 12,4 20,5 11,2 14,9 12,6 13,7 Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Fuente: ETPRO, 2014.

Alguna empresa cuenta incluso con ómnibus de su propiedad, con frecuencias diarias y puntos fijos en Montevideo dónde levantar y/o dejar a sus empleados. Por lo tanto, ya sea porque los empleados utilizan su propio vehículo o la empresa proporciona transporte, la carencia de transporte público adecuado en la zona se supera. Otras empresas han facilitado crédito para que sus empleados compren moto o auto. Hay que señalar que la forma de superar estos problemas son soluciones individuales y por cada empresa. Esto es en sí mismo un refuerzo de la condición de enclave de las empresas de la zona y su escasa vinculación con el entorno.

Cuadro 21: Comparación de población ocupada dentro y fuera de la RO, según medio de transporte al trabajo (ETPRO, 2014).

Medio de transporte que Región en donde trabaja utiliza para ir al trabajo Dentro de RO Fuera de RO Total Ómnibus 22,5 72,3 100 Taxi 0,1 0,3 100 Automóvil 12,8 15,8 100 Ciclomotor/moto 17,7 10,0 100 A pie 19,8 0,3 100 Bicicleta 6,6 0,6 100 No se traslada 6,9 0,5 100 Trabaja en casa 13,7 0,2 100 Total 100,0 100,0 100 Fuente: ETPRO, 2014.

El cuadro 21 muestra que, aquellas personas de la RO que desempeñan su actividad laboral en empleos fuera de la región utilizan en su mayoría el ómnibus como medio de transporte: 7 de cada 10. Al respecto, no hay diferencias si solo se analiza a la población AFAM (el uso del ómnibus como medio de transporte se vincula claramente a inserciones laborales fuera de la región; el 82% que usa ómnibus trabaja fuera de la RO). Los otros medios utilizados por la población trabajadora de la región son los vehículos propios (10% ciclomotor y 16%

44 automóvil), siendo también similares los resultados si solo se analiza a la población AFAM (13% ciclomotor y 15% automóvil). En el anexo 3 (cuadro A4) se muestra el uso de medios de transporte para ir al trabajo en el segmento de población AFAM.

Finalmente, según la encuesta aplicada, las distancias recorridas por los medios de transporte automóvil, ciclomotor o bicicleta les insume a los trabajadores algo más de 30 minutos si su empleo se ubica dentro de la RO y aproximadamente 1 hora si se encuentra fuera de la RO. Mientras que el traslado en ómnibus les implica 1 hora en promedio si trabaja en la RO y 2 horas si trabaja fuera. Esto se muestra en el cuadro 22.

Cuadro 22: Tiempo de viaje al trabajo de la población ocupada dentro y fuera de la RO, según barrio de residencia (ETPRO, 2014).

Tiempo insumido en el traslado Barrios en donde trabaja hacia y desde el trabajo (minutos) Dentro de RO Fuera de RO Total Cerro 26 102 78 Casabó - Pajas Blancas 26 110 74 La Paloma - Tomkinson 34 88 68 Paso de la Arena 26 104 72 Ciudad del Plata 32 132 76 Total 28 108 76 Fuente: ETPRO, 2014.

Sin duda hay un costo importante en términos de tiempo de viaje y dinero por trabajar fuera de la RO, lo que refuerza el hecho de que la elección de trabajar fuera responde a que hay mejores oportunidades, aunque no necesariamente mejor calidad de empleo, ya que el perfil del empleo por tipo de actividad no difiere demasiado, siendo mayormente de baja calificación tanto dentro de la RO como fuera de la misma.

b. Sociedad local y organizaciones públicas y privadas

Algo que se repite a lo largo de las entrevistas es que el capital social y las redes sociales son débiles en la región. Una expresión de esto, mirado desde los efectos negativos de la ausencia de capital social, son los problemas de violencia y delincuencia (contra los propios habitantes de la zona) que hay, sobre todo, en los barrios de más reciente creación.

La encuesta aplicada en la RO (cuadro 23) da cuenta que la gran mayoría de los mayores de edad que residen allí (9 de cada 10) no se vinculan con instituciones relacionadas con cuestiones de formación y empleo. Es decir que, sólo 1 de cada 10 tuvo algún tipo de vínculo. Esta escasez de relacionamiento es mayor en los desocupados y menor en los inactivos, lo que es lógico pensando en quienes están más necesitados o se podrían beneficiar más de ese tipo de institución. No se observan mayores diferencias por barrio al interior de la RO.

En las entrevistas realizadas surgió que en los barrios consolidados, como el Cerro por ejemplo, la situación es distinta y se pueden identificar organizaciones barriales con representatividad y que se insertan en redes sociales del territorio. Por otro lado, en los asentamientos y barrios "nuevos" no hay mecanismos de diálogo ni asociatividad suficientemente fuertes. No obstante, los resultados de la ETPRO muestra que estadísticamente tampoco el Cerro presenta grandes diferencias con el promedio de la RO respecto al porcentaje de población que se vincula con

45 instituciones. Es decir que la incidencia de esta característica en términos relativos al total de la población del territorio no es diferente del resto, por más que haya una mayor presencia de instituciones en la zona y una mayor vinculación de las personas en términos absolutos (como se señala en la entrevistas).

Cuadro 23: Porcentaje que se vincula con alguna institución de la zona por cuestiones de formación y empleo

Condición de actividad en el mercado de trabajo Barrio en el que reside Ocupados Desocupados Inactivos Total Cerro 8,1 1,4 14,4 10,3 Casabó - Pajas Blancas 10,7 2,3 10,8 9,9 La Paloma - Tomkinson 12,4 0,0 13,9 12,1 Paso de la Arena 6,7 0,0 10,8 8,2 Ciudad del Plata 8,5 5,5 14,1 10,8 Total 8,3 2,1 13,2 10,0 Fuente: ETPRO, 2014.

De la encuesta aplicada a la RO surge que las personas que se vinculan con instituciones de la zona lo hacen principalmente por motivos de formación (48%), mientras que un 22% acude por cuestiones de empleo y un 28% por otras razones. Los que se encuentran en condición de inactividad en el mercado de trabajo se vinculan en su gran mayoría con fines de formación (70%); mientras que en el caso de los ocupados el empleo es la principal motivación (52%); teniendo los desocupados motivaciones diversas.

En el análisis por barrios, se destaca la mayor vinculación con motivos de formación en los residentes de La Paloma – Tomkinson, seguidos de los del Cerro y Ciudad del Plata, así como motivos diferentes al empleo y la formación en las vinculaciones con instituciones por parte de los habitantes de Paso de la Arena.

Cuadro 24: Motivo por el cual se vincula con alguna institución de la zona (en porcentaje)

Barrio en el que reside Empleo Formación Ambas Otras Total Cerro 23,9 51,1 0,5 24,5 100,0 Casabó - Pajas Blancas 23,7 44,9 4,1 27,3 100,0 La Paloma - Tomkinson 16,9 64,9 0,0 18,3 100,0 Paso de la Arena 24,3 33,7 0,0 42,0 100,0 Ciudad del Plata 17,7 51,2 3,8 27,3 100,0 Total 22,0 48,2 1,6 28,2 100,0 Fuente: ETPRO, 2014.

Se destaca que el tipo de instituciones con mayor llegada a las personas de la RO son educativas, representando un 56% de los mayores de 14 años que manifiestan que tienen algún vínculo con instituciones de la zona. En el Cerro es aún mayor la vinculación con instituciones educativas (62%), siendo en Paso de la Arena la menor (43%), no obstante es también el principal tipo de institución con la que se relacionan sus habitantes. En segundo lugar se ubican otras instituciones públicas presentes en la RO (16% de los que mantienen algún vínculo lo hacen con ellas). Le sigue en orden de importancia la Iglesia y las ONG, con 9% y 5% respectivamente.

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Cuadro 25: Tipo de institución con la cual se vincula en la zona (porcentaje en la población que tiene algún tipo de vínculo) Tipo de institución Porcentaje Institución educativa 55,6 Otra institución pública 15,6 Iglesia 8,7 ONG 5,1 Comisiones barriales 3,2 Empresas privadas 2,9 CCZ 2,8 Instituciones deportivas 2,3 Instituciones culturales 2,0 Instituciones sindicales 1,0 Alcaldía 0,4 CEDEL 0,2 Total que menciona algún tipo de vínculo 100,0 Fuente: ETPRO, 2014.

Es de resaltar que los CCZ, sumado a la Alcaldía, son mencionados por los encuestados como institución con la que se vinculan en la RO por 3% de aquellos que tienen algún tipo de relacionamiento. Por lo que es baja la vinculación de la población con los gobiernos locales y oficinas de gestión descentralizada, instituciones que podrían en otro escenario tener un interesante rol articulador. A su vez, las comisiones barriales son mencionadas también por cerca de un 3%. En general, son comisiones que se crearon con el programa PIAI de regularización de asentamientos, las que participan en programas del MIDES como Uruguay Trabaja, o que co-gestionan CAIF, por ejemplo. Sin embargo, la capacidad de estas organizaciones es muy limitada para generar redes sociales en el territorio con capacidad de articular un proyecto local, más allá de gestionar en el territorio apoyos desde los programas que vienen del gobierno nacional.

En una mirada por barrios al interior de la RO se destaca la presencia de la Iglesia y las ONG en Casabó – Pajas Blancas (17% y 15% de los casos en los cuales sus habitantes guardan relación con instituciones de la zona), de una empresa privada (de seguridad) y de la Comisión de Fomento Barrial en La Paloma – Tomkinson (10% del total de vinculaciones en cada caso), y las Comisiones Barriales en Paso de la Arena (en ese barrio el 10% de los vínculos son con estas instituciones).

Por otra parte, la importancia de las instituciones educativas no solo se verifica cuando las motivaciones de relacionamiento son por cuestiones de formación, como es de esperar, sino que también las instituciones educativas predominan cuando el motivo del vínculo se debe a cuestiones de empleo (la mitad de los que se vinculan por motivos de empleo lo hacen con instituciones educativas), siendo las instituciones públicas las que le siguen (1 de cada 4 de los que se vinculan). Solamente en Casabó - Pajas Blancas se mencionan más a las instituciones públicas que a las educativas a la hora de vincularse con una institución de la zona por motivos de empleo.

En las entrevistas realizadas se recogió la información de que cuando hay organizaciones sociales que se movilizan, en general, no tienen en su agenda al tema del empleo, y menos la vinculación del barrio con las actividades empresariales localizadas en la zona. Sigue

47 predominando la lógica de los caminos paralelos entre los económico y lo social. El trabajo de las organizaciones se centra en mejorar condiciones de equipamientos urbanos (como veredas, calles, iluminación, saneamiento, drenajes, zonas inundables), vivienda, seguridad y temas de contaminación ambiental (ante la presencia de contingencias al respecto), pero no están en la agenda temas de empleo o desarrollo económico en la zona. Esto se confirma con la encuesta, con la baja vinculación que hay en general con las instituciones de la zona o que actúan en ella.

En el plano de las organizaciones públicas de gobierno local, tanto los Municipios como los CCZ de la región no tienen un alcance en su intervención que vaya más allá de la gestión de los problemas, que por otra parte son muchos. No hay una visión estratégica del territorio. Hay una descentralización en la gestión de ciertos aspectos, pero no en lo político-estratégico. Por otra parte, la agenda de gestión de problemas, como para las organizaciones barriales, está centrada en la regularización de asentamientos, problemas de vivienda, zonas inundables, inseguridad, calles y veredas, transporte público. Esto es lógico, ya que estos problemas son muy importantes en la región y la gente merece que se los atienda. Lo que se quiere señalar es que no hay espacio actualmente para pensar en una agenda desde lo local que ponga en relieve el desarrollo económico local. Los propios Municipios expresan que no hay espacios ni ámbitos de intercambio de los actores del territorio con las empresas ni trabajadores de los sectores en expansión en la región oeste. Existen vínculos personales, de los propios Alcaldes con algunas empresas y algunos contactos, también personales, en los sindicatos. También hay buenas relaciones entre algunas empresas (sobre todo de las de más reciente instalación), pero también basado en lo personal e informal.

Por otra parte, cuando se escucha desde los actores locales, incluidos los Municipios y CCZ, cuales son los reclamos o las propuestas dirigidas a las empresas instaladas en la zona, las mismas difícilmente superan una visión de responsabilidad social empresarial (RSE). Esto dista mucho de un enfoque de desarrollo local, la RSE es un mínimo que debe cumplirse y si no ocurre exigirlo. Pero no es la meta para conseguir desarrollo local. Esto nos deja en el mismo lugar que antes, en la agenda de las calles, la iluminación, mejorar los espacios públicos, entre otras cosas.

Desde los gobiernos locales, junto con la sociedad civil, debería de plantearse, además de las justas reivindicaciones sobre condiciones básicas para vivir, cómo las personas y organizaciones de la región pueden de alguna forma hacer parte de la dinámica empresarial virtuosa que se desarrolla utilizando de soporte físico el mismo territorio. Por supuesto que las capacidades locales no están dadas para aspirar a estas formulaciones, lo que hace muy difícil el desarrollo local en estas zonas. Al respecto, se requiere una intervención nacional fuerte, pero que debería ser en clave de desarrollo local, es decir que al mismo tiempo fortalezca las organizaciones sociales y gobiernos locales y genere espacios de intercambio y acuerdo público-privado en el territorio.

Una de las pocas iniciativas que pudimos detectar en el campo de un acercamiento desde lo público a lo empresarial en clave de desarrollo local, y no sólo RSE, fue el intento de la Oficina Territorial Oeste del MIDES (OTE) de generar una alianza con el diario EL PAIS (que tiene su planta instalada en Ruta 1 y Camino Cibils) para que este le sirviera de nexo con las empresas de la zona que son sus clientes (por ejemplo, Interagrovial) de forma de poder pensar estrategias para generar desarrollo en la zona. Pero no se llegó a nada concreto.

La magnitud del desafío es enorme, para propiciar un cambio de cómo funcionan las cosas en estas zonas, porque no se trata de aplicar fórmulas estándar de capacitación para el trabajo, fomento de emprendedores o desarrollo de proveedores locales. Allí hay que lidiar con

48 contextos muy adversos y que no permiten el desarrollo de bases mínimas de capital social que debe sustentar cualquiera de las anteriores propuestas de acciones y políticas. Estos problemas, en los barrios menos consolidados, refieren a la droga y el narcotráfico, la violencia en diferentes expresiones, la prostitución de menores y la trata de personas. Estos temas fueron mencionados en las diferentes entrevistas y, lamentablemente, son una realidad. Recientemente se realizó un estudio sobre la región oeste (casualmente definida prácticamente con los mismos límites que aquí la abordamos) que da cuenta de la existencia de la prostitución infantil, junto a otros problemas (cultura del delito, narcotráfico, violencia, entre otros). Reproducimos el siguiente texto de dicho informe que muestra un buen diagnóstico sobre lo que pasa en estas zonas de los barrios de más reciente conformación en el oeste: "La ilegalidad en el territorio impregna las percepciones de las personas entrevistadas acerca de la droga, la inseguridad, la informalidad instalada en lo comercial y en algunas prácticas corruptas en instituciones. Las nociones de «legítimo» e «ilegítimo» adquieren una peculiaridad en la zona, que no necesariamente coinciden con las nociones hegemónicas de legalidad e ilegalidad" (Purtscher, 2014:97)

De todas formas, en el trabajo de campo también encontramos señales de aspectos que funcionan relativamente bien, que son una base sobre la cual apoyar cualquier trabajo en la zona en clave de desarrollo.

 Hay en los barrios más consolidados, los que se conformaron en procesos anteriores a las últimas décadas, una situación diferente en términos de presencia de instituciones y cierto capital social. Por ejemplo, un entrevistado (confirmando lo que otros habían señalado) decía "...en la Santa Catalina vieja viven vecinos que son profesionales, pescadores, laburantes, hay veteranos, políticos, técnicos de la Intendencia, es distinto del resto de la zona".  También en Paso de la Arena la Federación Agraria Paso de la Arena trabaja con jóvenes para promover la producción agrícola, financiando herramientas y apoyando en la comercialización.  En Punta Yeguas un grupo de vecinos impulsó un parque de 113 hectáreas que eran areneros3. La Intendencia de Montevideo compró el predio y se realiza una gestión asociada entre los vecinos y la Intendencia (Desarrollo Ambiental).  También se mencionaron en varias de las entrevistas como iniciativas a considerar las experiencias de liceos con impronta comunitaria, que se han desarrollado recientemente en Montevideo, como el Jubilar, Impulso y Providencia. De estos liceos Providencia es el más nuevo y se encuentra en el Cerro.  En general se recogió de las entrevistas una buena valoración del programa Uruguay Crece Contigo, ponderando la necesidad de trabajar con niños y madres en esta región.  Las experiencias del PTI del Cerro, junto al programa APEX de la UDELAR, así como el convenio entre PTI e IPRU, y el acuerdo entre PTI y la UTU son iniciativas interesantes en términos de institucionalidad que coopera para capacitar trabajadores y jóvenes, apoyar emprendimientos del PTI y de fuera del parque, así como trabajar desde una mirada de inclusión social.  Otra política que es bien valorada es la de los SOCAT (Servicio de Orientación, Consulta y Articulación Territorial) del MIDES.

Respecto a los SOCAT, nos parece pertinente destacar lo que algunos entrevistados señalaron, sobre que el rol de estos en mejorar la articulación de las políticas públicas en el territorio y el acceso a derechos para las personas en territorios de contexto crítico estaba siendo muy importante, pero que habían perdido capacidad como instrumento de participación de la

3 Este es otro parque distinto de la iniciativa que comprende a las 7 hectáreas frente a la regasificadora.

49 sociedad civil y como generador de redes y capital social local. De hecho, este es uno de los objetivos centrales de los SOCAT, según se expresa en la web del MIDES "...es un servicio que apunta a impulsar el desarrollo comunitario y la activación de redes de protección local a través de la participación de vecinos e instituciones públicas y privadas, que tienen en común el hecho de trabajar o vivir en el mismo territorio"4. Una crítica que surge de estos testimonios es que no se ha acompañado la mejora de infraestructura y la intervención técnica con una mejora de la capacidad de autonomía, de propuesta y de visión estratégica de los actores del territorio.

4 http://www.mides.gub.uy/innovaportal/v/14069/2/innova.front/socat. Consultado en noviembre de 2014. 50

VII. Oportunidades, problemas y agenda para la Región Oeste

a. La visión desde las empresas y las instituciones públicas y privadas

En la visión de los actores del territorio (organizaciones sociales y gobiernos locales y descentralizados), la principal expectativa sobre las actividades de logística en la Región Oeste pasan por la mejora de determinados servicios que la dinámica logística afectaría (veredas peatonales, calles, iluminación), vinculados a conseguir ayudas en clave de RSE. Como ya se ha señalado, los actores locales carecen de herramientas para trabajar más en clave de desarrollo local, ya que no hay ámbitos ni instancias de intercambio establecidos, así como tampoco tienen en su agenda el tema del empleo. En suma, las instituciones presentes en la zona, incluso las nacionales que intervienen en el territorio, priorizan otras acciones como mantenimiento de calles, iluminación, vivienda, seguridad, realojos, aspectos sociales, antes que la vinculación con la dinámica empresarial de la zona.

Desde lo social están claramente identificados los problemas de la región:

 En muchas zonas de la región oeste es fundamental, para cualquier pretensión de desarrollo, la reconversión de la actividad ilegal en legal, pasar del mundo del narcotráfico, la prostitución y el robo a actividades legales que tengan como principio el trabajo.  El delito es una barrera de entrada importante para cualquier propuesta de desarrollo. En palabras de varios de los entrevistados, el principal reto es vencer la cultura del delito e imponer la del trabajo.  Un aspecto central es trabajar con los jóvenes. En este sentido hay iniciativas en marcha, en el marco de las políticas nacionales al respecto: Centros de Jóvenes, Jóvenes en Red, Aulas Comunitarias, entre otras.  Hay problemas serios de violencia familiar, lo que se ha agravado por un factor que en realidad debería ser positivo que es la mayor independencia de la mujer. Esto no es un problema exclusivo de la región oeste, pero es especialmente grave allí.

En lo que refiere a O.T., servicios y vivienda:

 En varias zonas de la región, en los barrios y asentamientos de más reciente constitución, hay problemas de viviendas en zonas inundables y falta de saneamiento. En particular, en Ciudad del Plata preocupa la falta de saneamiento y los asentamientos en zonas inundables.  En la zona oeste de Montevideo hay sectores potencialmente urbanizables, figuraban en el POT como de uso prioritario habitacional. No obstante, una vez aprobado el POT, se iniciaron los estudios de saneamiento de Casabó y Cerro Norte y se evidenció que (con redes de saneamiento por gravedad) en realidad se podría abarcar sólo una faja relativamente pequeña paralela a Camino Cibils. La alternativa es realizar un saneamiento por impulsión, que es más costoso y la población beneficiaria no lo iba a poder soportar económicamente.

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 En general, en la Intendencia de Montevideo se visualiza una densificación del uso urbano más que una expansión de tierras utilizables, dado que se procura separar los circuitos de transporte de carga de los usos habitacionales.  Entre el Estadio de Cerro y Camino Cibils, hay asentamientos que se están regularizando y hay muchas ocupaciones informales, incluyendo también padrones vacíos. El aporte de infraestructura y equipamientos urbanos en esta zona se ve por la Intendencia como una “reserva importante” desde el punto de vista habitacional. Sin embargo, no hay argumentos sólidos para prever que la gente vaya a ocupar esos lugares. De todas formas, salvo en esta zona, la Intendencia no prevé que aumente el desarrollo de uso habitacional en la región.  En cuanto al uso para producción agrícola, si bien viene en retroceso, todavía queda actividad de granja y alguna industrial (como Avícola del Oeste). Con respecto a la actividad agrícola habría unos 300 productores en la región. Las zonas de uso rural ya están señaladas en el POT y permanecerán con ese uso. No obstante el desarrollo agrícola en la zona enfrenta problemas. Uno de ellos es conseguir personal ya que hay oportunidades de trabajo alternativo mejor remuneradas, como la construcción. Otro tema es el costo de oportunidad de la tierra, con productores sin recambio generacional a los que si les ofrecen un precio alto por sus terrenos seguramente terminen vendiendo o reduciendo su área.  Finalmente, hay que señalar que, con fecha 31 de marzo de 2014, el MVOTMA-DINOT conformó una Comisión para estudiar una Ley que proponga un "Programa nacional de Ordenamiento Territorial y desarrollo sostenible para la zona oeste de Montevideo" y convocó a la DINOT, la Intendencia y el MIDES a participar de esa comisión. Por MIDES participan la OTE Oeste y el Director Departamental. El estado actual de esta iniciativa es embrionario, con una lógica de reuniones para empezar a conocer qué hace cada quién en la zona. Aún no se había definido, al momento de realizar el campo de este trabajo, cuáles serían los límites de la zona oeste a considerar en este Programa. Pero la definición de zona oeste que le interesa al MVOTMA, por su parte, es la que comprende un eje logístico desde la zona de Ruta 1 y Camino Cibils hasta la Unidad Alimentaria de Montevideo (la nueva locación del ex "Mercado Modelo", pensado como polo agroalimentario). Por lo tanto, en principio se trata de una zona diferente y de mayor cobertura que la zona oeste que se definió para este trabajo.

La mirada desde las empresas:

 Las empresas señalan como principales dificultades del crecimiento en la zona a los servicios como la iluminación, agua, saneamiento, calles y transporte.  Algunas empresas piensan que se debería extender la zona de uso del suelo apta para emprendimientos comerciales e industriales, en particular en la zona aledaña a la considerada aquí (Camino Bajo de la Petisa y Tomkinson con Camino Las Flores), hoy de uso rural.  Se esperan definiciones respecto al desarrollo de infraestructuras de conectividad importantes en la zona. Por ejemplo, una posible infraestructura vial y férrea para el servicio del Puerto de Punta Sayago y del Polo Naval. Una posibilidad es que el Camino Bajo de la Petisa sea una vía de entrada y salida del puerto, regasificadora y Polo Naval. Sería una traza como estaba planteada en el POT, similar a la realizada por ejemplo para la perimetral (ruta 102).

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Además, está el tema de cómo se vinculará con estas infraestructuras el proyecto de la Unidad Alimentaria en Ruta 5 (sobre todo a través de una posible vía férrea).  Se señala que Camino Cibils tiene problemas importantes de congestión y seguridad, ya que se utiliza mucho, tanto por camiones como ómnibus, gente a pie, bicicletas, motos y autos.

b. La visión desde la población

Más de la mitad de las personas que residen en la RO, y que ven como la misma está recibiendo en los últimos años importantes inversiones, tienen reducidas expectativas de que estas inversiones generen oportunidades de empleo para la zona.

Gráfica 7: Oportunidades de empleo en la zona que perciben los residentes respecto al boom de inversiones (ETPRO, 2014)

Alta Media Baja Muy baja Nula

Total 7% 37% 31% 14% 11%

ocupados 7% 35% 32% 14% 11%

desocupados 3% 36% 33% 15% 13%

inactivos 7% 39% 29% 14% 11%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Fuente: ETPRO, 2014.

La encuesta aplicada en la RO da cuenta que 4 de cada 10 habitantes mayores de 14 años califican las potenciales oportunidades de empleo como medias o altas (37% y 7%, respectivamente), mientras que los restantes 6 de cada 10 tienen menores expectativas: 31% califica dicho potencial como bajo, 14% como muy bajo y 11% indica que son nulas las oportunidades de empleo para la zona (gráfica 7). Es de resaltar que esta opinión no varía significativamente según la condición de actividad del encuestado en el mercado de trabajo (ocupado, desocupado o inactivo).

Si se consideran las respuestas diferenciando a la población según sea beneficiaria o no de asignaciones familiares, los resultados no cambian demasiado. En la población AFAM algo más de la mitad de las personas muestran, al igual que en el análisis para el total de la población, expectativas reducidas respecto a las oportunidades de empleo en la zona, al tiempo que son menos del 10% los que perciben oportunidades altas (gráfica 8).

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Gráfica 8: Oportunidades de empleo en la zona que perciben los residentes respecto al boom de inversiones, según población AFAM y no AFAM (ETPRO, 2014)

Alta Media Baja Muy baja Nula

Población AFAM 5% 36% 31% 16% 12%

Población no 8% 38% 31% 13% 11% AFAM

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Fuente: ETPRO, 2014.

El análisis de las opiniones según barrio de residencia dentro de la RO denota algunas singularidades (gráfica 9). La primera de ellas es la calificación unánime de los habitantes de La Paloma - Tomkinson acerca de que las oportunidades de empleo para la zona son bajas, dando cuenta de un mayor pesimismo respecto a los demás barrios. Le siguen los habitantes del Cerro, en donde calificaciones positivas acerca del potencial empleo (media o alta) se encuentran en 34% de ellos, incluso siendo este barrio en el que se encuentra mayor porcentaje de respuestas negativas al respecto de las oportunidades de empleo (muy baja o nula): 33%. Las respuestas que reflejan mayores expectativas son las obtenidas en Casabó - Pajas Blancas, en donde 44% respondió que las oportunidades de empleo son medias o altas (32% y 12% respectivamente). Si bien en Paso de la Arena y Ciudad del Plata se observan similares guarismos de expectativas positivas (42% y 45%, respectivamente), las calificaciones de altas oportunidades son reducidas.

Gráfica 9: Oportunidades de empleo en la zona según residentes respecto al boom de inversiones, por barrio.

Alta Media Baja Muy baja Nula

Ciudad del Plata 3% 42% 29% 9% 17%

Paso de la Arena 42% 28% 18% 12%

La Paloma - Tomkinson 0% 100%

Casabó - Pajas Blancas 12% 32% 36% 20%

Cerro 2% 32% 32% 17% 16%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Fuente: ETPRO, 2014.

Al analizar diferenciadamente las expectativas de quienes trabajan según la ubicación geográfica de su empleo (ver gráfica 10), se observa un mayor optimismo en los que actualmente se desempeñan dentro de la RO (algo menos de 5 de cada 10 opina que son

54 medias o altas las oportunidades de empleo) respecto a los que trabajan fuera de la RO en donde hay un menor optimismo (menos de 4 de cada 10).

Gráfica 10: Oportunidades de empleo en la zona según residentes respecto al boom de inversiones, según trabajen en la RO o fuera de la misma (ETPRO, 2014)

Alta Media Baja Muy baja Nula

Fuera de RO 5% 32% 32% 17% 14%

Dentro RO 9% 39% 32% 11% 8%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Fuente: ETPRO, 2014.

Otra precisión a realizar refiere a la percepción sobre oportunidades para la zona en general y las oportunidades que efectivamente la persona identifica para sí misma (es decir, si puede acceder realmente a esas oportunidades). Esto se detalla en el cuadro 26.

En este sentido, si bien 4 de cada 10 habitantes de la RO con 14 años o más (44%) señala que las oportunidades de empleo para los habitantes de la zona son medias o altas, son 3 de cada 10 los que piensan que ellos pueden acceder a dichas oportunidades. A su vez, la calificación nula acerca del acceso a las oportunidades de empleo se eleva a 25% cuando se pregunta por el acceso de quienes responden en lugar de la generación de oportunidades en general para la zona.

Cuadro 26: Oportunidades de empleo respecto al boom de inversiones, según sea para la zona en general o para la persona que contesta la pregunta

Muy Alta Media Baja Nula Total baja

Para la población de la zona 7% 37% 31% 14% 11% 100%

Para la persona encuestada 6% 24% 30% 14% 25% 100% Fuente: ETPRO, 2014.

A su vez, los que actualmente trabajan en empleos ubicados dentro de la RO tienen mayores expectativas sobre el aprovechamiento de las oportunidades por ellos mismos (y no en general para la zona): 4 de cada 10 opina que son medias o altas sus oportunidades de acceso a los empleos que se generen; mientras que entre quienes trabajan fuera de la RO esa opinión se observa en menos de 3 de cada 10.

El análisis sobre la percepción de la persona encuestada sobre su propio acceso a los nuevos empleos que se generen diferenciado según barrio de residencia muestra que en Paso de la Arena, Casabó - Pajas Blancas y Cerro entre 39% y 53% de las personas consideran que tienen una nula o muy baja oportunidad de acceso (cuadro 27). En Paso de la Arena el 37% y en Casabó - Pajas Blancas el 26% consideran que sus oportunidades son nulas. Por otra parte, en Ciudad del Plata es donde se perciben mayores oportunidades de acceso (36% de las

55 respuestas), al tiempo que el Cerro y Casabó - Pajas Blancas, que mostraban altos porcentajes de nula y muy baja oportunidad, también presentan valores en torno al 30% de respuestas sobre oportunidades medias y altas. En La Paloma - Tomkinson la mayor parte responde que las oportunidades son bajas.

Cuadro 27: Oportunidades de empleo respecto al boom de inversiones para la persona que contesta la pregunta, por barrio de residencia.

Barrio de residencia Alta Media Baja Muy baja Nula Total

Cerro 5,8 24,0 30,5 15,8 23,9 100,0 Casabó - Pajas Blancas 7,0 23,4 22,2 21,0 26,5 100,0 La Paloma - Tomkinson 2,5 25,2 51,0 10,1 11,3 100,0 Paso de la Arena 2,9 22,0 22,0 16,1 37,0 100,0 Ciudad del Plata 10,0 26,3 37,2 7,2 19,4 100,0 Total RO 6,3 24,2 30,4 13,9 25,2 100,0 Fuente: ETPRO, 2014.

Para los que responden que hay oportunidades medias o altas asociadas a empleos que se generen por la dinámica productiva que se localiza en la región, en general, el tipo de empleo que se percibe para provisión local es fundamentalmente de operarios, seguido de vendedores, administrativos y técnicos (gráfica 11). Se puede observar que no hay demasiada diferencia entre los que trabajan en la propia RO y los que trabajan fuera, y las expectativas están bastante alineadas con el perfil de empleos que se mostró antes que tiene la RO.

Gráfica 11: Para los que indican media o alta expectativa de generación de nuevos empleos, tipo de empleo en el que ven oportunidades. Total, trabajan en la RO y fuera de la RO.

19% Vendedor 21% 24%

14% Técnico 14% 12% 17% Otro 18% 16% 38% Operario 39% 39% 12% Administrativo 8% 10%

Trabaja fuera de RO Trabajan en RO Total

Fuente: ETPRO, 2014.

Cabe señalar que las respuestas de la categoría otros en las oportunidades de trabajo según tipo de actividad refieren a trabajo en servicio doméstico, limpieza, cuidados de niños, docencia, serenos, trabajos en quintas, así como aquellos que trabajan en "changas" y actividades múltiples y ocasionales. También hay varias respuestas que no se pueden clasificar adecuadamente pero podrían referir a trabajos de operarios de baja calificación.

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Si se analiza por barrio (cuadro 28) en general en todos las mayores oportunidades se vinculan a trabajos de operarios. Las oportunidades para técnicos y administrativos son menores en las respuestas de Casabó - Pajas Blancas, siendo mayor las respuestas sobre el tipo de actividad de vendedor. En La Paloma - Tomkinson hay bastante más respuestas sobre el tipo de trabajo administrativo que en el resto de los barrios, al tiempo que presenta respuestas más variadas que son englobadas en la categoría otros.

Cuadro 28: Para los que indican media o alta expectativa de generación de nuevos empleos, tipo de empleo con oportunidades, según barrio de residencia.

Barrio de Administrativo Técnico Operario Otro Vendedor total residencia Cerro 10% 16% 32% 18% 24% 100% Casabó - Pajas 5% 8% 36% 17% 34% 100% Blancas La Paloma - 23% 14% 27% 27% 9% 100% Tomkinson Paso de la Arena 13% 4% 43% 17% 23% 100% Ciudad del Plata 9% 11% 46% 11% 23% 100% Fuente: ETPRO, 2014.

En el cuadro 29 se analizan las respuestas según se trate de ocupados o desocupados, los ocupados tienden a señalar en mayor número los tipos de trabajo de operario y técnico dentro de las oportunidades, en tanto los desocupados identifican la actividad de vendedores como las mayores oportunidades que podrían generarse.

Cuadro 29: Para los que indican media o alta expectativa de generación de nuevos empleos, según su condición de actividad el tipo de empleo que señalan como oportunidad.

Condición de Tipo de empleo mencionado como oportunidad actividad Administrativo Operario Otro Técnico Vendedor Total

Ocupados 10% 39% 18% 14% 20% 100% Desocupados 9% 24% 21% 3% 43% 100% Inactivos 12% 43% 8% 8% 29% 100% Fuente: ETPRO, 2014.

Por otra parte, entre los que señalan que las oportunidades de empleo son bajas, muy bajas o nulas, conviene también analizar cuáles son las principales razones para tales afirmaciones. Cabe decir que no fue fácil el agrupamiento de las menciones, dada la variedad de respuestas y la dificultad muchas veces para discernir bien el motivo que se quería expresar, algunas veces ambiguo.

Luego de un análisis de las respuestas se puede afirmar que cerca de la mitad (entre 45% y 50% de las respuestas) señalan que la región o barrio donde residen no ofrece oportunidades ya sea porque no hay suficiente oferta de empleo, no visualizan que haya empresas que contraten gente, señalan que el barrio es un mercado pequeño, las oportunidades de trabajo las ven en Montevideo y/o el tipo de trabajo al que podrían acceder no tiene demanda en la zona (ya sea por menor o mayor calificación o especialización de quien responde).

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Cerca de un 23% de las respuestas señalan como impedimento la edad avanzada, ya sea porque la demanda del mercado se orienta a los jóvenes, porque no tienen estudios requeridos y no tienen edad para invertir en educación, o porque tienen problemas físicos asociados a la edad. Un 9% señala directamente a la falta de estudios, preparación o experiencia como el factor que no les permite aprovechar las oportunidades en la zona. Un 4% señala que no tiene interés en buscar trabajo o nunca buscó trabajo. Otro 4% señala como impedimento el tener que dedicarse al cuidados de hijos o miembros del hogar, el hecho de ser mujer u otro tipo de discriminación, así como enfermedades o limitaciones asociadas a ellas. Un 2% señala que en la zona se entra a trabajar por referencias y ellos no tienen contactos. Entre 1% y 2% señala que los empleos disponibles pagan poco para dejar otras actividades que desarrollan de forma informal. El resto (entre 5% y 10%, según como se agrupen las respuestas) expresan otros motivos.

En una visión más general sobre los problemas del barrio, y no solo lo relacionado a las oportunidades de empleo, el cuadro 30 muestra que los principales problemas para la población de la región oeste refieren a: i) la seguridad, referido a la delincuencia común y al narcotráfico y consumo de drogas, y ii) las carencias de infraestructura relacionadas con las calles, limpieza, luminarias, saneamiento, entre otras. Estos dos conjuntos de problemas representan el 76% de las respuestas en la primera mención de problemas que se solicita en la encuesta, y el 71% del total de menciones considerando las segundas y terceras menciones realizadas (se pedía hasta tres menciones). El transporte aparece en tercer lugar, pero bastante lejos de los problemas antes mencionados, además de que guarda estrecha relación con el problema de carencia de infraestructuras en general.

Cuadro 30: Problemas mencionados por los residentes de la RO, en porcentaje del total de menciones (ETPRO, 2014)

POBLACIÓN TOTAL POBLACION AFAM Problemas mencionados Primera Las tres Primera Las tres mención menciones mención menciones Seguridad/drogas/delincuencia 39,3% 28,6% 40,0% 27,6% Infraestructura (limpieza, saneamiento, calles, 37,0% 42,3% 36,6% 43,1% iluminación) Transporte 7,9% 9,6% 9,7% 10,0% No hay problema / No sabe 5,1% 2,6% 4,5% 2,1% Falta de espacios de recreación y juventud 3,1% 4,0% 2,8% 4,4% Trabajo/salario/consejos de salarios 2,6% 2,8% 1,7% 2,2% Problemas sociales (pobreza, discriminación, 1,6% 4,1% 1,5% 4,6% convivencia) y falta de servicios (ej. policlínicas) Otros 1,6% 2,3% 1,6% 2,5% Educación 1,1% 2,7% 1,2% 2,9% Motos 0,5% 0,4% 0,1% 0,1% Vivienda y acceso a la vivienda 0,3% 0,5% 0,5% 0,4% Total 100% 100% 100,0% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014.

Otra cosa que muestra el cuadro 30 es que no hay diferencias en la percepción sobre los problemas entre el total de la población y el segmento de población AFAM. Se puede inferir entonces que la agenda de temas que importa para la población no tiene diferencias según la

58 distinción entre si se recibe o no asignaciones familiares. De hecho, lo que se ha observado en el resto del análisis es que la población AFAM no tiene un perfil muy diferenciado del que tiene el total de la población de la RO, mostrando similares características y debilidades.

Es en las debilidades donde, en general, al mirar solo la población AFAM se refuerza el perfil de vulnerabilidad de la región oeste. Sin embargo, para el promedio de la población total los diferentes indicadores obtenidos también marcan vulnerabilidades importantes y muy similares (en términos educativos, de ingresos, de inserción laboral, entre otros), por lo que tiene sentido considerar que toda la población de la región debe ser objeto de políticas para la mejora de las condiciones de vida. Si bien la focalización que muestra el MIDES en los hogares y personas más vulnerables parece correcta para ese tipo de intervención (AFAM), no hay que perder de vista, desde una mirada integral y territorial del desarrollo, que el conjunto de la población de la RO tiene condiciones de vulnerabilidad muy importantes que hay que resolver.

Por otro lado, los resultados de la encuesta son consistentes con los problemas que se identificaron en las entrevistas realizadas, que situaban justamente a los problemas de seguridad, delincuencia y droga (narcotráfico y consumo), como una de las mayores limitantes para el desarrollo de la zona, con claros impactos negativos sobre otras dimensiones como la educación, las oportunidades para los jóvenes y el desarrollo social y la convivencia de la población en general. Por otra parte, las carencias de infraestructuras son evidentes en la región que en muy buena parte se compone de asentamientos irregulares.

Es interesante ver que en la agenda y preocupación de los pobladores el empleo no ocupa un lugar prioritario sino que son los temas de seguridad e infraestructuras, muy relacionados ambos con las problemáticas sociales, los aspectos sobre los que se reclama atención. Esta es también la agenda de la mayor parte de las instituciones y actores externos que intervienen en la zona, como surgía de las entrevistas. La agenda productiva no parece tener espacio.

Si diferenciamos las respuestas sobre los principales problemas del barrio (tomando el primer problema que se menciona) según se trate de un ocupado o un desocupado la persona que responde, no encontramos diferencias sustantivas con lo antes señalado. Otra vez la seguridad y temas relacionados junto con la infraestructura son los principales problemas. La seguridad representa 39% de las menciones en los ocupados y 42% en los desocupados, al tiempo que la infraestructura es en ambos casos el 37%. Otra vez, el transporte es el otro problema con algunas menciones, 10% y 9% respectivamente.

Haciendo el ejercicio de discriminar las respuestas sobre los principales problemas según máximo nivel educativo alcanzado del que responde la encuesta los resultados no cambian. También los porcentajes se repiten con muy poca variación para todos los tramos de edad antes analizados (desde el tramo de 14 a 24 al de 55 a 64). Es fácil concluir que esta agenda de temas y problemas es una expresión muy representativa de toda la región y para toda la población de la misma.

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VIII. Recomendaciones para promover el desarrollo integral de la Región Oeste

a. Diagnóstico sobre dinámica productiva, empleo e inclusión social

Una conclusión sobre la región oeste es que, lamentablemente, no es actualmente un espacio favorable al desarrollo local ni a la integración social y productiva.

La dinámica empresarial y la dinámica social son procesos diferentes y paralelos. Por un lado, hay una dinámica de asentamientos de población en condiciones precarias (en todo sentido) por expulsión desde Montevideo y búsqueda de acceso a la tierra y vivienda. Por otro lado, hay un proceso importante de inversión en emprendimientos de logística, en parte también por un proceso (de otro tipo) de expulsión de Montevideo (por condiciones de regulación del uso del suelo y ambientales, además de congestión y posibilidades de expansión). Esas inversiones se ven favorecidas por condiciones estratégicas de ubicación en la zona, cerca del puerto y las Ruta 1 y 5, sin perder las economías de aglomeración de Montevideo como principal centro de provisión de capital humano y servicios productivos y estratégicos.

Esto configura una población que se asentó en la zona oeste pero mayormente trabaja en Montevideo en empleos de baja calificación y, en paralelo, empresas que se asientan en la zona y emplean mayormente trabajadores, administrativos y técnicos de Montevideo. Con la excepción de parte de los trabajadores de baja calificación y algunos en oficios técnicos (mecánicos, torneros, metalúrgicos, maquinistas) que los contratan en parte en los barrios consolidados de la zona (Paso de la Arena, Cerro, Ciudad del Plata), algunos con tradición obrera y en general barrios de poblaciones de bajos ingresos pero cierta cultura del trabajo.

La encuesta aplicada por MIDES a la población de la RO sobre las oportunidades de empleo mostraba que, en general, solo 4 de cada 10 personas tienen expectativas medias o altas de que los nuevos empleos que se generen sean aprovechados por la gente de la región. Este porcentaje baja si la persona trabaja fuera de la RO (y, por el contrario, mejora un poco para los que ya trabajan en la RO). El porcentaje empeora (bastante) si la pregunta se reformula de modo que refiera a las oportunidades de acceso para la propia persona que responde y no en general para la población de la zona. En resumen, aproximadamente el 70% de las personas piensan que son bajas, muy bajas o nulas sus posibilidades de acceder a los empleos que se generan por la dinámica productiva localizada en la región. Esto va en línea con la hipótesis de desconexión que se elaboraba a través de las entrevistas y los procesamientos de la ECH del INE.

Las empresas instaladas en la zona (logística y transporte, pero también industrias) integran cadenas de valor nacionales o montevideanas, e incluso internacionales. Esto no es extraño de encontrar en una zona metropolitana. El problema es que la zona que da soporte físico a los emprendimientos, la región oeste, no es mucho más que un mero soporte, ya que su población y organizaciones no juegan ningún rol importante en estas cadenas de valor (de hecho estas empresas podrían prescindir totalmente de cualquier vínculo local y no tendrían problemas de funcionamiento).

La vinculación de la población local con estos emprendimientos se dificulta por la debilidad del capital humano local. Según el barrio que se trate entre el 46% y 63% de la población mayor de

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14 años tiene como máximo nivel de formación alcanzado ciclo básico incompleto o menos. La población de la región, como se analizó, tiene un alto porcentaje de jóvenes menores de 25 años (37%) pero también una población importante de mayores de 54 años (25%). Estos grupos son especialmente vulnerables en su inserción al mundo del trabajo formal en empleos de calidad, los jóvenes porque en buena parte abandonan en el ciclo básico la educación formal y los mayores por la edad y porque en general cuentan con primaria como máximo nivel alcanzado. Estas condiciones reafirman la tendencia a que la población local y los emprendimientos allí localizados no se encuentren, más allá de compartir un mismo espacio físico.

Por lo tanto, tenemos una población que ocupa un lugar periférico respecto a la ciudad de Montevideo (en términos físicos, pero más importante de acceso a derechos y bienestar) y, dentro de esta realidad, una doble periferia que son los nuevos barrios o asentamientos, como por ejemplo, la nueva zona de asentamientos en Santa Catalina o los barrios que se conocen como Nuevo Casabó, Cerro Norte o Maracaná. En los barrios más consolidados al menos hay un nexo con las empresas instaladas en la zona (logística y transporte, pero también industrias) a través de la contratación de serenos, limpieza y algún trabajo de baja calificación como peones, además de algunos oficios (que, como se señaló, barrios como el Cerro o Paso de la Arena pueden ofrecer). Por lo tanto, en términos de desarrollo local queda "gusto a poco", siendo bajo el "derrame" que deja en la región oeste el polo logístico articulado en el eje de Ruta 1. Cómo algún entrevistado lo planteó, se ha creado un polo logístico "independiente" de la zona.

Es claro ver que desde el punto de vista de las cadenas de valor no es nada fácil el desafío de la integración de estas lógicas en esquemas de desarrollo local, que involucre empleo local de calidad y proveedores locales de servicios. En realidad, son pocas las posibilidades, pero las hay. En primer lugar, hay que asumir cuales son los principales factores de localización de los emprendimientos en la zona oeste, a lo que hemos dedicado parte de este trabajo. Se pueden resumir esos factores en el aprovechamiento de las economías de aglomeración que ofrece la proximidad a la metrópolis de Montevideo, con sus servicios y mercados de trabajo especializados y las infraestructuras logísticas y portuarias, además de la ventaja de acceso a las Rutas 1 y 5. Esta es la real importancia de la zona para las empresas, no su capital humano y social. No obstante, un mejor capital humano y social local permitiría algunas ventajas, de segundo o tercer orden, para las empresas. Por ejemplo, mitigación de los problemas de seguridad (que se traduce en menos costos, que son de decenas de miles de dólares para cada empresa al año) y la posibilidad de obtener algunos servicios de proximidad que hoy prácticamente no existen.

En cuanto a los servicios de proximidad que se podrían ofrecer se han detectado algunas posibilidades o, al menos, manifestaciones por las empresas entrevistadas de una demanda latente. Se trata de servicios para el personal de las empresas, referido a alimentación y comercio minorista, principalmente. Así como servicios para las empresas como fotocopias, papelería e insumos de oficina, ferretería, transporte (movilidad), limpieza industrial, entre otros. Hoy estas demandas se resuelven internalizando los servicios, contratando empresas de Montevideo o con compras directas en Montevideo. Para necesidades que no entran en la planificación mensual (y almacenamiento) resulta muy ineficiente depender para todo de Montevideo (incluso con viajes a comprar directamente en Ciudad Vieja). En la alimentación se resuelve internalizando el servicio, de forma individual o con vendedoras locales para los trabajadores de menor calificación, servicios en general de dudosa calidad e higiene.

También es necesario notar que estas demandas con posibilidad de provisión actualmente se satisfacen (con Montevideo) y las empresas no dependen de ello para funcionar, por lo que los

61 beneficios esperados son en términos de la población local y la creación de circuitos de inclusión social y productiva. No hay incentivos fuertes para las empresas. Por lo tanto, esto se debe plantear desde una óptica de política de desarrollo económico con inclusión social y territorial, poniendo recursos públicos para promover los resultados y comprometiendo a las empresas con el proyecto. No se trata de hablar de Responsabilidad Social Empresarial, sino de la construcción de un proyecto de desarrollo económico y social en el marco del cual la inversión privada tiene un rol que jugar (debe tenerlo y puede exigírsele, en el marco de los beneficios que también recibe del Estado).

Considerando la dimensión de la inclusión social, siguiendo a Subirats (2004), lamentablemente en la zona oeste ninguno de los tres espacios de inclusión funcionan bien. El espacio de la producción mercantil opera poco y mal para incluir a la población local, generando poca participación mediante el trabajo y servicios en la producción de valor en el territorio. El espacio relacional y de los vínculos sociales tampoco funciona bien. En los barrios (asentamientos) "nuevos", la organización de la sociedad civil y las comisiones barriales son demasiado débiles como para generar capital social. Esto se refuerza por un contexto donde la ilegalidad, inseguridad e informalidad limitan demasiado las posibilidades de inserción al trabajo, ya sea en forma dependiente o por cuenta propia. De esta forma, el espacio mercantil y el social no funcionan y mucho menos se potencian entre sí. Finalmente, el espacio que mejor funciona, a pesar de las dificultades, es el de la ciudadanía. Esto debido a que las políticas sociales del gobierno nacional han favorecido sobre todo a las poblaciones más postergadas, con apoyos y facilidades para acceder a derechos que antes no se tenían.

La actuación de la política pública, desde el MIDES, la Intendencia de Montevideo, en menor medida los Municipios, y de las organizaciones vinculadas a la problemática social (cómo IPRU, el programa APEX y el PTI) han generado intervenciones importantes en la zona, pero que no muestran resultados tan buenos en términos de construcción de capital social y redes sociales locales de reciprocidad. No hay duda que se obtienen resultados en términos de mejorar el acceso a derechos y mejorar las capacidades individuales. Pero podríamos decir que, sin un avance en la inclusión en los espacios de producción mercantil y en el espacio relacional social, la inclusión por acceso a derechos se verá limitada en su capacidad de transformar la realidad social y económica de la región. Es decir, se corre el riesgo de que sea un paliativo o un aliciente para la exclusión en los otros dos espacios.

b. Algunos temas relevantes no vinculados directamente al desarrollo productivo

En este apartado se realizan algunas consideraciones generales, que identifican temas que no se relacionan directamente con el análisis de la vinculación entre la dinámica productiva localizada en la zona y el desarrollo económico local, pero que deben ser atendidas de forma complementaria para que una intervención en aquel sentido tenga mayor probabilidad de éxito. Muchas de ellas implican continuar o reforzar líneas de acción que actualmente se vienen desarrollando.

Un aspecto central a trabajar es encontrar caminos para la reconversión del paradigma de la actividad ilegal a uno de actividades legales, con una revalorización del trabajo como valor y forma de vida. Esto implica un abordaje multidisciplinario, que considere aspectos culturales y piscológicos.

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Ante una posible pregunta sobre si se debería seguir apoyando a las personas en situación de precariedad y/o vulnerabilidad de varias de las zonas de la región oeste mediante la política de subsidios, que tuvo su primera versión en el ingreso ciudadano y actualmente se sostiene en la Tarjeta Uruguay Social y las Asignaciones Familiares, la respuesta es necesariamente sí, pero no puede ser esta la única política que se destine para estas poblaciones. La situación de partida en estas zonas sigue estando alejada de los mínimos para generar procesos de desarrollo de capacidades, aspecto que hay que reconocer. No obstante, esa política de transferencias no puede ser la única forma de atender esas necesidades, porque en el mediano y largo plazo la verdadera salida de esa situación pasa por el desarrollo de capacidades y autonomía. En esa línea se inscriben las propuestas que se presentan en el apartado siguiente. Sin embargo, para transitar en un camino de desarrollo de capacidades con poblaciones que parten con alto niveles de vulnerabilidad también hay que reconocer y asumir que se requerirá destinar más recursos que en intervenciones asimilables pero que se realizan en otros contextos socioeconómicos mucho más favorables.

En línea con los comentarios anteriores toda la región necesita de más intervenciones con políticas que se dirijan a la juventud, dotando a la zona de más equipamiento deportivo y cultural. Esto junto con actividades con finalidad integradora. Al respecto se reconoce por parte de los entrevistados las acciones positivas de programas como Jóvenes en Red, Aulas Comunitarias, los Centros de Jóvenes, entre otras.

El trabajo de los SOCAT también ha sido importante en la articulación de las políticas sociales en el territorio y para facilitar el acceso a derechos. Sin embargo, debería reforzar o buscar otras formas de lograr el objetivo de crear y fortalecer redes sociales en el territorio.

Para abordar el problema de la explotación sexual y la trata de personas conviene revisar las recomendaciones que hace la investigación financiada por el INAU-MIDES (Purtscher, 2014).

Un tema que es crucial para poder generar mayores posibilidades de acceso al mercado laboral en la zona o fuera de la misma es aumentar la infraestructura de guarderías, para ayudar a las madres a lograr esa inserción laboral. Esto supone continuar y reforzar la política de los CAIF. Incluso se podría llegar a un acuerdo con las empresas ya instaladas y ponerlo como requisito para las empresas nuevas que se instalen en la región que contribuyan a crear y mantener, junto al Estado, guarderías para los niños de las mujeres de los barrios del oeste. Sin esta posibilidad, sobre todo las mujeres jóvenes, madres solteras y las familias numerosas, no hay forma de que las oportunidades de empleo de la zona (sean muchas o pocas) se puedan aprovechar, así como tampoco aprovechar oportunidades de empleo que se generen en Montevideo. Además, las guarderías son una oportunidad de brindar, en muchos casos, ambientes más adecuados para los niños, así como detectar problemas familiares y de contexto sobre los cuales actuar con otros programas y políticas.

Otro aspecto a señalar es que la seguridad es clave. Se trata de un bien público y básico para desarrollar las capacidades de las personas y ejercer sus derechos. En estas zonas que están marcadas por la ilegalidad y la violencia es donde la inseguridad es un tema más relevante ya que es donde las personas están más desprotegidas. En general, hay una buena valoración de la policía comunitaria. La mayoría de los entrevistados considera que realiza un muy buen trabajo. Por lo tanto, podría ser un camino reforzar su presencia en esos barrios y dotarla de más recursos para su accionar (esto es competencia del Ministerio del Interior, pero como se ha señalado la problemática de esta región no puede ser tratada solamente desde las competencias de un solo Ministerio). Incluso se podrían pensar mecanismos que incentivaran la opción de ser policía comunitario, mediante el sistema de ascensos y remuneraciones,

63 incluyendo capacitaciones específicas para tener una mejor preparación adecuada para los contextos sociales en lo que deben actuar.

Respecto a cómo se percibe a la policía desde la población se reproduce el siguiente texto "Esta ilegalidad omnipresente parece vincularse a procesos de exclusión social, a la segmentación territorial y a ambigüedades históricas del accionar policial en el territorio, una presencia/ausencia que en la percepción de los actores remite a relatos de corrupción, connivencia con el delito y prescindencia de su función primordial de asistencia y protección a la ciudadanía" (Purtscher, 2014:97). La policía tradicional no es efectiva para trabajar en estas zonas, más allá de un accionar puntual que puede ser necesario (incluso operativos especiales, como podrían desarrollarse en otras zonas) como forma de trabajo diario parece ser mejor opción la policía comunitaria. Este tipo de policía puede ser una herramienta para contribuir en la lógica de construcción de redes sociales y empoderamiento de las organizaciones locales. Esto permitiría actuar en la represión del delito pero entendiendo las necesidades del barrio y posicionando al policía como un servidor de la gente, al que los pobladores vean con confianza y no con temor.

Otro tema refiere a las posibilidades que los programas de regularización de barrios, como el PIAI, ofrecen para contribuir al proceso de creación de capital social y redes en el territorio. En caso de que en los próximos años se destinen más recursos para generar obras de infraestructura en los barrios no consolidados del oeste (para llevar diferentes servicios, hacer realojos, mejorar equipamientos urbanos y de recreación), podría aprovecharse como oportunidad para promover empresas pequeñas o cooperativas locales, integradas por vecinos, que puedan encargarse de parte de esas actividades (en lo que sea posible), como forma de empoderamiento, aprendizaje de trabajo colectivo, generación de identidad barrial y promoción de redes sociales.

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c. Propuesta para contribuir a promover el desarrollo económico local

En este apartado se presenta una propuesta en línea con el enfoque del desarrollo local y que pretende avizorar un camino que permita contribuir a modificar las lógicas de desconexión entre lo económico empresarial y lo social en el territorio. A su vez, encontrar una forma de generar procesos de inclusión social que, además del espacio de la ciudadanía y los derechos, permita la existencia de espacios de inclusión mercantil (mundo del trabajo) y, de esta forma, apoye la consolidación de espacios de integración social.

Se propone la creación de uno o más Centros de Desarrollo Económico y Social (CEDES) en la región oeste. Se trata de centros o plataformas seguras, con presencia de policía comunitaria, que localiza una oferta local de servicios para las empresas de la zona y la población en general. Combinando lo anterior con un espacio de integración y desarrollo social, que permita trabajar en forma articulada y coordinada a diferentes programas y políticas sociales (que de hecho ya intervienen en el territorio) facilitando la vinculación de esas acciones con la inclusión en el espacio de producción mercantil y del trabajo.

Más adelante se desarrollan los detalles de la propuesta. Pero primero se comienza por exponer las razones por las cuáles las políticas y acciones más tradicionales que se realizan para promover el empleo, como la capacitación para el trabajo, el apoyo a emprendedores o los programas de desarrollo de proveedores locales, encuentran dificultades en el contexto y la actual situación socioeconómica de los barrios de la región oeste.

¿Formación y capacitación para el trabajo en las modalidades convencionales?

En las empresas hay un sesgo en la selección de personal de la zona, que discrimina a los jóvenes, prefiriendo contratar personal por encima de los 30 años de edad y con familia constituida. En general, no se emplea gente de los barrios "complicados", que son los de más reciente constitución y los que están realmente "pegados" a los emprendimientos. Incluso, algunas empresas señalan que ni siquiera les llega a la puerta currículos de esos barrios, como sí llegan de otros barrios consolidados de la zona. Del otro lado, en la encuesta aplicada a población de la zona son varias las respuestas que señalan que dejan sus currículos y no los llaman. Algo que muestra claramente la complejidad del tema es que los propios trabajadores que son parte del personal de las empresas instaladas en la zona ven con malos ojos que se contrate gente de los barrios "complicados" (hay miedo, desconfianza). A su vez, las empresas no toman personal con antecedentes delictivos

Además, no solo están estas dificultades señaladas para la inserción de las personas que se capaciten en trabajos concretos, sino que los procesos de capacitación no se pueden abstraer del contexto crítico signado por la ilegalidad y la violencia con el cual deben convivir las personas, por lo que no es posible pedir una alta capacidad de espera en cuanto a la inserción laboral. No funciona la linealidad de que primero me capacito, luego busco y después trabajo.

¿Hay oportunidad de desarrollar servicios locales de interés para las empresas? ¿y para el fomento de emprendedores?

Con relación a detectar oportunidades para el acercamiento de emprendimientos locales que se puedan insertar en la cadena de valor de la logística presente en el territorio, las visiones de los entrevistados son bastante pesimistas. Al respecto, uno de los entrevistados señalaba "Si

65 hoy no hay emprendimientos que se hayan insertado es porque el mercado no los requiere". Otro decía: "Si el mercado no lo resolvió aún es porque no lo precisa".

Ese pesimismo tiene una base cierta y es que, en este contexto, no se puede esperar que el mercado resuelva el problema. Los costos de transacción (incluyendo el riesgo, la incertidumbre, la probabilidad de fracaso y el tiempo) para incorporar a la población de los barrios en alguna de las dinámicas de las cadenas de valor de estas empresas son altos. El esfuerzo sólo puede ser aceptado desde una visión que tenga como objetivo el desarrollo local, social y económico de la región oeste. En una lógica pura de eficiencia de la cadena de valor logística no resiste el mínimo análisis. Por lo tanto, un esquema convencional de desarrollo de proveedores locales o emprendedores para que vendan servicios a las empresas de la zona no es viable.

Otra posibilidad refiere al desarrollo de emprendedores para abastecer de servicios a la propia población local y a los trabajadores de las empresas de la zona (en sus compras y necesidades personales), como sucede con los comercios y servicios que en otros barrios de Montevideo trabajan con las personas que se emplean en las empresas allí localizadas. En el contexto actual esta opción tampoco parece fácil de instrumentar, al menos dentro de un esquema convencional. El estudio realizado nos dio indicios de que hay demanda para comercios y servicios de la zona que ofrezcan alimentación, compras personales, artículos de oficina, fotocopias, o sea almacenes, quioscos, rotiserías, restaurantes y comercios minoristas en general. Pero la experiencia de quienes han trabajado para desarrollar estos emprendimientos en los barrios "complicados" indica que se trata de proyectos complicados. Un emprendedor debe sortear muchas barreras para poder montar su propio negocio, establecerse, consolidarse y mantenerse. Se vuelve mucho más difícil si además debe hacerlo en un contexto que castiga los ejemplos de actividades legales basadas en el trabajo y apoya las actividades ilegales y/o la complicidad con ellas, con claros riesgos de daños económicos y personales (con amenazas y su concreción). Por otra parte, muy pocas personas de fuera del barrio van a concurrir al comercio, por inseguridad5 y un esquema de repartos seguramente sufra de robos y "peajes".

Desde una visión de desarrollo como libertad (en el sentido de Sen) y desde un enfoque de derechos, la situación es muy preocupante. Por el hecho de nacer en ciertas zonas hay oportunidades y posibilidades que son cercenadas, al tiempo que abunda la oferta de actividades delictivas muy lucrativas económicamente. El resultado no puede ser bueno.

Centros de Desarrollo Económico y Social (CEDES)

La propuesta entonces es crear CEDES, los que deberían localizarse en zonas que cuenten con una potencial demanda determinada por la localización de empresas (y sus trabajadores), además de la población que reside en los barrios, y con buena conectividad. Se podría pensar en la creación de un CCDS en forma piloto. El objetivo es contribuir a modificar la lógica de desconexión entre lo económico empresarial y lo social en el territorio, generando oportunidades de inclusión mercantil para la población de la región, además de servir de plataforma para la implementación de acciones y políticas para la inclusión ciudadana y social.

Esta iniciativa seguramente debe ser profundizada de querer ser implementada. En este trabajo se presentan solo las ideas y principios básicos de la propuesta.

5 En una entrevista se señalaba que en la empresa "Después de las 17hs no puede quedar nadie trabajando, solo los serenos, por el tema de cómo irse". 66

Los CEDES tendrían dentro de sus cometidos:

 Ser una plataforma para el desarrollo de emprendimientos de servicios que permitan la inclusión laboral y social. Esto supone crear una zona segura para el desarrollo de emprendimientos locales y que ocupen personas de los barrios del oeste, para ofrecer servicios a la población local y a las empresas y trabajadores de la zona.  Reducir los costos de transacción al mínimo, incluidos los relacionados con la seguridad, de forma que el abastecimiento local de ciertos servicios y bienes sea atractivo y una buena solución tanto para empresas como trabajadores de la zona.  Generar un efecto demostración de que es posible la inserción en el espacio mercantil, accediendo al mundo del trabajo y vivir de ello legalmente.  Generar un espacio de intercambio, diálogo y planificación de acciones entre las organizaciones locales (barriales), los gobiernos locales, los programas públicos que intervienen en la zona y las empresas (fundamental que estén las empresas).  Generar un espacio que permita consolidar redes sociales y capital social local.  Permitir la vinculación de las personas de los barrios del oeste, sobre todo de los "barrios complicados", con personas de otros barrios y otras realidades, generando un espacio de integración que al mismo tiempo reafirme las identidades barriales de la zona oeste sin estigmatización.  Trabajar en aspectos vinculados a la cultura del trabajo, la higiene, el respeto de derechos, la igualdad de género, la convivencia pacífica y la desnaturalización de los fenómenos de la violencia en todas sus expresiones.

Componentes básicos de la propuesta:

 Los emprendimientos que se instalen en el CEDES pueden ser:  Negocios por cuenta propia de las personas de la zona que se conviertan en emprendedores, articulando esta propuesta con los diferentes programas públicos que apoyan estos desarrollos. El CEDES ofrecería un marco adecuado de protección y facilidades para que estas políticas puedan tener resultados exitosos. Actualmente estos programas prácticamente no llegan a la región oeste, por lo que sería bueno contemplar para estos casos facilidades para la formalización y muy baja carga impositiva (incluso exoneración) hasta que el emprendimiento pueda tener capacidad contributiva real. El apoyo a los emprendedores, desde el punto de vista productivo, técnico, legal, contable y comercial se debe articular con los múltiples programas que existen con recursos para ello en el propio Estado.  Empresas que se instalen en el CEDES cumpliendo la cuota de empleo local y las disposiciones que regulen al centro. En estos casos se puede estudiar la posibilidad de dar facilidades para la inversión inicial y exoneraciones impositivas temporales.  El empleo en el CEDES debe tener una cuota local alta, por ejemplo del 70%, pero no es deseable que todo el empleo sea de los barrios del oeste. Los CEDES tienen que ser también espacios de integración de las poblaciones de los barrios de la zona con personas que provienen de otras realidades.  El CEDES debe facilitar una plataforma con comodidades para los clientes que acudan físicamente a comprar en los emprendimientos. Es decir, un espacio adecuado para la atención del público, estacionamiento seguro de vehículos y parada de transporte público, así como un servicio de reparto (delivery) que podría ser centralizado, gestionando los pedidos de todos los comercios (de hecho este servicio puede constituir un emprendimiento más dentro del CEDES).

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 El CEDES, al estilo de las ventajas que en la teoría se menciona para los parques industriales, ofrecería facilidades en el acceso a energía, agua, banda ancha de internet, entre otros servicios. Esto requiere de coordinación con las empresas públicas, a lo que podría agregarse el acceso a tarifas subvencionadas por pertenecer al CEDES. Además, como ya se ha comentado, se debería dar apoyo a los emprendimientos en todo lo que tenga que ver con los permisos y cumplimiento de normativas legales, impositivas, laborales y sanitarias, facilitando los trámites con gestoría y asesoramiento.  Es deseable que el CEDES trabaje en articulación con emprendimientos de la región que tengan objetivos de inclusión social y productiva. Por ejemplo, con el PTI del Cerro para gestionar temas tales como el reciclaje de residuos y capacitaciones.  Se sugiere implementar un sistema de co-gestión del CEDES, que sea compartida entre las organizaciones locales y barriales, el Municipio y la Intendencia con representantes del gobierno nacional (podría ser del MIDES). El objetivo es que el proyecto incluya la generación de capacidades y autonomías en la organización local. De hecho el CEDES tendría que ofrecer una infraestructura para reuniones y funcionamiento de las organizaciones sociales y barriales locales. Esta es la oportunidad de generar un interlocutor del territorio con programas y agentes externos, incluidas las empresas. En un sentido más ambicioso, es la oportunidad de comenzar a generar capital social en el territorio capaz de poder articular, en un horizonte de largo plazo, proyectos de desarrollo.  Debería ser una iniciativa con un importante componente público-privado en su impulso. Sería básico comprometer a las empresas de la región oeste a realizar aportes para este proyecto. Por ejemplo, el compromiso de asegurar la compra de determinados bienes o servicios en el CEDES con esquemas de asociación como clientes preferenciales o con contribuciones directas y esquemas de padrinazgo. Esto debe negociarse con los emprendimientos establecidos y ponerse como requisito para los nuevos a instalarse. El Estado tiene con qué negociar, dado que es mucha la obra en infraestructura que se debe realizar en toda la región.  También se sugiere que sea un proyecto coordinado con la policía comunitaria para garantizar la seguridad en el lugar, a través de la prevención y el trabajo comunitario con las organizaciones y colectivos del oeste.  A su vez, el CEDES podría contar con una guardería para los hijos de todos los trabajadores y, en la medida de lo posible, extendida a la población local en general.

Algunas cuestiones a tener en cuenta:

 Hay que ser cuidadoso al definir la localización del CEDES evitando que sea en una zona con distancias largas a los principales emprendimientos, difícil accesibilidad o con baja densidad de población y trabajadores.  Se debe prever una buena conectividad de transporte público, que tenga paradas en el CEDES de varias líneas de ómnibus.  Es clave la articulación para el apoyo a los emprendimientos con los programas que trabajan en la temática y con poblaciones vulnerables (como IPRU, MIDES, entre otros). A su vez, es necesario que estos apoyos tengan continuidad y sostenibilidad en el tiempo.  Debería estudiarse qué otros servicios complementarios que hoy son carencias en la zona podría incluir el CEDES, por ejemplo, en lo deportivo o cultural, una sala multifuncional o una "usina cultural" como la que funciona en el CEDEL de de la Intendencia de Montevideo.

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 En todo caso, el acercamiento por el empleo o el emprendimiento productivo se debería aprovechar para fomentar cuestiones más generales relacionadas a la higiene, la seguridad y la formalidad, entre otros aspectos.

Finalmente:

Esta propuesta no pretende ser la panacea para todos los problemas de la región oeste. De hecho, en el documento se dejó claro que hay líneas de trabajo que ya se vienen desarrollando y otras que hay que desarrollar que no refieren al ámbito económico ni productivo, pero que se consideran fundamentales para un desarrollo integral de la región oeste y, en muchos casos, un requisito necesario para que la propuesta que hacemos de CEDES pueda efectivamente funcionar. En definitiva, dentro de ese marco, que reconoce la complejidad del problema y la necesidad de múltiples acciones y en múltiples dimensiones, es que debe interpretarse la propuesta de CEDES.

Por último, esta propuesta y, en general, abordar otras dimensiones que se señalan en las recomendaciones generales, supone prever importantes recursos (y el consecuente esfuerzo y renuncia a otras posibilidades de uso de esos recursos) para ser aplicados a mejorar las condiciones de vida y posibilidades de desarrollo en la región oeste. Esto no debe ser valorado y mucho menos implementado en forma aislada, sino dentro de una visión estratégica que busque generar una transformación a futuro de las capacidades individuales y colectivas de estos barrios para una integración plena al proyecto de desarrollo del país.

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ANEXO 1: Pauta para entrevistas

Ficha de entrevista Nro. formulario: __

1. Año de creación de la empresa y en caso que no coincida año de instalación en la zona 2. Describa la actividad de la empresa 3. ¿Cuáles fueron las causas de la localización en este lugar? 4. ¿Qué ventajas tiene esta zona? 5. ¿La empresa contrata algún tipo de servicio? 6. ¿Qué servicios contrata localmente? 7. ¿Hay oportunidad de desarrollar servicios locales de interés? 8. ¿Cuál es la cantidad total de empleados que tiene la empresa en la actualidad? 9. ¿Podría decirme cuántos de estos son de alta o baja calificación? 10. Cantidad de trabajdores: Zafrales______Tercerizados______11. Los salarios de la empresa, en relación al promedio del sector ¿en qué nivel se encuentran? 12. ¿Podría determinar un porcentaje de empleados residentes en la zona del establecimiento según las calificaciones requeridas? ¿Ventajas y desventajas que sean de la zona? 13. ¿Notó cambios a partir de la radicación de la empresa en la zona respecto a la atracción de población? 14. ¿Medio de transporte utilizado con mayor frecuencia por los empleados? 15. ¿Encuentran alguna dificultad los empleados, con referencia al transporte para trasladarse hacia la empresa a cumplir con su jornada laboral? ¿De qué tipo? 16. ¿Presenta la empresa dificultades para captar personal? 17. ¿Cuáles son los métodos de búsqueda de persona? (Instituciones, ONGS, otros) 18. ¿Presenta la empresa alta rotación del personal ocupado? ¿En todos los perfiles de calificaciones? 19. ¿Tiene perspectiva de aumentar la inversión en la zona? ¿Tendrá impacto en el empleo esa inversión, qué proyección tiene al respecto?

Nombre de la empresa: ______

Razón Social: ______

Rubro de la empresa: ______

Dirección de la empresa: ______

Barrio: ______

Teléfono de contacto: ______

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ANEXO 2: Detalle técnico de la encuesta (ETPRO, 2014)

A. Características técnico metodológicas de la encuesta

Los principales elementos metodológicos que caracterizan a la encuesta a aplicar son:

1. Universo de análisis: los hogares de la zona definida para el estudio (eje Ruta 1 desde Montevideo Oeste a Ciudad del Plata que según mapa adjunto comprende los barrios Casabó - Pajas Blancas (CA), La Paloma - Tomkinson (LP), Paso de la Arena (PA) y Cerro (CO) en Montevideo, y Ciudad del Plata en San José.

2. Cobertura muestral: muestra de 5% de la población de la zona objeto de estudio (1468 hogares).

3. Técnica de aplicación: telefónica a un integrante del hogar que responde por los habitantes de la vivienda.

4. Plazo de aplicación: 1 mes.

5. Diseño del formulario: 16 preguntas, con un tiempo máximo estimado para completarlo de 10 minutos.

6. Pre-test del formulario con aplicación piloto a 22 a partir de las bases administrativas de las visitas que realiza el Mides. Los resultados mostraron que la encuesta es relativamente corta y la duración de la misma va desde 3:45 a 9:30 minutos por encuesta. El diseño de la encuesta resultó amigable al encuestador y fácil de operacionalizar. Se realizaron algunos ajustes al cuestionario.

B. Formulario de la encuesta

El contenido de las preguntas abarcan seis tópicos: i) cantidad de integrantes y edades, ii) educación, iii) empleo, iv) movilidad y conectividad, v) redes, vi) valoración y percepción sobre el desarrollo de la zona.

A continuación se presenta el cuestionario.

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ENCUESTA TELEFÓNICA A POBLACIÓN DE LA REGIÓN OESTE, 2014 Buenos días/buenas tardes, mi nombre es ………………………….. Lo/a estoy llamando de la Universidad de la República. Estamos realizando una encuesta sobre movilidad y condiciones de vida del barrio. ¿Se encuentra el jefe de hogar o algún adulto que pueda responderme algunas preguntas?

1- ID HOGAR: ______2- ¿Cuántas personas integran el hogar? ______SÓLO P PARA TODOS LOS INTEGRANTES DEL HOGAR ARA EL ENCUESTADO Podría indicarme los nombres de las personas que integran el hogar, comenzando por Ud., siguiendo por las de mayor a menor edad 5. ¿Cuál es el SOLO SI REPONDE 11.¿Qué 12.¿Cuánto 8.¿A qué máximo 6. ¿Se vincula con SI 9.¿En qué 10. ¿Qué medio de tiempo le 6.2¿Qué 7. ¿Cuál es se dedica nivel alguna institución 6.1. ¿ Por qué barrio se tipo de transporte insume tipo de la la educativo (pública, privada u motivo se ubica la actividad utiliza trasladarse 4. institución situación institución 3. NOMBRE alcanzado? organización civil) de vincula? institución desarrolla habitualmente hacia su lugar EDAD es? ocupacion en donde Hasta qué la zona por 1-empleo en donde en ese para de trabajo? (B) al actual? trabaja? año cuestiones de 2-formación trabaja? empleo? (F) trasladarse (SOLO IDA, EN (C ) (D) terminó? formación y empleo? 3-ambas (E) hacia ese MINUTOS)

(A) 4-otras empleo? (G) TODOS SOLO SI TIENE 14 AÑOS O MÁS SOLO PARA OCUPADOS 1) 1. SI

2. NO 2)

3)

...

SÓLO PARA EL ENCUESTADO

13 ¿Cómo calificaría las oportunidades de empleo relacionadas a los grandes emprendimientos en su barrio y barrios próximos? 1.nula 2.muy baja 3.baja 4 media 5.alta 14 ¿Cómo cree que son las posibilidades de que usted pueda acceder a esos empleos? 1.nula 2.muy baja 3.baja 4 media No es aplicable a adultos mayores y/o jubilados/pensionistas 5.alta

1.operario 2. técnico 3.administrativo 4.oficial 15.1 SOLO SI RESPONDE MEDIA O ALTA (4 o 5) 5.vendedor 6. otro, especificar ¿En qué tipo de tareas sería? 15.2 SOLO SI RESPONDE NULA O MUY BAJA O BAJA (1, 2 o 3) ¿cuáles son las principales razones de ello? (ANOTE TEXTUAL)

16 Mencione hasta tres problemas que considera muy importantes en su barrio

16.1 Problema 1 (ANOTE TEXTUAL)

16.2 Problema 2 (ANOTE TEXTUAL)

16.3 Problema 3 (ANOTE TEXTUAL)

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ANEXO 3: Cuadros para población AFAM (ETPRO, 2014)

CUADRO A1: Máximo nivel educativo alcanzado de la población AFAM (14 años y más), según barrios.

Casabó - Máximo nivel educativo alcanzado, La Paloma- Paso de la Ciudad Cerro Pajas población de 14 años y más Tomkinson Arena del Plata Blancas Sin instrucción o primaria incompleta 10,66% 9,46% 3,03% 9,90% 11,04% Primaria completa 28,88% 36,70% 39,39% 28,82% 23,24% C B incompleto 15,86% 13,49% 22,73% 15,72% 16,87% C B completo 10,79% 10,26% 7,58% 13,98% 10,27% Bachillerato incompleto 8,63% 3,79% 4,55% 7,28% 7,09% Bachillerato completo 9,51% 9,70% 15,15% 8,73% 9,73% Formación técnica o profesional 8,79% 10,51% 6,06% 11,20% 9,64% incompleta Profesión técnico profesional completa 3,96% 0,81% 0,00% 1,75% 4,36% Magisterio o profesorado incompleta 0,00% 1,49% 0,00% 0,58% 0,14% Magisterio o profesorado completa 0,44% 0,00% 0,00% 0,58% 0,95% Terciaria universitaria o no universitaria 2,01% 3,23% 1,52% 0,73% 4,36% incompleta Terciaria universitaria o no universitaria 0,48% 0,55% 0,00% 0,73% 2,32% completa Total 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% Fuente: ETPRO, 2014

CUADRO A2: Distribución de la población AFAM por tramos de edad, por barrio.

Casabó - Tramos de La Paloma - Paso de la Ciudad del Cerro Pajas edad Tomkinson Arena Plata Blancas 0-13 27,31% 19,36% 19,51% 27,07% 21,76% 14-24 18,70% 19,26% 21,95% 15,61% 19,17% 25-34 12,19% 20,46% 2,44% 15,50% 11,85% 35-44 14,39% 6,97% 14,63% 13,27% 13,51% 45-54 10,07% 12,84% 17,07% 12,53% 14,26% 55-64 8,70% 14,15% 10,98% 4,78% 8,64% 65+ 8,64% 6,97% 13,41% 11,25% 10,81% Total 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% Fuente: ETPRO, 2014

CUADRO A3: Población AFAM ocupada en la RO, fuera de la RO y total, según tipo de actividad en el trabajo

Total Dentro de Tipo de actividad que desarrolla en el trabajo Fuera de RO población RO ocupada Operarios y peones 42,6% 38,1% 40,0% Técnicos y profesionales 4,5% 6,9% 5,9% Administrativos 4,6% 7,6% 6,3% Empleados de comercios y servicios 14,6% 19,3% 17,3% Trabajadores agrícolas, forestales y afines 3,3% 1,5% 2,3% Personal doméstico 6,8% 16,5% 12,4% Vendedores 11,3% 4,5% 7,4% Policía, fuerzas armadas, otros seguridad 7,2% 3,3% 5,0% Recolectores de basura, barrenderos. 1,1% 0,3% 0,6% Otras actividades 4,0% 2,0% 2,8% Total 100,0% 100,0% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014

CUADRO A4: Medio de transporte al trabajo de la población AFAM (ETPRO, 2014).

Participación total de cada Medio de transporte que Uso según región en donde trabaja medio de transporte (trabajo utiliza para ir al trabajo Dentro de RO Fuera de RO Total dentro y fuera de la RO) Ómnibus 18,0% 82,0% 100% 48,1% Taxi 0,0% 100,0% 100% 0,2% Automóvil 36,0% 64,0% 100% 13,9% Ciclomotor/moto 56,0% 44,0% 100% 16,9% A pie 96,0% 4,0% 100% 7,1% Bicicleta 85,6% 14,4% 100% 3,9% No se traslada 90,1% 9,9% 100% 4,8% Trabaja en casa 98,2% 1,8% 100% 5,2% Total 42,6% 57,4% 100% 100,0% Fuente: ETPRO, 2014

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