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Las Upanishad

Michael N. Nagler

Las Upanishad son la gran mina de la fuerza. En ellas se encuentra suficiente fuerza como para dar vigor al mundo entero. ... Libertad —libertad física, libertad mental, y libertad espiritual son las consignas de las Upanishad. —Swami Vivekananda ... la lectura más valiosa en el mundo. —Schopenhauer

C omo muchos occidentales, traté de leer las Upa- nishad por mí mismo cuando era estudiante: a diferen- cia del gran filósofo Schopenhauer, sin embargo, las encontré incomprensibles, aunque fascinantes. Pero algunos años después tuve la bendición de Tal como es tu voluntad, aprender a meditar con un gran maestro, Sri así es tu acción. Eknath Easwaran, y llegué a darme finalmente Tal como es tu acción, cuenta de que las Upanishad son, como él sue- así es tu destino. le decir, «probablemente, la fuente más pura de (Brihad, 1987, IV.4.5)2 la filosofía mística» (Easwaran, 1987, p.14).1 Se merecen esta distinción no sólo en virtud de Las Upanishad en prosa más tempranas su antigüedad y de su misticismo sublime, sino fueron escritas probablemente en la primera por la plena universalidad de su mensaje, que mitad del primer milenio a.C.. Nos han llegado tan frecuentemente brilla, mediante sus alusio- como un apéndice a las cuatro grandes colec- nes mitológicas y su simbolismo cultural, con ciones de himnos védicos, si bien la conscien- la simplicidad de la pura verdad: cia espiritual de las Upanishad hace de estos textos no tanto un apéndice sino más bien un Tú eres lo que tu deseo profundo nuevo punto de partida desde el panteísmo vé- e impulsor es. dico. No representan evidentemente los albo- Tal como es tu deseo, res sino una etapa dorada del misticismo en la así es tu voluntad. India, pues los sabios que pronunciaron estos

Retrato de un Swami, 1987, por Ben Ingham

SUFI Las Upanishad discursos no andaban titubeando en las relaciones entre hombres, entre el medio por el cual conocemos estas busca de las palabras, sino que eran hombre y estado (o entre seres hu- cosas, la mente; y es ahí, en la mente, capaces de describir las realidades manos y naturaleza), eran tan justas donde este fluir puede ser apacigua- más sutiles en un lenguaje articu- y humanas… Para nosotros, la carac- do y finalmente transcendido. Descu- lado y coherente, puesto a punto terística más llamativa de la antigua brieron que la forma de hacerlo era claramente por una larga tradición. civilización india es su humanidad» mediante el proceso que llamarían Las Upanishad corroboran la propia (Basham 1967, 8f). dhyāna, meditación. tradición hindú que siempre ha man- Al contemplar los logros increí- Aunque las Upanishad no nos tenido, lo cual se puede confirmar ar- bles que nuestra civilización tiene a dicen, por supuesto, quién fue el queológicamente hasta cierto punto, su favor —organización política, tec- primero en dar con la posibilidad de que la singular tradición espiritual de nología, ciencias naturales, que llevan detener la mente y de mirar hacia el la India se remonta a más de 5.000 a la «conquista» de la naturaleza e in- interior, en lugar de hacia el exterior años. cluso del espacio exterior—, es fácil a través del medio deformante, re- La civilización en la que esta ver la diferencia, y es que estos logros crean con frecuencia este momento tradición se desarrolló debe de haber no fueron desatendidos en la antigua extraordinario en la evolución de la sido tan diferente a la nuestra que India, sino que fueron equilibrados. consciencia humana: excita nuestra imaginación. Imagi- Los pensadores indios, de los cuales nen ese vasto territorio habitado conocemos algunos nombres, consi- El Señor, existente por sí mismo, sólo por una pequeña parte de su guieron grandes avances en ciencias transcendió los sentidos población actual, viviendo la mayoría teóricas (la invención del cero y el para volverse hacia fuera. en pueblos estables, autosuficientes, sistema decimal, sin los cuales las Por ello miramos al mundo exterior en medio de vastas extensiones de matemáticas tal y como las conoce- y no vemos al Yo dentro de nosotros. bosques, no ya cerca, sino formando mos no existirían), en metalurgia, en Un sabio apartó sus sentidos íntimamente parte de la naturaleza música, en literatura, en astronomía, del mundo del cambio —un mundo con pocas ciudades e incluso en cirugía. Pero algunos y, buscando la inmortalidad, pero con una cultura sofisticada de la de ellos, a los que Mahatma Gandhi miró hacia el interior unidad en la diversidad. El sobresalto llamaba «genios más importantes que y contempló al Yo inmortal. de los turistas de hoy en día al ver Newton» (Prabhu y Rao 1967, p. 27), (Katha II.i.1) vacas, monos y a veces incluso ele- hicieron también descubrimientos fantes paseando entre los habitantes increíbles sobre el mundo interior: ¿De dónde venimos? de las ciudades indias, no está alejado ¿Por qué vivimos? de nuestra sorpresa ante la imaginería Por encima de los sentidos está la mente, ¿Dónde al fin hallaremos paz?... animal de las Upanishad, que convive por encima de la mente está el intelecto, Los sabios, con su sublime mensaje espiritual3. por encima de él está el ego, en las profundidades de la meditación, Esta sensibilidad y este respeto y por encima del ego vieron en su interior al Señor del Amor,4 por la naturaleza llevaron a los anti- está la Causa no manifestada. que habita en el corazón guos indios a una gran prosperidad, Y más allá está Brahman, de cada criatura… a la opulencia incluso, hecho este que omnipresente, … Él es uno. Él es se olvida con frecuencia cuando pen- sin atributos. quien gobierna el tiempo, samos en el país actual, que ha tenido Comprendiéndolo se libera uno el espacio y la causalidad. que soportar tres grandes invasiones: del ciclo de nacimiento y muerte. (Shveta. I.1 & 3) los mongoles, los británicos, y —la (Katha II.iii.7-8) más destructiva de todas— la «civi- Lo que hizo a la India tan notable lización» industrial. Esa prosperidad Nunca podremos saber con no es que este descubrimiento se pro- y esa sofisticación ancestrales no precisión cuándo comenzó esta gran dujera, pues se ha dado en todos los parecen, sin embargo, haber empan- aventura del descubrimiento del países, sino que llegara a ser la base tanado las mentes de ese pueblo en mundo interior, ni por qué se cultivó de una cultura. Los sabios se convir- el materialismo, y probablemente se en la India con un entusiasmo tan in- tieron en modelos de comportamien- deba a esa cultura espiritual de la que cansable y sistemático. Lo único que to y en maestros desde los tiempos las Upanishad son un primer testigo. podemos decir es que algún genio, más remotos, en todo el territorio; Lo que pretendía en esa época la ci- uno de los mayores benefactores de fueron ellos y no los hombres de vilización era sin duda muy diferente: la especie humana, que ardía por algo estado, los artistas o los intelectuales, cultivar el máximo potencial latente más que por el flujo incesante de la los que tuvieron autoridad respecto en el ser humano. La India tuvo vida, se dio cuenta no sólo de que de las ideas, los valores y los objetivos que soportar guerras destructivas, todo lo que podemos ver o saber está de su civilización. Se han dado «sub- hambre y despotismo, «aún cuando», siempre cambiando —árboles, plan- culturas» místicas en cada una de las como escribe A. L. Basham, «en nin- tas, estaciones y criaturas a nuestro grandes religiones —el sufismo en guna otra parte del mundo antiguo alrededor—, sino que también varía el Islam, los primeros tiempos en la

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Iglesia oriental, la alta Edad Media en llamado Naciketa. La maestra es la poderlos saborear; pero el chico no Europa—, mientras que en la India misma Muerte. Naciketa es capaz se deja disuadir: «¿Cómo podríamos el cultivo de la consciencia de Dios se de plantear preguntas a la muerte disfrutar todo eso estando tú ahí? convirtió en la corriente principal. porque mientras su padre estaba lle- ¿Cómo podría estar cara a cara con Es digna de destacarse especial- vando a cabo un sacrificio tradicional un maestro como tú y quedar satisfe- mente una característica de esta «ci- para obtener las tradicionales re- cho con algo que no fuera el secreto vilización de bosque» (que es una ex- compensas de salud y larga vida (un de la vida inmortal?». La Muerte, presión feliz de Tagore): la educación sacrificio que es más un espectáculo secretamente encantada, empieza estaba basada en las personas, no en que una renuncia real), la śraddhā, «la entonces a revelarle la enseñanza de edificios o en burocracias especiales. fe, la sinceridad, el empeño», entró en las Upanishad: «En todo momento, Había universidades renombradas el corazón del joven. (En las Upanis- la persona se ve impulsada en dos di- en la antigua India, por ejemplo en had, los sacrificios y los rituales sir- recciones, hacia un lado por aquello Pataliputra y Takshashila (la ven con frecuencia de contraste con que le place, y hacia otro lado por actual), pero la verdadera educación, la religión de la realización). Perplejo, aquello que realmente le sana» (I.ii.1). la transmisión de la cultura espiritual, Naciketa pregunta a su padre por qué Aquellos que siempre se rinden a lo y el impulso para emprender la gran se molesta en entregar vacas viejas, que les «gusta», nunca encontrarán la Búsqueda dentro de uno mismo, decrépitas, que ya han bebido su últi- felicidad; los sentidos, como caballos estaba confiada a mujeres y- hom ma agua, y comido su último bocado desbocados, arrastrarán el carro de bres iluminados que reunían a su de hierba: «¡Infelices son los reinos sus vidas fuera del camino a la in- alrededor a chicos, y en ocasiones a a los que va el que ofrece regalos mortalidad y los entregará en manos chicas, que convivían con ellos como como estos!» (I.i.3, mi tr). Su padre, de la muerte. miembros de sus propias familias por Uddalaka, trata evidentemente de La escenografía de casi todas las un período tradicional de doce años, ignorar esta intrusión inoportuna del Upanishad —y de toda la literatura antes de retornar al mundo para asu- sincero adolescente, pero Naciketa espiritual que vendrá después— es mir sus diversas tareas como ama de repite, puesto que se supone que uno de este modo: un discípulo, de men- casa, granjero, príncipe o maestro. lo entrega todo en ese rito: «Padre, te y corazón abiertos, plantea una Incluso asumiendo que la descrip- ¿a quién me entregarás tú?». Furioso, cuestión profunda a un maestro ilu- ción que figura en las Upanishad está como sólo puede estarlo el que sabe minado encantado de poder aprove- hasta cierto punto idealizada, como que no tiene razón, Uddalaka le res- char ese momento de vulnerabilidad tienden a estarlo las fuentes indias, sí ponde con tres frías palabras, mrtyave espiritual. La conversación puede parece que el objetivo deseado por tvm dadāmi: «A ti te doy a la muerte». tener lugar entre seres celestiales, por un número considerable de padres En lugar de quejarse, Naciketa ejemplo cuando los dioses, cargados e hijos era el de ser aceptados en empieza de inmediato a reflexionar de leña, se acercan reverentemente al el ashram (comunidad espiritual) de sobre el misterio universal de la Creador Prajapatial al comienzo de la algún gran sabio, como Vasishta, Yaj- muerte, expresándose con uno de los famosa sección de la Brihadaranyaka navalkya, u otros cuyos nombres son lenguajes más poéticos y emocionan- (V.ii), o entre humanos y animales, hoy legendarios. tes de las Upanishad. Es raro el día como en la Chandogya (IV.iv); pue- No había realmente otra forma; en que no viene a mi mente, en los de ser escueta como al principio de la educación tenía que llevarse a cabo momentos difíciles, la última línea la Kena o de la Shvetashvatara, o en esta relación intensa, de larga de su meditación sobre la muerte, ricamente desarrollada como en la duración, entre maestro y discípulo, sumiéndome en la reflexión: kimsvid Katha, pero la consciencia espiritual porque su objetivo no era aprender yamasya kartavyam, yan mayā ′dya ka- se comunica siempre por el puente esta o aquella asignatura, sino cono- risyati, «¿Cuál es, entonces, el trabajo tendido entre un maestro vivo y un cer «aquello a través de cuyo cono- de la Muerte, que hoy obrará en mí?» discípulo entusiasta gracias a su in- cimiento todo se conoce» (Mund. (I.i.5) tenso respeto mutuo. I.i.3, cf. Chand. VI.i.6, etc.). Lo que Todo esto ha sido dicho en unas Algunos piensan incluso que los deseaban los estudiantes más moti- pocas estrofas. Después sigue una textos originales de las Upanishad vados no era tanto el conocimiento descripción muy dramática de la eran «apuntes» tomados con moti- como la realización, no querían infor- prueba a la que somete el experto vo de encuentros privilegiados de mación sino libertad. Y eso no se da, profesor al inquebrantable alumno. esa clase; esto, al menos, indica su se capta. Yama (la Muerte) le ofrece todo a nombre, que viene de los prefijosupa La descripción más dramática y Naciketa con la condición de que de- + ni con la raíz sad, «sentarse». Lite- detallada de esta relación y de su fun- sista de su investigación sobre la na- ralmente, upanisad significa «sentarse cionamiento se halla en el relato cen- turaleza de la muerte, no sólo todos cerca»; la palabra misma conlleva la tral de la . Como los placeres posibles, sino una vida imagen de un vínculo estrecho maes- ocurre con frecuencia en las Upa- prolongada artificialmente (la -ver tro-discípulo que se asocia en mu- nishad, el héroe de esta búsqueda es sión antigua de los modernos lifting chas tradiciones con la transmisión un joven estudiante, un adolescente y pociones para alargar la vida) para del conocimiento espiritual. El gran

Año 2005 21 SUFI Las Upanishad sanscritista Max Müller tradujo upa- de la India deriva, por ejemplo, del leía cada noche antes de irse a dormir. nisad por «sesión confidencial»; pero sistema de pensamiento desarrollado «De cada frase, surgen profundos Shankara lo interpretó como «aquello a partir de la intuición fundamental pensamientos originales y sublimes, que acerca [p.e., a la Verdad]» y es sin de los creadores visionarios de las y todos están impregnados por un duda una interpretación más rica: en Upanishad, un sistema conocido hoy espíritu elevado, sagrado y sincero», los propios textos, la palabra puede como Vedanta. escribió; «han sido el consuelo de mi no significar una sesión en la que se En este tiempo en que la ciencia vida, y lo serán de mi muerte». (Ra- transmite la verdad, sino un «sentido está todavía tratando de asimilar el dhakrishnan 1953, 17n)6 interior», o la misma verdad. El céle- descubrimiento de la relatividad y Siguiendo esta ruta inverosímil bre pasaje de la Brihadaranyaka que de la teoría cuántica, este sistema de llegó a Europa el mensaje espiritual explicita la interpretación de Shanka- pensamiento es de tal alcance que un de la India, y se puede decir que ha ra dice así: distinguido físico indio ha podido de- sido uno de los sucesos más im- clarar: «Sólo el Vedanta parece estar portantes para la supervivencia en Como la araña que se mueve por capacitado para absorber el impacto el presente de ambas civilizaciones. sus hilos, como pequeñas chispas de la nueva ciencia» (Jitatmananda Las Upanishad sirvieron de hecho en que saltan del fuego en todas di- 1986, p. 80). Si bien el hindú co- dos ocasiones de vehículo para este recciones, así emanan del Yo toda rriente se apoya hoy esencialmente mensaje, pues casi un siglo después la energía vital, todos los mundos, de Duperron, Swami Vivekananda, todos los dioses, todas las criaturas: en escrituras devocionales como los su nombre secreto (upanisad) es la y en las dos grandes obras el gran discípulo de Sri Ramakrishna, Verdad de la Verdad. (II.i.20) épicas Mahābhārata y Rāmāyana, nadie vino al primer Parlamento de las reli- discutirá que las Upanishad, el Bha- giones en Chicago en 1893. Electrizó No sabemos cuántas Upanishad gavad Gita y las del Vedanta a sus oyentes en América y en Euro- circularían en la Antigua India, pero (un texto muy respetado pero muy pa durante los siguientes ocho años, e probablemente serían cientos, y se poco leído) son los «tres pilares» de inauguró una nueva era de tolerancia continuaron escribiendo más con la fe hindú. Teniendo en cuenta que y un renacimiento de la consciencia el paso del tiempo, que adoptaban muchos admiten que el Gita fue ori- espiritual que aún sigue extendién- estilos diferentes conforme evolu- ginariamente una de ellas, y que las dose; el espíritu de las Upanishad cionaban las religiones y la cultura de Sutras del Vedanta son realmente habló a través de él constantemente la India. Tenemos así Upanishad que citas de sus textos, las Upanishad y sus mantras estuvieron siempre en reflejan la religiosidad del Hinduismo constituyen la fuente escritural de la sus labios. Su lema era la exhortación más moderno, y que describen la en- espiritualidad india —se conviertan o procedente de sus textos: «¡Levánta- carnación personal de dioses como no, en palabras de Schopenhauer, en te, despierta, y permanece así hasta 7 Rama o Krishna, y existe también «la fe del pueblo» del mundo entero.5 alcanzar el objetivo!» una Upanishad de Allāh, escrita tras De hecho, una antigua colección ¿Cuál es pues la enseñanza de las enraizar el Islam y el sufismo en de unas cincuenta Upanishad iba Upanishad? Sus autores, cuya expe- suelo indio, que se lee como un zekr a tener una importancia mundial. riencia de meditación sentó las bases sánscrito sobre el nombre de Allāh. Durante la gran era de la unidad de la civilización india, no trataban A principios del siglo IX d.C., el hindú-musulmana, iniciada bajo el de crear una filosofía sistemática. Al gran filósofo y místico del sur de la gobierno ilustrado del emperador contrario, su objetivo era totalmente India, Shankara, escribió comenta- Akbar (1556-1605), esta recopila- práctico: rescatar a la humanidad de rios sobre once Upanishad e incluyó ción fue traducida al persa bajo la lo ilusorio. En el desarrollo de este comentarios sobre dos más en el dirección del hijo mayor de Shāh proyecto, descubrieron sin embargo desarrollo de su gran obra sobre las Ŷahān, el príncipe Dārā Shokuh, y principios que subyacen en casi cual- Sutras del Vedanta. Estas son las se completó el trabajo dos años antes quier especulación filosófica: que forman el núcleo de lo que hoy de que éste fuese ejecutado por su llamamos las Upanishad principales. hermano menor Aurangzeb, en 1659. El primer descubrimiento místico Su tamaño varía desde el Mandukya, Esta traducción, no sólo fomentó la fundamental fue acerca de la reali- dad de lo Divino. Entendieron que con sólo doce mantras (expresiones influencia del misticismo de las Upa- Brahman, el Dios principal, es la sagradas), hasta el «vasto bosque» del nishad en el sufismo persa, sino que Consciencia. Esto es una intuición Brihadaranyaka, con seis grandes to- un siglo y medio después (en 1801) revolucionaria. En lugar de un con- mos. Muchas otras Upanishad tienen fue traducida al latín por el experto cepto antropomórfico de la imagen momentos de la misma profundidad. en el Avesta, libro sagrado de los de Dios… los sabios indios enten- Independientemente de cuantos zoroastrianos, Anquetil Duperron. dieron en profundidad a la Divini- textos se incluyan, el legado de las Y de esta forma, con el título persa dad como consciencia. Upanishad de los sabios del bosque Opānishād, la ventana de la sabiduría Aun siendo tan profunda esta per- constituyen ciertamente la principal de las Upanishad se abrió en el oeste. cepción interior de lo Divino,… fuente escritural de la tradición espi- Se dice que Schopenhauer tenía los había más que saber. La Consciencia ritual india. Toda la filosofía posterior textos en latín en su mesilla y que los Divina externa a nosotros estaba

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también presente en el interior de Tú eres eso, Shvetaketu; idiomas, nuestras mentes, no son los espacios secretos del corazón tú eres eso. adecuadas para abarcar esa realidad en el Atman eterno, el Yo… Este (Chand. VI.10.1-3) que tanto el Vedanta como los físicos Yo es Brahman… La realidad trans- modernos descubrieron siguiendo cendente del exterior es la misma El estribillo de este famoso pa- sus respectivas vías. realidad que en lo más profundo del saje, tat tvam asi, «tú eres eso», es la corazón, en lo oculto de la subjetivi- Nada se puede decir sobre Brah- dad. (Teasdale 1995, p. 27) mejor conocida de las «grandes de- man, pero las Upanishad dicen mu- claraciones». cho de las personas que experimentan a «Este Yo es Brahman», ayam El poder real de estas declaracio- Brahman. Esas personas alcanzan la ātmā brahma (Mand. 2) es una de las nes no reside tanto en su estructura culminación de todos sus deseos: cuatro , «grandes declara- (todas tienen la estructura «A = B»), ciones», que resumen el mensaje de sino en sus mismos términos. Ya Como un hombre las Upanishad en la forma en que hemos indicado cómo tener una pa- en los brazos de su amada las fórmulas matemáticas resumen labra para «consciencia» (realmente, no es consciente de lo que está fuera el sistema que conocemos como tienen varias) hizo posible expresar y de lo que está dentro, 8 ciencia. Teasdale empezaba el texto sutiles conceptos místicos. Otros así una persona en unión con el Yo antes citado con otra: prajnnam brah- tres términos, brahman, ātman, y prāna, no es consciente de lo que está fuera ma, «Brahman (la Realidad funda- pueden servir como una introduc- y de lo que está dentro, mental) es la consciencia». Algunos ción básica al Vedanta. pues en ese estado de unidad filósofos anteriores a Platón, como Originariamente, en la era védica, todos los deseos Heráclito (al que pudieron influir las la palabra Brahman había significado hallan su perfecta satisfacción. Upani­shad), lucharon para crear un algo así como la energía ilimitada y (Brihad. IV.i.21) término para «consciencia», y para sagrada del universo, especialmente la ciencia, hasta la fecha, sigue siendo cuando esa energía era canalizada Una persona así es libre en el difícil enfrentarse a la consciencia. por un sacerdote inspirado mediante sentido más profundo de este térmi- Como señala Fr. Teasdale, los sabios la repetición de una oración (a ambos no: «Soy libre, y por tanto, no preciso han logrado darse cuenta de que no se les llama «brahman» en diferentes de nadie más para mi felicidad. Estoy puede haber barreras entre la cons- contextos). En las Upanishad, Brah- solo por la eternidad, porque era ciencia que ha puesto en juego todos man es la Realidad suprema, trans- libre, soy libre, y permaneceré libre los fenómenos y la consciencia por la cendente; así lo describe Muhyiddin por siempre» (Chetananda 1996, p. cual los percibimos: nosotros mismos Ibn ′Arabi, con un lenguaje que 139)10. Se ha dado cuenta de la uni- —todas nuestras penas y nuestras pa- podría proceder directamente de las dad última de todo lo que existe, y siones— no somos sino fenómenos Upanishad: ni el miedo ni la ira pueden volver pasajeros y no nuestro yo real. Toda a surgir; «entonces nunca retrocede- separación entre el observador y lo Cuando el secreto de un solo áto- rá» (Isha 6). Según avanza hacia esa observado, todo cambio de estado mo… llegue a ser conocido, los consciencia, la persona se expande o de circunstancia no es verdadera- secretos de todo el universo visible más y más en la alegría (Taitt. II.8). mente real. Uno de los pasajes más e invisible serán revelados. Entonces La palabra Atman, sin embargo, no verás nada sino a Allāh, en este conocidos de las Upanishad expresa es la clave del sistema de las Upanis- mundo y en el más allá… Verás a had. Esencialmente, la palabra es tan esto de una forma muy característica Allāh creando nada para siempre. y personal: simple que parece no requerir más En todo momento Él se manifiesta a descripción, simplemente significa Como los ríos que fluyen Sí mismo en otro estado glorioso. «yo», pero ese es precisamente su po- al este y al oeste (Ibn ′Arabi 1992, p. 36) der. Expresa esa idea genial que llevó se funden en el mar a los autores a darse cuenta de que la y se vuelven uno con él, Brahman puede ser conocido, clave de toda cuestión no es lo inves- olvidando que fueron una vez pero no descrito; en el momento tigado sino el que investiga, no es lo ríos separados, en que un concepto se forme en tu buscado sino el buscador mismo. Los así pierden todas las criaturas mente, Brahman te ha esquivado. sabios convirtieron «Atman», que no su separación, Uno está tentado de comparar esto a es sino un mero pronombre grama- cuando se funden al final lo que Heisenberg llamó el «colapso tical, en una de las herramientas más en el Ser puro. de la función de la onda», ese proceso poderosas de la filosofía. Lo usaron No hay nada extraño y diario por el cual el Univer- esencialmente para representar el Yo que no venga de él. so, que es por naturaleza «no local» supremo, nuestro ser más íntimo, De todo, (todas las cosas y todos los eventos aquello de lo que todos procedemos él es el yo más interno. están conectados), se encoge en un y que es la razón por la que somos Él es la verdad; mundo exterior de medidas finitas irrevocablemente uno —la Realidad él es el Yo supremo. siempre que lo miramos.9 Nuestros esencial, no distinta de Brahman. Lo

Año 2005 23 SUFI Las Upanishad usaron luego, con sutileza psicoló- es amar a cada criatura mucho más beatos, atados a las convenciones, gica, para representar nuestra cons- intensamente, pero al mismo tiempo, sino adolescentes rebeldes como ciencia de nosotros mismos, lo que en perfecta libertad. Esta es la expli- Naciketa, u otros que han desperta- pensamos que somos. La oscuridad de cación: do a la verdad, independientemente la condición humana es precisamente de su casta o de su rango social. Un que confundimos el yo con el Yo; y No es por el marido, amada mía, brahmán vanidoso llamado Garg- así, el uso de la misma palabra para por lo que se quiere al marido, ya va a ver al Rey Ajatashatru y le ambos, da una autenticidad induda- sino por el Yo. ofrece «instruirle sobre Brahman». ble a la mayoría de lo que se dice en No es por la esposa, amada mía, Al principio pensamos que esto va las Upanishad. por lo que se quiere a la esposa, a ser una conversación normal, pero El descubrimiento del prāna, una sino por el Yo. cada vez que Gargya presenta su ver- energía vital que procede de la cons- No es por los hijos, amada mía, sión absolutamente tradicional de la ciencia, establece de alguna forma por lo que se quiere a los hijos, realidad, el rey le grita: «¡No, no! ¡No un vínculo entre el macrocosmos de sino por el Yo. hables [así] de Brahman!», y da una Brahman y el microcosmos de At- El Yo, Maitreyi, debe conocerse. interpretación mucho más profunda. man. El prāna, término derivado de Aprende sobre él, reflexiona sobre él, Finalmente, Gargya admite la derro- una raíz que probablemente significa medita sobre él. ta y pide ser instruido. El rey acepta, «aliento» o «soplar», llegó a conver- Al conocer al Yo, amada mía, pero le espeta no sin ironía: «Es poco tirse en nada menos que una teoría … uno llega a conocer todas las cosas. habitual que un brahmán venga a ver de la vida tanto en el nivel biológico (Brihad.II.iv.5; Prabhavananda y un (casta de príncipes y gue- como en el espiritual. Con nuestro Manchester). rreros) y le pida «instrúyeme sobre intelecto, somos incapaces de man- Brahman»» (Brihad. II.i.1-15). Coge tener la materia y la consciencia en «El Yo debe conocerse»: esta a Gargya de la mano y le lleva ante la misma página; por ejemplo, no afirmación sigue su camino a través un hombre dormido. Ajatashatru nos damos cuenta de la influencia de esta sección del Brihadaranyika se dirige al durmiente en términos mutua entre la mente y el cuerpo (de y es la tarea que plantean todas las conmovedores: «¡Oh Soma, el de la modo que negamos frecuentemente demás secciones. Shankara afirmó túnica blanca!» pero por supuesto la existencia de dicho vínculo). Para que la breve expresión ātmetyevopāsīta, éste no responde. El rey le despierta las Upanishad, sin embargo, la mente «medita sólo sobre el Yo», encon- entonces de un codazo, y a partir de y el cuerpo son extremos de un todo trada en un libro anterior (Brihad. este hecho común y cotidiano, extrae continuo, y una forma de explicar I.iv.7), resume toda la enseñanza de profundas lecciones sobre los esta- esto es que prāna no es exactamente las Upanishad. dos de consciencia, que pasamos por ni mente ni cuerpo; llega a ser mate- Pues en última instancia, su alto cada día de nuestras vidas: rial con uno de sus poderes, y mental afirmación final no es ninguna de con otro. Al igual que el Atman, es las grandes declaraciones, sino una Cuando estaba dormido, su persona una vez más una conexión sutil entre exhortación que deriva de ellas, que consistente en consciencia, ¿adónde el Ser es percibido a través de las fue? ¿Desde dónde retornó?… En todas las cosas que viven (prānis). ese momento, estaba retirado en La visión que el Vedanta tiene del tres grandes etapas que Yajnavalkya el Espacio dentro del corazón [el mundo deja a un lado los dioses vé- explica a Maitreyi: śravanam, mananam Yo], y se había llevado con él todas dicos y no los reemplaza por un Dios y nididhyāsanam: aprender la verdad, las facultades —prāna, habla, vista, transcendente y personal como Jesús reflexionar sobre su significado para oído, mente. uno mismo y conducirla hasta lo más o Krishna. No debe sin embargo pen- …Del mismo modo en que un rey sarse, ni por un momento, que esta profundo de la consciencia a través toma a su gente y la mueve según visión del mundo es «impersonal» de la meditación. La vida vivida a un desea en sus propios dominios, en el sentido en que lo es la cultura nivel superficial es un asunto carente así tomó su Yo el prāna y lo movió moderna, crecientemente impersonal de gozo; los sabios se dieron cuenta según su voluntad en su propio y alienante; por el contrario, cuando de esto infinitamente antes de que cuerpo. uno se da cuenta de la Consciencia nosotros lleguemos a vivirlo hasta Del modo en que la telaraña proce- Única, uno no puede sino dirigirse a sus últimas conclusiones: «No hay de de la araña, y del fuego las sutiles cada criatura individual con ternura e gozo en lo finito; sólo hay gozo en chispas, proceden del Yo todas las intimidad. En el momento en que el lo infinito» (Chand. VII.23.1). Si to- facultades, todos los mundos, todos gran sabio Yajnavalkya se dispone a mamos como real lo fenoménico, vi- los dioses, todos los seres. Su upani- partir para llevar una vida de renun- vimos «como extranjeros en un país sad es la realidad de lo que es real. cia, su mujer Maitreyi, a quien no in- extraño, caminando sobre un tesoro (Ibid. II.i.16-20) teresan los bienes que le está dejando, oculto» sin llegar a saber nunca quié- le pregunta por Brahman. Con un pie nes somos (Chand. VIII.iii.2). Sucesivas generaciones han por así decir en el camino, Yajnaval­ Los héroes de las Upanishad no vuelto una y otra vez, primero en la kya explica que darse cuenta de Dios son por tanto hombres religiosos India, después en el resto del mundo,

24 Nº 9 Michael N. Nagler SUFI a la firme sabiduría de las Upanishad, 3.- Mandukya y Taittiriya son los nom- Referencias pues es realmente ineludible. No bres de la rana y de un tipo de ave. somos entidades finitas y limitadas, 4.- La expresión traducida como «Señor —Basham, A.L. 1967. The Wonder That condenadas a pelear contra los de- del Amor», consiste en una compo- Was India. Calcutta: Rupa & Co. más y contra nuestro propio entorno sición de tres palabras, devātmaśaktih, durante esta breve vida: que también se ha traducido como: «el —Chetanananda, Swami Vivekananda. Dios de la religión, el Yo de la filosofía, 1995. East Meets West. St. Louis: Vedanta Escuchad, ¡oh hijos y la Energía de la ciencia». Tyagisananda Society. de la bienaventuranza inmortal!, (s.f.), p. 16. nacisteis para estar unidos —Deussen, P. 1905. Sechsig 5.- «La autoridad de los se debe, en con el Señor. des Veda. Leipzig. (Shvet. II.5) gran medida, a la inclusión en ellos de las Upanisads». Radhakrishnan (1953) p. 51. —Easwaran, E. & Nagler, M. 1987. Sí que estamos condenados a The Upanishads. Petaluma, CA: Nilgiri luchar inútilmente unos contra otros 6.- Ver también Rawson (1934), p. 6. Las traducciones al inglés de varias Upa- hasta que, como dice la Upanishad Press. nishad empezaron a aparecer en 1832. Mundaka (Mund. II.ii.3): Hacia finales del siglo XIX el gran sans- —Hayward, J. W. 1987. Shifting Worlds, critista Paul Deussen publicó una obra Changing Minds: Where Science and Budd- Tomemos el gran arco importante, Sechsig Upanishads des Veda. de las sagradas escrituras, hism Meet. Boston: New Science Library: coloquemos en él 7.- Veinte años antes de que la guerra se Shambala. a flecha de la devoción; propagara por Europa, había predicho tensemos después que el materialismo no podría perdurar —Ibn ′Arabi. 1992. What the Seeker como base para la civilización humana, y Needs. Putney, Vt: Threshold Books. la cuerda de la meditación afirmó proféticamente: «Y lo que salvará y apuntemos al objetivo, a Europa es la religión de las Upanishad.» —Jitatmananda, Swami. 1986. Modern el Señor del Amor. Chetanananda (1996), p. 85. Physics and Vedanta. Bombay: Bharatiya 8.- «Nosotros los misioneros… no po- Vidya Bhavan. demos movernos libre y alegremente en nuestra propia religión, porque no —Prabhavananda, Swami & Manche- tenemos suficientes modos y formas de ster, F. 1957. The Upanishads: Breath of expresión con los que describir los as- the Eternal. New York: New American pectos más inmanentes de la cristiandad. Un paso muy útil sería el reconocimiento Library, Mentor. de ciertos libros y pasajes de la literatura del Vedānta...». Radhakrishnan (1953), —Prabhu, R.K. & U.R. Rao. 1960. The Notas 19n. Mind of Mahatma Gandhi. Ahmedabad: 1.- Oído en numerosas conversaciones 9.- Esto fue llamado más tarde «de algu- Navajivan. con Sri Eknath Easwaran. En su intro- na manera» māyā, «apariencia». Es curio- ducción a Las Upanishad Easwaran dice so observar que la raíz de esta palabra —Radhakrishnan, S. 1953. The Princi- que «enseñan, en suma, los principios es mā, «medir»; los físicos cuánticos han ple Upanishad. London: George Allen & básicos de lo que Aldous Huxley ha identificado la medida como el atributo Unwin. llamado la “filosofía perenne”, que es la fundamental de la experiencia fenomé- fuente de toda fe religiosa». nica, como opuesto a lo verdaderamente —Rawson, J.N. 1934. The Katha Upa- inmensurable que es la Realidad; llaman a nishad. Oxford: Oxford University Press. 2.- Easwaran (1987), p. 21. Todas las de- esta diferencia inexplicable el «problema más citas serán de esta traducción a me- de la medida cuántica». nos que se anote otra cosa. Abreviaturas —Teasdale, Brother Wayne. 1995. de las Upanishad: 10.- En cierta ocasión (el 25 de marzo «Upanishadic Mysticism and Meister Ec- Brihad.: Brihadaranyaka (Brhradāranyaka) de 1900), Vivekananda no se presen- khart: Some Parallels.» Bulletin of Monastic Chand.: Chandogya (Chāndogya) tó para dar una conferencia en San Francisco. Su anfitrión, Thomas Allan, Interreligious Dialogue 54: 27-28 Isha (Īśā) vio finalmente al santón que se dirigía Katha (Katha) pausadamente hacia la sala de conferen- Kena (Kena) cias, con más de media hora de retraso. Mand.: Mandukya (Māndūkya) Intentó quejarse, pero Vivekananda no se alteró en absoluto: «Señor Allan, yo Mund.: Mundaka (Mundaka) nunca llego tarde. Tengo todo el tiempo Taitt.: Taittiriya (Taittirīya) del mundo. Todo el tiempo es mío». Shvet.: Shvetashvatara (Śvetāśvatara) Chetanananda (1996), p. 133.

Año 2005 25 SUFI Un hombre sordo visita a su vecino enfermo

Un hombre sordo visita a su vecino enfermo

Un hombre virtuoso dijo a su amigo, que estaba sordo: «Tu vecino está enfermo». Y el amigo pensó: «Estando sordo, ¿cómo voy a entender lo que me diga mi vecino enfermo, sobre todo si, enfermo, ha perdido la voz?... pero tengo obligación de visitarle, no tengo más remedio. Cuando mueva sus labios, yo trataré de adivinar los sentimientos que él trata de expresar. Cuando yo le pregunte: “¿Cómo estás, querido amigo?”, él me dirá: “Muy bien” o “Me encuentro mejor”. Y yo contestaré: “Gracias a Dios… ¿Qué has comido hoy?” “Algo de sopa —me dirá— y un caldo de habichuelas”. “¡Buen provecho! —le diré yo—, y ¿quién te está tratando?” Y él dirá: “Pues un médico, sí, es fulano de tal”, Y yo diré: “Si él llega, será una bendición, si él te viene a sanar, todo irá bien. Yo mismo he comprobado su habilidad y destreza; todo lo que ha intentado, lo ha logrado con éxito”». Así fue maquinando en su cabeza el posible diálogo y fue a ver al amigo que se encontraba enfermo, acostado en su lecho.

«¿Cómo estás?» —«Medio muerto»— «¡Gracias, gracias a Dios!» Entonces, el amigo se enfadó, sorprendido, pensando: «¿Qué gratitud es ésa? ¿Acaso él me odia?» ¡El sordo había errado en sus suposiciones! Después preguntó el sordo: «¿Qué has tomado?» —«¡Veneno!», «¡Buen provecho!». (El hombre enfermo había llegado al colmo). El sordo preguntó: «Dime, ¿qué médico va a venir a ponerte el tratamiento?» Y replicó el enfermo: «¡El Ángel de la Muerte, Azrael, así que vete ya!» Y dijo el sordo: «¡Alégrate, pues su llegada es una bendición!», Y se marchó pensando: «¡Gracias, gracias a Dios! He hecho una obra buena». Sin embargo, el enfermo se dijo: «Éste es mi peor enemigo; ¿cómo podía pensar que fuera a obrar así?», y, ofendido, tramaba miles de insultos y de maldiciones, imaginando cómo enviarle un mensaje envenenado.

Cuando alguien come sopa que se ha echado a perder, pronto se siente enfermo y vomita la sopa. Contén tu rabia y no rechaces eso, y así serás premiado con la más dulce bendición. Pero el enfermo perdió la paciencia y se enojó, diciendo: «Ah, ¿dónde está ese perro, ese bastardo? Quiero arrojarle esas palabras a su propia cara, pues mi conciencia de león estaba adormecida».

Cuando alguien visita a los enfermos, es para sosegarles, pero ésa no era una visita, sino un halago al enemigo, cuya mente malvada siente gozo, al ver que está abatido y humillado.

26 Nº 9 Rumi SUFI

Muchos son desviados por sus propias obras de misericordia, en las que sólo buscan su propia recompensa, su propio Paraíso. Su devoción es sólo pecado disfrazado, aun cuando su vileza sea todo pureza ante tus ojos. Igual que el hombre sordo, que pensaba haber hecho un acto bueno, pero que, en realidad, resultó lo contrario, pues pensó, complacido: «¡Qué bien hice, he realizado un acto de servicio! He hecho mi deber con mi vecino», aunque no hizo más que levantar el fuego en el corazón del enfermo, abrasándose él mismo.

¡Procura siempre no encender tal fuego, para no levantar aún más la suma de todos tus pecados! Dijo un día el Profeta a un hombre pretencioso: «¡Repite tus plegarias, porque tus oraciones no fueron sinceras!» Para evitar cualquier hipocresía y cualquier pretensión, decimos al rezar: «¡Oh, Señor, guíanos!», que es como decir: «¡Oh Dios, no mezcles estas oraciones con las plegarias de los vanidosos que se han pervertido!» Fue por culpa de su razonamiento por lo que el hombre sordo malogró la amistad de tantos años con su propio vecino. Recuerda bien, amigo, que tus maquinaciones sensoriales son limitadas, y que la llamada divina es infinita. Si tus oídos sensoriales se enredan en palabras, es que tu oído interior está completamente ensordecido.

—Rumi: Masnawi, Libro I, 3374 - 3409 —Traducción: Adela Torres - José Mª Bermejo Escarbador de orejas, 1825. The British Library, Londres.

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