Artefactos y elementos constructivos y defensivos reutilizados en Sequeros y entorno de la Sierra de Francia () I

Por Pedro Hernández Lafuente Universidad de Cádiz

Introducción Este trabajo ofrece evidencias históricas y etnográficas recientes, a partir de algunos hallazgos que identificamos en las últimas décadas y otros descubrimientos más recientes. Nos referimos al análisis de restos arqueológicos y de antiguas estructuras constructivas del Conjunto Histórico Artístico de Sequeros; además de otros artefactos y algunos utensilios localizados en su casco histórico. Estos hallazgos nos permiten, por una parte, comprender mejor los orígenes de la población y, por otra, establecer nuevas hipótesis sobre sus antiguos pobladores y otros antiguos rasgos culturales dominantes en la Sierra de Francia. También se analizan elementos constructivos reutilizados: algunos de anterior uso defensivo, otros diseminados que pudieron corresponder con sillerías romanas, arcos y clave que pertenecieran probablemente a la antigua iglesia románica del casco histórico. Estos elementos se encuentran actualmente visibles en la composición de escalera externa de acceso a inmuebles, en asientos de piedra frente a algunas casas o edificios antiguos, además de identificarse dos capiteles (en plaza de Eloy Bullón y en calle de Las Eras), pendientes de su protección; y que también pudieran pertenecer a esa antigua iglesia. A estos elementos se añaden otros explicados en este trabajo, para analizar su función originaria, revisar la reutilización o su desaparición. En definitiva, la alteración del medio urbano dificulta, de forma significativa, la comprensión y configuración del primer asentamiento humano en Sequeros. El análisis de los restos y estructuras elaboradas o construidas por antiguos pobladores, así como la revisión e interpretación de los hallazgos descritos en este trabajo, motivan su divulgación para general conocimiento del ciudadano. Si bien, las hipótesis que también se han suscitado aquí, permiten orientar otras investigaciones en curso, para intentar resolverlas; además de poner en valor aquellos elementos y restos antiguos, para su protección y contemplación.

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Análisis de elementos estructurales del casco histórico de Sequeros Como ya confirmara nuestro historiador D. Ramón Martín Rodrigo (1978:15) de la posible existencia de un recinto amurallado en Sequeros, volvemos a reforzar este argumento al revisar algunas evidencias constructivas, como la apuntada por el autor, en relación a la existencia de muros curvos de mampostería, originariamente sin argamasa, localizados en alguna de las bodegas del lado Sur, del casco antiguo de Sequeros. Otros lienzos de muralla, interpretados como bases de posibles torreones defensivos, o la existencia de varias construcciones antiguas y de bordes redondeados, bien pudieran remontarse a época prerromana, en la cultura vettona, asentada en la Sierra de Francia. Estas evidencias, pendientes de un estudio más detallado de datación, pueden apreciarse en muros y fundamentos de bodega y cuadra, compartidos por dos inmuebles próximos a la puerta del lienzo sur de la población, que da acceso a la Vega de Altejos. Esta puerta, conocida como El Portillo , tiene una estructura de sillería de granito, con arco de medio punto soportado por dos columnas o jambas. Los pedestales tallados en ambas columnas, comparten un formato de origen visigodo, por su semejanza a otros elementos de la época, como los pedestales de las columnas que soportan el lienzo Este, de la iglesia visigoda de Sta. María de Veranes (municipio de Gijón).

Foto de El Portillo. Sequeros. Foto cedida por Mercedes Hernández Lafuente

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También quedaron visibles en la misma zona, dentro del casco antiguo, otros lienzos con argamasa de arcilla, como el localizado en el solar frente a dicha puerta, que pueden referirse a época medieval. Son frecuentes otros muros y paramentos curvos de configuración y disposición irregular, de difícil datación, que bien podrían corresponder a residencias humildes y protegidas, sin aperturas hacia zonas habitadas; es decir, corresponden a habituales sistemas de protección, no solo castrense, sino también en época medieval. Muchos de estos antiguos muros han quedado integrados o aprovechados en reconstrucciones posteriores al siglo XVII, como es el caso de algunos inmuebles en la inmediación de El Portillo. Este postigo, como evidencia defensiva junto a otros tres accesos a la población y parcialmente soterrados (entrada a la calle del Matadero, calle de La Fuente, calleja del Corral Cornejo o Concejo y calle de la Fuente de la Moriana), añaden una típica fisonomía orográfica norteña castrense, caracterizada por la adaptación de los accesos del antiguo poblado de Sequeros a los desniveles del terreno. Accesos encajados entre muros de mampostería o paredes secas de piedra, irregulares, pero bien trabadas y sin utilizar ningún tipo de mortero o argamasa para su sujeción. Son estructuras similares a la cultura castrense de poblados vettones que pervivieron en esta región hasta el periodo de romanización, como ya apuntara el historiador Julián De Francisco Martín (1996), en su libro Conquista y Romanización de Lusitania. Estructuras de acceso que condicionan el entramado habitado de estas poblaciones celtas, como los localizados en el norte de España, poblados en las estribaciones en la costa sur de Irlanda, etc. Las construcciones y adaptaciones orográficas de estas poblaciones, como ocurre en el caso de Sequeros, se realizan con estructuras, en muchos lienzos de tipo ciclópeo, más propias del neolítico tardío; y otros tramos, combinadas con otras estructuras de mampostería de menor tamaño, similares a configuraciones prerromanas tardías. Es verosímil atribuir la construcción ciclópea a esta época prerromana; un hecho común que pobladores vettones de áreas montañosas, continuasen el estilo de construcción con fuertes estructuras pétreas, como en la Sierra de Francia, manteniendo los anteriores cánones constructivos del neolítico final. Sequeros no sería un caso aislado, ya que en las inmediaciones ya se habían identificado algunos castros que formaban parte de esta cultura extendida

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también en todo el Sistema Central, según César Morán Bardón y Joan Maluquer de Mote i Nocolau, mencionados por Ramón Martín (2019).

Recreación de un poblado prerromano, que puede explicar el tipo de configuraciones y muros muy parecidos al posible origen castrense, de Sequeros. Recreación realizada por Antonio Hernández Lafuente. Estudio de posibles hallazgos neolíticos No está de más comentar aquí otros hallazgos más recientes, en la zona urbana de Sequeros, que nos remontan a épocas prehistorias, probablemente del neolítico. Me refiero a un artefacto de piedra pulimentada y forma ovalada, de pizarra corneana, endurecida por su composición de elementos minerales de cordierita. Su procedencia, curiosamente no corresponde con esta zona granítica del término de Sequeros, razón por la que tuvo que ser traída a esta población, para un fin determinado, desde otras zonas geológicas de transición, existentes en las inmediaciones del antiguo castro de las Quilamas (Castillo Viejo), de zonas pertenecientes a los términos de Valero y de . Esta piedra pulimentada fue desenterrada en las inmediaciones de La Fuente, que pudo servir de muela, utensilio de percusión, u otro uso no determinado.

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Con anterioridad a la década de los 80 del siglo pasado, también se habían encontrado números objetos idénticos a este, en su formato y con pequeñas variaciones de tamaño, en muchos yacimientos neolíticos; sin alcanzar unanimidad por investigadores en cuanto al uso concreto de este tipo de artefacto o herramienta. Digamos que es un enigma no resuelto aún.

Foto de artefacto, probablemente del neolítico bajo, que localizamos enterrada junto a la Fuente. Sequeros .

Otras piezas líticas, de época anterior, como hachas y raederas 1 prehistóricas, del paleolítico, se encontraron en el cauce del río San Benito, en el límite norte del término municipal de Sequeros, sometidas a estudio por Ramón Martín (2019).

1 La raedera es un utensilio prehistórico de piedra obtenido de una lasca, con uno o los dos bordes tallados de forma regular por una de sus caras.

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Foto de hachas y raederas prehistóricas, (cedida por Ramón Martín Rodrigo) Por otra parte, la existencia de diferentes moldes aún visibles, además de cuatro cazoletas que hemos identificado en las proximidades y trasera del Santuario de Ntra. Sra. del Robledo de Sequeros, plantean la existencia de poblaciones antiguas. Una cazoleta, especie de crisol desaparecido en las proximidades de la ermita del Humilladero 2, de esta localidad, suponen evidencias de actividad ceremonial y libaciones, sin descartar un uso metalúrgico de los moldes, en época antigua.

Foto de cazoleta o crisol desaparecido en las inmediaciones de la ermita del Humilladero. Sequeros. (Foto cedida por Ramón Martín Rodrigo)

Otra cazoleta o pocillo, que identificamos recientemente en las inmediaciones de este santuario, en la ladera del mediodía, se trata de un hueco de forma cúbica y orificio de salida en su parte inferior, que fue horadado en la parte superior de un bolo granítico sobre roca madre, trabajado a más de dos

2 El molde o crisol de la foto, fue horadado en una de las rocas madre que existía antes de su desaparición tras la rehabilitación del espacio para aparcamiento, frente a la ermita del Humilladero.

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metros de altura. Este y los mencionados anteriormente, también de forma cúbica, como señala González Cordero y Barroso Bermejo (2003), encuentran similitud a otros cuencos hallados en la Sierra de Montánchez y otros lugares de la península ibérica. Sobre ellos, estos autores plantean la hipótesis de uso en ceremonias, libaciones o manipulación de líquidos. Sobre los moldes existentes en sobre rocas del muro meridional que rodea al santuario, parecen estar destinados a un uso metalúrgico (uno en forma de badila y otro como empuñadura cruciforme), aunque no se descartan otros usos domésticos constructivos. Estas hipótesis e indefiniciones se plantean desde la idea que tanto la cultura neolítica como la del bronce I suelen convivir en las zonas montañosas, con manifestaciones tardías de la primera, que solapa su influencia en una etapa de introducción de la metalurgia, posterior. Si a estos hallazgos, añadimos las evidencias de que en la zona ya existían otros restos del neolítico, como es el dolmen funerario que localizamos en la Sierra de Francia, a principio de los 80 del siglo pasado. Dolmen situado al Oeste de Sequeros, en una ladera próxima a la margen derecha del río Francia, del que registramos los detalles, localización y evidencia gráfica y que, en aquel momento, pusimos en conocimiento del Departamento de Historia de la Universidad de Salamanca, profesor Marciano Sánchez Rodríguez y del investigador Ramón Grande del Brío. En la década de los 80 todavía se mantenía en pie y estaba formado por una losa mayor y otras inferiores, apoyadas sobre columnas u orstatos verticales, y otro apoyo sobre muro grueso de mampostería seca en su parte norte. Este hallazgo permite confirmar la pervivencia de estos restos funerarios tardíos, en la Sierra de Francia. Evidencia que se excluye de la afirmación de las desapariciones de dólmenes, de Manuel Gil Maestre (1879), quien confirmara su destrucción en fecha no lejana, ocasionada por supersticiones de la época. Seguramente, este dolmen excepcional, al que estamos haciendo referencia, se librara de su destrucción por encontrase muy oculto en un extenso bosque de robles y alejado de núcleos de población. Esta construcción megalítica probablemente está relacionada con otras construcciones, como el menhir próximo a La Legoriza, en el término de San Martín del Castañar, que fuera mencionado por el investigador Ramón Grande del Brío (2004:20), en su libro Leyendas del Reino perdido. Tradiciones y misterio en la Sierra de las Quilamas.

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Foto menhir de La Legoriza. San Martín del Castañar 2005 En esta imagen del menhir de La Legoriza se aprecia el trabajo que realizamos para la redefinición de grabados de bajo relieve, remarcado provisionalmente con cal, en el 2005. En este, apreciamos algunos símbolos ininteligibles, además de armas y un símbolo de cristianización posterior -una cruz sobre base triangular, en su cara oeste- probablemente añadido en época visigoda. En cuanto a su emplazamiento, lejos de servir de estabilización de anomalías telúricas, por no encontrarse en una zona agrícola, y descartar una función ceremonial como muchos de sus homólogos, pensamos que corresponde más a una demarcación de dominio del territorio, por alguna tribu anterior a la romanización. Menos probable una función se señalamiento cronológico de solsticios o equinoccios, reguladores de comienzo de labores agrícolas. También relacionado con el dolmen mencionado anteriormente, y no muy lejos del menhir, se encuentra otra evidencia neolítica, de menor porte, correspondiente a una pequeña estructura de mesa lítica, en las inmediaciones de El Casarito y que, seguramente, tuviera una función ceremonial.

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También es destacable una construcción de referencia, que apuntara el historiador Julián De Francisco Martín, sobre el posible santuario prehistórico del Asentadero de los Curas , también al Oeste de Sequeros y próximo al Camino de San Martín, por su estructura y semejanza a otros elementos similares, en otras áreas de la península ibérica.

Foto Asentadero de los Curas, antes de la restauración que realizamos en el 2005.Sequeros. A una posible función sacra del Asentadero de los Curas , deviene otra de encuentro y tertulias que en el siglo XX protagonizaron clérigos de pueblos limítrofes, de San Martín del Castañar, Arroyomuerto, , además de Sequeros, que accedían por diversas calzadas empedradas, hasta ese lugar equidistante entre estas parroquias. Otro lugar próximo a este, que requiere un estudio topográfico y de georadar GPR, es el paraje denominado El Castillejo (Castil-Viejo), en el que nuestras investigaciones recientes solo pueden testimoniar la reutilización de materiales para la construcción de múltiples terrazas y movimientos de tierra, para habilitar espacios para la agricultura en un terreno escarpado. Topónimo que solo nos permite establecer la conjetura de la posible existencia de algún castro o estructura defensiva sobre este teso que domina un amplio tramo del río Francia y muy próximo al arroyo del Caraba. No se ha excavado la zona, ni encontrado canalizaciones de agua, ni aljibes. Y de haber existido, no tendría 9

ninguna relación con otra larga canalización granítica próxima y aún visible, que conducía el agua del manantial que alimentaba el estanque del Caraba, para un uso fundamentalmente agrícola. No lejos del lugar, siguiendo la misma calzada, y junto al mismo arroyo del Caraba, en un sotobosque próximo, se encuentra el manantial de agua medicinal, conocido como la fuente de la Dehesa o del Tío Patata, que ofrecía remedio a personas y caballerías afectadas del riñón. La datación de la fuente de mampostería y frontal de sillería está pendiente de confirmar, pero puede atribuirse probablemente a época tardorromana. El acceso al lugar, es a través de una antigua calzada, que une las poblaciones de Sequeros con San Martín del Castañar. De posible procedencia romana, también puede atribuirse la reutilización de distintas piezas de sillería granítica, en el entorno y casco histórico de Sequeros, con la marca propia de cantero de la época, mediante hendidura sobre una de sus caras y también visibles en varias paredes y asientos en algunas calles de Sequeros. Otra piedra de pizarra, con forma de lancha irregular, como se aprecia en la siguiente foto, muestra grabados de diversos trazos realizados con incisiones rectilíneas, solo sobre una de sus caras. Esta pieza de grandes dimensiones, fue reutilizada en el remate de un muro trasero de un inmueble de la plaza de Eloy Bullón, de Sequeros, que nos puede remontar a épocas prehistóricas.

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Fotos redefinición de símbolos o gráficos rectilíneos en lancha de pizarra. Sequeros. (foto cedida por Antonio Hernández.) Esta pieza de pizarra muestra grabados simbólicos y rectilíneos de difícil explicación, lo que motivó una consulta a uno de los más reconocidos investigadores de prehistoria, al arqueólogo Nick Card de la Universidad Escocesa de las Highlands, en una visita que hicimos en el 2018. En su interpretación, asegura que este tipo de piezas son de época prehistórica, y que pueden datarse en el neolítico (5500-5000BC), pero son de difícil interpretación. Añade que estos grabados son comunes en rocas o lanchas situadas en abrigos y, también, en algunos utensilios. Esta lancha no tiene ninguna semejanza con otras tablillas “numerales” de pizarras visigoda, mencionadas por Isabel Velázquez Soriano (2004:40-43), en su trabajo sobre Pizarras de época visigoda, que también se encontraron en varios pueblos de la Sierra de Francia y en Sequeros. En la tablilla visigoda de Sequeros, similar a sus contemporáneas, muestra incisiones de símbolos que representan un sistema contable; a modo de registro de pago de censo, o de cobro de peaje de tránsito por la calzada próxima a la población.

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Nos referimos a la Calzada Béjar-, que el historiador Ramón Martín Rodrigo denomina como calzada de las Quilamas y que transcurre próxima a Sequeros, a media ladera sur, de la margen izquierda del rio de la umbría, para dividirse en tres ramales: uno que comunica con el castro de las Quilamas, otro con la guarnición romana de San Martín del Castañar y prolongación hasta las minas de oro romanas de las Cabenes, en el municipio de y el tercero y principal en dirección a Ciudad Rodrigo. También, recientemente, descubrimos este enigmático poliedro de granito pulido con una hendidura hecha a mano en una de sus caras, que identifiqué en una pared de la Casa de Los Losada, durante su reciente rehabilitación, como se aprecia en la siguiente imagen. Elemento que todavía permanece en estudio, hasta determinar la datación y su uso doméstico, por similitud a otros.

Foto de artefacto de uso indeterminado, localizado en la Casa de Los Losada .

Estructuras defensivas y reutilización de sus materiales en el entramado urbano de la Edad Media Otra estructura constructiva en Sequeros, y de época más tardía, ya perteneciente a la Edad Media y probable testimonio del periodo de la primera repoblación, correspondería a la antigua iglesia, probablemente románica, dedicada a los mártires San Fabián y San Sebastián “intra oppida”, y situada en el flanco sur de la población y orientado originariamente de Este- Oeste. Iglesia que, por su escasa dimensión y pobreza de elementos

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constructivos, fue sustituida por la iglesia neoclásica actual, del siglo XVIII, modificándose su orientación a Norte-Sur y accesos Este y Norte. El asentamiento medieval de Sequeros se extendería, en su zona norte, por un altozano y estaba próximo a dos manantiales de agua existentes: uno en la prolongación de la calle de Las Eras y canalizado hasta el pilón de La Fuente; y otro, en la conocida Fuente honda , con cámara soterrada y de estilo gótico, que está canalizada hasta el pilón de la Fuente de la Moriana. Además de este suministro, había otros pozos artesianos en el interior del casco antiguo, aún visibles y otros soterrados en los bajos de algunos inmuebles y patios. Por lo tanto, los elementos mencionados y la configuración urbanística de Sequeros, refuerza el argumento de la existencia de una antigua población, con un recinto defensivo, en algunos casos de piedra de mampostería y probablemente rematado por empalizada.

Foto reconstrucción virtual de la hipotética estructura defensiva, en la calle de Los Prados. Sequeros (cedida por Antonio Hdez) Para avalar este argumento, la tradición transmitida por nuestros antepasados permite confirmar la existencia de ese sistema defensivo menor, 13

como es el testimonio que, en el siglo pasado, nos legara la vecina de Sequeros, Nicasia Rodríguez Fuentes. Ella recogía el testimonio de sus ancestros, sobre la reutilización de las piedras de mampostería, que pertenecían a la antigua muralla de Sequeros. Información que nos aportó su sobrina Josefa González Rodríguez, después del fallecimiento de su tía.

Una reutilización que, según describía, se materializó en los paramentos y muro maestros de su casa, en la calle del Concejo, y que conforman la actual planta baja de inmueble, cuyas antiguas estancias correspondían a la cuadra y bodega.

Foto Recomposición de reconstrucción de los lienzos junto al Portillo, desde la Vega de Altejos. Sequeros, 2020. (cedida por Antonio Hdez.)

Otro resto de una atalaya en el casco histórico de Sequeros, la denominada Torre del Concejo, está rematada por sendos matacanes y una eliminación posterior del posible almenado, que cumpliría una función defensiva o de

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vigilancia. Esta torre, originalmente exenta del resto de construcciones de época medieval, se localiza muy próxima a la antigua cárcel y al edificio del Concejo fundado en 1598. Fue en época más reciente en que la torre perdió parcialmente esa característica defensiva al quedar ocultos sus matacanes de la fachada Norte y Este, tras su adosado este lienzo a las dependencias de las antiguas escuelas y perder parte de su identidad y porte original.

Grabado de propuesta de rehabilitación de La Torre del Concejo. Sequeros

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Finalmente, otros restos más tardíos de reutilización de materiales o adaptaciones, pueden corresponder al testimonio personal que me transmitió el párroco de Sequeros, Don Indalecio Alonso, a principios de los 70 3, del siglo pasado, quien aseguraba que al final de la calle de Las Eras - que correspondía a otra de las entradas a la población- había una pequeña ermita, hoy desaparecida. Hoy solamente podemos constatar que en dicha zona existe un inmueble con reutilización de una ventana de sillería del siglo XVI y una escalinata de acceso a otra casa de la manzana, en otro tramo de la calle de Las Eras. Elementos que pudieran tratarse de reutilizaciones de aquel tempo. El hecho de intentar redescubrir nuestra historia y los orígenes de Sequeros, es una labor compleja, por falta de evidencias escritas y testimoniales. Pero desde la historia, la arqueología y la antropología, intentamos no solo recuperar información desde la tradición oral de nuestros ancestros, sino también reconstruir un pasado, basado en el análisis e interpretación de las piezas y estructuras antiguas que vamos rescatando e identificando en nuestras investigaciones.

Bibliografía:

De Francisco Martín, J. (1998) Conquista y romanización de Lusitania. (2ªedición) Estudios históricos y geográficos. Ediciones Universidad Salamanca. Gonzalbes Cravioto, E. (2009 El padre César Morán Bordón: La Arqueología y Etnografía de Salamanca a Marruecos. Revista de Estudios Salamanca, pp.51-63, Diputación de Salamanca. González Cordero, A. & Barroso Bermejo, R. (2003) El papel de las cazoletas y los cruciformes en la delimitación del espacio, grabados y materiales del yacimiento de San Cristóbal (Val demórales- Zarza de Montánchez, Cáceres), Norba Revista de Historia , Vol.16, Cáceres, pp.75-121 Grande del Brío, R. (2004) Leyendas del Reino Perdido. Tradiciones y Misterio en la Sierra de las Quilamas. (1ªEdición) Amaru Ediciones. Salamanca. Martín Rodrigo, R. (1978) Sequeros, Historia, Arte y Tradiciones. Calatrava, Salamanca.

Martín Rodrigo, R. (2019) Breve Guía de Sequeros. www.sequeros.es/prehisotira.asp (Revisado 12/09/2020).

Velázquez Soriano. (2004) Las pizarras visigodas. Entre el latín y su disgregación. La lengua hablada en Hispania, siglos VI-VII, RAE-Fundación Instituto castellano-leonés de la Lengua. Madrid-Burgos.

Pedro Hdez. Lafuente 20/10/2020

3 Entrevista realizada al párroco de Sequeros, D. Indalecio Alonso, durante la colaboración con el programa de recuperación de patrimonio histórico y arqueológico, “Misión Rescate”, promovido por RTVE, a principios de los 70, del siglo XX.

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