KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXIV, pp. 125-168, 1997 ISSN 0214-7971

LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO ()

Jacinto Campillo Cueva*

RESUMEN

Este artículo estudia los despoblados medievales de la Honor de Sedano (Burgos) a la luz de los restos ar­ queológicos, la tradición oral y las fuentes diplomáticas. La incorporación de datos nuevos y la aplicación de una metodología rigurosa han permitido la rectificación de errores tradicionales así como la constatación de un tipo de poblamiento rural muy denso basado en peque­ ños núcleos.

RÉSUMÉ

Ce travail releve les lieux déserts d'époque médiévale dans l'Honor de Sedano (province de Burgos) au moyen de l'archéologie, de la tradition populaire et de les sources diplomatiques. Les nombreaux renseignements nouveaux et la méthodologie scientifique rendent possible la rectification d'erreurs traditionnelles et la constatation d'un type de peuplement rural tres dense en petits villages.

LABURPENA

Salakera honek Sedanoko Landan (Burgosen) Erdi Aroan zeuden basarteak aztertzen ditu; horretarako, arke­ ologi hondakinak, ahotik belarrirako kontakizunak eta diplomazi iturriak erabiltzen ditu. Jakingarri berriak erantsi

* Petronila Casado, nº 22 09005 Burgos. 126 JACINTO CAMPILLO CUEVA

l. INTRODUCCIÓN poblado que en otro tiempo tuvo población. Esta defi­ nición no sólo da cabida a núcleos catalogados den­ Hace ya algunos años, nos propusimos la realiza­ tro de la categoría de "villas" y "lugares" sino tam­ ción de un estudio global y sistemático de los despo­ bién a otros de rango demográfico y superficial blados medievales de la Honor de Sedano de tal suer­ menor como pudieran ser "aldeas", "granjas" y te que se diese cabida a las fuentes arqueológicas, a "caseríos" aún cuando esta última denominación no los textos diplomáticos y a la tradición oral. La razón ha existido en nuestro ámbito. Deliberadamente se ha de este reto no era otra que las particularidades obser­ prescindido de los barrios desaparecidos ya que su vadas en los escasos trabajos anteriores que habían proximidad a localidades, aún hoy habitadas, imposi­ tratado similares contenidos ya que, en general, su bilitaba la obtención de datos precisos acerca de su elaboración se había acometido superficialmente y de nacimiento o desaparición. En cambio, se han inclui­ manera harto inconexa, de ahí la conformación de un do aquellos núcleos que tuvieron durante algún tiem­ panorama falto de unidad. Las referencias orales apa­ po la categoría de "barrio" debido, en el caso de Sie­ recían muy reducidas o brillaban por su ausencia, de ro, a su alejamiento espacial con respecto al pobla­ modo que era urgente una compilación exhaustiva de miento principal. todos los aspectos legendarios. Otro tanto sucedía con Por tanto, se incorporan todas aquellas entidades los datos diplomáticos, ora dispersos en diversas de población, ocupadas durante la Edad Media, que publicaciones ora quintaesenciados en primeras refe­ desaparecieron con anterioridad al inicio de la Edad rencias cronológicas. Tales disyuntivas aconsejaban Moderna. Con todo, se incluyen aquellos núcleos que un tratamiento general y conjunto que no eludiera perduraron con posterioridad como granjas (Valdegó• ningún aspecto por muy mínimo que fuese. Por últi­ mez y Covasant), barrios (Siero) o casas (Valdepuen­ mo, el tipo de vestigios arqueológicos que se necesi­ te y Trascasa) siempre que hayan deparado materiales taban apenas se habían incorporado a las cartas espe­ arqueológicos de cronología medieval. cíficas salvo de modo anecdótico o meramente testi­ En segundo lugar, y a tenor del adjetivo "medie­ monial. Era, pues, un deber conferirles igual impor­ val" con que se califica a los despoblados, el marco tancia que al resto de los yacimientos con el fin de temporal de nuestro estudio abarca, en teoría, desde elaborar un estudio secuencial que jalonara todo un la caída del Imperio Romano en el siglo V d.C. hasta milenio. , la consolidación de la monarquía de los Reyes Cató• Dar cohesión a todo ello no era, lógicamente, una licos a finales de la XV centuria. Sin embargo, si se tarea fácil, de ahí la postergación temporal en benefi­ admite la despoblación de la cuenca del Duero a raíz cio del estudio de las necrópolis, tema intrínsecamen• de las campañas de Alfonso I, el marco cronológico te con menores dificultades. Actualmente, en cambio, sería aún más reducido, pues arrancaría de los siglos estamos en condiciones de dar continuidad a los tra­ VIII-IX, momento en que se supone tuvo lugar la bajos históricos y arqueológicos que emprendimos repoblación cristiana de la comarca. No obstante, la hace años sobre la Honor de Sedano, en especial presencia de restos artísticos más antiguos en Quinta­ aquellos de carácter arqueológico centrados en la nilla-Escalada, Tablada, etc. abogaría por una conti­ Edad Media, a través del estudio de sus despoblados, nuidad de la población y, por ende, también de algu­ recordados por la tradición popular o por las fuentes nos emplazamientos (El Castillo de Siero y El Llano escritas y ratificados por los vestigios materiales. de Gredilla). La ocupación de los hábitats célticos o Un atento examen de la bibliografía específica romanos por los cristianos no significa forzosamente sobre los despoblados de la Honor deparó, desde un que la población autóctona continuara sin interrup­ principio, numerosas deficiencias, cuya subsanación ción alguna. Es necesario esperar al hallazgo de nue­ creímos ineludible al objeto de evitar ulteriores vos datos arqueológicos que lo determinen, pero, de malentendidos. A veces, tales arbitrariedades eran momento, es imposible de dilucidar dado el abando­ producto de una inadecuada interpretación de los no al monte de estos antiguos terrenos de labor. Pare­ datos diplomáticos, dada la precipitación o la falta de ce muy probable que a lo largo de las centurias VIII contraste con otras referencias posteriores, y, en otras a IX se fundaran nuevos asentamientos que incre­ ocasiones, debido a la comisión de errores por parte mentaran el exiguo catálogo precedente. También de los estudiosos. Después de haber analizado y sope­ consideramos que esa etapa de la alta Edad Media fue sado la cuestión, nuestro objetivo debía centrarse en el período de eclosión del poblamiento rural de la una interpretación más correcta y estricta de las fuen­ Honor así como los siglos XIII y XIV marcaron la tes a fin de reducir al máximo el número de equívo• desaparición de la mayor parte de los despoblados, cos. por su inviabilidad, aun cuando algunos pervivieran Asimismo, creemos que el título requiere una como granjas. Así pues, el máximo apogeo de este serie de explicaciones previas. En primer lugar, tipo de colonización, basado en pequeños núcleos, se entendemos por "despoblado" el sitio yermo o no produjo en los siglos XII y primera mitad del XIII, LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 127

coincidiendo con el éxito del estilo románico y los relieve plegado invertido, caracterizados por la exis­ inicios del gótico. tencia de altiplanicies con materiales santonienses y En último lugar, la Honor de Sedano fue una enti­ campanienses, y los valles fluviales con una disposi­ dad territorial surgida en el siglo XIV como tenencia ción de estratos que van del wealdense al cenoma­ concedida por el rey Alfonso XI a su hijo ilegítimo D. nense. El predominio de las rocas calizas ha favoreci­ Tello. Desde un primer momento, cohesionó a varios do la carstificación y el afloramiento de excelentes lugares que habían pertenecido a los alfoces de Mora­ bloques utilizados para la construcción. dillo y Siero-Sedano, que durante el pleno medievo se Conforme a la estructuración del relieve, el paisa­ integraron en la merindad de Burgos con Río de je ofrece dos variantes contrapuestas. Por un lado, los Ubiema, perteneciente a la merindad mayor de Casti­ páramos, de estructura tabular, provistos de suelos lla. Al poco de su creación, el señorío jurisdiccional delgados, pobres y pedregosos y, por ende, poco pasó a la familia de Femando Rodríguez de Villalo­ aptos para la agricultura aunque relativamente apro­ bos. La viuda de éste, doña Inés de la Cerda, lo ena­ piados para prácticas ganaderas. Por otro lado, los jenó en favor de Ruy González de Castañeda que a su valles excavados por ríos y arroyos introducen angos­ vez lo cedió a Juan Rodríguez de Castañeda. Por turas y grandes desniveles que apenas dejan terrenos matrimonio de su hija Isabel, la Honor pasó a los Sil­ susceptibles de cultivo, salvo en los espacios ribere­ va, condes de Cifuentes. En poder de esta casa nobi­ ños. liaria estuvo hasta que en 1480 Lope de Silva la ven­ Por su situación latitudinal y por estar en el inte­ dió a Juan Manrique, conde de Castañeda y señor de rior de la península, a la Honor de Sedano le corres­ Aguilar. En 1482 los Reyes Católicos agraciaron a su pondería un clima templado de tipo mediterráneo con­ hijo García Femández Manrique con el título de mar­ tinentalizado, pero la elevada altitud media de sus tie­ qués de Aguilar, dentro de cuyos estados permaneció rras recrudece hasta tal punto sus valores termoplu­ hasta bien entrado el siglo XIX. La Honor componía viométricos que posibilita su catalogación como clima un solo ayuntamiento pese a contar con una villa somontano. Ello explica la atemperación de las tem­ (Sedano ), cabecera de la entidad, un barrio (el barrio peraturas máximas y la disminución de las mínimas, de Sedano en Pesquera del Butrón) y veinticinco y, por ende, la fuerte oscilación térmica y la impor­ lugares (Ayoluengo, Bañuelos del Rudrón, Ceniceros, tancia de las heladas y de los vientos gélidos. Otra Cortiguera, Covanera, Cubillo del Butrón, Escalada, consecuencia destacable es el aumento de las precipi­ Gredilla de Sedano, Huidobro, Moradillo del Casti­ taciones con respecto a las áreas comarcanas más llo, Moradillo de Sedano, Mozuelos, Nocedo, Pes­ bajas, así como las producidas en forma de nieve. quera de Ebro, Quintanaloma, Quintanilla-Escalada, A tenor de las características orográficas, climáti­ San Andrés de Montearados, San Felices del Rudrón cas y edáficas la vegetación autóctona ofrece un mar­ o de Sedano, Santa Coloma del Rudrón, Tablada del cado carácter transicional que da cabida a especies Rudrón, Terradillos de Sedano, . perennifolias, propias del dominio mediterráneo Turzo, Valdeajos y Valdelateja). (encina, carrasca ... ), junto con árboles caducifolios, El constituye una pequeña por­ típicos de las zonas oceánicas (quejigo, haya ... ). La ción del solar burgalés alojada en un sector norocci­ dicotomía existente entre el páramo y los valles es dental de la provincia contiguo al valle cántabro de igualmente perceptible en el campo de la vegetación. Valderredible. Su superficie se significa por el predo­ En el primero quedan algunos rodales de encinares, minio de las tierras elevadas y anfractuosas, situadas carrascales o quejigales, mientras que los segundos en tomo a 1.000 m. de altitud y seccionadas por que­ ofrecen un escalonamiento o una distribución selecti­ bradas y cañones de notable desnivel y pendiente. Su va de los hayedos en las umbrías y los robledales en perímetro obedece exclusivamente a factores históri• las solanas. A lo largo de los cursos de agua se orde­ cos ya que no existe una clara diferenciación geográ­ na una vegetación ripícola con predominio de chopos, fica con respecto a zonas circunvecinas. No obstante, alisos, sauces, fresnos ... La acción antrópica ha pro­ su territorio ofrece una notable cohesión y uniformi­ ducido la deforestación del bosque primitivo, tanto en dad, producto, sin duda, de una disposición compac­ páramos como en laderas, con la finalidad de obtener ta pero ante todo por una común andadura secular. tierras de labor y pastizales. Sin embargo, reciente­ Desde el punto de vista geológico, la Honor ocu­ mente se ha acometido la repoblación de las áreas pa un sector marginal de la Meseta, a caballo entre las marginales, no aptas para el cultivo, mediante la plan­ estribaciones meridionales de la cordillera Cantábrica tación de pinos o de especies autóctonas. No obstan­ y las prolongaciones más septentrionales del Sistema te, el principal factor de la regeneración ha sido el Ibérico. Esta circunstancia explica el dominio de los éxodo rural ya que ha conllevado el abandono de las materiales de época mesozoica que, debido a la ero­ tierras de peor calidad o de difícil laboreo con el trac­ sión posterior, fueron reducidos a una penillanura. En tor en beneficio del monte bajo y, por consiguiente, el ella, lo más relevante son los páramos, formas de avance de especies autóctonas. 128 JACINTO CAMPILLO CUEVA

Desde el punto de vista hidrográfico, la Honor es un esbozo general de las características principales drenada fundamentalmente por el Rudrón y sus que han presidido dicha investigación y de la evolu­ afluentes, entre ellos: el San Antón y el Moradillo, ción experimentada por la misma. aunque en el extremo septentrional también discurre El estudio de los despoblados honoriegos es un el Ebro por espacio de breves kilómetros. fenómeno muy tardío si se compara con otras mani­ Al menos desde la alta Edad Media el poblamien­ festaciones medievales coetáneas, en parte debido a to típico del Valle de Sedano fue el concentrado en haber despertado un menor interés entre los estudio­ pequeños núcleos. Sin embargo, éste coexistió con sos locales, más atraídos por los vestigios artísticos o edificaciones dispersas, tales como molinos, granjas, sepulcrales, de carácter más vistoso. Esta tardanza ventas, etc., muchos de ellos documentados aún en la entraña una escasez de publicaciones específicas o Edad Moderna y algunos todavía existentes. La rela­ relacionadas con el tema, la mayoría de las veces, tiva elevada densidad de hábitats en la actualidad (27) además, impresas sin demasiada crítica. Esta actitud no es sino un recuerdo de una nómina considerable­ es fácilmente explicable en razón a su exclusivo apo­ mente mayor. Los núcleos actuales disponen de un yo en las citas diplomáticas y bibliográficas anterio­ caserío reducido y de un escaso término campanil, res. Como es lógico, esto implica la existencia de un frecuentemente repartido entre el valle y el páramo. conocimiento parcial basado en la simple afirmación En la Edad Media, los términos debieron ser conside­ de que se trata de un despoblado. rablemente menores ya que el número de lugares Frente a este panorama un tanto ambiguo, surgie­ poblados fue bastante mayor (71). Los pueblos están ron los estudios de Martínez Díez, todavía fundamen­ muy próximos entre sí, separados por retazos de pára­ tados en los cartularios, pero incorporando algunos mo y unidos por valles. También se localizan prefe­ aspectos generales de la tradición oral. Casi a un mis­ rentemente en los valles, al abrigo de los vientos frí• mo tiempo apareció la carta arqueológica del partido os dominantes, aunque en las primeras épocas tendie­ judicial de Sedano donde se recogían los despoblados ron asimismo a establecerse en los páramos y hondo­ que habían deparado materiales arqueológicos. Sin nadas inmediatas, a pesar de que los cambios climá­ embargo, esta desconexión existente entre la arqueo­ ticos contribuyeron poco después a su abandono. logía, la diplomática y la tradición generó un panora­ Entonces, el núcleo principal estaba constituido ma falto de rigurosidad y cientificismo. Por un lado por varios barrios, algunos compuestos por poquísi• campeaban las falsas identificaciones (Valdetobes, mas casas, distribuidos en tomo a fuentes y ermitas. Sedanillo y Cabarrosa), por otro, las omisiones fla­ Pero, el crecimiento demográfico y espacial de los grantes bien por no utilizar ciertos cartularios (Lacio mismos determinó una mayor cohesión y, a la postre, y Cisterna) bien por no disponer de información oral la desaparición de la separación en barrios. Desde suficiente y contrastada (Covarrés y Escalote). A ello siempre, la casa rural honoriega se ha construido a se unía, en el mayor de los casos, la omisión de las base de la piedra caliza del país, prefiriendo el leyendas respecto al despoblado o la carencia de empleo de muros de mampostería y reservando la especificación acerca del tipo de restos hallados ya cantería para esquinales y enmarque de los vanos. que las alusiones se reducían a recoger exclusivamen­ Estos, por la crudeza del clima, son poco numerosos te restos de piedras de construcción y cementerios y de pequeñas proporciones por lo que el aspecto del En cuanto al establecimiento de una secuencia edificio resulta compacto. Sólo a partir del siglo XIX cronológica en el estudio de los despoblados honorie­ se introdujeron innovaciones consistentes en la cons­ gos cabe distinguir varios hitos. Los primeros trucción de balconadas y galerías. La tradicional casa momentos se caracterizan por la simple aparición de rural responde al tipo de casa bloque ya que todas las los nombres de los lugares yermos, casi siempre aso­ dependencias (vivienda, establos, almacenes ... ) se ciados a trabajos de carácter artístico, histórico, encuentran bajo el mismo tejado. diplomático o arqueológico abordados por especialis­ tas. De ahí su dispersión y falta de unidad. El paso siguiente lo dio Osaba en 1966 al recopilar en un solo 2. HISTORIA DE LAS INVESTIGACIONES artículo la práctica totalidad de las referencias ante­ riores. No obstante, el catálogo se limitó a reseñar el Nuestro estudio sobre la investigación de los des­ nombre de los despoblados sin ningún rigor o crítica poblados de la Honor se ha fundamentado en la iden­ de la fuente utilizada, lo cual resta valor al conjunto. tificación toponímica de los mismos y no en la mera Mayor importancia revistieron las publicaciones de cita proporcionada por los cartularios. Por este moti­ Martínez Díez en 1981 y 1987 ya que se recoge por vo consideramos oportuno prescindir de su recopila­ primera vez casi todos los despoblados citados por las ción dado que, además, cualquier tipo de referencia fuentes diplomáticas y por la tradición oral. Sus obras diplomática se incluye en el catálogo de forma por­ han servido de fundamento a otros autores más menorizada. Así pues, solamente se pretende ofrecer recientes (Cidad, Gutiérrez, Martín Vico, etc.) que, en LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 129

general, no han aportado aspectos novedosos sobre el mientas no sólo para la obtención de una documenta­ tema. Finalmente, la publicación de la carta arqueo­ ción gráfica y fotográfica de los mismos sino también lógica de Sedano en 1984 supuso un complemento a para la detección de materiales arqueológicos que todo lo anterior además de la incorporación de un tipo ratificasen su existencia como entidad habitada. De de fuente distinta más rigurosa y fiable. esta forma comprobamos la extensión superficial, la naturaleza de los restos conservados y su estado actual, lejos de aquellos tiempos en que su terreno era 3. METODOLOGÍA UTILIZADA arado. Este estudio, aunque supone una novedad y un La Honor de Sedano es una de las zonas más hito importante, no agota todas las posibilidades por pobres de la provincia de Burgos no sólo desde el cuanto se seguirán publicando nuevos documentos punto de vista económico sino también arqueológico. que confirmen o amplíen el número de despoblados y En este último aspecto cabe exceptuar, sin embargo, porque ulteriores consultas o prospecciones bien las manifestaciones dolménicas y las necrópolis podrían complementar los datos orales y arqueológi• medievales. A ellas añadimos hoy los despoblados cos aquí ofrecidos y todos, en última instancia, coo­ coetáneos dado el elevado número de los catalogados peren a identificar con su verdadera denominación en un ámbito geográfico tan exiguo. Esto no hace ciertos despoblados que sólo conocemos a través de sino ratificar la relevancia que tuvo el poblamiento topónimos recientes. cristiano en una época muy temprana así como su continuidad hasta nuestros días. La primera tarea de cara al estudio de los despo­ 4. CÁTALOGO DE DESPOBLADOS blados fue la recopilación de la totalidad de las refe­ rencias bibliográficas existentes hasta la fecha ya fue­ sen de índole diplomática, oral o arqueológica. Acto 4.1. DESPOBLADOS DOCUMENTADOS (FIG. 1) seguido, se imponía su enjuiciamiento y contraste entre ellas con el fin de concretar, completar o diluci­ Dentro de este apartado se recoge un total de 44 dar los datos. despoblados cuyo denominador común es no ofrecer Desde un principio, nos propusimos dar primacía ningún tipo de duda acerca de su naturaleza. La con­ a las fuentes arqueológicas por ser éstas una prueba dición de documentados les puede venir dada por cri­ irrefutable de la existencia de un despoblado, estuvie­ terios de tipo diplomático, ratificados por la toponi­ ra o no incluido en la documentación diplomática o mia antigua o reciente, por criterios de carácter artís• en la tradición oral. Para ello era necesario la realiza­ tico-arqueológico que certifican su cronología medie­ ción de encuestas específicas entre el vecindario y val o por criterios de índole legendaria, transmitida una prospección sistemática de los asentamientos. La por la tradición pero respaldada por vestigios de pobreza de la zona, unida al abandono de las tradi­ construcciones. cionales tierras de cultivo, ha dificultado enormemen­ En general, la leyenda no ha pasado por alto los te nuestra labor en detrimento del hallazgo de mate­ despoblados citados por las fuentes diplomáticas, sal­ riales que, por este motivo, son escasos y, en general, vo ciertas excepciones (Valdetobes, San Florencia, poco representativos. San Mamés, Lacio y Cisterna). Tampoco ha omitido Asimismo, éramos conscientes del escaso valor aquellos que han deparado materiales arqueológicos a que las publicaciones anteriores habían conferido a la no ser que el despoblado aparezca muy distante o que tradición oral referente a los despoblados, por ello fuese abandonado tempranamente, circunstancias que nos propusimos la incorporación de cuantas leyendas explicarían la pérdida de la tradición. populares se conservaran en nuestros pueblos, puesto Un despoblado debe considerarse totalmente que, en origen, son encubridoras de una realidad más seguro cuando las referencias diplomáticas están rati­ profunda. ficadas por restos arqueológicos, dado que así se dis­ · Junto a la documentación diplomática publicada pone de su verdadero nombre y de vestigios que con­ echamos en falta otro tipo de documentación manus­ firman su existencia en aquella época. Cierto grado crita más amplia, aunque reciente, como son los pro­ de inseguridad se percibe cuando el topónimo actual tocolos notariales, apeos, amojonamientos, libros no se corresponde con la denominación original del parroquiales, etc. que, una vez manejados, permiten despoblado, fruto de un cambio toponímico, o cuan­ precisar y enriquecer notablemente el panorama con do la tradición no está respaldada por materiales hagiotopónimos titulares de templos, datos artísticos, arqueológicos. pleitos, referencias arqueológicas, etc. De los 44 despoblados catalogados, 42 han sido Después de acopiar este cúmulo de datos, proce­ localizados con total garantía, pero solamente 16 de día la realización de una prospección de los emplaza- ellos aparecen registrados en las fuentes diplomáticas 130 JACINTO CAMPILLO CUEVA

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Fig. l. Distribución de los despoblados medievales de la Honor de Sedano (la numeración coincide con la del catálogo). y 33 deparan algún tipo de vestigio arqueológico. cadas así como montones aislados y atrincheramien­ Únicamente ocho de estos yacimientos unen ambas tos construidos durante la última contienda civil. modalidades. Al conjunto hay que agregar dos despo­ La tradición popular afirma que en este lugar hubo blados ilocalizados (San Salvador y Tobarejo) pues, a un pueblo cuyo cementerio estaba situado a 200 m. pesar de ser citados por las fuentes diplomáticas, aún más al norte, en el pago de "San Juan", donde llaman permanecen sin identificar dado que su nombre no "El Cementerio" o "La Cotorra", a juzgar por el des­ coincide con ninguno de los topónimos conocidos. cubrimiento de numerosas tumbas de lajas y sarcófa• gos (Cidad 1976 a y 1978,; Bohígas, Campillo y Chu­ rruca, 1984 y Campillo, 1995). Aunque las referen­ l. ALTORRIBA cias del vecindario sitúan en el alto "residuos de casas", en superficie no se vislumbran restos arqueo­ A 2.200 m. al SO de Valdeajos se encuentra el tér­ lógicos, sí en el cotorro donde se emplazó la ermita mino de "Altorriba " o "Altarriba '', asiento de un de San Juan, su primitiva iglesia. Aquí se conservan posible despoblado medieval conocido actualmente los cimientos rectangulares del templo, abundante por estos nombres. Su emplazamiento, situado a teja curva roja y bastante cerámica torneada de color 1.041 m. de altitud, se halla en la cumbre de una len­ anaranjado o claro de superficie lisa, salvo un trozo gua de páramo delimitada longitudinalmente por la que porta una decoración de estrías muy finas en dis­ vega de Valdeajos y el vallejo de Valperondo. La posición horizontal y paralelas entre sí (Fig. 2, nº 1). fuente más cercana surge en la ladera nororiental. El Además, existen dos fragmentos de bordes redondea­ terreno se ha aprovechado tradicionalmente para pas­ dos y cuello recto. El uno presenta un engrosamiento tos, pero hace pocos años se han roturado algunas fin­ al exterior muy pronunciado mientras que el otro lle­ cas. Sus coordenadas coinciden con los 42º 43'55" va un saliente interior para asegurar la tapadera (Fig. de latitud norte y los Oº 15'11" de longitud oeste. El 2, nº 2). Según referencias, también fueron halladas despoblado ocuparía una extensión pequeña y tendría una moneda de vellón, atribuida por su descubridor al forma irregular. Sólo conserva una fila de piedras hin- siglo XII, y otra de plata de época indeterminada. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 131

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Fig. 2. Materiales arqueológicos de época medieval de Altorriba (1y2), Brañosera (3), Escalote (4), Espinosa (5-7), Fontanares (8-12), Las Peñillas (13 y 14), La Pila (15) y Quintana de Valdeajos (16-19). 132 JACINTO CAMPILLO CUEVA

2. ARENILLAS un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Cidad, 1988 b) cuya iglesia sería la ermita de Brañosera. A 2.100 m. al N-NE de Moradillo de Sedano se Cuenta la leyenda que la Virgen se apareció a un encuentra el término de "Arnillas", asiento de un des­ quincallero en la cavidad de El Cuevallón, donde aún poblado medieval cuyo nombre, según la toponimia hoy se aprecia la forma de una hornacina. En este antigua debió ser "Arenillas". Su emplazamiento, sito lugar se encontró la imagen, pero el pueblo decidió a 1.042 m. de altitud, se establece sobre un cerro cir­ trasladarla al sitio que hoy ocupa la citada ermita cular de superficie plana, individualizado del páramo donde le edificaron un templo. Sin embargo, a la Vir­ por vaguadas y profundos valles, de donde manan gen no la debió agradar su nuevo santuario, ya que fuentes como la de Fuentelengua. Hasta mediados de volvió a aparecerse en El Cuevallón. siglo, su terreno fue cultivado pero hoy se dedica a A lo largo del siglo XIII se menciona el monte de pasto tieso. Sus coordenadas coinciden con los 42º "Brannossera" al referirse a heredades que el monas­ 42 '56,, de latitud norte y los Oº 00'3 l" de longitud terio de Santa María de Aguilar poseía en las proxi­ este. El despoblado ocupa una extensión considera­ midades de Panizares, Icedo, Espinosa y Bañuelos ble, adaptando su forma al cerro, pero la densidad de (Merchán, 1982). Asimismo, en 1249 aparece como vestigios constructivos se reduce a algunas paredes y testigo de una pesquisa Domingo Brannoxera, vecino moruecos aislados. de Lorilla (Merchán, 1982 y Lizoáin, 1985). Su exis­ La tradición popular afirrna que en este punto tencia en dicha centuria, si no antes, está avalada por hubo un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y los vestigios artísticos de estilo románico (ábside de Gutiérrez, 1991 y 1997). La prospección de su super­ la ermita y pila bautismal fechada en 1214) y gótico ficie sólo ha deparado algunos fragmentos atípicos de (imagen sedente de Nuestra Señora y arco apuntado cerámica torneada, quizá pertenecientes a la Edad del presbiterio) (Cidad, 1988 b ). Media. Con este despoblado debemos relacionar los La prospección del lugar ha deparado el descubri­ materiales de cronología reciente que Delibes, Rojo y miento de escorias, teja curva antigua y varios frag­ Sanz (1986) descubrieron en la cámara del sepulcro mentos de cerámica torneada de color anaranjado o megalítico emplazado en su cima. Se trata de frag­ claro, aunque fuertemente deslavados y provistos de mentos de cerámica elaborados a tomo y de pasta desgrasantes de caliza y mica, en ocasiones de tama­ anaranjada o clara. Entre ellos descuellan un borde ño mediano. Sobresalen tres fondos planos y dos bor­ vuelto y tres fondos planos así como un galbo con des redondeados algo exvasados y otro más de cuello restos de pintura negra. La documentación de esta recto. Toda la cerámica es lisa, salvo un fragmento de técnica decorativa permitió aventurar la datación del pasta grisácea con superficies anaranjadas que está conjunto en la alta Edad Media. Asimismo se exhu­ pintado con una línea horizontal de la que parte otra mó un cornada de vellón acuñado por Femando el perpendicular, ambas de color vinoso (Fig. 2, nº 3). Católico en la ceca de Pamplona poco después de 1513. 4. CASARES 3. BRAÑOSERA A 1.050 m. al N-NE de Porquera del Butrón se A 1.250 m. al N-NE de San Andrés de Monteara­ encuentra el término de "Los Casaritos", antigua­ dos se encuentra el término de "Los Casares'', asien­ mente denominado "Los Casarejos" y "Casares", to de un despoblado medieval conocido actualmente asiento de un despoblado medieval de nombre desco­ por este nombre, si bien su denominación antigua nocido. Su emplazamiento, sito a 960 m. de altitud, debió ser "Brañosera", topónimo conservado en la ocupa un pequeño alomamiento circular existente en advocación de su ermita. Su emplazamiento, sito a una zona deprimida del páramo, próximo a una fuen­ 1.011 m. de altitud, se halla sobre un alomamiento de te. La cima, llena de paredes y moruecos, permanece la paramera delimitado por vaguadas y vallejos abier­ inculta, mientras que sus laderas suroccidentales se tos por el arroyo del Rebollar y sus afluentes. Dispo­ cultivan. Al oeste de la depresión se yergue un coto­ ne de dos manantiales, uno junto al santuario de Bra­ rro rodeado de un muro, a modo de muralla, con ñosera y otro al SE. El terreno estuvo cultivado pero cimientos rectangulares en su interior. Sus coordena­ en la actualidad se ha dejado para pastos. Sus coorde­ das coinciden con los 42º 48'55" de latitud norte y nadas coinciden con los 42º 43'12" de latitud norte y los Oº Ol '00" de longitud este. El despoblado tiene los Oº 12'57" de longitud oeste. El despoblado ocupa una extensión pequeña y de forma circular. una extensión pequeña y de forma rectangular en fun­ La tradición popular afirma que en este lugar hubo ción de la disposición de la loma. Restos del mismo un pueblo. La leyenda cuenta que, al quedar en él son los casares y paredes conservados. solamente una vieja, ésta solicitó asilo en Porquera, La tradición popular afirma que en este lugar hubo pero, como sus vecinos se lo negaron, decidió trasla- LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 133

darse a Ahedo del Butrón donde fue aceptada por el embargo, esa desaparición debería explicarse, tal vez, concejo. Como consecuencia de este hecho, gran par­ en función de una temprana despoblación del lugar. te de su terreno lo donó a esta última localidad. Este despoblado estuvo dentro del término redon­ Con motivo de la realización de la concentración do denominado "Los Casares de la Vega" o "San parcelaria se descubrieron numerosos fragmentos de "Pedro de Cardeña", propiedad del monasterio de cerámica torneada de color anaranjado y rojizo que Santa María de Rioseco y comunero de los concejos permitieron datar el yacimiento en la baja Edad de Quintanaloma y Cernégula. Los apeos de 1604 y Media (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984). 1650 citan un mojón en "El Cerro de la Herrería", La prospección de su superficie ha confirmado aguas vertientes a "La Vega de Cestierna o Cirsterna" 1 este tipo de hallazgos así como fragmentos de cerá­ de Masa • mica vidriada, en tonos anaranjados, y un trozo de La prospección del lugar ha deparado el hallazgo pasta negruzca con abundante desgrasante micáceo. de varios cimientos de muros rectilíneos delimitados Según referencias, de aquí proceden algunas mone­ por paramentos de grandes bloques pétreos, apenas das de vellón muy deterioradas e ilegibles, salvo una desbastados, cuyo interior se rellena de ripio. Su atribuida a Enrique IV. En este mismo paraje se des­ anchura frisa los 75 cm. Asimismo, se ha documenta­ cubrió un tesorillo de 30-40 monedas, según algunos do una construcción de planta circular, en parte arra­ de época romana, entre ellas algunas de Trajano y sada, donde se halló un fragmento de sierra de hierro Antonino Pío. Este debe ser el origen de una piedra muy oxidada. En la finca inmediata se ha recogido un volandera de un molino de mano circular que se guar­ trozo de cerámica de planta grisácea, con abundante da en el pueblo. desgrasante de cuarzo, al parecer elaborado a torno bajo, y dos fragmentos de machacadores.

5. CISTERNA 6. CONCEJERO A 3.500 m. al NE de Masa se encuentra el térmi­ no de "Tistierna", asiento de un despoblado medieval A 500 m. al N-NO de Ayoluengo se encuentra el conocido con el nombre de "Cisterna". Su emplaza­ término de "Las Tejeras", asiento de un despoblado miento, situado a 1.030 m. de altitud, se halla en la medieval denominado, al parecer, "Concejero". Su ladera suroccidental de La Dehesilla, dominando una emplazamiento, situado a 1.020 m. de altitud, se halla depresión abierta en el páramo, y no lejos del manan­ en la solana de una hondonada abierta en el páramo tial de Tistierna. El hábitat se estableció en los rella­ loriego, cerca de la fuente de Ampudia, atribuida a los nos de la vertiente al final del monte de roble y romanos por la tradición popular. El terreno se carrasca, pero contiguo a las actuales tierras de culti­ encuentra inculto, salvo la vaguada sita a sus pies que vo. Sus coordenadas coinciden con los 42º 38'24" de se dedica al cultivo. Sus coordenadas coinciden con latitud norte y los Oº 00'39" de longitud este. El des­ los 42º 45'12" de latitud norte y los Oº 11'03" de poblado ocupa una extensión pequeña, de forma irre­ longitud oeste. gular y no demasiado compacta, como demuestran El despoblado ocupa una pequeña extensión de los casares, corrales, paredes y moruecos visibles forma alargada aunque de perímetro indeterminable entre la abundante vegetación. dado que los montones de piedras se emplearon para Debido a su alejamiento y temprano abandono, la el firme de la carretera. tradición oral no ha conservado recuerdo alguno de su La tradición popular afirma que en este lugar hubo existencia. No obstante, en el año 947 se cita la "villa un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987) y una teje­ de Cisterna" con motivo de la realización de un des­ ra si bien nadie la conoció en funcionamiento. Al linde de los terrenos pertenecientes a "Lacio" (Serra­ construirse la carretera local que divide el yacimien­ no, 1910). Su perduración hasta el siglo XIII está ava­ to se descubrieron tejas y algunos objetos de hierro lada por su inclusión en una bula dada por el papa como mangos de sartenes y tenedores, En la actuali­ Gregorio IX en 1234 para confirmar las propiedades dad no se documenta otra cosa que teja curva y las que tenía el monasterio de Santa María de Rioseco. piedras de un corral inmediato. Entre las mismas se mencionan las granjas de Quinta­ najuar, Cisterna y Covasant con posesiones en Quin­ tana (= Quintanaloma) (Álvarez Palenzuela, 1978). 7. CORCOS Según este autor, la incorporación de Cisterna al do­ minio monasterial sería errónea ya que no sólo era A 2.000 m. al NO de Gredilla de Sedano se esta la única vez que aparecía registrada en la docu­ mentación perteneciente a Rioseco sino que también ADB (Archivo Diocesano de Burgos), Quintanaloma, Libro de se omitía en la confirmación de Fernando III. Sin Apeos: 1604 (f º 113v ) y 1650 (s.f). 134 JACINTO CAMPILLO CUEVA

encuentra el término de "Corcas'', asiento de un des­ despoblado medieval llamado por la toponimia "La poblado medieval conocido actualmente por este Granja" y que las fuentes escritas denominan "Cova­ nombre. Su emplazamiento, sito a 1.034 m. de altura, sant" o "Covasanta". Su emplazamiento, sito a 870 se halla sobre la cima y laderas meridionales de un m. de altitud, se halla en el fondo del valle excavado cotorro desgajado del páramo por los arroyos de por los arroyos de Cubillas y de Cueva Pobre o del Vallarcón y Valdescañillo. En la periferia oriental dis­ Valle, justo en la confluencia de ambos, si bien el pone de un humedal, nuncio de un manantial. La manantial de La Granja se localiza 100 m. al SO. El superficie donde están las ruinas ha sido invadida por terreno ha dejado de cultivarse desde hace 30 años y el matorral desde que dejó de cultivarse a mediados sirve de pasto. Sus coordenadas coinciden con los 42º de siglo, no así la periferia septentrional que aún se 43'30" de latitud norte y los Oº 00'58" de longitud explota. Sus coordenadas coinciden con los 42º oeste. El despoblado ocupa una extensión reducida e 44'18" de latitud norte y los Oº 02'08" de longitud irregular ya que debió adaptarse a la angostura del oeste. El despoblado ocupa una extensión mediana, valle como demuestran las paredes y casares conser­ de forma circular, pero muy compacta como demues­ vados. tran los casares existentes. La tradición popular afirma que en este punto La tradición oral afirma que en este paraje hubo hubo un pueblo (Osaba, 1966; García Rámila, 1981; un pueblo de cierta importancia a juzgar por la abun­ Martínez Díez 1981 a y 1987; Gutiérrez, 1991 y 1995 dancia de piedra escuadrada (Martínez Díez 1981 a y y Martín Vico, 1995) o mejor una granja de frailes 1987 y Gutiérrez 1991 y 1997). Sin embargo, la pros­ cuyo dominio comprendía un amplio coto redondo a pección del lugar no ha deparado más que un frag­ su alrededor y una tenada para encerrar el ganado en mento de cerámica atípica de color gris anaranjado, Cueva Pobre. Cuando sus moradores la abandonaron, provisto de desgrasantes y elaborado a tometa. En el terreno pasó a ser propiedad del concejo de Gredi­ cambio, son abundantes los bloques regulares, tal vez lla. Se cree que la denominada ermita de La Granja, como resultado de una exfoliación natural. Con todo, dedicada a la Virgen, pudo ser una primitiva iglesia el hombre ha aterrazado la ladera con faenas agríco• (García Sáinz de Baranda, 1961). Sin embargo, los las y quizá también habitacionales. libros parroquiales no la recogen, sin duda por tratar­ se de un simple humilladero provisto de una reja don­ de se solían arrojar monedas. Fue destruido hacia 8. COVARRÉS 1940 a raíz del ensanchamiento de la carretera de Sedano a Pesadas y la imagen trasladada a la parro­ A 2.000 m. al O de Sedano se encuentra el térmi­ quial. no de "Cuarrés", asiento de un despoblado medieval Según Serrano (1906 y 1935) y García Sáinz de conocido actualmente por este nombre derivado del Baranda (1961), en 1175 Alfonso VII cedió la villa de topónimo antiguo "Covarrés". Su emplazamiento, Covasante, sita en el alfoz de Siero, a Gonzalo Pérez sito a 920 m. de altitud, se acoge a una incipiente de Siones, maestre de Calatrava. Cinco años después, hondonada abierta al borde del páramo de Campo­ éste y su mujer Elvira donaron al monasterio de San Tubilla, a la altura de la cueva y fuente de Cuarrés. Cipriano de Montes de Oca la heredad que poseían en Su superficie se ha dedicado al pastoreo, pero anti­ "Covasant" con la condición de que dichos monjes se guamente se cultivaron sus casares. Sus coordenadas instalaran en Quintanajuar (Serrano, 1935; García coinciden con los 42º 42'29" de latitud norte y los Sáinz de Baranda, 1961 y Álvarez Palenzuela, 1978). Oº 04'48" de longitud oeste. En 1189, Alfonso VIII confirmó la propiedad del El despoblado ocupa una pequeña extensión de monasterio sobre la granja de "Cobasanta" (García forma casi circular y de aspecto compacto como Sáinz de Baranda, 1961) que producía de renta al demuestran sus casares. cabildo 30 fanegas de pan mediado, media fanega de La tradición sostiene que aquí hubo un pueblo de nueces y dos gallinas. Se desconocen los avatares escasa importancia (Gutiérrez 1991 y 1997). La pros­ por los que pasó hasta 1203, año en que Gustios Díaz pección sólo ha deparado el hallazgo de alguna teja donó la granja de Covasant. En 1204, una hija de curva antigua y varias piedras labradas. El centro de Martín Martínez de Bisjueces dio a dicho monasterio las ruinas está ocupado por un espacio circular, a una heredad en Rioseco a cambio de que se le conce­ modo de plaza, donde parecen converger calles. diera en usufructo la granja de Covasant y los medios necesarios para ponerla en explotación, entre ellos ganados, grano y una cuba para el vino. En 1234, el 9. COVASANT papa Gregorio IX confirmó las propiedades que tenía el entonces monasterio de Santa María de Rioseco en A 1.800 m. al NE de Gredilla de Sedano se "Covasant". La última mención data de 1242 cuando encuentra el término de "La Nogalera", asiento de un Ruy Díaz vendió la heredad que tenía en Quintanaor- LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 135

tuño por el usufructo de la casa de "Covasant" y 12 (Campillo, 1994) así como teja y bastantes monedas almudes de trigo anuales en Cendrera, granja cercana de cobre muy desgastadas que no hemos podido ver. a Sotopalacios. Los protocolos notariales de Sedano mencionan en 1601 a Juan Herrero, vecino de la granja de "Que­ 11. DOBRILLO basante" a quien Nicolás Parra debía 15 ducados por 2 un buey • En 1602, figura como testigo de una defun­ A 1.550 m. al O de Huidobro se encuentra el tér­ ción de Noceda un habitante de La Granja de Gredi­ mino de "Dobrillo", asiento del despoblado medieval lla, prueba indiscutible de que aún era habitada en el denominado con este nombre o también "Hudobrillo" siglo XVIP. No obstante, en la XVIII centuria debía según la gente del pueblo. Su emplazamiento, sito a estar deshabitada ya que el Catastro cita un molino 1.070 m. de altitud, se halla en una hondonada abier­ sobre el arroyo de La Granja y un término redondo, ta dentro del vallejo de Valdobro por el arroyo del propiedad del convento de Santa María de Rioseco, Cárcavo, en la base occidental de El Otero. Junto al de 14 fanegas de sembradura, 60 nogales y una tena­ hábitat está el manantial de Fuentelengua y poco más da que llevaba en renta el concejo del lugar y por lo alejados la fuente de La Pinilla y la de La Magdale­ 4 que sus vecinos pagaban 334 rs. de vellón • na. El terreno, aunque tradicionalmente se ha dedica­ La prospección del lugar no ha proporcionado do al cultivo, en la actualidad se halla invadido de material arqueológico alguno, sin duda por estar monte bajo y sirve de pasto para el ganado vacuno. inculta su superficie, aunque, según referencias, de Sus coordenadas coinciden con los 42º 46'15" de aquí proceden varios poyos de piedra. latitud norte y los Oº 01'27" de longitud oeste. El despoblado ocupa una extensión mediana con forma irregular aunque tiende a concentrarse en tomo a la 10. CUBILLO fuente como demuestran los vestigios de paredes y moruecos. A 2.500 m. al N-NO de Valdeajos se encuentra el La tradición popular afirma que en este lugar hubo término de "Cubillo", asiento de un despoblado un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Gutiérrez, medieval conocido actualmente por este nombre. Su 1991 y 1997). Cuenta una leyenda que la última emplazamiento, situado a 1.070 m. de altitud, se halla moradora fue una vieja viuda que se fue a Noceda en una amplísima planicie del páramo, al sur de la con el ánimo de ser bien recibida, pero sus vecinos no fuente de Cubillo. El terreno se ha aprovechado tradi­ la aceptaron. Al verse rechazada, solicitó cobijo en cionalmente para pastos, salvo algunos hoyos que aún Huidobro cuyo concejo la acogió de buen grado. Por se cultivan. Sus coordenadas coinciden con los 42º esta razón, el término de Dobrillo pasó a depender 45'52" de latitud norte y los Oº 14'09" de longitud íntegramente de este último. Sin embargo, circula oeste. El despoblado ocupa una mediana extensión otra versión, según la cual en Dobrillo quedaron dos que adopta una forma un tanto irregular y no dema­ viejas, la una se marchó a vivir a Huidobro y la otra a siado compacta como demuestran los montones de Noceda, por eso se dividió el término entre los dos piedras y casares. pueblos. La tradición popular afirma que en este lugar hubo En 1580 se firmó un compromiso entre Valdelate­ un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Cidad, ja y Huidobro sobre el goce de pastos y aguas de 1988 a) con el cual se vinculan algunos esquinales de Dobrillo, pero las disputas no tardaron en surgir. Así, casas conservados "in si tu". La posesión de este en 1659 el corregidor de la Honor de Sedano amparó terreno suscitó un largo pleito entre Sargentes, Roca­ al concejo de Valdelateja en su costumbre de pastar y mundo y Valdeajos que, aunque estuvo a punto de ter­ beber sus ganados en él dado que tenía alcance en 5 minar en tragedia, fue solucionado de forma pacífica este término propiedad de Huidobro • por la Audiencia de Burgos. Es creencia general que Dentro del circuito de Dobrillo existieron, según de este lugar se trasladó a la iglesia de Valdeajos una la toponimia, varias ermitas, entre ellas San Vicente, imagen de la Virgen del Rosario. Santa Marina y San Andrés. A una de ellas corres­ En sus inmediaciones, los labradores han hallado ponde el cementerio de tumbas de lajas y estela de hachas pulimentadas, puntas de lanza de hierro cabecera discoidea localizado en este pago (Campi­ llo, 1995). No muy lejos debió ubicarse el ermita de San Miguel donde se veneraba la imagen del arcángel AHPB (Archivo Histórico Provincial de Burgos), prot. 3816/1 y que al arruinarse aquélla se trasladó, según la leyen­ (1601), f! 360r-364r. da, a Cortiguera. ADB, Noceda, Libro de Difuntos 1584-1638 (año 1602). ADPB (Archivo de la Diputación Provincial de Burgos), Catas­ tro del Marqués de la Ensenada, Gredilla de Sedano, nº 791 y 792. ADB, Valdelateja, pleito de 1580. 136 JACINTO CAMPILLO CUEVA

La prospección no ha deparado material arqueoló• la actualidad, la zona ocupada por sus ruinas se halla gico alguno ni tan siquiera piedra labrada ya que la inculta, aunque esporádicamente se labre algún casar. caliza de El Otero, aquí utilizada, se reaprovechó en Sin embargo, hace unas décadas se araba toda su construcciones de Huidobro. superficie. Sus coordenadas de localización coinci­ den con los 42º 43,40" de latitud norte y los Oº 11 '00"de longitud oeste. El despoblado ocupa dos 12. ESCALOTE áreas como demuestran las evidencias actuales de paredes, casares y moruecos: una pequeña e irregular A 2.000 m. al O de Mozuelos se encuentra el tér­ situada al NO, rodeada de tierras de cultivo, y otra mino de "Escalote", denominado "Peña Gatón" en grande y rectangular al SE, abandonada al monte. Sedano, asiento de un despoblado medieval conocido La tradición afirma que en este paraje hubo un en Tubilla por "Escalote". Su emplazamiento, situado pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Cidad, 1988 a 975 m. de altitud, escoge una prolongación del b). Según los vecinos de Tablada, la fuente de Valca­ páramo delimitada al N y O por una vaguada y al S y vado surtía de agua a sus moradores. La leyenda ase­ E por el valle excavado por el arroyo de Valdepuente. gura, asimismo, que en una covacha, próxima al abo­ Es posible que el terreno fuese cultivado alguna vez, vedamiento del manantial, está enterrada una piel de aunque más bien debió servir para pastos. Actual­ buey repleta de monedas de oro. A juzgar por la topo­ mente se ha repoblado de pinos. Sus coordenadas nimia del siglo XVIII la iglesia estuvo dedicada a San coinciden con los 42º 41 '34" de latitud norte y los Oº Pedro y debió estar fundada en la cota más elevada, 05'45,, de longitud oeste. El despoblado ocupa una donde han aparecido sepulcros (Campillo, 1995). extensión notable a juzgar por las paredes y moruecos Aunque las fuentes diplomáticas citan en diferen­ de piedra existentes. Su perímetro se adapta al cerro tes ocasiones pueblos con el nombre de Espinosa, y, por lo que deja entrever el pinar, tuvo forma circu­ ninguno de ellos ha podido ser identificado con éste. lar. Así, en 1169 aparece un Espinosa entre las confirma­ La tradición popular, recogida en Tubilla, afirma ciones realizadas por Femando III al monasterio de que en este lugar hubo un pueblo ya que siempre se Santa María de Aguilar de Campoo (Merchán, 1982). ha dicho que en él existieron casas. Las mismas refe­ En 1234, con motivo de la confirmación que hiciera rencias recuerdan la existencia de una piedra labrada Gregorio IX a Las Huelgas de Burgos, figura "Spino­ decorada con motivos geométricos, hoy desapareci­ sam" junto con Escalada, El Embid y Robledo Sobre­ da, así como infinidad de restos de sarcófagos, algu­ sierra (Rodríguez López, 1907 y Lizoáin, 1985). nos descubiertos en este paraje, pero la mayoría Años después, en 1250, actuó de testigo de un docu­ hallados en las paredes de dos corrales sitos al NO, mento don Gil d'Espinosa en compañía de otros per­ dentro del término de Tubilla (Campillo, 1995). Ade­ tenecientes a "Tovilla" (=Tubilla) y "Cernielos" más de estos vestigios arqueológicos, se conservan (=Ceniceros) (Lizoáin, 1985). poyos y quicios de piedra y dos bloques trabajados, el Su existencia en la Edad Media fue demostrada uno con una oquedad rectangular para recoger el agua por nosotros (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984 y y un canal para su salida y el otro provisto de dos Campillo, 1985 y 1995) pero debe rechazarse la cali­ pozas. Los desmontes practicados para la plantación ficación de "castro" aventurada por Martín Vico de pinos han ocasionado el hallazgo de una punta de (1995). hierro (Fig. 2, nº 4) y bastantes fragmentos de cerá­ La prospección del lugar ha deparado el hallazgo mica de pasta grisácea o anaranjada con abundante de teja curva, escorias, un fragmento informe de hie­ desgrasante de mica y caliza. Al parecer, todos están rro y una punta de lo mismo (Fig. 2, nº 5). Más abun­ elaborados a tomo a pesar de hallarse muy deteriora­ dante es la cerámica de paredes gruesas, pasta negra dos superficialmente. Entre ellos cabe destacar un o grisácea, elaborada a tomo lento y provista de trozo decorado con estrías horizontales muy leves y numerosos desgrasantes de caliza, mica y cuarzo de un borde redondeado y algo exvasado. tamaño considerable. Dentro de este apartado destaca un fragmento decorado con dos fuertes incisiones paralelas horizontales (Fig. 2, nº 6) similares a otros 13. ESPINOSA ya publicados (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984). Existe otra variante cerámica de paredes más finas y A 2.400 m. al O de Tablada del Rudrón se halla el pasta más decantada como demuestran un fondo pla­ término de "Espinosa", asiento de un despoblado no, un fragmento decorado con estrías horizontales medieval conocido actualmente por este nombre. Su paralelas (Fig. 2, nº 7) y un borde redondeado y exva­ emplazamiento, sito a 1.040 m. de altura, se ubica a sado provisto de dos finas estrías en su conexión con ambos lados de una leve vaguada del páramo abierta el cuello. Además aparecen cerámicas de paredes al oeste, hacía el barranco de la Fuente del Sapo. En gruesas, de pasta anaranjada, elaboradas con tometa LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 137

y provistas de abundantes y gruesos desgrasantes de que en dicha fecha la comendadora de Santa Eufemia cuarzo y mica. Estas especies recuerdan sobremanera de Cozuelos arrendó a Juan Martínez de Mediavilla la cerámica romana de cocina, pertenecientes a gran­ algunas tierras que este monasterio poseía en "Fon­ des vasijas. tanares" (Burriel, 1753). Según un apeo de 1744, el convento de Santa Fe de Toledo, heredero de las posesiones del de Cozue­ 14. FONTANARES los, era propietario de seis solares en "Hontanares", de una tierra a "La Ylesuela de San Torquaz", encima A 2.650 m. al SE de Mozuelos se encuentra el tér­ de Las Callejas y otra un poco más adelante, donde mino de "Antanares" u "Hontanares", asiento de un decían "La Ylijuela de San Torquaz'', que surcaba al despoblado medieval denominado primitivamente ábrego con la ermita de San Torcaz, ya por entonces 7 "Fontanares". El emplazamiento, situado a 990 m. de caída • altitud, se halla en la parte alta de una ladera de fuer­ En 1752, el concejo de Sedano poseía un pedazo te inclinación, con vistas al páramo y al valle excava­ de monte bajo y brezal en "Ontanares" que era pro­ do por el arroyo de Hontanares, inmediato a la fuen­ pio de la villa y comunero con Mozuelos, Nidáguila, 8 te de su nombre. El terreno está poblado de robles y Fresno de Nidáguila y Masa • También el concejo de espeso sotobosque salvo en el perímetro superior que Masa tenía un pedazo de matorral de roble en el mon­ se aprovecha para el cultivo. Sus coordenadas coinci­ te de "Fontanares" que se cortaba cada doce años den con 42º 40'00" de latitud norte y los Oº 03'01" produciendo seis carros de leña. Este coto, donde de longitud oeste. El despoblado parece ocupar una algunos vecinos también poseían matorrales, medía extensión pequeña o mediana, con forma irregular y un cuarto de legua de circunferencia y se extendía un tanto dispersa como demuestran los casares, pare­ medio cuarto del cierzo el ábrego y la mitad de medio 9 des y moruecos conservados. cuarto del solano al regañón • El arado de tierras peri­ La tradición popular afirma que en este lugar hubo féricas y los desmontes han permitido detectar varios un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Gutiérrez, fragmentos de cerámica. Unos son de pasta negra 1991 y 1997), cuyos habitantes se trasladaron a Nidá­ provista de desgrasantes medianos y elaborados con guila. Según este último, por aquí pasaba uno de los tometa. La mayoría poseen una tonalidad anaranjada caminos romanos que unían Poza con Amaya. Asi­ o clara, utilizan pastas más decantadas y han sido mismo, atribuye su despoblación a la Peste Negra. fabricados a tomo. Entre ellos destacan dos fragmen­ Sus ruinas han servido de cantera para los pueblos tos decorados con finas estrías horizontales y parale­ circunvecinos. Su iglesia, sita en lo alto del caserío, las (Fig. 2, nº 8 y 9) y tres más con acanalados más estaba dedicada a San Torcuato. En ella se realizaron amplios y profundos formando bandas (Fig. 2, nº 10 excavaciones furtivas, fruto de las cuales fue el des­ y 11). Hay, además, un fondo plano, perteneciente a cubrimiento de un ábside semicircular de 3 m. de diá­ una vasija grande, y dos bordes, uno engrosado y metro, dos capiteles muy toscos, fustes de columnas vuelto y el segundo recto. Cabe destacar un fragmen­ y dos piezas de alero decoradas con el típico ajedre­ to decorado con una red de rombos pintados en tonos zado románico. Igualmente, se desenterró la pila bau­ ocres (Fig. 2, nº 12). tismal, perteneciente al siglo XII, que, como sucedió con el resto de las piezas, se trasladó a Sedano. La primera cita diplomática se remonta a 1099 15. FRESNILLOS cuando Elvira Hannec donó al obispo de Burgos un solar con sus divisas en "Fontanares" junto con otros A 1.780 m. al N-NO de Tablada del Rudrón se en Lagos, Sedano y Quintanamontán (Serrano, 1936; encuentra el término de "Fresnillos", asiento de un Garrido, 1983 y Martín Vico, 1995). En 1181 Ordo­ despoblado medieval conocido actualmente por este ño Díez vendió al arcediano Marino la heredad que mismo nombre y no por "Fresnillo" (Martínez Díez tenía en la villa de Valdetobes, siendo testigos de la 1981 a y 1987). Sin embargo, la toponimia más anti­ 10 misma Petro Iohannes, Pelagio y Martín Petriz, veci­ gua sólo recoge el de "Fresnos" • Su emplazamien­ nos de "Fontanares" (Serrano, 1936; López Mata, to, sito a 1.030 m. de altitud, se ha establecido en el 6 1957 y Garrido, 1983) • Al año siguiente, en otra escritura de venta, figuran como testigos de "Fonta­ nares" Petrus Iohannis, Iohannes Petri y otros (Garri­ AHPB, Concejil nº 44, f 0 48v. do, 1983). Su existencia debió perdurar hasta 1317 ya ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Sedano, nº 1948 y 1950. ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Masa, nº 1041, fº. Aunque Serrano desconocía su ubicación, López Mata lo iden­ 169 r y v y nº 1043, fO. 183 r. tificó erróneamente con Hontanilla, término situado al E de 10 ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Tablada del Tubilla del Agua. Rudrón, nº 1995 y 1996. 138 JACINTO CAMPILLO CUEVA

comienzo de la suave hondonada del páramo que abo­ como también hizo García Rámila (1981). En tomo a ca al barranco de Duerna, no lejos de las fuentes de 1186, Elvira Muñoz, de acuerdo con sus hijos, ofre­ Ruseras y de Duerna. La superficie habitada está cul­ ció al monasterio de Quintanajuar la villa de "Lucio" tivada, con excepción de algunos pequeños casares o "Lacio" (Serrano, 1935). El cotejo del documento que permanecen incultos desde hace tres décadas. de 947 con otro de 1227 permite localizarlo en estas Sus coordenadas coinciden con los 42º 44'20" de latitudes ya que Moriel y su mujer Elvira vendieron al latitud norte y los Oº 10'00" de longitud oeste. El Hospital del Rey de Burgos la aldea de La Cabaña, en despoblado ocupa una extensión más bien pequeña, el Butrón, sita cerca de "Lazo" (Palacín y Martínez 11 aunque sus ruinas presentan cierta cohesión espacial, García, 1990) • no exenta de irregularidades, como demuestran las Esta identificación está refrendada por una sen­ 12 paredes y casares existentes. tencia de 1565 y dos apeos de 1604 y 1650 • Según La tradición popular afirma que en este punto ellos, la mojonera del término de "San Pedro de Car­ hubo un pueblo cuya propiedad se extendía desde la deña" iba por El Vallejo de Lacio y atravesaba La raya con Ayoluengo en Duerna hasta La Cotorra y Loma de Lacio hasta alcanzar el cerro más alto de Espinosa. Estos terrenos suscitaron numerosos plei­ Lacio, a ojo de la ermita de La Magdalena, situada en tos entre Tablada y Ayoluengo hasta que finalmente término de Cemégula, al pie de La Dehesilla. La sen­ fueron desamortizados. En la venta judicial, Tablada tencia de 1565 recoge la advocación de su iglesia, se quedó con la propiedad del suelo a cambio de per­ dedicada a Nuestra Señora. mitir el pasto a los ganados loriegos. La prospección del lugar ha deparado el hallazgo de teja curva con improntas de yemas de dedos, frag­ 17. LA LASTRA mentos informes de hierro y escorias. También se han recogido cerámicas de paredes delgadas, pasta negra, A 1.250 m. al o~so de Ayoluengo se encuentra el elaboradas con tometa y provistas de los típicos des­ término de "El Crucero", dentro del cordal rocoso grasantes. Más esporádicos son los de pasta anaranja­ conocido por "La Lastra", asiento de un despoblado da fabricados a tomo. Asimismo han aparecido hue­ medieval denominado probablemente con este nom­ sos humanos antiguos, tal vez relacionables con algu­ bre. El emplazamiento, sito a 1.000 m. de altitud, se na necrópolis medieval. halla en la solana de una suave vaguada abierta en el páramo por el arroyo del Rebollar. El terreno se dedi­ ca a pasto, salvo el fondo del valle que sirve de culti­ 16. LACIO vo. Sus coordenadas coinciden con los 42º 44'47" de latitud norte y los Oº 11'43,, de longitud oeste. El A 2.275 m. al O de Cemégula se encuentra el tér­ despoblado ocupa una pequeña extensión con forma mino de "La Dehesilla'', también llamado "Lacio", irregular pero compacta aunque gran parte de sus asiento de un despoblado medieval conocido con esta materiales pétreos se han trasladado al pueblo que­ última denominación. El emplazamiento, sito a 1.066 dando sólo algunos montones de piedras. m. de altitud, se halla sobre la cima de un cerro con La tradición popular afirma que en este lugar vistas a la vega de Cemégula y próximo a Las Fuen­ hubo un pueblo (Martínez Díez, 1981ay1987), aun­ tes. El terreno está cubierto de carrascas que impiden que se ignora su nombre. La denominación actual el acceso y, por tanto, la delimitación del hábitat. Sus obedece a la existencia de un cruce de caminos y de coordenadas coinciden con los 42º 38'29" de latitud dos humilladeros, construcciones de planta cuadrada norte y los Oº Ol '40" de longitud este. de poco más de un metro de alto, uno arriba y otro La tradición popular no recuerda la existencia de abajo de La Lastra. En el siglo XVI, varios vecinos un pueblo situado en estos parajes y citado en los car­ de los pueblos loriegos conservaban este topónimo tularios. En el año 947 Bermuda Godestioz entregó al como apellido. monasterio de San Pedro de Cardeña su villa de El terreno de La Lastra perteneció a los propios de "Lacio" junto con sus antiguos términos comprendi­ Ayoluengo hasta que fue desamortizado en 1880. Se dos entre "Villa Cisterna", el camino de Castilla, el sabe que dentro de este término entraba La Vallejada de y la fuente Saúco, hidrónimo con­ de Las Tejeras y La Lastra del Crucero, donde tam­ servado en Quintanaloma como Torca Saúco. Este bién había tierras labrantías de particulares así como coto redondo se llamó posteriormente "Los Casares de la Vega" o "San Pedro de Cardeña", propio de los · concejos de Quintanaloma y Cemégula. Serrano 11 La Cabañuela dista 3.750 m. de La Dehesilla y 4.500 m. del (1910), basado en una escritura de 1173, ubicó esta manantial de Titierna o Tistierna. población al norte de la capital burgalesa, entre Villí• lZ ADB, Quintanaloma, Libro de Apeos, 1586, f º 45v- 50r y l 15v- mar, Sotopalacios, Celada de la Torre y , 116r. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 139

dos humilladeros o santuarios de ánimas que no se to ocupado por las ruinas del poblado permanece 13 incluyeron en la venta • inculto, aunque en otro tiempo fue aprovechado para la agricultura. Sin embargo, parte de los terrenos peri­ féricos siguen cultivándose. Sus coordenadas coinci­ 18. LAS LASTRAS den con los 42º 43 '25,, de latitud norte y los Oº 07'50"de longitud oeste. El despoblado ocupa dos A 2.250 m. al N-NE de Gredilla de Sedano se zonas: una grande de forma más o menos rectangular, encuentra el término de "Las Lastras", asiento de un al N-NO, y otra bastante más reducida, de aspecto despoblado medieval conocido actualmente por esta circular, al E, dominando el meandro del Rudrón, denominación aunque los apeos antiguos sólo men­ como demuestran los casares, paredes y moruecos cionan "La Lastra". Su emplazamiento, a 1.050 m. de actuales. altitud, se halla sobre la cima del páramo y en la par­ La tradición afirma que en este lugar hubo un pue­ te superior de su ladera meridional que delimitan la blos (Huidobro, 1923; Escagüés, 1949; Osaba, 1966; vaguada de El Llano y los vallejos del manantial de Martínez Díez, 1981 a y 1987; Cidad, 1988 by Mar­ La Pila y del Marojal. Al oeste de las ruinas está la tín Vico, 1995) de gran importancia ya que fue capi­ fuente de Quintana. La superficie ocupada por los tal de la zona y dio su nombre a la comarca de La vestigios del poblado está abandonada al monte aun­ Lora. Cuenta la leyenda que, poco antes de desapare­ que hace algunas décadas se cultivaba. Sus coordena­ cer como poblado, quedó solamente una vieja. Esta das coinciden con los 42º 44'18" de latitud norte y acudió a Tablada con el fin de solicitar su amparo, los Oº 01 '08" de longitud oeste. El despoblado ocupa pero al serle denegado se dirigió al alto que hay fren­ una extensión mediana que adopta una forma irregu­ te a Tubilla. Contra lo esperado, los vecinos no la lar de aspecto compacto como demuestran los casares acogieron, de modo que se acercó a El Barco, encima actuales. de Covanera, y desde allí pidió que la recibieran La tradición popular ha situado en este punto un como vecina a lo que el concejo accedió. Según Hui­ pueblo sin añadir otros detalles (Martínez Díez, 1981 dobro, esta vieja fundó en el siglo XVI una memoria a y 1987 y Gutiérrez, 1991 y 1997). En el siglo XIX piadosa para celebrar en la iglesia de Covanera. Esta se descubrieron en la ladera occidental, junto a la afirmación resulta cuando menos sospechosa a tenor fuente de Quintana, unos sepulcros y un juego de de la documentación existente ya que el archivo bolillos de oro atribuidos a la época romana (Huido­ parroquial carece de la mencionada fundación. Por bro, 1956; Osaba, 1964 y Bohígas, Campillo y Chu­ otro lado, es más probable su vinculación a Tablada rruca, 1984) y que nosotros juzgamos medievales dado que su terreno pasó a ser propiedad suya y (Campillo, 1995). varios de sus vecinos llevaron el apellido De Lora. La prospección de su superficie ha deparado el A pesar de su gran extensión y presunta importan­ hallazgo de grandes piedras labradas, tejas curvas de cia, las fuentes diplomáticas no la mencionan nunca. color amarillento y rojizo, un fragmento de una En cambio, Huidobro (1923 y 1929 b) ubicó en este pequeña pieza de lagar de 38 cm. de diámetro y 12 de paraje un campamento militar romano, restos de grosor, una pila de piedra calcárea, muy deleznable y población y caminos antiguos, acaso de aquella mis­ tallada a cincel, que mide 70 cm. de largo por 4 7 de ma época (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984 y ancho máximo, alguna escoria y un fragmento de Campillo, 1985). Es probable que la iglesia de Lora borde de cuello recto elaborado a tomo con pasta de estuviese bajo la advocación de San Asenjo dado que color grisáceo y superficies claras provistas de des­ en 1483 se cita este topónimo (Cidad, 1977), donde el grasantes medianos. obispo burgense poseía una tierra (Huidobro, 1952). Martín Vico (1995), deudor de la carta arqueológica, 19. LORA califica este asentamiento de "castro" y lo considera como un "nudo vial de gran importancia", afirmacio­ A 2.000 m. al E de Tablada del Rudrón se encuen­ nes difíciles de sostener. tra el término de "Lora", asiento de un despoblado La cerámica recogida se reduce a escasos frag­ medieval conocido actualmente por este nombre. Su mentos torneados de pasta rojiza y carentes de deco­ emplazamiento, sito a 988 m. de altitud, escoge dos ración junto con algunos vidriados. Sin embargo, la eminencias del páramo, con vistas al valle del teja es abundante encima de la fuente de La Tejera, Rudrón, y separadas por una profunda vaguada don­ donde funcionó una tejera hasta el siglo XX, propie­ de surgen las fuentes de La Tejera y Drada. El ámbi- dad de Tablada, Covanera y Tubilla. Mayor interés revisten un pozo de planta circular fabricado con pie­ dra y otra estructura contigua a modo de embocadu­ 13 AHPB, prot. 3903 (1883), f' 133r-139v; Cidad, 1988 a y Expe­ ra, ambas llenas de barro. dientes de Hacienda, Leg. 48, nº 17, 19 y 26. 140 JACINTO CAMPILLO CUEVA

20.ELLLANO fue asiento de un despoblado medieval llamado hoy "Marivueblo", probablemente corrupción de "Mari­ A 1.500 m. al N de Gredilla de Sedano se halla el campo", conservado como apellido en el siglo XVI término de "El Llano" o "Los Llanos", asiento de un en habitantes de Sedano y Quintanaloma. Su empla­ despoblado medieval conocido actualmente por "El zamiento, situado a 920 m. de altitud, se halla en la Llano". Su emplazamiento, situado a 1.052 m. de parte baja de la solana del valle abierto por el arroyo altura, ocupa la cima de un cerro alargado, desgajado de la Canaleja, a 150 m. al N-NO del manantial de del páramo y delimitado por una vaguada y por los Fuentelavega. Aunque el lugar donde aparecen las valles de los arroyos de Vallejo y Cubillas o de Fuen­ ruinas está parcialmente aterrazado, la inclinación no te Remando. La superficie donde aparecen sus ruinas permite el cultivo, de ahí que se reserve para pastos. se halla ería desde que a mediados de siglo se dejó de Sus coordenadas coinciden con los 42º 40'25,, de cultivar. Sus coordenadas coinciden con los 42º latitud norte y los Oº 02'35" de longitud oeste. El 43'50" de latitud norte y los Oº 01'11" de longitud despoblado ocupa una reducida extensión que dibuja oeste. El despoblado ocupa una gran extensión super­ una forma irregular tendente al círculo en virtud de ficial, aunque de forma un tanto laxa como demues­ las características del terreno y la disposición de los tran las paredes conservadas. casares existentes. La tradición popular afirma que en este punto La tradición popular afirrna que en este lugar hubo hubo un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987) cuya un pueblo (Martínez Díez, 1981ay1987 y Gutiérrez, denominación no debió ser la actual dada su vacila­ 1991 y 1997) y un "convento" que, a juicio de éste ción entre "El Llano", "Llanos" y "Los Llanos" y el último pudo estar bajo la advocación de Santa María topónimo de "El Castro", reservado para sus laderas y pertenecer a los templarios o cluniacenses. Sin donde surgen varias fuentes ( Sofuentes, Castro, ... ). duda, estas elucubraciones se basan en el topónimo La leyenda refiere que el emplazamiento fue habitado reciente de Maripueblo y en el descubrimiento de una por los moros, esto explicaría la existencia, en el necrópolis medieval próxima (Gutiérrez, 1991 y 1997 roquedo meridional, de una cavidad denominada y Campillo, 1995). 14 "Cueva de los Moros". Sin embargo, su antigüedad El topónimo más antiguo es el referido en 1753 • debió ser mayor a juzgar por los datos avanzados por Entonces Pedro Díez Gallo llevaba un cuarto del tér­ Huidobro (1929 by 1956), González (1950 y 1953), mino redondo que llamaban Monasteruelo propio del Ibero (1955), Osaba (1964 y 1968-72) y Bohígas, Marqués de Aguilar, mientras que los pastos pertene­ Campillo y Churruca (1984). cían a al villa de Sedano. El mismo marquesado pose­ 15 Según éstos, los pueblos celtas escogieron este ía en 1731 un colmenar en dicho término • En 1648, punto para fundar un castro, posteriormente romani­ el concejo de Sedano, con el fin de salir de sus aprie­ zado, que en ocasiones se ha identificado con un cam­ tos económicos, acordó con los vecinos de Masa la pamento militar romano y con la ciudad cántabra de explotación de la broza, hacina, brezos, aulagas y 16 Moroica. Prueba de su importancia serían los sílex espinos de este término por espacio de un año • Es tallados, los restos de fortificaciones antiguas, los probable que dependiera del despoblado la ermita de objetos de bronce de época "ibérica", un prótomo de San Pelayo (Campillo, 1995) dado que en el Catastro toro romano así como molinos manuales, cerámica y de Masa17 un vecino poseía un matorral de leña en El monedas de cobre y plata de César Augusto y Nerón. Brezal de San Pelayo, término comunero de la villa De aquí procede un molino circular de mano y de Sedano y Masa, aunque por entonces estaba erío. varias monedas de vellón ilegibles, conservados en el Muchos de sus sillares han sido reutilizados en la pueblo. La cerámica se reduce a algunos fragmentos construcción de un colmenar próximo que, según la atípicos de pasta negra con abundante desgrasante de leyenda, sirvió de leprosería. A los pies del despobla­ mica y cuarzo al parecer elaborados a tomo bajo. do, hacia el este, se descubrió hace bastantes años una Otros, en cambio, son de pasta oscura pero con super­ tumba con su correspondiente esqueleto. ficies de color anaranjado o claro, también provistos de desgrasantes. Junto a este lote hay fragmentos de pasta anaranjada muy decantada pero muy deslava­ 22. LAS PEÑILLAS das, todos ellos fabricados a tomo. A 800 m. al S de Valdelateja se encuentra el tér-

21. MONASTERUELO 14 ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Sedano, nº 1948 y 1949. A 4.750 m. al SE de Sedano se encuentra el tér­ ¡; AHPB, prot. 3828/2, f º 27r-28v. mino de "Fuentelavega", también llamado "Monaste­ 16 AHPB, prot 3820/l (1648), f º 123r-124v. ruelo", que según referencias obtenidas en Sedano 17 ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Masanº 1041, fº 4llr. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 141

mino de "Los Casares" o "Espeñillas'', corrupción por lo que decidió solicitar la vecindad en Tablada. del topónimo antiguo "Las Peñillas", asiento del des­ Cuando estuvo encima de la peña de San Pedro voceó poblado medieval de este nombre. Su emplazamien­ para manifestar su deseo. Al punto, el concejo tabla­ to, sito a 830 m. de altitud, se halla en el rellano exis­ deño determinó recogerla. Por este motivo, el térmi­ tente al pie del páramo de La Loma, sobre el río no que dependía de La Pila, que llegaba hasta Valde­ Rudrón. Parte de su superficie aún se dedica al culti­ viñas y Edrada, se incorporó al de Tablada. La iglesia vo, pero sus casares permanecen incultos así como la del lugar, según algunos, se halló en la ladera opues­ parte más baja que, debido a los afloramientos roco­ ta de la vaguada, donde hay un casar. En una esquina sos, es improductiva. Sus coordenadas coinciden con del mismo se conservarían parte de sus cimientos. los 42º 46'02" de latitud norte y los Oº 05'00" de En su superficie se han descubierto escorias, cris­ longitud oeste. El despoblado ocupa una extensión tales planos traslúcidos y cerámica. Los fragmentos pequeña, de forma irregular, pero bastante compacta más representativos están fabricados con pasta negra como demuestran los casares y paredes. provista de abundante desgrasante de mica y cuarzo, La tradición popular afirma que en este lugar hubo la mayoría de paredes delgadas, salvo dos que pre­ un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987), primer sentan un grosor similar a los grandes recipientes de asentamiento de Valdelateja, que, debido a la falta de cocina romanos. Todos ellos están elaborados con agua, fue abandonado en beneficio de Siero. Según tomo bajo. Hay que destacar un borde redondeado y referencias, al arar esta zona se descubrieron tejas y un fragmento decorado con un mamelón ovalado y en sus proximidades existió una ermita, quizá dedica­ puntiagudo (Fig. 2, nº 15). Más modernos deben con­ da a San Martín. siderarse algunos fragmentos vidriados, en especial La prospección del terreno ha permitido constatar uno provisto de una perforación circular. la presencia de grandes piedras colocadas "in situ", sin duda pertenecientes a cimentaciones. En la peri­ feria del poblado se han hallado varios fragmentos de 24. POBLADOR cerámica de color negro y con abundante desgrasante de mica y cuarzo. Todos ellos son trozos elaborados a A 600 m. al SO de Cubillo del Butrón se encuen­ tomo bajo. Cabe destacar un fondo plano pertene­ tra el término de "Poblador", asiento de un posible ciente a una vasija grande, dos bordes vueltos y despoblado medieval conocido actualmente por este engrosados provisto de una línea incisa en su cone­ nombre. Su emplazamiento, sito a 920 m. de altitud, xión con el cuello y un fragmento decorado con una se halla en el arranque de las laderas de un vallejo tosca digitación (Fig. 2, nº 13 y 14). abierto al oeste por el arroyo de Santa Justa, cerca de la fuente de Poblador. El fondo del valle permanece cultivado, pero las vertientes se han abandonado al 23. LA PILA monte. Sus coordenadas coinciden con los 42º 47'50" de latitud norte y los Oº 00'38" de longitud oeste. El A 1.250 m. al N-NE de Tablada del Rudrón se despoblado fragmentado en dos núcleos ocupa una halla el término de "La Pila", asentamiento de un pequeña extensión, con forma irregular como despoblado medieval conocido hoy día por este mis­ demuestran moruecos, paredes de contención y corral mo nombre. Su emplazamiento, a 990 m. de altitud, conservados. se encuentra en la solana de una pequeña vaguada La tradición popular afirma que en este lugar hubo abierta en el páramo y delimitada por dos vallejuelos un pueblo, confirmado por la piedra labrada del corral que confluyen en la fuente de La Pila. El terreno ocu­ de Santa Justa. Además, la leyenda sostiene que los pado por las ruinas permanece inculto, aunque anta­ habitantes de Poblador entraban a la iglesia parroquial ño fue aprovechado con fines agrícolas, no así parte de Santa María por la puerta occidental del pórtico de su periferia que ha sido roturada. Sus coordenadas mientras que los de Cubillo ingresaban por la opuesta. geográficas coinciden con los 42º 44'31" de latitud La prospección, sin embargo, no ha deparado norte y los Oº 08'30" de longitud oeste. El despobla­ hallazgos, dado que gran parte de su superficie está do ocupa una extensión mediana que configura una cubierta de robles, salvo en las zonas aradas donde forma compacta más o menos cuadrada como hay restos de teja y algún fragmento de cerámica gri­ demuestran los casares y paredes existentes. sácea lisa elaborada a tomo y provista de los típicos Según la tradición, en este pago existió un pueblo des grasantes. (Martínez Díez, 1981 a y 1987) cuya última morado­ ra fue una vieja apodada "La Carraspa". Al final de su vida se dirigió hacia San Felices y desde el alto 25. QUINTANA DE BAÑUELOS pidió a sus habitantes que la acogieran como vecina, pero aquellos la tildaron de "bruja" y "carraspeña" A 1.800 m. al SE de Bañuelos del Rudrón se 142 JACINTO CAMPILLO CUEVA

18 encuentra el término de "La Ermita", asiento de un Osaba, 1966) • En 1237, Femando III añadió a las despoblado medieval denominado "Quintana", según propiedades que ya tenía el monasterio de Santa los apeos antiguos. Su emplazamiento, a 1.008 m. de María de Rioseco, entre otros lugares, Quintana altitud, se halla situado sobre una amplia explanada Mayor con todos sus términos y pertenencias (García del páramo y sobre la ladera meridional que da vistas Sáinz de Baranda. 1961). al barranco del Monte, cerca de las fuentes de La La identificación de Pozo Rubio con Cabarrosa Lancha y Hontañón. La superficie ocupada por las nos la proporcionan una sentencia en 1565 y los ape­ 19 ruinas, antaño cultivada, se ha abandonado, salvo os de 1604 y 1650 • En el primer caso se cita un algunas zonas periféricas que se han roturado. Sus mojón cerca de Pila Vieja, encima del sendero que iba coordenadas coinciden con los 42º 41 '10" de latitud a "Quintana Cabarrosa" y la mojonera seguía ade­ norte y los Oº 09 '21" de longitud oeste. El despobla­ lante por todo el contorno de "Quintana Cabarrosa". do ocupa una gran extensión cuya forma adquiere un En el segundo caso se menciona un mojón encima de aspecto irregular, aunque compacto, como demues­ los corrales de "Caparrosa", cerca de Pila Vieja y tran las paredes y casares. más significativamente, en "Pozo Rubio" junto a la La tradición popular afirma que en este lugar hubo carrera que estaba hacia "Quintana Caparrosa" que un pueblo denominado por Martínez Díez ( 1981 a y se llamaba "Los Corrales de Por;o Rubyo", pegando 1987) y Cidad (1988 b) "La Pililla". Sin embargo, los al mojón de la propiedad de Quintanaloma. En parte, apeos antiguos llaman a este pago "Páramo de la este término estaba dentro del coto redondo de San Quintana", hoy olvidado. Su parroquia estuvo dedi­ Pedro de Cardeña que era propio de los concejos de cada a San Saturnino, pero se transformó, tras su des­ Cemégula y Quintanaloma. población, en ermita, la ermita de Quintana, sita jun­ En 1691 se suscitó un pleito entre Quintanaloma y to al camino de Bañuelos a Tablada. Según la leyen­ el monasterio de Santa María de Rioseco de la granja da, la pila bautismal románica existente en la iglesia de Quintanajuar por el término de "La Vega" o "San de San Esteban procedería de aquí. Algo más al NO Pedro de Cardeña", comunero de Quintanaloma, está La Hoya de San Vitares, dentro de cuyo ámbito Cemégula, Quintanajuar y sus granjas de Monte hubo una ermita con la misma advocación. De Espinoso y La Cabañuela. El usufructo de que goza­ momento, este asentamiento no debe calificarse de ba Quintanaloma se traducía en el pago de cierto tri­ 20 castro pese a la afirmación realizada por Martín Vico buto al convento de San Pedro de Cardeña • En 1378 (1995). el ganado de Poza se entrometió en Pozo Rubio, pro­ De este yacimiento proceden dos piezas de lagar piedad del monasterio de Rioseco, quien ganó una elaboradas en piedra rojiza del país, tejas y un anillo sentencia contra el transgresor (Pérez Embid, 1986). de plata (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984) así Según García Sáinz de Baranda (1961), el monasterio como un fragmento de molino de mano. tenía alcance en el término de San Pedro de Cardeña con todos sus ganados y granjeros amén de que estos últimos y los criados podían coger cargas de leña de 26. QUINTANA MAYOR carrasco. En 188121 se subastaron los bienes de pro­ pios que poseía el concejo de Quintanaloma en Pozo A 3.000 m. al N-NO de Cemégula se encuentra el Rubio tasados en 50 pts. término de "Los Corrales de Pozo Rubio", asiento del El vallado del terreno para su aprovechamiento despoblado medieval denominado "Quintana Mayor" como coto de caza impide el acceso al mismo. o "Cabarrosa". Su emplazamiento, sito a 1.025 m. de altitud, se halla sobre un suave alomamiento abierto en la hondonada del páramo y cerca de La Pila Vieja 27. QUINTANAMONTÁN y Pozo Rubio. El terreno se ha dedicado tradicional­ mente al pasto, aunque es probable que sus casares A 1.150 m. al S de Moradillo de Sedano se fueran cultivados. Sus coordenadas coinciden con los encuentra el término de "Las Cruces", asiento de un 42º 39'45" de latitud norte y los Oº 02'25" de longi­ despoblado medieval cuya primitiva denominación tud este. El despoblado ocupa una extensión pequeña y de forma un tanto irregular como demuestran las " Martínez Díez ha identificado Cabarrosa con el término de paredes y casares conservados. "Casares" en Cemégula, ya próximo a la raya con . La tradición popular afirma que en este lugar hubo 19 ADB, Quintanaloma, Libro de Apeos 1586, f" 61 v, 117r y 124r. un pueblo que hoy se denomina "Pozo Rubio" (Mar­ 20 ADB, Quintanaloma, pleito de 1691. Según el Catastro del Mar­ tínez Díez, 1980) pero el nombre verdadero fue Quin­ qués de la Ensenada (ADPB, Quintanaloma, nº 1470 y 1471) el tana Mayor, aunque vulgarmente también se solía lla­ concejo de este lugar pagaba el monasterio de San Pedro de Car­ deña l lrs y 24 mrs. de infurción perpetua por gozar de este tér­ mar Cabarrosa según un documento fechado en 1186 mino redondo para pasto del ganado. (López Mata, 1950; García Sáinz de Baranda, 1961 y 21 AHPB, prot. 3880/1 (1881), fO 29r - 34v. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 143

debió ser "Quintana" ya que en 1706 se nombra "una el Cid a Jimena recoge ciertas porciones en "Quinta­ tierra en la Loma de Quintana, donde llaman Las na Montane", Moradillo, etc ... ( Menéndez Pidal, Cruces". Esta misma denominación aparece en el 1969; Garrido, 1983 y Martín Vico, 1995). Poco des­ Catastro de Ensenada junto con "Los Corrales de pués, en 1099, Elvira Hannec donó al obispo de Bur­ Quintana Yermo" o "Quintana Yerba", alusivo a su gos un solar con sus divisas en "Quintanamontán" despoblación. Su emplazamiento, sito a 1.003 m. de además de otros en Sedano, Lagos y Fontanares altitud, se halla en un retazo de la paramera delimita­ (Serrano, 1936; Menéndez Pidal, 1969 y Garrido, do por el arroyo del Pardo y el barranco de Hontani­ 1983). La siguiente mención data de 1182 cuando llas, cerca de las fuentes de Hontobada y Vallejo. Su Ordoño Pérez vendió al obispo burgense Marino par­ superficie se aprovechó para la agricultura hasta que te de su heredad de Valdetobes, estando presente a mediados de siglo se dejó para pasto. Sus coorde­ Pelagius de Quintanamontán (Garrido, 1983). En el nadas coinciden con los 42º 41 '30" de latitud norte y siglo XIII se cita en varias ventas realizadas en 1242, los Oº 00'58" de longitud oeste. El despoblado forma 1244 y 1250 junto a poblaciones como Pesadas, El dos núcleos: el de mayor extensión está en "Las Cru­ Cuerno y Moradillo (Rodríguez López, 1907; Lizo­ ces" y el más pequeño en "Codonales". Ambos pre­ áin, 1985 y Lizoáin y García, 1988). En 1266, el abad sentan un aspecto compacto pese a su forma irregular de Oña dio a Diego de Quintanajuar y a su mujer como lo demuestran los casares y paredes existentes. Mari García de Quintanamontán un huerto en Padro­ La tradición popular afirma que en este lugar hubo nes (Álamo, 1950). Es probable que "Quintana un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Gutiérrez, Moca", recogida en el Becerro de Behetrías, sea una 1991 y 1997) donde se dice que habitaron los moros. cacografía por Quintana Montán, aunque todos los Según algunos, "Codonales" sería un barrio de "Las autores la hayan identificado con Quintanaloma Cruces", aunque otros sugieren que se trataba de dos (Menéndez Pidal, 1969; Martínez Díez, 1981 b y pueblos diferentes. Los labradores, en las labores de Álvarez Borge, 1987). arada, han descubierto piedra labrada, poyos, ruedas de lagar, quicios y teja curva de color rojizo. La pros­ pección de su superficie ha permitido localizar algún 28. QUINTANA DE VALDEAJOS fragmento de teja antigua y varios trozos de cerámica torneada de color anaranjado en el interior y grisáceo A 3.000 m. al O de Valdeajos se encuentra el tér­ al exterior con desgrasantes de cuarzo. Más llamati­ mino de "Quintana", asiento de un despoblado vas son las piedras provistas de oquedades, algunas medieval conocido con este nombre, aunque Madoz conservadas en Moradillo de Sedano, otras aún en el (1846) lo denomina "Quintana de Altaniva" (sic), por yacimiento. Entre estas está un bloque de 88 x 46 x "Quintana de Altarriba". El emplazamiento, sito a 30 cm. que porta un rebaje tallado sobre cuya super­ 1.000 m. de altitud, se halla sobre un estrecho colla­ ficie se ha abierto un canal y una perforación circular do existente entre dos alturas del páramo, no lejos de de 7 cm. de profundidad. Una segunda pieza, de la fuente de Quintana. La superficie está en gran menor tamaño, presenta un rebajo rectangular con medida cultivada, con excepción de los sectores peri­ una estría y, por el otro lado, un canal longitudinal. féricos. Sus coordenadas coinciden con los 42º Tradicionalmente, el poblado de Quintanamontán 44'34" de latitud norte y los Oº 15'48" de longitud de las fuentes escritas se ha identificado con Quinta­ oeste. El despoblado ocupa una extensión pequeña y naloma (Menéndez Pidal, 1969; López Mata, 1957; de forma imprecisable como demuestran las paredes Osaba, 1966; Martínez Díez, 1981 a y b y 1987 y y montones de piedras apiladas. Lizoáin, 1985), aunque muy probablemente coincida La tradición popular afirma que en este lugar hubo con Las Cruces dado que todavía en 1392 Quintana­ un pueblo (Madoz, 1846; Osaba, 1966; Martínez loma se denominaba simplemente Quintana (García Díez, 1981ay1987; Cidad, 1987 y 1988 by García Aragón, 1985) hasta su unión a Loma. Desde enton­ Rámila, 1984). Además, Osaba (1966) asegura que su ces se llamó Quintana de Loma. Además, el empla­ iglesia estuvo dedicada a San Román, sin duda moti­ zamiento de Las Cruces guarda más relación con la vado por una errónea interpretación del Madoz. Para montaña que Quintanaloma, asentada en una valleja­ Cidad (1988 b), en cambio, estaría bajo la advocación da22. de San Juan, término conservado a 1 Km. al NE del En 1068 Aznar Sánchez y su mujer Guntroda eran despoblado, y por lo tanto difícilmente relacionables dueños de algunas posesiones sitas en "Quintana a no ser como ermita dependiente de su iglesia. Tam­ Montane" (Serrano, 1930; Ubierto, 1976 y Martín poco es probable que perduraran sus ruinas en 1795 Vico, 1995). En 1074, la carta de arras otorgada por ya que la piedra reutilizada para la reparación de la espadaña de la parroquial de San Cristóbal procedía de la ermita de San Juan y no de la ermita de Barrio 22 Sólo García Rámila (1984) dice que este lugar ha desaparecido. como afirma Cidad (1988 b). Este autor (Cidad, 144 JACINTO CAMPILLO CUEVA

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Fig. 3. Cerámica medieval de Quintana de V:~'d"' ea1os.. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 145

1987), basado en un apeo de los bienes parroquiales alto. Aparte deben mencionarse aquellos fragmentos de Barrio-Panizares realizado en 1562, sostiene que de paredes muy gruesas y pastas apenas decantadas, por entonces existía el despoblado de "Quintana" con con muchas y notables partículas micáceas y algo de su iglesia de San Juan. El dato es a todas luces falso cuarzo, relacionables con la cerámica común romana ya que Huidobro (1952) no se refiere a él en los seño­ de cocina. En este grupo predomina la cerámica lisa, ríos de los prelados burgaleses de 1511. Según una aunque se documentan algunos fragmentos decora­ sentencia arbitraria de 1547, los pastos, rozas, aguas, dos con estrías horizontales y paralelas de trazado diezmos y alcabalas del término de San Juan eran fino o algo profundo (Fig. 5, nº 3, 5 y 6). Los fondos comunes a Barrio-Panizares y Valdeajos. Sin embar­ son invariablemente planos y los bordes redondeados go, en el siglo XVIII, los vecinos de este último se y vueltos. En último término están las cerámicas habían propasado a rozar la leña y a roturar ejidos y vidriadas en tonos verdosos o amarillentos. 23 baldíos • En cambio, el término de Quintana no era comunero pues, incluso las fincas situadas en terreno de Barrio-Panizares, pertenecían a sus explotadores, 29. SAN FELICES 24 casi siempre vecinos de Valdeajos • Los labradores han encontrado varias puntas de A 2.500 m. al N de Moradillo de Sedano se hierro en los prados de Quintana y un as, al parecer encuentra el término de "Saelices", también denomi­ de Claudia, que no hemos podido ver. nado popularmente "Sailices" o "Seslices", asiento de La prospección del lugar ha deparado abundantes un despoblado medieval conocido con el nombre de vestigios arqueológicos como son teja curva roja, afi­ "San Felices". Su emplazamiento, a 960 m. de alti­ laderas, molino de mano, trozos informes de hierro, tud, se halla en una suave ladera dentro del vallejo escorias así como piedra labrada y huesos de anima­ abierto por el arroyo del Valle y cerca de una fuente. les. Sin embargo, los restos más importantes corres­ El terreno se ha abandonado al monte, aunque fue ponden a la cerámica. De momento, los fragmentos cultivado hasta mediados del siglo XX. Sus coorde­ más abundantes pertenecen a pastas muy decantadas, nadas coinciden con los 42º 43'28" de latitud norte y de color anaranjado o claro, esporádicamente con el los Oº 00'10" de longitud oeste. El despoblado ocupa interior grisáceo, de grosor pequeño o mediano y ela­ una extensión pequeña, de forma un tanto irregular boradas a tomo. La mayoría son lisas, predominando como demuestran los casares y paredes existentes. entre las decoradas las pintadas y luego las estriadas, La tradición popular afirma que en este lugar hubo Entre las primeras, existen temas muy variados a base un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Gutiérrez, de la combinación de trazos verticales, horizontales u 1991 y 1997). El término de San Felices constituía un oblicuos, siempre paralelos, en tonos vinosos, u oca­ término redondo propiedad del marquesado de Agui­ sionalmente ocres, que se disponen en cuello, panza lar de Campoo y del concejo de Moradillo. Asimis­ y asas. En varios casos formaban frisos metopados. mo, los marqueses eran dueños de un pedazo del Más raras son las ondas y reticulados (Fig. 2, nº 16- paraje de Saelices que en 1713 estaba dividido en 25 19, Fig. 3, nº 1-14 y Fig. 4, nº 1-4). Entre las estria­ heredades arrendadas a vecinos del lugar • En virtud das predominan las estrías horizontales y paralelas de de una provisión ganada en 1678 por Francisca Fer­ trazado algo amplio y bastante superficial con resalte nández Manrique, los vecinos de Moradillo estaban intermedio y los dibujos similares pero de gran finu­ obligados a satisfacer ciertos pagos a sus dueños. Sin ra y muy próximos entre sí (Fig. 4, nº 9 y 11-16 y Fig. embargo, aquéllos no siempre lo reconocieron, de ahí 5, nº 2-3 y 5-8). Menos comparecencia tienen las inci­ que surgieran pleitos entre las partes. Desde tiempo sas a base de ondas y líneas (Fig. 4, nº 5 y 6 y Fig. 5, inmemorial los marqueses recibían del concejo 3 nº 1, 4 y 9) o las perforadas o con punciones (Fig. 4, fanegas y 9 celemines de trigo álaga, 6 fanegas y 3 nº 8 y 10) y las acanaladas (Fig. 4, nº 7). El tipo de celemines de cebada y 32 mrs. en dinero. Para hacer­ fondos documentados son invariablemente planos y les más llevadera esta carga, el marqués les dio el uso, las asas acintadas o redondeadas bien lisas, bien pin­ goce y aprovechamiento del término y pastos del coto tada. Los bordes son redondeados y vueltos. redondo titulado de Saelices o Santelices, situado en En segundo lugar está la cerámica de pasta gris­ jurisdicción de Moradillo, pero limítrofe con Gredi­ negruzca con desgrasantes de mica y cuarzo que tie­ lla, que pertenecía en pleno dominio y propiedad al ne paredes medianas y está fabricada a tomo bajo o marquesado. Además, les dejó labrar en él 2 fanegas 26 de sembradura • La situación de este pago entre Moradillo y Gredilla suscitó varios pleitos, sobre todo

23 AHPB, prot. 9797/3 (1787), fº 14r-15v y prot. 3828/2 (1731), f º 701 r y v. 24 ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Barrio-Panizares, 25 AHPB, Judicial, nº 781, f º 33r. nº 241. 26 AHPB, prot. 3884 (1852), fº 280r-282v. 146 JACINTO CAMPILLO CUEVA

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Fig. 4. Cerámica medieval de Quintana de Valdeajos. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 147

en razón del aprovechamiento de hierbas y aguas que La tradición popular no es unánime a la hora de 21 en 1827 se resolvieron en favor de Moradillo • ubicar en este lugar un pueblo, pero tanto la aparición La prospección del lugar ha deparado el hallazgo de paredes como el descubrimiento de teja en las de una afiladera, al parecer en forma de hacha, elabo­ labores de arada o la conservación de la ermita de rada en piedra de Huidobro. San Mamés parecen ratificarlo. Además, Doña San­ cha Díez donó en 1160 al abad de San Cristóbal de Ibeas los bienes que poseía en varios lugares de la 30. SAN FLORENCIO comarca entre los cuales estaban los de Covanera, Tubilla y "Sancto Mamete" (Cidad, 1978 y 1988 b). A 2.000 m. al E de Huidobro se encuentra el tér­ Todavía en 1511 el obispado de Burgos era propieta­ mino de "San Llorente", asiento de un despoblado rio de una tierra en San Mamés de Covanera (Huido­ medieval conocido por el nombre de "San Floren­ bro, 1952). cia". Su emplazamiento, sito a 1.020 m. de altitud, se Según la leyenda popular, en este paraje estaba La halla en una ladera de la hoya de Huidobro, en tomo Cueva del Moro, cuyas paredes exhibían "escudos" al manantial de San Llorente. El terreno se ha dedica­ de los moros grabados. Dentro de ella, un pastor do a pasto, aunque ocasionalmente también sirvió encontró la imagen de San Mamés apodada "El San­ para el cultivo. Sus coordenadas coinciden con los tillo", que aún se venera en su ermita. 42º 45'36" de latitud norte y los Oº 01 '02" de longi­ La prospección del terreno no ha deparado ningún tud este. El despoblado ocupa una extensión pequeña material arqueológico, salvo teja. y de forma irregular según se desprende de la distri­ bución de las paredes y moruecos existentes. No se conserva ninguna referencia oral sobre el 32. SAN MARTÍN DE ESCALADA despoblado, aunque en 1222 Femando III donó al monasterio de las Huelgas el pueblo de Castrillo que A 500 m. al S-SE de Quintanilla-Escalada se estaba situado en el Butrón, entre Villalba, Pesadas, encuentra el término de "La Abadía", asiento del Villaescusa del Butrón y "Sanctum Florencum" despoblado medieval de "San Martín de Escalada". (Rodríguez López, 1907; López Mata, 1957; Lizoáin, Su emplazamiento, sito a 700 m. de altitud, se halla 1985 y Martín Vico, 1995). dentro del valle del Ebro, en la solana de Peña Según una sentencia de 1352, el monasterio de Mayor, zona de abundantes manantiales. Las partes San Martín de Escalada poseía la iglesia de San Llo­ más bajas y aterrazadas del hábitat han sido cultiva­ rente de Villaescusa del Butrón (Huidobro, 1957). La das hasta nuestro siglo, pero en la actualidad la tradición cuenta que aquí hubo una ermita con esta mayoría permanecen incultas o alteradas por la advocación que perteneció al circuito de Huidobro, construcción de la estación de carga del petróleo y la pero no se cita nunca en los libros parroquiales de carretera. Sus coordenadas coinciden con los 42º este pueblo ni en los de Villaescusa. 4 7 '45" de latitud norte y los Oº 05 '08,, de longitud oeste. El despoblado ocupa una extensión mediana, de forma irregular, como demuestran las paredes y 31. SAN MAMÉS casares conservados. La tradición popular afirma que en este punto A 1.800 m. al SE de Covanera se encuentra el tér­ hubo un pueblo (Osaba, 1966; Martínez Díez, 1981 a mino de "El Santo" o "San Mamés", probable asenta­ y 1987 y Cidad, Diario de Burgos, 1988 c) cuyo case­ miento de un despoblado medieval conocido con el río se encontraba debajo de un gran arco rocoso que nombre de "San Mamés". Su emplazamiento, situado existía entre la Peña Mayor y otro alto situado más el a 720 m. de altitud, se halla en un amplio aterraza­ este. El derrumbamiento de este puente natural sepul­ miento existente en la margen izquierda del río Mora­ tó el pueblo. Se cuenta que también hubo una abadía, dillo, a la altura del vallejo de Valdeménez y junto a sita un poco más abajo, en la estación de carga del Fuente Fría. El terreno se ha dedicado tradicional­ petróleo. La leyenda recuerda un general que descen­ mente a la agricultura pero hoy permanece erío. Sus día de Masa cuyo hijo estaba empeñado en estudiar coordenadas coinciden con los 42º 43 '32" de latitud en este convento, pero él intentó desengañarle adu­ norte y los Oº 05'38" de longitud oeste. El despobla­ ciendo que tenía el presentimiento de que allí halla­ do ocupa una extensión pequeña, con forma irregular ría la muerte. No obstante, el joven no accedió a sus y adaptándose a la embocadura del vallejo como requerimientos e ingresó en el cenobio. Al poco demuestran las paredes existentes. tiempo de llegar, fue emparedado y, como si lo hubie­ ra presentido, el padre acudió al lugar y descubrió el 27 AHPB, prot. 3857 (1826), fº 91r-92v, 130r-131v y 250r-25lr y emparedamiento. Como represalia ordenó prender prot. 3858 (1827), fº 368r-369v y 3899 (1877), fº 122v. fuego al convento con todos los frailes dentro. 148 JACINTO CAMPILLO CUEVA

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Fig. 5. Cerámica medieval de Quintana de Valdeajos (1-9), Valdegómez (10-13), Villafria (14-18) y Siero (19-23). LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 149

Según una copia del siglo XIII (Pérez de Urbel, allí a misa por ser el único templo con pila. Sin 1945) en el año 721 ó 763 Femando y su mujer Godi­ embargo, al erigirse la de San Román, la abadía per­ na hicieron testamento. En el mismo se menciona al dió su primitiva importancia reduciéndose a un sim­ abad Roldán y a sus compañeros, recompensados por ple camposanto (Madoz, 1849). A raíz de la desa­ el matrimonio con la entrega de un coto redondo por mortización eclesiástica el terreno de La Abadía fue el establecimiento del monasterio de San Martín de adquirido a la Nación por los vecinos de Quintanilla­ 30 Escalada. Huidobro (1957), basado en Argáiz (1661), Escalada y repartido en lotes • atribuyó la fundación de esta colegiata al conde Fer­ En la actualidad, se conservan "in situ" algunos nando Negro, al parecer durante el reinado de Alfon­ cimientos del edificio así como tres basas y fragmen­ so II el Casto (789-842). Según el mismo autor, poco tos de fustes lisos. Algunas piezas se han reaprove­ después entró en decadencia hasta que en 1076 fue chado en la ermita de San Roque (capitel historiado) reconstruida por los condes de Bureba, sucesores de y en una casa particular (canecillos y friso románi­ Femando Negro. En 1086 Gonzalo Salvadores y su cos). Asimismo, se han descubierto numerosas tum­ esposa Elvira la declararon exenta del patrimonio bas de lajas y sarcófagos correspondientes a su anti­ familiar (García Sáinz de Baranda, 1917; Pérez de guo cementerio (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984 Urbel, 1945 y 1969; Huidobro, 1954; Cidad, 1978 y y Campillo, 1995). Martín Vico, 1995). En 1141, Alfonso VII el Empe­ rador entregó a Juan, abad del monasterio de San Martín de Escalada, la heredad que poseía en Ayo­ 33. SAN PEDRO DE LOBOS luengo y Quintanilla-Escalada (Serrano, 1936; García Sáinz de Baranda, 1917 y Cidad, 1988 a). En una A 2.500 m. al SO de Mozuelos se encuentra el tér­ venta realizada en 1244 se mencionan como testigos mino de "San Pedro", asiento de un despoblado a Gorn~:alvo Florid y a Domingo Petriz, canónigos de medieval llamado "San Pedro de Lobos". Su empla­ Sant Martín d'Escalada (Rodríguez López, 1907 y zamiento, situado a 960 m. de altitud, se ubica en el Lizoáin, 1985). Por otro documento fechado en 1290 fondo de un estrecho vallejo abierto en la paramera se cabe que Alfonso X había comprado esta abadía, por el arroyo de San Pedro. La fuente se halla 50 m. por lo que pasó a ser de patrimonio real y, por ende, al N. Hasta mediados del siglo XX, el terreno fue cul­ sometida a la jurisdicción del rey (Cidad, 1985 y tivado, pero en la actualidad el solar principal donde Pereda, 1984). aparecen las ruinas está inculto, no así algunas fincas Los enfrentamientos entre el concejo de Quintani­ colindantes. Sus coordenadas coinciden con los 42Q lla-Escalada y el monasterio de San Martín por razón 40'15" de latitud norte y los OQ 05'22" de longitud del término redondo fueron frecuentes. El más impor­ oeste. El despoblado ocupa una pequeña extensión, tante data de 1499-150!28. Todavía en 1511 (Huido­ de forma totalmente irregular y dispersa como lo bro, 1952), el abad y canónigos de este monasterio demuestran los moruecos y paredes existentes, inclu­ pagaban al obispo burgense 60 r. de una procuración. so a 200 m. al sur del núcleo principal. En 1541, Juan Manrique, III marqués de Aguilar, La tradición popular afirma que en este lugar hubo embajador de Carlos V en Roma, virrey y capitán un pueblo (Martínez Díez, 1981ay1987 y Gutiérrez, general de Cataluña, solicitó la anexión de esta cole­ 1991 y 1997) y un convento de monjas. Igualmente se giata a la de San Miguel de Aguilar de Campoo. En dice que los vecinos de Nidáguila se llevaron la pie­ 29 otra parte , se afirma que fue su hijo Luis Manrique dra de la iglesia de San Pedro. Según la leyenda, en de la Cerda, miembro de los Consejos de Estado y principio, el terreno perteneció a Tubilla pero luego lo Guerra, quien, siendo embajador en Roma, consiguió perdió en una apuesta. Sin embargo, Mozuelos siguió tal agregación. Desde entonces hasta 1718 fue servi­ permitiendo la entrada de su ganado a beber y seste­ da por un canónigo de San Miguel de Aguilar y toda­ ar en la fuente de San Pedro por el tiempo que el pas­ vía en 1784 el concejo de Quintanilla-Escalada paga­ tor tardara en hacer unas abarcas. Según otros, fue ba 22 rs. por tocar las campanas de la abadía. La igle­ Tubilla quien compró el resto del terreno de San sia del monasterio estaba dedicada a San Martín y, Pedro a costa de Terradillos que por entonces tenía según la visita de 1709, era "muí fuerte, a lo antiguo menos poder. y con sus molduras muí rnriosas por fuera". Por Las fuentes escritas mencionan el término de San entonces, conservaba también algunas ruinas del Pedro de Lobos (Cidad, 1988 b) 31 que a lo largo del claustro. A pesar de estar en despoblado, los vecinos siglo XVI suscitó varios pleitos entre Tubilla y Terra­ de Quintanilla-Escalada tenían obligación de acudir dillos. En 183132 los vecinos de Tubilla fueron

30 AHPB, prot. 3.894/1 (1868), f' 190r-209v. 28 ADB, Quintanilla-Escalada, pleito de 1499-1501. JI AHPB, Concejil, nº 44, apeo de 1744. 29 ADB, Quintanilla-Escalada, papales sueltos, 1742. AHPB, prot. 3861/1 (1831), f' lr-2v. 150 JACINTO CAMPILLO CUEVA

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Fig. 6. Cerámica medieval de Siero. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 151

demandados por Sedano y Mozuelos en razón de La tradición popular afirma que en este lugar ciertas roturaciones que habían realizado en este hubo un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y terreno aduciendo que era término solariego por el Cidad, 1988 b) denominado San Pelayo, aunque cual se pagaba a las monjas de Santa Fe de Toledo33. según otras versiones pudo llamarse "Cendera". La A través de los protocolos se sabe que una parte de leyenda sitúa en la cumbre una ermita dedicada a San este paraje era propio de Tubilla34 y otro de Sedano, Pelayo, si bien Martínez Díez sostiene que estuvo no figurando Mozuelos porque nunca llegó a tener emplazada 300 m. más al sur. Sin embargo, su nom­ término propio. Otra porción era comunero de Terra­ bre no aparece en los libros parroquiales. Se supone dillos y Tubilla. A raíz de las leyes desamortizadoras, que estaba fundada en la cima ya que allí apareció ambos concejos acordaron en comprarlo y repartírse• teja curva y un enterramiento infantil. Antiguamente lo equitativamente, pero los de Tubilla no respetaron se hacía en ella una famosa romería que congregaba lo pactado y se quedaron con todo. a numerosos pueblos de Valderredible y La Lora. En En 1943 se conservaban en Tubilla monedas de sus inmediaciones se yergue el "Mojón de las Tres Trajano y de otros emperadores romanos procedentes Hermanas", donde antaño se descubrieron tejas y de este término, asiento de una colonia de tal época paredes. Junto a él discurría un camino carretero que (Bailly, Bailliere y Riera, 1943). En las labores de utilizaban los arrieros de Castilla para llevar el trigo arada, los labradores descubrieron cristales y trozos a Santander. Bajo una losa de su empedrado se des­ de vasijas. cubrió un tesorillo de monedas antiguas, en paradero La prospección del lugar ha deparado el hallazgo desconocido. de los cimientos de una estructura rectangular de 6 x En dos documentos fechados en 1169 y 1206 Fer­ 11 m., situada sobre la horquilla formada por una nando III y Alfonso VIII, respectivamente, confirma­ vaguada y el arroyo de San Pedro. Su orientación E- ron el monasterio de Santa María de Aguilar de Cam­ 0 permite identificarla con la iglesia del despoblado, poo el derecho a la percepción de dos carros de jun­ dedicada a San Pedro, que luego se convertiría en cos en "puteo Sancti Pelagii"(Merchán, 1982). Su ermita aunque no haya constancia documental de identificación con San Pelayo es bastante probable ello. En las áreas próximas a las ruinas se han halla­ dado que aparece citado junto a Panizares, monte de do numerosos fragmentos de cristales planos traslúci­ Brannossera, Icedo y Espinosa. dos, huesos y cerámica torneada lisa de tonalidades La prospección del lugar sólo ha deparado el anaranjadas y grisáceas, estas últimas provistas de hallazgo de varios fragmentos de teja curva cuya anti­ abundante desgrasante de mica y cuarzo. Entre ellas güedad no puede precisarse debido a que parte de la destaca un fondo plano, semejante a otro vidriado. cumbre fue habilitada durante la guerra civil para la A 250 m. al SO del pueblo estaba su cementerio, construcción de trincheras y parapetos. en el pago que hoy se denomina "La Espina" o tam­ bién "El Cementerio'', donde se han exhumado varios restos de sarcófagos (Campillo, 1995). 35. SAN QUIRCE

A 3.000 m. al SO de Tubilla del Agua se encuen­ 34. SAN PELAYO tra el término de "San Quince" o "San Quirce", asien­ to de un despoblado medieval conocido actualmente A 3.450 m. al O-NO de Valdeajos se encuentra al por este nombre. Su emplazamiento, sito a 980 m. de término de "San Pe/ayo", asiento de un presunto des­ altitud, se halla en la solana de la amplia vaguada poblado medieval conocido actualmente con este abierta en el páramo por el arroyo de Briniega, a 500 nombre. El emplazamiento, sito a 1.088 m. de altitud, m. de la fuente abovedada de San Quirce. El terreno se halla sobre un alto que domina el páramo de la que ocupan las ruinas del despoblado se halla inculto, Lora. El terreno es improductivo ya que, en parte, salvo alguna finca recientemente roturada. Sus coor­ aflora la roca y se halla cubierto de árgoma. Sus coor­ denadas coinciden con los 422 41 '08,, de latitud nor­ denadas coinciden con los 422 45'43" de latitud nor­ te y los 02 07'52" de longitud oeste. El despoblado te y los 02 15'40" de longitud oeste. El despoblado ocupa una extensión media, con forma irregular y no ocuparía una extensión pequeña cuya forma quedaría demasiado compacta como demuestran las paredes, definida por los contornos del cerro. Sin embargo, la moruecos, corrales y casares existentes. A 1.250 m. al mayor parte de las piedras aparecen al pie de la ele­ S existió un segundo núcleo en el pago denominado vación, en forma de casares que rodean las fincas. "Los Corrales Nuevos" o "El Calero". Para algunos se trataría de un simple barrio de San Quirce, para 33 AHPB, Concejil n" 44. Apeo de 1744. otros de un pueblo diferente. 34 AHPB, prot. 3880/l (1881), f' 149r-165v y prot. 3904 (1884), f' La tradición popular afirma que en este lugar hubo 476r-483v. un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987; Cidad, 152 JACINTO CAMPILLO CUEVA

1988 by Gutiérrez, 1991 y 1997). Cuenta la leyenda 826 m., cuya cima pudo servir también de fortaleza que el último habitante que quedó fue una vieja que se (Campillo, 1996). Se trata de un terreno inculto, aun­ dirigió a Terradillos, pero aquí no la admitieron como que en otro tiempo se cultivaron las terrazas. Sus vecina. Ante este rechazo, optó por acudir a Tubilla coordenadas coinciden con los 42º 46'07" de latitud donde fue acogida. Por este motivo, el terreno que norte y los Oº 04'45" de longitud oeste. El despobla­ pertenecía a San Quirce pasó a depender de este pue­ do ocupa una extensión mediana, de forma irregular blo. Se dice, igualmente, que de la ermita de San Quir­ como demuestran las paredes y casares conservados. ce se bajó a Tubilla la imagen de Santa Julita, conser­ La tradición popular afirma que en este lugar hubo vada en la iglesia de Santa María hasta hace poco. un pueblo (Martínez Díez, 1981ayby1987; Huido­ El templo del lugar se hallaba al otro lado del bro, 1923; de la Cruz, 1973 y Gutiérrez, 1991y1997) vallejo, en el reborde del páramo. En 1791 el visita­ que fue barrio de Valdelateja hasta que en 1914 fue dor diocesano mandó que se demoliera, debido a su abandonado por sus últimos moradores que pasaron a estado indecente, y que se bajara el santo a la iglesia residir al barrio de Abajo. Según la leyenda, el primer de Santa María. En 1599 el cura Nicolás Parra se asentamiento se estableció en Las Peñillas, de donde refugió en ella para librarse de la peste (Campillo, se trasladó a Siero y, finalmente, a Valdelateja. Sus 1992). Alrededor del edificio se han descubierto infi­ habitantes se surtían del agua potable de dos fuentes, nidad de sepulcros de lajas y sarcófagos ricamente una situada al E de Siero, y otra al O, más alejada, decorados (Campillo y Ramírez, 1984; Bohígas, pero con suficiente aforo para no secarse en verano. Campillo y Churruca, 1984 y Campillo, 1995). Esto, A pesar de la gran importancia que tuvo Siero sin embargo, no justifica la afirmación de Martín dentro de esta comarca, su aparición en la documen­ Vico (1995) que ubica aquí un monasterio. tación resulta esporádica. La primera referencia, data­ La prospección de su superficie ha deparado el da en el año 721 o 763 (Pérez de Urbel, 1945), se ha hallazgo de fragmentos de teja curva y algún trozo de trasmitido por copias del siglo XIII. En ella se hace cerámica atípica junto con piedra labrada y varios mención al testamento de Femando Negro, señor de poyos de piedra, todo ello encontrado en el asenta­ Castrosiero, y de su mujer Godina. En el 934, el con­ miento principal. Queda en pie una construcción rec­ de Femán González concedió al monasterio de San tangular de paredes elevadas y de buena sillería en los Millán de la Cogolla la percepción de un censo por esquinales y en la puerta, cuyo dintel conserva la ins­ parte de todas las poblaciones de su condado, entre 35 cripción "AÑO DE 1662". En cambio, en el núcleo de ellas Siero (Ubieto, 1976) • Lo cierto es que ya por "Los Corrales Nuevos" no aparece otro vestigio que entonces existía, dado que en el 945 Nuño donó la no sean piedras labradas. villa de Castrillo, sita en el alfoz de Siero, al monas­ terio de Cardeña (Serrano, 1910). La siguiente refe­ rencia data de 1160. Entonces, Sancha Díez entregó 36. SAN SALVADOR al abad de San Cristóbal de Ibeas los solares y here­ dad que poseía en Siero (Cidad, 1978 y Garrido, Las fuentes diplomáticas (Burriel, 1753) refieren 1983). No obstante, ya por estas fechas su protago­ la existencia del pueblo de "San Salvador'', aún no nismo debió pasar a Sedano (Martínez Díez, 1981 a) localizado, pero situable, a tenor del contexto, en esta aunque siguió conservando su categoría de villa dado comarca de Sedano. Tal vez coincida con alguno de que en el Becerro de Behetrías (Hemández 1866 y los catalogados, aunque el topónimo de San Salvador Martínez Díez 1981b) aparece como "Siera" y "Siero no se conserva en la actualidad sino para designar al de Valde lateja". Era en parte de behetría y en parte titular de la iglesia de Mozuelos. del obispo de Burgos, del monasterio de San Martín En 1317, la comendadora de Santa Eufemia de de Escalada y de Femando Rodríguez de Villalobos. Cozuelos arrendó a Juan Martínez de Mediavilla, del En 1317 aparece como testigo de una escritura de monasterio de San Miguel de Tubilla, las propiedades cambio Femando de Siero (Oceja, 1986). Su inde­ que le pertenecían en Covanera, "Sant Salvador", Fon­ pendencia con respecto a Valdelateja pervivió en el tanares y Masa que pertenecían a dicho monasterio. siglo XV como demuestran un pleito de 1461 con la abadía de San Martín de Escalada (Huidobro, 1956 a) y los protocolos de Juan Femández Delgado (Cidad, 37. SIERO 1976 by 1977). Sin embargo, desde el siglo XVI esta equiparación se decantó a favor de Valdelateja, redu­ A 600 m. al SE de Valdelateja se encuentran las ciéndose a Siero a un simple barrio, aun cuando su ruinas del barrio de Siero, asiento de un despoblado medieval denominado "Siero". Su emplazamiento, sito a 776 m. de altitud, se halla sobre un collado y las 35 Este autor considera la escritura como una falsificación de 1140- laderas meridionales del cerro de "El Castillo", a 1143. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 153

parroquial de Santa Eulalia continuó teniendo, hasta lisos, hay algunos decorados, sobre todo con estrías y el siglo XX, una única pila para ambos. en menor consideración con pintura de color vinoso, A pesar de la pobreza de las fuentes diplomáticas, con perforaciones e incisiones. Las decoraciones las referencias sobre manifestaciones artísticas y estriadas (Fig. 6, nº 4 y 7-9) suelen responder a traza­ arqueológicas son más prolijas e incluso de cronolo­ dos de haces de líneas horizontales y paralelas de gía más antigua. Tanto "El Castillo" como sus lade­ cierta amplitud y separadas por un resalte intermedio. ras meridionales fueron asiento de un castro céltico Menos frecuentes son aquellas especies con amplios durante la Edad del Hierro a juzgar por la cerámica acanalados suavemente afinados o aquellas estrías 36 encontrada (Bohígas, Campillo y Churruca, 1984 ). muy finas y juntas. Todos estos esquemas suelen eje­ Sin embargo, esta primera ocupación no debió ser cutarse en la panza o cuello de la vasija. La decora­ influida por la celtiberización, pese a las referencias ción pintada (Fig. 5, nº 19-23 y Fig. 6, nº 1) se basa avanzadas por Huidobro (1952, 1956 b), González en la combinación de horizontales, verticales y obli­ (1953), García Sáinz de Baranda (1950) y Osaba cuas que forman composiciones muy sencillas, rara (1964) en pro del hallazgo de cerámica celtibérica. vez unidas a perforaciones (Fig. 5, nº 22 y 23 y Fig. Más segura, aunque no importante, debió ser la roma­ 6, nº 3, 5 y 6). Éstas últimas, pueden traspasar las nización en virtud del descubrimiento de algunos paredes y suelen aparecer solas, casi siempre en asas fragmentos de "terra sigillata" tardía (Huidobro, acintadas o en las proximidades del borde. En oca­ 1929 a y b, 1952 y 1956 b y Bohígas, Campillo y siones aparece una incisión a modo de onda (Fig. 6, Churruca, 1984) y de dos estelas romanas (Abásolo, nº 2) y en otras una impresión punzante (Fig. 6, nº 5 1984). La presencia visigótica tampoco está muy cla­ y 6). Entre las partes identificables hay varios fondos ra aunque tanto Huidobro (1923, 1929 a y 1956) planos, asas acintadas y bordes de terminación plana, como González (1950) refieran el hallazgo de vesti­ redondeada con engrosamiento y hasta provistos de gios de tal época. En el mejor de los casos, estas evi­ una aguda carena. dencia deben datarse en tomo al siglo VIII, a tenor de Las especies de pasta grisácea o negruzca, menos la inscripción conservada en el ábside de la ermita de decantados, suelen llevar desgrasantes visibles de las Santas Centola y Elena: FREDENANDUS ET mica y cuarzo, pero son poco frecuentes. Al parecer GUTINA ERA DCCCXX (Osaba 1976; Andrés se han elaborado a tomo y la mayoría de las veces no Ordás, 1987 y Caballero, 1989). Incluso, algunos ves­ portan decoración, salvo algún fragmento con estrías tigios sepulcrales habría que situarlos en tomo al horizontales y paralelas a la altura del hombro (Fig. 6, siglo XI ya que se hallaron incrustados en los muros nº 9). de la iglesia de Santa Eulalia, datada a principios del siglo XIII (Huidobro, 1923 y 1929 a y Campillo, 1995). 38. SUTIELLO En 1317, el obispo Gonzalo de Hinojosa mandó trasladar los cuerpos de las santas vírgenes y mártires A 3.000 m. al NE de Moradillo de Sedano se Centola y Elena, enterradas en la iglesia de Santa encuentra el término de "Los Corrales", conocido Eulalia de Siero, a la catedral de Burgos. Según este como "Sutiello" en Quintanaloma, asiento de un documento, el martirio tuvo lugar en el año 304 en la despoblado medieval cuyo primitivo nombre debió ciudad de "Siarya". La tradición popular también ser "Sutiello". Su emplazamiento, situado a 1.030 recuerda que las santas fueron decapitadas en la cima m. de altura, se dispone en la solana de una vaguada de El Castillo, sobre un afloramiento rocoso hoy pro­ de orientación SE-NO, junto a una encrucijada de tegido por un edículo (Flórez, 1772; Pérez de Urbel, caminos vecinales. Una parte de su superficie ha 1945; Osaba, 1966; De la Cruz, 1973 y Huidobro, servido de monte bajo, pero casi todos los casares y 1956 b). las zonas bajas han sido cultivadas hasta mediados Los principales hallazgos arqueológicos se han de siglo. Sus coordenadas coinciden con los 42º producido a lo largo del camino que asciende al cerro 43'00" de latitud norte y los Oº 01 '07" de longitud testigo y en la ladera, Además de los vestigios de este. El despoblado ocupa una gran extensión de for­ tejas, escorias y trozos informes de hierro hay que ma un tanto irregular, pero de aspecto compacto destacar la cerámica. La mayor parte de los fragmen­ como demuestran los casares y las paredes existen­ tos son de pasta decantada de tonalidad clara o ana­ tes. Asimismo, se conservan bloques pétreos escua­ ranjada, de grosor fino o mediano y siempre elabora­ drados "in situ" correspondientes a cimentaciones y dos a tomo. Aunque predominan los fragmentos esquinales. La tradición popular afirma que en este lugar hubo un pueblo (Martínez Díez, 1981ay1987 y Gutiérrez, 36 En esta obra se recoge toda la bibliografía anterior, por eso aquí 1991 y 1997). Al parecer, también se llegó a conocer se omite. el lugar donde estaba su cementerio, a 150 m. al N 154 JACINTO CAMPILLO CUEVA

aunque no ha podido comprobarse (Campillo, 1995). otra cosa que fragmentos de teja curva de color roji­ El alejamiento de todo núcleo de población y las difi­ zo. cultades agrícolas y de transporte mediante bayarte han permitido la detección de algunas plantas de viviendas, pero, en cambio, impiden la detección de 41. VALDEGÓMEZ materiales arqueológicos. Los únicos vestigios se reducen a algunos fragmentos de teja curva antigua y A 2.600 m. al O de Terradillos de Sedano se de ruedas de lagares. encuentra el pago de "San Clemente" dentro del tér7 mino de "Valdegómez", asiento de un despoblado medieval denominado con éste último nombre. Su emplazamiento, situado a 930 m. de altitud, se halla 39. TOBAREJO en el valle abierto por el río San Antón, a la altura del vallejo de El Canalón y no lejos de la fuente de su Las fuentes diplomáticas (Burriel, 1753) mencio­ nombre. La superficie aterrazada se ha dedicado tra­ nan el pueblo de "Tovarejo", sin duda localizable en dicionalmente a la agricultura, quedando los sectores las proximidades de Sedano ya que las dos veces que periféricos abandonados al monte. Sus coordenadas se cita aparece al lado de Tubilla, Valdepuente, coinciden con los 42º 39'41" de latitud norte y los Oº Mozuelos y Sedano. Es probable que coincida con 09'40" de longitud oeste. El despoblado ocupa una alguno de los catalogados (Escalote o Covarrés), pero extensión mediana de forma triangular ya que tiene su nombre no ha pervivido en la toponimia. que adaptarse a la orografía como demuestran las , Con motivo de una venta realizada en 1229 por paredes conservadas. Iñigo López de Escalada al fraile Martín, comenda­ La tradición popular afirma que en este lugar dor del monasterio de San Miguel de Tubilla, figura hubo un pueblo (Madoz, 1849; Huidobro, 1952; como testigo D. Miguel de Tovarejo. Casi un siglo Osaba, 1966 y Martínez Díez, 1981 a y b y 1987) después, concretamente en 1317, la comendadora de cuya iglesia parroquial estaba dedicada a San Cle­ Santa Eufemia de Cozuelos otorgó una carta de mente Papa. Su pila bautismal románica fue trasla­ arriendo a Juan Martínez de Mediavilla, del monaste­ dada a la iglesia de Terradillos, en cuyo atrio se con­ rio de Tubilla, en la que se mencionan propiedades serva. Asimismo, al otro lado del valle del San que dicho monasterio poseía en "Tovarejo". Antón, a media ladera, existió un "convento" cuya piedra se aprovechó para encauzar el río y levantar un molino. La opinión general es que el último mora­ 40. TRASCASA dor que quedó en el pueblo fue una vieja que, según se dice, se marchó a vivir a Burgos. Este hecho expli­ A 1.000 m. al N de Nocedo se encuentra el tér­ caría que los vecinos de Terradillos que explotaban mino de "Trescasas", asiento de un despoblado las tierras de Valdegómez estuvieran obligados a medieval que la toponimia más antigua registra pagarle una determinada cantidad de grano que debí• como "Trascasa". Su emplazamiento, situado a an transportar hasta Masa. En este punto se cargaba 1.070 m. de altitud, se aloja en unos aterrazamientos en carromatos que lo conducían a un depósito de existentes en la ladera media de El Otero, encima de Burgos. Según otros, el pueblo desapareció al sufrir la fuente del Segadero. Su superficie, antaño cultiva­ un incendio. Esto obligó a la única vieja que queda­ da, se ha abandonado al monte. Sus coordenadas ba a avencindarse en Terradillos, de ahí que las tie­ coinciden con los 42º 45'28" de latitud norte y los Oº rras, pertenecientes a Valdegómez, pasaran a propie­ 01 '50" de longitud oeste. El despoblado ocupa una dad de aquél. Asimismo, se cuenta que el último pequeña extensión de forma irregular y no muy com­ mozo que quedó en Valdegómez, al marchar al ser­ pacta como demuestran las paredes, casares y vicio militar, decidió enterrar en una de las cuevas de moruecos actuales. El Vallejón una bola y varios bolos de oro para cuan­ La tradición popular afirma que aquí hubo un do volviera, ya que no tenía familiares. Sin embargo, pueblo (Martínez Díez 1981 a y 1987 y Gutiérrez, el joven no regresó y el tesoro enterrado aún perma­ 1991 y 1997) cuya gente lo abandonó para fundar el nece en alguna de estas covachas. Al parecer, los actual Nocedo. Según algunos, hasta principios del casares de Valdegómez se repartieron en suertes siglo XX se conservaron en dicho lugar varias casas entre el vecindario hasta que finalmente los sorteros de piedra, luego demolidas para la reutilización de compraron las tierras. los materiales. Antiguamente, el arado puso al des­ A pesar de la antigüedad de los restos artísticos, cubierto vestigios de teja, trozos de vasijas, piedra Valdegómez no aparece citado hasta 1352 (Hemán­ labrada y un sarcófago (Campillo, 1995 y Campillo dez, 1866 y Martínez Díez, 1981 b). Entre 1477 y y Rico, 1996), pero en la actualidad no se aprecia 1486 (Cidad, 1976 by 1977), varios protocolos nota- LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 155

riales recogen el nombre de algunas personas vecinas encuentra erío o plantado de manzanos. Sus coorde­ de Valdegómez. No obstante, su importancia debió de nadas coinciden con los 42º 42'04" de latitud norte y ser mínima ya que, según un privilegio otorgado por los Oº 04'48" de longitud oeste. El despoblado ocupa Felipe II al marqués de Aguilar en 1583 figuraba una extensión pequeña cuya forma primitiva es difícil 37 como granja • delimitar debido a la escasez de vestigios pétreos 8 Por la documentación del siglo XVIIP , se sabe (paredes de contención, casas y corral) que, al pare­ que Valdegómez era un término redondo pertenecien­ cer, se repiten en la margen opuesta del arroyo. te al duque de Abrantes que cedía 100 fanegas de La tradición popular afirma que en este punto sembradura para usufructo del concejo. La iglesia de hubo un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y San Clemente, según el visitador, fue antiguamente Gutiérrez, 1991 y 1997) con una iglesia dedicada a parroquia, aunque en 1714 ya estaba anexa a la de San Justo y Pastor, cuyos santos se enterraron cuando Terradillos. Contaba con un beneficio, integrado por se demolió. 8 tierras, que percibía la mitad de los diezmos deno­ En 1182 Ordoño Pérez vendió al obispo de Bur­ minados de Valdegómez. En 180739 se concedió al gos una heredad en la villa de Valdetobes de la que ganado merino de Santa Coloma el derecho de pastar fue testigo Iohannes de Valdepont, vecino de Sedano en Valdegómez, aunque al año siguiente los vecinos (Garrido, 1983). En 1229 se realizó otra venta por de Terradillos limitaron su presencia al realizar varias parte de Íñigo López de Escalada al fraile Martín, 40 roturaciones • asistiendo al otorgamiento Pedro Domínguez y Aunque los labradores han encontrado en este Domingo Illánez, vecinos de Valdepuente (Burriel, paraje monedas de vellón y puntas de hierro, la pros­ 1753). De nuevo, en 1317, se menciona el pueblo de pección superficial sólo ha deparado el hallazgo de Valdepuente, donde el monasterio de San Miguel de numerosas tejas curvas antiguas y cerámica así como Tubilla tenía algunas propiedades (Burriel, 1753). Su muchos huesos humanos y tumbas (Campillo, 1995). existencia se halla asimismo atestiguada en 1352 ya La mayoría de los fragmentos cerámicos son de pas­ que el Becerro de Behetrías (Hemández, 1866; Mar­ ta decantada de tonalidad clara o anaranjada, a veces tínez Díez, 1981 by Álvarez, 1987) lo registra como con el interior grisáceo, y elaborados a tomo. Entre perteneciente al señorío de Villahúte junto a otros los mismos hay que destacar dos trozos pintados con ocho lugares más del partido de . líneas vinosas horizontales y paralelas combinadas El nombre del pueblo, una vez desaparecido como con otras oblicuas (Fig. 5, nº 10 y 11). También hay entidad, siguió utilizándose como apellido indicando otro con perforación (Fig. 5, nº 12), así como dos bor­ procedencia u origen. Así en 1491 y 1492 aparece des redondeados, el uno exvasado y el otro reentran­ Juan de Valdepuente, vecino de Sedano (Cidad, te. Los fragmentos de color grisáceo o negruzco son 1978). En el siglo XVI el recuerdo del despoblado raros, destacando uno ornamentado con estrías hori­ debía estar vivo ya que un censo de 1576 menciona zontales (Fig. 5, nº 13). Mayor comparecencia tienen una tierra en el término de "Las Casas", en Valde­ 41 los restos cerámicos vidriados de tonalidad verdosa, puente, junto al camino real de Villadiego • Este patente sobre todo en un fondo plano. topónimo siguió vigente en el siglo XVIl42 quizá por­ que aún perduraba alguna construcción. La documen­ tación de la centuria siguiente afirma que el convento 42. VALDEPUENTE de Santa Fe de Toledo poseía en Valdepuente un 43 molino caído , recordado luego con el topónimo de A 2.100 m. al SO de Sedano se encuentra el tér­ "La Presa de Valdepuente". Asimismo, un protocolo mino de "Santiuste", asiento del despoblado medie­ de 1711 cita la existencia de nogales y colmenas así val denominado "Valdepuente". Su emplazamiento, como una tierra en Valdepuente, en La Hoya de San­ sito a 750 m. de altitud, se halla en la margen izquier­ tiuste, que lindaba con la ermita y por la parte de arri­ da del arroyo de Valdepuente, entre el río y el arran­ ba con el camino real de Terradillos y por debajo con 44 que de la solana a ambos lados del cauce formado por el río • En el siglo XVIII, al afán roturador de los el manantial de Vallejo. El terreno estuvo cultivado vecinos de Valdemoro ocasionó grandes cambios pai­ hasta hace unas décadas, pero en la actualidad se sajísticos en el témino de Valdepuente tanto es así que acabaron con las cañadas y los casares para encerrrar 45 el ganado • La antigua iglesia de los Santos Justo y 37 ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Quintanilla-Esca­ lada, nº 1542. 38 ADPB, Catastro del Marqués de la Ensenada, Terradillos de 41 AHPB, Judicial, nº 792. Sedano, nº 2029 y 2030 y ADB, Terradillos de Sedano, nº Ape­ 42 AHPB, prot. 3817/2 (1609). os de 1701y1831. 43 AHPB, Concejil, nº 44, apeo de 1744. 39 AHPB, prot. 3847 (1807), f' 157r-158r. 44 AHPB, prot. 3826/1 (1711), f' 113r-119v. AHPB, prot. 3848/2 (1808), f' 21r-22v. 45 AHPB, 3831/2 (1786), f' 18r-19v. 156 JACINTO CAMPILLO CUEVA

Pastor, convertida en ermita, estaba situada debajo de González y Doña Elvira, su hermana, vendieron a Vallejo, entre el camino a Terradillos y el río. Fue María Pérez la heredad que tenían en "Ualdetoues" demolida de forma definitiva en 1803. en presencia de su concejo (Garrido, 1983). Entonces La prospección de su superficie ha deparado vendió Ordoño Pérez al arcediano Marino su heredad varios fragmentos de teja curva de color rojizo, trozos de la villa de "Ualdetoues", asistiendo al acto testi­ de cerámica torneada del mismo color con desgrasan­ gos de Sedano, Gredilla, Valdetobes y Fontanares te muy fino y otros vidriados con tonos verdosos y (Serrano, 1936 y Garrido, 1983). En 1182, los mis­ anaranjados. mos realizaron otra transacción, apareciendo como testigos gentes de Sedano, Gredilla, Fontanares, Quintanamontán y el concejo de "Ualdetoues" 43. VALDETOBES (Garrido, 1983). Ese mismo año, Marino, obispo de Burgos, adquirió la heredad que Fernando González A 2.300 m. al SE de Sedano se encuentra el térmi­ y su hermana doña Elvira y Gonzalo Martín y sus no de "Valdetobes", asiento de un despoblado medie­ hermanos poseían en "Ualdetoues", con asistencia val denominado con este nombre. Se emplazamiento, del concejo de "Ualdetoues" y Johannes de Ualde­ sito a 820 m. de altitud, se halla en el fondo del valle toues (Garrido, 1983). Todavía en 1185 D. Ordoño y abierto por el río de Valdetobes, en torno al manantial Pedro González vendieron al obispo Marino otra de su nombre y no lejos del de Fuente Herrera. La heredad en "Ualdetoues" (Garrido, 1983). La exis­ superficie se ha dedicado hasta hace muy poco a la tencia del lugar está avalada en el siglo XIII por un agricultura, pero actualmente está erío o plantado de documento de venta fechado en 1211 en que figura manzanos. Sus coordenadas coinciden con los 42º como testigo Diag Munnoz de Ual de Toues (Menén­ 41'43" de latitud norte y los Oº 02'33" de longitud dez Pidal, 1919 y García Aragón, 1985). En 1244 oeste. El despoblado debió ocupar una extensión (Rodríguez López, 1907 y Lizoáin, 1985), el obispo pequeña ya que apenas quedan restos de paredes para D. Juan y el cabildo de la catedral de Burgos cam­ delimitarlo, salvo en la confluencia con el barranco de biaron al caballero Roy Díaz de Ualdetoues cuanto Hontanillas donde hay moruecos y paredes. tenían en Pesquera por lo que éste poseía en Moradi­ La tradición popular no recuerda la existencia de llo de Sedano. Este mismo personaje aparece como un pueblo en este lugar, pero las fuentes diplomáticas fiador en otros documentos de 1248 y 1249 (Lizoáin, (López Mata, 1957; Cidad, 1978 y Gutiérrez, 1991 y 1985 y Merchán, 1985). 1997) lo citan en numerosas ocasiones, aunque Según un privilegio de confirmación dado por Menéndez Pidal (1919) y Martínez Díez (1980 y Alfonso X en 1255, el obispado de Oca tenía un excu­ 1987) lo identifican con Tobes. sado en "Valle de Tobis" (Serrano, 1936) en alusión al La primera referencia se remonta a 1068 cuando documento de 1068. En una ratificación de donación Sancho II concedió al obispo Simeón y a la iglesia de de 1326, figuran como testigos Martín Royz de Ual Oca un excusado en "Valle de Toues" o "Valle de de Toues y Gómez Royz de U al de Toues (Rodríguez Tobis" (Serrano, 1906 y Garrido, 1983). En 1127 López, 1907 y Castro, 1987). (Berganza, 1721) se cita el monasterio de San Miguel Según Huidobro (1952), en 1511 el obispo de de Valdetobes, cuyo abad Armentario lo entregó al Burgos todavía disfrutaba de varias heredades de obispo de Burgos. Pero, en esta ocasión, debe referir­ Sedano, en el término de "Valdetodes" (sic) que pro­ se a Tobes ya que su parroquia está dedicada al arcán­ ducían dos fanegas de pan mediado. Una de ellas gel y la de Valdetobes tenía la advocación de San radicaba en el prado de "Quintana", arriba de la igle­ Román. A finales del siglo XII, este despoblado se sia de San Román. Asimismo, Juan Rodríguez paga­ cita frecuentemente. Así en 1180 Gutiérrez Muñoz ba a la dignidad arzobispal dos fanegas de pan media­ vendió al arcediano Marino la heredad que tenía en la do por las heredades que tenía en "Valdetobes". En villa de "Ualdetoues'', acudiendo al acto el concilio 1584 se sacó licencia para llevar a la villa la piedra de de "Ualdetoues", formado por 14 testigos (Garrido, la ermita de San Román, pero el traslado no se debió 1983). Ese mismo año, Álvaro Basto y su mujer ena­ acometer hasta años más tarde. jenaron en favor del mismo arcediano sus heredades La pila bautismal que estaba en San Román se lle­ en la villa de "Ualdetoues" en presencia de testigos vó a la iglesia de Sedano en 1618 por mandato del de Sedano, Lagos, Trascastro y el concilio de "Ual­ visitador, pero la demolición de la ermita no se efec­ detoues" (Garrido, 1983). En 1181, Gonzalo Martí• tuó hasta poco después de 1643 cuando se dio nueva nez y sus hermanos vendieron al citado Marino la licencia para aprovechar la piedra en la construcción 46 heredad que poseían en dicha villa asistiendo como de la torre de la parroquial • A juzgar por la toponi- oyentes y confirmadores los concilios de "Ualde­ toues" y Moradillo así como testigos de Tubilla y Lagos (Garrido, 1983). Este mismo año, Fernando 46 ADB, Sedano, Libro de Fábrica 1564-1647. LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 157

mía, debió existir una ermita de Santa Marina, depen­ Su vida continuó al menos hasta el siglo XIV ya diente de la iglesia de San Román, sita en la margen que en 1352 figura en el Becerro de Behetrías (Her­ derecha del río de Valdetobes, junto a la carrera de su nández, 1866 y Martínez Díez, 1981 b). Es posible 47 nombre • En 1723, el concejo de Sedano era dueño que perdurara hasta la XV centuria toda vez en 1486 de la dehesa de Valdetobes cuyos beneficios utilizaba un vecino de Sargentes vendió a un clérigo de Valde­ 48 para el pago de sisas y cientos • ajos unas tierras que poseía en "Billafrya a do dicen Debajo de la fuente aparecen numerosos restos de Cotillo" (Cidad, 1977). tejas y algo de cerámica, la mayoría vidriada de tonos La prospección de su superficie ha deparado el verdosos y rojizos. También hay fragmentos de pasta hallazgo de cristales planos, hierros informes, teja rojiza, elaborados a tomos y carentes de decoración. abundante, sobre todo donde se dice que estuvo su iglesia, y cerámica. La mayor parte de los trozos son de color anaranjado o claro y están elaborados a tor­ 44. VILLAFRÍA no con arcilla muy decantada. Aunque casi todos carecen de decoración, algunos se ornamentan con A 4.300 m. al N de Valdeajos se encuentra el tér­ estrías horizontales y paralelas (Fig. 5, nº 14 y 16) o mino de "Villafría", asiento del despoblado medieval pintura (Fig. 5, nº 17). Además hay que destacar un conocido por este nombre. Su emplazamiento, situa­ fondo plano y dos bordes redondeados provistos de do a 1.080 m. de altitud, se halla en pleno páramo, un resalte interior para facilitar el ajuste de la tapade­ cerca del borde de La Lora con Valderredible. Una ra (Fig. 5, 'nº 18). Más raros son los fragmentos de parte del terreno permanece en cultivo, pero el inte­ pasta negra de factura algo tosca, y la cerámica rior de los casares más pequeños se ha abandonado vidriada en tonos verdosos, especialmente dos bor­ para pasto. Sus coordenadas coinciden con los 42º des. 46'50" de latitud norte y los Oº 13'27" de longitud oeste. El despoblado ocupa una gran extensión de for­ ma un tanto irregular y compartimentada en varios 4.2. DESPOBLADOS INDOCUMENTADOS núcleos como demuestran los casares, moruecos y paredes existentes. Dentro de esta calificación se incluyen aquellos La tradición popular afirma que en este lugar hubo topónimos que han sido publicados como despobla­ un pueblo (Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Cidad, dos, aunque no aparecen citados como tales en las 1988 b) cuya iglesia, dedicada a la Virgen María, fuentes diplomáticas ni la tradición popular les con­ estaba en terreno de Valdeajos mientras que el resto fiere otra categoría que no sea la de ermita o conven­ de las ruinas se extendían por el de Sargentes. Según tos. La equiparación realizada por Martínez Díez del la leyenda, cuando desapareció el templo, el campa­ significado popular de este último término con un nillo y la imagen de la patrona fueron trasladados a la despoblado medieval, posible en algunas zonas bur­ ermita de Brañosera, luego a Ceniceros y finalmente galesas, no parece muy viable dentro de la Honor ya a un convento de Burgos. También se dice que se pro­ que hay varios ejemplos en que responde a la exis­ dujo una disputa entre varios pueblos de La Lora y tencias de una ermita con un cementerio. Solamente Valderredible acerca de la propiedad de este terreno y en el caso de Santiuste el visitador diocesano49 regis­ del de Navazalejos, pero, a la postre, fue Valdeajos tra que en otro tiempo solía ser parroquia cuyo bene­ quien lo consiguió. ficiado era presentado por el concejo de Pesquera. En 1293 María de Sargentes, viuda de Frenando Pero esta afirmación es confusa dado que, en princi­ González de la Población, concedió al monasterio de pio, se trató de una iglesia monasterial (Serrano, Santa María de Aguilar de Campoo varios solares, 1910; Cidad, 1978; Martínez Díez 1981 a y 1987 y poblados y por poblar, en Valdeajos y Sargentes y Martín Vico, 1995). otros dos más en Villafría (Merchán, 1982 y Gonzá­ En pro de nuestro aserto se decanta la arqueolo­ lez de Faure, 1991). Por entonces, un registro de las gía, dado que ninguno de ellos ha deparado materia­ rentas de dicho monasterio permite comprobar que les, ni tan siquiera restos de construcciones. Además, poseía cinco heminas en "Uilla Fría". Poco después, la mayoría carece de una superficie adecuada para el en 1296, el abadengo de Aguilar de Campoo entregó establecimiento de un hábitat por encontrarse en a Femando Lopyz y su mujer María Femández unos valles fluviales estrechos. Estas pruebas abogan por solares que poseía en Villafría y en Sargentes así su catalogación dentro del apartado de los despobla­ como una casa en Valdeajos (Merchán, 1982). dos inexistentes. Aparte de esta categoría, existen ciertos presuntos despoblados que, aunque son recordados por la tradi­ 47 AHPB, Judicial, nº 781, inventario de 1708-1711. 48 AHPB, prot. 3827/1 (1723), f' lr-3v. ción, no conservan ningún tipo de vestigio arqueoló• 49 ADB, Pesquera de Ebro, Libro de Apeos (1693). gico ni evidencia constructiva. Estas circunstancias 158 JACINTO CAMPILLO CUEVA

aconsejan catalogarlos dentro de los despoblados hábitat es correcta pero no así su denominación. A dudosos, como sería el caso de Altorriba y San Pela­ fuer de exhaustivos no se puede olvidar los topóni• yo. mos cacográficos introducidos por Martínez Díez en En cambio, no deben incorporarse en este aparta­ despoblados como Dobrillos, Fresnillo y Trescasas do aquellos presuntos despoblados citados esporádi­ cuyas verdaderas grafías son Dobrillo, Fresnillos y camente en las fuentes diplomáticas, pero desconoci­ Trascasa respectivamente. dos por la tradición popular como sucedería con algu­ nos perfectamente localizados (San Mamés y San Florencio) o con aquellos presuntamente ilocalizados 5. CONSIDERACIONES GENERALES (Tobarejo y San Salvador). Sin embargo, este no sería el caso de Valdetobes, bien documentado por las La identificación de unas ruinas actuales con un escrituras medievales, pero ignorado por la tradición poblado antiguo o medieval no siempre resulta tarea oral. fácil. Tanto es así que los lugareños no relacionan toda concentración de casares, paredes o moruecos con un pueblo, sino solamente aquéllos que están avalados 4.3. DESPOBLADOS ERRÓNEOS por la propia tradición y que, en general, proporciona­ ban fragmentos de tejas, vasijas o cualquier otra evi­ Bajo este epígrafe se recogen aquellos despobla­ dencia atribuida a una actividad humana. dos, citados por las fuentes diplomáticas que, estando No obstante, mayor dificultad entraña la identifi­ fuera de la Honor de Sedano, han sido localizados en cación de estos vestigios, propios de un poblado desa­ su jurisdicción, o que, estando dentro de ella, se han parecido, con el primitivo nombre del mismo. En este situado en tierras foráneas. Entre los primeros, cabe sentido, se consideran fidedignas las denominaciones destacar el caso de Sedanillo, ubicado en dos parajes transmitidas por la documentación diplomática siem­ diferentes del término municipal de Sedano (López pre y cuando sean coincidentes con sus respectivos Mata, 1957; Martínez Díez, 1981 a y 1987 y Gutié­ topónimos actuales. Es evidente que la tradición oral rrez, 1991 y 1997). Sin embargo, su aparición en ha conservado en varias ocasiones la denominación varios momentos de los siglos XII y Xill al lado de primitiva, a veces evolucionada (Villafría, Valdeto­ Peñahorada, Villaverde Peñahorada y Quintanameján bes, Valdepuente, Valdegómez, Siero, San Martín de (Del Álamo, 1950 y Oceja, 1983) aboga por su ubi­ Escalada, San Mamés, San Llorente, Hontanares, cación en la merindad de Río Ubiema, tal como con­ pstiema), pero, en otros casos, la ha cambiado (Ca­ firma el Becerro de Behetrías. Algo similar sucede barrosa, Lacio, Valdepuente, Covasanta, Brañosera) o con el poblado de Celada de Rebollar, localizado, simplemente la ha olvidado (Concejero, El Crucero). según la misma fuente, en dicha merindad, probable­ Es probable que ese cambio o ese olvido se deban al mente coincidiendo con Celada de la Torre. No obs­ alejamiento del despoblado con respecto a los poste­ tante, Martínez Díez (1981 a y b y 1987) y Cidad riores núcleos habitados. En más de un caso, esta cir­ (1986) lo han identificado con el topónimo de Cela­ cunstancia ha conllevado que el nombre del pueblo dilla, existente en el término de Moradillo del Casti­ haya sido sustituido por topónimos recientes, bien llo, pese a que este paraje no ofrezca vestigio alguno relacionados con pervivencias más evidentes o próxi• que lo corrobore. mas en el tiempo (Los Casares, Los Corrales, Las En la misma línea hay que señalar los despoblados Cruces, El Crucero, La Ermita, La Granja), bien vin­ de Quintanilla de los Caballeros, Pesquera de Suso y culados a la advocación de su iglesia (Santiuste por Cuevas de Puerta, que Osaba (1966) ubicó respecti­ Valdepuente y San Clemente por Valdegómez). vamente en los términos de Tubilla del Agua, Pes­ Frecuentemente, los hagiotopónimos referentes a quera del Ebro y Moradillo de Sedano, fruto de una despoblados resultan cuando menos dudosos con res­ lectura apresurada de las publicaciones originales. pecto a su naturaleza habitacional, aun cuando algu­ Sin embargo, su trascendencia fue mínima por no nos autores como Martínez Díez les hayan otorgado compartirlo autores posteriores. tal categoría (Santiuste y San Vicente en Pesquera, Entre los despoblados honoriegos localizados fue­ Santo Tomé en Moradillo del Castillo, San Vítores en ra de nuestra jurisdicción están los de Valdetobes y San Andrés de Montearados y San Antón en Santa Quintana Mayor o Cabarrosa que Martínez Díez Coloma del Rudrón). En puridad, esta norma no pue­ (1980 y 1987) ha situado en Tobes y Cemégula res­ de ser aplicada a San Quirce, San Pedro o San Feli­ pectivamente. ces, dado que los vestigios existentes en ellos son una Otras veces, las incorrecciones se deben a la fal­ prueba irrefutable de su condición, pero su denomi­ ta de información contrastada (Los Casares por Sutie­ nación, actual y antigua, debe relacionarse con el san­ llo) o a una falsa deducción (La Pililla por Quintana to titular de su templo respectivo y no con el nombre de Bañuelos). En ambos casos la identificación del del despoblado. Escapan a esta generalización San LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 159

Martín de Escalada, San Mamés y San Florencia, ubicación en las zonas periféricas de los términos documentados por los cartularios. No así San Pelayo municipales de las localidades actuales. Algunos, que, tal vez, no pasara de ser una simple ermita. incluso, se sitúan en la misma raya divisoria (Escalo­ Con el paso de los siglos, las dificultades de iden­ te, Villafría, San Florencio, San Felices, Lora, Fonta­ tificación pueden aumentar al producirse una corrup­ nares, Sutiello, Casares, Quintana Mayor, Cisterna, ción cacofónica, detectada en Saelices, Las Espeñi­ Lacio, Quintana de Valdeajos, etc.). Esto conlleva, llas, Trescasas, San Quince, Antanares, Arnillas ... lógicamente, un alejamiento con respecto a los núcle­ Ello obliga a consultar fuentes escritas modernas os habitados. En teoría, los despoblados más extensos (apeos, protocolos, catastros ... ) con el fin de descu­ deberán encontrarse a mayor distancia de las entida­ brir el topónimo más antiguo. Con todo, en ocasio­ des supervivientes, mientras que los despoblados más nes, el término actual que sirve para denominar el pequeños estarían próximos y serían absorbidos muy paraje donde estuvo el poblado no coincide con el pronto. nombre de éste ni con el de su iglesia, quizá por des­ Como todo establecimiento humano, los despo­ conocimiento de la gente (Pozo Rubio, Los Casares, blados medievales del Valle buscaron la proximidad Fuentelavega, La Nogalera, La Ermita, Los Corra­ de manantiales y fuentes de agua potable y abundan­ les ... ) o simplemente por comodidad (La Abadía, Las te, capaces de abastecer de todo lo necesario a sus Tejeras, Codonales ... ). Estas razones, entre otras, habitantes y ganados. No se observa, en cambio, una contribuyen a que se ignore el nombre primitivo del predilección por la cercanía a ríos y arroyos, salvo despoblado, ora por la falta de referencias diplomáti­ excepciones, debido, sin duda, a la peligrosidad de cas ora por la toponimia actual, cuando menos sospe­ sus avenidas o a la variación de sus cauces. Una vez chosa de ser reciente y debida a aspectos particulares. lograda esta prioridad, la mayoría de los emplaza­ Este sería el caso de Trascasa, Las Peñillas, Fuentela­ mientos procuraron buscar aquellas zonas soleadas, vega, Concejero, Altorriba, Escalote, etc. frecuentemente solanas aterrazadas, protegidas de los A estas dificultades cabe añadir los nombres de vientos fríos dominantes mediante algún accidente los despoblados citados por las fuentes diplomáticas, geográfico. Junto al agua y la buena insolación jugó como Tobarejo y San Salvador, que no han podido ser un papel primordial la disponibilidad de suficientes identificados, aunque seguramente coincidan con tierras de cultivo, por paupérrimas que éstas fuesen, alguno de los publicados con otra denominación. A como demuestra el control de llanos y valles. este panorama, ya de por sí confuso, se añaden las Además de estas generalidades, conviene distin­ denominaciones erróneas aventuradas por Martínez guir, a efectos prácticos, una división elemental entre Díez (La Pililla, Fresnillo, Dobrillos, Trescasas, los emplazamientos situados en el páramo de aque­ Sedanillo ... ). llos que prefieren el valle. A su vez, los estableci­ Los despoblados identificados se reparten desi­ mientos en el páramo se subdividen en tres tipos, a gualmente por todo el territorio de la Honor de Seda­ veces no del todo nítidos, de acuerdo con la forma no y, aunque se localizan en casi todos los términos que adopta el terreno en donde se asientan. En primer de los pueblos actuales, se observa una mayor con­ lugar está el hábitat en altura que escoge una eminen­ centración en Sedano, Tablada, Moradillo de Sedano, cia, a modo de loma, horquilla o cerro testigo, que Gredilla y Valdeajos. En todo caso, se localizan pre­ domina los contornos. Este es el caso de despoblados ferentemente en zonas que pueden calificarse de sitos sobre el llano o en el borde del páramo como páramo o están muy relacionadas con él desde el pun­ Escalote, San Pelayo, Lora, Las Lastras, Espinosa, to de vista económico y espacial, como sucede con Brañosera, Quintanamontán, Arenillas, Quintana de las cabeceras de vallejos. En cambio, los núcleos Bañuelos, Lacio, El Llano y Altorriba). En segundo asentados en valles fluviales poseían un grado mayor término está el hábitat en llano que prefiere ocupar de viabilidad y de ahí la excepcionalidad de su aban­ zonas en pleno páramo o junto al borde del mismo. dono (Valdetobes, Valdepuente, Valdegómez, San Dentro de esta variante se encuentran los de Villafría, Martín de Escalada, San Mamés, Covasanta ... ), tal Espinosa, Cubillo, Covarrés, Fresnillos y Las Peñi­ vez motivado por su exigüidad. El predominio de las llas. Finalmente, está el hábitat en hondonada, ya sea parameras, seccionadas por angostas quebradas, jus­ ocupando el fondo o la ladera meridional. A esta tifica la predilección de los despoblados honoriegos variedad pertenecen los despoblados de San Quirce, por las altiplanicies. A ello debieron coadyuvar unas San Felices, La Pila, Poblador, Covarrés, La Lastra, condiciones climáticas más idóneas que las presentes, Concejero, Corcos, Sutiello, Quintana Mayor, Fresni­ las cuales, en última instancia, explicarían la elevada llos, Dobrillo, Casares, Cisterna, San Pedro de Lobos, densidad ocupacional. Fruto de este carácter montuo­ Quintana de Valdeajos y Trascasa. so general es la notable altitud media de los despo­ Los emplazamientos en valle se subdividen a su blados de la Honor. vez, en dos subtipos. El primero se realiza en el fon­ Junto a este determinante físico cabe reseñar su do, laderas o collado de un vallejo excavado por 160 JACINTO CAMPILLO CUEVA

algún torrente como es el caso de San Florencío, escarpes, laderas o vaguadas los que imponen el cir­ Poblador, Fontanares y Monasteruelo. Esta variante cuito habitado. En función de su tamaño, puede está muy relacionada con el hábitat en hondonada del hablarse de despoblados pequeños, medianos y gran­ páramo. No así el segundo subtipo o hábitat en valle des. Sin embargo, no resulta fácil, a simple vista, fluvial cuyos emplazamientos escogen el fondo, determinar la línea de reparación entre ambas catego­ rellano o ladera del valle. En este apartado tienen rías. De manera provisional, todos ellos responden a cabida los de Valdetobes, Valdepuente, Valdegómez, núcleos reducidos, compuestos por un pequeño núme­ Síero, San Martín de Escalada, San Mamés, Las Peñí• ro de casas. No se diferenciarían mucho con respecto llas y Covasant. a las localidades actuales situadas en los páramos Desde tiempo inmemorial, la superficie ocupada (Mozuelos, Nocedo, Ceníceros, Ayoluengo ... ), es por la mayor parte de los despoblados se ha aprove­ decir con una veintena de casas, a lo sumo, y menos chado para el cultivo de cereales, leguminosas o de quince vecinos por entidad. Otros, en cambio, se tubérculos hasta mediados del siglo XX que se pro­ califican de grandes por ser de mayores proporciones, dujo el éxodo rural en la comarca. Sin embargo, en la similares a algunos pueblos mayores de la zona actualidad, la esterilidad de los suelos, la gran pen­ (Tablada, Escalada, Valdeajos ... ) lo que supondría diente de las laderas o la abundancia de casares hacen contar con más de cincuenta construcciones y cerca de inviable una práctica agrícola rentable y competitiva. cuarenta vecinos. Conviene, no obstante, precisar que Por este motivo, las tierras pobres y marginales se han no todas las ruinas conservadas deben responder, obli­ abandonado para pastos o se han dejado a merced de gatoriamente, a un mismo momento ocupacional ya una vegetación subserial cuando no del monte. Inclu­ que el hábitat se ha podido extender hacía algún sec­ so, en algunos casos se ha procedido a su repoblación tor abandonando otro. A tenor de la observación, los con pinos (Escalote y San Pelayo). Esta situación de núcleos mayores serían Lora, Espinosa, Villafría, El desamparo, lógicamente, determina la cantidad de los Llano, Quintana de Bañuelos y Quintanamontán. Los hallazgos arqueológicos, ya de por sí pobres, y los medianos estarían representados por los de Escalote, reduce a restos de construcciones apilados en paredes Valdegómez, Síero, San Quirce, San Felices, La Pila. y moruecos. Solamente las hondonadas y tierras de Las Peñíllas, Las Lastras, Fontanares, Fresnillos, suelos profundos de los páramos se siguen cultivando Dobrillo, Cubillo, Sutiello, Corcos, Casares, Arenillas sí bien de forma parcial y marginal. En el mejor de y Brañosera... De pequeños podemos calificar a los casos se labran algunos casares o áreas centrales Covarrés, Valdetobes, Valdepuente, Trascasa, San (Víllafría, Altorriba, Quintana de Valdeajos y Fresni­ Pedro de Lobos, San Martín de Escalada, San Mamés, llos), pero en la mayoría de las ocasiones lo arado se San Florencio, Poblador, Monasteruelo, Covasant, La circunscribe a fincas próximas al despoblado (La Lastra, Concejero, Cisterna y Lacio. Pila, Espinosa, Las Peñillas, Poblador y Fontanares). Esto demuestra que la mayoría de los núcleos Paradójicamente, el cultivo de las tierras de los estarían comprendidos entre los pequeños y media­ emplazamientos situados en el valle han experimen­ nos, teniendo siempre presente que estos calificativos tado un abandono, sí cabe, mayor pues, salvo Valde­ se aplican teniendo como parámetros las localidades gómez, sólo Valdepuente y Valdetobes concitan cier­ actuales de la comarca. to laboreo por servir de pomares. De aquí se deduce En cuanto a su forma, la mayoría responde a perí• que solamente estos yacimientos, pero en especial metros irregulares, generalmente marcados por las aquellos que se labran en su totalidad, deparen los propias características del terreno. En las zonas de mejores materiales arqueológicos (Quintana de Val­ ladera, las construcciones se ven obligadas a adaptar­ deajos, Víllafría, etc.). se a las curvas de nivel y a disponerse en sectores ate­ La primitiva extensión espacial de los despoblados rrazados. En ocasiones, los poblados presentan una honoriegos resulta, a falta de excavaciones arqueoló• forma regular, cuadrada o rectangular, más resultado gicas, difícil de precisar debido, en gran medida, al de apilamientos recientes que de realidades primitivas cultivo de su superficie que ha removido las piedras (Lora, Brañosera, Casares, Covarrés, La Pila ... ). En de construcción. Posteriormente, los labradores las todo caso, su aspecto es compacto, es decir que las han amontonado en aquellos puntos donde no pudie­ construcciones aparecen unas junto a otras formando ran interferir sus labores agrícolas formando casares, mallas tupidas. No obstante, este típico hábitat con­ paredes de contención y moruecos o montones de pie­ centrado y cohesionado puede ofrecer ejemplos con dras de contorno redondeado. No obstante, es la deli­ cierta dispersión periférica (San Pedro de Lobos, mitación del perímetro de los despoblados la que pre­ Quintana de Bañuelos, Poblador, Las Lastras, El Lla­ senta mayores dificultades, sobre todo en aquellos no, Fontanares, ... ) o incluso llegar a formar barrios emplazamientos que carecen de límites naturales. En separados del núcleo principal (Lora, Espinosa, Vílla• cambio, los hábitats situados en cerros no plantean fría, Quíntanamontán, San Quírce, ... ). este tipo de problema ya que, generalmente, son los A pesar del deterioro sufrido por el paso de los LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 161

siglos y los efectos del laboreo de su superficie, algu­ que pertenecía al despoblado como muestra y pago de nos despoblados honoriegos conservan "in situ" par­ su agradecimiento. Este es el caso de Valdegómez, te de los cimientos de sus construcciones, formados San Quirce, La Pila, Lora, Dobrillo y Casares. A por grandes bloques de piedra, apenas desbastados veces, como en Valdegómez, se enriquece la leyenda (La Pila, Las Peñillas, Cubillo, Cisterna, Sutiello, San con la salida del último mozo a realizar el servicio Pedro de Lobos ... ) que deben corresponder a vivien­ militar y el necesario escondimiento de objetos de das y en casos excepcionales a templos (Fontanares, oro, como también sucede en Espinosa y San Antón San Pedro de Lobos, San Martín de Escalada ... ). El de Santa Coloma. Con el despoblamiento del núcleo ejemplo más significativo es el de Sutiello que con­ tienen que ver también las leyendas que cuentan el serva bastantes esquinales y varias plantas de casas traslado del pueblo de un lugar a otro (Las Peñillas, debido, sobre todo, a su alejamiento, a la dificultad de Trascasa y Siero ), el derrumbamiento de una roca que transportar los bloques y al haber permanecido secu­ sepultó el caserío (San Martín de Escalada) o, inclu­ larmente inculto. En la mayoría de los casos, las so, el traslado de las pilas bautismales y estatuas de cimentaciones y muros originales se hallan cubiertos sus iglesias a los pueblos cercanos (Valdegómez, o enmascarados por apilamientos posteriores coloca­ Villafría, Cubillo y Quintana de Bañuelos) o el ente­ dos encima de ellos. El traslado de sillares, poyos, rramiento de las imágenes titulares de sus parroquias dinteles, etc., se hacía tradicionalmente mediante el (Valdepuente y Quintana de Bañuelos). bayarte o "corza" tirado por bueyes. Las ruinas de los Frente a esto, apenas hay referencias a los despoblados honoriegos han servido, desde tiempo momentos iniciales del poblado, sólo su relación con inmemorial, de canteras. Por eso, la mejor piedra ha los moros, patente en El Llano y Quintanamontán, desaparecido y se ha reutilizado en los pueblos cir­ permite aventurarse en tiempos oscuros y remotos al cunvecinos para edificar nuevas viviendas. La expo­ igual que sucede con la cueva de San Mamés. Este liación ha sido mayor en las despoblados más cerca­ carácter religioso y cristiano, evidente en el hallazgo nos y accesibles. Excelentes sillares se han extraído del "Santillo", se detecta en la aparición de la Virgen de Lora y Corcas; poyos de Quintanamontán, Sutie­ en El Cuevallón y la posterior construcción de la llo y San Felices; sarcófagos de Altorriba, San Mar­ ermita de Brañosera, íntimamente relacionada con el tín de Escalada, Trascasa y San Quirce; pilas bautis­ despoblado. Poco más variadas son las leyendas que males de Fontanares, Valdetobes, Quintana de Bañue­ cuentan algo sobre el tiempo en que el despoblado los y Valdegómez ... tuvo población. En algunos existieron "conventos" de La notable presencia de despoblados en la Honor monjas o frailes - que no se aclara la gente - como en de Sedano ha ejercido un cierto atractivo entre sus San Pedro de Lobos y Monasteruelo así como en gentes. Generación tras generación se ha transmitido otros puntos, calificados por Martínez Díez como que ciertos casares y paredes eran una prueba irrefu­ despoblados (Santiuste, Santo Tomé, San Vítores, table de la existencia de un pueblo en aquel paraje. San Vicente y San Antón). Sin embargo, la mayoría Bien es cierto que la tradición no precisa la cronolo­ de estos "conventos" no pasarían de ser simples gía de estos establecimientos, que podrían ser de ermitas, en principio iglesias de sus respectivos cualquier época, pero la ruptura cultural que se pro­ poblados, como se recuerda para San Quirce, Valde­ dujo entre la caída del Imperio Romano y la ocupa­ puente, Valdegómez y Villafría .. En algunas, como la ción cristiana de la zona se decanta en favor de una de San Pelayo, se celebraban concurridas romerías, y continuidad en la tradición que difícilmente podría de otras, como la de San Martín de Escalada, se afir­ remontarse más allá de la alta Edad Media. Sin ma que fue abadía. Los habitantes de Poblador, sin embargo, sólo la mitad de los despoblados han con­ embargo, acudían a la iglesia de Cubillo, a cuyo pór• servado algún tipo de leyenda, por breve que esta sea, tico accedían por una puerta construida exclusiva­ referente a los mismos. Es posible que esta perviven­ mente para ellos, mientras que los vecinos del pueblo cia se deba a una despoblación más reciente o, inclu­ ingresaban en el templo por otra opuesta. so, a una mayor aproximación geográfica con respeto Las fuentes diplomáticas sólo mencionan el nom­ al núcleo actual. En contraposición a esto, la ausencia bre de 18 despoblados entre los siglos VIII y XIV, un de leyendas implicaría, en principio, un distancia­ 40% de los catalogados, aunque, a tenor de las evi­ miento y una despoblación más temprana que, lógi• dencias artísticas y arqueológicas, existieron otros camente, no siempre se cumple. La leyenda más muchos más. La explicación hay que buscarla en la difundida se refiere a los últimos momentos del escasez de documentación para épocas tan remotas en poblado, previo a la despoblación. En todo caso es una zona tan pobre como ésta. Esto explicaría, en par­ una vieja - mayor longevidad femenina - la última te, el reducido número de despoblados recogidos en superviviente que, temerosa de su final, decide buscar los cartularios, pero su incomparecencia también cobijo en algún pueblo vecino. El premio reservado a sería posible en razón a su mayor antigüedad, anterior los receptores sería siempre la entrega del término al apogeo económico y artístico de la región (siglos 162 JACINTO CAMPILLO CUEVA

XII-XIII). Al menos, esto parece intuirse en algunos Esta falta de datos impide establecer el momento casos (Escalote, San Quirce ... ) que han deparado exacto de abandono, aunque la disponibilidad de un sepulcros ornamentados con motivos prerrománicos apeo, realizado en 1511, pemlite suponer que todos o en aquellos otros que han proporcionado materiales ellos (Villafría, Valdepuente, Valdegómez, Siero y arqueológicos antiguos (Espinosa, La Pila, Quintana San Martín de Escalada) habían desaparecido como de Valdeajos, Las Peñillas, El Llano, Fresnillos ... ). núcleos independientes pasando a convertirse en Conviene, sin embargo, añadir que este tipo de barrios (Siero), granjas (Covasant y Valdegómez) o fuentes diplomáticas son de carácter principalmente simples caseríos (Valdepuente). En cambio, sus igle­ económico y que, por tanto, sólo mencionan el nom­ sia pervivieron durante más tiempo con la categoría bre del poblado. Un análisis pormenorizado de estos de ermitas (Valdetobes, Valdegómez y Valdepuente) datos permite comprobar una notable perduración o parroquiales (San Martín de Escalada y Siero ). temporal, a lo largo de cuatro centurias o más (Siero La elevada altitud media y el terreno quebrado han y San Martín de Escalada), sin duda debido a la exis­ determinado la pobreza cultural de las poblaciones tencia de una continuidad cultural cristiana sin nin­ medievales de la Honor de Sedano. Desde el punto de gún tipo de ruptura (García González, 1995). Ello no vista arqueológico, el panorama es, si cabe, aún más obsta para que algunos despoblados sufrieran una desolador por disponer solamente de hallazgos super­ despoblación momentánea seguida de un renacimien­ ficiales y por encontrarse los yacimientos invadidos to a tenor de la evolución de las crisis de subsistencia. por la vegetación. Con todo, el hombre honoriego de Las primeras citas, pese a su actual controversia, la Edad Media ha dejado constancia de su presencia. arrancan del siglo VIII y tienen un carácter esporádi­ Primeramente aprovechando la piedra del país para la co, sin duda acorde con la categoría de los núcleos construcción de pozos (Lora), pilas (Las Lastras y mencionados (Siero y San Martín de Escalada). En la Escalote), poyos (Covasant, Quintanamontán, San décima centuria parece observarse un afianzamiento Quirce y Escalote), quicios (Quintanamontán y Esca­ al incorporarse nuevas localidades como Cisterna y lote), molinos de mano (El Llano, Brañosera, Quinta­ Lacio, trayectoria que se irá consolidando en el siglo na de Bañuelos y Quintana de Valdeajos) o piezas de XI con la aparición de Valdetobes, Quintanamontán y lagar (Las Lastras, Sutiello y Quintana de Bañuelos). Fontanares. Pero será durante los siglos XII, XIII y Luego para dejar plasmados en la materia sus gustos primera mitad del XIV, cuando los despoblados hono­ y destrezas artísticas, evidentes en pilas bautismales riegos conozcan su apogeo como demuestran el (Fontanares, Valdegómez, Quintana de Bañuelos y incremento de referencias y la incorporación de nue­ Valdetobes), comisas cubiertas de ajedrezado (Fonta­ vos núcleos (Valdepuente, San Pelayo, San Mamés, nares y San Martín de Escalada), capiteles, basas y Covasant, Quintana Mayor, Villafría, Tobarejo, San frisos figurados (San Martín de Escalada). Otras Florencia, Brañosera, Valdegómez y San Salvador). veces su inquietud se centró en la estereotomía con Es probable que el despegue de este fenómeno haya fines sepulcrales, manifestada a través de sepulturas que relacionarlo con un aumento de la población, al de lajas, sarcófagos y estelas (Altorriba, Dobrillo, amparo de una mejora económica general que propi­ Escalote, Espinosa, Monasteruelo, San Martín de ciara la fundación de nuevos asentamientos. No obs­ Escalada, San Pedro de Lobos, San Quirce, Siero, tante, a mediados del siglo XIV se manifiesta un pro­ Sutiello, Trascasa y Valdegómez). Además, en la fundo declive de los despoblados honoriegos. El cote­ mitad de los despoblados catalogados se tiene noticia jo de las fuentes diplomáticas con el Becerro de de sus primitivos templos, convertidos luego en ermi­ Behetrías permite asegurar la desaparición de algunos tas, o de su advocación conservada por la toponimia. núcleos (Valdetobes, Tobarejo, San Salvador y Fonta­ A pesar del retraso cultural y del aislamiento geo­ nares) poco antes de 1352. En la primera mitad del gráfico, estas poblaciones conocieron las actividades siglo XIV estaban vigentes, según las fuentes diplo­ metalúrgicas, en especial la siderurgia, como máticas, 9 poblados, la mitad de los documentados demuestran los restos de escorias (Brañosera, Siero, entre las centurias VIII y XV. De ellos, sólo sobrevi­ Quintana de Valdeajos, Espinosa y La Pila). Pero, en vieron 5. Por lo tanto, no todos desaparecieron en el realidad, se reducirían a simples fraguas, garantes del siglo XIV. El inicio podría retrotraerse, en algunos aprovisionamiento de los utensilios necesarios para la casos, a finales del siglo XII (San Mamés), aunque el vida rural. Quizás, en este sentido deben considerar­ ritmo se acelera en la centuria siguiente con Quinta­ se los vestigios informes de hierro (Fresnillos, Quin­ na Mayor, Cisterna, Lacio, Brañosera, Covasant, tana de Valdeajos, Espinosa, Siero y Villafría), no así Quintanamontán, San Pelayo y Tobarejo) al compás las dos puntas de este metal (Escalote y Espinosa), de la decadencia económica general. susceptibles de enastilar, a juzgar por las perforacio­ Los documentos del siglo XV no registran el nom­ nes existentes, cuya procedencia bien pudiera ser bre de los poblados supervivientes, salvo Valdegó• foránea. Paradójicamente, esta actividad metalúrgica mez, que a finales de la centuria aún existía como tal. no siempre se relaciona con despoblados recientes LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 163

como tampoco sucede con la aparición de monedas, tomo bajo aunque no se conserven sus huellas inte­ generalmente, de vellón (San Pelayo, Altorriba, riores por haber estado expuestas a la intemperie (El Casares, Quintana de Valdeajos, Cubillo, El Llano, Llano, Las Peñillas y La Pila). En este mismo aparta­ San Pedro de Lobos y Valdegómez). No obstante, do habría que incluir el fragmento decorado con un algunas piezas parecen pertenecer a época romana (El mamelón (La Pila). Llano, Quintana de Valdeajos, Casares y San Pedro En tercer lugar se encuentran aquellos fragmentos de Lobos). Este hecho es difícil de explicar ya que de pasta grisácea o negruzca, a veces con la superfi­ estos yacimientos no han deparado materiales de tal cie exterior ligeramente anaranjada. Se trata de arci­ cultura. Por eso, debería interpretarse como un fenó• llas sin decantar, con abundantes y grandes desgra­ meno fortuito o como tesorillos. santes calizos y micáceos. Las paredes son muy grue­ Más esporádicos son los hallazgos de cristales sas y están provistas de superficies descuidadas y (San Pedro de Lobos, Villafría y La Pila), general­ carentes de decoración. Al parecer, estos vestigios mente planos y traslúcidos, sin duda de cronología corresponden a grandes recipientes, sin duda elabora­ más reciente y relacionables con las ventanas de las dos a tomo bajo, que recuerdan vasijas similares de la viviendas. Otro tanto sucede con los huesos (Quinta­ cerámica común romana (Espinosa, La Pila y Quinta­ na de Valdeajos, San Pedro de Lobos, Espinosa, Fres­ na de Valdeajos). nillos y Valdegómez), unas veces correspondientes a Finalmente, dentro de las cerámicas reductoras, inhumaciones y otras a restos faunísticos vinculados están las elaboradas con arcillas bastante decantadas, a la dieta alimenticia del hombre. según se desprende de los finísimos desgrasantes Mayor representatividad tienen los vestigios cerá­ visibles. Todos ellos muestran una pasta de color gri­ micos como es el caso de las tejas curvas, de color sáceo o excepcionalmente negruzco - tal vez debido a rojizo, amarillento, grisáceo o negruzco, si han sido una postcocción -. Las paredes son delgadas o de gro­ expuestas a un proceso de postcocción. Su aparición sor medio, cuyos interiores conservan las estrías pro­ es frecuente en la mayoría de los yacimientos, espe­ ducidas por el tomo rápido, mientras que el exterior cialmente en los tardíos, debido posiblemente a la permanece con un alisado muy cuidado. A veces se existencia de numerosas tejeras locales. Pero, sobre decoran con estrías, ya finas y muy juntas ya algo todo, destacan los restos de vasijas. En ellas, la coc­ más profundas y separadas por resaltes intermedios, ción reductor fue la primera en utilizarse, aunque que recorren la parte superior de la panza y cuello de posteriormente coexistió con la oxidante hasta que los recipientes formando haces de líneas horizontales ésta logró desplazarla: La excesiva fragmentación de y paralelas. En este apartado tienen cabida algunos los restos cerámicos impide la reconstrucción de sus ejemplares decorados con incisiones, ya sean rectilí• formas aunque éstas no variarían mucho con respec­ neas, onduladas o formando redes romboidales. Estas to a las documentadas en comarcas vecinas (jarras, cerámicas parecen más tardías que las precedentes e cántaros, ollas, orzas, fuentes, platos y escudillas). indudablemente coetáneas de las oxidantes. Dentro de las cerámicas de cocción reductora, las Los fragmentos de cocción oxidante son más más antiguas corresponden a recipientes de gran abundantes y, en principio, de cronología más recien­ tamaño, elaborados con arcillas sin decantar como te. La pasta suele adquirir tonos anaranjados, amari­ demuestran los abundantes desgrasantes de caliza, llentos o claros bastante homogéneos, salvo en vasos cuarzo y mica. Las paredes son gruesas y están pro­ que han sido sometidos a una cochura incompleta vistas de superficies toscamente alisadas y carentes cuyo resultado final es un núcleo de color grisáceo o de decoración, salvo la presencia esporádica de pro­ unos manchones oscuros en el exterior. En general, fundas incisiones horizontales y paralelas que reco­ los barros aparecen muy decantados, aunque esto no rren el cuerpo superior del recipiente (Espinosa). A obsta la aparición de desgrasantes minúsculos. Las pesar de su factura y acabado descuidados, es proba­ paredes tienden a ser delgadas, salvo en los recipien­ ble que estos vasos fueran elaborados con tometa. tes de gran tamaño que adquieren grosores medianos. Asimismo, parece verosímil que algunos fondos pla­ La superficie externa se encuentra muy cuidada y a nos (Las Peñillas y Espinosa) pertenezcan a esta veces pulida, mientras que el interior suele conservar modalidad cerámica. intactas las huellas del tomo rápido. A su carácter de En segundo lugar, pero indudablemente algo más vajilla de lujo se debe la proliferación de fragmentos perfectas y, quizás, más modernas, están las vasijas decorados así como la plasmación de técnicas orna­ de tamaño pequeño o mediano que presentan una pas­ mentales más refinadas y variadas. Los temas com­ ta negruzca. La arcilla utilizada está poco decantada, positivos realizados mediante estrías son muy fre­ 'a juzgar por los numerosos gránulos visibles de cali­ cuentes, aunque su tratamiento es diferente de los za y mica, y forma paredes de grosor medio o delga­ estriados de las especies reductoras ya que las líneas do con superficies bastante cuidadas pese a dejarse son más homogéneas y totalmente paralelas entre sí. sin ornamentación. Sin duda, fueron fabricadas con Junto a ellas aparecen recipientes provistos de 164 JACINTO CAMPILLO CUEVA

amplias acanaladuras de fondo pulimentado, pero to secuencial de los mismos (Gutiérrez y Bohígas, similares en lo demás a los motivos anteriores. Tanto 1989), a la larga perduración de las técnicas decorati­ esta variante como la precedente se manifiestan aisla­ vas más prototípicas y a la dilatada pervivencia de los das, sin combinarse con otra técnica decorativa, pero hábitats. Por eso, para obtener resultados más satis­ prefiriendo localizarse en cuellos, hombros y panzas. factorios hay que valerse de otras referencias más Los fragmentos pintados abundan tanto como los fidedignas como son la utilización del tomo bajo o estriados, pese a escoger recipientes de superficies alto, la presencia de la cocción reductora u oxidante, muy cuidadas. El tipo de pintura utilizado es mayori­ las fuentes escritas o los restos artísticos datados, tariamente de color vinoso oscuro, si bien se docu­ teniendo presente que estos dos últimos pueden cir­ mentan algunos ejemplares con tonalidades rojizas. cunscribirse exclusivamente al apogeo del poblado. Generalmente, ambas aparecen por separado si bien A pesar de las lógicas reservas, de momento, los en algún caso se emplean combinadas. Los motivos núcleos más antiguos deben ser La Pila, Espinosa, pintados predominantes son líneas rectas horizontales Las Peñillas, Frenillos, El Llano y Siero, en este caso y paralelas de grosor mediano que guardan una cier­ avalado por vestigios artísticos de los siglos VIII al ta separación entre sí. También son frecuentes las XI, ya que en ellos son exclusivas o predominantes líneas oblicuas y verticales paralelas con distribución las cerámicas reductoras poco decantadas, elaboradas similar a las horizontales. Con frecuencia estas tres a tomo bajo y carentes de decoración, excepto las variedades se combinan en un mismo vaso formando fuertes incisiones horizontales documentadas de for­ composiciones diversas como redes romboidales, aje­ ma esporádica. Además, la mayoría de estos yaci­ drezados, metopas, etc. Estos motivos geométricos se mientos han proporcionado materiales prehistóricos y completan con la aparición de ondas, generalmente se sitúan en plena paramera, a veces sobre un típico de mayor grosor y situadas en la parte superior del emplazamiento castreño. Salvo Siero, su desaparición cuello, junto al borde, puntos y triángulos dentro de debió ser temprana ya que no están recogidos en los frisos. Las demás composiciones pintadas tienden a cartularios ni deparan cerámicas oxidantes. Si esta localizarse en la panza, cuello, asas y excepcional­ hipótesis se confirmara, anularía la presunta relación mente en el borde e interior de la vasija y en la parte de la conservación de leyendas orales con una mayor posterior de las asas. Esta técnica decorativa, de modernidad. Asimismo, no está claro si esta fase, momento, no aparece combinada con estrías, pero en centrada en los siglos VIII al XI, si no antes, repre­ algún caso se asocia a punciones y perforaciones. senta su vida completa, el apogeo o el abandono. La El resto de técnicas decorativas documentadas suma pobreza de los yacimientos abogaría por esto sobre cerámicas oxidantes es mucho más infrecuente. último ya que la miseria reinante conllevaría un apro­ Tal es el caso de la impresión conseguida mediante vechamiento integral. punciones rasgadas y profundas, que generalmente La plena Edad Media, datada en las centurias XI y no llegan a perforar las paredes. Los trazos se dispo­ XII, estaría representada por la difusión de la cocción nen alternos a lo largo de un espacio horizontal o ver­ oxidante como se aprecia en cerámicas decoradas con tical, aquel reservado a cuellos y proximidades del motivos pintados y estriados y elaboradas con barros borde, éste a asas. Aunque su aspecto resulta algo tos­ decantados mediante el empleo del tomo rápido. En co, su aparición está muy unida a cerámicas de super­ este momento cabría situar a Siero, Quintana de Val­ ficies cuidadas. Menor comparecencia tienen las deajos, Las Lastras y sobre todo Escalote - con sarcó• ondas incisas documentadas en contados fragmentos fagos del siglo XI -, Altorriba, Brañosera, Fontanares a la altura de la panza. y Valdegómez con restos sepulcrales o artísticos de El último grupo lo forman las cerámicas vidriadas época románica. o esmaltadas, de cronología mucho más reciente y Algo más tardías, principalmente de la XIII cen­ mucho menos abundantes. Estas especies ofrecen turia, serían las pastas de tonalidades claras que ofre­ pastas de color rojizo bastante homogéneo, muy cen estriados muy regulares, ocasionalmente combi­ decantadas y compactas. Tanto la superficie interior nados con motivos pintados, derivados del dominio como exterior está cubierta de esmalte de tonalidad del tomo alto. Sin embargo, el mantenimiento de las verdosa, amarillenta o rojiza que, en parte, han perdi­ decoraciones pintadas y estriadas no impide la apari­ do por estar en contacto con la intemperie. A tenor de ción de las punciones y, sobre todo, de las primeras los fragmentos conservados, los colores se manifies­ cerámicas vidriadas. Dentro de este momento estarí• tan de forma homogénea por toda la superficie sin lle­ an Villafría, Valdegómez y Siero, éste con vestigios gar a representar motivo decorativo alguno. artísticos del siglo XIII. Asimismo, es aceptable la A tenor de los materiales arqueológicos, en espe­ pervivencia de Quintana de Valdeajos, Fontanares y cial de los cerámicos hallados en 18 yacimientos, se Las Lastras. puede establecer una sucesión cronológica, en gran Durante los siglos XIV y XV se generalizan los medida provisional debido al incipiente conocimien- vidriados aun cuando no lleguen a sustituir los ele- LOS DESPOBLADOS MEDIEVALES·DE LA HONOR DE SEDANO (BURGOS) 165

mentas cerarrncos anteriores. Es sintomático que vadas que nunca antes habían existido ni nunca des­ hayan aparecido fragmentos vidriados en Valdepuen­ pués se volverían a conocer. te, Villafría, Valdegómez y Siero, citados en el Bece­ rro de Behetrías (1352). Lógicamente, también debie­ ron existir por entonces Valdetobes, Quintana de Val­ deajos y Casares, dado que han deparado materiales BIBLIOGRAFÍA afines, aunque tal vez no pasaron de ser simples gran­ jas en proceso de desaparición. - ABÁSOLO, J.A.; 1984: "Recientes hallazgos de Así como la cronología de la despoblación resulta lápidas romanas en la provincia de Bur­ dispar, así deben ser también sus causas. En virtud de gos", BSAA, XLX, Valladolid, p. 216, lám. los datos arqueológicos, algunos núcleos se deshabi­ X, nº 1y2. taron durante la alta Edad Media, tal vez debido al - ÁLAMO, J. DEL; 1950: "Colección diplomática agotamiento del terrazgo o a las mortandades produ­ de San Salvador de Oña (822-1284)", t. 11, cidas por sucesivas crisis de subsistencia cuya expli­ Madrid, p. 216 y 690. cación última habría que buscar en alteraciones cli­ -ALDEA, Q., MARÍN, T. y VIVES, J.; 1972: "Dic­ máticas difíciles de precisar. No obstante, a tenor de cionario de Historia Eclesiástica de Espa­ los datos diplomáticos el fenómeno despoblador por ña", Instituto Enrique Flórez, Madrid, t. I, antonomasia se sitúa en la segunda mitad del siglo doc. 492 y t. IV, p. 1683. XIII y primera del XIV. Su desarrollo coincide con el -ÁLVAREZ BORGE, J.1.; 1987: "El feudalismo cas­ inicio de una crisis general marcada por las adversi­ tellano y el Libro Becerro de las Behetrías: dades climáticas, los abusos de los señores y la cares­ La Merindad de Burgos", León, p. 73-177. tía más absoluta. Para algunos autores como Martínez - ÁLVAREZ PALENZUELA, V.A.,; 1978: "Monas­ Díez (1987), en cambio, la despoblación del norte terios cistercienses en Castilla (siglos Xll­ castellano estaría íntimamente relacionada con la XJII)" ,Valladolid, p. 125, 174, 180, 182 y repoblación de Andalucía, recientemente arrebatada a 184. los musulmanes. Sin embargo, Martínez García - ANDRÉS ORDÁS, S.; 1987: "Arte de época con­ (1986) defiende como causa principal de la despobla­ dal", en Historia de Burgos. 11. Edad Media ción el aumento del control señorial sobre el territo­ (2), Burgos< p. 14-16. rio que obligó a la concentración paulatina del pobla­ - BAILLY, BAILLIERE y RIERA, 1943: "Anuario miento en pocos núcleos para facilitar el cobro de General de España", Barcelona, p. 440. rentas solariegas. Este proceso migratorio llevaría - BERGANZA, f. DE; 1721: "Antigüedades de consigo el abandono de las aldeas en beneficio de España", t. 11, Madrid, p. 56. lugares próximos más poblados como sucedió con - BOHÍGAS, R., CAMPILLO, J. Y CHURRUCA, Valoria y Quintanapuercas (Campillo, en prensa). J.A.; 1984: "Carta arqueológica de la pro­ Paradójicamente, también sufrieron los efectos des­ vincia de Burgos. Partidos judiciales de pobladores núcleos grandes, de ahí que haya que pen­ Sedano y Villarcayo", KOBIE, 14, Bilbao, sar en la confluencia de otras causas junto a las ya p. 12-40. aducidas. - BURRIEL, A.M. (Copia de 1753): B.N. Ms 13055, Tradicionalmente, el motivo principal que expli­ f Q 132 r y V y 146 V. caría la despoblación acaecida en el siglo XIV sería la - CABALLERO, L.; 1989: "Pervivencia de elemen­ Peste Negra de 1348 (Cabrillana, 1968). Aunque su tos visigodos en la transición al mundo repercusión en el obispado de Palencia es irrefutable, medieval. Planteamiento del tema", III su influencia en el resto de Castilla y, sobre todo, en CAME, Oviedo, p. 116. áreas montañosas debió ser escasa. Por eso, Vaca - CABRILLANA, N.; 1968: "La crisis del siglo XIV (1977) aboga por una mayor complejidad y diversi­ en Castilla: La Peste Negra en el Obispado dad de causas que, a la postre, conducirían a un pro­ de Palencia", Hispania, 109, Madrid, p. ceso lento de despoblación cuyo origen arrancaría de 245-246. bastante más atrás. - CAMPILLO, J.; 1985: "El túmulo campaniforme Los vestigios arqueológicos demuestran que la de Tablada del Rudrón (Burgos)", NAHisp. Honor de Sedano no sufrió una despoblación absolu­ 26, Madrid, p. 14. ta durante la alta Edad Media. De hecho hubo una - 1992: "Las grandes epidemias del siglo continuidad en el poblamiento, a pesar de una primi­ XVI en la Honor de Sedano", Estudios tiva laxitud, que se irá tupiendo paulatinamente con la Mirandeses, XII, , p. 135. aparición de nuevos núcleos. El momento álgido - 1994: "Hallazgos de hachas pulimentadas habría que situarlo en los siglos XII y XIII ya que en La Lora (Burgos)", KOBIE, 21, Bilbao, entonces se lograron densidades de hábitats tan ele- p. 267-274. 166 JACINTO CAMPILLO CUEVA

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