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LA CARRERA PANAMERICANA

En 1950 inició esta carrera, mundialmente conocida. Al principio se le llamó como “The Mexican Road Race” (La Carrera Mexicana por carretera). El “pequeño” trayecto fue solamente desde El Paso, , hasta un lugar llamado “El Ocotal” en , prácticamente en la frontera con Guatemala, completando poco más de 3,000 km.

Gracias a Enrique Martín Moreno, gran dirigente y organizador deportivo –que obtuvo la representación de la FIA para nuestro país por medio de la Asociación Nacional Automovilística y fue el responsable principal de la organización de la Carrera Panamericana de los años 1950 al 1954– junto con el gobierno federal, encabezado por Miguel Alemán Valdés, presidente de la república en aquel entonces y gran aficionado a los autos, se inició la primera carrera.

De igual manera, se tuvo gran apoyo de la comunidad de autos de carreras de EE. UU., por lo que algunos pilotos de aquel país decidieron asistir a la competencia. Treinta y dos fueron los autos inscritos en la primera edición, con origen primordialmente americano, aunque en los años subsecuentes y ante la gran expectativa que se había generado alrededor del mundo, tanto marcas automotrices como pilotos que brillaban en diferentes categorías en Europa, se sumaron a la carrera, aumentando el número de categorías. “La Panamericana” logró compararse con las 24 de Le Mans, la Mile Migglia o . Ciento cuarenta y nueve autos inscritos en 1954, pilotos de México, EE. UU., Italia, Argentina, Alemania, Inglaterra, Guatemala, Chile, España, Francia, República Dominicana, Colombia y Cuba, como Fangio, Ascari, Moisés Solana (con tan solo 18 años), Taruffi, McGriif, Bonneto, Crowford. Autos de ñas macras Lincoln, (con 350 hp que lograban 280 km/h), , , Mercedes Benz 300SL “Alas de Gaviota”, Jaguar, fueron los principales, pero el legado de “La Carrera” quedó inmortalizado desde que la marca (específicamente Ferry Porsche) decidió denominar “Carrera” a sus deportivos 911, gracias al excelente desempeño del spyder (4 cilindros, con solo 120 hp, capaz de alcanzar 200 km/h gracias a su excelente diseño y poco peso) y desde el 2009, se le denomina “Panamera” al primer auto sedán de cuatro puertas y motor delantero de la marca.

Otro hecho relevante de “La Carrera” en el mundo, es lo hecho por una de las principales marcas de relojes, Tag Heuer, que en 1963 decidió nombrar como “Carrera” a una colección de sus exclusivos relojes, cuando Jack Heuer se enteró de esta mítica carrera por una plática con nada más y nada menos que Pedro Rodríguez, cuando competía en las 12 Horas de Sebring en 1962.

Así fue el inicio de esta mundialmente conocida carrera, desde hasta Chiapas (o viceversa) en carreteras mexicanas, cruzando tanto increíbles zonas montañosas como largas rectas en sus más de 3000 km. de recorrido. Lamentablemente, la carrera fue suspendida en 1955 por motivos de seguridad, después de un fatal accidente en Le Mans, Francia.

He tenido la oportunidad de experimentar una “micra” de las sensaciones que provoca la Panamericana cuando ocasionalmente doy la vuelta por la hermosa sierra gorda Queretana con excelentes amigos pilotos y verdaderamente es fascinante. Tengo amigos que la han “corrido” e invariablemente muestran una sonrisa cada vez que se toca el tema.

En 1988 arranca una emulación (más bien un Rally en su memoria) de la Panamericana; que por obvias razones, ahora no es lo mismo que en los 50, pero que tiene sus seguidores y patrocinadores.

Germán Inzunza