4El peor enemigo de la Revolución es la ignorancia Leandro Estupiñán Zaldívar | Una entrevista a Alfredo Guevara que, por la importancia de sus revelaciones, constituye un documento de consulta im- prescindible para aquellos interesados en conocer los avatares de la cultura cubana durante los primeros años de la Revolución.

12Vicentina Antuña: maestra, madre, compañera Ricardo Alarcón de Quesada | Estas palabras de homenaje , descubren las claves del magisterio de Vicentina, del amor que profesaba y le profesaban, de su entrega al pueblo y la cultura cubana.

16Vicentina en la memoria Elina Miranda Cancela | La vida de la por todos conocida como magistra, es una PORTADA: Anónimo. Máscara, lección a favor de la elevación cultural y social de nuestro pueblo, porque sus barro modelado y pigmentos na- enseñanzas y pensamientos mantienen su vigencia y proyección al futuro. turales, 23X10X9cm. Venezuela. 21El Lyceum, refugio y amparo de la cultura cubana Col. Casa de Las Américas. Graziella Pogolotti | En esta institución femenina que horadaba el silencio de No. 5-6 septiembre- CONTRAPORTADA: Milton Raggi. las instituciones culturales de la época, en este refugio donde siguió habitan- do la cultura cubana, Vicentina Antuña también dejó su impronta. diciembre, 2009| Abrir y cerrar los ojos, 2009; Época V| serigrafía/acetato; 1640x 24Las mujeres de Pro-Arte Musical en la construcción identitaria cultu- Año 51 de la Revolución| 1000mm.c/u. Foto: Abel Car- ral de la ciudad de La Habana en la República La Habana, menate. (Arriba) Irina Pacheco Valera | Aunque limitadas en su proyección por discriminar el valor de la cultura autóctona, estas mujeres convirtieron a La Habana en una (Abajo) Vista parcial de la plaza artística de primer nivel en América, y al teatro Auditórium en uno de muestra de Rogelio Polesello. los símbolos patrimoniales de la ciudad. Foto: Israel Castellanos. REVERSO PORTADA: Anónimo, 30Apuntes para un análisis de los personajes en la obra pictórica de Fer- nando Botero Mola, tela incrustada, Nelly Le Namur | Reconocible a primera vista, la obra de este pintor colombia- 40 X 54 cm. Panamá. Col. no puede recorrerse como una obsesión por la forma y los volúmenes en Casa de las Américas. busca de la plenitud y la sensualidad. REVERSO CONTRAPORTADA: 35La estampa joven también se mueve V Edición de Arte Corporal, Israel Castellanos León | En el año cinético de Casa de las Américas, la celebra- Caracas, Venezuela, septiembre ción del X Premio La Joven Estampa confirma el espacio que esta cita del de 2009. grabado ha ido ganando en el mapa de la región. Pero el autor nos invita a ahondar en su historia y génesis, en su evolución.

43Maykel Herrera: intuitivo alquimista de trazos Cecilia Crespo | Sobre esa poética, llena de asombros y sutilezas, a la que nos ha acostumbrado este joven pintor, versa una entrevista que intenta apresar el porqué y el para qué de su creación. Directora Redacción y Luisa Campuzano Oficinas 50Arte Corporal: Espiritualizar lo corpóreo o corporeizar el espíritu Subdirector Calle 4 # 205, e/ Hanna González Chomenko |.Desde hace algunos años el arte corporal tiene en editorial Línea y 11, , Caracas, una cita internacional que propicia el intercambio, la reflexión y la José León Díaz Plaza de la Revolución creación más allá de los límites que imponen la especialización o los géneros Consejo asesor Telf: 830-3665 artísticos. Graziella Pogolotti, E-mail: Ambrosio Fornet y 59El ceramista escultor: Carlos Enrique, el artista ryc@cubar te.cult.cu Onedys Calvo | Una mirada a la peculiar cerámica artística de Carlos Enrique Antón Arrufat Web site: Prado, a quien, paradójicamente, no se le considera ceramista a causa de lo Jefa de redacción www.ryc.cult.cu dialógico de su propuesta, de múltiples incidencias en los campos del arte. Conchita Díaz-Páez Administrador Precio del ejemplar: 66Memorias de la primera Cinemateca de Cuba Iván Barrera $ 5.00 Redacción Elizabeth Mirabal Llorens y Carlos Velazco Fernández | Primeros pasos de un atrasado: 5.50 grupo de entusiastas del cine que perseguían asentar un gusto por la crítica Jaime Sarusky, y el cine de arte. Israel Castellanos Fotomecánica e Gilberto Padilla Impresión: 76La aventura cubana de John Huston Corrección Poligráfico Luciano Castillo | El afamado director norteamericano inició junto a Sam Spiegel la productora Horizon Pictures. Deseosos ambos de echar a andar aquella Surelys Álvarez ENPSES Diseño compañía, tomaron la decisión precipitada de filmar una historia ubicada en La Habana de 1933, etapa final del machadato. Eric Silva Permiso Edición digital 81279/143. 91Confesiones de un ex juez Luis Augusto Jaime Sarusky | Continúa nuestro colega con su serie de cuentos iniciada en el González Pastrana Publicación número anterior. Relaciones financiada por el 93A TIEMPO públicas FONCE ¿La calle Víctor Hugues? | Rafael Rodríguez Beltrán || Expo Restaurarte | Tania Cada trabajo Rosario Parodi Chappi Docurro || Tres jornadas de excelencias | Ada Oramas Composición expresa la opinión Maritza Alonso 101VISTAZOS de su autor.

3 Revolución y Cultura Entrevista con Alfredo Guevara EL PEOR ENEMIGO DE LA REVOLUCIÓN ES LA IGNORANCIA Leandro Estupiñán Zaldívar

Revolución y Cultura 4 Periodista y narrador. Obtuvo el Premio de la Ciudad de Holguín Introducción, de Alfredo Guevara en 2007 en cuento y prensa escrita. Concedí al compañero Leandro Estupiñán una entrevista formal, que debió, en consecuencia, ajustarse a temas y términos. Es tal la indignación que me producen ciertos senderos trazados e impuestos que, ante este talento- so periodista, presentado con el aval de Graziella Pogolotti, estallé en to- rrente a veces inconexo, pero siempre retornando a ciertas ideas, concepcio- nes y experiencias. Quedaron así violadas las reglas del juego, y la entre- vista desbordó su propósito. Releída en bruto, decidí revisarla y ordenarla, y se produjo este texto no-texto y tampoco entrevista que adelanta segura- mente otro texto-Memoria que debo redactar con urgencia por razones ob- vias. No hay que olvidar, pero sólo para ser mejores. Creo que Leandro Estupiñán es y será magnífico periodista; me sacó de esas casillas en que algunas personas, y en mi caso temas, quedan abro- quelados. Los reservaba para abordarlos a mi manera, frase a frase pensa- da y pensada. Salió así: ¡pues adelante! El periodista-entrevistador debe para serlo de veras, respetar al interroga- do y sus opciones; pero ser incisivo, provocador y acorralante. Lo grave e inadmisible es cuando la provocación y el acorralamiento resultan de la vulgaridad y la ignorancia, o de la muy común falta de gentileza y pobre educación ¡Qué magia desarmante se produce cuando el interrogado enfren- ta inteligencia fina y estilete bien graduado! Esa fue la experiencia. Y la agradezco.

El encuentro con Alfredo Guevara (1925) en mayo de Hace una cierta cantidad de años planteé a Fidel 2007 fue extraño, pero mucho más raro ha sido el resul- que no quería seguir en los cargos: renuncié. No tado de aquella conversación fraccionada, por cuestiones cómo se renuncia en otros lugares, sino que le pedí inexplicables, en dos secciones. Una transcurrió en su ofi- que me liberara de todo lo que se pudiera menos cina del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. La otra, del Festival –quería seguir en el trabajo latinoame- en el recibidor de su casa en el Vedado. Entablamos el ricano. Quería tener tiempo para escribir y para diálogo entre cuadros de los más notorios artistas (colec- seleccionar documentos y publicarlos. Me dio esa cionarlos es una de sus pasiones) que ofrecen un fresco de autorización y es lo que estoy haciendo. En estos lo que entendemos por Cuba, la Revolución y estos años últimos tiempos, con esa polémica que tú sabes que lo han convertido en una figura polémica. Aquí que se armó,1 ha quedado muy claro que este pen- transcrito, apenas podríamos llamarlo entrevista. Luce samiento que tengo es más que correcto. Los pro- más como un testimonio. Y, por supuesto, lo es. Ambos tagonistas teníamos que hablar. encuentros, de los cuales nos separan dos años en los que Me horroricé hace unos años con la muerte de Bilito Alfredo Guevara ha tenido tiempo para reflexionar sobre Castellanos.2 Me di cuenta de que, de aquel grupito lo dicho allí, y sobre la vida en general, fueron un descen- que nos conocimos en nuestro primer año de la so a la memoria. Quisimos traer de vuelta algunos temas, Universidad y que, poquito a poco, incluso turbu- «romper ciertos silencios», lo llama él. Esos silencios que lentamente, fuimos intimando y acabamos por ser abrazan la realidad cual animal inhóspito que aquellas un grupo de amigos para siempre, había desapare- noches nos acechaba. cido casi todo el mundo. Pero Bilito me interesaba Creo que a mi generación, es decir, la de Fidel –ge- mucho, no solo por el cariño, casi amor, que le te- neración que tiene la responsabilidad de haber pen- nía, sino porque era uno de los que podía escribir. Y sado y echado a andar la Revolución con el sacrifi- dije, bueno, qué es lo que queda. cio suyo y de otros que ya han desaparecido–, no la Creo que de aquellos primerísimos años, los años han defendido como debían. Ha habido demasiado en que se preparó la Revolución y en que se ges- silencio, demasiado hablar hacia el exterior y, no taron otros momentos –momentos decisivos como sé por qué razón entre nosotros se ha esquivado la el Moncada y, después, el Granma, la Sierra–, ya polémica, se ha esquivado la refutación. casi no existen los protagonistas que podían rese-

5 Revolución y Cultura ñarlos con conocimiento verdadero, profundo, de- chos dicen que sí, pero tú, que eres joven, sabes muy tallado de las cosas. Es por eso por lo que estimulé bien que hay mucho escepticismo y muchas pre- hasta donde pude –porque en estas cosas Fidel guntas que se hace la gente, los que siguen querien- toma sus decisiones– la entrevista con Ramonet.3 do que exista…, pero se hacen preguntas. Entonces, En realidad, ya había habido un intento hace mu- como yo sí creo que vamos a llegar, que llegará una chos años; pero –y sé que no le gustaría esto a quien generación, no sé si esta u otra, pero que llegará, queda de entonces–, me alegro de que no haya sido sigo queriendo hacer una contribución a esta edad en esa época. Giangiacomo Feltrinelli4 intentó que ya avanzada que tengo. Y en este caso, aceptar tu se hiciera una entrevista en forma a Fidel, pero era entrevista. Sin conocerte, sabiendo que me expon- muy temprano. Realmente, esta entrevista de go a que me utilices, acepté correr el riesgo. Para mí, Ramonet ha llegado en el momento oportuno, en lo peor es no correrlo. Por eso estoy ha-ciendo esta el momento en que ya habíamos tenido la expe- introducción. No sé si tú vienes con preguntas, pero riencia de la Revolución, un proceso que quería yo quiero hacer una pequeña exposición. construir una sociedad más justa, que ha soñado Creo que la época a la que te quieres referir, puntual- con ser socialista. mente a Lunes de Revolución, no puede ser comprendi- El socialismo, en realidad, nadie sabe qué es hasta da sin un análisis político, que es también histórico. ahora, puesto que no hay ninguna experiencia váli- Es decir, de cómo se construyó la Revolución. da de socialismo, ni siquiera la nuestra. En reali- Al triunfo de la Revolución, el Movimiento 26 de dad, sigue siendo una utopía. Una utopía en la cual Julio, al que pertenecía ya en ese momento, no te- todavía creo, y en la cual ya muchos no creen. Mu- nía una influencia marcada –sí emocionalmente, pero no estructuralmente desde el punto de vista ideológico– sobre la generación intelectual. No te- nía a las capas de la intelectualidad artística. El Partido Socialista Popular había hecho un buen trabajo en esa dirección, porque no había maneja- do la tesis soviética del realismo socialista. Había sido inteligente su política con los intelectuales. Más bien se había centrado en la identidad. Es lo que a mí me tocó conocer, con la edad que tenía entonces. El PSP fue beneficiado para desarrollar esa influencia por el hecho de que el final de la Guerra Mundial –antes de que empezara le Guerra Fría, que empezó casi enseguida– desarrolló un cli- ma de esperanza en el mundo. La Unión Soviética había jugado un papel muy importante en la de- rrota del nazi-fascismo y tenía la simpatía mun- dial. Tenía también la de los judíos y de la intelec- tualidad judía del mundo, que era más que impor- tante. Una parte de ella, la que se salvó, se había refugiado en los Estados Unidos. El viejo Partido, el Partido Socialista Popular que, confeso o no confe- so, seguía los lineamientos de los restos más o me- nos encubiertos de la Internacional –que, en defi- nitiva, era Stalin y el estalinismo–, y que perjudicó su imagen por su alianza con Batista, se benefició en imagen porque la Alianza Mundial Antifascista se creó para apoyar a los países en lucha; pero, en realidad y en particular, a la Unión Soviética, y condujo al Partido Comunista Norteamericano, bajo la dirección de Earl Browder, a suavizarse. Y mientras Stalin no cambiaba su política interna respecto a los intelectuales, hacía afuera desarro- llaba una forma de apertura, de alianza, de frente único. Por lo tanto, la política del Partido Comu- nista cubano, con nombre de PSP, fue la del frente único. Y el frente único no se logra nada más que haciendo concesiones. Roosevelt estaba en los Es- tados Unidos. Earl Browder era el dirigente del Par- tido y marcó ciertas líneas, esas líneas también se adoptaron aquí. Estas cosas aunque las seguía en la época, era tan joven que no puedo decir que las comprendiera bien. Fui comprendiéndolas más Expediente de Alfredo Guevara en el Buró de tarde, cuando me tocó vivirlas conflictualmente. Hace dos años, más o menos, alguien hizo un es- Investigaciones. tudio en Francia sobre esa época y las cosas rela-

Revolución y Cultura 6 cionadas con la vida intelectual cubana, basado bre. Porque pertenecí a la Juventud Auténtica, a la en correspondencias, etcétera, de las que dispone y Juventud Ortodoxa y a la Juventud Socialista. Y de las que no dudo.5 Casi al mismo tiempo, recibí mientras era de la Juventud Ortodoxa y de la Ju- una llamada extrañísima de una persona que de- ventud Auténtica, pertenecí a la Alianza Revolu- cía –puedes fijar la fecha, pues coincidió exacta- cionaria, que era la organización anarquista. Pero mente con la muerte de Guillermito Cabrera In- lo que cualquier investigador tendrá que aprender fante– que quería lograr que alguien, a quien cono- es que la realidad no es monolítica, ni en las perso- cí, se reconciliara conmigo. Resulta que ese alguien nas ni en la sociedad. Está llena de conflictos, y mi que quería reconciliarse conmigo era Germán Puig. caso era el caso de alguien que estaba buscando; y Él quería reconciliarse conmigo ahora que había a esa edad eso es lo único que puede hacer alguien: muerto Guillermito. Yo me quedé asombrado. buscar. Estaba buscando un asidero intelectual, En el año 49, parcialmente, estuve por Europa. El ideológico, político. Finalmente lo encontré en el 50 y 51 me los pasé en Europa, básicamente en marxismo. Pero no encontré, salvo raras excepcio- París, Praga y Roma. Había conocido a Germán Puig nes, idóneas personalidades del marxismo que re- en Cuba, pero lo reencontré en la Ciudad Universi- presentaran el marxismo que empezó a adentrarse taria de París y me pareció muy simpático. Así en mí. pues, resulta que he tenido enemigos que no sabía ¿Por qué te digo todas estas cosas que no es lo que quiénes eran. No sabía que tenía un enemigo. Un te interesa? Llega el triunfo de la Revolución. Yo muchacho que había conocido aquí, que me pare- me he ido del Partido, en medio de la clandestini- cía simpático también y que le gustaba mucho el dad. Lo discutí con el Partido. Me pasaron algunas cine. A mí me gustaba mucho el cine también, más cosas que me decidieron a romper. Primero, el gru- nada. Pero, él había tratado de organizar cine-clubs po mío, de amigos, no estaba en el Partido. Eran los y cinematecas, había tratado de organizar cosas, que rodeaban a Fidel. Eran Pedrito Miret, Léster etcétera, y había tenido un conflicto con Titón [To- Rodríguez, Melba [Hernández]. Yeyé [Haydeé más Gutiérrez Alea], a quien excluye de este con- Santamaría] menos, aunque estuve bajo el mando flicto, en este lío del que me enteré tarde. Es decir, de Yeyé después. Y Fidel y Raúl. Fidel y Raúl esta- me he enterado, ahora que tengo ochenta, no an- ban en las mismas ideas. Pero, como yo era el que tes, de que había tenido un enemigo hace cuarenta estaba más lanzado, ellos, nunca en público y en o cincuenta años, no sé cuantos. Yo no sabía que relajo –porque éramos unos jovencitos: no pienses tenía un enemigo con el que tenía que reconciliar- en Fidel el estadista de ahora, ni en la figura histó- me. Y de las cosas que habla el estudioso de Fran- rica, ni en nada de eso–, me decían Guevaroski y cia, que me parece una persona honesta, limpia, Alfredoski. Nunca en público, porque entonces se que está trabajando con papeles. Hago un parénte- rompería la unidad que teníamos, el papel que ju- sis para decirte que por eso estoy haciendo esto, gábamos en la Universidad. Cuando estábamos porque sé que a quien trabaja con papeles puede solos me decían esas cosas, porque yo era el que armársele una confusión tremenda. Los papeles estaba más lanzado. dan pistas, pero hay que hablar con los protago- Salgo del Partido, porque en una reunión del Parti- nistas, y ya no tienes cómo hablar con casi ningún do –una reunión de Nuestro Tiempo–, donde yo es- protagonista. Hay unos cuantos protagonistas aquí taba militando, planteé que estaba de acuerdo con con los que tal vez ya hayas hablado, pero no van la invasión de Hungría; que estaba de acuerdo con a decirte lo que yo te voy a decir ahora. Es decir, la actitud del Partido de Hungría, que había llama- tengo experiencias extrañísimas de esas cosas. He do a las tropas soviéticas; pero que no lograba en- descubierto que tenía un enemigo, con el cual te- tender cómo al día siguiente, una vez dominada la nía que reconciliarme. Voy a aceptar, pero necesito insurrección, la dirección del Partido no se había tiempo para hacerle una carta diciéndole que vivo suicidado. Yo, si hubiera sido dirigente del Partido asombrado de que hayamos sido enemigos. Esto, húngaro, probablemente hubiera estado de acuer- para decirte cuán complejas son estas cosas. do en parar la insurrección, pero después me hu- Cuando conocí a Fidel teníamos diecinueve años. biera cuestionado: «he disparado contra el pueblo, Ya yo había empezado a caminar hacia el marxis- no puedo vivir». Me hubiera tenido que pegar un mo rápidamente; pero venía de la anarquía. La ima- tiro. Entonces, Mirta Aguirre pidió mi expulsión. Y gen del anarquismo es la de un tipo loco con cua- su hermano, que también estaba allí, Sergio tro bombas en el bolsillo, sembrando el terror por Aguirre, ellos dos, me expulsaron. No te diré los todas partes. Mi anarquismo y mis ideas no estu- otros que estaban militando allí, porque te queda- vieron exentas de eso, pero eran ante todo liberta- rías patidifuso si dijera los nombres. Solo que no rias. Fui formado por mis profesores en la Univer- soy hombre de odios, y fueron mis compañeros sidad, básicamente, y bajo la influencia también después, hasta que murió cada uno. Creo que se de algunos otros. Fernando Ortiz no fue mi profe- confundieron entonces, y se confundieron más tar- sor; y María Zambrano fue profesora en la medida de. Allí estaba militando María Antonieta Enrí- en que asistía a sus conferencias. La admiraba quez, una musicóloga que era la esposa, en ese mo- mucho. También, por ciertos profesores republica- mento, de Carlos Rafael Rodríguez, que ya se había nos. Pertenecía a una organización anarquista del separado de Edith García Buchaca. María Antonieta, puerto. Nada más que había negros, además, esti- no sé cómo, pudo avisarle a Carlos Rafael. Esto era badores. Fue una experiencia. Si alguien, cuando en plena clandestinidad. Y Carlos Rafael, violando yo muera, empieza algún día a indagar sobre mí, las normas de la clandestinidad, se presentó e im- dirá: este era un cambia casaca que no tenía nom- pidió mi expulsión. Y además Carlos Rafael se pre-

7 Revolución y Cultura guntó en público, un público de quince personas miento del Moncada, siempre estuve con ellos. más o menos, un público clandestino, se preguntó Cuando el asalto al Moncada, quien limpia las ca- cómo yo había aguantado aquella reunión. Acepté sas, porque tenía acceso a ellas, soy yo. Me detie- que no me expulsaran. Agradecí a Carlos Rafael nen unos días después, pero alcancé a limpiar las muchísimo, pero Carlos Rafael tenía sus razones casas, porque allí había textos marxistas. Ellos es- para hacerlo. Yo me había convertido para Carlos taban estudiando el marxismo. No quiere decir que Rafael, por todos estos antecedentes míos, en el todos los asaltantes al Moncada supieran esto, contacto con [Carlos] Prío, con la Triple A, con Aure- pero era parte de la evolución intelectual de Fidel, liano Sánchez Arango, que estaba clandestino en de Raúl, de Pedrito, de Léster... un yate, y después en un super-sótano en lo que es …de Abel. En su casa también había libros marxistas. hoy Siboney. Yo era el contacto de él con las organi- De Abel [Santamaría] también, pero yo no tenía el zaciones, con el 26, con los Ortodoxos, pues en la acceso para llegar allí y hacer lo que me diera la dirección ortodoxa estaban mis profesores de Filo- gana. Pero, en todas las demás casas yo «acabé». sofía y Letras de la Universidad. Incluso, en el cuarto en que vivían Raúl y Pedrito, A mi regreso de Europa me tocó vivir otra expe- una casa de huéspedes, entré, me llevé las cosas, riencia. Flavio Bravo, el líder de la Juventud Comu- llegó el SIM [Servicio de Inteligencia Militar] y yo, nista, me puso a vender el periódico Hoy, voceado que ya estaba un poquito lejos, me acordé de que por las calles. Lo acepté porque, precisamente, soy había un travesaño en el que Raúl a veces tenía tan engreído, tan seguro de mí mismo, que me daba cosas. Me dije: «ay mi madre». Volví a la casa. Ya se lo mismo vocearlo que hacer otra había ido el SIM. Me llevé lo que cosa. Eso no cambiaba nada en estaba en el travesaño. Logré mí, pe-ro en un momento dado limpiar todas las casas a las que me sentía viviendo el absurdo. tenía acceso, y unos días después Me encontré con un bedel de la me detuvieron. Esto, para decir Universidad en el parque Maceo. que yo salí del PSP directo a las Yo estaba voceando el periódico acciones del 26. Salí del PSP para y me dijo: «ay, Alfredo, no sabía correr más riesgos todavía. La que estabas tan jodido». Enton- pasé peor en la clandestinidad ces me dije: «esto es demasiado urbana que si hubiera estado en ridículo», y se acabó la experien- el monte. No me veo en el mon- cia. Les dije: «si quieren utili- te. Pertenezco al asfalto. Corrí zarme, a partir de ahora las con- riesgos en La Habana, pero no diciones las pongo yo». En la vivía en un sótano, vivía en las Universidad puse por condición casas burguesas más ricas de que seguía las líneas de la Juven- Cuba, aunque igual podían ma- Alfredo Guevara con tud, pero se discutía conmigo di- tarme al día siguiente. En otro Julio García-Espinosa rectamente y no formaba parte medio me habrían agarrado a los de nada. Por eso no milité. En tres minutos. Tú tienes que ser Nuestro Tiempo llegué a militar entre intelectua- pez en tu agua y ahí debes actuar hasta donde pue- les, pero ya no milité nunca más. das. Yo me sentía más seguro en la inseguridad de Algo similar, o peor, sucedió con Carlos Franqui, quien La Habana que en un medio en el que me sintiese fue expulsado del PSP. Franqui había trabajado en el un extraño. Al final, me detuvieron y me tortura- periódico del PSP antes del triunfo de la Revolución. ron. El PSP había sido con él tan injusto como conmigo. Me salvó mi padre. Él era Gran Maestro de la ma- Franqui se confundió conmigo, pensando que ten- sonería. El movimiento estudiantil estaba protes- dríamos las mismas reacciones. Es decir, él había tando: yo estaba desaparecido. La palabra desapa- salido con odio, pero con razón. Su odio era justo. recido, como se usa hoy, no existía entonces…, pero Había sido maltratado de verdad. Lo menciono por- lo estaba. Me habían detenido Carratalá y Peñate. que ese es el origen de muchos problemas futuros, a Carratalá me había entregado a este último. Estu- los cuales me referiré más adelante. ve en la estación de policía de Zapata y C. Cuando Después encontrarás el nexo de todas estas cosas. paso por ahí me horrorizo nada más de mirarla, Decidí, en mi alma, salir del Partido. Empecé a ca- porque fue donde acabaron conmigo. Logré avisar minar, para no salir abruptamente, y en la prime- gracias a un policía. Yo era un guiñapo, un hema- ra oportunidad que pude considerar oportuna, plan- toma viviente. El policía se pone de espaldas, por- teé mi desacuerdo con la política del Partido. que no podía hablarme, y me susurra: «¿tú sabes La política del Partido seguía siendo el frente único, el que te van a matar?» Le digo «sí». Dice: «si me das movimiento de masas, no la insurrección. En reali- un teléfono aviso, porque la clave es que te vean». dad, estaba convencido, desde el Moncada, de que des- Todo esto sucedió en medio segundo. Se me ocurre pués de la sangre del Moncada se había acabado esa la idea salvadora: llamar a un primo mío, que era política. Pero me era muy difícil, porque yo seguía sien- cónsul en Buenos Aires, era de la carrera diplomá- do un marxista. Yo salí del Partido y al día siguiente ya tica formal, había sido premio Sánchez Bustaman- estaba militando junto a Fidel; no digo junto a Fidel te en Derecho Internacional en la Universidad, y se persona, sino en la misma línea, en el 26. logró colar en el Ministerio de Estado desde la épo- El problema es que estaba militando virtualmente ca de Prío. Y recordé también a Alicia, su esposa, desde antes y conocía todo. Estuve en el entrena- que todavía vive con noventa y tantos años. Ellos

Revolución y Cultura 8 estaban fuera de la lucha y yo no tenía por qué la intelectualidad, y que era recordar el teléfono, pero me vino a la memoria el la mano que estuvo detrás de número, lo dije y se avisó. Mi familia se comunicó Nuestro Tiempo. Fui uno de con mis contactos, muchos de ellos bien coloca- los instrumentos de los que dos entre la burguesía habanera que ayudó a la se sirvió el PSP para dominar Revolución. Nuestro Tiempo, en realidad Varias mujeres de esa burguesía se aparecieron en era el que daba la cara hacia Cadillacs, rodearon la estación de policía con sus cho- fuera, pero los importantes feres uniformados, y se colaron dentro. Desde luego, eran Carlos Rafael y Mirta. a un individuo le podían dar una pateadura, pero En esa situación de integra- con esas mujeres no era lo mismo. A mí no me tortu- ción de las organizaciones y raron exactamente con instrumentos de tortura, sino sus conflictos a inicios de la a culatazos. Todavía tengo problemas, lo que pasa es Revolución, Franqui le teme que ya no tienen importancia. Aquella acción impi- mucho a la influencia cre- dió el asesinato inmediato. Después, mi padre, sa- ciente del Partido. Franqui biendo lo que pasaba, me salvó con la presión de la tenía suficientes redes para masonería, que en la época era archipoderosa. no ignorar que por todas par- Como podrás apreciar, hice entonces una clandes- tes el PSP estaba diciendo que tinidad de riesgo, no una clandestinidad escondi- le estaban pasando el poder. do debajo de una piedra. El tiempo de un comba- Y, si además de eso, se iba tiente urbano está limitado siempre. O muere o se produciendo un acercamien- salva, pero si se salva no puede seguir en la ciudad. to a la Unión Soviética, en- Al final, salí clandestino de Cuba. Se decidió la sa- tiendo su terror. Se han alia- lida clandestina, porque yo estaba condenando los do las fuerzas políticas, pero él es un personaje del Che y Alfredo asilos fáciles, y no podía salir asilado. 26. Voy a decir lo que considero clave para enten- Guevara. No voy a contar la historia completa, es sólo para der la historia de alguna de las polémicas de los llegar al triunfo de la Revolución. años sesenta. Ya dije que el Partido tenía influen- Se produce el triunfo de la Revolución. En aquellos cia sobre una parte de la capa intelectual. El Movi- primeros días del 59, cuando Fidel llegó a Matan- miento 26 de Julio no tenía intelectuales y artistas zas, le dijo a Lidia, su hermana mayor, que me lo- militantes en sus filas. Entonces Franqui abre en calizara. Considero que no me lo merecía. Él me el periódico la posibilidad de que una capa de jóve- recordaba como el habanero que sabía de su con- nes echen a andar rápidamente, se destaquen en fianza y que podía hacer cosas. Creo que entre la todo, porque tienen el instrumento de la Revolu- cárcel –nos vimos después de la cárcel–; el exilio en ción. Aquí entra Lunes de Revolución. ¿Hace esto México, donde no nos vimos; el Granma; la Sierra, «malo» a Lunes? No. No es un juicio sobre la cali- etcétera, fijó en su memoria a algunas personas dad estética de Lunes de Revolución. Es un juicio so- que podían serle útiles en los proyectos no confesos bre por qué se producen los conflictos. Se producen que tenía. Creo que por eso enseguida me quiso no contra Lunes, se producen alrededor de la volun- llamar. En su memoria, yo era alguien del grupo, tad de poder, justa por otra parte, peligrosamente estudioso, preparado, cultivado, de principios, de- justa, de Carlos Franqui. cidido, que no había fallado en nada y que había En ese momento yo estaba muy cerca del día a día estado en la clandestinidad, había resistido la cár- de Fidel. No es que fuéramos de igual a igual, pero cel, la tortura y me había mantenido firme. éramos dos amigos de la misma edad y desde fe- Acaba de triunfar la Revolución, acaba de llegar cha muy temprana. Estaba al lado de Fidel siem- Fidel. Me pidió que no me ocupara del cine –sabía pre, manejándolo todo y sabiéndolo todo. ¿Qué es que era mi vocación–, que tenía que ayudarlo y lo que pasa? Que Franqui no cree en el talento y en que me tenía que ocupar de las leyes revoluciona- la habilidad de Fidel. En esencia lo subestima. Car- rias. Me dijo que tenía que trabajar en eso y que los Franqui no estaba predestinado por la historia coordinara las reuniones. Éramos el Che, Vilma a ser contrarrevolucionario. Fue que se creyó o lle- [Espín], [Antonio] Núñez Jiménez, y también sugi- gó a la convicción de que el PSP sumergía a Fidel en rió que podíamos tener asesores, pero externos. sus posiciones, y eso no podía aceptarlo. Él se sen- Empezamos a hacer las leyes revolucionarias. Fí- tía superior o más inteligente y hábil, o más sutil jate a quiénes escogió. que Fidel. O más previsor. No sé… Después se produjo la unión en las ORI [Organiza- En efecto, fue necesario contar con los cuadros del ciones Revolucionarias Integradas] de las tres or- PSP –no estoy hablando de los cuadros intelectua- ganizaciones: el PSP, el 26 y el Directorio [Revolu- les, sino de los cuadros políticos– en la alianza que cionario 13 de Marzo]. Las situaciones más o me- habíamos hecho. Ahora, puedo decirte que el PSP, nos conflictuales se fueron resolviendo. No voy a en mi convicción, no fue leal. No disolvió sus Comi- desarrollarlas. Pero uno de los acuerdos fue disol- siones. Entre ellas, no disolvió la ya mencionada ver todas las estructuras internas de esas organi- Comisión cultural, manejada por Edith, pero tam- zaciones, si las tenían. El que las tenía más elabo- bién por Mirta. Después ellas entraron en conflicto. ra-das era el PSP. Entre otras cosas –y es a lo que ¿Tú sabías estas cosas? me voy a referir y por lo que he hecho toda esta Algunas... historia–, tenía una Comisión de Cultura. Una co- No se disolvió la Comisión cultural. Y Raúl, el Che, misión de influencia en plan de frente único sobre Ramirito [Ramiro Valdés] y yo trabajando juntos,

9 Revolución y Cultura observábamos –Fidel lo sabía todo, desde luego, pero él estaba dedicado a otras cosas– cómo Fran- qui avanzaba y se iba apoderando de espacios, de medios. Estos muchachos que se nuclearon en tor- no a Lunes, que vieron el gran chance, no eran parte del juego de Franqui del que estamos hablando. Tampoco eran eso que usted llamó «intelectuales comba- tientes». Ese no es el problema concreto para mí. No me gustan los calificativos. Cuarenta y siete años des- pués los adjetivos no hacen bien. Estábamos en un momento, en aquella época quiero decir, en el que había que definir las opciones de la Revolu- ción. El plan de Fidel es la opción socialista. Sim- plemente, está ganando tiempo. Me acuerdo de que paso por París y la Inteligencia francesa –yo era amigo de alguien que era de la familia [de Valéry] Giscard d’Estaing–,6 a través de esa persona, me hace la proposición de dejarse robar unos docu- mentos del Estado francés para que le llegaran a Fidel. Esos documentos probaban que los negocia- Raúl Castro, Alfredo dores de la zafra azucarera cubana estaban trai- Guevara, Vilma Espín, y cionando a Cuba. Pero los franceses estaban inte- Gérard Philipe con su resados en que se supiera por una razón: hoy Fran- esposa durante su cia no necesita azúcar de caña, porque tiene una visita a La Habana en producción remolachera, pero en aquella época julio de 1959. endulzar el café o cualquier otra cosa dependía de la zafra azucarera cubana. Cuba era el gran abas- tecedor de Europa, y lo seguía siendo al triunfo de están afuera, con el silencio cómplice de algunos la Revolución. En esa época Julio Lobo seguía se- de adentro, a los que les conviene esa imagen, y de cretamente asesorando a Fidel. Pero había una fuer- otros, ciertos pre-post-castristas. Sin obviar nues- za aquí, que estaba en el Banco Nacional, que esta- tros silencios propios en medio de tanto bregar. ba saboteando. Y Fidel me dice cuando yo llego... Por eso te lo digo de una vez: no me enfrenté a Lu- Bueno, antes debo aclararte que no acepté los do- nes, sino a Franqui. cumentos de esa forma, dije: «si me los entre- Las palabras de Fidel a los intelectuales comien- gan, los tomo; pero robármelos, no». Podía ser una zan por este conflicto. Yo hago mi intervención en trampa. Pero me los entregaron. Se los doy a Fidel la televisión, en la cual tenía el poder que no me y él me dice: «no te preocupes, pásaselos al Che, pudo quitar Franqui. Todavía existía aquel espa- que el Che está manejando este asunto». Estamos cio que hacía [Jorge] Mañach, la Universidad del hablando del Consejo de Ministros en el que, ade- Aire. Un día en la Universidad del Aire está Fidel, y más, yo participaba; y Fidel me dice: «mira, Fulanito va Franqui y me denuncia, en mi cara. Y Fidel me nos traiciona a más tardar en julio; Menganito, no pide cuentas, me dice: «¿por qué todo esto?» Y le llega a noviembre; Ciclanito, cualquiera sabe si digo, «Fidel, en este ambiente no quiero contestar- mañana». Ese Consejo de Ministros era por lo tan- te, si me lo permites, te hago un resumen de todo to un entretenimiento, pero lo necesitábamos. Fidel para que esto se pueda ver con sosiego». Fidel lo estaba ganando tiempo. acepta y no por gusto, sino porque se las sabía to- Este era el clima de la época. Un clima muy con- das. Yo le hago la carta que ya se ha editado, tam- vulso y muy inseguro porque estaban todas las bién dirigida a [Osvaldo] Dorticós, el Presidente.7 fuerzas ahí presentes. Acuérdate de que ponían Celia [Sánchez] me llama no sé desde dónde y me bombas, una detrás de otra: bombitas. Por ejem- dice: «Fidel lo ha leído todo y está de acuerdo con- plo, las bombas que ponían en los cines eran unas tigo, ya hablaremos». cajetillas de los cigarros que se llamaban Edén: ti- Me quedé entonces tranquilo con aquel mensaje de raban las cajetillas con un petardito. Después, Fidel. Él empezó a pensar cómo arbitrar entre todos. cuando el ICAIC asume los cines, decidí que el úni- No eran solo dos grupos, eran muchos, y diferencia- co modo de parar las bombas era llamar a los bom- dos incluso en las mismas organizaciones. Fidel bistas de La Habana, viejos amigos míos, y poner- comprendió muy bien que tenía que actuar y que los de administradores de todos los cines. En cuan- tenía que unir porque se había dividido demasiado to veían un tipo ya sabían que iba a poner una el ambiente. Después, al no hablarse de estas cosas, bomba. Ese era el clima. Acuérdate de que hubo y quedarse nada más el discurso de Fidel, y apenas atentados. Es decir, nosotros en realidad no está- esa sola frase de «con la Revolución todo, contra la bamos en lucha contra Lunes de Revolución, después Revolución nada», se ha limitado muchísimo la diré otras cosas. El combate era otro. Y sigo. posibilidad de comprender toda la trama. Esta historia está en el silencio, pero no es por cul- Y es que Franqui quería controlar también el ICAIC. pa de la «ignorancia». Es toda una voluntad. Una Él se apoderó parcialmente de CMQ, pero me le ade- voluntad marcada por intereses de algunos que lanté a mi vez con el cine La Rampa. El cine La

Revolución y Cultura 10 Rampa lo había construido, casi lo había acabado cuenta años después, estamos revisando un proce- de construir, en el momento del triunfo de la Revo- so. Diez años después somos un poquito mejores o lución, Ventura Dellundé,8 uno de sus propietarios, peores; y veinte años más tarde, «más» mejores o que era diputado, representante, de la Ortodoxia, «más» peores, y así…, y así…, porque así es la vida: amigo de [Eduardo] Chibás. Yo era muy amigo de un cambio perpetuo. Chibás y de alguien que era el Secretario General Cuando estaba en Nuestro Tiempo, por lo tanto de la Juventud Ortodoxa, Max Lesnik. Para mí, in- era muy joven, no tenía mucha experiencia en el cluso, fue duro eso, porque yo había andado con movimiento intelectual. Había vivido experiencias Ventura Dellundé hacia el final ya de la construc- políticas, pero me faltaban experiencias del movi- ción del cine, que era un cine modelo. Cuando miento intelectual. Aunque la FEU que yo dirigí Dellundé emigra sorpresivamente y me toca revi- fue una FEU volcada también a la vida intelectual. sar los papeles en su oficina, me corresponde a mí Pero éramos animadores culturales, no protago- tenerlos en la mano, y resulta que Dellundé era nistas de la creación. Defendíamos a los artistas, accionista de CMQ. Entonces, me vuelvo accionis- hacíamos exposiciones. Una de las más importan- ta de CMQ y por lo tanto, me vuelvo un rival de la tes exposiciones de Carlos Enríquez fue en la FEU. ambición de Franqui dentro de esa empresa. A pro- Pero eso no nos hacía intelectuales, éramos lucha- pósito, tratamos de conservar todo lo que Goar dores políticos. Hay ciertas cosas que en realidad Mestre no pudo llevarse, porque lo que se llevó de las veíamos distintas. Al triunfo de la Revolución grabaciones ese señor no tiene nombre. éramos guerrilleros, simplemente. Me acuerdo de Había otra empresa de televisión, la rival, la de que cuando empezamos a hacer la Ley de Reforma [Gaspar] Pumarejo, que estaba en Prado, donde Agraria, –no hablo de mí sólo, hablo del Che y de están hoy los Estudios de Sonido del ICAIC: por eso Vilma–, te aseguro que era la misma situación. Nos están ahí. Un día me reúno con Raúl, con el Che y vimos mal, porque no sabíamos qué cosa era una con Ramirito y me dicen que hay que apoderarse ley de reforma agraria. Sabíamos que estábamos de eso antes de que Franqui lo agarre. Les dije: «yo defendiendo uno de los principios fundamentales; lo tomo, pero cómo». Me dieron una tropa, que rom- sabíamos que había que reformar el régimen de pió las puertas de aquello. Entré allí y me apoderé tenencia de la tierra; sabíamos que había que libe- de esa Televisión. Por lo tanto, esa Televisión fue rar al campesino; sabíamos que había que liqui- por un tiempito parte del ICAIC, acabado de fun- dar, no a los terratenientes, sino a los latifundios; dar. En fin, íbamos cerrando el camino así. sabíamos qué era la United Fruit; pero, ¿cómo or- Estábamos en un momento en el que había que de- ganizarlo mejor? Rápidamente hubo que estudiar finir las opciones de la Revolución. El plan de Fidel muchísimo y que discutir muchísimo. Puedo de- era la opción socialista. Estaba ganando tiempo. cirte que nos pasábamos el día discutiendo, y que Pero, todas estas batallas que no tienen nada que ver llegaba Fidel, por no variar, a las tres de la mañana, con la vida intelectual afecta el papel que juega Lunes y lo cambiaba todo. Y teníamos que empezar de de Revolución. ¿Por qué Lunes de Revolución también en- nuevo. Realmente dirigir un Estado, reorganizar tra en el problema de la lucha intelectual? Me imagi- un país, no es ninguna tarea facilita. Fidel un día no que esto que te voy a decir ya lo tienes muy claro. nos dijo: «a partir de ahora, los jueves al Banco Antes del triunfo de la Revolución hay un despren- Nacional». Y todos nos preguntamos: «¿y…?» El dimiento de Orígenes, y se funda Ciclón. Y no los que Che terminó dirigiendo el Banco Nacional. Fidel, vinieron después –porque muchos de los que esta- cuando vio nuestras caras, dijo: «no podemos di- rán en Lunes de Revolución son muchachos que esta- rigir un país sin saber lo que es un Banco Nacio- ban en Nueva York, París…, fuera– vienen y ven una nal». En el Banco Nacional encontré por casuali- tremenda oportunidad. Es justo que hagan lo que dad a uno de los hombres de la Pentarquía, uno de hicieron, que se metan ahí. Ellos no saben de estas los asesores de Guiteras. Me salió en un pasillo y luchas políticas, ni de cosas parecidas. Pero, no es el se puso a disposición nuestra. Misteriosamente caso de los que vienen de Ciclón, que no saben tam- el guiterismo entró en nuestro mundo y en nues- poco que hay un conflicto hacia el socialismo, de tra tarea de transformar la estructura jurídica de las opciones, pero sí saben por qué desde el periódi- la sociedad. La prioridad nuestra era qué camino co se le cierra el camino a Alicia Alonso, se le cierra va a tener la Revolución, cómo organizar esto, y el camino a [Alejo] Carpentier, se le cierra a [José] no las líneas del trabajo intelectual. Sí detectába- Lezama [Lima]. Hoy todo el mundo dice: soy mos que Franqui obstaculizaba el camino hacia lezamiano, pero no es verdad. En aquel primer mo- esa sociedad. No lo obstaculizaba de mala fe, ya mento cerraron a todo el grupo Orígenes y a todo el lo he dicho en las reuniones internas. Ahora es grupo católico. Entonces, paradójicamente, la de- contrarrevolucionario, pero no lo estaba obsta- fensa del grupo católico nos toca a nosotros. No culizando de mala fe. Es que no podía soportar la debía haber sido así. No tenía lógica, pero fue. Y fue idea de que el PSP tuviera –y era lógico que temie- por eso. Porque se había formado una situación ver- ra que el PSP tuviera– un peso específico excesivo, daderamente de choque entre Ciclón y Orígenes. Hay porque era portador del stalinismo. Esto es un en- un pequeño libro olvidado en el que los que salieron redo de esos que hay que analizar con mucho cui- en Ciclón analizan sus propias posiciones.9 Es muy dado para no ser injustos con nadie. Aunque interesante observar cómo ellos veían las cosas. No cuando alguien ya está en la contrarrevolución, hablo de Lunes, sino de Ciclón. Eso explica todo aquel está en la contrarrevolución. Pero para compren- instante en que había tanta radicalidad con las vie- der el proceso y la complejidad del proceso, debes jas figuras. La gente debe comprender que casi cin- (Continúa en la página 82)

11 Revolución y Cultura Magna Habana La Aula de el en el 27 de enero 2009 Universidad la pronunciadas de Ricardo Alarcón de Quesada Ricardo Alarcón de Quesada Ricardo Alarcón de Quesada, Ricardo Alarcón de Quesada Ricardo Alarcón de Quesada Presidente de la Asamblea Nacional Palabras VICENTINA ANTUÑA: VICENTINA compañera madre, maestra,

Revolución y Cultura 12 o tenía opción cuando Graziella Pogolotti asistió a la escuela pública y cosechó tomate y me pidió hacer lo que ahora intentaré. Ha- despalilló tabaco. De niña adquirió las virtudes de Nblar de un ser excepcional a quien mucho quienes se labran la vida por sí mismos y forjó la debe el pueblo cubano y su cultura, a los que en- entereza de su carácter. tregó una vida auténticamente heroica de modes- Tenía catorce años cuando se incorporó a las lu- tia incomparable, de una modestia que va con ella chas estudiantiles en el Instituto de Segunda En- más allá de la muerte. Rendir tributo a Vicentina señanza de La Habana. Desde su ingreso a esta Uni- Antuña es proponerse un imposible. Las palabras versidad en 1926 militó en la Federación de Estu- serán siempre inútiles. Cumplo, sin embargo, este diantes Universitarios y en el combate contra la deber porque a ella la necesitan los jóvenes de hoy tiranía machadista. Culminó en 1930 con méritos y de mañana mucho más que quienes jamás nos académicos dos carreras universitarias, Filosofía acostumbraremos a su ausencia. y Letras y Pedagogía. Volvió a Güines con su fami- Muchas veces fui testigo del enorme cariño que lia agobiada por la crisis económica. Consiguió al- Magistra sentía por Graziella y otras alumnas suyas gunos empleos como maestra primaria y fundó con a quienes no dejaba de identificar como a las hijas su hermana Estéfana una pequeña escuela de dos que no pudo tener. Ese era probablemente de los do- aulas. lores más profundos que guardaba en su intimidad En 1933 regresó a La Habana para ser Instructora siempre protegida. Y como todos los que debió afron- Honoraria de la Escuela Anexa a la Facultad de Pe- tar lo asumió a su manera bondadosa e íntegra. La dagogía. Al año siguiente ingresó por oposición al vida le negó el don de la maternidad pero pocas mu- Claustro de la Facultad de Filosofía y Letras como jeres dieron tanto y tan puro amor de madre como profesora de Lengua y Literatura Latina que des- Vicentina. Esa capacidad de amar que el Che definió empeñará hasta el día de su muerte, siempre con como sustancia del verdadero revolucionario y la frescura y el espíritu renovador de su perenne Vicentina multiplicó generosamente es la explica- juventud. ción del culto que a ella no dejaremos de profesar Fue inestimable su contribución a la Universidad quienes tuvimos el privilegio de conocerla. de La Habana en aquellos tiempos lejanos «en que En la primavera de 1980, hacia el filo de la media- –como dijo Carlos Rafael Rodríguez– en su profe- noche, en una de las inolvidables sesiones de tra- sorado era una de las pocas excepciones en la me- bajo en la dirección del periódico Granma asistí a diocridad, el verbalismo y la anacrónica repetición una animada discusión semántica que tenía como de cosas dichas». eje al Jefe de la Revolución cubana. Frente al gene- Sus dotes extraordinarias para el magisterio, esas ralizado criterio de los demás Fidel insistía en atri- que llegaban a sus alumnos por la vía de los senti- buir cierto significado a un vocablo. Cuando pare- mientos, de modo natural, casi inadvertido, pue- cía imposible resolver la disputa proclamó que sólo den resumirse en que pese a su muy elevada auto- aceptaría el veredicto de Vicentina y me pidió que ridad moral y su absoluto dominio de la materia le consultase sin decirle quiénes participábamos que enseñaba, la sentíamos cercana, compañera. en la discusión ni las posiciones que sosteníamos. Nunca dejó de estudiar, leyó incansablemente, es- La llamé sabiendo que a esas horas Magistra esta- taba al día en todo lo que se publicaba y no sólo ría, como siempre, leyendo en su biblioteca cerca sobre Roma y su cultura. Compartía generosamente del teléfono. Me tomó unos segundos exponerle la su sabiduría sin ostentar superioridad. Le gustaba esencia del asunto sin entrar en detalles. Su res- preguntar y escuchaba atentamente. Sentíamos puesta fue instantánea: «Ricardo, como siempre, confianza al acudir a ella y consultarle incluso él es quien tiene la razón». nuestros problemas personales. La anécdota sintetiza la profunda relación de res- Cuando se acercaba al final de su carrera ella nos peto y admiración que los unió y que seguramente dejó las claves fundamentales que pueden ser guía ella calificaría de cordial, o sea, nacida del cora- para los que hoy y mañana ejerzan el magisterio: zón. Así lo explicaría Marta Arjona: «Ese vínculo «la función del maestro es ayudar a los alumnos a de ella con Fidel fue muy estrecho, y además muy pensar, incitarlos, procurar que desarrollen la fa- amoroso, muy cariñoso. Yo pienso que Vicentina cultad de pensar, enseñarlos a aprender, incitar su siempre supo interpretar a Fidel, toda la vida, por- amor al saber, excitar el interés por la cultura…debe que ella sentía una especie de sacerdocio, ella ejer- preparar a la persona para que por sí misma haga cía un sacerdocio cuando hablaba de Fidel, y cuan- la búsqueda, seleccione la información, en fin, po- do le transmitía a la gente lo que ella creía de Fidel, ner a los alumnos en condición de que sean ellos porque además lo conocía desde muy joven y lo mismos los que se formen». Para Vicentina el maes- quería mucho». tro debe ser a la vez exigente y muy comprensivo y Vicentina Antuña fue, sobre todo, maestra insu- sobre todo «tiene que crear una atmósfera de afec- perable. Alcanzar esa condición significó para ella to» que ella definía con estas palabras: «si él se vencer obstáculos que parecían invencibles en una interesa por el alumno, si antes del interés incluso sociedad que relegaba a la mujer, le negaba sus por la ciencia que enseña está el interés humano, derechos civiles y políticos y en un país hundido esa atmósfera afectiva se genera, y yo no creo que en el atraso y la pobreza, administrado por gober- pueda existir una verdadera educación, que pueda nantes corruptos, mediocres y serviles. realizarse plenamente la educación sin que exista Nacida en hogar humilde, en Güines, conoció tem- esa relación afectiva entre profesor y alumno, yo prano el trabajo duro de la gente del campo. Allí creo como Bécquer cuando decía que: “No aprende-

13 Revolución y Cultura todo mérito verdadero. En una sociedad que, según Visita de Rafael Alberti y mos más que lo que amamos, de aquel a quien sus palabras, «no puede ser hoy día más corrosiva María Teresa León a las amamos”». Oficinas de Cultura en La muchacha de Güines, devenida profesora excep- para el logro de fines elevados de educación», en tiem- pos regidos por «el más brutal de los cinismos», Bellas Artes.De cional no dejó de ser una combatiente revolucionaria Vicentina Antuña abogó por dar a la educación «su izquierda a derecha: como lo demostró su activa presencia en la huelga de sentido más trascendente, su fin primordial, la for- Enrique Labrador Ruiz, marzo de 1935. La Revolución que abrazó desde niña mación del carácter, el crecimiento interior del indivi- Marta Beza, José vivió siempre en ella. Vicentina no «se fue a bolina». duo con el desarrollo de sus capacidades espirituales» Lezama Lima, María Mientras en la Colina iniciaba a los jóvenes en el y proclamó «la urgencia de restablecer el ideal de la Teresa León, Vicentina mundo clásico, desempeñaba entre 1937 y 1939 la persona humana, la necesidad de rescatar la plena Antuña, Alejo Carpentier, dirección técnica y daba varios cursos en la Universi- dignidad del hombre promoviendo un nuevo huma- Rafael Alberti, Edith dad Popular José Martí, en el Sindicato de la Madera, nismo». Para lograrlo «la educación que corresponde García Buchaca, Marta donde el espíritu de Mella se negaba a desaparecer. al nuevo ideal humanista ha de cultivar no sólo una Arjona y Nicolás Guillén, Estuvo entre los profesores que supieron arrostrar con parte del hombre, sino todo el hombre; ha de formar el Foto: Berenstein. valor y dignidad los desmanes y la violencia del lla- mado «bonche» universitario. hombre integral» pues «para el nuevo humanismo no Promovió activamente la educación popular y la de la puede haber formación humana plena, realización mujer cuyos derechos a la plena igualdad defendió en total de la persona, si no está asegurada la vida en sus el III Congreso Nacional Femenino en 1939 y a lo largo tres dimensiones, profundidad, amplitud y altura, es de toda su vida. Luchó ardorosamente contra el fas- decir, la propia intimidad, la vida en comunidad y la cismo y en defensa de la República española. Ingresó vida en trascendencia». por primera vez en un partido político, el Partido del Estas ideas las expresó Vicentina en junio de 1949 Pueblo Cubano (Ortodoxo) integró su Consejo Direc- cuando nadie podía imaginar la bancarrota del régi- tor y presidió su Comisión encargada de los proble- men republicano y los nuevos y aun más graves desa- mas de la mujer y el niño. Fundó y fue Secretaria del fíos que habría que afrontar. Movimiento por la Paz en Cuba y miembro del Conse- Al producirse el golpe de estado del 10 de marzo de jo Mundial de la Paz desafiando los prejuicios y las 1952 Vicentina ocupó un lugar en la primera fila entre persecuciones de la guerra fría y el macartismo. aquellos ortodoxos que sostenían dentro de su parti- En aquellos tiempos que cumplía tan importantes do una posición firme y resuelta frente a la tiranía. responsabilidades políticas, sin abandonar nunca la Estuvo junto a su esposo, el profesor Francisco Carone, docencia y el magisterio, fue también tenaz promotora a la vanguardia de la lucha contra el infame Canal Vía de la educación y la cultura. Fue ella especialmente Cuba con el que Batista, siguiendo las órdenes del quien impulsó la conversión de la Sociedad Lyceum Imperio, pretendía partir la Isla en dos pedazos. La en un centro animador de las artes y el pensamiento FEU y la Generación del Centenario tuvieron en ella y le imprimió su visión incluyente, abierta siempre a siempre una amiga y compañera. Lo fue de José Anto-

Revolución y Cultura 14 nio y el Directorio en su lucha por eliminar los resi- mado Instituto de Cultura, engendro goebeliano, do- duos del «bonchismo» y colocar a la Universidad en tado con cuantiosos recursos destinados al soborno la delantera del combate contra la dictadura. Lo fue y a fomentar la lisonja a un régimen de oprobio y en la clandestinidad apoyando activamente al Movi- muerte. miento 26 de Julio como responsable de la célula S de La mayoría de nuestros escritores y artistas mantu- la Resistencia Cívica, cumpliendo tareas que en aque- vieron en alto su decoro. Algunos se marcharon en llos tiempos se castigaban con la tortura y la muerte. busca de otros horizontes. Otros se dedicaban a labo- Finalmente la Revolución vino a su encuentro el pri- res ajenas a su vocación o publicaban con sus propios mer día del año 1959 cuando ya ella estaba en plena, recursos en ediciones más bien simbólicas. La cultu- espléndida madurez. Vicentina no se incorporó a la ra cubana quedó reducida a pequeños cenáculos y Revolución. No podía hacerlo. Nadie se agrega a si tertulias de jóvenes meritorios pero impotentes mismo. La Revolución era ella misma. La bella dama frente a la mediocridad que los circundaba. Como con la que soñaba desde la infancia, por la que había suele suceder, de grupos cerrados y aislados surgie- luchado tanto, con la que había crecido y sufrido, la ron tendencias a la exclusión del otro. La vida, des- que había buscado día y noche. Al cabo del largo, duro pués de todo, se reducía a la secta escogida. camino llegaba a ella y se abrazaban. El triunfo revolucionario llegó para todos como un «Ad astra per aspera» solía decir en aquellos días lumi- rayo inesperado con su luz desconcertante. nosos de enero para callar después y dar paso a su Para realizar su misión en la Dirección de Cultura, sonrisa leve y su mirada tierna vueltas quizás a los Vicentina buscó el concurso de los mejores valores días lejanos de Güines, a la empinada cuesta recorri- de la literatura, la música y las artes plásticas, sin da y al infinito que se abría hacia delante. importar la edad ni la filiación política o las ten- Al triunfo de la Revolución fue designada al frente de dencias culturales que manifestaran. A nadie cerró la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y las páginas de la Nueva Revista Cubana ni las puertas al reanudarse las actividades universitarias fue deci- de su despacho. Se afanó por sumar y abrir espacio siva en el proceso de reforma para crear una Universi- a todos sin sombra de favoritismo. Fue la rectora dad renovada que será siempre deudora de las ideas, sabia y consecuente de la política de un Gobierno los métodos y el ejemplo de Vicentina Antuña. que hacía una profunda Revolución cultural que Como Directora de Cultura cumplió una misión de erradicaba el analfabetismo, incorporaba a las au- singular mérito sin la que no se puede explicar las las a miles de jóvenes de familias pobres y publica- profundas trasformaciones y lo mucho que ha avan- ba millones de ejemplares de textos de autores clási- zado Cuba en ese campo. Precisa recordar algunas cos y modernos de la mayor diversidad ideológica o cosas. En Cuba el Estado nunca se ocupó ni preocupó filosófica. por la promoción de la cultura, no hizo nada por apo- Igual fue su línea de conducta desde la presiden- yar y estimular a los intelectuales y artistas, salvo en cia del Consejo Nacional de Cultura que reempla- el breve período en que, con recursos limitados y en zaría a la antigua Dirección. En ambos realizó una un ambiente social muy desfavorable, trató de hacer- labor tesonera de incesante creación, de decisiva lo el gobierno depuesto por el golpe de estado de 1952. trascendencia para la Patria y para las generacio- La tiranía batistiana que tanto daño hizo al conjunto nes que vendrían después. De los grandes cargos de la sociedad cubana se ensañó especialmente con que ocupó no obtuvo beneficio material alguno. su educación y su cultura. Clausuró centros de ense- Vivió siempre en la misma casa, con los mismos ñanza, asesinó a estudiantes y profesores, persiguió a muebles, en un entorno que sólo cambiaba por la intelectuales y artistas y reprimió las actividades de aparición de nuevos libros y publicaciones, su algunos grupos de creadores independientes. único lujo. En aquellos años, verdaderamente sombríos, fue la Luchó callada como heroína verdadera sufriendo Colina universitaria baluarte y refugio de nuestra cul- penas que pocos pueden encarar y sorteando al tura. Aquí bailó para el pueblo y recibió su homenaje mismo tiempo, mezquindades y zancadillas sec- Alicia Alonso y nuestro Ballet despojado de su magro tarias. Ante unas y otras respondía con un suspi- subsidio y acosado por la camarilla gubernamental. ro –«En fin»– y se arropaba en el silencio. «Ad astra Aquí expusieron sus obras los pintores del grupo los per aspera». Once y otros jóvenes creadores que no tenían lugar Liberada finalmente del fardo administrativo asu- allende la Escalinata, y celebramos la gran exposición mió la dirección de la Escuela de Letras y la presi- frente a la Bienal franquista-batistiana. Aquí se man- dencia de la Comisión cubana de la UNESCO. En tuvo vivo el teatro y el cine y la música sinfónica y ambas instituciones queda la estela de su sabidu- coral y las actividades de extensión universitaria que ría, su devoción al trabajo, su ejemplo de virtud y mucho alumbraron en aquellas tinieblas. Esa es par- amor. Nunca dejó de ejercer el magisterio. No aban- te de la historia de la FEU de José Antonio y de Fruc- donó el aula ni a sus alumnos. Hasta el último tuoso, pero ellos no pudieron hacerla sin el aliento y instante vivió para los demás. Ya lo había adverti- la ayuda de Vicentina, de Roa, de Entralgo y otros do su amado Virgilio, dos milenios antes: quienes maestros inolvidables. son capaces de ennoblecer la vida se ganan el re- El asalto de la tiranía batistiana contra la cultura fue cuerdo de los hombres. Y el amor y la gratitud. No mucho más allá. Financió instituciones pseudocul- te olvidaremos Magistra. turales, incluso fraudulentas «universidades» que pre- Hasta siempre maestra, madre, compañera. tendieron suplantar a las tres universidades cubanas de entonces, especialmente durante los dos años que permanecieron cerradas. Estableció además un lla-

15 Revolución y Cultura Profesora de la Elina Miranda Cancela Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. VICENTINA EN LA MEMORIA1

ace unos treinta y cinco años, en esta Aula este siglo– y Camila Henríquez Ureña, ambas, y no Magna, donde tantas veces ocupara la pre- por casualidad, educadoras eminentes».2 A estos Hsidencia y escucháramos sus palabras, la nombres habría que agregar hoy, sin lugar a dudas, Dra. Vicentina Antuña Tavío, de quien conmemo- el de la propia Vicentina, como sencillamente, pero ramos el centenario de su natalicio, nos hacía no- con muy justo sentido de propiedad, al decir de tar que: «No es frecuente hallar en la historia de la Mirta Aguirre,3 se le llamaba usualmente en los cultura femenina, mujeres superiores por su cul- predios universitarios, y quien fuera para genera- tura y por su talento, dispuestas a sacrificar gene- ciones de estudiantes la magistra, la maestra por rosamente la ilusión de una obra de creación per- excelencia, no solo en vida sino también en la sonal a favor de la elevación cultural y social de memoria. sus congéneres. Las cubanas contamos, por lo Uno de sus alumnos dilectos, quien alguna vez menos, con dos: María Luisa Dolz –a principio de pensó seriamente en seguir sus pasos como

Revolución y Cultura 16 latinista, Roberto Fernández Retamar, ha recogido moderno y tener un pobre concepto de la forma- tal sentir, tanto de su generación como de todos ción de este».9 los que fuimos sus discípulos, cuando explicita: El nuevo humanismo, al que se refiere en su confe- «La impronta de Vicentina, no solo en mí, sino tam- rencia de 1949 en la Universidad del Aire, tiene en bién en mis compañeros de estudio, es tan fuerte relación con los distintos humanismos históricos un que no se ha borrado ni se va a borrar mientras viva- valor de síntesis, con un marcado carácter integrador. mos. Ella era para nosotros (ha seguido siéndolo), una En consecuencia, al centrar en la enseñanza sus con- augusta conciencia moral. Era una profesora de ex- sideraciones, entiende que: «la educación que corres- traordinaria rectitud, de extraordinaria mezcla de se- ponde al nuevo ideal humanista ha de cultivar no veridad y cordialidad».4 solo una parte del hombre, sino también todo el hom- Quizás algunos que no la conozcan, apremiados por bre; ha de formar el hombre integral, y así, formará los acuciantes problemas de la contemporaneidad, se también al ciudadano, logrando la autonomía de la pregunten, al calor de los prejuicios que el calificativo persona en armonía con el espíritu de la colectividad. clásico a veces suscita, cómo alguien dedicado a la Porque si cada uno de nosotros es una unidad, tam- enseñanza de la lengua, la literatura y la cultura de la bién es parte de una unidad mayor. Cada uno de noso- antigua Roma, pudiera marcar de tal forma no solo a tros es un individuo; pero es también miembro de sus estudiantes, sino a todos los que la conocieron en una sociedad, “de una vida institucional”, a cuyo pro- las múltiples facetas en que desplegó su acción in- greso ha de cooperar».10 cansable dentro y fuera del claustro universitario, en No era ajena al reto que el desarrollo de las ciencias y la vida social, cultural y política de nuestro país. las técnicas plantea, cuya relación con las humani- Olvidan que ya en el siglo XIX José Martí nos había dades en cuanto a la educación se refiere, pensaba que advertido que: «No desdeñamos lo antiguo porque debía considerarse no en el campo de las hostilidades, acontece que lo antiguo refleja de modo perfecto lo sino de la cooperación, puesto que para las disciplinas presente, puesto que la vida, varia en formas, es per- humanísticas el método científico es igualmente va- petua en esencia, y en lo pasado se ve sin esa “bruma lioso, mientras que, afirma, «el punto de vista huma- de familiaridad” o de preocupación que anubla para no, es imprescindible para toda la cultura, incluyen- los que vamos existiendo en ella».5 No se trata, pues, do las ciencias y la técnica».11 Mas, nos advierte cómo de menospreciar o idealizar el pasado y volver atrás la el concepto de educación humanística no se ha de mirada con añoranza, como hicieran muchos escri- identificar con el contenido de las Humanidades, si tores decimonónicos, sino de acercársele en función bien estas tienen un «valor excepcional» en la obten- del presente, aún de su proyección al futuro. Es este ción de los fines de aquella., para concluir, entre otr os también el modo en que Vicentina Antuña entiende asertos, que: «el papel que les corresponde a las Hu- las enseñanzas de los clásicos, y aún más no las ciñe manidades en la formación de las generaciones del solo a la esfera intelectual, sino la extiende a la prác- futuro es el de dar raíz y sustancia a las normas mo- tica social: «Saber cómo pensaron, sintieron y actua- rales con la transmisión de la herencia cultural».12 ron los hombres del pasado» –afirma en una confe- Sesenta años después, las palabras de la Dra. Antuña rencia sobre el tema– «cómo y por qué alentaron, lu- en la Universidad del Aire mantienen su vigencia y su charon y murieron, tiene una gran importancia para carácter orientador ante los desafíos cada vez más el hombre a quien este saber no solo da un sentimien- acuciantes a los que se enfrenta la enseñanza y nos to de estabilidad, sino que abre nuevos cauces a su animan a ahondar en nuestra mejor tradición peda- pensamiento, a su sensibilidad y a su acción».6 Así, en gógica y humanística para enfrentar inquietudes muy el bimilenario de la muerte de Virgilio, resaltaba la actuales. Por otra parte, si me he detenido en este tex- importancia de la obra de este autor en la actualidad, to es porque, si descontamos sus libros para la ense- no guiada por su predilección de todos conocida, sino ñanza de la lengua y la literatura de la antigua Roma, por su creencia en que «su sentimiento y ansia de paz, las pocas páginas que nos legó, principal vía, para los su elogio del campo y de la agricultura, y su canto más jóvenes, de acercarse a su pensamiento y a su inigualable a la naturaleza, pueden contribuir, en obra, se encuentran dispersas en revistas y folletos unos casos, a despertar afinidades poéticas dormi- que ni siquiera una bibliografía recoge. No se conside- das y, en general, a alentar iniciativas fecundas raba ella, con su arraigada modestia, una escritora, para la solución de problemas actuales, con la gra- sino que, como refiriera en una entrevista, había he- cia y la eficacia con que solamente puede intentar- cho «muchas cosas por deber de conciencia en lo que lo el mejor de los poetas».7 Es, por tanto, debido al respecta a eso que llamas ensayos, a esos trabajos carácter formativo que en ellas devela, el que con- unas veces conferencias, otras estudios, en fin lo que sidera esenciales en la enseñanza las disciplinas haya publicado y lo que no haya publicado que he humanísticas, aquellas que, según su decir, «tie- escrito, lo he hecho precisamente por necesidades del nen como objetivo primordial la transmisión de la momento».13 Este deber de conciencia, al que atribuye herencia cultural, especialmente en lo que atañe a sus escritos, la mayor parte de las veces sobre cuestio- la literatura, las artes, la historia y la filosofía», 8 nes contemporáneas, como aclara –aunque a las le- tanto clásicas como modernas, puesto que está tras latinas, según hemos apuntado, dedicara li- lejos de considerar las humanidades en un senti- bros que conservan su vigencia en los programas do estrecho, circunscritas al ámbito grecolatino o de la carrera de Letras y que pasa por alto en la a cualquier otro humanismo histórico, debido a mencionada entrevista–, es la cualidad que hace que ello, según sus palabras: «sería desconocer la imprescindible la consulta de esos textos de quien complejidad del mundo que circunda al hombre todo su quehacer vital, estuvo presidido por el ejer-

17 Revolución y Cultura cicio de sus convicciones, por ese obra, sino aquello subyacente bajo la imagen de «deber de conciencia»; de quien ecuanimidad y serena firmeza con que enfrentaba marcara a sus estudiantes no bonanzas, pero también tempestades, con que nos solo por los enfoques y dominio admiraba, pero a veces nos desconcertaba, a quie- de las materias sobre las que ver- nes la conocimos cuando ya era directora de la saran sus clases, sino porque su Escuela de Letras y del Departamento de Letras actuación de cada día fuera en sí Clásicas, Presidenta del Consejo Nacional de Cul- misma una lección de honesti- tura y no cesaba de trabajar en el Movimiento por dad intelectual y de conducta cí- la Paz o presidía delegaciones cubanas ante con- vica. gresos internacionales; pero que, no obstante tan Preguntada también sobre la múltiples y variadas tareas, nunca faltó a una de aparente contradicción entre su las clases que nos ofrecía, de ocho a diez de la no- dedicación a los estudios clási- che, su único horario posible, y que aún tenía áni- cos y su actividad política desde mos de quedarse conversando con nosotros, sus sus años estudiantiles, Vicen- alumnos de la primera promoción de la Licencia- tina admitía que si bien se pue- tura en Letras Clásicas, largos ratos sin importar de encontrar ese divorcio en al- la hora. gunos profesores o investigado- Desde su cátedra, primero como auxiliar y luego res, en su caso, a través del pa- como titular, se empeñó a partir de 1934, aun en dre –pequeño colono en una fin- los márgenes de lo que consideraba «un curriculum ca que, al darse cuenta de cómo humanístico casi enciclopédico y, por ende, super- Página 18: Vicentina surgía el latifundismo y cómo los norteamerica- ficial e insuficiente»,16 en adecuar la enseñanza a Antuña a finales de nos se adueñaban de las tierras, organizó una aso- los fines educativos, introducir métodos científi- los cincuenta. ciación para la defensa de los de su misma condi- cos, propiciar la ejercitación y la investigación, así Página 19: Vicentina ción–, ella adquirió muy pronto «cierta prepara- como actualizar los contenidos, renovar progra- Antuña con Luisa ción antiimperialista, una actitud de desconten- mas y poner a disposición de los estudiantes ma- Campuzano en los to, de inconformidad con la situación política y teriales didácticos adecuados. Fue, por tanto, en años ochenta. social»,14 y habría que agregar que también por su gran medida, por su esfuerzo e iniciativa que con propia experiencia, puesto que alguna vez, debido la Reforma Universitaria, en cuya promulgación a las vicisitudes económicas familiares, trabajó trabajó activamente, se establece la mencionada como obrera tomatera «con el mismo orgullo», Licenciatura en Letras Clásicas. cuenta Carlos Rafael Rodríguez, «con que se lanza- Para Vicentina, según apunta en una entrevista ba ávidamente en busca de los libros que tan difí- publicada por la revista Bohemia, «No es un hecho cilmente lograba conseguir».15 insólito que nuestra revolución se planteara la Al comenzar sus estudios en la Universidad de La necesidad de valorar científicamente la antigüe- Habana y entrar en una clase de Latín que por en- dad grecolatina superando los enfoques estricta- tonces ofrecía el Dr. Adolfo de Aragón, supo que su mente lingüísticos y literarios tradicionales y es- carrera estaba decidida, pero también se compro- tableciera, con el rango adecuado, una especiali- mete en la lucha estudiantil contra la tiranía ma- dad universitaria consagrada a abordar el conoci- chadista. Al terminar sus estudios, tanto de Filo- miento integral de ese importantísimo período his- sofía y Letras como de Pedagogía, comienza a tra- tórico. Porque si la existencia de estos estudios se bajar como maestra suplente y llega a fundar, jun- considera indispensable en toda Facultad de Hu- to a su hermana Estéfana, una pequeña escuela en manidades, de lo que no queda duda alguna, en la su Güines natal, con cuyo nombre honra a Fran- nuestra, con fuertes raíces grecolatinas, dichos es- cisco Calcagno, experiencia esta, no obstante, que tudios tienen que ser todo lo sólidos e integrales solo puede mantener durante tres años. Cuando que nuestro nivel de desarrollo científico permita».17 después de su regreso a La Habana y de su trabajo En ocasión de celebrarse por la Editorial Letras como instructora honoraria de Historia de la Pe- Cubanas el arribo de Vicentina a sus setenta y ocho dagogía en la Escuela Anexa, obtiene, por oposi- años, creyó su deber, después de declarar que solo ciones, una plaza como profesora auxiliar de la era una profesora, hablar sobre la labor educado- Cátedra de Lengua y Literatura Latina de nuestra ra. «Yo he considerado siempre», sintetiza, «que la Universidad, su vocación didáctica y sus concep- educación es depositaria de la tradición de los va- tos sobre la educación estaban fuertemente sus- lores humanos y culturales imperecederos, que la tentados por la práctica docente en los distintos función del maestro –el maestro es el que educa, niveles de la enseñanza y por el arduo bregar que no del instructor que es el que instruye–, es ayudar en aquellos tiempos suponía para una mujer abrir- a los alumnos a pensar, incitarlos, procurar que se camino como profesional, sin abandonar la lu- desarrollen la facultad de pensar, enseñarlos a cha por una sociedad mejor. aprender, incitar su amor al saber, excitar el inte- Este tiempo juvenil de preparación intelectual, pero rés por la cultura. Considero que la misión del pro- también de participación activa, de lucha por sus fesor más que informar exhaustivamente sobre la convicciones, de dedicación magisterial que reco- materia que explica –lo que al fin y al cabo llegará rre desde la primaria hasta la enseñanza superior, un momento que será obsoleto porque la cultura como no solo nos permite avizorar mejor todas las ver- la ciencia es una cosa que se va renovando–, debe pre- tientes en que despliega su acción y el legado de su parar a la persona para que por sí misma haga la bús-

Revolución y Cultura 18 queda, seleccione la información. que aún cuando luchamos por En fin, poner a los alumnos en abrir paso a determinadas ideas condición de que sean ellos mis- dudábamos llegar a ver esto. mos los que se formen… Creo que Además, algo muy importante, el profesor tiene que crear concien- no ver el proceso como un ente cia de comunidad y de participa- pasivo sino activamente». 21 En ción y un ambiente de respeto y consecuente armonía con sus flexibilidad».18 Fueron estos los palabras, a los cincuenta años, principios con los que no solo cuando muchos comenzaban a transformó su cátedra y la ense- pensar, por entonces, en la cer- ñanza humanística en la Univer- cana jubilación, Vicentina Antu- sidad, sino los que puso en prácti- ña redobla sus esfuerzos y su ca en todo momento en su pro- acción se hace patente en la yección educativa a otras esferas transformación educacional, de la vida nacional. cultural y social que posibilita Desde muy joven, se hizo cargo de la dirección técnica el triunfo revolucionario. y ofreció cursos en la Universidad Popular José Martí, Para quienes por entonces la veíamos en sus fun- que, basada en las ideas de Mella, funcionó entre 1937 ciones al frente de la Escuela de Letras o como pro- y 1939 en el Sindicato de la Madera; y desde esa mis- fesora de las diversas asignaturas que asume en la ma época mantiene una labor sostenida a través de recién creada especialidad, no nos era posible ad- veinticinco años a favor de la superación de la mujer vertir ningún detalle delator de que ya no era la como directiva de la sociedad femenina del Lyceum, labor profesoral su única ocupación y que, cuando institución que, junto con otras pocas no oficiales, se nos daba clases o dirigía una reunión docente ha- encargó, en aquellos años difíciles que siguieron a bía rendido antes una agobiante jornada de traba- la fracasada huelga del 35 contra la dictadura de jo al frente de la Dirección de Cultura del Ministe- Fulgencio Batista, de mantener la cultura. Partici- rio de Educación primero y luego del Consejo Na- pante activa en el III Congreso Nacional Femeni- cional de Cultura –desde el que se asentaron los no, sentía Vicentina que era imprescindible, para cimientos para el cultivo de las distintas manifes- citar sus palabras, «capacitar a la mujer, realizar taciones artísticas y literarias así como para pro- una labor de educación para acabar con todos los piciar la participación y disfrute pleno de la cultu- prejuicios heredados de la colonia y de las prime- ra por el pueblo–, o, a partir de 1975 como presi- ras etapas de la república. Una educación no solo a denta de la Comisión Nacional Cubana de la la mujer sino también a los hombres. Es decir, eso UNESCO, en que tan dignamente representó a su que ahora –la entrevista es del año 76– se ve con país; e igual sensación me imagino tendrían quie- tanta claridad de manera nacional, puedo decir que nes laboraban con ella en cualquiera de las múlti- el Lyceum lo veía en un círculo más restringido». 19 ples tareas que a lo largo de esas décadas desempe- Con igual perspectiva también trabajó en la Aso- ñara; tan cabalmente y con tanta dedicación, dis- ciación Pro Enseñanza Popular de la Mujer. Sin ciplina y conciencia se entregaba a todas, y cada embargo, su labor no se limitó solo al campo de la una, de las responsabilidades que sentía necesario educación o a la superación de la mujer, sino que aceptar. también su acción se hace sentir en el consejo di- En los aproximadamente treinta años en que, des- rector del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), pués de la Reforma Universitaria, ejerce su magis- militancia política que por primera vez asume «por terio, su docencia universitaria, por otra parte, no se lo que entrañaba de rebeldía ante los desmanes limitó a las disciplinas clásicas, sino que dedicó una administrativos»20 para usar sus palabras; así gran atención a otra vertiente de sus intereses docen- como en el Movimiento por la Paz, del cual fue fun- tes, la cual le había llevado a ofrecer cursos en 1944 de dadora y secretaria, y en el Consejo Mundial de la Historia de la Lengua Española y de Gramática Supe- Paz, sin amilanarse por el tilde de «rojo» o comu- rior del Español en la Universidad de Minnesota: el nista que solía endilgarse en aquellos años a los cultivo de nuestra lengua como instrumento de ex- que se oponían a la guerra y a la amenaza nuclear. presión cultural. No solo ofreció clases de tales asig- No vacila, ante el golpe militar de Batista de 1952, naturas en la carrera de Letras, sino que al frente del en firmar, junto con su esposo el Dr. Francisco equipo técnico-docente de Español del Centro de De- Carone, el recurso de inconstitucionalidad y más sarrollo Educativo del MINED, en los años setenta, tarde la denuncia del pretendido canal Vía Cuba puso especial énfasis en la determinación de progra- con el que el dictador procuraba satisfacer los in- mas y enfoques para la enseñanza de la lengua ma- tereses yanquis, o en sumarse a la resistencia a terna desde la primaria hasta el preuniversitario y en partir del asalto al cuartel Moncada. No resulta, que se contara para ello con los textos adecuados; por tanto, inesperada su elección cuando cuestio- mientras que ya en los ochenta acepta dirigir y orien- nada sobre qué momento de su vida recordaba con tar la investigación, catalogada según la terminolo- mayor profundidad, responde al periodista con su gía de la época como problema principal, en torno al naturalidad habitual: «Es indudable que el momen- español en Cuba, tema que en sus distintas tareas to más importante es el triunfo de la Revolución y aunaba los esfuerzos de profesores e investigadores el estar viendo su desarrollo. Para cualquiera de de las tres universidades, pedagógicos y del Instituto nosotros es algo que no habíamos esperado, por- de Literatura y Lingüística; labor, pues, de aunar vo-

19 Revolución y Cultura luntades, limar asperezas, propiciar el debate fructífe- Notas 1 ro y la investigación acuciosa, solo posible de conse- Palabras pronunciadas el 27 de enero de 2009 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana en el acto de conmemoración del centenario del guir por ese saber suyo que destacara Luisa Campu- nacimiento de la Dra. Vicentina Antuña Tavío. zano, su muy cercana colaboradora, en las palabras 2 Antuña, Vicentina: «Camila Henríquez Ureña. In memoriam». En: Henríquez que en su homenaje publicó, de «que la generosa con- Ureña, C. Obras y apuntes. t. III, Santo Domingo: Ed. Universal, 2004: 16. fianza que depositaba en la capacidad y las cualida- 3 Cf. Aguirre, Mirta. Discurso de elogio pronunciado en el Aula Magna de la des morales de sus colaboradores, la libertad de ac- Universidad de La Habana al otorgársele a la Dra. Vicentina Antuña Tavío la ción y de imaginación con que nos invitaba a traba- categoría docente especial de Profesor de Mérito el día 23 de enero de 1979, publicado en el Boletín Oficial Universitario. no. 3, marzo de 1979. jar, constituían el mayor compromiso con su gestión, 4 Citado en biobibliografía de Vicentina Antuña Tavío. En: Biblio grafía cubana. se volvían lazos inquebrantables de disciplina labo- La Habana: Biblioteca Nacional José Martí, 1996: 466. ral y de rigor científico».22 5 Martí, J. Obras completas. La Habana: Imprenta Nacional, 1963-73, t. 15: 385. Desde su fundación en 1984 preside la Cátedra por la 6 Lectura Camila Henríquez Ureña, surgida con un pro- Antuña. V. «Valoración actual de las humanidades» (Conferencia leída en la Universidad del Aire el 25 de junio de 1949). En: Crítica y Reforma Universita- pósito inicial de colaborar desde las aulas universita- rias. La Habana: Universidad de La Habana, 1959. 350. rias con la Campaña Nacional por la Lectura, iniciada 7 Antuña, V. «En el bimilenario de la muerte de Virgilio». En: Universidad de La por el Ministerio de Cultura. Esta, a partir del grado de Habana, no. 215. La Habana, Dpto. de Actividades Culturales, sept.- dic. desarrollo de la educación popular alcanzado, procu- 1981: 39. 8 Antuña. «Valoración actual de las humanidades», p. 349. ra –según expone Vicentina en el acto inaugural– «cul- 9 Ibid. tivar, junto al hábito de la lectura, valores estéticos e 10 Ibid. ideológicos importantes para elevar la cultura de 11 Ibid. p.351. nuestro pueblo».23 En momentos en que con nueva 12 Ibid. p.352. intensidad se expone en foros culturales y pedagógi- 13 «Vicentina Antuña, vivir la revolución». Entrevista de Fernando Rodríguez Sosa. Bohemia . No. 41. La Habana, octubre 8, 1976:24. cos la necesidad de fomentar el cultivo de la lengua y 14 Ibidem. el hábito por la lectura, la obra de Vicentina, con su 15 Rodríguez, C.R. «Magistra Uiquentina». Palabras pronunciadas en el Home- voluntad de servicio y sensibilidad ante los proble- naje que la Editorial Letras Cubanas rindió a la destacada pedagoga y mas, se erige, por tanto, en modelo y apoyo. crítica. En Letras Cubanas no. 5. La Habana: Ed. Letras Cubanas, 1987: 214. Al evocar aquellos años de su labor como profesora 16 «Nuestros científicos. Vicentina Antuña Tavío». Entrevista de H. Nuñez Lemus. Bohemia, no. 30, La Habana, julio 29, 1983:90. universitaria, cuando merecidamente se le reconocía 17 Ibid. 91. como una prestigiosa y relevante figura del quehacer 18 Antuña, V. «Solo eso soy: una profesora». En: Letras no. 5. La Habana, Ed. nacional, muchos son los recuerdos, las vivencias y Letras Cubanas, 1987:220. los hechos que cada uno podría contar, mas a todos 19 Entrevista citada de Rodríguez Sosa, p. 25. 20 los aúna la lección de vida con que Vicentina indele- «Una charla con la Dra. Antuña». Entrevista hecha por Graziella Pogolotti para el periódico estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras, El filósofo blemente nos marcó por su probidad científica, su di- travieso, no. 2, nov. 1949, p. 2. mensión moral e intelectual, su constante vocación 21 Entrevista citada de Rodríguez Sosa, p. 25. didáctica, su confianza en el mejoramiento humano 22 Campuzano. L. «Cultura Clásica y contemporaneidad. En ocasión del XC y también ese clima de exigencia y comprensión, de aniversario de la magistra». En: Revolución y Cultura, no. 1, La Habana, afecto, que estimara alguna vez como condición para enero-febrero, 2000: 10. 23 Palabras pronunciadas por la Dra. Vicentina Antuña el 8 de noviembre de una verdadera educación y que ella supiera tan efecti- 1984, en el acto de constitución de la Cátedra por la Lectura «Camila vamente crear, y sus alumnos reciprocar, como se Heríquez Ureña», creada por la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de ponía de manifiesto en la criolla versión de la añeja La Habana. En: Universidad de La Habana, no.221, La Habana, sept.-dic. tradición universitaria de los «vejámenes» que le de- 1985:220. 24 dicáramos en algunos de sus cumpleaños. Sin embar- Ibid. 222. go, no quisiera dejar de subrayar cómo en el decurso de los años, junto a Vicentina nos impresionaba su capacidad de mantenerse joven, posiblemente porque poseía esa difícil cualidad de saber oír y de mantener su espíritu y su inteligencia siempre abiertos. Su me- jor lección fue su vida y mantener su legado, nuestro compromiso. Si comencé citando palabras suyas pro- nunciadas en este mismo recinto, creo que igualmen- te los versos de Jorge Manrique que eligiera Vicentina para referirse a Camila en la fundación de la Cátedra, cifran nuestro sentir al conmemorarse el centenario del nacimiento de nuestra por siempre Magistra: «y aunque la vida murió, / nos dejó harto consuelo/ su memoria».24

Revolución y Cultura 20 Vicentina Antuña en la exposición de Mariano en la Galería Habana, 1962. Junto a Vicentina aparecen Carpentier, Mariano Rodrí-guez, Pepe Linares y Fernando O’ Reilly.

Abajo: Junto a Armando Hart.en la inauguración del Salón Nacional de pintura , escultura y grabado en Bellas Artes, 1961. Foto: Berenstein.

n el lento andar de la emancipación, las mujeres construyeron espacios para la ani E mación de la cultura. Establecieron salo- nes donde, con paciente sabiduría, tejieron los vínculos necesarios entre el poder – económico o político–, los escritores y los artistas. Satiri- zadas por la misoginia de Molière, procuraron protección y ayuda material a los talentos que intentaban medrar entre la desconfianza de los cortesanos y el fariseísmo de los burgueses. Más tarde, entrenadas en el arte de anudar hilos de colores diversos, diseñaron estrategias para ci- mentar instituciones capaces de desafiar las co- yunturas más hostiles y defender el milagro co- tidiano de animar la vida cultural. En La Habana de los años treinta, después de la caída de la tiranía de Machado y del derrumbe del gobierno de los cien días, durante el omino- Graziella Pogolotti so interregno del primer batistato, se produjo la Ensayista, crítica y fusión de dos instituciones femeninas, el profesora. Premio Lyceum y el Lawn Tennis Club. Dotada de esca- sos recursos, la primera estaba formada por mu- nacional de Litera- jeres profesionales, algunas de ellas con antece- tura y Enseñanza EL LYCEUM, dentes en la lucha antimachadista. En la se- Artística. gunda se agrupaba un sector más acomodado, movido por la voluntad de complementar la edu- cación de las hijas con la práctica del distinguido refugio deporte blanco y, más adelante, con las clases de ballet. La unión generó los medios para edificar, en la esquina de Calzada y 8 del Vedado una sencilla y funcional instalación, diseñada por la arquitecta Lilian Mederos de Baralt. Junto a la indispensable y amparo cancha de tennis, habría un salón para conferen- cias y pequeños conciertos, así como una galería. Al fondo, con entrada independiente por el costado de 8, una biblioteca pública para adultos y otra de la cultura especializada para niños. En el piso alto, reservado para socias, las aulas y el tabloncillo se destinaban a las clases. Acostumbradas a llevar las riendas de la casa, las mujeres somos buenas administradoras. En el cubana Lyceum, las aficionadas al deporte cedieron gusto-

21 Revolución y Cultura la contemporánea. Allí accedíamos a los textos de reciente aparición en las librerías y a revistas tales como Sur, Cuadernos Americanos o la Asomante puertorriqueña de Nilita Vientós. En el salón de conferencias se escu- chaba de viva voz a los autores antes conocidos a través de la letra impre- sa. Allí encontraron acogida los exiliados de la guerra civil española. En la medida de sus posibilidades, el Lyceum llenó el vacío dejado por la indiferencia gubernamental y por la impotencia universitaria. Carente de respaldo, la mayoría cruzaba por la isla antes de instalarse en Puerto Rico, los Estados Unidos, México o Vene- zuela. Unos pocos, como María Zambrano y Gustavo Pittaluga in- tentaron permanecer. El Lyceum ho- radaba el silencio de las institucio- nes culturales y nos procuraba el pla- cer de un prodigioso desfile. Era un En la Biblioteca modo de dialogar traspasando fronteras y de volver la Nacional, junto a mirada hacia el fermento cultural de la América Lati- Nicolás Guillén y na. El desfile de los personajes resultaba tan variopinto María Teresa Freyre como los temas abordados, situados todos dentro del de Andrade, ancho campo de la cultura, desde la filosofía, la histo- ria, la literatura de todos los tiempos hasta aquella diciembre de 1962. Foto: Korda. dedicada a los niños. La altura intelectual requerida aseguraba la presencia de variadas corrientes ideoló- En la inauguración gicas. Los cubanos compartían con los visitantes el espacio del Lyceum. Junto a figuras establecidas como de la exposición- homenaje a Carlos Jorge Mañach, se recibía con igual respeto al joven Enríquez, junto a poeta origenista Cintio Vitier y al profesor marxista Félix Pita Rodríguez y José Antonio Portuondo. Para unos y otros la institu- Marta Arjona. Palacio ción femenina significaba un lugar propicio al reco- de Bellas Artes, nocimiento y a la proyección pública, un puente entre febrero de 1962. la academia y la cultura y un ámbito para la necesa- Foto: Berenstein: ria legitimación. En el público se mezclaban estudian- tes, periodistas y personalidades destacadas del mo- mento. Libreta en mano, Conrado W. Massaguer iba dejando, con el esbozo de sus caricaturas, el testimo- nio de la ocasión. Barbudo, con ropas gastadas y su- cias, un personaje dormitaba siempre en un extremo de la sala. Le decíamos el convidado de piedra. Nunca pronunció palabra. Nunca supimos su nombre. Tam- poco pudimos descifrar la tragedia oculta en su silen- cio. Imperturbable en su fidelidad, se mantuvo allí sas las responsabilidades de dirección a las intelec- hasta el final. tuales. Muy pulcras en su sencillo vestuario de corte En tiempos difíciles, en la etapa sombría de la dicta- camisero, las dirigentes del Lyceum compartían las dura de Batista, el Lyceum fue uno de los pocos refu- responsabilidades en el bufete, la cátedra o el consul- gios donde siguió habitando la cultura cubana. Su torio con la entrega cotidiana al aseguramiento de la contribución mayor, sin embargo, se sitúa en el ámbi- marcha de la institución. Una cuidadosa administra- to de las artes plásticas. Cuando la imagen del tradi- ción de los recursos disponibles se volcaba al empeño cional Círculo de Bellas Artes se había deteriorado, sistemático por animar la cultura y hacia la práctica cuando el Museo subsistía arrumbado en un rincón, de la asistencia social. la pequeña sala de exposiciones de Calzada y 8 acogió Los muchachos y muchachas que entrábamos en el sistemáticamente a los creadores de la vanguardia. El mundo por aquel entonces, los cuarenta y los cin- relato histórico de la pintura y la escultura entre no- cuenta del pasado siglo, alimentábamos nuestra cu- sotros hasta el triunfo de la Revolución en 1959 tran- riosidad omnívora en la biblioteca del Lyceum. En sus sita por ese apacible rincón que adquiere, por esa y anaqueles abundaba la literatura, con predominio de tantas otras razones, un valor patrimonial. Cada in-

Revolución y Cultura 22 auguración era un acontecimiento, ocasión para el asistencia social, ocupaba uno de los tantos espacios puntual encuentro de los artistas, pretexto para la vacíos dejados por la incuria gubernamental. Flexible necesaria cobertura periodística, coyuntura necesa- y abierta, la acción femenina trascendió grupos y ten- ria para el ejercicio de la crítica. Prescindiendo de gus- dencias. En ese cauce múltiple se entrecruzaron mar- tos y prejuicios personales, las patrocinadoras se so- xistas y cristianos, conservadores y liberales, cuba- metían a la valoración de los especialistas y, al mar- nos, españoles y latinoamericanos. Todas las áreas gen de banderías asumían la tarea de convocar y reci- del ancho saber humanístico fueron cubiertas, la filo- bir a los visitantes, de cuidar con esmero cada detalle. sofía y las artes, el pensamiento jurídico y la literatu- Los años de diálogo intenso culminaron en dos suce- ra, los problemas de la educación y de la creación in- sos de extraordinaria importancia. Después de la fantil. Algunos llegaban acreditados por un amplio muerte prematura de Guy Pérez Cisneros, los artistas curriculum de obras publicadas y por la experiencia ofrecieron póstuma recordación a quien se había en- en la docencia universitaria. Otros eran jóvenes, ten- tregado al empeño de historiar, difundir y defender las tados por el experimentalismo en la música y en el corrientes renovadoras del arte y lo había hecho me- teatro. Asombra observar que ese aparente eclecticis- diante la palabra, la letra y la acción concreta de au- mo estuvo guiado por un olfato certero. Quien repase ténticas curadurías. El salón habitual se desbordó hoy los compactos programas mensuales del Lyceum hacia el conjunto de la instalación, invadida por la descubrirá, entre los consagrados y los emergentes, presencia de todas las generaciones actuantes en el nombres todavía reconocibles en la historia de la cul- momento. tura nacional. En lo que se refiere a las artes plásticas Homenaje a Martí, nombre que enmascaraba, por razo- fue el espacio de legitimación por excelencia para los nes de obvia prudencia lo que realmente constituyó protagonistas de la vanguardia, desde Amelia Peláez una antibienal, tuvo un alcance aún mayor. La insti- hasta los jóvenes integrantes del grupo de los Once. El tución femenina se comprometía, junto a los artis- reconocimiento se extendió a expresiones antes cali- tas, en una acción pública con implicaciones políti- ficadas de menores, como la cerámica artística en su cas y culturales. Todos se concentraron en el repudio despertar fecundo de los años cuarenta y cincuenta a la Bienal Hispanoamericana, convocada, en procu- del pasado siglo. ra de legitimación por las dictaduras de Franco y Ba- Obra realizada con discreta eficacia por un equipo bien tista. La vanguardia en pleno participó y definió con cohesionado, donde el sello institucional enmasca- ese gesto su postura ante los acontecimientos que raba a veces el papel de las personalidades individua- sacudían el país. Un espléndido catálogo preserva la les, no puede silenciarse hoy la presencia de algunas huella tangible del hecho y constituye, a la vez, un figuras. Elena Mederos organizó y sistematizó la for- documento inapreciable para valorar el estado de las mación de las asistentes sociales. Vicentina Antuña artes plásticas en Cuba a mediados de los años cin- tuvo un papel preponderante en la vertiente cultural. cuenta. Profesora universitaria, feminista convencida, agluti- La fachada del Lyceum constituyó refug io y amparo nó en su entorno tendencias diversas en lo estético y para la formación de células clandestinas del Movi- en lo político. En el terreno del arte, confió en la aseso- miento de resistencia cívica en los años de la dictadu- ría de quienes, como Marta Arjona, mantenían un ra de Batista, dirigidas a la recaudación de fondos vínculo activo con el ejercicio práctico de la creación. mediante la venta de bonos y a la difusión de propa- En lo político, sus convicciones se situaron siempre ganda. Sin embargo, la institución nunca se implicó en un ámbito progresista. Desde la fundación del Par- en los avatares de los partidos electoralistas. No fue tido del Pueblo Cubano (ortodoxos), había asumido cómplice de los sucesivos gobiernos de la Cuba en esa organización la responsabilidad de dirigir su neocolonial. En su seno convivieron militantes del sección femenina. Encabezó luego una de las ramas Partido Socialista Popular, del Partido del Pueblo Cu- del Movimiento de Resistencia Cívica. Intransigente bano (ortodoxos) con aquellas que tomaban distan- con la corrupción imperante y con la subordinación cia respecto al compromiso partidario activo. Su es- cómplice a los designios imperiales, su conducta per- trategia política se inscribía en una tradición femi- maneció ajena a posiciones sectarias. Supo unir vo- nista. Cuando ya se habían alcanzado algunas rei- luntades a partir de una ancha plataforma común. vindicaciones históricas, mientras no fueran posibles Su discreto modo de actuar, su serena eficacia y su cambios estructurales más profundos, indispensables labor continuada en el Lyceum avalaron, con el apo- para el logro de la plena liberación de la m ujer, las yo mayoritario de los intelectuales cubanos, su desig- profesionales procedentes de las capas medias que nación, en 1959, al frente de la Dirección de Cultura asumieron en forma continuada las tareas dirigentes del Ministerio de Educación. en el Lyceum diseñaron una estrategia destinada a Con el triunfo de la Revolución cubana, la institución colocar la presencia femenina como centro de gravi- femenina había cumplido sus tareas fundamentales, tación en el ámbito de la vida social del país. asumidas ahora por el estado. En la esquina de Calza- El proyecto se abrió hacia dos vertientes fundamen- da y 8 del Vedado, permanece, arañado por el tiempo, tales. La asistencia social atendía casos específicos, a el edificio que albergó el palpitar de acontecimientos la vez que entrenaba especialistas según el modelo fundamentales para la historia de la cultura en la norteamericano. De ese núcleo surgió la escuela esta- república neocolonial. En el presente de entonces se blecida en la Universidad de la Habana, donde se for- estaba contribuyendo a construir el porvenir. Testigo maron varias promociones de graduadas. La impron- tangible de una imprescindible memoria, merece cui- ta más fecunda y duradera quedó en el campo de la dado y restauración. animación cultural. Como sucedía en el caso de la

23 Revolución y Cultura Teatro Auditórium

Las mujeres de Pro-Arte Musical en la construcción identitaria cultural de la ciudad de La Habana en la República Irina Pacheco Valera

a cultura es una elaboración comunitaria me privilegiado del Estado para lograr la cohesión de la Historiadora, profesora diante la cual los individuos se reconocen, se nación. e investigadora de Lautorrepresentan y asignan significaciones La ciudad se convirtió en un espacio verdaderamen- Estudios Cubanos en comunes al mundo que les rodea. Tradicionalmen- te comunitario, lugar de encuentros y desen- te la producción cultural ha estado pautada por es- cuentros, donde las personas interactuaban objeti- el Instituto Superior de pacios territoriales precisos, como una nación o va y subjetivamente en la calle, la plaza y los mer- Arte. áreas geográficas específicas marcadas por la pre- cados. En las ciudades se daban espacios revestidos sencia de pueblos o etnias, una historia política o por la conquista de la dimensión simbólica de esce- creencias religiosas compartidas. narios tangibles y vinculantes, conformadores de Desde el siglo XVIII, con los grandes movimientos un imaginario identitario configurado en el tiem- de conformación del Estado-Nación que se expan- po, por tanto, en permanente devenir. Esos referen- dieron a lo largo de todo el mundo, la cultura ad- tes tangibles les otorgaban un vínculo a mujeres y quirió un papel totalizador tendiente a homogenei- hombres, permitían su conexión social con su lu- zar los rasgos de cada población, y fue un medio gar propio, con su memoria y con sus significados

Revolución y Cultura 24 profundos. La ciudad se erigía como confidente de tividad de las mujeres es señalada como «alteridad» una historia compartida. y «otredad» dentro de las posiciones binarias. Se En la actualidad ante el nuevo continente asocia lo «masculino» con la mente, la cultura y la imagológico y los procesos actuales de hibridación, razón, y lo «femenino» con el cuerpo, las emociones desterritorialización, descentramiento y reorgani- y la naturaleza; y se insiste en que el hombre está zación, las sociedades pierden los referentes cultu- situado en la esfera pública y la mujer en la priva- rales vinculados a un espacio específico y adoptan da. «Lo masculino» es el término que ostenta el contenidos de una pluralidad de universos simbó- poder de decidir lo que está dentro del «canon» y lo licos. Este acontecimiento ocurre en un contexto que está fuera de él. De este modo queda reducido de fragmentación de la ciudad y de virtualización todo el sistema de creación en la oposición control creciente de la cultura. Por un lado, las grandes (masculino) y fuera de control (femenino). En el migraciones de personas hacia los centros urba- ámbito de la música, las mujeres eran destacadas nos, impulsados por necesidades económicas, han como cantantes, pianistas, arpistas, flautistas y generado la diversidad de culturas en áreas con- violinistas, principalmente, sin embargo, surge la centradas. Las ciudades contemporáneas se pue- pregunta: ¿qué hay de los otros instrumentos de la blan de una variedad de lenguas, estéticas, vesti- música, qué hay del ejercicio interpretativo, de la dos, tradiciones y hábitos que se diferencian y mez- creación musical, de la dirección de agrupaciones u clan, dando lugar a novedosos procesos de orquestas y de la investigación? transculturación. Se concebía una historia tradicional de la música. Las mujeres a lo largo de la historia han entrado en Su estudio se hacía únicamente centrado en el aná- el proceso interactivo de la conquista identitaria de lisis de la «propia música» –es decir, en la sintaxis espacios públicos de resistencia y poder ante una de las partituras–, desvinculada del contexto en que mirada citadina que las ha confinado a lo privado. se producía, como si se tratara de un objeto inde- Han estado vinculadas a los procesos de la ciudad pendiente del saber científico. Se insistía en la dife- que exigen de ellas su participación como actoras rencia entre sexos y cómo ésta marcaba el desarro- sociales que defienden su voz y su resignificación llo del arte. Este discurso logocentrista sujetaba a de pertenencia a una comunidad cultural. la mujer música a restricciones impuestas por los Para ubicar la inscripción de las mujeres de Pro- presupuestos patriarcales de la musicología tradi- Arte Musical en la historia de la cultura artística cional. Su reto estaba en que se entendiera la músi- cubana, es necesario considerar el análisis desde ca en los basamentos de la multiplicidad y frag- una perspectiva de género, entendido éste como una mentación y como discurso cultural que no sólo construcción social de una diferencia sexual, y con reflejara la realidad en la que surge, sino que tam- un carácter eminentemente histórico.1 Dicho con- bién contribuyera a su creación a través de la re- cepto está conformado por «[…] creencias, valores, construcción o ruptura de estereotipos. actitudes, formas de comportamiento, rasgos de En este sentido, el aporte de las mujeres proartinas personalidad, e incluso, actividades que sustentan en la historiografía es su acceso a la palabra. Ellas y ejercen hombres y mujeres y que son, precisa- buscaron espacios públicos citadinos de hegemo- mente, las que hacen la diferencia y la jerarquía nía social a través de los vasos comunicantes entre social entre unos y otras». 2 género y poder. Estas mujeres, representantes de lo Es oportuno validar el enfoque de género, de la acti- más distinguido de la aristocracia habanera,5 esta- vidad y el discurso identitarios cubanos. Con este ban marcadas en muchos casos por el género blan- lente me apoyo en el texto de Maritza García Alonso co que miraba a Europa y no reconocía los instru- y Cristina Baeza: Modelo teórico para la identidad cultu- mentos afrocubanos. Lograron insertarse en la «cul- ral, donde se define la actividad identitaria como el tura oficial», 6 la cual hace uso de todo medio posi- «[…] conjunto de acciones materiales y espiritua- ble para ejercer su poder. Y este poder cultural deno- les que permiten el proceso de definición del sujeto ta tres características básicas: impone las normas de identidad». 3 Las citadas autoras reconocen la culturales e ideológicas que adaptan a los miem- importancia de las identidades subalternas, bros de la sociedad a sus gustos y preferencias, legi- fenoménicas, grupales, o microidentidades, para tima la estructura dominante, y hace sentir la im- referirse a lo mismo y para la definición y, por con- posición de esa estructura como la socialización o secuencia, el estudio de la identidad nacional, dato adecuación necesaria de los patrones culturales este que da pie, por supuesto, a la inclusión del tó- para que los individuos se adapten. pico de la identidad femenina en el debate del tema. Las mujeres de Pro-Arte decidían en las tempora- En el entramado epocal en que se desarrollaron las das de óperas, de ballet, y arte dramático y lírico mujeres proartinas, la ciudad era el territorio sim- que convirtieron a La Habana en una plaza artísti- bólico de dominio del sistema patriarcal. El medio ca de primer nivel en América. Erigiendo el teatro de emisión de un discurso que deposita en la mujer Auditórium como uno de los símbolos patrimonia- el honor de la familia, o más bien del hombre, por lo les de la ciudad, rectorearon en buena medida la que se espera que ella haga un buen matrimonio. vida cultural republicana, procurando armonía y Estos valores de madre-esposa4 la mujer los inte- control social. Todas sus actividades constituye- grará, o deberá asumirlos, como subalterna del gé- ron elementos de prestigio y ayudaron a crear una nero dominante. La participación femenina en la conciencia de identidad ciudadana recreando una creación artística estuvo anclada en concepciones imagen común en todos los amantes del buen arte románticas y de monolítica identidad, donde la ac- y de la solemnidad en las celebraciones.

25 Revolución y Cultura Desde su posición social hegemónica, estas damas El entorno era propicio, porque los temas discutidos desplegaron una intensa actividad didáctica, de pro- por hombres y mujeres de fines del siglo XIX pasaron moción y divulgación de la música de concierto de a ser legislados, y los sueños de más de una activista esencia europea, históricamente legitimada y dig- se convirtieron en realidad. En 1917 y 1918, se apro- na de reconocimiento; sin embargo, la limitante en baron las leyes de la Patria Potestad y del Divorcio, su proyección era no tener en cuenta el carácter de respectivamente, muy significativas para la incor- avanzada y el valor de la producción musical na- poración de las mujeres a la modernidad. El Primer cional en la esfera de la cultura de aquellos años7. Congreso Nacional de Mujeres, que sesionó en 1923, Ellas estuvieron enfrascadas en las polémicas con permitió a las militantes feministas y sufragistas las miradas de vanguardia que versaban su discur- tener espacios públicos de discusión e involucrar a so hacia las reformulaciones de la cultura popular, gran parte de la sociedad en sus luchas, al tiempo la cual como parte de la cultura de la sociedad ha- que facilitó alianzas entre las organizaciones feme- bía quedado relegada y menospreciada en aras de ninas y el resto de las fuerzas políticas. El sufragio, otra parte de una cultura que valida las acciones concedido definitivamente en 1934, fue uno de los del grupo en el poder. grandes triunfos del movimiento feminista cubano, Las fórmulas de cubanidad del nacionalismo bur- bastante activo en toda la primera mitad del siglo gués se hacen visibles en las estrechas relaciones pasado. Movimiento que culminó con el Tercer Con- de María Teresa García Montes y sus damas con las greso Nacional de Mujeres, en 1939, y con la aproba- ideas del compositor y teórico Eduardo Sánchez de ción de la Constitución de 1940, la cual recogía la Fuentes. En este intercambio se aprecia el debate mayor parte de sus demandas.11 sobre el contenido de la música cubana de la época La fundación de instituciones femeninas y sus re- y la proclamación de la cubanidad en lo indígena y vistas, como es el caso de Pro-Arte Musical, pero lo campesino, frente al escándalo que representaba también del Lyceum, (1928-1960) –denominada la introducción de elementos africanos a la música Lyceum y Lawn Tennis Club desde su fusión en 1939 culta. De ahí que el historiador Jorge Ibarra meditara: con la Sociedad Tennis de Señoritas– dan fe de la En su alianza con la pompier viuda de Giberga efervescencia social de las mujeres cubanas en esa [Eduardo A. Giberga], como la llamaba época. La última de las sociedades mencionadas irónicamente Caturla, contra las posiciones del realizó numerosas actividades a favor del arte re- minorismo, hay subyacente toda una concepción novador, como exposiciones, lecturas comentadas, de la cultura cubana. Esta señora, de rancia conferencias, cursos sobre literatura, música, can- estirpe autonomista, encarnaba una tradición to e idiomas. Convocó, además, concursos litera- cultural del siglo XIX que discriminaba a todo lo rios y artísticos, puso en funcionamiento en 1942 De arriba hacia abajo: negro y popular, al tiempo que estimulaba la Dulce María Blanco, una importante biblioteca pública que tuvo en fon- penetración cultural europea y rechazaba la do la colección Max Henríquez Ureña y publicó la Oria Varela norteamericana. Esta era, desde la segunda mitad y Laura Rayneri. Revista Lyceum (1936-1961), de rigor y calidad, todo del siglo XIX, la cultura de la nación frustrada, la ello con la participación de relevantes figuras de la cultura de la nación burguesa, enfrentada a la intelectualidad femenina como Camila Henríquez, 8 cultura nacional popular del pueblo-nación. Vicentina Antuña y Mirta Aguirre. Es por eso que la oposición airada de Sánchez de Si bien todos aceptan que los años veinte son un Fuentes a la penetración cultural norteamericana, momento de cambio en los que, entre otras cosas, desde fecha tan temprana como 1922, antes que se redefine la feminidad,12 la ensayista Luisa estallase su polémica con los representantes más Campuzano lo valora en los siguientes términos: destacados de la cultura nacional popular, no debe […]no se reconoce el hecho de que en esta ser vista como una maniobra demagógica para redefinición intervienen decisivamente las ganarse simpatías frente a sus adversarios, sino mujeres; y que esa mujer moderna que la prensa como una actitud conservadora consecuente con- codifica en las portadas de revistas como Social y sigo misma. Carteles, donde la vemos conduciendo La directiva de la primera época (1918-1948) de la automóviles, subiendo, decidida, a yates y a Sociedad Pro-Arte Musical se va a desenvolver en aviones, practicando deportes, o desafiante con un momento donde las mujeres de las décadas del su pelado a lo garzón y su osado vestuario –traje veinte y del treinta tienen una participación activa de baño o de noche igualmente insinuantes–, en la historia social y artística de América Latina. fumando cigarrillos y saboreando cócteles, no La Habana fue, quizás, la capital de nuestra región pasa de ser un icono tan decorativo e donde se abordaron con más intensidad los víncu- intrascendente como la antigua reina del hogar, los entre el feminismo y la vanguardia literaria de aunque luchara por ocupar un lugar en ese los años veinte. Líderes feministas y figuras litera- espacio que había venido abriéndose desde su rias de relieve en su época como Mariblanca Sabás participación directa e indirecta en las guerras Alomá, Ofelia Rodríguez Acosta, 9 Renée Méndez de independencia Capote, Loló de la Torriente «[…] ejemplifican esos vínculos entre el feminismo y la cultura literaria […] cuando Conrado W. Massaguer, creador y divulgador entre nosotros de la imagen de la habanera de la modernidad. Estas escritoras expre- mujer moderna, y minorista destacadísimo, se saron en sus obras los grandes retos que debían vencer las mujeres para desarrollar su trabajo en el decide a retratar al Grupo en una caricatura campo intelectual y perfilaron, por diferentes vías, «Sobremesa sabática» –que envía al Salón de Humoristas y publicará en Social, su revista–, una imagen de la mujer intelectual».10

Revolución y Cultura 26 vemos […]como prueba al canto: la única mujer Teatro Auditórium16 publicó en la revista Musicalia, presente en la nutrida reunión, Mariblanca Sabas un comentario bajo el título «Sociedad Pro-Arte Alomá, muy bien conocida y firmante del Musical», que reveló los sentimientos de admira- Manifiesto, apenas asoma, tímidamente, por el ción de la gaditana hacia las damas proartinas: borde izquierdo del dibujo, mostrando un mechón El magnífico Auditórium, que esta sociedad acaba de su desafiante melena a lo garzón, y una ceja y de inaugurar con tres festivales netamente cuba- un ojo que el caricaturista presenta como nos, ha puesto una vez más de relieve el alto presti- aterrados y sorprendidos.13 gio social y artístico de «Pro-Arte» En ese entramado y como muestra de la gallardía […]. El caso concreto de «Pro-Arte Musical» es feminista, María Teresa García Montes funda el 2 uno de los más elocuentes ejemplos que conozco de diciembre de 1918 la Sociedad Pro-Arte Musical, de feminismo positivo. A un feminismo de y celebró la primera junta en su residencia de 15 y cátedra, valioso como germinador de ideas o D, Vedado. De ahí que al decir del arquitecto Enrique como creador de normas, un grupo de damas –o, Luis Varela: para honrarlas, mujeres– opone un feminismo Cuando un pueblo joven cuenta con mujeres del práctico, que, mejor que erigir sistemas, prefiere carácter y alteza de miras de María Teresa García levantar edificios y fomentar el arte. En esta obra Montes de Giberga y sus inteligentes colaboradoras, colectiva, exclusivo fruto del talento de la mujer, puede decir con orgullo que su horizonte intelectual se destaca una personalidad sobresaliente, una es tan amplio que difícilmente tendrá limitaciones. voluntad y energía poderosas, pero, sobre todo, La Sociedad Pro-Arte Musical, fundada por mujeres, una fina, ágil y cultivada inteligencia: María dirigida siempre y exclusivamente por mujeres, es Teresa García Montes de Giberga. Que una mujer una prueba definitiva de lo que acabamos de haya podido mantener flexiblemente en sus exponer. 14 manos las quebradizas riendas de un gobierno Con esta mirada se puede destacar que las mujeres femenino, y la compleja organización y proartinas, a pesar de tener algunas de ellas limita- desarrollo de una sociedad como «Pro-Arte» es ciones en sus proyecciones ideo-estéticas en cuan- algo que por sí mismo postula el legítimo derecho to a difundir lo más legitimado y conservador de la de la mujer para el ejercicio de todas las funciones música sinfónica europea y norteamericana frente sociales. […]17 a los impulsos renovadores de la música cubana, Son memorables los vínculos estrechos de Pro-Arte transgreden el canon de su momento histórico y Musical con la prestigiosa María Jones de Castro y demostraron la capacidad femenina de crear, diri- su Conservatorio Internacional de Música.18 Es gir, hacer crecer y conservar una institución cultu- meritorio que muchos de los artistas invitados por ral de prolongada existencia, y en la que sin conflic- María Jones intercambiaran experiencias con pro- to tuvo cabida la intervención masculina. Todas fesores y alumnos de la Sociedad Pro-Arte Musical. ellas llevaron una ardua tarea de rescate de su pro- La vida cultural del Conservatorio se anunciaba en pia voz. Si originalmente el propósito de la Socie- los programas de conciertos de la citada institu- dad fue divulgar la música históricamente legiti- ción y en la revista Musicalia. Además, Paúl Csonka, mada, la estrategia configurada lo superó, y devino compositor, director de coros y orquestas, quien tra- un proyecto de resonancias contemporáneas. bajó como profesor en el Conservatorio y dictó cur- Una descripción de María Teresa y sus relaciones sos de Dirección Coral y Apreciación Musical, tuvo con ella en esa época deja la narradora Renée también bajo su responsabilidad de manera per- Méndez Capote, la cual en sus memorias reveló: manente los coros de la Sociedad Pro-Arte Musical, Cuando una noche se presentó en mi casa María y era siempre invitado a dirigir en las temporadas Teresa García Montes de Giberga, yo estaba en el de ópera de Miami y Chicago que se realizaban en la patio jugando pelota con mis hermanos. María – institución pro-artina. le dijo a mi madre–, voy a emprender una obra La Revista Pro-Arte Musical es un índice excelente para que hará época: me propongo crear una hurgar más en la proyección de su fundadora y pri- temporada anual de conciertos en La Habana, y mera directora, María Teresa García Montes, la cual fundaré la Sociedad Pro-Arte Musical. Renée preservó en todo momento una actitud recta con el domina el francés, el inglés y el italiano, es activa cumplimiento del reglamento de la institución y y entusiasta. Voy a formar una directiva con sostuvo, además, sus convicciones frente a indivi- señoronas ricas que pondrán generosamente el duos o agrupaciones de fuerza en la vida pública. El dinero, nosotras pondremos el trabajo. Me 15 de diciembre de 1927 publicó el editorial «La De- llamaron, acepté encantada y ocupé la Secretaría generación de la Crítica Musical en Cuba».19 En la de Correspondencia. Íbamos de casa en casa de misma página apareció otro artículo intitulado la gente de dinero, los comprometíamos a «Relapsos e Impenitentes»20 en donde se defendía la comprarnos entradas para los conciertos […] Pro- verdad histórica y la cultura musical del pueblo de Arte de la que fui secretaria, durante seis años, Cuba. pese a las limitaciones que imponía su origen Revelador de la conquista de espacios públicos de burgués, ha sido una de las obras de cultura más independencia y autonomía, es el contrapunteo de importantes de Cuba 15 María Teresa García Montes, con el polemista Jorge Son ilustrativos los lazos de amistad de estas mu- Mañach. Ante el llamado de unidad hecho por éste jeres con la paradigmática María Muñoz, quien a último, ella severamente le expuso: raíz de la inauguración en diciembre de 1928 del

27 Revolución y Cultura Por eso, porque amamos «con todas nuestras Se ofrecieron además conciertos juveniles con el potencias» únicamente a Cuba, porque la hemos objetivo de despertar el gusto musical entre niños y bebido en mejores fuentes, por nuestros jóvenes, algunos a cargo del Coro del Instituto Tec- antecedentes y nuestra actuación, no podemos nológico de Ceiba del Agua, bajo la dirección de María de ningún modo, aceptar la lección de Muñoz de Quevedo, y otros a cargo de la pedagoga patriotismo que no es la primera vez que se Carmen Rovira y los musicólogos César Pérez permite darnos el señor Mañach. Si el ameno Sentenat y Alejo Carpentier. glosista es de inmediato linaje gallego, se crió en La Sociedad Pro-Arte Musical, en el período de Laura La Mancha, se ilustró en Madrid y vive en Cuba, Rayneri, fue honrada por el Gobierno de la Repúbli- nosotros tenemos un criollísimo abolengo de ca con la Orden Nacional de Mérito Carlos Manuel siglos, que no perturban vacilantes alternativas. 21 de Céspedes, la cual por primera vez se le concedía a La dirección de Natalia Aróstegui22 (1932-1934) en una institución. Sin embargo, el final del mandato la Revista Pro-Arte Musical,23 así como su papel de dele- de Laura Rayneri de Alonso transcurrió en un cli- gada de la Sociedad Pro-Arte Musical en Nueva York, ma de contradicciones internas y de críticas pro- es vital para el desempeño de la institución. Ella, movidas por los elementos más conservadores. La según cuentan sus testimoniantes,24 era el equili- expresión más radical de ello se observó en la re- brio dentro de la Sociedad. A sugerencia de Natalia nuncia de Laura a la presidencia de la Sociedad Pro- se instituyeron, desde el período de la directiva de Arte Musical y tiempo después la independencia Oria Varela25 (1930-1934), las tres escuelas de Pro- del ballet de Alicia Alonso. Arte: ballet, guitarra y declamación. Especial era su En las voces culturales de la directiva del segundo vínculo con Eusebia Cosme y las incursiones y osa- período (1948-1961) de la Sociedad Pro-Arte Musi- días en lo afrocubano que se dieron durante su man- cal se encuentran: María Teresa Velasco (1948- dato. Es significativo destacar que Fernando Ortiz 1952),30 Dulce María Blanco de Cárdenas (1952- en su presentación de la «poesía mulata» destacó: 1956)31 y Conchita Giberga de Oña (1956-1960) «Eusebia Cosme es la expresión de una poesía nueva (1960-1967). 32 De ellas, un grupo tuvo posturas con- que ya está reconocida como un valor cierto, pero su servadoras en relación con las vanguardias musi- recitación quizás habrá de ser un día señalada como cales y, por ejemplo, María Teresa Velasco represen- un prodigio».26 A tono con el momento y por invita- tó posiciones polémicas con las actitudes renova- ción de Natalia Aróstegui, Eusebia Cosme recitó en doras en el ballet bajo la presidencia de Laura la Sociedad «poesía mulata». El número de la revista Rayneri. No obstante, es valedero analizar que es- 27 De arriba hacia abajo: Pro-Arte Musical, de julio-septiembre de 1934, la pre- tas polémicas están atravesadas por los vasos co- Natalia Aróstegui, senta en el Recital de Poesías como declamadora de municantes de gustos, preferencias y diferencias María Teresa Velasco la mencionada temática. generacionales, pues las mujeres pro-artinas, a pe- y María Teresa García También fue renovador el período en que la Socie- sar de sus posiciones limitadas por su época, supe- dad fue dirigida por Laura Rayneri de Alonso (1934- raron el canon que les imponía la sociedad, al man- 1948)28. Se ampliaron los horizontes de la ciudad tener esta prestigiosa institución y su revista con hacia la contemporaneidad y la cultura nacional a el único objetivo del amor a la cultura. través del ballet, lo que significó la consagración María Velasco fue una promotora cultural. Duran- nacional e internacional de la institución y garan- te su mandato acometió la restauración general del tizó su trascendencia. Que sus hijos varones (Fer- Auditórium, al que se proveyó de lunetario nuevo y nando y Alberto) estudiaran ballet y se convirtie- moderno, asimismo se finalizó la instalación del ran en joyas y maîtres a escala mundial significó aire acondicionado, labor que se había comenzado un desafío a la ética burguesa y a la orientación desde la dirección de Laura Rayneri. También la Re- cultural de su tiempo. Durante una gran parte de vista Pro-Arte Musical, que había recesado durante esta etapa, la revista cesó su publicación (1940- ocho años, reinicia sus ediciones con la organiza- 1948), de ahí que el dinero de la publicación y los ción de un concurso anual para estimular los estu- esfuerzos de la institución se volcaron en torno a la dios de tipo musicológico. Desde su creación en 1952, enseñanza del ballet y a la promoción cultural con honrado con el nombre de la fundadora de la Socie- mirada de vanguardia. Ejemplo de ello es la puesta dad, la revista concedió premios a trabajos presen- en escena de ballets como: Petrouchka, Bodas de Auro- tados por: Orlando Martínez (1952), Regina de Mar- ra, Las Sílfides, Forma, Concerto, Príncipe Igor y Antes del cos (1953), Edgardo Martín (1954), Orlando Martínez Alba, que al decir del maestro Fernando Alonso: (1955), María Maciá de Casteleiro (1956), Daisy Losa […] es el primer intento de crear un ballet cubano (1957), María Teresa Linares (1958), Argeliers León con todos sus elementos. Desde el punto de vista (1959) y Pedro Machado de Castro (1960). 33 En este coreográfico y cultural muy adelantado para su período se creó, además, el Kindergarten de la Es- época. En él tomaron parte activa los alumnos cuela de Ballet a cargo de Finita Suárez Moré. Una de la Escuela. Constituyó poco más o menos que Escuela de Coros fue otra de las iniciativas de la una revolución cuando las intérpretes se citada directiva, así como la continuación de los lanzaron al tablado con una conga abierta y una festivales de ópera. rumba entremezcladas con pasos de ballet Ya bajo la presidencia de Dulce María Blanco, se clásico. Fue presentado para un público ecléctico, realizaron obras de embellecimiento del teatro y de y la crítica vino a través de diversas posiciones, la casa social, y se llevaron a cabo temporadas de desde las más conservadoras hasta las de óperas, dentro de las cuales participó la misma miradas más de vanguardia. 29 Dulce María Blanco, pues era una distinguida so-

Revolución y Cultura 28 prano. En esta época continuó la afluencia que tuvo 13 Luisa Campuzano: «Quedaron casi fuera de la foto: vanguardia y mujeres Pro-Arte de eminentes músicos, bailarines y con- en Cuba», en Revolución y Cultura, no.4, 2006, p.20. 14 Enrique Luis Varela: «El Auditorium de Pro-Arte Musical», en El Arquitecto. juntos musicales de escala internacional. Más tar- Revista Mensual de Arquitectura, Construcción y Artes Aplicadas, Volumen III, de, en los años de Conchita Giberga, se aunaron la noviembre-diciembre, 1928, p.219. tradición y la renovación. Su primera temporada 15 Renée Méndez Capote: «Pávlova y Alicia: un deslumbramiento», en: Memo- artística tiene los lauros de contar con figuras del rias fechadas el 9 de noviembre de 1985. (Inédito en los fondos del Museo de la Danza). relieve de Renata Tebaldi, Iris Burguet, Zara 16 Dolujonova, Gina Bachauer y nuestro Jorge Bolet, El «Auditórium» fue premiado con el Primer Lugar en el concurso de las mejores fachadas, establecido por el Club Rotario, Véase Diario de la Marina, entre otros. En íntima cooperación con el Patrona- diciembre de 1928. to de Artes Plásticas se concibió, además, la idea de 17 María Muñoz de Quevedo: «Sociedad Pro-Arte Musical», en Musicalia, exhibir con carácter permanente en diversos sitios noviembre-diciembre de 1928, pp.140-141. 18 del Auditorium, una exposición-venta de pintura Claudina Hernández: «María Jones de Castro, en la historia de un viejo contemporánea que, al tiempo que sirviera de ele- castillo» en Clave, Año 7, núms. 1-2, 2005, pp. 79-83. 19 Véase Revista Pro-Ar te Musical, Año V, no.XII, 15 de diciembre de 1927, p.2 mento decorativo, contribuyera como complemento 20 Ibídem. estético al placer de la música. Por último, se creó 21 María Teresa García Montes de Giberga: «Suum Cuique», en Revista Pro- también en este período la beca María Teresa García Arte Musical, año V, no. IX, 15 de septiembre de 1927, p.2 Montes de Giberga. 22 Directora de la Revista Pro-Arte Musical de 1932 a 1936 y Delegada de Pro- Arte en Nueva York. Cómo asumir y dignificar estas voces es una de las 23 Irina Pacheco Valera: «Pro-Arte Musical y las vanguardias (1923-1940)», interrogantes que deberá resolver en el ejercicio in- en Clave, año 8, no. 2-3, 2006. telectual actual, a partir de una actitud reconstruc- 24 Irina Pacheco Valera: Entrevistas a su sobrina Natalia Bolívar y a Clarita tora y de reivindicación estética e ideológica. Aún Nicola (inéditas), «Encuentro con la memoria Pro-Artina Musical del maestro así, resulta controversial este tipo de análisis, cuan- Fernando Alonso», en Educación, no. 122, septiembre-diciembre, 2007, p.8 25 Oria Varela ingresó a la directiva de la sociedad en 1922 y ocupó, antes de do persisten todavía fundamentos excluyentes y su etapa como presidenta, los cargos de vocal, vicesecretaria, secretaria de hegemónicos históricamente aceptados, reprodu- actas y vicepresidenta. cidos y renovados. Por tal razón, invito a una con- 26 Fernando Ortiz: «La poesía mulata. Presentación de Eusebia Cosme», en ciencia dialógica que requiere de nuevas reescri- Revista Bimestre Cubana, La Habana, septiembre-diciembre, 1934, p.207. turas, análisis y asunciones críticas que comiencen 27 Eusebia Cosme: En el «Recital de Poesías», declamó : «Mujer nueva» de Nicolás Guillén, «Danza negra» de Luis Palés Matos, «Romance de la reina a derrumbar los muros del silencio en el cual han Camándula» de F. Pita Rodríguez, «Caridá» de M. Arozarena, «Balada del estado sumergidas las mujeres proartinas en el de- güije» de N. Guillén, «Lavandera con negrito» de E. Ballagas, «Trópico» (déci- bate identitario con su ciudad. mas), de Eugenio Florit, «María Chacón» de E. Ballagas, «Sensemayá (canto negro para matar una culebra)» de N. Guillén, «Una canción de vida bajo los astros» de R. Pedroso, «Rumba de la negra Pancha» de J.A. Portuondo, en Revista Pro-Arte Musical, año XI, nos. 7,8 y 9, julio-septiembre, 1934, p.20 Notas: 28 Laura Rayneri: Ingresó en la Directiva en 1920, y ocupó los cargos de: 1 Julia Tuñón: Apuntes del curso «Historia de las mujeres», Programa vocal, vicetsorera y tesorera. Interdisciplinario de Estudios de la Mujer, El Colegio de México, 5to. Curso de 29 Irina Pacheco Valera: «Encuentro con la memoria Pro-Artina Musical del Especialización, México, 1995. maestro Fernando Alonso», en Educación, no. 122, septiembre-diciembre, 2 ______: «Porque Clío era mujer: buscando caminos para su historia·», 2007, p.7 en Problemas en torno a la historia de las mujeres, Universidad Autónoma 30 María Teresa Velasco. Ingresó en la Directiva de Pro-Arte en el año 1924, Metropolitana-Iztapa, México, 1991, pp.8y9. ocupando los cargos siguientes: vocal y vicepresidenta. 3 Maritza García Alonso y Cristina Baeza: Modelo Teórico para la identidad 31 Dulce María Blanco de Cárdenas: Ingresó en la Directiva en 1923, y cultural, CICC Juan Marinello, La Habana, 1996, p. 64. perteneció a ella de febrero a agosto. Reingresó en 1931, ocupando los 4 Véase: Marcela Lagarde: Cautiverios de las Mujeres: Madres-esposas, monjas, cargos siguientes: vocal, vicetesorera, tesorera y vicepresidenta. putas, presas y locas, Coordinación General de Estudios de Posgrado, Univer- 32 Hija de la fundadora de Pro-Arte Musical. Ingresó en la Directiva en 1931, sidad Nacional Autónoma de México, México, 1990. y ocupó los cargos de vocal, vicetesorera, vicesecretaria, tesorera y 5 Véase Guillermo Jiménez: Los propietarios de Cuba 1958, Editorial de Cien- vicepresidenta. cias Sociales, La Habana, 2007. 33 Véase: Orlando Martínez (1952): «La canción de arte cubana»; Regina de 6 Néstor García Canclini: Culturas populares en el capitalismo, Fondo de Marcos (1953): «El ballet en Cuba a través de Pro-Arte Musical»; Edgardo Cultura Económica de México, 1981, p.51. Martín (1954): «La música de cámara en Cuba desde mediados del siglo XIX 7 Hasta 1930, año de su deceso, la revista estuvo dirigida por María Teresa hasta nuestros días»; Orlando Martínez (1955): «La pedagogía musical en García Montes de Giberga, a la vez presidenta de la Sociedad, con gran Cuba: sus precursores y educadores eminentes»; María Maciá de Casteleiro eficiencia en la dualidad de funciones, que evidencia su capacidad de direc- (1956): «La música religiosa en Cuba»; Daisy Losa (1957): «Un siglo de ópera ción. Después de ella esta dualidad directiva no fue constante. en Cuba»; María Teresa Linares (1958): «Influencia de la música española en 8 Jorge Ibarra: «La música cubana: de lo folklórico y lo criollo a lo nacional la música cubana»; Argeliers León (1959): «Ensayo sobre la influencia africa- popular», en Panorama de la música popular cubana, selección y prólogo de na en la música cubana»; Pedro Machado de Castro (1960): «La música Radamés Giro, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1995, p.28. coral en Cuba». 9 La ensayista Zaida Capote, en su investigación sobre las mujeres narrado- ras, apunta que «Ofelia Rodríguez Acosta (1902-1975), se involucró en las luchas políticas y en la acción cívica y para ello recurrió al periodismo lo mismo que a la literatura. Fue bibliotecaria del Club Femenino en 1925 y fundó y dirigió en 1927 una revista, Espartana, cuyo nombre, lo mismo que la poderosa ilustración de portada –una figura femenina art déco […]– no deja lugar a dudas acerca de la orientación de la revista».Véase Zaida Capote Cruz: «Mentes libres, cuerpos supliciados. Las mujeres de Ofelia Rodríguez Acosta», en Revolución y Cultura, no. 4, 2006, p.21. 10 Véase Margarita Mateo Palmer: «Estrategias de participación de las escri- toras latinoamericanas», en: Revolución y Cultura, no.4, 2006, p.16. 11 Véase Julio César González Pagés, En busca de un espacio: Historia de las mujeres en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, 2003. 12 Vicky Unruh: Performing Women and Modern Literary Culture in Latin America, Austin: University of Texas Press, 2006, p.9.

29 Revolución y Cultura Apuntes para un análisis de los personajes en la obra pictórica de Fernando Botero Nelly Le Naour

Revolución y Cultura 30 on más de sesenta años de carrera artística por la forma y los volúmenes crea cierta monu- Doctorante francesa y una obra pictórica y escultural prolífica, mentalidad. Estamos frente a un mundo de gigan- de la Universidad de Fernando Botero (Medellín-1932) es uno de tes rabelesianos cuyas formas redondeadas, volup- C Cergy- Pontoise. los artistas latinoamericanos contemporáneos tuosas y casi hipertrofiadas ocupan todo el espa- más famosos y exitosos del planeta. Reconocible a cio, hasta, a veces, aniquilarlo por completo. Pero Prepara una tesis primera vista, la obra del artista colombiano es no habría que tildar a Botero de «pintor de gordos», sobre las represen- incontestablemente original y única. Supo impo- como lo hace a veces la crítica. Siempre repitió que taciones de La ner su estilo alejándose de las tendencias y co- lo que le interesaba era el volumen y no la gordura: Habana en la rrientes artísticas dominantes del siglo XX. Siem- «Lo que me interesa no son los seres sino su mane- literatura cubana de pre ignoró los grandes movimientos de la estética ra de inscribir sus volúmenes en el espacio. Veo la ficción (siglo XIX-XXI) moderna (expresionismo, cubismo, pop art, op art) vida en volúmenes» (Lascault, 59). Y añade, como para imponer su «marca de fábrica»: el hincha- para dejar bien claro su intención, que no le inte- miento formal, lo que le valió el apodo de «cantor resan los gordos porque son gordos. de los gordinflones». Sólo el volumen parece importar: personajes y ob- Su pintura combina hábilmente un carácter pro- jetos vienen representados de la misma manera y fundamente latinoamericano y una marca euro- en algunos cuadros, los objetos (frutas, cafeteras, pea patente ya que se formó, en parte, en el Viejo botellas, mesas o naipes, por ejemplo) desempe- Continente, entre 1952 y 1955, y fue allí donde ocu- ñan un papel tan importante como el personaje. rrió el decisivo encuentro con la obra de Piero della En el cuadro titulado, quizás paradójicamente, «La Francesca. Halló en el renacentista italiano la ple- siesta» (1989), las piezas de fruta y el vaso, gracias nitud de la forma, la organización del espacio y la a su tamaño desproporcionado, parecen cobrar más armonía cromática perfecta que lo han inspirado importancia incluso que el hombre que está dor- a lo largo de su carrera. Al mitando. De hecho, el hom- apropiarse de la técnica eu- bre dormido e impasible pa- ropea para representar te- rece ser un elemento más de mas latinoamericanos, Fer- la naturaleza muerta del pri- nando Botero integra volun- mer término. tariamente dos culturas y La siesta demuestra que, para crea un arte universal. Botero, cada cuadro es un «Quiero que mi pintura ten- bodegón (Durozoi, 14) y que ga raíces […] pero al mismo pinta deliberadamente una tiempo, sin embargo, quiero figura como si fuera una poder pintarlo todo, aun a manzana (Parinaud, 14). La siesta, 1989, María Antonieta, pero siem- Esta cosificación de los se- óleo sobre lienzo, pre con la esperanza de que res humanos es evidente 42 x 54 cm. lo que emprendo sea pene- para el escritor y ensayista trado por el alma latinoamericana» (Durozoi, 18, francés Marc Fumaroli quien, refiriéndose a los per- 19) explica el artista para reivindicar su sin- sonajes boterescos, dice: «Caras-manzanas, […] in- cretismo. fantas-peras […] ¿Qué es «El hombre alargado» sino Si los géneros trabajados por el pintor son amplios un racimo?» (Fumaroli, 1/p). No se deprende de los y bastante clásicos (bodegones, retratos individua- personajes ninguna emoción ya que no parecen les o colectivos, autorretratos, pastiches, desnu- tener alma ni personalidad propia. Son «títeres y dos, interiores, etc.), el artista, sin embargo, no deja muñecas inflables» (Kalenberg, 15) porque sólo son de revisitar la tradición para representar un mun- volúmenes intercambiables y constituyen arque- do distinto y particular. Transforma «la realidad tipos definidos generalmente por el título del cua- con [sus] ideas y [sus] sentimientos, mostrándola dro. De esta manera, El prisionero político (1972) no después de manera «creíble» como un nuevo mun- se diferencia de El Presidente (1967). Ambos llevan do» (Loaiza, 95). Severo Sarduy habló de «boteri- la misma ropa, tienen el mismo rostro redondo e zación» para calificar este universo transformado inexpresivo y desprenden la misma impasibilidad. que parece sufrir una especie de anamorfosis. Todo Convertidos en arquetipos humanos, los persona- en el cuadro –personajes, animales, objetos, ins- jes se diferencian mediante atributos simbólicos trumentos, frutas, árboles– parece hincharse y re- que representan su condición o su función: naran- dondearse ya que al fin y al cabo, como lo decía jas y plátano para el encarcelado y un pergamino Cezanne en 1905, «todo es esférico y cilíndrico». para el presidente. Este encuentro con el volumen y la desproporción Bajo el pincel de Botero, curas, dictadores, cazado- tuvo lugar de manera casual en 1955 mientras el res, toreros, limpiabotas o músicos no son singu- artista estaba pintando una mandolina generosa larizados sino con la indumentaria que se convier- desde el punto de vista formal. Al representar el te entonces en un disfraz. Los personajes son pues orificio del instrumento, Botero lo desproporcionó los actores de una comedia humana y parecen ac- y lo pintó de manera exageradamente pequeña. tuar en un espacio teatralizado. El cuadro Retrato Había nacido el estilo Botero o el «boteromorfis- oficial de la junta militar (1971) pone en escena a un mo» 1 que no respeta ni las escalas ni las propor- dictador rodeado de un cardenal, varios militares, ciones y que sólo hace hincapié en el volumen de su mujer, su hijo, la criada y su perro. El poder y la las cosas. Esta «obsesión», como lo dice él mismo, superioridad del general vienen confirmados por

31 Revolución y Cultura Izquierda: El prisionero político, 1972, 126 x 91,5 cm.

Derecha: El Presidente, 1967, 67 x 42 cm.

su tamaño y su posición central. En este mundo que los otros temas de la realidad latinoamerica- sumamente jerarquizado y paralizado –al igual que na (Loaiza, 104), la ironía del artista aquí resulta las posturas–, los protagonistas que están posan- obvia. Pero no se trata de una ironía mordaz y cruel do no son singularizados. Sólo su traje permite de- porque su pintura es más bien dulce3 y la mirada finir su función, y los atributos, ya sean militares del artista no deja de ser benevolente, ya sea para o religiosos (las medallas, los fajines, las espadas, representar a Cristo, a la Virgen, o a las prostitutas el rosario), parecen postizos como si se tratara de de los burdeles de su adolescencia. una autoridad de relumbrón. Los dos telones que «Fernando Botero crea un mundo desbordante de enmarcan la escena recalcan esta teatralización y humanidad» (Kalenberg, 15) nos dice Angel el espacio se convierte en un decorado que podría Kalenberg para explicar que el artista representa derrumbarse en cualquier momento. Pero su pin- al ser humano en todas sus facetas. La retahíla de tura no es para nada comprometida como lo repite desconocidos pintados por Botero plasma el inte- el artista2 y el hecho de representar a militares no rés que éste tiene por la gente de a pie. Los curas de constituye una crítica política. Dice el artista: «Si pueblo, los vendedores callejeros, los limpiabotas, pinto a militares mis razones no son políticas […] los músicos, las ancianas, las solteronas, las bai- sino que es mi fidelidad a un asunto tradicional de larinas, las madres o los amantes pueblan sus cua- la pintura. [...] Pinto a militares con un criterio dros y hacen de su pintura una representación exclusivamente pictórico» (Loaiza, 103-104). Es intemporal de lo cotidiano. El tiempo de Botero es verdad que los militares de Botero vienen repre- el del solaz y del ocio, del descanso o de la siesta, es sentados de la misma manera que todos los de- decir, el tiempo de la despreocupación. Para el pin- más personajes: sufren el mismo hinchamiento tor colombiano, el arte debe producir placer, no debe formal y la misma ausencia de expresión. Sin em- fastidiar ni molestar. Se multiplican así las esce- bargo, detrás de una aparente ingenuidad, asoma nas callejeras, las comidas campestres, los paseos una ironía deliberada. Numerosos detalles humo- familiares o los bailes porque se trata de represen- rísticos ridiculizan a esta junta militar burlesca. tar la felicidad cotidiana de estos seres repolludos. El niño vestido ya de militar y que sostiene en sus Han alcanzado una especie de plenitud epicúrea manos la bandera colombiana, desacredita a los como lo vemos en el cuadro La comida campestre «verdaderos» militares ya que se borran las fron- (1989) o Le déjeuner sur l’herbe (1969). En la versión teras entre uniforme y disfraz. El teniente monta- de Botero del famoso cuadro de Edouard Manet, es do en un caballo que parece ser, más que otra cosa, el hombre quien está desnudo saboreando un ci- un caballo de balancín, refuerza esta idea de farsa. garrillo después de haber disfrutado de una comi- La presencia del tren eléctrico y del perro, vestido da copiosa. La comida numerosa y las manzanas también con una capa verde olivo, desacralizan desparramadas en el suelo sugieren la abundan- por completo este retrato oficial. Por fin, la presen- cia de un almuerzo de Gargantúa. Los colores dul- cia de moscas que irrumpen en esta escena solem- ces y armoniosos se juntan a las formas redondas ne remata la crítica implícita presente en este cua- y cilíndricas para acentuar la sensualidad de la dro. ¿No nos encontraríamos frente a una socie- escena. Seguramente los amantes se habrán ama- dad obsoleta y rancia que estaría pudriéndose ante do en este bosque verde y frondoso como lo sugie- nosotros? Aunque el artista dice que en sus cua- ren la desnudez del hombre y los símbolos del pe- dros la sátira es más aparente que real puesto que cado (la serpiente y la manzana). Una lectura he- muestra a los generales con la misma distancia donista de este cuadro nos permite pensar que la

Revolución y Cultura 32 pareja despreocupada y satisfecha estará en un nuevo Edén en el que el tiempo parece suspendido. Los cuerpos monumentales y estáticos de la pare- ja, la manzana que no termina de caer y la ser- piente petrificada refuerzan el inmovilismo de la escena confiriéndole así una intemporalidad que Gilbert Lascault calificó de «duración inmovilizada y feliz» (54). Mario Vargas Llosa prefiere hablar de personajes «congelados en un instante del trayec- to de su vida» (19). Inmovilismo y tiempo detenido se unen en los nu- merosos interiores que cuenta la producción del artista para arrojar luz sobre el volumen. El perso- naje «paquidérmico» (Buisson) ocupa gran parte del espacio, llenándolo a veces casi por completo. Aunque los cuadros se titulan La habitación (1979 y 1982), El dormitorio (1984) o El cuarto de baño (1987) está claro que dichos espacios no son tan impor- tantes como la figura que los rellena. El espacio parece estrecharse para encerrar el objeto central y hacer hincapié en el gigantismo de la figura. Esta función ancilar del espacio en los interiores viene confirmada también por las profundidades del de- corado anormalmente cortas, la ausencia a veces de centro de perspectiva y la desproporción entre la figura y los objetos que la rodean. En el cuadro La habitación (1982), el cuerpo macizo de la mujer contrasta con la cama pequeña y parece encerrado en un espacio reducido que se asemeja a una caja. El espejo situado justo detrás del personaje no per- mite crear más profundidad sino que, al contrario, refuerza la estrechez del espacio ya que se vislum- bra el reflejo de una puerta. La negación de cual- quier perspectiva es una de las condiciones sine qua non del monumentalismo boteresco. El tratamiento del movimiento resulta también peculiar en la obra del colombiano ya que dijimos que predominaba el inmovilismo. Al representar el baile, Botero neutraliza cualquier impulso pro- pio de la danza para representar a personajes está- ticos. Una vez más, aniquila de esta forma la no- ción de tiempo y de porvenir porque todo está como suspendido. El cuadro Bailadores (1987) resulta in- teresante porque ilustra esta resistencia al movi- miento y al devenir. La pareja que baila parece ser un bloque paralizado y el pelo largo de la mujer, que podría indicar el movimiento, sólo es una masa inmóvil ya que se incurva pero sin flexibilidad al- guna. Paradójicamente, el baile en los cuadros de Botero se convierte en otra práctica artística: la arquitectura –en el sentido en que Schopenhauer la definió, como el arte de equilibrar las fuerzas–, ya que estamos frente a dos cuerpos macizos y compactos que encajan el uno en el otro para estar en equilibrio. Pero no habría que ver en esta monu- mentalidad una marca de pesadez. Al contrario, en este cuadro ambos personajes parecen ser dos globos a punto de volar. Esta impresión de ligereza Arriba: La habitación, 1982, óleo sobre lienzo. viene dada por el tamaño de los pies y de las arti- culaciones bastante reducido en comparación con Abajo: Homenaje a Bonnard, 1972, óleo sobre lienzo, el resto del cuerpo. Esta característica propia de 235 x 179 cm. todos los personajes de Botero crea una tensión dinámica que pone de relieve lo gigantesco del cuer- po sin otorgarle pesadez.

33 Revolución y Cultura por excelencia, el observador sorprende a una mu- jer desnuda y natural que esconde con pudor sus partes íntimas y cuyo pecho no suele ser muy ge- neroso (La carta (1976), Homenaje a Bonnard (1972)). Es como si se tratara de esconder, mediante el vo- lumen, todo lo que remitiera a la sexualidad. La armonía de los colores pasteles, las formas redon- das, las pinceladas suaves, los contornos lisos y perfectos recuerdan el arte naïf a la par que refuer- zan la idea de un bienestar ingenuo. Si los perso- najes boterescos no son carnales ni ordinarios, en cambio son seres sensuales. En La carta (1976) la sensualidad viene sugerida por la postura de la mu- jer, las uñas y los labios pintados, las flores en el pelo, la presencia de un vestido de encaje negro sobre la cama o las frutas redondas que recuerdan las curvas generosas de la figura femenina. Crear un mundo sensual forma parte de las preocupa- ciones artísticas de Botero que explica que engor- da a sus personajes para darles sensualidad. Me- diante el volumen el pintor busca entonces la ple- nitud y la sensualidad que ya lo marcaron en sus años mozos cuando descubrió los cuadros de Piero della Francesca. Si nos fijamos en la mujer tum- La carta, 1976, Los interiores de Botero representan sobre todo los bada, bien vemos que parece vacía, estoica, des- óleo sobre lienzo, espacios privados. Penetramos dentro de las casas provista de pensamientos y de preocupaciones. 149 x 194 cm. y sorprendemos al personaje en la intimidad de su ¿Leerá una carta de amor o de ruptura? No se pue- salón, de su dormitorio o de su cuarto de baño. El de saber porque el «boteromorfismo» parece va- observador, convertido en voyeur, ve a los persona- ciar a los seres de cualquier sentimiento y vitali- jes en los rituales anodinos de su vida cotidiana: dad. Esto confirma que los personajes boterescos vistiéndose, peinándose o duchándose. Se perci- no dejan de ser nunca un volumen que está al ser- ben entonces detalles entrañables que confieren a vicio de la estética y del estilo del artista. También, los personajes algo de humanidad. De manera dis- notamos que son un acto puro en la medida en creta aparecen por ejemplo algunos pelos negros que ponen de relieve la idea del baile, del picnic o de las axilas (Bailadores (1987), La habitación (1982)), de la siesta, por ejemplo. En los cuadros de Botero, uñas cuidadosamente pintadas o el pubis de una se representan las escenas pero no los sentimien- mujer, (Homenaje a Bonnard (1972), La habitación tos que suscitan en los personajes. Por eso pode- (1982), La carta (1976)). Pero estos detalles son des- mos decir que son seres con esencia pero sin exis- pojados de cualquier connotación sexual, incluso tencia, como lo sugiere además el carácter intemporal cuando se trata de desnudos, de retratos de prosti- de las escenas pintadas. Los personajes, al vivir al tutas o de amantes. Penetrando en la habitación o margen del tiempo y de las emociones, se hacen ar- en el cuarto de baño, lugares secretos e íntimos quetipos universales.

Notas: Bibliografía citadacitada: 1 Término de Carter Radcliffe. - Buisson, Sylvie: Danse et danseurs en peinture, Lausana: Conti, 2 Fernando Botero siempre rehusó el arte comprometido y repitió que su 1991. pintura no tenía ningún alcance político. Sin embargo, a partir de 1999, - Durozoi, Gérard: Botero, París: Hazan, 1992. parte de su producción pictórica se hace más comprometida y sus obras se - Fumaroli, Marc: Botero. Peintures récentes, catálogo de la exposición convierten en un testimonio artístico. Tuvo la voluntad de retratar la violenta Galería Claude Bernard, París, 1979. realidad colombiana denunciando el horror y el sufrimiento de un pueblo. - Kalenberg, Angel: «Une race de gros dans une Amérique maigre» Años más tarde, en 2005, realizó una serie de obras dedicadas a los sucesos Botero, œuvres récentes, París: Hazan, 2003. ocurridos en la cárcel iraquí de Abu-Ghraib en 2003. - Lascault, Gilbert: Botero, la peinture, París: Cercle d’Art, 1992. 3 Excepto las obras que tratan de la violencia en Colombia y de las torturas - Loaiza, Hector: Botero s’explique. Entretien avec Hector Loaiza en en la cárcel de Abu-Ghraib. Véase nota 2. 1983, Pau: La Résonance, 1997. - Parinaud, André: «Rencontre avec…» Galerie Jardin des Arts, n° 166, febrero de 1977, pp. 13-18. - Sarduy, Severo: Cimaise, noviembre de 1977, enero de 1 978, pp. 65-71. - Vargas Llosa, Mario: Botero . Dessins et aquarelles, París: La Différence, 1985.

Revolución y Cultura 34 l año 2009 despuntó cinéticamente para Casa brada en el París de la segunda mitad del siglo XX. de las Américas, tomada desde enero por Dos artistas que incursionaron en el arte óptico- Eobras salidas de sus fondos. Paredes interio- cinético en Europa y lo han desarrollado en sus res, pasillos y vestíbulos de la cincuentenaria ins- países natales, por medio de varias expresiones titución devinieron en espacios expeditos y alter- visuales. nativos para reposicionar pinturas, esculturas y Polesello fue, primero, diseñador gráfico. Le fasci- grabados que informaron la muestra colectiva De nó la descomposición cromática para crear imá- la abstracción… al arte cinético. genes. Le interesó, luego, trabajar con la masa Con ella, el edificio art déco de Tercera y G, en el transparente de plástico, como el plexiglás. Busca- Vedado, renovó su visualidad interior y multipli- ba que el movimiento del espectador, y no la ac- có, nuevamente, sus áreas expositivas. Ofreció al ción de las máquinas, causara la distorsión visual. visitante una oportunidad, quizá irrepetible en Tal ha sido, para él, una manera de diseñar nuevas mucho tiempo, de apreciar y (re)conocer un patri- formas de ver. monio de arte óptico-cinético estimado entre los Ravelo, por su parte, facturó una obra individual en los años sesenta, consistente en cuadros pictó-

Israel Castellanos León La estampa joven también se mueve

mayores de América Latina. Un tesauro confor- mado, en gran medida, por donaciones que los pro- pios artistas hicieron algunas décadas atrás. Ni las escaleras quedaron al margen del reclamo general de movimiento. Desde sus pasos, el dise- ño gráfico señaló la continuidad de una ruta ciné- ricos, sobre todo. Y se fue identificando con la tica oscilante entre la ilusión óptica de movilidad experiencia táctil y el espectador activo. Que, se- Nelson Ponce. que suscitaban ciertas composiciones bidimen- gún él, debe estar igualmente en tránsito, pero Cartel de la sionales, y la dinamia de formas escultóricas mo- no solo de manera eventual. De tal suerte, este Joven Estampa. vibles (en algunos casos) por la energía eléctrica. creador de origen humilde que estudió sociología En tal sucesión de imágenes «no figurativas», el del arte con Pierre Francastel y Jean Cassou, arri- pintor húngaro Víctor Vasarely (fundador del op- bó al arte de participación colectiva. art), el escultor rumano-cubano Sandú Darié y Auxiliado por un equipo multidisciplinario, paradigmas latinoamericanos del arte óptico- Ravelo intervino en un poblado de Venezuela (San cinético (Julio Le Parc, Carlos Cruz Diez, Jesús Soto, Francisco de Chacaracual) y tiene en perspectiva Alejandro Otero, León Ferrari, Luis Tomasello, et readecuar esa experiencia a Caracas. Sus murales al.), alternaron sus propuestas con las de varios ópticos-cinéticos, pintados en colaboración con autores iberoamericanos prácticamente descono- los habitantes del lugar, procuran transformar cidos para la mayoría de los cubanos. estéticamente el entorno físico de la comunidad, Fue en ese muestrario donde muchos descubri- modificar la visión de los moradores, incentivar mos, entre otros créditos, a Rogelio Polesello (Ar- el cuidado del hábitat. gentina, 1939) y a Juvenal Ravelo (Venezuela, Con probado dominio de luces, formas, colores y 1934). Dos creadores que exhibían sus tempranas sentido de movimiento, él y Polesello fueron los improntas dentro de una corriente artística alum- artistas que integraron el maduro jurado del X Pre-

35 Revolución y Cultura mio La Joven Estampa (J. E.), junto al acreditado in- vestigador y curador de artes visuales José Veigas (La Habana, 1944). Este fue uno de los modos en que dicho certamen se integró al calendario gene- ral del «Año Cinético» regente en Casa…

II Representativa, equilibrada y multinacional ha sido, históricamente, la composición de jurados de la J. E. En la definición de ella participó, durante un tiempo, Lesbia Vent Dumois. Una experimen- tada grabadora y curadora cubana que fue vicepresidenta de Casa… y, anteriormente, su di- rectora de Artes Plásticas. Como tal, asistió a la gestación del evento y lo atendió directamente hasta la tercera convocatoria (1993): la última realizada con frecuencia trienal. A partir de entonces, la J. E. ha tenido una celebra- ción bienal. Solo tuvo un interregno cuando la convocatoria del año 2005, por mantenimiento constructivo de la sede, se aplazó para el 2007. Justo para una fecha en que se cumplían los vein- te años del Premio… Su primera edición había tenido lugar en un año bien movido para los grabadores cubanos. «Éra- mos pocos para tantos eventos de gráfica», como recuerda Luis Lara. Precisamente en 1987, y con auspicio de la UNEAC, se inauguró el Encuentro Nacional de Grabado, en Bellas Artes. Se convocó, igualmente, un evento de gráfica en San Juan, Puer- to Rico, donde el propio Lara y Humberto Castro efectuar un encuentro de artistas y obras obtuvieron reconocimientos. de Chile y Cuba. Este fue el antecedente del Y un colega de ambos, Ángel Alfaro, ganó la convo- Encuentro de Plástica Latinoamericana, el cual catoria inaugural de la J. E., dirigida a grabadores la- tuvo varias ediciones e involucró al graba- tinoamericanos y caribeños menores de treinta y cin- do, desde luego. co años. «Esa fue la última oportunidad para una »Ya en la Exposición de La Habana habían par- generación como la mía. Alfaro, Ángel Ramírez y ticipado jóvenes artistas que, al cabo de una otros, estaríamos (relativamente) viejos para la si- década, se convirtieron en valores represen- guiente ocasión». Lara se refería a un certamen que tativos del arte latinoamericano. Con esta debutó en el segundo lustro de los ubérrimos años premisa, un evento como la J. E. debía dirigirse prin- ochenta, pero tenía una larga antecedencia. cipalmente al futuro. Pero debía considerar, también, Su genealogía, según Lesbia, se remontaba a 1962: nuevas preocupaciones. Por este motivo, el llamado cuando Casa… celebró el I Concurso Latinoamericano se amplió a la obra estampada, para ofrecer mayor de Grabado. «Este evento acercaba anualmente a los libertad expresiva desde el punto de vista técnico y artistas gráficos, sin limitaciones de edad, en mo- estético». mentos que era necesario romper el cerco contra De ahí procedía, en parte, el nombre del concurso. Cuba. El grabado, de fuerte arraigo en nuestras tie- «Todo lo que se imprime, sea grabado o no, es una rras americanas, era una manifestación que facili- estampa. Digamos: la colagrafía, la serigrafía y la taba el envío de las obras». monotipia no son obras grabadas, pues no hay que Lesbia, quien ahora preside la Asociación de Artes hacer incisiones sobre nada. En la primera, se pega o Plásticas de la UNEAC, revive un proceso con espíri- se construye una matriz; en la segunda, se cala y tu gregario: «En 1965, cambiamos el nombre del cer- entinta sobre un tamiz de seda que luego se impre- tamen. Pasó a llamarse Exposición de La Habana. Fue siona; y en la tercera, se dibuja o mancha una super- una manera de personalizar al país, pues comenza- ficie que después se imprime también. ban a generalizarse los concursos de gráfica en Amé- »Por tanto, el concepto de obra estampada hacía po- rica Latina y el Caribe. Incluimos la participación de sible la participación de creadores que no grababan países europeos, con la categoría de invitados. Así, propiamente, pero lograban otras soluciones impre- mostramos obras de Italia, Suecia, Polonia y la anti- sas; ni mejores ni peores sino variadas, diferentes». gua Yugoslavia. La flexibilidad a que aludió Lesbia, fue in crescendo. »Incorporamos la serigrafía como otra de las técni- Así lo atestigua la grabadora cubana Yamilys Brito, cas para concursar, junto al grabado en madera, cuyas propuestas integraron tres veces la muestra- metal y piedra, que se venía convocando tradicio- concurso: «El carácter experimental de la J. E. se afian- nalmente. Con esas características, libramos con- zó en los años noventa. Antes, era un poco ortodoxa vocatorias hasta 1970. Al año siguiente, decidimos en cuanto al tipo de grabado que aceptaba. Tenía mu-

Revolución y Cultura 36 Yamilys Brito en el Taller de la Joven Estampa 2009. Foto: Israel Castellanos.

Yamilys Brito en el Taller de la Joven Estampa 2009

chos requisitos técnicos sobre la impre- sión y la edición. »Después, las bases se fueron abrien- do, de acuerdo con los nuevos intere- III ses expresivos de los jóvenes. Se aceptaron matri- Varios grabadores que, por r azones de edad, ya no ces (tacos), instalaciones, experimentaciones en el pueden concursar en la J. E., han mantenido el vín- grabado con diferentes técnicas, ediciones únicas, culo a través de talleres adjuntos. Estos han sido incorporación de la fotografía y de materiales alter- conducidos por notables artistas de la gráfica en la nativos. región. El más recurrente de estos ha sido el puerto- »Y ya se aceptan, incluso, medios digitales en las rriqueño Antonio Martorell (San Juan, 1939), quien impresiones y otras nuevas tecnologías. El evento ha estado muy ligado al evento como jurado y expo- ha ido evolucionando, como lo ha hecho el grabado sitor, además. en tanto manifestación artística», es la conclusión En atención a sus méritos artísticos y múltiples con- de Yamilys, también profesora de la especialidad en tribuciones, Casa… otorgó recientemente la Medalla el Instituto Superior de Arte (ISA). Haydée Santamaría y el ISA entregó el Doctorado

37 Revolución y Cultura entregado, entonces, la condición de Miembro de Honor de la UNEAC. Y allí lo esperaban los «nuevos» talleristas. Todos eran cubanos y conocidos del visitante, quien se considera también cubano. Varios eran asi- duos a sus talleres. De modo que las presentaciones formales so- braron, no así los saludos. Como director del TEGH, Lara dio la bienvenida al recién llegado, que enseguida propuso las bases del nuevo encuentro: «El concepto de casa es muy am- plio. Vamos a tomar la imagen del zapato como matriz, que ade- más de origen puede ser destino. El zapato, la huella, serán los emblemas más obvios para este taller, pero no hay que limitarse a ellos. «El camino será, inicialmente, desde aquí hasta Casa Vista parcial de Honoris Causa a este dibujante, pintor, grabador, La memoria diseñador de escenografía y de vestuario teatral, de las Américas. Es un camino no lineal y puede ser agregada, instalador y periodista cultural que se considera más más grande o chico, bidimensional o tridimensional. Un camino no es solo la huella, no hay que amarrar- exposición de facilitador que maestro, y admitió: «los talleres son se a la literalidad del concepto. Es un pie juguetón, Octavio Irving. un capítulo sustancial en mi vida artística». Foto: Israel Estampas xilográficas en el ascensor de Casa… son abierto a toda interpretación». Martorell aludía al Castellanos. huellas fehacientes de uno de aquellos trabajos co- icono del tenis andarín que centraba la promoción visual del taller. Por ello, sugirió otra posibilidad: lectivos: Ascensión al paraíso (1999). «Fue como hacer «Para recorrer ese camino propongo un vehículo, que un rompecabezas, donde lo difícil era decidir qué sig- nificaba el paraíso, porque sobre el infierno todo el no es matriz, hito o mojón, sino J. E. Donde vivo, la mundo está de acuerdo». bicicleta es el medio de transporte fundamental. Aquí hay unos muy característicos: los “bicitaxis”. Sería Martorell, un miembro de la Academia Puertorrique- bueno utilizar dos o tres de ese tipo, y cambiarles la ña de la Lengua Española en quien se funden lengua- apariencia. je chispeante y chispa creativa, tuvo otra «estación docente» de la J. E. en 2003. La realizó en el Edificio de »Edificaríamos con ellos casas móviles, a dos aguas, Arte Universal, perteneciente al Museo Nacional de forradas con nuestras estampas. La imagen es asun- to de cada cual, no hay pauta. Las matrices son los Bellas Artes; y la nombró Copias al carbón. marcadores, las estampas son la decoración y esen- Pero no eran copias ni al carbón, exclusivamente, como esclareció el propio Martorell en el catálogo cia de esas casas. Estas quedarían luego así, circu- general del evento: «son versiones, perversiones y lando como “bicicasas”. Es una forma de prolongar la vida del taller en la vida de la ciudad, más allá del conversaciones entre el grabado y el dibujo, el pasa- evento. do y el presente, la pintura y la estampa, encuentro que amplía el libre camino, el tránsito interdisci- »Los medios de transporte pueden ser otros, si no plinario, el cruzar líneas fronterizas entre diversos son motorizados. Las bujías de esos vehículos sere- mos nosotros, con nuestros músculos. Hoy es 18 de medios […] Recordemos que la estampa nació del mayo… Las imágenes deben estar listas el día 25, dibujo tallado, entintado e impreso». para intervenir los “bicitaxis”… El viaje inaugural Luego de dos talleres en la J. E., y ya inmerso en el tercero, Martorell aseguró: «Uno aprende más de lo está previsto para el día 28». que enseña, porque los talleristas son todos ocurren- Esa propuesta inicial tuvo recreaciones, como pude constatar días después. Solo habría un zapato (enor- tes. Uno da un pie y ellos vuelan…». me, por cierto), un gran pie, dos o tres casas móviles Él llegó caminando al Taller Experimental de Gráfica de La Habana (TEGH) el primer día de Camino a Casa: y ningún «bicitaxi». No obstante, Martorell se mos- su más reciente workshop en nuestro país. Se presen- traba entusiasmado: «Ya viste cómo han proliferado los vehículos: hay aviones, tablas de surf , carriolas, tó arrastrando su equipaje con rueditas, por todo el chivos rodantes y hasta un teléfono móvil (va sobre Callejón del Chorro hasta el vestíbulo del local. Era una acción muy natural para quien llega de viaje, ruedas)… Hay de todo… Se ha inventado cuanto Dios pero sería también un preludio de lo que se gestaría creó y también otras cosas que olvidó… »El taller ha tomado un carácter performativo, no se en poco más de una semana. cuelga en los muros. No es un taller expositivo ni Un environment familiar recibió a «Toño» en el lobby, ocupado por imágenes del taller que había conduci- una exposición «tallereada»: es una exposición en do un par de meses atrás, durante la Décima Bienal de marcha. Como el tiempo es corto, y las ganas son muchas, y los recursos no son tantos como uno qui- La Habana. En el área de trabajo del TEGH le habían

Revolución y Cultura 38 siera, trabajamos contra reloj. Yo siempre he traba- tirse en material que se inserta en los espacios de jado así, incluso en mi país». vida. Aún faltaban tres días para la culminación de Cami- «En este caso, se partirá del Taller de Gráfica hasta no a Casa , que no era internacional pero sí intergene- una base de taxis ubicada en la Avenida del Puerto. racional, como apuntó Martorell. Sin contarlo a él, Allí habrá un vehículo decorado con gráfica, que hará solo había un artista extranjero: su coterráneo Hum- un recorrido como caravana o procesión. Los talle- berto Figueroa, quien también había participado en ristas se bajarán con sus propuestas un poco antes el encuentro gráfico de la Bienal. A Lara, por su lado, de llegar a Casa… Se moverán por ese tramo del Ma- le complacía una paradoja: «El Taller está haciendo lecón, acompañados por un grupo con zancos y mú- un arte dentro de la gráfica con carácter experimen- sica. Y estarán animando un rato en las inmediacio- tal y sin romper con la tradición. Se rejuvenece, como nes, antes de la premiación...» la J. E.». La idea de movimiento, que inspiraba a esta edición De la proposición original de Martorell, solamente de la J. E. , era muy coherente con la poética de quedaba la esencia. A partir de la matriz y la estam- Martorell. Sin ser un exponente del arte cinético como pa, todos facturaban medios de transporte no moto- tendencia artística, él tenía implícito el cinetismo rizados. Cada cual lo concibió a su manera. Profeso- en sus talleres anteriores, donde la música y el baile res del ISA y de la Academia de San Alejandro traba- fueron componentes esenciales. jaban con alumnos suyos en el TEGH, que tantas De tal modo, no resultó extraño que fuera invitado a veces se había prestado para la docencia. la edición de Cubadisco 2009, dedicada a Puerto Rico y «Desde hace varios años, muchos estudiantes pasan coincidente con la J. E. En una gala del evento musi- por aquí durante su carrera y otros vienen a trabajar cal, Martorell hizo una intervención artística: «Esta- después de graduados. Y la J. E., como su nombre im- ba yo a un costado del escenario. Tuve la ayuda de plica, se nutre de las instituciones que aglutinan a cuatro estudiantes de San Alejandro, que me tenían los jóvenes artistas de la gráfica», puntualizó Lara, los tableros preparados por un lado y por otro, por- quien es egresado del ISA y ha dirigido su cátedra de que en esas ocasiones yo trabajo muy rápido, con grabado. grandes trazos. Mientras tanto, los músicos canta- Durante Camino a Casa, discípulos y educadores com- ban y tocaban… partieron el mismo espacio sin distinciones jerár- «Uno dibuja no solo lo que ve, sino también lo que quicas. Era un contexto para la democracia creativa. oye. El ritmo, la melodía, guían la mano. Realmente, El workshop devenía en pretexto para la reunión de la línea o la mancha que se configuran vienen tanto colegas y para la sinergia. «Uno llega a extrañar el al oído como al ojo. Es un aprendizaje. La vincula- carácter de gremio del taller, después de mucho tiem- ción con la música es una tradición en mi país». En po de haber trabajado en este tipo de locales», alegó reciprocidad, su coterráneo Danny Rivera cantó para Frank Martínez. «No solo se trata del compañero que los talleristas, poco después. Esa descarga, que tuvo tienes al lado, sino también del que viene de afuera y lugar la víspera del cierre, incluyó demostraciones opina». danzarias del cantante, de Martorell y de varios pre- Varios grabadores se afanaban por terminar sus sentes. obras. No pocos habían sido laureados en la J. E. El propio Frank (Premio en 2001), desbastaba la made- IV ra, la «matriz». Perfilaba los relieves de una tabla de La jornada de clausura estuvo pasada por agua, pero surfing. «Estamos rodeados de agua», me dijo. «Esa no aguó la fiesta. El recorrido no se pudo hacer con- tabla es la idea de estar siempre arriba de la ola, de no forme a lo planeado. Empezó en la misma Sala Che hundirse. Es algo que necesitamos. Le pondré ruedas Guevara, donde se haría público el resultado del con- para trasladarme por tierra». curso. Un Martorell asumido como conductor del Yamilys (Mención de Honor en 1997) trabajaba, so- espectáculo y desdoblado en «cartero de Benedetti», bre el piso, en el ala de un avión de cartón. Un medio previno a través de un megáfono: «El Camino a Casa se de transporte que ya había abordado en una serie. Y convirtió en Camino en Casa… Verán la dimensión Julio César Peña (Premio en 1999), se movía constan- performática, ambulante, que borra las fronteras temente: «Estoy haciendo unas marionetas en forma entre la gráfica y el teatro». de calaveras. Nunca las había hecho así. Las había Y así, entre sus comentarios humorísticos y reflexi- trabajado en el plano bidimensional e instalativo. vos, decenas de talleristas desfilaron en una inge- Ahora van a participar en un performance». niosa «pasarela gráfica». Se arrastraron, caminaron, Por Yamilys supe que Figueroa estaba a cargo del pro- corrieron o bailaron sobre una larga alfombra de grama para trasladar la producción del taller a la papel kraft, accionando estampas y matrices al com- sede del evento, el día de clausura: «Es un proyecto de pás de una música rítmica y variada. gráfica en acción, de objetos móviles. Se establece la Después, el acta del jurado reveló a tres de ellos gráfica como tránsito al espacio público», me expli- (Osmeivy Ortega, Orlando Montalván y Anyelmai- có finalmente el propio Humberto, que colabora con delín Calzadilla) como ganadores de sendas mencio- Martorell hace veintidós años. nes en el concurso de la J. E. Con otras tantas distin- De acuerdo con quien también dirige el Museo de guió al cubano Diober Escalona, al mexicano Juan Arte de la Universidad de Puerto Rico en Cayey: «La Antonio Ortiz y al argentino Andrés Garavelli. La gráfica ha rebasado su estatus como objeto de admi- ecuatoriana Pazmiño Pazmiño alcanzó otra, espe- ración dentro de los espacios de sacralización (gale- cial, «por la acertada expresión de una poética feme- ría, museo) y como objeto de mercado, para conver- nina».

39 Revolución y Cultura y Colombia aportaron el mayor número de concur- santes, hubo representación de todas las naciones que enviaron obras a este certamen de convocatoria abierta. Que no establece filtros de curaduría en los países de origen ni mediante un jurado de admisión. La exposición-concurso, de alta calidad según el jura- do, resultó variada sin duda. La constituyeron temas y poéticas fluctuantes entre lo individual y lo colecti- vo, lo íntimo y lo político-social. La conformaron tam- bién múltiples técnicas: desde las ancestrales hasta las electrónicas, pasando por las mixtas. Escultura de Ravelo, Veigas y Polesello incluyeron, incluso, pro- Sandú Darié en la puestas que para ellos tenían valores artísticos pero muestra De la «no reunían la condición de estampa ni de matriz, abstracción... al por lo que no fueron consideradas para el premio». arte cinético. No obstante, figurar en la muestra finalista implica- Foto: Israel ba ya un reconocimiento. Castellanos. Cuando se abrió esa exposición, encontré de nuevo a Anyelmaidelín, profesora de San Alejandro que reci- bía otra mención en el evento. Traté de animarla un El premio, único e indivisible, fue concedido a Milton poco más: «La próxima vez puede tocarte el premio Raggi, estudiante de grabado en San Alejandro. Entre gordo». «Esta era mi última posibilidad», me respon- doscientas cuatro obras recibidas, su díptico Abrir y dió con un rictus. «Pero me satisface que mis alum- cerrar los ojos obtuvo el lauro principal «por lograr, nos ganen», agregó con la misma nobleza que la ha- con la sobreimpresión de una frase, un retrato de la bía llevado a realizar y presentar una serie gráfica en misma y un excelente resultado visual». Así constó homenaje a los trabajadores de servicios comuna- en el fallo unánime del jurado. les. Era una extraña suerte la suya: formar promo- A algunos asistentes a la clausura les pareció un ciones y confrontarlas en eventos competitivos. lauro controvertido. «Creo que nadie se va a quedar Junto con la muestra-concurso, se abrieron las exhi- tranquilo, ni mucho menos, ante la obra ganadora», biciones de los jurados y la exposición de quien ganó había anticipado Veigas, en una entrevista publica- la edición previa. Las de Ravelo y Polesello se avista- da pocos días antes en La Ventana. En ese portal elec- ron en el vestíbulo bajo de la institución, y tenían trónico de Casa…, también aseguró que el jurado una significación múltiple. A más de ser las que ha- buscaba «verdadero equilibrio entre un alarde técni- bitualmente realizan los jurados del certamen, se co y la utilización de un concepto muy fuerte». inscribieron entre las exposiciones-homenaje del La propuesta de Raggi hibridó el resultado con el pro- «Año Cinético». ceso y, según su autor, empleó la reproducción, la Antes tuvieron lugar dos, en los contextos de otros sobreimpresión y el extravío de la matriz para gene- eventos culturales. La exhibición de la chilena rar la idea de vacío, de la cual partió. A primera vista, Matilde Pérez, una artista no muy conocida en Cuba, la obra parecía abstracta, con grandes planos fijos de se hizo coincidir con la Feria Internacional del Libro Cuba color; pero, al mismo tiempo, sugería cierto movi- 2009, dedicada a Chile. En tanto que el argentino miento, gracias a la superposición escalonada de un Ferrari expuso como invitado especial de la Décima sintagma nominal que se tornaba prácticamente ile- Bienal de La Habana. gible. Era un rejuego visual, formal, que lo vació de Las muestras de Ravelo y Polesello agruparon obras contenido. A fuerza de repetir una consigna históri- de efectos visuales, de «cinetismo gráfico». Para el ca, la esterilizó. El bisoño artista logró, cuando me- primero, la gráfica se prestaba a la fragmentación del nos, su propósito inicial. color, de la luz. Él y su colega argentino mostraron Con su apariencia abstracta y su ubicación en el piso, ejercicios en un campo donde fungieron como jue- ese díptico contrastó notoriamente con el resto de ces: la estampa. Y varias obras eran de factura re- las obras: figurativas y alineadas, mayoritariamente, ciente. en las paredes de la Galería Latinoamericana. Aquí Polesello, que en sus inicios trabajó la monotipia, en se concentró la selección hecha por el jurado, que esta ocasión exhibió serigrafías. También lo hizo determinó la cantidad y calidad de los conjuntos Ravelo, interesado en el original múltiple, en la re- expuestos. De acomodarlos en el espacio requerido y producción de una obra firmada y más barata, que disponible se ocuparon los organizadores del evento, llegara al público masivo. En algunas impresiones, como también es usual. él utilizó, además, la técnica digital. Las deliberaciones de Ravelo, Veigas y Polesello to- Las exposiciones de ambos certificaron, asimismo, maron cinco días. En ese lapso, consideraron las pro- el desempeño de unos creadores septuagenarios que puestas enviadas por noventa y seis artistas de once mantenían su fidelidad al arte cinético, se conserva- países: Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Sal- ban en plena actividad y al ritmo de los nuevos tiem- vador, Paraguay, Perú, Venezuela, Colombia (tras una pos. A sus experiencias artísticas recientes, ya se ha- larga ausencia), México y Cuba. bían referido en el conversatorio «Miradas al cine- Escogieron, finalmente, a setenta y tres conjuntos tismo hoy», realizado dos días antes en la Sala Ma- de cuarenta y cinco artistas. Y aunque Cuba, México nuel Galich. Fue un panel que condujo Martorell, y

Revolución y Cultura 40 Orlando Montalván. Doble impresión, 2009; xilografía (matriz), dimensiones varias. Foto: Israel Castellanos. en el cual Ravelo, Polesello y Veigas bosquejaron el do con Peña: «Es una buena ocasión para ver qué devenir del arte óptico-cinético en sus países y tra- hacen los grabadores jóvenes fuera de Cuba. Es una yectorias individuales, como artistas y/o público oportunidad para la retroalimentación. Otra opción especializado. es el Encuentro Nacional de Grabado, pero en este evento En el mismo espacio de ese encuentro, se abrió luego hay que competir con grabadores de mayor edad y la muestra personal del premiado en la edición ante- experiencia». rior. Ese habanero nacido en 1978 y nombrado La J. E. ha tenido también cierta repercusión Octavio, fue el octavo cubano que ganó la J. E. Antes extranacional. Muestras conformadas con obras ga- lo habían hecho Zenén Vizcaíno, Sandra Ramos, nadoras y registradas en la colección Arte de Nuestra William Hernández y Jesús Hernández, además de América, se han avistado fuera de Cuba. Cuando la los ya mencionados. Solo el mexicano Demián Flo- exposición Premios de La Joven Estampa se inauguró en res había logrado, en la cuarta celebración (1995), el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez, romper aquella cadena de premios para el país anfi- de Caracas, Lourdes Benigni publicó en La Ventana (di- trión. ciembre de 2007): En La memoria agregada, Octavio Irving procuró confe- «La Joven Estampa ha ido ganando un espacio esti- rir al icono del bote una connotación principalmen- mable como punto de referencia en el mapa de la te estética, alejada de su habitual significación región, junto a otros eventos competitivos como la utilitaria o migratoria, según declaró a la prensa. Y Trienal Poligráfica de San Juan, Puerto Rico; o la Bienal de explotó las cualidades de textura potenciadas por la Curitiba, Brasil, las que en su conjunto funcionan colagrafía. como un sólido circuito regional para la promoción Esta técnica había centrado un taller de la J. E. en de esta expresión de las artes visuales». 1995. Lo impartió Belkis Ayón, artista y profesora A juicio de quien funge, desde 1994, como directora de que ganó una mención en el evento, dos años antes. Artes Plásticas de Casa…, el evento ha constituido Ella fue también vital en la celebración de La Huella «un escenario para la reflexión sobre el grabado lati- Múltiple: encuentro no competitivo, heterodoxo, que noamericano y caribeño», y por su «constancia ha entre 1996-2002 alternó y mantuvo cierta ósmosis funcionado como necesario espacio de legitimación con el Premio… en la medida en que ha logrado aunar buena parte del gremio gráfico emergente en América Latina». V No obstante, la crítica especializada ha señalado Luego de diez convocatorias, la J. E. conserva una sig- la pertinencia de hacer adecuaciones: «La J. E. es nificación especial para el país organizador. De acuer- un noble esfuerzo de Casa… por traer de nuevo el

41 Revolución y Cultura Pamela Pazmiño. grabado a su estructura de actividades, tal como la técnica, en la imagen y no en el instrumento. Fue- Gourmet de lo fue de manera significativa en los años sesen- ron inclusivos y no excluyentes. Abrieron caminos, satisfacciones ta; aunque ahora la situación es otra y, además, no los cerraron». artísticas, 2008; todo ha cambiado en extremo». Así opinó Nelson De cualquier modo, también los continuaron. Al se- serigrafía y repujado Herrera, autor de varios textos sobre gráfica y guir ocupándose del grabado y/o la estampa. Al pro- en pan de oro; curador de la Bienal de La Habana. piciar que, como otros eventos de artes visuales con- medidas variables; A su juicio: «Centrar el evento en los jóvenes es arries- vocados por Casa…, la J. E. haya seguido tributando a ed. 17/80. Foto: gado, pues hoy la mayoría de ellos en el continente la colección institucional, ideada por Haydée Abel Carmenate. se expresa mediante otros medios y lenguajes. A los Santamaría. Se trata de un tesauro que registra más que “reproducen” e “imprimen” imágenes de las más de dieciséis mil obras, de las cuales más de cinco mil variadas y novedosas maneras, no tradicionales pre- son gráficas. Y crece, se actualiza constantemente. cisamente, les resulta difícil enviarlas a otro país, Siendo el lauro del certamen un premio de adquisi- por su alto grado de complejidad. ción, el díptico de Milton Raggi se inscribe, de facto, «No participan, por ende, tantos, ni todos los que se en el catálogo de obras coleccionadas. Abrir y cerrar quisiera: en eso Cuba lleva la delantera y obtiene los ojos se integra a un caudal también representati- casi siempre los premios. De ahí que el evento no re- vo de períodos tempranos o formativos en las tra- fleje lo que, poco o mucho, sucede en materia de esa yectorias de los artistas incluidos. Ello permite, lue- “huella múltiple” a nivel continental». go, considerar sus procesos de creación, la evolución Nelson, especialista principal del Centro de Arte Con- de sus poéticas; y valorar el muestrario. temporáneo Wifredo Lam, considera asimismo que: La referida colección acepta donativos, como pue- «la estructura de la J. E. solicita ya cambios profun- den ser las menciones u otras piezas finalistas de la dos, desde el título hasta cómo exhibir y circular las J. E . Pero no basta el interés del donante. El prestigio obras, pasando por los modos de concebir el grabado que ya posee el tesauro y el poco espacio disponible, hoy dentro de los discursos contemporáneos del arte, demandan un análisis previo en comisiones de eva- específicamente en Latinoamérica. luación, según me puntualizó Cristina Figueroa, jo- «Eso es lo que se propuso, desde su inicio, La Huella ven especialista a cargo de ese patrimonio. Múltiple, mucho más atrayente que el otro evento na- Hay, desde luego, aportaciones incuestionables, que cional llamado Encuentro de Grabado: son dos mane- honran a ese conjunto orgánico. Como las que hicie- ras de ver el mismo problema, bien diferentes entre ron Ravelo, Polesello y Martorell en la más reciente sí. De ambas se desprenden lecciones a considerar». edición del Premio… Ellos aprovecharon su estadía Para Nelson, el nombre de la J. E. «remite a algo pasa- para realizar estampas que donaron el mismo día de do, no muy contemporáneo, y esto quizá no alienta la clausura, en un sobre entregado por el «cartero de su convocatoria, al punto que la muestra-concurso Benedetti». cabe, completa, en la modesta Galería Latinoameri- Tales creaciones se sumaron a las de otros consagra- cana». El crítico evocaba, quizá, ediciones de la J. E. dos, pero también ampliaron el espectro creativo de que se han extendido por el vestíbulo de Casa… o por los mismos donantes dentro de la colección. Justo de la espaciosa galería Haydée Santamaría, utilizada aquí salieron los «grabados cinéticos» de los años 70 ahora de modo ocasional, habida cuenta de su dete- que Ravelo y Polesello exhibieron en la muestra De la rioro constructivo. abstracción… De tal suerte, obras tempranas y madu- Un criterio diferente es el que Martorell, con su dua- ras, de jóvenes y maestros, confieren a ese acervo lidad de insider y outsider, asentó en el catálogo del riqueza, variedad, así como un alcance y una diná- evento editado en 2003: «Me parece pertinente estu- mica intergeneracionales. diar el evento desde su nombre: Premio La Joven Estam- Con el cierre de la J. E. no concluyó el movimiento pa. Me sospecho que sus iniciadores pensaron muy visual en Casa… Exposiciones individuales de los bien estas palabras que definen actos (exposición y argentinos Tomasello, en septiembre; y Le Parc, en premios), lugar (Latinoamérica), medio (estampa) y diciembre, han de poner término a un anchuroso y condición (la juventud de los participantes)». fecundo «Año Cinético». «Los fundadores de este evento seleccionaron, estoy seguro, con mucho tino una palabra lo suficiente- mente elástica para abarcar infinitas posibilidades: estampa. No dijeron grabado, sino estampa. Hicie- ron hincapié de este modo en el producto más que en

Revolución y Cultura 42 MAYKEL HERRERA: intuitivo alquimista de trazos La opinión que te acaricia. Cecilia Crespo Técnica mixta/lienzo, 90X120cm, 2008. 2

43 Revolución y Cultura Agua piramidal. Equilibrio Técnica mixta/lienzo Cubierto. Técnica 150X75 cm, 2008 mixta/lienzo, 2007.

Deportes extremos. Técnica mixta/lienzo, 100X 150cm, 2007

Detalle de A falta de molinos. Técnica mixta, 100X80cm, 2008

Revolución y Cultura 44 uando veo las fotografías que inicialmente car. El deseo de dialogar con el espectador ha sido Cecilia Crespo inspiraron a los cuadros de Maykel Herrera siempre mi gran inquietud, desde niño he utiliza- Periodista. Colabora Cuna inusitada decepción ocupa mis sentidos. La do la pintura para expresar lo que por mi timidez frecuentemente en la pintura de este joven artista nacido en Camagüey hace no he podido decir con palabras, me refugio en la prensa nacional. menos de treinta años, preciosista, sutil y un tanto onírica, imagen y entonces salen estas determinadas in- supera a golpe de escorzos, relieves, empastes y veladuras tenciones, delicadas o hirientes, en dependencia hasta los más perfectos rasgos faciales creados por la ma- de la intención que encierren. También intento dre natura. Sus personajes flotan en diversas atmósferas, transmitir diversas inquietudes que forman parte sepias, ocres y de un peculiar dorado añejo junto a gráciles de una determinada realidad tanto la nuestra como texturas y diversos elementos compositivos típicos de su la universal. Todo esto va moviendo en mí no solo poética. Parece que cuando pinta es el único momento en el interés de proyectar diferentes historias por in- que en realidad entiende lo que piensa. Este alquimista del dividual que van respondiendo a una serie reco- color en su obra logra materializar sus inquietudes mien- piladora de elementos, sino mi manera de ir com- tras hace perceptible lo que no siempre lo es. Funde gamas poniendo la cotidianidad. Si hablamos de musas e cromáticas y estilos para conformarnos su puesta en esce- inspiraciones, Baby, mi esposa funciona como tal na. Maykel maquilla utopías, conjuga atributos de su per- en su justa medida. Pinto para conjurar todo esto sonalidad con las siluetas del recuerdo y otras extraídas de que percibo del entorno y, por su puesto, para exor- la cotidianidad. Se enfrenta al lienzo como si fuera el últi- cizar los ángeles y demonios que llevo dentro y mo, en cada uno trata de reunir la mayor cantidad de que sirven de materia prima. técnicas posibles como si no hubiera tiempo para más… ¿Cómo te autodefinirías como creador? Imbrica disímiles tendencias y estilos con la coherencia Maykel Herrera es ante todo una persona extre- requerida y elaborada cohesión lo que permite que sus madamente observadora. Soy un artista que trata lienzos se perciban como un todo y que sus elementos de nutrirse de todo lo que vive y percibe a la orilla funcionen como piezas de un reloj determinando cada una del tiempo. Tengo mucho interés en publicar algu- el movimiento de la otra. Maykel ha participado en más de nas interpretaciones, reflexiones y razonamientos cuarenta exposiciones personales y colectivas durante su que he ido acumulando a lo largo de mi vida sobre trayectoria, sus piezas figuran en colecciones privadas en cánones sociales y políticos nacionales e interna- distintos puntos del planeta y ha ilustrado varios libros de cionales. Voy concertando en diferentes series poé- distintos autores. ticas muy relacionadas unas con otras, con la ma- Con su serie Príncipes enanos aludiendo al legado de yor coherencia posible, tramando estrategias con- nuestro apóstol ha recorrido disímiles espacios expositivos ceptuales y organizando ideas que van en corres- del país como la Galería la Acacia. Precisamente para y pondencia con fenómenos políticos y comporta- por pequeños príncipes se hace esta fiesta de colores y tra- mientos sociales de un mundo que, bien vale la zos. Niños de distintas edades son captados, más bien sor- pena analizar una y otra vez. prendidos por la paleta del pintor en diversas actividades ¿Cómo entiendes al arte? con la inocencia y la candidez de sus expresiones. Estas Para mí es pura sensación, experimentación… Ha piezas denotan cierta influencia de Murillo, representati- sido el motivo de una infinidad de problemáticas, vo maestro del barroco español, en cuanto a la emotiva es subjetivismo a pulso, cúmulo de emociones. Soy interpretación de las figuras infantiles y la precisión de la de los que piensa que intentar encerrar al arte en composición y del dibujo, aunque son diversas las fuentes algún concepto es una pérdida de tiempo porque el e inspiraciones de las que se nutren. arte es sensibilidad. Hay muchas normas y con- La obra de Maykel es como una tienda de asombros, no ceptos que los artistas debemos respetar a la hora deja de sorprenderme a cada mirada de la que se derivan de concebir una obra sea de la manifestación que cada vez más lecturas. Provoca e inquieta como toda obra sea pero esta relación obra de arte-espectador es de arte sin valerse ni del erotismo ni de efigies escatológicas, sentimiento. Comparto que el arte está hecho para temas tan trillados del arte postmoderno y de las actuales ser sentido y no para ser comprendido por lo que tendencias del arte cubano de hoy. cuando se diserta sobre él desde la razón no se di- Simbólicos, intuitivos, humanistas, reflexivos, lúdicos, tier- cen más que tonterías. nos, rudos, en fin, polisémicos resultan sus cuadros. En ¿Y si te pregunto por la creación? ocasiones se presentan como una sintaxis entre la figura- En la inmensa mayoría de los casos esta es muy ción y la abstracción, una delicada simbiosis entre ambos romántica, pues hay que empezar a amarla desde que nos desdibujan las fronteras genéricas y llegan a con- el primer paso. Independientemente de que una fundirnos. Como todo buen pintor expresa sus inquietu- obra se gesta a partir de fenómenos sociales que en des empuñando sus pinceles, desnuda sus sueños mediante ocasiones no son del todo positivos, todo sale des- líneas y manchas de su imaginario pero nos acercamos a de lo más hondo de nuestro ser. El fenómeno crea- el para indagar en significativos aspectos de su fascinante tivo es muy mágico a parte de que sea lindo o feo oficio. en algunos casos, es ante todo muy espiritual. La ¿Por qué y para qué pinta Maykel Herrera? creación es cosa del alma. Pinto en primer lugar para complacerme a mí mis- Descríbeme el universo que creas y recreas en tus lienzos. mo y si logro complacer a quienes interactúan con Hasta ahora te he hablado de patrones conceptua- todo lo que quiero decir o con lo que no quiero de- les que funcionan como pie a estas obras que se cir con mi arte, pues maravilloso. Las principales convierten en forma visual, ahora te hablaré desde fuerzas motrices que me impulsan a crear son mis el punto de vista formal. Siempre me ha interesado inquebrantables y constantes ansias de comuni- hacer un arte muy experimental. Tengo una forma-

45 Revolución y Cultura ción muy académica y he transcurrido por trayectos muy en correspondencia con la academia, como el retrato que le realicé al papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba. En ese caso pude sacarle a la técnica, al tratamiento bien clásico de la figura todo lo necesa- rio para proyectar mi discurso, pero es importante aclarar que me interesa la pintura experimental. Amo el bad painting, el dripping de Jackson Pollock, in- fluencia bien marcada en varias de mis series. Pri- mero que todo el diálogo con el espectador del que ya te comenté y marcar los límites. Captar la figura hu- mana con un tratamiento clásico, trato de fundir todos los conceptos creados en una propuesta visual homogénea. Tengo que pensar en muchas obras para ser lo más justo posible en la descripción que me pides, porque como sabes he producido bastante a pesar de mi corta edad. Mi obra siempre será muy expresiva, cuando te hablo de esto no solo me refiero a las ideas que expresan o proponen, sino a la expre- sividad de la luz en la estridencia que tienen a veces estos focos dirigidos en ocasiones teatrales, no solo en el caso de las figuraciones sino también en mis El capitán de la caja. abstracciones donde también se evidencia este tra- Técnica mixta/ tamiento lumínico, producto de mi formación, de lienzo, 120X90cm, las influencias de un Manet y un Monet, es una fu- 2007 sión entre deseos de comunicar y de crear. También existen series muy oscuras donde trabajo la luz has- ta desde su propia ausencia lo que luego enriquezco lo mejor un día me da por eso pero ahora necesito desde el punto de vista compositivo gracias a los co- aportarle algo a la sociedad. Poseer la magia de hacer nocimientos de ritmo de diseño y de lo que he bebido poesía con imágenes me ha obligado a estudiar y a de los grandes maestros del barroco. rebuscar en todas las cosas aparentemente inservi- ¿Y cómo encajas tú en él? bles que forman parte de nuestro entorno, como lo Me he hecho varios autorretratos por lo que he apa- son objetos viejos de disímiles características, en su recido dentro de varias piezas. Romántica o melan- mayoría para nada funcionales. A partir de esta bús- cólicamente te cuento que mis obras son gran parte queda trato de fusionar un gigantesco mundo de mi mundo, son como mis hijos, es muy divertido de símbolos, de colores, de tendencias pictóricas, de sentirte dentro de tu propia obr a, sobre todo en for- gestualidades emocionales, etc, con el histriónico matos grandes. A veces me despierto en la noche y mundo de los niños, con ese universo que tanto co- veo los cuadros de la sala y me parece que están vi- nocemos y que poco escudriñamos. Por lo tanto, a vos los personajes que los componen, me impresio- partir de esta simbiosis entre tantas cosas a tener en nan y han terminado asustándome. cuanta, voy creando una poética extremadamente Se ha dicho que cada creador maneja al menos un motivo sincera que va alimentándose al nacer de todos recurrente durante su trayectoria, ¿Cuál es el de Maykel aquellos fluidos que envuelven mi propia entra- Herrera? ña, lógicamente también son obras producidas con No creo que mis pretensiones conceptuales hayan el deseo de que impacten en el espectador de una variado mucho desde mis inicios. Ha habido ciertas forma inusual y extraigan de él, todas las espiri- transiciones formales, como diría José Veigas según tualidades y sensaciones muchas beses hasta des- el cual mis cuadros son tramoyas, escenografías que conocidas por el mismo individuo... van siendo sustituidas de una misma idea, propósi- El tema de la guerra, junto a toda la inconformidad to o intención de diálogo. El tema que siempre me ha que trae vivir una vida carente de la comunica- quitado el sueño es el propio hombre… Considero ción, del entendimiento entre los hombres, de la que un artista tiene sus misiones… El arte es muy sinceridad, etc, hacen que yo me sumerja en el es- divertido, se disfruta encantadoramente pero uno se tremecedor deseo de DECIR y de que se me escuche. hace emisor de determinadas opiniones, conceptos Siento una necesidad que me quema dentro, y es y reflexiones. En mi caso indago en la figura huma- la de amplificar todo aquello que pensamos y sen- na, en sus disímiles aristas; me interesa hablar del timos una parte de la humanidad, que por suerte hombre como figura hegemónica en un mundo como pertenece a la mayoría. A veces hablo de cosas evi- el de hoy tan carente de valores. Creo que una fun- dentes, como lo son el abuso terrible hacia genera- ción primordial de todo artista es la de difundir me- ciones que perecen, y aquí no puedo evitar pensar diante la creación su opinión; no se hasta cuando lo en El entierro de la bala una obra que muestra un haré pero no es solo por deseo, por amor, sino por niño enterrando un misil, con un poco de esfuerzo, pura necesidad. Ahora mismo están pasando cosas pero al final terminando con un objeto que está terribles que casi no podemos imaginar. Hoy en día solamente creado para darle fin a él, estos son te- soy incapaz de emplear mi tiempo en plasmar super- mas ya hasta manidos pero no por eso dejarán de ficialidades y banalidades de nuestra cotidianidad, a causar el estremecimiento que en mi remueven...

Revolución y Cultura 46 Izquierda: El titán de goma.Técnica mixta/ lienzo, 150X75 cm, 2008 Derecha: A toda vela.Técnica mixta/ lienzo, 100X150 cm, 2008.

Hace unos minutos hablabas de Pollock, de Monet y de Manet, ¿qué otros maestros del devenir pictórico mundial han pautado tu obra? He pasado por muchas etapas y series, nunca he querido repetirme, sin caer en los extremos he tra- tado de tener una obra coherente con sus antece- dentes y consigo misma. Debo reconocer en mí forma de utilizar el color y en el tratamiento de las texturas la impronta de Fidelio Ponce de León. Cuando me acuerdo de es- tas gamas me sale de nuevo lo experimental y las necesidades expresivas por lo que bebo una y otra vez de Pollock con su dripping y action painting. Mi obra es deudora de disímiles tendencias y períodos como el surrealismo aunque no me gusta enca- sillarme en movimientos. Puede estar presente un Salvador Dalí, el automatismo psíquico de dejar que la imaginación vuele y cree por si misma. Des- de el punto de vista técnico bebo de un Sorolla, de un Romañach, maestros de la pintura del caballe- te y con un gran conocimiento de efectos desde el academicismo. ¿Por qué tanta pasión por los retratos? Y lógicamente con el propósito de construir este El retrato es el último nivel de la pintura, captar la canto a las cosas que para mi sí son importantes, esencia y la psicología del modelo es algo mágico. me valgo de toda una gama de resultados formales Un retrato no es solo el estudio de rostro o de cabe- y hablo exactamente de los recursos pictóricos que za humana, es mucho más lo que intento demos- finalmente envuelven todo este soporte concep- trar en cada uno que realizo. Es todo un reto, difícil tual. Acudo entonces a la difícil mezcla que es jun- y dulce a la vez. tar una pintura de caballete y en muchos casos ¿De que forma aparece reflejada tu infancia en tu poética? académica, con toda la impronta de una pintura Inevitablemente este bello periodo de la existen- experimental y mucho más espontánea. Trato de cia humana aparece en mi obra. De vez en cuando jugar con los dos extremos buscando un resultado emerge ese niño que nunca debemos dejar morir, so- personal pero que a la vez sea una especie de reto bretodo en la jocosidad con la que abordo temas en visual, que consiste en coquetear con estos con- una pintura aparentemente seria. Puede resultar ceptos contrapuestos pero con toda la armonía y muy gracioso hasta lo mas serio, si está bien hecho es coherencia posible. Es como tratar de que un re- muy satírico o lúdico. Tuve una infancia bastante agi- trato de Leopoldo Romañach se mezcle transpa- tada, tengo un bagaje muy amplio, practiqué mucho rentemente con la abstracción más violenta del tiempo la lucha libre, deporte que en mí provoca un expresivo Jackson Pollock, como antes dije, es la éxtasis inexplicable, estudié música, me encantan el idea de edificar un muro de espiritualidad y de sen- piano y la guitarra. He tenido durante mi vida sensa- saciones visuales... ciones muy disímiles, sutiles y duras, quizá esa sea la Entonces consideras que el arte tiene una marcada fun- causa de lo diverso de mi discurso pictórico. ción social. Tu obra reciente es esencialmente figurativa aunque en deter- El arte primero hay que sentirlo y luego componer- minados períodos de tu creación te has inclinado por la abs- lo desde la emoción, pues esa es la primera mane- tracción. ¿Qué posibilidades de expresión encuentras en esta ra de ser un artista sincero, no es demagogia ni técnica? retórica, son deberes que se asumen, es admirable Como te he dicho quiero experimentar todas las téc- que un artista sea capaz de asumir esto, si eso no nicas, hacer todo lo que pueda para no encasillarme es arte entonces no sé lo que es … ni enmarcarme en ninguna tendencia determinada

47 Revolución y Cultura Olla de grillos. Técnica ni preestablecida. Amo lo abstracto por todas las po- tos colores como un amplia pretensión sustentada mixta/lienzo, 150X200, sibilidades expresivas que te brinda. Es muy bueno e por estos códigos. 2007 interesante por la rapidez con la que puedes preparar ¿Qué expresión de las artes plásticas prefieres para expresar una serie y hasta una exposición. La abstracción es tu caudal artístico? libertad, creatividad y con ella me siento cómodo y Soy graduado de pintura, aunque no quiero suelto. Puedes imbricarlas con otras técnicas y hasta enmarcarme en una sola expresión. Tengo ansias de desdibujar las fronteras genéricas con la figuración. Es comunicarme, y no me importa la vía que utilice muy interesante cuando en un mismo lienzo se pue- siempre y cuando sea coherente con el tema y con la den apreciar ambas técnicas sin que el espectador se de intencionalidad. He hecho performances, instalaciones cuenta cuando empieza una y cuando acaba la otra. y esculturas. Me gusta mucho la pintura la disfruto ¿Es casual la utilización de los colores de la bandera cubana en en realidad, dicen algunos que se me da bien, no soy determinados elementos y las alegorías a este símbolo patrio quien para juzgar mi trabajo. La conozco a profundi- en tus cuadros? dad, la he estudiado y he seguido estudiando cada día. No hay nada accidental ni ingenuo en esto, todo está No tengo ninguna problemática ni frontera genérica, muy bien pensado y organizado. Aunque el especta- soy pintor hasta que no se demuestre lo contrario. dor se encarga siempre de crear nuevas historias hay Las etiquetas son peligrosas, pero… ¿cuál le endosarías a tus códigos que persisten en mi obra. Tuve una serie lla- obras? mada Ysla forever, donde abordé la conservación de Creo que mis obras son barrocas, expresionistas y nuestra identidad no solo referida a la nacional sino a surrealistas a la vez. He intentado reunir en un mis- la individual de cada cual, toda intención iba respal- mo soporte bidimensional la mayor cantidad de ten- dada de cada elemento formal que van construyén- dencias y estilos posibles para lograr una propuesta dose. Los colores de la bandera vienen conmigo hace homogénea y coherente. Imbricar estos extremos es mucho tiempo; aunque recesan por momentos, siem- mi obsesión, hoy no se encuentra en ninguna expre- pre vuelven a aparecer. En ocasiones han tardado sión nada puro, ya ese tiempo de pureza genérica ya por el hecho de que me interesa discursar sobre la paso ahora es la era de la fusión. identidad de cada ser humano donde quiera que se ¿Hasta que punto aparece Cuba en tu obra? encuentre y especialmente del cubano. Quisiera ha- Ya hablamos de los colores de la bandera, códigos o cer una obra lo más universal posible, sin dejar de símbolos alegóricos a nuestra idiosincrasia como el reflejar nuestra cubanía, por lo que me valgo de es- escudo y otras figuras vistas desde una realidad más

Revolución y Cultura 48 pintor que hizo lo que hizo cuando qui- so y empleó sus herramientas del mo- do que prefirió. Y como colofón hablemos de los Príncipes ena- nos que persisten en acompañarte… Príncipes enanos es una serie a la que le ten- go mucho respeto desde el punto de vista formal. Sus pretensiones visuales fueron desde un inicio muy grandes, podrá ser sustituida pero nunca igualada, es un pro- ducto que defiende muchos intereses, la recordaré siempre por su rigor. Fue un gran desafío el lograr aristas distintas, no repetir, las posturas y actividades que desempeñan los pequeños protagonis- tas. Nunca había trabajado cuadros con estas dimensiones y con tanto rigor compositivo por lo que hago reverencia a la técnica y por tanto a quienes la cono- cen y dominan. Los niños son impredeci- bles, lo suficiente como para brindarme imágenes sumamente espontáneas y ori- ginales, esas no son más que la envoltu- ra de un inmenso deseo de expresar opi- niones y conceptos muy personales que tengo concernientes a la vida, al hom- bre y al deseo que tengo de revisar cada vez más, el comportamiento no siem- pre bien acogido, de las personas en sen- tido general. Aún no se para que pierde el tiempo firmando sus Detalle de cuadros, su inequívoco lenguaje pictórico lo dela- Una olla de grillos. ta, no puede ser otro más que él, el mismo que Técnica mixta/lienzo, habita entre sus seres que entre guiños cosmopo- 150X200, 2007 litas nos indican las claves para entender ese uni- verso que se ha creado mas allá de sus lienzos. cotidiana que descontextualizo para conformar mi Nadie que los observe puede sustraerse a la seducción que poética. Incorporo elementos del día a día que encuen- emanan estos personajitos, ni siquiera el más insensible y hos- tro en la calle y luego voy componiendo hasta llegar a co de los espectadores. Apreciables y genuinas obras de alcanzar una dimensión insospechada. arte por su riqueza compositiva revelan un gran domi- ¿Algún anhelo pendiente como creador? nio de la técnica del retrato de su creador quien cada vez Seguir pintando con las mismas ganas y que la inspi- más solidifica su discurso ideoestético e instaura su im- ración me sorprenda creando. Me gustaría realizar un pronta en nuestra contemporaneidad visual. gran mural en la Habana Vieja en el que todos puedan recostarse, arreglarse los zapatos, reírse, hacer lo que les dé la gana, siempre y cuando lo hagan con sus más sinceros deseos. En ocasiones la obra de arte se hace un poco críptica por su destino, el de recintos ex- positivos. Quiero romper un poco el mito, el frío concepto de la obra museable que vive solo encerrada en galerías y tras un marco y un vidrio. Aspiro crear un espacio para que la gente lo pueda manchar, tocar, ensuciar, deteriorar, hacer sus aportes, experimentar un sinnú- mero de emociones. Por ahora es solo un sueño que un día asumiré seriamente como un proyecto. ¿Cómo te gustaría que fueran recordadas tus creaciones? Si puedo trascender algún día me gustaría que se me recordara como un artista polifacético, no como al artista inmaduro que no se acaba de reconocer y sigue indagando hasta encontrar lo distintivo; tampoco como aquel que se repite constantemente, no quiero parecerme a nadie: lograr en una misma tela que se toquen lo sutil del academicismo con lo crudo del dripping. Me gustaría que se me recordara como un

49 Revolución y Cultura ARTE CORPORAL: Espiritualizar lo corpóreo o corporeizar Imágenes facilitadas por la artista. el espíritu

En vísperas de la V Edición del Evento de Arte Corporal, Caracas, Venezuela, septiembre del 2009

Hanna González Chomenko

Pintora e ilustradora. Labora en la editorial Abril.

Revolución y Cultura 50 Dios le ha dado un rostro y usted se fabrica otro. Este show de apertura, en el que simultáneamente Shakespeare se mostró el trabajo de artistas de diversas latitu- des: Suecia, Argentina, Perú, México, Estados Uni- esnudo cubano sobre desnudo venezolano. dos y Alemania, entre otros, fue seguido por even- Con el propósito de estudiar, potenciar y pro- tos en otros Estados de Venezuela, donde además Dfundizar en el origen y articulaciones del Arte se organizaron muestras de cine, eventos teóricos Corporal como manifestación artística. Hace ya cua- y se dispusieron espacios públicos para sesiones tro años en Caracas, Venezuela, se organiza el En- de body paint como en el Centro de Arte La Estancia, cuentro Mundial de Arte Corporal. en la propia Caracas. Sin duda una experiencia muy Así pues cada año, en coordinación con el Minis- enriquecedora. terio del Poder Popular para la Cultura de Vene- Los artistas cubanos, contamos con importantes zuela; el Instituto de las Artes de la Imagen y el eventos de carácter internacional como la Bienal de Espacio (IARTES) convoca a un encuentro inter- La Habana y otros de alcance nacional –muchos de nacional, que también aglutina diferentes regio- estos últimos, bajo el auspicio de la Asociación Her- nes del país. Busca propiciar espacios de inter- manos Saíz desde su programa de eventos y becas– cambio, reflexión y creación que favorezcan toda para estimular proyectos instalativos, performáticos práctica cultural y estética más allá de los lími- o de arte efímero; y aunque nos regocijamos de ello, tes que imponen la especialización o los géneros siento que no hemos explorados lo suficiente esa otra artísticos, en favor de la diversidad. arista, donde el concepto de lo corporal supera lo En septiembre del 2008, nuestro país fue convocado tangencial. No contamos con un espacio, donde pue- a la cuarta edición del encuentro al que acudimos da sistematizarse esta modalidad desde la creación como representantes: Manuel López Oliva, Yelián activa y el rigor de la práctica crítica. Rodríguez, Francisco Espinosa y quien firma estas Cualquier suelo no es fértil para toda simiente, pero líneas, participando con diferentes proyectos. desde nuestra geografía, tradición y cultura, aún no López Oliva, con un performance, que integraba hemos coordinado acciones dirigidas a evaluar, a danza, música y visualidad, buscaba insuflar vida manera de mosaico, las múltiples manifestaciones a texturas extirpadas con precisión quirúrgica de que pudiera tener, el arte corporal desde nuestras su propia obra planimétrica. Iniciada con el cla- particularidades como nación. De manera que se mor de una sirena, la desbordante coreografía con- pueda tomar su pulso y allanar el suelo, como pla- vocaba las más hondas emociones, haciéndolas taforma de lanzamiento de proyectos realmente só- fluir natural e instintivamente. Su cómplice, una lidos en este ámbito, hacia eventos internacionales joven caraqueña: brillante bailarina escapada de como el de Venezuela u otras latitudes. Es saluda- un ánfora griega por sus facciones singulares, hizo ble superar la inmediatez e intermitencia de pro- suyo el pequeño escenario previsto para los efec- yectos aislados, que a pesar de la genuina intensi- tos en el teatro Teresa Carreño, donde tuvo lugar dad que les asiste en sus inicios –salvaguardadas la inauguración del evento. por el entusiasmo y la buena voluntad de un pe- Por su parte Francisco Espinosa, llevó una muestra queño grupo de legítimos creadores/hacedores en idea en video arte, una audaz y bizarra trilogía sobre las y acción– van asfixiándose lenta e inexplicablemen- soledades del cuerpo. Irreverente y subversiva como te hasta desaparecer. Ahí tenemos el caso de la Bie- todo arte que no teme a las márgenes sino que se nal de performance en Mayabeque, donde el arte cor- erige en portavoz, y desmonta herrumbrosas nocio- poral se distinguía entre la rica amalgama del arte nes de belleza para darle voz y rostro, en toda su povera, lo efímero, el fluxus, el happening, el perfor- crudeza, a esos rasgos tangentes de lo formalmente mance, la improvisación, y en fin, el ángel de ese instituido. entorno particular. Inoculado desde la respiración En cuanto a Yelían Rodríguez, compartimos un mis- de los convocados, poseía sus cuerpos y se mo proyecto performático titulado Desnudo sobre des- objetivaba en acciones y obras, más que sentidas nudo. En un simulacro de pasarela, parodiando el vividas, haciendo gala de esa frescura y naturali- histrionismo efectista de los desfiles de moda, y apun- dad de lo contingente, augures del compromiso. tando a la desnudez como el envés de ese mundo de Sí es posible identificar en Cuba el arte corporal, cuan- glamour y apariencias, concebimos el despliegue escé- do se manifiesta desde la fotografía, la práctica del nico de diez jóvenes modelos de ambos sexos que performance, el arte conductual, y otras manifesta- colaboraron con nosotros para tal ocasión. Cubri- ciones más vinculadas a la espacialidad y el movi- mos su total desnudez a la manera de sandwich man miento pero siempre desde la perspectiva del cuerpo con lienzos impresos de fotografías digitales –pre- como medio y no como fin en si mismo, como herra- viamente realizadas en Cuba por Yelían y su modelo, mientas más que como punto de partida. En el caso y en mi caso, creadas a partir de mi propio cuerpo– de específico del body art, sobre todo del body paint, existe manera que solo los flancos quedaban descubiertos aún una prevalencia de los mismos exponentes y los rostros fueron individualmente policromados institucionalmente respaldados, verdaderos pione- con el propósito de despersonalizarlos y crear una ros del arte corporal en Cuba, aunque no los únicos; homogeneidad relativa que acentuara las imágenes pues bien sabemos que la diversidad, el intercam- impresas. Así desfilaron los desnudos cubanos so- bio y el riesgo de lo novel operan progresiones in- bre desnudos venezolanos, animados por un simple sospechadas. ensamble coreográfico: la plataforma con escalina- El Arte Corporal que convoca Venezuela es un even- tas a ambos lados afín de que pudieran acercarse to muy loable en sus propósitos pero todavía muy intermitentemente al público. joven como para hablar de solidez a toda prueba.

51 Revolución y Cultura Creo que justamente en este momento, a las puer- desde el punto de vista físico y moral, apunta di- tas de su quinta edición, entra en una etapa muy rectamente hacia la desarticulación de prejuicios interesante y definitoria, en cuanto a sus presu- y enfoques centenarios, injertados desde posicio- puestos y modos de abordar la temática, e incluso nes de poder, de nociones tales como civilidad y en términos de frecuencia, logística y organización cultura. interna. Tienen ante sí el reto de proporcionar el Más estimulante aún es el hecho de que convoque dinamismo necesario para evitar convertirse en un país como Venezuela, donde gracias a que ha un evento iterativo que zozobre en la repetición de sobrevivido, más o menos fragmentada, una po- sus propuestas, sin incurrir en una diversificación blación indígena, se conserva su vínculo con los desmedida so pena de perder las riendas de sus de- antepasados a través de la arteria viva de las tra- rroteros. diciones. Los indígenas de este país descienden de Cuando se convoca a pensar y crear sobre el cuer- aquellos que llegaron desde Asia al continente po en términos culturales, el arte corporal es la vía Americano. Según un censo de 1992 su población expedita para la comprensión social y cultural del sobrepasa las 300 000 personas con un aproxima- hombre. Más allá de criterios artísticos legitima- do de veinticinco etnias diferentes. dores, la arcilla elemental del hombre es su propia Venezuela comparte, junto a otros países de Amé- humanidad. Es precisamente su condición efíme- rica, la heredad de una cultura ancestral rica y ra la que lo hace dúctil y mutable; solo así puede sólida, por estudiar y salvaguardar, igualmente perpetuarse. El arte corporal como tema que da afectada por la deflagración de sus puntales cul- turales y étnicos primigenios, a partir del choque que im- plicó el descubrimiento y la colonización del llamado Nuevo Mundo. Práctica que ha tenido continuidad a lo largo de la historia con las posturas hegemónicas del Norte hacia el Sur, el Primer Mundo hacia el resto; soca- vando la diversidad cultural, al validar sus actitudes y mo- delos de pensamiento como superiores, sobre la base de la supremacía política y econó- mica. Con lo cual es muy im- portante que desde este lado de la geografía se redibujen y reivindiquen la historia y el devenir de las voces de nues- tras latitudes, a favor de esa gran polifonía que es la cul- tura universal.

El cuerpo como lenguaje A la hora de registrar la diver- sidad cultural en su devenir histórico el hombre no siem- pre practicó la justicia. Sem- bró profundas metáforas vi- suales que aún hoy, como condicionantes al fin, distor- sionan los códigos que otros sustancia y sentido a este evento es realmente pro- emiten. En sus inicios, un malintencionado y fuso, lleno de matices y tan vasto como la edad del prejuicioso enfoque de la noción de Cultura, en las mismo ser humano. Un tema que trasciende no imágenes tempranas de europeos y americanos se solo condicionantes epocales sino también las fron- hace un exagerado énfasis en la elaboración de las teras tal y como las conocemos hoy en día. vestiduras y el pelo facial, en detrimento de la au- El arte del cuerpo tiene complejas resonancias his- sencia de ropas y la presencia de tatuajes, pintu- tóricas y culturales, con modalidades expuestas ras corporales y cicatrices en africanos, polinesios al límite de lo humanamente conocido, con lo cual y americanos nativos, con lo cual legitimaba su la ética se debate entre conservadurismo y libe- superioridad cultural en virtud del grado de «civi- ralidad. En él se cuestionan las antinomias de lidad» que denotaban unas prácticas sobre otras. dolor-placer, diferente-igual, minoría-hegemonía. De esta forma, las perforaciones, modificaciones o Un tema que en su esencia es subversivo y exige escarificaciones que practican las tribus africanas un alto grado de comprometimiento; invasivo pudieron y pueden ser vistas o asumidas por perso-

Revolución y Cultura 52 nas foráneas como «mutilaciones» y no como len- dos como arte, los signos corporales se apoyan en un guaje auténtico. vocabulario, consonante con los mitos, valores so- Desde la pintura corporal, las perforaciones, tatua- ciales y símbolos compartidos por la colectividad de jes y escarificaciones, modificaciones u ornamen- la que provienen, de manera que solo la cultura pue- tos, el ser humano se ha proyectado mostrando ras- de salvarlos de erróneas interpretaciones permeadas gos de su individualidad, status social e identidad de la más rancia frivolidad. cultural, de manera que antes de instrumentarse como A partir de la década del sesenta del pasado siglo práctica artística ya era una vía de comunicación. surgieron y se desarrollaron expresiones y prácticas En Borneo, se realizaban tatuajes que una vez des- artísticas que de entonces a la fecha han colocado al gastados marcaban el inicio del viaje del alma de ser actuante en un lugar privilegiado del escenario una persona después de muerta y de acuerdo a su artístico. Al asumir hoy en día ese legado, el cuerpo signo gráfico predeterminaban su trayectoria es- es abordado como legítimo medio de expresión, y lo pectral. Así también, elaborados tatuajes japone- que hoy conocemos como intervenciones públicas o ses convertían la epidermis en el mejor medio de arte de conducta social no es más que una continui- difundir las hazañas de un héroe, mientras que el dad: creadores que se reconocen deudores de la tri- tatuaje polinesio tradicional, esencialmente geomé- nidad arte/vida/sociedad y buscan socializar el arte trico, tenía el propósito de distinguir a una etnia y convertirlo en práctica colectiva más cercana a de otra. la dinámica de la vida contemporánea.

Originales significados culturales que no siempre Legitimar todo gesto en un potencial hecho artís- son comprendidos por un hombre «de a pie» que tico, curiosamente nos acerca –quizás por cierto viva en lugares tan distantes física y culturalmente impulso atávico– a los rituales ancestrales de como lo pueden ser Berlín, Cuba o Nueva York, han nuestros orígenes, y la hojarasca de una «sofis- sido descontextualizados y sometidos a nuevas ticada civilidad» es sacudida y puesta en crisis. Lo lecturas en virtud de la tendencia globalizadora cual habla a favor del arte como vía esencialmen- del mundo en que vivimos. te humanista de conciliar el hombre consigo mis- El uso generalizado e indiscriminado de estas mar- mo, permitiéndole ver con claridad su realidad. cas simbólicas muchas veces se manifiesta ape- nas desde límites artísticos de manera que dege- El arte como puente neran en simples testimonios de un modo de vida Basta que el cuerpo nos falle de alguna manera, y, en el mejor de los casos, referencia una vida al- para caer en la cuenta de su irreemplazable condi- ternativa en quien las exhibe. Para ser comprendi- ción. Una vez que salimos del peligro, volvemos a

53 Revolución y Cultura olvidarlo, sumergiéndonos en la desenfrenada ca- Si hay algo predecible en el transcurso del accio- rrera de la cotidianidad. Disfrazamos de sueños los nar humano es ese oscilar en bandazos al que no excesos más impensables y lo arrastramos, sin escapó el cuerpo y sus concepciones. Desde su con- reparar en lo imposible de una vida separada del dena –cuando desde la perspectiva del pecado, la preciado envase que nos guarda. Con sorprenden- grandeza se abismaba en el cuerpo cual «prisión te obediencia, la voluntad moviliza todo nuestro del alma»– expuesta en al Fedro platónico, o desde organismo al llamado de la conciencia, pero esta la apología, como bien lo hiciera Nietzsche en Así última solo puede manifestarse desde una aparien- habló Saratustra cuando en una verdadera apoteo- cia física, de manera que con frecuencia naufraga sis expresa: «el que está despierto y consciente dice: sin remedio en un frágil sopor, cautiva del más efí- soy todo cuerpo y nada fuera de el». mero deleite corporal. Descartes puso en crisis la concepción clásica, ins- Identificar, no obstante, el ser verdadero con la for- taurando el dualismo cartesiano, desde el cual el ma externa es considerar a la casa como al habi- cuerpo se hace patente en toda su materialidad y tante de la casa. Con lo cual nuestras vidas resul- el alma, se manifiesta por inferencia, impalpable. tan de esa correlación más o menos armoniosa Un verdadero dueto controversial, que hoy perpe- entre cuerpo y conciencia. tuamos en dicotomías gracias a nuestro obstina- La historia testimonia las muchas posturas que do empeño por identificar y clasificar bajo la siem- hemos adoptado hacia su reconocimiento y repre- pre lícita coartada de alcanzar la comprensión. sentación. Desde las más antiguas doctrinas de la El milenario interés de sabios y filósofos en esa instrumentalidad del cuerpo según Aristóteles y los unidad ideal entre cuerpo y conciencia, entre ma- estoicos, para los cuales el alma «utiliza» de dife- teria y espíritu; Occidente lo dejó instituido como rentes maneras el organismo corpóreo, hasta el epi- la dualidad entre el ser y el pensar: la materia y la cureismo que inversamente, le consignaba la fun- conciencia, en el problema fundamental de la filosofía; ción de preparar al alma en materia de sensaciones. mientras que Oriente, desde sus fuentes primi-

Revolución y Cultura 54 deros constructores. Edificamos paralela- mente nuestro cuerpo desde adentro y des- de fuera; desde cada pensamiento, senti- miento y gesto; con cada acción, cada atri- buto o accesorio que le adjudicamos como patrimonio de identidad. Con lo cual lo convertimos en tierra fértil para toda una polifonía de signos desde los cuales nos proyectamos hacia el otro. Un verdadero lenguaje extra verbal con el que promove- mos actitudes en quienes nos rodean. El ser humano partió de su propio cuerpo como objeto y sujeto de expresión, como soporte activo y voluntario; sede de todo un lenguaje visual que más adelante se estructuró en símbolos y convenciones más o menos legítimas y perdurables. Des- de los albores de su civilidad, partiendo de la alquimia que transmuta semillas, plan- tas, animales y a la propia tierra en pig- mentos originarios, el ser humano con la impronta de las primeras impresiones de sus manos inició el testimonio de su epo- peya.

Breve relación de técnicas del arte cor- poral Pintura Corporal Para obtener el colorido propio de la pin- tura corporal, se mixturan pigmentos pro- venientes de variedad de plantas, hojas de añil y alheña, cortezas de algunos árboles, frutas, raíces, flores y minerales, con arci- llas naturales donde el aglutinante por lo general es la grasa de procedencia animal o vegetal. Para lograr los ocres y rojos se utiliza la arcilla rica en hierro, la madera roja de la leva, y el cinabrio, mientras que el blanco se logra a partir del caolín y la tiza. Sin olvidar el polvo de oro, que histó- ricamente tiene fuerte significación y ha genias, percibe la dualidad cual espejismo, ilusio- sido igualmente usado para pintar cuerpos. Aun- nes de la mente que como el ojo en el confuso in- que los colores responden a las mismas leyes vi- tento de verse a si mismo, crea sucedáneos del ser suales y del diseño en su interacción con las for- real. mas del cuerpo hay que tener en cuenta que la sig- El amante de la sabiduría es creador por naturale- nificación simbólica de los colores en el cuerpo za, y el creador veraz deviene filósofo a fuerza de varía en cada cultura. En culturas mile-narias del sumergirse en los abismos más insondables de su Oriente, algunas arcillas, tienen carácter protec- propia circunstancia. De manera que el Artista con tor y propiciatorio, siendo indispensables en la li- mayúscula, persiste en el interminable ejercicio turgia de ritos iniciáticos, e incluso en bodas, en- de descifrar el enigma de nuestra verdadera natu- tierros, nacimientos u otros muy singulares, que raleza. ¿Cuál es nuestra sustancia? ¿De qué esta- marcan picos transicionales de la vida de un indi- mos hechos los seres sintientes y pensantes? viduo en determinada comunidad. Cuerpo y espíritu tienen mucho que decirse, y es Dentro del Arte Corporal, el body paint o pintura aquí donde el arte emerge como el más auténtico corporal es materialmente una de las expresiones puente que hace posible el diálogo (o se abre una más efímeras y dúctiles. Efímera porque la pintu- brecha a todo tipo de manipulaciones), tomando ra se puede remover fácilmente. Lo cual es al mis- como pretexto las más caprichosas formas de la mo tiempo ventaja y su hándicap pues esta ex- expresión plástica. puesta a la transpiración del modelo y cualquier Desde el presupuesto de la ilusión, el arte tensa el influencia externa. Potencialmente es la que pue- arco de lo corpóreo para apuntar con mayor certe- de transformar a una persona de forma inmedia- za a la espiritualidad como la engañosa diana. Y es ta, subvierte visualmente su físico, variando la así que el cuerpo, desde la dinámica de la elabora- percepción de los volúmenes, ajustándose total- ción cultural, deviene en auténtico constructo del mente a su cuerpo como solo un pigmento puede cual somos cada uno de nosotros nuestros verda- hacerlo. Responde de algún modo a la lógica de la

55 Revolución y Cultura nancia, de manera que logremos llamar la aten- ción sobre algo. También a partir de la cosmética, es posible enmascarar imperfecciones naturales. Por lo general el maquillaje se elabora a partir de sustancias-pigmentadas amovibles, de rápida y fá- cil aplicación. Es usual verlas en forma de cremas, crayones y polvos que pueden eliminarse de ma- nera sencilla. Su plasticidad permite realzar deter- minadas particularidades; efectos visuales logra- dos a partir de colores y formas que realzan la con- cavidad o bien la convexidad de ciertas áreas, has- ta la transformación marcada del aspecto general. Un ejemplo paradigmático suele ser del teatro Kabuki, atribuido a Ichikawa Danjuro, a quien tam- bién se deben el desarrollo –entre otras cosas- del maquillaje kumadori, llamado así porque busca, asemejar a una máscara. Históricamente en esta modalidad japonesa del teatro, los actores mascu- linos complementaban el uso extremo del maqui- llaje con adornos simbólicos para representar pa- peles femeninos, aprovechando la perspectiva del color para lograr efectos visuales muy sugestivos.

Cabello Sus cambios de forma, color e incluso su ausencia provocan modificaciones muy marcadas en la pro- yección de la personalidad, y permiten destilar la acrisolada sustancia de nuestra identidad al reve- lar el cómo preferimos ser vistos por el otro. Cortes con complicados arabescos e incluso símbolos acu- ñados por marcas de zapatos conocidas, el cabello suele ser la parte de nuestro cuerpo más sujeta a cambios y transformaciones, ya sea bajo el signo de la moda, la religión, ideología particular (emos, punks, hippies) e incluso con el propósito de cum- plir con ciertas convenciones o exigencias sociales. Desde una perspectiva genealógica, el cabello ha constituido el récipe de un profundo sentido sim- bólico. Basta hurgar en el devenir humano para observar la connotación que el hombre ha dado a escultura aunque aquí se modela con texturas, diferentes actitudes: cubrir la cabeza, mostrar el formas visuales o colores, de manera que se logra cabello crecido, o cortarlo. Y ahí tenemos las cabe- acentuar o atenuar los volúmenes del modelo, acor- zas afeitadas y convenientemente cubiertas de las de al sentido expresivo que se le quiera dar, que mujeres que se hacen «santo» en la religión afrocu- puede ser: desde trasladar un lienzo a la piel del bana, las judías ortodoxas, las musulmanas cu- modelo, recrear metafóricamente con formas grá- briendo hasta el rostro, o los hombres Sikh de la ficas las partes del cuerpo culturalmente cargadas India, con sus prominentes turbantes para cubrir de simbolismo (como la órganos reproductores, la un cabello que nunca se cortan. Sin dejar de men- cabeza, los pies, etc.), o deconstruir el cuerpo desde cionar, al conocido sombrero y su machihembrado los flujos de movimiento y contra movimiento pro- destino en la convexidad de las ideas. No olvidar al pios de su morfología para crear efectos de extra- humorista cubano Chaflan, su sombrero y comen- ñamiento, también el propósito puede ser crear tarios sobre el cotidiano, marcando la diferencia personajes, o remedos de animales a la manera de entre exponerlas abiertamente o encubrirlas con una caracterización teatral. subterfugios. Desde códigos culturales y religiosos particulares, Maquillaje el acto de cortar el cabello tiene una transcendencia El maquillaje, como la vestimenta y la peluquería, ritual a la manera del Nicodemus de Cristo, cuan- nos permite reinventarnos diariamente. Gracias a do este último le indica que debe «volver a nacer», él es factible exacerbar o atenuar las diferencias marcando el paso de una etapa a otra de la vida, o propias entre hombres y mujeres, ya sea desde un de un estado a otro más evolucionado de la condi- criterio andrógino u otro bien contrastado. Es po- ción humana. Una vez cortado, el cabello adquiere sible –a partir de una apariencia especial– contri- un sentido diferente y especial, se erige en objeto buir a hacer más sugestivo y eficaz determinadas simbólico por ser de y al mismo tiempo no estar en acciones, podemos concebir una imagen en conso- la integridad física de una persona (vivo o muerto),

Revolución y Cultura 56 con lo cual se concreta en energía espiritual. Razón por la cual los cabellos de los enemigos eran adqui- ridos en otro tiempo por los nativos americanos para coserlos en sus atuendos de guerra y por los guerreros de Borneo para agregarlo a sus protecto- res de guerra. Subvertir el trato habitual del cabello en señal ya sea de rebelión o auto marginación, su largo y su cuida- do, muestran una actitud hacia nuestra condición cotidiana. Así, algunas personas que van más allá de un trivial coqueteo con la moda, se apropian del tocado rastafarians mostrando una actitud de protes- ta, descontento y rebelión hacia su inmediato. Mien- tras que en otras culturas, se asume el luto dejando de peinar y lavar el cabello por un lapso de tiempo, expresando su voluntad de no pertenecer a la vida cotidiana.

Modificaciones Hay cambios que se operan en nuestro cuerpo a lo largo de la vida, unos inevitables, como los que marcan las etapas del desarrollo humano: niñez, adolescencia, juventud, madurez y vejez. Otros, causados por una condición coyuntural: la gordu- ra, la delgadez extrema o modificaciones que res- ponden a cambios biológicos como la gestación. No obstante, las personas han hallado vías para practicar modificaciones en su cuerpo ya sea de forma temporal o permanente. Como lo puede ser la exposición a un deporte de mayor o menor fuer- za para estimular el desarrollo muscular, la resis- tencia y capacidad de ciertos órganos. Como vemos desde la implementación de la cirugía plástica, en sus inicios, para corregir lesiones de gue- rra u otra índole, que comprometieran algún miem- bro o parte del cuerpo, se ha extendido su práctica hacia el terreno de la cirugía estética y los implan- tes. Alisar la piel, afinar narices o achicar orejas, suprimir excesos de grasa, y dar volumen artificio- so en ciertas partes, no son más que muestras de cómo la tecnología y la ciencia confieren la capaci- dad de esculpir el cuerpo. Las formas y medios para objetivar el designio de la voluntad, desde antaño concebidas para satisfacer ideales culturales de belleza, tanto masculina como femenina, no son privativas de la modernidad aun- que si se han sofisticado con el tiempo. Es posible entrever resonancias atávicas, en prácticas refe- renciadas por hallazgos arqueológicos y estudios antropológicos. Según los cuales, apenas nacidos los bebés –cuando sus huesos eran todavía suaves- se les sometía a presión y masajes. Auxiliándose de cojines, tableros, etc, proporcionaban una forma es- pecial a sus cráneos y otros huesos, buscando dis- tinguirlos externamente de entre los demás miem- bros de su comunidad. De igual forma sucedía con los dientes serruchados, las cinturas finas, los pies pequeños, pechos y nalgas engrosados o disminui- dos; todas, de una u otra manera, formas prelimina- res de prácticas actuales más o menos extendidas que implican ampliación de los lóbulos de las orejas, con la inserción de ornamentos, lengua bífida o la implantación de objetos bajo la dermis para crear turgencias estéticas, como el caso de Virginia López-

57 Revolución y Cultura Echeverry más conocida por La Negra: artista corpo- vida en prisión. Por supuesto el aspecto de estos ta- ral argentina, participante en la IV edición del even- tuajes estaban condicionados por su circunstancia; to. También conocida internacionalmente por sus realizados a partir de materiales tan heterogéneos innumerables tatuajes. como máquinas de afeitar y cualquier objeto afinado, que pudiera servir al efecto, sin reparar en acabado o Escarificaciones legibilidad pero que cumplían un propósito práctico Son diseños permanentes a partir de cicatrices prac- coyuntural. ticadas en la piel –surcos obtenidos desde la cisura Hoy en día se ha instaurado como auténtica y muy de la epidermis a partir de patrones figurativos prees- rica forma de expresión personal. tablecidos de carácter simbólico–, que buscan alte- rar la textura de la piel, creando intersticios con ob- Perforaciones jetos cortantes. Controlando el proceso de cicatri- A partir de las perforaciones es posible practicar zación, se persigue no solo evitar la infección, sino horadaciones en diferentes partes del cuerpo, de lograr un efecto estético de abultamiento en la ci- acuerdo a diferentes propósitos. Ya sea para inser- catriz a la manera de un queloides. Con este fin es tar ornamentos de diferentes tipo y origen, como preciso auxiliarse de sustancias como la arcilla o la cuentas, pirsings, aros de metal, de manera que siem- ceniza, que además proporcionan un cambio en la pre implica la colocación a largo plazo de un objeto coloración de la piel dando la impresión de tatua- a través de la piel, asegurándose que se cure la aber- jes. Según el prisma cultural, si bien para una cul- tura a su alrededor. Pueden colocarse ornamentos tura la piel lisa es un indicador de belleza, para otras en los tejidos finos y suaves de la cara, aunque al- en cambio no constituye más que una superficie gunos individuos se los practican en la región desnuda nada llamativa. Desde su sentido origina- umbilical, los genitales o el pecho. rio, en los umbrales de la humanidad, estos trazos Hoy en día es posible, encontrar además, artistas sígnicos tenían una connotación mágica y marca- que han incorporado estas prácticas a su expresión, ban un cambio de estado en el curso de desarrollo como es el caso de La Negra, ya mencionada o el de un individuo, ya sea desde el punto de vista bio- artista de origen holandés residente en Argentina, lógico o social, eran marcas permanentes que lo Ego Kornus, quien junto a un grupo de artistas rea- acompañaban en su desenvolvimiento ulterior en lizo durante la IV edición la instalación-performan- el seno de una comunidad. Para entonces el dolor ce Kavadis. En esta, Ego engancha literalmente unos que acompaña a las escarificaciones, era afrontado garfios de acero a través de las horadaciones que como «dolor sagrado», denotando la capacidad de tiene practicadas a lo largo de su cuerpo. Única- resistencia y el valor del portador, por lo cual desde mente sostenido por su propia piel, de la cual a su ese momento era honrado. vez colgaban «igualmente ensartadas con ganchos y cuerdas» más de una docena de rocas engancha- Tatuajes das a su espalda, glúteos, muslos y piernas, hacía Otra manera de generar transformaciones a largo pender todo el peso de su cuerpo de unos largueros plazo en el cuerpo. Otro intento de re significar el situados a pocos metros del techo. envoltorio de la subjetividad. El principio del tatua- Los ornamentos en las orejas, nariz y labios en- je es la inoculación a partir de sucesivas punturas a cuentran sus antecedentes en hallazgos arqueoló- través de la epidermis, de tinta de colores u otra gicos de antiguas civilizaciones: estelas, esculturas sustancia pigmento que se asientan en la dermis, y sepulcros, no solo en Sur y Centro América, sino conformando diseños o marcas graficadas, más o también en Asia y Europa. En estos casos por lo menos elaboradas, según el acervo cultural y espi- general las horadaciones –en las que es frecuente ritual de su portador o el propósito del propio ta- encontrar materiales preciosos y raros– eran priva- tuaje, e incluso condicionada por los materiales dis- tivas de ciertos grupos, ya sean de hombres o muje- ponibles para su realización. Verdaderos «textos» res, que se distinguían de la media por su condición en la piel, los tattoos que hoy conocemos de alguna y rol social. manera son deudores aquellos tradicionales, reali- zados por los polinesios, pinchando la piel con una aguja a la que golpeaban ligeramente con un peque- ño martillo; y el japonés, que utilizaba un sistema de Bibliografía: Catálogo al II Encuentro de Arte Corporal, con texto de la curadora agujas con manijas de madera. norteamericana Enid Schildkrout. Edit orial Arte. Venezuela 2007. Desde finales del siglo XIX se comenzaron a refinar y sofisticar los métodos e implementos para realizar los tatuajes, en nuestros días el uso de una tecnología basada en la electricidad redundó en verdadera revo- lución por la diversidad de diseños y colores a utilizar. Incluyendo la reciente técnica laser para remover los tatuajes y la también joven práctica del tatuaje cos- mético de cejas y delineado de los ojos, muy costoso pero igualmente demandado. Los tatuajes de los confinados fueron en un tiempo muy recurrentes y en si mismos constituían leyen- das ilustradas, testimonios, de lo que significaba la

Revolución y Cultura 58 Columna infinita II. Cerámica, 315 X 83 X 35 cm, tazas industriales sanitarias, metal, resina, 2006.

OO

Licenciada en Historia El ceramista escultor: del Arte. Curadora de la Oficina del Histo- riador de la Ciudad. Colabora con publi- Carlos Enrique, caciones y programas radiales especializa- el artista dos en arte cubano.

Onedys Calvo

59 Revolución y Cultura entro del ámbito de la cerámi ca artística cubana, resulta pe Dculiar la producción de Carlos Enrique Prado, creador al cual, a pesar de utilizar recurrentemente la cerá- mica como modo de expresión, no se le mira de manera directa como cera- mista por lo dialógico de su propuesta con múltiples incidencias en los cam- pos del arte. Con solo treinta años, Pardo exhibe una carrera prolífera que despuntó desde muy temprana edad. Apenas a los quince años tuvo su primera ex- posición personal, Con Mi Cruz a Cues- tas, en la Galería Carmelo González de la Casa de Cultura de Plaza: un con- junto de dibujos y tallas en madera, con aliento dramático y taciturno, un tanto a lo Ponce Cristo a cuestas. de León. Sobre la misma cuerda poética presentó en la Escultura portatil, Galería Galiano, en 1994, Almas en Pena, también de arcilla roja y esmaltes, 2001. dibujo; mas ya desde Transfiguraciones, de 1995, en la Galería 23 y 12, se evidenciaba su voluntad de trans- Otra vez San gredir conceptos preestablecidos por la historia del Sebastian emana la arte. Se trataba de una gran instalación, en la cual las virtud.Terracota, piezas cerámicas y los dibujos en el suelo –donde po- Arcilla roja y dían ser pisoteados– se mezclaban con hojas y cruces esmaltes, de madera que creaban un ambiente tremebundo, pero dimensiones variables, 2002. que jugaba con otras posibilidades de recepción de la plástica, y lo colocaba en una posición de actualidad, de acuerdo con las reformulaciones en la presenta- instalativas y performáticas, en las que también ha ción y consumo del arte. Sin embargo, estos juegos de incursionado con éxito, siempre ha vuelto a la cerá- interacción con el espectador se presentaron después mica. Carlos defiende una obra con un resultado físi- solapados en una obra mucho más autónoma, proce- co concreto, perdurable, y con un fin en sí misma so que hizo advertir a María de los Ángeles Pereira que –precepto muy fiel a la postura moderna. En ese sen- en su caso ocurría a la inversa el tránsito entre una tido la cerámica le permite producir un objeto con escultura «pura» y una escultura «otra».1 autonomía y con la cualidad de ser «coleccionable», y Sus primeras propuestas partieron de un mundo muy por otra parte le resulta «una técnica bastante dúctil intimista y tenebroso, en el cual la angustia se traslu- y seductora, que llama la atención del espectador, y cía en todos los soportes. Estos primeros temas de también permite imitar diferentes materiales». expresionismo exacerbado, fueron dando paso a otro Así ha trabajado en varias series: Almas desnudas, Para tipo de creaciones, donde el sujeto –aún omitido en llevar, Vestigios humanos, Al vacío , Torsos, Esculturas portá- trabajos más recientes vinculados con el urinario– y tiles y Esculturas sanitarias. Todas han podido apreciarse sus actitudes y sentimientos, siguen siendo el centro en exposiciones personales, y en cada ocasión el ar- de atención de un artista de vocación humanista. Su tista se ha mostrado diferente, a la vez que con una quehacer ha ido alcanzando cada vez mayor inciden- orgánica hilaridad, aunque en ocasiones no lo pa- cia en el pensamiento, con una muy eficaz conexión rezca. entre el conflicto y su representación; su obra no se Técnicamente se señala su producción por una cui- regodea solo en el tema, sino en las múltiples im- dada factura y un notable despliegue en cuanto a pro- plicaciones de cómo plantearlo desde la propia natu- cedimientos, pero fundamentalmente se destaca por raleza artística. la feliz conexión entre el soporte matérico y lo con- Su formación ha sido en la escultura –estudió la espe- temporáneo de sus discursos, muy implicados con cialidad en la Academia de San Alejandro y en el Ins- interesantes presupuestos conceptuales. Una de las tituto Superior de Arte (ISA), y finalmente trabaja estrategias que más posibilidades le ha abierto, tanto como profesor de esta manifestación en el propio ins- para el diálogo intertextual como para ubicar un de- tituto, incluso como jefe de la cátedra–, y se considera nominador común en sus series, es el juego con lo «escultor en todo el sentido de la palabra»,2 mientras clásico. Un primer momento elocuente en este senti- como «escultura cerámica» define su trabajo, pues a do fue el busto de Herósfanes, imaginario filósofo grie- esta expresión llegó por los dos caminos: el práctico y go que el creador representa con su autorretrato, ges- el artístico. Los materiales más asequibles en sus ini- to que extiende los niveles de cuestionamiento y com- cios fueron los asociados con la cerámica; en princi- prometimiento. pio esta accesibilidad determinó la utilización del ba- Su trabajo en este sentido se ha hecho muy recurren- rro, pero aunque tuvo la oportunidad de desplazarse te y reconocido en su apropiación de dos momentos hacia otros materiales y hacia formulaciones más cumbres y de repercusión posterior en la historia del

Revolución y Cultura 60 Columna Infinita Instalación cerámica. Arcilla roja y esmaltes, 295 x 60 x 55 cm, 2003. Colección particular Bernardo l Quetglas, Mallorca, España. Atlantes Instalación cerámica. Arcilla Monumento roja y esmaltes, Nacional II 345 x 55 x 55 cm, Terracota vidriada. 2004. 200 x 58 x 35 cm, Colección Arcilla roja, óxidos y Museo esmaltes, 2009. Nacional de la Cerámica

61 Revolución y Cultura Izquierda: Podio Cerámica, 245 x 85 x 55 cm, Arcillas, esmaltes cerámicos, metal, resina y taza sanitaria industrial. 2006.

Derecha: Todo en uno Cerámica, 186 x 75 x 45 cm, Arcillas, esmaltes cerámicos, metal, resina y taza sanitaria industrial. 2006.

Trono Cerámica, 150 x 120 x 650 cm, Arcillas, esmaltes cerámicos, metal, resina y taza sanitaria industrial, 2006. Segundo premio de instalaciones Bienal de la Vasija 2007, La Habana.

Servicio limitado Escultura, 100 x 55 x 75 cm, Taza sanitaria industrial, madera, metal y resina, 2008

Revolución y Cultura 62 De la serie Parque sanitario: Cacumbambé Impresión digital, 33,3 x 50 cm, 2004. arte: la escultura clásica grecorromana y el urinario to lo que se prefigura como «obra de arte» son, entre dadaísta de Marcel Duchamp. otras cosas, las imágenes clásicas de la Grecia y la La serie Torsos, de 2002, exhibida en La Acacia dentro Roma antiguas. de la exposición Mírate el Mundo de Otra Manera, a pro- Bien entendible y dialogante se muestra este primer pósito de su graduación del ISA, evidenció un proceso referente que aún trabaja Carlos Enrique; pero el se- de maduración de varias de sus posturas anteriores: gundo icono que ha abordado le permitió un incre- el trabajo expresionista, la reutilización de un refe- mento de connotaciones: rente reconocido y el interés por interactuar con los El uso de los muebles sanitarios configura otra imperativos actuales del arte. Un torso clásico se re- etapa de mi obra, pero no considero que exista petía varias veces mostrando pequeñas diferenciacio- una ruptura con mi trabajo anterior, sino una nes técnicas en cuanto a la resultante visual, alcan- yuxtaposición. Después de Duchamp y a lo largo zada a través del trabajo con terracota y esmaltes, en del siglo XX, el urinario sanitario se ha utilizado arcilla roja. Nociones como «La seguridad es su mejor muchas veces por diversos creadores, por lo que garantía», «La mejor opción siempre implica riesgo», estos objetos contienen ya un sustrato de refe- «La gloria del pasado al alcance de la mano» y «No rentes artísticos, y eso me interesa. Además po- luche contra su destino, asúmalo», se materializaron seen dos características peculiares: primero que plásticamente a través de un trabajo de matices es cerámica, y luego que es un paradigma del di- marcadamente semióticos. Los títulos de esta serie seño utilitario. Es un objeto precioso –enfatiza–, son como sentencias en tono imperativo, y en su que- pero a la vez es escatológico. hacer todo, por la vocación existencial que lo caracte- Los sanitarios que utiliza los adquiere generalmente riza, el anclaje de los títulos es fundamental. Sus con- de la producción industrial, excepto los que trabaja a tenidos y hasta el modo de presentarlos: «Mírate el menor escala jugando con las cualidades decorativas mundo de otra manera», constituyen formas de diá- y, así, con la subversión de su escatológica función logo con el receptor y con un paradigma en la cultura inicial. El artista simultanea los dos procedimientos, occidental: ambos válidos desde el punto de vista de la relectura En el caso de los torsos surgen, primeramente, del in- del arte, y esta alternancia redunda en sus plantea- terés que siempre he tenido por el cuerpo humano, mientos sobre la asunción de diferentes paradig- elemento que ya había trabajado de manera expre- mas artísticos. En el caso del urinario articula la sionista y que ha sido bastante recurrente en la pri- contradicción entre el valor de la obra única, ela- mera etapa de mi obra. Por otra parte, ya en el caso de borada artesanalmente, y el ready-made propuesto por esta propuesta, me encontraba ante una especie de la Vanguardia. dilema: necesitaba un icono que fuera reconocible fá- Su obra nunca se presenta con una única pretensión cilmente y que pudiera atrapar al espectador. De esa formal o estética, aunque estos sean elementos que manera opté por la apropiación del torso clásico, en la maneja diestramente. Como refiere José Manuel No- medida en que se trata de un «tópico» altamente pro- ceda en su texto a propósito de Otra Forma de Mirar lo bado y leg itimado por la historia del arte y, en particu- Mismo, expuesta en 2005 en el Centro Cultural ICAIC: lar, por la tradición escultórica occidental. Cuando se «no existe hoy en día una representación inocente»;3 habla en un ámbito quizá no tan selecto, de inmedia- pero es obvio que la obra de Carlos utiliza con toda la

63 Revolución y Cultura intención los múltiples discursos asociados con los en 1997, y que ha ido madurando cada vez más con iconos que escoge y la manera en que los manipula. una expansión analítica hacia otros centros de de- En esta muestra el artista incursionó en la fotografía manda de la Institución Arte. Las estrategias digital para recrear composiciones que reciclan el uri- discursivas de su trabajo han tenido siempre en cuenta nario, abordando el objeto cerámico de manera hedo- esas ideas: nista en función de otra expresión visual. El tema del mercado lo he manejando desde hace La intertextualidad y la polisemia están constante- algún tiempo. Lo que pasa es que no he intentado mente aportando significados a sus propuestas. Sus abordarlo externamente, sino desde la perspec- piezas ya no solo se refieren a las connotaciones de un tiva del propio artista. Responder a encargos es objeto: cerámico e industrial, escatológico y bello; una manera de enfrentarse al mercado. Existen punto de giro en el devenir del arte… y de todas las varios tipos de encargos dentro del campo del apropiaciones y articulaciones que este background le arte, y entre ellos se encuentran los potenciales permite, sino que sus constantes tránsitos transgreden o indirectos. El artista se enfrenta a ellos cuando los límites de las incidencias del signo representado. elige cuál es el circuito donde se va a insertar su En Trono, pieza de 2006 con la que alcanzó el segundo propuesta, dónde funciona mejor, dónde es más premio en la bienal LaVasija de 2007, insiste en su afán eficaz. Todas estas cosas influyen determi- por subvertir funciones, por reevaluar y redimen- nantemente en mi obra. Por ejemplo, en la sionar, por dialogar con lo cotidiano, por decir más exposición en La Acacia, donde hice esa serie de sobre lo mismo. Pero ya no solo del icono de la repre- torsos clásicos que partían del mismo modelo sentación, sino de la propia postura del arte en un repetido varias veces y con solo diferentes momento histórico en el que todo parece haberse di- variaciones formales decorativas, resultaba una cho o hecho. Y esto es algo que sucede una y otra vez táctica sustentada en una seducción y engaño al en su trabajo. ojo del receptor, y esto devenía una estrategia de Columna infinita, homenaje a Brancusi de 2003, confor- mercado visible. mada por torsos, y Columna infinita II, de 2006, consti- Lo mismo sucede en las esculturas portátiles. En tuida por urinarios, representan una de las variantes ese caso ya no prevalecía la estrategia de venta, de los puentes temporales que constantemente plan- sino el hecho de develar los problemas que tiene tea el creador. Afortunadamente, también se cuenta la misma escultura ante el mercado y, de cierto Carlos entre quienes han encontrado un camino pro- modo, indagar en cuál es el fin último de la pro- pio –distanciado de las retóricas existenciales deter- ducción de una obra de arte. minadas por los localismos socio-económicos y polí- Las piezas de esta serie, de factura exquisita, expre- ticos que tanto han marcado al arte cubano en los sionismo acentuado e integración or gánica de recur- últimos decenios–, sin divorciarse de su contexto. sos y técnicas disímiles, fueron diseñadas para que Un tema subyacente en su obra, que también resuel- pudieran ser transportadas de un sitio a otro. Esta ve esbozar desde la propia ontología de su quehacer, propuesta lúdica, que permite la circulación de los es el del mercado. En múltiples ocasiones sus piezas objetos artísticos como un elemento trivial en la di- coquetean o provocan los imperativos de este ente. La námica común, no solo juega con el signo áureo de la exposición Mírate el Mundo de Otra Manera se planteó el obra de arte y con la posibilidad de interactuar con asunto de un modo muy intencional. Según él, res- otros públicos, sino con las exigencias muy específi- pondía a los presupuestos de una obra hecha por en- cas de la escultura para su traslado como mercancía: cargo: En esta serie retomo la idea de los torsos de la En mi teoría considero que toda la obra que se exposición Mírate..., pero ya no el torso clásico produce es por encargo, y cuando se es artista como icono, sino el cuerpo humano como ele- profesional al final se tiene que responder a esos mento que puedo transformar y presentar de encargos reales o potenciales que existen en el varias maneras. Y en particular este trabajo mundo del arte. En el caso de los potenciales se remite a la propia idea de esencia de la escultura, refiere a las demandas existentes en los dife- a su pesadez, y propone entonces un concepto rentes estamentos del campo artístico. Por ejem- contrapuesto: estas piezas se ofrecen como obje- plo, en nuestro contexto no es lo mismo hacer tos para llevar en la mano, para ser transpor- una obra para intentar exponerla en el Lam que tados, para manipularlos, y sin embargo son pie- en La Acacia. Al final los artistas siempre esta- zas muy pesadas en sí mismas. Además, alude a mos pensando en dónde vamos a ubicar la obra otros temas relacionados con la escultura como, cuando la estamos creando. por ejemplo, la difícil y demorada producción y Resulta muy ilustrativo su texto Teoría para la madura- la dificultad para venderla. He trabajado las obras ción de la guayaba, 4 que reflexiona sobre las implicaciones de esta serie en varios materiales, pero al final la del mercado para los creadores y donde maneja el con- mayor cantidad está hecha en cerámica por una cepto de «Obra concubina» para calificar y cualificar razón: la cerámica es frágil, y hay una contrapo- las producciones alternativas para un mercado con sición planteada entre la fragilidad inherente al resultantes monetarias inmediatas, las cuales los material y la posibilidad de manipulación que artistas se ven casi obligados a producir –entre sus proponen las piezas. obras «concubinas» el ceramista apunta los bustos La recurrencia constante de muchos artistas al tema hechos a personalidades como Dulce María Loynaz, del mercado hunde sus raíces en las circunstancias Alicia Alonso, Ernesto Guevara y Emilio Roig de específicas que esta entidad le impone a la creación. Leuchsenring. Se trata de una teoría que argumentó Para los escultores, suma además agravantes muy

Revolución y Cultura 64 concretas, que son utilizadas por Carlos Enrique para muchísimos y muy interesantes representantes: Te- presentar una poética contundente. Pero en la reali- resa Sánchez, Osmany Betancourt, Rogelio López Oli- dad, que puede ser redimensionada por el arte, el mer- va y una larga nómina, a la que también se suman cado tiene para los escultores, y para la cerámica es- otros jóvenes creadores que bien pudieran testificar el pecialmente, una inmanente y definitoria presencia: altísimo vuelo estético de estas producciones. Afor- Se hace muy difícil. Primero porque el tiempo de tunadamente, la propuesta de Carlos Enrique no solo producción de nosotros resulta muy lento en integra esta nómina, sino que resulta muy específica. relación con el tipo de trabajo de otros creadores. Es cierto que el soporte en ningún caso implica con- En lo que yo produzco una escultura, quizá temporaneidad, pero en este sentido su obra no sólo hubiera podido pintar diez o más cuadros, haber se valora desde la perspectiva de una sola manifesta- hecho toda una serie fotográfica, o varios dibujos, ción. Su trabajo se hace bien apreciable desde varias no sé… El tiempo de la escultura depende de los de las aristas de apreciación en el contexto artístico procesos tecnológicos y se agrava por los propios cubano de hoy. Ante esta circunstancia, que deja siem- problemas que tenemos aquí para la producción. pre muy buen saldo para la cerámica, la cual defiende No obstante, es lo que me gusta y lo hago. Por además con toda convicción, el artista plantea: otra parte, aquí no existe un mercado interno. El Yo no creo que sea un reivindicador de nada, al mercado del arte es básicamente proveniente del contrario. Yo abogo por la pluralidad, y de hecho exterior, y encontrar a alguien que quiera llevarse me muevo dentro del arte digital, la fotografía, el una escultura es casi utópico. Por suerte, hay dibujo, la cerámica, la escultura…no creo que excepciones que nos ayudan a producir y a vivir. sea reivindicador; en todo caso, defensor. Conjuntamente con su obra plástica, el artista se des- Pero sobre todo, Carlos Enrique es un artista con una empeña en la docencia, en un momento de muchos obra siempre seductora, elocuente y, en última ins- imperativos para la enseñanza en el ISA y para la es- tancia –a pesar y a propósito de la apariencia versá- cultura. Convocar el interés de los jóvenes estudian- til–, conectada con una profunda vocación de com- tes por esta manifestación, y principalmente por la promiso con el arte. cerámica, expresiones no tan «ventajosas» como otras, exige una firme posición ética: Constantemente estamos luchando en el ISA para eso. Los alumnos se mueven básicamente por paradigmas. Es lógico que no vean en la cerámica un paradigma, porque si un artista que Notas: se dedique a esta manifestación no tiene condi- 1 María de los Ángeles Pereira: «Descubrir lo sublime». ciones para desarrollar una obra con la asiduidad 2 Las citas textuales del artista son tomadas de una entrevista oral que le que debe ser, no tiene condiciones para luego realicé en junio de 2008. Carlos Enrique es de los creadores que posee comercializar esa obra, no puede lograr un precio también la virtud de poder plantear y defender sus presupuestos estético- conceptuales con solidez teórica y elocuencia. adecuado, y además tampoco goza del recono- 3 José Manuel Noceda: «Carlos Enrique Prado: con un mirar diferente». cimiento institucional que gozan otros medios 4 Multimedia del artista. artísticos, perdemos en la contienda: no somos el ideal para los estudiantes. El paradigma que Bibliografía somos nosotros ahora es el de la constancia, la ALBERDI, VIRGINIA: «Otro Carlos Enrique: retrato de un artista adolescente», disciplina, del regodeo en la parte técnica y con Artecubano, La Habana, núm. 2, 1995, pp. 42-45, ilus. la producción manual; todo eso posee un sabor ALONSO, A LEJANDRO G.: Todo para llevar (catálogo), Galería Galiano, La que seduce a algunos estudiantes; pero son pocos, Habana, agosto, 2006. : Re-visiones (catálogo), Museo Nacional de la Cerámica y es lógico. Contemporánea Cubana, La Habana, noviembre, 2006. La cerámica artística, con una historia muy reciente BARRETO, EMILIO: «Prado transfigurado», Cartelera Cultural, La Habana, en nuestro ámbito, ha debido transgredir los límites núm. 64, 1996, ilus. de lo utilitario y lo artesanal. Además de la voluntad CASTELLANOS, ISRAEL: «La taza sanitaria emplaza», La Jiribilla (digital), La Habana, núm. 223, 2005, ilus. de los creadores, la existencia del Museo Nacional de NOCEDA FERNÁNDEZ, JOSÉ MANUEL: «Carlos Enrique Prado: con un mirar la Cerámica Contemporánea Cubana ha sido funda- diferente», La Gaceta de Cuba, La Habana, núm. 3, mayo-junio, 2006, mental en estos propósitos. Aglutinar el movimiento pp. 46-48, ilus. de la cerámica artística con todas las acciones perti- : «Carlos Enrique Prado: La ritualidad del objeto», en Otra nentes para incidir en la producción y promocionarla, forma más de mirar lo mismo (catálogo), Centro Cultural ICAIC, La Habana, julio, 2005. han sido objetivos concretos para impulsar el desa- PEREIRA, MARÍA DE LOS Á NGELES: «Descubrir lo sublime», en Mírate el mundo rrollo de esta manifestación en momentos en que es de otra manera (catálogo), Galería La Acacia, La Habana, junio, 2002. tan difícil cultivarla: El Museo de la Cerámica es capital para el gremio. No es comercial; sin embargo, es un paso importante para la legitimación, y, paralelamen- te, los eventos que organiza y la propia labor del museo, te estimulan a seguir trabajando. Por eso nosotros tratamos de defender la existencia de ese espacio, y que no se pierda. A pesar de las dificultades enunciadas, el movimien- to de la cerámica artística en nuestro país cuenta con

65 Revolución y Cultura Juntos han Elizabeth Mirabal Llorens y Carlos Velazco Fernández obtenido el Premio especial de Periodismo cultural Monchy Font (2006) y el Memorias Premio nacional de Periodismo cultural Rubén Martínez Villena de la primera (2007). Cinemateca de Cuba1

Guillermo Cabrera Infante y Pepe Hernández (El Loco) en la azotea de Carteles en 1957 (foto de Ernesto Fernández)

Revolución y Cultura 66 uando en el año 1948 Guillermo Cabrera Infan- personales de Donde mueren las palabras (Hugo te ingresó al curso «El Cine: Industria y Arte de Fregonesse), Enrique V (Laurence Olivier), Iván El Terri- CNuestro Tiempo. Valoración social y estética ble (Sergei Eisenstein), Monsieur Verdoux (Charles del cine» de la Escuela de Ver ano de la Universidad de Chaplin), La Bella y la Bestia (Jean Cocteau), Flor de Piedra La Habana, el profesor José Manuel Valdés Rodríguez (Alexander Ptushko), Su mejor alumno (Lucas Demare), ya había graduado a seis promociones y acababa de La Batalla del Riel (René Clément), La Luz es para todos gestionar, bajo la anuencia del Rector Clemente Inclán (Elia Kazan), La última puerta (Leopold Lindtberg), Gran- y el Secretario General Ramón Miyar, que se habilita- des ilusiones (David Lean) y El silencio es oro (René Clair). se el Anfiteatro Varona de la Facultad de Educación Al anfiteatro, santa sanctorum del conocido decano de como una sala de cine por el impresionante precio de la crítica cinematográfica, arribaron los iconoclastas quince mil pesos. y uno de ellos, desde muy pronto, se granjeó la ani- Para convencer a las autoridades universitarias, madversión de Valdés Rodríguez. Según Montes Valdés Rodríguez había apelado a los resultados que Huidobro, fue mutua la antipatía entre el reconocido desde el año 1942 venía obteniendo. Las doce leccio- profesor y Guillermo Cabrera Infante, que se empeña- nes teóricas y las doce prácticas, entiéndase en este ba en desafiarlo secundado por sus amigos Ricardo último caso, la proyección de animados, noticiarios, Vigón y Germán Puig, convencido de la caducidad de documentales, comedias, dramas, tragedias y hasta sus interpretaciones fílmicas. La enemistad se exten- tragicomedias, gozaban de una popularidad más allá dió durante el tiempo suficiente para que aún hoy de las fronteras de la institución universitaria, espe- Walfredo Piñera, a pesar del embate de sus años, re- cialmente entre los jóvenes. Era hora de trascender cuerde con suma nitidez una frase que el prestigioso aquellas proyecciones improvisadas de equipos por- crítico solía repetir para referirse a su antidiscípulo: tátiles en las salas de pruebas de la RKO Radio. El «Solamente una alimaña se podía autodenominar interés por el séptimo arte convocaba, y la lista de Caín»3. ávidos sobrepasaba con creces la limitada matrícula Los días ajetreados, inocentes y perdidos del Cine-Club de La inicial de veinticinco o treinta espectadores sentados. Habana que devino Cinemateca La preparación del nuevo local de exhibición en julio Ricardo Vigón, el huesudo muchacho que el miope de 1948 estimuló a su vez el surgimiento del Departa- Guillermito conociera gracias a Sergio Rigol cuando mento de Cinematografía, adscrito a la Comisión de los tres disfrutaban de un receso en el Instituto de La Extensión Universitaria, y la fundación de la Sección Habana, el amigo con quien compartía caficola, de Cine de Arte, un cine club sui generis que ofrecía dos pastelitos de guayaba y hasta el gusto por una de las sesiones mensuales de dos turnos los jueves y los vier- bellezas del plantel en las cafeterías cercanas al cine nes, con nota al programa y presentación del film in- Payret, fue el mismo joven que en marzo de 1948 jun- cluidos por sólo un peso al mes. Los fondos que co- to con otro entusiasmado por el cine, también gana- menzaron a recaudarse se invirtieron en acondicio- dor de la beca para el curso de Valdés Rodríguez de ese nar con aire refrigerado y deshumidificación la año, Germán Puig Paredes, se las ingenió para ofrecer Cinemateca de la Universidad y en comprar la prime- algunas proyecciones de películas norteamericanas y ra película que ocuparía sus anaqueles: una copia usa- francesas en salitas privadas, gracias a la colabora- da de Alejandro Nevski. ción de las conocidas distribuidoras que, tras incen- Graziella Pogolotti no duda en afirmar que las proyec- dios sucesivos, se habían mudado para un conjunto ciones organizadas por Valdés Rodríguez en aquel en- de edificios construido durante la guerra y popular- tonces constituían una alternativa al cine comercial mente conocido como «La Corea». de la época porque priorizaban las producciones que Eran los tiempos en que Vigón practicaba sus leccio- no encontraban un espacio público, y también reco- nes de violín y composición en las rocas del Malecón noce que gracias al curso de Apreciación Cinemato- para no importunar a Sabá, que pintaba; a Lisandro, gráfica muchos de los miembros de su generación hi- que escribía; a Titón, que diseñaba algún títere; y a cieron lecturas teóricas sobre el tema y los primeros Guillermo, que devoraba las ocurrencias de Faulkner. ejercicios prácticos de crítica.2 Bullía en su cabeza la necesidad imperiosa de fundar Desde el segundo curso, grandes productoras como la nada más y nada menos que un Cine-Club, y por eso Fox Film de Cuba, y también J. Arthur Rank, habían le escribe a Germán a Nueva York sin conseguir ocul- comenzado a otorgar diez becas para los mejores tra- tar la ansiedad de crear que lo embarga. Todo lo tiene bajos críticos sobre una película de proyección públi- pensado: de cuatro funciones, los socios, que pagarán ca. Una de estas convocatorias, en específico una lan- un peso al mes, tendrán derecho a dos, alquilarán las zada por la 20th Century Fox para un concurso de sillas y con los 100 dólares de ganancia podrán acce- crítica sobre la película El Capitán de Castilla (Henry King), der al préstamo de cualquier película y todos podrán fue la oportunidad de los jóvenes Ricardo Vigón, Nati- ver La Bella y la Bestia, Iván El terrible y Las puertas de la vidad González Freyre, Rine Leal, Matías Montes noche.4 Se decide en los inicios por el nombre de Pro- Huidobro y Guillermo Cabrera Infante para abando- Arte Cinematográfico al tiempo que se preocupa por nar la barrial Cinemateca de Consulado y asistir al aunar a los futuros socios.5 curso que ya hacía época. Pero Vigón no logra sorprender a Puig con la constitu- Convocados a desarrollar un conocimiento sistemá- ción del Cine-Club antes de su llegada a Cuba tal y tico del filme como hecho social y como fenómeno como esperaba. Al año siguiente, también en el mes artístico, y potenciar el sentido crítico, aquellos mu- de mayo, es que logran inscribirse en el registro oficial chachos de apenas diecinueve años asistieron duran- y presentar los estatutos que incluían objetivos tan te julio y agosto de 1948 a los memorables estrenos ambiciosos e imposibles como «propulsar la difu-

67 Revolución y Cultura sión de la cinematografía artística en Cuba con fines jóvenes desprovistos de amparo institucional, y de alta cultura exhibiendo las cintas de mayor no a José Manuel Valdés Rodríguez, director del De- dignificación en el avance de la cinematografía partamento de Cinematografía de la Universidad universal».6 de La Habana, quien lo había visitado antes que De leyenda calificaba Guillermo Cabrera Infante Puig para hacerle la misma petición. Los documen- las privaciones que Vigón y Puig sufrirían en su tos prueban que la realidad desmiente el sentido intento por crear el primer Cine-Club de La Haba- común, sin embargo, José Massip está convencido na «en el sofocante, exiguo local de la Royal News»7 de que las películas desde un inicio fueron envia- primero y en los locales del Paseo del Prado, junto das a Valdés Rodríguez, por ser este el único inves- al Cine Plaza después, mientras que Julio Matas tido con la autoridad de un centro universitario.11 rememoraba la feliz fecha en que las proyecciones Interrogado sobre este asunto, Julio Matas consi- de aquella agrupación «encaminada a exhibir cin- dera que al parecer, Langlois prefirió colaborar con tas cinematográficas consideradas material de arte un grupo independiente y no con uno «oficial».12 y las ya clásicas en la historia del cinema» comenzó A pesar de que Germán Puig había comenzado a a convocar, además de a los pocos entusiastas es- gestionar con Héctor Ayala, el embajador de Cuba tudiantes y artistas del principio, entre ellos Néstor en París, y con Raúl Roa, cómo enviar las películas Almendros, Tomás Gutiérrez Alea, Ramón Álvarez provenientes de la Cinemateca Francesa, Valdés y el propio Guillermo Cabrera Infante, a «un públi- Rodríguez se las arregla para que la Embajada de co diverso, numeroso, que colmaba en 1951 la ca- Francia le entregue las películas a él. Gutiérrez Alea lurosa sala del Colegio de Arquitectos». 8 descubre en la mañana del 27 de mayo de 1951 un No sería hasta 1951 que el Cine-Club de La Haba- anuncio estremecedor: «El Cine de Arte de la Uni- na deviniese su Cinemateca de Cuba. Mas, para versidad se complace en anunciar su nueva serie ello tenía que producirse una serie de eventos in- de clásicos del cine Galo». Ese mismo día le escribe dispensables y azarosos. Si en septiembre de 1950 a Puig confirmándole que las películas exhibidas Raúl Roa, entonces director de Cultura del Minis- en la Universidad eran las de la Cinemateca Fran- terio de Educación, no le hubiese otorgado a Ger- cesa. Por lo que él había podido averiguar, Valdés mán Puig una beca para estudiar cine en París, si Rodríguez las había conseguido por mediación de el aviso de Institut des Hautes Études Cinématogra- M. Beauvergais, embajador de Francia en Cuba. Ter- phiques (IDHEC) en el cual pensaba inscribirse no minaba Titón con una frase que resumía, sin du- hubiese llegado a su casa cuando su barco ya ha- das, magistralmente, todo lo sucedido: «Como ves bía zarpado, si el 23 de octubre del mismo año Puig estamos jodidos. Por lo menos supongo que algo no hubiese arribado a la Ciudad Luz, otra sería la habrás aprendido de estas cosas: TODO HAY QUE historia y quizás a aquel joven cubano no se le HACERLO CON PAPELES […]»13 hubiera ocurrido solicitar un encuentro con Henri Germán Puig estaba sumamente presionado. Para Langlois, el director de la Cinemathèque Française, hacer llegar a manos de los miembros del Cine- en un desesperado intento por pedir un préstamo Club las disputadas cintas, dicha agrupación te- de filmes para el Cine-Club de La Habana y sacarle nía que transformarse primero en una Cinema- algún beneficio a un viaje que, a las claras, ya ca- teca, dado que la institución encabezada por Lan- recía de un propósito real. glois debía efectuar intercambios con organismos Néstor Almendros le escribe a Tomás Gutiérrez de su misma categoría legal. Aunque en el mes de Alea, y este a su vez lo hace a Germán Puig en marzo julio de 1951 ni Cabrera Infante ni Gutiérrez Alea de 1951. Como si se desatasen las cintas de una ni Almendros habían conseguido formalizar el sta- caja china, es posible inferir que el encuentro en- tus de la Cinemateca Cubana, teniendo como mo- tre Langlois y el recién llegado a París había tenido delo los estatutos de la Cinemateca Francesa co- unos resultados insospechados. De misiva en mi- piados por Puig, este último participa en el Con- siva llegaba la alentadora noticia de Néstor: había greso de la Federación Internacional de Archivos visto una carta enviada por la Cinemateca Fran- de Filmes (FIAF) como representante de una insti- cesa al Cine-Club de México en la cual comunica- tución desde el punto de vista legal inexistente. ban que tenían dos peticiones de películas de La Así y todo, la Cinemateca Cubana pasa desde este Habana: una de «un Personaje oficial muy desagra- encuentro a ser asociada de la FIAF. Julio Matas, en dable» (en este punto Gutiérrez Alea escribe «ya breve recuento de esos momentos, escribía: «Fue puedes suponer quien») y otra de unos muchachos precisamente ese año de 1951 que se adoptó el tí- jóvenes y que preferían enviárselas a estos últi- tulo de Cinemateca de Cuba para dicha agrupa- mos. No había que ser un sabio para suponer quie- ción: tal denominación fue escogida en virtud de nes eran «los muchachos jóvenes» y dan por sen- sugerencia hecha por M. Henri Langlois –director tado que se trataba de ellos mismos.9 El personaje de la Cinemathèque Française, de París– a nuestro «oficial muy desagradable» era Valdés Rodríguez, Germán Puig, para que a nombre de la así llamada el otrora profesor de los Cursos de Verano, devenido, Cinemateca de Cuba concurriese al Congreso de la desde los primeros intentos de Vigón y Puig por Federación Internacional de Archivos Fílmicos fundar el Cine-Club, en opositor tenaz de quienes (FIAF) celebrado en Cambridge, Gran Bretaña, aquel hubieran sido sus alumnos.10 año, a cuyo congreso asistió Puig con esa repre- Resulta todavía inexplicable que Langlois, como sentación».14 máximo representante de la Cinemateca France- Tras algunos infortunios y no pocas peripecias, es sa, haya optado por prestar las películas a unos que llegan de forma tardía las primeras películas a

Revolución y Cultura 68 manos de sus verdaderos destinatarios. Según de- de paja de Italia; Jaque a la reina (El jugador de ajedrez) de jaba asentado Guillermo Cabrera Infante años des- R. Bernard; Chinerías, de Charles Chase; una del gato pués, la Cinemateca de Cuba, con el consabido aus- Félix; varias corticas de Harold Lloyd, Max Linder, picio de la Cinemateca Francesa, la colaboración Harry Pollard, y no sé quién más (todas estas en de la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo y el apoyo nueve y medio milímetros), y además, creo, M, pues de la Dirección de Cultura, exhibió en menos de un no sé si está en buenas condiciones, ya que me año, la primera comedia del cine El regador regado, parece que está en tu casa».20 Este último comen- los documentales de los hermanos Lumière, los tario confirma los problemas que para almacenar dibujos del pionero Emile Cohl, El perro andaluz de los filmes presentaba la incipiente Cinemateca Buñuel y Dalí, El sombrero de paja de Italia, de René Cubana y que al final, ocasionarán la pérdida de Clair, La calle sin alegría, de Pabst y lo que califica adquisiciones como M. y El sombrero de paja de Italia, «esquirlas», entiéndase fragmentos de El gabinete por no disponer de recursos para preservarlas.21 del Doctor Caligari, El millón, Los proscriptos, La brujería A finales de 1951, se produce un encuentro entre a través de las edades y los Nibelungos. 15 Valdés Rodríguez y la dirección de la Cinemateca, En enero de 1951, había surgido la Sociedad Cultu- que de acuerdo con Vincenot, Cabrera Infante le ral Nuestro Tiempo alentada sobre todo por un gru- refiere a Puig en una carta de la cual el autor fran- po de jóvenes músicos del Conservatorio de La Ha- cés no indica ni la fecha exacta ni la cita textual. bana, entre ellos Juan Blanco, Nilo Rodríguez, Supuestamente, en la misma Guillermo explica Argeliers León y Harold Gramatges. Guillermo Ca- que el profesor los acusó de haber montado una brera Infante, Néstor Almendros y Tomás Gutiérrez campaña en su contra y robar el fichero del Cine- Alea ingresan a esta nueva asociación y por medio Club de la Universidad. de un curioso proceso de ósmosis también inte- Posteriormente, Puig regresa a La Habana el 23 de gran a ella a la todavía en ciernes Cinemateca de mayo de 1952 y presenta los estatutos de la Cuba, en cuyo proceso de creación ya venían labo- Cinemateca, pero la situación política imperante rando desde antes. Pero esta unión resultaba pro- en el país a raíz del golpe de Estado de Fulgencio blemática para Puig que todavía intentaba desde Batista el día 10 de marzo, unida a la imposibili- Francia acelerar los trámites de constitución de la dad de tener acceso a la divulgación cinematográ- Cinemateca, por lo tanto, le advierte a Gutiérrez fica y las nuevas acusaciones que les hiciera Valdés Alea que cuando esta se establezca quedará Rodríguez, terminaron por frustrar los últimos es- «automáticamente» separada de Nuestro Tiempo.16 fuerzos y el 3 de noviembre de 1952 se cierra un Esta discrepancia quedaría definida al regreso de angustioso capítulo con la proyección de La pasión Germán Puig en mayo de 1952. De acuerdo con el de Juana de Arco. Ellos también, a su modo, claro, testimonio de Fausto Canel, Puig y Ricardo Vigón morían en la hoguera. Terminaban mientras el pú- hicieron valedera esta separación «cuando se die- blico contemplaba en silencio «una luminosa lec- ron cuenta de que Nuestro Tiempo, creado como ción de religiosidad». centro cultural no-partidista, se había convertido ¿La Cine-manteca de Cuba? Memorias difusas de una es- en correa de transmisión de las posiciones políti- cisión. cas y culturales de Partido Socialista Popular (Co- El 4 de septiembre de 1955, Guillermo Cabrera In- munista)».17 fante hizo una advertencia casi imperceptible al Tomás Gutiérrez Alea, quien hasta entonces ha- comienzo de su sección de Cine en la revista Carte- bía fungido como el principal interlocutor de Puig les: «Cuando estas críticas a LOS ESTRENOS salgan en La Habana, se marcha en octubre de 1951 al a la luz, su redactor ha de andar por Nueva York Centro Sperimentale di Cinematografia en Roma, mirando y criticando más films. Las críticas de hoy, donde coincidiría con Julio García Espinosa en ple- y las de las dos semanas sucesivas han de estar en no apogeo del neorrealismo italiano para recibir lo manos de otro redactor, cuya única esperanza es que él mismo denominaría luego «barniz acadé- que no se note la ausencia y que el lector perdone mico»18. Ante la ausencia de Vigón, que viaja a Pa- los errores si los hay y guste de las virtudes, si rís junto a Puig, es Néstor Almendros quien asu- logra encontrarlas».22 me de algún modo las labores de coordinación de Apenas llegó después de un viaje de cuatro horas, la Cinemateca y el 2 de noviembre de 1951, ade- se hizo de la revista Cue para informarse de todos más de comentarle a Puig que con la ayuda de su los programas de cine de la ciudad, el horario y el madre ha traducido los estatutos de la Cinemateca precio de cada una de las tandas. Comenzó su au- Francesa, le informa la nueva disposición de los daz caza de salas especializadas en cine de arte cargos: «Ya de acuerdo con los estatutos de la (como el teatro Thalia) y devoró (¿acaso sería más Cinemateca las “elecciones” quedaron como sigue. preciso decir ojeó?) To Paris with Love (de la cual Presidente: Germán Puig, Vice: Guillermito [Cabre- encontró divertida sólo una escena), I am a camera ra Infante], Secretario: Juan Blanco, Vice: Rine [Leal], (le pareció un fracaso), End of the affair (que no dudó Tesorero: [Roberto] Branly, Propaganda: Lisandro en calificar como un fósil de El fin de la aventura, la Otero y por último a mí me dieron un cargo con un novela de Graham Greene), The heart of the matter título un poco raro: Director». 19 (quedó impresionado con la innovación técnica Gutiérrez Alea no deja de mantenerse en contacto travellig matt), Gate of Hell (ni siquiera el aguacero con Puig desde Roma y el 22 de noviembre le men- que lo atrapó antes de llegar al teatro Guild, impi- ciona los filmes que ya atesoraban: «¿Sabes cuán- dió la seducción de Machiko Kyo), Las vacaciones de tas películas tiene ya la Cinemateca?: El sombrero M. Hulot (la verdadera joya de aquel periplo), Arse-

69 Revolución y Cultura nal (de un Alexander Dovshenko «brutalmente poé- Memorias de un mexicano (vista en la sala de Cine de tico»), Aleluya (una obra artística), Hiroshima, Ana- Arte de la Universidad de La Habana), Intolerancia y tahan (El tridente del diablo), Nacimiento de una nación, Esposas frívolas (puestas a consideración del públi- Intolerancia, Avaricia, Los tres mosqueteros, Marty, Dos co por Cinemateca), habrían estado, sin ninguna centavos de esperanza hasta despedirse con Pueblo ol- duda, incluidas en la selección de los mejores fil- vidado y El ruiseñor y el emperador. Pero ese viaje, ade- mes de los cine-clubs.26 más de permitirle escribir el 9 de octubre de 1955 En lo sucesivo, Cabrera Infante, que fungía como que el cronista ante la tentación ejercida por Roma, Director de la Cinemateca de Cuba,27 sería un te- París y Londres con sus programas de cine serio, se naz divulgador de las actividades organizadas por quedaba con Nueva York porque allí podía verse esta sociedad desde las páginas de Carteles. Acom- buen cine si se deseaba; la ciudad estaba a poca pañó, no con mera propaganda, sino también con distancia de La Habana y más valía malo conoci- críticas las muestras de cine norteamericano, fran- do…, fue la oportunidad para establecer contacto cés, alemán, sueco y ruso que se presentaron du- con John Adams, Assistant Curator de la Film rante la etapa. Así, el 22 de enero de 1956 comen- Library del Museo de Arte Moderno (MOMA). Este gen- taba el tercer programa que incluía varios de los til caballero le permitió deleitarse con Ugetsu (Cuentos primeros films de los hermanos Lumière (exhibi- de la luna pálida y amarilla bajo la lluvia), la mejor cinta de dos en homenaje al aniversario de la invención del postguerra de Japón y otras joyas de los diez millo- cinematógrafo el 28 de diciembre), El caballo fugiti- nes de pies de películas que resguardaba la dicho- vo, un primitivo de Ferdinand Zecca, un episodio sa meca de archivos cinematográficos, y fue el de Fantomas, de Louis Feuillade y París Duerme, de mismo a quien Cabrera Infante se dirigiera para René Clair; el 5 de febrero se refería a las proyeccio- obtener en calidad de préstamo, las películas que nes del cuarto ciclo que incluía Nada más que las servirían de aliento a la Cinemateca frustrada en horas, del brasileño Alberto Cavalcanti, y La caída de 1952. Se reiniciaba la aventura de proyectar en «un la casa de Usher, del polaco Jean Epstein, mientras país pobre en toda la extensión de la palabra, las que el 8 de abril hacía alusión a las funciones dedi- mejores películas del Museo de Arte Moderno de cadas al cine silente alemán y el cine mudo sueco, Nueva York».23 Julio Matas recuerda que según con- las versiones completas de El gabinete del doctor taba Guillermo, había sido algo sorprendentemente Caligari, La última risa, La leyenda de Gosta Berling y fácil: «Fue al MOMA, planteó el asunto y salió de fragmentos de Incomprendidos, El Golem, Hamlet, y Los allí con el préstamo en la mano. Sus gestiones fue- proscriptos al tiempo que explicaba que el último ron muy productivas».24 programa dedicado al cine sueco (La carreta fantas- El servicio de Cabrera Infante se unía al que Germán ma y El tesoro de Arne) había sido reemplazado –pro- Puig en compañía de Adrián García-Hernández rea- ducto del extravío en Nueva York del bulto postal– lizaría luego entre los días 6 y 19 del mismo mes de por el primer programa de cine ruso: El jugador de octubre con Mr. Richard Griffith, curador de la ajedrez y La madre.28 filmoteca del prestigioso museo norteamericano, Los avatares de la Cinemateca de Cuba no estaban amparado en que la Cinemateca de Cuba era miem- al margen de los grandes sucesos políticos del país. bro observador de la Federación Internacional de El 29 de abril de 1956 los jóvenes asaltantes del Archivos de Filmes. Estas fueron las cartas de pre- Cuartel Goicuría de Matanzas son asesinados y la sentación con que lograron convencer a Guillermo tensa situación nacional que este hecho genera, de Zéndegui, el entonces director del Instituto Na- conlleva a que el 30 queden suspendidas las ga- cional de Cultura, de realizar las proyecciones en rantías constitucionales por un período de cua- el Palacio de Bellas Artes. renta y cinco días. «De Nueva York a La Habana. Los clásicos del Mu- Por ello, algunos de los integrantes de la Cinema- seo de Arte Moderno». He ahí el epígrafe y el titular teca, entre los que se encontraban Adrián García- con que G. Caín daba a conocer el 27 de noviembre Hernández, Jaime Soriano, Paulino (Paul) Villanue- de 1955 que la renovada sociedad Cinemateca de va y Roberto Branly, proponen romper relaciones Cuba exhibiría en el Palacio de Bellas Artes y bajo con el Instituto Nacional de Cultura arguyendo la los auspicios del Instituto Nacional de Cultura, precaria atención que esta entidad les había brin- un ciclo de seis meses en que se proyectarían dos dado y la necesidad de oponerse a lo ocurrido tras veces al mes durante la mitad de ese año obras el asalto al Cuartel Goicuría. A decir de Cabrera maestras del cine mudo y otras cintas importan- Infante, «un grupo de directivos sugirió la idea de tes de la cinematografía universal, muchas de ellas, que Cinemateca de Cuba se separase de Instituto nunca vistas en Cuba.25 No había preferencias, se de Cultura. No sólo por las causas señaladas, sino trataba de una proyección panorámica de la his- por la situación imperante en el país (corrían los toria del cine. primeros días de mayo y las garantías constitu- El 3 de diciembre de 1955, a casi cuarenta años de cionales acababan de suprimirse) que era propicia su primera exhibición, como bien señalara el cro- a todo, menos a la contemplación apacible del arte. nista, la Cinemateca de Cuba reponía la cinta Into- De esta manera, se protestaba doblemente contra lerancia, de David Wark Griffith. El primer día del el Instituto: como organismo a la vez oficial y poco año 1956, Cabrera Infante comenta las recientes amigo del cine. O mejor, de Cinemateca».29 exhibiciones de los cine-clubs de La Habana y no Como se deduce, la proposición provocó posturas pierde oportunidad para referirse a que El diario de divergentes y esa es la razón por la cual se decide un cura rural (proyectada por el Cine Club Católico), someterla a votación el 8 de mayo de 1956. En torno a

Revolución y Cultura 70 este momento, las versiones son disímiles. Guillermo Sin embargo, Roberto Branly, Paul Villanueva, Jaime Cabrera Infante escribe el 5 de agosto de 1956: «La Soriano y Adrián García-Hernández en una carta fe- votación fue ganada por nosotros, por una escasa pero chada el 15 de agosto de 1956 ripostan los puntos de manifiesta mayoría. Pero no bien hubo terminado, Matas en franco apoyo a Cabrera Infante: «En dicha ocurrió un hecho significativo: el presidente y uno de sesión votaron a favor de la proposición de abando- los vocales –los principales defensores de la perma- nar el local del Palacio de Bellas Artes debido a la si- nencia en el Palacio de Bellas Artes– abandonaron el tuación política del país, los señores Branly, García- local de la reunión precipitadamente, con diferentes Hernández, Villanueva y Soriano; y en contra los se- pretextos […] En la búsqueda de un nuevo salón de ñores Leal y Santovenia. Los señores Puig y Cabrera proyección sorprendió a la directiva de la Sociedad, el no votaron, el primero porque hallándose en funcio- aviso del Presidente de que no acataba la votación por nes de Presidente, le competía dirigir el debate y la determinados puntos técnicos que no se habían cum- votación, y sólo contaba con un voto de calidad en plido, entre otros el no haber hecho un acta formal de caso de empate; y el segundo debido a que Puig impug- la reunión. Cosa que por otra parte jamás se cumplía, nó sorpresivamente su derecho de sufragio, basándo- pues las reuniones eran entre amigos. Al menos así se se en la carta-renuncia [se refieren a un documento creía».30 Continúa diciendo que se decidió entonces que repasaremos más adelante] que de modo tan avie- asentar en un acta apropiada la reunión y se encargó so utiliza ahora el actor letrado».32 al vice-secretario que actuaba en funciones, puesto Por último, Rine Leal, que había votado a favor de que Julio Matas, el secretario estaba fuera de Cuba, ir continuar en el Palacio de Bellas Artes, redacta tam- en busca del libro de actas a casa de este, pero que el bién una carta el 16 de agosto en la que acusa de libro no estaba allí porque Germán Puig se había ase- falso lo expuesto por Matas: «En el apartado Dos sorado con un abogado para anular la reunión a hay una nueva mentira. La votación era de 4 por 2 sabiendas de que si no constaba por escrito el resulta- (Branly, Soriano, Villanueva y García-Hernández, a do de la reunión y la votación, legalmente era como si favor de romper las relaciones con el I.N.C. y no hubiesen tenido lugar. Santovenia y yo en el sentido de continuarlas como Matas responde a esta acusación como secretario un mal menor y realmente a nadie se le puede ocu- de la Cinemateca de Cuba y en representación de rrir que un Presidente tenga dos votos. A pesar de la parte ofendida y la dirección de la revista Carte- votar y perder, acepté el resultado final, porque me les decide publicar su respuesta como muestra de pareció legítimo y sobre todo honrado y moral. Es apertura: por todo ello que cuando el Presidente me comuni- Uno) Los miembros de la Junta Directiva con có su decisión de saltar por sobre la voluntad ma- derecho al voto, presentes en dicha sesión, eran yoritaria, probablemente esperando que lo secun- los señores: Germán Puig Paredes, Presidente; dase, me limité a comunicarle mi renuncia y mi Roberto Branly Deymer, Vicepresidente; Rine Leal inconformidad con esa medida a todas luces arbi- Pérez, Tesorero; Jaime Soriano Gelardino, traria y que traería estos lodos».33 Vicesecretario; Paul Villanueva Álvarez, Vocal; Leal también le señala a Matas que cuando habla de Rodolfo Santovenia Estrada, Vocal. los miembros con derecho al voto, olvida al señor Dos) La votación resultaba «de empate», Adrián García-Hernández, «que aparecía al dorso del contándose tres votos a favor de la propuesta de programa nada menos que como segundo vicepresi- ofrecer proyecciones sin conexión con el Instituto dente, cuya labor nunca había sido objetada, sino más Nacional de Cultura (los de los señores Branly, bien solicitada y a cuya intervención familiar se de- Soriano y Villanueva) y tres a favor de la bió nuestra entrada en el Instituto Nacional de Cul- proposición contraria, la de continuar exhibiendo tura».34 las películas en el Palacio de Bellas Artes (los de Germán Puig hace su propio recuento de los hechos los señores Puig, Leal y Santovenia). El Presidente en entrevista concedida a Emmanuel Vincenot y ex- tiene, según el Artículo 18, inciso c) de los plica que a mitad del ciclo una parte de la directiva en Estatutos un voto «de calidad» para decidir las nombre de una «toma de conciencia política», decide votaciones y el Presidente era, es, Germán Puig interrumpir las proyecciones programadas secues- Paredes. Luego, lógicamente, la votación trando una de las películas de inminente exhibición mayoritaria correspondía a la proposición de que al final logra rescatar. Después de estos aconteci- permanecer en el Palacio de Bellas Artes. Y estos mientos, en cita con el director del Instituto Nacional fueron los «puntos técnicos» que no se habían de Cultura, Guillermo de Zéndegui, da fe de todo lo cumplido y por los que el Presidente no acataba sucedido y se compromete a terminar la muestra.35 las decisiones que, por la fuerza, querían adoptar Esta posición de Puig quizá pueda ser mejor entendi- algunos miembros. da tras la lectura de un párrafo que Matas incluye casi Tres) Al Secretario, solamente, correspondía (pues al final de su carta publicada en Carteles: «No se ha en él únicamente concurría la condición de mantenido por Cinemateca de Cuba en el pasado, ni Letrado, según exige la Ley) asentar, firmar Actas se mantendrá en un futuro actitud política alguna, en el libro expresamente habilitado para ello: pues los fines para los que fue creada son meramente luego era imposible que la persona que ocupaba culturales. Y fueron propósitos culturales los que nos el cargo de Vicesecretario –que actuaba solo como movieron a los directivos todos de Cinemateca de Cuba auxiliar del Secretario Letrado es ocupado por a solicitar el necesario apoyo inicial del Instituto Na- nuestra persona y a la sazón nos encontrábamos cional de Cultura…»36 Estas palabras evidencian la de viaje fuera del país.31 postura apolítica que animaba, esencialmente, a Puig.

71 Revolución y Cultura En lo que se refiere a las intenciones de desestabiliza- ción, no es menos cierto que Guillermo Cabrera In- fante, una vez que Puig decide cumplir con la progra- mación de la Cinemateca, acude a medios que tras- cienden la práctica democrática inicial. Él mismo lo reconoce cuando apunta: «Entonces no quedaba otro camino que entorpecer la función que el Presidente anunciaba como segura».37 Valoran la posibilidad de apoderarse de la película en la Aduana, pero ante el temor de que los acusaran de violación de correspon- dencia o robo, porque los bultos postales venían a nombre de Puig,38 optaron por intentar comunicar al público la misma noche de la función todo lo ocurrido. Según la versión de Cabrera Infante, Puig en la aludi- da entrevista con De Zéndegui, logra convencerlo de que ellos eran una «turba de facinerosos» que preten- dían sabotear la función y estaban decididos a «no dejar una sola antigualla sana en el Museo», informa- ción ante la cual el director del Instituto Nacional de Cultura dispone de un refuerzo de la policía que se presenta el día del supuesto ataque en la sala de exhi- bición. Esa presencia extraña los hace desechar el plan inicial porque «al estar suspendidas las garantías aque- lla leve protesta podía ser considerada un crimen de lesa patria o una manifestación subversiva. Y ya se sabe qué les pasa a los criminales antipatrióticos y a los subversivos».39 Este extenso recorrido por los argumentos de los polemistas de uno y otro bando, aunque tiende una gran nebulosa sobre lo sucedido ese aciago 8 de mayo de 1956, deja, sin embargo, algunos puntos claros. Todo parece indicar, puesto que es un argumento que no rebate Matas en ningún momento, que el Instituto Nacional de Cultura no apoyaba como debía a la Cinemateca de Cuba. El local concedido en el Palacio de Bellas Artes jamás fue reacondicionado tal y como habían prometido en un principio, carecían de un proyeccionista profesional debido a lo cual las fun- ciones se interrumpían por desperfectos técnicos, la pantalla era una especie de engendro primitivo (se- gún Cabrera Infante, «dos pedazos de hule cosidos por el medio»); la acústica, pésima a causa de los ruidos exteriores, el fonógrafo y proyector; las sillas, un pe- queño potro de tortura; mientras que los miembros de la sociedad eran de forma simultánea, taquilleros, porteros y acomodadores. Rodolfo Santovenia recuer- da que ni siquiera podían contar con lo que ganaban en la taquilla porque el precio era ínfimo en compara- ción con los gastos que cubrían de sus propios bolsi- llos como el transporte de las cintas y asegura que el único apoyo de Bellas Artes, entiéndase a su vez del Instituto Nacional de Cultura, era el local para las proyecciones.40 Julio Matas apeló en su misiva a un sentido de la lega- lidad que al parecer, no imperaba. Las pruebas de que estaban más próximos a ser un grupo de amigos inte- resados por el cine que un conjunto de funcionarios preocupados por rigurosos estatutos es que en el libro de actas con anterioridad al 8 de mayo de 1956 y a pesar de que funcionaban desde el 3 de diciembre de 1955, sólo aparecían registradas dos. Del mismo modo, Adrián García-Hernández no había firmado el acta de constitución de la sociedad por encon- trarse en Europa, es decir, que legalmente no era parte de la Junta Directiva, y sin embargo, partici-

Revolución y Cultura 72 pó en las negociaciones en Nueva York para obte- ner las películas y apareció en el programa del ci- clo de proyecciones como segundo vicepresidente. Rine Leal destaca que «los acuerdos de Cinemateca eran algo así como “un pacto entre caballeros” y NO HAY UN SOLO ACUERDO ASENTADO EN LI- BROS como no sean los primarios de la constitu- ción de la Institución». 41 En cuanto al comportamiento de Guillermo Ca- brera Infante, se infiere por la carta de Matas que L. Scull, el supuesto lector que desde la calle 21 No. 621, Vedado escribe a Carteles preguntando intere- sado en extremo: «¿Qué pasó en Cinemateca de Cuba, la sociedad que se dedicaba a exhibir los gran- des films del pasado en el Palacio de Bellas Artes?», es pura invención. En Un oficio del siglo XX, mucho tiempo después, Cabrera Infante revelaría que G. Caín, su alter ego, era un maestro del Hoax, es decir, del engaño y que era «amigo de tomar el pelo, tan falso, tan rico en mentiras», que «creaba autores prácticamente de la nada»,42 por lo cual no es de extrañar (extraño sería lo contrario), que cuando Germán Puig, Julio Matas y Rodolfo Santovenia buscaran en las listas el nombre del misterioso y curioso lector, no hallaran nada. No encontraron la pista del señor o la señora Scull, porque simplemente, no había nada que encontrar. No existía. Fue un fan- tasma creado por Guillermo para contraatacar y sus- citar la polémica durante tres semanas en las páginas de Carteles, que, de otra forma, nunca hubiese llegado a la esfera pública y posiblemente ahora, tras cincuen- ta y tres años, haría mucho más engorrosa y difícil esta investigación. Matas esgrime que Guillermo Cabrera Infante ya ha- bía renunciado a su cargo de Director de la Cinemateca de Cuba por medio de una carta dirigida a Germán Puig en abril de 1956, la cual reprodujo palabra por palabra:

Sr. Germán Puig Paredes Presidente, E.S.M Señor Presidente: Por la presente deseo comunicarle mi pensada decisión de renunciar a los cargos que ostento en esa prestigiosa sociedad, renuncia que manifiesto irrevocable. He arribado a dicha posición después de encontrar imposible la coordinación de mi labor en Cinemateca con la ocupación en que me gano la vida. Por no querer aparecer como un figurón entre los compañeros de la sociedad que de veras trabajan –grupo en el que, sin menospreciar al resto, usted figura prominentemente–, es que solicito mi baja de las filas de esa Cinemateca de Cuba, siempre al servicio de la causa del mejor cine. De paso –y como mera referencia incidental– esta renuncia mía será un mentís para quienes creyeron que yo alentaba ambiciones de ocupar la más alta magistratura de la sociedad, cargo que tan justamente usted mantiene. Con el mayor respeto,

Guillermo Cabrera Infante Director

P.S. Esta decisión mía no significa en manera alguna que no siga sirviendo a Cinemateca de Cuba desde

73 Revolución y Cultura las páginas de la sección de cine de CARTELES, que detuvo para decirme que le había parecido muy tanto la sociedad como sus componentes pueden buena mi puesta en escena de La soprano calva».44 considerar suya. A pesar del optimismo de Matas que terminaba Como puede comprobarse, la carta de renuncia no con aquella expresión casi feliz de «La Cinemateca incluye al menos de manera explícita, ningún in- de Cuba existe. Su Presidente es Germán Puig Pa- dicio que delate indisposición. Promete ayuda in- redes, que persiste en su labor iniciada hace ya condicional en el futuro. ¿Esconde algo tras ese bastantes años. Seguimos trabajando, como siem- tono cordial y generoso? Jamás lo sabremos. pre»45, la ambigua maldición de Cabrera Infante Lo único verdadero en toda esta historia es que De terminó imponiéndose: «Ahora este cronista sabe Zéndegui, tras el incidente, retiró el apoyo a Puig, y que el Presidente de la ex Cinemateca o el ex Presi- por consiguiente el local en el Palacio de Bellas Ar- dente de la verdadera Cinemateca de Cuba intenta tes. La diezmada Cinemateca de Cuba (ya se ha- organizar otro ciclo de cine clásico –utilizando las bían retirado numerosos miembros de la junta di- conexiones de quien escribe– y lo exhibirá en una rectiva) tuvo que trasladarse hacia el Lyceum Lawn sociedad femenina habanera. Quizás tenga éxito – Tennis Club. Santovenia cuenta sobre aquella eta- las cintas se lo merecen– quizás fracase –este se- pa: «Lo que se recaudó no alcanzó, perdimos por ñor se lo merece».46 ciento y pico de pesos los que nos quedamos, que No obstante las profundas diferencias existentes fue el presidente Germán Puig, Rine Leal, que en paz entre Cabrera Infante y Puig y el estado precario en descanse, y yo. A las funciones nuestras, asistía lo que quedó la antigua amistad tras todos estos in- más selecto de la cultura en ese momento en la capi- cidentes, Guillermo no dudaría en rendirle home- tal: bailarines, coreógrafos, escenógrafos, gente del naje a él y a las asociaciones que inspiró en más de Lyceum y del ballet de Alicia Alonso, gente interesa- una de sus obras posteriores. En el prólogo a Un da por la pintura. En una de las últimas funciones oficio del siglo XX no sólo reconoce que Puig y Vigón dijimos a sala llena: “Caballeros, esto se está termi- luchaban solos contra la hidra de la indiferencia, nando y tenemos pérdidas, afuera vamos a colocar el provincianismo y la incultura inspirados en su un jarrón –un jarrón que estaba siempre allí– y por único dios, el cine, sino que lo sitúa entre las tres favor, el que pueda dejar alguna ayuda económica, personas que le enseñaron a G. Caín todo lo que que lo haga, a ver si no tenemos que asumir todo los sabía sobre el séptimo arte.47 En su novela La Haba- gastos”. ¿Saben cuánto recaudamos? Un peso, un na para un infante difunto evoca los tiempos del Cine- billete, un Martí. Nunca supimos quién fue. Uno dice: Club de La Habana como el instante propicio para “¿Y para esto nos hemos esforzado, para que esta asistir gratis a las proyecciones y en Exorcismos de gente vea las películas? ¿Promover cultura, vale la esti(l)o, con singular nostalgia, se deleita imagina- pena?” Entonces terminamos las funciones, devol- do disparatadas anécdotas que ocurrían durante vieron las películas, cada uno metió mano en el bol- «las noches cinemáticas inenarrables» de la sillo: “¿Cuánto somos? A tantos”. ¿A cómo tocamos? cinemanteca que «proveía en cada sesión una sor- Tanto, y cerramos con pérdidas».43 presa imperecedera».48 A Julio Matas, como es de suponer, todo aquello le Aquellos episodios comenzarían a integrar parte molestó mucho: «… sobre todo, porque se trataba de de la leyenda personal de sus protagonistas. Rine amigos, de quienes no esperaba trato tan infame.» Leal en crítica a Un oficio del siglo XX los rescataba Sin embargo, asegura que «…la polémica sobre la no sin cierto halo de romanticismo: «Luego fueron Cinemateca ha quedado olvidada, creo que por to- Germán Puig y Ricardo Vigón y finalmente Néstor dos los participantes. Al menos en lo que a mí toca. Almendros y vino el Cine Club de La Habana y más El tiempo no pasa en vano». En 1957 se encontra- tarde la Cinemateca de Cuba. Sin saber cómo, es- ría con Cabrera Infante de forma casual: «…y él se tábamos todos creando una nueva sensibilidad ci- nematográfica en el país, influyendo en los más jóvenes, discutiendo con los más viejos y unién- donos a los de nuestra generación. Yo era algo así como un renegado entre ellos: no iba mucho al cine (me sigue aburriendo), dudaba de que fuera un arte (aún lo dudo a pesar de cuantos ejemplos en con- trario se me citen) y mi interés fílmico no era otra cosa que residuos del banquete homérico que Guillermo, Néstor, Germán y Ricardo solían darse cada noche».49

Notas: 1 Este texto es un capítulo de Mirabal Llorens, Elizabeth y Velazco Fernández, Carlos: (Per) versiones de Guillermo Cabrera Infante. Un estudio en torno a su quehacer intelectual en Cuba entre 1947 y 1965, Tesis de Licenciatura, Facul- tad de Comunicación, Universidad de La Habana, 2009 (inédito). 2 Conferencia de la doctora Graziella Pogolotti sobre el contexto cultural cubano en la década del cincuenta ofrecida en el Centro Hispano-Americano de Cultura, La Habana, 20 de octubre de 2008.(Grabación de los autores) 3 En entrevista con los autores, 30 de abril de 2008. 4 Ricardo Vigón: Carta a Germán Puig, 25 de mayo de 1948, citada por

Revolución y Cultura 74 Emmanuel Vincenot en Germán Puig, Ricardo Vigón y Henri Langlois, pioneros núm. 35, agosto 26, 1956, p. 44. [el subrayado en altas es del original] de la Cinemateca de Cuba, Universidad de Versalles St Quentin en Yvelines. 42 Guillermo Cabrera Infante: «Retrato del crítico cuando Caín», Un oficio del Disponible en: http://www.hermanpuig.com/version_espanol/histo- siglo XX, La Habana: Ediciones R, ria.php#interesting_models#interesting_models. Consultado: 15 de febrero 1963, p. 26. de 2009. 43 En entrevista con los autores, 22 de octubre de 2008. 5 Ricardo Vigón: Carta a Germán Puig, 27 de mayo de 1948, Ibid. 44 En entrevista con los autores, 31 de marzo de 2009. 6 Fragmentos de los documentos oficiales, Ibid. 45 Julio Matas: Ob. Cit. 7 Guillermo Cabrera Infante: «La breve vida infeliz de Ricardo Vigón», Revolu- 46 Guillermo Cabrera Infante: «Cartas con Respuesta al Dorso», Carteles, La ción, La Habana, 4 de abril de 1960, p. 30. Habana, núm. 32, agosto 5, 1956, p. 43. 8 Julio Matas: Carta dirigida a L. Scull el 2 de agosto de 1956, Carteles , La 47 Guillermo Cabrera Infante: «Retrato del crítico cuando Caín», Un oficio del Habana, núm.34, agosto 19, 1956, p. 44. siglo XX, La Habana: Ediciones R, 1963, p. 28-29. 9 Tomás Gutiér rezAlea: Carta a Ger mán Puig, 30 de marzo de 1951, citada por 48 Guillermo Cabrera Infante: «En la cinemanteca de Cuba», Exorcismo de Emmanuel Vincenot: Ob. Cit. esti(l)o, Madrid:Punto de lectura,2002, p. 39. 10 Da fe del comportamiento de Valdés Rodríguez una carta de Ricardo Vigón 49 Rine Leal: «El oficio de Caín», Unión, La Habana, núm. 7, mayo-junio, 1963, p. 87. a Germán Puig del 23 de mayo de 1948, cuyos fragmentos pueden consultarse en el artículo de Emmanuel Vincenot. 11 En entrevista con los autores, 18 de febrero de 2009. 12 En entrevista con los autores, 31 de marzo de 2009. 13 Tomás Gutiér rez Alea: Carta a Ger mán Puig, 27 de mayo de 1951, op. cit.[El subrayado es del texto citado] 14 Julio Matas: Ob.Cit. 15 Guillermo Cabrera Infante: «Los clásicos del Museo de Arte Moderno», Carteles , La Habana, núm. 48, noviembre 27, 1955, p. 44. 16 Germán Puig: Carta a Tomás Gutiérrez Alea, 13 de octubre de 1951, citada por Emmanuel Vincenot: Ob. Cit. 17 En entrevista con los autores, 22 de febrero de 2009. 18 José Antonio Évora: Tomás Gutiérrez Alea, Cátedra/Filmoteca Española. Signo e Imagen/Cineastas Latinoamericanos, Madrid, 1996, p. 18. 19 Néstor Almendros: Carta a Germán Puig, 2 de noviembre de 1951, citada por Emmanuel Vincenot: Ob. Cit. 20 Tomás Gutiérrez Alea: Carta a Germán Puig, 22 de noviembre de 1951, Volver sobre mis pasos, selección epistolar de Mirtha Ibarra, La Habana: Ediciones Unión, 2008, p. 25. 21 Guillermo Cabrera Infante: «Los clásicos del Museo de Arte Moderno», Carteles , La Habana, núm. 48, noviembre 27, 1955, p. 44. 22 Guillermo Cabrera Infante: «Advertencia», Carteles, La Habana, núm. 36, septiembre 4, 1955, p. 44. 23 Fausto Canel: «Recuerdos de Ricardo», Revolución, La Habana, 4 de abril de 1960, p. 30. 24 En entrevista con los autores, 31 de marzo de 2009. 25 Guillermo Cabrera Infante: «Los clásicos del Museo de Arte Moderno», Carteles , La Habana, núm. 48, noviembre 27, 1955, p. 44. 26 Guillermo Cabrera Infante: «Los mejores films de cine club», Carteles, La Habana, enero 1º, 1956, p. 42. 27 Los cargos que correspondían estaban distribuidos en esa directiva de la siguiente forma: Presidente: Germán Puig; Primer vice: Roberto J. Branly Deymier; Segundo vice: Adrián García-Hernández; Director: Guillermo Cabrera Infante; Vice: Néstor Almendros Cuyás; Tesorero: Rine Leal Pérez; Vice: Plácido González Gómez; Secretario: Dr. Julio Matas Graupera, Vice: Jaime Soriano Gelardino y Vocales: María D. López Salas, Paulino Villanueva, Rodolfo Santovenia y Emilio Guede. (Ver: Programa Cinemateca de Cuba/Instituto Nacional de Cultura, p. 31.) 28 Guillermo Cabrera Infante: «En Cinemateca», enero 22, p. 43.; «Cine/Los Estrenos», febrero 5, p. 43.; «Tres obras maestras en Cinemateca», abril 8, p. 43.; Carteles, La Habana, 1956. 29 Guillermo Cabrera Infante: «Cartas con Respuesta al Dorso», Carteles, La Habana, núm. 32, agosto 5, 1956, p. 43. 30 Guillermo Cabrera Infante: Ibid. 31 Julio Matas: Carta dirigida al lector L. Scull, Carteles , La Habana, núm. 34, agosto 19, 1956, p. 44. 32 Roberto Branly, Paul Villanueva, Jaime Soriano y Adrián García-Hernández: Carta dirigida a Guillermo Cabrera Infante, Carteles, La Habana, núm. 35, agosto 26, 1956, p. 44. 33 Rine Leal: Carta dirigida a Guillermo Cabrera Infante, Carteles, La Habana, núm. 35, agosto 26, 1956, p. 44. 34 Ibid. 35 Germán Puig citado por Emmanuel Vincenot: Ob. Cit. 36 Julio Matas: Ob. Cit. 37 Guillermo Cabrera Infante: «Cartas con Respuesta al Dorso», Carteles, La Habana, núm. 32, agosto 5, 1956, p. 43. 38 Sin embargo, Germán Puig en un carta que le escribe a Langlois en diciembre de 1956 califica a Guillermo Cabrera Infante como su peor enemigo y lo acusa de violar y robar su correspondencia. (Véase Germán Puig: Carta a Henri Langlois citada por Emmanuel Vincenot: Ob. Cit.) 39 Ibid. 40 En entrevista con los autores, 22 de octubre de 2008. 41 Rine Leal: Carta dirigida a Guillermo Cabrera Infante, Carteles, La Habana,

75 Revolución y Cultura Crítico, historiador e investigador cinematográfico. Director de la Mediateca de EICTV de San Antonio de los Baños. Su último libro publicado es Entre el vivir y el soñar:pioneros del cine cubano. Ed. Ácana, 2009.

La aventura cubana de John Huston Luciano Castillo

Revolución y Cultura 76 uando concluyó el rodaje de Huracán de pa- Pérez), Ramón Sánchez (David Bond), Miguel (Wally siones (Key Largo, 1948) el contrato de John Cassell) y China se unen a él. «La tumba no es el CHuston (1906-1987) con la Warner Bros. es- final. Solo es el medio», expresa en un diálogo taba a punto de expirar. Él ya había decidido no Fenner, de quien se enamora la muchacha, asedia- continuar en la compañía, tras aportarle éxitos no- da además por Arriete. tables como El halcón maltés (The Maltese Falcon, 1941) Después de excavar días y noches, bajo grandes y El tesoro de la Sierra Madre (The Treasure of the Sierra dificultades, los conspiradores llegan al punto don- Madre, 1948), dos auténticos clásicos en su género. de intentan situar los explosivos. En un atentado Fue entonces que, en un cóctel, el productor Sam frente al Malecón es asesinado el político a cuyo Spiegel le propuso asociarse para constituir su pro- sepelio deben asistir el presidente y su comitiva, pia firma productora. Es así como fundaron una pero el plan fracasa cuando las hermanas del muer- empresa llamada Horizon Pictures, gracias a un to disponen enterrarlo en Camagüey. Fenner debe crédito negociado por Spiegel. Deseosos ambos de huir de Cuba cuanto antes. China va al banco en echar a andar aquella compañía, tomaron la deci- busca de dinero para costear el viaje desde Cojímar sión precipitada y prematura de filmar una ver- en un barco propiedad de Gregorio. La policía se- sión de We Were Strangers, un cuento largo de Robert creta la sigue hasta su casa. Armados con ametra- Sylvester (1907-1975), incluido en su libro Rough lladoras, China y Fenner mantienen a raya a las Sketch, que les había sido sugerido por un colum- fuerzas de la tiranía. Herido de muerte, el joven nista de un diario neoyorquino, quien pensó que lanza a sus perseguidores los cartuchos de dina- Huston era el ideal para convertir aquel relato en mita de la bomba que no pudieron utilizar. Al mo- una película.1 rir en los brazos de China, se escuchan las campa- Luego de adquirir los derechos de filmación, Spiegel nadas y el clamor del pueblo que celebra la caída se dedicó a buscar un estudio importante al cual le de Machado y el triunfo de los revolucionarios, que pudiera interesar financiar el proyecto. Inicialmente ejecutan a Arriete. presentó la propuesta a la Metro Goldwyn Mayer con Aunque en los créditos no figura, la base de la trama tal convicción que no solo logró interesar sino con- literaria es la recreación de hechos reales ocurridos vencer a Louis B. Mayer, quien lo aprobó. Pero para en La Habana en los primeros años de la década del entonces ya Spiegel había recibido una mejor oferta treinta. Un grupo de revolucionarios pla-neó un aten- por parte de la Columbia Pictures y firmaron el con- tado al político Clemente Vázquez Bello, muy cerca- trato. De inmediato, Huston en unión de Peter Viertel no al tirano Gerardo Machado, como punto de parti- se dedicó a escribir el guión de la película. Era la pri- da para una operación de gran envergadura. Previa- mera colaboración del cineasta con el hijo de Salka mente excavaron un túnel hacia el cementerio y co- Viertel, una vieja amiga de la infancia, colaboradora, locaron dinamita en los alrededores de la tumba don- además, en varias cintas de Greta Garbo. de debía ser enterrado, para hacerla estallar en el El argumento, titulado Rompiendo las cadenas para momento que asistieran al sepelio Machado en com- su distribución en países de América Latina, 2 se pañía de todos los más altos personeros del régimen. ubicaba en La Habana en el año 1933, en la etapa Una vez ajusticiado Vázquez Bello, el 27 de septiem- final de la dictadura machadista, «el Terror Blanco bre de 1932, en las cercanías del Náutico, en Playa, el que sometió a la isla durante siete años», según plan fracasó a última hora cuando la viuda cambió un texto inicial. La bella China Valdés (Jennifer de idea y decidió enterrarlo en el panteón familiar en Jones), ve morir en la escalinata de la Universidad Santa Clara. a su hermano Manolo (Tito Renaldo), asesinado Huston confiesa que en el proceso de adaptación por Armando Arriete (Pedro Armendáriz), miem- se percataron de que básicamente era una historia bro de «La Porra», la temida policía secreta del sá- bastante floja y que para sostenerla no bastaba la trapa, y se une a la resistencia para vengar su presencia en el reparto de figuras como Jennifer muerte. Los revolucionarios le asignan la misión Jones y John Garfield en sus inverosímiles perso- de colocar credenciales falsas en la cuenta del agen- najes de cubanos que hablaban inglés sin el menor te teatral norteamericano Tony Fenner (John acento, y del mexicano Armendáriz, que interpre- Garfield), en los archivos del Banco Metropolitano taron a sus personajes con todo el profesionalismo donde ella trabaja de secretaria del gerente, para de que eran capaces. Los guionistas y el productor que él pueda desarrollar sus actividades revolu- compartieron la sensación de que «era una de esas cionarias. Fenner, que oculta su verdadero origen películas que no acaban de cuajar. El guión no era cubano, concibe un ingenioso plan para matar al muy bueno. En vez de tener un clímax natural, era presidente y a sus secuaces más allegados al cono- un puro cliché. El héroe se convertía en héroe de cer que China vive en las inmediaciones del Ce- cartón. El hecho mismo de que la acción ocurriera menterio de Colón. Su plan consiste en cavar un en la Cuba contemporánea y ellos no hablaran es- túnel desde el sótano de la casa hasta la necrópo- pañol ya era empezar con mal pie», opinó Huston.3 lis para colocar una carga de dinamita bajo el pan- El historiador Scott Hammen discrepó del criterio teón familiar de un político prominente. Una célu- del cineasta y opinó que fue muy valiente por par- la de luchadores debe ajusticiar a Vicente Contre- te de él realizar una película en momentos en que ras, Presidente del Senado, y la otra detonar los tantos de sus colegas estaban «intimidados y evi- explosivos cuando Machado asista con su séquito taban los temas políticos […]. Huston se había atre- al entierro. Los jóvenes luchadores Guillermo vido a sugerir que los representantes del pueblo Montillo (Gilbert Roland), Toto Berenguer (José eran muy capaces de responder a los demagógicos

77 Revolución y Cultura trión de Hemingway, después de que el director de Cayo Largo pasara felizmente la prueba del detector de imbéciles aplicada por el novelista. A juzgar por el espacio consagrado a esta película en su biografía y en sus memorias, el realizador disfrutó mucho más que las propias incidencias del rodaje, aquel encuentro en pleno verano con Papá Hemingway, las competencias de puntería con rifles desde la proa de la embarcación, los certeros disparos a una iguana en un cayo, el desafío del es- critor a que boxeara con él, sus conversaciones so- bre el Comité de Actividades Antiamericanas –aún cuando el autor de Adiós a las armas no se había pronunciado públicamente sobre el tema de los Diez de Hollywood–, y los recorridos por los garitos de juego o los burdeles habaneros… «Cuba no era más que un pequeño lugar que los Estados Unidos ha- bían jodido a fondo. Batista dirigía el show, pero el país era propiedad y estaba gobernado por la United Fruit Company. Todo tenía su precio», expresó Huston en una oportunidad.5 Huston y Hemingway sostuvieron varios fraternos encuentros en un viaje posterior a Cuba, destina- do a trabajos de preproducción de la filmación de transparencias, con el fin de utilizarlas luego en estudios en Hollywood en planos de ambientes y algunos planos generales con dobles de los intér- pretes principales. En uno de ellos, el realizador descubrió que el novelista, quien escribía enton- ces Al otro lado del río y entre los árboles, detestaba bailar. Pasearon en el «Pilar» varias veces, concu- rrieron otras tantas al bar del Hotel Nacional, rea- lizaron nuevas incursiones nocturnas en la capi- tal y en alguna ocasión cenaron juntos mientras rodaban los exteriores. Los recuerdos del cineasta acerca de esta obra me- nor se reducían al conocimiento de Hemingway, al chimpancé China, obsequiado a él por Jennifer Jones en la fiesta de fin de rodaje y que devastara luego el apartamento del director y precipitara su divorcio de Evelyn, su esposa. Otro detalle inolvi- dable es que durante la filmación de We Were Strangers en los estudios de Hollywood, acostum- braba a visitar el plató una joven amiga de Spiegel, John Huston durante un ataques a la libertad con aquiescencia cobarde, y muy hermosa y atractiva, sobre quien se rumoraba rodaje lo hizo poco tiempo antes de que se produjera un que sería sometida a una prueba por la Columbia. fenómeno sorprendentemente similar entre el se- Por razones inexplicables, la muchacha despertó nador Joseph McCarthy y el Congreso de los Esta- en Huston tal instinto de protección que se ofreció dos Unidos». 4 para dirigir la prueba de cámara en color al lado de El realizador descubrió que la actriz Jennifer Jones John Garfield, pero ella no regresó por allí. Cuál no –muy popular en Cuba por su labor en Bernardette– sería su sorpresa cuando se la propusieron para era muy exigente consigo misma y al ponerse por un personaje secundario de su siguiente película entero en manos del director, demandaba gran La jungla de asfalto (The Asphalt Jungle, 1950).6 Su atención y orientaciones precisas, algo que hasta nombre artístico era Marilyn Monroe. Según otras ese momento en su breve carrera Huston descono- versiones, Huston y Garfield, que por la época eran cía. A finales de abril de 1948, en el primer viaje de miembros activos del Comité en Pro de la Primera documentación efectuado a Cuba para localizar Enmienda de la Constitución, quisieron probar a exteriores para el material de la segunda unidad, esa actriz desconocida para el principal papel fe- que sería rodada en locaciones habaneras, le acom- menino, pero Spiegel no aceptó. pañaron, entre otros, Peter Viertel, que sostenía con La Columbia proporcionó a Huston un equipo en el escritor Ernest Hemingway una relación pater- el que descollaba el fotógrafo Russell L. Metty (1906- no-filial y se lo presentó a Huston, gran admirador 1978), quien ya había trabajado para directores de su obra. Primero en la finca «Vigía» y luego en el como Howard Hawks, George Cukor y Orson Welles, barco «Pilar», disfrutaron de la fama de buen anfi- y con el que volvería a trabajar años más tarde.

Revolución y Cultura 78 Metty, luego un virtuoso en el uso del color, por esta se adentre en una suerte de tierra de nadie entonces era una artífice en el blanco y negro, con donde la anécdota acaba primando sobre los he- amplia experiencia en el cine negro, a cuyas at- chos, y la peripecia sobre el argumento, dentro de mósferas tanto contribuyera con sus contrastes las costuras de un guión hinchado de forma artifi- entre las luces y las sombras y la iluminación ex- cial y que nunca se sabe hacia dónde camina exac- presionista. A la pericia de Metty se atribuye el bri- tamente».8 El maniqueísmo en la caracterización llante inicio de la película que muestra en prime- de los personajes claramente delimitados en bue- ros planos los rostros temerosos de los senadores nos y malos, sin términos medios, se señala como que votan unánimemente por la suspensión de la otro punto débil del relato. Otra de las secuencias, libertad de reunión pública de más de cuatro per- digna de interés, es la del tiroteo final, filmada des- sonas. La medida trae consigo detenciones, e in- de el punto de vista de los dos sitiados con el áni- cremento de la actividad de los grupos opositores, mo de otorgarle dramatismo. que culmina con el asesinato del hermano de Chi- Sorprende a los exégetas del inconformista John na. El dominio del montaje y del poder de síntesis Huston, uno de los nombres mayores del cine nor- por Huston para exponer el pánico reinante en la teamericano, no obstante algunos traspiés, que en ciudad son evidentes. el caso de We Were Strangers, se identifica con su Para el crítico español Antonio Santamarina, la protagonista Garfield, lo cual lo distancia del esti- brutalidad de la escena es extensiva a la del régi- lo objetivo y la ausencia de valoración que solía

men machadista y «desde el punto de vista narra- ser su marca de fábrica. «La debilidad de Rompiendo Rompiendo las cadenas, tivo, sirve para mostrar los orígenes del miedo de las cadenas es justamente la de comprometer al rea- con John Garfield, los senadores y para justificar la necesidad de la lizador, más allá de su habitual estilo, en causas Jennifer Jones y Pedro revuelta».7 A criterio de este estudioso de la obra revolucionarias por las que toma partido y en pro- Armendáriz. Fotos tomadas de la hustoniana, en esos tiempos de pleno despertar de cesos sicológicos internos a los que ilustra con di- revista Dirigido por… la «caza de brujas» maccarthysta, We Were Strangers ficultad», apuntó el célebre crítico argentino No. 344/abril 2005 fue tildada de «filme de orientación marxista» y de Homero Alsina Thevenet.9 Es curioso que ya en esta «tendencias comunistas», algo no suficientemen- sexta película, John Huston termine la historia, te justificado ya que no mostraba la filiación polí- como sería habitual en casi toda su obra, con el tica de los miembros del grupo revolucionario fracaso final del móvil de los personajes (en este liderado por el jefe insurgente (Ramón Novarro). caso el atentado frustrado a Machado), y el triunfo La prensa de izquierda lo atacó por «divulgar con- moral subsiguiente de los revolucionarios. ceptos capitalistas», amén de que fue puesto en «Que una cinta norteamericana tome por escena- tela de juicio el cuestionamiento del uso de la vio- rio un país de América Latina y a latinoamerica- lencia con fines políticos. nos por protagonistas, y que no sea ofensiva, es «La ausencia de una voluntad de reconstrucción casi un milagro», escribió Mirta Aguirre en el pe- histórica de los acontecimientos que acabaron con riódico Hoy el 11 de agosto de 1949. Que, a diferen- la dictadura machadista o, cuando menos, de un cia de otras cintas desdeñosas de todo lo relativo punto de vista ideológico sólido desde el que an- al sur del Río Bravo, el respeto, la cordialidad y la clar la narración, –escribió Santamarina– hace que buena fe eran méritos de Rompiendo las cadenas fue

79 Revolución y Cultura reconocido en esta reseña del estreno. La crítica, no obstante, admite que se halla por debajo de otras películas del cineasta, y lamentó que «toma- ra el sendero de lo pintoresquista en busca del co- lorido más fácil y epidérmico de lo cubano, tanto en lo que se refiere a lo visual fotográfico como al contenido mismo de la cinta». A su juicio, un error fundamental era ceñir la lucha antimachadista a sus aspectos terroristas, razón por la cual no lo- graba reflejar «el gran movimiento nacional cuba- no contra Machado, ni siquiera en el llamativo, conocidísimo aspecto de la resistencia colectiva estudiantil. Pero el film está hecho con el deseo de honrar las aspiraciones de libertad del pueblo de Cuba en aquellos años y eso puede agradecerse a sus realizadores».10 Guillermo Cabrera Infante, admirador de un direc- tor interesante devenido autor por los temas recu- rrentes en su obra, resumidos en el tema del fraca- so, era del criterio de que Rompiendo las cadenas es, en definitiva, la historia de un fracaso: «al final, el po- lítico ha sido asesinado casi por gusto, porque el entierro se hace en otra parte y el atentado dinami- tero del cementerio no tiene lugar».11 Para este no- velista y crítico cinematográfico, «Huston, como un nuevo estoico, cree que lo verdaderamente impor- tante no es ganar sino competir, y que el fracaso no dice nada acerca de la pelea porque ganar o perder no es una acción sino un fin, y lo importante para él es luchar y ganar las diversas escaramuzas del des- tino y, al mismo tiempo, ignorar que el fracaso es una confrontación con la nada».12 Algunas frases en los diálogos subrayan las intenciones del binomio de guionistas, tales como: «Un soldado que pierde una batalla no se arrepiente de haber ido a la gue- rra» o «Fallamos y es difícil fallar. Pero no es una desgracia. Desgracia es no intentarlo». El desenlace de la película tan típico de un director que se parecía demasiado a sus personajes, se di- luyó en una producción que aunque trataba de lle- var adelante su novel firma Horizon Pictures, no parece haberle entusiasmado en demasía. Esto se advierte también en el uso continuo del back projection o transparencias en la mayoría de las es- cenas que transcurren en exteriores, si considera- mos que Huston se caracterizó siempre por la pre- ocupación de rodar en los propios lugares donde transcurría la acción. El trío protagónico nunca visitó La Habana para filmación alguna, y se limi- tó a actuar en un plató frente a la pantalla donde proyectaban las tomas rodadas en la capital cuba- na con extras en calles de La Habana Vieja, la , el Cementerio de Colón, la Universi- dad, el Paseo del Prado, la bahía, el Malecón o el Arco de Belén. Esto obedeció, quizás, a preferir la tranquilidad del estudio para terminar cuando antes la película y no sucumbir a las tentaciones de La Habana nocturna o los placeres del «Pilar», conducido por un guía privilegiado como He- mingway, de quien Huston nunca llegara a filmar un relato que le interesó. Está presentado con vigoroso realismo, llevando en sí una interesante mezcla de amor y aventura –escribió Perdices en Cinema en su estreno haba-

Revolución y Cultura 80 nero, efectuado a mediados de agosto de 1949–. (Seymour, el gerente del banco); Paul Monte (Ro- Página 80, Las escenas, sin ajustarse estrictamente a los berto) y Leila Goldoni (Consuelo). Para la dirección imágenes de los filmes hechos históricos, nos hacen recordar días de ver- artística Spiegel contrató a Cary Odell; en cuanto a (de arriba hacia abajo): dadera angustia. El autor toca con sutileza todo la música, Morris Stoloff dirigió la partitura com- La reina africana, El detalle que pudiera resultar irrespetuoso y pro- puesta por George Antheil; Al Clark se responsa- halcón maltés y El cura dar el mayor realce posible a los héroes que bilizó con la edición. tesoro de la Sierra sin regateo sufrieron las inclemencias de una de We Were Strangers posiblemente sea uno de los títu- Madre. las más violentas tiranías de nuestros tiempos. los más fallidos de esta primera etapa en el queha- John Huston, dirige con la acertada maestría que cer de John Huston. Sus desastrosos resultados siempre lo distingue y hace alarde de su arte de económicos provocaron que se interrumpiera mo- intercalar en todo momento oportuno, la más mentáneamente el trabajo de la Horizon Pictures profunda ansiedad y apasionados idilios que fas- y que Huston aceptara el contrato de la Metro cinan a los espectadores. Él procuro hacer una Goldwyn Mayer para sus dos siguientes cintas: La buena película de interés general y lo consiguió, jungla de asfalto y La roja insignia del coraje (The Red ya que la trama que viven los protagonistas no Badge of Courage, 1951). solo en Cuba encuentra escenario apropiado.13 La mejor definición de la intrascendencia de Rom- La Columbia Pictures de Cuba, S.A., en su sede del piendo las cadenas –que concluyó completamente Filmcentro (Desagüe No. 619), intervino en la con- endeudado–, incluso en el contexto de su tratación de técnicos y actores cubanos para papeles filmografía en la cual se le considera uno de los episódicos, pero, sobre todo, los figurantes que se títulos más malditos y menos conocidos, la debe- integraron al equipo norteamericano en la filma- mos al propio Huston quien resumió en sus me- ción de las escenas en La Habana, aunque sin acre- morias: «No fue una elección demasiado buena y ditar. Otros intérpretes fueron: Morris Ankrum no fue una película demasiado buena».14

Notas: 1 En los créditos de la película figura como basado en un episodio de una novela de Sylvester. 2 En España se estrenó con el título Éramos desconocidos y en Brasil como Resgate de Sangue. En Francia fue titulada Les insurgés para su distribución comercial. 3 Reproducidas por Lawrence Grobel: Los Huston. Historia de una dinastía de Hollywood, Madrid: Editorial T & B, 2003, p. 335. 4 Ibíd. 5 Ibíd., p.333. 6 Esta película se estrenó en Cuba con el título Mientras la ciudad duerme. 7 Antonio Santamarina: «We Were Strangers»: Dossier John Huston, Dirigido por… No. 344, Barcelona, abril de 2005, pp. 58-59. 8 Ibíd. 9 Citado en: «Huston imagina aventuras, con psicoanálisis y exotismos»: Cinemateca revista, Cinemateca Uruguaya, Montevideo, Año VI, No.35, di- ciembre de 1982, p. 11. 10 Mirta Aguirre: Crónicas de cine, Tomo 2, La Habana: Letras Cubanas, pp. 40- 41. 11 Guillermo Cabrera Infante: Arcadia todas las noches , Bogotá: Editorial La Oveja Negra Ltda., 1987, p. 94. 12 Ibíd., p. 95. 13 Enrique Perdices: «Son cosas nuestras»: Cinema, Año XV, No. 714, 14 de agosto de 1949, p. 3. 14 John Huston: A libro abierto. Memorias , Madrid: Espasa-Calpe, S.A., 1986, p. 200.

81 Revolución y Cultura utilizado, pero no sabía que estaba siendo uti- lizado porque no eran políticos, salvo dos o tres. Guillermito sí sabía, sí sabía lo que es- taba haciendo. Guillermito era muy inteligente, era de nues- tro grupo originalmente: Titón, Guillermito y yo; ocasionalmente, Lisandro Otero. Cuando éramos jovencitos nos pasábamos la vida en los toques de santo, con los espiritistas, en todas las cosas habidas y por haber. Para Titón y para mí, y para él también, aquello era entrar a un mundo extraño, distinto. Íba- mos en busca de algo que nos enriquecía, pero que no sabíamos qué era y que yo creo que está detrás de otras muchas cosas. Después nos separaron la vida, las convicciones. El día en que rompí con Guillermito me que- dé aliviado. Fue al principio, antes de todos estos conflictos. Guillermito trabajaba con- migo en el ICAIC. Era asesor mío. Venía, y un día le digo: «oye, qué maravilloso tu articulo, qué bueno», qué sé yo... Y me dijo: «me aver- güenzo de haberlo escrito». Era un elogio de Fidel, ¿eh? Me dijo: «tu amigo es Mussolini». Ese día nos dimos una fajada tremenda y se acabó la amistad. En una ocasión anterior hizo una crítica a una película… Claro que cuando la hizo nos reímos, porque la carac- Con Fidel de joven terística fundamental de Guillermito era en la vida personal la amargura y en la vida in- telectual el ingenio. Era una mezcla tremenda, ra- (Viene de la página 11) rísima. Escribió una crítica de una película en Car- teles y dice todo lo contrario en Bohemia. Le pregun- saber que se atravesaron varias cosas en el caso to: «¿cómo es posible esto?», y me responde, «¿qué de Lunes de Revolución: ser ellos un instrumento tú crees?, ¿que voy a hacer el mismo artículo para involuntario de la política de Franqui, y al mis- dos publicaciones distintas?». El problema de él mo tiempo que adentro de Lunes estaba todavía no era el criterio, sino el ingenio: el juego de la presente la lucha entre Orígenes y Ciclón, y la lu- frase, la contradicción, desconcertarte con el dato. cha generacional. Todo esto para decirte que es Su literatura, no sus novelas, su literatura crítica mi opinión –no soy el Papa ni cosa por el estilo, es así. No creo que sea un enorme aporte, pero es aunque el Papa tampoco es infalible–; creo que un goce leerlo. Es un goce leer la parte de crítica de fue una gran revista, que muchas veces fue injus- cine, por ese juego tremendo que hace con el idio- ta, pero que merece ser estudiada como tú lo es- ma. Ese día que rompimos, yo sentí una sensa- tás haciendo y, ojalá, que lo hagas con suficiente ción extrañísima, cosa que no me ha pasado ja- equilibrio. No es la Biblia, pero merece ser estudia- más, y más de una vez he tenido problemas con da y reconocida, verse en toda su complejidad y los amigos… No sentí dolor, sentí alivio, porque con estos factores. Salió perdiendo en la lucha po- él trasmitía amargura. Todo era retorcido. lítica, pero lo que la perdió fue esa vocación erró- Bueno, dije que no quería hablar de psicología… nea que tuvo de ser papal. Lo único que quería, y por lo que acepté esta en- En una reunión que tuvimos hace pocos días en trevista, es porque temo que no nos dé tiempo de el Instituto Superior de Arte, en la que se estaban escribir un poco, a mí y a otros…, que tal vez lo viendo otras cosas, pero tangencialmente se ha- estén haciendo. No veo a nadie más, salvo lo que bló de esto, me preguntaba hablo o no hablo. Pero hizo Fidel. Lo digo por mí mismo. Ya yo no soy el me estoy reservando, hoy estoy rompiendo la re- mismo. Ambos tenemos la misma edad. Aunque serva. Quiero escribir todo esto a mi manera. He pasé un infarto cerebral hace poco, y conservo la dicho ya muchas cosas de la época, pero otras no. lucidez, sigo escribiendo, etcétera… Evidentemen- Sin volver a Orígenes o a Ciclón no hay modo de te hay cosas que ya no puedo hacer. Ojalá que entender las actitudes que se manifestaron. En la Fidel, que es quien tiene más autoridad, escriba, reunión que se celebró hace unos días, Arturo que se ocupe de la historia de la Revolución, dé Arango hizo una intervención en la que recogió testimonio de algunas cosas que hacen falta por- las ideas que fueron conformando la Unión de que si no, se van a quedar en la oscuridad. Yo in- Escritores y Artistas y las revistas Unión y La Gace- tentaré todo lo que pueda en lo que me queda de ta, etcétera. A mí me ha estimulado a profundizar vida; mi autoridad no es poca, pero es limitada. en aquello. Esa fue la solución que dio Fidel. Efec- La de él es inmensa. Podía influir sobre las gene- tivamente ese grupo que estaba allí estaba siendo raciones jóvenes de Cuba y de fuera de Cuba, de

Revolución y Cultura 82 Con Jorge Cedrón en 1969.

América Latina y más allá. Tiene esa tarea. Lo tendida la cultura en su sentido muy amplio– o si que se logró con la entrevista a Ramonet es mu- son banales. Creo que eso no había que hacerlo. cho, pero todavía tiene muchísimo por contar. Es No había que hacer balance, ni hacer juicio. Es una lo fundamental que te quería contar. Es bien com- de las cosas en las que me siento más liberado des- plejo y no es solo un problema literario, ni un de que dejé el ICAIC. No pensé nunca volver al ICAIC. problema de sí y no. Fue resultado de las circunstancias. Hacía diez Estas cosas las he dicho de algún modo, pero qui- años que estaba en la UNESCO. Había un conflic- siera estructurarlas. Sabes que cuando uno escri- to aquí y sabía que yo tenía un nivel de autoridad be también estructura y mide mejor que cuando sobre la gente que me permitía abordar la situa- habla. Y sobre estos temas quisiera medir cada ción que se había planteado, pero nunca pensé frase, medir cada palabra. volver al cine. Y tuve que volver. Pero, ¿sabes lo No obstante, a mí me queda la duda porque en una en- más triste que ha pasado en mi vida en ese vol- trevista que le hace Fausto Canel y que publica Lunes, ver; y que cuando salí fue la liberación más gran- en el número 71, usted arremete contra la línea estética de? No es la del trabajo, es la de decidir sobre los de Revolución y Lunes de Revolución. demás. Esa es la responsabilidad más horrible que Y no sólo ahí. En algo que se acaba de publicar, existe. También es una responsabilidad, no cuan- que es mi carta a Fidel y Dorticós, uso la palabra do decides si un guión se hace o no se hace, sino estética, pero no es la estética de la vanguardia. cuando emites un juicio estético. Cuando dices Lo que pasa es que yo no había aprendido a medir esto sí, esto no; esto es mejor que aquello. Creo el lenguaje. Hoy no me equivocaría en las medi- que todo es válido. Lo que no es válido es golpear das del lenguaje. No había aprendido que en ma- a las personas. Lo que yo traté de decir y no dije teria de estética cada palabra hay que cuidarla bien no era una línea u otra. Por eso te dije lo del mucho. El enfrentamiento es porque Lunes de Re- surrealismo, porque he hablado de eso en otro en- volución no era justo con algunos escritores y fi- sayito. El problema no es una línea u otra, porque guras paradigmáticas de la cultura nacional. No para mí todas son válidas. El problema es querer era un problema estético: era ético. imponerse a las personas. Eso es lo que sí creo Si has leído la colección de Cine Cubano te darás que quisieron: tener voluntad papal. Una cosa es cuenta de que en Cine Cubano me atreví, y vivo enfrentarse al realismo socialista, que también avergonzado de ello, a hacer balance de nuestro lo he hecho. Y también creo que quien quiera ha- trabajo, del ICAIC, de lo que hemos logrado y lo cer realismo socialista, que lo haga. que no hemos logrado. Por lo tanto, hacíamos En la reunión del otro día hice un elogio muy gran- análisis de películas, hasta dónde hemos llegado. de de [Eduardo] Heras León. Y te quiero decir que Claro, el sustento de mi pensamiento entonces él era un poquito realista socialista. Él no lo cree. era si las películas son válidas culturalmente –en- Elogié la calidad de su persona, la calidad de su

83 Revolución y Cultura testimonio, el comportamiento que tuvo frente Eso es peligroso. al abuso, y que haya conservado su espíritu revo- Eso es suicidio. Franqui lo hizo cuando él todavía lucionario. El testimonio que dio el otro día era era joven, relativamente, porque era un hombre desgarrador. Pero cuando él sale de la fábrica esa maduro, y lo hizo en circunstancias en que era su y escribe, realmente yo dije: «lo amansaron». Me salida. Benefició a esos jóvenes que tuvieron un quedé horrorizado. No las primeras cosas, pero chance a mano y que lo aprovecharon. Pero, por esas, Acero… Después de oír el testimonio del otro ese clima que había en el país... día, que era desgarrador, escrito de una manera Mira, cuando terminó la reunión de la Biblioteca, preciosa además... A mí me conmovió. No se pue- Edith García Buchaca era la secretaria del Conse- de oír un testimonio así y decir, «ay, qué bien», y jo Nacional de Cultura, era la que dominaba y doblar la página y dedicarse a otra cosa. Todavía ¿qué hizo? Algunos de los jóvenes que habían es- no sé lo que va a producir en mí ese testimonio. tado en medio de todas las discusiones salieron Lo que pasa es que todo lo encasillamos. Si no es como Consejeros culturales, attachés culturales. surrea-lista, es realista socialista, si no, es Ella fue la culpable. Fíjate que digo culpable, por- dadaísta. Todo tiene que tener un nombre. En Ace- que los separó de la Revolución. Tenían que haber ro, cuando vi que se había metido en ese tema y seguido viviendo la Revolución, con igualdad de cómo lo estaba abordando, y con tanta pasión derecho, y al fundarse La Gaceta, haber ido allí a aceptadora, pensé que era realismo socialista. jugar un papel. Y no fueron los únicos. Yo pienso Después del testimonio del otro día pienso que más... Por eso quiero hablar o escribir sobre este simplemente la experiencia que vivió lo conmo- mismo tema. Creo que en realidad la solución de vió. Convivir con aquel tipo de Fidel fue la posible, pero creo que la mejor solución trabajador y con aquel tipo de en otras condiciones, ahora, y mañana, y siempre, vida lo golpeó a fondo. Yo no sé es que haya cuatro revistas literarias, o cuantas se qué sería de mí si tuviera que pueda, que representen todas las tendencias que vivir en una fragua. Me moriría. puedan surgir. No una. Una sola, no. Ni tampoco No lo hubiera resistido. avalada por el periódico del Comité Central. Tiene De algún modo hemos hablado de las que haber varias. Es más, yo creo que en los perió- circunstancias que lo llevaron a es- dicos, en Granma, por ejemplo, diría: una página cribir «Catedrales de paja», un texto editorial y una columna internacional que repre- que sigo creyendo agresivo hacia la senten al Partido; lo demás, no. Eso de representar gente de Lunes. Usted los define al Partido en el plano de la cultura..., ni en la cultu- como «terroristas intelectuales». ra, ni en el deporte, ni en nada. Esas son otras co- Es que lo eran. Juzgaban a los sas. Son otros terrenos de la vida. demás. Y ésos «demás» eran de- Y aquellos ataques que se hacían desde el propio Lunes, masiado grandes. Era Orígenes, ¿en qué medida afectaban la relación entre la intelec- era Carpentier, era Alicia tualidad y la Revolución? Alonso, eran grandes figuras de No creo que la afectaran. Era un período de lucha. nuestra cultura. Yo parto de los Cuando hay turbulencia la gente inteligente sabe paradigmas. que hay que esperar y que un día se liberarán. No Estoy por abrir el camino a los creo que los intelectuales que fueron afectados por jóvenes. Incluso en lo que estoy los ataques de Lunes creyeran que eso era perma- haciendo ahora, en el proyecto nente. Sabían que había una lucha. No creo en «Persona y Pensamiento»10 –no sé si lo conoces–, monolitos, en ninguna época; ni entonces, ni aho- Con Fidel, en el ICAIC. nada más que trabajo con jóvenes. No les pro- ra. Creo que siempre hay corrientes, personas, indi- pongo a los jóvenes considerarse sabios. Hay que vidualidades, grupos, etcétera, que tratan de influir proponerse ser mejor que Carpentier, que Lezama, en una dirección u otra, que combaten o simple- que Alicia. Hay que proponerse ser mejor que los mente no combaten y tratan de marcar con su im- mejores, que Harold [Gramatges], que Leo [Brouwer]. pronta una situación. Lo grave es cuando se crista- Hay que ser mejor que ellos. Pero, hay que partir liza una posición. Es verdad que ha habido momen- de ellos. Ahora mismo –no sé si lo sabes también, tos en nuestra historia durante estos cuarenta y porque parece que no vas a las cosas pero las sa- tantos años en los que ha habido cristaliza-ciones. bes–, en la reunión en la que se eligió el Comité Por suerte, son cristales frágiles y al final se rom- Organizador del Congreso [de la UNEAC] se insis- pen. Y hay momentos de discusiones. El libro de tió mucho en los jóvenes. Yo estuve en los en- Graziella [Pogolotti: Polémicas culturales de los 60] re- cuentros donde se prepararon todas estas reunio- vela una de esas. No sé si has tenido en tus manos nes. Pero, como en la presentación no se aclara- el libro del Che, Apuntes críticos a la Economía política. ron ciertas cosas, la única intervención mía fue Es muy interesante, porque muy tempranamente para decir: «estoy de acuerdo con abrirles el cami- ya está planteando el problema de los manuales, no a los jóvenes, pero a los jóvenes con talento». que después discutieron en Cuba Socialista, Teoría y Si reclutas jóvenes talentosos y los vas empujan- Práctica y otras publicaciones, Aurelio Alonso, Leonel do a que se ganen el derecho a ser de la Juventud o Soto y otros. Discutieron sobre los manuales. Te de la Legión de Honor, está bien. El reclutamiento recomiendo que les eches un vistazo para sentir la es entre el talento. No entre los que tienen la ban- época. Algunas cosas mías están saliendo ahora derita roja. porque he hecho lo siguiente: en Cuba no existe la

Revolución y Cultura 84 ley de que pasados veinticinco años eres libre de Seguro hubiera reaccionado distinto, pero no apro- publicar las cosas, como en los Estados Unidos, don- bándola. No en el momento en que salió PM. Ade- de se desclasifican; pero no acepté una sola cosa en más, el tema de PM y las imágenes de PM no son el Partido con la que no estuviera de acuerdo. Siem- más que lo vivido por nosotros en el marco del pre me expresé. Pero no salían publicadas; y ahora hampa habanera, conviviendo precisamente, no las estoy metiendo en libros…11 con Sabá [Cabrera Infante] y el fotógrafo [Orlando Acabo de publicar una carta que le mandé a Blas Jiménez Leal], pero sí con Guillermito, con Titón, [Roca] diciéndole todo lo que pensaba de ciertas con Lisandro, en ese grupo. Esto no era lo que ha- cosas. Manolito Pérez12 la conservó. Yo creía que bía que hacer en el momento, pero tampoco creo estaba perdida porque cuando salí del ICAIC sa- que había que hacer un drama de eso. Hubiera es- qué del archivo todo lo que me correspondía, pero tado en contra, hubiera hecho lo que hice. Yo no esa carta nunca la encontré. Y Manolito Pérez te- prohibí esa película: eso es mentira. Ellos se lleva- nía una copia, que es algo importante. Mi criterio ron la película, se la entregué. Me negué a hacerme se resume a esto: creo que los partidos, el nuestro parte de esa película, a que la distribuyera el ICAIC. también, no pueden ser correas de transmisión Ellos podían ponerla donde les diera su gana. Pero, puras, tienen que ser núcleos pensantes (think parte de lo que quiero decir tiene que ver con esto. tanks). Entre los americanos, el presidente puede En mi explicación anterior faltaron dos o tres pun- ser un imbécil; pero, el think tank que tiene al lado tos que tenía que haberte dicho. Uno, que estoy no es de imbéciles, ni remotamente. Puedes hacer harto de que la historia de la cultura cubana sean lo que quieras, puedes equivocarte y rectificar, que PM, la UMAP y el caso Padilla. La historia de la cul- era la posición del Che. El Che decía: «si nos equi- tura cubana después del triunfo de la Revolución, vocamos, lo cambiamos». en tanto que continuidad de lo anterior, continui- La verdad no es absoluta. La verdad es siempre una dad y ruptura como es todo instante histórico, me aproximación, constantemente cambiante. El Che parece que se ha empequeñecido. Aunque traté de era así. El problema es que el cambio no puede ser explicarlo diciendo que muchos habíamos perma- un acto frívolo, pero el cambio es necesario cons- necido tantos años en el silencio, dejando que el tantemente. Ante nuevas situaciones, nuevas so- único vocero de la Revolución fuera Fidel, claro, luciones. Eso es la Revolución. nuestro gran comunicador; y todo el mundo en el Es como el concepto de Fidel: «Revolución es cambiar todo silencio, no abordando nada, aun sabiendo todo lo lo que debe ser cambiado». que se decía en el exterior… Y, además, algunos del Pero, fíjate, tú haces así de buenas a primeras y es interior, revolucionarios, pero que se enredan en el la revolución permanente. Entonces eres trotskis- tema de que para ser escuchado hay que hablar de ta. Ya estás encasillando. La tendencia a encasillar PM y de la UMAP…, como si los procesos históricos es algo espantoso. no fueran altamente complejos, tuvieran etapas, La historia no se escribe así. La historia es laberín- se cometieran errores, se superaran, como lo ha- tica. La historia no es lineal. Los acontecimientos cen las personas. Hombre o mujer, nadie es igual se dan por intercepción de muchos factores y, en diez años después. Lo mismo pasó en la época. Y las personas, por cambios que se producen por la han pasado tantas cosas de las cuales no se ha- experiencia y porque las convicciones pueden evo- bla… Entre otras, se resaltan todos nuestros de- lucionar. Yo me pienso a mí mismo hoy, anarquis- fectos, nuestros fallos, los vacíos que tiene toda- ta converso al marxismo y me pregunto: «¿habré vía nuestra sociedad, que el socialismo no haya dejado de ser anarquista?» No encuentro contra- podido ser lo que queríamos, etcétera. Tenemos dicción entre el espíritu libertario y el marxismo, ochocientos mil universitarios. La riqueza más en su ética. Entre otras cosas, porque Marx no dijo grande de un país es eso. Es una riqueza inope- cómo iba a ser el socialismo. Eso es mentira. Claro, rante en este instante, pero al menor chance de es mentira que la mayor parte de los marxistas se que despegue de nuevo la sociedad cubana, que han leído El capital. Eso es una mentira. En primer está estancada, es algo que tenemos y que ya no lugar, porque no hay quien se lo empuje completo hay que construir, es el tesoro más grande. No lo así de un tirón. Pero yo, que ya me lo leí, me acabo digo por gusto. Si ahora el Banco Mundial, el de releer El capital. ¿Sabes para qué? Para poder po- superbanco y el archibanco –todas esas cosas que lemizar. No me lo he leído de punta a cabo, me lo existen por ahí– y una concentración de millona- leí selectivamente; pero, hice una «maldad» más, rios que quisieran aportar para el desarrollo de por si tengo que polemizar, hice esa relectura de la Cuba dieran 50 mil millones de euros para el de- obra en la única versión en la que Marx revisó las sarrollo, podíamos hacerlo. Pero si le dieran 50 pruebas de galera. Estos son tiempos que vuelven mil millones a otro país de la región, no pueden a ser de polémica. desarrollarse, ¿qué te parece? No pueden hacer Yo había leído algo, creo que en una entrevista concedida nada. Y, aunque yo viví en México y agradezco mu- a Amir Labaki,13 donde usted, al hablar del caso PM, que chas cosas a México, te diré lo siguiente: una de fue como el clímax de los conflictos con Lunes de Revo- las cosas que ayudaron al desarrollo de México lución, dejaba entrever cierta inmadurez en su modo de fue que entraran trescientas mil personas prepa- actuar entonces. Usted decía: «acababa de salir de la clan- radas de la República española de un tirón, en un destinidad. Me atacaron y respondí a puñetazos». Si no año. Esa es la inversión más importante siempre. hubiese sido por esta aparente inmadurez, ¿ante la apari- En esta época que vivimos, mucho más. Sin el sa- ción de PM habría reaccionando de otra manera? ber no hay desarrollo. Bien, tenemos esa inmensa

85 Revolución y Cultura Alejo Carpentier, cuenta en el banco y momentáneamente no po- Lunes. Yo sabía quiénes eran las grandes figuras, Alfredo Guevara y René Portocarrero. demos hacer nada con ella, pero podremos hacer. pero no puede olvidarse que ellos también eran Es mi confianza, yo soy un optimista. jóvenes que estaban empezando. Ahora, no dije otra cosa que es muy importante y El otro día se estaba hablando de El Puente, y me que tiene que ver con la pregunta que me has he- acuerdo de que conocí a gente de El Puente, pero cho sobre mí mismo. Yo era alguien que había par- porque me abordaban, porque iban a mi casa, in- ticipado en la lucha de un modo directo, había si- cluso. Si llega a ser por la vida natural de las co- do torturado, y me hicieron salir de Cuba en esas sas, nunca hubiera sabido quiénes eran. Estaba condiciones. Me hicieron salir porque ya no podía atareado, en el equipo que redactaba las leyes de resistir La Habana. Y había decidido participar de la Revolución, la Ley de Reforma Agraria, no ocu- otro modo. Este es el momento en el que ya era pándome de las broncas entre El Puente y no sé del 26, no del Partido; pero tenía la experiencia del quién, o de lo que había pasado entre Ciclón y Orí- Partido. Eso me permitió analizar muchas cosas. genes. No es que lo ignorara, es que no eran mis Tampoco hay que olvidar que había vivido casi prioridades. Lo que pasa es que, de buenas a pri- tres años en Europa y había alcanzado un nivel meras, sentimos un grupo de nosotros –y ahora de información cultural, y no sólo en la cultura; voy a llegar al otro aspecto– que el periódico Revo- me interesé mucho en la política cultural de la lución estaba utilizando la cultura para apoderar- URSS. Todo lo que había pasado antes del Congre- se de los medios de comunicación, que eran los so de intelectuales del 34 en el que se proclamó el que le interesaban de verdad. Hay que decir lo si- realismo socialista. Había leído una buena parte guiente: una parte de los participantes en toda de la literatura y de los libros sobre arte de una esta época que eran militantes del viejo Partido editorial que se llamaba Slavia y funcionaba en tenían la conciencia plena de apoderarse del po- Suiza. Había estudiado a fondo lo que había pa- der. Te diré, para mencionar nada más que en el sado en la URSS. Aunque no estaba seguro de que campo de la cultura, que ésta era la mentalidad íbamos a llegar al poder, estaba eso como un sedi- de Edith García Buchaca, que quería ser ministro mento mío. Al triunfo de la Revolución, no solo de Cultura. Y puedo afirmarlo porque me lo pidió yo, todos los que participamos de un modo acti- a mí: quería que se creara el Ministerio y ser vo, nos manteníamos en algo así como en «alerta Ministra. Y en ese momento, también de Mirta de combate». Y cuando empezaron a pasar estas Aguirre, instrumentalizada primero, apartada cosas, pues resulta que había que yo ni sabía quié- después. Dos mujeres de talento, una de inmenso nes eran. Quiero decir, algunos de esos jóvenes de talento y de inmensa cultura: Mirta; otra, culta y

Revolución y Cultura 86 de talento, pero más política y más estalinista que Stalin. Bueno, eso es exagerar, más que Stalin no podía serlo. Estoy hablando de la cultura. A su vez, el Movimiento 26 de Julio no era un monoli- to. El 26 no era un monolito porque algunos te- níamos esa adopción marxista dentro del 26, pero otros –que eran tan revolucionaros como noso- tros, porque habían participado también en la Revolución como acto y no como palabrería (y di- go palabrería y parece despreciativo, no es así; hay veces que palabrería no significa despreciar), los otros, que no voy a mencionar, porque no estoy dispuesto a mencionar gente que son más que re- volucionarios, los que están vivos y los que están muertos– no habían aceptado todavía el marxis- mo. Todos éramos del mismo Movimiento. Había gente que había aceptado el marxismo, pero le tenía horror al PSP. Si fuera un monolito no hu- biera habido tantas decepciones, tantos enredos acá». Me acerco, y escuchamos que se está pla- y deserciones. Nosotros no estábamos discutien- neando lo del comisario. Es decir, que a la otra do con conspiradores. Como ya dije, la naturaleza reunión ya voy preparado; pensando que lo podía personal de Franqui no estaba predestinada a parar explicando a los compañeros, etcétera. Pero hacer de él un contrarrevolucionario, aunque haya me encuentro que esa reunión la estaba dirigien- terminado en eso. Otros sí, porque su pensamien- do Edith García Buchaca, que a su vez encabezaba to no podía evolucionar. la Comisión de Cultura del PSP, la cual debía estar Había también dos PSP, uno más joven, del que fue- disuelta…, pero no lo estaba. ron parte esos compañeros que después se queda- Entonces, toda esta convulsa situación es el mar- ron conmigo en el ICAIC. Pero un día, en una re- co de PM. Alguna gente, cuando maneja las cosas, unión convocada por el PSP y presidida por Edith a falta de suficiente información, cree que yo pude García Buchaca –esto estaba pasando en el mismo hacer lo de PM solo. Pero el PSP se metió también, y momento de PM, lo que sucede es que la gente no lo se metió Blas, y se metió Mirta. La mejor prueba es sabe–, se intentó ponerme un comisario. Y todos lo que cuando se produce la reunión de la Casa de las aceptaron, porque Edith les informó que Fidel le es- Américas, donde se discute el destino de PM, estoy taba pasando el poder al Partido. Se tragaron lo que ajeno. Es Mirta Aguirre y su equipo del PSP los que les dijeron, porque era muy en serio, porque había van allí y discuten, y hablan de que se ponga el mucha confusión. Era una época de entusiasmo film en las organizaciones y se discuta, hacen de desbordarte, de pasión revolucionaria, con bande- esto... Lo que pasa es que Sabá y el otro muchacho ras y amores y alegría. También de turbulencia in- se presentan en el quinto piso –todavía no estaba mensa, de cuál era el camino, de qué es lo que se mi oficina en el séptimo piso del ICAIC–, y me lla- quería hacer. Yo no acepté y, cuando salí de ahí, me man fascista. Entonces les entré a piñazos. Claro, fui directo a ver a Fidel. No estaba Fidel y se lo conté tú ves ahora un personaje que no puede entrarle a a Celia –Fidel y Celia vivían a unas cuadras del piñazos a nadie, pero en aquel momento yo era ICAIC. Celia se indignó: «Está pasando en todo el otro, física y mentalmente. Tenía mezclada mi con- país. Nos tienen tomado el teléfono». ¡A Fidel!, ¡Fidel dición de combatiente y mi condición de intelectual, vivía ahí! Y yo, que nunca he hecho las cosas como sin que todavía depurara el lenguaje y las actitudes de me las indican, sino de acuerdo con mi filtro, boté a una cosa y de la otra. Por eso es que yo digo que hubie- los que tenía que botar y dejé a los que tenía que ra actuado posiblemente de modo distinto. dejar. Los que eran de verdad cineastas en potencia Hoy hubiera sido más maquiavélico, es decir más dia- se quedaron conmigo. Tomé el mando como mi ge- bólico. No vamos a decir maquiavélico porque neración lo ha hecho siempre en circunstancias di- Maquiavelo en definitiva no merece todo lo malo; fíciles, de mandón. vamos a decir diabólico, el diablo sí se lo merece. En realidad, todo lo sabía desde antes. Porque Tony Creo que la inteligencia cuando es madura tiene Briones –un muchacho que me había encontrado un ángulo de diabolismo; si no, no es inteligen- en un campamento que teníamos en México, que cia. Yo debía haber comprendido que les estaba fue quien vigiló la construcción de los estudios poniendo en bandeja un martirologio ridículo. No en Cubanacán y otras cosas que nosotros nacio- valía la pena aquello. Ahora bien: se callan mu- nalizamos, que nos ayudó cuando tomamos la chas cosas... Primero, yo no me quedé con PM, yo televisión de Pumarejo y no se separó de mí hasta se la entregué. Después se discutió cómo se usaba que lo mataron en Venezuela– levanta un inter- PM, etcétera, etcétera. Y les dejé esa misión a otros. comunicador para hablar con alguien (los interco- Sabá se quedó en Cuba y fue funcionario de municadores eran cosas estrafalarias, enormes) Cubarteimpex, y viajó hacia adentro, hacia afue- y se había quedado del otro lado un intercomu- ra… Pasaron años antes de que ellos decidieran nicador mal colgado, y así escucha una reunión convertirse en mártires. No sé si esto lo sabes, de la que yo no estaba informado. Me dice «ven porque ahora pasaste de Lunes de Revolución a PM.

87 Revolución y Cultura Ellos se quedaron en Cuba, fue- las condiciones de convivencia en la clandestini- ron funcionarios, y Padilla fue el dad y la ignorancia, la homofobia era inevitable. dirigente de Cubar-teimpex. Iba y El peor enemigo de la diversidad de criterios es la venía, y compraba libros. Las co- ignorancia. Por lo tanto, el peor enemigo de la Re- sas no son tan simples. Guiller- volución es la ignorancia. Y éramos ignorantes. mo Cabrera Infante tampoco se Esa es la verdad. Todo esto para decirte que había fue enseguida. Fue Consejero cul- demasiadas fuerzas encontradas. Todas, en el fon- tural en Bélgica, mala apuesta de do, luchando por el poder. Edith García Buchaca, que tenía Hay que comprender que la lucha que había era poder para hacer esas cosas en su muy confusa. Franqui y los que él tenía a su alre- momento; y el embajador era dedor no estaban contra la idea socialista; tenían nada menos que Gustavo Arcos, el terror de que la idea socialista fuera decomisada hasta el final jefe contrarrevo- por el PSP. Pero yo tenía la convicción de que Fidel lucionario, más bruto que una no iba a ser manipulado por nadie, ni por el PSP, ni piedra, más salvaje que una pie- por quien más influencia tuviera en él, ni por mí dra, racista, la negación de un re- tampoco. Fidel no era manipulable. Fidel tenía su volucionario. diseño, y yo acepté el suyo. Contrario a lo que hizo Ese era el Alfredo que estaba ac- Franqui; y lo pagaron los de Lunes de Revolución, sin tuando en aquel momento. Pero, ser culpables y sin saber lo que estaba pasando. podía actuar hasta cierto punto, Pero lo ocurrido luego de las Palabras a los intelec- porque estaba la fuerza del PSP tuales, que fue en lo que desembocó todo esto, ¿hizo Alfredo Guevara ahí. Yo no era todo lo lúcido que puedo ser hoy. No bien o hizo mal a la intelectualidad? con Raúl en los me había dado cuenta de que estaba poniéndoles Fidel no podía hacer otra cosa. Supo lo que hacía, meses iniciales en bandeja el martirologio, que además no se dio acertó y fue para bien. del triunfo enseguida. Pasaron años. Después ha sido utili- Pero ¿se malinterpretaron las palabras?, aquello de «Den- revolucionario. zado, es utilizado por los de afuera y también por tro de la Revolución todo, contra la Revolución nada». los de adentro. La mejor prueba es que seguimos Creo que para el trabajo intelectual fue más que discutiendo lo mismo y no lo que hay que discutir. positivo. Eso no quiere decir que unos años des- Los acontecimientos se quedan convertidos en mitos. pués en el Congreso de Educación y Cultura no haya Se quedan como un mito, y el poder de un mito pasado lo que pasó. Son dos cosas distintas. Se ter- hay que saberlo. En determinadas ocasiones, por giversaron, pero no las palabras. Fue violada la lí- ejemplo, en el caso de dos cineastas que detuvie- nea. Incluso, el discurso de Fidel no tiene nada que ron porque uno hizo un documental masturbán- ver con lo que se acuerda allí. El discurso de Fidel dose y hablando de la Revolución al mismo tiem- es una pasión latinoamericana. Y cuando Fidel se po. Los detuvieron. No te voy a decir lo que hice, vuelca sobre Latinoamérica se está separando de pero planteé que eso era un disparate. Qué más la Unión Soviética. Hay que saber leer. Aunque sea da que se masturben. Que hagan lo que les dé la aliado, la tenga y la necesite. Y cuando hace la Za- gana. Lo mejor sería sacarlos de la cárcel y dejar- fra de los 10 millones…, que ya yo estoy hasta lo los en libertad. Así se hizo, y qué ha pasado, último con la interpretación de la Zafra de los 10 ¡nada! millones… Es verdad que fracasa, pero hay que re- Cuando Reinaldo Arenas salió de Cuba, ya se le ha- conocerle otra cosa: Fidel hace la Zafra de los 10 bía abierto el camino para que trabajara en la revis- millones porque está desesperado por no caer en ta Cine Cubano, a petición de la Inteligencia, porque manos de la Unión Soviética. Está desesperado por otros organismos no lo quisieron aceptar y era el encontrar un asidero para poder desarrollar su pro- general Arquímedes quien estaba gestionando po- pia política. Ese es el carácter no lineal de la histo- nerlo en algún lugar para que pudiera repuntar. ria. ¡Es todo tan complejo, inciden tantas fuerzas! Reynaldo llegó a Miami. ¿Tú sabes lo que le pasó? Él El papel de las circunstancias. ¿Cómo podíamos nunca lo narró pero te juro que es así, y si un día nosotros pensar así cuando teníamos diecinueve, estás presente y coincides con ellos, te presento a veinte, veintiún años? Los que éramos en esa épo- mis amigos cubano-americanos, a la gente a la que ca no somos los mismos después… tuvo que acudir Reinaldo para alquilar un aparta- El primer problema para mí es pensar que jóvenes mento en Miami. Porque no le querían alquilar allí como ustedes tengan que escribir sobre temas que un apartamento por ser homosexual. no vivieron. Tienen que encontrar un hilo por Si en Cuba la homofobia estaba calentica, y es aquí, un hilo por allá, porque no hemos dicho verdad.., que no me digan que los cubanos en nuestras verdades. Miami aceptaban a los homosexuales. El macherío Algunos de los entrevistados durante esta búsqueda para no surgió con la Revolución. El macherío existía rehacer el tema de Lunes de Revolución me dicen que antes. Existe en el trópico, existe en el mundo la- es necesario esperar más tiempo, que ya de esto escribió tino, existe en el mundo católico, existe en el un puertorriqueño y no lo hizo bien; que escribió una mundo santero y existe en el hampa y existe en la brasileña, y tampoco. Les digo, pero cómo ellos van a burguesía. Ahora la gente se está civilizando, está hacerlo bien si nosotros, que somos cubanos, no acaba- aceptando la diversidad en el mundo. Eso no sur- mos de entender cuanto ha pasado en este tiempo. gió en Cuba, ni cosa parecida. Es normal que en- ¡Cómo lo van entender! tre el machismo, la vida guerrillera de una época,

Revolución y Cultura 88 Alfredo, además de andar en estos asuntos organizativos No ha sido la ignorancia. Es toda una voluntad. junto a Fidel, en las leyes revolucionarias, usted era tam- Una voluntad, y quienes la desarrollan son los de bién director del ICAIC. Entonces... afuera. Las cosas no son así. El ICAIC se fundó el 24 de ¿De manera consciente? marzo del 59. Sin embargo, Fidel me había dicho Conscientemente. Es verdad que me enfrenté a Lu- meses antes: «no te puedes ocupar del cine». Pero, nes, pero no es a Lunes a lo que me enfrenté, fue a un día me dijo: «prepara ahora la Ley del cine». Franqui, como te he precisado antes. Incluso, las Imagínate, yo estaba en la Ley de Reforma Agra- palabras de Fidel a los intelectuales comienzan ria, estaba en algo tan descabellado para mí como de otro modo. Evidentemente Fidel empieza a pen- la Ley de la Marina Mercante. Él veía que yo hacía sar cómo arbitrar entre todos. Entre todos, no todo, y estaba con él, y me iba en los helicópteros quiere decir dos grupos: son muchos y diferencia- a visitar lugares. Me dije «no puedo perder la opor- dos, incluso en las mismas organizaciones. Esto tunidad». Formé un grupo en el que estaban Titón, que me voy a atrever a decirte, aunque estés gra- Julio [García-Espinosa], Humberto Ramos que era bándolo, no lo tomes como una convicción por- el jurista... Un grupito pequeño, que se metió a que tengo dudas, pero debo decirte que ese ins- prepararlo todo conmigo. Preparamos la ley. Que- tante que conduce a la reunión de Fidel con los ría que en la ley aparecieran determinadas frases. intelectuales y todo este clima fue lo que propició Sobre todo me interesaba la primera frase: «el cine que Fidel comprendiera muy bien que tenía que es un arte», que fuera el primer país del mundo en actuar y que tenía que unir porque se había divi- el que su ley del cine recordara que el cine es un dido demasiado el ambiente. Pero, el hecho de no arte. Eso no quiere decir que pude dedicarle todo hablar después de estas cosas y de quedarnos nada el tiempo. Lo que pasa es que cuando uno tiene más con el discurso de Fidel –discurso que no solo esa edad se multiplica, no duerme, hace locuras. es la frase tan citada–, a veces dudo si fue una Lo hacía todo y no pasaba nada, seguí viviendo y involuntaria decisión, falta de creatividad o debi- no me di cuenta de que paralizaba otras cosas de lidad de nuestra parte: toda idea grande y mi desarrollo. Después de veintitrés años de estar abarcadora merece ser continuada, afirmada y al frente del ICAIC –tres años había sido mi pacto enriquecida, también intelectualmente. con Fidel, porque después yo iba a dedicarme a Yo empecé a publicar mis textos hace diez años hacer cine– salí para la UNESCO. No salí conten- nada más. ¿Por qué? Nadie ha contestado nada. to, porque era el resultado de las broncas con Tony Qué orgullo teníamos de no dialogar con el ene- Pérez [Antonio Pérez Herrero]. Creía que me ha- migo. No era dialogar, era enfrentarnos. El único bían derrotado, pero en realidad creo que me pre- que se enfrentaba era Fidel. Pero, desde la Revolu- servaron: Fidel hace eso. Y ¿tú sabes lo que hice ción hay pocas respuestas. Incluso, cuando el caso los diez años que estuve en París? Reciclarme. Los Padilla, cuando pasa todo, Fidel dice horrores de la pasé estudiando. Porque aunque tenía funciones, intelectualidad que nos empieza a condenar, pero aquello no era lo mismo que la locura de este país. me manda para Europa con esta instrucción: Yo le recordaba lo del ICAIC porque los estudiosos de la convencer, neutralizar, conquistar. Hay una posición época, quienes se han acercado al problema, insisten en que no es contradictoria… Es lo que siempre digo a que eso fue, efectivamente, una lucha por el poder, el nuestros embajadores: no es a los convencidos con poder cultural. Y de alguna manera usted representaba los que hay que conversar. No es ése el trabajo. El una parte de esas fuerzas. trabajo de un Embajador es ir a los otros, es enrique- Lo que no soporto es la idea de que era el PSP con- cer, ampliar el área de los que nos comprenden. Traba- tra el 26… Mentira. En Revolución estaba una frac- jar con las organizaciones de apoyo, que lo haga el ción, una parte del 26, reclutada por Franqui, segundo secretario. Pero tengo que trabajar precisa- como te expliqué. mente con los que no quieren acercarse a mí. Y hay Cuando Graziella me dijo que le interesaba que te algunos embajadores que actúan así, que hablan con recibiera, pensé: «bueno, yo no sé quién es este; las organizaciones de solidaridad, almuerzan con las pero Graziella sí sé quién es». Y dije, «bueno, déja- organizaciones de solidaridad, comen con las organi- me jugármela, porque esto es jugársela, porque zaciones de solidaridad, mandan recados a las orga- me pueden instrumentar». Me ha parecido que no nizaciones de solidaridad y mandan informes aquí eres de esa categoría, pero lo que quiero es, ya que sobre el trabajo con las organizaciones de solidaridad. hay alguien que se va a dedicar a esto, decirle un Bueno, ¿y qué? Si cuando yo voy a hacer un trabajo en punto de vista que no acaba de aparecer y que en el exterior, no voy a consolidar lo que tengo, sino a los libros míos empieza a aparecer. Creo que tiene ampliar el campo de acción. Es como yo veo la diplo- que aparecer específicamente. Quiero decirte que macia y como veo también la polémica. Y ¿cuál es el pasé una parte de la mañana de hoy escribiéndo- resultado de este silencio? Que no hay polemistas; te una carta, que la voy a terminar algún día y te que salen por ahí y no pueden enfrentar una confe- la mandaré. Es mi modo de decir estas cosas por rencia de prensa: la época de los Raúl Roa se había escrito, organizadamente, etcétera. Yo me comu- terminado. Ahora puede que algunos intelectuales lo nico con mis amigos por carta. puedan hacer, pero los periodistas, ¿por qué no lo pue- Quería retomar esto que usted mencionaba de la igno- den hacer? Prácticamente no hay un periodista que rancia y el mal que hace. Parece que ha sido, entonces, la sepa contestar a nadie. Temen que les den un palo ignorancia la que ha convertido su imagen en la de un después, cuyo chichón no se cura en diez años. Pienso anti-Lunes. Y si ha sido la ignorancia… que entonces, ahora y siempre no importa la condi-

89 Revolución y Cultura Autores y Editores), que busca dejar testimonio de la obra de reconocidas personalidades de la cultura y la sociedad cubanas. Algunos títulos: Esther Borja. Rapsodia de Cuba (Pavel Giroud); Harold Gramatges. La magia de la música (René Arencibia); Juan Blanco (Léster Hamlet); Vicente Revuelta (Enri- que Álvarez). 11 Véanse Revolución es lucidez, La Habana: Ediciones ICAIC, 1998; Tiempo de fundación, ed. cit.; Y si fuera una huella, Ediciones Autor, 2008. 12 Manuel Pérez, director de cine cubano (El hombre de Maisinicú, Páginas del Diario de Mauricio, .) 13 Amir Labaki, periodista brasileño, crítico de cine .

ción, las posibilidades, etcétera. Hay que tener algu- nas otras cosas, pero también hay que tener lo que no tienen. Hay que jugársela. Y si les dicen que se equivo- caron pues hay que decir: para eso estoy. No hay modo de que en un combate siempre se gane. ¿Por qué les aceptamos a los peloteros que pierdan un día y yo, polemista, no puedo perder un día? Ese es el pro- blema.

Notas: 1 Para una mayor comprensión véase La política cultural del período revolu- cionario: memoria y reflexión , Centro Teórico-Cultural Criterios, La Habana, 2007; con textos de Desiderio Navarro, Ambrosio Fornet, Mario Coyula, Eduardo Heras León, Arturo Arango y Fernando Martínez Heredia. En su presentación, de febrero de 2008, se lee: «La sucesiva aparición televisiva de pr ogramas dedicados a ex-dirigentes culturales asociados al dogmatismo, la censura y la represión administrativa del así llamado «Pavonato» o «Quin- quenio gris» (1971-1976), desencadenó, el 6 de enero de 2007, una ola de indignación y protesta en los medios culturales del país. Ésta evidenció la prolongada falta de una memoria colectiva y una reflexión pública sobre ese período y sus secuelas. A fin de contribuir a ese necesario debate y catalizarlo, ya el día 13 de enero el Centro Teórico-Cultural Criterios anunciaba la celebración de un ciclo de conferencias bajo el título «La política cultural del período revolucionario: memoria y reflexió n», que comenzó el 30 del propio mes. Las conferencias del Ciclo realizadas hasta la fecha, recogidas en el pre- sente libro, se ocupan tanto de dicho período y sus secuelas en general, como de sus diversas manifestaciones en distintas ramas del arte y la cultura –narrativa, poesí a, arquitectura, pensamiento social–, y han estado a cargo de destacados intelectuales cubanos, ampliamente reconocidos por su obra en las respectivas esferas culturales abordadas». 2 Baudilio Castellanos, compañ ero de aulas de Fidel, participó en la defensa del líder revolucionario tras el ataque al cuartel Moncada. Al triunfo de la Revolución desempeñó diversas responsabilidades administrativas, como la creación del Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT), y diplomá ticas. 3 Véase Ignacio Ramonet: Cien horas con Fidel , La Habana: Oficina de Publi- caciones del Consejo de Estado, 2006. 4 Edit or, político y activista comunista italiano. La editorial Feltrinelli publicó en primicia para Europa, en 1968, el Diario del Che en Bolivia , con la foto de Korda en la portada. 5 Véase Emmanuel Vincenot: Germán Puig, Ricardo Vigón y Henri Langlois, pioneros de la Cinemateca de Cuba , Universidad de Versalles St Quentin en Yvelines. Disponible en: http://www.hermanpuig.com/version_espanol/ historia.php#interesting_models 6 Valéry Giscard d’Estaing, político francés. En 1962, ministro de Finanzas y Economía del Presidente Charles de Gaulle. Después, Presidente de la Re- pública Francesa (1974-1981). 7 Véase Alfredo Guevara: Tiempo de fundación, Iberoautor, 2003. 8 Buenaventura Dellundé Puyáns, político y propietario del Bufete Dellundé que tenía sus oficinas en el Edificio Bacardí. Fue representante a la Cámara de 1948 a 1952. 9 Vé ase Roberto Pérez León: Tiempo de Ciclón, La Habana: Ediciones Unión, 1996. 10 Serie documental, iniciada en el 2005, con el auspicio de la Casa del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y de la SGAE (Sociedad General de

Revolución y Cultura 90 o sé cómo pensarán mis colegas cuando se Quien no me conozca y le da por juzgarme, sola- enteren que los tabacos que fumo son una mente por el cargo que antes hube de ostentar, pen- Nmaravilla, y que por eso cuestan una for- sará que debo sentirme satisfecho de mí mismo. tuna, como dice mi mujer. Es un lujo que se da al- Las razones son obvias: a mí se me había enco- guien que está aquí, al pie del cañón, que era hasta mendado la responsabilidad, y, por añadidura, he hace muy poco, señor y servidor de la ley y de la tenido por profesión, enjuiciar los actos, el com- justicia. Ahora mismo digo que mis más firmes portamiento de los demás, aunque éstos, en reci- propósitos coinciden con aquellos que abogan por- procidad, no tuviesen la posibilidad de juzgarme a que se mantenga la tranquilidad ciudadana, y se- mí. Alguien podrá imaginar, y hasta dar por senta- guir siendo implacables con el delito, cualquiera do, que soy hombre de conciencia limpia, purifica- que éste sea, puesto que lo que necesitamos es un da en las aguas de la justicia. Pero, ¿qué es juzgar, país estable, que se consolide. enjuiciar a los otros? ¿Decidir que alguien ande Casi todos los empleados del Juzgado son gente libre o tras las rejas? Lo que me gusta es que mi modesta. Fuman brevas o cazadores, en verdad mujer me reciba dulcemente cuando llego a casa; muy baratos, si hacemos la comparación. De to- que en los días de frío tenga el calentador prepara- dos modos, le arranco el inconfundible sello con do para poder darme una ducha con agua tibia y la marca Cohiba y, además, por si acaso, el anillo secarme con la toalla más grande. Llego y la acari- interior, el oficial, constancia del impuesto so- cio, pero no de manera formal, de puro compromi- bre un artículo suntuario como son los habanos so, sino una entrega y una sonrisa que delate, por de exportación, porque podría descubrirse que lo menos, el cariño que le tengo y que ella también sonría y me dé un beso tierno. De todos modos, el que le das a tu mujer es un beso pasado por la ley. Cuando mi esposa, con papel firmado ante CONFESIONES notario, era mi amante, y no de un día o sema- nas precisamente, siem- pre me recibía con cari- cias y besos que tenían de todo. Voluptuosos DE UN ella y yo, anudados, en- redados nuestros cuer- pos, nos olvidábamos del baño, del agua tibia y nos entregábamos EX JUEZ despreocupadamente al dulce juego del amor en Jaime Sarusky la terraza solitaria, con la complicidad de la no- che. Entonces no tenía nece- en este renglón tengo todavía ciertas debilida- sidad de mi memoria. Toda la mañana de ese día des. Antes los fumaban los ricos, de adentro y de había transcurrido multando, sermoneando, qui- afuera, y, por supuesto, los inevitables del patio zás absolviendo, encarcelando. En nombre de la que se empeñaban todo el tiempo en parecer im- ley. A veces, después de cada jornada, me sentía portantes. como un Dios, un pequeño Dios. Antes yo no era rico, ni de adentro ni de afuera, ni –¿Nombre? hacía lo imposible por parecer. Pero sí era impor- –Juana Montana tante, sobre todo ser juez, ya fuera municipal o –¿Edad? magistrado del Tribunal Supremo. De cualquier Un ligero titubeo y luego: modo, yo no me privaba de fumar mis H. Upmann. –Trentitrés. Cumplidos. Antes, como ahora, soy o fui lo mismo: Juez. Juez –¿Oficio? con mayúscula porque es una profesión de altura. –Costurera Aunque sólo sea por el estrado y la poltrona desde –¿Nombre? donde se imparte justicia, como la he administra- –Adolfo Benjumeda do yo desde hace tanto tiempo. –¿Edad? Juez antes y uniformado ahora. Soy celador, CVP le –Cincuenticinco. Hago pólizas de seguros. Natural dicen. Confieso públicamente que, sin embargo, ten- de La Ceiba… go en muy alto sitial llevar el uniforme, como antes –Me basta. también, los títulos que cuelgan en mi despacho, Y yo imponiendo cuotas u ordenando encerrar gente rotulados con letras góticas tan elegantes que la en las celdas durante semanas o meses, a rateros y gente que los ven no se cansan de admirarlos. violadores, a prostitutas y estafadoras de la peor

91 Revolución y Cultura ralea. Yo que me creía omnipotente me estaba har- allá, aún a pesar, o tal vez por eso mismo, del título tando de todo aquello, del triste papel que me esta- que me habían endilgado: ser demasiado estricto. ba tocando interpretar. Así, paso a paso, fui avanzando, de modo que to- Así desfilaban ante mí, máximo representante de dos en el tribunal: el secretario, los abogados, los la ley y el orden, centenares, miles de casos. Ella lo ujieres, la servidumbre, en fin, fueron ganados por engañaba. Era joven Juana Montana, rehén del mi presencia, la autoridad indiscutible que ema- imperioso tiempo. Se decía a sí misma que debía naba de mi persona. Así me impuse, así me veían, superar aquel cuerpo que tenía a su lado por otro así me respetaban. Así creí que les tenía ganada, o más mejor, por lo menos, Dios mío, con una piel casi ganada, aquella partida, la de que no me po- sin tantas varices. Yo era la peste, el coco. Ahora drían convertir en la caricatura de la persona que bien, nadie hubiera podido sentirse más satisfe- querían hacer de mí. Hasta que me enteré que se cho que yo cuando, desde lo alto del estrado, sere- divertían imitando algunas de las vistas y proce- no y seguro, contemplaba, gesto por gesto, como se sos judiciales en que intervine. Una noche que lle- desgajaban los nervios de los que comparecían, gué para ensayar lo mío, como otras veces, escu- culpables o no. Vacilaban, tartamudeaban, enmu- ché desde la puerta, al entrar, las risotadas del se- decían o los invadían las sudoraciones y la inevi- cretario y de uno de los bedeles. No sé si se habrán table palidez. Nadie era dueño de sí mismo, ni los dado cuenta, pero tan sigilosamente como llegué acusados ni los acusadores. Frente a frente, y a me fui desconcertado. Después supe por un amigo cierta distancia, mirándolos fijo a los ojos, ellos en que no dejaban pasar un día sin que murmuraran, un plano inferior, se alteraban y mentalmente eran convertido ya en su blanco favorito. Incluso, una presas de la cólera o del pánico porque querían que tarde que estuve ausente y habían recesado las la tierra se los tragara en ese momento, antes que audiencias, se reunieron en la sala y del sombrero verse obligados a escuchar las invectivas, los ar- del secretario fueron sacando, uno a uno, los pape- gumentos, siempre tan iguales del señor juez y, para litos doblados que correspondían a los diferentes colmo, que se les cayera la cara de vergüenza a la roles que me atribuían cuando actuaba como juez. hora de dictar sentencia. Y yo sabía muy bien cuá- Así fue aquella parodia. Encarnaron indistinta- les eran sus estados de ánimo, atrapados por la mente al juez Implacable, al Cínico, al Magnáni- ansiedad, la razón dislocada. Ya nadie era el mis- mo, al Indiferente. Y no, no pude escapar, monta- mo allí. ron tal comedia y se ensañaron en una sátira tan La ley era la ley. Yo me componía reafirmando mi feroz que no dejaron resquicio salvable, no ya de adustez. Frente al espejo había ensayado varios mi persona solamente, sino de las funciones del movimientos elegantes y enérgicos de los brazos y Juez, del probo ciudadano que tenía el compromi- las manos; la cabeza enhiesta; había estudiado un so de aplicar la ley sin vacilaciones, siempre muy tono de voz correcto pero imperativo; me cuidaba seguro de que quien la impartía era un hombre de conservar el halo de autoridad preciso porque honesto a carta cabal, única forma de evitar los cada palabra, cada gesto, cada movimiento, debía remordimientos, los cargos de conciencia y, por llevar, implícito, el peso que emanaba de la equi- tanto, de impedir ser largado por un infarto. dad y de la justicia, y tanto la una como la otra, Bien vistas las cosas, en última instancia, debo debían estar revestidas de la solemne irradiación admitir que lo que urdían era, ni más ni menos, de lo excepcional. que pretender que rescataban la justicia pisoteada Ese aprendizaje no fue fácil. Tan pronto supe que por mi mano dura y eso lo supe la noche que los se me había distinguido con el nombramiento de sorprendí mientras presentaban la obrita El justo Juez en reñida lid, iba por las noches a la sala del señor juez, otra parodia de mi actuación. Yo que creía tribunal y allí también, solo, en el doble papel de que no había en todo el país nadie más recto que actor y, a la vez, público de mí mismo, ensayaba, yo. Creyéndome el más justo era el colmo de la además de cada uno de los pasos del ceremonial, injusticia. hasta los detalles más sutiles, propios del oficio. Y ya en la calle no se decía: Para evitar a los intrusos ensayaba en la oscuri- –Ahí va el señor juez, sino dad, aunque la luz de un poste cercano se desliza- –Mira a ese hijueputa ba por los cristales polvorientos de los arcos de Por eso, por un lado, qué tranquilo me siento cuan- medio punto. do escudriño en la oscuridad y veo el haz de luz de –Silencio. ¿Qué responde a tales cargos el acusa- la linterna en mis nuevas funciones como CVP en do? el Juzgado y todo está en orden, tal y como anoto Y así, incansable, practicaba inflexiones de la voz, en el Libro de Incidencias, es decir: de problemas o gestos pertinentes y hasta impertinentes, y expre- sin novedades, durante la guardia. Pero no deja de siones del rostro: irónico a veces, burlón otras, cí- preocuparme que alguien, ahora que estoy en baja, nico con frecuencia, siempre según los casos y las intente aprovecharse para pasarme la cuenta. circunstancias que los acompañaban, para no de- jar nada al azar ni a la improvisación. La Habana y Abril del 2007. –Mira, ése que va ahí es él, el Señor Juez –comenta- ban a media voz los vecinos del pueblo. Yo tenía que imponerme, pues ser juez, tanto como una profesión, era un status social, un escalón al cielo, tener aquí virtudes que sólo se dan en el más

Revolución y Cultura 92 Isla Guadalupe ¿LA CALLE VÍCTOR HUGUES? Rafael Rodríguez Beltrán cialmente del índice onomástico de las calles ha- baneras, pero que, a pesar de todo, seguimos nom- No seré yo el primero en llamar la atención acerca brando o escribiendo entre paréntesis junto al más del poder de evocación que poseen los nombres de simpático nombre de Brasil? ¿Quién era el Conde muchas de las calles de una ciudad. Lamentable- Cañongo? ¿Quién, Galiano? ¿Quién, Bernal? Los mente, en la nuestra, los nombres de las que fre- que mantengan frescas las lecciones de Historia cuentamos llegan a perder, casi siempre, por la pri- de Cuba, podrán orientarse mejor con los nombres sa a la que nos obliga la rutina diaria, todo el en- de Tacón, Someruelos y Vives. Y si bien la persona- canto primitivo que sin dudas estuvo presente en lidad de Martí, Maceo y Gómez es indudablemente su bautismo. En cualquier lengua, algunas frases muy conocida por todos los cubanos, lo cierto es hechas que sabemos utilizar, pero cuyo significa- que los antiguos nombres se impusieron en las do inicial nunca supimos, o hemos olvidado, par- avenidas que les rindieron homenaje ya que, infe- ticipan del mismo fenómeno: ¿por qué «la edad de lizmente, salvo en casos muy delimitados, los la peseta», o «poner los pies en Polvorosa»? ¿Quié- habaneros seguimos diciendo Prado, Malecón y nes eran Maricastaña o, la más vernácula Ñañá Monte respectivamente. Por último, el santoral Seré? Así ocurre con las calles. Con toda naturali- católico, muy presente en las arterias de nuestra dad alguien nos brinda una dirección muy precisa: capital, no escapa a esta y ningún ateo, por «es en Aguacate entre Lamparilla y Amargura» y recalcitrante que sea, se incomodaría por tener su allá nos vamos sin reparar en el significado de esos residencia en San Nicolás entre San Rafael y San nombres. Y acaso sea buena cosa este olvido, pues Miguel, pues, para la gran mayoría de los haba- ¿quién hubiera jamás querido residir por mucho neros, esos nombres han perdido el carácter místi- tiempo en calles que sugieren imágenes infaustas co que acaso antaño tuvieron. como las de la amargura, o la de la cárcel, o incluso Es curioso, sin embargo, que si tanto los sustan- la del árbol seco? tivos comunes, como los nombres propios (de per- Los nombres de aquellos que por alguna causa han sonalidades históricas, literarias, locales, religio- merecido que se confiera su patronímico a una de sas) se reparten pasajes, callejones, calles, aveni- las vías de la ciudad no escapan, salvo honro- das o bulevares de nuestra ciudad, en ellos no en- sísimas excepciones, a este proceso de banali- contraremos a los personajes literarios más popu- zación. ¿Quién era ese Teniente Rey, expulsado ofi- lares, aquellos que forman parte del saber com-

93 Revolución y Cultura Hace algún tiempo tuve la ocasión de visitar la hermosa isla de Guadalupe, una de las Antillas Menores, antigua colonia francesa devenida hoy Departamento de Ultramar. Para hablar de la her- mosa capital, Pointe-à-Pitre, podemos remitirnos al poeta Jean-Michel Martial que con justificada pasión así la describe: «Pointe-à-Pitre, tierra de hombres, cometa de cristal con su plumaje multi- color, tierra de belleza que mil veces ha renacido de sus cenizas, comunidad de lenguas, explosión de olores, torbellino de legumbres, palmas, buganvi- llas, cocoteros eternamente renovados, hierbas extraordinarias.»1 Allí también sus calles nos permiten un recorrido interesante por la historia de la propia isla, pero también de Francia y del mundo. Nada sorpren- dente pues, encontrar la calle que honra la memo- ria del extraordinario poeta que fuera Saint-John Perse, nacido en la isla, o la calle Víctor Schoelcher, quien desempeñara importante papel en la eman- cipación de los esclavos de las Antillas francesas. Pero también, para recordar la tradición literaria gala, están la calle de Lamartine y la de Víctor Hugo. Un tanto más allá, la calle José Martí, que llena de orgullo al cubano que felizmente llega a esta bella capital. Aquí el visitante no puede pasar por alto esos nombres entre tantos otros, que, antes que coordenadas de una ciudad, han sido evocadores de otras realidades. Pero tampoco entre las calles partido de todos los cubanos. No tenemos en la Ha- de Pointe-à-Pitre encontraremos el nombre de un bana una avenida Cecilia Valdés, ni una calle Lucía personaje literario, igual que, al parecer, no hay Jerez ni tampoco un pasaje Unzúazu. Pudiera ima- avenida Werther en Berlín, ni boulevard Julián ginarse una nueva barriada en la que alguien pu- Sorel en París, ni pasaje Raskólnikov en San diera residir en Caniquí entre José Dolores Pimien- Petersburgo. ta y Humberto Fabra, o en Espatolino entre Doña Un día de asueto deambulaba por las callejuelas Guiomar y Juan Criollo. Tal vez sería un tanto com- de Pointe-à-Pitre y luego de recorrer la calle Jean plicado, pero seguramente mucho más evocador que Jaurés, tomé por Sadi Carnot y al llegar a la esqui- esas modernas barriadas en las que números y le- na de la calle del conde de Nozières –antiguo go- tras convierten nuestras coordenadas en fórmulas bernador colonial de las Antillas Francesas–, abru- algebraicas, como A Nº 16 entre 1ª y 3ª, direcciones mado por tanta historia giré a la izquierda y… casi muy prácticas pero carentes de toda poesía. tropiezo con la calle… ¿Víctor Hugo? ¡No! ¡Víctor Sin embargo, cuando visitamos un barrio desco- Hugues! En fracciones de segundos surgieron to- nocido o llegamos por primera vez a una ciudad das las interrogantes con sus respuestas: ¿qué hace para nosotros nueva, ese poder evocador de los un personaje lite…? ¡Pero claro, si es un personaje nombres de las calles, las avenidas, los bulevares, his…! ¡Bien lo aclara Carpentier al final de…! revive; es como si el nombre retomara su sentido ¡Víctor Hugues! Y en ese instante, como Carlos, yo inicial y casi renacieran para nosotros Isabel Ru- también oí la famosa aldaba que sonaba en la puer- bio en Pinar del Río, Milanés en Matanzas, Marta ta principal de la casona y casi experimenté la sen- Abreu en Santa Clara, la Avellaneda en Camagüey, sación de tener entre mis manos la tarjeta que re- Gonzalo de Quesada en Santiago de Cuba. El que zaba: VICTOR HUGUES, Négociant à Port-au-Prince, al ha tenido la ocasión de conocer ciudades de otros mismo tiempo que trataba de recordar las muy países experimenta lo mismo y entonces se asiste mal leídas páginas que al final de El siglo de las luces al momento en que la calle recibió el nombre por nos hablan de la historicidad del personaje. Curio- el que se la conoce. Tuve la ocasión de residir en sa comunión de la ficción y de la realidad. Allí arri- París en la calle Jules Vallès, en una barriada de ba, bien centradas en medio del rectángulo de por- añeja tradición revolucionaria; visitaba a una fa- celana azul de Prusia, las altas letras blancas no milia amiga que vivía a unos pasos de la estación mentían: Rue Victor Hugues. del metro Louise Michel; lamenté cuán reducida, En efecto, ese Víctor Hugues que entra como un aunque céntrica, era la callejuela que recordaba a huracán –que no tardará en desatarse de forma Adolphe Adam, y con gran alegría descubrí, no muy también muy concreta– en las vidas de Carlos, Es- lejos de la Torre Eiffel, la calle de nuestro doctor teban y Sofía, tuvo una existencia muy real: algu- Finlay. Y así, en todos esos encuentros también nas consultas me permitieron conocer que había revivían el autor de El Insurrecto, la heroína de la nacido en Marsella hacia 1762, que se lanza al mar Comuna de París, el compositor de Giselle, el cientí- como grumete a los trece años en un navío corsa- fico cubano. rio y que participa en la guerra de independencia

Revolución y Cultura 94 de las trece colonias; será panadero y luego impre- sor en Port-au-Prince. La Revolución Francesa lo lleva a París, donde será miembro del club de jacobinos y, en 1793, acusador público del Tribu- nal Revolucionario de Rochefort y luego de Brest. Es enviado a las Antillas francesas con la orden de abolir la esclavitud. Agente del directorio y gober- nador de la Guyana a partir de 1799, se ve obliga- do, por orden del Consulado, –ironía de un destino ya bastante complejo– a restablecer la esclavitud en esa colonia. Destituido por haberse rendido sin presentar combate a los invasores holandeses, si bien –como nos dice Carpentier– la capitulación era inevitable, regresa a París. Rehabilitado más tarde, volvió a moverse en el mundo de la política, pero luego, envejecido, enfermo y ciego regresará a Cayena donde muere en 1826. En su modesta tum- ba se pueden leer todavía, debajo de su nombre, las fechas de nacimiento y muerte así como las que indican el período en que fue gobernador de la Guyana. Pues allí estaba la calle Víctor Hugues, al fondo del Palacio de Justicia construido entre 1930 y 1931, obra del arquitecto tunecino Alí Tur, frente al cual se yergue la sobria fachada de la Iglesia de San Pe- dro y San Pablo, terminada de construir en 1818. La calle había sido trazada tiempo atrás y recibió Inauguración de la el nombre de Rue Dauphine (literalmente, calle de primera etapa de la Delfina, que era el nombre con el que se designa- Expo Restaurarte, en el ba a la esposa del heredero al trono de Francia) y almacén de San Pedro así se siguió llamando a pesar de los diferentes y Baratillo. Esta es la cambios políticos que hubieran podido poner en restaurARTE quinta exposición peligro esa clara alusión al Antiguo Régimen. El organizada por el resumen de un acta de la Comisión de Calles con Tania Chappi proyecto La Escalera fecha del 11 de febrero de 1884 refiere que a partir Producciones, de esa fecha, la calle Dauphine es rebautizada con integrado por personas el nombre de Víctor Hugues, casi sesenta años des- Aunque algo distante en el tiempo, todavía resuenan ecos de múltiples pués de su fallecimiento. de la pasada bienal de La Habana. Entre ellos, quizá Res- profesiones. Muy acertadamente señala pues el propio taurARTE (como se graficó el título de la muestra) merezca Carpentier en esa suerte de anexo de carácter his- un acercamiento. La exposición, la quinta organizada por tórico adjunto al final de El siglo de las luces, que en el proyecto no lucrativo La Escalera Producciones, integra- la isla de Guadalupe está muy presente el recuerdo do por personas con profesiones alejadas del arte, la mayo- de este hombre de azarosa vida y de acciones con- ría universitarios, constituyó un homenaje sumamente tradictorias, pero que sin dudas, como dice nues- respetuoso, un reconocimiento al primer escalón, es decir tro novelista, ha sido casi ignorado por la historia. los trabajadores, en la restauración de la ciudad. Homenaje La literatura, en cambio, que apela a otros resortes también a la Oficina del Historiador, y al historiador pro- del espíritu humano ha logrado rescatar a Víctor piamente, Eusebio Leal. Hugues de los viejos papeles empolvados y devol- Fue una propuesta donde estuvieron reunidas todas las vérnoslo lleno de vida en esa novela, que es una de variantes del arte audiovisual: video arte, spot y progra- las más significativas que se hayan escrito en el mas de TV, obras bidimensionales con múltiples técnicas y siglo pasado gracias a la pluma de Alejo Capentier. sobre todos los soportes posibles, performances, instala- Caminar por esta calle de Pointe-à-Pitre es una ciones, esculturas... Sobre Restaurarte y su matriz, A experiencia excepcional y puede sentirse privile- cielo abierto, conversamos con su director Víctor Manuel giado el que pueda hacerlo. ¿No tendrá alguna nue- Quijano Castiñeiras: va calle de una ciudad cubana la posibilidad de llevar un nombre que encierra tanta historia y tan- ¿Antecedentes de Restaurarte? ta inspiración literaria? Esta exposición es el segundo hijo de un proyecto mayor que se llama A cielo abierto y es el resultado del trabajo mancomunado de un grupo de personas de las más disímiles profesiones. A partir de la res- 1 Jean-Michel Martial. «Pointe-à-Pitre, histoire d’un sourire encore à tauración general a que fue sometido el Centro partager… ». En: Adélaïde-Merlande, Jacques et al. Pointe-à-Pitre. Wifredo Lam, surgió una inquietud en un grupo de Ville d’art et d’histoire. París: Éditions du Patrimoine, 2006. artistas por hacer fotografías, pequeños cortos de video, de esa techumbre retirada de la bella casa. Eso descubre una perspectiva de carácter inédito de

95 Revolución y Cultura las torres, sobre todo de la to- visualidad, y la que genera el encuentro genera- rre oeste de la iglesia de La Ca- cional. Todos estos elementos enriquecieron el pro- tedral. Los artistas encontra- yecto. Un proyecto rico desde el punto de vista teó- ron que había una fascinación rico, que debe ser tomado en cuenta, que debe servir y empezaron a fotografiar y de ejemplo; hay mucha obra hecha que no debe filmar a diferentes horas. Por quedar en el olvido. ahí surge el proyecto Cielo Este proyecto estaba dedicado solo al Centro Lam. Abierto. Todos sabemos las circunstancias por las que pasó No queríamos que fuera un el país el año pasado: tres ciclones, las medidas que proyecto sin una base teórica hubo que tomar. A pesar de eso se restauró el Lam, fuerte, por ello invitamos a es- se realizó la convocatoria a la Bienal de La Habana. tudiantes de tres facultades de Pero eso comprometió el tiempo en que se debía la Universidad: Diseño, Histo- exponer el proyecto A cielo abierto. Parejamente al ria del Arte y Arquitectura, desarrollo de este proyecto, por la misma sinergia para que hicieran investigacio- del mismo y el contacto con los trabajadores de nes. Con autorizaciones emi- Puerto Carenas que laboraban en la restauración tidas por el Consejo Nacional del Centro, nos surgió la idea de reflejar de manera de las Artes Plásticas ahonda- directa el trabajo de esos hombres que a veces son ron en los archivos de la Biblio- la piedra angular de la restauración y, sin embargo, En la futura sede del teca Nacional, en el Archivo Nacional, e hicieron la son los menos mencionados. En este caso se trata- Museo del Azúcar, historiografía de esta casa que hoy ocupa el Centro ba de la restauración de una casa colonial, patri- segunda locación de Restaurarte, atrajo Lam y que era, como es conocido, la casa de los monial, en el Centro Histórico de la ciudad, que ade- especialmente al condes de Peñalver. Los estudiantes hicieron un más se usa como galería, un fin para el cual no fue público el performance gran estudio, desde los planos originales arquitec- concebido originalmente el inmueble. Eso lleva una El altar del obrero, del tónicos. Ese proyecto generó mucha atracción y acondicionamiento especial: climatización, ilumi- grupo Puente Sur. expectativas en diversos artistas. Se creó una si- nación… Es un esfuerzo gigante lo que se hizo en nergia y un entramado valioso. Quisimos averiguar esa restauración. Sus protagonistas merecían un si había algún antecedente en el país en cuanto a homenaje. De ahí sale Restaurarte. Es un proyecto una recreación artística de un proceso de restaura- dedicado completamente a las labores de restaura- ción. No hemos encontrado todavía ningún prece- ción y no a la parte bonita, a la imagen graciosa, sino dente; sí sabemos de la documentación de procesos al trabajo concreto de esos obreros y especialistas. de restauración, en los cuales se ha hecho un exce- lente documental testimonial, pero no hay una re- ¿Sale entonces Restaurarte de los confines del Centro creación por artistas de la plástica. Wifredo Lam? Si uno habla de restauración en Cuba no puede obviar ¿En qué momento comienza esta recreación artística que a la Oficina del Historiador de La Habana. O sea, la desembocó en A cielo abierto? palabra restauración está asociada directamente al Hace aproximadamente un año y tres meses, con- Centro Histórico de la ciudad y este se halla asocia- vocados por Rubén del Valle, entonces director del do directamente a la Oficina del Historiador. El tra- Lam, quien a pesar de no ser artista profesional tie- bajo más grande de restauración que se ha hecho ne vocación, sensibilidad; él descubrió lo bonito de en Cuba, que se está haciendo, lo hace esa Oficina. ese desastre que había allí. Acudimos a los víncu- Es un trabajo gigantesco. Hay una Habana que se los familiares, de amigos. Ese proyecto se llamó A va salvando día a día con el trabajo de la empresa cielo abierto, una exposición que recreaba solamente constructora Puerto Carena, de sus obreros. la restauración del Lam. Pintores, escultores, Hoy la sede social del Centro Wifredo Lam está en- restauradores, artistas del performance, videoastas, clavada en una casa en el Centro Histórico de la directores de televisión; o sea, logramos reunir un ciudad, mañana esa casa puede ser otra cosa pero grupo estelar, sin abusar de la palabra, de represen- la edificación continuará ubicada allí. Uno puede tantes de esas manifestaciones. Alrededor de cin- mudar el objeto social pero no la edificación, por cuenta creadores. No quisiera omitir nombres, pero tanto el homenaje de Restaurarte no es a un lugar no puedo dejar de mencionar a Liborio Noval, con determinado en la geografía de la ciudad de La Ha- muchos años de trabajo, que acogió este proyecto bana, es a su contexto, a la labor que se realiza; el como un muchacho. Guille Vilar grabó dos edicio- homenaje, por tanto, es a la restauración y al Cen- nes del programa televisivo A Capella y está espe- tro Histórico de la ciudad. Lo que se quiso reflejar rando que lo convoquemos para hacer la tercera, ya en Restaurarte es el motivo, la razón, no el lugar. Lo con el Lam terminado. Roberto Chile, a pesar de sus que importa es el fenómeno. Todos podemos hacer múltiples ocupaciones, regaló al proyecto un video algo por la restauración, este es nuestro aporte. arte. Agustín Bejarano, Arturo Montoto, Sándor González… es una cantidad que nunca previmos ¿Cómo llegó Restaurarte a la Bienal de La Habana? de artistas y manifestaciones. La Bienal de La Habana es en las artes visuales el evento más grande que se realiza en el país. He es- Veo que hay una mezcla de artistas consagrados y de otros cuchado a especialistas decir que Venecia, Sao Pa- muy jóvenes. blo y La Habana son las tres bienales más impor- La amalgama ocurre en todas las aristas: amalga- tantes. Nosotros nunca pensamos en hacer un pro- ma de estilos, de lenguaje, de posibilidades, de yecto en función de la Bienal de La Habana, donde

Revolución y Cultura 96 ferentes, en tres instituciones diferentes dentro de los predios de la Oficina del Historiador. La elec- ción fue muy difícil. La primera etapa de Restaurarte se colocó en el viejo almacén situado en San Pedro y Baratillo, al lado del restaurante La Barca, eso es normalmente un rastro de materiales, donde no hay la más mínima de las condiciones para montar una exposición en el sentido galerístico ni de seguridad de las obras de arte. Mientras se estaba exponiendo hubo una des- carga del piso superior y la gente pensaba que se trataba de un performance, que habíamos tirado un cubo con agua; pero se trataba de la vida real, un suceso que reforzaba el concepto de que hay que restaurar. La segunda locación fue el futuro Museo del Azúcar, un sitio que todavía se restaura, se le- vantan paredes, se muelen materiales, no tiene ven- tanas ni puertas. Y donde la construcción no se de- hay tantos profesionales y creadores. Visitábamos tuvo en ningún momento. Eso requirió un esfuerzo la Bienal como espectadores, veíamos las grandes adicional de custodia, realizado por personal del obras y proyectos que allí se presentan. sistema de seguridad de Puerto Carenas. Personas Cuando decidimos hacer este proyecto hicimos un sin preparación ni conocimientos previos sobre arte compromiso con el Consejo Nacional de las Artes hicieron un esfuerzo como pocas veces he visto. Aco- Plásticas, que apreció la profesionalidad, la serie- gieron esta muestra como suya propia, se prepara- dad con que se trabajó y nos invitó a la Bienal. Era ron incluso para explicarla. Pasaban muchas ho- en sus principios más bien un proyecto documen- ras en el lugar porque la exposición se mantenía tal. El lema de esta Bienal de La Habana aludía a la abierta desde las 7 de la mañana hasta las 12 de la resistencia en la era global, qué mejor fenómeno de noche, todos los días de la semana. Además, si era resistencia que la restauración de la ciudad de La necesario abrían la exposición de madrugada. Esto Habana a pesar de tres ciclones, de la situación eco- no lo consigues en ninguna exposición, en ningún nómica del país, en uno de los peores momentos de lugar del mundo. Ese premio humano para noso- la economía mundial. tros es lo más valioso. Puerto Carenas asumió la posibilidad de exponer La tercera locación fue la más difícil de montar por- esta gran producción de que aunque se trataba de un obras en su sede, porque en- lugar bellamente restaurado, tendió que era un homenaje la propia sede de Puerto a su trabajo diario. Homena- Artistas que integran el proyecto: Carenas, era el que menos je que por supuesto no está condiciones tenía en cuanto exento de crítica, porque Ernesto Fernández, Lavia Portilla, Liborio a la posibilidad de colocar la toda obra humana es perfec- Noval, Enrique Wong, Xavier Carvajal, museografía. Se escogió este tible, partimos de ese princi- Verónica Guerra, Arturo Montoto, Maykel lugar porque Puerto Carenas pio. El Historiador de la Ciu- Her rera, Reinaldo Juan Martínez, Leonardo es el gestor de toda esta diná- dad, personalmente, nos dijo Lázaro Cubillas (Leo D’Lázaro), William mica de restauración en el que nos apoyaría y puso to- Pérez, Lorena Gutiérrez , Michel Mirabal, Centro Histórico. das sus instituciones en fun- Jesús Lara, Javier Guerra, Carlos Llanes, ción de esto. Ahí se decidió Ángel E. Rivero, Mario M. González, Ro- Ya concluyó la Bienal de La Haba- qué locaciones utilizaría- berto Chile, Sinecio Cuétara, María Carla na, pero, por supuesto, los pro- mos. La mayor ventaja del Llanes, Lázaro Yovany Enríquez, Reynier yectos continúan. proyecto era su mayor des- Ferrer, Manuel Comas, Rigoberto Mena, Queremos dejar la puerta ventaja, pues como está es- Agustín Bejarano, Aziyadé Ruiz, Raciel Ig- abierta para que esa exposi- calonado en tres etapas: hay nacio Gómez, Mario García Portela, Er- ción primigenia que se llama que restaurar, se está restau- nesto M. Rancaño, Carlos Cabrera, Ernes- A cielo abierto no quede en la rando, está restaurado. Sig- to Villanueva, Alicia de la Campa, Eduar- gaveta, como un esfuerzo bal- nifica que había que entro- do Yanes, Sándor González, Alan Manuel dío. Nos gustaría que alguien meterse en tres procesos di- González, José Luis Díaz, Diego Torres, nos ayudara a exponerla. Alain Aspiolea, Juan Carlos Romero, Ra- fael R. González, Noel Morera, Jessel Rodríguez, Humberto Ramos, Lázaro Luis García, Jorge Perugorría (Gorria), Roberto Salas, Rafael Pérez, Arturo M. Suárez, Yosvany Hernández, grupo Puente Sur.

97 Revolución y Cultura Tres jornadas de excelencias Ada Oramas

Entre los grandes sucesos culturales ocurridos en líricas, trágicas, e incluso con un cierto sentido del nuestro país durante 2009 puede catalogarse la pre- humor se alternaron, hasta culminar en Un día en el sentación en La Habana del Royal Ballet, compañía campo, joya del repertorio contemporáneo del Royal. poseedora de un lenguaje caracterizado por la mi- Tal premisa pudo constatarse con la obra seleccio- nuciosidad de los montajes, el rigor en las interpre- nada para dar inicio a la función, Chroma, del coreó- taciones, el preciosismo en la relación danza/mú- grafo Wayne McGregor, actual coreógrafo residente sica, así como la armonía de los decorados y diseño de la compañía, en estrecha colaboración con el de luces. Considerada como la más importante de arquitecto John Pawson, obra merecedora de reco- Gran Bretaña, y entre las más prestigiosas del mun- nocimientos internacionales como el Premio South do, Royal Ballet comienza su historia en 1931, cuan- Bank Show de Danza y el Premio Lawrence Olivier a do Ninette de Valois, bailarina, coreógrafa y empre- la mejor producción de danza, ambos otorgados en saria, organizó una pequeña agrupación y una es- 2007. cuela, que posteriormente cambió su sede para el Para la materialización de las ideas en torno a este Sadler’s Well Theatre. Nuevamente se trasladaron título, Mac Gregor y Pawson emprendieron un ex- en 1946, esta vez al Royal Opera House; y, en 1956 al perimento conjunto: usar el espacio para ofrecer al celebrar su aniversario 25, recibió el nombre de público una experiencia totalmente nueva del mo- Royal Ballet por decreto real. vimiento, que el primero define como: «Tenemos Para los cubanos esta visita, según palabras de dos bases de conocimientos distintas, pero com- Julián González, presidente del Consejo Nacional partimos el mismo deseo de ofrecer al público la de Artes Escénicas, significó hacer realidad un sue- oportunidad de ver el movimiento con frescura. Jun- ño largamente. Para la agrupación británica, como tos nos propusimos crear el espacio y el lenguaje lo expresó su actual directora, Monica Mason, era coreográfico para alcanzarlo». Chroma ha sido con- de su conocimiento que «la danza es esencial para cebida como vía expresiva y posibilidad de la cultura cubana, porque vibra en el corazón del excepcionalidades técnicas para un conjunto de pueblo, algo que deben agradecer a la gran Alicia bailarines, tanto en solitario como en grupo. Cons- Alonso por la contribución que ella ha hecho en tituye una excelencia de composición coreográfica esta Isla a lo largo de tantos años. Estoy ansiosa de ballet contemporáneo, y tanto la música como por conocerla.» la escenografía en consonancia con la luz comple- tan su magia. I Continuó la velada con una serie de pas de deux, al- En todos los aspectos sorprendieron las diversas gunos conocidos y otros que el público cubano no propuestas en cada uno de los tres programas pre- había visto. Comenzó con Voces de primavera –creado sentados entre los días 14 al 16 de julio. Para la por Frederick Ashton en 1977– posee un especial primera función, la dramaturgia de las piezas se- atractivo, a partir de la belleza de su soporte musi- Fotos: Alex Castro leccionadas mostró un adecuado balance. Piezas cal, el vals homónimo de Johan Strauss para la esce-

Revolución y Cultura 98 na de la fiesta en la opereta El Murciélago. Además de En esta función de homenaje, fueron presentados esta alusión jubilosa, podría significar también un nuevamente los ballets Chroma y Un mes en el campo, canto a la naturaleza y al amor. Sus intérpretes, junto a piezas breves pero de grandes retos técnicos Alina Cojocaru y José Martín, asumieron la com- y artísticos en las cuales sobresalieron el pas de deux plejidad de los pasos con una aparente espontanei- de El Corsario, en una secuencia de momentos de dad, reveladora de una admirable pericia técnica. clímax por el despliegue técnico e interpretativo de Impresionante por descubrir las esencias de la tra- Tamara Rojo y Carlos Acosta, quienes mostraron gedia shakesperiana, resultó a su vez el pas de deux un diálogo de pareja muy logrado; Tamara también de la escena del balcón de Romeo y Julieta, en una protagonizó el pas de deux del tercer acto de Don Qui- recontextualización de Kenneth Mac Millan, cuan- jote junto a Joel Carreño, con perfecto acoplamiento do los dos jóvenes confiesan su amor y toda su in- entre ambos y total apego al estilo de esta obra, terpretación está imbuida de ternu- mostrando sus esencias hispánicas. ra y lirismo, traducidas a los códi- Otro momento inolvidable fue el pas gos propios del ballet por Roberta de deux de El cisne negro del tercer Márquez y Edward Watson. acto de El lago de los cisnes, en el cual La intensidad dramática inscrita Viengsay Valdés exhibió un trabajo en la convicción de una pareja de muy depurado, en un desdoblamien- que el fin de su relación se aproxi- to absoluto de la intérprete en la per- ma queda plasmado en el lenguaje sonalidad de Odile, junto a un acer- coreográfico de Mac Millan en la tado Thiago Soares como el Príncipe secuencia de pasos y movimientos, Siegfried. en la excelencia de las poses fina- Tema y variaciones, de George les, así como en las elevaciones Balanchine con música de completadas por giros de Thiago Chaikovski, gozó de la lucida inter- Soares y la fuerza del arabesque de vención de Yolanda Correa en el pre- Mara Galeazzi, en el pas de deux de ludio, muy breve pero sumamente Sueños de invierno de Farewell o El exigente para la bailarina, a causa adiós. de la intensidad del ritmo. Anette Inspirado en la meditación religio- Delgado, por su parte, asumió los sa de la ópera Thais, de Jules códigos estilísticos con maestría, en Massenet, este dúo de Ashton per- tanto Federico Bonelli alcanzó gran mite a la pareja ejecutante pulsar en sus movimien- destaque como solista y partenaire. Ambos mantu- tos la poética de un fino humor, lo cual quedó plas- vieron el estilo del gran coreógrafo, basado en es- mado en la ejecución de Leanne Benjamín y David culpir gestos y movimientos en función de la Malchateli. corporalidad. Con ovaciones estruendosas desde la salida a esce- También fue incluido en la función uno de los mo- na de Tamara Rojo y Carlos Acosta, el pas de deux del mentos más apreciados del ballet Giselle, el pas de tercer acto de El corsario, un desafío constante a la deux del segundo acto, que resume la estética de técnica con las mayores exigencias coreográficas. esta obra paradigmática de la era romántica del Ambos hicieron gala de maestría tanto en las va- ballet. Desde su entrada a escena, Leanne Benja- riaciones individuales como en el feliz diálogo de la mín mostró una apariencia etérea, con una limpi- pareja, gracias a la fuerza expresiva de ambos. dez en el acabado de las poses que convirtieron en Un final de muy alto nivel artístico vino después inolvidable su presentación junto a Johann Koborg. con Un mes en el campo, basada en el triángulo amo- De este bailarín, por cierto, es la sorpresiva coreo- roso creado por Turgueniev entre Natalia Petrovna, grafía Les lutins, un divertimento donde, con un fino su pupila Vera y el tutor Beliaev. Se trata de una sentido del humor, la música reta a los bailarines. obra pletórica de sutilezas que emergen en la breve- dad de un gesto, gracias a la excelencia de las carac- III terizaciones de Zenaida Yanowsky, como Natalia; Después, bueno, Manon. Al concluir su Bethany Keating, Vera; y Jonathan Cope, el tutor. escenificación, una se pregunta: ¿Superproducción, No puede dejarse de mencionar que la escenografía ópera silente, ballet con elementos de teatralidad y diseñada por Julia Trevelyan contribuye especial- de pantomima? Eso y mucho más, es una revela- mente a la atmósfera. ción sobre la antológica novela del Abbé Prévost, lo acontecido en el escenario del Karl Marx con los II protagónicos de Tamara Rojo y Carlos Acosta. Sorprendió a todos la armonía lograda en tan corto La concepción, tan novedosa como certera, del co- tiempo entre bailarines del Royal Ballet y del Ballet reógrafo Kenneth Mac Millan sobrepasó las expec- Nacional de Cuba, a pesar de las diferencias en los tativas del auditorio. En las pantallas ubicadas a códigos de sus escuelas. Algunos lo atribuyen al ambos lados del coliseo de Primera y 10, al igual empeño de rendir tributo a Alicia, como figura ci- que en las anteriores, en la escalinata del Capitolio, mera de la danza, justamente el día en que se cum- fueron proyectadas las imágenes de Tamara Rojo y plía un aniversario de la primera ocasión en que la Carlos Acosta durante el montaje de la puesta y prima ballerina absoluta bailara Giselle en Londres, sus comentarios acerca de la obra, con meditacio- cuando integraba el American Ballet Theater. nes sobre el trabajo realizado y sus objetivos en la

99 Revolución y Cultura a la dramática escena del puerto de Nueva Orleáns, junto a frag- mentos de obras de Massenet con aire español, que permiten brillar al cuerpo de baile. Manon fue concebida por Mac Millan como la antí- tesis de las muchachas que han centralizado los personajes principales de los grandes clásicos, be- llas, de exquisita gestualidad, etéreas, que sólo po- palabra de Mónica Mason, quien calificó este título seen malignidad como el cisne negro por el malefi- como «un clásico del ballet contemporáneo.» cio del hechicero. Desde su salida a escena, el públi- La inclusión de esta pieza al repertorio de la com- co capta que el personaje no está idealizado, por ser pañía se entrelaza íntimamente con la historia del una joven de carne y hueso, decidida, capaz de re- Royal, desde que la idea de un ballet en tres actos nunciar al amor con tal de escapar de la pobreza, que narrara la historia de Manon Lescaut germinara aunque al final se imponen sus sentimientos y en la mente de MacMillan. En los treinta y seis años muere en los brazos de su amado. En tal sentido, la transcurridos desde su estreno en marzo de 1974, proyección escénica de Tamara Rojo se adecua a los este título ha sido representado en Francia, Italia, códigos trazados por Mac Millan, insuflándole cre- Dinamarca, Suecia, Austria, Chile, Australia, Ca- dibilidad a sus acciones gracias a sus dotes de ac- nadá, Rusia, Estados Unidos y, ahora en Cuba, en triz y bailarina, tanto en las variaciones como en un montaje de Monica Mason y Monica Parker. La su relación con el amante, encarnado por Carlos creatividad de la coreografía, se desborda en la in- Acosta. Éste, logra a su vez una interiorización corporación de gestos inéditos que realzan la com- estremecedora del sufrimiento del joven que no se posición, subrayan intencionalidades, matizan la resigna a perder su gran amor, pasión y perfección significación de las frases danzarias, e incluso per- que alcanzan su punto culminante en los grands filan el temperamento de cada personaje y del cuer- jetés. Ambos artistas, para deleite del público, fue- po de baile, tanto en la escena de los pordioseros ron capaces de conciliar sus temperamentos en un como en la gran fiesta. La ambientación, con des- trabajo sostenido, tanto en la técnica como en la lumbrantes diseños de Nicolas Georgiadis, de un interpretación, en una obra muy exigente, de inter- carácter netamente expresionista, muestra ante el venciones constantes. público cómo las miserias humanas siguen siendo En la última función, resumen de las dos primeras, las mismas, aunque se disfracen con lujos y oropeles. los protagónicos de Manon recayeron en Alina Cojo- En el caso de la música de Jules Massenet, la parti- caru y Johan Koborg, primeros bailarines de la com- tura aporta toda una serie de ideas que confluyen pañía británica. Ellos recrearon a sus personajes en la acción dramática, particularmente en las en- con acentos sutiles en ademanes y gestos, corpo- tradas de Manon, anunciadas por Crepuscule, en tan- reizando el conflicto en lo impoluto de su baile. to la Elegie es el referente auditivo para las escenas Ciertamente, todas las funciones fueron un sueño amorosas entre los protagonistas. Se incluyen can- que pudimos acariciar. Vivir. Se pudo disfrutar el ciones, piezas para piano y arias operísticas, aun- esmero en la correlación de lo danzario con el tra- que ninguna de ellas perteneciente a la ópera Manon bajo actoral, y asimismo equilibrar las diferencias del propio autor, ellas revelan estados anímicos de ostensibles en los códigos de las respectivas escue- los protagonistas que transitan desde instantes de las para alcanzar la excelencia artística. Esta tem- ensoñación hasta la desesperación ante lo inevita- porada, sin duda hizo historia para el Royal Ballet, ble. La línea melódica, más bien austera del inicio para el Ballet Nacional de Cuba. Y para la cultura de la ópera, se emplea como elemento introductorio por el prodigio de la danza.

Revolución y Cultura 100 El concierto del siglo En un diálogo ameno entre Danny Ri- vos en Cuba ni en otros lugares del Este concierto es el sueño más gran- vera y el maestro Juan Formell sur- Caribe, pero reconoció que la Isla de de paz y de amor que he podido gió la posibilidad de la creación de ocupa un lugar importante en el nú- experimentar después de mis hijos, una crónica al estilo musical de la mero de sublevaciones de esclavos afirmó el colombiano Juanes ante legendaria orquesta cubana, sobre lo que fueron fuerte inspiración para más de un millón de cubano que dis- que pasó en este megaconcierto. los esclavos del Caribe. Interroga- frutan del espectáculo en la Plaza de Danny, quien comenzó su presenta- do por la prensa, Glover comentó la Revolución. ción con «Madrigal», de don Felo que es fundamental el conocimien- Con más de cinco horas de duración Goico, se refirió al público con men- to de este lugar, de los hombres y el segundo Concierto Paz Sin Fronte- sajes de paz y poemas de amor, afir- mujeres que se resistieron a las ras realizado el pasado 20 de sep- mó también estar dispuesto a hacer fuerzas del mal y estuvieron prisio- tiembre en la Plaza de la Revolución otros conciertos como éste. neros en este castillo. cerró con broche dorado el espectá- ¡Que se sienta Cuba en todo el mun- Isabel Hernández, directora del mu- culo artístico que al decir de la bori- do!, llamaron los integrantes de seo de la Ruta del Esclavo, explicó cua Olga Tañón ha sido el concierto Orishas al tiempo que instaron al detalles de la antigua fortaleza mili- del siglo. público a corear sus canciones «A lo tar inaugurada a inicios del siglo XVIII, Ante más de un millón ciento cincuen- cubano». y que sirvió de prisión a esclavos afri- ta mil cubanos, los artistas asisten- A pleno sol, lleno de hermandad, dis- canos e independentistas cubanos. tes: Juanes, Olga Tañón, Danny Rive- ciplina y con una cifra de participa- Finalmente, la danza y música del ra, Víctor Manuel, Miguel Bosé, Luis ción sin precedentes en la historia, grupo AfroCuba, motivaron las felici- Eduardo Aute, Juan Fer nando Velasco, así transcurrió el gran espectáculo que taciones de Glover, quien les acom- Jovanotti, Amaury Pérez, Silvio tuvimos los cubanos con el abrazo pañó con buen paso. Rodríguez, Orishas, X Alfonso, Carlos fraternal de artistas del patio y ex- Varela, Cucu Diamante y Yerba Bue- tranjeros, demostrando que lo más Filarmónica de Nueva York na, y Los Van Van, finalizaron emo- importante es el amor y la paz. sin poder actuar en Cuba cionados juntando sus voces en un Harry Belafonte Las restricciones del Gobierno de los coro gigante, en el que Juan Formell, Estados Unidos a los viajes de sus director de la popular orquesta cuba- y Danny Glover en Cuba ciudadanos a Cuba, impidieron que la na exclamó: «¡Duélale a quien le due- Los actores norteamericanos Harry Orquesta Filarmónica de Nueva York la, ya se hizo el concierto por la Paz!» Belafonte y Danny Glover inauguraron actuara en La Habana a finales de Cada participante durante su presen- a mediados de septiembre en La Ha- octubre, tal como se había anuncia- tación en la Plaza José Martí trans- bana la sede de la Muestra Itinerante do. Una nota firmada por Alan Gilbert, mitió sus mensajes de paz y al ter- de Cine del Caribe, de la cual fueron director musical, y otros ejecutivos minar sus actuaciones casi sin recu- designados presidentes de honor. de la famosa agrupación, explicaba perarse de la emoción comentaban a Ambos, en su carácter de embajado- que el aplazamiento de los concier- la prensa sus satisfacciones por el res de buena voluntad de la Organiza- tos se debía a las restricciones que éxito alcanzado. El colombiano ción de las Naciones Unidas para la afectan a los patrocinadores del pro- Juanes, autor de «Camisa negra», Infancia (UNICEF), exhortaron a los yecto. entre otros temas, dijo sentirse muy artistas del mundo a hacer uso de «Sin ese apoyo financiero, no es po- emocionado: «…finalmente vine por «toda su capacidad creativa y la ima- sible el viaje», argumentaron los re- un concierto por la paz para el pue- ginación para formar entre los pue- presentantes de la más antigua or- blo cubano, a decirles aquí estamos. blos buenas relaciones», en lo cual questa filarmónica de Estados Uni- Los queremos muchísimo, los respe- esta muestra significa un gran es- dos. En el comunicado se agradeció tamos, queremos que esta relación fuerzo. a las muchas personas que brinda- sea más seria, más duradera, más La nueva institución tiene como pro- ron su apoyo y continúan trabajando intensa… es una alegría muy fuerte pósitos fundamentales coordinar las hacia su culminación, así como al de ver la sonrisas en cada uno de los próximas citas itinerantes, organizar pueblo y al Gobierno de Cuba por su rostros jóvenes que estuvieron aquí». eventos teóricos, realizar subtitulajes invitación. La orquesta norteamerica- Por su parte el cantautor Amaury y dar pasos cada vez más seguros en na tiene la intención de reprogramar Pérez Vidal, par ticipante y director ar- pos de la distribución y producción estos conciertos, cuando se resuel- tístico del concierto, expresó: «Esto del cine caribeño. van las restricciones de viaje. (AIN) ha sido un sueño. Hay que marcar los Días después, Danny Glover realizó eventos culturales en Cuba entre un una visita al Museo de la Ruta del ante y un después de este concierto». Cuba rinde homenaje Esclavo, en el castillo de San Severino, a Cintio Vitier El intérprete de «Revolution», tema de Monumento Nacional, en Matanzas. su disco homónimo, X Alfonso, califi- Allí apreció objetos y documentos Velado en el Centro de Estudios có el evento de súper concierto; relacionados con la brutalidad de la Martianos, ese significativo lugar al mientras Víctor Manuel decía que el esclavitud, y se refirió a su visita de que siempre estuvo vinculado y don- suceso rompió sus expectativas per- hace dos meses a Ghana, donde es- de apenas cinco días antes había sonales: «ha sido algo muy difícil de tuvo en un castillo que se utilizó du- celebrado su cumpleaños 88, fami- hacer. Un concierto tan largo, con rante la esclavitud. liares, amigos y personalidades de la tanta gente, que vaya en tiempo y El actor recordó, además, que el nor- cultura acudieron a rendirle tributo al sonido es muy difícil pero ha salido teamericano promedio no conoce autor de obras ensayísticas de tanta impecable. mucho sobre las rebeliones de escla- trascendencia como Ese sol del mun-

101 Revolución y Cultura particular, por sus aportes a la histo- los pobladores. Comentó además que ria colonial cubana. la experiencia pinera se extendió al García del Pino (1921) ha recibido nu- resto de Cuba y que existen campa- merosos galardones en su fructífera mentos similares al Segundo Frente carrera como investigador, entre los diseminados por las provincias, don- que se cuentan: el Premio de la Críti- de se preparan los estudiantes ins- ca, Distinción por la Cultura Nacio- tructores de arte para hacer cultura nal, Premio Nacional Ramiro Guerra, de contingencia en cualquier espacio Premio Nacional de Historia y Orden de la geografía cubana. Félix Varela de Primer Grado. Sean Penn, de cuarenta y nueve años Con ochenta y siete años continúa y con una prolífera carrera, es uno de trabajando como especialista en te- los más reconocidos actores de Es- mas navales e históricos en el Gabi- tados Unidos. Con cerca de treinta nete de Arqueología de la Oficina del películas realizadas, ha encarnado Historiador de la Ciudad de La Haba- disímiles personajes y ha dirigido cin- na. (AIN) co filmes. Además del Óscar de este año, recibió otro en el 2003 por la Sean Penn comparte cinta Mystic River. También posee dos con artistas cubanos Globos de Oro (2000 y 2004) y otros do moral y Lo cubano en la poesía, galardones. Esta es la segunda visi- dos estudios constantemente citados. Sean Penn, quien recibió en febrero ta de Sean Penn a Cuba en el período Premio Nacional de Literatura de de este año el premio Óscar al mejor de un año. En octubre de 2008, sostu- 1988 y Premio Latinoamericano Juan actor por su protagónico en la pelícu- vo una entrevista de siete horas con el Rulfo en 1992, Vitier continúa sien- la Milk, compartió con el pintor Alexis presidente Raúl Castro. (Cubadebate) do hoy uno de los escritores más leí- Leyva (Kcho) y otros artistas cuba- dos y citados, no sólo por su poesía nos en la Isla de la Juventud, en lo que ha sido la primera presentación Premios Nacionales hermosa y trascendente, sino además de Televisión por su ensayística de perdurable ma- pública del actor en Cuba. De acuer- gisterio, y su pasión por Martí que lo do con medios norteamericanos, Penn El acto de entrega del Premio Nacio- llevó a promover los Cuadernos viajó esta vez a Cuba para ver in situ nal de Televisión, así como la gala Martianos para todos los estudian- y reportar para la revista Vanity Fair cultural por el aniversario 59 de la tes en Cuba. Recibió numerosas con- cómo ha afectado a Cuba la llegada fundación de este medio de comuni- decoraciones, entre las que sobresa- a la Casa Blanca del mandatario cación en Cuba, tuvo lugar en el Me- le la Orden José Martí, la más alta Barack Obama. morial José Martí. La ocasión sirvió que otorga el Consejo de Estado. Además de Kcho, lo acompañaron en para reconocer a artistas y realizado- Tras el triunfo revolucionario de ene- este recorrido el cantautor Kelvis res de la pantalla chica cuya labor ro de 1959, Cintio, junto a su insepa- Ochoa, el trompetista Yasek Manza- creativa puesta en función de lo me- rable Fina García-Marruz, entregó su no y los pintores Ernesto Rancaño y jor de la cultura cubana les ha depa- talento y su voz a los nuevos tiempos Sándor González, fundadores de la rado el reconocimiento de su pueblo. de la Patria, sin titubeos, consagrado brigada artística Mar tha Machado. La Por la obra de toda una vida fueron a cada tarea, y en la Biblioteca Na- brigada se formó inmediatamente premiadas la directora de programas cional José Martí realizó muchos después del paso de los huracanes Xiomara Blanco y la actriz Nilda Co- aportes a la literatura y a la historia. Gustav e Ike por la Isla de la Juven- llado. También recibieron el galardón Largos años dedicó a dirigir la edi- tud, y compartió las actuaciones para el locutor Héctor Fraga, los actores ción crítica de las Obras Completas los damnificados con el trabajo en la Alden Knight y Mario Limonta, el di- del Apóstol. recuperación de este territorio. Penn rector de cine y televisión Héctor En 1938 publicó su primer libro, Poe- visitó la galería de arte Martha Ma- Ochoa, el diseñador de luces Carlos mas, con presentación del gran poe- chado de Nueva Gerona, la capital de Rafael Lafont, el coordinador José ta español Juan Ramón Jiménez. Lue- esta Isla, donde apreció las obras en Antonio Popa, el guionista y escritor go fue integrante del grupo Orígenes exposición. Abelardo Vidal y la bailarina solista y estuvo vinculado a la enseñanza en También, recorrió el campamento Caridad Rodríguez Riverón (Caruca). universidades cubanas. Otros títulos Segundo Frente, puesto de mando de Creado por el Instituto Cubano de Radio suyos sobresalientes son las antolo- la brigada y lugar en el que instructo- y Televisión (ICRT) para reconocer la gías Diez poetas cubanos (1948) y res de arte pineros realizan talleres obra meritoria de realizadores, Cincuenta años de poesía cubana de creación. Allí también encuentran comunicadores, artistas y técnicos, (1952). (AIN) albergue los grupos musicales, de el Premio Nacional de Televisión se teatro y otros artistas que pasan por entregó por primera vez en 2003. César García del Pino, la Isla. Después del paso de los huracanes, Premio Fernando Ortiz le contó Kcho a Sean Penn, por el día En ceremonia oficial en la sede de la se dedicaban al techado de las vivien- Fundación Fernando Ortiz, le fue con- das, limpieza de escombro y descar- ferido a César García del Pino esta gue de materiales que llegaban por distinción, a manera de reconocimien- vía aérea y marítima, y en las noches, to a su labor como historiador y, en aún sin fluido eléctrico, actuaban para

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