AUARANDA HISTORIA

Los privilegios de los duques de Medina Sidonia sobre las almadrabas andaluzas

Andrés Sarriá Muñoz

uando Sancho IV conquistó la ciudad de ser tenido en cuenta a la hora del reparto Tarifa, en septiembre de 1292, la Corona reconquistador. C castellana ganó una estratégica plaza fuerte para Según apunta Rumeu de Armas, los siglos el control de la ruta marítima entre el Medite­ medievales recobraron un apogeo pesquero que rráneo y el Atlántico. Este dominio sobre el la zona conoció ya desde las épocas clásicas Estrecho fue realmente efectivo con la posterior fenicia y romana. En efecto, con /a presencia de toma de las plazas de y . Pero los cristianos en el Estrecho este importante con estas incorporaciones no sólo se ganaba en subsector adquirió una nueva dimensión dentro predominio militar y en facilidades para el trans­ dé la economía no sólo en el ámbito andaluz, porte y el comercio entre ambos mares, ya que sino a nivel español, pues hasta aquí empezaron la riqueza pesquera de estas aguas también a llegar embarcaciones de la zona levantino- representaba un importante factor que habría de catalana. En este sentido, la Casa de Medina

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Sidonia ha jugado un papel fundamental durante Sidonia sobre el negocio almadrabero nos han muchos siglos, controlando el aprovechamiento dejado interesantes páginas historiadores tan de las riquezas piscícolas amparándose en unas clásicos y poco dados al decir por decir como muy ventajosas concesiones de la Corona. Agustín de Horozco o Ignacio López de Ayala. La fauna marina que puebla estas aguas De otra parte, en su extenso estudio del mundo ha sido siempre muy variada y de una gran mediterráneo en tiempos de Felipe II, el eminente importancia económica. Sin duda alguna, entre historiador francés Fernand Braudel no omite las distintas especies capturadas han destacado referencias a la importancia de la pesca del atún, tradicionalmente por su interés económico el señalando que: El duque de Medina Sidonia, que bonito y, sobre todas ellas, el atún. Así pues, no tenía el monopolio de las almadrabas andaluzas extraña que la explotación de esta riqueza atra­ en la época de Felipe II, hacía sonar en verano jese las apetencias exclusivistas de los grandes el tamboril para reclutar la mano de obra nece­ señores medievales que amasaron poder y riqueza saria. Recluta que equivalía, ni más ni menos, con la misma rapidez con que los musulmanes a la de un ejército. Por su lado, Pablo Antón Solé los perdían en la Península. En esta acaparación corrobora esta afirmación en un interesante libro, de exorbitantes privilegios y de un inimaginable cuyo título nos ahorra comentarios: Los picaros predominio político, social y económico hay que de Conil y Zahara. Estudio sobre los jesuítas y poner en un lugar muy destacado a la Casa de las almadrabas del Duque de Medina Sidonia en los Guzmanes. la segunda mitad del siglo XVI. Guzmán el Bueno recibió títulos y grandes Pero también tuvieron conocimientos de prerrogativas como recompensa a su heroico este monopolio los viajeros extranjeros contem­ comportamiento en la defensa de la plaza tarifeña, poráneos, como el doctor Thebussem, quien en 1294, entre los cuales se cuenta el monopolio describe de manera extraordinaria y fiel el ajetreo sobre la pesca del atún en toda la costa andaluza desarrollado en la pesca de los atunes. Asimismo, comprendida entre Ayamonte y Gibraltar. Sus el viajero francés Bertaut, que visitó Andalucía en herederos recibieron el condado de Niebla, en 1659, nos ha dejado constancia de la riqueza de 1375, y el ducado de Medina Sidonia, en 1445, la Casa ducal señalando que por entonces se siendo la Casa reconocida desde entonces pri­ decía en España que el duque tenía tres veces mordialmente por este último título nobiliario. En ochenta mil ducados de renta: una por el condado definitiva, la jurisdicción señorial se extendía por de Niebla, otra por la villa de Sanlúcar y una toda la Baja Andalucía, especialmente en la zona tercera por las almadrabas. de , donde poseían casi la mitad de la En el Archivo de la propia Casa Ducal actual provincia. En Cádiz, sus posesiones lle­ existe tal cantidad de documentación relativa a garon a incluir poblaciones como Sanlúcar de las almadrabas y a los privilegios ostentados por Barrameda, Vejer, Conil y Gibraltar. los Medina Sidonia que resulta absolutamente Ni que decir tiene que los privilegios sobre imposible siquiera enumerarlos todos. Sólo cita­ las almadrabas andaluzas fueron defendidos a remos algunos de ellos como prueba ejemplar y capa y espada por los duques de Medina Sidonia evidente de la posesión secular que estamos a lo largo de los siglos. Los competidores no eran comentando por parte de los duques. Así, en el sólo las ciudades y pueblos costeros que ansiaban legajo núm. 1.060 tenemos una Real Provisión acceder a una riqueza que veían pasar delante del Consejo de Castilla del año 1733 mandando de sus propias narices y a la que muchos creían observar los derechos exclusivos del duque en tener legítimos derechos; también le salieron cuanto a armar almadraba en toda la costa de pretendientes de la talla de los duques de Arcos Andalucía y, por tanto, que nadie más pudiese y marqueses de Cádiz, o incluso la propia obtener licencia para ello. En el legajo 1.082, hay Corona, que de cuando en cuando reclamaba otra Real Provisión de 1743 dirigida a las au­ para la Hacienda real las elevadas rentas que toridades fiscales del reino, relativa a ciertas generaban estas almadrabas. No obstante, los franquicias en la venta de los atunes, en la que Medina Sidonia casi siempre salieron airosos de leemos: Sabed que por el Curador "adlitem" del los pleitos interpuestos ante los tribunales y de Duque de Medina Sidonia se nos representó era alguna que otra auténtica guerra causada por la notoria la facultad privativa que su Casa tenía de explotación de la pesca del atún. pescar atunes en toda la costa del Océano, con Del monopolio que ejercían los Medina prohibición de que lo pudiesen hacer otras per-

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Vista de la almadraba de Cádiz en el siglo XVI, dibujo de Van den Wyngaerde . sonas sin su licencia, y con expresa libertad de muchos de los privilegios señoriales de origen derechos, tributos, alcabalas y Cientos de las medieval. ventas y reventas, pasajes ondeajes de dichos atunes y demás pescados que en sus almadra­ bas se cogían, y todos los pertrechos y cosas BIBLIOGRAFÍA necesarias a ellas, en virtud de Reales Privilegios ANTÓN SOLÉ, P, Los picaros de Conil y Zahara, Cádiz, confirmados y aprobados por nuestra Real Per­ 1965. sona. BERTAUT, F., Diario del Viaje de España, en Viajes Por lo que se refiere a Tarifa en concreto, de Extranjeros por España y Portugal, Tomo II, Edi­ ciones de García Mercadal, J. Aguilar, Madrid, 1962. también existe multitud de documentos prohibien­ BRAUDEL, F., El Mediterráneo y el mundo medite­ do a los tarifeños que pescasen con aparejos con rráneo en la época de Felipe II, Fondo de Cultura los que'pudiesen coger atunes, o incluso obligan­ Económica, Madrid, 1976. do a que, una vez capturados éstos, los devol­ HOROZCO, A., Historia de la ciudad de Cádiz, Cádiz, viesen al mar. Así, en el legajo ne 891 podemos 1845. encontrarnos con los siguientes documentos: 1.- LÓPEZ DE AYALA, I., Historia de Gibraltar, Madrid, Autos formados en Tarifa a petición del duque 1782. en cumplimiento de una Real Ejecutoria sobre PÉREZ DE COLOSIA RODRÍGUEZ, M.l. y SARRIÁ atunes en que consta pregonado la prohibición MUÑOZ, A., Las almadrabas del duque de Medina Sidonia en Tarifa, en Baetica, revista de la Facultad de dicha pesca, 2.- Autos contra algunos vecinos de Filosofía y Letras, Universidad Málaga, núm. 13, por haber recogido y pescado atunes en con­ 1991, págs. 241-254. travención de los privilegios de la Casa; 3.- RUMEU DE ARMAS, A., Las pesquerías españolas Informe hecho por el juez ordinario de la alma­ en el norte de Africa (siglos XV-XVI), en Hispania, núm. draba participando la posesión inmemorial de la 130, 1975, págs. 295-319. Casa de cortar leña en el término de Tarifa y SARRIÁ MUÑOZ, A., Las almadrabas en el -área del Vejer para armar la almadraba de Zahara. Estrecho de Gibraltar, en Almoraima, núm. 3, 1990, Resultaría innecesariamente reiterativo págs. 37-47. continuar aportando testimonios de historiadores Idem, El problema de la pesca en Tarifa en el siglo XVIII, en Actas del II Congreso Internacional del o pruebas documentales acerca de la posesión Estrecho de Gibraltar (en prensa). a lo largo de los siglos por los duques de Medina THEBUSSEM, Dr., Segunda Ración de Artículos. Za­ Sidonia sobre las almadrabas andaluzas, así hara de los Atunes. como la intensa y permanente incidencia ejercida TORREMOCHA SILVA, A. y HUMANES JIMÉNEZ, sobre la pesca en general hasta comienzos del F., Historia Económica del , Cá­ siglo XIX. La innovadora obra legislativa de las mara de Comercio Industria y Navegación del Campo Cortes de Cádiz significó el principio del fin de de Gibraltar, Algeciras, 1989.

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