FUNDAMENTOS DE ANTROPOLOGÍA, nº10-11, año 2001 275 Mofa e iconoclastia durante la Guerra Civil en la Diócesis

PARODIAS E IRREVERENCIAS

JUAN MANUEL BARRIOS ROZÚA CIE Ángel Ganivet as parodias del culto católico, las irreve­ Universidad de Granada rencias hacia objetos sagrados o la profa­ nación de tumbas constituyen los episo­ dios más llamativos, junto con el saqueo y quema de imágenes de los templos, de la explosión anticlerical que se desató tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Las mofas, por su tremenda carga irreverente, resultan aún más llamativas que la propia destrucción por el fuego de las imágenes que, como veremos, llegaba en ocasiones a con­ vertirse en un acto administrativo de laicización. La histo­ riografía franquista y católica han recogido con horror esas escenas en las que creían ver el carácter más bárbaro e irra­ (1) La diócesis de Granada que no dio tiempo a que se 1936-1939, Granada, cional de las "hordas rojas", mientras que la literatura y el abarcaba por entonces la produjeran incidentes anticle­ Universidad, 1998, y LÓPEZ cine se han recreado en estos episodios por su especial visto­ Alpujarra almeriense. La dió­ ricales en el verano de 1936 y MARTÍNEZ, M. y GIL sidad, ya que mostraban con singular fuerza el grado de cesis quedó dividida al princi­ que, por lo tanto, no aparece­ BRACERO, R., en pio de la guerra, pues el golpe rán reflejadas en este artículo. guerra. De la República al enconamiento al que había llegado el anticlericalismo. de Estado triunfó en la ciu­ Sobre la Guerra Civil en la franquismo (1931-1939). La dad de Granada, en los pue­ provincia de Granada véase utopía revolucionaria, Motril, Cuando quedaban pocos meses para el final de la guerra el blos de la Vega, en el valle de GIL BRACERO, R., Asukaria Mediterránea, 1997. Lecrín y en la baja Alpujarra. arzobispado de Granada remitió a los párrocos de la dióce­ Revolucionarios sin revolución. 1 En total poco más de medio Marxistas y anarcosindicalistas sis un cuestionario sobre la religiosidad de sus localidades centenar de localidades en las en guerra: Granada-Baza, y los hechos anticlericales que en ellas habían acaecido, mostrando una especial preocupación por el destino del odio hacia los republicanos, bien por motivos ideológicos, patrimonio mueble e inmueble eclesiástico. En las pregun­ bien por la dura experiencia vivida en sus propias carnes. tas se pide específicamente a los párrocos que relaten si Los párrocos están en la misma sintonía y les dan credibi­ hubo "imitaciones sacrilegas del culto católico", si se utili­ lidad sin tomar precauciones. Es por ello que rumores zaron ornamentos y utensilios sagrados para ello, si se pro­ infundados, relatos tópicos y tergiversaciones difundidas fanaron las sagradas formas, las reliquias o las imágenes desde las filas de los sublevados encuentran eco en los sagradas, y si se violentaron las tumbas2. La calidad de los informes de los sacerdotes4. informes es muy diversa, pues depende tanto del mayor o menor esmero del párroco al elaborarlo como de su cono­ A pesar del interés que pudiera haber desde el bando suble­ cimiento de la localidad. En cuanto al interés del informe, vado en destacar la "barbarie" de las acciones irreverentes, oscila entre los minuciosos en su relato e inventario, que el análisis global de las respuestas ofrecidas por los párrocos llegan incluso a ofrecer pequeños análisis sociológicos sobre muestra, contra lo que es comúnmente creído, que las la descristianización del pueblo o datos históricos sobre las mofas y profanaciones no fueron demasiado frecuentes5. obras de arte perdidas, hasta aquellos que responden con De los 167 informes conservados sólo tres decenas dan los monosílabos "sí" o "no". cuenta con claridad de tales sucesos durante la Guerra Civil. Es cierto que muchos párrocos podían carecer de El conocimiento de la localidad que tienen los párrocos es información al respecto, pero no es menos cierto que la en muchos de los casos reducido, pues son recién llegados mayoría responde categóricamente diciendo que no hubo a ellas y no conocen la trayectoria previa del pueblo ni actos de esta naturaleza, o consideran como profanaciones vivieron en él las difíciles jornadas que siguieron al golpe de la mera quema de las imágenes. Aún admitiendo que algu­ Estado. La información que manejan debe ser, pues, cogi­ nos curas no lograran reunir los suficientes testimonios, lo da con suma prevención. Si consideramos que muchos menos que puede afirmarse es que las mofas ostentosas de sacerdotes acaban de llegar a esas parroquias, que otros fue­ imágenes y de ritos católicos no acompañaron más que en ron expulsados meses antes del comienzo de la guerra y que una minoría de las ocasiones a los saqueos de los templos. la práctica totalidad de ellos huyeron nada más comenzar el conflicto, nos encontramos con que a la hora de contestar Se desprende también de los informes que las mofas par­ al cuestionario del arzobispado todos dependen, en mayor tieron no de iniciativas de los comités revolucionarios, par­ o en menor medida, de los testimonios que recogen. Esos tidos y sindicados, sino de individuos o grupos reducidos testimonios proceden, como muchos de los párrocos reco­ que se tomaban con un particular sentido del humor la nocen, de las personas de "orden" de la localidad, lo que incautación y destrucción de bienes eclesiásticos. Es evi­ debe ponernos en guardia3. En primer lugar porque dente, pues, que fueron personas de un exacerbado anticle­ muchos de los derechistas tuvieron que huir, estuvieron ricalismo las que protagonizaron los hechos, lo cual no detenidos, o simplemente permanecieron en sus casas quiere decir que mucha gente no aclamara sus parodias y mientras ocurrían los sucesos más graves y lo que relatan es, burlas6. Por otra parte, no consta que nadie se atreviera en a su vez, lo que han oído o deducido, pero no lo que han aquellas delicadas circunstancias a hacerles desistir de su observado directamente. Los testimonios de las personas actitud irreverente. En otro artículo ya estudié con detalle afectas al nuevo régimen están muchas veces cargados de quiénes fueron los autores de los saqueos e incautación de

(2) El cuestionario apareció el la Diputación Provincial de tas elaboradas por los republi­ Cultura, 1982, pp. 127-131), ron los cuestionarios olvidaran 1 de mayo de 1938 en el Granada (ADPG), sección canos, una patraña inventada por lo que difícilmente podían los llamativos episodios de Boletín Oficial Eclesiástico de Regiones Desvastadas. Las por los sublevados para justifi­ olvidarse de reseñar las mofas mofa. la Diócesis de Granada. fotografías que ilustran el artí­ car el golpe de Estado y que es y acciones iconoclastas de las (6) Señala Hugh Thomas que Aunque para esa fecha la culo son de Torres Molina y objeto de una pregunta especí­ que llegaban a tener algún "el incendio de las iglesias fue mayor parte de la diócesis ya proceden del Informe sobre las fica en los cuestionarios. conocimiento. Tal era la contemplado con indiferencia había sido conquistada por el pérdidas y daños sufridos por el Aunque hay bastantes sacerdo­ importancia que los golpistas más que con excitación. Pero ejército de Franco, aún queda­ tesoro artístico de Granada de tes que niegan la existencia de daban a este tema que todavía la destrucción de imágenes y ba un número importante de 1931 a 1936 e indicación de tales listas, son mayoría los una década después de la gue­ objetos sagrados, o las masca­ pueblos de la Alpujarra tras la las obras salvadas de la destruc­ que afirman categóricamente rra se publicaba un libro con radas de los milicianos revesti- frontera republicana, de ahí ción marxista, Granada, que sí las había. el significativo título de dos de ropas eclesiásticas, a que la fecha de las respuestas Gobierno Militar, 1937. (5) Los sublevados tuvieron Saqueo del tesoro religioso de menudo eran acogidas con de los párrocos oscile entre la (3) El párroco de Ventas de una de sus mejores armas para España, Madrid, Oficina grandes carcajadas". THO­ segunda mitad de 1938 y Huelma, por ejemplo, señala: desprestigiar al bando republi­ Informativa Española, 1948. MAS, H., La Guerra Civil principios de 1940. Estos "Todos estos datos son adqui­ cano en la extraordinaria olea­ La Iglesia también publicó una española, Barcelona, Grijalbo, informes se guardan en el ridos por personas de derechas da anticlerical que asoló el extensa bibliografía durante y 1976, p. 296. Archivo de la Diócesis de y adictos al Glorioso patrimonio histórico católico después del conflicto sobre sus Granada (ADG). Se completa Movimiento Nacional". en las zonas bajo su dominio víctimas en la que para realzar la documentación de este artí­ Informe de Francisco (ÁLVAREZ LOPERA, J., La el carácter de martirio de los culo con noticias procedentes González Garrido, ADG, 190- política de bienes culturales del clérigos abundaba en los escar­ del Archivo Histórico F/141. gobierno republicano durante la nios de los que fueron vícti­ Nacional (AHN) sección (4) Sirva de ejemplo el caso de guerra civil española, 2 vols., mas. Es muy difícil, pues, que Causa General y el Archivo de las "listas negras" de derechis­ Madrid, Ministerio de los sacerdotes que completa­ los edificios religiosos, tema que aquí sobrevuelo para no era precisa la presencia de estos elementos para llevar a ser reiterativo7. Quedaba claro entonces que los iconoclas­ cabo la parodia, pues en Pifiar se "hacían bautismos sacri­ tas eran mayoritariamente vecinos de las localidades refor­ legos en forma grotesca e irrisoria" sin utilizar ornamentos, zados en ocasiones por anticlericales de localidades vecinas pues los habían quemado en el asalto del templo13. Otras o columnas milicianas. Muy rara vez las milicias actuaron veces las mofas revestían un tinte siniestro: En Vélez de por sí solas en la diócesis de Granada -lo hicieron sobre Benaudalla se "simuló el entierro de los [derechistas] que todo en localidades apartadas de la Alpujarra-. En cuanto estaban encarcelados, para lo cual los marxistas utilizaron a la filiación política, predominaban los socialistas, fuerza los ornamentos sagrados"". mayoritaria con diferencia en la provincia, mientras que los anarquistas eran pocos, aunque se vieron reforzados por los No siempre eran los izquierdistas los que se disfrazaban, y huidos de la capital granadina, donde habían sido la prin­ en un esfuerzo de elevar un grado más el listón del escarnio cipal organización del movimiento obrero. En el transcur­ recurrían al tonto del pueblo, como ocurrió en , so de la guerra la correlación de fuerzas de los diferentes donde: partidos y sindicatos de izquierdas se alterará profunda­ mente, pero no hay que olvidar que la inmensa mayoría de a un vecino de este pueblo llamado Antoñico Fúnez los hechos anticlericales se produjeron en el verano de Fernández de unos 50 años de edad, soltero y que 1936. es tonto de nacimiento, lo vistieron los rojos con una alba de Misa y una Casulla encarnada y lo pase­ Los hechos más usuales fueron las parodias del culto cató­ aron por todo el pueblo, haciendo en este acto imi­ lico, que contaron con dos aliados fundamentales, la tradi­ taciones sacrilegas del culto católico15. ción del carnaval8, mucho más arraigada en la provincia de Granada entonces que ahora, y la posibilidad de disponer También se vistió a animales con ropas sagradas, aunque en de abundantes ornamentos. Que duda cabe que los ritos la mayoría de los casos los propios párrocos reconocen que católicos, con toda su parafernalia y solemnidad, se prestan el objeto no era tanto la burla como la necesidad de apare­ fácilmente a la mofa9. jos para las bestias. En los primeros meses de la contienda pudieron verse en Montefrío, , Torvizcón o Vélez Sabemos de varios casos (, , de Benaudalla a los mulos y burros con ornamentos tosca­ Escóznar, ...) en los que, bien los veci­ mente remendados. El párroco de Ohanes escribía acongo­ nos de la localidad, bien los milicianos llegados a ella, se jado que no faltaron "algunos impíos que utilizaron los cor­ disfrazaron con las vestiduras sagradas y se pasearon por dones del Nazareno como bridas de un borrico"16. las calles entre bromas10. No sólo imitaban a los sacerdotes con sus ropas, sino que además simulaban el ejercicio Las personas también adaptaron para su uso, y sin ánimos sacerdotal; así en Salobreña un socialista disfrazado de irreverentes, las vestiduras religiosas que se salvaron de las cura fue a "pasear el pueblo cantando responsos" y en llamas. Pero éstas no parece que fueran demasiadas, porque Domingo Pérez varias personas simularon actuaciones incluso aquellas que se utilizaron para parodias acababan litúrgicas". En Albufiol "hubo imitación de entierros cató­ pereciendo. Y es que, desde el punto de vista de un anti­ licos con ropas sacerdotales y ornamentos"12, aunque no clerical, no había un final más provocativo a una procesióa

(7) BARRIOS ROZÚA, J. República", Revista del Centro (8) Sobre la politización del (10)ADG, 190-F/11, 52, 74 M., "El destino de los edifi­ de Estudios históricos de carnaval en Andalucía véase y 141. cios religiosos durante la Granada y su Reino, 9 (1995), GILMORE, D. Agresividad y (ll) ADG, 190-F/48 y 126. Guerra Civil en las diócesis de 185-211 y "La legislación comunidad. Paradojas de la (12) Testimonio de López Granada y -Baza". laica desbordada. El anticleri­ cultura andaluza, Granada, Yero, ADG, 190-F/5 Revista del Centro de Estudios calismo durante la Segunda Diputación Provincial, 1994, (13) Testimonio de Juan Histéricos de Granada y su República" Espacio, tiempo y p. 177-184. No en vano, Alcázar, ADG, 190-F/117. reino, 13-14 (1999-2000), forma. Serie Historia señala este autor, "una de las (14) Testimonio de Antonio 415-459. También he estudia­ Contemporánea, 12 (1999). primeras leyes aprobadas por Barea Molina, ADG, 190- do en dos artículos los sucesos Franco fue la de prohibir el F/140. anticlericales durante la carnaval" durante la Guerra (15) Testimonio de Francisco Segunda República en Civil. Martín Soto, ADG, 190- Granada y su provincia: (9) REMOND, R. F/78. "Conflictividad social y des­ L'Anticlericalisme en France. (16) ADG, 190-F/63, 96, trucción de bienes religiosos 1815 a nos jours, Bruxelles, 108, 133 y 140. en la ciudad de Granada Complexe, 1985, p. 21. durante la Segunda bufa que destruir ostentosamente esas ropas que los católi­ terios fueron profanadas tumbas, en algunos pocos casos cos revestían de atribuciones sagradas. El párroco de Nieles más lo izquierdistas se limitaron a destruir las cruces, y en relata cómo un alba y una casulla que habían sido utiliza­ muy pocas criptas de iglesias se forzaron los nichos21. El dos en una imitación irreverente fueron destruidas a puña­ caso más notable de los que se pueden citar es el de Alhama ladas en la plaza principal17. de Granada, cuyo cementerio:

Las sagradas formas constituyen una de las mayores preo­ fue profanado, destrozando las cruces y abriendo las cupaciones de los párrocos y de los feligreses dado su carác­ sepulturas, sobre todo el cementerio de las ter de encarnación del cuerpo de Cristo. La mayoría fueron Religiosas y el de los Religiosos carmelitas, situados consumidas por los sacerdotes cuando vieron venir la ava­ respectivamente en el Convento y en una cripta de lancha iconoclasta. Pero cuando esto no fue posible, se la Iglesia del Carmen, que fueron horrorosamente vivieron todo tipo de peripecias para salvarlas. Hubo feli­ profanados. greses, casi siempre mujeres, que se jugaron la vida —al menos así lo creen ellos, aunque lo más probable es que Una fotografía de Torres Molina recogió el desolado aspec­ sólo hubieran sufrido una reprimenda— por rescatar las for­ to de la cripta conventual con los nichos vacíos y una iró­ mas y guardarlas en sus casas, donde les mantuvieron una nica frase que decía "¡Respetad a los muertos!"22. Esta ima­ vela encendida hasta que los rebeldes ocuparon la localidad gen fue una de las ilustraciones del Informe sobre las pér­ y pudieron devolverlas al templo18. El interés que muestran didas y daños artísticos sufridos por el tesoro artístico de los creyentes por las hostias contrasta con el desinterés de Granada que, redactado por el historiador Antonio Gallego los revolucionarios, que rarísima vez vieron en las sagradas Burín, publicó el Gobierno Militar en 1937 para mostrar formas un objeto privilegiado de mofa, sin duda por su al mundo la "barbarie roja". No obstante, lo más macabro carácter abstracto, poco propenso a las burlas. Lo más segu­ del asunto fue que algunos cuerpos de frailes fueron colga­ ro es que muchas hostias perecieran en el fuego junto con dos de los árboles, donde permanecieron un tiempo como los sagrarios o que cayeran al suelo cuando los asaltantes siniestros espantajos23. incautaron los copones. Lo cierto es que los párrocos no relatan episodios en los que las formas fueran objeto prefe­ También en Motril se violaron los enterramientos del con­ rente de irreverencias. Todo lo más que pudo ocurrir en vento de los Agustinos, aunque allí tan macabro proceder alguna ocasión es que, como en Montejícar, fueran pisote­ estuvo precedido por un duro enfrentamiento con los gol- 19 adas de forma accidental . pistas que se habían refugiado en el edificio, y las bajas oca­ sionadas entre los republicanos provocaron entre los asal­ Lo que la leyenda negra de la revolución ha resaltado con tantes del convento tal rabia que lo saquearon con especial especial horror, buscando en ello la prueba de la deshuma­ inquina24. nización de las masas "rojas", ha sido la profanación de tumbas y la exhibición de los restos, fundamentalmente de En la localidad de Cacín sólo se profanaron dos tumbas, las frailes o sacerdotes, en las calles. Lo enormemente llamati­ del matrimonio José Tello Muñoz y Mariana Ramírez vo de unos episodios tan tétricos llevó a que pocos de los Tello, ambas situadas en la iglesia. Eran, sin duda, las tum­ testigos que presenciaron hechos de esta naturaleza se resis­ bas de una adinerada familia de infausto recuerdo para los tieran a relatarlos. Por ello, lo que constituyeron casos izquierdistas de la localidad25. En Iznalloz, el último de los extremadamente aislados, parece convertirse en una con­ casos que se pueden citar, se profanaron algunas tumbas de ducta generalizada y así lo consideran incluso historiadores la iglesia y se esparcieron los despojos a la par que se que­ laicos20. Pero los informes de los párrocos son concluyentes maban ornamentos sagrados y se hacían "burlas y escarnio al respecto en la diócesis de Granada. Sólo en tres cemen­ de la Religión"26.

(17) Testimonio de Francisco (19) La noticia procede de (20) Véase por ejemplo DEL­ (21) No puede descartarse que nos cadáveres del Martín Soto, ADG, 190- AHN, Causa general, leg. GADO, La ira sagrada: anti­ la apertura de nichos respon­ (Hoja Oficial del Luna, F/105. 1041-1043. Por su parte, el clericalismo, iconoclastia y anti- diera en algunas ocasiones más mayo 1939). (18) Relata el párroco de informe del párroco de rritualismo en la España con­ a la búsqueda de objetos pre­ (24) Informe sobre las pérdi- Játar, Manuel Reyes: "Cuando Montejícar se limita a señalar temporánea, Barcelona, ciosos que al deseo de befarse das..., p. 110 y LÓPEZ entraron los de la FAI en este que "unas mujeres lograron Editorial Humanidades, 1992, de los cadáveres. MARTÍNEZ y GIL BRACE- templo parroquial profanaron recoger en la calle unas partí­ p. 57, quien afirma que "la (22) Informe sobre las pérdi­ RO, op. cit., p. 105. el Sagrario y echaron por el culas de dos Sagradas Formas exhibición de despojos de clé­ das..., p. 80. (25) AHN, Causa General, suelo las Sagradas Formas. que había en el Sagrario cuan­ rigos era uno de los rasgos más (23) ADG, 193-F-37/11. E1 leg. 1041-1043. Cuando se fueron los de la do la turba asaltó el templo y característicos y singulares de mismo destino tuvo el cadáver (26) Testimonio de Luis FAI, una mujer del pueblo, ya a Ellas les han dado culto las actuaciones anticlericales de una monja enterrada en el Santiago García, ADG, 193-F de edad, que se llama Carmen clandestinamente. Aquellas se españolas y un claro exponen­ convento de Santa Clara de 37/74. Navas Martín, fue a la Iglesia conservan incorruptas". te de la morbosidad que llega­ Alhama (ARACIL, Dolor y y recogió todas las que encon­ Testimonio de J. Basilio, ba a presidirlas". triunfo. Barcelona, Tipografía tró y las ha conservado en su ADG, 190-F/97. católica Casals, 1944). En casa hasta que entraron nues­ Guadahortuna parece ser que tras fuerzas". ADG, 190-F/75. también hubo mofas con algu­ Imagen mutilada de un niño Jesús de la iglesia parroquial de Vélez de Benaudalla.

Resros de las imágenes religiosas que fueron arrojadas al barranco de Salobreña.

Retablo de la iglesia de los Hospitalicos de Motril despojado de sus esculturas en el verano de 1936. Imágenes religiosas almacenadas en la leñera del matadero municipal de Motril.

Escultura utilizada para "prácticas de tiro" en Alhama de Granada. LA DESTRUCCIÓN SISTEMÁTICA DE LAS Las destrucciones más o menos pintorescas no faltaron, IMÁGENES RELIGIOSAS aunque, insisto, lo más frecuente fue la rutinaria destruc­ ción en una pira, bien ante un público fascinado o diverti­ La peor parte de la oleada anticlerical que sucedió al golpe do -las gentes de derechas permanecían encerradas en sus de Estado se la llevaron las imágenes religiosas. Nada casas por temor y rara vez podían presenciar tan turbado­ encarnaba mejor a la detestada Iglesia católica que las res hechos-, bien en un descampado a las afueras del pue­ representaciones de santos, de Cristo y de la Virgen. Eran blo27. Tenemos testimonios de imágenes que fueron arras­ obras sin utilidad funcional ninguna y con una visible tradas por las calles en medio de "las risas y el regocijo de carga ideológica. Como encarnaciones de uno de los pila­ los impíos", y que al final eran quemadas, a veces con la res ideológicos del enemigo estuvieron condenadas desde el ayuda de gasolina28. La cabeza de una imagen de Cristo de primer momento a la destrucción. Mientras que los tem­ Sorvilán no ardió ni por esas, por lo que los iconoclastas plos fueron respetados en la inmensa mayoría de las oca­ "jugaron al fútbol con ella"29. siones, los cuadros y esculturas, así como los muebles de difícil utilidad como los confesionarios y los retablos, fue­ En algunas localidades se procedió a despeñar las imáge­ ron amontonados en la calle e incendiados. nes por barrancos, o se arrojaron a ríos, o acabaron flo­ tando en el mar para, una vez devueltas a la orilla por las La destrucción de las imágenes religiosas fue en la mayoría olas, ser quemadas30. En Lújar, por ejemplo, los anticleri­ de las localidades la forma en la que empezó la construc­ cales se befaron varios días de las esculturas de su iglesia ción de la nueva sociedad. En una lógica que tiene poco de parroquial: "Sirvieron las imágenes de mofa, poniendo irracional y mucho de política, los revolucionarios procedí­ unas en el lavadero público y otras en las huertas cercanas an a laicizar de forma definitiva la localidad. El método al pueblo y algunas echándolas al agua y después las que- destructivo por excelencia fue la hoguera, pues no había ningún procedimiento tan eficaz y rápido como el fuego, nada tan llamativo y hermoso como una gran pira, nada No era raro que a las esculturas que tenían ojos de cristal se tan simbólico ni purificador como las llamas. Apiladas sin los arrancaran, quizás en la creencia de que podían ser pie­ mayores consideraciones se consumieron piezas mediocres dras preciosas, o simplemente como una irreverencia pro­ o recientes, objetos de valor histórico vocadora32. Y es que con las imágenes muchas veces se tie­ y algunas inestimables obras de arte. nen actitudes de un cierto sadismo, o al menos así lo sien­ ten los párrocos, que hablan de las tallas como si de seres Si la destrucción de las imágenes tuvo muchas veces una vivos se trataran. El sacerdote de Pitres, por ejemplo, se carácter casi administrativo, sobre todo si era una columna mostraba horrorizado porque el "Niño Jesús parece ser que de milicianos la protagonista de los sucesos, no faltaron actos fue maltratado, poniéndolo a arar con una yunta" —una de mofa y ensañamiento con las imágenes, fundamental­ clara alusión al parasitismo de los religiosos- o porque la mente las esculturas. Qué duda cabe que las estáticas repre­ imagen de San Francisco de Paula fue disfrazada y paseada sentaciones de santos mirando lacrimosos al vacío o de entre burlas por las trincheras33. Para el párroco de Benecid Cristo en el martirio se prestaban fácilmente a burlas. En la imagen del Nazareno "fue profanada de un modo espe­ manos impías eran juguetes sobre los que volcar el odio con­ cial" porque antes de quemarla "fue abofeteada"34. En tra el catolicismo, auténticas efigies sobre los que desfogarse, un individuo decapitó con un hacha en la plaza del lo que quizás salvó la vida a más de un derechista, pues, no pueblo la imagen de Jesús35. El fusilamiento de esculturas y en vano, hubo imágenes que fueron fusiladas o ahorcadas. la práctica del tiro al blanco con imágenes ahonda en la

27) En Alhama de Almería (28) Hubo casos en Alcutar, (30) En Molvízar "fueron des­ Sagrado Corazón de Jesús y de (34) Informe firmado por el los revolucionarios obligaron a , Moraleda de trozadas las imágenes y sus res­ otras dos o tres imágenes" párroco Francisco Campos varios chóferes de derechas a Zafayona, Vélez Benaudalla o tos arrojados a un tajo a la (ADG, 190-F/138). Otros tes­ González y el maestro nacio­ asladar las imágenes a las Trevélez. ADG, 190-F/98, rambla inmediata, sufriendo timonios sobre esculturas des­ nal Juan Aguilar, ADG, 190- afueras, donde les prendieron 136 y 140, AHN, Causa gene­ los desperfectos de una aveni­ provistas de ojos pueden verse F/56. fuego. Otro de los casos en los ral, leg. 1041-1043 y ADPG, da que las arrastró, en parte, en Alhama de Granada, (35) Testimonio de Juan Jaldo que los iconoclastas se toma- sección Regiones Desvastadas. hasta el mar". En Salobreña las Motril, etc. Informe sobre las Jaldo, ADG, 190-F/76. ron la molestia de sacar las (29) Testimonio de Antonio imágenes fueron lanzadas pérdidas..., pp. 76, 77 y 108. imágenes fuera del pueblo fue Martín, ADG, 190-F/130. desde lo alto del tajo, aunque (33) Testimonio de José Alicún. ADG, 190-F/ 10 y 12. luego tuvieron la fortuna de Fernández Crespo, ADG, 190- que unos devotos recuperaron F/118. sus restos. Informe sobre las pérdidas..., pp. 98 y 116. (31) Testimonio de Enrique Ruiz, ADG, 190-F/89. (32) Relata el párroco de Valor, Enrique Ruiz, que "algunos rojos de los peores, pincharon con alfileres los ojos de S. José, del Resucitado, del misma dirección36. Montefrío, localidad que estará pocos Caso aparte es el de los archivos parroquiales, la inmensa días bajo control republicano, será un compendio de todo mayoría de los cuales perecieron en las hogueras junto a las lo descrito: imágenes religiosas41. Su destrucción estuvo exenta de mofas, pues, aunque éstas no eran imposibles, es evidente que los Un San Antonio que había en la artística portada de libros y legajos se prestaban poco a escenificaciones. Con su la Iglesia de su nombre fué fusilado derribándole la destrucción los anticlericales daban un paso importante en la cabeza, un niño Jesús fue también ahorcado en radical laicización de la sociedad; de la misma manera que al medio de la población, algunas otras imágenes ata­ quemar los archivos municipales y notariales se intentaba aca­ das de la cabeza con sogas fueron arrastradas por las bar con todo vestigio de la propiedad privada, reduciendo a calles del pueblo y por último quemadas. cenizas los archivos eclesiásticos se borraba el pasado religioso de sus vecinos42. Con la hoguera no se cometía un acto bárba­ En ningún momento los iconoclastas perdonaron las imá­ ro o irracional, sino una consciente medida política. genes de los santos patronos de su localidad, que perecie­ ron como las demás o incluso con mayor saña por ser más Cabe imaginar que a los ojos de los devotos una oleada tan conocidas o veneradas. Ello no debe sorprendernos, porque devastadora de sacrilegios debía tener su respuesta en forma los anticlericales eran gente completamente desvinculada de milagros o castigos divinos. Sin embargo, más allá del del culto en una tierra, Andalucía, con bajísimos niveles de castigo que supuso para los republicanos la victoria de asistencia a misa. Las imágenes de los patronos carecían ya Franco -al que muchos párrocos no se recatan en ver como de todo significado para una buena parte de la población y el salvador y el enviado de Dios—, el número de presuntos venían vinculándose cada vez más a las procesiones que milagros fue realmente insignificante. Si en la Edad protagonizaban las gentes de orden. Antonio Gallego Moderna cualquier profanación iba acompañada de su Burín señalará que en Motril fueron profanadas y destrui­ correspondiente milagro y su secuela de actos devocionales, das todas las imágenes religiosas, aunque las irreverencias se en la Guerra Civil, al menos en la diócesis de Granada, sólo dirigieron "especialmente a las más veneradas que, como unos pocos párrocos del centenar que son consultados rela­ remate de esta orgía sacrilega y una vez destrozadas, fueron ta alguno. Así, el sacerdote encargado de la parroquia de amontonadas en el Matadero municipal, rematando de este Ohanes y del santuario de Tices relata que unos vecinos modo tan brutal y despiadada burla"37. habían escondido en un pajar la imagen de Nuestra Señora de la Consolación, patrona del pueblo, y: Las pinturas se prestaban poco a las mofas por su carácter bidimensional y lo habitual es que fueran quemadas sin confiados ya en que estaba segura, se aquietaron los mayores contemplaciones en las hogueras. Si los cuadros ánimos; pero descubierta [por los izquierdistas] la estaban colocados a una gran altura y resultaban difícil­ incendiaron. Y cuentan los vecinos de Tices, que mente accesibles sin andamios, lo normal es que sirvieran mientras la destruían, una espesísima niebla, cubrió para el tiro al blanco o fueran apedreados38. todo el santuario y la placeta que lo rodea, lo que amedrentó a los mismos que la quemaban43. Tampoco escaparon a los iconoclastas las imágenes privadas de algunas familias conservadoras cuyos domicilios fueron registrados en busca de armas o de derechistas39. Pero no LA ESCASA REUTILIZACIÓN DE BIENES hay constancia de que en la diócesis de Granada los revo­ MUEBLES ECLESIÁSTICOS lucionarios obligaran a todas las familias de una localidad a entregarles los objetos religiosos de sus domicilios bajo La destrucción de bienes muebles durante las primeras amenazas40. semanas de la Guerra Civil, sobre todo de esculturas, cua-

(36) En Ítrabo "un crucifijo (38) Informe sobre las pérdi­ (40) En Cataluña se dieron (41) Hubo algún párroco que (42) En Ohanes el párroco que presidía la Iglesia, que fue das..., pp. 76 y 77. casos en los que los milicianos para salvar el archivo lo ente­ "trató de convencerles de que destruido arrojándolo al suelo (39) Valga como ejemplo el • obligaron a entregar a las lla­ rró, quizás convencido del a ellos mismos podía serles útil después de tirotearlo las muje­ caso de Ohanes: "En los mas objetos de culto privado rápido triunfo de los subleva­ alguna vez", pero los revolu- res del cercano pueblo de saqueos frecuentes por las (THOMAS, H., op. cit., p. dos. Como no fue así, los cionarios lo quemaron sin Salobreña" (Informe de las pér­ casas, ponían especial empeño 336) pero esto debió de ser libros se pudrieron por com­ contemplaciones. Testimonio didas..., p. 93). Véanse tam­ los policías en destruir los cua­ poco frecuente también allí. pleto, caso de Benalúa de las de Alberto Gómez, ADG bién los casos de , dros, estampas y todo lo que Villas, (ADG, 190-F/24). Más 190-F/108. Huecija o Pitres. AHN, causa tuviera sabor religioso; habién­ suerte tuvo el párroco de Santa (43) Testimonio de Alberto general, leg. 1041-1043, y dose salvado sólo lo que logra­ Cruz de Marchena, que lo Gómez, ADG, 190-F/108. ADG, 190-F/66 y 118. ron esconder". Testimonio de escondió en una cueva (ADG, (37) Informe sobre las pérdi­ Alberto Gómez, ADG, 190- 190F/128). das..., p. 101. F/108. dros y retablos, se realizó en unas peculiares circunstancias de tratar a un grupo de obreros para que eliminaran todos los descomposición de las autoridades republicanas y de asun­ que había en la iglesia mayor47. El objetivo era dejar limpios ción del poder por los comités revolucionarios de cada locali­ de todo recuerdo religioso los edificios secularizados, una dad y por las milicias. En estas condiciones el anticlericalismo práctica que tiene sus precedentes en las desamortizaciones y la rabia ante el golpe de Estado, así como la ignorancia en del siglo XIX48. materia de historia del arte de las nuevas autoridades locales fueron las que determinaron que el destino de buena parte del patrimonio mueble fuera la simple y mera destrucción44. AUSENCIA DE INICIATIVAS PARA PROTEGER EL La posibilidad de vender en el extranjero las obras de arte para PATRIMONIO HISTÓRICO obtener fondos con los que comprar armas es una hipótesis que a nadie se le podía ocurrir en las primeras semanas de la Prácticamente desde el mismo comienzo de la contienda el contienda, cuando todo parecía indicar que la guerra iba a ser gobierno y las instituciones culturales republicanas comen­ corta, que la revolución era una realidad y cuando el caos rei­ zaron a arbitrar medidas destinadas a defender el patrimo­ naba en las comunicaciones. La única utilidad que se encon­ nio histórico eclesiástico. Claro que, una cosa era dictar tró a las imágenes, aparte de servir de mofa, fue la de ser reu- decretos, y otra hacerlos efectivos cuando el poder real resi­ tilizadas como leña, lo cual no dejaba de ser una despiadada día en los comités revolucionarios —de extracción mayori- burla hacia las imágenes que los católicos veneraban. Así, tariamente sindical- y en las milicias. Poco a poco d cuando los rebeldes ocupen la costa granadina tras la ofensi­ gobierno, con el apoyo de los comunistas, fue recuperando va sobre Málaga se encontrarán en numerosas leñeras frag­ prerrogativas en una dinámica claramente contrarrevolu­ mentos de esculturas muy mutiladas45. Mientras, las vestidu­ cionaria, hasta que el 4 de enero de 1937 dio el paso de ras sagradas ya hemos visto cómo en ocasiones fueron reutili- disolver los comités y procedió a ordenar la vida municipal zadas, aunque la mayoría perecieron en las llamas46. de acuerdo a la legalidad vigente. Sin embargo, la provin­ cia de Granada ofrecerá especiales dificultades, en buena Pero no hay que pensar que los iconoclastas actuaban de parte porque la caída de la capital y la fragmentación en forma atropellada y ciega, sin hacer la más simple criba de dos bloques del territorio provincial leal a la República lo que destruían. Las coronas y ornamentos de plata y oro complicó notablemente la implantación del poder guber­ que acompañaban a algunas imágenes fueron separadas y, namental. La costa granadina no llegará a conocer siquiera en unión de los vasos sagrados, llevados a las sedes de los la nueva dinámica centralizadora porque caerá en manos comités o al respectivo ayuntamiento. El valor de la orfe­ rebeldes tras la conquista de Málaga. El resto de los pueblos brería era evidente y así fue percibido en todas las ocasio­ de la provincia todavía republicanos no constituirán sus 49 nes. También las campanas fueron sustraídas para ser fun­ consejos municipales hasta bien entrado 1937 . Para esas didas, hasta el punto de que fue raro el caso en el que per­ fechas puede decirse que ya no había ni esculturas, ni cua­ manecieron en su lugar, tal y como reiteran los informes de dros, ni ningún otro objeto religioso que proteger, de los párrocos. Otros bienes muebles como los bancos tuvie­ manera que las iniciativas republicanas que Álvarez Lopera ron más suerte y se utilizaron, unas veces en sus lugares de ha estudiado con detalle y que obtuvieron algunos resulta­ 50 origen, otras en edificios municipales y sedes políticas, y en dos en lugares como Madrid, Cataluña o Toledo , llegaron algunas ocasiones en las plazas y paseos públicos. demasiado tarde a la diócesis de Granada.

Los retablos, que en principio no tenían por qué molestar ¿Qué hicieron por su parte los comités revolucionarios en una vez que habían sido desprovistos de las esculturas y sus respectivas localidades con respecto al patrimonio his­ cuadros, fueron desmantelados en muchas localidades. En tórico? La respuesta es nada. La razón principal estriba en Motril, por ejemplo, el comité revolucionario llegó a con­ que la élite cultural de la provincia se encontraba en la capi-

(44) Hugh Thomas constata José, "Los anarquistas españo­ (47) Informe sobre las pérdi­ (49) Todo este proceso ha sido (50) Véanse los trabajos ya que esta fue la tónica en toda les ante el legado histórico das..., p. 104. modélicamente estudiado en la citados de ÁLVAREZ LOPE­ la España republicana: "El artístico 1936-1939", (48) Véase al respecto el libro provincia de Granada por GIL RA así como su serie de artí­ móvil principal era la destruc­ Cuadernos de Arte de la de BELLO VOCES, ]., BRACERO, op. cit, p. 161- culos dedicados a Cataluña ción más que el robo". THO­ Universidad de Granada, XXI Frailes, intendentes y políticos. 210. aparecida en los Cuadernos Je MAS, H., op. cit., p. 295. (1990), p. 16-17). Los infor­ Los bienes nacionales 1835- Arte (1984 a 1986) con el (45) Por ejemplo en mes parroquiales también 1850, Madrid, Taurus, 1997, título general de "La organiza­ Almufiécar y Motril. Informe apuntan en esta dirección, pp. 232-248 y 289-313 y para ción de la defensa de bienes sobre las pérdidas..., pp. 89 y aunque es preciso señalar que el caso de Granada mi trabajo culturales en Cataluña durante 101. los sacerdotes se limitaban a BARRIOS ROZÚA, J. M., la Guerra Civil", y su trabajo (46) Suele señalarse que los dar por quemado todo lo Reforma urbana y destrucción sobre Toledo "Realidad y pro­ asaltantes de los templos no desaparecido. Es probable que del patrimonio histórico en paganda: El patrimonio artísti­ veían con buenos ojos los algunos objetos fueran hurta­ Granada. Ciudad y desamorti­ co de Toledo", en AAW, Los robos y que sólo deseaban la dos a las llamas y reutilizados zación, Granada, Editorial nuevos historiadores ante la destrucción ritual de los obje­ con discreción, pero en cual­ Universidad y Junta de Guerra Civil española, vol. II, tos (DELGADO, M, op. cit., quier caso serían pocos respec­ Andalucía, 1998, pp. 133- Granada, Diputación p. 56, y ALVAREZ LOPERA, to al volumen de lo destruido. 175. Provincial, 1990, 269288. tal y tras el triunfo de la sublevación en Granada se sumó a Nada se pudo hacer para frenar la devastación de una ole­ la rebelión, en el caso de los derechistas, o fue víctima de ada anticlerical que medio siglo de clericalismo durante la una dura represión, en el caso de los afectos a la República. Restauración y un lustro de oposición eclesiástica a la En una provincia con un elevado grado de analfabetismo, República habían gestado. La mayoría de los cuadros polí­ de pobreza, y con una limitadísima vida cultural, no emer­ ticos y culturales de las organizaciones de izquierdas de la gieron voces desde las propias filas republicanas que pidie­ provincia de Granada habían quedado atrapados en la ciu­ ran el respeto de las obras de arte e intentaran crear orga­ dad, por lo que fue sumamente difícil reconstruir el Estado nismos protectores. Los bienes muebles de la iglesia queda­ republicano y del todo imposible hacer cumplir la legisla­ ron, pues, a merced de jornaleros, campesinos, obreros y ción protectora que se fue dictando para salvaguardar el milicianos que difícilmente iban a ver en cuadros y escul­ patrimonio histórico religioso. Ciertamente estas medidas turas algo más que la detestada ideología que encarnaban. obtuvieron resultados muy modestos en el resto de la La pintura y la imaginería andaluzas tuvieron durante el España republicana, pero ninguno tuvieron en la diócesis Renacimiento y el Barroco pretensiones claramente evan- de Granada, donde casi todas las imágenes religiosas al gelizadoras. Eran, como repetidamente se ha señalado, alcance de la vista perecieron a manos de los iconoclastas. libros abiertos para una población que no podía leer las Lo único que se salvó de las llamas fue lo que era de una sagradas escrituras. Su consideración como obras de arte evidente utilidad: los edificios y, para ser fundidas, las cam­ formales más allá de su contenido era una atribución tardía panas y la orfebrería. y que estaba lejos de haber trascendido de la élite cultural al pueblo llano. Como obras adoctrinadoras fueron creadas y como tales perecieron sin que los iconoclastas tuvieran capacidad de distinguir las que alcanzaban la categoría de obras maestras. Si un siglo antes la burguesía apenas fue capaz de preservar una pequeña parte de los bienes muebles de los conventos exclaustrados, qué podía esperarse de los obreros y jornaleros que en 1936 asaltaron los templos.

CONCLUSIONES

La sublevación militar desencadenó en buena parte de la provincia de Granada la revolución que, según la retórica de los golpistas, se pretendía conjurar. La descomposición de la autoridad republicana dio paso a comités revolucio­ narios compuestos mayoritariamente por sindicalistas y militantes políticos de extracción popular. Las organizacio­ nes de izquierdas de cada localidad, muchas veces reforza­ das por vecinos de poblaciones próximas o por columnas milicianas llegadas de Málaga, Almería o Jaén, procedieron a incautar los edificios religiosos como una de sus primeras medidas revolucionarias y antifascistas. A la ocupación de los templos se adelantaron algunas veces anticlericales exal­ tados para destruir las imágenes —o incluso el propio tem­ plo-, pero lo más habitual es que las esculturas, cuadros y otros objetos religiosos fueran apilados e incendiados casi como un acto administrativo y que el templo pasase a tener un uso público.

Las mofas y escenificaciones con imágenes y vestiduras reli­ giosas fueron pocas en comparación con el elevado núme­ ro de templos saqueados. Sin embargo, este tipo de hechos fueron magnificados tanto entonces como después, porque frente a la rutina "administrativa" de la pira de bienes reli­ giosos, las bufas resultaban mucho más impactantes y en ellas se encarnaba mejor la imagen del anticlerical enloque­ cido y bestial. Los sacerdotes que relatan las mofas nunca hacen referencia a la sangrienta represión que los franquis­ tas llevan a cabo contra sus parroquianos izquierdistas, pero se estremecen de horror ante el destino de unas hostias pisoteadas o la decapitación de una escultura. ESTE DOCUMENTO HA SIDO DIGITALIZADO CON UN PROGRAMA DE OCR, LO QUE PUEDE IMPLICAR CAMBIOS EN PALABRAS, SIGNOS O FORMATOS QUE NO SE CORRESPONDEN CON EL ORIGINAL