32/ARGUTORIO nº 14 2o SEMESTRE 2004

VILLAFRANCA DEL BIERZO Y SAHAGÚN EN EL LIBRO OLD

Muirhead y Gertrude Bone

Después de la publicación en el número anterior de la revista de lo correspondiente a León y Astorga, incluimos ahora la traducción de los capítulos dedicados a Villafranca del Bierzo y Sahagún, con lo que completamos todo lo escrito por Gertrude Bone sobre la provincia de León en el libro Old Spain. Lamentablemente no hemos podido disponer a tiempo de reproducciones fotográficas de las maravillosas ilustraciones de su marido Muirhead, pero esperamos tener algunas para el próximo número gracias a la colaboración de la empresa fotográfica IMAGEN MAS y a la amabilidad de Fernan- do Alonso, que les permitirá fotografiar las que posee en su colección. Si así fuera, las incluiríamos a modo de colofón de esta serie sobre el libro Old Spain.

CAPÍTULO DOCE VILLAFRANCA DEL BIERZO

El murmullo de los árboles y de las corrientes de agua, tan claras sobre los guijarros oscuros como la aguas de Tweed, la silueta de las montañas silenciosas contra el grave azul de la noche, la música de una guitarra que suena du- rante unos instantes, luego sólo el rumor de los tres ríos del valle y un canto musical que se elevaba cada hora:

¡La-a Una-a! ¡Y -y Sereno-o! ¡Las-Dos! ¡Y- y Nublado-o!1

y uno se va a dormir contento en la pequeña ciudad rural de Villafranca del Bierzo, donde los peregrinos me- dievales hacían un alto bajo la protección de los templa- rios de , en su caminar a .

¿No hay serenos en Inglaterra? Entonces, ¿quién vigi- la la ciudad mientras duerme?, preguntaron nuestros ami- gos del Círculo.

Villafranca del Bierzo Usted puede apreciar, explicó el abogado, que el sere- no es una gran ventaja para una pequeña ciudad. Por ejem- El ameno valle del Bierzo - en el que San Fructuoso, el plo, si alguien cae enfermo durante la noche, abres la ven- príncipe de sangre real de los Visigodos, abandonó su pri- tana, das unas palmadas para llamar al sereno y le pides vilegiada posición social por la vida eremítica, y se fue que te haga el favor de buscar a un médico. Tendrás que internando cada vez más en esa tierra aislada, buscando la darle una propina por sus servicios, por supuesto, pero soledad desde las penalidades de la santidad- es, en vera- puede entender que es de una gran utilidad. Esta ciudad no, uno de los más coloristas, frondosos y bellos de Espa- mantiene a tres. Esa llamada en la noche suena en el valle ña. Estas dulzuras del paisaje no son muy frecuentes en transmitiendo una extraña sensación de confianza y segu- esta tierra, donde la naturaleza es espléndida y regia, y no ridad. No estoy seguro de que la noche en el campo sin es sorprendente que aquellos que llegaron al valle tras la ella pudiera tener esa invisible sensación de bienestar. fama del príncipe eremita, hubieran elegido quedarse; hasta cuarenta monasterios llegaron a ser construidos allí, con un sinnúmero de santuarios y capillas. 2o SEMESTRE 2004 ARGUTORIO nº 14 /33

Mirando a través del valle al nivel de la luz de la tarde, hay otra iglesia románica dedicada a San Juan Bautista, y grandes cicatrices de explotaciones auríferas, sobre la gra- otra a San Miguel, que se encuentra cerca de ambas, ele- vedad de la montaña púrpura, muestran las minas de oro vándose hermosa entre los castaños. con las que los , primero, y más tarde los romanos horadaron las montañas cantábricas. En esta Siberia de cau- En la ciudad de Villafranca, cercada por las montañas, tivos romanos las minas fueron trabajadas durante tres si- ensombrecida por bosques de castaños, moldeada por los glos, debido a que un rendimiento de 20.000 libras de oro viñedos y los ríos, la historia medieval y la arquitectura era exigido de las tres provincias, Galicia, Lusitania y están en consonancia. Desde el castillo, una larga calle de Asturias. De ningún otro país del mundo se obtenía un oro casas nobles, con aleros tan anchos como los de un palacio tan excelente como el de España. No sólo se extraía el florentino, atraviesa toda la ciudad de un lado a otro. El mineral de las montañas, sino de los placeres de los ríos. único edificio fortificado que queda en la ciudad, con am- Hoy, debajo de las Médulas2 (que todavía muestran clara- plias galerías exteriores y alojamientos con establos para mente los canales de ingeniería y los depósitos y pozos de los hombres de armas, proporciona ahora su fresca oscu- los romanos) algunas mujeres lavan la arena del río en busca ridad a los enormes toneles de vino que almacenan la co- de ocasionales pepitas de oro que puedan ser vendidas por secha de las laderas más protegidas de las colinas. Las sor- unas cuantas pesetas3 . presas aguardan en estas bo- degas, llenas de cubas tan Uno orienta las velas, por grandes como elefantes, de así decirlo, hacia el soleado sombras y de moho. En la valle para encontrar los res- penumbra de la antigua y só- tos de los primeros santua- lida casa fortificada, una rios y monasterios que sur- voz, procedente de la oscu- gieron tras el ascenso de San ridad cercana al techo, re- Fructuoso hasta la santidad. tumbó entre nosotros. Hubo La historia de muchos de una discusión, y la volumi- ellos es ahora la historia de nosa figura de un viejo ca- Santa Marina, que Ford4 ballero español descendió la describe como una iglesia escalera desde lo alto de un muy antigua a una legua de tonel. Una vez en el suelo, Corullón. se abrazó al escocés que ve- Vista panorámica de Sahagún nía con nosotros con elo- ¿Santa Marina? Puedo enseñarle donde estaba, aun- cuentes efusiones, como si fuera algo muy añorado que que ha desaparecido. Una o dos personas mayores la re- rara vez se encuentra. cuerdan, pero era muy antigua, y el río, la tierra y los castaños poco a poco la ocultaron. Había un gran monas- terio de frailes unido a ella y durante mucho tiempo la Desde mi niñez y mi juventud más temprana, explicó, gente solía dragar las orillas del río en busca del tesoro desde que leí sobre ella, he sentido una gran devoción por de los monjes, y no hace mucho llegaron a los cimientos la reina María de Escocia. Es por ella que todos los esco- de la iglesia hundidos en la profundidad de la tierra, sedi- ceses me resultan muy queridos. Es una gran y profunda mentados por las lluvias y el río. Y luego, un día, un hom- devoción la que he tenido por la reina María. Sus compa- bre, recogiendo castañas en un viejo árbol, alargó la mano triotas son para mí como mis propios parientes. para alcanzar una rama y sonó una campana que había sido rodeada por ellas. Por eso se sabe exactamente dón- Es, explicó nuestro compañero con un disgusto eviden- de estaba, pero poco a poco fue cubierta por los castaños te una vez afuera en la calle, muy religioso, un fanático. y los sedimentos de la tierra, y ahora no queda nada de la iglesia, sólo el nombre. Al otro lado de la calle larga se instaló la Inquisición, y el palacio de Torquemada, un noble edificio renacentista, Así uno se encuentra con que los vestigios son cada vez arruinado y decadente y ahora dedicado a escuela, tiene más débiles; sólo los nombres permanecen, o de vez en una gran importancia (los españoles señalarán el acierto cuando un fragmento en un museo; delicadas esculturas de la ubicación del escudo de armas colocado en una es- de mármol procedentes de Carracedo; y figuras estufadas5 quina, en la Torre Quemada6 , torre quemada, como re- de gran finura y belleza de San Esteban de Corullón, a un cuerdo al loco Inquisidor General), pero el cuartel7 de la tiro de piedra de Santa Marina. Como los cultos se suce- Santa Hermandad está cayéndose sobre las cabezas de la den muy próximos en el tiempo, dentro del mismo bosque familia pobre que lo protege; una hermosa escalera arrui- 34/ARGUTORIO nº 14 2o SEMESTRE 2004 nada, y rastros de la carpintería interior y de esculturas bitación en la que los curas se visten para los oficios. El que recuerdan una de las casas de los barrios bajos de mismo Bierzo aparece escrito a menudo como Vierzo. Edimburgo, que todavía conservan los vestigios de un ori- gen noble en una escalera, en una repisa de la chimenea, o Pero no es desde Villafranca, encerrada entre monta- en una ventana tallada. Las pequeñas banderas suspendi- ñas, desde donde uno percibe mejor la intensa belleza del das desde las ventanas del primer piso de estas casas que Bierzo, sino desde el valle abierto, que es donde se en- fueron una vez aristocráticas anuncian que están ocupa- cuentra el real monasterio de Carracedo. La Colonia Agrí- das; los vendedores de vino añaden una rama verde a la cola del gobierno, con sus pozos de tipo oriental, ocupa modesta señal. El campanillero, que es en realidad un las que deben haber sido las ricas tierras del monasterio. tamborilero, hace sonar su rat-tat en las esquinas y en las Avanzar por el valle con las montañas elevándose por plazas8 para anunciar los precios de mercado. ambos lados es como hacer un trayecto por la superficie de un lago soleado, a través de islas que son iluminadas Todas las calles y, de hecho, la misma ciudad, comien- por el sol y que poseen los colores de las frutas. Desde zan en la pequeña colina desde la que el castillo de los cualquier parte, las montañas se perciben como jardines condes de Villafranca se yergue vigilando el Bierzo. Cons- caldeados por el sol, surcados por ríos transparentes; su truido después de la toma de Granada, nunca fue una cons- clima es placentero como un vino añejo refrescado en la trucción fortificada. Se trata de un elegante edificio que nieve. sigue el modelo francés, con cuatro robustas torres redon- das en las esquinas e interesantes trabajos de forja que to- Pero el monasterio real de Carracedo (del que Morales davía se conservan, que corona la pequeña colina a la ca- dice que es mencionado en una carta de San Bernardo), beza de los otros edificios nobles. Antiguos planos que se construido con las ruinas de la ciudad romana de Bergidum conservan dentro del edificio muestran extensos jardines (de la que sólo quedan montones de tierra), comparte el ornamentales siguiendo el modelo de Versalles, pero este destino de aquellos que son vencidos por la guerra y el guiño a Francia fracasó en el intento de prevenir la feroci- tiempo. Más parecen las ruinas de la historia que su mo- dad de los soldados franceses que asolaron el Bierzo, que- numento. De lo que hubo dentro de las cuatro millas cua- mando treinta y un pueblos. En él se conservan ahora unos dradas que delimitan las paredes exteriores, y de los edifi- pocos cañones y cadenas, un fusil, un tambor en la iglesia cios magníficos que tuvo, así como de la riqueza y el po- parroquial y un ala del castillo original habitada por un der de su Orden, sólo se conservan la sala capitular y la de tranquilo caballero rural. la biblioteca, y, más raro e interesante, las dependencias románicas privadas de doña Sancha9 , hija de la reina Urra- Huellas de la dureza y aspereza del peregrinaje medie- ca, quien reparó el monasterio que el rey Bermudo10 había val sobreviven en forma de estropeados campanarios en construido, en 990, para servirle de sepultura. Esta dama cualquier esquina insignificante. El diminuto santuario de de la realeza, estando de peregrinación en Jerusalén, tuvo Santiago, ahora abandonado salvo por sus sombras, tenía un encuentro con San Bernardo en el viaje de vuelta a casa una puerta del perdón, por la que podían pasar aquellos y fue por medio de él como llegó a España la Orden Cis- demasiado enfermos o agotados para ir más lejos, y ganar terciense, de la que este monasterio de Carracedo fue una la recompensa buscada. En la hilera de casas de tejedores de las principales fundaciones. La delicada columnata de situadas contra la parte menos escarpada de la montaña- la balconada está, como una cierva atrapada en un bosque, de subida laboriosa y difícil todavía, aunque el estrecho casi invadida por la vegetación de lo que una vez fue un puente ha sido ensanchado sobre sus arcos- en tiempos se jardín, pero la cámara está bien conservada y tiene una vendió ropa especial para los peregrinos. ¡Cuántas cara- bóveda gótica muy hermosa. Poco a poco los ladrones van vanas humanas de esperanza, fe y pillería no pasarían por robando las piedras del monasterio y mutilando sus escul- ese puente para atravesar la montaña! Un espacioso y vie- turas. Las figuras escultóricas más antiguas están esculpi- jo hostal de peregrinos tiene unas esculturas mucho más das en la pared. Los museos de León y Madrid han preser- viejas esculpidas en sus paredes. Como los guijarros deja- vado otras, así como el de Astorga, que también tiene su dos caer uno a uno por prisioneros en los bosques intrinca- parte. La base de la fuente de Villafranca es otro resto pro- dos de los cuentos de hadas, uno encuentra débiles indi- cedente de su jardín. El ameno valle, que conserva leyen- cios de la fe y de la historia más antiguas. das sobre el monasterio, ha sido enormemente ensalzado. Borrow11 pensaba que era uno de los paisajes más encan- Las intercambiables B y V de esta parte del país produ- tadores de España. Ford12 se mostró muy elocuente sobre cen un efecto extraño en la parroquia. Al entrar en la sus ríos y su feracidad. La leyenda de Parsifal vive en sus sacristía con el sacerdote, tuve un pequeño sobresalto al montañas. Un pequeño libro que merece la pena leer ( Por leer encima de la puerta Bestuario, para ser tranquilizado tierras de León, del Padre Morán) ofrece un agradable por nuestro guía al explicarme que era el Vestuario, la ha- cuadro de las costumbres que sobreviven en los escondi- 2o SEMESTRE 2004 ARGUTORIO nº 14 /35 dos pueblos del Bierzo y en las montañas que lo separan CAPÍTULO TRECE del reino de León. ¡Cuántas tradiciones paganas sobrevi- ven todavía! ¡ Cuántas canciones satíricas son cantadas SAHAGÚN todavía por las mujeres y las niñas en la misa de Noche- buena, en las se incorporan los sucesos cómicos más des- Sobre un terreno13 alargado, tan hermoso como su at- tacados del año! Asimismo, se conservan algunas raras mósfera, donde el color del cielo es transformado por el intercesiones en los rosarios que se rezan en algunos pue- sol, la lluvia y el viento, y donde las nubes se extienden blos de la montaña: Por los que deben confiar en una ta- hacia las distantes montañas como nadadores en aguas tran- bla frágil para su seguridad. quilas, se elevan las solemnes torres de Sahagún sobre su silueta de ciudad de color triste, llana y extensa, con cami- nos que conducen a ella como hilos quebradizos a través de las tierras de rastrojo de León. Estos monumentos le dan un aire de ciudad a una pequeña población leonesa, única en España, por tener las primeras torres románicas construidas con ladrillo en ese país.

Después de Medina del Campo y su castillo de ladrillo, uno se encuentra preparado para la solemnidad y belleza de un edificio construido con este material. El norte de Italia y las primeras iglesias cristianas de Roma tienen este tipo de torres, y la sencillez y gracia de este humilde mate- rial usado en un diseño arquitectónico tan hermoso es uno de los placeres que proporcionan los primeros edificios italianos. En un país con tantas construcciones de ladrillo, con tantas casas hechas con arcilla secada al sol, estas edi- ficaciones se confunden durante el día con montones de tierra. Bajo el caluroso sol de Castilla el rosado ladrillo cocido de las hermosas torres de Sahagún brilla y resplan- dece en la tarde como el de alguna antigua y noble cate- dral: San Tirso, con su torre cuadrangular y ventanales geminadas sobre el bello ábside románico; San Lorenzo, más raro, más solitario, con sus hileras de ventanas y sus campanas, sus tres ábsides de ladrillo y su torre sombría.

Del Cluny de España (la abadía de San Benito) queda poco más que del Cluny de Francia. Una pequeña parte habitable del monasterio ha sido cercada por una orden religiosa, y las tumbas de los reyes están ahora en clausu- ra14 . Uno puede todavía hacerse una idea de la ambición y San Tirso, Sahagún. de la extensión de esta notable fundación observando sus puertas y la torre del reloj, y, a través de los museos y las crónicas, de la belleza interior que tuvo que poseer. A pesar de todo, en el Bierzo oíamos cada tarde, por la radio, las noticias de casa en la desnuda habitación del El altar mayor es el mayor que creo que hay en Espa- operador de telégrafos; solamente la despedida, cuando el ña, pues tiene XVI pies en largo. Está todo cubierto de Big Ben daba las doce de la noche, y al instante, bajo de la planchas de plata de antiquísima labor, que con ventana, en la calle, donde sólo rompía el silencio de la encasamentos y figuras de santos de medio relieve hacen noche el sonido de las aguas susurrantes, el Sereno eleva- un rico frontal; y lo mandó hacer el rey D. Alonso el VI ba la voz: Las doce en punto y sereno. (MORALES)15 .

Una serie de capiteles en el museo de León; las dos encantadoras figuras de mármol de Nuestro Señor con los Evangelistas; y la Virgen, Nuestra Señora de Sahagún, en el Museo de Madrid, muestran lo que fue la delicadeza y 36/ARGUTORIO nº 14 2o SEMESTRE 2004

un hijo del Justicia de Aragón, lo que parece una gran maravilla ya que una profunda sordera ha sido la causa de su mudez. De este modo, les habla por señales, o les escribe, y ellos le contestan hablando y también copian letras consecutivas y otras cosas (MORALES).

Fue en la ciudad de Sahagún, poco visitada salvo por algún arquitecto ocasional, donde las limitaciones de nues- tra propia lengua causaron perplejidad a un pequeño Pe- dro Ponce de hoy en día. Ser un artista sentado en la calle puede suponer estar a la merced de cualquier pequeñuelo vagabundo lo bastante grande para mirar por encima de tu hombro, y atraer a una pequeña multitud que, al adivinar la presencia de un artista callejero, se apiña en una esquina como si fuera una melé de rugby. A la sombra de San Tirso se abrió una puerta en la calle que daba hacia la es- cena, y uno de aquellos rostros atractivos y profundamen- te serenos (quizás uno de los más agradables dentro de los tipos de la fisonomía española), perteneciente a una madre de mediana edad, miró al grupo, y luego empezó una ex- plicación seria y razonada.

¡Este pobre hombre no puede hablar! Es una cosa tris- te, no algo de lo que reírse. Si os pudiera contestar sería diferente, pero ahora se sienta como los sordomudos y no deberíais ser crueles con él. Es como los animales que son Ambrosio de Morales. Dibujado y grabado por Gil (1791). mudos y están indefensos porque no tienen posibilidad de quejarse. el refinamiento de la decoración escultórica. Fragmentos de esculturas y adornos cuelgan de las paredes desmoro- ¡Amable pequeña madre de Sahagún! ¡Hablamos poco, nadas, y en la iglesia de San Lorenzo la pila del agua ben- pero entendemos más!17 y no somos mudos en otra lengua dita (ella misma es la base de una columna de mármol) se que en el castellano. Siendo el idioma un factor de separa- encuentra sobre dos capiteles de mármol de magnífica he- ción tan extraño, la cortesía es un vínculo hermoso y flexi- chura, y de una fecha y estilo similares a las del museo de ble, pero a pesar de esto a Sahagún todavía le preocupa León, que deben proceder de la abadía. La carretera gene- nuestra forma de hablar. ral pasa ahora por debajo de la vieja puerta del monaste- rio, que hace de esta forma de arco triunfal de entrada a las En la fonda comemos todos alrededor de una mesa co- tierras y montañas de León. mún. Esta noche llegamos temprano y nuestro único com- pañero es un campesino acomodado. Cuando nos senta- Personajes históricos conocieron Sahagún y pasaron por mos le deseamos, como exige la educación, que la comida este camino. Algunos reyes se retiraron a la abadía y fue- resulte de su agrado. Una vez devuelto el cumplido, tiene ron enterrados allí. Pedro el Cruel16 se vio por primera vez libertad para explayarse. Nos implora con gran simplici- con María de Padilla en Sahagún. El mismo San Juan de dad que no nos mortifiquemos hablando castellano con Sahagún fue pacificador en las disputas de Salamanca; y tanta vacilación. Él, de entre todos los españoles, es el úni- otro Pedro, de una condición más humilde y buena, Pedro co capaz de comprender nuestro problema. Buena fortu- Ponce, inventó aquí su sistema de enseñanza para sordo- na18 . Más que nadie él está acostumbrado a oír un español mudos. mal hablado, ya que de hecho en su población19 hay un caballero portugués, su patrón, que habla español ¡muy mal! El otro español notable, de aplicación casi increíble si Pero esta es la simpatía de los prudentes. El pequeño Pe- uno no lo hubiera visto, es quien enseñó a los mudos a dro Ponce tiene una preocupación adicional, tal como que hablar por medio de una perfecta técnica que inventó él un caballero agradable, capaz de dibujar todas las piedras mismo. Es el fraile Pedro Ponce, monje de la orden de de San Tirso y todas las hierbas del tejado, que posee tan- San Benito, que ha enseñado a hablar a dos hermanos y tas cosas divertidas que saca de sus bolsillos sin fondo, una hermana del Condestable y ahora está enseñando a ¡todavía no sepa hablar! 2o SEMESTRE 2004 ARGUTORIO nº 14 /37

¿No puede usted hablar?20 * Introducción y traducción de Inocente González Salvadores y Pablo Pérez García. ¡No! ¡Es verdad! El caballero emite sonidos pero no puede hablar. ¡Es fácil! ¡Oiga usted!21 , explica muy clara- mente al caballero. ¡Hombre! Ahora diga ¡Hombre!, ¡hom- 1 En español en el original. bre!, repite el caballero, muy claramente, para el deleite 2 En español en el original. de Pedro Ponce, que nunca había imaginado que resultara 3 En español en el original. tan fácil hacer de misionero y pedagogo. ¡Hombre!, ¡hom- 4 Se refiere al británico Richard Ford, que viajó y escribió sobre bre! Se mueve arriba y abajo. ¡Más fuerte!, ¡ más fuerte!22 España en el siglo XIX. 5 En español en el original y con la siguiente nota al pie: ¡Dios te dé prosperidad, pequeño Pedro de buen cora- zón! España no carecerá de hombres benévolos mientras Las figuras estufadas parecen haberse desarrollado a partir de tu estirpe habite sus pueblos. una muñeca de trapo o una momia. Están hechas aparentemente de capas de telas de lino, tratadas con algún procedimiento para El alcalde de Sahagún es el más cortés de los funciona- hacer la masa plástica, y después modeladas con resultados ma- rios. Tenemos una conversación en el Ayuntamiento so- ravillosos. El lino está pintado y barnizado abundantemente por bre un museo que guarda los tesoros que se van descu- el exterior, dándole el efecto de una escultura de madera delica- briendo de vez en cuando, porque notables artesanos tra- damente tallada. bajaron en Sahagún en la gran época de San Benito. Juan 6 En español en el original. 23 de Arfe elaboró una custodia (tabernáculo para la Hos- 7 En español en el original. tia) que se guarda como un tesoro en el Ayuntamiento jun- 8 En español en el original. to con una campana de mano de bronce y un bello borda- 9 Se refiere a la hermana de Alfonso VII el Emperador (1126- do del siglo dieciséis procedente de la abadía. La custo- 1157). dia24 es una pieza con un primoroso e intrincado trabajo 10 de artesano. La delicada figura gótica de la Virgen y el Bermudo II (982-999). 11 Niño en el centro, los diminutos pináculos de plata con sus Se refiere al inglés George Borrow (1803-1881), conocido en santos protectores, los ángeles arrodillándose, los trabaja- nuestro país por don Jorgito, que viajó por España vendiendo dos bordes del tabernáculo y la custodia, transmiten una Biblias por encargo de la Sociedad Bíblica Británica. sensación de objetos preciosos y fascinantes, y las figuras 12 Vid. nota 4. de los Pasos25 en la larga cámara abovedada de San Lo- 13 En español en el original. renzo revelan que en tiempos un buen escultor vivió en 14 En español en el original. Sahagún. El Cristo yacente, las tres Marías, el Descendi- 15 En vez de traducir del inglés hemos tomado el texto original miento de la Cruz y el mismo Cristo de la iglesia recuer- de Ambrosio de Morales, Viaje de Ambrosio de Morales por dan la sinceridad y el elevado sentimiento que se asocia orden de Felipe II a los reinos de León y Galicia y Principado de con el maestro de Valladolid, Gregorio Hernández, y con Asturias, editorial Órbigo s. l., 2004. su escuela. 16 Nota del original: Pedro el Cruel, 1350-1369. En un tiempo amigo y aliado del Es un lugar agradable, la Plaza, con esa excelente cos- tumbre española de elevar el primer piso de los edificios Príncipe Negro, a quien consideraba haber traicionado. Se vio sobre unas columnas, y proporcionar así protección con- envuelto en constantes guerras civiles. Hijo de Alfonso XI. tra el sol y la lluvia a los que comercian en el mercado o a 17 En español en el original, con una traducción entre paréntesis las tiendas de los bajos. El constante paso de animales en- para los lectores de habla inglesa: We speak little, but we sillados, de jinetes y rebaños, transmite a las calles la apa- understand more! riencia de caminos rurales que de algún modo han llegado 18 En español en el original. a encardinarse en una ciudad. Viejas mujeres se sientan 19 En español en el original. 26 sobre fardos de pimientos y melones. El pescado fresco 20 En español en el original, con una traducción entre paréntesis se trae en el tren. En la acera de al lado de la puerta del para los lectores de habla inglesa: Cannot you talk? Ayuntamiento un excitado grupo de niños y jóvenes for- 21 Idem: It is easy, listen! ma una fila a cada lado de un buitre muerto, tendido como 22 Idem: Louder! Louder! si estuviera expuesto. El padre de la ciudad está entre las 23 En español en el original. columnas de mármol que sostienen al Ayuntamiento. 24 ¿Quién lo ha matado?, pregunta, y cuando nos vamos de En español en el original. 25 Sahagún vemos a un chico pequeño venir de frente para En español en el original. exigir su recompensa. 26 En español en el original.