Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 39: 97-109 (2015) «Conferencias y Ponencias del 6º Congreso Forestal Español»

NOMBRES Y PAISAJE

Manuel María Ruiz Urrestarazu

Bengoetxea 1. 01194-BERROSTEGIETA (Álava, España). Correo electrónico: [email protected]

Resumen

Los nombres de lugar (montes, campos y localidades habitadas) reflejan a lo largo del tiempo los distintos componentes que integran el paisaje que nos rodea, haciendo de nosotros intérpretes necesa- rios en la comprensión de la Naturaleza humanizada, del ambiente en suma. En un lugar como Álava que se sitúa en una conjunción de estaciones edafoclimáticas diversas, a lo que hay que añadir el sus- trato lingüístico y los aportes y evolución posteriores, la constatación histórica de los nombres de lugar, de la toponimia, configura un retrato cambiante del paisaje a lo largo del tiempo. En el trabajo que se presenta analizamos los principales sistemas forestales alaveses, arbóreos y arbustivos princi- palmente y su huella toponímica en esta provincia vasca que, por su ubicación, contacta e intersticia con comarcas en que nacieron o prosperaron los romances españoles centrales. Tal circunstancia hace que la evolución de los nombres aplicados vaya pareja con la del paisaje receptor de aquellos.

Palabras clave: Lenguas en contacto, Nombres de lugar, Sistemas forestales, Paisaje, Evolución

VITORIA Y ÁLAVA que derivó a Vitoria desde el inicio a causa de la pronunciación vasca de sus habitantes, pronun- La actual ciudad de Vitoria-Gasteiz era en el ciación que repugnaba la dicción “-ct-”. Vitoria siglo XII una aldea denominada Gastehiz, nom- quedó así de nacimiento apeada de la “c”. Hasta bre euskérico de significado desconocido para en los documentos oficiales castellanos poste- mí, situada en una colina alargada, en forma de riores se da carta de naturaleza a ese nombre almendra, tendida de norte a sur, dominando vulgarizado, como es el caso del que constata la visualmente la Llanada occidental alavesa, que concesión del título de ciudad a Vitoria en 1431 el monarca reinante, Sancho VI El Sabio de por parte de Juan II de Castilla, donde se escri- Navarra, amuralló y fundó como Villa en 1181, be Vitoria, que también aparecerá escrita con la otorgándole el nombre de Victoria. grafía Bitoria en la cédula real de Enrique IV Victoria breve, pues en el año 1200 Alfonso que otorga a la ciudad la calidad de leal, indis- VIII de Castilla conquista la mayor parte del tinción B-V que también se corresponde con la territorio vasco que pertenecía a Navarra a del vasco ante ambas consonantes. poniente de su actual límite occidental, salvo De ahí que el nombre oficial de Vitoria- algunas zonas al norte y sur de la Sierra de Gasteiz no es en puridad la unión de los nom- Toloño o Cantabria, que divide la Montaña y la bres castellano y vasco de la ciudad, como Rioja alavesas, así como la Sonsierra riojana pareció pretenderse en su adopción en 1979 por logroñesa al norte del río Ebro. Pero más breve el Ayuntamiento de Vitoria, sino que resulta ser aún que la deseada Victoria del fundador de la la adición de dos apelaciones vascas de diferen- villa fue la de la vigencia de su nombre latino, te significación aplicadas a un mismo lugar.

ISSN: 1575-2410 © 2015 Sociedad Española de Ciencias Forestales 97 M.Mª. RUIZ URRESTARAZU «Nombres y paisaje»

Lo anterior viene a cuento de manifestar la Pinus sylvestris L. es la especie más abundan- importancia histórica de la presencia de la len- te en Álava y se tiende de sur a norte desde los gua vasca en buena parte de Álava, en los nom- 1200 m en la Sierra de Árcena a los 200 m en bres de poblaciones, montes y campos, en la , marcando así un mínimo altitudinal en toponimia en suma, sobre todo en el norte, cen- la Península Ibérica, dándose la paradoja en esos tro y este de la provincia, con presencia asimis- parajes cantábricos de situarse el pino silvestre mo de los romances navarro y castellano por el natural por debajo en ocasiones de los pinares de sureste, sur y suroeste del territorio, como vere- Pinus radiata D. Don de repoblación posterior. mos en nuestro recorrido. El pueblo de Pinedo, en Valdegovía, se cita Aunque Álava ofrezca su imagen más vista con tal nombre ya desde el año 809. En como una tierra de cultivo agrario rodeada o sal- Valderejo el principal monte boscoso de dicho picada de montes de silueta gris, los bosques tie- valle, catalogado con el nº 145 de los de UP, se nen en el territorio una importancia relevante, denomina “Polledo” y alberga en su seno, cabe ofreciendo un paisaje variado a aquel observa- la roca caliza orientada al norte, un hayedo dor que se aleja de los llanos más transitados. conocido como “El Hayal de Polledo”. Pasaremos revista primero a los bosques El monte de UP nº 589, de Antezana de la principales en cuanto a extensión y dominancia Ribera, conocido como “La Lastra y Pinas”, nos y luego saltaremos por los bosquetes, grupos o muestra la denominación con que en el suroeste golpes de árboles y arbustos del cortejo de aque- de Álava se conoce a Pinus pinaster Ait., “pina”. llos, a fin de obtener un retrato, aunque sea algo La “pina”, en contraposición al “pino” (pino sil- difuso, de Álava y su paisaje forestal. vestre), adquiere para el pueblo un carácter más femenino, probablemente por el tamaño de sus piñas. Fenómeno lingüístico que se repetirá en SISTEMAS MAYORES FORESTALES Artziniega con el “fresno” y la “fresna”, siendo el primero Fraxinus excelsior L. y la segunda Sor- Abordamos aquí la relación de bosques prin- bus aucuparia L., cuyos llamativos frutos rojos le cipales de Álava, formados por los pinares y atribuyen condición femenina. En cuanto a la dis- sobre todo por la extensa foresta de cupulíferas, tribución de Pinus pinaster Ait. en Álava, esta representada por los robledales, hayedos y enci- especie sigue la pauta de Pinus sylvestris L., desde nares, que constituyen los sistemas mayores Sobrón en el Ebro hasta Artziniega, pero con pre- forestales de esta provincia y que han dejado la sencia mucho menos frecuente, limitada en buena impronta de su evolución en el paisaje, retratada parte por las condiciones del suelo, al ser la “pina” en el tiempo a través de los nombres de lugar más exigente con la permeabilidad edáfica y pre- que describen su presencia. ferir una mayor iluminación ambiental. La presencia natural de Pinus pinea L. en Los pinares Álava se limita a La Llana de Antepardo en A grandes rasgos, los pinares naturales en Fontecha, donde al construir el Polígono Álava aparecen en su mitad oeste, a occidente Industrial de Lantarón desaparecieron la mayor del meridiano de Vitoria, por razones principal- parte de los pocos pinos que quedaban en el mente climáticas y de difusión de las especies. llano, ya muy disminuidos en número por los Existe la salvedad de la presencia de Pinus hale- cultivos anteriores y aunque se preservaron algu- pensis Mill. en la , en su extremo nos ejemplares de gran copa como ornamento sureste, junto a Navarra, donde destaca el “Pinar vinieron a morir por los daños irreversibles pro- de Dueñas” (Monte nº 173 del Catálogo de vocados a su sistema radical a causa de las obras MUP), en Labraza, que es la última masa natural del viario y pabellones. Hoy queda una alinea- compacta de pino carrasco Ebro arriba, por su ción principal en una terraza sobre la margen margen izquierda, si bien hay grupos e indivi- izquierda del río Ebro, a 500 m de altitud y el duos sueltos más al oeste, cuya naturalidad será árbol de mayor tamaño de todos ellos está cata- probablemente objeto de estudios posteriores. logado como Árbol Singular, debido a tratarse de

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la única manifestación de esta especie citada El nombre actual de árbol en vasco, zuhaitz como pinar natural en la Comunidad Autónoma. o arbola, en su primera forma de zuhaitz parece Hemos podido observar hasta ahora que los haberse referido con anterioridad al roble, como nombres vulgares para hablar de los pinos en variante de haritz y así tenemos los pueblos ala- Álava son castellanos. Dada su distribución veses de Zuhatza (Ayala), Zuhatzu (Ganboa, espacial en las zonas donde la lengua vasca tuvo , San Millán y Vitoria) y el pueblo de menor presencia o desapareció hace tiempo, no Zuhatzola (), citados ya algunos de tenemos constancia de denominación histórica ellos desde 1025. vasca de los pinos en Álava. Con la introducción Otros topónimos referidos a los robles de de la especie Pinus radiata D. Don los caseros hoja caduca, aludiendo al parecer a su bellota, vascos dieron en llamar piñu al pino, acepción son los de Kukuma, en Araia y Kuskumendi, en moderna que ha quedado como “standard” en . vasco, aunque en la Navarra oriental, además del Arimotz. Arimotz, roble mocho. La práctica nombre roncalés ler, así como en la Sola (región del trasmochado se aplicó desde hace siglos, vascofrancesa conocida como la Soule en fran- como método cultural de obtener leña periódica cés y Zuberoa en vasco) se conocía hasta hace y permitir el pastoreo universal bajo los árboles poco al pino como pino, de lo que ha quedado descabezados. Se aplicó tanto a robles como a constancia en toponimia vasca de Navarra y País hayas, perviviendo más en estas y llevando a Vascofrancés (así Pinodieta, Pinadia), en deriva- muchas personas, sobre todo en los territorios ción directa del latín, que de Fagus dio fago y costeros de Bizkaia y Gipuzkoa, a creer que el formas derivadas y de Pinus pino, coincidiendo porte natural del haya era de fuste bajo y ramas en este caso la palabra vasca con la castellana. en candelabro. Al trasmochar los robles se convirtieron Los robledales léxicamente en vasco en arimotz o arimotzak en Los robledales, en su conjunto pluriespecífi- plural y así pasó tal apelativo a convertirse en co, constituyen el bosque dominante del territo- topónimo, como es el caso de las Reservas rio alavés, al que siguen en extensión los Forestales de Los Arimotxes, en Munain y Los hayedos, los encinares y los pinares. Arimotxis, en Okariz, al este de la Llanada Las especies Quercus robur L. y Q. petraea Alavesa. En Astrain, en la Cuenca de Pamplona, (Matts.) Liebl. han dejado huella toponímica se repite el nombre de “arimoches” para robles ambas (si bien predomina la primera en el País quejigos trasmochados. En el caso de las reser- Vasco) como (h)aritz y (h)aretx, perteneciendo vas forestales alavesas citadas los árboles cente- la primera variante al euskera central, constitu- narios trasmochos son básicamente Quercus yendo hoy la denominación “standard” y la robur L., si bien abundan formas híbridas de las segunda al vasco occidental. En Álava han con- que es difícil establecer sus orígenes específicos vivido ambas y el nombre ha oscilado con el o cruzamientos, máxime tras la evolución secu- tiempo, dándose la curiosidad de que la pobla- lar de la flora y de las condiciones del entorno; ción de Aretxabaleta, hoy integrada físicamente son árboles impresionantes por su tamaño, sobre en Vitoria, se decía al parecer Haritzabaleta en todo diamétrico, que ya hace una década larga 1025, según se colige del documento conocido llamaron la atención de la asociación inglesa como la Reja de San Millán de la Cogolla, “Ancient Tree Forum”, en su búsqueda europea donde figura como Harizavalleta. de árboles longevos singulares. Al disminuir la Por poner unos ejemplos de nombres de presión ganadera a mediados del siglo XX un poblaciones, encontramos Aresketa, barrio de cortejo de Acer campestre L. y Fagus sylvatica Amurrio, Arespalditza, pueblo del Valle de Ayala, L. puso en peligro la vivencia de los viejos Aretxaga, pueblo del Valle de y barrios de robles, por lo que la administración forestal ala- Lezama y Saratxo; como barrio del oeste de vesa procura el equilibrio forestal del lugar, Vitoria destaca por su nombre y significado recio priorizando la pervivencia de los grandes tras- el de Ariznabarra, con su raíz en (h)aritz. mochos mediante los tratamientos oportunos.

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Una reflexión anecdótica acerca del trasmo- Quercus pyrenaica Willd. nos ofrece un per- chado en nuestro entorno es que parece haber fil lingüístico algo distinto, más específico, si persistido más en aquellos lugares que mantuvie- bien en Valdegovía será llamado roble. Su nom- ron más tiempo la lengua y los modos culturales bre vasco es ametz y así hay dos poblaciones, en vascos, influyendo también la mayor densidad de los Valles de Zuia y Aspárrena, que se denomi- población (casos de Agurain/Salvatierra o nan Ametzaga, si bien la última de ellas se ins- Legutio). En el Parque Natural de Gorbeia obser- cribe hoy en un quejigal, por lo que la vamos que la mayor representación de arbolado especificidad de ametz podría ofrecer alguna trasmocho se da en el municipio de , duda y quizá abarcase en algunos casos al queji- donde el euskera perduró más que en el de Zuia. go; a este tenor procede citar el peculiar nombre Otra curiosidad de la selvicultura histórica es vasco de ezkametz, literalmente un híbrido, que que la especie que más se apreciaba como árbol traduciríamos al castellano como “rebollo de bravo dentro de las Fagáceas era Quercus petraea roble” y que se aplica a robles quejigos, pubes- (Matts.) Liebl., como podemos ver en bosques de centes o híbridos y es un nombre recogido en los Legutio, en que robles de fruto sentado sin podar valles navarros de Anué, Imotz y Odieta. destacan en medio de robles pedunculados y hayas En Álava oriental la palabra ametz ha sufri- trasmochos (así en los montes Motzotegi y Alber- do alteraciones por la población rural que había tia). En otras ocasiones observamos, en el mismo perdido el conocimiento de la lengua vasca y Legutio, que se hizo un trasmochado a más altura, así, cuando la pérdida era reciente se quedaba en 3-4 m, para Quercus petraea (Matts.) Liebl. que “amez”, como en el pie de monte de la Sierra de para el haya circundante, cortada a 2-2,5 m (caso Elgea-Urkilla, pero si dicha pérdida era más del monte Itesasi). antigua la diferencia era mayor, como sucede en El carácter de bravo se designaba en vasco la Montaña Alavesa, en concreto en la zona de por la palabra tantai, que en el Valle de Zuia ha los robledales de Izki, que hasta mediados del dado tentaio, debidamente masculinizado al siglo XX se conocía como Selva de Izki, hoy pasar al “castellano”. ¿Vendría tantai del caste- Parque Natural de Izki, donde el nombre origi- llano “tente”? nal ametz se convirtió en “almez”, probable- Quercus faginea Lam. y Q. pubescens Willd. mente al imponer el artículo masculino (en (este último poco abundante en Álava) según los vasco no hay géneros, mientras que en castella- registros toponímicos se llaman (h)aritz en vasco no los árboles son masculinos) a “amez”, dando y roble en romance, si bien conviene entretenerse “el amez” y luego “el almez”. En Izki llaman en matices nominales. Todavía en el Condado de “roble albar” a Quercus robur L., mientras que Treviño (Burgos) y zonas aledañas de Álava per- “roble almez” es Quercus pyrenaica Willd. vivía hasta hace poco el nombre de “robre” apli- En los alrededores del monte Gorbeia a cado al grupo de los robles. Quercus pyrenaica Willd. se le conoce como El conocido hoy como roble quejigo o quejigo “tocorno” o “roble tocorno”, nombre derivado a secas tiene un nombre peculiar en el Valle de del vasco occidental tokor, por roble tortuoso o Kuartango y es el de “gacico”. ¿Es un gaziko vasco de conformación inferior a la del “roble fresnal”, o variante de cajigo? Los actuales pueblos de Cai- nombre aplicado al roble pedunculado en la cedo Sopeña (Ribera Alta) y Caicedo Yuso (Lanta- zona, que en el Valle de Ayala se conocerá tam- rón; hubo un Caicedo Suso, hoy despoblado, junto bién como “roble avío”. al lago de Caicedo o Arreo) aparecen escritos en Es de destacar la no existencia vulgar en 1025 como Cassicedo, pronunciado quizá Caxice- Álava del nombre “melojo” o “marojo”, intro- do y luego Cajicedo, que dieron al final Caicedo ducido recientemente en Euskadi por los profe- (robledo de quejigo) y ambos se sitúan en sendos sores y alumnos de la Universidad del País cajigales. Cajigo o quejigo significa de suyo roble Vasco. Sí aparece el nombre de “rebollo”, pero pequeño; en documentos del siglo XVIII, al hablar en la Bizkaia encartada, en Las Encartaciones, de plantaciones de robles para la Marina, se habla existiendo curiosamente un quejigar en de plantar “cajigos de roble”, refiriéndose a plan- Villabuena de Álava, en la Rioja Alavesa, al que tas o plantones de roble de hoja caediza. llaman “El Regollar”.

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Abordando otra faceta de la historia forestal, Pirineo oscense. Así encontramos en la Montaña se presentan los bosques de Quercus pyrenaica Alavesa los nombres de Bagaio y Baio (este últi- Willd. en Álava en zonas de suelo arenoso lava- mo evolución del anterior: Bagaio, Baaio, Baio, do, que coinciden a la vez históricamente con al perderse el significado vasco), ambos topóni- lugares donde ha habido incendios reiterados de mos en la Sierra de Entzia, Bagaduia y origen pastoril: Gorbeia, Sierra de Elgea y Bagamendi, en la Sierra de Iturrieta-Ibisate, todos Montes de Izki son a tal efecto testigos de ese ellos sinónimos de hayedo o monte de hayas, proceso atávico; la capacidad de este roble de Bagatzederra (hayedo hermoso), en Lagrán en el renovar de raíz su parte aérea ha podido favore- siglo XVIII, convertido luego en “Cabezaerra”; al cer su prevalencia frente a otras especies de roble norte de Álava, entre Legutio y Ubarrundia que gustan de hábitats menos recorridos por encontramos Bagoeta (conjunto de hayas), incendios frecuentes. Ese testimonio, por razón Bagatza (hayedo), que aparecerá en de evolución vital y cultural, va convirtiéndose y Arespalditza al noroeste de Álava. La forma venturosamente en relato histórico pasado. pago será dominante al norte, centro y oeste de Álava, con Pagaduia, Pagatza y Pagoeta (haye- Los hayedos dos), desde la Sierra de Elgea hasta Okendo, Aunque los robles, en su conjunto, ocupan pasando por Gometxa (al suroeste de Vitoria). en Álava más superficie que el haya, los haye- Mención aparte merece, por su originalidad, dos o hayales se extienden sobre algo más de el nombre antiguo de la población de Payueta, 30.000 ha, lo que equivale al 10% de la superfi- junto a Peñacerrada, citada como Pagoeta por cie provincial y al 21% del bosque arbóreo ala- Labayru (1895) y que hoy es su nombre oficial, vés. Es el árbol de montaña por excelencia de que en 1257 Jerónimo Aznar, obispo de Álava y en los últimos siglos, al menos desde el Calahorra, en la descripción geográfica que reali- siglo XVII, ha ido ganando terreno a los robles za, cita como Fayoeta. Si la cita es correcta, ten- y a los pinos silvestres en sus áreas de contacto. dríamos ahí el nombre de fayo aplicado al haya. Esa progresión ha sido más evidente allí Un monte próximo a Payueta, algo más al sur, el donde hubo más apetencia en aprovechar la made- nº 185 de los de UP, se inscribe como “Argomal”, ra de roble, como fue el caso del bosque de Altube pronunciado también “Argumal” por vecinos de que, situado en vertiente cantábrica, se incluyó en Peñacerrada, pueblo al que pertenece el monte, los territorios destinados a abastecer de madera a cuando la población campesina alavesa mantiene la Marina, figurando entre los montes asignados al por casi toda Álava el nombre vasco de otaka Corregimiento de Vizcaya en el siglo XVIII. para referirse a Ulex spp. Alcanza quizá ahí la El haya, aparte de proveedora de madera, lo zona o banda de contacto de los romances perifé- fue tanto o más de leña, siendo objeto de trasmo- ricos y el castellano propiamente dicho, lengua che en las mismas zonas que los robles, de esta última que se definirá con más claridad en las acuerdo con una práctica de la que hemos habla- marcas occidentales de Álava que lindan con las do al tratar de estos. Pero además en otros luga- Merindades burgalesas. res, como es el caso de los montes de Altube, se Finalmente, pasando al romance, en realizaron extensas cortas por el pie para prove- Valdegovía los hayedos dieron preferentemente er de carbón vegetal a las ferrerías. Así el bosque en hayales en el habla castellana de la comarca, de Altube, que en la actualidad sería el hayedo si bien aparece aquí y allá en el valle algún nom- más extenso de Álava y está incluido en el bre suelto en euskera, como sucede con el del Parque Natural de Gorbeia, es un gran monte pueblo de Basabe (bajo el bosque), situado junto bajo en cuanto a tratamiento secular anterior. a Pinedo, pueblos citados desde 1175 y 809 res- La saga toponímica del haya se basa en el pectivamente. Existen también mixturas lingüís- área euskaldun del territorio en dos de las tres ticas en la zona, como es el caso del Monte apelaciones que el haya ha tenido en lengua Valdapa (valle de la cuesta), nº 17 de los del vasca: bago y pago (hoy forma “standard” esta Catálogo de UP, perteneciente a Astúlez. última), faltando la de fago, que aparece más al Pasando ahora del haya al pino, además de pine- este, desde los ríos Urumea y Bidasoa hasta el do para bosque de pinos se ha empleado también

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la palabra pinal, palabra que pasó al castellano Artearana (valle de la encina), de Elburgo, en la hablado por los caseros vascos de la primera Llanada Alavesa. Vitoria ha subsumido en su mitad del siglo XX para referirse a los pinares zona industrial un trampal llamado Artapadura plantados de Pinus radiata D. Don en la vertien- (tremedal de la encina). te cantábrica y es que muchos de ellos aprendie- En cuanto a los nombres de carrasca y enci- ron castellano en pueblos de Álava, además de na, 7 montes del Catálogo de UP aparecen con el la posible influencia de maestros procedentes de nombre de encina, de los que 2 como “El zonas en que tal abundancial se empleaba. Encinar”, 4 como “Encinal” o “El Encinal” y 1 Hayas, robles y pinos. Yendo al norte de la como “Sierra de la Encina”, que se sitúa a partir provincia, hacia la divisoria de aguas vertientes del Santuario de Nª Srª de la Encina, en a los mares Cantábrico y Mediterráneo, cuencas Artziniega, santuario que data de 1514 y en cuya de los ríos Altube-Nervión y Bayas-Ebro y en el fachada norte hay un ejemplar viejo de encina, macizo montañoso de Gorbeia, es curioso obser- de gran tamaño aún, catalogado como Árbol var en la cabecera del monte cantábrico Altube, Singular. Como curiosidad indicamos que el nº 59 de los de UP, de la pertenencia de Monte de UP nº 453, denominado “Encinal”, Baranbio, la presencia de pinos silvestres secu- pertenece al pueblo de Artatza, en Foronda, sien- lares coronando, a 900 m de altitud, el bosque de do encinal sinónimo romance del artatza vasco. 6 robles (de fruto sentado y pedunculados) y montes de UP comprenden el nombre de carras- hayas que ocupa las laderas inferiores. Ya en ca, agrupado en 5 ocasiones en el de “Carrascal” vertiente mediterránea, a poca distancia del o “El Carrascal” y en 1 caso en el de lugar anterior y dentro del MUP nº 734, Altube “Carrascales”. Por encontrar alguna pauta, el y Gorbeia, encontramos el relicto “Pinar de nombre de carrasca se aplica más en el sureste de Indusi”, testigo remanente aunque caduco de un Álava, en la cuenca del río Ega y el de encina en cambio climático acaecido entre los siglos XVI el oeste de Álava, con la excepción de Añes y XX, en el sentido de una mayor neblinosidad (Ayala) y Domaikia (Zuia) que dan carrasca, por y templanza, que ha favorecido sobre todo al lo que la pauta expuesta no es concluyente. haya y ha ido en detrimento tanto del roble de fruto sentado como del pino silvestre. SISTEMAS MENORES FORESTALES Los encinares Quercus ilex L., tanto en su subespecie ilex Inmersas en los bosques dominantes y como ballota, tiene en Álava una triple denomi- adquiriendo singularidad con frecuencia, las nación: arte en lengua vasca y encina o carras- especies menores en cuanto a representación ca, indistintamente sin asignación subespecífica, presentan un interés toponímico y por ende pai- en castellano actual. sajístico, de relieve. En épocas en que los usos Del primer nombre, arte, derivan los pue- de los montes estaban más diversificados, los blos de Artatza, en Foronda y Lacozmonte, que bosques presentaban menor densidad arbórea y en el año 1025 se dirían Artatzaga (transcrito los árboles no eran raros en un campo parcelado como Artazaha en el documento de la Reja de con parsimonia, las especies secundarias eran San Millán de la Cogolla). Se encuentran res- testigos de un monte y un campo más animados pectivamente al pie de las Sierras de Badaia- por los recorridos del hombre de campo, que lo Arrato y Arkamo, en el centro-oeste de Álava, era de campo y monte, donde encontraba el donde se sitúan los encinares más extensos de la complemento de suministro que el campo por sí provincia, en esas sierras de suelo somero y roca sólo no satisfacía, en el caso de la población caliza aflorante. campesina de otro tiempo. Tienen también denominación vasca, los Los nombres de ese bosque variado, de esas montes de UP nº 370, Artazu (encinar o encino- pinceladas de vegetación difundida por montes y so), de Apodaka (Zigoitia), al noroeste de campos nos ocuparán en el siguiente análisis, que Vitoria, nº 387, Artadoia (encinar), de Korres empezará por los árboles que llamaremos de segun- (Maeztu), en la cuenca del río Ega y nº 437, da fila y terminará por los matorrales más extensos.

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El tejo Populus alba L. y P. nigra L. se presentan El tejo o (h)agin, nombre vasco con el que se preferentemente en las orillas del río Ebro y de le conoce en buena parte de Álava a Taxus bac- los cursos medios y bajos de sus afluentes, cata L., va desde las estribaciones de la Sierra habiendo dejado poca huella toponímica en Salvada o Gorobel, al noroeste, donde ya en Álava hasta mediados del siglo XIX, tanto en 1114 se cita el pueblo de Aginaga (“Aguinaga” lengua vasca (en que las denominaciones de en la transcripción), que vendrá a decirse ambas especies son imprecisas y en muchos “Aguíñiga” a partir del siglo XIX, hasta la Sierra casos traducidas) como castellana. El nombre de de Cantabria o Toloño en el sur, en que los chopera aparecerá luego por doquier en el siglo “aguines” sobremontan el hayedo cerrado col- XX, a una con la generalización de las pequeñas gándose de los farallones verticales de la sierra, plantaciones de chopos (dada la estrechez de las por la cara norte de la misma, pasando por los riberas alavesas). pinares, robledales y hayedos alaveses, apare- Procede destacar, no obstante, el nombre de ciendo el testimonio de su nombre a través de la población de Pobes (Ribera Alta), en la mar- los montes, como es el caso de Aginamendi gen derecha del río Bayas, citada así desde 1091 (monte del tejo o de los tejos), sobre el “Pinar de o los nombres de El Pobar, junto al río Omecillo, Indusi” que citábamos anteriormente. en Bergüenda (Lantarón) y La Póbeda, en la margen izquierda del Ebro, en Lapuebla de El nogal Labarca (Rioja Alavesa). En cuanto a topónimos Juglans regia L. Árbol cercano a la habita- del chopo, en 1724 se registra un labrantío en ción humana, ocupó lugar preferente junto al Villafranca (Vitoria) llamado Choposoloa (la caserío aislado o agrupado, alternando en oca- pieza o campo del chopo), nombre compuesto siones con la encina por su aportación de fruto y en mezcla de idiomas, hecho que incide en la ha dejado poca impronta en los nombres monta- relativa indefinición de los nombres vascos refe- races. Conocido como intxaur en vasco, tanto el ridos a los chopos o álamos de ribera. fruto como el árbol en buena parte de la toponi- mia en euskera, encontramos un monte en El chopo temblón Víllodas (Iruña), el nº 502 del Catálogo, deno- Populus tremula L. El chopo de monte resul- minado Intxaurte (nocedal) y otro, el nº 201 en ta un árbol llamativo por el temblor de sus hojas Payueta (Peñacerrada), llamado “Los Nogales y y su corteza clara y en lengua vasca ese temblor La Manzanera”, en esa zona ya citada en que el se ha convertido en su nombre, bien de manera romance se entrevera con el vascuence. literal como ikara (temblor), registrándose en 1732 en Musitu (Laminoria) el término El pobo y el chopo. Ikaraduia (temblar), como más frecuentemente En 1562, en su Dictionarium Linguae a través de onomatopeyas, así las de lertzun, Cantabricae, Nicholaus Landuchius, viajero ita- zuzun y susun en toponimia alavesa, donde liano que recogió un extenso elenco de palabras encontramos Lertzundi en Legutio, Zuzundui en vascas y su significado durante su estancia en Okoizta (Zigoitia), Susuneta en Letona Vitoria, dice que errexal equivale a árbol y que (Zigoitia) o Susuntza en Anuntzeta/Anúcita errexal zuri es álamo blanco y errexal baltz (Ribera Alta). Ya desde 1699 encontramos “El (balza escribe) álamo negro. Puede que así se le Temblar” dentro del robledal de Izki, en la zona informara a Landuchio y que así fuera en el perteneciente a Korres (Maeztu) y también per- siglo XVI en Vitoria. Al tratar de los fresnos manece vivo el antiguo término de “Tremoledo” veremos que errexal parece ser una transposi- en una de las mojoneras del sur de la Sierra ción de lexar, fresno, con adición de “e-“ epen- Salvada, a caballo de Burgos y Álava. tética ante “r-“ inicial. De todos modos, la presencia de los álamos blanco y negro en Los salces Vitoria no parece haber sido cuantiosa a tenor de El género Salix prestó nombre al romance la escasa huella toponímica que encontramos en salce, luego sauce, citándose el actual pueblo de su entorno próximo y en toda Álava. Salcedo como “Salceto” en el año 873. Y también

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lo hizo al vasco sahats, sagats, sarats, que vemos llamada también Altsu en el vasco del entorno en los Saratsaga, Saratxaga, Sagatsageta (nombre burundés. del pueblo treviñés de Sáseta en la Reja de San Quiero resaltar, a causa de la huella histórica Millán de 1025, donde se transcribe como Sagas- de su denominación romance, el nombre de la saheta), Sarasketa, todos ellos con el significado villa de , de fundación navarra. Citada de sitio de salces o sauces o salcedo, sauceda. como Bernedo en 1257 y como Verrnedo en Desde el Valle de Ayala hasta Kanpezu/Cam- 1292, encierra en su denominación el sustantivo pezo aparecen topónimos derivados de mihimen “verno”, sinónimo romance de “aliso”, que con (mimbre), del latín viminalis: Mimentza, Mimen- esa misma forma de “verno” sigue vivo en gas- duia, Mimitzaeta, referidos a mimbrerales. cón, como “vern” en catalán y “verne”, como Otros nombres vascos de los sauces que se segundo nombre de “aune”, antiguo “aulne”, en recogen en Álava son los de zuma y su variante francés. Todavía hoy en el entorno de los mon- zumaka, como es el caso del barrio vitoriano de tes de Izki se mantiene el nombre hipocorístico la Zumakera, donde al zumaka vasco se añade la “verniazo” para referirse al aliso. En la cuenca desinencia romance “-era”. No era extraño en la baja del río Zadorra, en su margen izquierda a la zona central de Álava referirse a los sauces altura de Manzanos (Ribera Baja), hay un térmi- como “las zumas”, así en femenino por la termi- no conocido como “Vernal”. nación en “-a” de la palabra vasca zuma. El avellano Los abedules En vasco (h)ur se refiere al fruto, a la avella- Betula alba L. y B. pendula Rothm. Ambas na, pero en toponimia también frecuentemente a especies contactan en Álava, apareciendo la pri- la planta de avellano, que en vasco “standard” se mera en el Cantábrico y la segunda en la conoce como (h)urritz y como (h)urretx o Montaña. El nombre vasco del abedul, urki, (h)urrutx en vasco occidental, cuyas formas pre- ofrece una serie de topónimos, de los que desta- dominan en Álava al referirse al avellano. El camos el conocido Urkijo, con su variante de nombre de la avellana, (h)ur es la base de los Urkillo, referidos probablemente a abedular o nombres de los frutos de las cupulíferas en conjunto de abedules. Otro sinónimo de abedu- vasco, así ezk-(h)ur (avellana de roble) es bello- lar es Urkitza, que aparece en la Sierra de Elgea- ta, intxa-(h)ur (avellana de nogal) es nuez y Urkilla (de posible idéntico significado), Valle nogal, paga-(h)ur (avellana de haya) es hayuco, de Arana y Mioma (Valdegovía), palabra que en hove o grana. el alto Arlanzón burgalés nos dejaría “Urquiza” En 1138 se cita la desaparecida población de y “Uzquiza”. En el Valle de Zigoitia se usaba en Urretxa (escrito Urrecha), al norte de Vitoria. El el habla popular para referirse al abedul una Monte de UP nº 720, situado en los Montes de variante de urki que es epurki, de la que no Vitoria, al sur de la ciudad se llama “La Nevera conozco registro toponímico y que recuerda a la y El Avellanal”. forma burki que se emplea en la Sola (Zuberoa/Soule, País Vascofrancés), donde sí El castaño hay topónimos en burki, así Burkidoi (abedular). Plantados aquí y allá, los castañares alaveses fueron islas en los bosques dominantes o entre El aliso cultivos (Sobrón, Quejo, Lagrán, San Román de Su nombre vasco de (h)altz aparece en topo- Campezo, Etxagoien de Zigoitia). El Monte de nimia de la mitad norte de Álava, si bien no con UP nº 705, en los Montes de Vitoria, se denomi- la profusión que en las provincias vascas coste- na Kastañarri (peña del castaño o de los casta- ras, donde la humedad de suelo promueve una ños), con la forma vasca occidental kastaina, abundancia nominal pareja a la de su presencia variante de gaztaina. física. Con el significado de aliseda, encontra- mos por ejemplo un Altsua o Altzua, en Ullibarri Los olmos Ganboa, que es una variante apocopada del nom- El olmo del llano, Ulmus minor Mill. y el olmo bre de la población navarra de Altsasu/Alsasua, de montaña, Ulmus glabra Huds., tintaron salpica-

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damente con su verde intenso campos y montes de “zurba” y “zurbal” referidos a esta última espe- Álava, sin adquirir la predominancia de otros luga- cie son conocidos en los lugares donde se culti- res menos neblinosos. Aun así encontramos topó- vaba o se hallaba asilvestrado, preferentemente nimos vascos como Zugartegi, en Larrea-Hermua, en el suroeste de Álava. El nombre vasco de con la forma zugar, que vemos en el conocido gurbe aplicado a esta especie se halla fonética- Zugarramurdi navarro, cuna de sedicente brujería, mente próximo a los últimos mencionados y junto a la más común de zumar, como en Zumar- encontramos topónimos registrados en el siglo buru, despoblado junto a Agurain/Salvatierra o XVIII como Gurba en la Montaña Alavesa Zumarrandi, monte de . (1765 en Maeztu y 1786 en Markiniz), que quizá El olmo y su variante lingüística olma toma- tuviesen relación con el pomo, aunque es dudo- rán carta de naturaleza romance en los cursos so al ir sin desinencia ni artículo aparente. medios y bajos de los afluentes del Ebro, junto a una mayor abundancia física (Condado de El peral Treviño, Ribera Baja, Lantarón, Valdegovía y Pyrus communis L., madari/peral silvestre, Rioja alavesa). en su nombre vasco y como Madaria (con el artí- culo determinado al final de la palabra), da nom- Los serbales bre a un pueblo de Álava cabe la Sierra Salvada, Sorbus aria (L.) Crantz, agustai/mostajo o en el Valle de Ayala. El mismo nombre, pronun- serbal blanco y S. torminalis (L.) Crantz, azpil o ciado Madaría, lo encontramos en la Navarra maspil/mostajo, son las especies más abundan- atlántica, referido a un barrio de Zugarramurdi. tes en Álava, la primera como acompañante de Madariaga abunda en Bizkaia y Gipuzkoa. Para los hayedos y la segunda de los robledales, sien- peral silvestre y en vasco occidental se emplea do esta especie una de las que primero brota en también el nombre de makatz. Dada la ubicación primavera, por lo que permite un inventario preferente del peral silvestre en estaciones húme- visual-paisajístico de su ubicación en los mon- das y de suelo suelto, no ha dejado apenas huella tes. En cuanto a Sorbus aria (L.) Crantz, ha sido toponímica romance en Álava. una particularidad de la Montaña Alavesa (Valle de Arana-Laminoria) el mantenimiento del nom- El manzano bre vasco agustai para designar al serbal blanco, Sagar en euskera es tanto manzana como mientras que en resto del País Vasco se le cono- manzano a efectos toponímicos; con determina- ce como ostazuria (hojablanca); el Monte de UP das sufijaciones, el lexema sagast- puede referir- nº 87, situado en la Sierra Salvada, en zona de se a manzano o sauce, cuestión que se dilucida a hayedo, se denomina “Mostajo”. En lo que se través del contexto o del lugar. Tanto en lengua refiere a Sorbus torminalis (L.) Crantz, azpil, vasca como castellana, encontramos en Álava nombre central vasco, se le aplica en la Llanada topónimos referidos a Malus sylvestris Mill. En y Montaña Alavesas y maspil, nombre occiden- lengua vasca, los montes de UP nº 354, tal, en los valles del norte de Álava. Otsasagastuia (manzanal de lobo, silvestre), de En lo que respecta a Sorbus aucuparia L., su Ozaeta, nº 474 y nº 475, ambos Sagastuia (man- nombre vasco es otsalizar (fresno de lobo, con zanal), de Garaio y Orenin y nº 492, el significado de fresno silvestre), no habiendo Otsasagastuia, de Elgea, todos ellos en el muni- encontrado registro en Álava; sí, como ya indi- cipio de Barrundia. En lengua castellana, ya camos al tratar de la “pina”, la referencia a este desde el año 1025 se cita el pueblo de Manzanos serbal de cazadores como “fresna” en (Ribera Baja); también vemos los montes de UP Artziniega, seguramente por sus vistosos frutos nº 124, “Manzanal y Paúles”, de Tobillas rojos frente a las adustas sámaras del fresno. (Valdegovía) y nº 201, que, como ya vimos al tra- Sorbus domestica L. dejó referencias roman- tar del nogal, se denomina “Los Nogales y La ces en sus zonas de habitación, como “Pomar” Manzanera” y pertenece a Payueta (Peñacerrada). en Yécora (Rioja), en 1652, “Pomareda” en Nombres exclusivos para el manzano silves- Eskota (Lacozmonte), en 1693 y “El Pomal” en tre son los de sagarmin/maguillo. El primero ha Antoñana (Campezo), en 1723; los nombres de dejado toponimia abundante en las comarcas de

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Estribaciones de Gorbeia, Llanada y Montaña lidades se llaman Azkartza, una en Álava, cerca Alavesas y el segundo nombre es frecuente hoy de Vitoria, citada como Azkartzaga (Ascarzaha) en la Montaña Alavesa. en 1025 y otra en el Condado de Treviño (Burgos), cuyo nombre oficial es Ascarza, con- El cerezo dado donde en su parte oriental y central es fre- La gran rosácea Prunus avium L. aparece cuente encontrar topónimos de origen vasco. sobre todo en montes del norte de Álava, de la Otro pueblo, el de Alcedo, en Lantarón, se divisoria de aguas Cantábrico-Mediterráneo o cita con ese nombre ya en el año 975. cercanos a la misma, de la Llanada oriental y de la cabecera del Ega, ofreciendo topónimos basa- Los tilos dos en la forma occidental vasca kerezi, frente a Siendo escasa en el territorio la presencia de la “standard” gerezi, siendo frecuentes los nom- Tilia spp., sin embargo los tilos han dejado cierto bres de lugar a partir de kerexa (de kerezia), testimonio en toponimia menor, en las dos varian- como por ejemplo Kerexeta (cereceda), que tes del nombre vasco del tilo, ezki (central-oriental) luego dio Kerejeta, escrito muchas veces con la y ezku (occidental), así Ezkizar, en Larrea (Barrun- grafía castellana Querejeta. dia), Ezkudi (Lezama) o Ezkutza (Okendo). También encontramos cerezos en los montes del suroeste de Álava, ya con su nombre castella- Los fresnos no, dando topónimos como “Cereceda”, en Aunque la especie más frecuente en Álava Bachicabo (Valdegovía) y Comunión (Lantarón). es Fraxinus excelsior L., también aparece F. angustifolia Vahl en los valles medios y bajos Los arces que discurren hacia el río Ebro. En el caso de los En Álava conviven los dos nombres vascos fresnos aparecen así mismo en Álava las dos que están en la raíz de los que en la actualidad se formas vascas lizar (central) y lexar (occidental, aplican a las distintas especies peninsulares del derivada de leizar y que de lexar dará también género Acer. Tales nombres son ihar o igar y posteriormente lejar). En el pueblo de Larrea azkar. Ihar, pronunciado como yar, se emplea en (Barrundia) existe un topónimo actual, el Valle de Arana para designar a Acer opalus Lizargibel (tras el fresno), que en siglo XVI apa- Mill., arce de montaña relativamente abundante rece como Lexargibel. En el Valle de Ayala se en los montes de la cabecera de la cuenca alta del cita en el año 864 el pueblo de Lixarzo, hoy río Ega, donde en otoño adquiere coloridos rosa- dicho Lejarzo (fresnedo). dos de gran belleza. Azkar, más común en su uso, Pero además de los dos nombres vascos se aplica en el occidente del País Vasco, regis- anteriores, aparecen hasta mediados del siglo trándose también en toponimia de otras zonas del XVIII en la parte central de Álava, esencialmen- mismo, para referirse a Acer campestre L. te en la Llanada más próxima a Vitoria, topóni- En la actualidad y en el euskera habitual hoy mos basados en el nombre de errexal, citado ya ihar o igar ha caído en desuso y a nivel vulgar por Landuchio en el siglo XVI durante su estan- sólo se conoce en los dialectos centrales su deri- cia en Vitoria, como hemos visto al tratar de los vado astigar, que se compone de asto-igar (arce chopos y que, además del carácter general de de burro, esto es arce silvestre) y se emplea para árbol que le da Landuchio en su Diccionario, designar al arce campestre; no así en toponimia, parece ser una transposición fonética de los lei- donde encontramos numerosos Ihartza o Yartza, zar y lexar anteriores, si le quitamos a errexal la Igartza y otros nombres de lugar que mantienen “e-“ inicial que el vasco tiende a anteponer a la ihar o igar en su composición. mayor parte de las palabras que empiezan por Azkar por su parte y al perderse el uso del “r-“, lo que se ve más claro en topónimos que euskera en buena parte de Álava dio las formas fueron transcritos sin dicha “e-“ inicial, cual es “azcarro”, “ascarro” y “ascarrio”, en progresión el caso de Rexalza, labrantío de Miñano Mayor de lejanía del nombre de azkar, que a su vez (Vitoria) en 1704, que podemos trasponer por podría quizá proceder del Acer latino pronuncia- Lexarza (hoy se diría Lexartza), es decir fresne- do a la manera del tiempo de Cicerón. Dos loca- do, con lo que estaríamos ante un nombre más

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del fresno en vasco, nombre ya en desuso. Que Nanclares de Oca y Ollávarre, es monte de Erica el nombre concreto del fresno se generalizara al vagans L. El brezo arbóreo, E. arborea L., se del árbol en el vasco hablado en Vitoria y alre- conoce en la Sierra de Árcena (Valdegovía) dedores tendría la lógica de su abundancia en la como “berozo morisco”. Llanada más fértil. En cuanto a los nombres vascos de los brezos También la lengua romance da testimonio en y brecina, el general en Álava es el de ilar(ra) en Álava de la presencia fraxínica y lo digo así por su mitad oriental y el de iñar(ra) en la occidental. la curiosidad lingüística que representa el nombre Los pueblos de Ilarratza e Ilarduia (significando antiguo del pueblo de Fresneda, en Valdegovía, ambos brezal), en la Llanada Alavesa, se citan ya que en 1025 se cita en el documento de la Reja de en 1025 en el documento de la Reja de San Millán San Millán de la Cogolla como “Frasceneta” y (como Hillarrazaha e Hillardui respectivamente). que si se llegó a pronunciar “Fraxeneta” nos acer- El monte de UP nº 624, también de Erica vagans caría en su dicción al “Freixenet” catalán y al y perteneciente a Ezkerekotxa y otros, se llama “fraxino” del Alto Aragón, donde se mantiene tal Ilarra. Erica arborea L. se conoce en la Sierra de nombre en su cercanía al nombre latino. Elgea-Urkilla y Valle del Deba (Gipuzkoa) como astilarra (de asto-ilarra, brezo de burro o silves- Los enebros tre), derivado también a estilarra en el pie de Juniperus communis L. es el enebro más monte alavés de la sierra mencionada; existe una corriente en Álava. J. oxycedrus L. y J. phoeni- plantación consorciada en el término “El cea L. aparecen en quejigares y encinares de Estilarral” de esa sierra. En Campezo llaman “gui- solanas depauperadas cubriendo bolsadas de tie- ris” a los brezos de Erica arborea L. y Erica sco- rra. Los enebros en la Álava meridional mantie- paria L.; es posible que se trate de una palabra nen la denominación romance de “ginebro” o vasca, giri, en desuso hoy, ya que un monte de San “jiniebro”, con “g/j” oscilante en la grafía, dando Vicente de Arana, aguas arriba de Campezo, se “ginebrales” o “jiniebrales”. En Valdegovía a los cita como Giriduia (escrito “Guiriduya”) en 1787. enebros pinchudos llaman “grojos”. En cuanto a los nombres vascos de Juniperus El borto communis L., en las inmediaciones del Santuario Arbutus unedo L. ocupa en Álava zonas rela- guipuzcoano de Arantzazu le llamaban juniperu, tivamente templadas, principalmente al oeste y que valle abajo pasaría a ipuru, no apareciendo sureste, allí sobre encinares y pinares termófilos este nombre claramente en Álava. En Navarra, de “pinas” y aquí sobre carrascales de la cuenca desde Roncesvalles (Orreaga en vasco) hasta la del Ega. Cuenca de Pamplona y Valdizarbe se empleaba el En el oeste de la provincia se le conoce nombre vasco de orre para denominar a este ene- como “borto” y existe un monte de UP, el nº bro; en Álava, encontramos los topónimos monta- 148, perteneciente a Lahoz (Valderejo), que se races Orre, en Azua (Ganboa, hoy Elburgo) y llama “Los Valles y El Bortal”. En Lezama, ver- Orra, en Arroiabe-Mendibil (Arrazua-Ubarrun- tiente cantábrica, se sitúa el barrio de Gurbista, dia) y otros con derivados de orre en el norte, cen- topónimo que parece relacionado con gurbitz, tro y este de Álava, que podrían referirse al enebro. nombre vasco del “borto”. En el Alto Deba guipuzcoano llaman a Juniperus Yendo a la cuenca del Ega, en Campezo se le communis L. Araba otea (argoma de Álava), por conoce como “burrubiote” o “gurrubiote”, ape- su abundancia en esta provincia limítrofe de su lativo que recuerda a otro de los nombres vascos valle, donde es más parva su representación. de este arbolillo, el de gurgu, como le llaman en Urdaibai (ría de Gernika), citándose en 1849 el Los brezos término de “Burrubioste” para un arbustal de la Berozos y biércoles son los nombres roman- localidad campezana de Antoñana. ces empleados en Álava para las especies de Erica y Calluna, estando el de biércol limitado a Los espinos la Montaña Alavesa. El Monte de UP nº 567, Crataegus monogyna Jacq. y C. laevigata denominado “El Berozal”, perteneciente a (Poiret) DC. (esta en la Montaña Alavesa) son

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los espinos blancos que aparecen por doquier en Los otacales los montes alaveses y que formaron espinares Me permito la licencia de emplear el nombre más continuos en los últimos siglos pasados. híbrido de “otacal”, del vasco otaka y el abundan- Prunus spinosa L. será arbusto más campestre, cial castellano “-al”, porque es así como los argo- ruderal o de ribera, no tan montaraz como males son conocidos por el campesino alavés. Crataegus en Álava. En vasco Ulex spp. es ote, ota u otaka y así Los espinos del género Crataegus son cono- tres pueblos alaveses llevan su nombre: los de cidos en vasco como elorri zuri o arantza y los Otatza, en Barrundia y Foronda y el de Otazu, en de Prunus spinosa como elorri beltz, aran u Vitoria, citándose los dos últimos desde 1025. okaran (en vasco occidental); en castellano Argoma o árgoma es nombre conocido en como “espino blanco o majuelo” los primeros y las capitales y algunas otras localidades vascas, como “endrino”, “espino negro” o “arán” (nor- así Peñacerrada, donde tenemos el Monte nº 185 malmente en plural “aranes”) el segundo. de los del Catálogo de UP que se denomina Las poblaciones de Elorriaga (junto a “Argomal”, también dicho “Argumal”, pero la Vitoria), Elortza (Maeztu) y Elosu (Legutio), denominación habitual para la argoma que per- cuyos nombres se refieren a los espinos, se citan dura para el campesino alavés es la vasca de desde 1025 (entonces como Elhorriaga, otaka. Tuve ocasión de oír, hará cerca de cuaren- Elorzahea y Elhossu respectivamente). El des- ta años, en el pueblo de Azazeta y a uno de sus poblado de Okarantza, que se situaba en vecinos comentar que un veraneante de San Zigoitia, significaba endrinal. Sebastián que hablaba vasco llamaba a esa plan- Los montes de UP nº 276, “Larrea y ta pinchuda “argoma”, mientras que el nombre Espinal”, de Arluzea, Urarte y Markiniz, 427, “castellano” que él empleaba (no conocía el Gibijo (antiguo Gibillo), comunidad en vasco) era el de otaka. En pleno monte de Kuartango-Urkabustaiz, 491, Elorduizabala (el Barrón, en Lacozmonte, en zona castellanizada espinar extenso), de Elgea y otros (Barrundia), desde hace siglos, para describir a Genista his- 622, Gabilamendi, de Okariz (San Millán) y el monte sin catalogar Kapildui, espinares antiguos panica L. explicaba un vecino de la localidad de Crataegus todos ellos, fueron colonizados que era como una “otaquilla”. por los robles y sobre todo por el haya en los dos En la actualidad y aquende los Pirineos, últimos siglos, salvo allá donde los incendios buena parte de los montes vascos que sustenta- y/o el pastoreo han frenado su expansión; los ban matorral de Ulex spp. han sido repoblados. espinos habían convivido con el ganado merced a sus espinas vulnerantes. El acebo Los textos forestales del siglo XVIII consi- Ilex aquifolium L. abunda en suelos sueltos deraban a los espinos como auxiliares de las de hayedos, pinares de silvestre y robledales de plantaciones y recomendaban espinar los planto- hoja lobulada (caediza y marcescente). nes de repoblación. Todavía en la primera mitad Su nombre vasco es gorosti, citándose desde del siglo XX había guardas que consideraban el año 1067 la población de Gorostitza, cabe el paso obligado para la regeneración y prosperi- monte Gorbeia, en el municipio de Zigoitia. dad del hayedo la abundancia previa de los espi- Existe también, cerca de Navarra, el Monte de nos blancos. De espino blanco se hacían las UP nº 310 con el mismo nombre de Gorostitza crucecitas que se colocaban a las puertas de los (acebal), perteneciente a Ibarguren (Aspárrena). caseríos para protegerlos de las adversidades El nombre castellano de acebo también ha atmosféricas u otras, asociando la cruz con los dejado testimonio toponímico en el oeste de espinos (por la corona de espinas). Álava: así la población de Acebedo, en Otros montes de UP hacen referencia a Valdegovía, documentada como “Acevedo” en Prunus spinosa L.: los números 472, 1175. Dos montes de UP se refieren a sendos Okaramendi, de Marieta y otros (Barrundia), acebales: el nº 10, “Urtale y El Acebal”, de 692 y 693, ambos Aranduia, de Villafranca y Artziniega, al noroeste de Álava y el nº 141, “El Aberásturi (Vitoria) respectivamente. Acebal”, en el suroeste, perteneciente al pueblo

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de Ribera, en Valderejo, monte limítrofe ya con paisaje, ligados a la presencia del hombre en una la provincia de Burgos. Naturaleza que a su evolución propia une la inducida por nuestra actividad, en muchos casos El boj tentativa como la de este glosario. Buxus sempervirens L. aparece principal- mente en la mitad sur de Álava en suelos calizos de roca aflorante y algunos tratadistas atribuyen BIBLIOGRAFÍA su frecuencia en nuestro entorno, además de al suelo, a la presencia de vientos dominantes en el AIZPURU, I.; CATALÁN, P. Y GARÍN, F.; 1996. sentido de la circulación atmosférica a través del Guía de los árboles y arbustos de Euskal canal eólico del Valle del Ebro. Herria. Publicaciones del Gobierno Vasco. El Monte de UP nº 568, denominado “El Vitoria-Gasteiz. Bojal”, perteneciente a Nanclares de Oca y GONZÁLEZ MÍNGUEZ, C.; 1977. La etapa medie- Ollávarre, se sitúa al inmediato oeste de la gar- val, Historia de una ciudad. Vitoria I, El ganta por la que el río Zadorra sale de la Llanada núcleo medieval. Bankoa, 23-44. Vitoria. Alavesa para pasar a La Puebla de Arganzón GONZÁLEZ SALAZAR, J.A.; 2005. Montaña (Condado de Treviño, Burgos). Al este de dicha Alavesa. Comunidades y pastores. garganta está el Monte de UP nº 567, llamado Colección OHiTURA 11. Diputación Foral “El Berozal”, de la misma pertenencia y ya men- de Álava. Vitoria-Gasteiz. cionado al tratar de los brezos. Brezos y bojes, LÓPEZ DE GUEREÑU GALARRAGA, G.; 1989. bajo quejigos, encinas y pinos silvestres dicen Toponimia alavesa, seguido de Mortuorios o hasta luego al Zadorra para su transcurso trevi- despoblados y Pueblos alaveses. ñés, antes de volver a Álava a fin de rendir final- Euskaltzaindia. Bilbao. mente tributo al Ebro entre Miranda (Burgos) y LÓPEZ DE GUEREÑU GALARRAGA, G.; 1998 (Álava). (1956). Voces alavesas. Euskaltzaindia. 2ª El elenco de nombres dejados por el boj en edición. Bilbao. Álava es curioso por su mezcolanza, propia de MICHELENA, L.; 1955 (1953). Apellidos Vascos. los lugares donde aparece, ecotonos físicos y Biblioteca Vascongada de los Amigos del lingüístico-culturales. Así, además del boj aca- País, 2ª edición. San Sebastián. démico visto en “El Bojal” de Nanclares de Oca, MITXELENA K., SARASOLA, I. et al.; 1987-2005. encontramos al sureste de Álava el topónimo Diccionario General Vasco/ Orotariko “Bujal” en Villaverde, municipio de Lagrán, al Euskal Hiztegia. Euskaltzaindia. Bilbao. norte de la Sierra de Cantabria o Toloño y en el REAL ACADEMIA ESPAÑOLA; 1992. Diccionario mismo Lagrán el nombre de lugar Bujumendia de la Lengua Española. RAE, 21ª edición. (el monte del o de los bojes), el arroyo “Bujo” Madrid. en Bernedo y el pueblo de Bujanda (“Buxanda” RUIZ DE LA TORRE, J.; 1971. Árboles y arbustos en 1742) en el municipio de Campezo, nombre de la España peninsular. IFIE-ETSIM. ambiguo en cuanto a su asignación lingüística a Madrid. una de las lenguas de Álava. Ya al oeste de la RUIZ URRESTARAZU, M.M.ª; 1973. Especies provincia, vemos el barranco de “El Bujarral”, Forestales Arbóreas en la Toponimia Vasca. entre Hereña y San Miguel (Ribera Alta). ETSIM (tesis doctoral, sin publicar). En cuanto al nombre genuinamente vasco Madrid. del boj, además de las anteriores aproximacio- RUIZ URRESTARAZU, M.M.ª; 2008. Acer eta nes o alejamientos evolutivos con respecto al Quercus espezieen euskal izenak. Revista Buxus latino, tenemos el vocablo ezpel, que apa- EUSKERA Agerkaria 53 liburukia(2.aldia): recerá en los Ezpeleta (conjunto de bojes o 397-409. bojal) de Arexola (), Musitu SERVICIO DE MONTES DE LA DFA; 1980. (Laminoria) y San Román de Campezo. Actualización del Catálogo de Montes de Aquí finaliza un recorrido limitado en el Utilidad Pública de la Provincia de Álava. espacio y en el tiempo, conjugando nombres y Diputación Foral de Álava. Vitoria-Gasteiz.

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