ELCARNAVAL JURDANO

FELlX BARROSO GUTIERREZ

A GUISA DE INTRODUCCiÓN ma fue la famosa de 1937, dictada por los oscuros prebostes franquis­ No es cuestión, aquí y ahora, de tas: entrar a trapo con los orígenes del "En atención las circunstancias Carnaval, sobre los que existen a excepcionales por las que atraviesa demasiadas controversias e hipóte• el país, momentos que aconsejan un sis dispares . Como es sabido, hay retraimiento de la exteriorización de quien quiere ver precedentes en la las alegrías internas, que se compa­ antigua Roma o Grecia; otros lo rela­ ginan mal con la vida de sacrificios cionan íntimamente con el cristianis­ que debemos llevar..., este Gobier­ mo, como antesala de la locura ante no ha resuelto suspender en absolu­ el período próximo que se avecina to las fiestas de Carnaval." (la Cuaresma , tiempo penitencial y terriblemente austero). No obstante, la mayor parte de los Sea como fuere, ante nosotros se vecinos de no debieron nos presenta el que vamos a deno­ enterarse de tales prohibiciones , o minar "Carnaval Jurdano" , cuya vita­ hicieron oídos sordos a los predica­ lidad ya no es la de antaño, cuando dores de púlpito o a los inquisidores dicha fiesta supuso , en determ ina­ de turno. En una carta manuscrita , das zonas del territorio hurdano, el con el sello de la parroquia de Nues­ eje central de los ciclos festivos tra Señora de la Asunción, del pue­ anuales. El hecho de que el cristia­ blo hurdano de Nuñomoral y dirigi­ nismo penetrara tardíamente en Las da, al parece r, al obispo de Caria, Hurdes (s. XIII, con la creación del fechada en marzo de 1940, leemos convento de Los Angeles) , originó párrafos como el siguiente: que fiestas, rituales y creencias de "...y es que los vecinos de estas las llamadas paganas se hayan alquerías no hacen caso de las dis­ mantenido en la zona con cierta posiciones ordenadas por nuest ro pujanza hasta nuestros días. La Gobierno Civil y nuestro Obispado. carencia de fiestas religiosas con Aparte de que se cuentan con los solera y de un santoral propio del dedos los vecinos que asisten a la viejo cristianismo es muy sintomáti­ misa dom inical y otras fiestas de ca en la comarca hurdana. guardar, alegan que ellos son anal­ Pensamos , llevados por nuest ra fabetos y no saben leer las circula­ intuición y un especial olfateo, que el res que se colocan en las puertas de Carnaval Jurdano se enmarca en las parroquias y otros sitios públicos. ese "transfondo común a varios pue­ Por ello ocurre que, al igual que ha blos y civilizaciones dentro de los pasado en el presente mes, corran ritos relacionados con la periodici­ el carnaval con gran libertinaje, ves­ dad anual de la Naturaleza" (1). Ni tidos con pieles de animales e imi­ que decir tiene que nuestro Carna­ tando los gestos libidinosos de val es algo íntimamente ruralizado, éstos, participando incluso el alcalde envuelto en un halo mágico, que y los concejales. No sirve amenazar­ intenta provocar y despertar aque­ les con la fuerza pública , pues te llos espíritus agropecuarios que responden que 'Todo pasa por Car­ yacen dormidos, debido al sopor naval' y que ellos no hacen daño a que le infunden las fuerzas inverna­ nadie y que son costumbres hereda­ les. Además, ocurre que el Carnaval das de sus mayores y que por res­ va de la mano de las fases lunares, peto a ellos , no hay que dejarles pues no se le señala una fecha fija, perder" (2). y su terminación (martes de carnes­ El hecho de que el Carnaval Jur­ tolendas) va pareja a la última luna dano se haya mantenido fiel a sus nueva del invierno. raíces hasta épocas relativamente Conocemos varias pragmáticas y recientes, tal vez se deba a las anatemas contra el Carnaval. La últi- siguientes causas:

47 Pasacalles de antrue jos; al fondo se observa el pelele denominado "El ". (Foto: Jerónimo Roncero Pascual).

1. El aislamiento físico de la de El Cabezo, se introducían por los comarca de Las Hurdes, encerrada bosques con aquella infernal bullan­ entre imponentes serrejones pizarro­ ga y decían que iban en busca del sos y ríos de cierta importancia. Niño Manuel (un ejemplo claro de 2. El carácter sociocéntrico de los cristianización de un ritual pagano). hurdanos, que, ante la avalancha de Igualmente, los vecinos de Las Mes­ improperios y malsanas leyendas tas fabricaban teas con los pellejos vertidas sobre ellos, generaron un de vino en desuso, que, al tener pez, proceso de interiorización, lo cual ardían muy bien. Y alumbrándose dio lugar a cierto orgullo geográfico con ellas, recorr ían por la noche ("Ni extremeños ni castellanos; algunas aldeas, zarandeando conti­ somos jurdanos") (3). nuame nte los cence rros , dando 3. El gran respeto y vene ración estrepitosas voces y lanzando gutu­ que sienten hacia sus mayores, a rales "rejínchus" (iijeos), También en los antepasados, como fieles guar­ el período de Nochebuena, congre­ dianes de la tradición y defensores gábanse numerosos vecinos de Rio­ a ultranza de la tierra, de su tierra, malo en Abajo frente a la aldea de del espacio físico en donde nacen, La Rebollosa, con el río por medio. luchan y desean morir. Al llegar al paraje de "El Canchal­ Molino", formaban una tremenda algarabía, repicando los cencerros, Anunciando el Carnaval haciendo sonar varias docenas de zambombas y. apo rreando los Opinamos que, en Las Hurdes, al "carambúcheh" (calderos de hierro, igual que en otros islotes etnográfi­ cinc o cob re). Los vecinos de La cos, el Carnaval se entronca de lleno Rebollosa, concentrados en la orilla con toda una serie de rituales que se contraria del río, replicaban con la vienen suced iendo a lo largo del misma clase de ruidos. Después de ciclo invernal. Los fríos y las heladas hartarse de zarandear los respecti­ del invierno han aletargado a los vos instrumentos, cada cuadrilla se espíritus agrarios y pastoriles, y se alejaba hacia su aldea, resoplando hace preciso despertarlos, no siendo con fuerza las llamadas "bocínah", que ese miedo prehistórico al vacío, realizadas con cuernos de vacas o a la nada, a las espesas brumas que de cabras. no dejan ver ni respirar..., puedan En el pueblo de Aceitunilla, unos acarrear la negación de la vida. quince días antes del Domingo Gor­ La algazara producida con el do, se salía por las calles a "anun­ toque de cencerros y cualquier ins­ ciar el Carnaval ". Los mozos se trumento que metiera un ruido atro­ embadurnaban la cara con el "entig­ nador que se ejecutaba en el conce­ ni" (grasilla negruzca de las sarte­ jo de en los gélidos días de nes) y atronaban el pueblo con sus diciembre-enero , nos lleva a ese latas y cencerras. También acompa­ mundo de despertar lo adormecido y ñaban a los mozos otra serie de per­ expulsar a los seres maléficos fuera sonas "antruejáh" (vestidas de mil de los límites vecinales. En el pueblo maneras, siempre en plan grotesco). 48 Por el caserío de El Avellanar, ya Su atuendo consistía en vestimentas salía la gente "antruejá" un mes antes confeccionadas con pieles, casi de los días propias del Carnaval. Iban siempre de ganado cabrío, aunque, las cuadrillas de casa en casa, a tiempos atrás, parece ser que se "ehtilu compadri" (con total libertad, usaron pieles de lobos y de venados. sin trabas de clase alguna). Al decir Varias Carantoñas llevaban también de nuestros informante, "metían más una piel de zorra sobre las espaldas, ruido que en el resto del año". Aquí a fin de que fuera bien visible el jopo. salían unos personajes que llevaban Llevaban el rostro y las manos pinta­ pieles de cabras "racháh" (rajadas). das de negro (a base de frotar con Se las introducían por la cabeza y se un corcho quemado) . De sus cintu­ las colocaban como si fuera un pon­ ras pendían varios cencerros, y del cho. También se tiznaban el rostro o cuello solían colgar un campanillo de se lo ocultaban con caretas de fabri­ buenas proporciones . Van saltando cación casera. y bailando al compás del tamboril y Acostumbraban por la zona del río la gaita. Acostumbraban a ejecutar la Jurde (concejo de Casares de Las danza de "El Sindo", muy propia de Hurdes) a recorrer, en los días ante­ estas fechas , a las puertas de las riores al Domingo Gordo, las aldeas casas, esperando que sus morado­ vecinas (La Huetre , El Robledo , res les dieran el correspondiente Carabusino, Las Heras y Casarrubia; "guinaldu". Si tardaban en salir los siglos atrás, hubo más núcleos habi­ dueños, enseguida le cantaban tados) . El personal iba a lomos de aquello de: caballerías, las cuales se adornaban "Por esta calle me vengo, con vistosas telas de colchas y otros por la otra doy la vuelta; llamativos pañuelos. Los jinetes tam­ si no me dáis un guinaldu, bién llevaban sus vestimentas corres­ me cago en la vuesta puerta". pondientes y se encargaban de reco­ ger los "guinálduh" (aguinaldos), que No es extraño que algunas Caran­ casi siempre consistían en chorizos toñas en vez de llevar la cara pinta­ de la matanza. Delante de las caba­ da, usen caretas de diversa factura. llerías, a fin de no espantarlas, a una E incluso -aunque no es misión prudencial distancia, marchaban las específica de ellas, sino de otros per­ "carantóñah", personajes disfrazados sonajes- puede salir una Carantoña con pellicos de cabra y que no cesa­ que lleva una cesta con ceniza o sal­ ban de tocar los cencerros. Hacían la vado, que va arrojando al personal. entrada en las aldeas haciendo En estas fechas carnavaleras se numerosos aspavientos y dando gri­ dice lo siguiente : "Tan sólo La tos atronadores, mientras los jinetes Carantoña puede comer de la olla". introducían en sus fardeles los chori­ Y viene esto a cuento sobre el dere­ zos que les entregaba la gente. cho que asistía a las Carantoñas a Los quintos del concejo de Cami­ la hora de penetra r en las casas y nomorisco eran los protagonistas de sacar del puchero las mejores taja­ armar la correspondiente gresca un das. Es una especie de robo semito­ mes antes del "Talleo", que solía lerado, que se cometía en casa de celebrarse el Miércoles de Ceniza o las vecinas desprevenidas. No era el fin de semana siguiente a este día. raro que las Carantoñas sacaran de Muchas eran las noches en que apo­ la olla las ricas presas y, en su lugar, rreaban sus tamboriles y sacud ían metieran cuernos de cabra , como sus cencerros, recorriendo las calles hacían en la aldea de Ovejuela; o de las aldeas del concejo bajo el nabos, como acostumbraban en Rio­ relente de la helada, llevando como malo de Arriba. ropa de abrigo una manta introduci­ En las aldeas situadas en lo alto da por la cabeza, a estilo capote. del río Jurde , normalmente es una Hoy en día, siguen armándola igual. sola Carantoña la que aparece el Y, ahora, también hacen estampar Martes de Carnaval. Entra en las cientos de cohetes, teniendo que casas y allí canta y baila. Lleva dos intervenir, en alguna que otra oca­ cestas, a fin de recoger los donati­ sión , la guard ia civil, a la que los vos. En una deposita los chorizos, y mozos procuraron despistar, zafán­ en la otra, los huevos. Pide permiso dose siempre de ella. para que entre en la casa toda la comparsa carnavalera, que si es Las Carantoñas concedido, irrumpe tocando todo tipo de instrumentos: cencerros, sarte­ Aunque el término "encarantoñar­ nes, palitroques, etc. se" ha degenerado en la zona como Posiblemente, hoy en día las sinónimo de "disfrazarse" o de "ves­ Carantoñas más genuinas y más fie­ tirse de carnaval", no obstante,"Las les a la tradición son las que siguen Carantoñas" han sido unos persona­ apareciendo por el pueblo de El jes centrales del Carnaval Jurdano. Cerezal y otros caseríos de la zona 49 del río Malvellido, donde aún queda condenaba, en el siglo IV, con tres bastan te mocerío, pese a que el años de penitencia a los que hicie­ fenómeno migratorio, al igual que en sen el ciervo, la ternera o el becerro. el resto de Las Hurdes, asestó una En el siglo V, San Pedro Crisólogo horrible cuchillada a los ritos y mitos ataca "el disfraz de jumento ". San del Carnaval (4). Máximo de Turín, en el siglo VI, lan­ Dado por sentado que las primiti­ za terribles condenas contra todos vas Carantoñas se caracterizaban aquellos que tuvieran la osadía de por ir ataviadas con pieles, actual­ colocarse indumentarias que los mente el término se ha generalizado. semejaran a animales... Y así por los Así, cuando aparecen personajes siglos de los siglos... disfrazados con ropas viejas o ridícu­ Pero de nada sirvieron tan anacró­ las y van tocando cencerros, se dice nicas condenas. El pueblo de a pie, en muchos pueblos: "j Ya salen las el llano, el que tiene menos prejui­ Caranto ñas!". Lo mismo podemos cios que las clases altas, la aristocra­ decir de "Los Enzamarraos", perso­ cia o la burguesía, se arrogó el dere­ najes que recorrían las calles de cho de divertirse a su manera, de algunas aldeas , como Riomalo de imitar a esto o a aquello, de asumir Arriba, y que venían a ser una copia papeles que les estaban vedados en de Las Caran toñas . El término la vida real. Por unos días, el pueblo "Enzamarrao" guarda gran parentes­ llano daba suelta a las más puras co con los "Zamarrones" y "Zatarro­ esencias de la desorganización nes" que salen, en el Carnaval, por organizada, que son las únicas que ciertas zonas de Asturias y León. Su posibilitarán que el orden cósmico etimología habría que buscarla en la siga su ritmo normal. palabra "zamarra", que, por exten­ Muchas de las mojigangas del sión, viene a significar "piel de ani­ Carnaval, a nuestro modo de ver, tie­ mal". En nuestros días, se habla en nen como objetivo el que la comuni­ algunos pueblos hurdanos de que "la dad se cure en salud y continúe gente se enzamarra por los carnava­ desarrollando sus ciclos vitales. Si les", queriendo decir que "la gente se creemos que el Carnaval tiene disfraza". O sea, que los antiguos mucho de realismo mágico, no nos términos "encarantoñarse" y "enza­ puede extrañar que, en tales fechas, marrarse" se han asimilado a los hombres intentaran fundirse con "antruejarse", palabra ésta que se ha los animales de su entorno, colocán­ empleado -y se emplea - en la dose disfraces que les hicieran Comarca hurdana para designar a semejarse a la vaca o al burro, al todos aquellos personajes que, ciervo o alosa, imitando sus gestos durante el Carnaval, se disfrazan de y sus sonidos. modos diversos , sin una función En la mentalidad del hombre específica -avalada por la tradición­ prehistórico, el animal es algo casi que desempeñar. sagrado. Se representa en las pintu­ Parientes lejanos de las Caranto­ ras rupestres con gran realismo, ñas jurdanas son aquellas otras convirtiendo las grutas en sonoras "Carantoñas" que aparecen el día de cajas de resonancia, capaces de San Sebastián (20 de enero) en el emitir mágicos conjuros que facilita­ pueblo cacereño de Acehúche. Des­ ran la caza. Y ese hombre prehistóri­ filan y bailan en la procesión, delante co, a la vez que' se alimentaba y se del santo. Van totalmente embutidas vestía con la carne y pieles del ani­ en pieles, incluso cabeza y rostro, y mal, participaba, de forma grupal, en llevan unos ramajos espinosos en un acto de comunión ritual, pensan­ sus manos. También "El Gracioso" do que talo cual animal le transmitía de "La Danza" de algunos pueblos sus propiedades: fuerza , agilidad, de Las Hurdes Altas va envuelto en capacidad genésica... una piel de macho cabrío y lleva cen­ Sería aventurarnos demasiado si cerros en la cintura, como ocurre en osáramos decir que el hombre, al las fiestas de San Bias, en Nuñomo­ depender tan directamente de los ani­ ral. En el siglo pasado, tenemos noti­ males y desear, por encima de todo, cias que los mozos que intervenían que la naturaleza siga desarrollando en algunas danzas de paloteados, sus ciclos vitales, se quiso fundir con sobre todo en los pueblos de la lla­ ellos, fundamentalmente en el ciclo mada "La Ribera Jurdana", iban ata­ invernal, a fin de hacerlos partícipes viados con pieles y cencerros (5). de sus rituales mágicos, tendentes a que la vida no se parara, sino que siguiera sus cauces normales. Hombre-animal: la fusión de una dualidad A) La Vaca Rastreando entre los viejos y ama­ Ciertos antropólogos afirman que rillentos anatemas, ya San Paciano La Vaca del Carnaval es propia de la 50 Meseta Norte, colocando su frontera en el Sistema Central. Pero no es cierto. Estas vacas o vaquillas simu­ ladas han sido muy comunes en numerosos pueblos cacereños, como la "Vaca Pendona ", de Pes­ cueza; la "Vaca Antruejo", de Santi­ báñez el Bajo;"La Vaquilla", en los pueblos de y Torreci­ llas de la Tiesa; la "Vaca Madroña", de ;"El Toro ", de Navezue las; la "Vaca Romera", de , etc. En lo que respecta a nuestra comarca de Las Hurdes, donde ape­ nas hay tradición ganadera en lo que a ganado vacuno se refiere, ha sido muy corriente -y todavía lo es- el fabricar estas vacas de mentirijillas. He aquí algunos ejemplos: - En Ovejuela, nos encontramos con "La Vaca Pinta", realizada con "Cara ntoñ a" , en El Gaseo. (Fot o: Juli án una escalera de mano, de la que Carlos Pére z Domíng uez). penden varios campanillos, y sobre la que se coloca una manta. gritando por las calles:"[Ah! va la - En El Avellanar ,"La Vaca", se Vaca!", "¡Ahí va la Vaca!". hace con una cernedera de la hari­ - En El Robledo de Casares,"La na, a la que se le empalman unos Vaca " era un mozo que se ponía cuernos de macho cabrío. Lleva una unos cuernos en la cabeza e iba gran sábana por encima, debajo de envuelto en una "manta de tirétah" la cual va un mozo. (manta de fabricación casera). Lleva­ - En La Huetre, se conf ecciona ba un campanillo al cuello y se dedi­ "La Vaca" con un palo ahorquillado, caba a embestir a todo el que veía. al que dan el nombre de "gaja". A - Por la parte de La Sauceda, que­ veces, se le añade una careta, imi­ da en la memoria de los más viejos el tando a un bóvido y se le colocan recuerdo de la "Vaca Ambolá", que dos cuernos de vaca. La "gaja" la lle­ llevaba cuernos, manta y cencerros. va una persona (normalmente, un - En el concejo de Caminomoris­ hombre casado) sobre sus hombros, ca, los quintos siempre fueron los y también va cubierta por una manta. protagonistas a la hora de hacer "La No faltan tampoco los cencerros. Vaca". Cogen una escalera de mano - En La Muela, se prepar a "El y la adornan con cencerros. Le Toro" a base de tela negra, alambres ponen un par de cuernos de vaca y y otros palitroques. Se le colocan la tapan con una manta, de la que cuernos de cabra. Lo llevan los quin­ penden, en su parte trasera, un rabo tos, recorriendo las calles y aporrean­ de trapo. Debajo se meten uno o dos do -o mejor dicho, empitonando- las quintos y se lanzan a cornear a puertas de las casas, esperando mozas y casadas. algún donativo. - Por Nuñomoral, prepa ran una - En La Horcajada, la gente se caja de madera, cuadrada , pintada daba mañas para fabr icar una de negro, imitando la cabeza de "La "Vaca" en toda regla. Se hacían con Vaca", a la que le colocan dos cuer­ una caja larga, de madera, a la que nos, una lengua de tela roja y orejas le introducían dos cuernos (casi de trapo. Un personaje, que va siempre de machos cab ríos) por enfundado en un gran sayón negro, delante, y otro por detrás. La vaca con rabo, mete su cabeza dentro de iba muy engalanada y toda ella llena la caja, a la que se le practican dos de "pilletes" (cencerros pequeños). agujeros al modo de ojos . - En El Asegur, se hacía más de - En Arralabas, hacían "La Vaca una "Vaca". Eran muy curiosas, pues de los Antruejos", que, en muchas consistían en forrar un armazón de ocasiones, llevaba una cornamenta palos con bálago o helechos, dándo­ de venado. Cuando arremetía contra le la forma de una vaca. Por cuer­ la gente, el tambo rilero tocaba la nos, se le preparaban unos palos siguiente jotilla: "tuértuh" (torcidos). Los mozos que las llevaban , se colocaban en las "A la buena moza piernas unas "engórrah" (polainas) y la ha cogía el Toro amagaban con la Vaca a las perso­ y le ha metía el cuerno nas, sobre todo a las mozas. Iban por el as de oros. 51 A la buena moza transmitirle los poderes de este ani­ la ha vuelto a coger mal, sobre todo su fuerza sexual. y le ha metía el cuerno Por otro lado, tal vez tampoco iría• por allí otra vez ", mos descaminados si enlazáramos el sacrificio del gallo con la muerte del - En otros pueblos que , aunque "espíritu de la cosecha ", tan amplia­ administrativamente no pertenezcan mente representado en antiguas y a la comarca de Las Hurdes , pero sí numerosas comunidades. Este "espí• forman parte de dicha comarca natu­ ritu de la cosecha ", encarnado en un ral, como es el caso de , hombre o animal, debe morir para aún sigue vigente la costumbre de que se produzca la renovación, el hacer "La Vaca ". resurgir pujante y necesario de la naturaleza. Aún se conservan, en B) El Gallo. Las Hurdes, otros nebulosos ritos En algunos puntos del ter ritorio relacionados con este "espíritu de la hurdano, hemos oído decir : "El gallu cosecha ". En la zona de Caminomo­ del gallineru canta de reciu porque risco, cuando ya se están cogiendo es criqueru ". Ello nos viene a expli­ las últimas aceitunas en los huertos, car que el gallo es dueño y señor de que siempre es dentro del ciclo inver­ las gallinas , sobre todo en lo que se nal, la gente exclama: "iVenga, daros refiere al plano sexual. Por ello, tam­ prisa, que vamos a correr el Toro!" . Y bién se canta por el pueblo de El el personal comienza a correr y dar Cerezal: brincos entre los olivos, embistiéndo­ se unos con otros e imitando los "Quién tuviera la suert i mugidos de los bóvidos. El rito termi­ que tien í er gallu, na con una opípara cena. que en cuántih sali a la calli , Práct icamente, hoy en día se monta a caballu ". siguen haciendo "las corridas de El hecho de que los mozos o quin­ gallos " en la mayor parte de los pue­ tos de Las Hurdes , como ocurre en blos del país hurdano. Siempre se otros lugares , decapiten una serie de hace a lomos de cuadrúpedos, que, gallos en Los Carnavales y, luego , hace unos años, eran caballos bella­ se los coman en grupo, tiene un hon­ mente enjaezados. Actualmente, sir­ do significado. Posiblemente, este­ ve cualquier burro o mulo . Nos mos ante la presencia de un doble encontramos con dos modalidades a ritual: la hora de "correr los gallos": - La fecundación de la Madre Tie­ - Decapitar al gallo con un palo o rra con la sangre y cuerpo del gallo, sable de madera (La Huerta , Mese­ símbolo por excelencia de los pode­ gal, Cambroncino, La Aldehuela, La res sexuales y genésicos. Fragosa , etc.). - La participación colectiva de un - Decapitar al gallo arrancándole determinado gremio de mozos -los la cabeza con la mano (Ladrillar, La quintos- en una comida o comunión Huetre , El Robledo de Casares , Las con la carne del gallo, capaz de Mestas ...).

Vecinos de El Cerezal preparando los antruejos. Los personajes de las máscaras, una vez completada su indumentaria, representarán a los "Mamarrachos· o "Pelujáncanuh". (Foto: Félix Barroso). Los encargados de "correr los C) La Mona. gallos" son casi siempre los quintos, Tío Pedro Alejandrino Lemas, con­ los cuales, en el año que entran en siderado por muchos hurdanos quinta, están sujeto a toda una serie como un auténtico "zajoril" (hombre de ritos de pasaje, a fin de demostrar sabio y cabal; a la vez, profeta y, por ante la comunidad que ya son unos encima de todo, el fiel guardián de hombres hechos y derechos; a cam­ las tradiciones y los arcanos de Las bio, la comunidad les permite ciertas Hurdes), nos contaba los siguiente: licencias y libertades. "De unos años a esta parte, han En estas modalidades citadas, los dado en hacer 'La Mona', pero yo gallos son colgados, boca abajo, de recuerdo que, siendo zaga lillo, lo una cuerda que se tensa de un árbol que salía era 'La Osa'. Comenzó a a otro. A veces, la cuerda es zaran­ salir 'La Mona', y el personal decía: deada, a fin de que el quinto no atine 'iAhí va La Osa!' '¡Ahí va La Osa!' tan fácilmente con la cabeza del (6). Pero ya se veía bien que no era gallo. una osa , sino una mona , de ésas Otra modalidad, aún vigente en el que traen los 'júngaruh'(titiriteros); municipio de , es la no una mona de verdad , sino un conocida como "Pita Ciega", apenas mozo que se antruejaba de mona. documentada en . Con­ Los antepasados hacían 'La Osa' y siste en enterrar el gallo en un hoyo le cantaban coplas: practidado en la tierra , dejándole sólo la cabeza fuera . Los quintos, Ciento cincuenta barberos armados de flexibles varas de casta­ se han juntao en La Fragosa ño, forman un corro en derredor del para afaitá a esta Osa gallo. Tras un previo sorteo, a uno que ha venía del Robleo. de los quintos se le vendan los ojos No la han podía ata it á y se le dan multitud de vueltas, al con buena hojilla de acero, objeto de desorientarle. El quinto , y tan tenía que empleá tanteando por un lado y por otro, tie­ un cuchillo mataneero." ne que localizar la cabeza del gallo. Ya se nos fue tío Pedro para otros Mientras, el resto de los quintos le mundos. Se nos fue con muchos aturden con estrepitosas voces y le años sobre sus costillas. Las hijas lo pinchan, con las varas de castaño, embarcaron para Barcelona, y él, en las nalgas. El quinto de los ojos que era hurdano de arriba a abajo, vendados se defiende atizando vara­ que siempre quiso morir en su tierra, zos al diestro y a siniestro. Cuando sintió helarse la sangre de sus venas por fin ha dado con la cabeza del y se apagó prontamente. Su cuerpo gallo, los demás mozos acercan las gallargo y nervudo, recio tocador de punta s de sus largas varas para castañuelas y doce nas de años defender la cresta del animal. Pero como "Gracioso" en la Danza de San han de retirarse, si es que no quie­ Bias, no tendrá el merecido descan­ ren recibir algún palo del quinto en so hasta que no sienta la cálida y suerte. Tan sólo se le permite al rojiza tierra de las montañas de Las mozo que descarge tres varazos, de Hurdes. Nuestro último encuentro arriba abajo, sobre la cabeza del quedó grabado para siempre: gallo . En el caso de no acertar, pasará otro quinto a realizar la fun­ "Las Hurdes han camb iado ción. mucho, pero para lo bueno y para lo Cada quinto aporta dos gallos: uno malo. Para lo bueno , porque hay para correrlo, y otro para la "Pita Cie­ más adelantos: mejores carreteras, ga". La costumbre fue siempre acu­ más escuelas, centros médicos, luz dir a este ritual con la cara pintada eléctrica ... Pero también para lo de negro y totalmente "antruejado" malo, porque la gente se ha vuelto (con vestimentas ridículas y extrava­ más egoísta, cada cual va a lo suyo gantes). En este caso del municipio y no quiere cuentas con el vecino. La de Caminomorisco, tanto el "correr juventud no respeta ya a los mayo­ los gallos" como la "Pita Ciega" se res y no sabe apreciar las normas y celebra el Miércoles de Ceniza , las costumbres por las que siempre mientras que en el resto de los pue­ nos hemos regido los jurdanos. blos hurdanos suele realizarse el Antes, todo el mundo nos echába­ Martes de Carnaval. mos una mano los unos a los otros; Los gallos son preparados, de teníamos nuestras propias leyes y acuerdo con un guiso tradicional, por estábamos más unidos frente a lo las madres de los quintos. Y si bien, que pudiera venir en contra de Las ahora suelen participar en la cena de Hurdes, pero ya con todos esos líos los gallos las mujeres, antes sólo era de la política, que nosotros no enten­ una cena de hombres: los quintos, demos, y con las modas de la televi­ los padres de éstos y, tal vez, los sión, está acaba ndo con la forma quintos salientes. que nosostros , los jurdanos, tenía- 53 mas de llevar nuest ra vida conforme boril. Al final, se prepara un gran gui­ a lo que nos legaron nuestros mayo­ rigay y todos beben vino, saltan y res." bailan. Volviendo a lo nuestro, observa­ "Ciento cincuanta jurdanos mos que, hoy en día, apa rece "La se han juntao en Nuñomoral, Mona " por algunas aldeas del conce­ para bailar con La Mona jo de Nuñomo ral. Viene a ser un per­ que viene del Cerezal". sonaje ataviado con pieles , ca lzón Mucho meollo encierra este ritual negro y gua ntes de l mismo color. de "La Mona ", que, al parecer, es la Lleva una máscara de mono, com ­ sustitución de "La Osa ". Buscando prada en cualquier comercio de Pla­ paralelos, Txema Hornilla nos habla sencia o Ciudad Rodrigo. Como es de ciertos personajes del carnaval natural , tam bién hace gala de un vasco, de nom inados "zarratrakos", curioso rabo, fabricado norma lmente que paseaban a una mona y emula­ de trapo. "La Mona " va amarrada por ban a un oso o "artza" y a su doma­ la cintura, bien por una cadena o una dor o "zaina". (7) soga , y la lleva el llamado "Amo de Nosotros nos inclinamos porque, la Mona ". Según Tío Anton io Mart ín efectivamente, "La Osa " tuvo más Martín , que hizo muchos años de razón de ser, dentro del contexto del "Mona" en la aldea de Aceitunilla, "Al Carnaval Jurdano, que "La Mona". 'Amo' se le pintaban unos bigotes y Tal vez esta última ha sido una intro­ unas grandes patillas con corcho ducción reciente (65-70 años a esta quemado. Lle vaba un látigo y una parte), como fruto de los titiriteros sartén . Cogía una llave vieja y repi­ que comenzaban a recorrer estos caba la sartén, ordenando bailar a pueblos hurdanos, llevando sus 'La Mona·." cabras, sus monos y otras pantom i­ Aunque se habla de "La Mona" nas. Aunque también podríamos (sexo femen ino), no es extraño que hablar de una "animalización" de un a este personaje le coloquen unos personaje que salía, hace ya buenos atributos sexuales, haciendo muchos años, por las aldeas aleda­ las veces un pimiento o zana horia y ñas al río Jurde , denominado "Tía un par de naranjas o limones. Ade­ Tamanona" o "Tía Tamanana". Solía más, siempre hace "La Mona" un ser ésta una mujer, embut ida en pie­ hombre, nunca una mujer. Este per­ les, con rabo, que most raba un des­ sonaje salta, corre, brinca , se sube a com unal nabo como órgano genital. los árboles, se arroja encima de las Su función era la misma que la que mozas. persigue y mete miedo a los desempeña la actual "Mona". Las niños, hace gestos y piruetas libidi­ partes del cuerpo que no cubr ían las nosas y termina sus correrías el Mar­ pieles , se pintaban de negro. Cuen­ tes de Carnaval, cuando se convierte tan los ancianos que, al ver asomar en la figu ra ce ntral de una danza a este pe rsonaje, los niños y las ritual. Tío Mingo Rubio Crespo , del zomas escapaban a todo correr . La case río de El Cerezal, tamborilero en gente exclamaba: "[Mirad cómo activo, nos tararea la letra de dicha hace la mona !", "i ES más negra que danza: una mona! ", "[Escapad, que viene la "Ciento cincuenta barberos Tía Tamanona, mona, mona! ". Los se han juntao en Barcelona, chiquillos le gritaban: para afaitá a esta Mona "Tía Tamanona, que ha ven ía de Toledo. que haces la mona , No la han pod ía afaitá a mí no me pegas con buena hojilla de acero con la zurriagona . y han tenía que empleá Tía Tamanona, un cuchillo matancero..." que bailas el Zon, Como vemos, esta letra no dista a mí no me pegas mucho de aquella otra que expusi­ con el carabón." mos más arriba , dictada po r Tí o Des esta cancioncilla se ded uce Pedro Alejandrino. La única diferen­ que la Tía Tamanona debía llevar un cia es que se sustituye a "La Mona" zurriago o un "carabón " (palo seco , po r "La Osa", y a las ciudades de medio quemado, no rma lmente de Barce lona y Toledo por los pueblos madroñera), con el que perseguiría a hurdanos de La Fragosa y El Roble­ la chiquillería. En cuanto al baile del do. "Zon", no tenemos constancia en Durante la da nza,"La Mona" es qué cons istiría. El térm ino "Zon" se some tida por su "Amo" a los rituales ha borrado de las memorias , aun­ simu lados de afeita rla, he rrarla, que, en cierta ocasión, con mot ivo desolla rla y castrarla. Mien tras se de los ensayos de unas danzas de realizan tales oficios, varios danzari­ paloteados en la exp lanada del nes bailan al son de la gaita y el tam- Hogar-Escolar "Fco. de Ore llana 54 ción, que tanto se prod igan en el Carnaval Jurdano. Pero en lo que sí coinciden todos es en que el oso es una figura que hay que incluirla en un sustrato cultura l muy arca ico.

Muchas más páginas nos llevaría el seguir hablando sobre los antrue­ jos del territorio hurdano. Pero la limitación de espacio nos lo impide. Conformémonos, por el mome nto, con realizar la siguiente síntesis sobre todos esos ritos inherentes a nuestro Carnaval:

CARNAVAL JURDANO

1. Antesala del Carnaval (Ciclo Invernal)(8): - Algazara y jolgorio por las calles de los pueblos en determinados días. Participación de gran número de vecinos, los cuales preparan un ruido ensordecedor a base de cen­ cerros, caracoles, "bocinas", palos, latas, "carambúcheh", zambombas, El Carnaval por las calles de Caminomorisco. En primer pla­ no, "El Macho Lanú ". (Foto: "Kini" ). voces estridentes... - Recorrido nocturno por las alde­ as con teas y "jáchah" (cogollos de jaras encendidos). Se queman pelle­ (Nuñomoral), pudimos oír a una jos de vino, inservibles, por las mujer del pueblo de Asegur excla­ calles. mar lo siguiente, dirigiéndose a un - Cuestaciones (petición del "gui­ danzarín: - "No hagas el Zon". Para naldu", chorizo pequeñito, realizado esta señora,"hacer el Zon" significa­ ex profeso en las matanzas familia­ ba realizar movimientos graciosos y res). raros, que no encajaban con la serie­ - Celebración del Jueves de dad que requería la denom inada Comadre y Jueves de Compad re. "Danza del Paleo". -Algazaras y correrías nocturnas Sobre el hecho de que "La Osa" se de los quintos. representara en el Carnaval Jurda­ - Celebración de un día "en el que no, no hay la menor duda. Las Hur­ mandan las mujeres", que suele des fueron tierra de osos. Todavía coincidir con el día de Santa Agueda permanecen en pie numerosos (5 de febrero), como es el caso de corrales de colmenas -llamados Riomalo de Abajo. En otros pueblos, corrientemente "corrales de los coincide con el Jueves de Comadre, moros"- que están "volanteados"; es cuando las mujeres se arrogaban el decir, con lanchas de pizarras u derecho de coger a los hombres y otras piedras sobresaliendo al exte­ bajarles los pantalones en mitad de rior en la superficie cimera del círcu• la calle, como ocurría en El Gasco. lo que formaba el muro. Todo el En Robledo de Casares, tal día se mundo responde de igual manera : circunscribía al Martes de Carnaval, "eso se hacía así, para evitar que los en el que las mujeres asaltaban a los osos entrasen a comerse la miel". hombres y les exigían que les paga­ Algunos topónimos también son muy ran alguna cuartilla de vino , para claros al respecto:"Las Barreras del hacer un buen ponche. Oso" (El Cerezal), "La Recta del Osi­ - Comidas y bebidas especiales: to" (La Aceña), "El Riscal del Oso" chorizos ("guinálduh") fritos, o coci­ (La Fragosa), etc. dos en vino, o asados..., consegui­ La apar ición del oso (personaje dos en las cuestaciones . Cierta embutido en pieles, imitando a dicho repostería característica del Jueves animal), es bastante común en algu­ de Comadre : floretas, tiruletes, bri­ nas zonas europeas. Hay antropólo­ ñuelus, zaracatones , matajambres , gos que relaciona n este ritual del bollas, torta de patatas... Guisos de oso con las distintas fases lunares y carne de macho cabrío, propios de la terminación del invierno. Otros nos las comidas de los quintos y del Jue­ hablan, al ser el oso un animal hiber­ ves de Compadre; en este día, tam­ nante, de ritos de muerte y resurrec- bién se acababa, en el concejo de 55 Caminomorisco, con los restos del -El Cenizu o El de la Ceniza: Vie­ lomo de la matanza anterior. Asimis­ ne a ser un personaje, casi siempre mo, los compad res recorrí an, en vestido de andrajos, que lleva una este día, las bodegas de unos y de bolsa con ceniza, salvado o paja otros, bebiendo desmesuradamente (algunas veces - Ia menos-, con buenos tragos de la "polienta" (vino harina), que arroja a todo el que se casero, del año). Era una forma de le pone por delante. En algunos pue­ reforzar el compadrazgo. En el Jue­ blos, como El Cabezo, estos perso­ ves de Comadre, las mujeres se apli­ najes iban montados en caballerías, can a un ponche realizado con vino, desde donde arrojaban los productos miel y naranjas. citados. Por algunos pueblos del concejo de Caminomorisco , acos­ 2. Tiempo de Carnaval (Ciclo Inver­ tumbraban a "encenizá" o llenar de nal) paja una calle o plazoleta, apare­ ciendo a continuación dos persona­ A) Personajes: jes con un viejo arado romano (uno - Las Carantoñas: Embutidas en de ellos hacía de animal de tiro ), pieles, cence rros a la cintura y al simulando la acción de arar. La gen­ cuello, careta o rostro tiznado. Van te cantaba: bailando y metiendo ruido. "Dicen que es cosa muy buena - Los Enzamarraos: En tiempos el labrar por los antruejos; pasados, eran semejantes a Las centeno nos sobrará Carantoñas. Hoy en día, van disfra­ y habrá aceite en los pellejos". zados de cualquier manera; normal­ mente, con ropas viejas. La costumbre del arado -que se - Los Antruejos: Personajes sin merece varios folios aparte- ha per­ misión específica, a no ser la de durado como ritual de bodas (se armar escándalo, asustar, gastar hace arar a los novios) en este últi­ bromas... Llevan disfraces de lo más mo concejo citado y en el de Casa­ divertido, siempre grotescos y estra­ res de Las Hurdes. falarios. - La tia Rechonchona: Es un per­ -Los Mozos/as de los Guinálduh: sonaje --casi siempre un varón- ata­ Son los encargados de recoger los viado de mujer embarazada. Realiza "guinálduh" que se consiguen en las varias paradas, quejándose de dolo­ cuestiones. No tienen una indumen­ res de parto. Da a luz una muñeca taria propia . Suelen ataviarse de de trapo. Entonces acuden las pastores, con bandolas, fardeles y comadres para hacer de parteras y cestas, donde meten los donativos. comienzan a lavar, besar y abrazar a - Los Diabrílluh: Visten de rojo, la muñeca. con el rostro y las manos pintadas -El Obispo Jurnado: Suele ser un del mismo color. Llevan una horca hombre con una vestimenta que imi­ de palo o "liéndruh" (apero agrícola, ta el ropaje de los obispos . Lleva de madera, que se emplea para unas alforjas llenas de cagarrutas aventar la paja), con los que levan­ secas de cabra, que se las ofrece a tan las sayas a las mujeres o les pin­ la gente como si fuesen almendras o chan en las nalgas. avellanas. A ratos, va leyendo un

La Moza del Guinaldu muestra los donativos que se van recogiendo en la cuestación. (Foto: Jerónimo Roncero Pascual). 56 libro viejo y lanza bendiciones a la paraba de vez en cuando y sacaba gente. un pergamino viejo, que era "La Car­ - Los Mamarrachos o Pelujánca­ ta de Vicenta", donde no había nada nos: Son personajes deformes, que escrito, pero ella leía y leía, lanzando van vestidos con ropas muy viejas y largas peroratas y sermones ridícu­ sacos de arpilleras. Presentan abul­ los, donde se anatematizaba todo lo tadas jorobas . Llevan caretas reali­ habido y por haber. La gente se des­ zadas con los pellejos de vino; por ternillaba de risa y la seguía a todas dientes, se colocan pipas de las partes. calabazas. Portan unas vejigas, con - Los Oficios: Son personajes que las que apo rrean a la gente . Los llevan los ropajes que se colocan niños les tienen un miedo terrible, habitualmente los que desempeñan pues los mayores les dicen que si talo cual oficio, resaltando de forma caen en manos de los "Pelujánca­ exage rada las caracte rísticas pro­ nos", los llevarán a las cuevas que pias de ese oficio. Los más corriente, hay en la sierra, donde les cortarán en Las Hurdes, son los siguientes: las orejas y les chuparán la sangre. • Carboneros: Van vestidos de - La Tía Tamanona: Venía a ser negro, sucios, con las manos y la una mujerona, antaño vestida con cara tiznadas. Llevan una "sacade­ pieles y, posteriormente , con sayas ra" (especie de rastrillo de hierro) a sucias y rotas. Llevaba en la mano las espaldas . También portan unas un gran nabo , o colocado en sus alforjas o un saco con carbón, donde partes . Se arrojaba encima de las meten las manos, a fin de impreg­ mozas y realizaba gestos y actos narlas del polvillo negro, para, luego, libidinosos. untar a la gente. - El Gordo: En Casa res de Las •Pastores: Se atavían a la antigua Hurdes, salía "El Gordo". Este perso­ usanza: abarcas, medias gruesas de naje se las apañaba para fabricarse lana, calzón corto, chaleco, sombre­ una amplia indumentaria con la tela ro de paño, zahones, zamarra... Lle­ de un jergón, que iba toda rellena de van una gruesa "cachera" o "ver­ heno. Tan sólo se le veían los ojos, dión" (garrotes), un cuerno de cabra pues también se confeccionaba una para ir tocando, algún cencerro a la careta y al modo de una caperuza cintura y un bigote hecho de pelos con hierbas y ramas. Se apoyaba en del rabo de una caballería. un bastón, necesitando, a veces, la •Lagareros: Con grandes abarcas, ayuda de otros dos personajes, para manchados de aceite y tiznados por evitar que se cayera."El Gordo" todas partes. Iban tocando una cán­ solía ir acompañado de "Los Ena­ tara vieja, de latón. nos", que venían a ser unos niños a • Ji/aora: Mujer que iba con un los que se les colocaban unos buzos gran huso y una enorme rueca, -quisieran o no- rellenos de hele­ hilando lino. Se parab a en alguna chos o bálago , que les dificultaba plazuela y allí se junt aba con otro enormemente a la hora de caminar. personaje enca rgado de "ehpadá" El momento crucial, en el que "Los dicha linácea, el cual portaba una Enanos" se llevaban un buen susto, descomunal espada de madera . era cuando salía la "Vaca Pinta" y • Ganaderos: Personajes con arremetía contra ellos. anchos calzones , abarcas, medias - Los de Los Zancos o Cháncuh: gruesas, chamb ra, ancha faja de Personajes que, también, aparecían cuero, sombrero lleno de telarañas... por Casa res de Las Hurdes . Iban Llevan una cayada y un haz de disfrazados de mil maneras. Según madro ñera a sus espa ldas . A su nos comentan los informantes, "cada vera, ca mina una cabra o macho uno iba como podía". Caminaban cabrío, engalanados con cintas y sobre unos enormes "cháncuh" (zan­ otro s ropajes. En ocasiones,"El cos). Estos personajes se juntaban Ganadero Jurdano" ha salido con en el campanario de la iglesia parro­ una cabra de mentirijillas, realizada quial y, acompañados por "El Gordo" con trapos, bálago o helechos. y "Los Enanos", comenzaban a • "Jerreros", "Pelliqueros", Barbe­ hace r "La Antruejá" (el carnaval). ros... (1 0) - La Vicenta: Ha sido un personaje tradicional del pueblo de Ovejuela. - Los Ensayos: Hombres vestidos Lo interpretaba una mujer (muchos con sayas de mujeres y pelucas rea­ años lo hizo la llamada "Tía Raimun­ lizadas con los filamentos sedosos da"). Se paseaba por calles y pla­ de las panojas u otras plantas apa­ zuelas vestida de hombre, con unos rentes. Se pintaban los labios y se amplios calzones y otras indumenta­ daban con polvos en la cara. Perma­ rias propias de un varón. Portaba necían mudos; sin hablar nada, al una gruesa cayada o garrote, con el objeto de que no los conocieran. que amagaba a los muchachos y, a También había mujeres que se dis­ veces, se lo arrojaba a los pies. Se frazaban de hombres. 57 - Los Calabazones: Se introducen porta (a veces, son dos los que se por sus cabezas vestimentas talares colocan debajo de la manta). Se pre­ - "sáyuh "-. Vac ían una calabaza y para toda una mojiganga carnavales­ practican en su cáscara al modo de ca en la plaza o "Volvedero". Inter­ unos ojos, boca , nariz ... Meten la vienen el "Amo del Burru","El cabeza en ella y la sujetan con las Chalán " y "El Vitimin ariu" . Es una manos. Su misión consiste en asus­ parodia muy graciosa, a la que asis­ tar y en emitir ruidos raros con la te todo el pueblo. boca. También hay constancia que, en - Los Tamborileros: Son impres­ El Cererzal, se hacía al modo de un cindibles en el Carnaval Jurdano. Su "Burru-Antrueju", pero tenía cuernos. música de gaita y tamboril es la pro­ Iba atado con una soga y la gente tagonista del baile, que, antaño, se corría tras él. prolongaba a lo largo de la noche, - El Macho Lanú: Aparte de consi­ alumbrándose con candiles que se derarse como un ser mitológico den­ colgaban de los árboles. Los Tambo­ tro del mundo de las creencias hur­ rileros van "antruejaos", con ropas y dana s, en los Antruejos se nos sombreros viejos. presenta como un personaje con - Los Charros: Se designa así, de vestimenta roja y envuelto en una forma genérica, a los que aprov e­ piel de macho cabrío, con una formi­ chan el Carnaval para lucir los trajes dable cornamenta. A su cintura, lle­ denominados típicos. Se dice que tal va cencerros y "carapúchuh" (cala­ o cual persona "va vestida de charro" bazas vinateras o de peregrin o). cuando ostenta la indumentaria tra­ También va provi sto de un palo dicional que usaban sus abuelos o ahorquillado. Imita los clásicos soni­ bisabuelos en los días festivos. dos de los machos cabríos en celo. Es el que suele abrir las procesiones B) Hombres-animales. o desfiles que se organizan, en el Carnaval, por los diferentes pueblos - La Vaca: Simulación de este ani­ y alquerías. mal por medio de un artefacto, for­ - Loh Zurrumónuh: Prácticamente, mado por parihuelas y cuernos, que apenas si salen ya en el Carnaval manejan una o dos personas. Otros Jurdano. Estos personajes se nombres que recibe son: "El Toro", caracterízaban por llevar una piel de "La Vaquilla","La Vaca Pinta","La zorro sobre sus espaldas, dejando Vaca de Antruejos","La Vaca Ambo­ que el rabo colgara entre sus pier­ lá", "El Toro Bardino"oo . (11). nas. Iban ataviados con ropas ne­ "La Vaca" arremete contra el per­ gras y sucias, o hechas con sacos de sonal, sobre todo a las mujeres núbi­ arpillera. Cubrían su cabeza con les. En muchas ocasiones, los cuer­ máscaras realizadas con pieles de nos que lleva son de machos conejo. Según cuenta la gente, pene­ cabríos, e incluso de ciervos (Arrala­ traban en las casas y robaban dulces bas). "La Vaca" suele morir estoque­ y otras golosinas, como los "Bollos ada o de otra forma, pero se le da de fritos" y las "Hijuelas" que se hacían beber vino y resucita, organizándose en estos días de carnavales. Tam­ la correspondiente algazara. bién podían entrar en los corrales y carga r con alqun a gallina, aunque - La Mona: Personaje disfrazado esto último, al decir de la gente, "lo con pieles, rabo, careta de mona o hacían en los corrales de algún rostro tiznado, que realiza piruetas y zurrumonu, pues ya se habían pues­ gestos obscenos. Lo lleva, atado por to ellos de acuerdo anteriormente". una soga o cadena, el llamado "Amo de la Mona", que toca una sartén C) Animales. para que baile. Esta pantomima ter­ mina el Martes de Carnaval con la - Los Gallos: Símbolo de lujur ia escenificación de una danza ritural, para el crist ianismo , tal vez al no cuyo protagonista el "La Mona". poder erradicar ciertos rituales paga­ - La Osa: Se ha perdido ya, pero nos que, posiblemente, emparenta­ hay memoria histórica de ello. Venía ran al gallo con el "espíritu de la a ser un personaje, embutido en pie­ vegetación" o como un animal toté­ les, que imitaba a un oso. También mico, cargado de fuerza sexual y lo llevaba su corrrespondiente germinadora. "Amo", que le instaba a bailar y a En Las Hurdes, se siguen "corrien­ hacer otro sinfrín de cabriolas. do los gallos". Con frecuencia , son - El Barru-Antrueju: Se hace el los protagonistas los quintos. Suele Martes de Carnaval en la aldea de El suceder el Martes de Carnaval. Van Gasco . Tal "Burru" cons iste en un montados en caballerías, que, antes, armazón de palo, que lleva por cabe­ siemp re eran caballos ricamente za un cántaro de barro, y una manta enjaezados: pañuelos en las orejas, que tapa al personaje que lo trans- vistosas colchas sobre las monturas, 58 lazos en la cola y en las crines ... Actualmente, entran en el rito burros y mulos. Existen dos modalidades: en los pueblos de Las Hurdes sep­ tentrionales, hay que arranca r la cabeza al gallo con la mano. En el resto de la zona, se decapita al gallo con una espada o cach iporra de madera. Otra modalidad es la "Pita Ciega", propia del concejo de Cami­ nomorisco y que se lleva a cabo el Miércoles de Ceniza. Se entierra al gallo hasta la cabeza y un quinto, con los ojos vendados y totalmente desorientado, tiene que acertar con la cabeza del ave, a fin de descargar sobre ella tres golpes con un palo de castaño. Los gallos son guisados y comidos en una taberna o en una casa part icular. Antiguamente, en esta cena sólo participan los quintos salientes y entrantes y los padres de estos últimos. - Macho cabrío: En ciertos pue­ blos (Riomalo de Arriba , La Hue­ tre...), se engalanaban con colchas y Tamborilero de y "Carbonero" de Nuñomoral. cintas algunos machos cabríos, que (Foto: Félix Barroso). se corrían por las calles. A veces, ataban a sus cornamentas unos gallos vivos. No era extraño que se E) Gastronomía: sacrificara uno de estos machos y se guisara en una casa, o se comiera En pueblos como Martilandrán, El -si el tiempo acompañaba- en una Cerezal, Nuñomoral , La Fragosa..., de las viejas eras para la trilla. Parti­ toda la familia participaba el Martes cipaba en la comida la práctica totali­ de Carnaval en una gran comilona dad de la comunidad. de garbanzos con orejas de "gurrinu" - Perros y gatos: No es raro que (cerdo). En casi todas las aldes, se se cojan perros y gatos y se les colo­ comía, bien en la taberna o en una que ropa de personas , cascabeles, casa particular, los donativos de las lazos y otras monerías. Se sacan a cuestaciones: chorizos, morcillas, pasear por las calles . Lo mismo huevos,"jarinátuh" (embutidos con podemos decir de alguna que otra carne de cerdo y miga de pan), etc. cabra, o de algún que otro burro. Por la Rebollosa, Riomalo de Abajo, Aceitunilla, Vega ..., se juntan las D) Peleles: "corróbrah" de mujeres y preparan lumbre, donde asan patatas, que se Según algunas hipótesis, son los comen acompañadas de tocino fres­ últimos representantes del Rey Car­ co, mejor si es entr everado. Las naval, que desciende del dios de la hogueras se hacen al aire libre. Vegetación. Necesita ser sacrificado No faltan nunca , en el Carnaval, para que la Naturaleza renazca de los guisos de carn e de macho nuevo. Antiguamente, en el pueblo de cabrío. Los gallos que "se corren " El Cabezo, hacían "La Tarara", seme­ son devorado s por los quintos . Se jante, según nos cuentan, a la "Tía suceden auténticas comidas panta­ Rogelia de la televisión". Consistía en gruélicas en estos días, regadas por un muñeco hecho de bálago y vestido la "polienta" (vino casero) o por vino de mujer. Era paseado, vituperado y de La Sierra, rojo y espeso, que, colgado de un balcón o de otro sitio antiguamente, se traía en pellejos de bien visible. En nuestros días, sigue la vecina comarca salmantina de La vigente el pelele denominado "El Mor­ Sierra de Francia. También se bebe cillo", mitad hombre, mitad macho mucho aguardiente de uva y de cabrío. Está dotado de grandes atri­ madroños. butos sexuales. Se guarda, ahora, de El llamado Domingo Gordo era un año para otro, pero, antes, perecía destinado para engullir buenas pre­ quemado. También se han realizado sas de tocino, ya fuera rancio o nue­ otros peleles, a los que paseaban vo; se pinchaban los trozos más gor­ montados en un burro. La gente decía dos del tocino en un "sobillón" que eran "Ioh anunciaórih y pregoné­ (asador), se les pasaba un poco por ruh de loh antruéjuh" (12). Acababan el "borraju" (rescoldo de la lumbre) casi siempre apaleados y quemados. y... ¡a comer se ha dicho! 59 Las "corróbrah" de antruejos recorren las calles de las aldeas; al fondo, aparece "La Tía Rechonchona", con su "hijo " en brazos. (Foto: J. Roncero).

Como símbolo de solidaridad veci­ Luis Guerrero Alonso, Susana Mar­ nal, se entregaba a los vecinos que tín Martín (), no habían realizado la matanza fami­ Miguel Rodríguez Iglesias (La Hue­ liar en la última temporada , un trozo tre) , Baldomero Roncero Martín de tocino, una morcilla y un chorizo, (Casarrubia), Ismael Martín de Dios "pa que hadrieran la ola el Mártih (Robledo de Casares), Serafín d,antruéjuh". Rodríguez Iglesias (Asegur), Grega­ rio Martín Domínguez, Gregaria F) Trabajos comunales: Canuto Martín, Cristina Velaz Igle­ sias (Nuñomoral), Domingo Rubio Los días de Carnaval, en las jorna­ Crespo , Manuel Guillermo Velaz , das de mañana, se destinaban Enrique Panadero Crespo, Feliciano muchas veces a realizar trabajos Crespo Duarte (El Cerezal), Juan comunales . Tenemos constancia de Miguel Domínguez, Domitila Sán­ que, no hace muchos años, en pue­ chez Domínguez (Martilandrán), blos como El Mesegal, Casares de Jesús Crespo Crespo (La Fragosa), Las Hurdes o La Muela, los vecinos Evaristo y Valentín Azabal (El Gas­ ten ían que ir forzosamente a ade­ ca), Ricarda Iglesias Montes, Antonio centar los caminos y las cañadas. El Martín Martín, Pedro Martín Alvarez, ayuntam iento o el alcalde pedáneo Gonzalo Martín Encinas (Aceitunilla), les convidaba, al acabar la faena , Rosa Iglesias (E.I Rubiaco), Victoria­ con unos cántaros de vino. no de Dios de la Cruz (La Horcaja­ da), Julián Send ín Martín (Vegas), Julián Martín Cerezo (Arralabas), Todavía nos quedan muchas cosas Isabel Martín Guerrero (Riomalo de en el tintero sobre el Carnaval Jurda­ Abajo), Gabriel Crespo Crespo (Rio­ no. Dejamos el campo abierto para malo de Arriba), Timoteo Pérez Mar­ que antropólogos , etnólogos, etnó• cos (Ladrill ar), Manuel Roncero grafos y folkloristas sigan buceando Domínguez (El Cabezo), Cirilo y en las raíces del pueblo hurdano, Anastas ia Marcos Domínguez (Las sobre el que tantos improperios caye­ Mestas), Gregar io Igles ias Pizarra ron, negándole el pan y la sal, (Cambroncino), Julio Martín (Cam­ poniéndolo como prototipo de "pueblo brón), Jaime Martín Martín (La Huer­ maldito", incapaz de generar tradicio­ ta), Isabel Martín Azabal (La Dehesi­ nes y de dotar de sentido vivo y trans­ lIa), Macario Martín Martín, Clara cendente a sus ciclos vitales. Reina Domínguez, Cirilo Igles ias Sirvan, pues, estas líneas de sen­ Mart ín (Caminomorisco), Anacleto cillo homenaje a esas mujeres y Hernández Barbero (La Ace ña), hombres hurdanos que tiene n a Nicolás Sánchez Montejo (Mesegal), orgullo al ser arte y parte de estas Leoncio Puertas Barbero (Pinofran­ bravas serranías y que son los fieles queado ), Feliciano Martín (Ovejue­ guardianes de los arca nos de Las la), Juan Martín Montero (La Muela), Hurdes . Mi gratitud, entre otros , a: Benjamín Sánchez Sánchez, Marce- 60 lino y Pablo Sánchez (Las Erías)... Y (5) Romualdo Martín Santibáñez, natural a aquellos que se fueron para otros de Pinofranqueado y notario que fue de mundos, que ojalá sean tan bellos o Casar de a finales del pasado más que los recogidos y fragosos siglo, nos habla de ello en ciertos escri­ valles de Las Hurdes: Tío Baldomero tos inéditos. (6) Todavía se oye, dentro del lenguaje Duarte Veláz (Nuñomoral), Tío coloquial, la expresión "iAhí va la osa!", Anastasia Marcos "El Picha" (Las indicando asombro, cosa inesperada . Mestas), Tío Justi Panadero (Cami­ (7) Hornilla, Txema:"El Carnaval vasco nomorisco), Tío Santiago Guerrero interpretado". Ediciones Mensajero, S. A. (Casares de Las Hurdes), Tío Alber­ Bilbao (no figura fecha en el libro). to Azabal (Pinofranqueado)... (8) La gente mayor suele emplear más frecuentemente el térm ino "Antrue ju". (9) La aldea de la Rebollosa pertenece, hoy en día, a la provincia de Salamanca NOTAS (municipio de de la Sierra). Ello es fruto de la absurda división de (1) Fraze r, J. G.: "Le cycle du rameau provincias que tiene lugar en 1833. Dicha d'or", 3eme édition. París, 1925. aldea siempre fue hurdana y se encuen­ (2) Carta manuscrita, fragmentada , halla­ tra enclavada dentro de las montañas de da en el antiguo Ayuntamiento de Nuño­ Las Hurdes. Es un error histór ico que moral; hoy, Casa de la Cultura. debería ser corregido a la mayor breve­ (3) Este orgullo, a veces, se dispara dad por la Administración, al igual que demasiado alto. Como anécdota, valga la ocurre con la llamada "Dehesa de Las que presenciamos en la taberna de una Batuecas", que es hurdana por los cuatro aldea con motivo de unos carnavales costados. Las Hurdes no sólo han estado (1992). Cierta persona forastera , al ver expuestas a una malsana y prolongada que el personaje de "La Mona" saltaba leyenda negra, sino que se ha tenido la por las mesas del bar, se metía detrás osadía de cercenarle (podríamos hablar del mostrador y besaba y abrazaba a la de robo territorial) zonas que, histórica y tabernera , preguntó que a cuento de qué geográficamente, forman un todo, un venía aquello . La respuesta no se hizo armonioso conjunto secularmente centra­ esperar: "Esto es cosa nuestra, de la do en sí mismo. alquería, del concejo. Quien no lo entien­ (10) Modernamente , el Carnaval Jurda­ da, no sé qué pinta aquí." no, dentro de su natural camino evoluti­ (4) Sobre el tema de "Las Carantoñas" vo, imita oficios o profesiones propios de en la zona del río Malvellino y otros hoy en día: fotógrafo , médico, veterina­ temas ca rnavalescos, ya aparecieron rio, enfermero, guardia civil, etc . No ciertos apuntes en "Cuadernos Popula­ obstnte , cierta obsesión por imitar el car­ res" n." 1, págs. 9 Y 10. ("Fiestas Popula­ naval urbano, está adulterando el auténti­ res", Editora Regional de Extremadura, co Carnaval Jurdano en algunos pue­ 1984). Excepto las cuatro primeras líneas blos , sob re todo en las mal llamadas del trabajo "Los Carnavales en el Valle Hurdes Bajas. Jurdano", el resto era de quien suscribe (11) De "barcino", animal de pelo blanco estas líneas, con puntos y comas, pero, y pardo, y a veces, rojizo. lamenta blemente , fue plagiado por el (12) Barroso Gutiérrez, Félix: "Las Hur­ autor de tal "Cuaderno Popular", quien lo des: visión interior". Centro de Cultura firmó con su nombre, como ocurrió con Tradicional (Diputación de Salamanca ), otras fotos y diapositivas . 1993.

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