Víctor Hernández Ochando

BÚNKERES DEL ROMEROSO EN LA GUERRA CIVIL ()

Víctor Hernández Ochando

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“Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar y guerrear” Sun Tzu, El Arte de la Guerra

RESUMEN Situados en el puerto de Contreras, tan importante por ser zona de comunica- ción entre Madrid y , se encuentran los búnkeres del Romeroso. Este paraje ha sido escenario de diferentes guerras, pero durante la Guerra Civil no se llegaron a utilizar los búnkeres pese a ser construidos. A través del análisis geográfico, se tratarán las características topográficas del territorio para explicar la ubicación de estas fortifi- caciones y su estrategia militar. PALABRAS CLAVE: Fortificación militar, Romeroso, geoestrategia, Guerra Civil, Villargordo del Cabriel.

VILLARGORDO EN GUERRA En julio de 1936, Villargordo quedó dentro de la zona dominada por el bando republicano. El gobierno municipal se unió a la causa de la República y formó un Comité Popular para dominar la situación local. La guerra generaba un entorno caótico y hostil que provocó dos acontecimientos devastadores para el pueblo. Por un lado, del mismo modo que en otras poblaciones republicanas, el 2 de septiembre de 1936 se arrasó con la Iglesia Parroquial de San Ro- que. Las capillas e imágenes quedaron destruidas y se quemó el archivo. Esto supuso un problema para poder certificar los nacimientos y defunciones entre 1916 y 1936 en el alistamiento militar. No obstante, se salvó a Francisco Sanz Ramos, el párroco del pueblo, al que refugiaron en Fuencaliente de Mira. Por otra parte, en la madrugada del 16 al 17 de febrero de 1937, un comando de anarquistas de la provincia sacó a la fuerza a varios habitantes del pueblo para final- mente ejecutarlos cerca de Caudete de las Fuentes. Éstos cobraban diez pesetas diarias por permanecer en las defensas de Contreras pese a que allí no llegó el frente durante su estancia.

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Respecto a los milicianos villargordeños, sabemos que eran destinados princi- palmente al frente de Teruel. Durante los primeros años de guerra, alrededor de 20 personas salían en cada alistamiento o reemplazo, todos ellos con la condición de cumplir los 21 en ese mismo año.

CONSTRUCCIONES BÉLICAS: EL ROMEROSO El cerro del Romeroso se encuentra situado dentro del Parque Natural de las Hoces del Cabriel, formando una línea que se extiende de NO a SE. Abarca una su- perficie similar a un trapecio de aproximadamente unos 2,1 Km (parte S), 1,3 Km (parte E), 1,7 Km (parte N) y 1,2 Km (parte O), lo que da unas 240 hectáreas. Tiene una altura media de 930 metros y su cima, localizada en la zona SO del cerro, alcanza los 974 m.s.n.m. El Romeroso queda bien definido por los caminos que lo rodean y atraviesan. Así pues, está limitado por la antigua N-III por el norte donde forma unas cuestas pro- nunciadas que descienden hasta Contreras. Es el propio cerro, en su parte occidental, el que da comienzo al terreno abrupto donde se encuentran el camino de Peñas Blancas y el Barranco del Moluengo. El camino de Minglanilla cierra el Romeroso por su parte meridional y vuelve nuevamente a la antigua N-III por el camino del Moluengo. El camino del Arenal cruza por medio del cerro y lo divide en dos zonas. Como indicó Tomás López en 1747, “entre Poniente y Mediodía está el cerro del «Romeroso» distante de esta villa (Villargordo) un quarto de legua, aunque su magnitud y latitud no es de la maior consideración”1. Con la construcción de la carretera Real de

Figura 1. Mapa general del Romeroso. Realización: Gabriel Arribas Revert

1 PIQUERAS HABA, Juan; “Las relaciones topográficas de Tomás López”, Oleana: Cuadernos de Cultura Comarcal Nº. 12, Oleana, 1997, pp. 24.

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Madrid a Valencia a mitad del siglo XIX, esta zona adquirió una gran importancia para la estrategia militar como demuestran la torre del telégrafo óptico, los búnkeres de la Guerra Civil o construcciones contiguas al cerro como las trincheras de la Guerra de Independencia. Para facilitar la explicación, se simulará un recorrido que abarca parte del sendero PR-CV 299 y se analizará, de manera ordenada, los diferentes sectores del Romeroso: Sur, Centro y Norte. Para ello, empezaremos en el área de aparcamiento situada antes de comenzar a descender las Cuestas de Contreras y junto a la trinchera del Camino Real.

EL SECTOR SUR Tomaremos el camino que sigue dirección SE denominado de Minglanilla. Tras pasar dos curvas nos encontraremos con una señal que indica “Trincheras del Romeroso Sur 875 Mts Alt”.

Figura 2. Esquema funcional de Romeroso Sur. Realización: Gabriel Arribas Revert

El conjunto de estructuras se sitúa en el comienzo de la ladera sur del cerro y tiene una forma triangular. El primer segmento es un espacio excavado a tramos que está orientado NE-SO y tiene una longitud aproximada de 25 metros. A lo largo de éste se sitúan, de manera escalonada, cuatro recintos cúbicos de forma similar. Todos ellos responden a una misma pauta, pero con el abandono del conjunto se puede apreciar el proceso de construcción, ya que cada uno de ellos está en una fase distinta. En primer lugar, se realizó una excavación para la construcción del cubículo de 3 x 3 x 3 metros en el suelo y una rampa de acceso de 10 metros de largo con orientación E. Posteriormente, para facilitar la entrada se añadió un encofrado de hormigón de más

144 - OLEANA 30 Víctor Hernández Ochando de 0,5 m de grosor en el cubículo y en las paredes de la rampa para contener los des- prendimientos, además de escalones. Por último, se construyó una pequeña techumbre a y luego se cubrió de tierra. En el cubículo situado más al E solo se realizó la excavación. El siguiente cuenta con el encofrado lateral a falta de la cubierta. El tercer cubículo presenta las mismas características que el segundo y algunos escalones al comienzo de la rampa. El último, situado más al SO, es el único que está cubierto. En la rampa se puede observan un encofrado lateral y los diez primeros escalones. El pequeño tamaño de estas construc- ciones sugiere que su función sería la de almacén o polvorín.

Figura 3. Comparación entre almacenes. Fotos: Autor.

Los dos segmentos que cierran este conjunto triangular se encuentran conectados al otro por zanjas que dan paso al interior de la excavación. Ambas líneas tienen un encofrado lateral de aproximadamente 2 metros de altura, pero, en cuanto a longitud, el orientado O-E alcanza los 16 metros y el orientado N-S alcanza los 23 metros. A los 7 metros cuentan con un escalón para compensar el nivel de la excavación. Tienen una profundidad de 5 metros aproximadamente que, junto a su ubicación apartada de zona de paso enemigo, descartan la función de trinchera. Su dimensión indica que son dos grandes búnkeres inacabados, a falta de cubrirlos. En sendos laterales hay un estrechamiento de la construcción que perfila el acceso al búnker. En la intersección entre ambos búnkeres incompletos aparece un pasadizo con la pared encofrada y que

OLEANA 30 - 145 BÚNKERES DEL ROMEROSO EN LA GUERRA CIVIL (VILLARGORDO DEL CABRIEL) sube para converger en la entrada de un búnker finalizado y enterrado a unos 2,5 metros de profundidad. El acceso al búnker es a través de una oquedad en el lado O. La rampa de entrada no está hormigonada, pero contiene unos escalones trabajados en el terreno. Presenta una nave longitudinal de 18 x 3 x 2,20 metros y una techumbre plana de la que sur- gen dos empujes oblicuos adosados al muro lateral que refuerzan la consistencia de la estructura, en el que se emplea un encofrado de hormigón y un enlucido de yeso. En su interior encontramos un respiradero, una abertura vertical situada a los 8 metros que permite la entrada de luz. Este búnker, por su ubicación dentro del conjunto, res- pondería a una función de alojamiento. A lo largo de las paredes laterales se disponen una serie de barras horizontales colocadas por pares, y en algunas de ellas se pueden observar restos de alambre, una cañería en la pared frontal que emerge en un terreno más alejado y es el único búnker de todo el Romeroso que tiene una puerta. Todo esto es una añadido posterior.2

Figura 4. Interior del búnker finalizado de Romeroso Sur. Foto: Gabriel Arribas Revert

EL SECTOR CENTRO Siguiendo hacia el N, nos encontramos con un sendero que sube hacia la cima del cerro. Una vez se ha ascendido surge una bifurcación. La señal indica “Torre del Telégrafo 0,3 Km 6” dirección O y “El Romeroso 0’9 Km 18” hacia el E . Seguiremos esta última indicación y pasaremos los dos siguientes desvíos por la izquierda. Ahora

2 El búnker queda dentro de una propiedad privada y fue utilizado durante los años posteriores para el cultivo del cham- piñón.

146 - OLEANA 30 Víctor Hernández Ochando nos adentraremos nuevamente hacia la izquierda donde se encuentran dos conjuntos muy similares, uno de ellos situado más al N. Actualmente, la maleza y los escombros esparcidos por esta zona engañan al visitante ya que parecen excavaciones sin más y dificultan la elaboración de una vi- sualización mental del todo el conjunto. Si se presta mayor atención a la forma de las excavaciones, se observa cómo algunas de éstas tienen unas dimensiones parecidas a las necesarias para construir búnkeres similares a los de Romeroso Sur, mientras que otras excavaciones presentan las dimensiones de los posibles almacenes anteriormente analizados.

Figura 5. Esquema funcional de la primera zona de Romeroso Centro. Realización: Gabriel Arribas Revert.

Figura 6. Esquema funcional de la segunda zona de Romeroso Centro. Realización: Gabriel Arribas Revert.

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Pero un mapa de sombras, que muestra el relieve del territorio, arroja mucha más información para percibir la estructura de los conjuntos. La disposición de ambos forma un triángulo con un lado donde se disponen cuatro pequeños cubículos y situado en la esquina de enfrente, una excavación saliente. Volvemos a encontrarnos con el mismo diseño de construcción que en Romeroso Sur.

EL SECTOR NORTE Siguiendo el sendero hacia el N se retoma hasta llegar al siguiente conjunto. En éste, se puede apreciar mejor su forma, que vuelve a repetir la de los anteriores. Solo hay dos búnkeres finalizados, los cuales corresponden al búnker que comenzaría en la esquina y el búnker que se expande dirección NO.

Figura 7. Esquema funcional de Romeroso Norte. Realización: Gabriel Arribas Revert.

El búnker situado en la esquina no sigue el patrón utilizado en el resto de conjun- tos. El acceso es a través de un hueco en el lado O. Comienza con un estrecho pasillo de 10 x 1 x 1,8 metros que desemboca en una nave de 15 x 3 x 2,2 metros con una techumbre plana y un encofrado con un posterior encalado. En su interior encontra- mos un respiradero vertical situado al final de la nave que permite la entrada de luz. El otro búnker responde al modelo que cuenta con un acceso a cada lado menor. El acceso se realiza a través de una oquedad en el lado O. La rampa de entrada no está hormigonada, pero presenta unos escalones trabajados en el terreno muy desgastados. Dispone de una nave longitudinal de 30 x 3 x 1,8 metros, una techumbre en forma de artesa invertida y muro en los que se emplea un encofrado de hormigón y un enlucido de yeso. Encontramos un respiradero situado a los 15 metros tapado y otro al final de la construcción que permite la entrada de luz.

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Este búnker se encuentra bastante deteriorado por la humedad. En los muros se puede observar una marca de alrededor de 0,5 m que indica que el agua llegó a estan- carse en épocas de fuertes lluvias. Esto también refuerza la sospecha de que haya una colmatación de barro de otros 0,5 metros, que actualmente dificulta el adentramiento, ya que el resto de búnkeres alcanzan una altura de 2,2 metros. En la pared opuesta a la entrada se observa una cimentación que bloquea la segunda entrada al búnker. La distancia parece indicar que este acceso colinda en el rellano que hay antes del otro búnker, pese a que este se encuentra situado a mayor altura. Además, allí se puede ob- servar uno de los lados del encofrado de este búnker. Por medio del conjunto, pasa el sendero y deja a un lado una entrada del búnker anterior y al otro el segundo acceso, lo cual podría ser práctico a la hora de desplazarse.

Figura 8. Búnker de Romeroso Sur. Al fondo, el segundo acceso bloqueado. Foto: Gabriel Arribas Revert.

Siguiendo al N y girando a la izquierda se vuelve a la carretera. Dirigiéndose hacia el E se vuelve a la zona de comienzo, pero es interesante pararse a explorar el Telégrafo Óptico y observar las vistas.

TRINCHERAS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Las investigaciones realizadas cuando se rehabilitaron las trincheras de forma atractiva para el público en 2013 apuntan que éstas tienen una función de observación, ya que no están acondicionadas para el uso de armamento pesado, pero poseen una

OLEANA 30 - 149 BÚNKERES DEL ROMEROSO EN LA GUERRA CIVIL (VILLARGORDO DEL CABRIEL) posición estratégica. La trinchera del Camino Real destaca debido a su cercanía con el Romeroso. Desde ella se puede avistar cualquier enemigo que suba por la carretera. El estudio sostiene que esta trinchera fue modificada durante la Guerra Civil. En su reutilización volvería a contar con la misma función.

LA GEOESTRATEGIA MILITAR DEL ROMEROSO LA CONSTRUCCIÓN MILITAR Con el abandono de este entramado defensivo, se puede observar el posible orden de construcción. En primer lugar, se tuvo que realizar la zona de Romeroso Sur. Es el conjunto más adelantado en construcción. Esto hace pensar que la persona al cargo escogió aquella localización para establecer la zona de resguardo, tanto de las condi- ciones climáticas por su menor altura, como resguardo del enemigo ya que se sitúa en una zona cercana a la entrada del enemigo y simultáneamente encubierta. De todos modos, no se llegó a terminar el conjunto. Se tuvo que plantear que era prioritaria la construcción de más infraestructuras en la parte alta del cerro. Junto a esta decisión tendría que surgir una perspectiva de un gran aumento del número de tropas alojadas en el Romeroso. Por lo tanto, se inició la construcción de tres conjuntos con la misma estructura ya implantada en el sur como zona de resguardo cercana, pero a la vez oculta. Primeramente, se tuvieron que realizar las excavaciones para las tres construcciones, pero el problema llegaría con la extracción de los escombros. Los conjuntos que forman Romeroso Centro están en un terreno más rocoso, donde se observan en la actualidad los montículos de piedra adyacentes a las excavaciones en las que no se encuentra un encofrado. Es probable que ante el mayor esfuerzo que suponían estos conjuntos, el trabajo se trasladó a Romeroso Norte, en el que encontramos dos búnkeres con su estructura finalizada, pero no parecen presentar señales de haber sido ocupados. Después de aquello, el Romeroso sería abandonado. La ausencia de grabados o marcas por las paredes de los búnkeres refleja el poco tiempo que duró la construcción del Romeroso. Es corriente ver marcas en los muros de otras construcciones coetáneas, donde se señalan datos como la fecha de construcción o los nombres de los soldados ocupantes. Si el Romeroso hubiera quedado comple- tamente construido, se podrían haber alojado alrededor de 350 personas, próximo a formar un batallón. La organización de estos conjuntos indica que nos encontramos ante una forti- ficación permanente que utiliza materiales sólidos y resistentes siguiendo unas normas de construcción militar con la finalidad de aprovechar el terreno para situarse y escon- derse principalmente durante un tiempo ilimitado. A su vez, existe una buena red de comunicación entre todos los sectores. No se tuvo que realizar ninguna modificación del terreno, fue suficiente con seguir el sendero que se encuentra hacia el N de Romeroso Sur y sube hacia lo alto del cerro.

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LA RELACIÓN CON EL ENTORNO Es necesario estudiar estos conjuntos en relación al terreno que los acondiciona. El territorio tiene una profundidad histórica como resultado de la acumulación de decisiones territoriales de las diferentes sociedades que han remodelado el paisaje. La geografía debe explicar sus diferentes interpretaciones a lo largo del tiempo y los procesos que cambian la dinámica de los territorios más allá de su dimensión física. Para ello, la cartografía elabora mapas sobre los aspectos del terreno, tan necesarios para poder realizar una hipótesis sobre las características tácticas de los conjuntos. La localización de las defensas del Romeroso en la zona SO de la localidad responde a dos razones estratégicas: el control del Camino Real, la principal vía de comunicación terrestre, y por las condiciones del terreno, favorables a la construcción de fortificaciones y repleto de obstáculos naturales debido a su carácter accidentado. Sin embargo, su emplazamiento no responde ni a la defensa del río Cabriel ni a la ciudad de Villargordo, ambas alejadas a más de 5 y 2 km respectivamente, de las infraestructuras bélicas. Su posición es más cercana a uno de los puntos más arduos de cruzar por el enemigo, la subida de las Cuestas de Contreras hacia el O. De todos modos, los conjuntos siguen quedando apartados como para realizar una ofensiva, ni contienen, ni parecen existir indicios de una posible construcción de troneras o espacios para la defensa de éstos, lo cual dota de gran peculiaridad al Romeroso. Si nos ceñimos a las características orográficas y no tenemos en cuenta la torre del telégrafo óptico, el cerro del Romeroso visto desde la cima del Moluengo, el pico más elevado del Parque de las Hoces de Cabriel (1041 m.s.n.m), apenas destaca en el entorno. Es de forma alargada, poco abrupto y tiene la suficiente altura como para controlar la zona. Si analizamos el Romeroso desde la escala comarcal, se incorpora una nueva característica estratégica. Desde hace siglos, la Meseta de Requena- ha sido una zona clave en las relaciones entre el interior peninsular y la costa mediterránea. En esta época se acrecienta esa importancia al ser posible lugar de paso del ejército que podría llegar desde Cuenca para atacar Valencia, la que durante un periodo cobijó el gobierno de la República. Es posible que Romeroso Sur, retirado en la ladera del cerro, funcionase como puesto de mando. Desde éste se hubiesen elaborado las órdenes en base a la información que se recibiera de las posiciones de arriba del cerro. Allí encontramos una planicie que facilita la conexión visual entre los búnkeres. Su zona occidental, en especial la torre del telégrafo óptico, tendría una función de observatorio ya que se tiene una gran visibilidad y control de la subida de las cuestas de la carretera. También hay que destacar que se puede observar , un lugar estratégico para divisar la ofensiva que podría partir desde allí, aunque hasta noviembre de 1937 el aeródromo no comenzaría a ser utilizado con fines ofensivos. Durante los primeros meses de guerra se utilizó como

OLEANA 30 - 151 BÚNKERES DEL ROMEROSO EN LA GUERRA CIVIL (VILLARGORDO DEL CABRIEL) zona de descanso para la aviación que venía de las batallas de Madrid, Guadalajara o Brunete. (Ferrer, 2007) Todos estos conjuntos no solo comparten una misma estructura, sino también la orientación. A su margen O dejan los almacenes y al E los búnkeres, todos ellos comunicados por corredores que a su vez permiten la salida al exterior, aunque éstos son estrechos, lo que es poco desfavorable ante un hundimiento. En caso de que el enemigo terrestre llegase a la posición, sería complicado tanto la huida como la de- fensa del conjunto. Todos los búnkeres son subterráneos y el no encontrar casamatas abiertas para abrir fuego contra el enemigo tiene el inconveniente de que no existe la posibilidad de defenderse de manera cómoda. Sin embargo, esto ayuda mucho de cara a la mimetización. Es importante tener presente que, durante los años anteriores a la Guerra Civil, el terreno había experimentado una intensa explotación por la recolección de esparto, tomillo y romero, así como por la tala de pinos y las operaciones de limpieza del monte bajo dada la orientación económica de la localidad desde el siglo XIX, lo que facilitaría las obras de construcción en algunos aspectos, como el de la excavación. Tampoco hay que olvidar el recién llegado ataque aéreo. El encofrado de hor- migón con una capa superior de tierra y piedras protegen parcialmente de la caída de proyectiles enemigos, pero otras defensas efectivas son el enmascaramiento comentado antes y el reducido tamaño de las zonas del conjunto que quedan más expuestas, como las conexiones entre búnkeres. Antes exponíamos el problema que suponía la escasa anchura de las galerías, que se convierte en un acierto en cuanto a la defensa aérea. La tecnología no había logrado conseguir la precisión necesaria en la aviación para acertar en estos puntos débiles. Los núcleos urbanos se convierten en uno de los puntos principales que sufren el acoso de la aviación. En muchos lugares se aprovecharon bodegas o sótanos ya creados para resguardarse de la injusta agresión, pero que sucumbirían ante un ataque aéreo. Por ello, los civiles, ajenos a la contienda, debían de construir fortificaciones subterráneas. Villargordo, pese a ser una zona estratégica para el paso de la aviación, no cuenta con ningún espacio defensivo de estas características, quizá por el poco interés en desarro- llarlas al tratarse de una población muy reducida comparándolo con Utiel o Requena.

MODELOS ANTERIORES DE FORTIFICACIÓN MODERNA Con la llegada de la Revolución Industrial, surge en Europa una fuerte compe- tencia entre países debido a los nuevos modos de producción. El avance de las armas de fuego y, al mismo tiempo, el incremento en el número de personas implicadas en la batalla, impuso nuevas servidumbres a las fortificaciones que se tuvieron que adaptar a las nuevas circunstancias del combate entre los siglos XIX y XX. A la hora de fortificar se tendría en cuenta conflictos anteriores. La guerra franco-

152 - OLEANA 30 Víctor Hernández Ochando prusiana dio lugar a un nuevo planteamiento que permitía una mejor defensa y maniobra de las tropas al reducir la vulnerabilidad de las obras mediante la discontinuidad de las fortificaciones. Este sistema de regiones o elementos fortificados independientes perdura hasta mediados del siglo XX y tiene una gran importancia en ambas guerras mundiales y en nuestra Guerra Civil. La I Guerra Mundial se caracteriza por la guerra de posiciones o de trincheras y por el uso del fuego que arrasaba a los ejércitos que se lanzaban al ataque. Pese a construir abundantes y complejas redes de trincheras por Europa noroccidental, no siempre fueron bien complementadas. A veces no había demasiadas líneas de defensa y las diferentes fortificaciones defensivas estaban demasiado aisladas entre ellas y mal defendidas. Finalmente se quedaron obsoletas con la evolución de la artillería y la aparición de las armas químicas, los tanques y la aviación. La necesidad de expandirse para la defensa da lugar a la creación de diferentes zonas organizadas por su función: la de combate o reforzada, la de repliegue y la de descanso, además de diferentes líneas de observación y trincheras para la resistencia. Las construcciones del Romeroso recogen, en un primer análisis, varias influencias de épocas anteriores como la discontinuidad de las fortificaciones y su posible diversidad de funciones. En cambio, no se ajusta en ciertos aspectos como la defensa tanto por su lejana posición de la zona de paso del enemigo, como por su falta de espacios para la protección de los búnkeres.

OTROS SISTEMAS DE FORTIFICACIÓN ESPAÑOLES DURANTE LA GUERRA CIVIL En este apartado centraremos la atención en construcciones del bando republi- cano, ya que su moral queda bien reflejada en la forma de hacer la guerra. Así pues, ellos veían que la clave de la victoria se encontraba en la resistencia y para cumplir su objetivo las fortificaciones son un elemento fundamental y efectivo. La defensa española se nutría en aquel tiempo de planteamientos elaborados en otros ejércitos europeos, que se irían incorporando a su doctrina oficial, especialmente, a partir de 1926 bajo Primo de Rivera en lo relativo a la preparación del terreno de cara a la fortificación. Durante la Guerra Civil esto se cumple debido a la imperiosa necesidad de fortificar grandes sectores de terreno. Este conflicto se ha considerado un “campo de pruebas internacional” donde se enfrentan las grandes ideologías del momento. Stanley Payne ha considerado la Guerra Civil, en contra de la opinión más extendida, una prolongación de la I Guerra Mundial, algo que parcialmente parece confirmar las fortificaciones del Romeroso. Al comienzo de la guerra, la escasez de medios y personal da pie a la improvisación a la hora de construir defensas. De manera general, muchas de éstas, solamente cuentan con una línea de defensa con varias trincheras en las que los combatientes contaban

OLEANA 30 - 153 BÚNKERES DEL ROMEROSO EN LA GUERRA CIVIL (VILLARGORDO DEL CABRIEL) con el espacio suficiente para maniobrar y ocupadas por fortificaciones de vigilancia dispersas. También contaba con espacios en la retaguardia que ejercerían la función de área de descanso o almacén de reservas. Estas fortificaciones eran bastante elementales, aunque contaban con un buen enmascaramiento, zonas de protección contra el fuego y cumplían a la hora de cobijarse de las condiciones climáticas. El inicio de las fortificaciones del Romeroso datarían de finales de 1936 a prin- cipios de 1937, momento histórico en el que Madrid se acabó convirtiendo en un símbolo de la resistencia internacional contra los fascismos tras el completo fracaso de las tropas insurrectas. Posteriormente, los sublevados cambiaron de estrategia y decidie- ron conquistar el norte republicano. Mientras, la retaguardia republicana comenzaba a ser bombardeada en la zona de la costa mediterránea y contaba con el interior como zona de retaguardia. Ante la necesidad de alojar más tropas ante una posible ofensiva desde Madrid o Teruel, se tuvo que planear la construcción de espacios defensivos en Villargordo del Cabriel. Finalmente, las obras militares no se llegaron a terminar. Sin embargo, no se puede comparar el Romeroso con otras construcciones ubi- cadas en zonas de costa, donde el ataque aéreo cobraba mucha importancia, ni con las grandes construcciones realizadas para defender ciudades importantes como Madrid o el Cinturón de Hierro de Bilbao. Hay que enfocarse en las zonas de interior, que al igual que Villargordo, quedaron en la zona de retaguardia republicana como Almansa o la línea XYZ o Matallana. Almansa ocupó una posición estratégica semejante a Villargordo. Realizaron obras de defensa en las zonas altas de los cerros próximos para poder obstaculizar el paso del enemigo ya que ambas poblaciones fueron la puerta de entrada a la zona de costa desde el interior. En cambio, en Almansa se encontraron largas líneas de trinche- ras y búnkeres que contaron con varias cámaras y emplazamientos para el fuego (Gil, 2008, p.150). Mientras, el acceso por Villargordo protege mayoritariamente la zona de Valencia, la entrada por Almansa debe de ser más firme ya que no solo defiende la zona valenciana, sino que evita la conquista de Alicante y Murcia.

CONCLUSIONES Villargordo del Cabriel alberga una singular construcción defensiva de la Guerra Civil, donde se iba a llevar a cabo un proyecto ambicioso que finalmente acabó aban- donado. Este estudio ha reflexionado sobre la ubicación y el porqué de la creación de los búnkeres en relación al contexto histórico y, sobre todo, valorando la información del reconocimiento de campo del Romeroso. Tras el análisis realizado es probable pensar que, de manera complementaria a la función militar, con la construcción de los búnkeres del Romeroso se buscaba impo- ner disciplina social en la localidad. Ante la necesidad de establecer mayor control en nuestra área, dentro de la retaguardia republicana y por lo tanto apartada de los frentes

154 - OLEANA 30 Víctor Hernández Ochando activos durante el inicio de la guerra, el bando republicano quiso remarcar su presencia y poder con la construcción del Romeroso. La técnica, fundamentalmente los materiales de construcción, han sufrido menos variaciones desde el comienzo de la guerra moderna que la táctica. Las fortificaciones se han dispuesto en la superficie con arreglo a la probable ofensiva del enemigo. Sin embargo, el terreno es el factor principal al que obedecer cuando se construye, pero quienes realmente marcan las pautas de lo posible son la política y la economía, según Clausewitz. Pese a estar incluido en el catálogo de bienes inmuebles de etnología de la Co- munidad Valenciana, es necesario atender este patrimonio ya que desde su abandono no ha gozado de ningún tipo de protección ni de una apropiada puesta en valor. Estas infraestructuras se han señalizado de manera incorrecta ya que los conjuntos militares situados en el Romeroso no responden a la denominación de trincheras3. Las galerías que unen los búnkeres no pueden desempeñar la función de trinchera pese a ser excavaciones defensivas. Es por ello que se propone la rectificación y adecuada señalización como “Búnkeres del Romeroso” o “Construcciones defensivas del Romeroso” distinguiendo entre los tres sectores que lo componen. Además, su ubicación en medio del monte y el paso del tiempo han deteriorado estas infraestructuras. Las paredes de los búnkeres están muy dañadas por la acción de la humedad y algunos accesos están desgastados por la erosión mientras que otros están bloqueados por la maleza o la sedimentación. La administración debe tomar las medidas oportunas para realizar una intervención, respetuosa con el patrimonio y su entorno, favorecer la difusión de la zona y facilitar el acceso al turismo, más cuando el Romeroso se encuentra en una zona de gran atractivo paisajístico como es el Parque Natural de las Hoces del Cabriel. Al no haberse llegado a utilizar durante la contienda, puede que el Romeroso no tenga tanta repercusión en estudios sobre la Guerra Civil, al contrario que otras estruc- turas de la comarca como los aeródromos de Camporrobles o Utiel. Esto no significa que el conjunto del Romeroso tenga escaso valor histórico. Sin duda alguna, es único en su género y no debe dejarse que caiga en el olvido ya que, de cualquier manera, es una pequeña parte de la historia de la localidad.

TRABAJO AUDIOVISUAL COMPLEMENTARIO En el artículo se han descrito ampliamente las construcciones del Romeroso y su entorno junto algunas fotografías y mapas, pero la mejor manera de acercar al público un trabajo cuya base es un análisis geográfico era en forma de documental audiovisual. Gabriel Arribas Revert, compañero en este estudio, fue el encargado de realizar un pequeño vídeo explicativo que presentase las construcciones que se estaban tratando

3 Según la RAE, trinchera se define como “Zanja defensiva que permite disparar a cubierto del enemigo”

OLEANA 30 - 155 BÚNKERES DEL ROMEROSO EN LA GUERRA CIVIL (VILLARGORDO DEL CABRIEL) en un lenguaje entendido por todos. Dicho documental se encuentra online en la pla- taforma Vimeo en el enlace proporcionado más abajo, al cual también se puede acceder por el código QR o través del navegador Google buscando “Búnkeres del Romeroso en la Guerra Civil” y pinchando en el enlace de Vimeo. El resultado compensó sobradamente las dificultades que encontramos a la hora de rodar, pues fue complicado mostrar un terreno tan grande y complejo de manera clara y llamativa. A estas complicaciones, se sumaron la dificultad de acceso en algunas de las construcciones y, sobre todo, la falta de luz dentro de las mismas. Pero, sin duda alguna, el resultado habla por sí mismo: el trabajo fue más que satisfactorio y muy bien recibido.

https://vimeo.com/garrivert/bunkeresromeroso

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FUENTES ARCHIVÍSTICAS Archivo Municipal de Villargordo del Cabriel: Actas 1937, Libros de actas (1936-1937), Expedientes generales de quintas (1936-1937), Revisiones de reemplazo (1936- 1937), Relaciones de soldados (1936-1937).

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