<<

HISTORIA DE LA GEOLOGÍA Historia «terrestre» de los meteoritos caídos en () el 6 de diciembre de 1866

Carlos M. Escorza El seguimiento de las piezas caídas en Cangas de Onís Licenciado en CC. Geológicas. Museo es un asunto complejo debido a la cantidad y amplia distri­ Nacional de Ciencias Naturales. CSIC. . bución que han tenido después de su llegada a la Tierra, Los datos y noticias que están relacionados con este meteorito Jorge Ordaz forman ya un conjunto de acontecimientos que después de Licenciado en CC- Geológicas. De­ partamento de Geología. Universidad de más de 130 años de su caída conviene actualizar en síntesis. . También se recogen aquí los resultados más destacados referentes a las características que los estudios analíticos Luis Alcalá han concluido sobre su evolución cósmica. Licenciado en CC. Geológicas. Museo Nacional de Ciencias Naturales. CSIC. Madrid. os meteoritos son testimonios clasificó por Meunier1 como Mesminita. del pasado remoto del Sistema por analogía con el recogido en 1866 L Solar y han llegado hasta noso­ en Saint-Mesmin, o sea, como un oligo- tros de la manera más barata posible: sidereo (con hierro poco abundante), ellos mismos penetran en el campo de constituido por rocas poligénicas, con atracción de la Tierra después de reco­ estructura brechiforme, mezcla de dos rrer durante millones de años inconta­ tipos litológícos principalmente: frag­ bles kilómetros en sus órbitas cósmi­ mentos blancos de montresita cementa­ cas. Los más pequeños se volatilizan a dos por una pasta obscura de limericki- su paso por la atmósfera, los de mayor la (Meunier, 1873). La densidad es de: tamaño la atraviesan y caen a la super­ 3,7044 g/cm3 (Figura 1). ficie de nuestro planeta; muchos en el Los análisis modales presentados mar. otros en áreas continentales des­ por Williams et al. (1985) muestran que pobladas y sólo para una minoría de consiste en un 60 ± 5% en volumen de ellos se da la casualidad de que sean clastos angulosos, con tamaños mayores vistos en su impacto final, lo cual per­ o iguales a 2 mm de tipo H6. y en 40 ± mite que sean recogidos. Así que pue­ 5 % de matriz clástica con tamaños me­ de parecer algo excepcional el hecho nores a 2 mm. Contiene olivino de tipo de que en 1866 este fenómeno suce­ Fa18 (Mason, 1963). Los olivinos (Fa19) diera en un área de la geografía espa­ y piroxenos con bajo contenido de Ca ñola como Asturias, donde las condi­ (Fs17Wo14) son homogéneos tanto en la ciones climáticas y orográficas parecen matriz como en los clastos. Sin embar­ ir en contra de que este tipo de fenó­ go, en la matriz hay cóndrulos en un es­ menos puedan ser detectados. Excep- tado de recristalización menor que en los cionalidad que no es sólo aplicable a clastos, recordando la textura de las con­ este suceso sino que también se ve in­ dritas tipo H5. crementada por haber ocurrido otros dos más durante el mismo siglo, uno anterior, en 1856 en Oviedo, y otro 1 Meunier propuso una tabla de clasifica­ posterior, en Muros de durante ción 'taxonómica', es decir al estilo de las que se establecían en la determinación de una especie el año 1888. en el campo de la biología, con nombres propios que respondían a una secuencia de presencia o El meteorito de Cangas de Onís se no de determinados minerales o estructuras.

Tierra y Tecnología nº19 - 1999 HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Tiempo y lugar de los hechos

La mañana del 6 de diciembre de 1866 estaba lúcida y soleada en Astu­ ; en Oviedo a las 9 de mañana la presión atmosférica era de 746,77 mm, la temperatura de 7°C y la humedad re­ lativa del 95% (, 1874). Entre las diez y media y las once horas2, los habitantes de Cangas de Onís y de las aldeas circundantes en un radio de 2 a 4 km oyeron un ruido proveniente del cielo parecido 'al de una locomotora'. Los que pudieron dirigir su mirada al cielo vieron con toda nitidez cómo una nube blanquecina se venía rápidamen­ te hacia ellos desde el Norte, 'arrojan­ Figura 1. Distribución porcentual de la composición química del meteorito de Cangas de Onis según los resultados y nomenclatura dr Luanco (1874). do chispas', es decir fragmentos del meteorito principal, que cayeron al sue­ lo. Las que impactaron cerca de lugares La edad de este meteorito, según tancias para que en el futuro puedan habitados fueron recogidas y algunas refleja su contenido en U-Th-He, es ser conocidas. Así pues, con este tra­ de ellas estaban todavía calientes. de 2,17 x 10^9 años (Wasson & Wang, bajo pretendemos actualizar la infor­ Aunque el fenómeno fue observa­ 1991). mación que se dispone sobre el suceso, do por numerosas personas, no hay no­ Williams el al., (1985) proponen sobre la localización y la variación de ticias fidedignas sobre los datos de su una sugestiva historia primigenia para el la ubicación de las muestras recogidas trayectoria durante su paso por la at­ meteorito de Cangas de Onís: (1) un con­ entonces y conocer lo que queda de mósfera. Según las observaciones que junto planetesimal de tipo H6 es enri­ esas piedras caídas en Cangas de Onís pudo recoger Manuel González Rubín, quecido por otros aglomerados planete- hace más de 130 años. entonces farmacéutico de Cangas de simales tipo H3, H4 y H5, dando lugar a Onís, el meteoro marchaba de Norte a un cuerpo mayor diferenciado que se en­ Sur y el ruido se oyó más intensamen­ frió a distintas velocidades y profundida - Clasificaciones te en varios punios distantes de Cangas des; (2) este cuerpo después estuvo A lo largo del tiempo los meteori­ que en la propia ; él mismo dice sometido a diferentes impactos de alta tos, sobre todo los caídos en siglos pa­ no haber oído nada desde el interior de energía que provocaron una redistribu­ sados, han tenido distintas denomina­ su farmacia, donde en esos momentos ción de su masa según el campo gravita- ciones según Las clasificaciones que en se encontraba (Figura 2). torio; (3) el material tipo H6 pudo llegar cada momento se han aceptado como Manuel González Rubín se intere­ así desde diferentes profundidades hasta más modernas. Algunos de los nuevos só de una manera especial por este cerca de la superficie por diferentes frag­ datos que iban recogiéndose aportaban suceso y fue a diversos lugares de la mentaciones y reagrupamientos gravita- criterios más precisos, así que no es región para recoger información y ma­ cionales; (4) nuevos impactos redistribu­ extraño encontrar variaciones en la no­ terial. A través del seguimiento que yeron este material H6 por el regolíto. menclatura y en las agrupación que de hizo es posible saber que cayeron di­ Se han figurado cuatro fotografías forma progresiva se hacen para estas versas piezas en Olicío, Villa, Parda, de la observación al microscopio de lá­ rocas. En nuestro caso, el meteorito de Hortigosa y Canaliegos, lugares lodos minas transparentes, por Frías Cangas de Onís ha sido clasificado co­ ellos pertenecientes a la de et al. (1989), donde se señalan fenóme­ mo: oligosidereo, poligénico, brechi- San Martín de . En estas vi­ nos de poligonalización como proba­ forme: Mesminita (Meunier, 1873); li- llas diversos vecinos habían recogido blemente debidos al propio impacto de tito, tipo cañelita (Fernández Navarro, pequeños ejemplares 'el que más de caída la Tierra (op. cit. lám. II-B). 1923); siderolito típico (Llarena, 1938); un cuarterón' hasta un total de 16 esporasidereo oligosidereo (Pérez A pesar de todos los cuidados y la (carta de 20 de diciembre de 1866. en: Mateos, 1954); condrita gris brechoide buena disposición de la sociedad a Luanco. 1874, p. 90) con pesos entre (Pokrzywnicki, 1964); condrila gris, mirar estas rocas como algo insólito y 920 y 115 g, que González Rubín pen­ brechificada polimíctica (Horback y merecedoras de su permanente buena saba enviar a León Salmean, catedráti- conservación, el devenir de los aconte­ Olsen, 1965); condrila gris, brechifi- cimientos humanos altera por uno u cada (Tucek, 1968); condrita olivíni- otro motivo esta intención ideal. De tal co-bronzítica H5 (Hoppe, 1975); con­ manera que las piedras meteoríticas drita rica en olivino y bronzita, H5 2 Es curioso señalar que el mismo comuni­ desde que caen a nuestro planeta se (Graham el al. 1985); brecha regolílica cante, M. González Rubín, señale como hora las condrílica, H (Williams et al. 1985); 11 horas en su carta del 11 de enero de 1867, y ven afectadas por las vicisitudes de la las 10:30 horas en la carta de 5 de noviembre de historia misma de los pueblos. Cree­ condrila rica en olivino y bronzita 1872 (En: Luanco, 1874, p:91 y 93), lo cual qui­ mos que en este, como en otros casos, (Martínez et al. 1988); regolito brechi- zá provoca que Luanco no sepa bien a que dato ficado, H5(Brearly, 1997). quedarse y escriba 'a las diez y media... poco es conveniente reflejar estas circuns­ más o menos'.

nº19- 1999- Tierra y Tecnología 39 Historia «terrestre» de los meteoritos caídos en Cangas de Onís

Material de este ejemplar, que pesaba 4 onzas, lo tenía el farmacéutico González Ru­ La caída fue bín y fue entregado por su hijo Pio a múltiple y es uno Salmean (González Rubín, 1866; en: de los sucesos de Luanco, 1874). La masa principal de este tipo ocurridos este meteorito fue entregada al Alcal­ en España en los de de Cangas de Onís quien el sábado que se ha podido 15 de diciembre de 1866 lo envió a confirmar la reco­ Oviedo para el Gobernador de Asturias gida de un notable (Cortés, carta de 20 de diciembre de número de frag­ 1866. en: Luanco. 1874, p. 90); éste a mentos. En carta de su vez lo entregó al Rector de la Uni­ 4 de noviembre de versidad 'para que lo colocase en el 1872 dirigida a Gabinete de Historia Natural' que es Luanco indica que donde se encontraba en 1873 (Luanco, el total de piezas 1874). recogidas hasta en­ En el Museo Nacional de Ciencias tonces había sido Naturales (MNCN) no hay referencia de 36 que significa, de esta pieza hasta que se cita como de si no hay error tipo­ su pertenencia en el Catálogo de Fer­ gráfico, que duran­ nández Navarro (1923). En la actuali­ te los siguientes dad Se encuentra en el MNCN, pesa seis años desde que 10.500 g y sus medidas son 19 x 19 x cayó el meteorito 18 cm (Figura 3). había encontrado veinte piezas más. CdO-2: Cayó en un caserío cerca­ no a Cangas de Onís y fue adquirido A continuación por Benito Carriedo, de la misma villa, se describen los es­ quien se Jo regaló al abogado y escritor pecímenes que se José Melendreras, de Oviedo, que a su pueden llegar a di­ vez lo depositó 'condicionalmente' en ferenciar por los el Gabinete de Historia Natural de esa escritos dejados: ciudad, institución universitaria creada CdO-l: Es el en 1846 y que, precisamente en los mayor de los frag­ años de la caída del meteorito, estaba Figura 2. Mapa de la distribución de las caídas de fragmentos mentos que se en­ pasando una etapa de cierto letargo localizados. La elipse pequeña engloba, en una interpretación contraron, cayó jun­ (Martínez Álvarez y Ordaz, 1981), menos arriesgada, los lugares en los que se llene certeza de io a un arroyo muy Esta pieza es la segunda en tama­ haber caído meteoritos. La elipse más grande abarca una región cerca de las que en­ ño, pesó 11 libras, (unos 5.000 g). Con mayor y recoge los lugares anteriores más los puntos en los que se dijo haber visto caer meteoritos; en el mar, 'frente a Ribade- tonces eran las últi­ un peso de 4.600 g y ubicado en Ovie­ sella' según Cortés {en Luanco, 1874. p. 88). Ambas elipses mas casas de Can­ do debe de ser el mencionado en un Señalan, y parecen confirmar algunas de las observaciones que gas de Onís. Al manuscrito de Fernández Navarro en entonces se hicieron, que La trayectoria fue casi norte-sur y en impactar sobre una 1923 (Archivo, MNCN). También en ese sentido de marcha. roca de arenisca su parte exterior está recubierto por dejó en ella una una costra negra con remaglictos, con huella negra. Esta­ granos metálicos y a decir de Luanco co de Historia Natural de la Universi­ ba aún caliente cuando fue recogido en (1874): 'es el ejemplar más perfecto y dad de Oviedo, por medio de su hijo la Riega de San Antonio y todavía per­ acabado de todos los recogidos'. Pío, estudiante en dicha universidad. manecía caliente cuando fue reconoci­ También, y como curiosidad, An­ Una de las piezas recogidas era 'del ta­ do por González Rubín. Pesaba 24,5 li­ tonio Cortés señala (en Luanco, 1874, maño de una naranja' y había troncha­ bras, o sea 11.270 g y no se pudo evitar p. 88} que en este meteorito 'se nota la do una rama gruesa de higuera (en: que, por la curiosidad despertada por el rareza de tener un 6 de relieve perfec­ Luanco. 1874. p. 94). fenómeno, fuera a su vez fraccionado tamente marcado de una pulgada esca­ Al tenerse noticia del suceso en a golpes de martillo en trozos, quedan­ sa de largo: como fue el día 6 el día en Oviedo, Salmean, entonces también do la pieza en 10.812 g. Su forma es que cayeron dio mucho que hablar a Rector de la Universidad, escribió a oval, con 255 mm de diámetro mayor los milagreros'. y 163 mm en la dimensión menor, pre­ sus amigos y vecinos de Cangas de Esta pieza, junto con CdO-1 y pro­ senta en la superficie una costra exter­ Onís; Antonio Cortés, el citado farma­ bablemente otras3, ha padecido una se- céutico y su hermano José González. na sembrada de granos metálicos y huellas en canales (remaglictos) debi­ Rubín, pidiéndoles datos sobre lo acae­ 3 das al rozamiento y erosión por el ca­ Canella (1903. p: 217) menciona, sin pre­ cido. Los informes que le remitieron cisar el número, la existencia en la Universidad fueron acompañados por algunos ejem­ lor de fricción durante la entrada y pa­ de Oviedo de 'magníficos aerolitos, recogidos en so por La atmósfera terrestre. Un trozo 1866. en el momento de su descensión, muy no­ plares del meteorito. tables por su magnilud y ¡

Tierra y Tecnología nº 19 - 1999 HISTORIA DÉ LA GEOLOGÍA

Daños a los que hay que sumar los ori­ la destinara al Gabinete de Historia ginados en el transcurso de la Guerra Natural de la Universidad de Oviedo. Civil (1936-39), que acabaron por des­ Dicho envío se hizo antes del 20 de di­ truir, expoliar y dispersar lo poco que ciembre de 1866 (Cortés, con esa fe­ aún quedaba de dicho Gabinete (Mar­ cha, en: Luanco, 1874, p. 90). Ahora se tínez y Lastra, 1978). desconoce su paradero. Durante la década de 1950, ocu­ CdO-4: Es el ejemplar que pesó pando la cátedra de Geología de la más de 3 kg con forma irregular, que Universidad de Oviedo el profesor llegó a manos del entonces Goberna­ Noel Llopis Lladó, se recibió una dor de Asturias el cual lo regaló a la carta de la Academia de Ciencias de Universidad de Sevilla. En un manus­ Moscú interesándose por el meteorito crito sin fecha (¿1922?) está anotado de Cangas de Onís. Llopis inmediata­ que en Sevilla hay una pieza de 3.000 g mente inició un seguimiento del mis­ (Archivo, MNCN), Barreiro (1992, p. mo que le llevó a encontrar el ejemplar 311) indica que en ese año se incorpo­ entre los restos almacenados en un ra al MNCN un aerolito de más de 3 kg desván del viejo edificio de la Univer­ caído en 'Holgueras, Cangas de Onís sidad. A partir de ese momento esta (Asturias)', existente hasta entonces en pieza, que se encontraba ya en un de­ la Universidad de Sevilla, con la auto­ licado estado de conservación, pasó a rización de Serafín Sanz y Ayud, cate­ formar parte del Museo de Rocas, Mi­ drático de dicha Universidad. Sin em­ nerales y Fósiles que el propio Llopis bargo en el Libro de Registro (Sign.; Llado había comenzado a organizar en 0239/03, Archivo, MNCN) ni en ese el seno del Instituto de Geología Apli­ año ni otro se recoge esta entrada pro­ cada, organismo por él promovido cedente de Sevilla, por lo que cabe de­ dentro del marco de la Universidad y ducir que el MNCN estaba en contac­ el CSIC. En 1958, coincidiendo con la to con el mencionado catedrático de creación en la Facultad de Oviedo de Sevilla y considerar esa frase de Ba- la Sección de Ciencias Geológicas, di­ rreiro como una intención o un hecho cho Museo es trasladado al inmueble que se supuso entonces inminente pe­ de planta situado en la avenida ro que en la realidad ese envío nunca de Calvo Sotelo (Arribas Jimeno, llegó a producirse por causas que has¬ 1984). En 1960 Llopis Llado se trasla­ ta ahora nos son desconocidas. Actual­ da a la Universidad de Madrid y el mente este meteorito se encuentra en el mencionado Museo es desmantelado, Departamento de Cristalografía, Mine­ pasando sus colecciones a los Depar­ ralogía y Química Agrícola de la Uni­ tamentos entonces existentes en la versidad de Sevilla, según comunica­ Sección de Geológicas. El departa­ ción de su Vicerrector J. M. mento de Petrología y Geoquímica se Piqueros, en junio de 1998. convierte en el depositario de este ya Figura 3, Meteorito que fue recogido en famoso fragmento de aerolito. En CdQ-5: Procede de los diez que Cangas de Onís, CdO-l, según fotogra- 1969 se inaugura en Oviedo el nuevo consiguió reunir Salomín, Magistrado fía actual. A su lado se ha colocada el edificio de las Secciones de Biológicas de la Audiencia de Oviedo. Pesaba dibujo realizado entre 1866 y 1874 por el y Geológicas, en La calle Jesús Arias más de 700 g. En 1874, según Luanco, profesor Romea, de la Escuela de Bellas de Velasco, así que el ejemplar es tras­ ya no se había podido localizar su pa­ Artes de Oviedo (Anales de la Sociedad ladado de nuevo. En 1982 la Sección radero Española de Historia Natural, 3, 1874: de Geológicas se transforma en Facul­ fig. 1). Conservado en el MNCN. CdO-6: Protasio González Solis, tad de Geología de la que pasa a de­ director de 'El Faro Asturiano', adqui­ pender el meteorito. Desde entonces se rió un fragmento de un ejemplar 'cuyo encuentra depositado en el Área de volumen debía ser más que doble' rie de circunstancias, alguna de las Conocimiento de Petrología y Geoquí­ (Luanco, 1874) con peso de 465,5 g cuales ahora son conocidas. En efecto, mica con un peso de 3.278 g y unas del cual se tomaron las muestras nece­ el ejemplar fue depositado por Melen- dimensiones de 16 x 13 x 8 cm. La sarias para Los análisis realizados por dreras en el Gabinete de Historia Na­ pieza está incompleta, notándose que José Ramón Fernández Luanco. EL so- tural de Oviedo donde permaneció ex­ falta material (Figura 4). braole se depositó en el MNCN. Debe puesto muchos años, junto al resto de ser el que consta como del MNCN en la colección de minerales, en el ala CdO-3: Sabemos por Las cartas de el Catálogo de Fernández Navarro norte del edificio histórico de la Uni­ José González Rubín, hermano del ya (1923) con un peso de 422 g. Ahora se versidad de Oviedo. Ese pabellón se citado farmacéutico, y de Antonio Cor­ encuentra en paradero desconocido. incendió a consecuencia de hechos re­ tés, que hubo una pieza de 8 a 10 libras CdO-7: Corresponde al ejemplar lacionados con la revolución de octu­ (entre 3,6 y 4,5 kg.) que fue recogida 'casi único' que el capitán Fernando bre de 1934, perdiéndose la mayor par­ por José González Cuevas con la in­ Echaburu envió a su hermano Luis, ve­ te de los fondos que allí se hallaban. tención de enviarla a Salmean para que cino de Oviedo, que finalmente lo re-

nº 19 - 1999 - Tierra y Tecnología Historia "terrestres" de los meteoritos caídos en Cangas de Onís

años de meteorito procedente de Va­ lladolid. por lo que debemos suponer que de nuevo Barreiro escribe lo que quizá pensaba había ocurrido ante las comunicaciones que posiblemente se habían mantenido entre ambas institu­ ciones hubieran dado sus resultados, pero como sucede con el de Sevilla lo que se puede decir es que esa pieza, según los libros de registro consulta­ dos, no llegó al MNCN. Así que se debe suponer que la pieza se encuen­ tra actualmente en pero de ello no se ha podido conseguir confir­ mación. Figura 5. Fotografía del ejemplar del CdO-10: Es uno de los ejemplares meteorito CdO-12 de Cangas de Onís existente en el Museo de la Universidad que el farmacéutico González Rubín de . envió al rector Salmean. Este dio un ejemplar a su amigo José Elorza. Ge­ neral de Artillería, el cual a su vez lo remitió a Alemania4 (Luanco, 1874, CdO-13 y CdO-14, Por su parte, p. 73). Ahora está en lugar desconocido. González Rubín mandó dos ejemplares CdO-11: De los ejemplares que el a Manuel Rioz de la Pedraja, catedráti­ Figura 4. Fotografía actual (anverso y farmacéutico Manuel González Rubín co de Farmacia de la Universidad de reversa) del ejemplar CdO-2, depositado envió al rector Salmean, éste envió uno Madrid (González Rubín. 7 de enero en la Facultad de Geología de la Univer­ de 1867. en: Luanco, 1874, p. 91). Ac­ sidad de Oviedo. En los dos casos la a la Real Academia de Ciencias de barra de escala tiene una longitud de Madrid. Dicha institución acordó, el 31 tualmente en paraderos desconocidos. 10 cm. Al lado de una de las piezas se ha de enero de 1870, traspasar al MNCN CdO-15: González Rubín envió colocado reducido el dibujo realizado los meteoritos que poseía, entre los un ejemplar a Brasa secretario de la por Romea entre 1866 y 1874 y publicado cuales se encontraba el citado de Can­ Audiencia de Oviedo. Se desconoce su en las Anales de la Sociedad Española de gas de Onís (Barreiro, 1944: p. 317- paradero. Historia Natural, 3, (1874). 318), traslado que fue efectivo el 26 de CdO-16: González Rubín regaló marzo de 1870 (Archivo. MNCN). El un ejemplar a Monreal, ingeniero de ejemplar consta con un peso de 403 g. minas. Se desconoce dónde puede estar galó al Instituto de Enseñanza Media Como perteneciente al MNCN está ahora. citado por Gredilla y Gauna (1886; de Gijón (Junquera Huergo, 9 de no­ CdO-17: González Rubín regaló 1892). Y consta en los Catálogos del viembre de 1872, en: Luanco, 1874. un ejemplar a Bros, promotor fiscal de MNCN de 1906 y 1918 (Archivo. p. 95). Pesaba 148 g. . Ahora en lugar desconocido. MNCN) con ese mismo peso. Actual­ CdO-8: Es el otro ejemplar de 120 g CdO-18 y CdO-19: Cayeron al río mente se encuentra en paradero desco­ que debe de corresponder al que Gonzá­ pero no se encontraron (Cortés, 10 de nocido. lez Rubín envió a Jovellanos. entonces diciembre y 20 de diciembre de 1866, director del Instituto de Enseñanza Me­ CdO-12: De los ejemplares que el en: Luanco. 1874. p. 88 y 90). Ahora dia de Gijón. Este y el ejemplar CdO-7 farmacéutico González Rubín remitió en lugar desconocido, probablemente parece que se perdieron a consecuencia al rector Salmean, éste envió un ejem­ en el mismo río Sella. de la Guerra Civil de 1936-39. plar que pesaba 304 g. a la Universidad CdO-20: pieza que con peso de CdO-9: También procede de los de Santiago (Luanco. 1874, p. 73). Es­ 3.627 g. ofrece Fernández Navarro diez que consiguió reunir Salomín. te ejemplar se encuentra actualmente para intercambio del MNCN y que Magistrado de la Audiencia de Ovie­ en el Museo de Historia Natural 'Luis describe como poliédrica, irregular, do. Lo envió al profesor Sangrador, de Iglesias' de la Universidad de Santiago con corteza en casi toda la superficie la Universidad de Valladolid. Según de Compostela, donde consta efecti­ y medidas de 14 x 12 x 11 cm (Archi­ carta manuscrita (¿de Fernández Na­ vamente como remitido entonces por vo, MNCN). Consta con ese peso en varro?) a Bartolomé, con fecha 18 de León Salmean. Su estado de conserva­ su Catálogo (Fernández Navarro, 1923) febrero de 1923. se menciona en Va­ ción es 'perfecto'. Sus dimensiones como perteneciente al MNCN, seña­ lladolid una masa de este meteorito de son de 5,8 x 4.9 x 4,7 cm y su peso lando que proviene por cambio con la 700 g (Archivo. MNCN). En 1925 el 296,04 g. (García Paz. com. pers. 1998) Universidad de Sevilla: ¿es el CdO-4?, MNCN, según Barreiro (1992, p: 328). (Figura 5), ¿es otra pieza que había en Sevilla?, permuta 'un fragmento del meteorito la confusión en este material queda de Olivenza a cambio de otro de Can­ expuesta pero seguramente serán ne­ gas de Onís', pero lo cierto es que en cesarios más datos hasta poner orden

el libro de registros de esa época 4 El día 7 de enero de 1867 Manuel Goniá- en todo el conjunto. A partir de esa fe­ (Libro, C239/05. Archivo. MNCN) no lez Rubín envió al rector Salmean dos aerolitos, cha ya se pierde su referencia. Ahora hay ninguna entrada de ese ni de otros quizá pudieron ser los aquí denominados como CdO-ll y CdO-l2. se desconoce su paradero.

42 Tierra y Tecnología nº 19 · 1999 HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

últimos parece que en esas fechas ya se desconocía su paradero ¿estaban real­ mente en el MNCN? Si hubiera habido en 1954 cuatro ejemplares suponemos que serían los citados, pero los pesos no se corresponden. Si no hay errata en cuanto al número, entonces se pierde la pista después de 1954 de los ejempla­ res CdO-6, CdO-11 y CdO-20. En un documento de la Colección de Meteoritos del MNCN consta que en mayo de 1985 en virtud del Conve­ nio de Cooperación Científica entre el MNCN y las universidades de New y Houston se llevaron a USA 37,8 g. siendo devuelta a cambio una lámina delgada. En el catálogo más moderno de Graham et al (1985) se indica la cifra de 14,8 kg, que debemos suponer es la tomada de Prior (1927) antes mencio­ Figura 6. Litografía publicada por Meunier (1873) de uno de los fragmentos del meteo­ nado. rito de Cangas de Onís. En la revisión efectuada por King et al. (1986) la cifra que se presenta co­ mo existente en el MNCN es de 10.500 g. en una sola pieza. Y la misma canti­ Además, otras personas debieron chiva, MNCN). Procedencia: M, Gon­ dad se indica en Martínez Frías et al. recoger otra serie de fragmentos en nú­ zález Rubín. Salmean, Real Academia (1989), que coincide asimismo con la mero y cantidad desconocidas. También de Ciencias de Madrid, MNCN. actual que figura en la Base de Datos se dice que pudo haber caído algún frag­ Según las referencias citadas, esta de la Colección de meteoritos del mento en el mar, fíente a habría sido la única pieza de Cangas de MNCN. (Cortés, 10 de diciembre de 1866; en Onís existente en el MNCN hasta 1918. Universidad de Oviedo: Dos ejem­ Luanco. 1874. p. 88). Incluso se da no­ aunque esta conclusión está en contra­ plares de 10.812 g. y 4.600 g. (Faura ticia de que en el río Sella había caído un dicción con el dato de que el 21 de abril y Sans, 1922); 15.000 g. (Graham et meteorito que 'dicen parecía un hombre de 1903 consta una salida del MNCN al. 1985). que bajaba dando vueltas por el aire' de 53,65 g. del meteorito de Cangas de Actualmente sólo el CdO-2 se en­ (M. González Rubín. 11 de enero de Onís por intercambio (Libro, 0239/03). cuentra en el Área de Conocimiento de 1867, en: Luanco, 1874, p. 92). No hay indicación acerca de si se trata Petrología y Geoquímica de la Facultad Paluzíe Borrell (1951) menciona de un fragmento o una pieza entera de Ciencias, su peso es de 3.278 g. y que de todos los caídos sólo se conser­ Tampoco se indica su destino, pero su sus dimensiones 16 x 13 x 8 cm. vaban entonces 18 ejemplares, con un peso coincide prácticamente con una de Universidad ds Valladolid: 700 g. peso total de 22.509 g. De la relación las existentes en el Fieldiana Museo de (Faura y Sans, 1922). Para detalles ver anteriormente expuesta se obtienen Historia Natural, en Chicago. pieza: CdO-9. unas cifras totales que varían entre Los En su Catálogo de 1923 Fernández Universidad de Santiago de Com¬ 29.837 g. que al menos se sabe fueron Navarro indica que en el MNCN había póstela. Museo de Historia Natural recogidos y los 17.774,04 g. tres fragmentos con los siguientes pesos: 'Pablo Iglesias': 304 g (Faura y Sans, 10.812 g., 3.627 g. y 422 g., es decir un 1922.C). Actualmente en dicha institu­ Distribución del materia! total de 14.861 g. En la relación de ción se encuentra la pieza que aquí se Prior (1927) se indica que el MNCN ha denominado como CdO-12. con Haciendo uso de la lectura tanto tiene un total de 14.800 g., cifra que es 296.04 g. y dimensiones de 5.8 x 4.9 x del material de Archivo como de los el redondeo del mencionado tota!. 4,7 cm (com. pers. de su directora C. Catálogos publicados y de los datos in­ La lectura de lo que dice Pérez García Paz). sertados en Internet, han sido actuali­ Mateos (1954) al referirse a este meteo­ Universidad de Sevilla: un ejem­ zadas de manera notable las anteriores rito introduce una doble confusión, plar de 3.000 g. (Faura y Sans. 1922; reseñas de la distribución de piezas y dice: 'Peso total de los cuatro frag­ Graham et al. 1985). fragmentos del meteorito de Cangas de mentos que se conservan en el Museo Museo Nacional de Historia Natu- Onís. de Madrid. 10.633 kilogramos'. La ci­ ral, París: 1.470 g (Graham et al. 1985); Museo Nacional de Ciencias Na­ fra en cuanto al peso debe ser errónea 1.897,004 g (Web: www.mnhn.fr turales. Madrid; ya que sólo el del ejemplar CdO-1. la 1998). Provenientes de: D'Aguilas; El CdO-11 es una pieza de 403 g. superaba con sus 10.812 g.; y al decir Salomín; Colección de Lacroix y de la (Gredilla y Gauna. 1886; 1892; Catá­ que existían cuatro ¿podían ser CdO-1. Colección Vésignié que los dona en logo Manuscrito de 1906 y 1918. Ar­ CdO-6, CdO-11 y CdO-20? los tres 1969 (Figura 6).

nº 19 - 1999 - Tierra y Tecnología 43 Historia "terrestre" de los meteoritos caídos en Cangas de Onís

Departamento de Mineralogía. Conclusión Hoppe, G. (1975): Gesamtkatalog der in der Deutschen Demokratischen Republik vor- Universidad de Wroclaw (Polonia): 1 g. handenen Meteorite. Wissenchaftliche (Pokrzywnicki. 1964) En general, las rocas meteoríticas Zeitschrift der Humboldt-Universitat zu Museo Nacional. Praga: 28 g. (Tu- que no son recogidas por el hombre se Berlin. Math. Nat. . XXIV. 521-564 Horback, H. and Olsen, E.J.(1965): Catalog of cek, 1963). Fragmento de forma triangu¬ ven sometidas a los inevitables proce­ the collection of meteorites in Chicago Na­ lar. formaba parte del interior de un sos naturales que harán que se incor­ tural History Museum. Fieldiana: Geology. ejemplar. Dimensiones: 49 x 33 x 17 cm. poren a los depósitos que se estén for­ 15.3,175-319. Chicago. King, E. A.; San Miguel A.; Casanova, I y Keil, Museo de Historia Natural, Lon- mando en al área de caída o bien sean K. (1986): Inventory of the meteorite co­ dres: Dos fragmentos: 204 g + 89 g. fraccionados y degradados por los fe­ llection of the Museo Nacional de Ciencia (Graham et al. 1985). El de 204 g. ya nómenos de transporte, erosión, etc a Naturales, C.S.I.C. Madrid. . Meteo- ritics. 21, 2, 193-197. estaba allí en 1925 (Prior, 1927). que ineludiblemente se verán afectados Llarena. J. G. de (1938): Meteor-Fälle auf der Museo de la Universidad. Bonn: nada más llegar al suelo. La historia de Pyrenäen-Halbinsel. Natur und Volk. 68. 16,4 g (Faura y Sans, 1922), las piezas meteoríticas que cayeron en 1,8-15 Luanco, J.R. (1874): Descripción y análisis de Museo de Mineralogía. Universi­ las proximidades de Cangas de Onís en los aerolitos que cayeron en el distrito de dad de Roma: desde 1973, 1,1 g (Web: diciembre de 1866 son un buen ejem­ Cangas de Onís (Asturias). Anales de la musmin.uniroma1.it/meteor). plo para mostrar que además de en Sociedad Española de Historia Natural, 3, 69-95.+ Lám. IX. Observatorio del Vaticano. Castel aquéllos, estas rocas se ven involucra­ Martínez Álvarez, J.L. y Ordaz, J. (1981): Al­ Gandolfo: Dos fragmentos: 46 g + 12 g. das en sucesos históricos que, como en gunos datos sobre el antiguo Gabinete de (Salvatori et al. 1984). muchas otras causas, ofrecen dos face­ Historia Natural de la Universidad de Ovie­ do. Boletín de la Real Sociedad Española de Museo Imperial. Viena: 114 g tas opuestas ya que es responsabilidad Historia Natural (Actas), 79. 26-30. Madrid-

(Faura y Sansh 1922); ¿? (Pérez Ma­ del hombre su desaparición y también Martínez Frías, J.: García Guinea, J. y Benito teos, 1954). de su conservación. García. R. (1989): Los meteoritos. Mundo Científico, 93, 742-749. Museo de Historia Natural. Buda- A los largo de estos más de 130 Martínez, J. L. y Lastra, C. (1978): Historia de pest: 132 g (Graham et al. 1985). años de estar entre nosotros hemos, las enseñanzas de las Ciencias Biológicas en Museo de Drende: 74 g (Faura y quizá por ahora, perdido el control de la Universidad de Oviedo (hasta 1968). Revista de la Facultad de Ciencias, 17-18 y Sans. 1922,c); Hoppe, 1975). al menos un 23 % de la masa que en­ 19. 1-36. Oviedo. Museo de Berlín: 4 g (Hoppe, tonces pudo recogerse. Mason. B. (1963): Olivine composition in chon- 1975), drites. Geochimica et Cosmochimica Acta, 27,10,1011-1023. Geo Greifswald: 55 g (Hoppe, Meunier, S. (1873): Les pierres qui tombent du 1975). ciel. La Nature, 1, 403-408. Fieldiana Museo de Historia Natu­ Paluzíe Borrell, A. (1951): Meteoritos españoles Urania, 225, 1-24. ral. Chicago: Dos fragmentos: 53.5 g Pérez Mateos. J. (1954): Revisión, por análisis + 40,8 g (Horback & Olsen, 1965) Referencias bibliográficas espectroquímico, del estudio de los meteo- ritos españoles que se conservan en el Mu­ Instituto de Meteoritos. Universidad Archivo. MNCN. Documentos sobre Meteoritos. seo Nacional de Ciencias Naturales de Ma­ de Nuevo Mexico: Seis fragmentos y 3 Museo Nacional de Ciencia Naturales, drid. Boletín de la Real Sociedad Española Madrid. láminas delgadas: 32g + 19g + 14.62 g de Historia Natural, 52.97-119. + 5,4 g + 5 g + 4,8 g (Brearly, 1997). Arribas Jimeno. S. (1984): La facultad de Cien­ Pokrzywnicky. J. (1964): Catalogue of meteori- cias de la Universidad de Oviedo (estudio tes in the polish collections (May 1a. 1964). Museo Nacional de Historia Na­ histórico). Servicio de Publicaciones. Uni­ Studia Geologica Polonica, 15, 149-176. tural. Washington: Según Prior (1927) versidad de Oviedo. 791 pp. Warszawa. Barreiro, A. J. (1944): El Museo Nacional de este centro poseía entonces 1.000 g, Prior. G T. (1927): Appendix to the catalogue of Ciencias Naturales. (1771-1900), Madrid meteorites with special reference to those pero o se ha actualizado su peso o ad- represented in the collection of the British quirió después nuevas piezas, pues Barreiro. A, J. (1992): El Museo Nacional de Museum (Natural History). British Mu­ Ciencias Naturales (1771-1935) MNCN. Graham et al. (1985) indican que tie­ seum. . 48 p. Doce Calles 509 págs. Salvatori. R.; Maras. A. and King. E. A. (1984): ne 1.103 g. Canella Secades. F. (1903): Historia de la Uni­ Inventory of the Vatican meteorite collec­ Museo Americano de Historia versidad de Oviedo y noticias de los esta­ tion. Meteoritics, 19, 3, 161-172. blecimientos de enseñanza del distrito. Imp. Tucek. K. (1968): Catalogue of the collection Natural. Nueva York: 3,1 g (Web: Flórez, Gusano y Cía, Oviedo. 791 pp. of meteorites of the National Museum in http://research.amnh.org/earthplan/collects.htm). , F. (1925): Memoria correspondiente a Praga. 1925 de la Colección de Mineralogía del Wason, J. T. and Wang, S. (1991): The histories MNCN. Archivo. Museo nacional de Cien­ Universidad de Harvard: 731 g of ordinary chondrite parent bodies: U. cias Naturales. Th-He age distributions. Meteoritics. 26, (Graham et al. 1985). Faura y Sans, M. (1922): Meteoritos caídos en la 161-167. península ibérica. Ibérica. 27. 314-318. Colección Ward Coonley. Chica­ Williams, C.V.- Rubín. D.E.; Keil, K. and San go: 54 g (Faura y Sans, 1922). Fernández Navarro. L. (1923): Los meteoritos Miguel, A. (1985): Petrology of the Cangas del Museo de Madrid Boletín de la Real So­ de Onis and Nulles regolith breccias: impli- Universidad Cristiana de Texas: ciedad Española de Historia Natural. 23, calions for parent body history. Meteoritics, 224-233. dos piezas de 228 g + 72,9 g (Web: ge­ 20, 2, 331-345. Graham. A L. et al 1985). Catalogue of Mete- owww.geo.tcu.edu/moning.html). orites. British Museum (Natural History). El total de piezas reseñadas en este 460 pp. apartado suma un total de 22.814,66 g, Gredilla y Gauna. A.F. (1886): Noticia sobre los valor que, salvo pérdidas no controla­ meteoritos que existen en algunos Museos y lista de los que hay en el de Madrid Anales Agradecimientos. das u error, se puede decir que es la de la Sociedad Española de Historia Natu¬ A Carlota García Paz, Directora del ral Actas. 15, 41-45. Madrid cantidad de material de este meteorito Museo de Historia Natural 'Luis iglesias' Gredilla y Gauna, A.F.: (1892): Estudio sobre que se conserva en distintas institucio­ de la Universidad de Santiago de Com- los meteoritos. Escuela Tipográfica del Hos­ nes de diversos países. picio. Madrid. 128 pp. postela.

Tierra y Tecnología nº19 - 1999