Cuad. Soco Esp. Cien. For. 11: 135-143(2001) «3" Reunión Ordenación de Montes»

EL INTENTO FRUSTRADO DE ORDENACIÓN FORESTAL EN LOS MONTES UNIVERSALES

Ma José Franchés Careaga*,Amador MarÍn Gutiérrez* & Álvaro Hernández Jiménez*'

*Naturaleza y Tecnología Aplicada, S.L. c/.León Felipe 16, local 2, 50015 ZARAGOZA. Tfno: 976 730017, Fax: 976730112 e-mail: [email protected] .

1. RÁPIDA CARACTERIZACIÓN DE des extensiones de pino albar, mayoritaria­ LA COMARCA mente sobre calizas, si bien son de mejor calidad los pinares que se asientan sobre La comarca de Montes Universales se sitúa cuarcitas y pizarras, pino negral (Pinus al oeste de la provincia de Ternel, lindando nigra), mezclado con el anterior o en masas con Cuenca y Guadalajara. Ocupa 153.000 puras, y pino rodeno (Pinus pinaster) en las ha, en las que se engloban tanto el macizo de zonas más bajas, sobre areniscas. Además Montes Universales como el Rodeno. existen importantes extensiones de sabinares , Geológicamente destaca la gran presencia de albares (Juniperus thurijera), algunos de gran calizas jurásicas, entre las que afloran cuarci­ valor pero poco conocidos (Saldón), y muy tas en los zócalos de la Sierra del Tremedal y escasas representaciones de melojares areniscas triásicas. La geomorfología da (Quercus pyrenaica) y rebollares. lugar a relieves invertidos con altas muelas calizas llanas y barrancos y hoces profunda­ La densidad de población es una de las más mente excavadas. Es además un nudo hidro­ bajas de toda Europa, menos de 3,9 habitan­ lógico de primer orden, separación de aguas tes por km2 en 1990, con una población total atlánticas y mediterráneas, en el que nacen el que no llega a 4.000 personas. El sector eco­ Tajo, el Cabriel, y el o el Turia. nómico más importante es el primario, y den­ El piso bioclimático con mayor extensión t:;s tro de él destaca la ganadería, además de las el supramediterráneo superior, con inclusio­ serrerías, concentradas en y nes del oro mediterráneo, en correspondencia del Tremedal principalmente. La con las altitudes, que varían entre los 900 y agricultura se ve dificultada tanto por el los 1.900 m. El clima es mediterráneo de clima como por el relieve. En los últimos montaña, con fuerte continentalidad y máxi­ años ha tomado fuerza el turismo, sobre todo mos pluviométricos en las zonas más altas en Albarracín, localidad cabecera de la del orden de 1.000 - 1.100 mm. Vegetaciones comarca. potenciales en el piso supramediterráneo de melojar o rebollar según los sustratos (en la comarca se denomina rebollo a Quercus fagi­ 2. HISTORIA ANTERIOR A LAS nea), y de pinar claro de pino albar (Pinus ORDENACIONES sylvestris) con chaparra o sabina rastrera (Juniperus sabina). El primer aspecto que debe tenerse en cuenta a la hora de la ordenación de estos En la actualidad se halla poblada de gran- montes es su propia historia, y cómo ésta ha

135 M.J. FRANCHÉS & al «El intento frustrado de Ordenación forestal en los Montes Universales» conducido a las actuales características de la las abandone por tres años cumplidos ("mien­ propiedad forestal. Surgida en el siglo XIII tras no entren los tomillos"). como Universidad de Santa María de Se parte así de una situación de intensa Albarracín, la actual Ciudad y Comunidad de roturación y aprovechamiento de los montes, Albarracín conserva una estructura que data que seguramente ha conducido a una expan­ del siglo XVII, no siendo raros términos sión antrópica del pinar a costa de las cupulí• municipales totalmente formados por montes feras, cuyo consumo para leñas, tanto en los de utilidad pública de pertenencia municipal, caso de Moscardón o Noguera, o bien forma­ hogares como en las ferrerías, así como su desmonte para crear campos de labor ha dis­ dos por montes de u.P. y grandes fincas de minuido notablemente la extensión que ocu­ propiedad privada, totalmente rodeados por pan, quedando muy escasos ejemplos en la montes de u.P. pertenecientes a Ciudad y comarca de rebollares o melojares puros, Comunidad y que constituyen término muni­ sobreviviendo sobre todo el melojo como cipal de Albarracín. Esta estructura de orga­ substrato arbustivo en el pinar de albar, y en nización del territorio ha condicionado a 10 mucha menor medida el rebollo salpicado en largo de los siglos, junto a 10 extremo del el pinar de negral. clima, la principal actividad agraria de la comarca: el pastoreo de ganado ovino, y por En el siglo XIX el carboneo con destino a extensión al resto de las relaciones entre los ferrerías y hogares sigue siendo una actividad pueblos. de gran peso, mientras que la explotación de madera comienza a conocer un destino En el medievo se asienta en Albarracín una comercial hacia el litoral levantino. Sin cultura rural y agraria con fuerte base en la embargo es la escasa incidencia del proceso ganadería, que a 10 largo del tiempo fue desamortizador el hecho más significativo imprimiendo una huella deforestadora en del final de este siglo y principios del En busca de tierras de cultivo y pastos en detri­ xx. la Clasificación de 1859 se incluían ya 33 mento de la superficie boscosa. Además de la montes, llegando su número a 56 en el importancia de la Mesta de Albarracín, (que Catálogo de Montes de Utilidad Pública de en 1781 contaba con 70.000 cabezas trashu­ 1935. Además los predios comunales que se mantes de ovino), en el año 1798 ASSO (en enajenaron fueron en muchas ocasiones QUEROL, 1995) describe así la situación: adquiridos por asociaciones locales de gana­ "Además de los pinos, que abundan en el deros, dando origen a Sociedades de Montes, Tremedal, en , y en la Muela de San Juan, había buenos montes de robles, rebo­ algunas de las cuales ha llegado hasta la actualidad. llos, tejos y rodenos en las cercanías de Frías y Guadalaviar, mas estos han venido muy a Por último debe señalarse también la alta menos por el excesivo consumo de las herre­ incidencia de cortas fraudulentas de madera, rías y la roturación de baldíos que se han que duró hasta la guerra civil. La actuación hecho estos últimos años". Esta roturación de de los "matuteros" llegó a ser tan importante baldíos para dedicarlos a "tierras de pan lle­ que dej ó en suspenso la ordenación del var" o de "panificar" fue muy importante en Grupo Ordenado de Bronchales, dada su alta esta época y afectó de forma desigual a los incidencia. \ montes en función de sus características: así los zócalos cuarcíticos del Tremedal, de poca fertilidad y fuertes pendientes fueron muy 3. ORDENACIÓN FORESTAL poco afectados, mientras que grandes exten­ siones de las muelas calizas, más fértiles y de Existen en la comarca un total de 56 mon­ topografia llana fueron deforestadas. La tes de Utilidad Pública, que abarcan una importancia de las roturaciones fue tal que superficie total de 79.415 ha. De estos 56 aún pervive la costumbre de presumir la montes, 30 han sido objeto de redacción de posesión de las fincas de labor sitas en los un proyecto de ordenación, y suponen un montes a aquel que las cultiva siempre que no total de 46.817 ha, es decir el 59% de la

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superficie total de u.P. Sobre la base de los de cumplimiento por múltiples motivos de la proyectos redactados, la posibilidad de estos planificación anterior decide abordar una montes se cifra en un total de 55.500 metros nueva ordenación, 10 que 10 equipara con el cúbicos anuales, y es necesario remarcar que resto de los montes. únicamente se refieren al 59% de la superfi­ cie total de u.P. Los proyectos de ordenación detectaron principalmente tres problemas comunes a la Los primeros proyectos de ordenación gran mayoría de los montes: datan de la primera década del siglo XX: en - Escasa densidad de la masa como conse­ 1905 se redacta el del Grupo Ordenado de cuencia de las roturaciones y el sobrepas­ Bronchales, en 1906 los de los montes 14 y toreo. De la lectura del Proyecto de 40, y en 1907 el del Grupo del Rodeno. Ordenación del Grupo Ordenado de Posteriormente hay un largo paréntesis hasta Bronchales se obtiene casi la imagen de que se retoma esta actividad a mediados de la una dehesa de pino albar. década de los 50, siendo en el periodo 1960- 1970 cuando se llevan a cabo la mayoría de - Envejecimiento de la masa, como conse­ las ordenaciones. Este proceso vuelve a cuencia de la falta de regeneración. De estancarse a partir del año 1980, en el que se hecho, al hallar balances de las clases de redacta la 1a revisión del monte 24 edad en los últimos proyectos, es típico (ONTAÑÓN, 1980), siendo éste el último caso encontrar un claro déficit de árboles de en que las revisiones son abordadas por la entre 20 y 60 años, lo que pone de mani­ Administración Forestal de la Provincia. En fiesto la falta de regenerados en el 1996 se redacta la 8a Revisión del Grupo momento en que se redactó el grueso de Ordenado de Bronchales (montes 9, 15 y 27) las ordenaciones. (MARÍN, 1996), Y promovidas por los - Artificial falta de calidad y mezcla ínti• Ayuntamientos propietarios en 1999 la 2a ma de edades, debido a los aprovecha­ Revisión del monte 24 (Moscardón) mientos tanto legales como ilegales que se (FRANCHÉS & al., 1998), la 2a Revisión del habían ejecutado tradicionalmente. monte 25 (Noguera) (FRANCHÉS & al., 1999) y el Proyecto de Ordenación del Grupo de Para tratar de paliados en todos los casos se Montes de Frias de Albarracin (montes 18 y propuso la regularización de las masas. A 19), de las cuales hasta el momento única­ grandes rasgos se trataba de ordenaciones mente se ha aprobado la primera, por lo que con los pinos como especies principales, en la actualidad únicamente 4 montes de la método de tramos permanentes con tumos de comarca poseen un proyecto de ordenación 100 a 120 años, períodos de regeneración de en vIgor. 20 ó 24 años (articulación del espacio en cinco tramos), y tratamientos de cortas a En general, los proyectos de ordenación se hecho o aclareo sucesivo uniforme. Los crite­ aplicaron hasta principios-mediados de los rios para asignar destino a los tramos forma­ años ochenta, momento en el cual son aban­ dos en cada caso es 10 que realmente diferen­ donados. Por ello, se puede concluir que en la cia a los proyectos, bien en orden decreciente mayor parte de los montes de la comarca úni­ de existencias (primer destino al tramo más camente se concluyó, en el mejor de los casos dotado), bien en orden creciente (sobre todo el primer período, no siendo raro tampoco en el caso de importantes rasos en los que se que la 1a revisión, redactada a la conclusión proponía la repoblación), en cuyo caso la del primer semiperíodo, ya no se llevara a corta de árboles extracortables fue importan­ efecto. A esto viene a sumarse la particular te en los primeros años de puesta en marcha casuística de los montes con ordenaciones de la ordenación. más antiguas: el Grupo del Rodeno fue pro­ tegido declarándose Paisaje Protegido, mien­ Como logros de las ordenaciones merecen tras que en el Grupo Ordenado de Bronchales citarse el incremento de existencias que se el autor de la 5a Revisión (1957) ante la falta detecta en general, (en los 90 años transcurri-

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~- Volumen (rW) /// 1997 800000 -¡ /' 1867 ...... r-- 1/ 1 --

700000 1961 ~ f------': r-- 1 1 600000 t> ~ ¡--- - ~/,/' 500000 ¡--- 1942 !--- - ~//' 1 4 400000 1931 I 1907/~ t--- -- c--- - ¡---

300000 -~ ~ t--- ~ - ¡---

200000 ,/ ~ t--- c---: - r--

100000 / r--- - - ~ t7 / o ¡ , 1 I I ¡ 1I , ' I 1907 1911 1915 1919 1923 1927 1931 1935 1939 1943 1947 1951 1955 1959 1963 1967 1971 1975 1979 1983 1987 1991 1995 Ano

Gráfico 1. Evolución del volumen maderable con corteza en el Grupo Ordenado de Bronchales. 1907-1997

dos entre el primer y el último inventario en conflictos, y tanto los habitantes como las el Grupo Ordenado de Bronchales las exis­ entidades locales siempre estuvieron en desa­ tencias en volumen se han multiplicado por cuerdo con los métodos de corta a hecho, 2,4 pasando de 314.000 a 767.000 m3 sin cor­ tanto por los acotados (que nunca han sido teza, gráfico 1), el comienzo de la realización respetados) como por asociarlos con tilla de verdaderas cortas de mejora (clareos y cla­ sobreexplotación del monte. De hecho en los ras), la racionalización de las cortas de rege­ años sesenta no fueron raras las ocasiones en neración, abandonándose la falsa entresaca, y que los Ayuntamientos propietarios no cele­ la dotación de infraestructuras viarias. Debe braron subastas como forma de impedir este matizarse, no obstante, que en muchos casos tratamiento. el aumento de existencias está influido por la Sin embargo, la práctica por ellos preferida despoblación habida en el último siglo, sien­ de la falsa entresaca dirigida a los mejores do en parte consecuencia del aumento de la árboles (no suelen concebir cortas de más de superficie arbolada como resultado de la "dos árboles por metro"), pone en peligro la colonización por parte del pinar de fincas calidad de la masa, e incluso, en casos extre­ agrícolas abandonadas. Así en un cuartel del mos su persistencia al dejar en el monte árbo­ monte 24 de 800 ha de superficie, estimamos les raquíticos y dominados. Los efectos de que en algún momento fueron cultivadas del esta forma de actuar se suelen poner patentes orden de 400 ha, siendo la superficie actual al realizar estudios de edad sobre el arbolado de las labores agrícolas de 30 ha. dominante, faltando generalmente parcelas Como principal punto negativo, a nuestro de avanzada edad y buena calidad, ausencia juicio, destaca fuertemente el haberse obvia­ debida a las cortas y no a la calidad de esta­ do el hecho de que la ganadería constituía la ción, que se revela mejor en edades menos principal fuente de recursos económicos de la avanzadas. Por otra parte, la ejecución de las población, lo que ha sido siempre motivo de ordenaciones, que llevó casi a rajatabla la eli-

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33r------T------~----~------~------r_----_T------~----~------~----~ aUdad 29

24 -1------+------+------+------7'-+

21 1______+ ______-:::t~::::~:--~_~--¡---1 aUdad 17 ~ 18 -1------+------+----~<___O., ~::::--~--;;;;.;;;-- ~--, ------1 :~~ _____ ~_ __~_~ _ .J ____ t~dad 14 __ ~ 15~------_+------+.~~- j - 1- , 12 i --=•--- •------IL --- --t. - 9 t------_+-- . . +---+----¡------­ I 6 .- --f------f------¡---.------

o~----~------4-----~------~------+_----_+------4_----~------~----~ o w ~ w w ~ m ~ 160 180 200 Edad (81108)

Gráfico 2. Calidad de las parcelas de inventario en el monte 19 según las curvas de calidad de las Tablas de Producción del Pino silvestre en la Sierra de Guadarrama minación del arbolado extracortable, vino a todavía quedan fajas en pie sin cortar perte­ sumarse a esta forma de actuar, cuando se necientes a los tramos 1 cuando deberíamos debería haber intentando desde la ordenación encontrarnos al final del segundo período; en concienciar de la necesidad de cortas más el monte 19 prácticamente se terminó la rege­ racionales, 10 que sí se ha conseguido en cier­ neración de los tramos 1 (salvo las últimas ta medida con clareos y claras. En el gráfico fajas de corta, que no fueron repobladas), y 2, se observa esta situación de falta de masas ya no se ejecutaron más cortas de reproduc­ de elevada calidad y edad en el monte 19 ción, etc. (Frías de Albarracín), uno de los mejores de la comarca junto a los montes 2 (Ciudad y El gráfico 3, en el que se muestran las cor­ Comunidad), 9 (Bronchales) y 25 (Noguera), tas de madera ejecutadas en el monte n° 25 de así como la comparación de la calidad de éste UP (Noguera de Albarracín) en el período con las curvas de calidad para el pino silves­ 1937-1998, es esclarecedor: tre en el Guadarrama. - En el período anterior a la redacción del Se puede afirmar, aún en contra de algunas Proyecto de Ordenación se realizaban cor­ creencias más o menos extendidas, que el tas de escasa entidad, motivadas bien por método de tramos permanentes no ha funcio­ daños (derribos, incendios o plagas), bien nado en los Montes Universales, principal­ mediante una falsa entresaca dirigida a los mente debido a su abandono tras no más de mejores pies de la masa, lo que se pone de 20 años de puesta en práctica. Así, los ejem­ manifiesto por el alto volumen medio del plos son múltiples: en el Grupo Ordenado de pie aprovechado. Los valores extraordina­ Bronchales, tras casi un siglo de la redacción rios registrados en los años 1941, 1942 y de la ordenación, aún existen zonas de los tra­ 1954 fueron debidos respectivamente a mos 11 en los que no se han efectuado cortas importantes derribos por el viento, la saca de regeneración; en el monte 25 (Noguera) de madera quemada' tras un incendio y a

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18.000 ,.------.------I I 16.000 t------...... -1 I 14.000 I ---.. --...... _- ·····---····i I ¡-+-N° pies ¡ 1 12.000 -----Hr------II-a-v total t--· .. .., t-----.-- .. L •.• ____ I != i 1: 10.000 t----.-...... -.-- ..__ ._ ...... _---+-1 .__ ._-_._--_.. _.. _ ..... -. __ ...... _.j I I., 8.000 .------.....----/--t-. -_.",¡ i :ii 6.000 " ...... ---- ...... -

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Gráfico 3. Evolución de los aprovechamientos en el monte 25. 1937-1998

una grave plaga de Lymantria monacha, años 80, en los que se pone de manifiesto que de hecho obligó al apeo de numerosos el relativo abandono de las pautas marca­ pies durante varios años. Si se ignoran los das en la 10 Revisión, vigente entre 1975 Y años 1954 y 1955, muy condicionados por 1987 (año en el que se alcanza el mínimo esta última circunstancia, entre 1937 Y valor en esta época). Entre los años 1963 y 1962, el promedio anual de árboles apro­ 1975 (primer semiperiodo), los valores vechados fue de 1.481, representando un medios de los aprovechamientos alcanza­ volumen con corteza de 805 m3. ron los 8.847 pies por año, con un volu­ men con corteza de 3.422 m 3, mientras - La redacción del Proyecto de Ordenación que en el segundo semiperiodo (años 1976 en 1962 y su puesta en marcha tuvieron a 1987) descendieron a 5.338 pies y un como consecuencia un incremento inme­ volumen de 3.116 m3, con una clara ten­ diato de los volúmenes aprovechados, dencia descendente. Paradójicamente la tanto por la racionalización de las cortas posibilidad establecida en el Proyecto de como por la actuación sobre arbolado Ordenación era de 2.900 m3 sin corteza, extracortable. Junto a las cortas continuas, que se ejecutó en su totalidad, mientras el inicio de los trabajos de clareos tras la que en la 1a Revisión se elevaba hasta los consecución de regenerados deja sentir sus 4.000 m3 sin corteza, cantidad que ya no efectos en el volumen medio del pie apro­ se ha alcanzado en ningún momento. vechado (mayor separación de las curvas en el gráfico), si bien el ritmo de las cor­ -A partir del año 1987, lapso de tiempo en tas tanto en número de pies como en volu­ que el monte ha carecido de planificación men total aprovechado no decae hasta en vigor, las cuantías de los aprovecha­ finales de la década de los 70 y primeros mientos se incrementan, si bien de una

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forma errática, sin mostrar una tendencia que forman mangas entre los distintos térmi­ preponderante, y en la mayor parte de las nos municipales, a veces de menos de un ocasiones condicionadas por la alta pro­ metro de ancho). porción de árboles secos extraídos. El número anual medio de pies extraídos fue de 4.282 y su volumen con corteza de 4. FUTURO DE LAS ORDENACIONES 3.111 m 3. Destaca en este período el volu­ men medio del árbol aprovechado, que Las características actuales de las masas y ronda los 0,75 m 3/pie, únicamente compa­ las nuevas demandas exigen tender a ordena­ rable a las dos primeras décadas del perío• ciones por tramo móvil, a la búsqueda de do total estudiado. masas semirregulares, mediante cortas por Por otra parte, los métodos de corta a bosquetes, lo más sencillas posibles dada la hecho, sobre todo en los pinares calizos, no imposibilidad de una gestión minuciosa. consiguen una satisfactoria regeneración Además es obligada una segregación anterior natural, habiendo sido muy importantes los tanto de cuarteles ganaderos, incluso sacrifi­ esfuerzos en ayudas y repoblaciones de los cando zonas con buenas características para tramos en destino. Generalmente se laborea­ la producción de madera, como de zonas bael suelo, se sembraba piñón, e incluso se donde la especie principal sean cupulíferas. plantaba sobre líneas de subsolado profundo, Los condicionantes a los que deben enfren­ no consiguiendo aún así regenerados de ele­ tarse los proyectos son idénticos a los men­ vada densidad, 10 que ha generado zonas de cionados anteriormente, si bien con 40 años árboles ramudos y con altos espaciamientos, más de envejecimiento, 10 que en determina­ que algunos lugareños denominan despecti­ das ocasiones lleva a laderas enteras a estar vamente ''pinos como naranjos". Esto con­ pobladas por masas de muy elevada edad trasta fuertemente con regeneraciones natura­ (140-180 años), al borde de la decrepitud bio­ les tras la corta de lotes o subastas marcados lógica, y fácil pasto de insectos como Ips en zonas de elevada edad y buenas caracte­ acuminatus o Lymantria monacha, y sin rísticas de la masa. Si la apertura de la masa haberse conseguido suficientes superficies es suficiente no es raro encontrar placetas de regeneradas. Ello lleva a tramos móviles diseminados o repoblados de hasta 25.000 grandes (K ligeramente superior a 2) que pies/ha, e incluso montes bravos de más de acumulan en tomo al 60% - 65% de las exis­ 5.000 pies/ha. tencias de los cuarteles, con 10 que las posi­ En la actualidad, la gestión de estos montes bilidades suelen ser muy elevadas, en una se encuentra políticamente desatendida y es época en que los ayuntamientos propietarios imposible que la única Ingeniera encargada son reacios a cortar madera. de los mismos pueda atender las importantes El abandono de las ordenaciones ha gene­ necesidades selvÍcolas y dasocráticas de una rado además una desorganización de las comarca de 70.000 hectáreas, gran parte de masas al crear una clase de edad que en la ellas arboladas. La falta de personal técnico y actualidad tiene entre 20 y 50 años, y no una de guardería, la falta de una ordenación auto­ clase de edad de O a 20 años. Por otra parte, nómica del territorio, la ausencia de unas las superficies designadas para repoblaciones directrices sectoriales, la imposibilidad de normalmente no han sido plantadas, todo 10 atajar el despoblamiento, la falta de dotación cual contribuye a que se manifieste una presupuestaria, etc., son condicionantes patente falta de regeneración. generales en todo Aragón que influyen nega­ tivam~nte en la gestión diaria de los montes, Es evidente que aunque no se deseara pro­ a los que viene a unirse las peculiaridades de ducir madera, las necesidades selvícolas de la propiedad forestal de la comarca, con cón• los montes son tales que la posibilidad en los tinuos desacuerdos entre Albarracín y el resto próximos años va a ser en todos los casos ele­ de los pueblos (además de las caóticas for­ vadas, por 10 que es necesario un importante mas de los montes de Ciudad y Comunidad, esfuerzo de comunicación entre los gestores

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Tabla 1

ORDENACION la REVISIÓN 2° REVISIÓN MONTE m3/ha año m3/año m3/ha año m3/año m3/ha año m3/año 19 2,54 4.070 2,22 3.580 2,26 3.470 24 0,92 1.761 0,90 1.450 1,99 3.050 25 1,32 2.900 1,82 4.000 1,56 3.000 y las entidades locales, que bien por falta de de UP. n° 24 "El Masegar" de Moscardón. necesidad, bien por preferir los hipotéticos Documento inédito. ingresos debidos al hmsmo, cada vez ponen FRANCHÉS CAREAGA, M.I & HERNÁNDEZ más pegas a las cortas. JIMÉNEZ, A. (NTA, SL), 1999. Segunda revi­ Aún tras segregar superficies y excluir sión del Proyecto de Ordenación del monte grandes zonas de un uso productor de made­ de UF. n° 25 "El Pinar" de Noguera. ra, la tendencia de las posibilidades por hec­ Documento inédito. tárea arbolada es a aumentar o en todo caso a FRANCHÉS CAREAGA, M.I & HERNÁNDEZ mantenerse (Tabla 1). JIMÉNEZ, A. (NTA, SL), 1999. Proyecto de En todo caso, puede afirmarse que los pro­ Ordenación del grupo de montes de Frías de yectos que ya .no se hallan en vigor, se Albarracín. Monte n° 18 "La Dehesa" y encuentran absolutamente caducados, por lo monte n° 19 "El Pinar y Dehesa". que debería acometerse un importante Documento inédito. esfuerzo planificador en los próximos años. HERMIDA CASQUEIRO, P., 1979. Primera revi­ Sin embargo, es evidente que la existencia de sión del Proyecto de Ordenación del monte un Proyecto de Ordenación no implica que un de UP. nO 25 "El Pinar" de Noguera. Distrito monte esté ordenado o en proceso de estarlo. Forestal de Ternel. Ternel. Documento inédi­ De no cambiar la actitud política, sobre todo to. en el terreno de dotación humana y presu­ puestaria, jamás se podrán llevar a cabo ges­ MARÍN GUTIÉRREZ, A., (NTA, SL), 1996. tiones que tiendan a conseguir lo propuesto Proyecto de octava revisión de la ordenación en proyecto planificador alguno. del Grupo Ordenado de Bronchales. Diputación General de Aragón, Servicio Provincial de Medio Ambiente. Ternel. 5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFÍCAS Documento inédito. Asso, I de, (1798). Historia de la economía ONTAÑÓN CARRERA, C., 1980. Primera revi­ política de Aragón. e.S.I.e. y Estación de sión del Proyecto de Ordenación del monte Estudios Pirenaicos. Edición Facsímil. de UP. nO 24 "El Masegar" de Moscardón. Zaragoza, 1947. Citado en QUEROL MON­ Distrito Forestal de Terne 1. Terne 1. TERDE, IV. Documento inédito. BENEDICO MARTÍN, lA., 1975. Primera revi­ QUEROL MONTERDE, IV., 1995. Ecogeografia sión del Proyecto de Ordenación del monte y explotación forestal en las Serranías de de UP. nO 25 "El Pinar" de Noguera de Albarracín y Gudar-Maestrazgo. Albarracín. Distrito Forestal de . Publicaciones del Consejo de Protección de Ternel. Documento inédito. la Naturaleza de Aragón. Zaragoza.

FRANCHÉS CAREAGA, M.I & HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ GARCÍA, F., 1962. Proyecto de JIMÉNEZ, A. (NTA, SL), 1998. Segunda revi­ Ordenación del monte de UP. n° 25 "El sión del Proyecto de Ordenación del monte Pinar" de Noguera de Albarracín. Distrito

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Forestal de Terne!. Terne!. Documento inédi­ RoJO ALBORECA, A & MONTERO GONZÁLEZ, to. G, 1996. El pino silvestre en la Sierra de Guadarrama. M.A.P.A. Madrid. RODRÍGUEZ HESLES, F. 1.968. Proyecto de Ordenación del monte de UP. n° 19 "El VARIOS AUTORES. 1907-1977. Proyecto de Pinar y Dehesa" de Frías de Albarracín. Ordenación y reVlszones del Grupo Distrito Forestal de Terne!. Teruel. Ordenado de Bronchales. Distrito Forestal de Documento inédito. Terne!. Terne!. Documentos inéditos.

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