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Kalakorikos, 9. 2004, pp.: 291-296
EL POBLADO PRERROMANO DE QUEL. LA RIOJA. por
Pilar Pascual Mayoral* Hilario Pascual González Pedro García Ruiz
Resumen Damos a conocer el hallazgo de un yacimiento arqueológico en el Valle del río Cidacos, dentro del término municipal de Quel. Los materiales de superficie confirman la presencia del hombre en este lugar durante la Edad del Bronce y la I Edad del Hierro.
Résumé Nous faisons connaître la trouvaille d´un gisement arqueologique situé dans le vallon du Cidacos à la municipalité de Quel. Les restes arquéologiques y trouvés confirment la présence de l´homme, pendant l´Âge du Bronce et la I Âge du Fer.
INTRODUCCIÓN.
La cita del poblado de Kelle en el voto del Conde Fernán González,1 confirma la existencia de población en este lugar en el siglo X. Su situación geográfica entre Arnedo y Autol lo convierte en testigo de los múltiples conflictos desarrollados en Val de Arnedo, una circunstancia que se prolongará hasta el siglo XII que se consolida la frontera de Castilla y Navarra en el río Ebro2. Un hito importante para Quel, es la fecha de 1470, año en que García Sánchez de Alfaro (“el Viejo”) construye el castillo,3 pues a partir de este momento vamos a encon- trar mejor documentado este estratégico emplazamiento, al menos hasta el año 1614 que se cierra la nómina de Alcaldes y Señores con Diego de Gante y Peralta de Anués.4 La ausencia de noticias anteriores a la presencia árabe en el territorio de Quel, ha- ce que sus orígenes sean asociados con frecuencia a esta secuencia cultural, incluso su
*. Arqueóloga e Investigadora del I.E.R. 1. MADÓZ, P. Diccionario geográfico – estadístico – histórico de España y sus posesiones de ultramar, 1851 (Logroño 1985). 2. RUIZ SOLDEVILLA, V. Historia de Autol, Calahorra 2003, pp 55 – 76. 3. CALATAYUD FERNÁNDEZ, E. “El Castillo de Quel”, Brocar 16, Logroño 1990, pp 71 – 83. 4. MOYA VALGAÑÓN, J.G. et allí; Castillos y fortalezas de La Rioja, Logroño 1992, pp 179 – 184.
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nombre se considera una derivación de la palabra árabe Kaláh, cuyo significado parece ser Castillo5. Los autores de este artículo no pretendemos entrar en un debate toponímico sobre la denominación de este lugar, aunque entendemos que el hallazgo de un asentamiento prerromano junto a su núcleo urbano, ofrece la posibilidad de revisar alguna de las hi- pótesis propuestas en el momento actual. Mientras llegamos a ese punto, esta publicación ha de servir para completar el ca- tálogo de población indígena en la cuenca del río Cidacos, así como para situar el poblado primitivo de Quel en el lugar que le corresponde, es decir, dentro del mapa que forma- ban los asentamientos de las actuales jurisdicciones de Calahorra (poblados de Sorban, La Marcú y otros), Arnedo (San Miguel), Préjano ( El Castejón) o Autol (cerro El Castillo)6.
BRONCE FINAL- PRIMERA EDAD DEL HIERRO.
En el año 1984 publicábamos la Carta Arqueológica del Cidacos, donde quedó re- cogido un amplio catálogo de yacimientos distribuidos a lo largo de esta cuenca7. Las nuevas aportaciones arqueológicas del año 2000 completarán el mapa de po- blación prerromana en este sector de La Rioja Baja, ofreciendo un panorama demográfico bastante aproximado al que pudieron encontrar los romanos a su llegada a la comarca de Calagurris8. Todos estos asentamientos sufrieron procesos diferentes durante este periodo his- tórico. En los casos de La Marcú y Sorbán (Calahorra), la población abandona el castro antes de la romanización; sin embargo, otros no muy lejanos como la Torre de Campo Bajo o Piedra Hincada (Calahorra), continúan habitados hasta el final del Imperio Romano. Existió un tercer grupo de yacimientos en los que pervive la población a lo largo de la Edad Media, posiblemente por razones estratégicas, alcanzando la superposición de culturas el momento actual. Por su importancia histórica destacamos los casos de Calahorra9 y Autol10. En Arnedo sucede algo similar, pues a pesar de ser abandonado el
5. Ibidem, p 182. 6. PASCUAL GONZÁLEZ, H. “De la edad de los metales hasta Roma” La Rioja. Tierra Abierta [C.D. ROM] Logroño 2000, pp. 87-120. 7. PASCUAL MAYORAL, P.PASCUAL GONZÁLEZ, H, Carta arqueológica de La Rioja: I Cidacos, Logroño 1984. 8. PASCUAL GONZÁLEZ, H. “De la edad de los metales hasta Roma” La Rioja. Tierra Abierta [C.D. ROM] Logroño 2000, pp. 87-120. 9. Miscelánea. Arqueología de Calahorra, Calahorra 1991, p. 10 -11. 10. PASCUAL MAYORAL, P.; PASCUAL GONZÁLEZ, H.; RUIZ SOLDEVILLA,V. “El Castillo de Autol”, Kalakorikos 3, Calahorra 1998, pp 217 – 226; RUIZ SOLDEVILLA, V. Historia de Autol, op cit.pp. 17-24
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cerro primitivo11 la población medieval se asienta en las proximidades de aquel castro indígena. Aunque expuesto de manera esquemática, este es el contexto histórico en el que se encuentra el pueblo de Quel, pero será de sus orígenes prerromanos de lo que tratare- mos a continuación (Fig.1).
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO.
El castro de Quel fue descubierto por los autores de este trabajo durante una de las múltiples prospecciones por el valle del Cidacos. En aquella ocasión realizábamos un tra- bajo de investigación en colaboración con el profesor González Blanco sobre los Columbarios de La Rioja12. Al tratarse de un tema diferente no contemplado en aquel trabajo, hemos conside- rado este momento oportuno para su publicación, pues coincide con la posibilidad que nos ofrece la revista Kalakorikos.
CARACTERÍSTICAS DEL POBLADO.
Como otros yacimientos prerromanos de la comarca, el poblado primitivo de Quel se estableció sobre la vega del Cidacos. La primera terraza del río era un lugar idóneo para construir las defensas y su ubicación sobre uno de los pasos naturales le permitía el control del tránsito humano, así como el contacto visual con otros asentamientos de la cuenca; el Cerro San Miguel en Arnedo, el Castejón de Préjano o el cerro Castillo de Autol, y con otros del río Majeco como los del entorno de San Pedro Mártir (Arnedo). El yacimiento primitivo de Quel es un castro de medianas dimensiones, escarpado en su lado sur y de suaves laderas en el resto. Los testimonios arqueológicos más desta- cables aparecen de manera preferente en la cota superior del cerro.
HÁBITAT.
La contínua erosión va dejando al descubierto otros restos arqueológicos de inte- rés, como los muros de las viviendas del poblado, lo cual nos permite saber que eran de planta rectangular, con muros de 0,50 metros de grosor y que fueron construidas con pie- dra y sillarejo del terreno, a modo de mampostería.
11. PASCUAL MAYORAL, P.; PASCUAL GONZÁLEZ, H. Carta arqueológica... op cit, p 26 – 28. 12. GONZÁLEZ BLANCO, A, ed. Los columbarios de La Rioja, Antigüedad y Cristianismo XVI, Murcia 1999.
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Los muros visibles de este poblado pueden coincidir con la tipología arquitectóni- ca del poblado de Sorbán, basado en la construcción de viviendas rectangulares como modelo general, aunque presentó la excepción de una casa circular. Las viviendas de Sorbán fueron construidas con materiales del terreno, y su parte inferior la componía un zócalo sobre el que descansaban las paredes de tapial13.
CULTURA MATERIAL.
Los restos arqueológicos son muy abundantes. Destacan de manera preferente los materiales cerámicos, que aparecen muy castigados debido a la erosión climatológica. Junto a ellos, podemos encontrar también algunos molinos barquiformes (Fig.2). Como puede comprobarse en la figura número dos, se trata de materiales cerámi- cos manufacturados, muy simples y exentos de elementos decorativos. Aparecen cerámicas pulidas y sin pulir, con bordes pertenecientes a formas rectas y exvasadas. Dos modelos cerámicos muy generalizados entre los ajuares del Bronce Final y Primera Edad del Hierro. De manera excepcional algunos fragmentos presentan asas de pezón perforadas, pero su fragmentación nos impide determinar si pertenecen a las formas 1, 5 y 6 de Castiella14. Los bordes se corresponden también con las formas recogidas por esta mis- ma autora. Esta tipología cerámica aparece en otros yacimientos arqueológicos próximos a Quel, entre ellos, La Marcú y Sorbán (Calahorra)15.
CRONOLOGIA.
Las semejanzas que hemos descrito entre algunos elementos tan significativos co- mo la arquitectura del poblado o de sus restos cerámicos, nos permiten pensar que la cronología del poblado prerromano de Quel puede corresponderse (con evidente pru- dencia), con la de Sorbán, cuyas excavaciones arqueológicas, así como los resultados del Carbono 14, sitúan sus orígenes en un segundo momento de la Primera Edad del Hierro. Con una datación provisional entre los siglos VIII – V a. Cristo16. La ausencia de materiales cerámicos elaborados en el torno rápido, así como la de molinos circulares, parece indicar que el asentamiento de Quel se desarrolló durante el
13. GONZÁLEZ BLANCO, A. ET ALLII; El yacimiento de Sorban y la Primera Edad del Hierro en Calahorra, La Rioja. Calahorra 1983, p 20. 14. CASTIELLA RODRÍGUEZ,A. La Edad del Hierro en Navarra y Rioja, Pamplona 1977, fig 178. 15. GONZÁLEZ BLANCO, A. ET ALLII; El yacimiento de Sorban… op cit, pp 22 – 25. 16. GONZÁLEZ BLANCO,A.“Las defensas de Sorban”, XVII C.A.N., Zaragoza 1985, pp. 335-345.
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El poblado prerromano de Quel. La Rioja.
Bronce Final y Primera Edad del Hierro, quedando abandonado antes de consolidarse la fase celtibérica. La población del castro prerromano de Quel pudo buscar un emplazamiento más cómodo en torno al cambio de era, descendiendo a la vega del Cidacos, posiblemente a la zona en la que se encuentra el pueblo actual.
CONCLUSIONES.
El hallazgo de este poblado en las proximidades del núcleo de población de Quel, confirma una vez más la continuidad de culturas desde época prerromana en nuestros pueblos, un fenómeno que habíamos detectado en otros lugares próximos como Calahorra, Autol, Préjano o Arnedo. Constituye también, un nuevo paso en la recuperación del mapa de población del Bronce Final-Primera Edad del Hierro en el Bajo Cidacos y confirma la existencia de un nuevo caso de población con viviendas rectangulares, formando poblados que cuentan con una estructura arquitectónica y una ordenación urbana. Viene a reafirmar una vez más, la existencia de una cultura material generalizada en los diferentes yacimientos de la zona, con ajuares cerámicos cuyas formas y decora- ciones son representativas de este período de Bronce Final- I Edad del Hierro en el valle del Ebro. Nos deja sin contestar algunos interrogantes como el volumen de población asen- tada en este lugar, algo que conoceremos a partir de futuras intervenciones arqueológicas, y ofrece, como ya hemos adelantado, la posibilidad de emprender un estudio sobre la desconocida toponimia indígena de la Comarca Calagurritana. Mientras tanto, con esta publicación queda documentado un nuevo lugar de hábi- tat en la poblada cuenca del Cidacos, un yacimiento arqueológico que por su proximidad al pueblo actual, deberá ser protegido de manera especial ante posibles intervenciones urbanísticas.
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Figura 1.- Localización geográfica de Quel.
Figura 2.- Restos cerámicos del poblado de Quel.
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