Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) Political language and war: a legit quarrel during the Civil War in Peru (1834 – 1836) Linguagem política e guerra: disputas pela legitimidade durante a guerra civil no Peru (1834-1836)

Juan Carlos Arellano González Licenciado en Historia de la Universidad de El presente artículo se desprende del proyec- Valparaíso, magíster en Ciencia Política de la to de investigación para la obtención del título Pontificia Universidad Católica de Chile, can- de doctor “La guerra en Palabras: patriotismo didato a doctor en Historia de la Pontificia y nacionalismo. El discurso bélico en Chile y Universidad Católica de Chile. Profesor ad- Perú durante el siglo xix”, financiado por la junto del Departamento de Sociología y Cien- Vicerrectoría de Investigación y el Instituto cia Política y Director de la Carrera de Ciencia de Historia de la Pontificia Universidad Ca- Política de la Universidad Católica de Temu- tólica de Chile. co, Chile. Correo electrónico: [email protected]

Resumen Abstract Resumo En este artículo se analizarán los discursos po- This article would analyze the political speech- Analisam-se neste artigo os discursos políti- líticos durante la guerra civil que azotó al Perú es during the civil war that beat Peru between cos durante a guerra civil que se alastrou no entre 1834-1835 y que tuvo como principales 1834 and 1836, and that has as principal ac- Peru entre 1834-1835 e teve como principais actores a y publicistas del periodo. tors the commanders and correspondents dur- atores os caudilhos e publicistas do período. La hipótesis de este texto plantea la existen- ing this period. The hypothesis acknowledge A hipótese do presente artigo mostra a exis- cia de un lenguaje político que se puede definir the existence of a political language that can tência de uma linguagem política que pode se como patriótico-republicano, el cual se eviden- be defined as patriotic – republican, and is ev- definir como de patriótico-republicano, o que cia en las arengas de las distintas facciones en ident in the different sides that fight with ei- evidencia-se nas arengas das várias facções be- pugna y la inexistencia de fracturas ideológi- ther a non existent or fragmented ideologies. ligerantes e à ausência de profundas fraturas cas profundas. La investigación se circunscribe The object of the research is to focus on the ideológicas. A pesquisa foi limitada a abor- al enfoque teórico y metodológico de la his- theoretical and methodological sense of polit- dagem teórica e metodológica da história das toria de los lenguajes políticos, que tiene por ical language that would help looking for the línguagens políticas, que visa iluminar o sig- fin iluminar el sentido de los conceptos y las sense, concept and meaning of words, through nificado de conceitos e palavras, através de palabras, por medio de un especial énfasis en a special emphasis in the enunciations condi- uma ênfase sobre as condições de enunciação las condiciones de enunciación de los discur- tions of a political speech. Journals and dis- de discursos políticos. Jornais e proclamações sos políticos. Los periódicos y las proclamas played proclamations published to the public feitas na esfera pública são as fontes para des- ­desplegados en la esfera pública serán las fuen- would be the main material in order to reveal vendar o significado de discursos e conceitos tes para develar el sentido de los discursos y the sense of speeches and political concepts políticos empunhados na época. conceptos políticos esgrimidos en la época. planned at that time period.

Palabras clave Keywords Palavras clave Guerra, lenguaje político, republicanismo, War, political language, republicanism, Guerra, linguagem política, republicanismo, patriotismo patriotism patriotismo Palabras clave descriptor Keywords plus Palavras descriptivas Ciencia política, discursos, republicanismo, Political science, Speeches, Republicanism, Ciência política, discursos, republicanismo, patriotismo Patriotism patriotismo

SICI: 0122-5197(201212)16:33<171:LPYGDL>2.0.TX;2-5

Mem.soc / Bogotá (Colombia), issn 0122-5197, 16 (33): 171-189 / julio-diciembre 2012 / 171

memoria33.indb 171 19/12/12 12:38 La instalación de la república peruana fue bastan- de nociones como patria, república y patriotis- te tardía dentro del ámbito hispanoamericano. mo, considerados claves para invocar, dentro de Cuna del virreinato más poderoso de Sudamé- la esfera pública2, la legitimidad en la arena polí- rica, solo después de la histórica batalla de Aya- tica. Así, la legitimidad era debatida en los espa- cucho, en 1824, y la posterior expulsión de los cios públicos a través de proclamas y periódicos, españoles del Callao, en 1826, este territorio ce- los cuales hacían parte de un entramado lingüís- rró en forma definitiva la sangrienta guerra de tico más amplio que definió las fuentes sobre las independencia. Finalizado este proceso se abrió que se sustenta el poder político. En este sentido, otro igualmente incierto, como lo era la defini- la exhortación a la patria vinculada a las institu- ción del orden y la nueva clase gobernante que ciones y las leyes fue recurrente en los artículos y dirigiría esta emergente asociación política. Con arengas de la época. Dilucidar el significado his- una clase dominante paralizada e incapaz de asu- tórico de este concepto, durante un contexto de mir el protagonismo en esta nueva etapa, se dejó guerra civil, será crucial para descubrir el lengua- el espacio al caudillismo militar que principal- je político que los diferentes actores considera- mente fue “cuartelesco”1. ban legítimo para reclamar el poder. Agustín Gamarra, militar y mestizo, oriundo del En relación a la idea de nación, los principales teó- Cuzco, fue uno de los caudillos que se arrogó el ricos políticos del siglo xviii y xix plantearon derecho de gobernar el Perú. Presidente legítimo la distinción entre la noción de nación política según la Constitución de 1828, Gamarra estable- y cultural3. En esta línea, el politólogo e histo- ció un Gobierno conservador y autoritario entre riador Maurizio Viroli estableció las diferencias 1829 y 1833, marcado por prácticas políticas aje- entre un lenguaje político patriótico y otro na- nas al espíritu republicano. Según lo establecía la cionalista. El patriotismo es parte de un len- Constitución, a fines de 1833 se debía convocar guaje olvidado que tiene su origen en la vieja a la Convención Nacional para la elección del fu- turo presidente. Tal instancia eligió a Luis José 2 Para un interesante análisis historiográfico respecto a la constitu- Orbegoso con la esperanza de construir un Go- ción de los espacios públicos a finales del siglo xvii y principios del xx véase: Guerra. François Xabier Guerra y Annick Lempériè, eds., bierno que se alejará del personalismo de Gama- Los espacios públicos en Iberoamérica: Ambigüedades y proble- rra. Esta elección fue una verdadera provocación mas. Siglos xviii-xix (México: Centro Francés de Estudios Mexi- canos y Centroamericanos/Fondo de Cultura Económica, 1998). al caudillo cusqueño y su grupo más cercano, Estos espacios públicos eran caracterizados por la formación de que, en primera instancia, reconoció la elección una esfera pública que evidenciaba el tránsito de una sociedad tra- de Orbegoso, pero no tardó más de un mes en dicional a una moderna. Este enfoque se distancia de la propuesta teórica de Habermas al plantear que la sociedad Iberoamericana organizar una sublevación para destituirlo. El 4 del siglo xviii y xix no respondían a las categorías de una sociedad de enero 1834 en el Callao, el militar Pedro Ber- moderna pues tenían espacios públicos más bien “híbridos”. múdez –leal a Gamarra– se sublevó dando inicio 3 Esta distinción entre nación política y nación cultural nació del de- bate de algunos teóricos políticos europeos clásicos del siglo xviii a una guerra civil que duró más de cinco años y y xix, pues para esta época se podía subrayar el surgimiento de dos que terminó involucrando a las naciones vecinas. tipos de concebir la nación. Es el caso del teórico político Federico Chabod que en su investigación sugirió dos formas de pensar y En esta atmósfera se desató una guerra de palabras sentir la nación desde el siglo xviii, él las definió como naturalista entre las facciones políticas en pugna, en función y voluntarista, ligada esta última a conceptos más políticos, véa- se: Federico Chabod, La idea de nación (México: Fondo de Cultura de fijar las fuentes de legitimidad sobre las cua- Económica, 1987). A principios de la década de los noventa, el teó- les descansaba el orden político. Es así como los rico político Oscar Godoy diferenció una nación contrato, fruto del espacios públicos fueron invadidos con discursos pensamiento ilustrado liberal, y otra más vinculada a elemento cul- turales, véase: Oscar Godoy, “Idea de nación”, Revista Universitaria, políticos cargados de ideas y metáforas teñidos no. 37 (1992). ; Andrés Blas Guerrero en esta misma línea subrayó la existencia de una nación política y diferenciada de una nación cultural, véase: Andrés Blas Guerrero, “El nacionalismo”, en Historia 1 El historiador Jorge Basadre caracteriza al caudillismo peruano de la Teoría Política, ed. Fernando Vallespín (Madrid: Alianza Edi- principalmente como mestizo y, a diferencia del papel localista y torial, 1991). Todos estos autores coinciden que el siglo xviii fue rural que se ha acentuado en otros países, en el Perú sería princi- clave en el entrecruzamiento de dos ideas de nación, al emerger en palmente militar. Para un examen más profundo sobre el caudillis- el pensamiento político de la época el romanticismo alemán. Algu- mo durante este periodo, véase: Jorge Basadre, La iniciación de la nos filósofos que hicieron parte de este movimiento fueron Herder, república: contribución al estudio de la evolución política y social Fitche, Schlegel y Schiller, ellos se caracterizaron por recalcar la del Perú, vol. 1 (Lima: UNMSM, Fondo Editorial, 2002). individualidad de la lengua como la identidad esencial.

172 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 173

memoria33.indb 172 19/12/12 12:38 tradición republicana romana, que destaca con- política significó el reencuentro con un idea- ceptos tales como “amor a la patria” y “patriotis- rio que apeló a la libertad como principio fun- mo”. En este sentido, el patriota considera como damental de la comunidad política. Si bien es valor fundamental la república y la libertad que cierto que existió un quiebre con el republica- esta asegura. Desde esta perspectiva, el amor a la nismo clásico como forma de gobierno, la ideo- patria adquiere un sentido claramente político e logía republicana perduró como una mixtura de institucional. Por el contrario, el nacionalismo ideas sincréticas que convivieron con el liberalis- es un lenguaje político más reciente que apela mo7. El patriotismo como discurso cohesionador a la cultura, a la etnia o la religión como prin- es uno de los conceptos que permaneció del re- cipios aglutinadores de la nación4. Por esta ra- publicanismo y que fue incorporado en las aren- zón, Viroli plantea que en un contexto de guerra gas guerreras de la primera mitad del siglo xix o tensión política interna: “los enemigos del pa- en el Perú. Por lo mismo, conceptos como re- triotismo republicano son la tiranía, el despotis- pública y libertad son cruciales al momento de mo y la corrupción”, mientras que los enemigos examinar las arengas o discursos presentados en del nacionalismo son “la contaminación cultural, los diferentes espacios públicos. El discurso pa- la heterogeneidad, la impureza racial, y la des- triótico, considerado como parte del pensamien- unión social, política e intelectual”. El naciona- to político republicano, fue utilizado por la elite lismo moderno, entonces, sería para Viroli una política peruana como batería ideológica para re- transformación del lenguaje político republicano clamar la legitimidad del poder en la esfera pú- en las que palabras como amor a la patria “ad- blica. Se subraya, además, que estos discursos se quirieron un nuevo significado, que permitió que ajustaron estratégicamente en función del rum- ideas como unidad cultural o étnica y pureza, de bo del debate público y los acontecimientos po- las que el patriotismo republicano nunca habló” líticos, para esto se aprovechó la larga tradición asumieran un papel central5. del pensamiento republicano en relación al con- En consideración a estos ejes conceptuales, nues- cepto de patria y república. tra hipótesis propone que durante la guerra civil Para el análisis de los discursos emitidos en pe- peruana las distintas facciones en pugna invoca- riódicos, pasquines y proclamas, se hace perti- ron nociones de patria y patriotismo que pueden nente la propuesta metodológica de la Escuela ser interpretadas a la luz del pensamiento polí- de Cambridge, conocida como la historia de los tico republicano6. El rescate de esta concepción lenguajes políticos. Esta se distancia de la clási- ca historia de las ideas que colocaba su atención

4 Esta corriente se vincula al romanticismo alemán que tiene sus exclusivamente en el texto y su autor (textualista) raíces a fines del siglo xviii. o en el contexto en el que se originaba las obras 5 Maurizio Viroli, Por amor a la Patria, un ensayo sobre el patriotis- 8 mo y el nacionalismo (Madrid: Acento Editorial, 1997), 16, 23. (contextualista) . Para este enfoque teórico, las 6 El republicanismo se ha instalado como un enfoque filosófico y político que ha tenido como principal merito rescatar y revitalizar el pensamiento político republicano. Su principal contribución es Silva Henríquez, 2005), Ana María Stuven, “La palabra en armas: mostrar que el ideario republicano ha cumplido un papel crucial, patria y nación en la prensa de la guerra entre Chile y la Confe- en la constitución del pensamiento político moderno, distinguién- deración Perú-Boliviana, 1835-1839”, en La república peregrina: dolo del liberalismo y el nacionalismo. Para una revisión de sus hombre de armas y letras en América del Sur, 1800-1884, ed. Car- principales promotores véase: Quentin Skinner, Los fundamentos men Mc Evoy y Ana María Stuven (Lima: Institut Français d’Études del pensamiento político moderno, vol. 2 (México: Fondo de Cul- Andines (ife)/Instituto de Estudios Peruanos (IEP), 2007). tura Económica, 1985); J.GA. Pocock, El momento maquiavélico: 7 José Antonio Aguilar, “Dos conceptos de república”, en El repu- el pensamiento político florentino y la tradición republicana atlán- blicanismo en Hispanoamérica. Ensayos de historia intelectual, ed. tica (Madrid: Tecnos, 2002); Viroli, Por amor a la Patria. Michael José Antonio Aguilar Rivera y Rafael Rojas (Fondo de Cultura Eco- Sandel, El liberalismo y los límites de la justicia (Barcelona: Gedisa nómica, 2002). Editorial, 2000). Estudios en esta línea investigativa en Latinoa- 8 Para un estudio sobre la historia de las ideas y de los lenguajes mérica véase: José Antonio Aguilar y Rafael Rojas, El republicanis- políticos véase: Quentin Skinner, “Significado y comprensión en mo en Hispanoamérica. Ensayos de historia intelectual y política la historia de las ideas”, Prismas. Revistas de Historia Intelectual, (México: Fondo de Cultura Económica, 2002), Ana María Stuven, no. 4 (2000). Fernando Vallespín, “Aspectos metodológicos en la “Republicanismo y liberalismo en la primera mitad del siglo XIX: historia de la teoría política”, en Historia de la teoría política, ed. ¿hubo proyecto liberal en Chile?”, en Los proyectos nacionales en Fernando Vallespín (Madrid: Alianza, 2000). Mariano A. Di Pascua- el pensamiento político y social chileno del siglo XIX, ed. Sergio le, “Desde la historia de las ideas a la nueva historia intelectual: Grez y Manuel Loyala (Santiago: Ediciones Universidad Católica Retrospectivas y perspectivas. Un mapeo de la cuestión”, Revista

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memoria33.indb 173 19/12/12 12:38 ideas deben ser interpretadas dentro del conjun- Gobierno sin ley, donde el individuo pierde su to de significados lingüísticos en que se origina calidad de ciudadano para convertirse en un es- el texto, para así hacer inteligible la intención del clavo sometido al arbitrio de un solo hombre. El autor. De esta manera, para descubrir las verda- amor a las instituciones y a las leyes fueron fun- deras intenciones del autor es necesario sumer- damentales en la noción de patria. De la misma girse en el mundo de conceptos y convenciones forma, las polaridades para definir las caracterís- de quienes participan del debate público y así ticas de la patria en los discursos políticos de la abrirse al análisis de lo que se define como len- época transitaron entre república y tiranía. En el guajes políticos. lenguaje político del periodo reflotarón perma- La búsqueda de la intención del autor del texto nentemente argumentos que enfatizaron el quie- tiene como premisa que el escribir o decir no bre con los principios republicanos alcanzados en solo tiene como objetivo describir o represen- las guerras de independencia; el establecimiento tar, sino además el de actuar. Por lo tanto, una de de vínculos con el mundo antiguo al declararse los objetivos centrales de este enfoque es com- herederos de la tradición republicana clásica; la prender cómo los autores dialogan con los pro- exaltación de un patriotismo que se declaró de- blemas políticos de su época, mientras le otorgan fensor de las instituciones políticas y la libertad. al lenguaje una acción práctica, es decir, trans- El historiador peruano Cristóbal Aljovín ha señala- formándolo en un hecho político en sí mismo9. do que, durante el periodo de 1821-1845, existió Desde esta mirada, los discursos políticos emiti- en el caudillismo peruano la necesidad de justi- dos en la guerra civil adquieren valores propios ficar sus prácticas políticas con un discurso legi- al ser considerados como una acción en la are- timador constitucional de vertiente liberal. Para na política, lo que ayudaría a distanciarnos de las este autor, la permanente invocación a la Cons- miradas “genealógicas” o “periféricas” de las ideas titución, por parte de los caudillos, se converti- en América Latina10. De esta forma, revisando ría en “actos purificadores del aparato político” los discursos de la época, se descubrirá cuál es el que transformaría la coacción en acto de “violen- verdadero significado que los propios arquitectos cia legítima”11. Esta misma línea es desarrollada del discurso le otorgaron a la noción de patria y por Natalia Sobrevilla al plantear que el consti- su relación con el orden republicano. tucionalismo es, desde la Colonia, una constante en las “batallas por la legitimidad”, ella subraya, 1. Mi caudillo, mi patria: la guerra civil en el además, las influencias de la Ilustración y el libe- Perú ralismo, en concreto la experiencia constitucio- nalista de Cádiz en 181212. El lenguaje político utilizado para legitimar la se- En estas interpretaciones se ha enfatizado la racio- dición en la caótica década del treinta del siglo nalidad instrumental de los discursos conducida xviii fue la exaltación de la tiranía como prin- a legitimar una política práctica y, al mismo tiem- cipal enemigo de la patria. En los discursos de po, se ha negado que el discurso sea una acción aquellos años, el tirano fue definido como el intencionada que merece ser interpretada den- tro de un contexto lingüístico. Esto ha redunda-

Universum 26, no. 1 (2011). Para revisar una crítica a la tradicional do en que la relación entre constitucionalismo y historia de las ideas en Latinoamérica, véase: Elías Palti, El tiempo liberalismo ha sido una constante en las inter- de la política, el siglo xix reconsiderado (Buenos Aires: Siglo Vein- pretaciones sobre los procesos políticos en toda tiuno Editores, 2007). 9 Pascuale, “Desde la historia de las ideas a la nueva historia in- telectual: Retrospectivas y perspectivas. Un mapeo de la cues- tión”, 89-90. 10 La invitación es, entonces, a desentrañar los contextos del debate alejándonos de la clásica historia de las ideas caracterizadas, por 11 Cristóbal Aljovín, Caudillos y constituciones. Perú: 1821-1845 Elias Palti en Latinoamérica, como “genealógica” o siguiendo el (Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú/Fondo de Cultura esquema de “modelos” y “desviaciones” que trae como resultado Económica, 2000), 263-266. la categorización de las ideas políticas dentro de las nociones de 12 Natalia Sobrevilla, “Batallas por la legitimidad: Constitucionalismo modernidad y tradición. Palti, El tiempo de la política, el siglo xix y político en el Perú en el siglo XIX (1812-1860)”, Revista reconsiderado, 23-32. de Indias LXIX, no. 246 (2008).

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memoria33.indb 174 19/12/12 12:38 Hispanoamérica13. No obstante, estas perspecti- les se fundaba el orden político, para esto, en ella vas siguen entrampadas bajo categorías concep- se consideraba crucial la definición de patriotis- tuales predeterminadas que, como dice Roberto mo o patria. Breña, terminan por encontrar “liberalismo en Es así como es posible descubrir cómo la noción de todos y cada uno de los momentos y de las mani- patria estaba vinculada claramente a un orden le- festaciones de la historia política latinoamerica- gal. La tensión presente en la mayoría de los dis- na”. Esta afirmación –dice Breña– que no tiene cursos políticos fue la díada entre la república y ninguna intención de querer negar con esto la tiranía. Por estas razones se explicaría la urgen- presencia del liberalismo, pero que sí invita a una cia del general Bermúdez al argumentar que su revisión en la región14. sublevación, el 4 de enero de 1836, tenía como Por estas razones, resulta interesante revisitar los fin salvar a la capital de los crímenes “espantosos” discursos políticos suscitados a partir de la gue- que presuntamente iba a cometer la administra- rra civil iniciada en 1834 que puso en cuestión, ción de Orbegoso. El general rebelde señaló que en primera instancia, al gobierno de Luis José su misión era barrer con la “administración ilegal” Orbegoso y, luego, al orden legal instaurado en y velar por el respeto a la Constitución, la que a 1828. En este escenario era urgente bañar a las su juicio se había violado. Las palabras de Ber- inestables instituciones políticas de una aureola múdez buscaban presentar su insurrección como de legitimidad, en la que afloraron palabras como una forma de defender la institucionalidad, de- patria y patriotismo, propias de la tradición repu- clarando al Gobierno orbegosista como fuera de blicana. De hecho, José Joaquín Mora, reconoci- la legalidad. No era una rebelión en contra del do intelectual y perteneciente a la clase letrada orden legal, por el contrario, el acto de subversión de la época, comentó respecto a la situación de era interpretado como una forma de defenderlo. política que imperaba en el Perú: En la contraparte, la Convención Nacional, institu- “Para el salaverrino, la patria es Salaverry; para el ción establecida en la Constitución de 1828 para gamarrino, Gamarra. Ello no disimulan así que elegir al presidente, y que había acordado la elec- se tratan de uno a otros de enemigos de la patria, ción de Orbegoso como primer mandatario, decla- y entre sí patriotas”15. Estas palabras, escritas en ró ante la arremetida de Bermúdez y Gamarra que: una carta el 19 de diciembre de 1835, son el re- flejo de la complejidad vivida durante el periodo protestan por la violencia que se ha cometido por la fuerza armada; a cuyos jefes hacen responsables ante de 1834 y 1835, tal vez el más caótico que le tocó la Nación y ante el mundo civilizado, de todos los vivir al Perú después del final de las guerras de in- males que ha de traer a la República el paso violento dependencias16. La acción sediciosa o revoluciona- que han sostenido contra la opinión pública, contra la Constitución del Estado, contra sus ordenanzas parti- ria, presente en esta época, siempre estuvo inserta 17 culares y contra todas las leyes . en un debate público que buscaba definir y esta- blecer los argumentos ideológicos sobre los cua- Más allá de los conflictos armados y militares que se desataron con esta asonada, lo que nos inte- resa observar es la guerra de palabras que defi- 13 Sobre constituciones y liberalismo en Sudamérica véase: Roberto Gargarella, “El periodo fundacional del constitucionalismo sud- nen la relación del ciudadano con la República. americano”, Desarrollo Económico 43, no. 170 (2003); Iván Jaksic La invocación de la legalidad y la defensa de la y Eduardo Posada-Carbó, eds., Liberalismo y poder. Latinoaméri- Constitución es parte de los argumentos de am- ca en el siglo xix (Santiago: Fondo de Cultura Económica, 2011). 14 Roberto Breña, “El liberalismo (hispánico) como categoría de aná- bos bandos. Al establecer los hechos fuera de la lisis histórico; algunas tensiones con la historia de los conceptos legalidad, ambas facciones políticas derivaron en y con la historia de los lenguajes políticos”, en Mito y realidad de la cultura política latinoamericana, ed. Elías Palti (Buenos Aires: un debate en torno a la relación de la Repúbli- Prometeo Libros, 2010). ca y sus leyes con la libertad, el cual terminó es- 15 José de Mesa, José Joaquín de Mora: secretario del Mariscal Andrés de Santa Cruz (La Paz: Academia de Ciencias de Bolivia, tipuló que todo acto que esté en contra del orden 1965), 50. 16 Concepto acuñado por el historiador inglés: Simon Collier, Chile: la construcción de una república 1830-1865, política e ideas (San- 17 Documento publicado en El Genio del Rimac, no. 58, el 8 de febre- tiago: Ediciones Universidad Católica, 2005). ro de 1838. Basadre, La iniciación de, 273.

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memoria33.indb 175 19/12/12 12:38 legal es un atentado directo a la patria. El patrio- Más adelante acusó a Gamarra de ser un hombre tismo, entonces, quedó sujeto a la defensa de las cegado por la ambición y que la virtud de los leyes del orden republicano. “dignos hijos de la Patria” no será corrompida: Tal énfasis se puede encontrar en las arengas gue- rreras manifestadas en Arequipa, luego de recibir Sí, ellos te harán conocer que su honor, su Patria y las leyes, los llama al Ejército Restaurador de las Leyes, la noticia de la insurrección gamarrista. A través y al atravesar con la espada que le entregó la Nación, de las memorias de las revoluciones de Arequipa, tu negro corazón, escribirán con tu sangre sobre tu 19 escritas por Juan Gualberto Valdivia, es posible frío cadáver . recoger con detalle las reacciones de la denomi- nada “ciudad blanca”, partidaria, por ese enton- Lo sostenido se mantendría en la misma línea argu- ces, a la administración de Orbegoso. Según el mental, pero incluyó además, en la relación entre relato de Valdivia se sabe que para debatir la cri- patria y República, la noción de ser un “templo” de sis política por la que atravesaba la República, se la “libertad”. La patria es, entonces, un orden le- reunieron, el 13 de enero de 1834, los miembros gal propio para el ejercicio de la libertad, lengua- de la corte, el Cabildo eclesiástico y secular y las je político propio de la tradición republicana, en personas más notables de la ciudad. Luego de un la cual se convirtió en la fuente del honor político. escueto discurso del general Domingo Nieto a El honor patrio, distinto al hereditario y jerárqui- favor de Orbegoso, se concluyó que: co en tiempos de la Monarquía, lo podía invo- car cualquier ciudadano que conste de méritos y La República acaba de ser infamada por los que te- servicios prestados al nuevo orden legal: la Re- nían más deber de respetarla. Veo la patria, por la cual pública20. La Constitución y las leyes se convier- he derramado mi sangre, al borde del precipicio […]”; luego puso su énfasis en que “Nuestra patria sin leyes, ten en la nueva fuente para reclamar el honor de sin Magistrados, y cubierta de ignominia a presencia un ciudadano. Por lo tanto, no era de extrañar de sus hijos, que han debido defenderla con sus vidas; que las distintas facciones políticas de la épo- hollada, Señores, por hijos bastardos, que no tienen medida para el crimen […]18. ca apelaran en sus discursos para legitimarse a la defensa de la Constitución y la libertad, al ser En las construcciones discursivas, los conceptos de considerados como principios constitutivos de patria y República son entendidos como sinóni- la patria, sobre los que se reclamó el honor y el mos. Aquí la patria es definida como un orden más ferviente patriotismo. político específico, ajeno a todo adjetivo cultural Las palabras pronunciadas por el general Nieto, a o étnico. En estas declaraciones públicas, la patria la salida de la Asamblea que lo nombró prefecto es concebida como el orden legal imperante, co- y comandante militar, retrataron muy bien esta locando estratégicamente a los insurrectos como concepción que persiguió el honor esgrimiendo traidores ajenos a todo espíritu patriótico. ser servidores de la patria. Nieto montó su caba- La prensa vinculada a la administración oficialista llo y, en medio de vivas, se dirigió a la plaza para, replicó las palabras planteadas por las autorida- sombrero en mano, dirigir la siguiente arenga: des de la ciudad. El periódico titulado simbólica- “republicanos ilustres: vuestro ardor patrio imita mente El Republicano celebró lo acordado por los y tal vez supera el de los Espartanos y Atenienses representantes locales: […] República se halla oprimida”, pero el sacri- ficio y el peligro que significa liberarla de su es- La Providencia, que desconocen y deshonran a los ti- tado de opresión será recompensado “por tanto ranos, señaló a Arequipa la gloria de ser la primera honor y porque en este momento, dais un ejem- que proclamase estos nobles sentimientos […] para plo al mundo, de que sois dignos de llamarnos que los peruanos todos se reúnan a custodiar y defen- der el templo augusto de la libertad […].

19 Arturo Villegas, Un decenio de la historia de Arequipa 1830-1840 (Arequipa: Edición Fundación Gloria, 1985), 54. 18 Juan Gualberto Valdivia, Memorias sobre las revoluciones de Are- 20 Sarah Chambers, De súbditos a ciudadanos: honor, género y po- quipa, desde 1834 hasta 1866 (Lima: Imprenta La Opinión Nacio- lítica en Arequipa. 1780-1854 (Lima: Red para el Desarrollo de las nal, 1874), 21. Ciencias Sociales en el Perú, 2003), 206.

176 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 177

memoria33.indb 176 19/12/12 12:38 republicanos”21. Se acusa, entonces, que el orden rey relacionada con la ausencia de leyes y con el republicano se encuentra quebrantado y se invo- abuso de autoridad. ca a sus ciudadanos a salir en su defensa. Esta guerra civil se vivió en diferentes frentes. La Según lo planteado por Viroli, el de Nieto es un victoria alcanzada el veintiocho de enero por las discurso patriótico, ya que apela a las virtudes cí- fuerzas fieles a la administración del presidente vicas sobre las que se funda el honor ciudadano Orbegoso, sólo fue el comienzo de una sangrien- y se sustenta, esencialmente, en el amor a la li- ta guerra. Al sur del Perú Gamarra escribía otra bertad y en la defensa de las instituciones polí- historia al vencer en el Departamento de Are- ticas que velan por su ejercicio. En este discurso, quipa. En la ciudad blanca los vencedores de las virtudes cívicas son el componente cohesio- inmediato se dieron la tarea de publicar una se- nador de la comunidad política. El patriotismo, rie de bandos con la intención de contradecir la entonces, al ser un discurso moral, apelaría a una propaganda enemiga. Los bandos fueron armas pasión artificial, un amor caritativo de sus ciuda- ideológicas para controlar e influir a la opinión danos a sus leyes e instituciones que le permiten de la ciudadanía. Los bandos publicados por Ga- disfrutar la vivere libero. marra informaron, en primer lugar, las acciones Este discurso de carácter patriótico también se fil- que seguirían las nuevas autoridades de la ciudad. tró a los sectores populares de la sociedad perua- La necesidad de mantener un orden legal que fue- na. En la huida de Francisca Zubiaga y Bernales se respetado por la ciudadanía arequipeña mo- la Mariscala, esposa de Gamarra, luego de la de- tivó a que Gamarra señalara que: “No olvidéis rrota de las fuerzas gamarristas y de Bermú- jamás vuestra divisa respeto a la ley y amor al dez en Lima, el recordado 28 de enero 1834, orden”. Existe en el fondo del discurso la fe cie- ­quedó en la memoria colectiva la canción titu- ga en que desde la institucionalidad política “La lada Los apuros de Panchita al salir de esta ciudad. república” se forja la felicidad: “Cooperad con- En ella se advierte la idea persistente, presente en migo a consolidar vuestro reposo, pues que de él los discursos de aquella época, que indica la ley depende vuestra felicidad y ulterior dicha”23. Las como principal bien de la vida pública y sobre la facciones caudillistas, por lo menos ante la opi- cual se funda la libertad y, a su vez, se define el nión pública arequipeña, lucharon por imponer antagonista de esta historia como el tirano, mira- un discurso que las vinculara con los principios das propias de un lenguaje republicano: republicanos imperantes. El contexto lingüísti- co constriñó los discursos políticos de todos los La noche pasada/que el pueblo limano/alzando la actores participes de la esfera pública, que invo- mano/la ley defendió/ley que fue hollada /por Ga- marra odioso /el polvo furioso /morder le obligo […] caban constantemente ser los salvadores o pro- Panchita del diablo/adiós ya no vuelvas/ y ya no re- tectores de las instituciones o las leyes. vuelvas/ el pecho en dolor/ Vive en un establo/pues Esta lógica discursiva condujo a no distinguir entre eres villana/ dejanos tirana/la paz y unión. orden político institucional y el caudillo. La re- tórica patriótica de esta época terminó por asi- En los Loores en honor de los ilustres ciudadanos que milar al caudillo con las instituciones políticas y murieron en la noche del 28 del pasado enero tam- los principios constitutivos de la patria. No es de bién se construye este mismo discurso: “Víctimas extrañar, entonces, que tras el acuerdo de Ma- caras que en el Fausto día/veinte ocho de ene- quiguayo y la victoria alcanzada en Arequipa en ro/temblar hicisteis a la tiranía/presentándole el el mes de mayo por las fuerzas de Orbegoso, se pecho por acero!”. Otra canción aseveraba “Aca- buscó establecer estos triunfos como un hito sig- be Gamarra/ y al punto habrá leyes. / Él, peor 22 nificativo en la tradición republicana peruana. que los reyes/ las quiso humillar” . En esta últi- Por lo mismo, Orbegoso consideró clave la pro- ma podemos percibir que se inserta la figura del mulgación de una nueva carta magna; como era común, se declaró que esto era una forma de salir

21 Valdivia, Memorias sobre las revoluciones de Arequipa, desde 1834 hasta 1866, 21-23. 22 Basadre, La iniciación de, 275-77. 23 Villegas, Un decenio de, 72-73.

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memoria33.indb 177 19/12/12 12:38 del caos y la anarquía dominante, con el fin de seno del olvido; a los hombres ilustrados e ínte- responder a los anhelos de la ciudadanía por el gros […] que rechazarán al torpe adulador ves- orden y por una institucionalidad virtuosa. El ju- tido con la dorada librea de la esclavitud”26. Es al ramento de la Constitución se realizó en junio de imaginario independentista al que se apeló como 1834 bajo un estricto protocolo y una solemne símbolo y reflejo de los principios sobre los cua- ceremonia en la que Orbegoso cumplió un pa- les se fundó la nación. Asimismo, sus represen- pel protagónico24. tantes y depositarios fueron los combatientes de En este rito republicano, Orbegoso se transformó esas luchas por la independencia nacional. Es- en la encarnación del nuevo orden declarándose tos personajes, ubicados en un estatus de supe- como el fundador y, por ende, el principal depo- rioridad moral, fueron los llamados a defender sitario y defensor de sus principios. Este hecho los ideales sobre los que se fundó la República. tendrá repercusiones en el lenguaje revoluciona- Es interesante la reflexión del redactor de este rio republicano que será esgrimido más tarde por periódico, ya que nos acerca a otra característica Felipe Santiago Salaverry y sus partidarios. A di- del republicanismo que inserta al hombre en una ferencia de la sublevación de Bermúdez y Ga- sociedad histórica y concreta, y lo hace participe marra, el motín no será legitimado solo como de ideas y valores comunes27. Las encendidas pa- el derecho a rebelarse ante autoridades tiránicas labras de este publicista limeño, escritas en cla- o antirrepublicanas, sino contra un orden legal ve republicana, serán el vaticinio y principio de la considerado extraño a los cánones fundacionales. argumentación que legitimará un futuro amoti- namiento contra el Gobierno de Orbegoso. 2. La República y la Dictadura: la revolución La tensa calma del Perú fue rota nuevamente el 23 palaciega de Salaverry de febrero de 1835 en el Callao, la sublevación ahora era liderada por el coronel Felipe Santiago La ausencia de legitimidad de las instituciones hacía Salaverry, “hombre de acción y laconismo” y “pe- factible que todo orden fuera cuestionado y de- tulante y ávido de movimiento […] En todo de- clarado como sospechoso o contrario al ideal re- mostraba ser hombre audaz, fuerte y sin temor”28. publicano. En noviembre de 1834, un periódico La insurrección aprovechó la ausencia del presi- de oposición al Gobierno de Orbegoso manifestó dente Orbegoso que se encontraba en el sur, lo su desencanto con los tiempos que vivía el Perú al cual le permitió tomarse la capital con bastan- señalar que “en ninguna época ha sido más odio- te facilidad y declararse jefe supremo de la Re- sa la tarea del escritor público”. Además planteó pública. La prensa opositora a la administración atacar lo defendido por “hordas inmorales”, con la orbegosista no tardó en calificar el hecho como sugerencia de que la Ilustración y el fomento de una “empresa patriótica” y acusó la legitimidad virtudes de los ciudadanos son el camino indica- de la asonada ante una “facción impudentemen- do para emprender esta tarea. Así, este periódico te llamada Convención Nacional –la destrucción señaló que: “Es preciso –ilustrar a los pueblos– del altar sangriento de la venganza erigido por el turbar la paz criminal entre los ciudadanos infe- torpe Orbegoso, en cuyo entorno gemían milla- lices y los mandatarios imbéciles o depravados, y res de víctimas peruanas encadenadas por sucios enseñar cuales son los hombres capaces de hacer extranjeros y mercenarios viles”. Se argumenta el venturosa una nación, digna de serlo […]”25. estado de esclavitud en que se encontraba la na- Existe la convicción en la posibilidad de cambio, pero para ello se necesita a los “soldados de la li- bertad” que son “los patriotas viejos, arrojados al 26 El Voto Nacional [Lima], 3 de noviembre, 1834, 1. 27 Oscar Godoy, “Republicanismo, liberalismo y democracia”, Estu- dios Públicos 99 (2005): 254. Según el teórico político Oscar Go- doy, a diferencia de los republicanos, los teóricos liberales como 24 Decreto del 11 de junio de 1834. Archivo Digital de la Legislación Locke plantean al ser humano en una situación más abstracta Peruana (ADLP), Congreso de la República del Perú. http://www. regida por leyes naturales y que no está enraizado en ninguna congreso.gob.pe/ntley/default.asp (consultado el 13 de diciem- sociedad histórica concreta. bre de 2011). 28 Manuel Bilbao, Historia de Salaverry, 1a. ed. (Buenos Aires: Im- 25 El Voto Nacional [Lima], 3 de noviembre, 1834, 1. prenta Buenos Aires, 1867), 190.

178 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 179

memoria33.indb 178 19/12/12 12:38 ción que es liberada por un salvador: “Él es el sa- ese bien tan preconizado, como apetecido”. En la cerdote escogido del cielo para el gran sacrificio opinión de los redactores de El Voto Nacional, el que debe destruir para siempre vuestra domina- Gobierno de Orbegoso habría “hollado las más ción –él es la esperanza de los buenos– el hijo esenciales del pacto fundamental y burlándose querido de la patria”. de las garantías que conceden al ciudada- Salaverry se convierte en el restaurador de la liber- no”. Ante un escenario político, institucional y tad arrebatada, en el mesías republicano. La li- social calificado como funesto, concluyó su argu- bertad es el principio invocado “entonad himnos, mento afirmando que la única salida para rever- peruanos, al Dios de la libertad. ¡Viva Salaverry, tir tal estado cosas es: mueran los tiranos!”29. El tirano continúa siendo el antagonista de esta historia. De hecho, el mis- Nosotros estamos persuadidos, de que una dictadu- ra ejercida por un jefe ilustrado, es el único medio mo Salaverry en su proclama, a pocas horas de de salvación que queda al Perú. Sólo un dictador pue- asestado el golpe, se arroga la misión salvadora de remover los estorbos casi invencibles que parali- ante un cuadro trágico donde los clamores ciu- zan la marcha del gobierno: sólo él puede operar las reformas importantes que se necesita el país […] por dadanos denunciaron un “patriotismo humilla- último solo un poder dictatorial es capaz de reunir do” y el “honor vulnerado”: “Ahí tenéis el cuadro los fragmentos dispersos y casi destruidos de la aso- aflictivo de vuestra patria […] mío es el sufra- ciación peruana y reorganizar de un modo estable y 32 gio de los patriotas –de ellos las execración de los duradero las instituciones patrias . pueblos”30. El encanto que generó Salaverry le hicieron merecedor, incluso, de una Oda, en la Este argumento podría ser acusado de forma ligera cual se figuraba como un héroe definido como como un discurso claramente antirrepublicano. un “guerrero valeroso” que había derrocado al Sin embargo, la dictadura, como un instrumento “bárbaro tirano” y que con ello “nace una nación excepcional, y muy bien delimitado, también fue gloriosa”31. En esta historia, el héroe republicano una institución política romana que, incluso, lle- 33 era representado por Salaverry quién restituiría gó a rescatar Maquiavelo en sus discursos . De a la nación dentro los principios fundadores de la esta forma, la rebelión de Salaverry es insertada República. El “tirano” es el principal enemigo en en el debate público y en la tradición republica- este imaginario, quien es definido como un po- na clásica, conservando, entonces, los cánones del der arbitrario que destruye la libertad por su des- lenguaje político dominante. Este asalto al poder conocimiento de las leyes. es legitimado por la violación de los ideales sobre Es así como El Voto Nacional, al cual Basadre le los cuales se instauró la República peruana du- atribuye su redacción a Felipe Pardo y Aliaga, rante la Independencia. Con esto también se jus- uno de los intelectuales limeños más destacados tificaría la concentración del poder en manos del y parte de lo más graneado de la elite peruana caudillo, calificando el hecho como una excep- de aquel entonces, argumentaba que Felipe Sa- ción ante las críticas circunstancias en que se en- laverry “impelido por su ardiente amor patrio y contraba la patria. animado por los sentimientos nobles que sólo La imposición de Salaverry como jefe supremo no tienen cabida en almas generosas” había empren- tardaría en concretizar las medidas tendientes dido una “gloriosa” empresa, que se ha arrojado a a reorientar la administración política y econó- salvar las “leyes y las garantías” que al haber sido mica del Perú. Al asumir el mando en Lima, se manipuladas solo “han servido más para ejercer a

su sombra el más duro despotismo”. Además, ex- 32 El Voto Nacional [Lima], 23 de febrero, 1835, 1. clama: “¡Garantías! ¿Cuando hemos gozado de 33 Maquiavelo al respecto señala: “diré que las repúblicas que en los peligros urgentes que no pueden recurrir a un dictador o una au- ellas? Solo las hemos vistos estampadas en pa- toridad semejante, se irán a pique en los momentos difíciles.” Hay pel, pero jamás hemos disfrutados en realidad de que precisar que el mismo Maquiavelo señaló lo peligrosa y nociva que podría ser esta institución para la república, por ello, presenta a la dictadura como una institución para proteger a la república 29 El Voto Nacional [Lima], 23 de febrero, 1835, 1. en situaciones límites, esta entidad debía tener un carácter ex- 30 Bilbao, Historia de Salaverry, 202-205. cepcional y muy delimitado. Nicolás Maquiavelo, Discursos sobre 31 El Voto Nacional [Lima], 10 de marzo, 1835, 1. la primera década de Tito Livio (Madrid: Alianza Editorial, 2000).

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memoria33.indb 179 19/12/12 12:38 encontró con la completa acefalía: las autoridades banderas, y se presta gustoso a derramar su sangre para habían huido y las arcas fiscales se encontraban defender nuestras libertades; ni tampoco al comer- ciante honrado, sea de la parte del mundo que fuere, completamente vacías. Los decretos apuntaron a que con su trabajo e industria atrae a nuestras playas reorganizar tanto el sistema económico, judicial las riquezas y luces de otra naciones, sin mezclarse en 37 y político del país34. Llama la atención que entre bien ni en mal en nuestra cuestiones políticas . sus decretos, el catorce de marzo de 1835 se esta- bleciera que: “todo individuo de cualquier punto En su artículo, El Voto Nacional afina aún más su del globo, es ciudadano del Perú desde el mo- concepto, enfatizando que se debe borrar del dic- mento que pisando su territorio, quiera inscribir- cionario la palabra extranjero con que se ha apo- se en el registro cívico”35. dado al “hijo de América que nació en cualquiera El otorgamiento de la ciudadanía independiente de sus secciones”. El punto de partida de su ar- del lugar de nacimiento es un hecho no menor gumento plantea un origen único que une a los si se piensa en la concepción que hoy existe en americanos, al señalar que: torno al proyecto nacional. El decreto planteaba: Ellos son nuestros hermanos, uno mismo es nuestro “Que la ciudadanía no debe considerarse como origen, religión, legua y costumbres, una es la causa derecho anexo al nacimiento, sino como una pre- de toda la América; iguales los sacrificios heroicos rrogativa que las leyes conceden al hombre hon- que toda ella ha hecho para sacudir el yugo Hispano: juntos han combatido y derramado su sangre por la rado e industrioso”, y señalaba que libertad del nuevo continente: y casi todas las seccio- nes han concurrido a proporcionarse mutuamente la Los Estados Unidos del Norte es la respuesta más independencia38. vigorosa que puede darse a los que animados de un nacionalismo indiscreto, hacen consistir la ventura de la patria en su aislamiento –y el patriotismo en el odio De esta forma, su argumento objeta la idea de una al extranjero; y la prosperidad de aquel pueblo, un es- diversidad de pueblos a partir de diferencias cul- 36 pectáculo digno de imitación . turales, desestima esta tesis y plantea una con- cepción homogénea de Hispanoamérica que Este argumento se dirige a identificar a las leyes y la tiene como lazo fundamental la lucha contra la institucionalidad política como las únicas facul- opresión peninsular. En este sentido, la misión tadas para otorgar la ciudadanía. Los hijos de la de Salaverry es “reedificar el edificio nacional, patria son los que velan por la defensa y prosperi- con la majestuosa estructura de un templo des- dad de la República. Con esto se hace completa- tinado a abrigar la libertad, las garantías y las le- mente a un lado la concepción de patria anidada a yes”. A la luz de esta mirada se pregunta “¿Podrá la pertenencia a una comunidad cultural, religio- ser extranjero para nosotros el Argentino, Chile- sa o étnica, propias del lenguaje nacionalista. Su no o Colombiano que cooperó tan decisivamen- idea de patria es de carácter político al ser conce- te para nuestra independencia?”. Las nociones de bida dentro de un concierto de “pueblos” que se patria fundadas en el lugar de nacimiento son ca- gobiernan bajos los mismos principios, esto alude lificadas de “odiosas”; el origen de la República expresamente a la concepción de comunidad po- peruana no respondería a este fundamento, sino lítica. Esta rechaza claramente una nacionalidad al de la libertad y, por ello, sentencia: “Que el apegada a un nacionalismo que denomina como Perú es la patria de todo hombre libre que quie- “indiscreto” y que solo negaría la prosperidad a la ra vivir sujeto a sus leyes; que solo el vicio es ex- República. Desde esta perspectiva, la noción de tranjero en el Perú”39. extranjero es totalmente alejada de la concepción La libertad política es la principal razón de la exis- que parte del lugar de nacimiento: tencia de las nacientes repúblicas, y el respeto y práctica de los principios republicanos fundacio- Estamos muy lejos de considerar como extranjero al militar valiente y de honor que se alista bajo nuestra nales que amparan esta libertad son los criterios

34 Para su detalle véase: Basadre, La iniciación de, 309. 37 El Voto Nacional [Lima], 12 de marzo, 1835, 1. 35 El Voto Nacional [Lima], 21 de marzo, 1835, 1. 38 El Voto Nacional [Lima], 17 de marzo, 1835, 1. 36 El Voto Nacional [Lima], 21 de marzo, 1835, 1. 39 El Voto Nacional [Lima], 17 de marzo, 1835, 1.

180 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 181

memoria33.indb 180 19/12/12 12:38 utilizados para definir a un extranjero. Con base hay República [ya que] las célebres Repúbli- en este imaginario, las otras repúblicas y sus ciu- cas del mundo con gloria esplendor y fuerza, dadanos son considerados hermanos al tener un solo subsistieron mientras hubo en ellas virtud origen y un pasado común, y solo quien amenace y justicia” clara referencia a la República roma- este orden de cosas puede ser acusado como ex- na42. La virtud cívica era considerada el elemen- tranjero. La revolución palaciega de Salaverry, y to fundamental y constitutivo de la República, las medidas implementadas, son legitimadas con mientras en Trujillo los partidarios de Salaverry base al mismo lenguaje que ha teñido el debate exaltaron la época oscurantista que reinaba bajo político durante este periodo, un lenguaje emi- los anteriores gobiernos: “Cubierto largo tiem- nentemente patriótico. La definición de un otro, po de densas nubes el Sol del Perú […]”. Asi- en este caso del enemigo, se remite al imaginario mismo, ellos sostenían que por fin se barrió con e ideas republicanas con la clara intención de en- esto por una “regeneración” que es caracteriza- capsular como antipatriótica a todo sujeto o fac- da como: “El espectáculo magnífico a la vez que ción que amenace la conservación del poder. tierno de ver esos héroes, cubiertos de honrosas El presidente Orbegoso, participe de este mismo cicatrices reconquistando su patria y sus dere- vocabulario, al momento de enterarse de la suble- chos vilipendiados, por administraciones, tiráni- vación acontecida en Lima, de inmediato, levantó cas o corrompidas”43. La idea de la reconquista una proclama en Arequipa exclamando: “Salve- de la libertad política por ciudadanos virtuosos, mos la Patria o sepultémonos en sus ruinas”. A que enfrentaban a la tiranía y la corrupción, se- través de ella apeló al comportamiento heroico de guiría siendo la justificación central de los sec- la ciudad “el pasado” 13 de enero de 1834, don- tores adherentes a la rebelión de Salaverry, cuya de “arrancaron la patria de manos del tirano”40. La intención era declarar que la sublevación estaba facción orbegosista no trepidó en contrarrestar los inspirada por un espíritu patriótico. discursos emanados desde Lima que pretendían En el otro frente, la situación de Orbegoso se ha- erradicar todo espíritu patriótico del Gobierno cía insostenible dado que más de la mitad de de Orbegoso. De hecho, La Opinión de Arequipa, la nación se encontraba en manos de Salaverry, periódico orbegosista, defendió los mismos argu- mientras que a él solo la ciudad de Arequipa le mentos que apelaban a la historia heroica de la declaraba lealtad. Esto lo obligó a pedir auxilio ciudad, en ellos se la calificaba como “pueblo libre al caudillo que se encontraba al otro lado de “El y enemigo de toda arbitrariedad e infracción a las Desaguadero”: el presidente boliviano Andrés leyes”41. En ambos lados de las trincheras se invo- Santa Cruz44. El tratado entre Orbegoso y Santa carían los principios republicanos de apego a una Cruz fue concretado el 15 de junio 1835, fecha comunidad política arraigada histórica y concre- a partir de la cual se inició el cruce de las tropas tamente; unos para defender el orden legal impe- bolivianas por “El Desaguadero”. rante, por medio de su declaración como fieles a Los discursos oficialistas y revolucionarios, for- los principios republicanos; otros, por medio del mados con base en nociones republicanas, se diagnóstico de un ambiente político y social co- consideraban como legítimos para reclamar rrupto y decadente, naturalmente alejado de los la conservación del poder. Además, no se vislum- ideales fundacionales, se autodenominaron res- bra en el contenido de las arengas de los dife- tauradores y única esperanza. rentes caudillos fracturas ideológicas profundas o En un folletín titulado La Sociedad Filarmónica del

Cuzco, dirigido por Anselmo Centeno, parti- 42 La Sociedad Filarmónica del Cuzco [Cusco], febrero de 1835, 1. dario de Orbegoso, se declaró la necesidad del 43 La Estrella del Norte [Trujillo], 23 de abril, 1835, 3. 44 Para un estudio sobre el origen de la Confederación y Andrés San- “ejercicio y práctica de la virtud [como princi- ta Cruz revisar: Phillip Parkerson, Andrés Santa Cruz y la Confede- pio vital] porque está probado que sin ellos no ración Perú-boliviana 1835-1839 (La Paz: Librería Editorial Juven- tud, 1984). Para revisar una síntesis de la historia política peruana que arroga nuevas interpretaciones sobre el periodo véase: Car- los Contreras y Marcos Cueto, Historia del Perú contemporánea. 40 Villegas, Un decenio de, 104-105. Desde las luchas por la Independencia hasta el presente, 4a. ed. 41 La Opinión de Arequipa [Arequipa], 19 de marzo, 1835, 1. (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 2007).

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memoria33.indb 181 19/12/12 12:38 irreconciliables. Al contrario, se observa un len- que entró a hacer parte de una epopeya en la que guaje común que invoca los mismos conceptos la libertad y la República eran amenazadas por la e imágenes para legitimar su mantención o su tiranía y la anarquía. La idea de restitución del embestida al poder. La patria, en estos discursos, orden será una de las armas más potentes de adquirió un significado político, por lo que el pa- aquí en adelante en la arenga utilizada por Santa triotismo fue definido, entonces, como la defensa Cruz, pues su orden era político y buscaba erra- y el compromiso con los principios que deter- dicar el caos y la anarquía del Perú y atraer, con minan el orden político, lo cual hizo que obtu- esto, el respeto a las leyes y consecuentemente el viera un carácter más racional. Pero, al ser una goce de la libertad; su instauración del orden era racionalidad subjetiva de acciones intencionadas, un bien considerado básico en la República. Este la emotividad del discurso surge por su constan- orden implicaba el respeto por las instituciones, te apelación a los sacrificios y sufrimientos que se las leyes y la propiedad, y la tranquilidad necesa- arrastran desde las guerras por la independencia ria para fomentar la prosperidad de la agricultura en pos de alcanzar la libertad, valores que aho- y la industria, partes del bien común y no de los ra son personificados por los caudillos políticos. intereses individuales. Después de firmado el tratado con Orbegoso, San- 3. El usurpador boliviano: entre la anarquía y ta Cruz de inmediato publicó una proclama diri- el orden gida a los peruanos desde el Palacio de Gobierno en La Paz de Ayacucho. En ella se justificaba el El 22 de junio, el presidente Orbegoso haría pú- ingreso de sus tropas, con el fin de consagrar blico el tratado firmado con Bolivia, en el cual el sostenimiento del “orden”, antes del caos y la se definía este país como una república herma- anarquía, siempre al servicio de “la ley”, garan- na, con el fin de restituir “la paz, el reynado de tizando con esto ser “salvaguardia de vuestra li- las leyes y vuestra futura dicha”. Ese mismo día, bertad”. Además agregó que la “Patria solo se ha Orbegoso también arengó al Ejército declaran- invocado para profanarla” (esto permite dilucidar do que “un ejército amigo penetraba en su terri- de mejor forma la concepción republicana que torio, para apoyar sus derechos y salvaguardar la está de fondo), la cual es concebida como la insti- libertad […]”45. El mestizo Andrés Santa Cruz, tucionalidad política, es decir, la República. Sen- a diferencia de lo que acontecía en Perú, ejercía tenciaría entonces: el poder en Bolivia con absoluta propiedad desde 1829. Hombre todopoderoso, político hábil para Yo me alejo de los dulces encantos de mi Patria, y dejo el reposo en que vivía bajo sus benéficas instituciones, sortear los vaivenes de la fortuna, cuyo poder en solo por ofreceros una mano fraternal en vuestros in- la República boliviana, por el momento, no me- fortunios, y por que restablezcáis el culto de la ley, a recía ningún tipo de cuestionamientos46, pues cuya sombra se formarán los mejores lazos que asegu- ren nuestra dicha recíproca48. había logrado establecer en Bolivia una sensa- ción de orden y prosperidad, que muchos nos- tálgicos, un siglo más tarde, señalaron que jamás La noción de una patria que permite el goce de la será alcanzado por este país nuevamente47. libertad, gracias a lo benéfico de sus institucio- La inclusión de un extranjero no significó un cam- nes, es la principal característica que Santa Cruz bio transcendental en el vocabulario bélico invo- alude para distinguir la República boliviana de la cado en ambos bandos en pugna en Perú, sino tragedia en que vivían los peruanos. Por su parte Salaverry, ante la embestida del cau- dillo boliviano, extendió de inmediato un decre- 45 Villegas, Un decenio de, 125. to, el 7 de julio de 1835, en el que se declararía 46 Alcides Arguedas, Historia general de Bolivia (La Paz: Editorial Ju- una “guerra a muerte”, señalando que la invasión ventud, 1980), 101. 47 Para estudios sobre la figura de Santa Cruz revisar: Alfonso Cres- de Santa Cruz era una clara violación de los tra- po, Santa Cruz: el cóndor indio (México: Fondo de Cultura Eco- tados entre las repúblicas y una intromisión en nómica, 1957); Gustavo Navarro, “Ensayo sobre la Confederación Perú-Boliviana: ‘El crucismo’”, Journal of Inter-American Studies 1 (1968). 48 Iris de la Paz [La Paz, Ayacucho], 5 de julio, 1835, 3.

182 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 183

memoria33.indb 182 19/12/12 12:38 asuntos domésticos. Asimismo, denunció que cas”. Los triunfadores de Yanacocha fueron re- todo esto era reflejo de antiguas ambiciones del conocidos como “los bienaventurados porque caudillo con el objeto de apoderarse del Perú, y obedecieron a la autoridad legalmente consti- ante tal peligro y a causa de los “traidores” y “ávi- tuida, también fueron bienaventurados por que dos aventureros”, sería preferible “la muerte a la murieron en defensa de su Patria, sosteniendo le- esclavitud para los ciudadanos amantes de su li- yes”. La patria era considerada como el fruto de bertad y honor y de la gloria de su patria”49. la divina providencia y fue definida como: El 13 de agosto de 1835, Santa Cruz derrotó, en Yanacocha, al caudillo cuzqueño Agustín Gama- La Patria, que no es más que la reunión de hombres libres, equitativos y justos, que con el objeto de felici- rra, victoria que generó de inmediato un imagi- tarse se han reunido para pactar las condiciones que nario en clave republicana que inmortalizará la han de asegurar sus vidas y derechos, merece exclusi- figura de Santa Cruz: “Mientras de gloria in- vamente después de Dios la preferencia, amor, y res- peto de todos los hombres, sin que haya uno solo que mensa/ Ceñido el hijo de Bolivia cara, /La dul- pueda eximirse de esta obligación natural. ce recompensa/Disfruta que prepara /Un pueblo libre al Genio que lo ampara”50. De hecho, San- El discurso concluye justificando la batalla: ta Cruz, un día después, en una proclama descri- birió la gesta como un acontecimiento libertario: Como el amor patrio y el sostenimiento de las leyes, “Se han reivindicado los derechos del Perú atroz- que no son más que las condiciones del pacto social, mente ultrajados por un General ambicioso, que manifestando la voluntad general de los hombres, por medio de las cuales se da al cuerpo moral y po- se distinguió solo por su perfidia, y por la inmo- lítico la razón para que se gobierne, interese a todos; ralidad que siempre en el Ejército para destruir y como nuestros guerreros no eran animados de otro la libertad de su Patria”51. espíritu que el de cumplir con estas obligaciones… por que defendieron su conservación y la de los in- Por su parte Orbegoso, en la ciudad de Arequipa, teresantes objetos de su amor, que es lo que consti- ordenó que se realizaran las exequias en honor a tuye la Patria, sostuvieron la razón, y vindicaron la los valientes caídos en la batalla de Yanacocha52. justicia, pagándole a ésta sus servicios, y castigando Este rito religioso se efectuó el 4 de septiembre a los agresores de ella, pudiendo por esto ellos decir con San Pablo: que defendieron una causa justa, que en la catedral donde se invitaron a todas las au- murieron llenando sus deberes, y cumpliendo con la toridades de la ciudad, y la ceremonia fue dirigi- fe de sus promesas y juramentos 53. da por el presbítero José María Blanco. El rito religioso no estuvo exento del lenguaje patrió- La prensa limeña fiel al Gobierno de Salaverry ma- tico-republicano característico, el que tenía por nifestó su rechazo a la intervención denominando objeto legitimar al Gobierno de Orbegoso y la a Santa Cruz con los apelativos de “Conquista- intervención de Santa Cruz como la verdade- dor” o “Usurpador”. Además, utilizaron la sáti- ras causas patriotas y de Dios, cuyo objetivo era ra como estrategia retórica para la ridiculización restaurar el orden alterado por “unos tantos ma- de su figura. Felipe Pardo y Aliaga, en el mes de los ciudadanos”. La ciudad de Arequipa fue ase- septiembre, sacó a la luz un periódico titulado: mejada a Noé ante un pueblo corrupto, mientras El Coco de Santa Cruz, y Bonifacio Lasarte, en el defendía a sus ciudadanos como: “los conser- mismo mes, llamó a otro como: El Conquistador vadores de la Soberanía Nacional, y de su fértil Ridículo. En ambas publicaciones se atacaban las país, como de un seno fecundo de virtudes cívi- facultades extraordinarias entregadas al caudillo por Orbegoso, en su calidad de “mediador”, y los decretos que este elevó luego de otorgadas54. La 49 Para ver el decreto de forma íntegra revisar: Basadre, La iniciación ridiculización de Santa Cruz fue realiza por Feli- de, 329. 50 Iris de la Paz [La Paz, Ayacucho], 23 de agosto, 1835, 3. 51 Iris de la Paz [La Paz, Ayacucho], 30 de agosto, 1835, 2. 53 José María Blanco, Oración fúnebre que en las solemnes exequias 52 Se sugiere, para un análisis de la “invención de una tradición repu- [sic], que el Excmo. Sr. General de División…, (Arequipa: Imprenta blicana” a través del rito fúnebre en América, el libro: Carmen Mc Pública por F. Valdés), 1835. Evoy, ed. Funerales republicanos en América del Sur: tradición, ri- 54 Andrés Santa Cruz decretó, el 29 de agosto, una amnistía condi- tual y nación, 1832-1896 (Santiago: Ediciones Centro de Estudios cional, las penas y la reglamentación al delito de rebelión, la nu- Bicentenario, 2006). lidad de todo acto administrativo dictado por Salaverry, Gamarra

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memoria33.indb 183 19/12/12 12:38 pe Pardo aludiendo a las raíces indígenas del cau- gularización del sujeto, al cual, en sus sátiras, su- dillo y haciendo burla de su origen indio escribió braya su herencia indígena considerada impropia la siguiente sátira: “¡Qué este Alejandro huana- para dirigir un proyecto modernizador como el co /Extiende hasta el Juanambú/Sus aspiraciones republicano. viejas!.../ ¡India! Llora tu desdicha. / ¡India! Llo- Es más bien, entonces, un discurso elitista, pero no ra amargo, /Llora sangre, llora chicha /Y será el nacionalista, ya que no contrapone característi- llanto más largo. /El hijo de tus entrañas/No na- cas nacionales, sino más bien las críticas de corte ció para guerrero”55. Más tarde, en el mes de octu- racista se encapsulan en la figura de Santa Cruz. bre, Pardo publicó el pasquín Para Muchachos, en El fuerte componente indígena, que compartía el cual mantuvo el mismo tono: “El bravo perua- Perú y Bolivia, hacía imposible crear una arenga no/Humille la frente, /Que triunfa insolente/El disruptiva y diferenciadora constituida sobre ele- gran Ciudadano/Nuestro cuello oprima/Feroz el mentos étnicos o culturales. verdugo. /Cuzco besa el yugo/Humíllate, Lima/ El elitismo con rasgos racistas que se refleja en la Así te conviene/ ¡Torrón, ton, ton, ton!/ ¡Que vie- obra de Pardo es un modo de distinción que re- ne, que viene El Cholo jetón!”. fleja un profundo sentimiento de superioridad Al enfatizar elementos étnicos, la apelación a carac- aristocrática. La construcción de la República, en terísticas raciales podría ser interpretada como este particular discurso, solo podría ser concre- el germen de un discurso nacionalista56. La his- tado por una ilustrada elite limeña. Esta singu- toriadora Cecilia Méndez plantea que esto sería laridad se demuestra, además, en el hecho que, parte de una ideología que se define como na- en octubre, Pardo vuelve a centrar el problema en cionalismo criollo de característica racista, elitis- torno a legitimidad mediadora de Santa Cruz y ta y autoritaria, anidada fundamentalmente en la crítica a sus adversarios señalando que: “los após- intelectualidad limeña. Este nacionalismo termi- toles de la ley, según ellos se titulan, continúan su naría por transformarse en un discurso histórico misión de propaganda charlan por los codos, de que transcendería a lo largo de todo el siglo XIX, constitución, leyes, facultades extraordinarias, y y sobre el cual se consolidaría una idea criolla de Consejo de Estado”58. nación. En esta narrativa criolla el indio sólo se- Los publicistas que apoyaron la intervención de ría “aceptado en tanto paisaje y gloria lejana” a Santa Cruz, en respuesta a las críticas de sus ene- partir de su pasado incásico. migos, señalaron que la sublevación de Salave- Es indudable que la sátira de Pardo en contra de rry “ha inundado en sangre el antiguo Imperio Santa Cruz tiene connotaciones racistas, pero, de los Incas” y que, ante este panorama, Santa a nuestro juicio, emergen más bien de un sen- Cruz era la persona indicada para sacarlos de timiento elitista, donde los criollos, como muy esta tragedia. Es decir, se apeló a la misma estra- bien dice Méndez, “se reservaron para sí los atri- tegia discursiva al declararse un nuevo redentor butos de la modernidad”57. La connotación elitis- de los principios republicanos. La misión, enton- ta del discurso no se dirige a exacerbar elementos ces, es la restauración del “imperio de las leyes nacionalistas. En esta retórica, Santa Cruz no buenas o regulares, produciéndola en todas par- es definido como un agente contaminador de tes, destierra la arbitrariedad; afírmese este im- la cultura o del pueblo peruano, el énfasis en el perio y tendremos libertad”59. Esta sería la tarea discurso de Pardo está precisamente en la sin- entonces del nuevo redentor. En estos meses y luego de la batalla de Yanacocha, Santa Cruz ocupó el Cuzco con el Ejército Uni- o por algunos de sus agentes y la represión a todo abuso en la do. Dicha ocupación fue celebrada de inmediato administración de las rentas. 55 Andrés Santa Cruz era mestizo, su padre era el español Josep por un periódico de Ayacucho titulado El Victo- Santa Cruz y su madre, a quien se hace referencia en esta sátira, rioso, esta publicación calificó a Santa Cruz como era Juana Calahumana, hija del cacique de Huarina. 56 Cecilia Méndez, “Incas sí, indios no: apuntes para el estudio del nacionalismo criollo en el Perú”, Serie Historia, Documento de tra- bajo 56, no. 9 (1993): 7-36. 58 El Coco de Santa Cruz [Lima], 10 de octubre, 1835, 2. 57 Méndez, “Incas sí, indios no”. 59 La Aurora Peruana [Cusco], 16 de octubre, 1835, 2.

184 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 185

memoria33.indb 184 19/12/12 12:38 Según este publicista, las debilidades de la Repú- genio tutelar del Perú” y señaló a las fuerzas de Sala- blica, con sus contradicciones e imperfecciones, verry como “los hambrientos y desordenados grupos que guiaba un nuevo Atila”. Los cuales, retirados de la dejan espacio a interpretaciones disimiles e in- ciudad, “han sucedido el orden mantenido por la ley teresadas para que algunos abusaran con la idea al caos de los caprichos, la felicidad hija de la virtud a de libertad. La libertad como principio funda- las desgracias que arrastra el crimen […]60. mental de los pueblos es concebida dentro del orden institucional, el cual habría sido destrui- Santa Cruz se transformó gradualmente en restau- do por los revolucionarios. La libertad solo se rador del orden y la paz, al exaltar el caos y el afianza bajo un orden legal. El nuevo orden derramamiento de sangre provocados por la re- que se establece en el Perú es para reinstaurar vuelta que han destruido las instituciones que la libertad perdida ante un momento de caos y cobijan la libertad y la paz de los pueblos y cu- anarquía. La situación sufrida en el Perú es re- yos culpables de esta tragedia son los ambicio- presentada como un estado hobbesiano de gue- sos revolucionarios, que marcaron un antes y un rra de todos contra todos. Su argumento apunta después en el Perú. El Regulador de la Opinión a dejar atrás una libertad individual, donde pri- también enfatizó este paralelo para legitimar la man los intereses particulares, por una “liber- urgencia de la intervención y utiliza la libertad tad civil” fundada en la participación y las leyes. como concepto para su análisis; este diario deja Una libertad que, a nuestro juicio, se acerca más entrever que la pugna se entabla con base al idea- a la libertad política definida como no domina- rio republicano: ción o ausencia de dependencia, que plantea que aquella solo nace con la existencia de la ley y se La palabra libertad fue la primera seductora que hicie- ron resonar las facciones para hacer servir de punto de ejercita fundamentalmente en la esfera públi- apoyo a sus pretensiones particulares: la palabra liber- ca en función de la búsqueda del bien común62. tad fue el ídolo fantástico que los revolucionarios colo- Por esta razones, el simbólico pasquín El Ron- caron sobre las aras de la patria para sacrificarle todos los derechos civiles y políticos, confundiendo maravi- dín de la Libertad de Lima, que se publicó luego llosamente un bien real con un bien imaginario […] de tomada la ciudad por las fuerzas del Ejér- ¿cuál es esta libertad? ¿es aquella licencia desenfrena- cito Unido comandado por Santa Cruz, tiene da, aquella independencia absoluta por la que cada uno podría hacer todo lo que quisiese sin conocer otro en su interior el siguiente soneto que refrenda límites que los elementos físicos, por la que aspiraría a esta idea de la libertad como no dominación: ser el gran sacerdote o el gran jefe político del Estado, “Pueblo despiértate, rompe tus yerros /Hoy tus sin otro título que su voluntad; por la que se confundi- derechos recobra ufano/Para ser libre fuiste na- rían bizarramente todas las clases, todas las jerarquías de la sociedad […] por la que últimamente, la fuerza cido/ Hoy ser libre eres llamado. /La servidum- sola podría decidir en esta contienda universal de inte- bre/Mata el valor/Y la libertad/Le da nuevo reses particulares, en esta lucha perpetua de uno contra ardor. / ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”63. otro, de uno contra todos, y de todos contra todos? ¿O es aquella libertad ilustrada y juiciosa que afianza la La exaltación de una invasión extranjera fue uno de posesión de las propiedades, favorece el completo ejer- los principales puntos esgrimidos por Salaverry cicio de la industria, y estimula los talentos? La prime- en sus proclamas y decretos, por cuanto el ex- ra es la libertad natural, libertad absurda que no ha po- dido subsistir: sino con el nombre, formando lagos de tranjero es considerado como un conquistador sangre donde se han anegado sus mismos adoradores. dado su intromisión en asuntos políticos inter- La segunda es la libertad civil, la única posible, la única nos. Por ello, el periódico salaverrino La Gaceta que sostiene la seguridad pública: sin embargo, aque- de Arequipa se preguntó: “¿Pudo el general Or- lla libertad absurda, aquella libertad ciega, destructora aquel despotismo delirante de facciones insensatas, es begoso vender al extranjero parte del territorio la que predicaron los revolucionarios61.

62 La concepción de no dominación o ausencia de dependencia es propuesta por el teórico político Philip Pettit como un tercer con- cepto de libertad diferenciada de la libertad positiva y la libertad negativa, o no interferencia propuesta por Isaiah Berlin. Véase: Philip Pettit, Republicanismo. Una teoría sobre la libertad y el go- 60 El Victorioso [Ayacucho], 2 de diciembre, 1835, 3. bierno (Barcelona: Paidós, 1999). 61 El Regulador de la Opinión [Cusco], 13 de diciembre, 1835, 3. 63 El Rondín de la Libertad [Lima], 31 de diciembre, 1835, 1.

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memoria33.indb 185 19/12/12 12:38 peruano?” y expuso, a continuación, que Orbe- en la guerra de palabras plasmada en proclamas goso habría cometido un acto de traición, atri- y periódicos de la época. Los diferentes ban- buyéndose facultades que no tenía, al poner en dos en punga utilizaron un ideario republicano peligro la independencia de la patria y, por ende, para legitimarse, asimismo, apelaron a la liber- la libertad de los peruanos: tad, las leyes y la justicia propias de lo que se ha definido como un discurso patriótico. Pero hay Las facultades extraordinarias han sido concebidas que subrayar que la instauración de la Repúbli- con el objeto de salvar la república, conservar su inde- pendencia y libertad, poniendo con ellas en las manos ca, como entidad política promotora del bien del jefe de la nación la fuerza y los remedios necesa- común y la libertad, fue el parangón permanen- rios para resistir todo ataque que pudiera a su ruina. te para reclamar la legitimidad del poder. Por lo La dictadura no fue jamás confiada entre los Roma- tanto, los matices deben ser buscados dentro del nos, sino para salvar su patria ¿Entre nosotros habrá sido para perderla?[... ]64. lenguaje republicano, donde los énfasis estaban condicionados estratégicamente por el aconte- En las palabras de este periódico se puede inferir cimiento político. con claridad que “salvar la república” significa Esta relación entre discurso y acontecimiento re- entonces “salvar la patria”. La intervención de dundó en que los discursos patrióticos, a lo lar- Santa Cruz es cuestionada no en términos na- go de esta guerra civil, se caracterizaron por cionalistas, sino político-institucionales. La pa- colocar su énfasis en el vínculo entre la insti- tria no es invadida por un pueblo, la tragedia tucional política y la figura del caudillo de tur- de la guerra es definida a través de la utiliza- no. El orden político todavía no es diferenciado ción de conceptos tales como “traición” políti- en la retórica del periodo; es decir, hay una fal- ca y “usurpación”. ta de distinción entre orden político anhelado y No le queda mucho tiempo al joven Salaverry. sujeto que lo protege o lo lleva acabo, fruto de El enfrentamiento con las fuerzas del Ejército la poca claridad y falta de consenso en relación Unido en Socabaya, el 7 de febrero, terminaría al orden político ideal. Todos los caudillos y las con su derrota, su posterior arresto y la apertu- facciones de la época declaraban ser los repre- ra de un proceso que lo sentenciaría a muerte. sentantes y defensores de la patria y los cánones El Telégrafo de Lima publicó al enterarse de la republicanos. Si bien es cierto que el patriotis- noticia “Viva la libertad y viva la ley”, así colo- mo-republicano dirigió su preocupación a la có en sus primeras líneas los principios que se defensa de las instituciones políticas como ge- hallaban en disputa y agregó: “Sucumbió el ti- neradoras de la libertad, se puede decir que el rano: sus traidoras huestes pagaron el horren- discurso político de la época finalmente tendió do crimen de apoyar al más vil de los facciosos a personalizar o encarnar las instituciones y los […] Pueblos idólatras de la libertad ¡cuánta valores formadores de la República en la ima- gloria!”65. La muerte de Salaverry terminó por gen del caudillo. cerrar un capítulo en la historia del Perú, sin Ante la inquietud de las historias de las ideas y de embargo, abrió paso a un nuevo experimento los lenguajes políticos por distinguir las fuentes o político que pretenderá reorganizar las repúbli- los alcances del pensamiento político hispanoa- cas de Perú y Bolivia. mericano, se puede afirmar que la concepción de patriotismo exaltada en esta época es heredera Conclusión del republicanismo clásico. La invocación de este concepto no fue una singularidad en el contex- La guerra civil que se instaló en la república pe- to hispanoamericano, ya que es plausible afirmar ruana entre 1834-1835 permite observar cómo que este lenguaje político patriótico-republica- el lenguaje político republicano fue esgrimido no fue compartido por otras elites gobernantes. Esto se dilucidaría en la posterior declaración de guerra por parte de Chile a la Confederación 64 La Gaceta de Arequipa [Arequipa], 26 de enero, 1836, 1. Perú Boliviana (1836), al tildar al proyecto de 65 El Telégrafo de Lima [Lima], 17 de febrero, 1836, 444. Santa Cruz como amenaza para el orden político

186 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 187

memoria33.indb 186 19/12/12 12:38 instaurado después de las guerras de emancipa- El Rondín de la Libertad, Lima [Perú], 1835-1841. ción. El Gobierno y la opinión pública chilena, La Sociedad Filarmónica del Cuzco, Cusco [Perú], 1835. en la cual participaron varios proscritos perua- El Telégrafo de Lima, Lima [Perú], 1834-1838. nos, discutió la legitimidad de la guerra arguyen- El Victorioso, Ayacucho, 1835. do conceptos tales como “tiranía” y “usurpación”, El Voto Nacional, Lima [Perú], 1834-1835. justificando, finalmente, su causa como patrió- El Voto Público, Santiago [Chile], 1835. tica66. De esta forma, el patriotismo demostró El Yanacocha, Arequipa [Perú], 1836-1837 ser un arma ideológica eficaz para legitimar re- beliones, pero también para justificar guerras Fuentes secundarias internacionales. Aguilar, José Antonio. “Dos conceptos de repúbli- Bibliografía ca”. En El republicanismo en Hispanoamérica. En- sayos de historia intelectual y política, editado por Fuentes primarias José Antonio Aguilar Rivera y Rafael Rojas, 72- 83. México: Fondo de Cultura Económica, 2002. El Arequipeño, Arequipa [Perú], 1835. Aguilar, José Antonio, y Rafael Rojas. El republi- La Aurora Peruana, Cusco [Perú], 1835-1836. canismo en Hispanoamérica. Ensayos de historia La Aurora Peruana, Lima [Perú], 1838. intelectual y política. México: Fondo de Cultura La Aurora Política del Cuzco, Cusco [Perú], 1835. Económica, 2002. El Coco de Santa Cruz, Lima [Perú], 1835. Aljovín, Cristóbal. Caudillos y constituciones. Perú: El Criterio de la Verdad o El Eco de la Razón, Arequi- 1821-1845. Lima: Pontificia Universidad Católi- pa [Perú], 1836. ca del Perú/Fondo de Cultura Económica, 2000. La Estrella del Norte, Trujillo [Perú], 1835. Arellano, Juan Carlos. “Los republicanos en armas: La Estrella Federal, Cusco [Perú], 1836-1839. los proscritos, el gobierno y la opinión pública El Fiera-Bras, Cusco [Perú], 1836. ante la Confederación Perú-Boliviana”. Univer- La Gaceta de Arequipa, Arequipa [Perú], 1836. sum 27, no. 2 (2011): 44-69. La Gaceta de Gobierno, Lima [Perú], 1835. Arguedas, Alcides. Historia general de Bolivia. La El Iris de la Paz, La Paz Ayacucho [Bolivia], 1835- Paz: Editorial Juventud, 1980. 1836, 1839. Basadre, Jorge. La iniciación de la república: contri- El Jirondino, Lima [Perú], 1836. bución al estudio de la evolución política y social del El Juicio Nacional, Lima [Perú], 1836. Perú, vol. 1. Lima: unmsm, Fondo Editorial, 2002. La Luna de Socabaya, Sicuani [Perú], 1836. Bilbao, Manuel. Historia de Salaverry, 1a. ed. Bue- Museo Erudito o Periódico Político Histórico Literario nos Aires: Imprenta Buenos Aires, 1867. o Moral, Cusco [Perú], 1837, 1839. Blas Guerrero, Andrés. “El nacionalismo”. En Histo- La Opinión de Arequipa, Arequipa [Perú], 1835. ria de la teoría política, editado por Fernando Va- Para Muchachos, Lima [Perú], 1835. llespín, 486-532. Madrid: Alianza Editorial, 1991. El Perú-Boliviano, Lima [Perú], 1836. Breña, Roberto. “El liberalismo (hispánico) como El Puneño Libre, Puno [Perú], 1835. categoría de análisis histórico; algunas tensio- Redactor Peruano, Lima [Perú], 1836. nes con la historia de los conceptos y con la El Regenerado, Lima [Perú], 1835. historia de los lenguajes políticos”. En Mito y El Regulador de la Opinión, Lima [Perú], 1835. realidad de la cultura política latinoamericana, El Republicano, Arequipa [Perú], 1836-1840. editado por Elías Palti. Buenos Aires: Prome- teo Libros, 2010.

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Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 187

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188 / Vol. 16/ issn 0122-5197/ Nº 33/ julio-diciembre de 2012 Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 189

memoria33.indb 188 19/12/12 12:38 Viroli, Maurizio. Por amor a la Patria, un ensayo so- Cómo citar este artículo bre el patriotismo y el nacionalismo. Madrid: Acen- to Editorial, 1997. Arellano González, Juan Carlos. “Lenguaje po- lítico y guerra: las disputas por la legitimidad n Fecha de recepción: 19 de enero de 2012 durante la guerra civil en el Perú (1834-1836)”. n Fecha de evaluación: 30 de enero de 2012 Memoria y sociedad 16, no. 33 (2012): 171-189. n Fecha de aprobación: 14 de junio de 2012

Lenguaje político y guerra: las disputas por la legitimidad durante la guerra civil en el Perú (1834-1836) / Juan Carlos Arellano González / 189

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