1. Mito de Perséfone

Hija de Zeus y Deméter. Cuenta la historia que Hades la raptó cuando estaba en el campo recogiendo flores con otras diosas y se la llevó fugazmente al Inframundo. Al notar su ausencia, su madre, Deméter, diosa protectora de la naturaleza, la buscó infructuosamente mientras el mundo se paralizaba.

Zeus finalmente decidió intervenir y obligó a Hades a devolver a Perséfone. Hermes fue enviado a rescatarla y Hades la dejó ir con la condición de que no comiera nada durante el trayecto. Sin embargo, el propio dios del Inframundo la engañó y la chica comió 4 granos de granada. Como castigo, Perséfone debía volver cada año, durante cuatro meses, al reino de Hades.

Esos meses correspondían al invierno, época en la que la tierra se convertía en un erial estéril. Cuando Perséfone y Deméter volvieron a estar juntas, la tierra florecía, especialmente durante la primavera que era el momento del reencuentro. Si quieres profundizar más en esta historia, te proponemos nuestras entradas dedicadas al Mito de Perséfone y al Rapto de Proserpina.

2. Mito del nacimiento de Atenea

¿Quién es Atenea? Atenea era uno de los doce dioses olímpicos, concretamente la diosa de la sabiduría, las ciencias, la justicia, la guerra, la civilización y la destreza. Su prodigioso nacimiento es fundamental dentro de la mitología griega, razón por la cual no la podíamos dejar de lado dentro de nuestros mitos griegos cortos.

Entre los mitos de Zeus, cuenta una leyenda que este dejó embarazada a una oceánide llamada Metis. Cuando ella estaba en una avanzado estado de gestación, a Zeus le profetizaron que tendría hijos más poderosos que él que podrían derrocarlo. Para solucionarlo, decidió tragarse a Metis e impedir que diera a luz. Sin embargo, el embarazo siguió su curso en el interior del dios del trueno, sin que este lo supiera.

Como consecuencia, Zeus empezó a tener fuertes dolores de cabeza, y para solucionarlo le pidió a Hefesto que le quitara de la cabeza lo que le producía la molestia, abriéndosela con un hacha. Abierto el cráneo de Zeus, de él salió Atenea, completamente formada, adulta y portando los atributos de un soldado hoplita: casco y lanza. Puedes conocer mucho más en nuestro artículo dedicado a los Mitos de Atenea.

3. Mito de Prometeo y el fuego

El mito de Prometeo es de suma importancia. Prometeo era un titán amigo de los humanos. Zeus había decretado que el fuego debía permanecer en el Olimpo y no debía ser entregado a los hombres, pero Prometeo no estaba de acuerdo con esa decisión. Aquí las versiones difieren, pero coinciden al decir que Prometeo y unas explican que se introdujo, subrepticiamente, en el taller de Hefesto y tomó unas brasas de uno de sus hornos, mientras que otras señalan que se acercó al carro de Apolo y robó algunas chispas de él con las que prendió una planta de hinojo borde y se lo entregó a los humanos.

Como castigo por el robo, Zeus lo condenó a permanecer encadenado eternamente a una roca en la que un águila le comería el hígado. Cada noche su hígado se regeneraba y el ave volvía a comérselo al día siguiente. Afortunadamente, Heracles lo liberó con el beneplácito de Zeus, que vio en esa acción un acto que glorificaba a su hijo. Eso sí, Prometeo debió lucir para siempre un anillo adornado con un trozo de la roca a la que estuvo atado.

4. Mito de Orfeo y Eurídice

Narra la historia de Orfeo y Eurídice. Orfeo era un personaje muy popular en los mitos griegos, ya que, cuando se ponía a tocar su lira, tenía el poder de hacer descansar las almas de los que ser reunían a escucharlo: amansaba fieras, podía mover las rocas, la vegetación e incluso detener el curso de los ríos. Eran también mago y astrólogo, y uno de los argonautas que acompañó a Jasón en busca del vellocino de oro. Eurídice se enamoró de él oyéndolo tocar. Se casaron, pero lamentablemente, un día que estaba paseando, la chica fue mordida por una serpiente y falleció. Orfeo, desesperado, decidió bajar al inframundo para rescatar a su amada. Con su música consiguió dormir al cancerbero y llegar hasta ella. Hades y Perséfone se apiadaron de él y se conmovieron tanto con sus tristes cánticos que le permitieron llevarse a Eurídice siempre que fuera caminando delante de ella y no volviese la cabeza para mirar atrás hasta que estuvieran fuera del inframundo y el sol bañase a la mujer.

Así lo hicieron, pero cuando ya estaban fuera, Orfeo miró atrás para verla, sin darse cuenta de que el sol no bañaba completamente la anatomía de su esposa: un pié había quedado en la sombra. Eurídice desapareció y volvió al inframundo, esta vez para siempre. Cuando Orfeo falleció, despedazado por unas bacantes tracias, su alma se reencontró con la de su amada y desde ese momento no se separaron más.

5. Mito de Aracne

Este mito griego explica la creación del arte de tejer, como imitación de la labor que hacen las arañas. Aracne era la hija de un tintorero de Colofón y tenía una gran habilidad para bordar y tejer. Todo el mundo alababa sus obras, de tal manera que se volvió una engreída y afirmó que sus trabajos eran superiores a los de Atenea que era, entre otros títulos, diosa de la artesanía.

Atenea, aunque airada, quiso darle a la joven la oportunidad de retractarse y no ofender a los dioses, así que un día la visitó disfrazada de anciana, pero la chica, en lugar de retirar sus palabras, se burló de los dioses y retó a la vieja a un concurso de bordado. Atenea se quitó el disfraz y comenzó la competición. Mientras que la diosa tejía una escena de su victoria sobre Poseidón, Aracne bordó un tapiz en el que se podían ver 22 episodios de los dioses cometiendo infidelidades. Al finalizar la competencia, Atenea reconoció la perfección del trabajo, pero se enfadó tanto por el irrespetuoso tema elegido que destruyó la tela y el telar, golpeando a la joven en la cabeza con la lanzadera. Aracne se dio cuenta del error cometido y, avergonzada, se ahorcó. Atenea se compadeció de ella en el último momento y convirtió la cuerda en una telaraña y a la propia Aracne en una araña. Aracne, como una araña, enseñó la perfección del tejido a la humanidad.

6. Mito de Hefesto y el origen de su cojera

Entre nuestros mitos griegos cortos no podía faltar la explicación a la cojera de Hefesto. Hijo de Hera y Zeus, desde su más tierna infancia Hefesto demostró ser capaz de crear objetos útiles y hermosos con sus manos. En su mente siempre estaban planeándose nuevos inventos que sorprendían a los mismos dioses. A medida que crecía, se le permitió vivir en el Olimpo y allí sus proyectos eran cada vez más maravillosos: un calzado mágico que permitía caminar por el aire y el agua como si fuera tierra firme, una capa de invisibilidad y vajillas de oro y plata que podían retirarse por sí solas de la mesa.

En el Olimpo, Hefesto tenía su propia forja y un taller donde preparaba a sus sirvientes para ayudarle. Este no era su único centro de trabajo, ya que en la tierra, allí donde hubiera un volcán, Hefesto tenía una forja.

Un día, Hera enfureció a Zeus y este colgó a su esposa atada de pies y manos a medio camino entre el cielo y la tierra. Hefesto, ante el cruel castigo de su padre, decidió liberarla. Pero su intento solo hizo aumentar la ira de Zeus, quién lanzó un rayo con tanta fuerza que Hefesto fue lanzado del cielo, quedando malherido en la caída y eternamente cojo. Zeus no permitió que su hijo volviera al Olimpo y le obligó a permanecer en la isla en la que había caído. Allí pudo recuperarse y buscar actividades que realizar para entretenerse, pero, para su desgracia, allí no tenía una forja en la que elaborar sus creaciones.

Un día, tras una tremenda vibración, un volcán se formó junto a la isla. Allí encontró su fragua Hefesto, y con un nuevo taller pudo crear unos nuevos rayos que le entregó a su padre como regalo. Zeus, agradecido, le permitió volver al hogar de los dioses. Así, Hefesto recuperó su lugar, demostrando su bondad al intentar salvar a su madre y su valía. Su cojera se volvió legendaria dentro de los mitos de Hefestos.

7. Mito del nacimiento de Afrodita

Afrodita nació de la espuma del mar. El mito cuenta que nació después de que, durante la o Titanomaquia, el titán Cronos cortase los genitales a Urano y los arrojase al océano. Un mito que también se conoce como la castración de Urano.

De esta parte del cuerpo cercenada surgió una espuma que dio lugar a una mujer adulta. Impulsada por el viento, esta nueva diosa llegó flotando sobre una pechina hasta la costa y la primavera cubrió su desnudez, vistiéndola. Es uno de esos mitos griegos cortos que han inspirado a muchísimos artistas.

8. Mito de Atalanta

Este es uno de los mitos griegos cortos protagonizado por una mujer exitosa. Atalanta era una joven cazadora con una agilidad prodigiosa, conocida por ser la corredora más veloz de su tiempo, que decidió consagrarse y permanecer virgen, sin casarse, pese a lo cual no dejaban de pretenderla muchos hombres. Para evitarlos, Atalanta decidió que el único hombre con el que se casaría sería aquel que lograra vencerla en una carrera. Todo aquel que lo intentase, pero perdiera, sería ejecutado. Pese a la amenaza, esto no impidió que los pretendientes siguieran intentando y pagando la penitencia con su vida.

Un día un grupo de temerarios pretendientes decidieron probar suerte y eligieron a un muchado, Hipómenes, como juez de la carrera. En la competencia, Atalanta demostró que su fama tenía fundamento, dejando pronto a los hombres atrás. Ganó la carrera y los pretendientes fueron alejados del lugar, para encarar su destino. Fue entonces cuando Hipómenes, quien había sido el juez de la carrera, pidió intentar lograr la mano de Atalanta. Hipómenes se había embelesado con su belleza.

Atalanta escuchó su ruego y sintió una profunda tristeza, pues era un muchacho demasiado joven, amable y bien parecido. Si por ella hubiera sido, le hubiera dejado ganar para salvarlo de la muerte. No obstante, los espectadores la presionaron para prepararse para vencer a Hipómenes y ella había hecho una promesa. Mientras tanto, el joven se encomendó a Afrodita pidiéndole que le otorgara velocidad. Afrodita, que ya había usado sus artes para enamorar a Hipómenes de Atalanta, se acercó al chico sin ser vista y le entregó tres manzanas de oro.

De estas manzanas, y de la ayuda de Afrodita, se valió el joven Hipómenes para ganarle la carrera a Atalanta, y al cruzar la meta su emoción fue tal que no pudo creer su suerte. Sería el esposo de Atalanta. La joven, por su parte, sintió alegría de ver salvada la vida del chico y de poder pasar su vida con alguien tan valiente: tras haber sido perseguida durante tanto tiempo, había perdido un poco el gusto por acechar y cazar animales. El mito de Atalanta forma parte de los mitos de Afrodita.

9. Mito de Hilas

En su viaje en busca del Vellocino de Oro, Jasón fue acompañado por varios héroes, entre ellos Hércules y su escudero Hilas. Hércules e Hilas se embarcaron con los Argonautas y llevaban tres días de viaje cuando el viento los llevó hasta un pequeño mar llamado Propontis. El viento empezó a detenerse y decidieron parar en tierra firme. El lugar donde atracaron era una isla llena de campos de flores y pantanos, con cañas y una vegetación muy variada. Allí descansaron esperando la noche.

A la hora de cenar, el joven Hilas salió a buscar agua para Hércules. La encontró en un manantial tan grande que parecía un lago. Era un lugar bellísimo, tanto que había atraído a las ninfas que lo consideraban su hogar. Hilas, mientras obtenía el agua. escuchó unas voces cristalinas que decían: “Baja con nosotras. Bajas con nosotras”. Las ninfas deseaban tenerlo con ellas, pues estaban admiradas ante su hermosura. El muchacho estaba asomado sobre el manantial, intentando oír bien qué le decían las voces y de dónde procedían, cuando unas manos blancas y largas tiraron de él, haciéndolo caer al agua.

Cada vez estaba más oscuro y Hércules empezó a temer que algo malo le había ocurrido a Hilas, así que salió en dirección al manantial, gritando con todas sus fuerzas a su escudero. Sin embargo, la única respuesta que recibía el héroe era el eco de sus propias palabras. Pese a ello, cuando llegó al manantial, tuvo la impresión de que podía oír la voz de Hilas, sin saber de donde venía. Hércules siguió buscando sin descanso al muchacho, desesperado y al borde de las lágrimas. Nunca lo encontró.

Con el tiempo y sin rastros de Hilas, Hércules, pensando que aquella voz era el producto de su imaginación o de algún ser ruin, se dirigió al lugar al que iban los argonautas a pie. Hilas no sabía que Hércules se había marchado y siguió llamándolo: “Hércules, hércules. ¡Aquí estoy!”. Durante muchas noches su voz siguió sonando.

Tiempo después, unos caminantes vieron a una pequeña criatura, de apenas unos centímetros, junto al manantial. Llevaba unos ropajes verdes con un cordón de oro, igual que el joven paje. A pesar de su tamaño, su voz sonaba tan fuerte como si sus dimensiones fueran otras mucho mayores. Y mientras estos caminantes pasaban junto a él, la criatura seguía vociferando, como llamando a alguien.

10. Mito de Calisto

Calisto era una de las doncellas de Artemisa por la que Zeus se sentía muy atraído. Para seducirla, se transformó en Artemisa y logró tener relaciones con ella. Entre los mitos de Artemisa se cuenta que un día la diosa se percató de que el vientre de Calisto estaba cada vez estaba más abultado y le preguntó por ello. Calisto le dijo a Artemisa que, sin duda, aquella situación era su culpa. Al comprobar que Calisto estaba embarazada y tras la acusación, Artemisa la expulsó de su grupo. Después de eso, la noticia llegó a Hera que, furiosa al saber que el niño era de su esposo, Zeus, la transformó en un oso.

Años más tarde, Calisto, en forma de oso, vagaba por el bosque cuando se cruzó con un cazador que resultó ser su hijo. El joven al ver que el oso se acercaba a él con intención de abrazarlo, interpretó el gesto como un ataque y se preparó para acabar con la vida de la bestia. Zeus, que era testigo de la situación, decidió evitar una tragedia y se llevó a Calisto a lo más alto de los cielos, donde se convirtió en estrellas: es lo que hoy conocemos como la Osa Mayor.

11. El mito de Cronos

No podíamos dejar de lado, en nuestro listado de mitos griegos cortos, la historia fundacional de toda la mitología griega, el mito del acto caníbal de Cronos. En la mitología griega, Cronos es hijo de Urano (el cielo) y de Gea (la tierra), un titán y padre de los grandes dioses. Cronos destronó a su padre y, casado con su hermana Rea, asumió el reino de los dioses.

Pese a ser el más grande de los titanes, luego de haber destronado a su padre, Cronos sabía que no estaba a salvo: su destino era ser desplazado por uno de sus hijos, por lo cual Cronos recurría al canibalismo, engullendo a los dioses que él mismo engendraba. Sin embargo, su sexto hijo, Zeus, fue escondido por su madre, lo cual lo salvó de la masacre y, luego de crecer y formarse como un dios, lo llevó a abrir el vientre de su padre liberando a sus hermanos, junto a los cuales, tras una guerra cruel y prolongada, derrotó a Cronos, quien fue desterrado en el Tártaro.

12. Edipo Rey

Edipo Rey fue una tragedia griega muy popular escrita por Sofocles, pero antes de su estreno, ya en los últimos siglos de la época helénica, fue un gran mito griego. Edipo era hijo de Layo y Yocasta, y cuando nació le fue profetizado a Layo, su padre, que Edipo lo mataría y desposaría a Yocasta, su propia madre, razón por la cual fue abandonado en un río. Edipo sobrevivió, y, luego de muchos años, llegó a Tebas, la ciudad donde había nacido, donde pudo resolver los enigmas de la esfinge que asolaba la ciudad. Pero, antes de encontrarse con la esfinge, Edipo se había topado en el camino con un rey, en medio de un conflicto, y sin saber de quién se trataba, lo asesinó. El Rey era Layo, su padre.

Luego de haber resuelto el acertijo de la esfinge, Edipo se convirtió en el rey de la ciudad y se casó con la viuda del rey difunto, Yocasta, sin saber que era su propia madre. Se cumplió así la profecía que una vez le hicieran a Layo, aunque sin que nadie lo supiera hasta años después: cuando toda la verdad fue revelada Edipo se arrancó los ojos del terror.

Edipo encarna una profunda verdad de la mitología griega: nadie puede escapar a su destino, por más que lo intente. Como Cronos a su padre, o Zeus con Cronos después, Edipo terminó asesinando a su progenitor y, lo que es peor, engendrando hijos con su propia madre. Una tragedia griega en todo su esplendor, y el más cruento de nuestros mitos griegos cortos.

13. El mito de Antígona

Dentro de los mitos griegos cortos podemos encontrar el mito de Antígona, hija de Edipo. Tras la muerte de su padre, la tragedia no abandonó a la familia: el hermano de Edipo fue hecho rey de Tebas y ante este suceso uno de los hijos de Edipo se rebeló, y otro murió en combate. Uno de ellos fue dado en santa sepultura, según cuenta el mito griego, mientras que el otro, al ser asesinado por atentar contra la ley, no. Esto llevó a Antígona a rebelarse también, pero no por el poder ni la gloria, sino simplemente para pedir que el cuerpo de su hermano fuera enterrado adecuadamente.

Este es otro de esos mitos griegos cortos que termina en tragedia, pues si bien el rey, tío de Antígona, termina cambiando de opinión en la disputa, este lo hace cuando ya es demasiado tarde. Antígona, no obstante, no ha pasado a la historia por su desgracia, sino como un ejemplo de que debe ser la moral, y no la ley, la que prima cuando la ley va en detrimento de la moral. Las discusiones y reflexiones que ha provocado el mito de Antígona siguen vigentes en la actualidad.

14. El mito de Heracles

A Heracles se le conoce más como Hércules, debido a la popular película, aunque quizá haya varias cosas que Disney no te contó en su versión animada. Para empezar, hay que aclarar que era hijo de Zeus con una mortal, Alcmena. El Hércules de la mitología griega era, en verdad, bastante temperamental, y gozaba de una fuerza que superaba a la de muchos dioses. Sin embargo, no estaba dotado de gran sabiduría y era terriblemente rencoroso, gustaba además del vino abundante y de las mujeres, y muchas de sus grandes hazañas se dieron en medio de su gran enojo o su atolondramiento.

Como hijo de una mortal, para Hércules no estaba permitido vivir en el Olimpo, cosa que lo frustraba enormemente. Y, además, sufría los rencores de la diosa Hera, quien lo atacaba por ser el hijo impúdico de su esposo, Zeus, con una mortal. Esto llevó a Heracles a una confusión tan enorme que, en una ocasión, cegado por la diosa, llegó a matar a su esposa y sus hijos, cosa que le causó una enorme pena.

Como nadie podía castigarlo, por su enorme fuerza, fue él mismo quien se impuso penitencia, practicando, sobre todo, el autocontrol. Además, para alcanzar la inmortalidad, le fueron impuestas 12 tareas dificilísimas, que luego se convertirían en los mitos de Hércules, como matar a la Hidra de Lerna o capturar a Cerbero, el can del infierno, y sacarlo del inframundo. Con todas estas tareas, que se creían imposibles, Hércules cumplió, con la ayuda de algunos dioses que le tenían en estima, convirtiéndose así en inmortal y en uno de estos mitos griegos cortos.

15. La caja de Pandora

Según el mito, de la caja de Pandora salieron todos los males de la humanidad.

El mito de Pandora, el último de nuestros 15 mitos griegos cortos, es fundamental dentro de la mitología griega. Pandora vendría a ser el equivalente de Eva dentro de los mitos griegos: fue la primera mujer, creada por Hefestos bajo órdenes de Zeus, quien le pidió que hiciera con barro a una joven tan hermosa como las inmortales y que fuera dotada, sin embargo, con un carácter inconstante y varios vicios como la mentira y la seducción. Esta era, para Zeus, una manera de vengarse de los hombres, y, además, de Prometeo, quien les había regalado el fuego, pues, según cuenta el mito, antes de la creación de Pandora los hombres habían vivido felices y en paz.

Como parte de su venganza, Zeus le presentó a Epitemeo, el hermano de Prometeo, a Pandora, y este, seducido por la mujer, la tomó por esposa. Como regalo de bodas, Pandora recibió una misteriosa caja que no debía ser abierta bajo ninguna circunstancia, sin embargo, Pandora no pudo resistir la tentación y terminó abriendo la caja. Tal era el plan de Zeus.

De esta caja escaparon todos los males del mundo, como la envidia y la lujuria, y en ella solo quedó la esperanza. De ahí viene la frase: La esperanza es lo último que se pierde.

16. El nacimiento de Afrodita

La diosa del amor y la pasión, Afrodita es una deidad muy reconocida dentro del panteón griego y fue ampliamente venerada en el pasado. Sin embargo, al contrario que otras deidades no fue una hija natural de ningún dios, sino que tal y como insinúa su nombre surgió de la espuma del mar. El mito de su nacimiento, el cual nos llega de Hesíodo, es el siguiente.

“Gea, la madre Tierra, dio a luz por sí misma a Urano, los cielos. Junto a él engendraría y daría a luz a numerosos hijos, que sin embargo serían sepultados en su madre debido al odio y temor que Urano le tenía a su prole. Un día el hijo menor, Cronos (titán que se convertiría en el padre de los dioses Olímpicos, a los cuales devoraría), con la ayuda de una hoz proporcionada por su madre, castró a su padre Urano cortándole los genitales.

Los restos de dichos genitales cayeron al mar, donde la sangre y el semen se mezclarían con las aguas formando una espuma de la cual terminaría por nacer una deidad, Afrodita, ya totalmente adulta desde su nacimiento".

17. El origen de Medusa

El nombre de Medusa es altamente conocido en la cultura occidental, siendo esta Gorgona una figura mitológica griega muy popular. El mito más conocido del que forma parte tiene que ver con su muerte a manos de Perseo, pero otro que puede resultar de interés es el origen de su nacimiento. Si bien existen diversas versiones, una de ellas establece lo siguiente.

“Medusa fue una vez una joven y hermosa mujer, una sacerdotisa de Atenea cuya belleza era admirada por todo aquel que la mirara y que gozaba de múltiples pretendientes. Un día el dios Poseidón observó a la joven y cayó prendado de ella. El dios de los mares decidió raptar a Medusa y tomarla en contra de su voluntad en el templo de Atenas.

Este hecho provocó la ira de Atenea, que decidió maldecir a la mujer transformando su hermosa cabellera en furiosas serpientes, además de haciendo que en adelante cualquier persona que la mirara fijamente a los ojos se convirtiera en piedra".

18. La caída de Ícaro

Uno de los mitos que más nos advierten de los riesgos de desoír lo que la sabiduría dicta y actuar despreocupadamente sin tener en cuenta las posibles consecuencias, o de querer lograr y abarcar más de lo que podemos, es el de Ícaro. El mito dice lo siguiente.

“Ícaro era hijo de Dédalo, un anciano sabio de gran conocimiento que fue capaz de construir el laberinto en el que el rey Minos encerró al minotauro. Dicho rey, para evitar que nadie lograra nunca saber como encontrar la salida del laberinto, decidió encerrar al sabio y a Ícaro de por vida en una torre.

Dédalo soñaba con escapar de su prisión, pero no podría escapar ni por tierra ni por mar. Con el tiempo llegó a la conclusión de que podría escapar por el aire, y de este modo fabricó con cera y plumas de pájaros dos grandes pares de alas de cera. Antes de partir, el sabio Dédalo advirtió a Ícaro que no volara ni demasiado alto ni demasiado rápido, ya que las alas de cera no aguantarían.

Ambos iniciaron el vuelo, escapando de su encierro. Pero Ícaro, viendo la belleza del Sol, pasó por alto las indicaciones de su padre y voló cada vez más alto, intentando acercarse hasta casi tocar el sol. Pero las alas no resistieron el calor, deshaciéndose y provocando que Ícaro se precipitara al vacío y muriera".

19. El pueblo que procede de las hormigas: los mirmidones

El nombre de mirmidón puede no ser especialmente conocido hoy en día, pero es el nombre de un pueblo famoso en la antigüedad por la elevada reputación y habilidad de sus guerreros, siendo incluso citados en la Ilíada. Aunque existen diferentes versiones de este mito, pero el que aquí se muestra es el transcrito por Ovidio en “Las metamorfosis”.

“Dice la leyenda que el rey del Olimpo, Zeus, mantuvo relaciones con la ninfa Égida y posteriormente le puso su nombre a una isla frente al Peloponeso. Sin embargo, al enterarse Hera de la aventura de su esposo y del nombre puesto a la isla, decidió mandar una horrible plaga que terminó matando a la gran mayoría de quienes la habitaban. Entre los pocos supervivientes se contaba el rey de la isla, Éaco de Egina, el cual suplicó a Zeus que repoblara la isla.

Mientras rezaba un rayo del sol iluminó a una fila de hormigas en un roble, algo que hizo que el rey decidiera pedir que surgieran tantas personas como hormigas había visto sobre el árbol. Éaco de Egina se durmió y soñó que las hormigas en el roble caían al suelo y al hacerlo se transformaban en personas. Al despertar, la isla había recuperado el número de habitantes de antaño, siendo nombrados en honor de las hormigas de las que procedían (mirmidón podría traducirse como hombres hormiga)”.

20. El mito de Sísifo

Otro mito griego relativamente corto es el de Sísifo, rey de Éfira (posteriormente Corinto, ciudad de la que se le considera fundador en los mitos). Este mito ha sido utilizado como simbolismo del precio de la avaricia y el engaño, además de a la realización de esfuerzos inútiles (especialmente por el castigo que se le infligió). El mito dice lo siguiente.

“Hubo un tiempo en que la región de Éfira tuvo un rey de nombre Sísifo, de gran astucia pero que tenía en gran defecto de ser tremendamente manipulador y avaricioso. Pero llegó un día en que su ambición y sus actos llegarían a provocar la ira de Zeus al acusarle del rapto de la ninfa Egina ante el padre de esta, Asopo, a cambio de fuentes de agua dulce para su ciudad. Zeus ordenó a Thanatos que acudiera a llevarse al rey Sísifo al inframundo, pero una vez allí el taimado rey invitó a la deidad de la muerte a comer, engañándolo de tal modo que consiguió encadenarlo en una celda.

Al estar la muerte encerrada no se producían muertes, algo que terminó por enfurecer a Hades y hacer que finalmente se decidiera que Ares liberara a Thanatos y llevara a Sísifo el inframundo. Sin embargo, el inteligente rey pidió a su esposa que a su muerte no le rindiera honores en su funeral, una petición que ella cumplió. Este hecho sería utilizado por Sísifo para engañar a Hades, pidiéndole que le devolviera a la vida ya que su mujer no había celebrado el funeral de manera apropiada y no le había rendido honores. El dios del inframundo aceptó a cambio de que volviera tras hacerlo. Pero Sísifo no volvió, hasta que le llegó la muerte muchos años después.

Sísifo sería castigado finalmente por Zeus y Hades. Su condena fue tener que subir una piedra por la ladera de una montaña hasta la cima. Sin embargo al llegar allí caería hacia el otro lado de la montaña, con lo que tendría que ser de nuevo empujada hasta la cima, algo que se repetiría en un ciclo ".

21. El mito de Tiresias

Tiresias es uno de los videntes ciegos más famosos de toda la mitología griega, siendo consultado por una gran cantidad de héroes. También forma parte de uno de los casos de transexualidad que aparecen en la mitología. Uno de los mitos que nos habla de él es el siguiente, que a su vez nos explica el origen de su ceguera.

“Dice la leyenda que paseando un día por el monte, Tiresias encontró en su camino en la montaña a dos serpientes en plena cópula. Tiresias quiso separarlas y golpeó a la hembra con su vara, matándola. Pero al hacerlo, su acción tuvo como consecuencia que fuera maldito y en venganza su sexo fuera cambiado, tornándose mujer. Tiresias viviría como mujer durante 8 años, tras los cuales volvería a encontrarse con las mismas serpientes. En esta ocasión golpeó y mató al macho, volviendo de nuevo a ser varón.

Años después, los dioses Zeus y Hera mantendrían una disputa respecto a cuál de los dos sexos disfrutaba más del sexo. Se escogió a Tiresias como juez, dado que había vivido como hombre y como mujer. Pero la respuesta de Tiresias, que proponía que la mujer disfrutaba más, provocó la ira de Hera. Como castigo, la diosa le dejó ciego. Sin embargo, como compensación por dicha acción, Zeus le proporcionó el don de la clarividencia. Ello haría que a lo largo de su vida Tiresias fuera uno de los videntes más famosos de toda la mitología griega.”

22. El mito de Eco

Algunos mitos pretenden explicar el origen de algunos fenómenos, como ocurre por ejemplo con el del eco. La explicación mitológica de este fenómeno se explica a continuación:

“Eco era una oréades o ninfas del bosque y de la montaña. De sus labios salían las más hermosas palabras, pero tan hermosas eran que Zeus empezaría a sentirse atraído por ella. Hera, descubierta la traición, maldijo a Eco arrebatándole la voz y haciendo que solo pudiera repetir las últimas palabras que le dijera su interlocutor.

Pasó el tiempo y la ninfa se enamoró del joven Narciso, observándole a escondidas. Un día, el joven se apartó de sus compañeros y percibiría a la ninfa. Sin embargo la rechazó con crueldad, algo que provocó que la ninfa pasara a esconderse en una cueva, donde se consumió hasta solo quedar su voz".

23. El mito de Narciso

El mito que da nombre al narcisismo y que nos avisa de que no debemos sobrevalorarnos, el mito de. El mito nos dice lo siguiente.

“Hijo del dios Cefiso y Liriope, Narciso era un joven muy hermoso y atractivo, que según el gran adivino Tiresias viviría muchos años siempre y cuando no viera su reflejo. El joven generaba la admiración tanto de hombres como de mujeres y era consciente de su atractivo, hasta el punto de ser altamente engreído y despreciar las virtudes y sentimientos de los demás, entre las cuales se encontró la ninfa Eco o el joven Aminias.

A este último le entregaría una espada, con la cual el joven rechazado se daría muerte. Poco antes de morir, rezó a la diosa de la venganza Némesis pidiendo que Narciso conociera el amor no correspondido. La deidad respondió. Un día, al acercarse a beber, Narciso vio su reflejo en el agua de un estanque y se enamoró perdidamente de él. Finalmente, intentando acercarse a su amado, Narciso cayó a las aguas y terminó por morir ahogado".

24. El mito de Prometeo

El mito de Prometeo es uno de los más conocidos, y en él podemos ver como los antiguos griegos ya se preguntaron cómo habíamos descubierto y domeñado el fuego, considerándolo un regalo de origen prácticamente divino. El mito dice así:

“Prometeo era uno de los titanes, hijo de Jápeto y Clímene. Según algunos mitos junto con su hermano Epimeteo fue encargado con la tarea de crear a animales y a los humanos, siendo Prometeo quien decidió dar al hombre la capacidad de andar erguidos.

También burló y engañó a los dioses para favorecer a los mortales. En una ocasión en que Zeus prohibió el fuego a los mortales y viendo las necesidades y las dificultades del hombre para sobrevivir, decidió otorgarles el fuego. Por ello Prometeo entró en el Olimpo y robó el fuego del carro de Helios utilizando una caña, tras lo cual se lo entregó a los mortales de tal modo que pudieran calentarse y alumbrarse.

Pero Zeus se enfureció ante el robo, condenando al titán a ser encadenado al monte Caucaso, donde cada día y para siempre jamás, un águila acudiría a devorar su hígado. El órgano le volvería a crecer durante el día, de manera que el tormento se repetiría eternamente para este ser inmortal".

25. Perseo y medusa

Hay muchos grandes mitos sobre el héroe legendario Perseo, pero el más famoso tendría que ser el asesinato de Medusa.

El rey Polidectes de Sérifos deseaba casarse con Dánae, la madre de Perseo, algo que Perseo no aprobaba. Esto causó una ruptura entre los dos hombres, por lo que Polydectes conspiró para echar a Perseo en desgracia. En una suntuosa cena, Polydectes pidió a cada invitado que trajera un caballo como regalo, y cuando Perseo no tenía ningún regalo para dar, le pidió a Polydectes que nombrara su regalo. En un intento de acabar con Perseo para siempre, le pidió que le trajera la cabeza de Medusa, cuya mirada convertía a la gente en piedra.

Después de recibir un escudo pulido, una mochila para la cabeza de Medusa, una espada infalible y el yelmo de oscuridad de Hade (dando invisibilidad), Perseo se dirigió a matar a Medusa. Usando su escudo pulido para ver el reflejo de Medusa mientras se acercaba, pudo cortarle la cabeza y ponerla en la mochila.

26.-Teseo y el Minotauro

Un mito bien conocido es el de Teseo y el laberinto del Minotauro. Teseo era hijo de Egeo, rey de Atenas, y de Etra.

Egeo había matado al hijo de Minos, por lo que Creta sitió Atenas, que se vio rápidamente asolada por el hambre y las enfermedades, por lo que Egeo tuvo que aceptar las condiciones de Minos.

La ciudad de Atenas debía entregar cada año un tributo a Minos, rey de Creta. Debían entregar cada año 14 jóvenes de las familias más nobles de la ciudad, siete chicas y siete chicos, que serían entregados al Minotauro que se encontraba en el laberinto de la ciudad.

Teseo, al tener conocimiento de esto, decidió ofrecerse como tributo anual a pesar de que su padre le insistía en no hacerlo para lograr terminar con la bestia. Al final logró convencerle, afirmándole que si tenía éxito y conseguía volver, pondría velas blancas en su barco, y si había fracasado, las velas serían negras.

Al llegar a Creta, el propio rey Minos los examinó para confirmar que servían como sacrificios humanos. Teseo, al encontrarse en la corte, conoció a la hija de éste, Ariadna, de quien se enamoró perdidamente.

Ella se enteró del objetivo que tenía Teseo y, habiéndose enamorado también de él, decidió ayudarle, ya que a pesar de que lograse matar al Minotauro, salir del laberinto era tarea imposible. Por ello, le entregó un ovillo de hilo de oro.

Cuando entró en el laberinto, Teseo fue desenrollando el ovillo para después encontrar la salida. Al encontrar al Minotauro, lo primero que hizo fue dar rodeos para tratar de agotar a la bestia.

Una vez que el Minotauro estaba agotado, se enfrentó a él hasta que expiró. Después fue siguiendo el hilo que le había dado su amada para encontrar la salida.

27.- Penélope

Penélope era hija del rey Ícaro de Esparta y de la ninfa Periboa. Fue la esposa de Odiseo, rey de Ítaca y el más sabio de todos los héroes griegos de la Guerra de Troya. El matrimonio tenía un hijo llamado Telémaco. Durante los 20 años de ausencia de su marido, a causa de la guerra y del largo camino de regreso a casa, Penélope demostró ser una esposa fiel y tan imaginativa como Odiseo, manteniendo a su marido en la memoria y resistiendo la presión de los nobles de Itaca que pretendían casarse con ella.

Consiguió engañar durante todos esos largos años a todos sus pretendientes, que disponían sin estorbo de las viandas de su palacio. Les mantuvo entretenidos, haciéndoles creer que se casaría con uno de ellos cuando terminase de tejer el sudario de su suegro Laertes. Pasaba los días haciendo ver cómo tejía sin descanso y las noches destejiendo, demostrando que su inteligencia solamente podía compararse a la de su marido, que finalmente llegó a Ítaca para vengarse y matar a todos los pretendientes. Hasta que Odiseo no le reveló que conocía el secreto de una de las patas de la cama que él mismo había hecho con una rama de olivo plantado cerca de su palacio, Penélope no se convenció de que era su marido el que había regresado. Después de su reunión, Penélope y Odiseo vivieron felices durante muchos años.

28.-Paris y Helena

Paris fue un príncipe troyano, hijo del rey Príamo y de su esposa Hécuba. Paris fue conocido como El de la hermosa figura.

Hécuba tuvo un sueño mientras su embarazo: soñó que daría a luz a una antorcha que incendiaría la ciudad. Casandra hermana de Paris, poseía el don de interpretar los sueños y opinó que, a su nacimiento, abandonaran al recién nacido. Fue así como Príamo, rey y padre de la criatura, ordenó a su criado Agelao que abandonara al pequeño en el Monte Ida. Agelao, en un último momento, decidió compadecerse del pequeño y criarlo como si fuera su propio hijo.

Helena, fue hija de Zeus y Némesis. Ésta se transformó en oca con la intención de evitar a Zeus, pero éste se metamorfoseó en cisne y así pudo unirse a ella.

Ya de pequeña, debido a su grandísima belleza, Helena fue raptada por Teseo, quien quería casarse con ella, pero fue liberada por sus hermanos.

Helena tuvo muchos pretendientes pero su padre decidió entregarla en matrimonio a Menelao, quien sería en un futuro el sucesor del rey.

Mientras tanto, Paris tuvo que solucionar un debate entre Atenea, Afrodita y Hera y decidir quién de ellas era la más hermosa. La ganadora podría recibir una manzana de oro.

Las diosas, queriendo ganar ventaja ante las demás, ofrecieron a Paris bienes y fama.

Atenea ofreció prudencia y la victoria en todas las batallas. Hera le prometió toda Asia y Afrodita el amor de Helena. Paris finalmente eligió como la más bella a Afrodita y a su vez obtuvo el amor de Helena.

Paris partió hacia Esparta para ir a buscar su premio. Le recibió allí Menelao que tuvo que ausentarse de la ciudad por la muerte de Catreo (su abuelo materno.)

Paris aprovechó esta oportunidad para raptar a Helena.

Este rapto fue motivo para que Menelao recordara la palabra de sus compañeros y formaran una alianza para recuperar a Helena.; así fue como comenzó la guerra de Troya.

Helena no fue devuelta a Menelao y se quedó en casa de Deífodo, hermano de Paris mientras la guerra continuaba. Hicieron un caballo de madera como ofrenda a Atenea por el robo del paladio.

Laocoonte, sacerdote de Apolo, intentó avisarles tirando una lanza al caballo pero no fue creído.

Atenea se enfadó con Laocoonte por arrojar una laza sobre su regalo e hizo que dos serpientes mataran a sus 2 hijos y a él.

Al caer la noche, los griegos esperaron la señal para salir del caballo, y abrir las puertas.

Incendiaron las casas, mataron al rey Príamo y se llevaron a las mujeres.