CONTIGOMISMO “Confesiones de un aprendiz de gato”

MIGUEL BENAVENT DE B. PUIG

WWW.CONTIGOMISMO.COM

© 2011 Miguel Benavent de B./CONTIGOMISMO 2011 1ª edición

Miguel Benavent de B. (Barcelona, 1960)

Coach, conferenciante y escritor. Consultor de empresa y emprendedor.

LOS TEXTOS E IMÁGENES CONTENIDOS EN ESTE LIBRO SON PROPIEDAD EXCLUSIVA DEL AUTOR. PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL DE LOS TEXTOS E IMÁGENES, SALVO AUTORIZACIÓN EXPRESA DEL MISMO.

PARA MI HADA MÁGICA, QUE ME TRAJO EL GRAN AMOR DE VERDAD.

PARA MI PRINCESA SILENCIOSA Y MI ÁNGEL, CON QUIENES TUVE EL PRIVILEGIO DE COMPARTIR MIS SUEÑOS DE GATO DURANTE NUESTRO PROPIO CAMINO HACIA LA FELICIDAD.

PARA ELISABET, ALESSIA & JOANA, QUE NOS RECORDARÁN CON SU SONRISA LA SIMPLE Y ESPONTÁNEA ALEGRÍA DE UN NIÑO…

PARA QUE PODAMOS VIVIR NUESTRO AMOR Y NUESTRA ALEGRÍA, COMPARTIÉNDOLOS SIEMPRE CON VALOR, A TRAVÉS DE UNA SIMPLE Y REAL MIRADA DESDE EL ALMA DESPIERTA…

INDICE 1. Introducción del autor 2. ¿Feliz año nuevo? 3. Y otro año nuevo que llega… 4. ¿Por qué escribo un Blog? 5. La vida es demasiado corta… 6. El fuego de San Juan 7. El sexo como expresión de los condicionamientos sociales 8. De nuevo, música para el cambio… 9. La Conciencia… nuestro eterno vigilante 10. Solo música 11. Si no admitimos la maldad, no podemos elegir la bondad… 12. Planificación de objetivos en la vida 13. Si tu estuvieras aquí… 14. El primer paso para cambiar la realidad es aceptarla 15. La vida fluye a cada instante… no intentes fijarla, solo vívela 16. ¿Inquietud ante la crisis? 17. ¿Amor o amistad? 18. Tu canción… 19. ¿Amamos como los animales? 20. ¿Pecados… por sexo? 21. ¿Orgullo o autoestima? 22. ¿La imaginación al poder? 23. El tiempo, nuestro tiempo, tu tiempo 24. Los hijos ¿un medio o un fin en sí mismo? 25. El equilibrio en nuestra vida 26. Mereces una nueva oportunidad 27. Nadie debería hacerte sentir inferior sin tu consentimiento 28. El mar de la vida 29. Aquel día decidí cambiar tantas cosas… 30. La mantis religiosa 31. ¿Somos buenos o malos, por naturaleza? 32. El Coaching como manipulación! 33. Quien tiene un amigo, tiene un tesoro 34. Mantenga las medicinas fuera del alcance y de la vista de los menores 35. ¿Por qué mentimos? 36. La esperanza es más importante que el dinero 37. ¿Verdad o realidad? 38. Táctica y estrategia… en el amor 39. Aprovecha el día, cada día! 40. Sant Jordi, una rosa especial para ti… 41. Cuando amor… nace el miedo y muere el humor 42. Defenderse siempre se hace en contra de alguien 43. Añade pasión a tu vida 44. Amor con humor 45. Romper las cadenas… 46. Usted sabe que puede contar conmigo 47. La maldad en este mundo incierto… 48. Vivir despeinad@ 49. “Una victoria sin sufrir solo es ganar, no vencer” 50. Semana Santa, resucitar a la nueva vida! 51. ¿Hay violencia aceptable? 52. Espiritualidad… ¿o solo religión? 53. Sexting 54. Conexiones Mágicas 55. ¿Un año más… o un año menos? 56. ¿Qué puede pasarme peor que no realizar mis sueños? 57. ¿Aprender sin miedo a equivocarnos? 58. El sufrimiento nos abre los ojos 59. Hoy, aquí, ya es Primavera! 60. Conmigomismo 61. Hoy, día del padre 62. El otro yo 63. Luna llena 64. ¿Qué les queda a los jóvenes? 65. ¿Microingeniería social? 66. Un hombre mata a su mujer… ¿por amor? 67. ¿Civilizar al Tercer Mundo? 68. ¿Música… en cualquier lugar? 69. Niños francotiradores… ¿o niños escudo? 70. “Yo soy de agua, Miguel” 71. ¿Dónde estaba Dios? 72. Con “k” de korazón partido 73. Vampiros del alma 74. Un paso clave… hoy cambiará tu vida! 75. Día de San Valentón 76. El insulto gratuito 77. Puestos a pedir… 78. La sabiduría simple… montaña arriba 79. Sentir el dolor ajeno 80. La ruptura 81. Manifiesto por la Solidaridad 82. Sé el líder de tu propia vida 83. La piel, una frontera entre las Almas! 84. Cada problema que dejamos pasar, es un conflicto que sigue creciendo 85. Si tu no estás / Para reflexionar… ante las dificultades 86. ¿Vivir más… o mejor? 87. ¿Vida propia o ajena, humana o divina, justa o injusta? 88. La canción de las personas 89. ¿Oportunidad colectiva… o indiferencia personal? 90. Las tres “R” de nuestra vida 91. Volar alto, donde las jaulas no existen 92. ¿Del amor… al odio? 93. ¿Cerebro enamorado? 94. Nosotros… por dentro y por fuera! 95. Dejar fluir la vida… 96. Cuando callar… 97. ¿Reyes Magos? … No sin mi hija 98. ¿Solo un año más? 99. ¿Sientes ansiedad o miedo? ¿Aquí la solución? 100. La magia es la capacidad de percibir las maravillas

INTRODUCCIÓN DEL AUTOR

Este mi segundo libro es una recopilación de escritos del Blog CONTIGOMISMO (http://www.contigomismo.com), con el subtítulo “Confesiones de un aprendiz de gato”. En mi ascenso a mi mejor vida, paulatino, a ratos árduo, pero siempre apasionante, he debido asumir mi naturaleza felina. El silencio, la soledad, la autodisciplina y autodeterminación, el afecto esporádico, pero siempre intenso, han configurado mi actual manera de ser, hasta que descubrí el amor.

Pero todo ello no habría sido posible si no me hubiera cruzado en mi vida con personas excepcionales. Mi Hada Mágica, que me trajo un amor de verdad que me invitó a hacerlo realidad. Mi Princesa silenciosa y mi Ángel, con quienes compartí sueños de color. Y mi querida hija Elisabet, Alessia & Joana que hoy, 20 de septiembre, cuando sale a la luz este libro, han nacido y, sin saberlo, ya me enseñan a sentirme más vivo y a sentir cada día más mi amor!

Auque este libro es una recopilación de textos escritos en el 2009, mucho antes de que se cruzaran afortunadamente en mi vida, han recogido la cosecha de toda mi vida en mi búsqueda constante de la felicidad. Y de mi siembra durante demasiados años, consiguieron extraer oro, es decir, siempre lo mejor de mí, que hasta entoncs estuvo celosamente guardado.

A estas alturas de mi vida, solo he conseguido saber que no sé nada de la vida. Vaya paradoja para seguir escribiendo libros sobre ella. Además, por si faltaba algo, también he aprendido que nadie puede hablar de la vida a y de los demás, porque cada uno tiene, por definición, su propia vida y la vive y siente a su manera. Pero, en mi descargo para escribir sobre la vida, quiero manifestar que hoy ya estoy en la senda, cada día más concreta en mi vida, de vivir el gran sueño del amor de verdad. Y eso me obliga a compartirlo con los demás.

Este libro no es más que una recopilación de escritos míos, que me sirven para reflexionar sobre lo que pienso, siento y hago en mi vida de cada día. Seguramente no le servirán a nadie más porque, como he dicho antes, cada uno tiene su propia vida y su manera de pensar, sentir y de actuar. De todas maneras, a nadie le hará mal leerlo, pues está escrito desde el corazón y eso, de por sí, ya vale la pena, en un mundo en que, cada vez más, nos cuesta ser tal y como somos y, por tanto, dejar hablar al corazón. Y de eso habla este libro, de amor.

Por otro lado, avisar que en este libro que tienes en las manos, encontrarás algunos textos que no son míos, pero que en algún momento de mi vida llamaron mi atención y me ayudaron. Hoy no los hubiera publicado, porque después de demasiados años leyendo libros de los demás sobre la vida, solo pensando en ella e intentando desentrañar sus claves, me he dado cuenta de que la vida solo nos enseña a través de vivirla, con amor. Y hablo de un amor de verdad, que empieza necesariamente por esa persona amada y especial que abre nuestro corazón, pero que también engloba a todas esas otras personas que hoy habitan a mi alrededor, sirviéndo de espejo de mi mismo, y al entorno natural que nos acoje, escenario donde transcurre nuestra gran aventura de la vida.

Para acabar, avisarte que, cada día más, hoy utilizo las palabras “alma”, “amor de verdad”, “magia” y “siempre” o “para siempre”. Quizás por ello te puedo parecer pedante o pretensioso, pero creo –o mejor, siento- que en mi vida están ya presentes y la iluminan, desde que apareció mi amor de verdad, de la mano de mi Hada Mágica. Antes, durante gran parte de mi vida anterior, quizás fue el “miedo” o el “jamás” lo que reinó en ella, pero el descubrimiento del amor los fue desterrando día a día de mi vida. Ahora creo firmemente que la vida solo nos da oportunidades para vivirla con amor o con miedo, alegría o sufrimiento… y es la libertad personal (ante el pasado, la experiencia, los demás…) lo que nos permite decidir cómo la deseamos vivir. Y yo, hoy, ya he decidido que con solo amor. Porque la vida, eso sí, está siempre hecha de luces y sombras… y su único guía posible y que le da sentido es el amor!

Por último, comentarte que me da pena el árbol que han utilizado para imprimir este libro, como tantos otros que talamos sin piedad. Pero cuando las cosas tienen un sentido propio y honesto para con uno mismo y con los demás, tiene su justificación. Algunos de mis más de 4.000 antiguos contactos de Facebook y mis más de 50.000 visitantes de mi Blog requerían la posibilidad de tenerlo en papel para siempre o para compartirlo con otras personas, en un mundo en que lo virtual no sustituye nunca el valor de una mirada real, sincera y cercana. Esa quizás ha sido la última y gran lección de la vida aprendida por mí y que hoy también quiero compartir contigo, lector que has llegado hasta aquí! Mírame a los ojos que te brindo en este libro… y verás mi corazón!

Para acabar, tan solo desear te gusten estas casi 400 páginas de visiones, pensamientos, sentimientos míos, que intento compartir contigo. Y en un mundo interactivo como éste lo es ya, te invito a que contactes conmigo y me hagas llegar tus comentarios y opiniones, si sientes la necesidad. Pero, si puedes, nunca cambies la realidad de mi mirada por algo tan virtual, quizás anónimo y lejano, como lo es un libro, un chat o un comentario en un Blog. Ya sabes dónde estoy o donde encontrarme. Y si resuena en ti lo que escribo y siento, quizás ya, además, me encontrarás en tu propio corazón, como en su día hicieron mi Hada Mágica, mi ahora silenciosa Princesa y mi Ángel, a quienes llevo ya para siempre en mi corazón.

Muchas gracias a mi amada Hada Mágica, a mi Princesa y a mi Ángel por permitirme entrar en vuestro corazón. Muchas gracias a ti, lector, por permitirme compartir mi amor y mis secretos del corazón y de mi vida, a voces!

Miguel Benavent de B. Contacto: [email protected] 1 DE ENERO ¿FELIZ AÑO NUEVO?

Esta vez es un maravilloso texto de una amiga de una amiga, con el que te deseo el mejor nuevo año... en todos los sentidos!

Disfrútalo!

Quizás dé lo mismo si se trata de un año nuevo...

...o de un nuevo grupo de pertenencia,

...de un nuevo lugar donde vivir,

...de un nuevo amigo,

...o de una nueva pareja.

Nada puede ser realmente nuevo, si uno lo vive desde viejas actitudes. Por eso te deseo y me deseo...

Que no se nos vaya nuestro tiempo de vida en asuntos que realmente no valgan la pena.

Nadie vino a este mundo

… a encerrarse en un lugar seguro

… a lograr la aprobación de los demás,

… a “matar el tiempo”.

El tiempo es algo precioso: un recurso no renovable.

Que miremos hacia atrás solo para cerrar los asuntos pendientes.

Es el único modo en que el pasado puede realmente pasar:

... decir lo largamente callado,

... hacerse cargo de los errores

… y pedir disculpas,

… y reconocer lo recibido

… y dar las gracias,

… comprender lo no comprendido,

… dejar ir lo que ya no es.

Cerrar lo inconcluso es comenzar a hacer espacio para lo Nuevo. Que sepamos pedir ayuda cuando la necesitemos, para volver a pararnos sobre nuestros propios pies.

Dejarse ayudar es un buen antídoto para la omnipotencia o la necedad.

Que sepamos ayudar a quien lo necesite...

… sin perdernos en el otro,

… sin invadir ni manipular,

… sin generar dependencia,

… sin forcejear para que nadie cambie lo que no está dispuesto a cambiar.

Ayudar requiere el ejercicio de una solidaridad inteligente, consciente de sus trampas y de sus límites.

Que permanezcamos abiertos a encontrar verdaderos compañeros de Camino, afines a nuestra más íntima Esencia.

Como decía Vinicius: “La Vida es el arte del encuentro”.

No nos escondamos de la Vida.

Vivir Vivo es poco frecuente entre los humanos.

Lo logran quienes trabajan para abrir su sensibilidad y su conciencia.

Que seamos parte de aquellos que, más que un “Año Nuevo”, celebran cada día un Día Nuevo, intensamente Vivos.

...Y OTRO NUEVO AÑO QUE LLEGA!

Lo que me traerá el nuevo año

... Llegar a ser más como soy... y crecer como persona!

... Llegar a vivir mi vida tal y como realmente es... y no como he imaginado, me han enseñado o pensaba que sería o debería ser!

... No dejar de soñar ni un solo minuto... ni de luchar para que esos sueños se hagan realidad!

... Saber atender a mi alma y sus señales para guiarme siempre!

... Confiar en la vida verdadera como única y privilegiada oportunidad de ser como soy, crecer cada día y así llegar a ser feliz!

... Considerar al amor como el único camino entre personas que se quieren de verdad, se buscan a sí mismas, crecen y se sienten felices compartiéndolo!

... Saber distinguir en todo momento si es el amor o el miedo el que provoca mis actos... y saber entender que solo el amor me ayuda a mejorar y a vivir la vida que merezco!

... Desear que las personas que ya conozco -y las que conoceré este nuevo año- entiendan y siempre tengan el valor de vivir de verdad su propia vida... que tengan confianza en sí mismas... o el valor de pedir ayuda para lograrlo! ¿POR QUÉ ESCRIBO UN BLOG?

Desde que inicié este Blog, hace ya un par de años, siempre me he preguntado por qué dedico mi tiempo a escribir casi diariamente en un Blog. Puedo saber cuántos lectores diarios me leen y cómo va creciendo el número de éstos. Pero, afortunadamente, mi autoestima no depende de mis presuntos fans, ni mucho menos de los que me dan la razón (a pesar de que "comunicar no es tener la razón, sino que te la den"), pues pocas veces obtengo el conveniente "feedback" de los lectores, dándome o quitándome la razón, o aportando su particular punto de vista sobre los temas que abordo. Es verdad que son temas vistos desde mi peculiar -al parecer- punto de vista y, lo mejor, mi manera de vivir la vida, mi vida. Nada ejemplar, desde luego! Pero, es verdad que escribir diariamente exije una disciplina y una constancia difícil de mantener en los tiempos que corren. Pero supone la mejor manera de estar conmigomismo, curiosamente título de este Blog! Supongo que, como suelo afirmar, es factible encontrar el tiempo para escribir, porque estos escritos tienen para mí un indudable sentido! Y cuando estás alineado con ese sentido, uno no gasta energía en cumplirlo! Y ese sentido no es más que mostrar "que si yo estoy luchando por ser yo en una vida plena y día a día más feliz", todo el mundo puede lograrlo... aparte de que, leyéndome a mí mismo, recuerdo y renuevo a diario mi compromiso con mi nueva vida. Supongo que es un afán demasiado pedagógico o pretensioso, pero creo que el testimonio personal de personas que viven -o lo intentan- su propia vida es suficiente para que muchas otras personas - quizás algunos de mis lectores- se cuestionen su vida y, sobre todo, su innata capacidad para lograrlo... aunque a su propia manera! Siempre es mejor aprender de los errores ajenos ;)

Pero, más allá de seguir comentando mis pretensiones al escribir en este Blog, ahora es tu momento para reflexionar si tengo o no derecho a escribir. Seguramente seguiré haciéndolo, resuelvas lo que resuelvas sobre este tema, pero siempre tendrás el derecho a decidir si leerme o no. LA VIDA ES DEMASIADO CORTA...

Demasiadas veces creemos que la vida nuestra será larga. Eso nos permite postergar decisiones, dejar para mañana lo que nos incomoda o nos da miedo hacer hoy. "Mañana será otro día", decimos. Pero algunas veces eso falla, se nos va la vida súbitamente y se nos queda por hacer todo aquello que algún día soñamos. Si lo supiéramos de antemano, casi con toda seguridad viviríamos nuestra vida de otra manera, nos concentraríamos solo en lo importante y desoiríamos lo urgente, todo eso que hoy ocupa la mayor parte de nuestro día a día. Pero hay personas que tienen valor, sin duda... y no esperan a la antesala de la muerte para intentar ser felices, aunque sea un rato, una hora o escasos días.

Porque, como dijo el poeta inglés Francis Quarles (1592-1644), "No está la felicidad en vivir mucho, ni la infelicidad en morir pronto; es feliz aquel que ha vivido lo bastante para merecer morir bien".

Y recuerda siempre que...

La vida es corta, trabaja como si fuera tu primer día, perdona rápidamente, besa demoradamente, ama verdaderamente, ríe incontrolablemente y nunca dejes de sonreír, por mas extraño que sea el motivo.

La vida no puede ser la fiesta que esperábamos pero en cuanto estamos aquí, debemos sonreír y dar gracias... 23 DE JUNIO

EL FUEGO EN SAN JUAN

Esta próxima noche, en algunos lugares de España, se celebra la Verbena de San Juan, fiesta del solsticio de verano. En esta singular celebración el fuego es el protagonista. La tradición manda amontonar los muebles y enseres viejos de las viviendas para, luego, prenderles fuego en la llamada hoguera de San Juan. Aunque esta vieja tradición fue adoptada por el Cristianismo, este rito es mucho anterior y se basa en el fuego como elemento mágico y, a la vez, purificador de malos presagios y recuerdos. Así, al quemar esos viejos objetos, se está representando la purificación y eliminación de lo anterior, para abrir la puerta a lo nuevo en nuestra vida, pero ya con el alma vacía de impurezas, malos augurios y experiencias negativas del pasado. Y esa singular cremá, nos invita luego a postrarnos ante el sol naciente del día siguiente, indudable símbolo de una nueva y esperanzadora vida!

Es importante abordar la nueva vida con el alma limpia de recuerdos, condicionantes y vivencias malvividas. Hay que hacer espacio a lo nuevo, para que nos llene de energía y podamos emprender la nueva vida sin lastres del pasado. Lo mejor, sin duda, está por pasar en nuestra vida terrena y depende de nosotros y de nuestra capacidad de darle la bienvenida que merece. Como suelo decir, para vivir solo hay que estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor y contrastarlo con nuestro yo interno, ese que solo puede conducirnos hacia la felicidad. Seguramente lo que llegará a nuestra nueva vida tendrá poco o nada que ver con lo que planeábamos en nuestra mente, pero hay que tener la esperanza suficiente de que, lo que nos aporte -ya sea aparentemente "bueno" o "malo"- será necesario vivirlo para encontrar el verdadero sentido de nuestra vida. Soy consciente de que, muchas veces, eso cuesta, como cuesta que no se cumplan nuestros anhelos inmediatos y deseos escondidos, pero hay que creer en el Destino, saber escojer con libertad y hacerlo a cada paso que damos en nuestra existencia. Los errores se pagan... pero siempre pueden ser quemados en la hoguera de San Juan purificadora, después de haber aprendido de ellos, claro. Yo, particularmente, coleccionista de errores propios y ajenos que han modulado mi anterior vida, he aprendido poco a poco a irlos quemando, uno a uno, para poder abrirme a mi presente. Mi mente, claro está, se resiente e insiste en producirme la oportuna resistencia al cambio, pero solo abandonando nuestra zona de confortabilidad y falso equilibrio de fuerzas, uno está plenamente dispuesto a vivir la nueva vida, esa que simboliza el sol naciente tras la hoguera de esta noche. Así, uno va aprendiendo poco a poco a aceptar lo conocido y lo desconocido de nuestra existencia, pues ambos forman parte de nuestra vida plena. Y es lógico desconfiar o tener miedo ante lo desconocido, acostumbrados como estamos a intentar hacer todo aparentemente programado y presuntamente predecible. Pero cualquier fisura desbarata nuestros rígidos planes y nos enfrenta, de nuevo, a la esencia mágica y desconocida de la vida, nuestra vida.

Hoy especialmente pienso en todo aquello que, a pesar de necesitar quemarlo en la hoguera, permanecerá en mi vida para siempre. Entre esos ya viejos enseres estarán todas esas circunstancias que me han traido hasta aquí y que me han conformado tal y como soy ahora. Pero basta recordar que la energía nunca se destruye, tan solo cambia de estado, produciendo -en el caso del fuego- la calidez en el ambiente y la luz que ilumina nuestros pasos. Personas amadas ausentes, recuerdos dolorosos, momentos angustiosos desaparecen de nuestro hogar interno para convertirse en cegadora luz de sabiduría... gloriosa metáfora la del fuego! Pero, tras el fuego y la negra noche, aparecerá -como cada día- un sol naciente y radiante que estrenará el nuevo día! Y, en él, aparecerán todas esas personas amadas, recuerdos inolvidables y momentos memorables que han configurado nuestra vida y podremos, entonces, acojerlos en nuestra alma ya vacía y receptiva! Lo que tuvo que desaparecer, desaparecerá en la hoguera, lo que merece estar en nuestra vida, renacerá como el sol!

En una noche mágica como esta solo pido saber qué quemar de mi vida y qué mantener en mi corazón, para siempre. Guardaré lo eterno y que me hizo ser como soy y, en cambio, quemaré todo aquello que entorpeció mi vida y mi crecimiento como persona. Y le preguntaré a mi alma qué he de hacer con cada cosa en mi vida, para que me ayude a olvidar lo urgente y a resucitar lo importante. Seguramente a estas alturas de mi vida, ya quedan pocas cosas por quemar y, en cambio, muchas otras por vivir o recobrar. Tengo la sensación de que, día a día, vivo más y mejor lo que me toca vivir en mi vida plena hacia la felicidad; me rodeo de personas importantes para mí, exprimo los momentos mágicos que aparecen y admiro los escenarios vitales en los que transcurre mi día a día.

Quema esos recuerdos que merecen ser olvidados y entorpecen tu camino; luego, admira el nacimiento de tu nueva vida al día siguiente, con el alma vacía. Que tengas una feliz verbena de San Juan... y disfrutes de la luz que te dispensa el fuego de lo vivido!

EL SEXO COMO EXPRESIÓN DE LOS CONDICIONAMIENTOS SOCIALES

De nuevo el sexo como manifestación de nuestros condicionamientos personales, educacionales y sociales. Lejos de ser lo que es -la manifestación natural, corporal y anímica de nuestras emociones- el sexo sigue siendo una expresión de nosotros mismos y de nuestra relación con el entorno. Y, seguramente, la más evidente. En el sexo manifestamos nuestras propias frustraciones, carencias o, en muchas ocasiones, lo consideramos solo una contrapartida necesaria del amor. El sexo es nuestra propia relación con nuestro cuerpo, ese mismo que descuidamos comiendo en exceso, castigándole con el tabaco, el alcohol y los excesos de todo tipo y sin el necesario ejercicio físico. ¿Podemos conciliarnos, de una vez por todas, con nuestro cuerpo como sustento de nuestro ser personal y de nuestro espíritu? El sexo es, en sí, una poderoda manifestación de nuestros sentidos y, a través de ellos, expresamos nuestro yo interno. En el sexo, gracias a nuestro poderoso instinto animal, somos tal cual somos... y si logramos aparcar nuestros pensamientos y roles sociales, manifiesta cómo somos en realidad, mucho mejor que nuestras palabras vacías. Pero el sexo como tal, para ser pleno, necesita igualmente de sentimientos... sino se convierte en un mero ejercicio más o menos acrobático, pero sin sentido. Y encontrar el sentido al sexo -como a todo lo demás que forma parte de nuestra vida- es necesario para que no nos vacíe. Incluso los más adictos al sexo estarán de acuerdo conmigo que el sexo con amor es mejor... y deja de ser un fin en sí mismo para convertirse en un medio singular y fantástico de expresión del amor... o del odio! Porque ambos forman parte del ser humano y somos nosotros los que - gracias a la libertad- determinamos ese sentido. Para muchos el sexo es la prolongación del mundo que vivimos, es decir, ese juego macabro de dominantes y sumisos, de poderosos y de frágiles... todo eso que configura nuestro Ego insano, demasiadas veces protagonista de nuestra vida externa; para otros, el sexo es una meta en sí mismo para poseer, para denigrar, para dominar a alguien; para algunos pocos es, simplemnete, un instinto que debe ser resuelto y que preferiblemente debería contener y expresar siempre un sentimiento. Por eso el sexo -como lo vivimos y como nos lo venden- es diferentemente aceptado y ejercido por un hombre o por una mujer. Para el varón -lamentablemente más alejado de la gestión de sus emociones- es una expresión de su dominio sobre lo que le rodea; para la mujer, en cambio -como ser más avezado en manifestar emocionalmente lo que vive y siente- el sexo es una prolongación del amor. Porque la sociedad, a unos y a otras, les ha mermado esa capacidad de decidir qué es el sexo para cada uno de ellos, dándole un sentido propio y erróneo, alejado de su realidad personal, corpórea y espiritual.

Piensa en qué deseas del sexo o cómo lo practicas y verás tu relación con el mundo que te rodea. Por ejemplo, los maltratadores -ya sea hombre o mujer- suelen hacer gala de un sexo desenfrenado, insano y basado en el dominio y la posesión incondicional del otro; para el sujeto sumiso, el sexo es la entrega total a su poseedor y amo, a cambio del pivilegio de su atención personal y, evidentemente, se convierten en botín de guerra del glorioso vencedor; para el adolescente es la explosión hormonada y la relación temprana con el propio cuerpo incipiente y el descubrimiento del otro; para una persona en la tercera edad, es algo ya pasado y ajeno, tal y como perciben -desgraciadamente- algunos ancianos su relación con su postrera vida. Así, el sexo es la mejor manera de conocer nuestro fuero interno, nuestra relación con la vida y con lo que nos rodea, ya sea nuestro propio cuerpo o el mundo que nos envuelve.

DE NUEVO, MÚSICA PARA EL CAMBIO

Recuerda rodearte en tu tiempo libre de esa música de tu corazón o de esa otra música que lo conmueve cuando la escuchas! Personalmente, creo que la música es mi terapeuta preferido en ciertos momentos. Cuando escucho una determinada música, ésta despierta en mí mis emociones más sorprendentes. Puedo, incluso, provocarme la tristeza o la alegría, según cada momento y esa música especial que escucho. Supondo que acepté hace ya un tiempo, que alegría y tristeza forman parte -a partes iguales- de la vida de cualquier persona y no merece la pena intentar sentir solo una de esas emociones, ambas forman parte de la vida! Por eso, cada uno de nosotros tiene esa música dedicada a cada uno de esos sentimientos: unos escojen esa música que les rememora tiempos pasados o personas hoy ausentes; otros, buscan recordar momentos mágicos; algunos más, se fijan en la melodía o en sus acordes para percibir el propio sentimiento que transmite el autor de la canción; también los hay que, simplemente, buscamos -en cada nota- sentir lo que sentimos en cada preciso instante que la escuchamos. Busca tu propia música en su momento adecuado, disfruta con ella de esos sentimientos alternativos -felicidad o infelicidad- pero necesarios ambos, para saber quién y cómo eres en realidad. No solo oigas música, escúchala atentamente... y notarás que es tu corazón quien la recibe! Así, cuando veas que cambia la música que escuchas, sabrás que también están cambiado los sentimientos que sientes y, como consecuencia, estarás empezando a cambiar tu vida!

LA CONCIENCIA... NUESTRO ETERNO VIGILANTE

No es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos o por qué lo hacemos, lo que importa. Nuestro trabajo, nuestras aficiones, nuestro modo de vida dependen del sentido que tienen en sí, más que de su naturaleza o la calificación que hagamos de ellos. Así, las cosas no son buenas o malas, dignas o indignas, mejores o peores, justas o injustas, sino fruto del sentido singular que tengan en nuestra vida! Y ese sentido solo podemos dárselo nosotros mismos!

Aún así, la gente tiende a juzgar al prójimo por lo que hace, no por el casi siempre oculto sentido que tiene el hecho. Así, nuestra mente dual impone su perversa alternativa... bueno o malo, pecado o virtud, etc. Cuando, precisamente, es nuestra alma o su portavoz discreto, la consciencia, la única capaz de guiarnos... porque en ella -lo admitamos o no- hay una parte humana y otra divina... aunque, seguramente, ésta última bastante alejada de lo que popularmente denominamos religiosidad. Así, nada ni nadie puede juzgar nuestros actos por lo que parecen, por lo que son... Te recuerdo que no hay juez más severo y más ecuánime con uno mismo que uno mismo... capaz de juzgar el verdadero sentido que tiene cualquier acto en nuestra vida!!

Seguramente, te bastará estar de acuerdo con tu conciencia cuando emprendes algo... luego será la propia vida lo que te dará o no la razón ante el hecho, aunque con toda seguridad habrás podido aprender de la experiencia. Si actúas desde su firmeza -y no intentando hacer un plebiscito ante tus espectadores- verás como todo cobra sentido en tu vida, tanto las alegrías como las penas. Porque, no olvides que, aún a pesar de la aparente complacencia de quien actúa mal o sin un loable sentido, llegará ese momento en que el silencio o la soledad -siempre presentes cuando estamos con nosotros mismos- hará recapacitar a esa persona... pues todos tenemos conciencia, podemos desoirla o no, pero en un momento o en otro se nos hará patente.

He tardado demasiados años en saber escuchar y atender a mi propia voz interior, llámale como quieras. Con el tiempo, lo estoy consiguiendo y, como suelo decir ahora, "ya duermo tranquilo todas las noches" o "intento actuar como si fuera mi último día de vida". Esa manera de ver -y de sentir- la vida y lo que en ella sucede, me da una inusitada firmeza y, a la vez, estricto sentido a todo lo que hago, lo que no siempre es fácil ni cómodo en un mundo en el que "mal de muchos, consuelo de tontos" -por ejemplo, con el peligroso hábito humano de engañarnos a nosotros mismos- y donde esa firmeza se confunde con intolerancia o terquedad; en la práctica, esa actitud provoca incomodidad a ciertos espectadores, pues muchas veces genera envidia, evidencia sus propias carencias o simplemente les obliga a defenderse -ante la evidencia- atacando... en vez de intentar aprender e imitar esa envidiable rectitud y tesón. Y es que, recordemos, que nosotros mismos nos proyectamos en los demás, así como éstos se proyectan en nosotros. Una regla sencilla en este sentido: cuando hay algo que nos gusta y nos atrae de alguien concreto, significa que poseemos -de antemano, aunque quizás no expresada- esa peculiaridad que admiramos en el otro. Así, por poner un sencillo ejemplo, cuando admiramos a alguien amante del órden, es porque algo en nuestro interior contiene y/o reclama ese mismo órden que buscamos fuera de nosotros mismos. O, en negativo, cuando vemos fatal a todo el mundo que nos rodea, seguramente es porque uno mismo se siente mal y solo es capaz de ver lo mismo en los demás. Es el llamado por mi "efecto mujer embarazada", por el cual, una mujer embarazada solo es capaz de ver otras mujeres embarazadas por la calle o dondequiera que vaya! Las proyecciones que hacemos sobre lo que nos rodea son fieles testigos de lo que sucede en nuestro interior!

En fin, que la conciencia imperturbable que siempre nos acompaña es un buen consejero en nuestras decisiones cotidianas, nos otorga firmeza y, a la vez, nos libera de dar demasiadas explicaciones a nuestro entorno más inmediato a la hora de tomar decisiones, aunque el tiempo demostrará, sin duda, si fueron acertadas o no... o, mejor aún, si simplemente te tocaba vivir lo vivido! SOLO MÚSICA...

Disfruta de la música en tu vida. ¿Sabes? Hay dos tipos de música que nos embelesa: la que sentimos interiormente cuando amamos y nos sentimos amados y otra, la que conmueve nuestro corazón cuando la escuchamos, porque evoca sentimientos. Busca cualquiera de ellas en tu vida y piensa que la música es lo único que nos une a todos, como el amor! Rehuye de personas que no sientan así la música o que solo la utilizan como himno o marcha militar para imponerse al prójimo!

Ya cuando yo era joven, siempre preguntaba el tipo de música que escuchaba una cierta persona. Con esa información, era capaz de vislumbrar el perfil de persona recién conocida. La música dice mucho de cada persona: los hay que, simplemente, no escuchan música; los hay, en cambio, que repiten y repiten melodías de antaño, anclados en la nostalgia; otras personas, en cambio, hacen evolucionar sus gustos musicales en función de la evolución de su propia vida; también los hay que buscan incansablemente nuevos ritmos y estilos, de manera proactiva. Y es que la música que escuchamos en cada momento o circunstancia de la vida dice mucho de la persona y de cómo vive ésta su propia vida!

En la música de la vida, ésta te pone la partitura para que tu mismo escribas las notas y, día a día, vayas descubriendo una nueva y sorprendente melodía!

SI NO ADMITIMOS LA MALDAD, NO PODEMOS ELEGIR LA BONDAD

El ser humano es "bueno" y "malo", intrínsecamente, por naturaleza. Pero tiene el privilegio de ser libre para elegir qué quiere para su vida, en cada momento. Si, como hacen muchos, uno cree que el mal o el bien vienen de fuera de uno mismo, está cediendo su propio protagonismo y negándose el derecho de ser libre para ejercerlo! Debemos ser conscientes de que la sombra existe porque existe la luz, el dolor existe porque existe la alegría, el odio existe porque existe el amor... y debemos conocer a ambos contendientes para luego poder escojer el que más nos convenga para nuestra vida! Eso destierra el presagio de que hay personas buenas o malas, convenientes o inconvenientes... solo hay personas que actúan de diferente manera ante la vida, unas guiadas por el amor y otras, en cambio, por el miedo! No busques fuera lo que, sin duda, está dentro tuyo... simplemente déjalo salir y elige qué es lo que quieres para tu vida, siendo -al fin- protagonista de ella! ¿Amor o miedo? Si es miedo lo que ves en tu vida, míralo de cara, siéntelo intensamente y recházalo sin argumentos... irá lentamente desapareciendo de tu vida! Si, en cambio, es amor lo que ves y sientes, vívelo intensamente y compártelo con quienes te rodean... verás como se prolonga y se expande a todo lo que vives, sientes y haces! Y, ni que decir tiene, que lo que eres, sientes, quieres y haces en tu vida, la propia vida te lo devuelve con creces!

PLANIFICACIÓN DE OBJETIVOS EN LA VIDA

Hoy te invito a que leas este escrito, aparentemente empresarial. Habla de la planificación de objetivos.

Particularmente, siempre he pecado por intentar programar de antemano mi vida. Al menos, saber hacia donde iba, para no perderme! El resultado es que me sentía igualmente perdido y, lo peor, sin saber realmente hacia dónde me dirigía! Inútil trabajo saber el cómo, pues, con los años, lo mejor que hice es aprender que la propia vida te lleva donde necesitas ir, ni más ni menos! A cada paso te propone cosas nuevas, circunstancias imprevistas y personas que te muestran el camino, que se hace día a día, simplemente viviéndolo y sacando cada lección que la vida trae consigo. Hoy sé hacia dónde voy, ya no pienso en el camino, sino hacia dónde me dirijo... y dejo que la vida me lleve. Como ya no pienso que la felicidad sea una meta, sino el propio camino! Así, hoy ya entiendo que mi vida se vea trastocada por momentos de amor, de pasión desenfrenada, de tristeza amarga, de sorpresas imprevistas y de aparentes casualidades que, día a día, me conforman como persona y me acercan a lo que realmente soy, seguramente mucho más lejos de lo que mi mente fue capaz nunca de imaginar! Ahora, miro atrás y veo que mi vida ha venido siguiendo un camino determinado pero oculto para llevarme hasta aquí. Y que, cuando la he dejado expresarse y no me he resistido a sus designios, me ha traido todo lo necesario para ser feliz, aunque no siempre tuviera el valor de verlo y, mucho menos, de vivirlo.

Atrás quedaron las noches en vela, las largas meditaciones, la inquietud y las horas vacías pensando en mi y en mi vida... mientras me alejaban de mi simple capacidad de vivir intensamente la vida que merecía en cada momento que ésta me sugería! Así, durante demasiados años, lamentablemente, desprecié el amor y la felicidad en mi vida, mientras intentaba desesperadamente trazar el camino para encontrarlos. Pero al fin descubrí que el amor y la felicidad están siempre presentes en todo lo que nos rodea, solo hay que saber abrir la puerta a tiempo cuando llegan, para dejar que entren y así vivirlos. Y ese primer paso entraña, necesariamente, creer lo suficiente en la capacidad de uno mismo y en la vida para vivirlos cuando salen al paso. ¿La confianza no es, acaso, un primer y necesario eslabón del amor, como lo son el respeto y la esperanza? Elegir el amor -desterrando el miedo inculcado por nuestra mente limitada y por los demás- es, al fin, sentirnos libres para elegir nuestra felicidad como escenario de todo lo que emprendamos... como amar a alguien significa hacerlo por quien es, hacia donde va y, sobre todo, confiar en que esa persona -esté donde esté ahora- llegará a ser feliz... si cree merecerlo y deja que la vida se lo demuestre!

Si uno se teme a sí mismo y teme a la vida, es bastante posible que no se encuentre y que vea la vida como una simple obra de teatro con diálogos y secuencias inconexas e improvisadas que no llevan a ninguna parte. Si, en cambio, uno se ve a sí mismo como merecedor de lo que es, tiene y recibe de la vida, ésta se convierte en la gran y única oportunidad para vivir lo que uno elige y merece en el momento oportuno! Vive la vida tal y como viene... y vívela intensamente cuando ésta te regala oportunidades para amar y ser feliz! Busca tu Destino, sí, pero improvisa tu camino... estando atento a lo que la vida te propone cada instante!

Aquí en mencionado texto sobre la planificación de objetivos. Extrae tus propias conclusiones...

Planificación de objetivos

Esta asignatura de la vida pocas veces la enseñan los padres o las escuelas. La vida misma nos enseña poco, tarde y algunas veces a base de tropiezos y sin ningún orden. Vivir en equilibrio y con un objetivo se traduce:

En ilusión de vivir intensamente.

En deseos de estrenar cada día como una vida nueva.

Saber esto e incorporarlo a tu vida diaria, respetando tu particular manera de ser y pensar y sin que las normas te esclavicen (...).

El proceso en síntesis es:

- Planificación de objetivos en el tiempo;

- trazar las bases de nuestra vida en el equilibrio;

- conseguir hábitos positivos; - tendencia a la simplificación;

- vivir siempre con plenitud el “ahora”;

- dedicar tiempo a soñar…

- para luego con ilusión poder realizar;

- tener un rumbo claro, concentración y constancia;

- y así ir alcanzando humildemente los objetivos,

- disfrutando de la vida, hasta que seamos llamados...

Y aquí en este tipo de vida cabe todo: la intrepidez, la bondad, el orden y la improvisación, la sorpresa, la constancia, la ilusión por descubrir el mundo y la gente, el amor sin egoísmos.

Y todo esto a lo largo de tu vida... compartiéndolo, porque:

El amor es como el fuego, si no se comunica se apaga…

Para ponernos en marcha hace falta mucha ilusión.

Las ilusiones son el motor de la vida y el motor del amor…

Y el amor es como un imán: ¡atrae amor!

"Vivir para vivir siempre", de Jaime Borrás SI TÚ ESTUVIERAS AQUÍ...

Durante muchos años la canción de Pink Floyd, su "Wish you were here". rememoraba la ausencia de mis seres más queridos. Con una vida repleta de despedidas silenciosas y de marchas súbitas sin avisar, mi corazón frecuentemente se encontraba con el lánguido lamento de esta canción que expresa la soledad que uno siente cuando un ser amado desaparece y se le echa de menos. Hoy, demasiados años después, he aprendido que la distancia de alguien amado de verdad no existe, solo hay que aprender a buscar su proximidad dentro nuestro, en el corazón de uno mismo; si el amor es de verdad -aunque no se manifieste ahora- esa distancia desaparece y nos sentimos acompañados de ese alguien especial, esté o no con nosotros. Uno llega a sentir profundamente la permamente presencia del ser amado, dondequiera que vayamos y en todo momento! Eso es válido incluso tras su muerte... Evidentemente, acostumbrados como estamos a lo evidente, lo externo y al ruido ajeno, la mente insiste en recordarnos que esa persona amada ya no está con nosotros o cerca nuestro, intentando despertar el olvido; si dejamos a la razón hacer de las suyas, apelará a nuestro Ego insano y/o a nuestro propio sentido de supervivencia frente al dolor que, de entrada, se siente en estas situaciones; rememorará constantemente lo que merecemos o intentará poner tierra de por medio entre esa persona y nosotros, para hacernos reemprender nuestro camino -temporalmente aplazado por esa ausencia- hacia la felicidad. Pero las razones de la razón en estas dolorosas situaciones no convencen ni eliminan el sufrimiento! Uno es libre -incluso- de sentir el profundo dolor de la ausencia, pues éste enseña a ver si es amor de verdad o no lo que nos une a la persona ausente; si pasado un tiempo, ese presunto amor se diluye pronto y nuestro corazón anhela abrirse de nuevo a alguien, querrá decir que ese sufrimiento no tenía mucho sentido en nuestra vida... o que teníamos más miedo a la soledad, que necesidad de su compañía; si, en cambio, ese sufrimiento se dilata en el tiempo, no atiende a razones externas y, sobre todo, uno se siente internamente confortable consigomismo ante la soledad y el silencio, significará que la distancia no es impedimento para sentirnos igualmente amados... aunque querrá decir que un amor de verdad como ese debería ser cuanto antes compartido y vivido por ambos!

Pero, aún así, ese amor distante duele, como el que más! Por eso es en el silencio con uno mismo, en la atención permanente a lo que sucede a cada instante, en almacenar felicidad propia para luego poder compartirla y en la esperanza del retorno como uno logra defenderse de ese agudo sentimiento de soledad que le sugiere la distancia o el silencio del ser amado. El tiempo dirá si ese amor se reencontrará con la deseada realidad compartida, cercana, y concreta... o bien si permanecerá para siempre en el baul de los sueños rotos, aunque, sin duda, como amor verdadero pero imposible...

EL PRIMER PASO PARA CAMBIAR LA REALIDAD ES ACEPTARLA

La realidad es una... o varias -cambiantes- a la vez, lo aceptemos o no. Podemos temporalmente evadirnos de ella, para eso hemos creado el ocio, la política, el fútbol, la droga del tipo que sea... o, simplemente, nuestra gran afición humana de engañarnos a nosotros mismos... y, como consecuencia, al otro. Pero, un día u otro, la realidad se hace patente en nuestra vida y reclama toda nuestra atención. Porque la vida nuestra no es más que ese tránsito necesario para aprender lo que cada uno debe aprender. El premio de este aprendizaje es, sin duda, la felicidad, o sea el propio camino hacia esa felicidad por irse descubriendo uno mismo cada día y observando -y sobre todo- sintiendo intensamente lo que percibimos y viviendo esos acontecimientos que la vida nos ofrece a cada nuevo instante. No hace falta meditar demasiado, ni llevar a cabo un proceso intelectual para lograrlo, ni tan siquiera aislarse del mundo y aspirar al encuentro místico con uno mismo... como muchos parecen sugerirnos desde terapias alternativas o pseudo-científicas ancestrales o libros de presunta autoayuda, escritos por iluminados. Se trata de sentir y ser capaces de identificar esa emoción ante cada situación, para luego buscar su sentido en nuestra vida y elegir si ese sentido está o no alineado con lo que queremos en ella. Si está alineado, ese camino vital provocará nuestra satisfacción y, por que no admitirlo, nuestra felicidad, aunque ésta sea la leve y efímera suma de momentos felices; si ese sentimiento no está alineado, nos costará esfuerzo intelectual o emocional llevarlo encima y nos daría sensación de llevar una pesada carga de desilusión... y ese otro sentimiento de supervivencia y de una cierta resignación frente a la vida, tan común en nuestro tiempo actual.

Aunque no lo parezca por mis largos escritos, cada día más dejo las palabras vacías para los presuntos intelectuales, los presumidos eruditos o los fabricantes de best-sellers de autoayuda. Los sabios, en cambio, saben ver la verdad en el silencio, en la contemplación y vivencia de la naturaleza interna y externa: Indagan en su corazón para sentirlo como propio y en el entorno natural que nos envuelve, como gran maestro de la realidad de la vida. Para vivir de verdad basta con estar atentos, sentir lo que se siente, encontrarle un verdadero sentido y, sobre todo, vivirlo intensamente, tal como viene. Reconozco que no creo demasiado en los maestros ajenos a uno mismo, como tampoco creo en el misticismo lucrativo o gratuito, o los que promueven filosofías y prácticas orientales arcaicas, o los que ofrecen su mágica conexión con el más allá, ya sea desde doctrinas religiosas o simplemente, echando las cartas del Tarot o leyendo los posos del café. No pongo en duda todas y cada una de esas recetas mágicas para reencontrarse con uno mismo o conocer el devenir de nuestra vida, sino todas esas personas víctimas que, desorientadas y con temor frente a la vida, buscan refugio fuera de ellos mismos, mitificando el medio y olvidando el loable fin de reencontrarse y, lo que es peor, cayendo en obsesiones, adicciones o entregando su alma al mejor postor, a cambio de la eterna y férrea sabiduría para vivir!

Aquí te traigo una interesante entrevista a un "coach literario", como se autodefine, que -por cierto y a pesar de lo dicho hasta aquí-, corroboro en casi su totalidad. Seguramente mi recelo ante este tipo de temas radica en lo fácil que es caer en dogmatismos, en reglas universales que desoyen la realidad singular, personal e irrepetible de cada uno de nosotros, ignorando el sabio maestro que cada uno tenemos en nuestro interior y el necesario aprendizaje a través de la vivencia personal. Palabras eruditas, libros presuntuosos, conferencias ilustradas... con un buen fin en sí mismo... pero con una dudosa metodología arreglatodo y, una vez más, una manera de ayudar a la gente a evadirse del protagonismo personal que cada uno tiene frente a su propia vida!

Disfrútala... Analiza sus acertadas y sensatas palabras, pero extrae tus propias conclusiones! "No hay un espacio en la sociedad para expresar la tristeza, por eso la escondemos". El coach literario Josep López Romero publica el libro 'La ilusión'. La Vanguardia, 11 de junio del 2009.

Vivimos un momento coyuntural y económico en el que la palabra ilusión se hace más necesaria que nunca. O al menos es lo que piensa el periodista y escritor Josep López Romero que cree que la gente que vive esta crisis a un nivel íntimo y personal tiene una oportunidad de oro para replantearse y escuchar sus deseos más primarios. El autor parte de la base que todos podemos perder la ilusión en algún momento de nuestra vida, y este estado aletargado durante mucho tiempo deriva en fuertes depresiones. Él mismo lo sabe de primera mano, estuve catorce años sin ilusionarse por nada. Diagnóstico: depresión. Durante este trayecto oscuro aprendió cosas tan sencillas como aceptar la tristeza o expresar y compartir el dolor. Primero aceptó, para luego superar una situación crítica que ahora le ha llevado a ejercer de coach literario en el libro La ilusión con el objetivo de señalar un camino y una salida a personas que ahora mismo viven una situación similar. Para López Romero "el hombre, más allá de lo que viva o de lo que le hagan, tendrá siempre capacidad para volver a soñar". Una idea que evoca con una cita de la directora de la Fundación Laudes Infantis, Jacqueline Moreno, y que también incluye en la parte final del libro. "Cuando lo has perdido todo, volver a tener ilusiones es muy complicado. El secreto es que descubrimos que aunque nos hayan hecho trizas y nuestra vida sea un rompecabezas, siempre podemos volver a soñar".

C.Baulies

La entrevista.

-¿Qué le ha llevado a escribir sobre la ilusión?

-En general suelo escribir sobre cosas que me atraen mucho porque las necesito. Escribo más para aprender que no para explicar cosas que ya sé. En este caso, me llevó una situación personal de depresión que viví durante unos cuantos años. Sobre todo al ver cómo empezaba a salir de ella, ver como te cambia el paisaje cuando vuelves a sentir la ilusión por vivir. Quería transmitir que también se pude salir de esto y dar algunas claves sobre como lo he hecho yo o como pienso que se puede llegar a conseguir.

-¿Llegar a un estado de depresión implica siempre una pérdida de la ilusión, o no necesariamente?

-Sí, la antítesis de vivir ilusionado es vivir deprimido. Muchas de las depresiones a las que se llegan hoy en día se producen porque abandonamos las ilusiones que teníamos cuando éramos pequeños o jóvenes, y que nos movían y nos daban una energía que nos hacía sentir muy intensamente. Es algo que vamos sepultando y tapando por resignación o por mil y una circunstancias de la vida. Vamos poniendo tantas capas encima que al final esto nos desconecta de estos deseos primarios y de estas ilusiones elementales que nos hacían vivir. Aquí es cuando llega realmente la depresión, nos sentimos tristes y hundidos y no sabemos exactamente porqué.

-Porque nos olvidamos de nuestros deseos más primarios…

-Sí, o porque los intentamos sustituir por pequeños deseos o ilusiones que no lo son de verdad, simplemente son refugios, como tener un coche nuevo o comprarnos un teléfono móvil.

-Su libro empieza con una mujer, Esperanza, que se levanta con un fuerte vacío en su interior. ¿Es una situación cotidiana más comun de lo que a primera vista parece?

-Sí, y estoy convencido de que últimamente ha ido a más. De todas formas la situación que describe el libro no deja de ser una parábola. Normalmente, no nos levantamos un día y decimos, "vaya, que me pasa, he perdido algo dentro, me siento vacío". Pero si que es verdad que vamos notando síntomas de esto, a los que muchas veces no les hacemos caso porque no queremos enfrentarnos con nuestros vacíos. Preferimos esconderlos y distraernos con la televisión o con el fútbol. Pero estos vacíos son muy obstinados, y continúan allí, y continúan picando en forma de tristeza repentina, de agobio, de pocas ganas de hacer cosas. Todo esto va sumando hasta que un buen día nuestro cuerpo dice basta.

-¿Y qué pasa con nuestra mente cuando el cuerpo dice basta?

-Entramos en una crisis fuerte de lo que sea, que podemos tapar o atenuar con medicamentos, muchas veces necesarios, pero que no solucionan el problema.

-Y entonces nos queda…

-Aceptar la situación, aceptar que no somos felices con la vida que tenemos, por mucho que nos pueda parecer que aquello que tenemos nos tiene que dar la felicidad.

-¿La única forma de curarse es aceptar que uno está triste, deprimido, enfermo?

-La aceptación es el principal punto de partida de una recuperación. Muchas veces enfermamos porque no aceptamos, nos negamos a nosotros mismos y a nuestros deseos e ilusiones. Nos obstinamos a luchar contra una realidad que frecuentemente no podemos cambiar. Esta lucha estéril contra cosas que tendríamos que empezar a aceptar para empezar a cambiar nos hace enfermar. Hasta que no aceptamos que somos como somos, con nuestras limitaciones pero también con nuestros talentos, hasta que no aceptamos que la realidad es la que es, y que la vida nos ha traído hasta ella. El primer paso para cambiar la realidad es aceptarla. La realidad está en permanente cambio, es la que es, pero cambia constantemente. Podemos incidir para que cambie, pero para ello hay que aceptarla, no negarla. -¿Podemos aceptar esa realidad nosotros solos o cuando la crisis está en una fase adelantada es imprescindible que alguien nos abra los ojos?

-Es una pregunta muy buena porque realmente llega un momento, especialmente en las depresiones, en que no vemos las cosas como son, las vemos con el prisma deformado de nuestra tristeza o de nuestra frustración. Es muy necesario que alguien nos ayude, tenemos que entender y aceptar que no lo podemos hacer solos y que alguien desde fuera nos hará ver las cosas de otra forma. Muchas veces se producen suicidios por parte de personas que son incapaces de ver las cosas de otra forma. Ven las cosas como si tuvieran una tela, solo alguien de fuera puede ayudar a desentelar esta mirada y sobre todo puede ayudar a entender a que esto también pasará. Parte de poder aceptar pasa por entender que aquella realidad que tanto nos preocupa o nos entristece, cambiará y pasará. Es importante que sintamos que no estamos solos en el mundo, que estamos interconectados con otras personas. Sólo con el afecto del de fuera, se puede tener el efecto de salir de una depresión

-En su libro la profesional que ayuda a la protagonista a salir de su delicada situación es un hada madrina. Como esta figura sólo existe en los libros, y teniendo en cuenta que se autodefine como coach literario, debo interpretar que apunta usted directamente a la terapia del coaching…

-Sí, esto es muy importante porque existen muchas herramientas destinadas al crecimiento personal o a la superación ante las dificultades de la vida. Todas pueden ser útiles. La psicoterapia tiene su utilidad, durante muchos años ha servido a mucha gente. Lo que pasa es que el coaching se está mostrando como una herramienta muy potente, de aquí que mucha gente la esté poniendo en práctica o incluso esté reconvirtiendo su formación profesional para ser coach.

-¿Por qué ahora y con esta metodología? -El coaching se enfoca siempre al futuro, no al pasado. Se parte de la situación actual y se mira como mejorarla hasta llegar a un punto con el que nos encontremos bien. No necesitamos entender todo lo que ha sucedido en el pasado para llegar a un punto en el futuro. También es una técnica que no te dice nunca lo que tienes que hacer, pero sí que te da herramientas para que te des cuenta de lo que debes hacer. La psicoterapia quizá es un poco más pasiva en este sentido. Sí que es un acompañamiento, pero yo tengo la sensación de que te dejan un poco más solo. El coach te va descubriendo tus talentos, habilidades o virtudes y como te hace ver como te pueden servir para llegar a la vida que tu quieres tener. Creo que, a pesar de estar poco instalada en nuestra cultura mediterránea, es una figura muy interesante y que todavía está por explotar.

-Hay otro de los personajes de su libro que alerta sobre la diferencia entre alegría e ilusión. ¿Distan mucho la una de la otra?

-Es una confusión con la que yo me había encontrado muchas veces antes de hacer el libro. La alegría es una emoción que llega, la sientes y se va. Mientras hay alegría no hay tristeza, pero cuando llega la tristeza se va la alegría. No nos puede servir como gran soporte para avanzar en la vida. La ilusión incluye la alegría pero también te proyecta hacia el futuro, y esto enriquece todavía más al presente. Uno no puede vivir siempre con alegría, pero sí que puede vivir siempre con ilusión.

-¿Hemos banalizado nuestras ilusiones?

-Sí, y eso comporta el peligro de poner nuestra felicidad fuera de nosotros mismos y que no tengamos poder sobre esta felicidad. Nosotros nos ilusionamos por algo como adquirir cosas materiales, y eso durante un tiempo nos da una cierta vida, pero nuestra felicidad dependerá de eso. Si al final no tenemos ese coche, ese móvil o si ese coche se estropea, acabaremos hundidos otra vez. La ilusión verdadera es la que da un sentido a tu vida y no está fuera de ti. No la pones ni en un objeto, ni en una situación, ni en una sola persona.

-¿Sería esta la "Gran ilusión" a la que se refiere su libro?

-Aquí hago servir ilusión como sinónimo de sentido de la vida, al final estás haciendo aquello que crees que puedes hacer y esto es algo que tienes que sentir. Cuando estás fluyendo es cuando notas que realmente tienes ilusión, cuando notas que hay lo que en coach se denominan quiebres, si la ilusión es fuerte y el sentido que le has dado a tu vida es coherente, aquello lo soluciones, pero sino, te hundes.

-¿Hasta qué punto es importante tomarse la vida como un juego?

-En algún momento del libro hablo de que la vida tiene mucho de juego, pero no quiero que esto quede como una frivolidad. Las palabras ilusión y juego tienen curiosamente la misma raíz. Es verdad que no hay ilusión en la vida sino aceptas que la vida tiene una parte de juego. El juego pasa por aceptar que a veces puedes conseguir las cosas y otras no. Cuando la vida te lleva a un callejón sin salida hay que dar media vuelta, volver y afrontarlo de otra forma. Los niños son la ilusión personificada porque juegan constantemente, y se toman la vida como un juego. Saldrían mejor estudiantes si fuéramos capaces de tomarnos el estudio y la educación como un juego, pero no en sentido frívolo, sino serio. Un juego también tiene sus reglas, sus normas, puedes ganar o no…

-¿Personalmente ha llegado a entender por qué estuvo tanto tiempo deprimido? Creo que ha dicho en alguna ocasión que hay una obligación social para ser feliz.

-Sí, creo que esto es algo importante, pienso que deberíamos hacer una reivindicación en favor de la expresión de la tristeza. Tendríamos que ser capaces de sentirnos tristes y que no pase nada. En el trabajo, en las relaciones sociales, no hay un espacio en la sociedad para expresar la tristeza, por eso la escondemos. Pienso que es un sentimiento tan legítimo como cualquier otro, no tendríamos porque esconderlo. Esto nos evitaría muchas depresiones, medicamentos e historias tristes. Sería bueno que pudiéramos expresarnos tal y como nos sentimos.

-¿Es una de las cosas que ha aprendido durante estos años?

-Es una de las cosas importantes que he aprendido, tiene que haber un espacio para llorar las tristezas de la vida, para expresar dolor, para sentir pérdidas y compartirlas con las demás.

LA VIDA FLUYE A CADA INSTANTE... NO INTENTES FIJARLA, SOLO VÍVELA!

Dicen que una imagen vale mil palabras. Aquí tienes una serie de imagenes fotografiadas en un mismo y breve instante, en un día cualquiera de primavera. Basta mirar al cielo en un momento para darnos cuenta y aprender que todo cambia cada segundo…

¿Has visto alguna vez dos cielos iguales?

Vivir de verdad es vivir la vida tal y como viene. Amar la vida es entender que todo lo que ésta nos aporta a cada instante es siempre a favor nuestro, nunca en contra!

¿Existe un cielo mejor que otro?

Disfruta de este cielo, está ahí cambiando a cada segundo para llamar nuestra atención, para que lo miremos y aprendamos cómo es nuestra vida!

¿Miras al cielo, de vez en cuando? ¿INQUIETUD ANTE LA CRISIS?

Mucha gente piensa que yo, en mi vida -como en mis escritos- suelo evadirme de la realidad cotidiana -esa que nos presiona, nos impresiona y nos asusta- y refugiarme en las "alturas", es decir, el misticismo y un irreal y mágico sentido de la vida y de todo lo que en ella pasa! "Qué poco me conocen y qué poco hacen por conocerme", pienso en voz baja, pero sin intentar convencerles de lo contrario, aunque se autodefinan como amigos míos! Y es que, precisamente a mí, la vida no me ha permitido demasiadas distracciones ni desvaríos... como el que más, estoy atado a mi trabajo diario del que vivo y con el que pago todas mis facturas... desde que tenía 17 años. Y eso no ayuda a levantar la mirada por encima de las cosas mundanas! Pero, precisamente estas circunstancias difíciles o, como mínimo, complejas, han propiciado mi crecimiento como persona y esa capacidad de discernir -casi siempre bien- entre los fines y los medios en mi vida, aunque reconozco que, hasta hace bien poco, mis problemas cotidianos eran mi coartada preferida para considerarme tal solo víctima de mi vida, de esa vida que siempre alguien o algo, en cada momento, parecían obstinados en boicotearme! Pero, sin dejar de vivir ese día a día complejo, un buen día me di cuenta de que llevaba demasiado lastre, que no me sentía satisfecho de verdad y de que, incluso, había renunciado a mi propia felicidad para sobrevivir a un mundo y una vida que detestaba. Y, lo peor, que era yo quien -en verdad- me estaba boicoteando mi natural e innato derecho a vivir lo que merecía! Entonces, tuve que perdonarme por haberme tratado tan mal y durante tantos años -desde mi truncada juventud- y luego aprender a reconciliarme con todas esas otras personas de mi entorno a las que, hasta ese momento, había considerado culpables -sin saberlo- de mi incierta vida. Ese fue mi primer paso hacia mí, hacia ese ser que yacía en mi interior y que yo mismo había desoído tantas veces y que ahora sé que no hacía más que llevarme hacia mi felicidad. Pero, el mundo y yo mismo habíamos estado distraídos, mientras pasaban los años y las cosas no mejoraban en mi vida. O quizás tuve miedo de cambiar mi vida y entregarme a lo desconocido... por bueno que fuera! Así, llegado ese gran día -no sin víctimas propiciatorias que padecieron mi anterior ceguera vital- me di cuenta de la realidad, de mi realidad. La clave es, simplemente, asumir -de una vez por todas- mi protagonismo, o sea, mi derecho a ser feliz... y luego dejar que la propia vida haga el resto! A partir de entonces, mi miedo a vivir se está diluyendo día a día, dejo de gastar energía en sobrevivir a esa vida vacía y, lo más importante, empiezo a creer en mí mismo y en mi propia vida lo suficiente para convertirme en verdadero protagonista de mi existencia. Atrás está quedando mi victimismo, mis miedos y mis esfuerzos inútiles por mantener mis principios ante mi entorno. Ese fue, sin duda, mi gran primer paso! Concederme el derecho a ser yo mismo y, siéndolo, llegar a ser feliz! Ha pasado ya cierto tiempo desde entonces y mi nueva vida, día a día, se va afianzando y fortaleciéndose, gracias a lo vivido -lo bueno y lo malo, qué duda cabe- y a lo soñado! Porque sí, siempre había soñado lo que quería para mi vida, eso es esencial! Y, poco a poco, lo vivido y lo soñado se fueron acoplando para poder responder a ese yo interno que, con el tiempo, impuso su dictado y está llenando mi vida. Así, hoy, mi vida está adquiriendo la paz interior necesaria, la confortabilidad con mi entorno y, sobre todo, el sentido necesario para aceptar y vivir las cosas de manera diferente, plena y orientada al amor y a la felicidad. En el camino están aparecido ocasiones únicas, encuentros mágicos, el amor incondicional como modo de crecimiento y de plenitud... y esa felicidad cotidiana que hoy ilumina casi todos mis actos. Todo eso me demuestra que estoy ya, al fin, en mi camino y que tengo toda la vida para recorrerlo! Una nueva vida! Fuera de ella están ahora las inquietudes ajenas y externas, las vivencias del pasado -que hasta entonces justificaban mi miedo a vivir- y, como postre, apareció la esperanza ante mi vida y la felicidad que ésta nos propicia a cada instante... si nos atrevemos a concedernos el derecho a vivirla, claro está! Así, crisis globales como la actual, mi terca afición a equivocarme para aprender o la incertidumbre que casi todos vivimos actualmente, han adquirido un cierto sentido en mi vida, sin desviarme de mi camino hacia la felicidad. Esos muros -aparentemente insalvables- que parecen impedirnos nuestro avance personal son, en verdad y ahora, oportunidades para aprender y crecer... o, como mínimo, para probar mi lealtad a mí mismo o a la vida que he soñado y que ahora estoy empecinado en perseguir! ¿AMOR O AMISTAD?

Ayer mismo, un amable lector de Brasil, añadía este precioso verso en los comentarios de este Blog. Ya alguna vez había tratado este tema de la amistad y el amor... pero, tal vez ¿no son dos visiones de una misma cosa?

Cuando pienso en estos temas y en tantos otros de nuestra vida, siempre acabo concluyendo que el ser humano tiene la mala costumbre de crear disyuntivas, enfrentar siempre alternativas. "Tú o yo", en vez del "Tú y yo" que decimos buscar! "Amistad o amor", en vez de "amistad y amor". Como suelo decir, la mente humana es dual y no entiende de la integración de los opuestos, a pesar de que la vida está llena de contrastes -luces y sombras- y son, precisamente, estos contrastes los que dan consistencia al Todo. Pero, en contra de esa concepción total de la vida, ya desde pequeños se nos enseña a elegir una de las dos alternativas planteadas... como si pudieramos diseccionar o clasificar cualquier vivencia en dos alternativas. Así, desde niños y hasta una cierta edad, nos enseñan a dividir el mundo en dos partes, a buscar las dos alternativas, para luego escojer una de ellas -sin duda, la buena- y así se nos premia por nuestra sabia capacidad de elección y de decisión. Bueno-malo, amor-odio, divino- humano, correcto-incorrecto, norte-sur, policía-ladrón, papá- mamá, cielo-infierno... forman parte de nuestro paraíso personal y vivir bien es no equivocarse en la elección de los opuestos! Así, en nuestro mundo inmaduro, infantil y plano todo es posible, pero cada cosa tiene su valor y nuestro mérito consiste en saber elegir lo único bueno posible. Así, "bueno o malo, verdad o mentira, justo o injusto, moral o inmoral, amor o amistad... aparecen constantemente como alternativas que exijen una rápida y acertada elección nuestra; podríamos afirmar que se trata de un mundo fácil, donde la verdad o la felicidad dependen de tal -diametralmente opuesta- decisión, con lo que nuestras posibilidades de tener éxito o fracasar en las decisiones son siempre del 50%. Mente dual para vivir una vida igualmente dual... pero irreal!

Pero, desde siempre he dicho que la madurez consiste en darte cuenta de que, en la vida, las cosas no son siempre como parecen y que, según el momento y la situación, las alternativas ante una decisión no siempre son dispares, enfrentadas y excluyentes, sino una media entre ambas o, según como, la unión de ambas. Porque la vida es cambio constante -mira sino el cielo y busca dos momentos, alternativos o sucesivos, iguales o contrarios- y negarlo hace que perdamos de vista toda su amplitud y riqueza de matices; como efecto inmediato y práctico, a la que la vida nos expone una situación determinada -por ejemplo, la misma vida o la muerte- en la que no nos permite elegir entre "la mejor o la peor", todo se nos desmorona y nos sentimos desorientados en nuestra mente dual, controladora y limitada. Así, en la verdad de la vida, amor y amistad, bueno y malo, felicidad e infelicidad, humano y divino, etc. son conceptos que no deben ir necesariamente en dirección opuesta, sino muchas veces caminan de la mano; tratar de definirlos para elegir entre uno de ellos es limitarlos y, a la vez, negarlos a ambos. No entiendo el amor -en este contexto, me refiero al amor romántico- sin esa dósis de amistad que, necesariamente, conlleva; para no desvariar o no equivocarnos, pondremos límites entre uno y otro... hasta tal punto que los confrontaremos hasta convertirlos en incompatibles, lo que nos hace sentir más seguros y confortables! Pero la vida real no exije que hagamos esa elección, sino que estemos permanentemente atentos a lo que vemos y sentimos en cada momento y ante cada persona concreta... y entendiendo así, que la vida es eso, precisamente el contraste constante y, posiblemente, la sabia unión de ambas alternativas.

Así, sin duda, viviríamos una vida plena, sin riesgo a equivocarnos entre dos opciones igualmente válidas, pero sin esa obsesión por enmarcar y decidir una de nuestras vivencias, situaciones o personas de nuestro entorno. Al hacer la foto instantánea del momento o la persona para tomar una decisión acertada, la imagen saldrá -necesariamente- movida, pues la vida no permanece quieta ni un solo instante, mal que nos pese y nos cree un cierto vértigo. Seguramente para evitar esa incertidumbre de la mente solo se puede estar muy atentos a lo que realmente sucede, vivir los sentimientos que genera en cada instante y, sobre todo, tener fe en que, lo que se nos ofrece en la vida, nunca va en contra nuestra! Así, amor- odio, justicia-injusticia, felicidad-infelicidad, yo-nosotros, amor- amistad... siempre forman parte de nuestra vida y nos ayudan a ser como somos y, sobre todo, a ejercitar el privilegio de la libertad de experimentarlos para crecer y aprender, viviendo una vida más plena... aunque, en un momento dado, tengamos la necesidad de decidir y vivir lo que realmente nos merecemos!Posiblemente vivir la vida con el amor que creemos merecer no es otra cosa que tener el valor de cambiar la "o" de la falsa disyuntiva y ser capaces de convertirlo en esa "y" que la vida nos regala!

Aquí el precioso texto de Shakeespeare, difrútalo...

"Le pregunté a un hombre sabio, la diferencia que había entre el amor y la amistad, me dijo la verdad ...

El amor es más sensible, la amistad segura.

El amor nos da alas,

Amistad, la palabra.

En el amor hay amor, La amistad comprensión.

El amor es plantado y cultivado con esmero,

La amistad es en las mejillas, el intercambio de alegría y tristeza, se convierte en un gran y querido compañero.

Pero cuando el amor es sincero viene con un gran amigo.

Y cuando la amistad es de hormigón, está llena de amor y afecto.

Cuando usted tiene un amigo o una gran pasión, en ambos coexisten sentimientos dentro de su corazón ".

William Shakespeare

TU CANCIÓN

Aquí tienes la letra de una maravillosa canción de Elton John, "Your song". Siempre ha sido uno de mis temas preferidos que habla sobre el amor incondicional y su necesidad de expresarlo. Reconozco que sigue conmoviéndome, como el primer día en que la escuché. Supongo que, entre otros motivos, es por mi incapacidad -hasta hoy- de expresar mis sentimientos a través de mi propia música; cada uno tiene sus herramientas para expresarse y, hoy por hoy, las mías son la pintura, mis escritos o esas fotografías que día a día ves por aquí en este mismo Blog. Expresar sentimientos es un don, qué duda cabe. Particularmente tardé gran parte de mi vida en lograrlo y, quizás, hoy solo se me puede reprochar mi incapacidad de silenciarlos... Aunque suene a tópico, a los hombres, lamentablemente, no se nos permite expresar públicamente nuestros sentimientos... ¿o somos nosotros mismos los que no nos lo permitimos hacerlo, por miedo a parecer vulnerables?

Disfruta de esta linda canción y que pases un feliz fin de semana!

Tu canción, de Elthon John

Es curiosa esta sensación interior

No soy de los que se ocultan fácilmente

No tengo mucho dinero pero si así fuera

Compraría una casa grande donde pudiéramos vivir

Si yo fuese escultor, pero una vez más, no lo soy

O un hombre que hace pócimas en una caravana

Se que no es mucho pero es lo mejor que puedo hacer

Mi regalo es mi canción y esta es para ti

Y puedo decirles a todos que esta es tu canción

Puede ser un poco simple pero ahora que está hecha

Espero que no te moleste Espero que no te moleste que ponga en palabras

Que maravillosa es la vida mientras estás en el mundo

Me senté en la azotea y pateé el musgo

Fluyen los versos fluyen, me hicieron cruzarme un poco

Pero el sol ha sido bueno mientras escribía esta canción

Es para la gente como tu que lo mantienen encendido

Así que perdóname por olvidar estas cosas que hago

Verás, he olvidado si son verdes o son azules

Como sea la cosa es lo que quiero decir en realidad

Los tuyos son los ojos más dulces que he visto.

¿AMAMOS COMO LOS ANIMALES?

Soy un gran amante de la Naturaleza y, en el fondo, siempre pienso que ya nos convendría a los humanos aprender de ciertos comportamientos "del mundo animal". Ya de pequeña, le comentaba a mi hijita que solo el ser humano daña al prójimo con malicia o por venganza; si los animales lo hacen, es para alimentarse, para mantener el liderazgo en la manada (en el trasfondo, Darwin y su selección natural para mejorar la especie) o para defenderse de un ataque y protejer así su propia vida. Dos motivaciones bien distintas, pues una agresividad va ligada a la supervivencia y otra, a la soberbia, la codicia o el poder por el poder. Siempre acababa diciéndole a mi niña que, en la mayoría de las ocasiones, más nos valdría parecernos más a ciertos animales...

La diferencia esencial entre los humanos y el resto del Mundo Animal es la autoconciencia, es decir, la consciencia de uno mismo, lo que trae consigo nuestra responsabilidad y nuestra libertad. Por lo demás -mal que les pese a algunos- compartimos algunos sentimientos, sensaciones e instintos. Sin duda un animal doméstico "ama" o "se apena" ante la muerte de su amo. Pero los animales no son conscientes de "su ser", de lo que sienten y no se reconocen a sí mismos...

Hace unos días leía en un libro que no es lo mismo "amar" que "tener la voluntad de amar". "Amar" -matiz más o menos- es un sentimiento común de los seres vivos; y, en cambio, tener la "voluntad de amar" es una cualidad exclusiva del ser humano, como ser libre y responsable que es. Dicho lo cual, "amar" en sí, no es un privilegio ni un mérito del ser humano, de ahí que cualquier persona pueda, en un momento dado, sentir amor por alguien o algo en su vida; pero sí es algo muy distinto, desde esta perspectiva, es "tener la voluntad de amar", es decir, la facultad de querer amar y/o ejercitar el amor hacia alguien o algo. Ese acto elevado, basado en la libertad (o lo que es lo mismo, ausencia de necesidad) es el que le otorga la relevancia y, evidentemente, le diferencia del amor "solo- sentimiento", para convertirlo en una actitud en la vida, exclusivamente humana y que entraña mucho más que el "simple" sentimiento.

Ahondando en este tema, llegaríamos a entender por qué hay personas "enamoradas del amor", como yo denomino a esa gente que necesita amar porque requiere continuamente de esos gestos, guiños y rituales típicos de una relación amorosa; mujeres con las que he conversado sobre este tema afirman "necesito amar, cuidar, mimar, estar por alguien especial", por lo que en su vida simplemente buscan a alguien "cualquiera" con quien poder ejercitar su personal e intrasferible -e incluso, según como, peligroso- hobbie o afición"; yo, a esto, suelo llamarle "adicción al amor", para la que se requiere sólo - lamentablemente, en muchos casos- de una víctima propiciatoria a quien dirigir las necesarias atenciones; otras mujeres, en cambio, conversando sobre el mismo tema -al menos- han añadido a su necesidad de amar, la necesidad de "sentirse igualmente amadas, cuidadas, etc. y que el otro esté por ellas", lo que supone un afortunado avance de lo que podríamos denominar un necesario amor recíproco y equilibrado. Pero hasta aquí, con perdón, solo hemos definido ciertos aspectos del amor sentimiento, comunes con otras especies evolucionadas del reino animal.

La voluntad de amar, es decir, el paso superior y específico de la persona -además del sentimiento en sí- debe añadir el amor a uno mismo y el amor a otra persona concreta e individual, teneniendo la esperanza de que llegará a ser más y mejor como persona, por decirlo de alguna manera; eso es, sin duda, amar la singularidad del otro y su capacidad de crecer y de, a la vez, hacernos crecer, lo cual generará felicidad a ambos. Esa es, por llamarlo de alguna manera, la "voluntad de amar". El Zen distingue entre dos tipos de amor: el amor llamado "sexual", que hereda nuestros condicionamientos, espectativas y también -por que no admitirlo- nuestras represiones, por lo que es limitado en el tiempo y, ni que decir tiene, que es el más común en nuestra sociedad; y el siguiente amor o compasión (nada que ver con nuestro concepto de esta palabra), basado en la libertad y que une a dos seres únicos y singulares que se hacen mutuamente de espejo el uno al otro, lo que favorece su crecimiento personal y, como consecuencia de ello, otorga madurez a la pareja, lo que les posibilita la felicidad. ¿PECADOS... POR SEXO?

Seguramente, para según quien, hablar de la iglesia hoy es un tema polémico. Como lo es cada vez que ella habla. Esta vez es ella quien comenta los diferentes pecados que cometen hombres y mujeres, a partir de un estudio realizado. Además, apunta nuevos pecados emergentes, fruto de los constantes cambios de este mundo, intentando demostrar su presunta puesta al día. Sin duda, como sucede con los políticos y los legisladores de este mundo nuestro, la iglesia institución está desfasada ante la realidad nuestra, como no podía ser de otra manera en una vida que nos supera con creces y que no permite ser diseccionada desde el reduccionismo de la mente o la dualidad humana.

Pero, desde aquí, solo desearía recordar que Iglesia -más alla de una institucion humana y, por tanto, imperfecta- es la unión de los creyentes de un determinado credo y unos ciertos valores. No hay que confundir los medios con los fines! Como tampoco habría que hacer una enumeración de los pecados - convenientemente clasificados como mortales o veniales-, sino darnos cuenta de que el ser humano tiene la potestad de actuar con amor o sin él, gracias a su libertad. Y donde no hay amor, reina el odio... o el miedo! Evidentemente la manifestación concreta del odio en nuestra vida, coincidiría - las más de las veces- con los pecados detallados en este texto por la iglesia, aunque yo no haría la humana distinción entre hombres y mujeres, pues es una invitación más a cuestionar la vida desde un prisma dual y, por tanto, reduccionista, cuando no, invitarnos a que cuestionamos -una vez más- la posición histórica de la iglesia -católica, entre otras- ante unos y otras! Puestos a añadir -y, por qué no, a debatir- preferiría enfatizar en la cuestión de amar-se a si mismo sin sentimiento de culpa... como causa fundamental de todos nuestros males...

Aquí tienes la referida noticia, júzgala por ti mismo...

Una investigación realizada por el Vaticano asegura que tanto los hombres como las mujeres pecan, aunque de distinta forma. La flaqueza más común entre las féminas es la soberbia, mientras que entre los varones es la lujuria.

La investigación, que publica el diario de la Santa Sede L'Osservatore Romano, se basa en un estudio del jesuita Roberto Busa, de 95 años, que ha analizado las diferencias entre hombres y mujeres en el confesionario.

El teólogo Wojciech Giertych explica en el periódico vaticano que los mayores vicios de los hombres son, por este orden, la lujuria, la gula, la pereza, la ira, la soberbia, la envidia y la avaricia. En el caso de las mujeres, la soberbia, la envidia, la ira, la lujuria y la pereza. Según la tradición cristiana católica, los siete grandes pecados capitales son la lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. La Penitenciaria Apostólica de la Santa Sede, que fija los castigos e indulgencias a los pecadores, actualizó el año pasado su lista de pecados para incluir otros más modernos que, según la Iglesia, prevalecerán en la era de la "imparable globalización".

Se trata de la modificación genética, los experimentos con personas, la contaminación ambiental, la posesión o venta de drogas consideradas ilegales, la injusticia social, el causar pobreza y la codicia financiera.

La investigación se publica en un momento de preocupación por la disminución del número de confesiones.

Un estudio reciente del Vaticano señala que cerca de un tercio de los católicos considera que ese sacramento ya no es necesario, mientras que uno de cada diez lo ve como un obstáculo en su diálogo con Dios.

¿ORGULLO... O AUTOESTIMA?

Hace unos días, un amigo me sugería que tratara el tema del orgullo. Creo que es un interesante tema, aunque solo daré mi personal interpretación sobre éste, sin intentar sentar cátedra sobre este asunto, aunque no resultará fácil hacerlo y que se entienda...

Creo que el orgullo es una poderosa arma del Ego y, como tal, es dañino para uno mismo y para los demás, según rezan los cánones zen. El ego no es más que la sustentación de nuestra personalidad aprendida, formada exclusivamente por nuestra razón y todos esos elementos condicionantes de ésta, es decir, lo que creemos ser y lo que nos hicieron creer que éramos; la razón es dual, o sea, percibe todo como "bueno" o "malo", "cierto" o "falso", "conveniente" o "inconveniente"... Y nosotros, como seres humanos, en cambio, tenemos una esencia "integral", que incorpora necesariamente ambos extremos duales, es decir, lo que consideramos el "bien" y el "mal". Es nuestra mente limitada e influenciada la que busca esa confrontación permanente, lo que -en la práctica- significa que no nos permite ver ni vivir la vida tal y como es en realidad, además de provocarnos frecuentes desequilibrios, en función de la opción de elijamos en cada momento. Porque la vida es algo integrado, algo que responde a la unión de los opuestos, a la riqueza de valores contrastados y su amplio espectro de posibilidades, que después, la libertad humana -de cada uno- hará coherentes y, en determinados casos, optará por alguna de esas opciones, como es el caso del amor o el odio como polos realmente opuestos en nuestra vivencia cotidiana. Esa mente dual busca desesperadamente la disyuntiva en cada uno de nuestros pasos y de nuestras decisiones, porque no sabe gestionar la Unidad esencial humana. Es entonces cuando se hace valer del "orgullo", entendiendo como tal la ratificación permanente y desmesurada de nuestra personalidad adquirida ante los demás o los sucesos de la vida, como algo distinto y ajeno a nosotros mismos y, según pensamos guiados por el miedo, como algo siempre contrario a nuestros intereses personales. Así, el orgullo es un arma efectiva que impone nuestra personalidad aprendida ante todos y todo, aunque niega la verdadera esencia humana, en realidad integradora y necesaria para vivir plenamente la vida.

En contraposición al orgullo, aparece el amor propio. Más allá de la terminología linguística, para mí el amor propio es algo basado en la autoestima, necesaria pues no es más que la valoración de uno mismo y de los que nos rodean, sin necesidad de considerarlo un contrario que nos impide serlo. La autoestima se basa en la aceptación de los -aparentemente- opuestos, como parte consustancial de nuestro ser profundo y coherente. El ser humano es una unidad (mitad humana, mitad divina, si se quiere) que integra los opuestos y actúa como uno ante el Universo entero. Somos integrantes esenciales del Cosmos y sus reglas y comportamientos están integrados en cada uno de nosotros: la luz y la sombra, el amor o el odio, lo positivo o lo negativo... Y no hay razón para tener que decidir una u otra, todo ello esta integrado en el Alma humana y, desde ella, conforma nuestra propia vida... y nos da el conveniente sentido a nuestra existencia. En otras palabras, solo así podemos aceptar que la felicidad y la infelicidad, por ejemplo, formen parte de nuestra existencia, pues para conocer a una, la felicidad, debemos -necesariamente- haber experimentado su opuesto, la infelicidad. La vida no es más que un camino -más o menos largo y tortuoso- que nos expone a experiencias de todo tipo para que aprendamos y crezcamos con ellas, hasta llegar al ansiado equilibrio, es decir, la fusión de los opuestos (el yin y el yan, lo masculino y lo femenino, etc.). Su más evidente síntoma es la paz interior! Así, la soledad, la compañía, el amor o el odio... no son elementos, virtudes o defectos, gratuitos y ajenos a nuestra propia vida (o fruto de un irreal Satanás, algo novelesco), sino opciones personales y, como tales, oportunidades para conocernos, para aprender y, luego, poder elegir libremente cuáles preferimos que formen parte de nuestras vivencias y decisiones cotidianas. La libertad es el gran privilegio humano, pues nos permite escojer qué queremos -y que no- vivir mayormente en nuestra vida, aunque muchas veces lo decidamos por el ya clásico prueba-error! El amor propio es lo que nos defiende a ultranza de nosotros mismos (de nuestro ego malformado y dual) y del entorno nuestro, considerado erróneamente como algo ajeno o agresivo. Y el sano ejercicio de ese amor propio, en vez de separarnos del Todo como el orgullo hace, nos une al Todo, sin dejar de ser uno mismo o, mejor aún, siendo precisamente Uno Mismo. Claro que la sana autoestima empieza por uno mismo, como su nombre indica! Si alguien es incapaz de amarse a sí mismo, será incapaz de amar al otro; si uno es incapaz de respetarse a sí mismo, lo será de hacerse respetar por el ajeno; dicho de otra forma, lo que nos hacemos a nosotros mismos, lo hacemos a los demás y al Todo. Porque todos y cada uno de nosotros somos parte del Todo, el Universo no sería el mismo si faltara solo uno de nosotros! Ese sentimiento unitario con el Todo nos exije, entre otras cosas, ser responsables de nuestra vida, de todo lo que en ella acontece y de cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los demás, a través de la libertad. Y esa práctica cotidiana es lo que conforma nuestra verdadera autoestima!

La cultura, la sociedad o la religión como dogmas inamovibles e incuestionables vulneran sistemáticamente el amor a uno mismo (autoestima) en favor de lo demás, ya sea el otro, una ideología o cualquier otro bien -presumiblemente- común. Pero, en la mayoría de estos casos, esa vulneración no consiste más que en la -conveniente- renuncia a uno mismo! Utilizando cierta terminología obscurantista y manipuladora, apelan al egoismo o, lo que es peor, al sentimiento de culpa que éste provoca. Así, se pretende supeditar a la persona cediendo su singularidad y su responsabilidad a un nuevo ente social, formado por lo que podríamos llamar individuos. Huelga decir que esa aniquilación de la persona y su responsabilidad personal e intransferible tienen -la mayoría de las veces- unos fines algo maquiavélicos y resulta nocivo para el ser humano. Seguramente el pago más evidente es la infelicidad y el vacío existencial que provoca! Ante este agravio, solo es posible defenderse a través de la autoestima, el sano ejercicio de quererse a uno mismo lo suficiente. Frases bíblicas como "ama al prójimo como a ti mismo" avalan estas afirmaciones, aunque posteriormente hayan sido descontextualizadas y perdido su verdadero significado! Ni que decir tiene que, en la mayoría de los casos, la autoridad -del tipo que sea- se impone supeditando y aniquilando a la persona -es decir, su autoestima- como frecuente fuente de conflictos, como su singularidad y su indudable protagonismo personal frente a la vida!

Así, resumiendo, el orgullo es algo que nos encadena a esa personalidad conveniente, limitada y restrictiva del ego, es decir, el fruto de la dual mente humana que nos separa del Todo y convierte a nuestro entorno en algo ajeno, contrario y distante, además de impedirnos vivir la vida como es en realidad; la autoestima, en cambio, supone el sano ejercicio de quererse a uno mismo como es en esencia, es decir, como parte del Todo y, por tanto, que nos une a los demás, al Todo, haciéndonos responsables de ello y permitiéndonos vivir y aceptar la vida tal y como es, con toda su amplitud y su riqueza. Según mi modestia opinión y por resumirlo de una manera, el orgullo nace del miedo a ser y, en cambio, la autoestima nace del amor a ser!

¿LA IMAGINACIÓN AL PODER?

Sin duda, ser un romántico es una determinada -y necesaria- manera de ver el mundo y de vivir la vida. En nuestra sociedad alienante, la gente tilda de romántico a esa persona soñadora y utópica que vive rebelándose continuamente contra el mundo. Creo que todo ser humano tiene algo de romántico y rebelde en su interior, aunque seguramente escamoteado tras una vida ordenada, cómoda y más o menos fácil. Pero, a su vez, es ese espíritu vivo, interior y libre quien le ayuda a gestionar su vida. Sin éste, el mundo se torna vacío e insulso, nos hace mediocres y dota de sinsentido nuestra existencia cotidiana. Pero, aunque ese indomable espíritu interior hemos aprendido a acallarlo y pretendemos domesticarlo, nos acucia en ciertos momentos y nos espolea a cambiar las cosas; seguramente empezamos por intentar cambiar el mundo, cual románticos adolescentes, a una edad en la que nuestras fuerzas sobran y salen a borbotones; con la edad, uno aprende que no hay mejor revolución que la silenciosa y discretamente diaria en nuestro mundo cotidiano, aunque pronto nos damos cuenta del minúsculo campo de batalla (nuestro ámbito personal) que tenemos para lograrlo; pero con más edad, uno percibe el cambio desde dentro de uno mismo, allí donde se logra la energía, la pasión y, a la vez, la paz interior de cada persona; y es allí donde empieza nuestra personal y particular revolución, en la que solo debemos tener el valor de dejar que fluya y que, sin duda, cambia el mundo entero!

Siempre me he considerado un romántico empedernido. Mi innata curiosidad, mi capacidad de crítica y mi constante inquietud vital me lo permiten y me lo exijen. Creo que es un don que debo cuidar y que demanda una cierta valentía ejercitarlo, en un mundo plano donde molestan las personas singulares, valientes y comprometidas con ellas mismas para cambiar su vida! Seguramente, además, el ser romántico - hasta que no se conforma en un estilo de vida dado- promueve la manifestación de lo inexpresado a través del arte. Así, no es de extrañar que yo acabara escribiendo, pintando o haciendo fotografías... para acallar mi espíritu rebelde, silenciado e inquieto. Seguramente todos los grandes artistas surgieron de ese silencio y muchos, dada su extensa obra y biografía, permanecieron en él, gracias a lo cual realizaron una gran aportación a la Cultura y a la Historia del Arte. Otros, los aficionados como yo, apenas seremos recordados como artistas, pero sí como personas singulares que, aunque pretendimos servirnos del arte, solo logramos vivir nuestra propia vida... tal y como la soñamos! Claro, que a decir verdad, eso también es un arte...

Aquí una entrevista que habla del movimiento romántico, desde sus orígenes. Es un poco densa, pero vale la pena leerla, como referente histórico y patente de algo que sientes internamente tú... cuando te atreves! Disfrútala! "Una metáfora puede volverse una cárcel, pero el único antídoto es otra metáfora más fuerte". "En esta crisis financiera no ha dominado el romanticismo estrictamente, sino un irracionalismo increíble".

PEDRO VALLÍN La Vanguardia. Madrid 30/05/2009

Los primeros artistas románticos reivindicaron su universo como indispensable para el obrero alienado de la época. ¿Por qué entonces sigue siendo pertinente lo romántico hoy en occidente, donde cada cual puede elegir su ocupación laboral?

Eso sería así, que el romanticismo perdiera su sentido, si la vida fuera sólo trabajo, si el hombre fuera un 'animal laborans'. Y el romanticismo no es, en todo caso, el único vehículo para trascender la vida ordinaria; el hombre contemporáneo acude a la fantasía, la poesía o la música. En todo caso, el romanticismo tiene buenas posibilidades para sobrevivir porque el hombre tiene espíritu y anhelo. Mire, existe un símbolo del romanticismo que es la flor azul, que representa la belleza y el anhelo de lo infinito. Pues bien, Karl Marx llegó a afirmar: "nosotros", refiriéndose a los socialistas, "pretendemos recoger en la realidad esa flor azul".

El romanticismo demostró en esos años ser muy versátil. Lo mismo era usado para enardecer la revolución francesa que cobijaba el pensamiento antirrevolucionario de Goethe.

Entienda que lo que hay es una época romántica, que es un periodo limitado que se puede describir con precisión, y autores que se definen como románticos. Y luego también existe un afecto romántico, que se puede exteriorizar en diferentes conceptos y movimientos sociales. En todo caso es un intento por trasladar más fantasía a la realidad en unos años en los que se venía imponiendo un principio de realidad demasiado estricto. Por eso los románticos propiamente dichos eran entusiastas de la revolución, porque ellos creían que con ella llegaba la realidad soñada. De acuerdo…

Espere, le quiero poner un segundo ejemplo. Diez años más tarde, los románticos empezarán a soñar con el 'nosotros' y surge por primera vez en la historia alemana la conciencia nacional, una conciencia llena de fantasía. Como ve, es en este sentido que el romanticismo tiene capacidad de penetrar en diferentes materias y, en la política particularmente, impregna tanto a las derechas como a las izquierdas.

¿Toda ideología utopista es romántica?

Desde luego, todo utopismo es romántico. Al nazismo se le han reprochado a menudo sus raíces románticas (o viceversa), pero también su interpretación deshumanizada de la razón científica.

¿Qué pesó más en su opinión?

Mi tesis respecto al nacionalsocialismo es que entre sus fuentes ideológicas no está tanto el romanticismo como el naturalismo pseudocientífico, caso de su darwinismo social o de cierto biologismo, como el que aplicaban a los judíos, tratándolos como bacilos. El romanticismo, en el nazismo es más bien un cierto ornamento artístico, como en la instrumentalización de poemas o canciones. Goethe temía en los albores del siglo XIX la nueva capacidad de la política romántica, la política posrrevolucionaria, para manejar a las masas… Decía que cuando las masas ocupan el escenario de la historia, tiende a triunfar la demagogia.

¿Goebbels es, en cierto sentido, la peor pesadilla de Goethe?

Él temía a los demagogos. Pienso en Saint-Just o Robespierre. Realmente cabría decir que sí, Goebbels encarna la peor pesadilla de Goethe. Pero Goethe, claro, no era un romántico. Piense que mostró un gran entusiasmo por Napoleón cuando declaró el imperio. Goethe era un hombre de orden, y los románticos amaban el caos. Decían: "Hay que sentir el caos dentro para poder parir una estrella". Eran caóticos, aunque unos caóticos muy productivos.

Subraya usted que el triunfo artístico del romanticismo coincide con un repentino repunte de la alfabetización. ¿Sin ocio no habría habido románticos?

Seguramente no, pero partimos probablemente de una idea falsa de ocio. Trabajar tanto tiempo es una cosa de la época moderna. Según nuestro paradigma actual, antes todo el mundo era perezoso. Hoy vivimos bajo la religión del trabajo. En torno a 1800, el romanticismo exigía literatos, filósofos, conscientes de su propia valía, era un mundo en que la cultura tenía conciencia y una gran seguridad en sí misma, en sus capacidades, frente a la cultura de hoy, que se encuentra a la defensiva, se defiende pero no participa de aquella conciencia de su valía. La cultura de hoy ha desarrollado temores respecto a la economía, al ocio, a la moral y a la política.

Pero lo que hoy entendemos por artista es un invento romántico.

Sí, es plenamente romántico. Es la misma consciencia de que cada uno es un cofre y sólo hay que bucear en él para sacar a la luz los talentos. De algún modo, según ese paradigma, nacemos como genios y morimos como idiotas.

Goethe decía que lo romántico es lo enfermizo. Freud, que mientras la aflicción es el dolor por una ausencia concreta, la melancolía es el dolor por una ausencia indeterminada. Es pues incurable. Ergo el artista es un enfermo incurable.

Ja, ja, ja. ¡Afortudamente sí! No hay terapia que valga contra el romanticismo. En realidad, Freud recogió todas las ideas románticas tras un siglo de romanticismo.

Como el romanticismo, Freud aportó un modelo de ficción, literario, para dar sentido a una realidad que carece de él. Bueno, sí. Piense que los románticos no encuentran un sentido sin más, sino que se sienten en el deber de inventarse ese sentido. Se trata de un juego de palabras entre los términos alemanes 'finden' (encontrar) y 'erfinden' (inventar). Proporcionan, desde luego, un conocimiento subjetivo, no objetivo.

En el último tramo de su libro se detiene en las raíces románticas de los movimientos juveniles de mayo del 68. ¿Y la actual antiglobalización y el altermundismo?

En algún punto hay que cerrar el libro, y decidí detenerme en el 68. En cuanto a los actuales movimientos antiglobalización, si nos referimos a Los Verdes en Alemania, que es donde han logrado una mayor presencia política y donde surgió el movimiento, sí que tiene raíces muy claras en el romanticismo: no es casualidad que el ecologismo surja en Alemania, patria del romanticismo y de esa fe en la naturaleza.

Si la metáfora es la gran herramienta del romanticismo, todos los grandes filósofos contemporáneos son románticos: Bauman y su modernidad líquida o su compañero Sloterdijk y su idea de las esferas y espumas.

Es interesante esto. Efectivamente, el romanticismo tenía un gran conocimiento del lenguaje. Novalis, uno de los autores más potentes, hablaba de la varita mágica de la analogía y, en este sentido, la 'metaforología' comienza con el romanticismo. La metáfora también es imagen expresada a través de la palabra, y esta imagen es un elemento para transportar un significado. Schlegel decía que la metáfora es un barco con el que moverse por el océano del lenguaje hacia un significado.

Sí, pero a menudo ocurre que nos enamoramos de la metáfora y hacemos pasar el mundo a su través. Y eso lleva a la filosofía hacia el antirracionalismo. Sí, es cierto que la metáfora supone un riesgo. Cada uno emplea la metáfora de lo que le es próximo. Para su descripción de la psique, Freud empleó la metáfora de una casa burguesa: desde el subconcisciente del sótano hasta la planta superior, donde está inteligencia. Este modelo de pensamiento es más productivo, pero es verdad que una buena metáfora tiene mucha potencia y puede limitar la visión y convertirse en una cárcel para el pensamiento. Podemos decir que las metáforas al principio son útiles pero a la larga pueden convertirse en una prisión.

¿Qué debe hacer el filósofo?

La experiencia nos dice que una nueva metáfora nos saca de la cárcel de la anterior. Dicho de otro modo, el único remedio contra una metáfora fuerte es otra más fuerte.

Concluye su libro hablando de la necesaria separación entre política y romanticismo. ¿Una crisis como la actual no es terreno abonado para metáforas y demagogia, o sea, para románticos?

Hemos vivido unos años en que los dos ámbitos estaban completamente separados. Pero en esta crisis financiera no ha dominado el romanticismo estrictamente, sino un irracionalismo increíble. La gente de ese mundo de las finanzas ha dejado por completo de lado el principio de realidad practicando, si quiere, un mal romanticismo. Los poetas de hoy son gente muy razonable al lado de estos gestores financieros. El caso es que eso ha provocado un aterrizaje brusco que exige algo de fantasía en la política, algo de imaginación que permita reordenar la realidad.

Pero usted sostiene que el lema "la imaginación al poder" de mayo del 68 no era la mejor idea.

Sí pero, de algún modo, lo romántico no debe eliminarse de la política, sino encajarse en ella, adaptarse a sus principios. Debe actuar un filtro. EL TIEMPO, NUESTRO TIEMPO, TU TIEMPO

Si hay algo relativo en nuestra vida, es el tiempo. Cuando esperamos la vuelta del amor, el tiempo parece eterno; cuando vivimos una vida a medias, el mismo tiempo acorta nuestra vida! Suelo pensar frecuentemente sobre el tiempo. Mi tiempo, el tiempo de mi vida! Y es que el tiempo es lo único que tenemos y, a la vez, lo único que nos falta en ella... depende de cómo la vivamos. El tiempo es ese momento que surge de imprevisto y que, si no lo cuidamos y mimamos, se gasta. El tiempo es eso que siempre deseamos que llegue, pero cuando lo tenemos enfrente, lo desperdiciamos no amando ni siendo felices. El tiempo es lo que los presidiarios con cadena perpétua desean abreviar, mientras que los enfermos terminales desean dilatar para salir de su dolencia. Tiempo es algo que añoramos cuando lo perdemos y que crece cuando lo utilizamos bien! Tiempo es el gran patrimonio de los jovenes, pero que no lo aprovechan bien hasta que llegan a adultos y ya no les sobra! El tiempo es algo formado solo por un hoy, aunque siempre vaya mal acompañado por un ayer y un mañana. Tiempo es eso que necesita todo ser humano para crecer y llegar a ser él mismo... y tiempo es todo aquello que malgasta el ser humano no siendo él mismo ni viviendo lo que realmente desea y merece! Tiempo es eso que alquien especial te regala por amor, quizás porque es lo único valioso que tiene y que desea compartir contigo! Tiempo es algo que determina si la vida será demasiado larga o demasiado corta para llegar a ser feliz!

LOS HIJOS ¿UN MEDIO O UN FIN EN SÍ MISMO?

Qué duda cabe que la paternidad es un don en nuestra vida! Siempre he considerado que lo más importante que he hecho yo hasta ahora es haber tenido a mi preciosa hijita... con permiso de su madre, claro!

No obstante, a menudo pienso en lo que significa -en realidad- la paternidad. Tiene sus pegas y sus malos momentos, pero es una cadena perpétua que nos responsabiliza y, por otra parte, nos une a la vida, para siempre. Y es que traer un ser humano a este mundo tiene su riesgo y requiere su valentía, como todo lo importante en la vida. Como lo es, no utilizar a los hijos para realizar duplicados nuestros, réplicas mejoradas de lo que nosotros no tuvimos el valor de ser o perpetuar nuestras carencias y virtudes en ellos... olvidándonos de que son eso, ellos mismos, personas. Tampoco deberían ser una coartada femenina para evadirse y resignarse ante el desamor, como frecuentemente pasa. Los hijos son, en sí mismos, seres humanos por hacerse y en los que nuestra tarea de padres no puede ser otra que ayudarles a ser ellos mismos, a pesar de los pesares... y de nosotros, sus padres. Ellos, en un principio, aprenderán de nuestras enseñanzas y también de nuestros defectos y carencias, que les iremos transmitiendo día a día en forma de lección, con mucho cariño, pero también con una cierta ignorancia. Pero también serán nuestros maestros en la vida resucitando nuestro niño interior que yace olvidado! Seremos sus incuestionables ídolos y protagonistas de su vida infantil y ajena; incluso nos sentiremos orgullosos de que se nos parezcan! Luego, a partir de la adolescencia y la juventud, serán ellos mismos los que decidirán qué les conviene memorizar y, al fin, aplicar a su propia vida... pasando nosotros los adultos padres -no sin resistencia- a ser meros espectadores de su vida, como debe ser y para siempre. Y tras ese a veces traumático encuentro con ellos mismos, nuestro amor por ellos requerirá -y significará- desanudar el cordon umbilical para permitirles alzar el vuelo hacia sí mismos y alcanzar sus propios horizontes!

Muchas veces pienso en las personas y/o parejas que, por cualquier razón, no tienen hijos. Unos, sin duda, por egoísmo, pues eso les permite evadirse de la presunta carga de la paternidad y dedicarse a ellos mismos; otros, por causas físiológicas, lamentablemente no pueden tenerlos; y algunos otros, porque su actitud en la vida no admite cómplices ni víctimas y optan libremente por no ejercer ese precioso derecho; algunos pocos -los menos- porque no encontraron amor suficiente en su vida como para perpetuarlo en un hijo amado. A unos y a otros les digo y les recuerdo que tener un hijo es un tesoro y que es un privilegio que todos deberíamos disfrutar... libremente, pues es un acto de amor! Pero, desgraciadamente, nuestra sociedad tiene soluciones para todo: para hacer de un hijo un mero acto de ratificación de un matrimonio o de los derechos inapelables de la mujer moderna y realizada, o un puro ejercicio de solidaridad humana -con la adopción-, o bien una prueba-error de ensayos clínicos que favorecen la fertilidad y demostrar así que la fecundación natural pronto será ya un mal recuerdo y una simple muestra de debilidad humana... Pero, por lo visto, nadie recuerda la trascendencia de traer a este mundo un nuevo ser humano (con su mitad divina) al que deberemos amar lo suficiente como para ayudarle a ser él mismo. Pocos consideran al hijo como lo que es: un fantástico, mágico y singular fín en sí mismo... más que un medio para perpetuar la vanidad humana o para consumar un matrimonio o revindicar los derechos de la presunta mujer-madre. Un hijo es más, sin duda, mucho mas! Es, ni más ni menos, que el fruto del amor y que, como tal, requiere -y nos devuelve- amor a raudales a nosotros, sus padres!

EL EQUILIBRIO EN NUESTRA VIDA

Un amigo suele mandarme cada inicio de semana un breve texto, extracto de algún interesante libro. Aunque suele tratarse de textos sobre management de empresa - seguramente en su lista de distribución hay empleados, conocidos, etc.-, esta semana ha incluído un fantástico texto de índole personal, aunque con obvias repercusiones en el campo profesional. Curiosamente, ayer también recibí un saludo de una amiga que se disculpaba por no visitar ni participar con comentarios en mi Blog, alegando que su tiempo actual estaba dedicado a obtener el equilibrio y el protagonismo en su propia vida. Vaya coincidencia! Precisamente (?) el mencionado texto -que abajo reproduzco- de mi amigo habla también del equilibrio como meta! El equilibrio es la base de nuestra existencia cotidiana -y, como consecuencia, también de nuestra salud- no exenta de altibajos y de situaciones aparentemente extremas que nos regala el día a día. Y es precisamente el equilibrio interno lo que nos permite evitar los sobresaltos ante los acontecimientos de nuestra ajetreada vida actual. Como suelo afirmar, el equilibrio (que yo lo situo metafóricamente en el Alma, ese punto equidistante entre la Razón y el Corazón) hace que seamos capaces de seguir el camino del medio en nuestras percepciones, nuestras decisiones o nuestros deseos. Gran parte de nuestros errores de juventud se deben (potenciados por nuestra educación y sociedad excesivamente "binarias"), esencialmente, a nuestra radicalización, pues adoptamos actitudes basadas en la razón o en el corazón, sin término medio. Y, a tales efectos, es igualmente peligrosa esa polarización de nuestra vida... pilotada por una mente humana que solo sabe gestionar el Todo o Nada, lo blanco o negro, lo bueno o malo, haciéndonos interpretar cualquier tema desde esa doble perspectiva. Así, ante cualquier disyuntiva, adoptamos una posición inflexible y unívoca, o sea desde la razón o desde el corazón! Nadie me negará la acumulación histórica de errores protagonizados por cualquiera de nosotros por esa tóxica bipolaridad en nuestras decisiones personales y, como consecuencia, lo limitado -y arriesgado- de nuestras alternativas vitales. Blanco o negro, luz o sombra, razón o corazón, amor u odio, se convierten así en nuestro mayor enemigo ante la vida, pues cualquier alternativa que tomemos en esa vía es excluyente, intolerante con nosotros mismos y con los demás y, lo que es peor, nos priva de entender y aceptar la vida tal y como es, con todo el esplendor de su amplio repertorio! Llegados a este punto, conviene recordar que, precisamente, nuestra vida contiene en sí misma todos los matices posibles del ser humano, de la Naturaleza y del Cosmos entero. Ese infinito repertorio de posibilidades, opciones, actitudes, colores, contrastes, valores, son -ni más ni menos- que el gran valor y la enorme riqueza de la vida, de nuestra vida. Solo admitiendo todas y cada una de sus infinitas posibilidades y optando libremente hacia alguna de ellas es posible perseguir, hallar y luego vivir una vida plena y con verdadero sentido! Pero, para ello, además y previamente, deberemos contar con ese necesario equilibrio que nos permite, entre otras cosas, huir de los condicionantes "solo" externos -y seguramente ajenos- que suelen interferir en nuestra vida y, lo que es peor, sesgan la libertad que tenemos de decidir por nosotros mismos lo que queremos o no en ella. Así, ese equilibrio deseado y esa asunción del protagonismo de cada uno frente a su propia vida son esenciales para hallar y vivir nuestra vida con verdadero sentido y en toda su amplitud!

Como no podía ser de otra forma, ese equilibrio es una virtud que llega con el tiempo, aunque no conlleva una edad determinada para conseguirlo en nuestra vida. Ni tampoco es fruto de la reflexión, sino de la vivencia, pues tiene que ver más con la calidad e intensidad de la experiencia vivida, que con los años surfeando por este mundo loco. Llega un momento en la historia de cada persona en el que, súbitamente y cuando uno está predispuesto y preparado, se siente un sutil "click" que altera y sacude fundamental y afortunadamente nuestra vida, hasta entonces quizás distraída con los sucesos externos, obligados y ajenos de nuestra temprana existencia. Huelga decir que ese inesperado "click" es ineludible y divide nuestra vida en un "antes" y un "después" -o, mejor aún, un "a partir de..."-, siendo -además- irreversible, por más que les pese a algunos! A partir de ese gran momento, la vida empieza a cobrar otro sentido, se anhela ese soñado equilibrio y nuestras actitudes persiguen nuestro entonces ya incipiente protagonismo (hasta ese momento, la vida estaba en manos de propios y extraños cercanos), así como nuestras acciones empiezan a obedecer a la libertad de decidir y a la responsabilidad frente a nuestra propia vida y todo lo que en ella sucede! Por decirlo de alguna manera, nuestra vida empieza a cambiar día a día... y la única decisión sabia en ese sentido es no retroceder nunca más, desde ese mágico punto de inflexión! Luego, la propia vida irá enseñándonos a vivir como se merece...

Así, equilibrio, protagonismo, libertad y responsabilidad se conjugan mágicamente para disfrutar plenamente de una vida basada en el amor y no en el miedo, por tanto, llena de matices infinitos y con ese sentido que cada uno le otorga libremente a su propia existencia! Quedan atrás los polos opuestos, el reduccionismo, la intolerancia que muchas veces provocan, la apatía y la indiferencia ante el espectáculo de una vida ya con contrastes... en una palabra, se abandona el miedo a ser y a sentir nuestra propia capacidad de vivir una vida plena, con el amor y la felicidad que merecemos!

Aquí el mencionado texto sobre el equilibrio. Disfrútalo y medita sobre él!

"Vivir para vivir siempre" de Jaime Borrás.

El equilibrio

Nacemos en equilibrio, pero pronto la sociedad nos lo hace perder. El problema del hombre desde que nace hasta que muere, es recuperar o intentar recuperar el equilibrio. Perderlo por mucho tiempo, es mal síntoma. Sobreviene entonces la decadencia personal; y, si prolifera, la decadencia colectiva (Sodoma, Gomorra, Roma…). Para los observadores es fácil darse cuenta de la gran importancia de las lecciones que nos da la historia para comprender no sólo el presente de nuestro pueblo, sino también el del individuo y predecir su evolución.

En muchos aspectos, el individuo y los pueblos están hoy en decadencia y en desequilibrio, pero como siempre, según vemos a lo largo de la historia, saldrá sin duda una minoría que haciendo de levadura, encontrará el retorno al equilibrio y dará uno o varios pasos hacia delante.

Sería incongruente que en colectividad y durante mucho tiempo atentáramos contra la vida, la salud, los valores espirituales, la convivencia… Como dijo Bernard Shaw, “parece que no vivimos lo suficiente para tomar la vida en serio”. Guste o no guste, nos movemos dentro de unos límites en todos los aspectos de nuestra vida: alimentación, bebida, trabajo, sexo, salud, espíritu, higiene, familia… Si sobrepasamos nuestras propias limitaciones, o las que marcan la conciencia del grupo social en que nos movemos, entramos en problemas con nuestra salud, con nuestra conciencia, con nuestra familia o con la sociedad.

El sentido de nuestra vida

La cuestión decisiva es ésta: ¿qué quieres lograr, verdaderamente, de la vida? Si lo ignoras, un día caerás en la cuenta de que, sea lo que sea, ya no te queda tiempo para hacerlo.

El tiempo de nuestra vida es el único que tenemos y por ello resulta absurdo gastarlo en reaccionar y plegarse frecuentemente a los planes ajenos. Pero antes debes plantearte qué es lo que quieres hacer con tu tiempo, pues de otra forma se te disipará, al carecer de motivación y fines precisos. El mejor empleo de tu tiempo es gastar una parte de él trazando tu plan de vida. Muchas personas viven simplemente al día, lo que no quiere decir que vivan con plenitud, y ni siquiera imaginan que el día de hoy esté relacionado con la semana próxima, con el próximo año o con lo que ocurra dentro de cinco años. No es lógico ni posible trazar planes eficaces para los próximos días, sin haber planificado lo que se quiere conseguir en los próximos cinco o diez años. De tener una lista de objetivos para toda la vida, sacamos grandes energías.

¿Cómo te gustaría estar o qué te gustaría alcanzar dentro de los próximos cinco años? No se trata de cómo los pasarás ni tampoco de cómo deberías pasarlos, sino de cómo te gustaría pasarlos. La cuestión estriba en descubrir tus propias metas, no las que te marca la sociedad o las que nos han enseñado como convenientes. En una palabra: descubrir el sentido de tu vida.

MERECES UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Estos días, por una causa u otra, todo el mundo anda algo revuelto. Ya sea por la crisis mundial que nos acucia -a unos más que a otros, claro está-, o por los cambios que nos trae la vida o por lo que sea en el ámbito personal, las cosas cambian, queramos o no admitirlo. Y ese cambio, no lo dudes nunca, es una nueva y flamante oportunidad para buscar alternativas a esta vida que vives.

Si te preguntara si eres feliz y si estas satisfecho con lo que vives cada día, tal vez -en una primera instancia- afirmarías contundentemente que sí; si volviera a preguntártelo de nuevo, posiblemente ya dudarías algo, aunque acabaras ratificándome tu estado actual de felicidad; pero en una tercera pregunta, ya me dirías que bueno, que sí, "que vas tirando como puedes" e intentando sacar lo mejor de tu vida día a día... Es un hecho: la gente no es feliz con su vida! Claro que pocos tienen el valor de reconocerlo y, mucho menos, de hacer algo para solucionarlo!

Y son precisamente estas épocas de cambios inesperados y de revolución interna cuando uno debe aprovecharlos para reconducir su vida hacia la felicidad! Así, quedarse sin empleo, sufrir una ruptura sentimental, cambiar subitamente nuestro entorno de confort, etc. se convierten en oportunidades únicas para encontrar la felicidad, aprovechando esas nuevas circunstancias que nos brinda la vida, cada día! Vés un poco más allá de intentar reestablecer el equilibrio roto, no mandes currículums de tu vida pasada y, en cambio, ahonda más que nunca en tu interior en busca de tus pasiones más escondidas! Niégate a vivir de nuevo lo que ya has estado viviendo y busca nuevas razones para vivir una nueva vida, aunque tenga poco que ver con la vivida hasta hoy. Dentro tuyo está la felicidad y el cómo vivirla! Piensa si hasta ahora solo has estado viviendo lo que te tocaba y si todo eso sigue siendo válido para ti y los tuyos, ahora! Porque si no ha sido así, posiblemente has estado perdiendo demasiado tiempo en tu vida de esta manera, sin preguntarte qué merecías, que esperabas realmente de ella... o sin tener el valor para cambiarla!

En la Biblia hay un concepto que siempre me ha dado que pensar: el llamado Juicio Final, en que presuntamente el Todopoderoso y Omnipresente Dios, una vez finalizada nuestra vida aquí en la Tierra, nos pregunta y nos juzga por lo que hemos hecho o no en ella. Particularmente no creo en ese dios autocrático e implacable juez, pienso más bien en un Dios de amor que siempre y en todo momento quiere lo mejor para nosotros, aunque espera que ejerzamos nuestra propia libertad humana para lograrlo! Y es en ese presunto juicio final donde se nos preguntará sobre qué hemos hecho en nuestra vida para ser felices de verdad. Muchos -o casi, una mayoría- podrán responder que han hecho lo posible para ser buenos y querer a los demás; otros, en cambio, no sabrán qué contestar, después de haber dedicado su vida y su tiempo al presitigio, a enriquecerse o a ser el mejor en algún sentido; otros, no obstante, dirán no haber tenido suficiente tiempo para vivir su propia vida, habiendo siempre postergado su felicidad a un mejor y soñado momento venidero; solo algunos pocos podrán afirmar haberse querido lo suficiente a ellos mismos como para poder querer a los demás tal y como se merecen... "amando al prójimo como a ellos mismos"! Qué duda cabe que solo estos últimos pasarán el personal exámen de su vida frente a un Dios que no busca nada más que nuestra felicidad personal e intransferible y que confía en la libertad y el valor de cada uno de nosotros para tomar las oportunas decisiones que nos conduzcan a la felicidad! Y es que, para mi Dios, la felicidad en esta vida es un deber y no tan solo un derecho, entendiendo esto como algo a lo que tengo que llegar, a pesar de los pesares - o, mejor, gracias a éstos- y que depende exclusivamente de mí; no es algo que toca vivir, ni que nos viene dado desde fuera y gratuitamente! Pero no esperes encontrar la felicidad buscada en un gran y único día, no esperes guirnaldas ni himnos a su llegada, anunciándose a los cuatro vientos... búscala más bien en los pequeños y aparentemente irrelevantes momentos de tu vida ordinaria, en cualquier contexto y ante cualquier circunstancia que vivas, por insignificante que sea... La Felicidad está ahí, junto a ti en cada momento, en tu interior y no en alguien más... solo debes aprender a verla, dejar que se manifieste en tu vida y permitirte vivirla intensamente! Sí, puedes tomarte algún tiempo para prepararte para su llegada, revolviendo y archivando tus recuerdos y experiencias pasadas, tomando las lecciones que te trajeron cada una de ellas y, sobre todo, aprendiendo a estar atento a su sutil pero persistente llamada desde tu interior...

Alguien dijo que el sentimiento de felicidad es inversamente proporcional a la energía que gastamos en buscarlo. En otras palabras, cuanto más buscamos la felicidad, menos la encontramos! No gastes demasiado tiempo en trazar tu propia idea de Felicidad y tu personal camino, seguramente no es tan especial... en el fondo, todos buscamos lo mismo en nuestra vida, aunque le cambiemos los nombres o las circunstancias que juzgamos idóneas! Vívela como viene y, si tienes el privilegio de ver que cambia tu vida subitamente y sin previo aviso, quizás es una señal -al fin- de que tu merecida felicidad está muy cerca de ti ...

NADIE DEBERÍA HACERTE SENTIR INFERIOR SIN TU CONSENTIMIENTO

Hay días en que pienso que ser uno mismo es una incomodidad y exije fortaleza de espíritu, lo reconozco. Son esos días en que algunas de las personas que están alrededor nuestro parecen obstinadas en hacernos sentir mal. A todo el mundo nos pasa! Esas personas -muchas veces incluso amadas- nos castigan con su silencio, su indiferencia o su reproche! Contra el silencio uno no puede hacer más que esperar que la luz interior de quien se calla vuelva a iluminar sus actos, su entendimiento y sus palabras; contra la indiferencia, qué mejor regalo que devolver indiferencia hasta que la vida nos ofrezca un nuevo momento para reencontrarnos; pero contra el reproche -sobre todo cuando es no fundamentado e injusto- uno no puede hacer otra cosa que sentirse perplejo y, en el mejor de los casos, esperar que vuelva a aterrizar el sentido común y el diálogo. En cualquier caso, siempre hay que dejar aparcado el Ego, pues es quien mantiene la controversia y el conflicto basado en el inutil "tú, más" o "ya vendrás tú..." o el "porque a mí...", por otro lado tan comunes en nuestra sociedad vanidosa, engreída y prepotente; así como otro consejo práctico es no buscar la razón irrazonable, involucrando a otras personas ajenas en el asunto. Cuando uno actúa en consciencia y con convencimiento profundo, puede equivocarse en un momento dado, sí, pero siente una inusitada firmeza y claridad ante estas desagradables situaciones demasiado cotidianas! Luego, deberá confiar en que la vida ponga las cosas de nuevo en su sitio... ¿no exije confianza el amor hacia cualquier persona que merezca estar en nuestra vida? Porque si no es así, ¿qué es el amor entonces? En el peor de los casos, tal vez la vida ha escogido esa incómoda manera para demostrarnos que ciertas personas no tienen derecho a estar así y hoy en nuestra vida o, simplemente, ahora y así no nos merecen! Y, por último, recordar siempre que toda persona es buena por naturaleza... lo que no quiere decir que siempre sepa, pueda o quiera obrar bien!

Aquí una preciosa fábula, enviada de nuevo por mi amiga Carolina. Espero disfrutes y medites sobre ella...

EL ANILLO

"Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?".

El maestro sin mirarlo, le dijo:

- Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después. Y haciendo una pausa agregó:

- Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

Encantado, maestro titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.

Bien asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó:

- toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Cuanto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro, podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.

Entró en la habitación. Maestro dijo:

- lo siento, no pude conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro- Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregunta cuánto te da por él, pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- 58 monedas !!!!!!!!! Exclamó el joven.

Si, replicó el joyero, yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente.

El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo- Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.

* Dedicado especialmente a quienes de verdad quiero, que se esfuerzan día a día por pulir la joya que son y descubrir su verdadero valor... a quienes realmente me valoran tanto como yo a ellos....

** 'Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento'.

*** Todos somos como esta joya, valiosos y únicos, y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.

**** Lo que piensen de ti vale realmente, dependiendo de quien venga; sólo es importante considerar la opinión de aquellas personas que de verdad te importan; personas a quienes tu respetas, admiras, y de verdad significan algo para ti... aquellas que te aman y te hablan desde el corazón y quienes desean sólo lo mejor para tu vida!

EL MAR DE LA VIDA

Siempre he dicho que el mar ha atemperado mi personalidad y ha configurado mi destino. Mis muchas horas navegando a vela por el Mediterráneo cuando era joven me hicieron ver y vivir la vida de una especial manera. Aprendí a navegar en encrespados mares tormentosos, en apacibles aguas cristalinas, bajo bóvedas celestes plagadas de estrellas y astros iluminando la negra noche, frente a costas escarpadas y frente a ocres playas de arena fina. En momentos sentí miedo reverencial ante un mar bravo y desapacible, como segundos después sentí la inmensidad de su calma cristalina. Aprendí a sentirme insignificante en su inmensidad, a la vez que aprendí a sentirme parte de él, confortable y plácidamente, meciéndome con su brisa cálida. Eso configuró casi todo lo que hoy soy, aunque hasta ahora no he sido capaz de aceptarlo, de considerarlo un mágico encuentro conmigo mismo, para siempre. Muchos autores han utilizado el mar como símil de la vida, de nuestra vida. El mar es cambiante, cada segundo que pasa es distinto, siempre fluye. Las olas son, minuto a minuto, diferentes, ahora vienen, ahora van. El color del mar también cambia, según la profundidad, el fondo marino o el color del cielo que le envuelve. El propio mar va configurando, ola a ola, el contorno de la costa que le rodea, creando playas de arena fina o de escarpados acantilados. De vez en cuando las mareas nos recuerdan que el mar tiene energía propia y ocupa el espacio vacío de la costa. El mar tiene temperamento propio pues, en función del viento o de la temperatura, se encresta o se calma, crea remolinos o dulces olas que lo van meciendo hasta llegar a la orilla… Así el mar, como la vida misma, va permanentemente tomando forma, cambiando segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, día a día.

Así es nuestra vida, aunque nos empeñemos en negarlo. Intentamos hacer de nuestra vida algo previsible, algo controlado, para sentirnos seguros. Y, haciéndolo, no logramos más que negar la evidencia de la vida. Porque la vida es innegociable, imprevista y eternamente cambiante, por definición… como el mar. Pero, como éste, nunca nos es del todo ajena ni contraria a nosotros, aunque a veces la veamos así. Las cosas son en nuestra vida como tienen que ser, ni más ni menos. Las olas en nuestra vida son los sucesos cotidianos que salpican y modulan nuestra existencia, para ir modelando nuestros vicios y virtudes, para ir configurando nuestras relaciones con el entorno humano y natural nuestro, tal y como hace el mar con sus costas. El color de nuestra vida lo otorga lo vivido, lo sentido en nuestro interior, como si del fondo marino se tratara; eso cambia nuestro color y nuestra forma de ver y de vivir la vida. Las mareas de nuestra vida, en las que los sucesos inundan nuestras vivencias, hacen que seamos capaces de recordar la potencia de la vida en nuestra vida, para que aprendamos a respetarla. En cada momento la vida, como el mar, muestra su propio temperamento, propiciando enormes olas de sentimientos o brindándonos la calma de nuestras emociones más profundas. Así, la vida, como el mar, fluye a cada instante y nos regala la experiencia de disfrutarlo en todo su esplendor y sin provocar miedo. Por que, a la vida, como el mar, hay que respetarla por lo que es, por lo que parece en cada instante; la vida nos recuerda constantemente su devenir, su imprevisible duración y su final, nuestra muerte.

Es inútil resistirse a todo ello, como lo sería intentar desesperadamente detener el mar y su movimiento constante y aspecto cambiante. Así, la vida es algo inevitable, cambiante y, por todo ello, siempre sorprendente. Solo debemos tener la esperanza suficiente de que la vida, como el mismo mar, siempre nos lleva a buen puerto a nosotros mismos y a sacar a la superficie lo que tenemos todos y cada uno dentro. La propia vida, con sus olas, mareas y cambios permanentes, propicia el encuentro entre las profundas emociones de nuestro fondo con las circunstancias externas… y el resultado no es otro que ese ser especial que aúna esa esencia interior balanceada por los acontecimientos externos que nos ofrece la vida. En la vida, como en el mar, se encuentra el alma nuestra –mitad divina, mitad humana- del fondo y nuestras vivencias superficiales que no hacen otra cosa que enseñarnos a crecer y a ser tal como somos.

Así el mar se muestra como un fiel reflejo de nuestra vida. Como al mar, a la vida hay que respetarla, dejarnos sorprender por su movimiento constante y dejarnos llevar por su fluido vaivén permanente, sin temerla, considerándonos parte consustancial de ella y disfrutando de ese cambio afortunado que día a día nos ofrece para llegar a ser lo que siempre soñamos.

Mira el mar, analiza tu vida y déjate llevar por la majestuosidad de su oleaje y de su calma. Busca tu alma frente al mar, pues ella, como el mismo mar, susurra su verdad en un constante y casi imperceptible sonido. Respira el aroma de su salitre, que impregna el aire que le rodea. Admira su olor cambiante, embriágate de su maravilloso color. Te invito a que veas el mar como tu propia vida, cambiante, propia y singular como tú mismo!

AQUEL DÍA DECIDÍ CAMBIAR TANTAS COSAS...

De nuevo mi amiga Carolina desde Chile me da una lección de la vida. Esta vez enviándome un fantástico texto de Walt Disney. Y, con cierta humildad, le respondo en su Facebook "Muchisimas gracias por compartir este texto, Carolina! No sé cómo lo consigues pero me redescubres personajes singulares e ignorados por mí... ¿Será que nunca he sido mitómano y que desde siempre desdeñé buscar modelos en este tipo de personajes? Gracias a ti descubro mi engaño, ese que me hace vivir y aprender de mi propia vida y de mis propios errores... sin saber que muchos otros antes andaron por el mismo camino y podrían enseñarme! Gracias de nuevo, Carolina!"

Sueños

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar... decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no éran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui.

Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento,

"el amor es una filosofía de vida".

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas...

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.

Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney (Chicago, 1901-1966), productor, director, guionista y animador. LA MANTIS RELIGIOSA

Hace ya unos días que me ronda por la cabeza este curioso animal. Para quien no lo sepa y según la mitología popular, la mantis religiosa hembra es un insecto que tiene el extraño hábito de matar y devorar a su macho, durante o una vez éste ha copulado con ella, aunque según dicen, solo cuando está en cautiverio. Creo que es una costumbre sentimental y animal un tanto macabra... y que algunas personas parecen obstinados a seguir en su vida... ¿hacer sufrir o denigrar al ser amado, aúnque solo cuando están en cautiverio de su pasado y ante su falta de libertad para decidir su propia vida?

Me explico! Alguien dijo que "ofrecemos lo que nos han dado en la vida y buscamos en el otro lo que nos falta". Así, personas que han sido injustamente tratadas, que han padecido falta de respeto o han sido vilipendiadas reproducen esto con sus allegados, incluyendo a sus seres más queridos. Las estadísticas demuestran que, incluso las personas que han vivido algún tipo de maltrato familiar suelen acabar como maltratadores o en manos de parejas maltratadoras y déspotas, por paradógico que parezca. Y es que, en esta vida, las cosas pasan para que aprendamos de ellas, sino, se repiten y se repiten hasta que aprendamos! De hecho, interiorizamos inconscientemente lo que hemos visto y vivido durante nuestra infancia en el hogar y en la propia vida, lo damos por bueno y, si no hacemos por revisarlo, lo perpetuamos en nuestras relaciones con los demás, muchas veces sin darnos cuenta; si se nos negó el amor, nos lo negamos a nosotros mismos y a los demás; si fuimos tratados con un cierto despotismo por alguien como nuestro padre, tutor o profesor, prodigamos incoscientemente ese trato a nuestros hijos, amantes o amigos. Así, observo perplejo cómo personas que dicen querer a los suyos, les tratan despiadadamente, los maltratan de alguna manera, a pasar de negarlo públicamente! Es más, cuanto más afirman quererlos, más los machacan! ¿Cuántas veces los homicidas maltratadores afirman ante la policía querer apasionadamente a sus maltrechas víctimas? ¿Cuántas veces personas que afirman querernos, acaban por negarnos nuestro derecho a ser y a vivir tal como somos e incluso nos imponen a la fuerza sus criterios? Ni que decir tiene que eso es aplicable a las relaciones padres e hijos, a las parejas o cualquier tipo de relación humana. En el sentido práctico, basta ver cómo es nuestra posible pareja con sus progenitores para deducir cómo será ésta con sus hijos; basta ver cómo es alguien con su amado para saber cómo fuéron sus anteriores relaciones sentimentales... Claro que esta maquiavélica e insistente dinámica logra romperse en cuanto la persona cuestiona eso, aprende de sus aciertos y de sus errores pasados, es decir, cuando madura, escoje lo que le conviene y así decide vivir su propia vida!

Y ese es el círculo vicioso que debemos romper para mejorar nuestra existencia y la de los que nos rodean. Para alejar ese mal hábito de repetir lo vivido, basta que analicemos nuestra vida pasada y elijamos, de todo lo vivido, lo qué nos ayuda a ser tal y como somos.... y desechemos lo que nos impide serlo! Mientras no lo hagamos así, reproduciremos una y otra vez lo vivido, sea bueno o sea malo... para nosotros mismos o para los demás!

¿SOMOS BUENOS O MALOS, POR NATURALEZA?

Aquí te traigo un interesante artículo que analiza la moralidad e intenta deducir si el ser humano es bueno o malo por naturaleza.

Siempre he creído que el ser humano es bueno por naturaleza, de forma innata. Aunque también creo que ciertas personas actúan mal en su vida, lo que no es lo mismo! Actuar mal puede deberse a una situación forzosa, al miedo que ésta provoca o a la simple y llana inconsciencia o ignorancia. Alguien puede equivocarse y obrar mal, desde luego! Haciéndolo, puede dañarse y dañar al prójimo, sin duda, pero no creo en las personas malas en esencia, sin más! Como tampoco creo en la existencia de Satanás, a quien la gente otorga el protagonismo de nuestro mal. Creo que es intrínseco al ser humano el bien y el mal -ambos- solo que la consciencia - que no la moral- innata busca hacer el bien, aunque no siempre resulte fácil. Pero el ser humano dispone de la libertad para obrar bien o mal en cada situación que vive... y de él depende lo que hace! Buscar fuera del hombre el mal es desconocer la naturaleza humana y, lo que es peor, buscar culpables externos a nuestros actos, lo que nos exculpa como protagonistas de nuestra vida. El bien y el mal son opciones humanas y, como tales, están influenciadas por nuestra educación, nuestra cultura y nuestros hábitos sociales. En nuestro interior, cada uno de nosotros sabe si obra bien o mal en una situación determinada, pero no todo el mundo es capaz de oír y mucho menos de obedecer esa ténue voz que guía nuestros propios actos hacia el bien, la plenitud y la felicidad. El excesivo ruído del entorno, el miedo a errar o a ser demasiado uno mismo y el consiguiente sentimiento de culpa ante los demás, nos empujan a desoir a nuestra propia consciencia y a obrar en contra nuestra -de uno mismo y de los demás-, es decir a obrar mal!

Lée el artículo y extrae tus propias conclusiones...

La ciencia estudia si existe una moral innata

¿Somos buenos por naturaleza? Hagan la prueba: pongan las noticias. Se suceden informaciones de violencia, pero también habrá alguna de personas que ayudan a otras. ¿Nacemos buenos y altruistas o aprendemos a serlo? Es el eterno debate filosófico en el que ahora entra la ciencia Cristina Saez 09/05/2009 La Vanguardia

Póngase en situación: Segunda Guerra Mundial. Un grupo de judíos huye de la persecución de las SS. Tratan de buscar un escondrijo entre las ruinas de una casa semiderruida y esquivar a sus perseguidores, pero uno de los niños del grupo no deja de llorar. Si los nazis lo oyen, los matarán a todos. ¿Qué hacen? ¿Abandonan al niño? ¿Le tapan la boca hasta asfixiarlo para que no los delate con sus lloros? Piense que está en juego la vida de varias personas. ¿Qué? ¿Ninguna de las dos opciones le parece aceptable? No se preocupe. La situación anterior es real, se produjo durante la II Guerra Mundial, y es un buen ejemplo de dilema moral clásico. Usted, como la mayoría, se quedaría de brazos cruzados, paralizado por el miedo y la angustia que le causaría tener que tomar una decisión. Y, desengáñese, no sería capaz de hacerlo, a pesar de que, desde un punto de vista lógico o útil, sabe que tiene más sentido sacrificar la vida de una persona para salvar muchas. Sin embargo, infligir daño a un semejante es tan reprobable que anula nuestro pensamiento racional y nos produce una especie de repulsión natural, de rechazo. ¿Y eso por qué? Si nos habían dicho que el ser humano es un lobo para el ser humano, que somos criaturas egoístas, crueles y capaces de barbaridades. Entonces, ¿por qué incluso en situaciones que pueden ponernos en peligro seríamos incapaces de tomar esas decisiones? ¿Será porque, quizás, en el fondo, somos seres altruistas y cooperadores –buenas personas, vamos– por naturaleza? ¿O puede que sea porque nos han enseñado que matar a otra persona es horrendo e inaceptable? Quizás esta última ha sido la idea que ha imperado cientos de años, que la moral o la ética era una forma de control que desarrollamos en función de nuestra experiencia, de la educación, y que está sometida a variaciones de una sociedad a otra.

No parece ser así. Numerosos experimentos han demostrado que buena parte de nuestras intuiciones son inconscientes, involuntarias y universales. Sabemos que matar, robar y violar está mal, da igual si somos franceses, polinesios o de Ecuador. Incluso los niños pequeños sospechan que si pegan a otros niños o les quitan sus juguetes los reprenderán, pese a no tener educación formal. Demos un paso más: ¿se han fijado alguna vez en la conducta de un perro? En ocasiones tienen ciertos comportamientos que recuerdan a la moral humana. ¿Y entonces?

"Nacemos con un instinto moral, una capacidad que crece de forma natural en cada niño, desarrollada para emitir juicios rápidos sobre lo que es correcto o incorrecto y basada en unos procesos que actúan de forma inconsciente. Parte de este mecanismo fue diseñado por la mano ciega de la selección darwiniana hace millones de años antes que nuestra especie evolucionase.Otros aspectos fueron añadidos o actualizados durante la historia de nuestros antepasados y son exclusivos de los humanos y su psicología moral", afirma Marc D. Hauser, profesor de psicología de la Universidad de Harvard y autor del libro La mente moral. Cómo la naturaleza ha desarrollado nuestro sentido del bien y del mal (Ed. Paidós. Barcelona, 2008) y quizás uno de los expertos más importantes en el estudio del comportamiento. Es el principal exponente de una nueva corriente científica que se ha aventurado en un territorio hasta ahora reservado a los filósofos: las cuestiones sobre el bien y el mal, la bondad o la maldad intrínseca del ser humano.

Las reflexiones de la ciencia no son nuevas, pero sí las herramientas y métodos que usan para analizarlas: se basan en la biología evolutiva y echan mano de la tecnología de imagen cerebral para diseccionar en el laboratorio todas esas intuiciones morales.

Este científico ha realizado experimentos con voluntarios de diferente edad, sexo, condición social, cultura y religión, a los que les preguntaba si estaría bien, por ejemplo, extraer a una persona viva sus órganos para salvar a otras cinco que necesitan un trasplante.O si, tras naufragar el barco en el que viajan, echarían por la borda a un compañero herido que pone en peligro la seguridad del bote salvavidas. El resultado de esos estudios era fascinante, ya que demostraba que todos compartimos una especie de principios universales, de lógica innata, que subyacen en nuestros juicios morales sobre lo correcto o incorrecto. El 97% de los entrevistados fue incapaz de matar para extirpar los órganos y de arrojar al herido al mar. ¿Sorprendido?

Hauser y otros tantos investigadores consideran que venimos preparados de serie con una serie de circuitos que nos permiten asumir el control de los dilemas morales. "Tenemos un órgano de la moral innato, como tenemos el órgano del lenguaje –explica Arcadi Navarro, profesor de investigación del ICREA y vicedirector del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC)–.

Es como si nos viniera montado el hardware, que nos permite darnos cuenta de las reglas morales, y de la familia y del resto de la sociedad fuéramos recibiendo el software". Por tanto, los sentimientos de justicia o moral, o de empatía, no serían del todo culturales o aprendidos y tendrían base biológica. Hauser se basa en la idea del lingüista y filósofo Noam Chomsky, de que los niños al nacer tienen un patrón lingüístico básico, de base genética, una especie de gramática universal que permite aprender la lengua materna en poco tiempo, y argumenta que las personas también nacemos con un patrón moral universal y que la cultura lo modifica y ajusta. Así, es universal que matar está mal, pero en algunas culturas la pena de muerte está aceptada. Hauser establece que, quizás, esa moral universal se basa en conceptos como la justicia, la proporcionalidad y la reciprocidad, entre otras cosas. "Debemos darnos cuenta de que nuestra sociedad no es algo inventado, tampoco las reglas morales, sino que son el resultado de la coevolución de nuestros genes y nuestra cultura. Los genes, en lugar de programarnos para hacer cosas concretas, nos han predispuesto para aprender", subraya Navarro.

Y en todo este proceso mucho tienen que ver los sentimientos. El portugués Antonio Damasio, Príncipe de Asturias de investigación científica y técnica en el 2005, es otro de los científicos que más luz han arrojado en el campo de la conducta humana y que ha intentado desentrañar el papel que tienen las emociones a la hora de tomar decisiones de índole moral. Para ello, junto con un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, y Michael Koenigs, de la Universidad de Iowa, estudió a un grupo de personas que tenían dañada la corteza prefrontal ventromedial (VMPC) del cerebro, un área relacionada con la elaboración de juicios morales y que se activa, por ejemplo, cuando vemos fotografías de niños hambrientos o de mujeres que han sufrido malos tratos. También se enciende ante cosas positivas, como cuando llevamos a cabo una acción altruista. Damasio y Koenigs confrontaron a los voluntarios a diversos dilemas morales y vieron que estas personas, a diferencia de quienes no tenían esa parte del cerebro dañada, no tenían ningún tipo de remordimientos ni se sentían culpables cuando optaban por sacrificar a una persona para salvar la vida de varias.

Quizás, consideran los expertos, estos sentimientos procedan de antiguos mecanismos que facilitaron a nuestros antecesores la creación de lazos sociales y la cooperación colectiva, básicos para garantizar su supervivencia. Damasio señala que somos humanos porque nuestros antepasados aprendieron a compartir su comida y sus habilidades en una red de compromisos que se cumplían. Si podían compadecerse ante el sufrimiento ajeno y prestar ayuda a sus congéneres, parece lógico pensar que nuestros más antiguos predecesores tenían una capacidad moral innata.

Para Scott Atran, antropólogo y director del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en París, esa idea tiene sentido: la moral nació como una especie de pegamento social. "Necesitamos cooperar para competir –afirma–. Hace 200.000 años, nuestros antepasados necesitaban mucha proteína para desarrollar su cerebro y tenían que cazar mucho y, además, tenían que defenderse de otros grupos –había mucha rivalidad– y animales más fuertes que ellos. El ser humano llegó a ser su mejor presa y también su peor enemigo, y tuvo que aprender a cooperar para sobrevivir". Eso sí, remarca Atran, "nuestra moral para cooperar está limitada al parentesco y al grupo. Si consideras que alguien no es de los tuyos, no lo ayudarás".

Por tanto, la moral habría surgido para beneficiar a la especie. Otorgaba ventaja a quienes la poseían respecto de sus competidores y era una garantía para quienes formaban parte de esas comunidades. Los individuos que no observaban comportamientos morales eran expulsados del grupo y fuera de él tenían escasas posibilidades de sobrevivir y reproducirse, por lo que sus genes tendrían pocos números de pasar a la siguiente generación. "De ahí que en nuestros genes haya inscritos principios universales de colaboración o de penalización ante conductas perjudiciales para la comunidad", señala Arcadi Navarro.

Pero ¿cuánto tenemos que remontarnos en la cadena evolutiva para hallar a los primeros individuos que albergaron cierta noción de lo justo? Eso es lo que tratan de averiguar en la Universidad de Viena, donde han realizado una serie de experimentos con mamíferos y han comprobado que si, por ejemplo, recompensas a un perro cada vez que hace un truco, éste lo seguirá haciendo. Pero si lo hace bien y recompesas a otro perro, el animal se siente decepcionado: lloriquea, deja de colaborar y no te mira a la cara. Los monos se comportan de modo similar. "Hay un experimento en el que a un mono se le da un pepino y a otro, uvas. El mono al que le ha tocado el pepino mira su premio y el del otro mono y, enfadado, reacciona tirándolo a la cara del tipo que hace el experimento; después se vuelve, se cruza de brazos y les da la espalda.

Se siente indignado: a él le toca un pepino y al otro... ¡uvas!. "¿Es eso sentido de justicia? –se pregunta Atran–. Seguramente sí". Hauser ha dado una vuelta de tuerca y ha logrado atisbar comportamientos éticos o morales en animales. Ha visto, por ejemplo, que ciertos primates evitan comer si eso implica que un compañero recibe dolor. "Los animales cooperan, por ejemplo, para cazar y capturar –explica Navarro–.Y tienen muestras de altruismo, de reparto identifica de comida. También demuestran actitudes que vemos en sociedades humanas: después de una lucha entre dos individuos, un subordinado y un dominante, ambos se abrazan para reconciliarse y tranquilizar al resto. Pero hay una cosa que parece sólo nuestra, la capacidad de correspondencia: "Yo te doy algo a ti hoy y dentro de un tiempo túme lo darás a mí"".Osea, nada de altruistas porque sí. Hoy por ti, mañana por mí.

Vale, cooperadores, solidarios, y buenos por genes pero cuando uno enciende la televisión o lee un periódico, no deja de ver que se producen a diario asesinatos, violaciones, malos tratos, guerras... comportamientos para nada éticos ni morales. Resulta paradójico que el ser humano, capaz de conductas solidarias y altruistas, también pueda ser el artífice de crueldades inimaginables. Para Arcadi Navarro, desde hace un siglo "vivimos en un estado de excepción, al menos en Occidente".

Este biólogo considera que desde que la revolución industrial se humanizó, la sociedad nos impuso nuevas reglas morales. "¡Lo normal es lo que ocurre entre hutus y tutsis! Que es lo que ha pasado siempre en la historia de la humanidad. Basta ir a un museo de historia y contemplar algunos de los intrumentos de tortura para darse cuenta. Tenemos que ser muy conscientes de que hemos sido entrenados por nuestra sociedad de forma extraordinaria para que esto no ocurra".

Atran apunta que "sólo somos morales con quienes creemos que forman parte de nuestro grupo. Que la esclavitud o el canibalismo, por ejemplo, vayan contra la naturaleza es totalmente falso. Durante 200.000 años han existido, eran algo corriente para el ser humano. Si miramos las escrituras sagradas de cualquier cultura, te dicen que seas bueno con los de tu grupo. En la Biblia se dice que no matarás al otro, sí, pero en el Antiguo Testamento, en el Libro de Malaquías, en el Deuteronomio, no sólo matas al otro, sino también a sus hijos, a sus animales. Lo aniquilas todo. Dios dice: "Con mi espada voy a devorar la carne de esos tipos". Alisha, el profeta, estaba con unos niños que lo están ridiculizando y Dios entonces envió un fuego y los quemó. Jesús dice: si no estás conmigo, estás contra mí. No fue hasta el siglo de las luces que en Europa se impuso la idea de humanidad como grupo y se nos inculcó que todos pertenecemos a ese mismo grupo. Pero eso no es innato. Tenemos una parte moral para cooperar aunque es muy limitado al parentesco, al grupo, pero nada con extraños. De ahí muchos de los conflictos que hay hoy en día".

Eso no quiere decir que tal como decía Hobbes y se ha repetido hasta la saciedad, el hombre sea un lobo para el hombre. "¡Se ha demostrado que no es cierto! –dice Navarro–. Pero durante miles de años de humanidad hemos ido montando civilizaciones basadas en los prejuicios de moda: que si el hombre era malo, que si el sistema político debía controlarlo y castigarlo... Pero nada estaba basado en la evidencia. Si algo estamos aprendiendo hoy es que los humanos no somos como pensábamos. No somos ni especialmente buenos ni esencialmente egoístas. Saber esto es nuevo y sorprendente, y puede abrirnos caminos de investigación. En realidad, no nos conocemos".

EL COACHING COMO MANIPULACIÓN!

Siempre he pensado que el ser humano juega consigo mismo, aunque eso sea muchas veces temerario. Así, disciplinas hoy tan de moda como el Coaching o las terapias alternativas, pretendidamente sanadoras y equilibradoras de la psique y el alma humana, han proliferado hasta convertirse en un lucrativo negocio. ¿Qué mejor negocio que la desorientación e incertidumbre humana?

Así, hoy se venden miles de libros del mal llamado género de Autoayuda, convirtiéndose en Best Sellers mundiales; sus autores, aparentes gurús e iluminados del alma humana reparten en ellos pretendidas recetas místicas y pócimas milagrosas para llegar a ser feliz... aunque seguramente la mayoría de ellos ya lo sean cada vez que algún inocente lector adquiere su libro. Y, como no podía ser de otra manera en plena era de la información y las telecomunicaciones, si el libro en cuestón funciona, posteriormente se publican DVD's, audio libros, discos, fascículos mensuales, calendarios e incluso se editan revistas que no hacen más que convertir en un maestro al afortunado escritor de autoayuda. Y es que la sociedad de consumo llega a cualquier recóndita actividad humana... y la hace vil y la empobrece de contenidos. "Fórmulas para ser feliz en 7 días" o pseudo tratados para difundir "los secretos de nuestra existencia" nacen y mueren de éxito cada nuevo día... y hacen millonarios a sus autores que, sin modestia alguna, explican en sus libros cómo alcanzaron ellos mismos su sueño de ser millonarios gracias a sus desorientados lectores y víctimas propiciatorias!

Suelo pasear por las secciones de Autoayuda de las prestigiosas librerías de cualquier ciudad que visito, lo reconozco! Y en ellas siempre me sorprende ver que están pobladas de mujeres de toda edad y condición que hojean libros para resolver su vida. También asisto a conferencias sobre estos temas en las que el ya célebre autor y mago de la vida ajena, arrecia en favor de la autoestima, vende seminarios y talleres de autoayuda y recomienda su libro inpunemente; y la historia se repite, pues éstas están repletas de mujeres de todo tipo que sueñan con encontrar la felicidad que no tienen! Veo en distintos canales de TV cientos de micro-programas en los que pitonisas y brujas modernas leen el tarot a personas que pagan fortunas telefónicas para conocer su imprevisible futuro... Han nacido también innumerables escuelas en las que por unos 3.000 euros y un fín de semana intensivo de seminario, presuntuosos iluminados convierten a cualquiera en un certificado Coach o mentor, presuntamente capacitado en la ayuda a los demás y autoempleado de un nuevo y lucrativo negocio: la perenne desgracia del prójimo! Estoy de acuerdo con una amiga mía que dice que de algo de todo ello ayuda a quien está desorientado, es verdad; que este tipo de autoayuda y de reflexión inducida remueve las entrañas y eso es bueno... siempre y cuando no provoque adicción en el paciente y compulsivo consumidor de autoayuda y de felicidad empaquetada! Si es así, como se suele decir, "es peor el remedio que la enfermedad"!

Y es que el ser humano no sabe -ni quiere- navegar por lo desconocido, lo teme! Pero álguien debería explicarle que vivir es eso, tener esperanza en lo que nos llega sin previo aviso, lo que sucede para enseñarnos a vivir realmente... y que esa capacidad humana exije que naveguemos en solitario, cada uno con su propia alma, con sus propios talentos innatos y sin recetas mágicas ajenas! Alguien debería recomendar a los desafortunados infelices de nuestro mundo loco que la verdad la llevan dentro y que bastaría escucharse a sí mismos o, como mucho, encontrar a alguien que le haga de espejo para desentrañar sus propios valores, esos que iluminarán su propia vida!

QUIEN TIENE UN AMIGO, TIENE UN TESORO

Aquí te traigo una entrevista del célebre terapeuta Enrique Rojas, hablando sobre la amistad, en la presentación de su último libro. Como ya he comentado en más de una ocasión, creo que los presuntos expertos no necesariamente explican los fundamentos de la vida y solo alcanzan a vislumbrar sus efectos colaterales y externos. Aún así, me parece interesante esta reflexión sobre la amistad, ese don tan menospreciado y, a la vez, tan importante en nuestra vida.

Siempre se ha creído que "la amistad es amor sin atracción física", pero creo que esa distinción es un hecho cultural y aprendido que, desde mi punto de vista, nos limita en la formidable manifestación que es el cuerpo y niega una realidad tan humana como evidente. Se puede sentir atracción por una amistad, ¿por qué no? Pero eso no implica ejercerla! Hacerlo o no, en todo caso, es un tema de voluntad mútua, de superación de los instintos humanos básicos (que no inferiores, como afirman algunos para denostar cualquier realidad natural) y, sobre todo, de necesario respeto -consensuado- entre ambas personas involucradas. Pero nunca a partir de rígidos criterios morales (muchas veces ajenos a la realidad humana) o, lo que es peor, ese extraño sentido de posesión que existe en nuestra sociedad insana y ajena! Nuestro cuerpo y nuestro espíritu no es de nadie ni para nadie, más allá de nosotros mismos! Y eso no es poco, pues recordemos que poseemos esencia divina y humana!

Para mí, la verdadera distinción entre el amor romántico y la amistad tiene que ver con ese sentimiento de exclusividad del ser amado, pero porque nos consideramos "protagonistas" de su felicidad y de su vida, mientras que en la amistad somos "meros" espectadores de todo ello, sin desmerecer ese afortunado rol. Y sí, como apunta el famoso terapeuta, aquí radica el Alma, aunque no como él lo argumenta, sino porque ésta actúa como diferenciador, pues es quien otorga el papel a cada persona y cada momento en nuestra vida, haciéndonos sentir "protagonistas" o "espectadores" frente a cualquier persona que aparece en nuestra vida y en cada momento dado.

Disfruta la entrevista…

Enrique Rojas, psiquiatra y escritor,“La amistad es amor sin sexualidad”.Abril 2009 - Roser Vilar. Noticias.com

“Quién tiene un amigo tiene un tesoro”. Ese es uno de los dichos populares más usados para definir a los buenos amigos. Enrique Rojas se muestra totalmente de acuerdo con el dicho, pero también puntualiza que “a los buenos amigos hay que cuidarlos”. Las personas tendemos a decir que son muchos los amigos que nos rodean, pero, si nos paramos a pensar, nos daremos cuenta que, en realidad, son muy pocos a los que abrimos nuestra alma y les permitimos adentrarse en ella hasta el punto de que nos conocen mucho mejor a nosotros mismos. Incluso puede darse el caso que un “buen amigo” nos conozca mejor que nuestra pareja, ya que la parcela de intimidad en la que no permitimos entrar a nuestro cónyuge, queda abierta al amigo, por lo que también es muy importante saber escoger a quien vamos a brindar ese privilegio.

¿Las personas utilizamos muchas veces el término amistad sin saber bien cuál es su significado?

- Sí, es cierto, empleamos esta palabra con poca precisión. La amistad es un sentimiento de agrado positivo ante alguien que se mueve en una pirámide en la que la mayoría de las amistades de mueve en un nivel medio y muy pocas son las amistades que son íntimas. Josep Pla hablaba de amigos, conocidos y saludados. Existe el amigo íntimo, el amigo fuerte, el amigo, el amiguete, el que conocemos por la calle…

El dicho popular dice que los buenos amigos se pueden contar con los dedos de una mano. ¿Es cierto?

- Sí, los amigos íntimos son pocos por falta de tiempo, porque hay que tener continuidad, hay que llamarlos, moverse…y todo eso configura una dificultad por el ritmo de vida que llevamos. Esto no ocurre en los pueblos, donde la gente no tiene prisa, no hay tráfico…en las ciudades todo es correr. De todas maneras, la amistad es uno de los grandes acontecimientos de la mida, es amor sin sexualidad mientras que la vida conyugal, es amor con sexualidad.

¿Ésta es la única diferencia entre amor y amistad?

- El amor tiene un ingrediente fundamental, que es la unión. Nosotros amamos con el cuerpo y con el alma. Y en la amistad, es el alma la parte más importante. Tener un buen amigo significa tener un soporte sólido y fuerte en el que apoyarse

Usted sostiene que la persona que dice que no tiene amigos es sospechosa. ¿Y la que presume que tiene muchos?

- Eso es un problema de lenguaje. En el lenguaje coloquial no matizamos. Lo que sí es cierto que uno no puede tener muchos amigos, sino muchos conocidos, porque la amistad necesita tiempo. Por otra parte, hay personas que tienen mucha capacidad de sintonía y podrían llegar a tener muchos amigos, pero el común de los mortales tiene, como mucho, 5 o 6 amigos íntimos. Y luego puedes tener muchos conocidos.

Quizás el hecho de tener pocos buenos amigos también es consecuencia del miedo que tenemos las personas a abrirnos a los demás

- Claro, en la amistad más profunda, el otro entra en nuestra parcela más interior. Incluso le llevamos a nuestra casa y ve nuestra habitación. Las amistades superficiales, se dan sobreentendidas muchas cosas, se habla de muchas cosas pero no hay una identificación personal. La intimidad de la amistad profunda es arriesgarse, abrirse, contar todo lo que nos pasa…

¿Existe alguna etapa en la vida que sea más propensa para forjar las grandes amistades?

- La adolescencia es el descubrimiento de compartir. Es una etapa precios en la que uno descubre a aquella persona ala que contar las inquietudes, preocupaciones…como la personalidad no está forjada todavía, es la época de las grandes amistades, pero también de las grandes rupturas. Tener un buen amigo significa tener un soporte sólido y fuerte en el que apoyarse.

La amistad se hace con confidencias y se deshace por la indiscreción ¿Por qué se rompe una gran amistad?

- Hay dos tipos de ruptura, la rápida y la gradual. La amistad se hace con confidencias y se deshace por la indiscreción. Por eso los comentarios sobre el otro, la burla, las risitas, hace que se rompa de golpe. La ruptura gradual se produce porque dos amigos no se llaman, no se ven, dejan de preocuparse el uno por el otro… La más frecuente es la segunda.

MANTENGA LAS MEDICINAS FUERA DEL ALCANCE Y LA VISTA DE LOS MENORES!

Reconozco que soy muy sensible a este tema: la medicación y, especialmente, la medicación infantil, aunque acepto mi ignorancia en temas farmacológicos. Pero, como observador de este mundo loco que nos ha tocado vivir y como profesional que he sido durante años de Comunicación empresarial - habiendo trabajado para diferentes empresas de todo tipo y condición, desde laboratorios químicos, farmacéuticos, de alimentación, etc.- soy algo alérgico a ciertas prácticas de consumo y al abuso que, muchas veces, trae consigo el desmesurado capitalismo. Si, además, añadimos mi escepticismo ante la labor de la mayoría de los terapeutas de la Psicología, más dados a su reconocimiento profesional o social que a su buena voluntad de ayudar realmente a la gente que acude a ellos, deberé admitir que la práctica cada vez más difundida de medicar a niños y jovenes, me asombra, me asusta y me irrita. Creo que la sociedad no solo está enferma, sino que parece empeñada en enfermar a las futuras generaciones, basándose en el cortoplacismo empresarial y en la rentabilidad económica... al precio que sea!

En más de una ocasión ha acudido a mí una madre comentándome que un terapeuta había prescrito cierta medicación a su hijo pre-adolescente o adolescente, por mostrar indicios de perfil de riesgo como joven. No dudo que, en algunos contados casos, ciertos jovenes posean ese perfil... ¿qué se puede esperar de unos recién llegados a una sociedad enferma que no entiende y que, a la vez, excluye a los sanos precisamente por serlo? Y eso sería extensible a los marginados, a los intelectuales, a los artistas, a los visionarios o a los que, simplemente, vemos las cosas de diferente manera y somos críticos con una sociedad que nos ahoga y nos difumina como personas, en favor del bien colectivo y de lo conveniente, políticamente hablando. Creo que ciertas prácticas -cuestionables éticamente hablando- de la sociedad no buscan más que la estandarización del personal y/o aniquilación de las individualidades, por otro lado necesarias si pretendemos cambiar el mundo y mejorarlo para hacerlo más humano.

Volviendo al dopage consentido de jovenes de presunto perfil de riesgo, actualmente los propios profesores, carentes de cualquier autoridad o ante la impotencia de gestionar su propio cometido ante muchos intolerantes y complacientes padres de alumnos, son los primeros en sugerir una conveniente visita al Psiquiatra infantil para domesticar a los antiguamente llamados "niños traviesos" o, simplemente, rebeldes con causa! ¿Y qué mejor cura que darles una medicación que los mantiene sedados e indiferentes ante sus inciertas circunstancias vitales (paro, crisis, divorcios, familias desestructuradas, droga, etc.) o, lo que es lo mismo, satisfechos con el mundo que les rodea... y a la vez, les asquea?

Habrás visto que, en el título de este Blog, se cita la palabra "Metapsicología", que no es más que buscar el sentido profundo de la Psicología humana, en una palabra, el sentido de lo que hacemos en nuestra vida. Y ese es el quid de la cuestión! Menos fármacos y más dotar a la sociedad de sentido y responsabilidad para poder explicar a nuestros jovenes qué han venido a hacer a este mundo nuestro y qué esperamos de ellos. Porque, no olvidemos que sin un sentido apropiado y profundo, esta vida nuestra está vacía y deja sin explicación todo lo que ocurre alrededor nuestro, ya sean injusticias, carencias, conflictos, desequilibrios... a que nuestro mundo nos tiene ya demasiado acostumbrados!

Lee el siguiente artículo y opina. Saca tus propias conclusiones y, si surge la ocasión, toma medidas en este grave asunto.

Juan Pundik, presidente de la Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia. "Se ha aprobado la administración de Prozac en niños por cuestiones de mercado". Juan Pundik denuncia que la Agencia Europea del Medicamento basa sus autorizaciones en investigaciones de los propios fabricantes del producto.

Mònica Ramoneda 15/01/2008.

La Agencia Europea del Medicamento (EMEA, en sus siglas en inglés) autorizó, en junio del 2006, la administración de Prozac en niños y adolescentes menores de 18 años. Desde entonces, la Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia, liderada por Juan Pundik, psicoanalista y presidente de Filium (Asociación para la Prevención del Maltrato del Niño), lucha para inhabilitar este dictamen. Consideran que las reacciones adversas que puede causar el medicamento en los menores son suficientemente graves como para cuestionar la validez científica de la autorización europea y denuncian que haya sido el mismo laboratorio que produce el Prozac quien haya hecho la investigación en la que se ha basado la EMEA para su dictamen.

Juan Pundik, psicoanalista con más de 40 años de experiencia, es fundador y director de la Escuela Española de Psicoterapia y Psicoanálisis (1976), fundador y presidente de FILIUM, Asociación para la Prevención del Maltrato al Niño (1977), y fundador y presidente del Comité Ejecutivo de la Comisión Nacional del Día del Niño. Es autor de varios libros, entre los que destacan "¿Qué es el psicoanalisis?", "El niño hiperactivo" o "Prozac ¿si o no?", entre otros. Actualmente dirige la Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia.

- ¿Por qué nace la Plataforma Internacional contra la Medicalización de la Infancia?

-En los últimos años se han publicado muchos estudios que nos avisan que el enorme aumento del uso de antidepresivos que incrementan los niveles de serotonina constituyen una amenaza para la salud y la vida del paciente. Hace ya meses la EMEA aprobó la utilización del Prozac en niños sin tener en cuenta estos estudios y basándose en la solicitud del propio fabricante, que ha visto en los menores un inmenso nuevo mercado a explorar. Y aquí es cuando nació la Plataforma, para denunciar esta aberración.

- ¿La Plataforma denuncia que se están administrando antidepresivos en niños por intereses económicos de la industria farmacéutica?

-Que se permita a los laboratorios ser jueces y partes en las autorizaciones de sus productos ya nos permite hacernos a la idea del peso que tiene la industria farmacéutica en todo eso. Y no digo nada nuevo si desvelo que, demasiado a menudo, al médico que receta tal medicamento se le invita a tal congreso o se le hace tal regalo... Hay miles de denuncias contra este tipo de corrupción.

- Entonces… ¿creemos demasiado ciegamente en los médicos?

-El problema es que vivimos en una sociedad que corre y corre y no puede parar nunca; la ansiedad, el estrés y la depresión crecen y crecen, y la gente quiere drogarse para enfrentarse a todo eso. Es lo más fácil. Y esto es cuestionable en todos los casos, tanto en adultos como en menores... la diferencia está en que el adulto decide medicarse pero el niño no tiene ese poder.

- ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de administrar medicamentos como el Prozac en niños?

-Los efectos secundarios del Prozac son muchos, ya lo indica el prospecto del propio fabricante. Actúa sobre la serotonina y hay que tener en cuenta que los niveles de serotonina en el organismo afectan a muchos funcionamientos, no sólo al neuronal… afectan a la frecuencia del latido cardiaco, regulan la secreción de hormonas por parte de la hipófisis, y en consecuencia afectan también al crecimiento, a los niveles de estrógenos y de testosterona… Nada se sabe realmente de los efectos adversos que puede provocar el Prozac … ¿estaremos creando gigantes?, ¿enanos? Nada se sabe y se administra alegremente. "Descubrí que se podía patalear y pataleé"

- Su denuncia ha llegado hasta el Parlamento Europeo...

-Creé la Plataforma, reuní las firmas suficientes y presenté el alegato al presidente de la Comisión Europea. No recibí respuesta y reiteré el texto hasta cinco veces. Entonces me dijeron que la cuestión le había sido encomendada, no a los responsables de Salud Pública y Defensa del Consumidor sino, a la Unidad de Productos Farmacéuticos de la Dirección General de Empresa e Industria, lo cual me pareció el colmo de lo descarado. De todo esto di cuenta al entonces Presidente del Parlamento Europeo que dio curso oficial a mi queja y así fue cómo me citaron ante la Comisión.

- ¿Y qué respondió la Comisión Europea ante su alegato?

-Algunos de los europarlamentarios presentes cuestionaron la administración de antidepresivos en infancia y adolescencia, pero otros defendieron enconadamente las bondades del Prozac, la confianza en las investigaciones de los laboratorios, la responsabilidad de los médicos que debían administrarla...

-En conclusión...

-Yo volví a pedir la palabra y añadí que si bien la industria farmacéutica nos brindaba las sustancias que protegían nuestra salud, también habían sido los generadores de los monstruos producidos por la talidomida, de las muertes consecuencia de la administración del antiinflamatorio Vioxx, ahora prohibido, y de centenares de medicamentos cuya autorización es anualmente revocada debido a consecuencias que provocan en quienes los toman y que se descubren tardíamente. Aquí el Presidente me informó que me había excedido en el uso de mi palabra, que me agradecía mi presencia y que mantendría abierta la investigación y solicitaría información ampliatoria.

-En todo caso la lucha de la Plataforma continúa...

-Sí. Cuando empecé a patalear me di cuenta que existe el derecho al pataleo, así que pienso llegar hasta donde haga falta.

¿POR QUÉ MENTIMOS?

Aquí traigo un texto, publicado hace ya tiempo, pero reencontrado entre mis archivos. Habla de la mentira, de falsear la verdad en la sociedad. No desdeño la mentira pues, como afirma el autor del escrito, muchas veces es necesario mentir o, como denomina, decir una mentira blanca, lo que en España se le llama mentira piadosa.

En mis casi 25 años como consultor de empresa especializado en Comunicación, suelo decir a mis clientes que "siempre hay que decir la verdad, aunque no toda la verdad". Uno siempre tiene el derecho de callar! Creo que, en algunas ocasiones, se debe dejar de decir toda la verdad. Muchas veces la verdad duele y entonces es mejor escoger bien el momento de emplear la sinceridad; algunas personas, como consecuencia de ello, tienen el mal hábito de disparar a bocajarro sinceridad, sin pensar en las consecuencias que puede tener para el que la recibe; en todo caso, la sinceridad tiene -como todo en la vida- su momento y hay que saber escogerlo, pues no todo el mundo está siempre preparado para ella. Pero eso no significa, necesariamente, decir mentiras, sino simplemente dejar de decir toda la verdad, en un momento dado.

Otro aspecto curioso de la mentira es creérsela uno mismo. Creo sinceramente que la afición preferida y más tóxica para cualquier ser humano es auto-engañarse. O, lo que es lo mismo, creerse sus propias mentiras. Esto, desde mi punto de vista, es lo peor que puede uno hacerse a sí mismo. Más que nada porque incurre en un riesgo, pues autoengañarse ante un hecho -y el sentimiento que éste genera- es una manera de no afrontar la situación, por buena o mala que sea; vivir es afrontar lo que la vida nos aporta, sea aparentemente bueno o malo para nosotros; huir de ello es falsear la realidad, intentando esquivar la situación y, lo que es peor, perder la oportunidad de aprender la lección que todo y siempre trae consigo; para muchas personas parece que "el problema que no se contempla o no se habla, deja de ser un problema"; y, eso, evidentemente, es erróneo, pues precisamente el problema no resuelto llega a enquistarse, si no se resuelve a tiempo! Pero, además, el problema no resuelto reaparece y/o lo hacemos extensible a terceros! Dilatando el encuentro con la realidad (por dura que ésta sea en un momento dado), evitamos el crecimiento personal y, la mayoría de las veces, la vida -con el tiempo- suele volvernos a probar con una situación similar... hasta que, al final, aprendamos la lección que trae consigo. Así, por ejemplo, si uno ha pasado un mal trago en una determinado tipo de relación personal... o aprende de ella o repetirá hasta la saciedad este tipo de relaciones y, por tanto, sus nefastas consecuencias! De esta manera la vida garantiza nuestro aprendizaje y, a la vez, evita que vayamos esquivando lo que no aceptamos (normalmente por orgullo o por miedo) para que lleguemos a aprender lo que ella cree que estamos capacitados -y, en cierta manera, obligados- a aprender en nuestra larga o corta existencia! Alguien dijo que es normal tropezar con una piedra la primera vez, pero una segunda ya sería culpa nuestra, por no haber aprendido.

Disfruta del texto.

Piergiorgio M. Sandri. 21/06/2008

Desde pequeños, hemos sido educados para decir siempre la verdad. Pero en el día a día esta tarea se convierte casi en una misión imposible. A veces, mentimos incluso sin darnos cuenta. Porque, queramos o no, la mentira es una herramienta insustituible para vivir en sociedad

Es temprano. Dos personas se encuentran. Se saludan. "Buenos días. ¿Qué tal?", le pregunta uno. "Bien. ¿Y tú?", le contesta el otro. Aquí tenemos las primeras mentiras del día. Sí, porque es muy posible que estas dos personas se lleven mal. Que a una no le importe en absoluto saber cómo le va la vida a su interlocutor y menos aún desearle un día estupendo. La buena educación, el saber estar, nos aconsejan que en ciertas circunstancias es mejor no decir la verdad.

Para ser precisos, estas no son mentiras en sentido estricto. No hay fraude, no hay engaño. En este diálogo, los protagonistas saben que son frases que se dicen por decir, aceptadas por la mayoría como herramienta de convivencia. Lo dijo Oscar Wilde: "Quien dijo la primera mentira fundó la sociedad civil". Como alternativa, podrían comportarse como el Misántropo de Molière: ser importunos, ofensivos o crueles con frases del tipo "Qué gordo estás". Hay cosas que en sociedad no está bien decir. Mejor fingir. Es lo que el poeta barroco napolitano Torquato Accetto llamaba "disimulación honesta".

Son muchas las situaciones en las que ocultamos la verdad. Más a menudo de lo que imaginamos. Ignacio Mendiola, sociólogo profesor de la Universidad del País Vasco y autor del libro Elogio de la mentira (Lengua de Trapo ed.) recuerda: "Se trata de una practica cotidiana. Lo queramos o no. Pese a la condena moral, es un hecho incuestionable. Lo necesitamos para vivir. Es imprescindible. Siempre hay un elemento de fi cción cuando contamos la realidad a alguien. La mentira, de alguna manera, es un refugio y un lubricante de las relaciones humanas".

Según una encuesta llevada a cabo por el rotativo británico Daily Mail,con un promedio de cuatro por día, serían unas 100.000 las mentiras que pronunciaremos a lo largo de nuestra vida.

¿Por qué no decimos la verdad? Se miente para eludir responsabilidades, para obtener cierto placer, ya que el mentiroso se siente más listo que los demás; por inseguridad y desconfianza en nuestra capacidad de ser aceptados como somos; para evitar un castigo; para acercarnos a nuestro interlocutor; para sentir que controlamos la situación. Desde un punto de vista fisiológico, correr cierto riesgo de ser descubierto favorece la aparición de adrenalina (y un subidón por no tener que afrontar la situación que se ha evitado con la mentira). Asimismo, se produce un cambio del tono de voz, dilatación de las pupilas, se tiende a evitar la mirada de la persona que tenemos en frente, el cuerpo se vuelve algo más rígido.

El psicólogo de la Universidad de Massachusetts Robert Feldman cree que la mentira está relacionada con la falta de autoconfianza. "En cuanto la gente ve su autoestima amenazada, empieza a ocultar la verdad". Su estudio comprobó que el 60% de los encuestados mintió por lo menos una vez en una conversación de diez minutos. "El problema es que queremos mantener una imagen de nosotros mismos que encaje con la que los otros quisieran que tuviéramos. Queremos gustar", apunta. "Una de las claves es la tendencia a centrarse en el corto plazo. El mentiroso salva su propia imagen en ese momento, pese a que el engaño pueda ser destapado el futuro", alerta Jennifer Argo, de la Unversidad de Albert. Por supuesto, hay los que se jactan de no mentir nunca. Por ética, pero también por miedo, por pereza (hay que saber gestionar una mentira en el tiempo), por orgullo (los que presumen de ser honestos). Pero decir una mentira no es necesariamente una prueba de debilidad, sino todo lo contrario. Sin la posibilidad de mentir la humanidad no hubiera nunca conocido la cultura, que es, en cierto modo, una forma de no resignación a la realidad. Andrea Tagliacarne, profesor de Filosofía de la Universidad San Raffaele de Milán y autor del libro Filosofi a della bugia (Mondadori ed.) [ Filosofía de la mentira]: recuerda que "para mentir se precisa inteligencia. De entrada, supone el conocimiento de la verdad. Luego, la mentira tiene una estructura más compleja, de tipo teatral. Supone entender la expectativa de quien la escucha, entrar en la mente del interlocutor". En este sentido, el mentiroso no sólo es un expositor de hechos, sino un creador. Mentira viene del latín mens, mente.

Son numerosos los intelectuales que han defendido la mentira. Para Platón, "mentir de forma consciente y voluntariamente tiene más valor que decir la verdad de forma involuntaria". Los griegos elogiaban los mentirosos: Ulises fue incluso alabado por los dioses por ello. Maquiavelo sostenía que la mentira era legítima para fi nes políticos. Leo Strauss hizo hincapié en la necesidad de mentir para defender una posición estratégica o ayudar a la diplomacia. Y Nietzsche sostenía que el intelecto, como medio de conservación del individuo, despliega sus fuerzas en la fi cción. La literatura, de alguna manera, también es una mentira. El escritor Javier Marías en una ocasión subrayó la "imposibilidad de contar nada acaecido, real de manera absolutamente segura, veraz, objetiva, completa y definitiva".

De hecho, las investigaciones científicas confirman que mentir supone un esfuerzo creativo. Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, dirigido por el profesor Daniel Langleben gracias a la resonancia magnética funcional (fRMI), ha demostrado que el cerebro siempre está listo para decir la verdad y que para mentir precisa organizarse. Nuestra materia gris tiene que hacer un trabajo extra cuando va a engañar: se activan zonas del córtex frontal (que desempeñan un papel en la atención y concentración), además de otra área del cerebro responsable de vigilar posibles errores.

Hay circunstancias en las que mentir es tolerado por la comunidad. Como si la sociedad apreciara este esfuerzo. Pongamos el caso del vendedor de coches: para promocionar su vehículo, exagerará algunas virtudes del producto. Pero no hay obligación legal de decir exactamente la verdad (lo mismo ocurre con la publicidad), salvo los casos manifiestos de fraude. Hasta se podría decir que quien sabe mentir mejor es el que tendrá más éxito, porque conseguirá que se lleve a cabo la venta.

Hay veces en que no decir la verdad no sólo no está mal visto, sino que es aconsejable. Algunas mentiras preservan nuestra intimidad, del dolor, e incluso de la muerte. Son las mentiras blancas. En ciertas circunstancias, fuera del ámbito ético, la mentira tiene que valorarse en lo que es útil y ventajoso para la vida. Por ejemplo, cuando un individuo esconde en casa a un fugitivo objeto de persecuciones raciales. O cuando se oculta a una persona a punto de morir una trágica noticia sobre un pariente. Es emblemático Roberto Benigni en la película La vida es bella: miente a su hijo pequeño sobre la realidad del campo de concentración al contarle que se trata de un juego. "En estos casos la persona no está en condiciones de decir la verdad, que resultaría insoportable de escuchar para el otro", dice Maria Bettetini, autora del libro Breve historia de la mentira(Cátedra Ed.). Este dilema moral ha dado lugar a un amplio debate. Algunos pensadores de la edad media sostenían que incluso en estos ejemplos extremos habría que callarse, hacer como si no entendiéramos, recurrir a la astucia. Kant decía que hay que decir siempre la verdad, por miedo a romper el consenso social. Pero a partir del siglo XIX empezó a verse la mentira como mal menor. "Cuando se traiciona la realidad, es porque uno se ve capaz de aguantar este peso. Sólo confiesan los que ya no pueden vivir con este secreto" dice Bettetini. Paradójicamente, en estos casos, decir la verdad se convierte en una muestra de debilidad.

Y por supuesto, mentimos por amor. Como canta Joaquin Sabina: "Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir, que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor". Significativo también es lo que ocurre en el cuento de Quim Monzó "Con el corazón en la mano", donde una pareja se jura sinceridad para siempre. Justo después, al entablar la primera conversación, ven que es imposible y acaban dejando la relación al cabo de unos minutos.

Pero es cierto que no decir la verdad conlleva consecuencias. Según el psicólogo clínico del Centro Ramon Llull de Zaragoza José Luis Catalán, "la mentira tiene un efecto colateral, siempre. Las relaciones personales empiezan a envenenarse". En particular, cuando el mentiroso se convierte en compulsivo empiezan los problemas. "Vive un trastorno de ansiedad. Cuantas más mentiras, más ansias. Como el cleptómano que roba sin necesidad, los que padecen esta patología no dicen la verdad por hábito. El enfermo ya no es capaz de distinguir la realidad". Cita casos que ha tratado, como un hombre que se casó decenas de veces por el dinero de sus esposas. "Para mentir tanto y que no se note hay que hacer lo mismo que un actor que representa a un personaje y quiere resultar creíble, hasta el punto de que se confunde y se olvida de quién es realmente", afirma este psicólogo. Cuando la costumbre a mentir acaba en patología, la distinción entre realidad y mentira se diluye. El mentiroso acaba creyéndose sus delirios. Como el Valmont en "Las amistades peligrosas", que de tanto fingir estar enamorado, se enamora de verdad. En el peor de los casos, los recuerdos incluso empiezan a fallar y engañan: es la memoria falsa. Uno empieza a creer que las cosas fueron como las contó y no como ocurrieron. Como explica Tagliapietra, "quien tiene poca memoria se olvida de la verdad, pero nunca de las mentiras". Esta es la pura verdad.

LA ESPERANZA ES MÁS IMPORTANTE QUE EL DINERO

Pienso en dos cosas: en la importancia de la unión y de la esperanza para lograr algo grande; por otro lado, pienso en la gran lección que nos brinda la desgracia -cercana o en países lejanos- a nosotros, los privilegiados primer mundistas, donde nuestro mayor problema es el aburrimiento o poder comprar artículos de lujo que nos permitan parecer lo que no somos. Ambas lecciones son necesarias, como todas las que, a cada uno, nos brinda la vida.

Sin duda, la esperanza es nuestro mejor aliado: la esperanza en uno mismo y la esperanza en lo que cada uno de nosotros puede ser y hacer por el otro, quien nos rodea. Y precisamente es esperanza lo que nos falta en nuestro mundo moderno, inhóspito y ajeno. Desde nuestra vida más o menos confortable, miramos nuestra existencia como si de un derecho de cuna se tratara... sin darnos cuenta de que, para muchos otros seres humanos en la Tierra, esta vida tiene un alto precio y hay que pagarlo para disfrutarla como merecemos todos. Y la suma de esperanzas logra el resto, un mundo más humano y más de acorde con lo que nos pide el alma!

Siempre digo que no hay que sufrir lo que los demás sufren para saber qué se siente sufriendo. El ser humano tiene ese privilegio exclusivo, ausente en las otras especies vivas; así, el dolor ajeno debe ser un detonante de nuestro dolor y de nuestro progreso, de nuestra consciencia sobre nosotros mismos como especie. La miseria en el Tercer Mundo debe reactivarnos, pero no solo para sentirnos satisfechos con nuestra ayuda y colaboración desinteresada, limpiando nuestras opacas consciencias, sino para darnos cuenta de lo que tenemos aquí y ahora... y así relativizar nuestras presuntas miserias humanas. ¿Por qué existe hambre, maldad, enfermedad, injusticia... en el mundo nuestro? ¿Cómo tolera Dios (e interprétalo o llámalo como quieras) esos desequilibrios o renglones torcidos en el mundo nuestro? Seguramente para que aprendamos que, para haber luz, es necesario que exista la sombra y para que, sabiéndolo, seamos capaces de tener la esperanza suficiente para mejorar nuestra vida, cambiar las cosas y así, mejorar nuestro mundo imperfecto.

Analiza tu propia vida y date cuenta de que siempre hay alguien mejor y alguien peor que tú en este mundo. Seguramente te darás cuenta de que eres un afortunado viviendo lo que vives y que tienes el deber de vivir intensamente tu vida al servicio tuyo y de los que tienen el privilegio de rodearte. Y este es tu momento, difrútalo tal como viene! ¿VERDAD O REALIDAD?

Mi buena amiga, Carolina, desde Chile me sorprende enviándome un nuevo video sobre la vida. Eso me hace pensar en este momento especial en nuestra civilización decrépita (¿o de nuestra incivilización?), en el que mucha gente de todas partes buscan el sentido de su vida. Es un proceso ya global, un cambio de Consciencia, lo que permitirá -al fín- cambiar nuestro mundo! No obstante, en estos momentos, aparecen "becerros de oros" como en la Biblia, es decir chamanes, falsos gurús, iluminados mediáticos, coach certificados, visionarios escritores, telepredicadores, profetas, maestros de ceremonias ocultistas, terapeutas, sanadores, etc. dispuestos a lucrarse de la ignorancia humana y de la necesidad de añadir luz a nuestra existencia... cuando es en nuestro interior donde deben hallarse las respuestas y la iluminación que necesitamos! Busca dentro tuyo, siente lo que sientes (que siempre has sentido, pero que no tuviste el valor de vivirlo) y adquiere la fortaleza y el valor de vivirlo tal y como viene, sin espectativas ni demandas, perdiendo el miedo a lo desconocido! Ahí está la luz de tu vida... luego rodéate de personas que te quieran de verdad y que te recuerden cada día que debes ser el que en verdad eres! Así, día a día irás despertando de tu letargo involuntario, empezarás a surgir como un león que rugiendo impone su verdad... pero, un paso más allá, aparecerá tu niño interior, que estaba hasta entonces agazapado y podrás vivir como él, es decir, jugando a la vida y dejándote invadir por la curiosidad y por la sorpresa siendo tú mismo! Y entonces irán apareciendo personas discretas que resonarán contigo y con tu alma, que de verdad te quieren por lo que eres y no por lo que pareces, que enriquecerán tu propia vida y te ayudarán a crecer como el ser único e irrepetible que estás destinado a ser! Rehuye de los maestros, de los iluminados que intentarán decir cómo es la luz que tú tienes dentro, solo tú puedes saberlo... aunque sí podrás compartirla con quien te rodea, te ama y te merece!

TÁCTICA Y ESTRATEGIA... EN EL AMOR

Táctica y estrategia

Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos

Mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo, ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos.

Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos.

Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple.

Mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo, ni sé con qué pretexto por fin me necesites!

Mario de Benedetti

APROVECHA EL DÍA... CADA DÍA!

No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario...

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo...

Somos seres, humanos, llenos de pasión.

La vida es desierto y tambien es oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia...

Pero no dejes nunca de soñar, porque sólo a través de sus sueños puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor error, el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes...

No traiciones tus creencias.

Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante...

Vívela intensamente, sin mediocridades.

Piensa que en tí está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte...

No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas..."

Walt Withman (Nueva York, 1819-1892), poeta, ensayista, periodista y humanista. 23 DE ABRIL

SANT JORDI, UNA ROSA ESPECIAL PARA TI...

Hoy, en Catalunya celebramos el día de Sant Jordi. Es un día especial, el de los Enamorados, en el que éstos se regalan mutuamente un libro y una rosa, basándose en la leyenda de un caballero medieval, Sant Jorge, que salva a su amada princesa del malvado dragón que la mantiene cautiva. Toda una epopeya romántica y novelesca... y, si atendemos a las estadísticas, debe de haber muchos enamorados (aunque seguramente, menos lectores), aunque en un día como este se vendan más del 40% del total de libros del año!

La rosa es el símbolo inequívoco del amor durante un día como Sant Jordi. Todo el mundo debería tener su rosa, su propia rosa para este gran día! Y seguramente así es... pues quien más y quien menos ama y es amado en algún sentido, aunque no se sienta siempre enamorado! Yo, lo reconozco, actualmente estoy enamorado, luego hoy es mi día, mi gran día... aunque lo prefiero celebrar con amor verdadero cada uno de los restantes 364 días del año que quedan! Estoy enamorado de mí, de alguien especial pero hoy quizás ausente o desconocido, de los que me rodean y de mi propia vida! ¿Se puede pedir más para un día como hoy?

¿Y que significa para mí, a fin de cuentas, sentirme enamorado? Para llegar hasta aquí y ahora, he tenido que dejar atrás mi miedo, mi desconfianza y mis malos recuerdos, lastre de mi pasada vida. El verdadero amor exije toda nuestra energía y no admite lastres ni rincones del alma ocupados por el miedo! Así, con el alma limpia, pura y disponible, es fácil compartirla, ya sea con uno mismo, con esa otra soñada persona especial, con las personas queridas o con la propia vida! Sólo hay que tener esperanza, pues el verdadero amor sólo es eso! Esperanza para andar mejor mi propio camino, conmigomismo, con ese otro único y especial, con los seres queridos y con la vida... todos ellos a favor mío, pues solo buscan mi verdadera felicidad!

Así, estar enamorado significa aceptar que, para llegar a difrutar de la rosa singular que merecemos, antes habrá que vivir luces y sombras, encaramarse por esas espinas que cubren el tallo de la preciada flor eternamente perseguida; y trepar por ellas, con firmeza, voluntad y esperanza! y, cuando al fin alcancemos la aterciopelada rosa deseada, tendremos que mantener vivos su inimitable color, su increíble forma y su sedosa textura, día a día! Como deberemos disfrutar también de su singular e inigualable fragancia, o lo que es lo mismo, deberemos prodigar ese amor hacia todo lo que nos rodea! Así, hoy y desde aquí, te invito a que te enamores de esta rosa que te mando escrita, que nunca elijas quedarte para siempre entre sus afiladas espinas! Crece, sube por ellas y llega a disfrutar de todo el color, la forma y la textura de tu singular rosa... porque es para ti, simplemente, te la mereces! Pero recuerda compartir su singular fragancia con todos y todo lo que te rodea, eso la hará crecer y mantenerse viva! Alguien dijo que siempre queda fragancia en la mano del que obsequia una rosa por amor!

Feliz día de Sant Jordi, tu día de los enamorados! CUANDO NO HAY AMOR... NACE EL MIEDO Y MUERE EL HUMOR

Hace unos días escribía sobre el necesario humor en nuestra vida. Desearía, aquí y ahora, volver a referirme a él, al humor en nuestra vida... sentimental! Piensa por un momento... ¿cuál es el primer síntoma de la ausencia de amor, del desencanto ante el ser amado, del inicio del desamor? Seguramente perder el humor, no compartir ni una sola sonrisa. El humor es lo primero que se pierde, aunque después puedan haber otros síntomas, menos sutiles, como la falta de comprensión, de tolerancia, de respeto... que deambulan entre reproches, palabras altisonantes y acaban, en el mejor de los casos, en el silencio! Normalmente tenemos la mala costumbre de desatender los primeros síntomas de una dolencia o de un peligro -ya sea físico, mental o emocional- pues nuestro día a día, nuestra afición a autoengañarnos y nuestra loca vida ayudan a ello, manteniéndonos permanentemente distraídos! Pero estos primeros síntomas deberían ser la primera señal de alerta para actuar y tomar medidas...

El problema radica en la tremenda capacidad del ser humano para adaptarse a las situaciones y el entorno, por adversos y perjudiciales que sean: algunos lo argumentan como un signo de "fortaleza o tesón" o de capacidad de "crecimiento ante las dificultades"; otros, en cambio, aluden a su abnegación, bondad y/o capacidad de tolerancia frente al fracaso o al sufrimiento. Yo, particularmente y hasta hace relativamente poco tiempo, era asiduo miembro del primer grupo, los "fortalecidos por el sufrimiento"... inutil y tóxico para uno mismo y para los demás! Pero en uno u otro caso, el riesgo de esa presunta "adaptabilidad" humana es evidente y trae consecuencias graves, casi siempre. Esa capacidad de sufrir en silencio ante las adversidades, suele desembocar en la gradual pérdida de autoestima... ¿o es la falta de autoestima la que, a fin de cuentas, permite esa casi inhumana resistencia al sufrimiento? ¿La falta de autoestima es la causa o la consecuencia de nuestra degradación personal o de nuestro perenne sufrimiento? Dejo en el aire la respuesta...

En todo caso, sea causa o efecto de un proceso gradual y dañino como la baja autoestima o amor propio, uno de los primeros síntomas más evidentes es la falta de humor, signo evidente del abatimiento, del rencor o la tristeza... y, como denominador común, su pariente cercano, el miedo. Así, la risa, la sonrisa o la carcajada sinceras, además de saludables, se convierten en un antídoto eficaz en esta vida, pues delatan la ausencia de miedo; así como la desaparición de la risa sincera es un signo claro de alarma ante el exceso de sufrimiento... o el inicio del temor. Dicho lo cual, ¿qué mejor señal de entendimiento, de tolerancia, de voluntad e incluso de amor mutuo, que disfrutar de una sonrisa sincera, inteligente y compartida? Si cuando ya no se comparte esa sonrisa (sincera, claro está) es síntoma evidente de la falta de amor a uno mismo o al otro, ¿no podría ser una sonrisa la señal más evidente y fiable para detectar el verdadero amor? Sin pretender herir susceptibilidades por lo -absurdamente- tabú del tema, si está claro que mejor el sexo con amor, ¿no sería mucho mejor el sexo con amor y humor... compartido? Perdona la aparente frivolidad y la ironía, pero creo sinceramente que compartir humor con la pareja es la mejor forma de demostrar y vivir el amor... porque éste dura -por lo visto hasta aquí- mientras perviva el humor sincero, complice y compartido!

Ayer fue Sant Jordi, día de los enamorados en Catalunya. Como cada año, la tradición social manda pasear por la ciudad, recorriendo sus engalonadas calles llenas de cientos de paradas de venta de rosas, abalorios y de libros. Miles de personas pasean tranquilamente disfrutando del clima primaveral en esta época del año y los enamorados se regalan mutuamente una rosa y un libro. Pero, en mi placentero paseo solitario -mi corazón estaba enamorado, pero ausente... a demasiada distancia- iba observando el rostro de la gente, de familias enteras, de enamorados abrazados, que compartían ese especial día en el que presumiblemente reina el amor... aunque demasiadas veces sea el amor de un solo día.

No sé, me sorprendió ver las pocas sonrisas compartidas, cómplices, envidiables, expuestas en el día del amor...

DEFENDER SIEMPRE SE HACE EN CONTRA DE ALGUIEN

Hay dos principios básicos en nuestra existencia. El primero es que cada persona es única, singular e irrepetible; el segundo, que el miedo nos obliga a defendernos de un enemigo invisible y dañino que somos nosotros mismos o el otro diferente, refugiándonos en el bien colectivo. Y el equilibrio del mundo depende del equilibrio de ambos principios! Sin duda, el mundo externo funciona como funciona basándose en ambos paradigmas, convenientemente explotados y, normalmente, sacando rentabilidad a la permanente o alternativa disyuntiva.

Pero más abajo, están las personas. Cada uno de nosotros somos singulares, irrepetibles y responsables de lo que acontece en nuestra vida; pero, sin negar esa necesaria individualidad, todas y cada una de las personas de este mundo comparten unos mismos valores profundos, que nos unen y deberían ayudar a entender al otro, por diverso y/o diferente que parezca. Siempre he sido un acérrimo defensor de la diversidad y la especificidad humana, de cada persona, con los rasgos personales y únicos que nos caracterizan a cada uno, a pesar de la incomodidad que eso provoca a veces en nuestra vida cotidiana y social. Pero, ese planteamiento más individual no cuestiona esa base común de valores que nos hace a todo el mundo iguales, "hermanos ante Dios, nuestro Padre", como preconiza la iglesia. Pero la verdad es que el ser humano, en la práctica existencia, teme ser demasiado él mismo y, por tanto ser diferente, lo que le hace refugiarse en lo común y colectivo, ya sea su cultura, su religión o su casta. En ellas se siente seguro y protegido ante el desatino externo y diferente. Huelga decir que tal percepción de seguridad es falsa y está provocada por el aprendido y promocionado miedo a ser. Eso explicaría las doctrinas, las tendencias políticas o ideológicas o las jerarquías sociales que creamos para protegernos y sentirnos amparados por nuestros colegas. Claro que, para ello, el miembro de cualquiera de esos sesgos sociales debe renunciar a su individualidad, cediendo su protagonismo vital a quien gobierna y mantiene la sectaria agrupación!

Pero, llega un momento en la vida en que esa casi innata, inconsciente y socialmente conveniente cesión del individualismo se cuestiona y supongo que tiene algo que ver con la madurez y con la asunción del protagonismo de cada uno frente a su propia vida. Seguramente la propia vida tiene que ver en ello, pues nos trae numerosos ejemplos y circunstancias para romper esa seguridad colectiva y replantearnos nuestro rol individual frente a la vida. Así uno pierde el miedo a ser él mismo, pero, además y contra todo pronóstico, le une realmente al prójimo ¿Acaso no sufrimos igual unos que otros? ¿Acaso no morimos todos? ¿Acaso no amamos todos de igual modo, aunque quizás con formas distintas? ¿Acaso no nos duele a todos el sufrimiento ajeno? Habrá que admitir que esas dos visiones, la individualidad personal y la colectividad humana, no están necesariamente enfrentadas, sino que son ambas necesarias y complementarias. Así, bajando al concreto, es imposible amarse a uno mismo sin amar al otro... y viceversa; es imposible crecer como persona sin ayudar a crecer al prójimo o algo tan necesario como alentar la paz en nuestra particular vida sin, como consecuencia de ello, promover la paz en el mundo! Sin duda hay dos claves importantes para explicar la mágica unión de ambas disyuntivas, aparentemente irreconciliables: La desaparición del miedo a ser uno mismo y, a la vez, ser parte del todo y, por otro lado, la conveniente desaparición del Ego sustentado en la dualidad de nuestra limitada y binaria mente humana, en favor del corazón o del Alma, esencia común e integradora de toda la especie humana. Y ese es un proceso claro de maduración y de crecimiento personal, que exije mucho amor a uno mismo, al otro y a la propia vida, confiando en que los tres sujetos son indisolubles, no excluyentes y crecen en la interacción entre cada uno de ellos!

AÑADE PASIÓN A TU VIDA

Se repite hasta la saciedad que una crisis es una oportunidad. Qué duda cabe! Llevo más de 25 años trabajando en gestión de crisis... y ese es ya un lema en mi profesión de consultor. Da igual que se trate de una crisis del Sistema como la que estamos padeciendo a nivel económico, como que se trate de la famosa crisis de los 40, una ruptura matrimonial o de la crítica edad de la adolescencia. Esas crisis -como otras muchas- son unos momentos que exijen serenidad y, fruto de ésta, pueden convertirse en inigualables oportunidades para crecer o cambiar las cosas, ya sea la gestión empresarial, la sociedad o la propia vida personal!

Seguramente deberíamos admitir que el ser humano inmerso en su zona de confortabilidad y seguridad, intenta evitar todo cambio, por leve o positivo que éste sea. Es naturaleza humana... aprendida, pero humana! Por tanto, cualquier cambio genera resistencia para evitarlo. Ya nuestra educación insiste en buscar la manera de evitar, ignorar o esquivar cualquier elemento que perturbe el esquema establecido, con el que nos sentimos aparentemente seguros y cómodos. Así, situaciones que, en principio, podrían ayudarnos a replantear o mejorar nuestra vida, pasan de incógnito por nuestra historia vivida. Hemos aprendido a desoírlas, a ignorarlas! Pero la vida, más sabia que nuestra limitada mente humana, propicia el cambio constante, evoluciona... y nos hace evolucionar. Y envía inequívocas señales de cambio; mira sino el mar e intenta observar en él dos milésimas de segundo iguales: las olas, la luz, el brillo, el color del agua varían constantemente y tiñen al mar -cada segundo del día- de un tono diferente... y así día a día, cada día, desde el inicio del Universo hasta hoy mismo! Alguien dijo que lo único permanente en la vida es, precisamente, el cambio. Y así es, nos guste o no aceptarlo, nos provoque terror o admiración!

Así, volviendo al ser humano, éste busca escapar del cambio por "motu propio"... lo que le estancaría en una vida previsible, irreal e insatisfactoria. Aunque lo evite desesperadamente, la vida de cualquier ser humano cambia a cada instante, muy a su pesar! Y esos cambios permanentes son lo que le hacen evolucionar, mejorar en su existencia. Claro que, a veces, esos cambios son drásticos, inesperados y aparentemente irreversibles, a primera vista. El máximo exponente de esos cambios es una crisis, del tipo que sea. Así, una crisis es, según mi opinión, un cambio poderoso y drástico de rumbo, que rompe esquemas y obliga a quien la padece a tomar cartas en el asunto y cambiar urgentemente las cosas para suavizar su impacto. Pero esa ruptura del aparente equilibrio existente provoca miedo! Solo si somos conscientes de su idoneidad y del sentido siempre favorable del cambio podrá devolvernos la tranquilidad necesaria para tomar las decisiones oportunas y aprovechar positivamente cualquier tipo de crisis. Se dice que para abrir una nueva puerta, antes hay que cerrar otra. Claro que ese portazo siempre da miedo, pues la nueva puerta abierta suele ser desconocida hasta ese momento! Y en ese caso, demasiados piensan que "más vale malo conocido que bueno por conocer". Pero eso negaría, una vez más, el devenir cambiante de la vida y nuestro crecimiento como personas.

Por una razón u otra, esta crisis económica actual está siendo el motivo de miles de despidos laborales, pues -con perdón- "a río revuelto, ganancia de pescadores" y muchas empresas aprovechan la coyuntura para depurar y aligerar sus estructuras, no siempre de manera inteligente ni justificada. Pero eso es harina de otro costal! Lo que sí es cierto es que, de la noche a la mañana, muchos empleados -cualificados o no- pierden su puesto de trabajo súbitamente y sin previo aviso. Y, aunque dependerá de su edad y condición, la mayoría de las veces esta desagradable situación supondrá una oportunidad para replantear su actual profesión, su aspiración laboral y, por qué no, su propia vida personal. Y la mejor manera para lograrlo es dejar de compadecerse a sí mismos, intentar dejar el miedo o la incertidumbre personal de lado y abordar esa situación forzosa como una oportunidad para meditar sobre su vida y, sobre todo, hallar el sentido de ésta. Si fuéramos honestos con nosotros mismos, la mayoría de las personas que están actualmente trabajando o bien en esta aparentemente trágica situación laboral de parados, afirmarían sin pudor estar descontentos e insatisfechos en su trabajo y, seguramente, muy lejos de lo que son sus verdaderos intereses personales. En estos casos es cuando la crisis se convierte en esa oportunidad única...

Como dijo el cantante catalán Joan Manuel Serrat "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio", para muchos de esos desempleados involuntarios puede significar el momento idóneo para replantear su vida a fondo, o sea, si es posible, haciendo algo más que buscar un nuevo empleo con las mismas características y condiciones laborales... y similar grado de insatisfacción personal! A estas alturas de la vida, está ya claro que el dinero no da la felicidad, pero ¿puede la felicidad darnos dinero? Valiente hipótesis! En todo caso, uno debe cuestionarse sus preferencias personales según el momento vital en que se halle, establecer de nuevo sus prioridades y, sobre todo, ahondar en su interior en busca de sus pasiones ocultas, esas que siempre estuvieron ahí, pero que -con el tiempo y la rutina- aprendimos a ignorar. No voy a definir aquí lo que son las pasiones ni como debe encontrarlas cada uno de nosotros en nuestros deseos ocultos, en nuestros sueños o en esas señales que todos hemos vivido y que seguían una linea invisible para llevarnos a buen puerto... aunque no nos diéramos cuenta de ello! Últimamente han aparecido numerosos libros que abordan este apasionante tema, como "El Secreto" o "Descubre el secreto", que, como si de un gran hallazgo se tratara, pretenden desvelarnos el cómo y el por qué de nuestra vida. La coautora de este último libro que cito dió hace un tiempo una conferencia en la ciudad de Barcelona y, en una entrevista en la prensa -que seguidamente reproduzco- expuso brillantemente qué es la pasión y por qué debemos perseguirla...

Aquí tienes la mencionada entrevista. Disfrútala!

Janet Bray Attwood,´coach´ y conferenciante "Eso a lo que prestas atención es lo que se multiplicará en tu vida". La Contra de La Vanguardia. IMA SANCHÍS - 17/02/2009

Usted vive en comunidad, ¿con cuántas personas?

Con 2.000 meditadores, en el pueblecito de Iowa donde hay el índice de millonarios más alto de EE. UU.

Veo que para usted meditación y éxito están relacionados.

Sí, porque mediante la meditación la gente hace menos y consigue más. La meditación te permite tener más claridad. Yo medito regularmente desde los 20 años.

Algo debió de pasarle, cuénteme...

Me llevaba bien con mi padre y mis hermanos, pero con mi madre la relación era mágica. Nos queríamos tanto que a menudo me sacaba del colegio para jugar conmigo. Luego, cuando yo tenía 8 años, se convirtió en alcohólica y mi vida se derrumbó.

¿Del cielo al infierno?

Sí, mi madre entraba y salía de centros, pero acabó en la calle como una alcohólica loca.

¿Qué cree que le pasó?

Cuando tenía 6 años, su padre la separó de su madre y de su hermano y se la llevó a otro estado. Abusó de ella hasta los 18 años y todo esto no salió a la luz hasta su alcoholismo. ¿Qué fue de usted?

La adolescencia fue muy dura, lo pasaba mal en el colegio, y a los 17 años los amigos de mi hermano, a los que yo quería mucho y que empezaban a jugar con las drogas, abusaron físicamente de mí. A partir de entonces yo también me drogué y me fui a vivir con el jefe de una banda motera, los ángeles del infierno de Oakland.

Buena carrera.

A los 19 años tuve claro que estaba convirtiéndome en mi madre, así que decidí aprender meditación trascendental para sanar las partes rotas en mí. Me cambió la vida.

Meditar tampoco hace milagros.

Si tuviera que escoger dos cosas en mi vida, una sería la meditación - de hecho, durante años viajé con Maharishi Mahesh, fundador de la meditación trascendental-.Y la otra, la autobúsqueda.

¿Y cómo se ha ganado usted la vida?

Fui directora del departamento de telemarketing de Books Are Fun, la tercera empresa editorial de EE. UU., y cuando empezaba a aburrirme ocurrió algo mágico: en un seminario de Mark Victor Hansen - uno de los autores de Sopa de pollo para el alma-,él me preguntó cuál era mi sueño.

¿Y?

"Ser una buena oradora", y acabé trabajando para él en su programa El millonario iluminado,dando seminarios ante mil personas sobre cómo triunfar en los negocios.

Atrevida. Había desarrollado un test personal para averiguar cuáles eran mis verdaderas pasiones, lo que a mí me ayudaba a aclarar las cosas, y decidí explicarlo. Un éxito rotundo.

Descúbranos el secreto.

Cuando te enfrentes a una decisión, oportunidad o elección, siempre escoge a favor de tu pasión, de esas cosas que te infunden vitalidad cuando las haces o piensas en ellas. Cuando sigas tus pasiones, amarás tu vida.

... Por lo menos durante un tiempo.

Intención, atención, distensión. Para tener intención es imprescindible ver claramente lo que de verdad te apasiona, y para averiguarlo nada mejor que el papel y el lápiz y responder a preguntas esenciales hasta tener claro el mundo que decides crear desde dentro. Mire, yo he hecho el test de la pasión con los tops de los tops y con personal carcelario.

¿Y?

La gente que no goza de éxito se centra en lo que no tiene, y la gente poderosa se centra y siempre escoge a favor de lo que más le concierne.

Los hay multipasionales.

Mediante el test acabas con cinco pasiones. Tras la intención es esencial la atención: tienes que prestar atención a eso que has escogido, porque hay mucha gente que sabe cuál es su pasión pero su día a día no tiene nada que ver con ella.

Las plantas de montaje están habitadas por esas personas.

Aquello a lo que prestas atención es lo que crece más y más en tu vida. Si tienes las ideas claras, lo que eliges que ocurra en tu vida aparecerá, pero sólo hasta el límite de tu claridad; pero si tu pasión es convertirte en un gran pianista, tienes que tocar el piano, encontrar un gran maestro, ir a conciertos...

Pasar a la acción.

Una vez has hecho todo lo que podías hacer, viene la distensión: deja que las cosas fluyan. Cuando te aferras de manera inflexible a tus ideas preconcebidas, estás interfiriendo en el flujo de la vida.

La intención es la elección consciente o inconsciente de crear.

Exacto, todos creamos las circunstancias y situaciones en nuestro mundo en virtud de las creencias y conceptos que consideramos verdaderos. Para la mayoría, las creaciones son inconscientes, y por tanto nos consideramos víctimas de las circunstancias.

Y comienza el hastiado lamento.

Estamos aquí para disfrutar de la vida, y la mayoría de la gente se centra en pensar en las cosas que no funcionan en la suya; pero paga un precio, aunque de alguna manera le recompense retozar en sus problemas. Recuperar el poder es tomar las riendas.

Hay que ser consciente de tu elección.

Sí, de qué es lo que escoges, a favor de qué. Tus pasiones son las claves para encontrar tu propósito en la vida. AMOR CON HUMOR

Aquí te traigo un fantástico texto del gran actor cómico -o no tanto- Charles Chaplin, más conocido como Charlot. Lo encontré en un mensaje de una amiga chilena, Carolina, que suele obsequiarnos con estos tesoros escritos y con su constante simpatía.

Y es que, tras el humor, siempre hay inteligencia. Y, sin duda, Chaplin la tuvo. Pocos saben que el famoso actor, más allá del cine, era un gran activista de los intereses sociales, por lo que fue tildado de "rojo" (izquierdas). Basta ver sus películas, aparentemente humorísticas pero siempre algo críticas, como "El gran dictador" o "Tiempos modernos", desde las que visiona el mundo y sus atrocidades desde la perspectiva del humor. El humor es una poderosa arma contra la tristeza o la cruda realidad cotidiana, aunque no me refiero a la recién creada Risoterapia. Saber reir y hacer reir es un arte, como lo es mirar la vida con una cierta ironía. Porque la vida, sin dejar de ser un juego en el que cada uno de nosotros es su protagonista, no es algo tan serio como para asustarnos ante ella o que exije estar preparados para vivirla. Las vida es como es, simplemente hay que tener la esperanza de vivirla tal y como viene. Tras nuestra pretendida seriedad (la consideramos erróneamente un signo de madurez) suele haber miedo y, por ello, ansia de control y de seguridad ante lo desconocido. Precisamente, el humor inteligente exije plena consciencia y algo tan importante como la perspectiva "desde encima" de nuestras vulnerabilidades y limitaciones humanas al pilotar nuestra vida.

El humor en la madurez demanda esa genial y necesaria manera de vivir nuestra razones y emociones, sin ser víctimas y esclavo de ellas. Hoy en día está "de moda" la filosofía Zen, que no promueve otra cosa que llegar a ser uno íntegro y consistente con su alma interna, lo que significa dominar con equidistancia el corazón y la razón humanas. Seguramente para llegar al humor hay que haber aprendido a llorar, para despojarnos de nuestra tristeza y para, con libertad y sin ataduras externas, ver nuestra vida como algo alegre, siempre sorprendente... y sin tanta aspereza. El humor exije serenidad, equilibrio interno y madurez... lo que es una muestra patente del crecimiento humano! Claro que hay tipos de humor: el ingénuo y sincero de un niño basado en la ignorancia plena... y el humor basado en el conocimiento profundo de las cosas. Este segundo es una gran cualidad humana! Siempre he pensado que una de mis principales virtudes es mi capacidad de "mirar desde arriba" las situaciones de la vida, lo que me permite ser capaz de ironizar sobre mí mismo y sobre lo que me rodea, por aparentemente turbulento que sea. Y eso hace que, en épocas desapacibles de la vida, pueda mostrar casi siempre una sonrisa y encontrar el aspecto positivo a todo lo que veo y vivo. Conozco a pocas personas capaces de ello! Ahora mismo pienso en una buena amiga mía -a la que le dedico este precioso texto, aunque no creo que lo lea- que está pasando por una necesaria -y, normalmente, dolorosa- introspección en soledad para plantearse su nueva vida; cada vez que nos encontramos esporádicamente, luce esa envidiable sonrisa conmigo, lo que demuestra que, a pesar de sus circunstancias actuales un tanto adversas, es capaz de seguir viendo con humor lo que le rodea... y seguramente que agradece mi presencia! Ella quizás no es del todo consciente, pero conservar esa actitud de humor ante la vida es su más eficaz terapia y la mejor muestra de que su vital proceso de aprendizaje funciona!

Cuando acude a mí alguien preocupado por algo, hablando y razonando sobre la cuestión, al rato, suelo provocarle una sonrisa o desatascar su lacrimógeno con alguna lágrima. Y, hoy más que nunca, me doy cuenta que arrancar una sonrisa o una lágrima sincera a alguien que se siente temporalmente desvalido es -aparte de una heroicidad- un primer paso para ayudarle a superar por sí mismo su vida!

Muestra tu sonrisa ante las adversidades y, si puedes, regálala y arranca así sonrisas a los que quieres y están cerca en tu vida! Seguramente será la mejor prueba de verdadero amor a tí mismo, a los que quieres y a tu propia vida! Aquí tienes un significativo texto de alguien que para hacer reir, antes hubo de aprender a no tener miedo! Disfrútalo!

Día tras día...

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...

Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida...

...antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

¡Hey, hey, sonríe! más no te escondas detrás de esa sonrisa...

Muestra aquello que eres, sin miedo.

Existen personas que sueñan con tu sonrisa, así como yo.

¡Vive! ¡Intenta!

La vida no pasa de una tentativa.

¡Ama!

Ama por encima de todo, ama a todo y a todos.

No cierres los ojos a la suciedad del mundo, no ignores el hambre!

Olvida la bomba, pero antes haz algo para combatirla, aunque no te sientas capaz.

¡Busca!

Busca lo que hay de bueno en todo y todos.

No hagas de los defectos una distancia, y si, una aproximación.

¡Acepta!

La vida, las personas, haz de ellas tu razón de vivir.

¡Entiende!

Entiende a las personas que piensan diferente a ti, no las repruebes.

¡Eh! Mira...

Mira a tu espalda, cuantos amigos...

¿Ya hiciste a alguien feliz hoy?

¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?

¡Eh! No corras...

¿Para que tanta prisa? Corre apenas dentro tuyo.

¡Sueña!

Pero no perjudiques a nadie y no transformes tu sueño en fuga.

¡Cree! ¡Espera!

Siempre habrá una salida, siempre brillará una estrella.

¡Llora! ¡Lucha!

Haz aquello que te gusta, siente lo que hay dentro de ti.

Oye...

Escucha lo que las otras personas tienen que decir, es importante.

Sube...

Haz de los obstáculos escalones para aquello que quieres alcanzar.

Mas no te olvides de aquellos que no consiguieron subir en la escalera de la vida. ¡Descubre!

Descubre aquello que es bueno dentro tuyo.

Procura por encima de todo ser gente, yo también voy a intentar.

¡Hey! Tú... ahora ve en paz.

Yo preciso decirte que... TE ADORO, simplemente porque existes.

Charles Chaplin ( Londres, 1889 – 1977)

ROMPER LAS CADENAS...

Una generación sucede a otra... y a otra! Los condicionantes se van acumulando de padres a hijos... y se transmiten con la educación y lo que alguien cree que es lo mejor para nosotros. Ofrecemos lo que hemos vivido -como si de una única realidad se tratara- y buscamos desesperadamente lo que nos falta en la vida! Pero ese modelo no tiene en cuenta la realidad singular de cada uno, ni del momento histórico en que se aplica. Así, personas que han sufrido, muestran y transmiten su modelo a sus hijos, que obedientemente copian para sus vidas... por erróneo que éste sea! Y el crecimiento personal es la única salida airosa, pues supone romper con esa infinita cadena de agrabios y de injusticias perpetuadas de una generación a otra! Cada madre debe ser mejor que su propia madre; cambiar todo lo que ella recibió por solo lo que a ella le ayudó a ser mejor como persona; cada padre debe escojer lo mejor que recibió y ser capaz de transmitirlo a sus hijos. Cada uno de nosotros tiene unos deberes consigo mismo y con la vida que le ha tocado vivir... y aplicarlo en el ahora! Si no, esa cadena de sufrimiento sigue aprisionándonos de unos a otros, de padres a hijos. Como siempre afirmo, hay que preguntarse ¿Qué espera la vida de mí, hoy y ahora? Yo tengo conmigo mismo el deber de vivir mi propia vida, sentir lo que siento y, como consecuencia de ello, cambiar y mejorar la vida que me han dado...

Admito que durante demasiados años yo viví una vida ajena, basada en los condicionantes ajenos, involuntarios e históricos que recibí como herencia no escrita. Eso sin duda me hizo crecer -lo veo hoy-, pero gasté demasiada energía para mantenerme firme y capear todas esas inclemencias que me eran ajenas, injustas y, la mayor parte de las veces, insolventables... simplemente porque no eran mías! Por eso, también resultó fácil encontrar culpables a lo que en mi vida pasaba! Pero llegó el gran día en que supe ver que lo que a mí me sucedía, tenía mucho que ver con lo que yo había permitido que me sucediera, que yo no era tan ajeno a mi vida. A partir de ese día, mi vida cambió, pues después de perdonar a todos los píos expiatorios a los que siempre había culpado de mi incierto destino y de perdonarme a mí mismo por haberlo permitido, empecé a vivirla como solo mía y cuyo único protagonista era yo mismo y lo que yo permitía. Seguramente en ese tránsito hacia mí mismo y hacia mi vida, también hubo temor y, como consecuencia de ello, faltó mucho amor en mi vida. Tal vez debía pasar por todo ello para llegar hasta hoy y aquí, permitiéndome hoy reconocer mi vida como mía, tomar de ella y de mi herencia solo lo que yo realmente necesito y, como consecuencia de ello, ser protagonista de una nueva vida en la que ya no existe apenas temor, lo que, sin duda, abría definitivamente la puerta al amor! Pero un amor más verdadero y más pleno del que siempre había deseado: un amor a mí mismo por estar donde estoy, un amor a los que me rodean porque dejaron de ser culpables de lo que pasa hoy en mi vida y, sobre todo, un amor y una confianza ciega en esta vida, porque en ella dispongo de todo lo necesario para ser feliz!

USTED SABE QUE PUEDE CONTAR CONMIGO

Para hoy tenía un nuevo artículo, pero he decidido cambiarlo. Era otro claro ejemplo de este mundo incoherente e inhumano que, entre todos, estamos creando con nuestro miedo o con nuestra indiferencia.

Pero he decidido cambiarlo por este breve poema de Mario de Benedetti que habla de amor y de lealtad. Supongo que, como a todos nos pasa, hay días que la vida que nos rodea nos fuerza a buscar un descanso ante lo cotidiano y qué mejor que encontrarlo en el amor... vivido o soñado! Pero siendo el amor un brote de aire fresco en nuestra existencia, muchas veces lo confundimos con nuestra tabla de salvación para no sentirnos solos y desamparados ante este mundo de locos...

Amar a alguien no es estar necesariamente y siempre en buena compañía. Si no, pregúntale a esas numerosas parejas que apenas se comunican y solo comparten unos hijos y algunos bienes materiales... y creen amarse! Amar de verdad a alguien es amarlo por su singularidad, sabiendo que puedes contar con esa persona amada para vivir y para crecer ambos, andando por la vida en un proyecto común y con esperanza. Amar de verdad a alguien es, simplemente, creer que esa persona amada compartirá con nosotros todo eso que irá descubriendo mientras viva y que nos hará de fiel espejo donde mirarnos a nosotros mismos! Pero para hacerlo, deberá perder el miedo a ser ella misma y a expresar lo que siente... y reclamará lo mismo de quien realmente la ama. El amor verdadero debe ser siempre beneficioso para ambos! No debe sumar simplemente intereses comunes ni carencias mutuas -como el miedo a la soledad humana- sino el amor de cada uno a sí mismo, la ilusión de ir creciendo como persona cada uno de ellos siendo como son y la esperanza de ser felices siempre y juntos. Mi ya famosa pregunta ¿te quiero porque te necesito... o te necesito porque te quiero?

Y a muchas personas les cuesta ver, vivir y encontrar todo eso en otra persona. Muchos aman el amor y todos sus gestos y rituales... y simplemente buscan a alguien para experimentarlos juntos; otros, en cambio, enmascaran tras el amor la necesidad de sentirse queridos para sosegarse ante un mundo ajeno y duro; los más, creen enamorarse de lo que el otro cree -y dice- querer ser en la vida... Pero es fácil descubrir el engaño! Basta con mirar al otro a los ojos para descubrir qué hay detrás de esa persona, de sus modales y de sus palabras vacías, tras esos protocolos sociales aprendidos y quizás eficaces, pero efímeros. Seguramente el verdadero amor solo consiste en tener fe en que esa persona llegará algún día -junto y gracias a nosotros- a ser y actuar tal como expresa en su mirada... y, haciéndolo, nos permitirá ser y actuar como expresa nuestra propia mirada! Pero, para poder ver todo eso en una mirada ajena, uno antes deberá saber verlo y desearlo en uno mismo... para luego compartirlo y así crecer juntos!

Aquí te dejo el poema de de Benedetti, espero lo disfrutes.

Compañera usted sabe puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo

Si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué delirio a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo

Si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo

Pero hagamos un trato yo quisiera contar con usted

Es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo. LA MALDAD EN ESTE MUNDO INCIERTO...

Hoy te traigo una información desagradable, pero - lamentablemente- demasiado cotidiana ya en nuestro mundo insano e inhumano. La maldad existe, pues es inherente al ser humano. Y, como no podía ser de otro modo, ésta se refleja en el mundo que hemos creado y vivimos.

En nuestro mundo, la fuerza, la competitividad y el poder engrandecen el Ego, ese maldito ego que nos engaña haciéndonos creer y vivir lo que no somos. Pero no a cualquier precio, sino valiéndose de los pobres, los débiles y los desamparados, ya sean hombres, mujeres o niños. Y es que el débil no puede defenderse de la superioridad del vanidoso, rico y dominador. Ya se trate -como en este artículo concreto- de explotación sexual en toda regla, o del demasiado común, más civilizado y camuflado maltrato familiar o de género, el fuerte se impone al débil. Situaciones como estas deberían hacernos pensar en el ser humano y en cómo éste debe vivir su vida plena y satisfactoria, sin que para ello deba valerse del débil en su entorno. Como suelo afirmar, "hay gente que solo crece apoyándose y haciendo sucumbir al de al lado suyo, tal vez porque -aunque parezca lo contrario- no pueden valerse por sí mismos para crecer y ser únicos!" Tras un explotador sexual, tras cada maltratador del tipo que sea, hay una persona débil y atemorizada que se teme a sí mismo y le asusta su vida. ¿Crees sinceramente que alguien que maltrata, abusa o explota es feliz con su vida?

Al miedo hay que mirarlo de cara para superarlo, sin intentar justificarlo o tratar de esquivarlo, como si no existiera; el sentimiento del miedo es humano y solo puede ser reemplazado por el amor! Si en nuestra vida tuviéramos el valor suficiente para imponer el amor, nosotros y nuestro mundo sería mucho mejor de lo que es ahora. Simplemente porque nosotros mismos creamos nuestro mundo y todo lo que en él habita. Pero para imponer el amor uno debe ser realmente fuerte, valeroso y sobre todo entender que es el único sentido que podemos darle a nuestra vida! Y por favor, deja ya de compadecerte de ti mismo o de buscar un enemigo ajeno y lejano a lo que pasa en tu vida o en el mundo! Afortunadamente, el protagonista ineludible de todo lo que pasa cerca o lejos en tu vida está en tu interior... solo debes tener el valor de redescubrirlo y de vivirlo!

Lee el siguiente artículo y medita. Tú puedes hacer algo para cambiar las cosas que suceden en nuestro incierto mundo: simplemente trata de ser tú mismo y deja que el amor que todos tenemos dentro fluya contigo mismo y entre los tuyos. Eso cambiará el mundo, el tuyo propio y el que te rodea! Niñas mauritanas a cambio de petrodólares (12.04.09 PERIODISTA DIGITAL)

(PD).- En ese lucrativo y asquesoro negocio participan desde los padres de las menores -acuciados por la miseria y la incultura- hasta intermediarios mauritanos, instalados en el reino saudí, que las conducen a clientes árabes de holgada posición económica.

"Esas niñas son destinadas a emires y a personalidades acaudaladas y acaban siendo víctimas de explotación sexual y proxenetismo", asegura a EFE la presidenta de la Asociación de Mujeres Cabeza de Familia (AMCF), Aminetu Mint Moctar.

"A veces las hacen trabajar como amas de casa, y después de quitarles su bien más preciado (la virginidad), las echan a la calle sin miramientos ni compasión", añade la representante de esa ONG, que ha registrado ya quince casos de ese tipo.

Mint Moctar explica que las niñas, normalmente de entre 12 y 15 años de edad, "suelen permanecer uno o dos años en casa del comprador, y cuando se quedan embarazadas o ya han parido, son expulsadas y se ven obligadas a practicar la prostitución como medio de vida".

Esa es la sombría perspectiva que la mauritana Aminetu Mint Ahmed cree que le espera a su hija de nueve años Aicha, que según ella está "secuestrada" por su padre y junto con sus dos hermanos en Arabia Saudí.

Los compradores pagan por esas jóvenes entre 50.000 y 80.000 riales (entre 10.000 y 15.800 euros), afirma esta mujer, expulsada de Arabia Saudí tras haber denunciado a su ex esposo, al que acusa también de estar involucrado en la falsificación de documentos de identidad.

La tenencia de una falsa tarjeta de residencia es necesaria para las menores que son enviadas allí, puesto que sin ella las extranjeras que dan a luz en el país "son consideradas culpables de adulterio y asesinadas, o, en el mejor de los casos, flageladas antes de ser expulsadas".

Para la presidenta de la AMCF, "la degradación de la situación económica de los hogares mauritanos y la ausencia de programas de educación ciudadana en los medios públicos" contribuyen a estas situaciones.

La impunidad de los responsables de ese delito es uno de los factores clave en la intensificación del tráfico de menores.

"Hasta el momento, las autoridades de Nuakchot no se muestran lo suficientemente sensibles a ese fenómeno, a pesar del llamamiento de nuestra ONG, de las acusaciones de adulterio contra jóvenes mauritanas en Arabia Saudí y de sus continuas expulsiones del país", añade Moctar.

De esa impunidad es consciente la madre de la pequeña Aicha, tras ver que su ex marido ha conseguido escabullirse, con la ayuda de uno de esos jeques saudíes, de una orden internacional de arresto emitida por las autoridades mauritanas tras una denuncia presentada por ella.

Algunas ONG como la de Moctar han volcado sus esfuerzos en la erradicación de situaciones como la descrita.

"Estamos trabajando en la elaboración de una estrategia de lucha contra ese tráfico y en la de una queja ante las autoridades para que castiguen a los autores de esa práctica degradante para el futuro de la mujer mauritana -asegura- y para el de toda la nación".

Hasta que eso suceda, las niñas mauritanas más indefensas, las de menos recursos, seguirán estando sometidas a la incertidumbre de que un día su propia familia decida hacer negocio con ellas por un montón de petrodólares. VIVIR DESPEINAD@

Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.

Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro, arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…

- Hacer el amor, despeina.

- Reírte a carcajadas, despeina.

- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina. - Quitarte la ropa, despeina.

- Besar a la persona que amas, despeina.

- Jugar, despeina.

- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.

- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…

Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado… Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria… Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuándo me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo sentir linda… ¡La persona más linda que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que, al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres y porque no hombres: Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta,

… y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar. "UNA VICTORIA SIN SUFRIR SÓLO ES GANAR, NO VENCER"

La otra cara de la moneda de los inmigrantes venidos de África, esos que se juegan la vida en un cayuco o patera para intentar vivir una vida digna, tal y como merecen.

Los informativos en los medios de comunicación nos anuncian cotidianamente la llegada de pateras a las costas españolas, ya sea de Canarias o de Andalucía, sobre todo en cuanto empieza el buen clima. En las imagenes de TV podemos apreciar el estado deplorable de personas que han sobrevivido horas y horas a la incierta travesía hacia el Paraiso, su pretendido paraíso! Otros, ni siquiera llegan vivos! Para lograrlo, han pagado cuantiosas sumas a la mafia correspondiente, que se lucra de la desgracia ajena en países pobres, donde la única solución para llevar una vida digna es emigrar. Evidentemente, es un fenómeno relativamente reciente, auspiciado por los gobernantes de esos países, que la ven como una manera de solucionar el subdesarrollo y el crecimiento demográfico desmesurado... ¿le llamará también sostenibilidad, como nuestros políticos llaman a destrozar suave y sigilosamente nuestro planeta herido?

Nosotros, espectadores de esa barbarie humana, la contemplamos desde nuestra poltrona primer-mundista, como si de algo ajeno se tratara, sin recordar que fuimos nosotros quienes les despojamos de sus preciados recursos naturales y que en nuestra post-guerra fueron muchos los españoles que también debieron emigrar para tener esa vida soñada. Pero más alla de la historia escrita, en nuestro día a día convivimos con ese fenómeno migratorio y casi inhumano. Muchas de las familias burguesas españolas en las grandes ciudades contratamos a esos inmigrantes para las labores domésticas o para cuidar a los niños o ancianos de nuestros hogares; en medios rurales, en cambio, se les contrata a destajo y a bajo coste para labores en la cosecha de lo que diariamente llena nuestro nutrido cesto de la compra. Queramos o no, estamos involucrados en la buena marcha del mundo alrededor nuestro, así como en la dignidad de cada una de las personas que conforman nuestro personal entorno humano. Ya sean indigentes de la calle, personas del servicio doméstico, peones de nuestros campos... son personas en las que, consciente o inconscientemente, confiamos lo mas valioso de nuestra propia vida, como son nuestros hijos o padres acianos y dependientes, nuestra alimentación y nuestro futuro progreso y bienestar en la sociedad!

SEMANA SANTA, RESUCITAR A LA NUEVA VIDA!

Un día como hoy, Viernes Santo, los cristianos celebramos la muerte de Jesucristo en la cruz. Más allá de los ritos religiosos o eclesiásticos, este día tiene un especial significado humano y divino. Para mí, se destaca a la muerte como medio de iniciar una Nueva Vida, dejando detrás las miserias humanas y mundanas, para elevarse y trascender a la vida que merecemos! No ajena de sufrimiento, esa metáfora de la muerte alude a abandonar esas limitaciones y condicionamientos que nos atan a la Tierra y a todo lo que en ella hemos creado como seres humanos, permitiéndonos -al fin- elevarnos y reencontrarnos con nuestra Alma, esa que yace silenciosa y amordazada en nuestro interior... hasta que tenemos el valor de reencontrarla y seguirla fielmente para alcanzar la plenitud o, lo que es lo mismo, la felicidad. Pero ese tránsito de una vida menor a otra mayor exije coraje y fortaleza ante el sufrimiento, que no es otro que abandonar lo conocido y confortable que nos enseñaron, para adentrarnos en los desconocido y mágico que merecemos! Y eso produce miedo, nos desencaja en un mundo donde lo singular, lo propio y la plenitud están penalizadas, pues provocan incertidumbre, impotencia y miedo en los espectadores ajenos a nuestra resurrección como personas! Y, remitiéndome al texto bíblico, incluso Jesucristo en la cruz muestra miedo como hombre ante Dios Padre, "Padre, ¿por qué me has abandonado?", aunque seguidamente demuestra su serenidad y fe en Él afirmando "hágase tu voluntad", admitiendo así el sentido de su sufrimiento. No hace falta recrearse en los detalles sórdidos y crueles de su pasión -voluntariamente aceptada- para entender su valentía humana y, a la vez, su firmeza divina...

Nosotros, como Él, afrontamos nuestra vida como un tránsito necesario hacia la Otra Vida! Pero no creo que haya que buscarla en "el Más Allá", como algunos predican, sino teniendo la valentía de vivirla en esta propia vida, la de cada uno de nosotros. Anteayer, precisamente, hablaba con una buena amiga sobre cómo es posible vivir distinto a los demás mi propia vida, sin cambiar de calle, de ciudad o de personajes mi propia historia; vivir otra vida es, la mayoría de las veces, simplemente ser capaz de vivirla de una determinada manera, con una cierta perspectiva, lo que significa -ni más ni menos- que darle verdadero sentido a lo que vivimos cada día!

Durante demasiados años creí -erroneamente- que cambiar el mundo nuestro y nuestra insana vida era un acto heróico protagonizado por singulares y célebres personajes dotados de una fortaleza innata, singular y privilegiada. Hoy, tras años viviendo como espectador de las presuntas heroicidades ajenas, me doy cuenta de que no hay más heroismo que el nuestro, el de cada uno de nosotros que, cambiando y viviendo nuestra nueva misión de la vida, invitamos al cambio en nuestro entorno y, como consecuencia, provocamos el cambio en nuestro mundo!

Aquí te transcribo un magnífico y breve texto hallado por la red. Con escasas palabras, define perfectamente nuestra misión en la Tierra... aunque al tratarse de un epitafio funerario, sorprende que, en demasiadas ocasiones, uno deba estar cerca de la muerte para darse cuenta del verdadero sentido de nuestra vida!

Difrútalo!

"Cuando era joven, libre y mi imaginación no tenía límites soñaba con cambiar el mundo. A medida que me hacía mayor descubrí que el mundo no cambiaría, por lo que decidí entonces cambiar sólo mi país. Pero igualmente no hubo nada que hacer. Ya en mis últimos años, en un intento desesperado, me empeñé en cambiar sólo a mi familia, a los más cercanos, pero igual que en las otras ocasiones, resultó ser en vano. Ahora, en cambio, en mi lecho de muerte me doy cuenta: sólo si me hubiera intentado cambiar a mí primero, entonces predicando con el ejemplo habría cambiado a mi familia, y, animado e inspirado por ella, habría podido ser capaz de mejorar mi país y, quien sabe, quizás podría haber cambiado el mundo".

Texto escrito sobre la tumba de un obispo Anglicano, en la abadía de Westminster

¿HAY VIOLENCIA ACEPTABLE?

Sin duda, la violencia está anclada en nuestro mundo. La violencia forma parte del ser humano. Basta leer testimonios de protagonistas o espectadores de escenas de guerra, maltrato o tortura para ver que, en ciertos momentos, el ser humano se ensaña con el prójimo... ¿más allá de lo razonable? Pero ¿hay violencia razonable, personal o socialmente justificada?

Nos gusta poner calificativos a las cosas: violencia de género, familiar, paterno-filial, juvenil, callejera, racista... qué más da qué color tenga y cual sea su escenario, aparentemente justificado o no! La violencia es y será siempre despreciable... aunque intrínsecamente humana. No hay que recurrir a el diablo para buscarla!

Me sorprenden las "clasificaciones" en el ámbito de la violencia, como si hubiera una aceptable y otra, no. Una tolerada y otra, no. Una exhibida y otra, no. Hace unos días el presunto redentor del mundo en crisis, Obama, ha cambiado una ley por la cual será lícito publicar en los medios fotografías de soldados norteamericanos fallecidos en combate, hasta ahora algo prohibido, pues "daba mala imagen" a la indiscriminada y no siempre popular participación de USA en conflictos bélicos más allá de sus fronteras con unos fines, en cualquier caso, obscuros o/y reprochables, aunque convenientemente disfrazados de "promoción de las libertades y de la democracia en el mundo". Por lo visto, hasta ahora estas imagenes de violencia inconveniente eran políticamente incorrectas, por lo tanto debían ser censuradas por las Autoridades competentes. Aquí tenemos una descriminación y, en algunos casos, una puerta abierta para la justificación o no de cierto tipo de violencia!

El ser humano es violento, por naturaleza, como hemos dicho anteriormente. Razones hay muchas para, aparentemente, caer en la tentación de justificar la violencia como recurso: el miedo ante la incertidumbre, el descontrol propio, la restauración del órden establecido, la defensa propia... y un largo etcétera de situaciones cotidianas que avalan algún tipo de violencia -o nuestra actitud ante ella- cubierta o encubierta, ya sea de palabra, acto u omisión. Creo firmemente que no se debería aceptar nunca la violencia como recurso -ni primero ni último- ante lo evitable o lo inevitable. Para llegar a la violencia, antes deberíamos haber desechado la reflexión, el diálogo, la negociación... capacidades genuinamente humanas, fruto del autodominio y el control del ser humano sobre las circunstancias, por adversas que éstas sean. Como alguna vez le he comentado a mi hija, ningún otro ser vivo ataca a otro por el mero placer de hacer daño, como lo hace el hombre; cualquier animal lo hará, según el caso, para alimentarse, para defenderse o, en algún momento, para mantener el liderazgo ante los demás del grupo, lo que puede suponer su propia supervivencia; pero, en cambio, la violencia humana suele tener premeditación, nocturnidad y alebosía, es decir, está convenientemente programada, institucionalizada y, según el tipo y el momento, incluso aceptada y recompensada!

ESPIRITUALIDAD... ¿O SOLO RELIGIÓN?

El ser humano es un ser eminentemente espiritual. De hecho, en su Alma coexiste su esencia humana y divina, lo que metafóricamente explica, por ejemplo, la bíblica reencarnación de Dios hecho hombre, entre otras. Y eso hace que, de una u otra forma, el ser humano busque -consciente o inconscientemente- su más alta aspiración divina y trascienda su vida simplemente humana. Eso, además, justificaría, por sí mismo, esa innata -aunque en un momento dado, redescubierta- necesidad de "elevar" su vida y asumir su verdadera responsabilidad ante ella!

El camino es, sin duda, la religión, testigo humano, presente tangible y permanente entre nosotros de la presencia de Dios en nuestra vida, lo que satisface nuestra naturaleza espiritual. Pero, con el paso del tiempo, una serie de acontecimientos y tramas político-históricas, partiendo de un Hecho Único, se fueron desarrollando diferentes maneras de ver, de interpretar y de vivenciar ese sentimiento religioso. Y, como no podía ser de otra manera siendo una creación humana, se institucionalizó, heredando ciertas limitaciones humanas, como su cortoplacismo, su miopía, su vanidad y su política, lo que hizo de cada religión y su correspondiente iglesia- institución algo demasiado único, excluyente y, lo que es peor, muchas veces vacía en esencia, desvirtuando su propio origen divino. Hoy, tras el transcurso de los siglos e inmersos en un cambio de sistema, quizás ya demasiado alejados de nuestra esencia divina y de sus referentes en alguna religión, el ser humano sigue buscando reencontrarse consigo mismo y con su espiritualidad innata y pura para poder reencontrar el sentido de su vida. Las diferentes religiones y sus correspondientes iglesias hoy -para una gran mayoría- ya no responden a la espiritualidad humana y a nuestra ansia por trascender en nuestra vida terrena y vacía.

Aquí la reseña de un libro editado en el que se revisitan los estudios de Mircea Eliade sobre las diferentes religiones y sus diversas visiones divinas...

La religión será la gran novedad durante la crisis, y está demostrado.

Pascual Tamburri Bariain. El Semanal Digital. 3 de abril del 2009.

Antes, durante y después del cristianismo, la religión es una constante humana con reglas propias. Comprobándolo, el rumano Mircea Eliade creó una nueva disciplina científica en el siglo XX.. Mircea Eliade, Tratado de historia de las religiones. Morfología y dialéctica de lo sagrado. Traducción de A. Medinaveitia. Cristiandad, Madrid, 2009. 660 pp.

El mundo occidental ha vivido desde hace 150 años el mayor cambio religioso de los últimos dos milenios. No se trata de una persecución de la religión ni de la aparición de una nueva confesión que sustituya al cristianismo; aparentemente Europa y sus anexos culturales están experimentando una "apostasía silenciosa". Millones de europeos, más que nunca, dicen no tener ninguna religión, niegan cualquier forma de trascendencia, y especialmente la cultura y la política españolas parecen mutar en consecuencia. Y sin embargo...

Basta que el progreso material se detenga, basta que la opulencia sea menos evidente, basta que flaqueen las certezas materiales sobre las que se construye el abandono militante de la religión para que ésta resurja, a veces en formas inesperadas y en lugares insólitos. Los tiempos de crisis material hacen más evidente la osamenta espiritual no ya de Occidente sino de todas las comunidades humanas. Es cierto que las grandes ideologías materialistas del siglo XIX, triunfantes en el XX, han luchado contra la existencia misma de la religión. Pero no es menos cierto que han perdido su batalla, tanto el comunismo con su intento de supresión sangrienta y de domesticación impúdica como el liberalismo con su proyecto de reducir el hecho religioso a la esfera de lo privado y de fundamentar la convivencia en la libertad de poseer, deificada y convertida en garantía de una identidad asociada sólo al egoísmo inmanente, tolerante y no sangriento las más de las veces pero no por ello menos insidioso.

Ya en el primer tercio del siglo XX los historiadores de las religiones, como el por tantas razones benemérito padre Tacchi Venturi, habían notado la común estructura del hecho religioso, la importancia universal y universalmente presente de lo sagrado y las similitudes inverosímiles entre confesiones. No era por otra parte más que una nueva lectura de algo que ya explicó santo Tomás –dicho sea en estos tiempos en los que "escolástico" parece ser insulto descalificante-: el hombre está constitutivamente religado, la religión es un hecho natural previo a la revelación. Pero la historia de la religiones, incluso cuando fue hecha con curiosidad intelectual y pleno respeto, partía de una voluntad apologética y concluía necesariamente en Cristo como necesario punto de llegada, sin distinguir siempre naturaleza, razón y fe.

Un hombre singular cambió en esto el rumbo intelectual del mundo. Mircea Eliade fue uno de esos rumanos universales que, en un siglo que su patria ha vivido como singularmente doloroso, han aportado luz distintas partes de las artes, de las ciencias y del mundo. Nuestro Occidente ha tenido el privilegio de poder leer y disfrutar a Vintila Horia y a Uscatuscu; Eliade, sencillamente, creó una nueva disciplina científica en torno al hecho religioso.

Eliade dedicó su vida a investigar de manera comparativa las religiones del mundo. No se trata de un ensayista afortunado, sino de un universitario de primerísimo fila, que a lo largo de su vida se benefició de la colaboración de personajes tan diversos como Alois Dempf, Ernst Kantorowicz, Percy Schramm, Carl Schmitt o Carl Jung, entre muchos otros. Lo sagrado está presente en todas las culturas y en toda la historia, y contra todas las vulgatas materialistas resulta ser mucho más que una superestructura. Eliade no es, ciertamente, un escritor de ficción sino un investigador que supo convertir sus intuiciones juveniles en los cimientos de un conocimiento sólido hoy en día indiscutido e indiscutible: la historia de las religiones, de todas ellas entendidas además como un único fenómeno, no se entiende sin él.

Cristiandad tiene el acierto de lanzar en 2009 una cuarta edición de esta Historia de las religiones nacida como manual de iniciación a la materia pero rebosante en sí misma de sugerencias apasionantes. Eliade no sólo fue un humanista de saberes universales, y por cierto conocedor y amante de España como tantos de los suyos, sino también un hombre valiente capaz de respaldar con datos sus afirmaciones. Cristiano de formación, de nacimiento y cultura en un país radical y peculiarmente cristiano, Eliade supo elevar su saber hasta convertirlo en inexcusable en la formación de cualquier hombre culto en el siglo XXI.

Se podrá compartir o no su análisis del porvenir, pero su distinción entre sagrado y profano –dos dimensiones de la realidad humana siempre presentes en ella-, su comprensión de la omnipresencia del misterio de la existencia y de la vida, su gallarda afirmación de que para todas las comunidades humanas de todos los milenios lo real no es lo tangible ni lo visible y su valoración del rito como algo central y no accesorio en toda religión hacen de él una figura clave de nuestro tiempo. Entiéndase: de nuestro tiempo, y no sólo del suyo, y especialmente de este tiempo de crisis que nos es dado vivir.

Jean Meyer, al hablar de Rusia y sus imperios, sitúa esta cuestión donde le corresponde: en la actualidad más radical de 2009. Es cierto, como Alexander Solzhenitsyn había advertido, que a la derrota de un materialismo sucede necesariamente "el triunfo de las abuelas frente a los comisarios". La religión, prohibida o ridiculizada, negada o humillada, vuelva a la luz cuando entran en crisis sus supuestas alternativas. Cómo reorganizar Rusia pareció una locura en 1991- 1992 todos los progresistas y bienpensantes, y sin embargo hoy el cristianismo y todas las religiones avanzan allí donde antes imperó Marx. Leer a Eliade es una necesidad para comprender mucho de lo que vamos a vivir en las próximas décadas también en Occidente: conocer las religiones en su intimidad es imprescindible para el historiador que quiera entender el pasado, pero lo es también para el ciudadano culto que quiera entender qué está pasando en nuestras naciones.

Hacerlo a través de Eliade, sea uno creyente o no, es una garantía no sólo de información y de compresión, sino además de un intenso placer intelectual que ya han gozado los lectores de las tres ediciones anteriores y que, sin duda, muchos podrán hacer también ahora. Ciertamente es un libro para todas las estaciones, pero para ninguna como para ésta que busca aún sus propios valores. SEXTING

Aquí te traigo un curioso artículo que habla de una nueva moda entre los jóvenes. Se trata de la impúdica exhibición de unos a otros, mandándose fotos por el teléfono móvil. ¿Es la otra cara del avance tecnológico?

No creo que sea la otra cara, sino una consecuencia de nuestro mundo actual, descontrolado, frívolo y anhelante de nuevas e intensas experiencias. La tecnología, la seducción y la ingénua rebeldía juvenil aunadas para un propósito. Comunicar, exhibirse y llegar al otro. No debería extrañarnos que esto suceda. A fin de cuentas, los jóvenes mimetizan y adquieren cual esponjas lo que ven en nosotros y en el mundo que les hemos dejado y mostrado. Los adolescentes -sin demasiado criterio entre lo correcto y lo incorrecto- adoptan roles y adquieren hábitos que, de alguna manera, ven en nosotros, los adultos. Basta ver la publicidad actual, o las series de TV pretendidamente juveniles o mirar en la calle para darse cuenta de lo que priva en este mundo loco. Claro que antes existía una cierta doble moral y clandestinidad que ahora se destapa y crea un fenónemo social. Hay que recordar que hoy en día, en plena era de las comunicaciones y de la información, la sociedad actúa como una caja de amplificación que antes era reducto de unos pocos. Hoy todo se engrandece, se dramatiza, se espectaculariza... desde lo más mundano y privado, hasta lo más grandilocuente y globalizado. Hoy, para llamar la atención, todo es lo mejor o lo peor que ha vivido la humanidad entera. La información y las estadísticas mandan! Y es que, la información excesiva y el avance sin sentido pueden ser dañinos para el ser humano.

Seguramente tras esos desmanes, hay también logros humanos, avances claros. En el llamado sexting quizás hay abandono de la falsa mojigatería que antaño mostraban las mujeres jovenes, que ocultaban con pudor algo tan natural como su cuerpo humano; también se cae el clásico tabú del conquistador-hombre ante la pasiva-mujer contemplativa y sumisa; también aparece una nueva forma de comunicación, más inmediata, más efectiva y más sincera entre hombres y mujeres; posiblemente también podríamos ver el deseo sexual democratizado y equiparado entre el hombre y la mujer actual... aunque probablemente demasiado expuesto y publicitado. Pero ¿qué esperamos de los jóvenes espectadores de nuestra sociedad plagada de deseo insatisfecho, de sexo reprimido o de doble moral clandestina? ¿Quién llena, por ejemplo, un burdel en la zona alta de Barcelona que afirma tener 500 asiduos clientes al día en una jornada laborable cualquiera? ¿Quién consume la pornografía en Internet? Segura y lamentablemente los mismos responsables y maduros adultos y padres que, ante una noticia como esta sobre los jóvenes, levantan horrorizados sus manos y su vista al cielo...

Aquí tienes el mencionado artículo. Léelo y extrae tus propias conclusiones.

Nueva moda, cercana a la pornografía, causa furor entre adolescentes

Elsemanaldigital.com. 21 de marzo del 2009

Los padres están cada vez más preocupados con la creciente tendencia entre los jóvenes de grabarse desnudos con el móvil y enviar esas imágenes mediante mensajes. La nueva moda que está causando furor entre los adolescentes, preocupa a los padres. El rápido adelanto en lo referente a las Nuevas Tecnologías puede resultar en algunos casos un gran problema. Así piensan, al menos, los padres de aquellos adolescentes que se han convertido en unos fanáticos de una nueva tendencia llamada "sexting." Esta moda, que está causando furor entre los jóvenes, consiste en fotografiarse desnudos con el móvil y enviar mensajes con esas imágenes. La tendencia, según algunos expertos, podría rozar lo legal ya que algunos lo consideran pornografía infantil. En un principio, los jóvenes envían esas imágenes –donde están parcial o íntegramente desnudos- a sus amigos más cercanos con la intención de ligar o por diversión. Uno de los problemas principales viene cuando estos la reenvían a su vez a otros y el juego se convierte en humillación. El sexting, cada vez más extendido, preocupa a educadores y padres ya que las imágenes, en muchos de los casos, son colgados en Internet, en redes sociales y páginas web personales. Y algunos de los que aparecen en ellas son expulsados del colegio u objeto de burla de sus compañeros. CONEXIONES MÁGICAS

La vida de cualquiera de nosotros está llena de casualidades o sincronismos! Si nos negamos a verlas o a no creer en ellas, muchas veces incluso las consideramos inconvenientes o malas jugadas de la propia vida cuando aparecen, porque quizás no estaban dentro de lo previsto; si en cambio las atendemos y las seguimos en su imparable fluir, mirando hacia atrás, esas casualidades se convierten siempre en señales inequívocas que nos llevan al éxito en nuestra vida! Y es que, de esta manera, a través de esas señales puntuales, nuestra Alma -y su propósito interno, no siempre conocido ni obedecido- nos indica que estamos en línea con nuestra aspiración superior en la vida, es decir, con lo que la vida espera de cada uno de nosotros. Esas sutiles señales aparecen en cada momento en nuestra vida, pero es un derecho nuestro querer o no atenderlas y seguirlas, siempre somos libres para hacerlo. Pero además, esas mágicas señales tienen una característica curiosa: cuanto más las atendemos y seguimos en nuestras cotidianas decisiones, se van dando con más frecuencia... e incluso, con un poco de práctica, somos capaces de crearlas! ¿Quién, alguna vez, no ha tenido el firme pre-sentimiento de estar compartiendo en un instante la Luna con alguien amado, que ni siquiera está cerca? ¿Por qué alguna vez pensamos recurrentemente en alguien a quien hace mucho tiempo que no vemos y, subitamente, nos lo encontramos por la calle un día cualquiera?

La vida es para vivirla, no para gestionarla o intentar controlarla, aunque creamos lo contrario para sentirnos seguros! No podemos preveerla ni planificarla de antemano, ni tan siquiera intentar entenderla desde el intelecto, desde nuestra limitada razón, pues eso la limitaría también a ella y la empequeñecería. Sí podemos, en cambio, creer en la misma vida y en sus propios métodos para darse a conocer y dejarse vivir tal como viene: desde nuestra Alma, que -a través de la intuición- nos muestra sutilmente el camino y desde sus propias señales que -como balizas en el inmenso mar- nos indican si vamos por el camino correcto hacia nuestro Destino!

27 DE MARZO

¿UN AÑO MÁS... O UN AÑO MENOS?

Debo admitirlo, hoy es mi cumpleaños. Y ya son cuarenta y todos, ni más ni menos! Un día como hoy se me antoja mirar mi vida hacia atrás y hacia adelante. Pensar en cómo se desenvuelve mi vida hoy, con madura experiencia y, a la vez, con infantil esperanza ante lo que me queda por hacer...

Mi vida hoy es, mayoritariamente, plácida, después de demasiados años tumultuosos e involuntariamente intensos. Hasta hace bien poco -quizás dos o tres años- mi mayor obstáculo era yo, aunque tardé en darme cuenta de ello. Hasta entonces, siempre tuve a quien responsabilizar de mis circunstancias buenas y malas, como si yo fuera un mero invitado o espectador privilegiado de mi propia vida. Porque fui invitado a venir a este mundo sin preguntarme antes. Seguramente, de habérmelo preguntado, hubiera desestimado tal invitación! Pero hoy, bastantes años después, las cosas han cambiado! Hoy, más que haber cambiado radicalmente mi vida -aunque también ha sido así-, he aprendido a mirarla de otra manera, al ser yo su indiscutible protagonista y estrella principal! Para ello he debido perdonarme a mí mismo y pedir perdón a los antaño protagonistas involuntarios de mi pasada historia.

En mi vida empieza, día a día, a haber todo eso que yo necesito para estar satisfecho y ser feliz! Seguramente no es más que un verdadero sentido, lo que me permite abordar con significado lo agradable y lo desagradable de mi vida, la luz y la oscuridad! Además de ese mágico y nuevo ingrediente, tal vez hay -por primera vez en mi historia- también esperanza en lo que aparezca en mi vida, lo que me permite dejar que ésta fluya y me sorprenda! Esos tres ingredientes -protagonismo, sentido de la vida y plena confianza en ella-, convenientemente dosificados y levemente agitados por el día a día en la coktelera de la vida, han traído consigo personas, momentos y lugares especiales y únicos... además del amor! Podría afirmar que hoy me siento querido y, al vivir esos momentos singulares y escenarios mágicos, me siento parte importante del inmenso Cosmos, lo que me invita a dejar patente la huella de mi existencia y paso por esta vida, sea corta o larga! Seguramente aún me falte mucho camino para crecer, en ciertos momentos me sienta desorientado ante algunas circunstancias, pero con un único sentido e intentando ayudar -como todos hacemos en la vida- a los demás a encontrar y redescubrir el suyo, tanto la vida como la muerte cobran significado! ¿QUÉ PUEDE PASARME PEOR QUE NO REALIZAR MIS SUEÑOS?

Y es que ahí está el dilema. Decidir vivir feliz o bien entregarse a la tristeza. Nuestro mundo -especialmente ahora, en momentos de incertidumbre global- nos arrastra a una vida sombría y temerosa. Solo hay que observar el sutil miedo en las miradas de la gente por la calle, las conversaciones reincidentes y repetitivas sobre la situación económica, la atonía en las relaciones e incluso esa cierta irascibilidad entre las personas que propicia tiranteces y enfados. Es la atmósfera que vivimos en estos tiempos y que contagia de pesimismo a todos, tanto al que realmente le afecta la crisis, como al que su riqueza, su situación o su astucia le inhibe de ella. Es una muestra del poder que tiene la mente y cómo ella nos muestra solo lo que ratifica su postura. Querer ver es ver! Si uno quiere ver miedo, sus sentidos estarán plagados de circunstancias para justificar y realimentar el miedo; si, en cambio, uno quiere ver felicidad, sus sentidos le aportarán datos y ejemplos para verla y vivirla! ¿Felicidad o infelicidad? Tu decides, sin duda!

"Cuando haces lo que de verdad quieres, el universo entero conspira a tu favor. Mira alrededor y decide: tú puedes elegir vivir triste o contento. Yo elijo la felicidad. No veo entre nosotros razones para ser solo infeliz".

¿APRENDER SIN MIEDO A EQUIVOCARNOS?

Precisamente durante estos días estoy acudiendo a un interesante curso de Coaching-PNL. La Programación Neuro- Linguística (PNL) no pretende otra cosa que crear un modelo mental para entender el por qué hacemos ciertas cosas. Como si fuéramos un ordenador, en nuestra mente están instalados programas, basados en la experiencia y en las sensaciones vividas, que hacen que actuemos de una manera concreta, cada vez que un estímulo nos llega. Y así, repetimos como autómatas ciertas reacciones ante un hecho concreto que evoca -consciente o inconscientemente- lo experimentado. Amor, felicidad, temor, confortabilidad son programas pre- instalados que evocan momentos vividos y nos hacen actuar de una determinada forma cada vez que aparecen en nuestro día a día. Y eso, precisamente, provoca nuestra actitud previsible ante lo que vivimos. Pero esas respuestas automatizadas no siempre se corresponden a nuestro ahora, ni son necesariamente beneficiosas para nosotros en un determinado momento.

El crecimiento personal, basado en cada nueva experiencia y en adaptarnos de manera continua a nuestro hoy, no es más que nuestra innata capacidad de ir deshaciéndonos de esos viejos programas pre-instalados y muchas veces caducos, para dejar paso a otros nuevos que se adapten mejor a nuestro yo y nuestro ahora. Alguien los describió como ventanas, en las que asociamos una sensación o sentimiento a una experiencia determinada vivida. Cambiar esa unión -aparentemente indivisible, pues el cambio produce miedo- es esa facultad de abrir la ventana de nuevo y ser capaz de asociarle un sentimiento o una sensación nueva y favorable. Podemos seguir utilizando esos programas pre-establecidos y seguir actuando -y, quizás, equivocándonos también- como siempre hicimos... o bien deshacernos de ellos y, aprovechando el espacio que dejan, instalar otros nuevos, más cercanos a nosotros mismos y a nuestro nuevo ahora. Tal vez lo único que exije es ser capaz de cambiar lo conocido -y no necesariamente bueno- por algo que desconocemos, pero que es más auténtico!

Aquí te dejo la entrevista del creador del PNL. Disfrútala y aprende! John Grinder, cocreador y pionero de la programación neurolingüística (PNL) desde 1976. "Puede saber si le mienten por el movimiento de los ojos". La Contra de La Vanguardia-LLUÍS AMIGUET - 17/03/2009

Nuestra cultura prescinde del subconsciente...

Ignora medio cerebro. Porque nos educan sólo para ser útiles en el sistema productivo y, sinceramente, creo que, como humanos, somos capaces de muchas más cosas...

... Que se consideran secundarias.

Pagamos un precio por esa miopía: perdemos capacidad de aprendizaje y de conexión interpersonal y sufrimos ansiedades paralizantes y disfunciones frustrantes.

La razón no se entiende con la otra mitad de la mente, pero tampoco sin ella.

No es que el subconsciente no tenga lógica; tiene sus reglas, pero no son las mismas de la razón y tampoco necesitamos saberlas para beneficiarnos de todo su potencial.

¿Y eso es lo que aprovecha la PNL?

La programación neurolingüística la creamos Richard Bandler y yo en 1976 a partir de los grandes descubrimientos de la neurología y la lingüística de los setenta.

Década pionera para la neurociencia.

Aprendimos de Bateson, Beethoven del pensamiento; Pearls, el creador de la Gestalt; Satir, avanzada de la terapia familiar, y Erickson, maestro de la metáfora y experto en conseguir respuestas del subconsciente. ¿Para qué sirve la PNL?

Tratamos de explicar cómo los humanos conseguimos estados mentales en los que realizamos nuestros objetivos.

¿Alguna técnica específica?

Tal vez la más popular es la de las pautas del movimiento ocular: si ahora mis ojos van hacia mi izquierda es que estoy recordando, ergo diciendo la verdad; si hacia mi derecha, es que estoy creando imágenes, ergo podría estar mintiendo.

Para mentir, mejor llevar gafas de sol.

Su movimiento ocular delata la tarea mental que está haciendo: creando una imagen (sus ojos se mueven arriba y a su derecha); recordando una imagen (arriba izquierda); creando sonidos (centro derecha); recordando sonidos (centro izquierda); reviviendo emociones (abajo izquierda); y hablando consigo mismo (abajo derecha).

¿Cómo enseña usted a aprender?

¿Acaso los niños se preocupan por la gramática? Y sin embargo aprenden a hablar más rápido que los estudiantes de idiomas que se esfuerzan en racionalizar y memorizar las reglas gramaticales de los adultos.

Aquí se estudia, pero no se habla inglés.

Porque aprenden inglés, pero no a hablar. Otra manera habitual de no aprender un idioma es concentrarse sólo en la traducción y obsesionarse con no cometer errores.

¿Es mejor equivocarse?

Para aprender, debe suspender el juicio y poner en ello toda la mente y no sólo la razón.

¿Suspender el juicio es hacer bobadas?

Al contrario. Ser capaz de no razonar automáticamente ante un problema requiere concentración, entrenamiento y sabiduría. Nos han hecho creer que el aprendizaje es fruto siempre del raciocinio, pero nuestra capacidad más importante - hablar- la aprendemos sin razonar: simplemente imitando.

Los primates aprendemos copiando.

Si pudiera aprender a pintar con Picasso o a tocar con Mozart, ¿trataría usted de deconstruir sesudamente su obra? Si los imitara sin racionalizarlos, aprendería más rápido.

Si pienso en cómo ando, me caigo.

Los niños cometen errores, pero sin ser conscientes de ellos, por eso sin tener profesores de idiomas acaban hablando bien. En cambio, el adulto es demasiado consciente de sus faltas y su temor a cometerlas paraliza a menudo su capacidad de aprender.

¿Su consejo?

Debe acceder a un estado mental en el que adquiera la flexibilidad natural del niño para escuchar y reproducir sonidos sin el miedo del adulto a equivocarse. Cuando lo logre, su voz interna le hablará su nueva lengua; con errores, sí, ¿y qué? Ya corregirá.

¿Una regresión para poder avanzar?

Una regresión en la que la nueva lengua se aprehende sin interferencia de la materna. Y ese estado de suspensión de conciencia también es útil para otros aprendizajes. Por ejemplo...

A mí me aburre repetir lo que sé. Prefiero experimentar y equivocarme a repetir sin meter la pata, pero también sin aprender nada nuevo.

El error aquí tiene muy mala prensa.

La obsesión por no arriesgarse en el ensayo de lo nuevo es consecuencia de nuestra inseguridad, pero también al mismo tiempo la prolonga. Evita que avancemos. La repetición de lo sabido minimiza el error, pero también el aprendizaje.

Los banqueros parecían infalibles.

Cuanto más inseguro es un negocio en realidad, más necesitan los negociantes simular seguridad y predictibilidad. Y, sin embargo, a menudo avanzar en zigzag de forma inesperada es el mejor modo de llegar lejos.

Los experimentos, con gaseosa: dicen.

A los empresarios convencionales les provoca pánico, no ya equivocarse, sino simplemente la posibilidad de que alguien crea que pueden equivocarse. Están paralizados por la necesidad de simular que tienen todo bajo control.

¿Cómo aprender sin miedo al error?

Cualquier ansiedad aumenta si no la confrontamos, pero se desvanece en cuanto le plantamos cara. Es como un fantasma imaginario que crece y crece hasta que te atreves a quitarle la sábana y, ¡zas!, resulta que debajo sólo había un ratoncito.

EL SUFRIMIENTO NOS ABRE LOS OJOS

El sufrimiento forma parte de nuestra vida y con él aprendemos, siempre y cuando no seamos sus víctimas. Actualmente estoy leyendo un interesante libro del Dalai Lama ("El arte de la felicidad", Ed. De Bosillo, 1998) en el que afirma de manera contundente que el sufrimiento es necesario para aprender, pero no así prolongarlo como un medio de vida fundamentado en la culpa -como si los errores fueran irreparables- y en el concepto de injusticia que, a veces, trae implícito y con que nos torturamos. La culpa y nuestra visión del sufrimiento como injusticia lo prolongan en el tiempo, impidiéndonos ver y vivir la vida tal y como es, sin admitir que en la vida todo fluye y que, como humanos, somos esencialmente imperfectos, la justicia depende de nosotros mismos... y que necesitamos aprender!

HOY, AQUÍ, YA ES PRIMAVERA!

Si supiéramos que esta tarde nos quedamos ciegos, echaríamos una mirada nostálgica, una verdadera última mirada a cada brizna de hierba, a cada formación de nubes, a cada mota de polvo, a cada arco iris, a cada gota de lluvia, a todo!

Ya es primavera! Disfrútala!

CONMIGOMISMO

Sé que, a veces, cuesta. Como sé también que demasiadas cosas y circunstancias ocupan nuestra mente, cotidianamente. Pero, como tú mismo, siempre que encuentro un momento para estar conmigo, me descubro tranquilo, en paz conmigo mismo. Cuesta, ya lo sé. Cuesta olvidar lo que me ocupa el cada día, la crisis actual, los sinsabores de la vida, los recuerdos mal vividos, todo lo que está ausente en mi vida, los desmanes de las gentes que me acompañan. Pero es dentro donde encuentro a mi Dios, mi ser esencial y mi esperanza... lejos del mundanal ruido, del ensordecedor egoísmo que me rodea.

Para estar conmigo solo me necesito a mí, en silencio, quizás en la Naturaleza o teniendo un papel blanco en mis manos. Es toda la compañía que requiero para saber que estoy conmigo mismo. En esos momentos me siento vivo, generoso, fuerte y acompañado por quien, siento que me quiere en silencio, pero intensamente, como yo le quiero. Es en esos momentos en que uno se siente parte del Universo, ese que, también silenciosamente, nos acoje y nos protege, nos exalta y nos engrandece.

Nunca lejos, siempre dentro y desde dentro. Cerca, muy cerca, en mi interior. Donde nace mi vida, mi anhelo, mi fortaleza y mi esperanza en ti, persona que quiero. No me hacen falta más que señales de tu existencia y oír esa voz apagada que, minuto a minuto, me habla de ti, conciencia. Cerca, muy cerca, dentro mío.

Yo, conmigo, conmigo mismo... compartiendo eso que intento explicarte aquí con palabras vacías y limitadas. Eso que solo soy capaz de sentir estando conmigomismo y con quien me quiere, me acepta, me requiere y sabe quererme, en silencio!

19 DE MARZO

HOY, DIA DEL PADRE

Hoy, día de San José, en España celebramos el día del padre. No me gustan las fiestas comerciales, lo reconozco. Ni que hoy nos acordemos de la Biblia rememorando a un padre del que nadie escribe ni describe. Tan solo una pincelada, enviada por una amiga, en la que nos recuerda cómo es, en la actualidad un padre, a pesar de las circunstancias. No son todos, pero así somos algunos... Ramón se separó cuando su hija tenía 6 meses, con la custodia compartida en el bolsillo se tuvo que ir a un piso de alquiler, el primer dia que tuvo a su hija por la noche ( con 6 mesecitos) no paraba de buscar el "manual de funcionamiento de un bebé" por toda la casa , sin encontrarlo, por supuesto, pero no hizo falta, la niña entendió la situación y decidió que sería la niña mas buena y obediente del mundo, para facilitarle las cosas a su papá. Ahora ya tiene 4 años y es la pequeña joya de papá, que la va a buscar cada día al cole, la baña muchos días, va con ella a todas las fiestas de cumpleaños y no concibe la vida sin poder compartirla con ella. A veces l@s amig@s de Ramón no acaban de entender algunas de las cosas que hace por /para/con la niña, pero él cree que debe mantenerse fiel a sus principios y sabe que ella es el SOL que ilumina y calienta su vida

Javier es un periodista en la treintena. Lo conozco desde que llegó como becario y ya entonces apuntaban las maneras del excelente profesional en el que se ha convertido. Candidato a una carrera ascendente, sin duda. Su mujer es informática y tiene ya una brillante trayectoria como ejecutiva en una empresa multinacional. Hace un par de años nació su primer hijo. Y, cuando ella acabó la baja maternal, Javier se cogió una excedencia paternal de un año. Hace poco se ha reincorporado, pero ha decidido aparcar durante una larga temporada sus horarios enloquecidos --disponible siempre para la noticia--, porque ahora tiene que hacer compatible su jornada laboral con la salida de la guardería, la visita al pediatra, las horas de parque y la compra del disfraz de Supermán en carnavales.

José Alberto nunca pensó en ser padre. Vivía razonablemente satisfecho con su trabajo, sus aficiones, sus novias sucesivas, sus amigos... hasta que una historia de amor de las que te descubren el centro de gravedad lo convirtió en padre a los 45 años. Nadie tuvo que decirle que debía ocuparse de su hija. La bañó desde el primer día como si lo hubiera hecho toda la vida, siguió atento la evolución de su dermatitis atópica y no se cansó de probar cremas para curarla. Ahora que la niña ha crecido, le parece tan imperdonable perderse una tutoría rutinaria en el cole como un partido del Barça. Y hay pocas cañas a la salida del trabajo que le compensen no estar por la noche en el ratito de las confidencias y las risas antes de dormir.

Sebas se separó cuando su hija tenía 6 años. Y, a pesar del dolor y el desconcierto, tuvo claro que se divorciaba de la madre, no de la hija. Tuvieron que trocear una precaria economía común y aprender a vivir con lo que queda. El tiempo convenido para estar con la niña es sagrado y siempre está cuando lo necesita. Nada ha sido fácil, pero cuando la mira se acuerda del poeta Ángel González: "Todo lo consumado en el amor, no será nunca gesta de gusanos". Y entonces su vida vuelve a tener sentido.

Miguel se separó hace ya unos 8 años, cuando su preciosa hijita tenía 1 año de edad. Desde un primer momento él tuvo claro que esa era la única manera de luchar por su propia y verdadera felicidad, aunque le dolía separarse “físicamente” de su hijita a la que, a diario, había bañado, dado el biberón y hecho dormir cogiéndole siempre y tiernamente su pequeña manita. Pero también supo que esa difícil y dura decisión sería, con el tiempo, un verdadero legado para su niña: “A veces hay que tomar decisiones y renunciar a algunas cosas para redescubrir el alma y luchar por nuestra felicidad, aunque ésta parezca remota”. Los años han pasado desde entonces y, día a día, Miguel y su preciosa hija, aún sin compartir cotidianamente un mismo hogar, tienen una fantástica y mágica complicidad y un amor mutuo que, quizás, nunca hubieran disfrutado de no haber sido capaces de ser y de luchar por su anhelada felicidad, aún en la dolorosa y forzosa distancia...

No son muchos todavía, pero qué alegría conocernos. EL OTRO YO

Vivimos una vida dual: mente o corazón. Creemos que todo es blanco o negro, bueno o malo, agradable o desagradable, como cuando éramos niños, aprendiendo a caer y a levantarnos cada vez. Y la verdadera vida está hecha, precisamente, de matices, de interpretaciones, de realidad y fantasía a partes iguales... porque eso es lo que nos procura la felicidad o el sufrimiento en nuestro día a día! Y nosotros nos obstinamos en elejir qué queremos vivir como si nuestra vida fuera solo una... mientras, en nuestra alma, el corazón y la mente se dan la mano en un equilibrio que nos regala el privilegio de la paz interior. Descubre el alma, halla tu equilibrio y disfruta la vida tal y como viene... sin dejar de ser tú mismo y de vivir cada día lo que realmente quieres y mereces! Aquí un breve y lúcido cuento de Mario de Benedetti.

EL OTRO YO

Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.

El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.

Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.

Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.

Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió la calle con el proposito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas . Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando.Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».

El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

LUNA LLENA

Anteayer fue el primer día de una magnífica luna llena, aquí en España. Como seguramente sabes, la Luna llena dura unos 3 días, aproximadamente, en cuanto a sus efectos, según dicen. Cada vez que brilla la Luna recuerdo lo trascendente y mágico que hay en mi vida. ¿Sabe la Luna que me provoca eso? ¿Es ese su sino en el Cosmos?

Con el tiempo aprendí a mirar la Luna, siguiendo todas sus fases, lo que suma un total de 28 días. Hay algunas amigas que, incluso, algunos días de Luna llena me remiten mensajes acordándose de mí. También los hay que, en su día a día ajetreado y ajeno, no me mandan esos mensajes, pero sé que me tienen presente, aún en la distancia y en el silencio. Pero, a unos y a otros, les agradezco que sean capaces -como yo mismo- de levantar su mirada y ver más allá del día a día farragoso y rutinario... aunque sea cada 28 días!

Mi pasión por la Luna empezó hace ya unos años, cuando yo tendría unos 20. Entonces es cuando escribí un cuento corto - que prometo llegar a publicar algún día- en que una regordeta y juguetona Tierra pretendía llegar hasta su admirado Sol para encontrar la Felicidad en su monótona vida como planeta. Ni que decir tiene que casi logró llegar al Sol, modificando la trayectoria de su traslación, aunque eso produjo numerosos problemas a sus habitantes terrícolas, así como a los demás planetas y astros de su querida Vía Láctea. Huelga decir también que, al acercarse al Sol, se quemó, por lo que no alcanzó su ansiada Felicidad. Pero, al poco y ya de vuelta a su sitio, se dió cuenta de que, alrededor suyo, giraba paciente y silenciosamente la Luna, a quien había ignorado durante años. Y en Ella supo encontrar su compañero de juegos y, por tanto, su ansiada Felicidad. Esa fue, en síntesis, mi primera toma de contacto literaria con la Luna, casi siempre ignorada, pero permanente compañera nuestra en la bóveda celeste! Creo que la Luna tiene magia! Precisamente el otro día, conversando con mi preciosa hijita de 9 años, hablábamos sobre ella, pues ya lucía bastante grande y completa al acercarse el Plenilunio. Mi hija afirmó no creer en la Luna y en lo que se dice de ella. La pobre, ya empieza a sufrir los efectos de la intoxicación racional educativa! Evidentemente, me faltó tiempo para citarle los efectos comprobados que tiene la Luna en las mareas del mar, en los cultivos y, evidentemente, obvié - aún no toca- explicarle los efectos en el ciclo menstrual de las mujeres, así como en la concepción de los hijos, lo que cada día más, incluso la Ciencia admite.

Quizás la Luna sea solo mi beneficiosa coartada para levantar la vista de lo que sucede a mi alrededor, día a día. Es posible, como lo es que Ella es la que me ayuda a encontrarme conmigo mismo y con ciertas personas a las que amo, estén o no cerca mío, aunque estén siempre en mi interior! Usar la Luna como recordatorio de lo que tengo de mágico y de total es un privilegio, ya que me permite celebrar -como mínimo- cada Luna Nueva y cada Luna Llena, es decir, estar con ella, conmigo mismo y con quien quiero, cada 14 días!

Te invito a que la mires y veas en ella todo eso que da sentido a tu vida y que está en tu interior, aunque no siempre te acuerdes de ello! En ella podrás ver y sentir lo que tú eres, lo que tu sientes e incluso te encontrarás con las personas a las que quieres, estén ahora o no contigo o cerca!

Disfruta la Luna Llena… con amor!

¿QUÉ LES QUEDA A LOS JOVENES?

Sin muchas más palabras. El gran Mario de Benedetti lo dice todo en apenas unos párrafos. Siempre he dicho que los jovenes son los ciudadanos del futuro y algo tenemos que ver sus padres en todo ello. Pero, muchas veces, nos concentramos solo en su bienestar, obviando que son personas y, como tales, deben aprender a luchar por su verdadera felicidad, como todos hacemos -o deberíamos hacer- cada día. Nuestro legado no es otro y ellos, como nosotros hicimos, deberán recojer el testigo de nuestra vida, aprender de nuestros errores y mejorarla. Y deberán perdonarnos por todo eso que soñamos no hace mucho y nunca fuimos capaces de convertirlo en realidad. Y nosotros, sus padres, debemos aprender de ellos cómo afrontar una nueva vida sin todas esas rémoras que nos impiden actuar como sentimos, aunque para ello, ellos y nosotros debamos rebelarnos contra lo impuesto, lo convencional y lo que erróneamente consideramos "normal o conveniente", que nos impidió ser como somos. Seguramente la afición más común del ser humano sea engañarse a sí mismo y procurar convencer a los demás de nuestro engaño; pero solo te pido que pruebes un dia de engañar a un niño mientras le miras a los ojos. Ellos son, ni más ni menos, que el espejo donde vernos cómo deberíamos haber sido siempre y nos recuerdan que debemos seguir luchando para lograrlo, aunque nos parezca tarde. No lo olvides, son nuestro yo pasado y nuestro propio yo futuro!

Aquí el formidable texto de Mario de Benedetti. Disfrútalo!

¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco?

¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén no dejar que les maten el amor recuperar el habla y la utopía ser jóvenes sin prisa y con memoria situarse en una historia que es la suya no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina?

¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas? les queda respirar / abrir los ojos descubrir las raíces del horror inventar paz así sea a ponchazos entenderse con la naturaleza y con la lluvia y los relámpagos y con el sentimiento y con la muerte esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo?

¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas? también les queda discutir con dios tanto si existe como si no existe tender manos que ayudan / abrir puertas entre el corazón propio y el ajeno / sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines de pasado y los sabios granujas del presente.

¿MICROINGENIERÍA SOCIAL?

Curiosamente, una referencia al individuo en este mundo loco, impersonal y globalizado. Claro que no habla de ser humano o persona, sino de "individuo", es decir, alguien sin identidad, sin alma. Esta vez es la exaltación del individuo y no la de la colectividad, el famoso bien colectivo. Pero se promueve desde su incapacidad de decidir por sí mismo, alterando y provocando decisiones convenientes y espontáneas, modificando costumbres y hábitos psicológicos ocultos y ajenos, carentes de decisión propia. Algo me dice que cuando la sociedad -o sus actores, los políticos de turno- requiere de la participación de los individuos, no es para hacerlos fuertes, individuales y con criterio para decidir sobre su vida. Y es que la Psicología -así como la ciencia en general- se deja comprar para ayudar a manipular al ser humano que, siendo él mismo, se convierte en una amenaza o en un peligro para el Sistema. La conciencia personal no entiende de los logros colectivos de los que los políticos hablan. Muchos de ellos no hacen más referencia que a los altos costes que supone mantener el órden y el concierto entre personas dispares.

Pero la persona, por definición única, indivisible e irrepetible es algo temido por casi todos. Si, en cambio, ésta está "alineada" y cede su protagonismo ante el bien colectivo y humano - curiosa y malévola paradoja-, se convierte en algo fácil de dirigir y de controlar. Así, los dogmas del tipo que sean (sociales, políticos o religiosos) se convierten en eficaces formas de dominio, donde no caben las cotidianas dudas humanas, ni las posibles rebeliones interiores. Así, el individuo simplemente obedece y cede su protagonismo al otro, al que le gobierna... renunciando, al tiempo, claro está, a su propia capacidad de ser, decidir y vivir por él mismo. Ni que decir tiene que el coste en insatisfacción, ceguera e infelicidad es altísimo... por no hablar de la falta de sentido de la vida que eso le impone. Las consecuencias son claras: una sociedad formada por individuos cada día más vacíos, que viven una vida monótona, previsible y excesivamente controlada! ¿A eso podemos llamarle libertad?

El ser humano es individual y debe responder a su interior, a su conciencia personal -si queremos admitirlo- mitad humana y mitad divina. Porque, como ser humano, formamos una parte necesaria e indivisible del Cosmos y, por ello, también de la Humanidad, que no es más que el conglomerado de seres personales, únicos e intransferibles unidos por un mismo sentido y devenir de la vida. Pero es la aportación específica de cada uno de nosotros lo que otorga riqueza, dimensión y contenido al Cósmos (o a Dios, si crees en Él), a partir de la vital aportación de esos talentos que cada uno de nosotros tenemos y engrandecemos con nuestra experiencia de la vida. Todo eso aporta sentido, diversidad y tolerancia a nuestra vida, pues requiere de esa pluralidad basada en la individualidad de cada ser vivo, cada minúsculo habitante de la Tierra. Eso nos une realmente a todos los seres humanos, pero respetando, comprendiendo y amando las diferencias.

Lo otro, el bien colectivo o la Única Vía (ya sea social, política o religiosa) logran lo contrario, es decir la homogenización y la paulatina desaparición de la individualidad, en aras de un mayor control y, sobre todo, de la cesión de nuestro derecho inapelable a ser libres y decidir por nosotros mismos, a cambio de huir de nuestra responsabilidad como seres humanos. Ya sea que le llamemos bien social, dios o ideario político, estamos regalándole nuestro ser y nuestra libertad personal... ¿a cambio de nuestra sensación de control o seguridad? ¿Y eso nos aporta Felicidad?

Aquí tienes un artículo interesante sobre la filosofía Nudge, al parecer seguida por la nueva y conveniente esperanza (mediática, claro está) de la humanidad, Obama. Es verdad que desaparece el término colectivo, país... y deja de prohibir, para fomentar sutilmente el buen comportamiento, pero no como decisión propia, sino como respuesta mimética y espontánea para garantizar el órden. Claro que en el país de los ciegos, el tuerto es rey...

Léelo y juzga por tí mismo.

OBAMA INSPIRA SUS POLÍTICAS EN LA FILOSOFÍA "NUDGE": AYUDAR AL INDIVIDUO

Obama inspira sus políticas en la filosofía 'nudge': Ayudar al individuo

Cass Sunstein, gurú del 'empujoncito', es el 'zar' de la política pública de Obama. Esta filosofía es eficaz en enseñanza y salud pública sin recurrir a la prohibición. Consciente de que los hombres no apuntaban con gran acierto en los servicios públicos holandeses, a un operario de la limpieza se le ocurrió una medida ingeniosa: dibujar una mosca en un punto determinado del orinal. Enseguida se resolvió el problema: los hombres apuntaban hacia el insecto y los costes de limpieza bajaron.

Es un ejemplo gracioso pero no anecdótico de la filosofía nudge, que promueve "microingeniería social" mediante pequeños empujones (sería la traducción al español). La anécdota se incluye en el libro Nudge de Richard Thaler, economista de la Universidad de Chicago, y Cass Sunstein, el nuevo zar de política pública y regulación de la Administración de Barack Obama. Se trata de diseñar "arquitecturas de elección" para que las personas "modifiquen el comportamiento de forma previsible, sin necesidad de prohibición", explica Thaler.

Un éxito de ventas en EE.UU., que saldrá en castellano y catalán en el mes de mayo, el libro es el manifiesto de la escuela ascendente de economía de comportamiento, muy influyente en la Administración Obama. Los empujoncitos que se proponen van desde cuentas de ahorro automáticas para asalariados hasta bombillas que brillan con más intensidad conforme crece el consumo de energía, pasando por seguros médicos que regalan premios a quienes hacen ejercicio o se alimentan de forma saludable u otros programas.

Todos están basados en la necesidad de corregir, sin recurrir a prohibir o forzar, comportamientos irracionales que ni cumplen con los deseos del mismo individuo. Quizás no es el cambio revolucionario que muchos querían de Obama, pero la filosofía del empujoncito da resultados en sanidad, enseñanza y más ámbitos, insiste Thaler. "Muchas veces no sabemos qué queremos", asegura a La Vanguardia.Hay un sesgo psicológico a mantener el statu quo,así si se incluye por defecto un plan de pensiones en el contrato laboral es más probable que el trabajador lo mantenga que si debe contratar uno. Existe también un efecto rebaño,y programas medioambientales, sociales o solidarios son más eficaces si incluyen información sobre los vecinos, agrega. "Logras mucho con presión social - dice Thaler-.Se trata de usar un poco de psicología para que las cosas funcionen".

Thaler, que asesoraba la campaña de Obama, es uno de los veteranos de la economía de comportamiento, consistente en incorporar psicología, sociología, derecho y otras disciplinas a la teoría económica y cuyo cuartel general es la Universidad de Chicago donde Obama daba clases de Derecho. "En Chicago no tenemos excrementos de perro en las calles gracias a políticas diseñadas para amplificar la sensación de vergüenza", indica Thaler.

Obama ha incorporado a varios expertos en economía de comportamiento a su equipo, entre ellos Sunstein, Alan Krueger y Peter Orszag. Y James Heckman, otro referente, diseñó el programa de enseñanza del nuevo presidente, que enfatiza la enseñanza preescolar. Thaler y Sunstein califican su filosofía de "paternalismo libertario". Rechazan la idea dominante en las ciencias económicas de que la política pública debe limitarse a elevar el número de opciones y dejar que el individuo decida por medio del mercado. Puede existir lo que el sociopsicólogo Barry Schwartz calificaba de "tiranía de las opciones infinitas". "A veces, nuestra elección es no elegir", sostiene Thaler. Pero rechazan también que, salvo en casos claros del bien común, el estado deba decidir por los ciudadanos. Los economistas convencionales estudian "individuos que jamás tienen problemas de autocontrol", añade. "Nosotros estudiamos seres humanos".

Ya se ve la influencia del principio nudge en el nuevo presupuesto de Obama, señala Thaler, porque obliga a empresas a crear planes de pensiones de participación automática (con opción a no tenerlos). "Muchos tenemos la intención de hacer cosas pero sin un empujoncito no las hacemos", señala el economista. Obama podría incorporar esta opción por defecto a su reforma sanitaria. La influencia de nudge sobre Obama es otro ejemplo de que tras de la retórica de cambio del joven presidente hay un pragmatismo bastante conservador. Lo cierto es que esta filosofía tiene tantos adeptos en las filas republicanas como demócratas. Cuando el libro salió en EE. UU. el año pasado se convirtió en materia de lectura imprescindible en la Administración Bush. "En Washington la filosofía importa un bledo; si se puede usar un poco de psicología para que las cosas funcionen mejor, ¿quién va a oponerse?", dice Thaler. UN HOMBRE MATA A SU MUJER... ¿POR AMOR?

Sé que es un tema reincidente en este Blog. Supongo que es porque me preocupa! Para mí el maltrato (y no voy a cambiar el nombre) tiene que ver con la humillación, la falta de respeto... hasta llegar a la violencia hasta la muerte. En una sociedad como la nuestra, en que la agresividad está presente y hasta justificada en cualquier relación personal o profesional -aunque muchas veces convenientemente disfrazada de competitividad, soberbia o jerarquía- no debería extrañarnos que ésta llegue a nuestro ámbito más personal y familiar. La educación temprana, los medios de comunicación y la propia calle muestran, favorecen y hasta promocionan esta violencia de tono bajo que empapa nuestra vida cotidiana. Ejemplos lamentablemente cotidianos hay muchos ¿Quién fue el primero y más listo en tu clase del colegio?, ¿Qué empleado es el mejor del trimestre? ¿Quién es la persona que más presitigio tiene en la empresa o en tu ciudad? Esas sutiles y ordinarias expresiones muestran la competitividad, la diferenciación de unos sobre otros en función de sus logros sociales o profesionales, obviando cómo los alcanzó y a costa de quien. No se premian los valores, sino la manera de obtener la riqueza, el cargo o el prestigio personal, social o profesional. Una buena amiga mía, lamentable víctima de maltrato durante años, no cuestionaba la valía profesional de su ex marido maltratador -y lo decía con un cierto orgullo-, al parecer, un reputado directivo de empresa, y solo le reprochaba la falta de respeto de éste hacia ella y hacia sus hijos. Y, sinceramente, creo que una cosa va ligada a la otra, en un mundo en que para medrar y enriquecerse es necesario ser competitivo, agresivo y, la mayoría de las veces, poco honesto. ¿Por qué aceptamos, justificamos y promovemos la agresividad y el exceso de competitividad en entornos profesionales para lograr el supuesto éxito y, en cambio, lo criticamos en otros ámbitos, como el personal o familiar? Creo que la agresividad es lo que nos pide la sociedad hoy a nosotros, como ciudadanos y profesionales... y es difícil no llevarla con nosotros a casa. A los clásicos líderes empresariales y directivos de antaño nunca se les requirió que fuesen empáticos, comprensivos ni éticos con los demás ¿por qué, entonces, les pedimos ahora que lo sean en sus hogares, con su consorte o con sus hijos?

Aquí te traigo una entrevista interesante publicada en La Vanguardia hace unos días. En ella un poeta, psicoanalista, escritor y algunas cosas más, responde a unas preguntas, aunque algunas de sus respuestas me asombran. Afirmar que "la criminalidad está muy emparentada con el amor" (curioso y provocativo título, aunque peligroso) o, como responde posteriormente a una pregunta sobre cuándo debe la mujer denunciar la situación, respondiendo un "¡No! Una bofetada, un empujón leve, son sólo malas palabras", evidencian que en nuestro mundo estamos perdiendo la dimensión de lo que nos pasa, incluso a un psicoanalista, teórico sanador de mentes ajenas. Sin profundizar en ello aquí y ahora, deberíamos aceptar que el odio es siempre la ausencia de amor y que la violencia gratuita (por leve que sea) nunca justifica un buen fin. Recuerdo haber leído hace un tiempo que, en el Derecho Canónico de la iglesia católica, se acepta una bofetada como medio disciplinario para mantener una relación matrimonial. Sin comentarios! Y es que el machismo -como la agresividad cotidiana- está inmerso en todos los estamentos de la sociedad!

Te dejo con un extracto del mencionado artículo. Espero lo disfrutes y saques tus propias conclusiones sobre este lamentable y cada día más frecuente tema.

"La criminalidad está muy emparentada con el amor"

Miguel Oscar Menassa, médico, psicoanalista, pintor, escritor, poeta y cineasta aclara que se debería usar el término maltrato familiar en vez de violencia de género.

La Vanguardia. Marta Cuatrecasas.

¿Violencia familiar?

El hombre no mata a la mujer por un tema de machismo, sino por celos, envidia y amor. Es muy difícil encontrar un caso de una mujer maltratada por un hombre que no esté enamorado. La criminalidad está muy emparentada con el amor.

Cree que con la nueva ley se está plantando cara al problema.

Creo que sigue habiendo mucho machismo.

¿No decía que el maltrato de un hombre a una mujer no es por un tema de machismo?

Me refiero a que hay mucho machismo en la sociedad, es decir, en las instituciones que deben proteger a la mujer.

¿Por ejemplo?

Un juez le dio la razón a un hombre porque la mujer, víctima del maltrato, iba bien vestida, "excesivamente" maquillada, llevaba pendientes. Según el juez, era una provocadora.

¡Debió ocurrir hace años!

Si no recuerdo mal, hace sólo dos, en España. Es aquí donde está el machismo y no en el asesinato o maltrato. Vivimos en una sociedad de hombres, creada por hombres, legislada por hombres. Cuando la mujer engaña, la matan, al hombre, le da prestigio.

Entonces, ¿la ley contra la violencia de género no funciona?

Yo creo que no porque sino, ¿cómo es posible que con una orden de alejamiento la mujer acabe muriendo igual? Lo quiero entender y no lo entiendo. Sigue habiendo el mismo número de víctimas. Tan sólo varía en una o dos muertes.

Como psiquiatra, ¿qué solución propone?

Hay que evitar que las mujeres estén en contra de todos los hombres ya que no serviría de nada. Hemos de reforzar a la mujer y enseñarle a cuidar sus relaciones amorosas para que no se desvíen. Recuerdo una película española "Abre los ojos" dónde muestra claramente que cuando la mujer comienza a despreciar al hombre éste deja de maltratarla. Sólo cuando se somete, él la maltrata. La mujer ha de fortalecer su espíritu para poder decidir y liberarse.

La mujer se puede salvar, ¿y el hombre?

Soy muy negativo porque pocas veces he visto buenos resultados. El criminal debe seguir una rehabilitación y terapia estrictas y aún así es muy difícil. En el último trimestre salieron tres maltratadores rehabilitados pero volvieron a reincidir.

¿Existe salvación para la pareja?

Sólo si existe un inicio de maltrato, pero si es crónico o prolongado es imposible. En este caso la única salvación es la separación de ambos y resguardar a la mujer. Estoy escribiendo un libro para demostrar que cuando las denuncias son tardías, hay mucha probabilidad de que la mujer acabe siendo asesinada. Después de 10 o 15 años de mala convivencia, las cosas que se han dicho, las cosas que saben, es mucho más difícil de que la mujer escape.

¿Cuándo debe una mujer pedir ayuda?

En el primer castigo, sin lugar a duda.

¿Una bofetada?

¡No! Una bofetada, un empujón leve, son sólo malas palabras. Hablo de una paliza. Las mujeres que atendemos vienen magulladas, con la mandíbula rota, ojos morados, etc.

¿Qué me dice del nuevo maltrato familiar, el de hijos a padres?

Los niños no nacen ni buenos, ni malos, se hacen maltratadotes y es responsabilidad de la familia y de la educación. Esto que está pasando ahora está forjado por cincuenta años de una educación victoriana donde se usaba la fuerza para castigar a un niño. Ahora se han intercambiado los papeles. No es culpa de los chicos pero hay que revisar el sistema educativo y la televisión…

¿Tanto daño hace la televisión?

Mucho. La televisión sólo muestra las malas noticias. Esto genera que desconfiemos de todo: maestros, padres, jefes. La televisión no enseña a defenderse de lo malo con lo bueno, sino con lo malo.

(...)

¿Qué método se sigue para curar a una pareja que sufre maltrato?

Él o ella hablan con el psicoanalista y éste interviene sólo cuando hace falta. Lo más interesante es que el propio paciente consigue hablar de cosas que nunca se habría imaginado y que afloran durante la conversación. No es como curar una tuberculosis donde el médico puede obligar al paciente a curarse con medicación. Con el psicoanálisis la persona ha de tener voluntar y ganas de curarse.

(...)

¿CIVILIZAR AL TERCER MUNDO?

La sociedad actual utiliza la dualidad del ser humano (el corazón y la mente) para evolucionar y, a la vez, para desorientarnos. Y ese permanente vaivén causa en nosotros estragos, tanto en la vida personal como en la social. Por un lado apela a nuestros sentimientos para hacernos sentir solidarios con los demás; pero en el otro, gracias a la mente y a su ingenio, crea diferencias cada día más insalvables para separarnos unos de otros y crear distancias. Así, esa doble moral nos lleva a destruir el mundo a la vez que redimirlo y sanearlo luego; a privar al prójimo débil (y eso sería extensible a la mujer, los niños, los desheredados, etc.) de su derecho a ser como es, a la vez que afirmamos ayudarle. Y uno de los más claros ejemplos es el rol del mal llamado Primer Mundo con el Tercer Mundo. El numérico calificativo es suficientemente descriptivo y, por qué no admitirlo, descriminatorio! El Primer Mundo, durante siglos, ha conquistado y hecho valer sus derechos y privilegios sobre el Tercer Mundo, incluso haciendo el oportuno uso del botín de guerra, es decir, despojándole de sus riquezas naturales y recursos. Pero, más allá de los recursos naturales que suponen su sustento económico, hemos saqueado sus valores culturales y religiosos, todo eso que le otorga su propia identidad, como individuo o como colectivo. Evidentemente se ha realizado con la más inpune complicidad de la Historia y amparados en presuntuosos ideales políticos, sociales o religiosos. Así, poblaciones enteras han sido desvastadas por la civilización triunfante -la nuestra, qué duda cabe- y despojados de todo lo que les pertenece en aras de su conveniente "civilización", lo que durante siglos fue sinónimo de "evangelización". Y, sin ánimo de polemizar ni profundizar aquí en el tema, los mismos que aniquilaron con la primera bomba atómica a más 50.000 personas -y muchos de sus descendientes- en Hirosima son los que, años después, critican abiertamente la brutalidad del pasado atentado del World Trade Center de Nueva York, con unas 5.000 víctimas! Y es que la paciencia del Tercer Mundo también tiene sus límites...

Ni que decir tiene que ese Tercer Mundo puede haberse beneficiado de esa involuntaria civilización en algunos aspectos -lo que ya sería mucho creer-, como la salud y un cierto bienestar, pero también han sufrido en sus propias carnes la más elemental falta de respeto a sus costumbres - anteriormente llamadas "paganas"- y a sus raíces de identidad y valores. Y, paradójicamente, este nuestro impetuoso Primer Mundo conquistador, vanidoso y pretensiosamente estandarte de la única verdad, la democracia y el progreso sin límites, precisamente hoy carece de esos elementos que dan sentido al individuo, es decir, los valores y los principios humanos, o sea las raíces de nuestra identidad. Y, como sucede con nuestros propios hijos, ya nos valdría aprender algo de ellos, los presuntos, aventajados e involuntarios alumnos nuestros y recuperar todo eso que perdimos en el camino hacia el progreso, es decir, nuestra propia alma. Y es que, a medida que nuestra sociedad progresa, sus individuos van cediendo su individualidad en favor de la supuesta y falsa mejora colectiva; así, el ser humano civilizado -ciudadano y contribuyente del progreso- se sofistica, se culturiza y aparentemente crece, aunque paradójicamente va empobreciéndose como persona al abandonar su propia individualidad, sus creencias y sus valores más profundos. Los efectos son debastadores, como la violencia, las patologías, la vacuidad humana, la sinrazón... Por lo mismo, esas personas del Tercer Mundo, aparentemente menos inteligentes, preparadas y evolucionadas, tienen mucho de lo que nosotros hoy encontramos a faltar en nuestra vida, como es su sentido, la conexión con la Naturaleza y esa necesaria capacidad de vivir la vida tal y como viene, dejándola fluir día a día. Quizás por ello, ellos -los tercermundistas- aún mantienen la sonrisa franca de un niño que vive y siente plenamente su hoy como si fuera el último día de su vida!

¿MÚSICA... EN CUALQUIER LUGAR?

Hoy te traigo una curiosa experiencia. En ella, para mí, la música reencarna metafóricamente muchas de las cosas que hay en nuestra vida y que provocan sensaciones humanas, algo mágicas y maravillosas, que nos hacen sentir vivos. Pero, lamentablemente, creemos que en nuestra vida los grandes momentos aparecen de forma previsible, anunciándose como tales y llamando nuestra atención. Y lo que no es así, nos genera indiferencia o desconfianza! Y, afortunadamente, eso no es así, como no lo es el mágico y especial momento del nacimiento de una flor cualquiera en un bosque o ese canto fúnebre que no suena cada vez que, en otoño, una hoja se desprende espontáneamente de un bello árbol amarillento por el frío que llega. En la vida debemos estar atentos a lo sutil, a lo casi imperceptible, a lo más insignificante y cotidiano para saber ver en ello el sentido de nuestra existencia, que avisa solo sobrecogiéndonos y estimulando poderosas sensaciones que nos recuerdan que estamos vivos! Despierta, disfruta de lo que acontece a tu alrededor... que aparece en cada momento sin hacer aspavientos ni ruidos inútiles y espectaculares y busca en ese símil a tu alma aletargada que, desde dentro, da luz a tu vida, provocándote grandes e intensas sensaciones.

Como la vida misma, este texto explica la diferencia entre coste y valor. Y lo hace poniendo un claro ejemplo de por qué no hay que pagar una costosa entrada a un concierto para disfrutar de la buena música. Lo imprevisible suele superar con creces lo programado, esperado y premeditado. Y el valor no es lo que se paga por algo, sino la emoción que provoca experimentarlo!

Sorpréndete!

Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.

Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.

Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino.

Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.

En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.

Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.

Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. La consigna era: en un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?

Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente: Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos interpretar la mejor música escrita, ¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?

NIÑOS FRANCOTIRADORES... ¿O NIÑOS ESCUDO?

Es un tema candente en la sociedad actual: la falta de respeto o, en el extremo, la falta de autoridad. Hace años el respeto y la autoridad se imponía, hoy se consensua, para bien o para mal. Pero más que una llamada para restablecer el órden establecido en este tema, desearía profundizar en él para analizar una actitud de algunos padres que considero peligrosa...

Quiero referirme concretamente a la utilización, consciente o no -sí, como suena- de los hijos como escudo ante la vida. De todos es lamentablemente sabido que los niños son utilizados en casi todos los conflictos bélicos como escudos humanos de los soldados en la contienda, frente a las balas del enemigo. Sin comentarios a esa muestra de cobardía y de maldad humana! Pero, en el mundo más cotidiano que nos rodea, desgraciadamente los hijos también son utilizados muchas veces por sus padres como escudos humanos frente a los ataques de cualquier otro tipo. Basta observar y analizar los "flecos" de una demanda de divorcio para ver a los hijos como mera moneda de cambio en un litigio matrimonial. Recuerdo una ocasión en la que presencié una clara muestra de ello con una amiga mía, a la que su hoy -afortunadamente- ex-marido pretendía rebajar la cuantía de la pensión alimenticia de sus hijos a cambio de no tener derecho como padre a disfrutarlos. Parece increible, pero es un caso verídico!

Pero, sin llegar a los contenciosos -casi siempre desagradables- de la siempre dramática disolución de un matrimonio, hay otras utilizaciones de los hijos más sutiles, pero no por ello, menos peligrosas. Una es la huida hacia adelante de un matrimonio en crisis, que busca su dudosa reconciliación teniendo un nuevo hijo; ni que decir tiene que utilizar a un nuevo ser humano como elixir de la felicidad matrimonial es un peligro más común de lo que pensamos! Otro caso similar y con permiso de las virulentas feministas de pro, es considerar un hijo solo como un derecho personal y unívoco de una mujer en busca de su propia realización como persona; admito que tener un hijo es una de las más maravillosas oportunidades que nos ofrece esta vida, pero cuestionaría la cierta irresponsabilidad de la susodicha mujer realizada que tiene un hijo solo como medio para algo, sin reconocer los propios derechos del hijo a ser engendrado, criado y educado como un ser humano y, como tal, singular, irrepetible, humano y divino.

El siguiente caso es mucho más común hoy en día, lamentablemente. Y es utilizar a un hijo como coartada para buscar un único sentido a la propia vida y expresar, a través de él, el amor que todo ser humano guarda en su interior y necesita ejercitar; sé que es un tema escabroso y polémico, pues son muchas mujeres las que recurren a este peligroso antídoto para enmendar su propia vida vacía y, seguramente, carente de sentido y, por qué no admitirlo, de afecto. Muchas madres, ante una, muchas veces, desapacible e insatisfactoria vida matrimonial, enfocan toda su existencia, su energía y su ternura hacia los hijos. Y no pretendo afirmar que éstos no lo requieran o lo merezcan, sino puntualizar que este tipo de relación viciada en su origen puede traer más inconvenientes que ventajas, creándose dependencias e interferencias poco saludables e incluso nocivas para ambos participantes. El famoso "síndrome del nido vacío" que padecen muchas mujeres ante la paulatina y conveniente independencia del hijo a una cierta edad es un claro ejemplo de sus peligrosos efectos; en el otro lado, esa excesiva y dañina dependencia del hijo hacia su madre o padre, que promueve conductas disociales, problemas de adaptación y evidentes dificultades de autodeterminación del joven.

Y, por último, otro caso demasiado frecuente, hoy en día. Ante una ruptura matrimonial, muchas mujeres madres y hombres padres (aunque menos) se parapetan en los hijos habidos para focalizar toda su energía y redimir así su posible sentimiento de culpa o su dolor provocados por la dramática contienda y consiguiente sensación de fracaso; así, sobre todo, madres de todas las edades supeditan su propia vida a la de sus pequeños (les suelen considerar así, tengan la edad que tengan), con lo que se hacen un triste favor a ellas mismas y, lo que es peor, a ellos, sus adorados y presuntamente amados hijos. Como suelo decir en estos casos y he insistido más de una vez en mis escritos, la atención que requieren los hijos de sus padres es más cualitativa que cuantitativa (no depende de las horas de dedicación, sino de la calidad de ésta), el exceso de preocupación (¿o de miedo?) por ellos inhibe el amor y, sobre todo, les insisto que el mejor patrimonio (en amor, claro está) que se le puede dejar a un hijo es educarle para que sea capaz de luchar por su propia vida y por su felicidad! Hay que recordar que nuestros hijos se miran en nosotros para saber el camino -o bien para, más adelante, rechazarlo y crear el suyo propio-, nos guste o no asumir este difícil y exigente reto como padres. El derecho a la vida no es solo el derecho a ser engendrados como algunos restrictivamente defienden a grito pelado, sino el inapelable y humano derecho a vivir la propia vida y a buscar en ella la felicidad, tanto de los hijos... como de sus sufridos y altruistas padres!

"YO SOY DE AGUA, MIGUEL"

Hace unos días tuve una asombrosa conversación -a través de e-mail- con alguien que me acabó diciendo "yo soy de agua, Miguel". Es alguien a quien no conozco personalmente, pero que logró conmoverme con sus sinceras y sentidas palabras...

¿Qué significa ser de agua? Me encanta la expresión! Seguramente es ser transparente, fluir... pero también sentirse demasiado frágil. "Todos somos de agua", le contesté irónicamente apelando a que el 70% de nuestra masa corpórea es agua. Todos y cada uno de nosotros tenemos en nuestro interior transparencia y fluidez, nos guste o no aceptarlo, lo llevemos con orgullo o con resignación! Pero ante las agresiones externas, más que agua deberíamos ser de cristal, al que hace falta un diamante para rayarlo, para dañarlo irreversiblemente. O quizás un duro golpe, un impacto realmente doloroso. Pero la vida no nos propina tantos golpes de esos! En cualquier caso, solo lo hace cuando estamos preparados para afrontarlos y así redireccionar nuestra vida. El cristal no se erosiona con el uso, no se raya con las leves rozaduras de nuestra vida cotidiana. No exije de nosotros ir parapetados tras una máscara que deforma nuestro verdadero rostro ante las presuntas inclemencias de nuestro día a día. Muchas de éstas aparecen para exijirnos más transparencia, para hacernos más fuertes o para comprobar nuestra voluntad de ser verdaderamente transparentes y fluir con la vida.

Ser agua (fluir) o cristal (rígido y transparente) no es ser frágil, ni débil ante los demás. Con el tiempo aprendí que, pudiéndo ser agua o cristal, dejaba de ser roca. Al principio me dió miedo, pero también aprendí que, siendo agua o cristal, permitía a los demás ver en mi interior, acercarme a ellos de verdad y a que ellos se vieran reflejados en mí, cual espejo. Y eso, más allá de una rémora o falla en mi vida, era un privilegio que tenemos para ayudar a los demás. Solo hay que saber ser espejo ante quien quiere mirarse en él, que no son todos! Ser espejo de alguien lo somos porque eso nos ayuda a deshacernos de esa pesada máscara que utilizamos para protegernos, para huir de nosotros mismos o para creernos fuertes ante la adversidad. Pero esa máscara es inútil, no evita el dolor... tan solo lo oculta tras su hierática expresión de artificial comodidad, fortaleza o complacencia. Porque cuando alguien -quizás a pesar nuestro- logra penetrar en nuestro yo interno, esa máscara es atravesada por el amor, lo que exije mutua sinceridad, transparencia y fluidez.

A veces pienso por qué a ciertas personas les incomoda mi manía de actuar como espejo de los demás. ¿Seré un mercenario del alma? Porque, más que serlo a través de mis palabras, lo soy con mis actos, con mi actitud ante la vida, que exhibo provocadora e impunemente. Creo que esa es una de mis aportaciones a este mundo! No pretendo reflejar a quien no siente la necesidad de ello. No pretendo franquear sin permiso mascaras para llegar al alma de quien aún la teme y huye de ella. Pero, intuitivamente, hace ya tiempo que sé encontrar e identificar a esas personas que, frente a mí, se sienten vulnerables, pero a la vez, en paz consigo misma cuando ven en mi alma lo que ellos presienten en la suya. ¿La paz interior no es algo inherente al verdadero amor? Ese don de hablar de mis sentimientos y de ser tal cual soy desmorona muros infranqueables y desnuda almas a quien tiene la predisposición -no sin temor- de deshacerse de una vez por todas de su propia e inutil máscara. A veces pienso qué derecho tengo a hacerlo, a hacerles sentir vulnerable ante mí o ante su propia vida. Soy consciente que esto provoca miedo, pero también que ese no es mi objetivo ni mi recompensa. Porque, de vez en cuando, esa manera de comportarme con propios y extraños logra algo mágico, como es que alguien se identifique con lo que mi alma expone y comparte. Al fin y al cabo, en materia de alma, todos somos iguales y lo que vea en la mía expuesta será porque resuena ya en la suya, tal vez enmudecida... pero deseando aflorar! ¿Desenterrador de almas ajenas y prisioneras de su propia máscara protectora? Quizás! Llega un momento en la vida de una persona en el que tiene la necesidad de verse reflejado en un espejo para reconocerse, para liberar su alma revolucionada, pero secuestrada en el día a día. Y, ni que decir tiene, que cuando - súbitamente- el alma emerge ante alguien -por desconocido que éste sea- es un síntoma de que el alma desea ser expuesta, liberada y compartida. Así, personas que no hacemos más que ser y actuar como somos en realidad, atentamos contra conciencias adormecidas, despertamos ocultas pasiones y fantasmas del pasado (de nuestra niñez, cuando el alma campeaba a sus anchas por nuestra vida) y hacemos sentir a nuestro paso paz interior, aunque al hacerlo también generemos algo de miedo ante lo desconocido. Miedo que puede, incluso, provocar lágrimas al sentirnos descubiertos y desnudos, ¿por qué no? ¿No es acaso una simple y sincera lágrima lo único que puede deshacer -eficazmente- el hielo de nuestra fría máscara, aparentemente protectora?

Si todos y cada uno de nosotros fuera y viviera tal cual es interiormente, todos haríamos de espejo de todos y, a la vez, el mundo sería un espejo de nuestra transparencia, nuestra sinceridad interior y nuestra capacidad de fluir ante la vida. Mientras nos domine el miedo a ser como somos ante los demás, el mundo solo reflejará nuestro temor y le dará razones convincentes para sentirlo (la ya famosa Ley de la Atracción), provocando como provoca conflictos bélicos, enfermedades y epidemias, injusticias... El día en que cada uno de nosotros seamos con orgullo agua o cristal para nosotros mismos y ante todos los demás, estaremos más cerca de nuestra felicidad y el mundo cambiará gracias a nosotros! Pero un necesario y primer paso es sentirnos agua o cristal, sin avergonzarse ni tener miedo, aunque a ratos desprenda una lágrima o regale una sonrisa celosamente guardada...

¿DÓNDE ESTABA DIOS?

No pretendo otra cosa que describir lo que siento sobre la presencia de Dios, Alá, Buda... en nuestra vida. No es una declaración de principios, sino una reflexión en voz alta de mis creencias en cuanto a la espiritualidad del ser humano y cómo lo vivo, espero no herir susceptibilidades. Quizás te recordará en algo a lo vivido por ti o por personas cercanas... o al mismo espíritu explicado en la Biblia. Seguramente tampoco es una casualidad...

El Nacimiento

Cursé mis estudios de secundaria en un colegio religioso, La Salle. A pesar de su tenaz y prolongado intento, lograron inculcarme intelectualmente sus valores, pero no supieron convencerme internamente de éstos, ni mucho menos, conmoverme. Así, con el vaivén de la vida, esos valores se fueron diluyendo a través del tiempo. Seguramente todo empezó cuando, para culpar a alguien concreto de mi dificultosa y ajetreada vida personal, conseguí convertir a Dios en casi mi gran enemigo. No me asistía, ni, al parecer, le preocupábamos yo, ni mi vida. Claro que, tal y como está el mundo, bastante trabajo debía tener intentando enmendar lo que el ser humano se obstinaba en destruir, es decir, la paz, la armonía y el entorno natural. Debía ser su prioridad! Aún así, me sentía desprotegido y, a la vez, perseguido por su exigente, permanente y divina mirada con el fin de castigarme si faltaba a sus divinos preceptos. Así, la iglesia, imperfecta y política como cualquier organización humana, se convirtió en mi Tribunal de Cuentas, o sea, donde yo debía pagar y purgar por mis penas y mis faltas, bajo la crítica mirada de un intermediario. Claro que fue relativamente fácil menospreciar a la iglesia institución, culpabilizándole de sus evidentes e irreparables errores históricos y de su crónica falta de valentía frente a las flagrantes injusticias en nuestro mundo -que huelga mencionar aqui- lo suficiente como para desacreditarla como referente en mi vida. Dios y su iglesia desaparecieron de mi vida! En aquella época juvenil, alentada por el idealismo, la excesiva rigidez y la autoexigencia personal, era fácil buscar y encontrar "enemigos" para culpar por mis propios errores e incertidumbres personales y, lo que es peor, diluir mi propia responsabilidad ante lo que acaecía en mi vida. Supongo que es un mal y demasiado común hábito humano!

La vida

Pero el tiempo pasó. Y con él fue llegando la claridad a mi vida. Supongo que la meditación, el sentido común y aprender de los errores trajo consigo una cierta sabiduría. Fueron muchos paseos por la naturaleza, muchas horas navegando por la inmensidad del Mediterráneo, muchos cafés humeantes compartidos con personas de todo tipo y condición y mi característica e innata curiosidad y pasión vital, lo que me permitió cambiar completamente mi percepción de la vida. En un principio, esa introspección fue algo solo mental, algo premeditado y clandestino. Es decir, vivía la vida de siempre, pero empezaba a sentirme en otra vida diferente. Ni que decir tiene que el miedo al cambio se apoderó de mí, pues a nivel personal había logrado conciliar ese mundo loco que me disgustaba, con una vida ajena, pero -en terminos generales- conveniente, plácida y satisfactoria, al menos aparentemente. Pero bastaba una simple y leve oscilación, un ligero quiebro en mi día a día, para sentirme de nuevo desasistido, frágil e inseguro ante las circunstancias adversas o, simplemente, imprevistas. Estaba claro que ese no era un sólido asidero para mi vida. Ni que decir tiene que lo que yo había previsto para mi vida ya organizada, no llegó a cumplirse nunca... aunque deberé admitir que, visto con perspectiva histórica, la realidad de mi vida siempre superó con creces mis limitados pronósticos, fueran buenos o malos, humanamente hablando.

La Muerte

No es fácil resumir una vida de cuarenta y muchos años en unas lineas, como para tí no sería soportable aguantarlo. Hoy solo puedo afirmar con una cierta contundencia que ese miedo ante la evidencia de la vida fue diluyéndose con el tiempo y con la edad. Y no hay mérito en ello, sino llegar a evidenciar que la vida es como es, queramos o no admitirla! Y que conste que no hay resignación en ello! Así, aprendí poco a poco a confiar en la vida y en mi libertad para, equivocándome o no, aprender a vivirla intensamente, tal como fluía. Esa toma de conciencia no fue fácil, aunque sí liberadora! Por un lado, asumí algo importante en la vida de cualquier persona, como es el ineludible papel de protagonista que cada uno tenemos en nuestra vida y en todo lo que sucede en ella. Así, resultaba inútil -y contraproducente- seguir buscando culpables a lo que vivía. No hay cosa que resulte más tranquilizador que asumir que lo que pasa con nosotros y con nuestra vida depende de uno, de nadie más! Esto trajo consigo el privilegio de sentirme satisfecho y, por otro lado, me instigó a intentar mejorar las cosas. Tuve que perdonarme a mí mismo por los errores cometidos, entenderlos como el necesario aprendizaje para llegar al hoy y, sobre todo, exculparme y exculpar a la larga lista de personas que durante años había permitido interferir en lo que a mí me sucedía. Es fácil de decir, pero cuando una persona es exigente y estricta consigomisma, es una tarea árdua. Eso me trajo la paz interior y la paz exterior, con el entorno. No más culpables, no más víctimas! Con más tiempo, logré que, donde hubo antes miedo, fluyera el amor que todos y cada uno tenemos dentro. Eso me brindó una nueva visión de la vida y del mundo que me rodeaba, aunque es un proceso y, como tal, durará toda la vida. Hoy solo puedo hablar de porcentajes, pero puedo afirmar que, en una gran parte de mi tiempo, siento asi, de una nueva forma, mi vida!

La Resurrección!

Y volviendo al principio del texto, repesco la presencia o no de Dios en mi nueva vida. Durante este largo y penoso redescubrimiento de mí mismo, siempre tuve la sensación de que -el antaño justiciero- Dios estuvo guiñándome irónicamente el ojo! Así, redescubrí un Dios distinto, afable, cómplice mío y de mi vida... y, lo que es mejor, que me dió en su día la capacidad de descubrirle, descubriéndome a mí mismo. Supongo que hoy para mí es un Dios ya amoroso, cordial e interno, que comparte mi alma y con ella, todo lo que en mi vida sucede. Ya no es el lejano, ajeno y justiciero de las carencias humanas, sino Alguien que desde dentro nuestro, observa nuestros pasos, aunque nos da la libertad para andar nuestro propio camino. Muy diferente a ese dios que la iglesia preconiza, pero más de acuerdo con el Dios que todos desconocemos pero sentimos interiormente, si sabemos y queremos escucharle. Así, el metafórico Cielo o el Infierno se convierten en estados del alma, que cambian de uno al otro, cuando nos acercamos o nos alejamos de nosotros mismos y de nuestra cualidad de Dios hecho hombre. Ese es mi Dios hoy y ahora! Alguien que está en mi vida, que me deja equivocar para aprender siendo humano y, a la vez, me exije amar para cambiar el mundo, como ser divino.

CON K DE KORAZÓN HERIDO

Precioso, sensible y melancólico verso capturado en la red, escrito por una joven mexicana que, presumiblemente, llora la ausencia de su amado ausente. Me asombra ver cómo se expresa el joven de hoy y cuan sentido es el amor a cualquier edad, se manifieste como se manifieste... y qué lejos estamos del alma, hasta que descubrimos que sólo ésta puede dar verdadero sentido al amor... y al desamor. Porque sin ella, esa joven vive su vida con una paradógica nostalgia y deseperanza... a pesar de tener toda la vida por delante! Algo se está fraguando y algo tenemos que ver sus sufridos padres, para que los jovenes de hoy sientan la vida como una guerra perdida de antemano... y apenas empezando a vivirla! Son esos mismos jovenes -únicos representantes del futuro e intolerantes al fracaso- quienes hoy sienten más miedo a la vida que a su propia muerte! Más allá de los piercings, de sus modales poco convencionales y, a veces, provocativos, de su lenguaje propio y críptico, hay grandes corazones sensibles...

Disfrútalo y conmuévete...

"Anoche stuve konversando kon my cigarrillo me senti kansada, Knsada aburrida yTan vacia ke a veces hasta pienso, ke ny sikiera existo... Lo encendy muy lentamente le dy una fumada y al mirar el humo ke en el spacio se volatizaba rekorde tantas kosas ke krei olvidadas se las konte todas mientras ke Le fumaba le converse de ty Y d mys AÑORANZAS le konte dTus besos y dmys SPERANZAS y le konte dTu olvido, Dmys Lagrimas tantas d akello ke vivimos y ke hoy se ha vuelto nada. Le dije ke es posible ke a MY NADIE ME KIERA x ke he intentado vivir a my manera x ke me he negado a pagar tributo d bajeza y pekado ke hoy nos exige el mUNDO... Ke a lomejor stoy akabada o ke La vida me ha VENCIDO, ke he sufrido y he Llorado ke he luchado y he reido y ke es lo ke he ganado x ser asy de komprensiva solo vivir desesperada... en un mundo tan vacio... anoche stuve konversando kon my cigarrillo y al terminarlo, pensando me kede entre suspiros ke en ste verso triste, ke es en el MUNDO EN KE VIVO." VAMPIROS DEL ALMA

Aquí te traigo una carta al lector de un periódico, esta vez escrita por una psicóloga que critica la falta de respeto sistemático de un programa de TV. Como no podía ser de otra manera en este mundo loco nuestro, los medios de comunicación, la publicidad, el cine, etc. utilizan las debilidades humanas para hacer espectáculo. Personas desorientadas y angustiadas ceden su imagen para ser juzgadas, exprimiendo sus emociones en público y favoreciendo el necesario Show Business que provoca audiencia. Estos programas, como tantos otros, como Operación Triunfo, Gran Hermano, etc. explotan y exhiben al ser humano in extremis, provocando situaciones adversas u opacas relaciones entre unos y otros para promover el mero espectáculo, según dicen, asesorados por expertos psicólogos que atizan a los presuntos protagonistas. Ni que decir tiene que, en este mundo utilitarista, mezquino e inhumano, hay profesionales de todo tipo (psicólogos, médicos, ingenieros, filósofos, maestros, etc.) dispuestos a lucrarse utilizando su know how para fines oscuros, mercantilistas y/o dañinos. Deberíamos recordar que el campo de la Medicina, la Psicología y la Psiquiatria tuvieron la más espectacular evolución como Ciencia durante la II Guerra Mundial, debido a los experimentos realizados en los campos de concentración nazis.

Pero, tras estos programas, está también la audiencia, ávida de morbo y de emociones fuertes ante el espectáculo ajeno. Son todas esas gentes (no quiero utilizar aquí el término personas) que disfrutan viendo las miserias humanas y las situaciones conflictivas que éstas provocan. Espectadores de lo ajeno, que devoran los programas de este tipo, la prensa del corazón o las noticias de sucesos macabros que trivializan la desesperación humana. Supongo que consumen estos productos macabros para evadirse de su propia realidad cotidiana. Es la "huida hacia adelante y lo ajeno" para no tener que mirar su propia existencia, para no tener que ahondar en su propia vida. ¿Miedo a lo que verían en ella? ¿Es más fácil ver la paja en ojo ajeno, que en el propio?

Aquí la mencionada carta. Remei Margarit - La Vanguardia -14/02/2009

El mito del vampiro no pasa de moda porque es algo que llevamos incorporado en nuestra condición humana. La cuestión es robarle la energía a alguien para acrecentar la nuestra, dicho de otra manera, entre las personas se establecen intercambios de energía al relacionarse, pero tal intercambio deber ser aceptado por ambas partes y de modo igualitario. Pero hay personas que quieren hacer negocio con ello y usan ese mecanismo chupóptero sin el más mínimo consenso y usando a otras a las que en ese momento, por las circunstancias difíciles que atraviesan, vampirizan descaradamente sin vergüenza para, encima, enriquecerse monetariamente. Tras leer la crítica de televisión "La caja tonta" de Fernando de Felipe en este mismo diario del pasado día 29 sobre el programa La caja de Telecinco, y después de leer sendas cartas de algunos profesionales de la psicología contra ese programa, no puedo menos de pensar que mercenarios los hay en todas las profesiones. En un programa en el que se desnudan públicamente los temores y angustias de algunas personas - apresadas por su necesidad de ser oídas-parecería que el vampirismo de las almas se ha desatado cual furia y campa a sus anchas. Se dice que el tal programa está asesorado por psicólogos de muchas tendencias; bueno, pues el hecho de haber estudiado psicología y tener un título no quiere decir que se haga bien; es más, es precisamente el respeto por la intimidad de las personas lo que configura el código deontológico de nuestra profesión, que hay que respetar a rajatabla. ... UN PASO CLAVE... HOY CAMBIARÁ TU VIDA!

Paseando por Internet descubro en el Blog de mi amiga argentina Roxana (http://mujeresdescosidas.blogspot.com) un precioso texto que te invito a leer y a disfrutar conmigo.

Como hace un par de días comentaba con una ya vieja amiga de juventud, a todos nos llega el momento en que aprendemos (no sin lágrimas y tropiezos) a confiar en la vida. Llega un día -y poco tiene que ver con reflexionar y planificar sobre ella- que toda persona siente un "click" y empieza a ver la vida de "otra" manera. Quizás es a partir de leer un escrito como éste, o cuando le cae un cierto libro en las manos, o viendo una determinada película con mensaje... que uno siente que algo resuena en su interior, que reconoce ese mensaje que alguien o algo le envía ahora. A partir de ese momento, de ese gran día, no cambia su vida, sino que empieza a vivirla de otro modo, ya entonces con pleno sentido. Y uno mira atrás y empieza a entender todo lo que ha vivido hasta entonces, viéndolo como una sucesión de circunstancias y de hechos que le han llevado hasta aquí, hasta el hoy. Y, aunque la mente intenta infructuosamente retomar el control y hacerle sentir desdichado y/o culpable ante lo mal vivido, si deja que su corazón imponga la certeza, descubrirá que todo estaba previsto, aunque uno siempre fue libre para escojer el Destino y que había de pasar por todo ello para reencontrarse consigo mismo en el ahora.

Es difícil de explicar, como es difícil de inducir o empujar a quien no ha sentido este "click", aun cuando sea un ser cercano y amado. Y entonces aprendes que querer a alguien significa simplemente creer que esta persona amada y tú os encontrareis pronto y juntos en ese mismo camino. Porque ¿qué es el amor sino plena confianza en el otro? ¿Cuántas veces intentaste forzar un amor en alguien que no sentía la misma voz interior ni sentía la vida como tú la sientes? ¿Y qué pasó con ese simulacro del amor que seguramente nos hizo sufrir tanto y que quizás no tenía lo necesario para ser verdadero ni eterno? ¿Cuántas veces intentamos sin éxito forzar nuestra vida hacia algo que no era ni bueno ni profundamente cierto para nosotros? Porque, aunque la vida la decidimos desde nuestra libertad desde siempre y en cada insignificante decisión cotidiana, ésta nunca nos arrastra indefinidamente hacia donde no vamos, hacia donde nunca debimos llegar. La vida siempre nos lleva a buen puerto, hacia nosotros mismos... aunque para ello debamos habernos desviado, sufrido... Pero cuando al fín llegamos, cuando reconocemos que ese es ahora y siempre nuestro sitio y éste nuestro singular camino -que seguramente tiene poco que ver con el que nos hiciéron creer y escojimos con nuestra mente- uno siente la calma, en la paz interior con uno mismo y es entonces cuando se puede esperar el amor de verdad y la felicidad que cada quien merece!

Disfruta de un espléndido texto que explica todo eso que quizás yo no soy capaz de hacerte entender.

Por Julio Andrés Pagano

¿Por qué seguís postergando decisiones?

¿Acaso alguien te garantizó hasta cuándo vivirás?

Internamente hay una voz que te dice que te animes.

Tu cuerpo se resiste.

Lo desconocido te tensa, agita tus fantasmas más temidos.

Intuís que todo será para bien, sin embargo hay algo que todavía te frena.

La vibración de estas palabras llega para infundirte confianza.

Hoy tu vida cambiará, darás un paso clave.

Tras la frontera de lo conocido, el mundo se presenta amenazador a los ojos de nuestras propias fantasías.

Las dudas paralizan, estancan, juegan en favor de la mente para aplazar los cambios. Miles y miles de frases que comienzan con tendría, debería y podría, se van acumulando en el rincón de la desesperanza, donde mueren de tristeza tras incansables intentos por alcanzar la libertad.

Ya es tiempo de que te muevas hacia el lugar en donde te sientas alineado con tu esencia.

Confiá en tus corazonadas.

Hacele caso a la intuición.

Dejá que la existencia te guíe a través de las señales.

Hay nuevas puertas que se están abriendo, date el permiso interno de verlas.

No temas.

Lo desconocido se torna amigable si confiamos en que todo sucede para nuestro mayor bien.

Tu corazón sabe lo que te digo, es por eso que acelera sus latidos al reconocer este mensaje.

Tenete fe.

Animate a moverte, nunca es demasiado tarde.

Los movimientos externos generan movimientos internos.

Abrite a nuevas vivencias.

Dejá de dar vueltas en círculos de inconsciencia, que, poco a poco, extinguen tu aliento y apagan tu luz.

No más excusas, no más aplazamientos. Estas letras vienen a recordarte aquello que en su momento creímos que nunca íbamos a olvidar: el poder está dentro nuestro.

Quiero volver a disfrutar del intrépido resplandor de tu alma cuando ríe. Tu felicidad suma para que el mundo sea más cálido y humano.

Permití que la sabiduría de tu espíritu establezca la nueva dirección hacia dónde fluirá tu energía.

Hay un paraíso interno que aguarda tu regreso.

Hagas lo que hagas, hacelo de manera consciente.

Ese es el paso clave, que hoy transformará tu vida. 14 DE FEBRERO

DÍA DE SAN VALENTÓN

Perdóname la ironía. Es algo más que eso, créeme. Actualmente, al parecer, ponemos fechas a casi todo lo raro o excepcional para conmemorar o recordarnos de que existe, como el Día de los Enamorados (14 de febrero), el Día de la Mujer Trabajadora, el Día Mundial del Sida, o de la Lepra, del Hambre, de los Derechos Humanos, etc. Siempre pienso que algo que celebramos así es que no lo tenemos siempre presente ni lo consideramos importante en nuestro día a día! No sé tú, pero en esa tesitura, preferiría celebrar el Día de la Guerra, el del Político Corrupto o el de... No dudo que celebrar algo tenga su deseado efecto, pero...

Así, el Día de los Enamorados (aunque sea originariamente anglosajón, aquí en Catalunya, por ejemplo, lo celebramos el día de Sant Jordi, 12 de abril), aparte de convertirse en un día de reclamo comercial y lúdico, no deja de ser una fecha más en nuestro calendario. Y el amor no puede ser relegado a eso! El amor es un sentimiento cotidiano e inherente al ser humano, como el otro gran sentimiento que nos mueve a actuar, el miedo. Todo lo que hacemos en nuestra vida tiene, en sus raíces más profundas, uno de ambos motores, el amor o el miedo. Evidentemente, el uno no es más que la ausencia del otro!

Y ahora viene mi ironía, San Valentón! Imponer el amor en nuestra vida es, sin duda y tal como están las cosas, un acto heróico de valentía personal. Siempre es más fácil subsistir, dejarnos abatir por las circunstancias, los sinsabores, la pena, la culpa o la incertidumbre... todas ellas hijas predilectas del miedo. Para amar se ha de ser valiente y tener la certeza de que es la única manera de llegar a ser -al fin- felices. Y eso no lo hago restrictivo al amor romántico, como la gente suele hacer al referirse a él. El amor en nuestra vida debe empezar por uno mismo... y seguir por los demás y por todo lo que nos rodea. Y también por el ser amado, claro. Pero no siempre tenemos a alguien a quien amar románticamente, cerca nuestro y ahora. Muchas veces esa deseada persona aún no ha llegado, no nos la hemos ganado o bien está demasiado lejos nuestro... temporal o definitivamente! Aún así, habiendo como hay muchas personas aficionadas a amar o bien "enamoradas del amor", deberíamos aprender a amar todo lo que constituye nuestra vida, ya sean nuestros padres e hijos, ya sean las personas que están junto a nosotros, amigos, etc; también debemos aprender a amar nuestra vida en sí, nuestro trabajo, nuestras aficiones... todos nuestros momentos y lugares. Todo eso es amor y nunca es demasiado, ni excluyente!

El Día de los Enamorados revindica, coloquialmente, el amor deseado, ese sí excluyente y recíproco entre dos personas singulares. Si he insistido antes en el amor genérico, es porque es necesario para -después- poder amar de verdad a alguien. Huelga decir algo tan evidente como escaso, como lo es que si uno no se ama a sí mismo, dificilmente podrá amar al "otro". Así como, si uno no ama su propia vida, dificilmente podrá amar a otro... aunque uno se obstine en que esté en ella. Quizás son obviedades, pero conviene recordarlas! Más que nada porque llamamos amor a cualquier cosa, como al miedo a la soledad (ya hemos comentado que el miedo es contraio e impide el amor), al deseo de compartir la vida y todo lo nuestro con alguien presuntamente amado o simplemente la peligrosa afición de ejercitar el amor con alguien sin que sea necesariamente real, recíproco ni merecido! Luego nos extrañamos de que, por alguna razón desconocida, se pase del "amor al odio" en un suspiro! Por favor, no malgastemos el nombre y no sigamos llamando amor a cualquier cosa!

Puestos a pedir, pediría que hiciéramos del amor algo tan cotidiano como para no tener que celebrarlo en un día concreto. Particularmente preferiría celebrar el Día del Miedo, es decir, ese incómodo y único día al año en que tendríamos derecho a sentirnos abatidos y asfixiados por el temor, la incertidumbre o el desánimo que, como seres humanos, nos visitan de vez en cuando a nuestra vida. Me da igual qué fecha escojamos... Centremos todos nuestros pesares, nuestros peores presagios y nuestros problemas en un solo día... y disfrutemos del amor, de la alegría y de la felicidad todo el año, cada día de nuestra vida!

Y mañana, pasado mañana y el otro... que tengas un feliz día de San Valentón!

EL INSULTO GRATUITO

Una lectora, a día de hoy anónima, me envía este interesante artículo del prolífico padre de familia y periodista catalán Joan Barril (Barcelona, 1952), veterano columnista de diarios como La Vanguardia, El País y el Periódico de Catalunya, que suele escribir sobre las relaciones humanas. Autor de un fantástico libro, "Condición de padre" (Ed. Santillana, 1998), en el que, de forma magistral, describe cómo un hombre engrandece su vida con la paternidad.

Esta vez, en este texto que reproduzco, recala en algo desgraciadamente más común y cotidiano, como es el uso del insulto en nuestra sociedad actual. Basta ver cómo se ha introducido en los guiones de TV, de cine y en la propia calle. Supongo que el insulto entre personas es un síntoma de la falta de respeto y de la descalificación gratuita y, por tanto, es un ejemplo de que algo no va bien en las relaciones humanas actuales. Te invito a leerlo y a difrutarlo.

6/2/2009 LOS DÍAS VENCIDOS

El insulto del hijo

JOAN BARRIL

La amistad es ese estado del espíritu compartido en el que todas las críticas se consideran una muestra de aprecio. Los amigos o las amigas de verdad son emisores y receptores de consejos sobre las cosas más íntimas. Los amigos son los que intentan poner algo de razón a la pasión amorosa con terceros. Son los que dan pistas sobre cómo resolver problemas laborales, fiscales o conyugales. Todo está abierto a la consulta del amigo de verdad sabiendo que todo va a ser también recíproco. Y, sin embargo, hay algo que permanece intocable: podemos decir que la pareja no conviene, que hay trabajos mejores e incluso que ya sería hora de afrontar los propios defectos. Pero, cuando hay hijos de por medio, ahí se acaba la complicidad. No hay nada más difícil y más arriesgado que entrometerse en la buena o la mala educación del hijo de un amigo. Será, tal vez, porque en estos tiempos en los que hemos dejado el autoritarismo en la basura ya ningún padre, vistos los resultados, tiene una gran autoridad moral para considerar que lo que tenía que hacer lo ha hecho bien. Se tenían que poner límites y nadie los ha puesto. El resultado es una curiosa frustración paterna. Ya no están a tiempo de corregir. Sus hijos continúan siendo los más guapos del mundo, pero algo hay que falla en su socialización.

Demasiado a menudo, inmerso en alguna celebración en las que coinciden varias familias con pocos vínculos en común, he observado a niños de 10 años que, contrariados por una advertencia de su padre, no dudaban en insultarle. No hay gradación en el insulto. No es más grave llamar "hijoputa" a un padre que llamarle "idiota". Lo grave es esa frivolidad del insulto y esa manera lamentable de marcar el paquete de la adolescencia sabiendo, como sabe el hijo, que el padre ya no puede hacer nada para reeducar al insultante.

Cabe preguntarse de dónde viene esa tendencia al insulto entre personas de distintas edades y condiciones. Hay jóvenes --y ya no tan jóvenes, porque nos crecen-- que insultan al viejo por viejo, al gordo por gordo. Ya no digamos al inmigrante, al revisor del tren o al vecino que les increpa porque son las cuatro de la madrugada y se han sentado a gritar bajo sus ventanas. La juventud necesita enemigos con los que medirse. Pero no estaba previsto que algún día los enemigos fueran todos los demás, padres incluidos.

El abuso del insulto como comportamiento animal para marcar territorio en la tribu no es, por el hecho de ser verbal, menos doloroso que la violencia física. En estos días hemos visto cómo se usaba el insulto a una becaria por parte de Wyoming para montarles una trampa a los de Intereconomía. Ha llegado también a los periódicos el caso del actor Christian Bale, el de El caballero oscuro, que llegó al récord de insultar 37 veces en 4 minutos a un técnico de luces del plató en el que estaba rodando. Los insultos de sus señorías en el Congreso de los Diputados también salen por televisión y son aplaudidos por los votantes. Suele ser, por desgracia, frecuente que los agentes del orden subrayen con un insulto calculado la fuerza incontestable de la que disponen. Todos entendemos el mal humor momentáneo. Pero lo que no se entiende tanto es la mala leche crónica y estentórea para con el resto de ciudadanos. Si ha de haber bronca, que la haya. Pero que no sea jamás una bronca pública. Que se respete la edad y que no se humille al débil, al distinto o al que no puede responder. Muy difícil está la vida como para hacerla más invivible.

PUESTOS A PEDIR...

Hace unos días, me llegó este interesante texto, de la mano de una buena amiga. Según parece, es una Oración, escrita para la insitucional apertura del Senado de Kansas. Parece que esta oración molesto a algunas personas... Y es que la sinceridad no es siempre bien ofrecida ni mejor recibida! Para poder degustarla como merece, debemos estar dispuestos, preparados y convencidos de su utilidad para nuestra vida. Y, en un mundo tejido de farsas y engaños aceptados y consensuados, la sinceridad y la franqueza, muchas veces - desgraciadamente- se convierten en un atentado a nuestro colectivo engaño y se vuelve un arma arrojadiza y letal para nuestro ego complaciente, prepotente y demasiado ajeno a nuestra realidad. Cuando se le pidió al pastor Joe Wright que hiciera la oración, todo el mundo esperaba una oración ordinaria e insitucional, pero esto no es lo que ellos escucharon:

"Señor, venimos delante de Ti este día, para pedirte perdón y para pedir tu dirección.

Sabemos que tu Palabra dice: "Maldición a aquellos que llaman bien lo que está mal" y es exactamente lo que hemos hecho..

Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores.

Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso "suerte".

Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado "ayuda social".

Hemos matado a nuestros hijos que aun no han nacido y lo hemos llamado "la libre elección"

Hemos abatido a nuestros condenados y lo hemos llamado "justicia"

Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado "desarrollar su autoestima"

Hemos abusado del poder y hemos llamado a eso: "política"

Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado "tener ambición"

Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía y lo hemos llamado "libertad de expresión"

Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado "obsoleto y pasado"

Oh Dios, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados. Amén LA SABIDURÍA SIMPLE... MONTAÑA ARRIBA

Dicen que las cosas se ven mejor desde arriba. Es posible, aunque también lo es que se vean mejor desde fuera, desde dentro, desde abajo o desde detrás, qué más da. El caso es que ver la vida exije una actitud abierta y valiente y no depende demasiado desde dónde la miremos. Muchas veces esa visión no es agradable, es cierto, pero es la realidad. Descubrirse a uno mismo con sus errores, sus desdichas o sus penalidades vividas es, en sí, un acto de valentía y un comienzo necesario para cambiar las cosas que nos entorpecen en nuestro futuro y paulatino crecimiento. Como también lo es mirar nuestro insano y loco mundo actual. Desde la sencillez ajena de complicaciones y entelequias para justificar nuestras carencias y autoengaños, desde la mirada simple y espontánea de un niño... o desde alguien que entiende más de la esencia de la vida y del ser humano desde las montañas, guiando un rebaño de ovejas ¿por qué no?

Cada quien es héroe de su propia vida y sus circunstancias personales le hacen un observador privilegiado de lo que quiere ver en su vida y en este mundo. Todo enriquece! Las cosas no son porque sí, sino para ser vistas y enseñarnos algo siempre oculto en ellas. Así, cualquier roca con una forma singular e irrepetible, cualquier flor efímera y bella, cualquier animal por aparentemente insignificante que parezca, trae una sabia lección consigo. Basta acercarse a la Naturaleza que hoy por hoy nos envuelve (no sé si por mucho tiempo más, lamentablemente) para poder entresacar lecciones útiles para nuestra particular vida. Esa grandiosa enciclopedia que es el Cosmos y que está, en todo momento aquí a nuestro alcance, existe para que aprendamos de ella. Y solo te recuerdo que, te guste o no, tú también formas parte de ese Cosmos y enseñas con tu actitud, tu vida y tu día a día a quienes en tí, se miran a si mismos. Esa es nuestra responsabilidad y nuestro compromiso con la vida, la de cada uno de nosotros. No la desperdicies, alguien podría estar dejando de aprender cosas al mirarte!

SENTIR EL DOLOR AJENO

Estos días, España está conmocionada ante la desaparición de una joven de 17 años en Sevilla, su ciudad natal. Más allá de los comentarios en los informativos de TV y en los periódicos, del presunto peligro de los quasi-promiscuos chats demasiado frecuentados por los jóvenes, me gustaría adentrarme en la situación personal de sus malogrados co-protagonistas involuntarios, sus padres y su familia en general.

Cualquiera que, como yo, sea padre, aceptará lo terrible que debe ser la desaparición de un hijo! Personalmente creo que la desaparición de un hijo por fallecimiento o similar es algo que afectará lamentable e irreversiblemente la vida entera de unos padres. No voy a entrar aquí en el tópico social de si lo sufre más la madre o el padre. En todo caso, convendrá recordar que al hombre, en general, le cuesta más identificar, gestionar y expresar sus sentimientos en general, luego se comportará de manera aparente y públicamente más objetiva y consistente que la madre, en un caso así de dramático! Tampoco, a estas alturas de la vida, voy a cuestionar la mayor unión física, doméstica, emocional y espiritual de la madre con su hijo! Pero, ante un dolor como el que provoca la muerte de un hijo, todas las palabras se quedan cortas y vacías... y no hay hombres ni mujeres capaces de soportarlo!

¿Hay algo peor que la muerte de un hijo?

Sí, seguramente es mucho peor la incertidumbre de no saber dónde está ese hijo querido y ausente. A fin de cuentas, la muerte forma parte de la vida, queramos o no! Siempre recuerdo a una buena amiga mía, educada antaño en los usos y costumbres clásicas de una familia unida y cohesionada, como, tras su traumática separación matrimonial, una de las consecuencias fue la rebeldía de un hijo suyo, quien se introdujo en el opaco mundo de las drogas y se marchó de casa para vivir como un okupa, es decir, sin paradero conocido por su sufrida y tradicional madre; ésta, durante muchos meses, no supo dónde habitaba su propio hijo fugado y sufría en silencio ante el abandono y la ignorancia de qué tipo de suerte vivía su niño; su enorme fe en Dios y su coraje personal, contra todo pronóstico en una persona educada desde la infancia para una vida cómoda y sin sobresaltos, sin duda le ayudaron a gestionar tan desagradable situación humana como madre!

Y, volviendo al caso que nos ocupa, el de Marta, la adolescente de 17 años desaparecida en Sevilla y aún, a día de hoy, en paradero desconocido, hoy he visto la entereza del padre ante los medios de comunicación, explicando las circunstancias de la desaparición, relatando cómo él lleva días asomándose a la ventana esperando su nunca más deseado regreso y, al final, apelando a los espectadores a que les ayuden a localizar a su hija desaparecida; la madre, que también ha comparecido ante los medios, con una voz desgarradora ha suplicado -entre lágrimas y sollozos- ante las cámaras que le devolvieran a su querida hija. Me cuesta pensar o sentir en toda su crudeza lo que, desde hace unos días, están sintiendo estos padres de la niña desaparecida. Tengo una hija de 8 años y me resulta imposible ni tan siquiera imaginarme a mí mismo como padre ante una situación parecida! Supongo que la muerte es la última hipótesis que se baraja ante tal incertidumbre, la mente se encarga de elucubrar antes con posibles secuestros, accidentes, fugas de adolescentes, etc. Y los medios de comunicación, lejos del tratamiento humano del tema, no ayudan a disipar las dudas ni el consabido dolor familiar, como tampoco lo hacen las autoridades competentes, obstinadas en demostrar su modélica y eficaz gestión en el caso. Pero, detrás de todo ello, tras las habladurías de la calle y las acciones desesperadas y encomiables de miles de blogeros, internautas y compañeros de la escuela de Marta, están los ahogados sentimientos de unos padres que, impotentes e incrédulos, no pueden hacer más que soñar en la resolución de su vital duda, a cualquier precio y en cualquier sentido!

LA RUPTURA

Este texto, como tantos otros, me llegó en un aparentemente frívolo mensaje de una buena amiga. Hace referencia a una ruptura matrimonial y es, paradógicamente, una presunta carta de amor y, según reza, ganadora del III Concurso Antonio Villalba de Cartas de Amor (Argentina).

Para los que hemos vivido esta humana y desagradable - aunque a veces necesaria- situación, lo que se hace más difícil es gestionar los contradictorios sentimientos que genera, evitando pasar del amor al odio, como nuestro ego impone, desesperadamente para subsistir ante el dolor. Pero, aunque accesorio, también se hace difícil intentar sintetizar en nuestro recuerdo -o en un papel escrito- las muchas o pocas vivencias compartidas con alguien a quien, un buen día, quisimos. Seguramente en esa -breve o larga- experiencia compartida, habrá diferentes momentos y situaciones, unos agradables y otros desagradables, seguro... aunque, al final, será la exigencia interna o la balanza entre los buenos y los malos momentos quien favorecerá la continuidad o forzará la ruptura. Y no será solo el olvido quien resolverá nuestros sentimientos contradictorios, ni la renuncia a nuestro yo interno lo que nos permitirá abrir de nuevo nuestro corazón herido, sino hallar el sentido que esta decisión tuvo en y para nuestra vida. Pasa el tiempo y somos libres, siempre podremos escojer sentirnos eternos fracasados, desdichados o no merecedores del amor o bien, aprender de lo vivido y dejar que fluya la vida para que, cuando lo decida desde su firme sabiduría, nos sorprenda con algo mejor y, ya entonces, más merecido... porque habremos aprendido qué es el desamor o, mejor aún, cuál es el amor verdadero al que siempre tuvimos derecho... y tal vez antes no supimos darlo ni recibirlo!

Aquí la carta mencionada.

Estimada Cristina:

Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial.

A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario (...)(...) y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.

Como verás, he dividido la lista en dos partes.

Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.

COSAS QUE DESEO CONSERVAR:

La sensación de carne de gallina en mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.

El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.

El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.

La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.

La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.

El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.

Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.

Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).

COSAS QUE PUEDES CONSERVAR TÚ:

Los silencios.

Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.

El sabor acre de los insultos y reproches.

La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.

Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.

El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.

Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.

Jorge y Cecilia... Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.

Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo sólo son eso:... objetos.

Por último, recordarte el n º de teléfono de mi abogado (...... ) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente,

Roberto. MANIFIESTO POR LA SOLIDARIDAD

QUIENES SOMOS:

Los que suscribimos este manifiesto somos ciudadanos en el pleno uso de nuestros derechos civiles, y titulares de la soberanía popular, de la cual emanan los poderes del Estado.

Los firmantes nos dirigimos a todos los ciudadanos del mundo, conocedores de la situación de pobreza, hambre y enfermedad en la que se encuentra gran parte de la población humana en un momento histórico, como el actual, en el que se disponen de los suficientes medios políticos, económicos y científicos que pudieran solucionar estos problemas.

Este manifiesto tiene vocación de universalidad, y va dirigido a toda la humanidad, a cada ser humano que habita el planeta, para que tome conciencia de la terrible situación a la que se enfrentan millones de personas y de alguna manera actúe en consecuencia para terminar con esta insostenible situación.

Por ello la versión original en español será traducida a diversas lenguas, pues nuestro propósito consiste en hacer oír la voz de la opinión pública en los lugares en las que se toman las decisiones políticas y económicas del mundo.

A QUIÉN NOS DIRIGIMOS:

Nos dirigimos a la clase política gobernante de nuestros países; así como a los más altos mandatarios de las Organizaciones Internacionales, tales como la Organización de las Naciones Unidas, y a los Presidentes y Gobiernos de los países más poderosos económicamente de la Tierra.

LES MANIFESTAMOS:

1.- Que este texto tiene su origen en la constatación de la extrema situación de necesidad y de hambre que sufre una gran parte de la población de la Tierra y en el desigual e injusto reparto de bienes que existe actualmente en el mundo.

Entendemos que la ecuanimidad y la armonía en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, por lo cual es inadmisible que una gran parte de la población mundial tenga que enfrentarse a una realidad tan precaria, a tal grado de injusticia y desigualdad, a tanta hambre, pobreza y desnutrición.

2.- Que consideramos que dicha situación es intrínsecamente perversa y no admisible ni moral ni éticamente, dado que todos los seres humanos nacen libres e iguales. Igualmente, tenemos presente que todos los ciudadanos del mundo tienen esos derechos desde el mismo instante de su nacimiento y no como una promesa futura cuya conquista dependa de la realidad política, social o económica de sus países.

3.- Que defendemos que es completamente injusto, inmoral y un crimen humanitario punible ante los tribunales internacionales y la Historia que, en pleno Siglo XXI, existan seres humanos que pasen hambre en el mundo, y que mueran por ello.

Que es un agravante de ese crimen que, existiendo las leyes internacionales suficientes, así como los medios técnicos, económicos y científicos para corregir dicha situación, los que ejercen el poder en el mundo no lleven a cabo las acciones necesarias para solucionar lo que generaciones futuras calificarán de verdadero genocidio en el que serán culpables todos aquellos que, teniendo los medios para solucionar el problema, no los hayan empleado.

4.- Que consideramos que esta injusta situación es contraria al Derecho Natural, a los Derechos Humanos y a las normas de la más elemental ética, y entendemos que ha llegado el momento de que la voz de la opinión pública exija de sus gobernantes el final de tal estado de cosas.

5.- Que el presente manifiesto no es un manifiesto utópico; y que tampoco es un manifiesto político, ni se pretende con el mismo la instauración de un nuevo orden político o socio-económico mundial, ni ningún menoscabo del tejido empresarial, sanitario y social del mundo desarrollado, sino la más elemental justicia con los desfavorecidos.

POR TODO ELLO, EXIGIMOS A NUESTROS GOBERNANTES:

1.- La adopción de medidas inmediatas y urgentes para paliar tal situación de hambre, enfermedad y desnutrición en el tercer mundo. Consideramos que tales medidas no constituyen una utopía, sino que son perfectamente viables y posibles. 2.- Mantener el compromiso de cumplir los Objetivos del Milenio que, establecidos por Naciones Unidas en el año 2000, definen los principios a los que ha de ajustarse la actuación de los países y del sistema económico internacional para superar, con el horizonte fijado en 2015, las injusticias que aquejan a la humanidad.

3.- La realización de acciones solidarias sistemáticas con los países más desfavorecidos y que se establezca un orden lógico y humano de prioridades en la política económica, con proyectos inteligentes que creen riqueza y puestos de trabajo en los países afectados, facilitando un desarrollo sostenible y un progreso que les ayude a la consolidación de una red sanitaria, económica y social estable que haga posible el retorno a una situación de partida igualitaria.

4.- Que se tomen las medidas necesarias para que los países ricos destinen una parte de sus presupuestos a la creación de riqueza, de empresas y de fuentes de trabajo en los países afectados; así como la adopción de un acuerdo internacional, que debería subscribirse en la ONU de obligado cumplimiento para los países desarrollados.

5.- La implantación de un código ético que regule la estrategia de las empresas multinacionales, así como la eliminación de los paraísos fiscales y la aplicación de la tasa Tobin, ú otra similar, a las transacciones comerciales internacionales, que permita crear un fondo de solidaridad gestionado por Naciones Unidas.

6.- No aceptaremos simples declaraciones de principios que no se traduzcan en políticas concretas.

En definitiva, APELAMOS al sentido de la generosidad y humanidad de todos, y fundamentalmente de la clase política internacional económicamente poderosa.

Desde la tierra que espera y cree firmemente en la Solidaridad que construya un mundo mejor y más justo, a 30 de enero de 2009" PALABRAS DE CORNELIUS, quien fue el generador de este Manifiesto:

Quien mejor que Gandhi para presentar hoy, con sus palabras, el Manifiesto que aquí publico. Las frases que a continuación leeréis, todas ellas de Gandhi, resumen perfectamente, en mi opinión, el contenido y el espíritu de este “Manifiesto por la Solidaridad”.“En la Tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”.“Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear”."Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos”.Unamos, pues, todos nuestras voces. Con ese espíritu común, y justamente cuando se van a cumplir 61 años del fallecimiento de Gandhi, el autor de este blog, Cornelivs, publica el Manifiesto por la Solidaridad. Invito, pues, a todos los que compartan este mensaje solidario y así lo deseen (amigos, conocidos, lectores y demás interesados) a que lo publiquen también en sus blogs y que lo difundan a todos los medios de comunicación posibles. Me gustaría que cada blogger, cuando coloque en su blog este Manifiesto, recuerde lo que pensaba Gandhi: "Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga" y también que “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”.A continuación, publico el texto del Manifiesto por la Solidaridad, y lo hago en español, francés, inglés, y con enlaces a las traducciones en otras lenguas: gallego, catalán, hebreo, japonés e italiano.

AYUDANOS A DIFUNDIR ESTE MANIFIESTO!

SÉ EL LÍDER DE TU PROPIA VIDA

Me vas a permitir hacer un juego de ideas contigo. Vamos a imaginar que una persona es como una empresa. Para ello, recurro a un texto de Coaching Corporativo, es decir, la disciplina que pretende inculcar las habilidades de liderazgo y gestión de equipos en las empresas actuales. Creo que el modelo es válido también en la esfera humana, personal. Buscando el paralelismo, el líder de nuestra vida somos cada uno de nosotros; la visión no es otra cosa que nuestro Destino; los objetivos son el amor y la felicidad y la gestión de equipos no es más que la necesaria intervención e involucración de los demás y el mundo para alcanzar esos objetivos personales. Hace ya unos años realicé mi propio Business Plan Personal (BPP, como un Plan de Negocio), que no es otra cosa que plasmar en papel -invirtiendo tiempo en mí mismo, quizás por primera vez en mi vida- para describir con palabras mi Misión en la vida a partir de mis talentos singulares personales, los objetivos concretos de mi vida y la manera de alcanzarlos (estrategia), con un cierto calendario para poder evaluar el progreso. Desde entonces, sigo a pie juntillas lo que describí en mi BPP. Y este Blog, al que dedico algún tiempo y esfuerzo, es un claro ejemplo de ello...

Quizás el paso previo, problemático (por falta de costumbre, no por otra cosa) y necesario es entender y aceptar que, efectivamente, cada uno de nosotros es el propio líder de su vida... acostumbrados como estamos a hacer lo que toca, vivir lo que viene o bien, lo que nos han dicho siempre los demás, muchas veces incluso contraviniendo nuestros propios y personales intereses. Una vez asumido ese necesario rol de líder, todo es empezar... viviendo! Si dedicáramos a nuestra vida personal, íntima e intrasferible tan solo la mitad de horas que empleamos en nuestra profesión o trabajo planificando para los demás, viviríamos mucho mejor, pues tendríamos muy claro qué queremos en nuestra vida para ser felices! Aunque, lamentablemente para muchos, en la vida solo se aprende viviéndola. Lo único que merece anticiparse o prepararse es para no dejar nunca más de ser líderes de nuestra vida, es decir, que no sean nunca más otras personas o situaciones quienes nos impongan su paso y su destino!

Volviendo al juego de ideas, te invito a que leas -y asumas- los siguientes roles de un líder empresarial y los apliques a tu propia vida personal. Añado paréntesis para referirme a aspectos esencialmente personales.

"La actividad (la vida) del líder (protagonista) se inspira en una visión (destino) que debe ser necesariamente compartida, realizable y controlable. El paso siguiente es definir de manera concreta el objetivo (la felicidad) y las oportunas estrategias, para después pasar a la acción por parte del resto del grupo (personas de nuestro entorno). Cuando se marcan objetivos por parte de los colaboradores, estos deben responder a las siguientes características:

Evaluable: El objetivo (la felicidad) se debe poder medir para poder verificar el estado de progresión y para tener puntos de referencia.

¿Eres suficientemente feliz en tu vida actual? ¿Tienes y vives la felicidad que realmente mereces? ¿Eres cada día un poco más feliz?

Realizable: Si no es así, no será creíble y desmotivará a aquellos que de antemano saben que no se podrá alcanzar.

¿Crees en la felicidad y en poder alcanzarla por tí mismo? ¿Crees que la felicidad es un derecho o un deber como persona? ¿Crees que a la felicidad se llega o bien se vive día a día?

Desafiante: Nadie es perfectamente consciente de las capacidades y potencialidades que posee. Las personas tienden a infravalorarse. Un buen líder establece objetivos razonablemente más altos de los que podría pensarse que son factibles. Se debe poder conseguir más de lo que la mente pueda sugerir. Un objetivo que no modifique el estado anterior de manera positiva, por definición, no es un realmente un objetivo.

¿Tienes y vives tanta felicidad como realmente deseas y mereces? ¿Depende tu felicidad excesivamente de los demás o de lo que pasa en tu vida? ¿Estás dispuesto a concederte el derecho a ser feliz, de una vez por todas y a pesar de todo? Temporalizar: Si no se establece un límite de tiempo no se conseguirá. El objetivo ha de estar fragmentado: A corto, Medio y Largo Plazo, y su estado de progresión debe supervisarse de manera constante.

Aunque la felicidad se hace día a día viviendo la vida ¿tienes metas personales para los distintos momentos de tu vida? ¿Meditas de vez en cuando sobre tu nivel de felicidad? ¿No crees que nuestra capacidad de ser felices debería crecer a la vez que nuestro crecimiento y madurez como personas?

Compartido: Si no es así las posibilidades de éxito son bajas. Por lo tanto, el objetivo debe ser establecido con los trabajadores y comunicado con ellos.

La felicidad está hecha para ser compartida ¿Te ven feliz los demás? ¿tu felicidad favorece la felicidad de tus seres queridos? ¿La felicidad de los demás te hace feliz a ti? ¿Tu felicidad aumenta haciendo felices a los demás?

LA PIEL, UNA FRONTERA ENTRE LAS ALMAS!

Una de las carencias que me ha costado más identificar y enmendar ha sido el placer del tacto. Provengo de una familia poco dada a la expresión mediante el tacto. Supongo que, tras esa carencia, hay tabús culturales y afectivos encubiertos. Hoy, casi cuarenta años después, he sabido superar esa carencia y para mí el tacto empieza a ser un reto personal, algo maravilloso, sutil y amoroso, como siempre lo hubiera tenido que ser en mi historia. Actualmente hablo con frecuencia de la "piel" y, más aún, la expresión de mis intensos sentimientos me hace considerar a la piel como una frontera entre las personas que se quieren. Más allá de la tópica, lamentable y real separación por el color de la piel en nuestro insano mundo, para mí la piel separa las almas! Efectivamente, cuando las palabras no bastan para expresar un gran sentimiento, basta un silencio, una mirada o una caricia compartida! Con el tiempo y tesón, he aprendido a no avergonzarme por desear "tocar", y a menudo reclamo para mí -y para el otro- el más eficaz remedio de abrazarnos tiernamente. Lo aprendí cuando nació mi hijita, con quien desde bebé, comparto abrazos cariñosos a los que amorosamente llamamos "achuchones". Y es que esos "acuhuchones", en ciertos momentos, me hacen sentir vivo, presente, cercano y, sobre todo, transmiten emociones intensas, dificilmente expresables con palabras. Para mí hoy, a pesar de mi ganada y merecida fama de charlatán, una mirada, un abrazo y un silencio compartido es lo máximo que puedo desear compartir con alguien a quien realmente quiero. Es entonces cuando veo -y siento- la propia piel y las palabras vacías como limitaciones de la esencia de la persona y de sus puros sentimientos. Así, cuando amo realmente a alguien, la frontera de la piel me invita a invadirla, a franquearla... para fundirme con esa persona amada en un apasionado y tierno abrazo bajo su piel! Porque, tabús culturales, religiosos y sociales aparte, ¿no es el deseo una expresión exclusiva, espontánea y selectiva hacia alguien que de verdad amas? ¿No es una caricia inocente y tierna la mejor comunión entre dos almas? ¿Una caricia no es la única manera de dar energía positiva a quien la recibe y tal vez necesita, a la vez que incrementarla a quien la ofrece?

Aquí tienes un artículo sobre el tacto, como mejor expresión de las emociones y los sentimientos. Disfrútalo. La energía del tacto

El tacto es la forma de comunicación primaria del ser humano. Sin embargo, en la sociedad actual, el tocar no está siempre bien visto. Recuperar este instinto natural puede ayudarnos a vivir mejor nuestras relaciones

La Vanguardia, 24/01/2009

"Cuando siento algo, quiero cogerte la mano". Ya lo cantaban los Beatles en el año 1963 ("When I´ll feel that something, I want to hold your hand"). Una letra sencilla, una música pegadiza y, sobre todo, una gran verdad. El tacto es una forma directa, inmediata y espontánea de expresar nuestras emociones y nuestros sentimientos.

Los espacios vitales

¿Por qué nos incomoda cuando hay gente que nos roza en el metro o en el ascensor? Edward Hall, profesor de antropología de la Northwestern University, publicó en los años sesenta unos trabajos de investigación sobre el concepto del espacio personal. Fijó unas distancias de base, mediante las cuales "el hombre estructura el microespacio" y que varían según las distintas culturas.

Cuando nacemos, el tacto es la guía que nos introduce en el mundo. La sensibilidad táctil es el primer sentido que entra en funcionamiento, la forma de comunicación más básica y primitiva. El feto ya responde a las vibraciones del corazón de la madre. El bebé recién nacido explora mediante el tacto; es así como descubre dónde termina su propio cuerpo y empieza el mundo exterior.

El ser humano posee unos cinco millones de terminaciones nerviosas repartidas en dos metros cuadrados de piel, que nos mantienen en contacto con el entorno y nos proporcionan información. De alguna manera, la piel es nuestro órgano emocional más importante y el más extenso. Los labios, el dedo índice y el pulgar ocupan una parte considerable del espacio cerebral. El área preparada para percibir y procesar el tacto es de las más grandes del cerebro. Desde la antigüedad existen escritos que revelan que los chinos ya conocían las propiedades del tacto y el masaje en el año 3.000 a.C. Fueron los primeros, pero no los únicos: helenos, egipcios, romanos e hindúes desarrollaron, a su manera, diferentes técnicas que explicaban cómo emplear este instinto hasta convertirlo en arte.

Tocar no sólo es algo natural, sino que es una práctica beneficiosa. "Según lo que hemos podido comprobar, cuando conseguimos una mejor intimidad física, logramos también mejores relaciones, tanto sea en una pareja, como un niño con su madre", sostiene Tiffany Field, del Touch Research Institute de la Universidad de Miami, en una entrevista telefónica. Sus investigaciones han demostrado que la sensación táctil, como por ejemplo la que se transmite con un masaje, produce numerosos efectos positivos. Mediante esta estimulación, el bebé aumenta su habilidad general y su capacidad de aprendizaje.

Los niños prematuros ganan peso; en los adultos, se potencia la concentración; se alivian los síntomas de depresión; se reduce el dolor y el estrés hormonal y se mejora la función inmunitaria. James Coan, profesor de psicología en la Universidad de Virginia, que ha estudiado las implicaciones del contacto humano con la resonancia magnética, ha descubierto que "cuando cogemos la mano de no importa qué persona, nuestro cerebro reduce la producción de las hormonas del estrés, al mismo tiempo que disminuye la actividad de las regiones cerebrales que reaccionan ante el miedo", explica.

"Un apretón de manos relaja el cuerpo. Y si sostenemos la mano de un ser querido, nos sentiremos más protegidos frente al peligro y notaremos un alivio inmediato", asegura. A través del tacto se activan las endorfinas, con los abrazos se segrega oxitocina y ambas sustancias causan en nuestro organismo sensación de bienestar. Sin embargo, en nuestra cultura, lo visual se impone sobre lo táctil, hasta el punto de que menospreciamos su poder comunicativo. Crecemos aprendiendo a no tocar ("no toques esto", "deja de tocar al señor"). La sociedad condiciona qué partes del cuerpo podemos rozar y las que no. Creamos un espacio infranqueable alrededor de nuestro cuerpo que inhibe la experiencia táctil. Phyllis K. Davis, en un libro muy conocido, 'El poder del tacto' (Paidós Ed.), habla del síndrome Phecia. Consiste en asociar el comportamiento táctil con el sexual, en particular con la promiscuidad, la homosexualidad, el complejo de Edipo, el incesto y el adulterio.

Ashley Montagu, el máximo estudioso científico sobre el tema del tacto, denunciaba hace años en sus libros (entre los cuales destaca 'El tacto: la importancia de la piel en las relaciones humanas', Ed. Paidos) este fenómeno: "Hemos producido una raza de intocables. Nos hemos vuelto extraños unos para con otros. La capacidad del hombre occidental para relacionarse con sus prójimos ha quedado muy atrás respecto a su habilidad para conversar con las computadoras, comunicarse con los coches y hablar con los juguetes".

En España tenemos la reputación de ser una sociedad más proclive al contacto físico. Sin embargo, en parte estamos perdiendo esta costumbre. "Eramos una cultura más tocona, pero nos estamos volviendo más individualistas. La ética católica es más propensa al contacto y al amor al prójimo que la protestante. Pero hoy somos menos católicos, más urbanos y nos tocamos menos", afirma el psicoterapeuta Luis Muiño. Fernando Villadangos, psicólogo y presidente de la sociedad de sexología Al-Garaia de Granada, reconoce: "Hoy tocamos con más miedo. Está avanzando una cultura restrictiva y por lo general falta educación sexual. En los años 80-90 había menos limitaciones respecto a las que hay ahora".

Por supuesto, el factor cultural tiene un peso relevante cuando se habla de comunicación táctil. El supuesto desencuentro que tuvieron hace unos meses el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller de Alemania, Angela Merkel (en el que ella se quejaba de su exuberancia… táctil) es un clásico caso desencuentro cultural. Hay muchas diferencias entre países.

En Francia, es habitual saludarse con tres besos. En Italia, nunca se besa a un desconocido, pero en cambio es frecuente besarse y abrazarse entre conocidos del mismo sexo. En Japón está prohibido tocar la nuca a una chica, mientras que en Fiji es tabú rozar el cabello. En los países árabes, el contacto entre hombres está admitido y suele ser muy cálido, mientras que una pareja de novios no puede besarse en la calle. Francisco Merino, director de la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid, recuerda que cuando personas de cultura diferente se encuentran "existen normas escritas".

En su opinión, "quién hace el primer gesto es el que manda y es quien decide cómo se han de saludar: si al comienzo da la mano o si ofrece la mejilla, por ejemplo. Ahí tendremos una pista". Merino explica que "entre los altos mandatarios, la regla es que cada uno se adapte a los rituales del país adonde va, aunque entre los políticos que tienen cierta confianza es frecuente coger el brazo".

Cuando el rechazo al contacto físico no se funda en razones culturales, sino que se convierte en un rechazo sistemático, entonces puede haber repercusiones negativas para nuestro ser. Estudios demuestran que quienes durante su infancia no recibieron caricias de sus padres son más proclives a mostrar dificultades para dar o recibir afecto, a mantener una postura corporal rígida y tienen limitaciones para expresar su emotividad. Como consecuencia de esta carencia, estos sujetos manifiestan una tendencia a evitar el contacto físico con los demás y lo ven como algo inapropiado. En sus obras, Montagu alerta de que "una experiencia táctil inadecuada tendrá como consecuencia una incapacidad para relacionarse con los demás en muchos aspectos humanos fundamentales".

No obstante, esta rigidez táctil que puede registrarse en ciertas personas o en determinadas culturas, se basa en gran parte en un malentendido. El tacto no tiene por qué ser necesariamente sinónimo de intención o deseo sexual. Asimismo, el contacto corporal puede simplemente indicar un rol o un estatus, expresar un afecto inocente o constituir un soporte emotivo.

Flora Davis, autora de un libro de referencia en la materia, La comunicación no verbal (Alianza Ed.), sostiene que "el acto de tocar puede comunicar más amor en cinco segundos que las palabras en cinco minutos. Abrazar a alguien que ha tenido un mal día puede ser más curativo y reconfortante que todas las palabras que seamos capaces de articular". Según Mark Knapp, profesor de la Universidad de Texas y experto en comunicación no verbal, "el tacto desempeña un papel de entusiasmo, de expresión de ternura, de apoyo afectivo".

Naturalmente dependerá de la parte del cuerpo involucrada en el gesto, del tiempo del contacto, de la fuerza, del modo de tocar, de la frecuencia del toque. Por ejemplo, no es lo mismo apretar la mano, tocar un brazo o ir de la mano. Villadangos relata algún caso emblemático que ha tratado en su consulta. "Una persona que acababa de sufrir un luto aguantaba su dolor ocultándolo a los demás. Bastó una simple palmadita en el hombro para que ésta empezara a llorar y desahogara lo que llevaba dentro. El tacto también puede causar una potente reacción liberatoria".

Por suerte, hay personas que pese a los vínculos sociales a los que están sometidos tanto por cultura, como por religión, miedo o educación, no quieren renunciar al contacto físico. De hecho, ante la fuerte demanda, se han desarrollado en los últimos años algunos cursos de abrazoterapia, que tienen como objetivo redescubrir los beneficios para el cuerpo y la mente de un contacto físico prolongado.

Cristina Corbella dirige un taller de caricias desde hace más de veinte años. "Nos dimos cuenta de que las palabras quedaban cortas. Yo creo que el cuadro ha empeorado en nuestro país, esencialmente por la influencia que viene de los países anglosajones", asegura. Aun así, Corbella cree que es posible corregir el rumbo y reivindica el papel del tacto en las relaciones sociales.

"Es consolatorio, curativo, da seguridad. El contacto físico es una forma directa honesta y amigable de comunicación: lo que se presiente se transmite de forma inmediata. A veces hay mensajes que sólo pueden llegan de esta manera, con una simple caricia". Según Villadangos, "hay que redescubrir lo bueno de tocarse en el seno de la pareja. En una palabra, la ternura. Es algo que necesitamos todos, porque lo antinatural es controlar el propio cuerpo".

Incluso se habla del fenómeno del "hambre de piel", que se refiere al deseo de ser tocado, a la necesidad profunda de contacto físico. Como apuntaba el antropólogo Paul Byers, tal vez los que más sufren esta carencia son las personas mayores, quizás los menos tocados de la sociedad. Inténtelo: porque si una imagen vale más que mil palabras, una caricia, más que mil imágenes.

CADA PROBLEMA QUE DEJAMOS PASAR, ES UN CONFLICTO QUE SIGUE CRECIENDO

En momentos como este, tras haber leído un excelente, lúcido y acertado texto de una lectora -hasta ayer mismo, anónima- de Chile, en el que parafrasea algún fragmento mío, me planteo qué hago yo aquí, escribiendo. Su sentido común femenino -discreto, firme y sentido- describen palabra a palabra sentimientos que yo he llegado demasiados años a entender y, lo que es peor, a intentar expresar en mis actuales escritos. Supongo que se ha de ser mujer -y mejor aún, madre- para dotar de esa luz a las palabras! En este preciso momento me pregunto cuán lejos estamos la mayoría de los hombres de ciertas mujeres...

Hace unos días, otra lectora -y, a pesar de ello, amiga-, de Argentina, me comentaba que era bello compartir sin miedo, pues "aunque quisieramos compartir el mar, entre todos nunca nos lo acabaríamos del todo". Y eso hago ahora con este texto lleno de femenina sabiduría, llegado desde Chile y hasta ayer colgado en Facebook. Sin más preámbulos, te invito a que disfrutes del mencionado texto tanto como yo he disfrutado. Mientras lo haces, iré pensando si mejor dejo de escribir en este, mi Blog, pretendidos pensamientos elevados y, en cambio, me dedico a "cazar talentos" entre mis lectoras, que escriben mejor que yo todo lo que, siendo capaz de sentir, soy incapaz de transcribir en palabras! Si mañana no vuelvo con un nuevo escrito mío, ya sabréis dónde estoy... leyendo a mis lectores y aprendiendo de ellos!

Disfruta del mencionado escrito en mi Blog y de su comentarios, más abajo.

"No hay verdaderos problemas, sólo oportunidades"

"Todos recorremos caminos distintos para alcanzar nuestro último destino. Para algunos el sendero es más escabroso que para otros. Pero nadie llega al final sin tropezar con la adversidad de una u otra forma. Por eso, en lugar de luchar contra ella, ¿por qué no aceptarla como parte de nuestra vida? (...) Recuerda, no hay verdaderos fracasos en la vida, solo resultados. No hay verdadera tragedias, solo lecciones. Y no hay verdaderos problemas, solo oportunidades esperando a ser reconocidas como soluciones por la persona sabia."

Robin S. Sharma. "Lecciones sobre la vida del Monje que Vendió su Ferrari" (Ed. Debolsillo, 2006)

En estos tiempos donde los cambios son permanentes, la vida nos presenta numerosas circunstancias. Con un entrenamiento adecuado podemos enfrentarnos a las dificultades que se nos presentan a diario, que nos abruman y nos paralizan, logrando un mayor autoconocimiento y el surgimiento de nuevas oportunidades. Los problemas son puertas que parecen cerradas a nuestro conocimiento, pero sabemos que con esfuerzo, con determinación y humildad pueden abrirse para poder juntar más datos de la vida que nos ayudarán a disfrutar de ella. Atravesando esas puertas puede ocurrir que nos encontremos con datos inexactos, con informaciones falsas, con peligros cercanos, pero también podemos descubrir cosas que tienen que ver con nuestras limitaciones, con cosas que no están a la vista.... no escuchamos y creemos que nos comunicamos bien y no le damos importancia a las cosas que nos rodean. Si uno no está lo suficientemente preparado, es muy difícil abarcar estos hechos que son realidades complejas. Podemos llegar a muy buenas oportunidades, si analizamos y aceptamos cada problema. Para aprovechar a pleno estas oportunidades es necesario hacerse cargo de las experiencias y darle curso a nuestro autoaprendizaje de manera acertiva.

Si miramos nuestra vida hacia atrás y nos remontamos a nuestra infancia, desde muy pequeños nos hemos enfrentado a numerosos problemas y aprendimos también a solucionarlos. Ya cuando empezamos a caminar debemos sortear numerosos obstáculos, así como caídas y tropiezos, luego durante el crecimiento para lograr la evolución nos enfrentamos a barreras más legítimas que permiten aumentar nuestro rendimiento. Visto así los problemas son ni más ni menos que, las dificultades que se presentan en nuestro camino y que nos hacen más dificil y largo el proceso de llegar a la meta. Estas dificultades pueden tratarse de una necesidad que no ha sido cubierta, de un suceso que nos aleja de la ruta que hemos elegido, una situación perturbadora que nos conmueve, que nos desestabiliza y para la que no encontramos solución. El problema es un conflicto que perturba el desenvolvimiento cotidiano y provoca trastornos que tendremos que atender para que no sigan avanzando. Si enfrentamos ese conflicto, es decir si lo vi, lo vemos, lo reconocemos y lo definimos, podremos resolverlo y así se logrará el crecimiento, ya que se habrá aprendido algo nuevo. El prevenir o resolver los problemas nos da como resultado cambios y creatividad. Generalmente el enfrentarnos a un problema nos pone en contacto con la realidad, cuando nos sucede algo descubrimos numerosas cosas que antes no habíamos visto. Es importante darse cuenta que la vida nos enfrenta a numerosos conflictos, que al resolverlos nos aportan numerosos conocimientos y soluciones transformadoras.

Para poder aprovechar con inteligencia los cambios constantes que vivimos, contamos con el conocimiento y la innovación que nos sirven como herramientas muy poderosas. Solucionar los problemas es un reto muy provechoso. Para resolverlos debemos entrenarnos en el coraje, es decir no debemos tener miedo a nosotros mismos, debemos abrirnos al mundo sin juzgar, lograr una apertura personal y sobre todo ser perseverantes, lo que nos permitirá seguir avanzando a pesar de las dificultades. El conocimiento que se adquiere planteando y resolviendo los problemas se acumula formando una valiosa reserva que será muy útil para resolver nuevos conflictos, ya sean propios o ajenos, en el corto y mediano plazo.

Es real que cuando se presenten las dificultades y se aceptan tal cual son, se activan las reservas para obtener, de esta manera, las soluciones. Por ejemplo, las epidemias han logrado crear los remedios necesarios para combatirla, los accidentes de tránsito han hecho desarrollar las tecnologías de la rehabilitación, y el estrés que provoca numerosos problemas de salud ha hecho avanzar la medicina cardiovascular.

No debemos olvidar nuestros problemas pasados, ya que éstos nos permiten confirmar las fuerzas creativas que se formaron en nuestra vida al ser resueltos. Simplemente, recordando, aparece esa energía acumulada desde el principio de nuestra existencia que permite obtener las soluciones necesarias.

Un servicio a favor de la vida digna es resolver y ayudar a resolver los conflictos. Existen una serie de actitudes que nos sirven para poder resolver los problemas. Debemos como primer paso aceptar el problema, es sabido que cada problema permite desarrollar capacidades ocultas y obtener grandes conocimientos. Debemos informarnos, es decir se deben buscar informaciones reales, precisas, renovadas y no basarnos en una información generalizada.

Tenemos que convertir el conflicto en un reto, para poder aprovecharlo como un estímulo para la imaginación, la lógica, la sagacidad y la disciplina. Aprender a no juzgar es fundamental, ya que los juicios y prejuicios impiden ver con claridad la dimensión verdadera de los problemas. Se necesita la evaluación del problema, debemos evaluar el tiempo real de que disponemos para poder dedicarle el tiempo y el espacio adecuado para resolverlo.

La inclusión es fundamental, ya que no debemos olvidar que uno es parte del problema. No debemos evitarlo, cada problema que dejamos pasar sin solucionar es un conflicto que sigue creciendo y se hace cada vez más difícil resolverlo".

SI TU NO ESTÁS...

"La distancia no es cuánto nos separamos. La distancia es si no volvemos". Alejandro Sanz, cantante.

PARA REFLEXIONAR... ANTE LAS DIFICULTADES

"En las adversidades sale a la luz la virtud" Aristóteles

"Tendida en medio de las desdichas, el alma ve mucho" Sófocles

"Llorar, sí; pero llorar de pié, trabajando; vale más sembrar una cosecha, que llorar por lo que se perdió." Alejandro Casona

"En la adversidad, el hombre encuentra su salvación en la esperanza." Menandro

"Nada dura por siempre, ni siquiera tus problemas." Arnold H. Glasow ¿VIVIR MÁS...O MEJOR?

Uno, a veces, cree que el mundo se ha vuelto loco! En un momento en que hay una crisis de identidad, de valores, de falta de referentes... en una palabra, de sentido de la vida, aún hay personas obstinadas en alargárnosla! Y es que una vida sin sentido y dirección siempre se siente demasiado larga! Estoy a favor de los adelantos científicos que procuran dilatar el bienestar físico y la calidad de vida ante el proceso de envejecimiento de nuestro cuerpo, pero alargar la vida porque sí, me parece absurdo, pues creo que es simple vanidad humana para demostrar que el ser humano está por encima de las circunstancias vitales y/o divinas. ¿No se parece en algo a la bíblica provocación y desobediencia de Adán y Eva comiéndose la manzana prohibida en el presunto Paraiso? Por cierto, manzana -y permíteme una ironía en este tema tan serio- que solo degustarán algunos, en este caso los menos necesitados, es decir, los que tienen dinero para pagarla al precio que sea, porque es evidente que al Tercer Mundo no llegarán la sabrosas y pecaminosas manzanas!

¿A favor o en contra del ser humano?

En todo caso, esta vanidad humana, innecesaria y egocéntrica, seguramente no tiene en cuenta algo importante en un avance de este tipo. Las consecuencias psicológicas y sociales que una mayor duración de la vida traerán consigo. Si una simple y epidérmica operación de cirugía estética ya provoca algún que otro transtorno en la personalidad de según quien, solo hay que imaginarse cómo le afectará a una persona prolongar su vida 20 ó 30 años más. Aparte, claro está, de las consecuencias sociales que esto traerá consigo en un mundo que, cada vez más, todo "se usa y se tira" (aunque haya cambiado el término y hoy se "recicle") y se desprecie lo que no le es útil y/o produzca. O se aparca o se oculta, en el caso de la vejez, para que no moleste demasiado.

¿Solo para el cuerpo?

Pero ya dentro del ser humano, a demasiadas personas les cuesta encontrar el sentido y entender su propia -y, según parece, corta- vida, para que encima alguien se obstine en alargársela. Y por no mencionar las muchas personas -sobre todo jovenes, paradógicamente- que actualmente evidencian tener más miedo a la vida que a la propia muerte, aficionándose al escapismo de las drogas o el alcohol, los deportes de riesgo o, en el extremo, las tentativas de suicidio. La vida -esta y las otras, según cada credo- tiene un sentido propio y elevado en el desarrollo y crecimiento de la persona. La adaptación de la materia corpórea y la psique humana a este proceso vital ya es difícil, pues exije una permanente adaptabilidad a cada cambio, a cada etapa, a cada edad. Un ejemplo suficientemente evidente es la -a veces traumática- adolescencia, que no es más que el proceso temporal y necesario para favorecer el crecimiento físico y mental... aunque a veces parezca tan solo pilotado por las hormonas revolucionadas! O, en este caso concreto de la mal llamada tercera edad, el mal trago de las personas que, una vez cesa su vida profesional y productiva, se sienten vacías y se perciben a sí mismos como una carga más para la sociedad. Solo hay que visitar alguna residencia geriátrica o un parque público de una gran ciudad o, simplemente, recordar que la mayoría de los indigentes actuales que deambulan por la calle de cualquier urbe cosmopolita son venerables ancianos, para darnos cuenta que, más allá del paulatino y natural desgaste del cuerpo humano, hay algo mucho peor que es el desgaste del alma. Para unas personas que, a pesar de su avanzada edad, muchas aún apenas han sabido -o podido- encontrar el necesario y verdadero sentido a su ya larga vida, para tener ahora que sentirse vacíos, solos e inservibles. ¿Alargar su vida nos va a permitir encontrar al fin este sentido? ¿Estirar el cuerpo algunos años más nos garantizará una mejor calidad de vida y, sobre todo, de experiencia vital? ¿No estamos fijándonos -de nuevo- más en la carrocería del automóvil, que en el verdadero motor que lo impulsa, es decir el alma?

¿VIDA PROPIA O AJENA, HUMANA O DIVINA, JUSTA O INJUSTA?

Normalmente en este Blog suelo tratar temas desde un punto de vista trascendente, diría que incluso algo místico. Pero no querría olvidar que esa visión debe estar necesariamente inmersa e implementada en la vida cotidiana, la de cada día. No podemos aspirar a grandes ideales sin antes buscar nuestra armonía en lo cotidiano. Y lo cotidiano no es más que lo que nos sucede cada día, en nuestro hogar, nuestro trabajo, en la calle, en el bar... y con personas tan normales y cotidianas como nuestra pareja, nuestros hijos, nuestro vecino, nuestro colega de trabajo, nuestro amigo, ese hombre que nos cruzamos cada día en la vía pública, etc. Así, nuestra vida ordinaria está llena de gestos, rituales y guiños que, más allá de ser a menudo señales de lo divino de nuestra vida más elevada, son el pan nuestro de cada día... y lo que conforma nuestra manera de pensar, de sentir y de vivir humanamente. Y eso no excluye ni menosprecia esa otra visión más amplia y mágica que algunos hemos aprendido a encontrar en cualquier persona, momento o lugar de nuestra vida. Son dos mundos en uno, el interno y el externo. Y depende de nuestro equilibrio y buen andar en ambos, que vivamos una vida plácida, armónica y satisfactoria.

Occidente vs Oriente, ¿dos visiones contrapuestas?

Occidente, hace ya muchas generaciones, optó por despreciar lo interno, lo propio, en favor de lo externo y ajeno, del Sistema por encima de la persona; en Oriente, en cambio, hace igualmente muchas generaciones optó por lo interno, lo propio y desoyó lo común, lo colectivo, lo externo y lo ajeno. Hoy, tal vez miles de años después, podemos afirmar con rotudidad que ni una visión excesivamente alienante y externa, ni una visión exclusivamente interna y personal, configuran un mundo y una vida completa. A Occidente esa visión superficial le supuso la pérdida de unos ideales personales y propició el buen funcionamiento del Sistema, generando riqueza, progreso y bienestar social; a Oriente, en cambio, esta visión profunda favoreció el enriquecimiento humano y personal, pero trajo consigo pobreza, subdesarrollo y precariedad económica. Por decirlo de alguna manera, a cada uno le faltaba lo que poseía al otro. En fin, esto provocó un desequilibrio en y entre ambos.

La persona y sus contrastes

A nuestra vida personal le ocurre algo parecido. El ser humano, por lo visto, es un ser de contrastes, no necesariamente beneficiosos para él mismo. Como muestra un botón. O se es de derechas o de izquierdas, políticamente hablando; o se es hombre o mujer; o se es conservador o progresista; o se es intelectual o deportista; o consumidor o consumido! Y es que tendemos -desafortunadamente- a ser duales por educación, pues nuestra mente lo es: blanco / negro, norte / sur, vivo / muerto, rico / pobre, simpático / antipático, justo / injusto, racional / sentimental. Eso es precisamente lo que nos hace sentir, según el día, contentos o tristes, enamorados o enrabiados, optimistas o pesimistas! Pero más allá de nuestra limitada y dual mente racional, el ser humano, el mundo o la propia vida es algo más amplio, más integrado, más pleno que esa sesgada visión monolítica y monocolor. Y llegar a descubrir los matices, la ausencia de dualidades enfrentadas, la variabilidad de lo que pensamos, sentimos y hacemos en nuestra vida, es necesario y aporta crecimiento personal, pues nos enseña a entender que lo bueno y lo malo, lo razonable y lo irrazonable, el éxito y el fracaso, lo placentero y lo sufrido... todo ello forma parte de nuestro personal Universo interno y externo... y esa es, precisamente nuestra grandeza, nuestra singularidad y nuestra riqueza!

¿Opuestos... o son, simplemente, complementarios?

Hay que hacer un esfuerzo por aceptar e integrar nuestros contrastes intrínsecos y humanos, como el amor y el odio, lo beneficioso y lo perjudicial, lo humano y lo divino de nuestro ser, para luego, a partir de nuestra libertad personal e intransferible, optar por lo que somos y nos ayuda a ser más "yo", sin colorantes ni conservantes! Basta ya de buscar culpables a lo que nos pasa en nuestra vida, ya sea Dios o Satanás, nuestra ideología o nuestra religión, el ser hombre o ser mujer, ya sea el mundo exterior o el interior, ya sea el pasado o el futuro. "Yo, aquí y ahora", esa es la regla inequívoca y verdadera de nuestra vida, no hay otra! Pues en el "yo" está nuestra parte humana y la espiritual, en el "aquí" está nuestro necesario contexto, con sus oportunidades e inconvenientes y en el "ahora" porque es cuando debemos ser nosotros como somos y crecer... aunque para llegar a serlo hayamos tenido que vivir un pasado y soñar en un futuro que cada hoy empezamos de nuevo! Nada es bueno o malo, caliente o frío, humano o divino, triste o alegre... simplemente "es" y soy yo quien debo sonsacar la lección que todo en mi vida trae consigo y así aprender a vivir!

Recuerda "yo, aquí y ahora!, no hay más!

LA CANCIÓN DE LAS PERSONAS

Hoy recojo un fantástico texto de mi amiga chilena, bloguera, Ali (http://alimontero.blogspot.com) que habla, en cierta manera, de la música, como yo hice ayer mismo. Pero lo que relata en su escrito es verdaderamente mágico y real, como no puede ser de otra manera proviniendo de una mujer con ambas cualidades.

Sin más preámbulo, te invito a que lo leas y disfrutes con este texto, tanto como yo he disfrutado.

LA CANCION DE LAS PERSONAS

Supe de esta historia hace años... me la enviaron para el día de mi cumpleaños, con el propósito de "cantarme mi canción". No entendí en un principio, y a medida que la leía me envolvía una sensación de gozo tremendo, si, eso era...cuántos recuerdos hermosos! mis cumpleaños de niña, rodeada de la familia, mis padres, los amigos... recordar mi historia. Por esta razón la busqué, para que al leerla, si te resuena, te recuerdes quién eres, lo que ha pasado contigo en tu vida, tu rol actual en la familia, con tus hijos, en la sociedad y lo vital que podría ser que te llamen y te recuerden "tu canción", que ella te revitalice, que te recuerde tu esencia maravillosa, la alegría que fue tu nacimiento, y te canten "tu canción" Hoy vivimos sin prestar atención a los detalles, a esos pequeños detalles que hacen que la vida valga la pena ser vivida! Es cierto que la melodía está dentro, en mi corazón... lo que me emociona y te comparto, es que otras la escuchen y me la canten....

Cuando una mujer de cierta tribu de África descubre que está embarazada, se va a la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la “canción de la nueva criatura".

Cuando nace el bebé, la comunidad se junta y le cantan su canción.

Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le cantan su canción.

Cuando se convierte en adulto, la gente se junta nuevamente y canta.

Cuando llega el momento de su casamiento le recuerdan su canción.

Finalmente, cuando su alma está por irse de este mundo, la familia y los amigos se aproximan y, al igual que en su nacimiento, cantan su canción para acompañarlo en el “viaje”.

En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual se canta la canción.

Si en algún momento de su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, lo llevan al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.

La tribu reconoce que la corrección de las conductas antisociales no es el castigo;

Es el amor y el afianzamiento de su verdadera identidad.

Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de perjudicar a nadie.

Tus amigos conocen "tu canción"

Y la cantan cuando tú la olvidas.

Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.

Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu integridad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confuso.

Su autora es Tolba Phanem, mujer, poeta, africana. También te podria decir: poeta, africana, mujer. O: africana mujer, poeta. Y siempre estaríamos diciendo: inmensamente tierna, rotundamente idéntica, afortunadamente hembra. Sólo una persona enamorada de su tierra, enrolada en la poesía y portadora de su condición de mujer como una irrenunciable bandera de amor; puede sacar desde lo más enigmático, fértil y mágico de sus entrañas palabras como éstas. Porque los poetas, las mujeres y el África, son igualmente enigmáticos, fértiles y mágicos.

¿OPORTUNIDAD COLECTIVA... O INDIFERENCIA PERSONAL?

Me parece inverosímil como el perverso mundo nuestro incluso utiliza a los ciudadanos del futuro -los niños- para propagar y hacer crónico el odio. Me da lo mismo si se trata de inculcar unos ideales políticos o religiosos, cualquier acción con esa voluntad o incosciencia es una manera de hacer crónico un desacuerdo. Ni que decir tiene que los niños vilmente utilizados nacen, como todos los niños, sin bandera, sin mal y solo guiados por su alma pura. De ahí su predisposición natural a estar alegres, sentirse bien y ser felices...

Pero nosotros los adultos, supuestamente maduros y expertos en la vida, no nos basta con permanecer indiferentes ante la maldad en nuestra propia vida -cuando no, alentarla en aras de la vanidad, el ego o, simplemente, el miedo- sino que transmitimos, involucramos y utilizamos a nuestros hijos como coartada, lo que alimenta el miedo y el odio en nuestra vida, en el mundo y, lo que es peor, lo prolonga en el tiempo. No nos basta haber construído un mundo insano y poco habitable, que también hacemos perennes nuestras debilidades, insalubridades y miedos.

Pero más allá de culpar a alguien por ello, nuestra responsabilidad es como personas, anónimas o no tanto, ante nuestra vida propia, aparentemente insignificante y previsiblemente duradera, donde alegre o negligentemente dejamos reinar la discordia, los pensamientos negativos y nuestro miedo a ser. Si no somos capaces de luchar siquiera por lo nuestro, lo de cada uno, es decir, la posible paz interior, la alcanzable felicidad y el deseado amor en nuestra vida, ¿cómo seremos capaces entonces de elevar la vista para ver lo que sucede alrededor nuestro o a unos pocos metros o kilómetros de distancia, en un mundo hoy global y plano? La vida no es una guerra permanente, sino una lucha para dejar fluir la vida tal y como desde dentro se manifiesta. Cada uno de nosotros tiene el deber consigo mismo de ser, amar y ser feliz para luego compartirlo con quienes nos rodean!

En estos días se está poniendo en evidencia un conflicto que lleva ya demasiados años en el candelero: Gaza. Hay quienes defienden a ultranza a unos o a otros, ya sean palestinos o judíos. Otros, en cambio, critican la inoperancia o participación de las instituciones públicas y organismos internacionales en este enquistado conflicto. Pero sin dar ni quitar la razón a unos y a otros, casi todos desoyen la sutil pero constante voz de su interior que reclama para su vida paz, concordia, amor y felicidad! Después de criticar y realizar amenas tertulias de café con los amigos, colegas y conocidos sobre este escabroso y avergonzante tema, algunos de esos “honorables señores” vuelven a su casa, increpan a su pareja por no estar lista la cena, gritan a un hijo travieso como ellos mismos lo fueron a su edad o lo tachan de hiperactivo medicándole por ello, escarmientan públicamente a su empleado, escupen en plena calle, insultan a quien tropieza con ellos o quien con su vehículo interfiere su raudo paso, humillan al que por la razón que sea parece ser más débil, se ensañan ante el empleado que no los atiende tal y como ellos creen merecer, arrancan flores para regalar a su bien amada esposa o permiten que se poden bosques para redecorar su casa... LAS TRES "R" DE NUESTRA VIDA

El otro día me llegó un Tantra hindú que aclamaba: En la vida hay que seguir las tres "R", es decir:

Respeto hacia tí mismo,

Respeto hacia los demás, y

Responsabilidad por tus actos.

Sin duda es cierto y, aparentemente, simple...

Respetarse uno mismo no es más que ser benevolente con uno mismo, concederse el derecho a ser, a amar y a ser feliz, sin más. Respetar a los demás es permitir que los demás se respeten a sí mismos y respetarles tal y como nosotros nos respetamos.

Y ser responsable de los propios actos es concederse uno mismo el deber de ser protagonista de su propia vida y decidir libremente cómo queremos que sea ésta y confiando en que nos aportará todo lo necesario para alcanzar nuestro propio destino, si la dejamos.

Estas tres normas son fáciles de entender y aceptar, pero, en ciertos momentos de la vida, se puede hacer difícil de llevar a la práctica con todas sus consecuencias. Seguramente bastará que las aceptemos convencidos, pero después será la vida en su día a día quien las convertirá en un hábito irrenunciable para nosotros. En cada una de las minúsculas decisiones de cada día debemos tenerlas en cuenta y hacer todo lo posible para acatarlas! Y, en algún posible momento de duda, preguntarnos siempre ¿qué espera la vida de nosotros ahora?

VOLAR ALTO, DONDE LAS JAULAS NO EXISTEN...

Espléndido comentario de la joven autora de 32 años del Blog http://sirens-sea.blogspot.com, a mi post de ayer "¿Del amor al odio?". Te invito a leerlo y a sentirlo como yo lo he sentido... Evidentemente es difícil, como mero observador, poder incidir de manera vivida en un tema como este. A veces me pregunto si debería escribir sobre estos temas que, de no haberlos vivido y sentido personalmente, puedo caer en el error de desvirtuarlos o, simplemente, frivolizarlos, pudiendo herir -aún más- a quien los ha padecido en su propia piel. Pero en estos últimos años, he tenido el privilegio de querer e intentar ayudar a personas que sufren -o han sufrido- algún tipo de maltrato o agresión, lo que me ha permitido sentirlo como propio. Aún así, solo espero que juzgues mi osadía escribiendo sobre esto como una prueba de comprensión e intentar ayudar a quienes, dándoles la oportunidad de leerlo, puedan sentirse acompañados en su silencioso sufrimiento!

Aquí el maravilloso comentario... "Constante lucha, por buscar esa verdad a medias, ese halo de aire suelto, siempre ante la adversidad, el mundanal desasosiego por lo absoluto, por saber qué es lo que alcanzamos con el objetivo del bien. Nos esforzamos por algo, que ya debería ser innato, tanto, que la respiráramos en la piel, con tan solo ver el primer rayo de luz y saber que los que nos miran, son producto de su bien, son discípulos del saber que las almas libres, vuelan allí donde su corazón y su mente les llevan, que se esfuerzan por un mundo desatado de perjuicios, de contratos con espacios encadenados, de posesiones indebidas por parte de amantes insatisfechos con su propia vida, aferrándose a la del que tienen al lado, para manipularla y destruirla, creándose en su mente, unos celos obsesivos, porque el subconsciente le dice, le insinúa suspicazmente, que eso que hace para mantener a esa persona a su lado, no es suficiente y ha de desconfiar totalmente de las acciones y repercusiones que ella es capaz de provocar, creyéndose que así, la mantendrá a su lado felizmente y para siempre. Lo que no sabe es que cada vez que marca algo, cada vez que lo impone, cada vez que prohíbe, cada vez que desconfía, cada vez que priva a ese ser de su libertad, da un paso agigantado hacia el despego, la desunión, el miedo, la represión, la mentira, el desamor, y la muerte del propio Amor. La cuestión está en decidir, practicar cual será el momento en el que esa misma persona obturada, cortada, ausentada de los momentos, infeliz desde dentro, pueda hablar alto y decir que quiere volar lejos, donde las jaulas no existen, ni las maleables ni las de oro, donde unos y ortos se perdonan, por amar algo distinto, por entender la vida de otra manera, por ser libres para decidir, para disfrutar, para escoger quien la acompañará hasta su final o hasta su principio, o quizá hasta su mitad.

Compartir con quien quiera compartir, sin riesgo de parecer una moda innovadora, acercarse a los demás sin miedo al “que dirán” como el que se acerca a una puesta de sol maravillosa, expectante, esperando a ver que le acontece, sin pensar en quien le espera ahora, viviendo cada segundo, cada fulgor en su vida. Esperar a que lleguen las olas, trasnochar y acordarse de los que le quieren, comer una hamburguesa a deshora, cambiarse tres veces de ropa, ducharse tres veces al día, aparcar algo porque decide que no le gusta, que no le aporta nada, quedarse un poco más porque le ha gustado la conversación,…hay tanto, tanto por lo que ser feliz, por lo que luchar, por lo que sentir, que no es merecedor de ese amor posesivo, intransigente, un alma libre, con ganas de volar, pero lo que es aún más importante, con ganas de gritarlo, fuerte…"

¿DEL AMOR... AL ODIO?

Hace unos días, una amiga me preguntaba ¿por qué se pasa tan facilmente del amor al odio en una relación? Aunque supongo que cada caso es un mundo, esta pregunta no tiene fácil respuesta... ¿o sí la tiene?

¿Por qué no es amor, quizás… y es solo miedo? Me explicaré. Intentando evitar peligrosas generalizaciones en un tema tan lamentable como escabroso y que, la mayoría de las veces, tiene consecuencias nefastas en lo personal, como es el maltrato psíquico o físico, habría que ver primero a qué le llamamos amor. En demasiadas ocasiones llamamos amor a la posesividad, a una persona que domina irracionalmente a otra, etc. Y eso no es amor. El amor debe estar fundamentado en el respeto, la comprensión y el sentimiento mútuo de quererse. Pero no todo el mundo es capaz de sentir o practicar este tipo de amor. Hay muchas personas para las que el amor es, simple y llanamente, amarse demasiado a ellas mismas, imponiéndo sus criterios y valores y, lo que es peor, desoyendo los del "otro", ya sea su pareja, su amigo o su empleado; eso es vanidad, egocentrismo o soberbia... pero nunca amor! Así, cuando se llega a una situación en que el sometido y/o la víctima propiciatoria de este ser egocentrico que no sabe amar a alguien, se rebela, su hasta entonces dominador se ofende y se siente amenazado en su Ego y en su amor propio exacerbado, por lo que intenta ejercer y/o mantener su innato e incuestionable dominio y autoridad de la forma que sabe y puede. Ni que decir tiene que, ante una amenaza así, está dispuesto a emplear, si es necesario, la fuerza física para recobrar el poder sobre la otra persona... Quizás hay pasos intermedios hasta llegar a ese extremo, como es el maltrato psíquico que no consiste en nada más que intentar socabar la resistencia del otro mediante el continuado y a veces sutil ataque a su estima y valía personal. Es por ello que una de las consecuencias más evidentes del maltrato psíquico y/o físico es la paulatina aniquilación de la autoestima de la víctima.

Sin entrar en detalles morbosos, lo más paradógico de una situación de maltrato es cómo una persona puede ejercer su dominio sobre otra al precio que sea... y cómo esa otra consiente tal sometimiento, en contra de su propia persona e integridad psíquica, emocional e incluso física. Deberíamos afirmar con contundencia que el amor debe ser siempre favorable y positivo para sus protagonistas, si no, no es amor, es complacencia, miedo o algún tipo de adicción. Hay incluso quien afirma que esto, al menos en unas primeras fases, se debe al amor ciego o a la propia perseverancia y voluntad por mantener la relación por parte del sumiso... supongo que con la esperanza de que el maltratador llegue a cambiar algún día y se convierta en aquella persona adorable de la que creyó enamorarse. Particularmente pienso que el trasfondo del problema radica en un cierto tipo de personalidad de la persona sometida, que debido a su predisposición a dejarse dominar y cuestionar su propia conducta, acepta ser corregida y disciplinada por su ser amado, su protector, su maestro... dominador. Las raíces que fraguan este tipo de personalidad vulnerable ante estas situaciones deberíamos buscarlas en su infancia o adolescencia, donde posiblemente fue inconscientemente truncada su personalidad debido a su educación excesivamente estricta e intolerante, muchas veces de la mano de sus mismos progenitores y/o presuntos educadores. De hecho, estadísticamente hablando, las personas que han sido de alguna forma maltratadas en sus relaciones de pareja, muchas veces provienen de familias en las que existía algún tipo de maltrato -por sutil que fuera- habiendo sido víctimas directas o meros espectadores de escenas de este tipo en su entorno familiar cercano. Es por ello que no hay que buscar solo en sus relaciones sentimentales el origen, sino en el tipo de educación que recibieron o cómo llegaron a asumir su rol de víctimas en la vida, lo que les hace buscar -inconscientemente- relaciones malsanas y/o destructivas. De alguna manera, hasta que estas personas que aceptan -e incluso creer necesitar- la conveniente sumisión hasta doblegarse ante otra persona por su propio bien no llegan a ser conscientes de tal error y peligro, seguiran encontrándose una y otra vez personas dominantes en su vida, tanto en lo sentimental, como en lo profesional o en lo social. Y es que este tipo de personalidad, aparentemente débil y sumisa, atrae poderosamente a personalidades fuertes, egocéntricas y dominadoras. Y así, hasta que corrijan la vital y peligrosa tendencia, dándose cuenta de que la mal aprendida abnegación y sumisión a otra persona va siempre en contra de uno mismo y trae, como hemos visto, consecuencias graves en la propia personalidad y vivencia. Ni que decir tiene que también es necesario cambiar el erróneo concepto del amor que estas personas tienen interiorizado. El amor no puede ser nunca un correctivo, sino un sentimiento que nos debe procurar el crecimiento personal mútuo y, con éste, la pretendida y ansiada felicidad!

Como conclusión, aunque la cuestion tratada era por qué se llega tan facilmente del amor al odio en una relación, podríamos afirmar que no se trata de amor, sin más. O, en cualquier caso, no es amor entre dos personas, sino un "amor" exacerbado de y hacia uno mismo de una persona insegura, hasta el extremo de creerse con el derecho de imponer su personalidad, su autoridad y sus valores a otra persona que, por la razón que sea, permite tan cruenta y desequilibrada relación. Ni que decir tiene que, aunque merecería otro artículo aparte, la personalidad normalmente dominadora corresponde al hombre, auspiciada por factores educacionales que promueven y sobrevaloran su fortaleza física, su absoluto control de las situaciones y su capacidad de imponer su autoridad; en el otro lado, la persona sumisa suele ser una mujer educada para ser complaciente, abnegada y, sobre todo, con una peligrosa predisposición a admirar y sobrevalorar a su hombre, que supuestamente le confiere la necesaria protección y seguridad... aunque sea a un muy alto precio!

Seguramente podríamos seguir ahondando sobre este tema que hoy ya es una lacra social en países como España. Incluso podríamos buscarle un sentido más trascendental y profundo a este tema humano y, desgraciadamente, tan candente en los medios de comunicación social. Pero desearía acabar afirmando que la mal llamada violencia de género es, a mi parecer, una consecuencia más de un tipo de sociedad y, por ende, de educación que, con el tiempo, se irá quedando obsoleta, pues está basada en valores inamovibles que diferencian el rol masculino y femenino a partir de principios erróneos, otorgando al fuerte -el hombre- el deber de dominar a la presuntamente débil, es decir, la mujer. Creo sinceramente que, aunque el devenir del mundo sigue favoreciendo aún hoy esta distribución injusta e inhumana de roles entre los sexos, el mundo poco a poco va cambiando... y nuestros hijos e hijas tendrán una visión diferente y lograrán cambiar estos hábitos que no benefician ni al hombre ni a la mujer! ¿CEREBRO ENAMORADO?

Alguien pensará que tengo algo en contra de la ciencia y la investigación. No es así, creo interesantes los progresos científicos, así como la divulgación de éstos. No obstante, como siempre afirmo, considero que este progreso, en cuestiones como el amor o la felicidad, el espíritu o el alma, no dejan de ser meras conjeturas y/o descripciones algo frívolas sobre los síntomas... y no sobre las verdaderas causas del efecto estudiado. Estoy de acuerdo que la ambición humana, para estar segura y tener la sensación de control sobre lo que le ocurre al ser humano, intenta desentrañar los efectos de los hechos aparentemente más naturales.

Aqui tienes el extracto de un artículo del Psiquiatra catalán Josep Corbella, en el que relata un estudio para averiguar qué es el amor y, lo más importante, si es posible que dure toda la vida. Supongo que cada uno relata la historia según la ha vivido! Así, las generalizaciones resultan odiosas. Habría que definir primero qué es el amor y, seguramente, establecer distintos tipos de éste, para poder luego ver si dura o no toda la vida. La práxis personal o la observación nos dice que el amor dificilmente se prolonga toda nuestra vida, aunque deberemos tener en cuenta que el ser humano es, por definición, algo dinámico y, por ello, cambia constantemente su escala de valores; aparte, también deberemos tener en cuenta el aumento de la esperanza de vida, lo que nos hace más longevos cada día que pasa; y, en tercer lugar, deberíamos contextualizarlo en un entorno social también cambiante, lo que, sin duda, facilita o entorpece las relaciones sociales y, dentro de ellas, las sentimentales. Pero si además somos capaces de levantar algo más nuestra vista, habría que considerar qué es el amor verdadero y qué no lo es, aunque se le llame igual, coloquial y erróneamente.

Aquí tienes el mencionado artículo. Juzga por ti mismo.

EL CEREBRO ENAMORADO. AMOR para toda la vida. Una minoría de parejas mantiene viva la pasión durante décadas; los psicólogos estudian cómo lo logran. La Vanguardia. JOSEP CORBELLA - Barcelona - 14/01/2009

"EL PRIMER AÑO La actividad cerebral de algunas parejas maduras es igual que en novios recientes. Una minoría de parejas consigue mantener durante décadas el enamoramiento de los primeros meses de noviazgo, según ha comprobado una investigación de la Universidad de Stony Brook en Nueva York. El estudio se ha basado en resonancias magnéticas del cerebro de 17 personas que decían estar tan enamoradas como al principio de la relación tras llevar una media de 21 años con la misma pareja. Los resultados muestran que, cuando estas personas piensan en sus parejas, se les activan las mismas áreas del cerebro que a las personas que se encuentran al principio de una relación. "Siempre se había pensado que el amor apasionado decae inevitablemente con el tiempo. Sin embargo, en un estudio tras otro nos encontramos con estas personas que llevan muchos años juntas y que dicen estar intensamente enamoradas", ha explicado por correo electrónico el psicólogo Art Aron, director de la investigación. "Hasta ahora - explica Aron-habíamos atribuido estas manifestaciones de amor intenso a largo plazo a un proceso de autoengaño o al deseo de quedar bien". Pero Aron y su equipo en la Universidad de Stony Brook, intrigados por estas personas que aparecían en un estudio tras otro, decidieron investigar mejor qué tenían de especial..."

NOSOTROS... POR DENTRO Y POR FUERA!

Seguramente lo más difícil de nuestra vida es conciliar nuestra conciencia interior con lo que vivimos externamente, nuestra vida ordinaria. Por decirlo de alguna manera, estamos forzados a manejar una cierta "doble moral", es decir, por un lado, el espíritu necesario para sobrevivir a las necesidades y hábitos cotidianos y, por otro, este "yo" privado y nuestro, para configurar nuestra propia vida plena. Para muchos, esa visión competitiva y voraz de vanidad y de reconocimiento personal y profesional que exige el mundo nuestro es, sin duda, la coartada perfecta para dejar de ser humanos; para otros, sin embargo, es precisamente lo contrario, pues hacen prevalecer sus derechos y deberes como persona, so pena de ser considerados unos "outsiders" del sistema. Supongo que lo perfecto sería el equilibrio entre ambas visiones y conveniencias! Pero el hecho constatado es que hay pocas personalidades prestigiosas y reconocidas en el mundo de la empresa o la política que mantengan -al menos públicamente- su integridad y valores humanos... y, para según quien, divinos. ¿Son, según parece, incompatibles, la fama y el prestigio, con la verdadera calidad humana?

Las empresas, no ajenas a esta inconveniente y un poco esquizofrénica dualidad humana, empiezan poco a poco a interiorizar esta doble faceta de sus empleados. Sín duda, una empresa humanizada y que basa su actividad en un buen fin social y en la verdadera motivación personal es -o sería, en honor a la verdad- más potente, creativa y sostenible, en todos los sentidos. ¿Existe realmente vocación de mejora en este ámbito? ¿La motivación es simplemente una manera de acercarse más a su empleado, buscar su mayor involucración y así rentabilizar su puesto de trabajo? ¿Es esta moda de la vociferada Responsabilidad Social Corporativa (RSC) una pose de management avanzado y/o políticamente correcta, pero sin transfondo verdadero y humano?

Aquí un texto de un moderno libro sobre management empresarial. Como muestra un botón...

"El futuro del management", Gary Hamel.

Pida a un grupo de colegas que describan las características definitorias de su empresa: es probable que pocos o ninguno mencionen la adaptabilidad o la inventiva. En cambio, si les pide una lista de lo que distingue a los seres humanos de otras especies, la resistencia y la creatividad estarán en los primeros puestos.

Vemos demostraciones de esas cualidades todos los días, en nosotros mismos y en los que nos rodean. Todos conocemos a personas que han comenzado una nueva carrera laboral en busca de nuevos retos o de una vida más equilibrada. Conocemos gente que ha cambiado sus hábitos de consumo por el bien del planeta. Tenemos amigos y parientes que han experimentado una transformación espiritual, que se han crecido ante las exigencias de una paternidad o que se han crecido ante una tragedia. Cada día conocemos a personas que escriben blogs, experimentan con nuevas recetas, mezclan melodías o personalizan sus coches. Como seres humanos somos sorprendentemente adaptables y creativos, aunque la mayoría de nosotros trabajamos para empresas que no lo son. En otras palabras, trabajamos para organizaciones poco humanas.

Parece que hay algo en las organizaciones modernas que consume la resistencia y la creatividad naturales de los seres humanos, algo que despoja a los empleados de esas cualidades. ¿El culpable? Los principios y los procesos del management que fomentan la disciplina, la puntualidad, la economía, la racionalidad y el orden, pero otorgan muy poco valor al talento artístico, el inconformismo, la originalidad, la audacia, el entusiasmo. Por decirlo de manera sencilla, la mayoría de las empresas sólo son humanas de manera fraccionada porque únicamente dejan espacio para una fracción de las cualidades y capacidades que nos hacen humanos. Millones de personas acuden a trabajar todos los días, pero muchas de ellas van sonámbulas. El resultado: organizaciones que desaprovechan sistemáticamente su potencial.

DEJAR FLUIR LA VIDA...

Siempre afirmo que hay que dejar fluir la vida, nuestra vida. En ella todo está disponible -que no, premeditado- para llevarnos a la felicidad. Pero es cada uno, fruto de su libertad (ausencia de condicionamientos internos y externos) lo que nos permite aceptar lo que la vida nos ofrece en toda su amplitud o bien intentar seguir el cauce que marca nuestra propia mente, lo que nos otorga una aparente sensación de control y una supuesta seguridad. Pero la verdad es que nuestra experiencia a una cierta edad ya nos enseña que las cosas no son como pensamos, sino que son como son, sin más. Y luego vienen los desengaños, las desilusiones ante lo inesperado, que estaba aquí, pero que no quisimos verlo ni aceptarlo, a pesar de ser evidentes sus señales, si queremos verlas. Esa sincronicidad, ese guiño sutil ante una persona o una situación, ese detalle que evidencia algo que solo nuestra alma entiende...

Y es que la mente o nuestro corazón desbocado anhelan tener el control de nuestra vida. Nos educaron para ello, amenazándonos que, negándonos, o lo que es lo mismo, siendo tal cual somos interiormente, es una muestra de rebeldía o de insumisión a lo que nos conviene y ante los demás. Y así hemos transitado durante demasiados años de nuestra vida! Pero llega un día en que nos damos cuenta que ese control impuesto por la mente no siempre está de acuerdo con los que nuestra conciencia interior nos dicta con una voz suave, pero insistente. Y, con el tiempo y la madurez, esa voz se va haciendo día a día más patente y más reiterativa, cada día se hace más difícil desoirla... a pesar de que nuestra mente y nuestro corazón siguen intentando desesperadamente retomar el control. Y ahí es la fortaleza y la coherencia con nuestro yo interno lo que nos permitirá imponer el alma, ese punto equidistante entre el corazón y la mente, que los utiliza a ambos como siervos en su justa medida. Y es ese dictado del alma quien nos garantiza la felicidad de actuar de acuerdo a lo que sentimos interiormente y en linea con el ahora de nuestra vida.

Pero a la mente le hemos concedido -ingénua y negligentemente- nuestro control, a pesar de que ella es limitada, es manipulable y, sobre todo, no sabe gestionar los sentimientos que nos mueven desde dentro, ni tan siquiera experimentar lo que la vida real nos ofrece en toda su plenitud. Los expertos, obsesionados con las estadísticas y lo empiricamente demostrable, afirman que en la mente de una persona adulta se generan unos 60.000 pensamientos cada día. Ni que decir tiene que muchos de esos pensamientos provienen de lo aprendido, lo interiorizado por nuestra experiencia y, por ello, en muchos casos no responde a nuestra verdadera manera de ser interior, son pensamientos limitativos y, sobre todo, tienen poco que ver con la realidad y el ahora de nuestra vida. Todo eso hace que vivamos una vida ajena, irreal y sustentada por algo tan vulnerable, efímero y variable como nuestros pensamientos y espectativas, lo que nos aleja de esa felicidad que nace dentro y se basa en vivir en cada momento la realidad de nuestra vida según nuestro anhelo interior y constante.

Y es la propia mente la que, en casos extremos, se sirve de un infalible peón, que es el miedo. Porque el miedo cuestiona y se defiende de lo que no conocemos, lo que desdice lo establecido... El miedo nos hace refugiarnos -de nuevo- en lo experimentado, lo controlado... aunque sepamos interiormente que siempre fue insatisfactorio y no nos trajo consigo la felicidad que, como seres humanos, buscamos incansablemente en la totalidad de nuestra vida. Y ese círculo vicioso solo es posible romperlo por el sentimiento opuesto al miedo, es decir, el amor, el amor verdadero. Porque amar, como concepto general, no significa más que sentir bienestar con nosotros mismos, linealidad con nuestra alma y confianza en algo (la vida) o alguien (las personas que nos rodean) y participar con éstos para alcanzar nuestra deseada felicidad.

CUANDO CALLAS...

Guardar silencio puede ser

Una muestra de sabiduria y prudencia, pero también un signo de temor y complicidad.

Cuando callas, tambien hablas de ti mismo.

Cuando callas un secreto, conozco tu fidelidad de amigo.

Cuando callas tu propio dolor, conozco tu fortaleza.

Cuando callas ante el dolor ajeno, conozco tu impotencia y tu respeto.

Cuando callas ante la injusticia, conozco tu miedo y tu complicidad.

Cuando callas ante lo imposible, conozco tu madurez y dominio.

Cuando callas ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduria.

Cuando callas ante los fuertes y poderosos, conozco tu temor y cobardia.

Cuando callas ante lo que ignoras, conozco tu prudencia.

Cuando callas tus propios meritos, conozco tu humildad y grandeza.

El silencio es el tiempo donde el sabio medita, la carcel de la que huye el necio y el refugio donde se esconden los cobardes.

Sé tu mismo... aunque sea en silencio!

¡CONVÉNCETE!

Convéncete de ser tan fuerte, que nada ni nadie puedan perturbar la paz de tu espíritu.

Convéncete de hablar de salud, progreso y felicidad a todos los que te encuentres.

Convéncete de hacer sentir a tus amigos que hay algo grande en ellos.

Convéncete de ver todo por el lado noble y hermoso, haciendo que tu optimismo sea sincero.

Convéncete de pensar sólo en lo mejor y esperar sólo lo mejor.

Convéncete de tener tanto entusiasmo por el éxito de los demás como por el tuyo propio.

Convéncete de olvidar los errores del pasado y luchar por las grandes realizaciones del porvenir.

Convéncete de llevar todo el tiempo un semblante alegre y tener siempre una sonrisa para todos.

Convéncete de ser tan grande para la pena, tan noble para la cólera, tan fuerte para el miedo, que tu felicidad no tema la presencia del dolor.

6 DE ENERO

¿REYES MAGOS?... NO SIN MI HIJA!

Días como hoy, en que celebramos la venida de los Reyes Magos, nos damos cuenta de que estas fiestas y celebraciones están hechas para los niños... O, lo que es lo mismo, sin niños no resultan igual de mágicas! Pero un día como hoy, en el que a mi hija "le toca" estar con su madre, uno siente una cierta tristeza al no ver su mirada ilusionada al abrir sus esperados regalos, uno echa de menos sus sonrisas y sus exclamaciones al ir desenvolviendo paquete a paquete sus nuevos juguetes!

Esa es una experiencia ingrata, pero cómún para muchas personas que, voluntaria o involuntariamente, no estarán hoy con sus añorados hijos. Unos, los llamados inmigrantes, porque los tienen tal vez a miles de kilómetros de distancia, aunque los sientan cercanos; otros, porque en un buen día decidieron luchar por su respeto y amor y rompieron ataduras con alguien que les impedía ser y sentir como eran; otros porque no pudieron o no quisieron tener hijos; otros más porque, sin tener opción, fueron simplemente abandonados a su suerte cuando su pareja salió de su vida sin previo aviso... Qué más dan las razones de unos y otros para un día como hoy sentirse demasiado lejos de sus seres queridos!

En una mañana como esta, la de Reyes, los niños han dormido inquietos, revolucionados y espectantes ante la llegada de sus regalos. Mi hija de 8 años anoche afirmaba muy seria que no dormiría esta pasada noche para descubrir, al fín, si los reyes magos eran sus padres! Seguramente un día como hoy todos los niños han despertado impacientemente a sus papás y les han pedido permiso para ir a ver si los Reyes habían traido sus merecidos regalos. Sus papás, tal vez un tanto ajenos a tanta alegría, habrán hecho el esfuerzo de levantarse de la cama antes, con tal de compartir con sus niños ese especial momento de la Navidad; entrar en una habitación y verla llena -o no tanto, aunque a los niños siempre les parecerá repleta- de paquetes cariñosamente envueltos con llamativos papeles de colores, es siempre algo mágico; como mágica es la cara de felicidad al ir desenvolviendo paquete a paquete sus regalos, mirándolos con sorpresa y enseñándolos a sus papás y demas hermanos; seguramente ese momento quedará subitamente aplazado porque deberán marcharse a buscar otros regalos a casa de algún otro familiar, ya sean abuelos o tíos; ese día recorrerán familiarmente calles y calles llevando consigo esos regalos empaquetados y que tanto habían esperado, sean o no lo que habían escrito en su propia carta a los Reyes Magos! Pero hoy mi pensamiento es para los miles de padres y madres que, por una razón u otra, no vivirán ese especial momento junto a sus hijos. A esos papás que sentirán lejana la felicidad vista en la mirada ilusionada de un niño! A esas personas que contemplarán absortos y un tanto nostálgicos este día de unos Reyes Magos que no pasaron y compartieron sus regalos en su hogar vacío de alegría infantil!

A todos ellos recordarles, no obstante, que la felicidad de un niño la llevamos todos y cada uno de nosotros dentro de nuestro corazón... simplemente hay que saberla y quererla descubrir, dándonos cuenta de que solo son nuestros sentidos lo que encuentran a faltar la sonrisa de un niño... pero que en nuestro corazón las personas físicamente ausentes comparten con nosotros y cada día esa felicidad que seamos capaces de compartir aún estando lejos! Y ese es el mejor regalo que uno puede hacerse en un día como hoy, el de la anual venida de los Reyes Magos!

6 DE ENERO

¿SOLO UN AÑO MÁS?

En España, hoy 6 de enero, festividad de los Reyes Magos, supone el final de las fiestas navideñas. Atrás quedan ya los fastos, las excesivas celebraciones familiares, los regalos, las sonrisas y alegrías de los reencuentros, las celebraciones religiosas, las luces y guirnaldas en las calles, los adornos en los hogares...

A partir de hoy todo vuelve a empezar y así llega, de facto, un año nuevo, un año más en nuestra vida. Se reinicia el trabajo, el colegio para los niños, la cotidianidad en los hogares. Todo vuelve a la normalidad, queramos o no. Un año más por empezar, con una cierta nostalgia de las pasadas fiestas y todo está aún por hacer. Hemos pedido deseos para este nuevo año y pretendemos cumplir promesas hechas al acabar el pasado. Pero todo eso se irá diluyendo con los días. La rutina abonará el olvido paulatino y las sonrisas se disiparán en los primeros días de un año que, según parece, no será demasiado fácil...

Pero solo quiero recordarte que un nuevo año no es necesariamente un año más! Dependerá del entusiasmo que seamos capaces de crear en nuestro día a día; de la capacidad de sonreir a las personas que hay cerca nuestro siempre que nos sea posible; de nuestra ilusión por ver siempre la botella medio llena en vez de medio vacía... No dependerá de nadie más que de nosotros, de cada uno de nosotros! Para ello habremos tenido que dejar en el año recién finalizado nuestras dudas, angustias, incertidumbres, miedos... para poder abordar este nuevo año como merece, con toda nuestra energía y entusiasmo... Nos lo debemos, te lo debes a ti mismo!

Intenta adquirir nuevos y saludables hábitos para tu cuerpo, tu mente y tu espíritu! Establece rutinas positivas que te ayuden a ser tal como eres y a vivir según ello; intenta no intoxicarte con informaciones sobre cómo marcha la economía, los conflictos bélicos, la consabida y anual cuesta de enero, los asuntos políticos o los desagradables sucesos que cada día más llenan los informativos; rodéate de personas que te respeten, te entiendan, te aprecien o te quieran y da la espalda a las gentes negativas, embaucadoras o liantas que solo te complican la vida; busca momentos para ser tú, solo y en compañía; encuentra espacios por donde pasear en la naturaleza y contempla su magestuosidad, considerándote a tí mismo como parte de su propia grandeza; estáte bien atento a todo lo que sucede alrededor tuyo y no caigas en el común error de solo fijarte en lo malo o negativo que ves u oyes; propón y participa en conversaciones útiles e interesantes, no solo en charlas para criticar o repetir lo mal que está nuestro mundo; sonrie siempre a todas las personas que se crucen en tu día a día; busca alguna oportunidad cada día para sentirte feliz y hacer feliz a alguien, también te hará sentir bien; si en algún momento estás cabizbajo o desanimado, mira la cara sonriente de un niño y aprende de él a ser alegre y a mirar la vida con ilusión y con sorpresa; por cierto, sorpréndete también a ti mismo sintiendo intensamente lo que sientes y cuando lo sientes...

En fín, concédete el derecho a ser feliz y a vivir como mereces! Recuerda que solo tú eres el protagonista inequívoco de tu vida... y del nuevo curso que ahora empieza! Siéntete joven!

Y recuerda siempre que ser jóven es solo una actitud...

"La juventud no es un momento en la vida, sino un estado de ánimo. Las personas envejecen solo cuando abandonan sus ideales y, con la edad, pierden la conciencia de la juventud. Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma. Eres tan viejo como tus dudas, tus temores, tu desesperación. La manera de mantenerse joven es manteniendo tu fe joven. Mantén joven tu confianza. Mantén joven tu esperanza". L.F. Phelan

¿SIENTES ANSIEDAD O MIEDO? ¿AQUÍ LA SOLUCIÓN...?

Supongo que, una vez más, faltaré a mi humildad y prudencia, atacando al aparente progreso humano. Pero es que cada vez que veo artículos como el que reproduzco seguidamente, reconozco que me exalto. El siguiente artículo habla sobre la ansiedad y el miedo, y de la aparición de un milagroso fármaco para sanarlo. Seguramente a nuestro mundo le conviene generarnos miedo, pues así entregamos nuestra certeza y confianza para que el mismo mundo nos salvaguarde de ello, aunque sea a través de un conveniente producto farmacéutico o de un político redentor! Es más vistoso y lucrativo que intentar cambiar el mundo o simplemente averiguar las verdaderas causas de tal ansiedad y temor. Es fácil analizar los síntomas de cualquier trastorno físico y aplacarlos con sustancias químicas que, en el fondo, solo eliminan temporalmente esos síntomas y molestias.... y a ser posible creando una adicción más en nuestra depauperada vida! Es decir, crear enfermos para luego curarlos! Por no hablar en sentido más amplio de otros ámbitos más cotidianos y mundanos, como de la actual crisis en el sistema económico mundial, aparentemente paliada por nuestros políticos altruistas con parches y placebos inútiles (subvenciones, ayudas, medidas correctivas, etc.) que solo perpetúan el error y pretenden a toda costa evitar lo inevitable...

Pero volviendo a la ansiedad y al miedo humano, detrás de esos síntomas está la verdadera causa de la ansiedad y el miedo, que quedan idemne frente al milagroso fármaco. Y es que se nos ha enseñado a confiar en nuestro insano e inhumano mundo, a adaptarnos sin rechistar a él... pero cuando éste falla y se desmoronan los erróneos referentes que el propio sistema ha creado artificialmente para otorgarnos seguridad y bienestar, nosotros los ciudadanos nos sentimos desvalidos. Y buscamos -de nuevo- una solución en el propio mundo externo, paradógicamente el mismo que nos ha provocado la incertidumbre. Y ahí no está la esencia del problema ni la solución a nuestra dolencia existencial. Está más adentro, en nuestro interior! Y no es más que la falta de sentido de nuestra vida, lo que nos deja indefensos ante lo que acontece en nuestro mundo ajeno, atolondrado y mercantilista. Solo dotando de sentido a lo que vemos, hacemos y vivimos sería suficiente para entender la vida y gestionar eficazmente nuestras emociones, esas que a veces nos perturban cuando todo se mueve. Y ese milagroso sentido no hay que buscarlo fuera, sino en nuestro olvidado interior, donde se guisan los diferentes ingredientes de nuestra propia vida: en el Alma o el espíritu... o llamémosle como queramos. Ahí está el verdadero y propio sentido de nuestra propia existencia, esperando que tengamos el valor de redescubrirlo y utilizarlo en nuestro cada día, en nuestra vida entera!

Aquí el mencionado artículo. Extrae tus propias conclusiones...

Hallan un remedio para la ansiedad generalizada y el "miedo al miedo". Oscar Martín. El Semanal Digital, 3 de enero del 2009.

La Federación Mundial de Sociedades de Psiquiatría Biológica recomienda Lyrica como tratamiento eficaz de primera línea en pacientes que sufren trastorno de ansiedad casi permanente.

CRISIS DE PÁNICO

La ansiedad, preocupación o síntomas físicos provocan un deterioro en las relaciones familiares, sociales, laborales o de otras áreas importantes de la actividad.

La Federación Mundial de Sociedades de Psiquiatría Biológica (WFSBP) ha actualizado sus directrices de práctica clínica y recomienda Lyrica (pregabalina) como tratamiento de primera línea para pacientes con trastorno de ansiedad generalizada, una enfermedad crónica que se estima que afecta a un 6% de la población europea. La recomendación de pregabalina se basa en la eficacia mostrada en los ensayos clínicos y en la relación favorable beneficio/riesgo que presenta.

El profesor Borwin Bandelow, del departamento de psiquiatría y psicoterapia de la Universidad de Göttingen de Alemania apunta al respecto que "las nuevas directrices son un paso importante para mejorar la calidad de los pacientes con ansiedad. Espero que estas recomendaciones se integren dentro de las pautas europeas, ya que éstas son el pilar de la práctica clínica".

¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Generalizada?

El síntoma fundamental es la ansiedad, que es persistente en el tiempo (dura más de 6meses) y generalizada, sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar), no estando restringida a una situación en particular como en las fobias ni presentándose exclusivamente en forma de crisis, como en el caso de las crisis de pánico.

El estado de ansiedad es casi permanente, oscilando levemente durante el transcurso del día y afectando la calidad del sueño. La ansiedad esta asociada muy frecuentemente a preocupaciones excesivas (llamada expectación aprensiva). Por ejemplo: miedo a que algún familiar cercano o la misma persona que sufre este trastorno puedan tener un accidente, enfermarse o morir. A la persona le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación.

La ansiedad y preocupación se asocian a 3 o más de los siguientes síntomas:

- Nerviosismo, inquietud o impaciencia

- Fatigabilidad (cansancio) fácil

- Dificultad para concentrarse o poner la mente en blanco

- Irritabilidad

- Tensión muscular, temblor, cefalea (dolor de cabeza), movimiento de las piernas e incapacidad para relajarse

- Alteraciones del sueño: dificultad para conciliar o mantener el sueño o sensación al despertarse de sueño no reparador - Sudoración, palpitaciones o taquicardia, problemas gastrointestinales, sequedad de boca, mareos, hiperventilación (aumento del número de respiraciones por minuto)

Miedo al miedo

La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan un malestar significativo o deterioro en las relaciones familiares, sociales, laborales o de otras áreas importantes de la actividad de la persona. Los síntomas de ansiedad en el Trastorno de Ansiedad Generalizada son constantes a diferencia de lo que ocurre en el Trastorno de Pánico donde la ansiedad-pánico aparece en forma paroxística tomando la forma de una Crisis de Pánico.

La Crisis de Pánico no suele durar más de 30 minutos pero deja a quien la padece con mucho temor a presentar una nueva crisis. Este "miedo al miedo" se lo denomina "Ansiedad Anticipatoria" y puede confundírse con un Trastorno de Ansiedad Generalizada.

Es importante además descartar que los síntomas de ansiedad no sean debidos a la ingesta de algún tipo de sustancia ansiogénica: cafeína, anfetaminas o a una enfermedad médica (hipertiroidismo por ej.). Asimismo los Trastornos Depresivos se asocian con mucha frecuencia a ansiedad. Es muy importante realizar un correcto "Diagnóstico Diferencial" para poder llegar a un diagnóstico acertado de lo que le ocurre a quien se encuentra padeciendo un cuadro de ansiedad.

La principal causa de fracaso terapéutico es la falta de diagnóstico o un diagnóstico errado. El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es mucho más de lo que una persona normal con ansiedad experimenta en su vida diaria. Son preocupación y tensión crónicas aún cuando nada parece provocarlas. El padecer este trastorno significa anticipar siempre un desastre, frecuentemente preocupándose excesivamente por la salud, el dinero, la familia o el trabajo. Sin embargo, a veces, la raíz de la preocupación es difícil de localizar. El simple hecho de pensar en afrontar el día puede provocar ansiedad.

El estudio demuestra la eficacia de Lyrica

Los datos procedentes de los estudios demuestran que pregabalina proporciona eficacia rápida y sostenida para el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada desde la primera semana de administración del medicamento, tanto sobre los síntomas psíquicos como en los físicos.

Además de Lyrica, La Federación Mundial de Sociedades de Psiquiatría Biológica recomienda como tratamiento de primera línea para el TAG, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotina (escitalopram, paroxetina y sertralina) y los inhibidores de la recaptación de serotina y noradrenalina (duloxetina y venlafaxina). Por otro lado, destaca la necesidad de combinar el tratamiento farmacológico con otros no farmacológicos, como la terapia cognitiva para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Sobre Lyrica

Lyrica es un medicamento desarrollado por Pfizer indicado para el tratamiento de dolor neuropático periférico y central en adultos, para el tratamiento combinado de las crisis parciales de epilepsia con o sin generalización secundaria y en tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) en adultos.

Pregabalina recibe la aprobación en Europa en el 2007 para el tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada basada principalmente en cinco estudios controlados, aleatorizados, doble- ciego, con una muestra compuesta por más de 2.000 pacientes. LA MAGIA ES LA CAPACIDAD DE PERCIBIR LAS MARAVILLAS!

Reconozco que habitualmente suelo utilizar la palabra "magia" en mis conversaciones y escritos, cada vez más. Y es difícil explicar el por qué. Quizás porque, con los años, uno aprende a ver más allá de sus ojos y percibe lo que vive como algo mágico y singular, ya sea un encuentro con alguien, un lugar o un instante vivido. También sé que mucha gente que conozco, inmersos en el escepticismo, el puro realismo o la indiferencia, vive su vida como algo normal, cotidiado e intrascendente. Estos mismos son los que -seguramente a mis espaldas- sonrien ante mi peculiar manera de ver y de vivir la vida, mi vida. Aún así, a pesar de su reduccionismo vital, algunos de ellos cuando me escuchan comentar algo en este sentido, su semblante muchas veces cambia súbitamente y creen entender de lo que hablo y cómo hablo. Les resuena en su interior. Lo que está claro es que, quien no puede o no quiere verla así, es inútil intentar convencerle de lo contrario, de insinuarle siquiera que la vida, si no se vive con magia, de manera trascendente, no merece la pena vivirla. Y quien me entiende, quien en su interior oye "resonar" mis palabras, es que tiene la misma capacidad que yo para vivirla. Porque la magia en nuestro mundo está ahí, nos guste o no mencionarla y/o vivirla!

Algunos la desconocen hasta que cae en sus manos accidentalmente un libro, leen un poema u oyen una conversación mística con la que se sienten identificados. Como suelo decir, yo no descubro nada, tan solo lo siento así y tengo la capacidad de identificar a quien quiere y sabe entenderme y pongo palabras a esos deseos y voces ocultas que quizás guarda -inconscientemente- en su interior. Solo expreso lo que ese alguien ya tiene en su Alma y, en todo caso, ayudo a que salga hacia afuera y, a ser posible, invito a que lo viva de esta manera. Seguramente es más fácil y cómodo atender las vociferaciones de la mente y seguir viviendo la vida cotidiana y rutinaria, tal y como nos enseñaron a vivirla... pero una vez alguien ha podido desenmascarar su yo interno, es un camino sin retorno hacia uno mismo, hacia la propia vida y, como consecuencia de ello, hacia la verdadera felicidad, a través del verdadero amor!

Si has llegado hasta aquí en este libro y no has visto siquiera la posibilidad de que la magia existe en ti mismo y en tu vida, te agradezco tu paciencia!

Si, en cambio, has descubierto algo de magia en ti y en tu vida mientras lo leías, me doy por satisfecho como escritor!

Este libro, recopilación de escritos e imágenes del Blog CONTIGOMISMO, fue finalizado el 20 de septiembre del 2011, por su autor Miguel Benavent de B. Puig.

Para contactar con el autor: [email protected] Blog CONTIGOMISMO: www.contigomismo.com