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Memoria de la Asociación en el 2002 Fernando Leiva Briones. Secretario de la Asociación ...... 9 Museos

Belmez. Museo Histórico Municipal y del Territorio Minero Manuel Cano García. Director del Museo ...... 21 - Belmez. Arqueología y Arte en un paisaje del Alto Guadiato Antonio J. Monterroso Checa. Arqueólogo. Conservador del Museo ... 27

Cabra. Museo Arqueológico Municipal Julián García García. Director del Museo ...... 39 - Notas en torno a la colección de cerámicas orientalizantes del Museo de Cabra Juan Blánquez Pérez. Universidad Autónoma de Madrid ...... 43

La Carlota. Museo Histórico Local “Juan Bernier” Antonio Martínez Castro. Director del Museo ...... 63 - Los Museos Locales: concepto, ventajas y retos Antonio Martínez Castro. Director del Museo ...... 67

Doña Mencía. Museo Histórico Local Alfonso Sánchez Romero. Director del Museo ...... 83 - Las Téseras del Museo de Doña Mencía Alfonso Sánchez Romero. Director del Museo ...... 87

Fuente Tójar. Museo Histórico Municipal Fernando Leiva Briones. Director-Conservador del Museo ...... 97 -Grafitos ibéricos sobre terra sigilata expuestos en el Museo Histórico Municipal de Fuente Tójar (Córdoba) Fernando Leiva Briones. Director-Conservador del Museo ...... 103

Montemayor. Museo de Ulía Pablo Moyano Llamas. Director-Conservador del Museo ...... 111

Montilla. Museo Histórico Local Asociación de Arqueología Agrópolis ...... 121

5 -El yacimiento romano de Cerro Cocorrón (, Córdoba) Raquel Alors Reifs José M. Lara Fuillerat Pedro J. Lacort Navarro ...... 125

Montoro. Museo Arqueológico Municipal Santiago Cano López. Director-Conservador del Museo ...... 143 -El “Hermes” del Museo Histórico Municipal de (Córdoba) Esperanza Rosas Alcántara. Lda. en Historia del Arte ...... 147 - En torno a una inscripción romana del Museo de Montoro Santiago Cano López. Doctor en Filología Clásica ...... 153

Palma del Río. Museo Municipal Rafael Nieto Medina. Conservador del Museo ...... 161 -Intervención arqueológica de urgencia en el Convento de Santa Clara de Palma del Río (Córdoba) Mª Reyes Lopera Delgado Rafael Nieto Medina ...... 167

Priego de Córdoba. Museo Histórico Municipal Rafael Carmona Ávila. Director del Museo. Arqueólogo Municipal ...... 175

Priego de Córdoba. Patronato Municipal “Niceto Alcalá Zamora” Francisco Durán Alcalá. Director del Museo ...... 195

Puente Genil. Museo Histórico Local Francisco Esojo Aguilar. Director del Museo ...... 209

Santaella. Museo Municipal Juan M. Palma Franquelo, Joaquín Palma Rodríguez y Francisco J. del Moral Aguilar Equipo directivo del Museo ...... 219 -El yacimiento romano de “Casilla de los Valerios” (, Córdoba) José M. Lara Fuillerat Raquel Alors Reifs Pedro J. Lacort Navarro ...... 221

Villa del Río. Museo Histórico Municipal Mª de los Ángeles Clémentson Lope. Conservadora del Museo ...... 247

6 -A propósito de un texto epigráfico latino de carácter funerario Mª de los Ángeles Clémentson Lope Bartolomé Delgado Cerrillo ...... 249 Asociaciones

Ad Aras. Asociación de Amigos del Museo Histórico Local de La Carlota Fernando J. Tristell Muñoz. Museo Histórico local de La Carlota ...... 257

Saxoférreo. Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico ...... 265

Proyecto para la realización de actividades relacionadas con el patrimonio cultural en colaboración con las AMPAs de la localidad ...... 271

Publicación de artículos Normas para la presentación de originales ...... 283

7 Museos Belmez Belmez. Arqueología y Arte en un paisaje del Alto Guadiato

Antonio J. Monterroso Checa Arqueólogo. Conservador del Museo

La Historia de los pueblos es en sí Esa actividad de admirar lo propio la intrahistoria de sus gentes y debe como beneficioso para él mismo y lo resultar tremendamente reconfortan- ajeno es un ejercicio de valoración del te para éstas el observar día a día lo Patrimonio como seña inconfundible que de positivo añade su localidad de identidad. para el conjunto de la colectividad hu- mana o en su caso, para el marco Todavía podemos ampliar el mar- geográfico al cual los lugareños de- co conceptual y geográfico de lo di- ben parte de su identificación como cho líneas arriba. Se puede pasar no oriundos de algún sitio determinado. sólo de admirar y valorar lo más va-

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lioso de un pueblo a acaparar todo lo del pasado que resultan muy lejanos que puede circundar los límites terri- conceptualmente para la fisonomía toriales del casco urbano de éste, sin cultural de la Villa fundada en la Edad distinción temporal o cultural alguna, Media, pero que están dentro de sus resultando de esta manera una iden- límites y deben ser incorporados al tidad híbrida y en cierta manera falsa ejercicio de lectura de la Historia de pero elogiable desde el punto de vis- la zona. Son recursos que hoy día ta de un marco cultural lo suficiente- debemos valorar para ser capaces mente amplio como para no caer en de ofrecer una visión diacrónica lo un raquítico localismo. La total acu- suficientemente rica como para saber mulación del patrimonio local en una especificar los límites de la identidad misma y única identidad puede dar actual del pueblo y desde hay hacer- lugar a distorsiones históricas del todo la asequible a los que de fuera vie- punto recriminables si con ello se pre- nen a conocer Belmez y el Alto Valle tende construir como categórico axio- del Guadiato. ma la imagen histórica de un deter- minado pueblo. 1.1. La Prehistoria

Intentaremos en las próximas lí- La Prehistoria de la zona neas hacer un recorrido por los mo- belmezana queda suficientemente numentos y datos históricos conoci- ejemplificada por los yacimientos ar- dos y contrastados de nuestro pue- queológicos de Sierra Palacios, Ca- blo con el objetivo de valorar en su sas de Don Pedro, Cerro del Castillo, justa medida lo que hoy reconocemos La Retuerta, Fuente del Corcho, Ca- como el Patrimonio Histórico de beza de Vaca y Doña Rama. Belmez, es decir, que había antes de la fundación del pueblo, que se ha El análisis de conjunto de los an- aportado después y como se recono- teriores yacimientos ofrece una pano- ce el belmezano actual dentro de ese rámica bastante amplia de los modos variopinto paisaje histórico. de hábitat y enterramientos en la zona. Casi todos los yacimientos sal- 1. La identidad Histórica I: El tér- vo Sierra Palacios se ciñen a mino municipal de Belmez en la enterramientos en tipo túmulo, es de- Prehistoria y la Antigüedad cir una construcción interior conforme a grandes bloques de piedra cubierta Debemos ser consecuentes con el por una considerable montaña de tie- pasado. Belmez como tal en la Pre- rra y vegetación, o bien en tipo cova- historia y la Antigüedad no existe, de cha o grieta tal y como es el caso de ahí que hayamos optado por enunciar La Retuerta o Cerro del Castillo. Es este apartado bajo los límites geográ- decir en los sitios de orografía suave ficos impuestos por el actual territorio construyen las tumbas y en aquellos de la localidad. Actualmente Belmez en los que la naturaleza es más abrup- hace un elogiable ejercicio de incor- ta se aprovechan de los recursos que poración a su identidad de elementos esta ofrece, así se documentan

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enterramientos en las grietas existen- la riqueza agrícola y ganadera de esta tes en la roca caliza del Cerro del Cas- zona la que en conjunto ofreciera un tillo (VAQUERIZO et alii, (1994,59) o amplio marco de posibilidades para el en una diaclasa existente en un aflo- asentamiento de estos pueblos se- ramiento de pudingas en la zona de dentarios que aparecerían dispersos La Retuerta (VAQUERIZO et alii, por toda la superficie de nuestra co- (1994,60). marca, habida cuenta de que se do- cumentan enterramientos por toda la Yacimientos singulares por su superficie territorial de ésta. Los pri- complejidad son Sierra Palacios y meros pobladores se asentarían en el Domen de Casas de don Pedro. Sin- Alto Guadiato en el Neolítico, hace gulares en el sentido que son los dos 4500 años como testimonia el pobla- únicos restos de poblados prehistóri- do hallado antes de la construcción cos excavados e interpretados cientí- del Dolmen de Casas Don Pedro y ficamente en todo el norte de la pro- continuaría en el Calcolítico como de- vincia de Córdoba. De los dos el más muestra el poblado de Sierra Palacios, antiguo es el situado bajo el dolmen, a partir de aquí el poblamiento sería es decir, se sabe que antes de la cons- continuado en posteriores épocas trucción del poblado de Sierra Pala- pero no en los mismos lugares, los cios y del recinto funerario de este al asentamientos buscarán otro tipo de cual pertenece el monumento de Ca- localizaciones atendiendo a la sas Don Pedro, existió otro asenta- casuística concreta de cada período miento más antiguo, que desarrolla- histórico determinado. Sería la adap- ría su vida hace 4500 años. Posterior- tación al medio geográfico (VAQUE- mente, en el Calcolítico -aproximada- RIZO et alii, (1994, 21) de estos pri- mente hace 3000 años- los restos de meros pobladores la que posibilitase ese hábitat primigenio quedaría un desarrollo continuado de la pobla- obliterados por la construcción de ción en la Prehistoria y posteriormen- dolmen (GAVILÁN, B. ( 2001). te en la Antigüedad. Si obviáramos los actuales límites de propiedad de ada Los monumentos belmezanos hay localidad obtendríamos un paisaje ur- que entenderlos dentro de un contex- banístico surcado por numerosas ele- to general. Su tipología no se restrin- vaciones artificiales del terreno como ge exclusivamente a nuestro término consecuencia de la construcción de municipal, hay que considerar que se enterramientos de tipo túmulo a los entienden bajo el manto que les ofre- que deberíamos de unir los ce casi toda la superficie que hoy de- enterramientos en las zonas rocosas nominamos Alto , de , Cerro del Castillo o Peñón ya que estos primeros asentamientos de Peñarroya. Junto a esto queda por prehistóricos y sus tumbas encuen- ubicar la localización de los poblados tran continuidad en los ricos yacimien- de los cuales como ya hemos dicho tos que se documentan en los térmi- sólo conocemos dos. nos municipales de , o Espiel. Sería Actualmente son los dólmenes y

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concretamente dentro de ellos el de centro neurálgico del Alto Guadiato en Casas de Don Pedro los monumen- este momento determinado de la His- tos que más asumidos están dentro toria queda centralizado en Mellaria, de las imágenes prehistóricas de ciudad romana situada en el conoci- Belmez. Cierto es que por su calidad, do como Cerro de Masatrigo, actual- dimensiones e importancia el Dolmen mente en el término municipal de de Casas Don Pedro debe ser el pun- fuente Obejuna. Volvemos a incidir en to de referencia fundamental en el algo apuntado anteriormente, no se momento de comenzar a explicar la debe formalizar un binomio Mellaria, secuencia histórica de nuestra locali- Fuente Obejuna romana, ya que ésta dad y sus alrededores. Esto es así como Belmez es de origen medieval por varios factores. El primero de ellos y no antiguo. Hay que incidir en que queda explicado por la propia impor- Mellaria, sería el centro de referencia tancia del monumento y por la máxi- de todas las poblaciones mineras y ma categoría legal de bien de Interés agropecuarias antiguas que existirían Cultural que actualmente le ampara. en el Alto Guadiato, actuaría como El segundo es por la calidad científi- centro de organización del territorio y ca de sus excavadores, los cuales han de todas aquellas poblaciones disper- conseguido que el dolmen belmezano sas por él, a este tipo de centros se- sea uno de los escasos testimonios cundarios, dependientes en alguna de su especie que gozan de un feliz medida de la centralización ejercida proceso científico de estudio. Por fin por Mellaria, sus minas (La Loba, La es de obligado cumplimiento el resal- Pava, Rosalía, San Bartolomé...), su tar que, una vez estudiado agricultura y vías de comunicación arqueológicamente el monumento se podrían pertenecer algunos yacimien- procede a su puesta en valor por par- tos dispersos por el término de te de las administraciones competen- Belmez, los cuales no gozan hoy día tes, por lo que resulta elogiable el tra- de investigación arqueológica aplica- bajo de todas las personas de uno y da como para dilucidar científicamen- otro campo han conseguido cerrar el te a qué tipo de asentamiento perte- ciclo de excavación, conocimiento y necen. Así pues todas estas zonas de disfrute de un monumento tan singu- poblaciones secundarias quedarían lar. Será en un futuro nuestro Museo dentro del territorio dominado por Histórico, el encargado de presentar Mellaria, es decir, en el ager el monumento a todo visitante que Mellariensis que quedaría limitado por tenga a bien acercarse a la cultura que los otros dos “términos municipales” emanan sus salas. que época romana se conocen en la zona norte de Córdoba, el de las ciu- 1.2. La Antigüedad dades de Baedro y Solia. Lo que hoy día conocemos ccomo Valle Alto del El papel del término municipal de Guadiato sería en gran medida el te- Belmez en el Período antiguo queda rritorio antiguo de la ciudad de oscurecido por el hecho de no locali- Mellaria, limitando ésta al sur con el zarse en él ciudad romana alguna. El territorium de Corduba. Baedro y Solia

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serían dos municipios de la zona como son las actividades agropecua- oriental se la sierra ocupando solía la rias y cinegéticas. Por último hay un zona del Valle de re- factor fundamental que condiciona la conocida hoy en las poblaciones de elección del asentamiento de Mellaria: Añora, o y la presencia de la vía Corduba- Baedro en la zona más septentrional Emerita, fosilizada en parte en la ac- de ese mismo valle. El límite de las tual carretera N-432, esto y el hecho tres poblaciones norteñas coincidiría de localizarse en un lugar elevado aproximadamente en el término de desde el cual se divisa todo el curso según según se de la vía, hasta las zonas de Sierra deriva del trifinio localizado en esta Palacios y Espiel explican la elección localidad (VAQUERIZO et alii, (1993, del emplazamiento y el control de toda 148), ajustándose los límites de los la actividad económica de la zona términos de Mellaria y Baedro a las ejercida por éste. líneas de sierra que los separan (STILOW. (1985, 661). Al norte, fuera Es pues de obligado cumplimien- de la zona del Guadiato, Mellaria li- to el resaltar que en conjunto la zona mitaría con los términos de Mirobriga del Alto Guadiato encuentra su primer y Iulipa, municipios romanos de la refugio histórico en la organización zona sur de la provincia de Badajoz administrativa concedida por Roma (VAQUERIZO et alii, (1994, 176). para la zona, su organización econó- mica que aunque hoy está salpicada Mellaria es una ciudad romana por una mayor presencia de munici- bien conocida por las fuentes y por la pios sigue siendo esencialmente la moderna investigación arqueológica. misma. Conozcamos a partir de aquí Ha gozado de la atención de parte de el resto de condicionantes históricos los mayores especialistas en Arqueo- que completan la identidad de logía e Historia romana del panora- Belmez. ma científico español y pasa hoy día por ser la ciudad romana mejor cono- 2. La identidad Histórica II. La cida del norte de la provincia de Cór- fundación y configuración de la Vi- doba. lla de Belmez desde la Edad media a la actualidad Si hay que resaltar en otro orden de cosas la importancia que tiene el Ya sabemos de dónde parten las emplazamiento de Mellaria. Muy pro- actuales señas de identidad que bablemente serían las minas circun- vertebran la organización económica dantes de la zona las que condicio- de la zona de Belmez y el Alto narían la elección del emplazamiento Guadiato. Sabemos que en esencia (VAQUERIZO et alii, (1994, 176). De las actuales vertientes agropecuarias otro lado hay que destacar otra serie y mineras de Belmez tienen su primer de factores que tanto en época roma- desarrollo hace miles de años. Hoy na como en la actual vertebran parte día asistimos a profundos cambios en de la vida de la zona del Alto Guadiato, la actividad minera de la comarca, en

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este caso desafortunadamente de cri- Belmez con su término a parte de sis en la minería, una crisis ya cono- otros castillos de la provincia de Cór- cida en la Historia toda vez que en la doba (ORTZ JUÁREZ et alii, (1981, Antigüedad las minas de la comarca 236). Del término a parte de otros cas- vivieron como hoy períodos de apo- tillos de la provincia de Córdoba (OR- geo y recesión, derivándose en este TIZ JUÁREZ et alii, (1981, 236). Del caso la atención hacia la agricultura y 31 de marzo de 1272 data la delimita- la ganadería. Hoy quizás haya más ción de su feligresía y de su término. focos que puedan atraer la atención A finales del S. XIV la documentación económica de la comarca, pero si la recoge la presencia de los topónimos economía del Guadiato decae no será de Doña Rama y Las Hoyas y en el por un agotamiento de sus fuentes de Libro de la Montería de Alfonso XI se riqueza, porque siguen siendo las mis- alude a las Navas de Doña Rama y al mas por las que Roma decidió fijar Castillo del Viandar. La ciudad de parte de su atención en el Alto Córdoba recobrará la jurisdicción so- Guadiato, y con la riqueza que aquí bre el pueblo en 1453, pero en 1460 obtenía financiaba las grandes obras Belmez es dada a Rodrigo Téllez de públicas de la que en aquel momento Girón, famoso Comendador de Fuen- era la ciudad más universal de te Obejuna. El 28 de julio de 1464 la Hispania, Colonia, Patricia, Corduba, Orden de Calatrava toma posesión del y no sólo eso, llegó hasta tal punto el lugar y el pueblo se ve implicado en interés de los emperadores romanos la revuelta de Fuente Obejuna. En por las minas, que hicieron de su pro- 1544 el Emperador Carlos V cede a piedad las minas de cinabrio de Belmez parte del término de la villa Almadén, no las alquilaron como en entre ésta y el Antolín (ORTIZ la época se solía hacer, se las queda- JUÁREZ et alii, (1981, 236), como ron para ellos expresamente, tenien- consecuencia de la atracción de las do categoría de minas imperiales. minas de la zona en época contem- Para explicar la crisis actual se podrán poránea la comarca verá buscar numerosas razones, pero nin- incrementada su población desgaján- guna de ellas debe encontrar eco en dose de Belmez su antigua aldea de la riqueza natural que la zona del Alto Peñarroya y creándose en parte de Guadiato siempre tuvo. los que era hasta ese momento su término municipal la población de El resto de la identidad histórica de Pueblonuevo del Terrible (ORTIZ Belmez hay que buscarlo en el cora- JUÁREZ et alii, (1981, 236). zón de su casco urbano. Aún cuando la tradición histórica de Belmez es Ya conocemos pues que el origen muy amplia los primeros documentos del pueblo de Belmez en esencia data escritos datan del 31 de Diciembre de de la Edad Media, por lo que debe- 1245, cuando en el cerco de Jaén, el mos añadir a la parte de patrimonio Rey Fernando III El Santo da a la Or- belmezano que ya describimos ante- den de Calatrava la Villa de Priego de riormente lo añadido en estas fases Córdoba a cambio del Castillo de más recientes de su Historia, así de

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entre lo anterior al pueblo y lo que este añade debemos configurar la imagen final de la identidad y origen del Patri- monio Histórico de nuestro pueblo.

De esta segunda etapa destacan sobremanera, ayer como hoy, nues- tro castillo y la iglesia parroquial.

El castillo y Belmez son hoy una misma imagen porque así lo ha que- Torre mudéjar de la iglesia. rido esa estampa natural que se divi- sa desde Fuente Obejuna hasta Es- tos que sobre los adarves levantaron piel. Como en tantas ocasiones, la his- los franceses (ORTIZ JUÁREZ et alii, toria de la población y la de su castillo (1981, 242). son una misma (ORTIZ JUÁREZ et alii, (1981, 241), ya hemos comenta- Como es habitual a los pies del do el devenir de la villa en el período castillo ya en la Edad Media se dispu- de la Reconquista, el mismo que para so la villa tal y como hoy se nos pre- el castillo, pero de lo que no hay cer- senta. Con dimensiones más reduci- teza es de que antes de aquélla el das ya que por ejemplo la actual calle castillo pudiese haber construido por Vínculo debe su nombre al de las los musulmanes. En 1810 los invaso- hazas de tierra que pertenecientes a res franceses ocuparon y repararon la Orden de Calatrava se situaban en el castillo, frente a la oposición del Época Moderna en la zona conocida pueblo, una vez que estos fueron obli- como El Vínculo, en una de las lade- gados a abandonar el castillo merced ras del Castillo (ORTIZ JUÁREZ et alii, a una feliz estratagema de Lord (1981, 242). Wellintong, el pueblo continuo destru- yendo el castillo para que nunca ja- Nuestra iglesia parroquial es pun- más pudiese servir de baluarte para to clave de atención, según diversas el enemigo (ORTIZ JUÁREZ et alii, opiniones parece que fue fundada en (1981, 242). El castillo de Belmez fue el S. XVI (VILLARet alii), pero segu- restaurado por primera vez en 1961 ramente anteriormente existiera una por el gran e insigne arquitecto D. iglesia desde el mismo momento de Félix Hernández al cual debemos gran la fundación de la Villa, que actuaría parte de los esplendores que la mez- como centro de ordenación de los quita de Córdoba y Madinat Al Zahra barrios circundantes, quedando ella muestran actualmente. Según el ar- como centro neurálgico de la locali- quitecto, lo más antiguo que hoy pre- dad, aunque bien pudiera ser que el senta el castillo puede datar del S. XIII, primer templo cristiano fundado tras con la Reconquista, siendo la muralla la Reconquista fuera de la Ermita del y la torre obras del S. XV, en algunos Castillo (ORTIZ JUÁREZ et alii, (1981, puntos se pueden ver los suplemen- 240). A aquella primitiva iglesia ante-

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rior al S.XVI, se le añadiría en este momento una Capilla Mayor, tal y como ocurre en la mayoría de iglesias serranas del momento (ORTIZ JUÁREZ et alii, (1981, 242). La obra de la Capilla mayor de nuestra iglesia se debe a las trazas que era Maestro Mayor del Obispado, Hernán Ruiz II, arquitecto de la Catedral de Córdoba y del cuerpo de campanas de las Gi- Ermita del Castillo. ralda de Sevilla. Según las fuentes el preciado arquitecto visitó la obra (OR- Reyes, la Adoración de los pastores, TIZ JUÁREZ et alii, (1981, 238). Pro- Santa Dominica y Santa Magdalena blemas estructurales en la primera (VILLAR et alii, (1995, 248). construcción obligan a que fuese re- parada según dictámenes de Destacan además las ermitas de Hernán Ruiz III, Juan de Ochoa y Nuestra Señora del Castillo y de la Martín Ordóñez, aunque en 1611, Virgen de los Remedios. Ya dijimos Blas de Masavel ordenaría demolerla que el primero pudo ser el primer tem- y construir la que actualmente se con- plo de culto de la localidad. La cons- templa aunque eso sí está bastante trucción del segundo se remonta al S. retocada en períodos muy actuales XVI. Se sabe que se estaba labrando ((ORTIZ JUÁREZ et alii, (1981,238). en 1583, cuando la visita el Visitador De la iglesia destaca su retablo ma- del Obispo, Don Juan de Portillo ((OR- yor que aún cuando se acaba de TIZ JUÁREZ et alii, (1981, 241). En construir en Córdoba antes de 1611 1589 se paga el dintel de granito de no se monta en Belmez hasta finales la puerta, labrado en Hinojosa del de S. XVII. Sus trazas beben de un Duque. La mayor parte de la construc- modelo sencillo en su clasicismo, tí- ción está muy mal retocada, parece pico del final de los modos de la ar- obra del S. XVIII a juzgar por las tra- quitectura de retablos del Renaci- zas del retablo con estípites. En épo- miento. Después de la guerra civil se ca muy actual se remodelaron profun- restaura y se recomponen los cuadros damente sus acabados interiores. que le faltaban, de todos destaca el central que representa la Anunciación A los que son los hitos monumen- y que Valverde Madrid lo atribuye al tales señeros de Belmez hemos de famoso pintor cordobés Antonio del unir la configuración de su caserío po- Castillo, este cuadro procedería de la pular tremendamente rico y con una Sacristía de la desaparecida Parro- gran variedad de matices. No hay que quia del Salvador de Córdoba ((OR- olvidar para concluir la importancia de TIZ JUÁREZ et alii, (1981, 240). Son la fachada de nuestra casa Consisto- pinturas originales del retablo las que rial, realizada por el arquitecto Lubián ocupan las calles laterales de este, y la fábrica de harina, uno de los es- que representan La Adoración de los casos testimonios bien conservados

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en su género en la Arquitectura Indus- nal de sus imágenes las que añaden trial de la provincia de Córdoba. Las el segundo de los componentes que corrientes arquitectónicas regionalis- definen parte del sentir social del ciu- tas de la España de primera mitad de dadano de Belmez. Por último vuelve S.XX quedan evidenciadas en nues- a ser la minería actual la que cobra, tro pueblo por la configuración y como en la Antigüedad un peso rele- bicromía de la fachada del actual Ins- vante. Esperemos que 2000 años de tituto de Enseñanzas Medias. Junto Historia no queden truncados por el a ello hay que destacar toda la impor- devenir histórico de un periodo actual tancia que tiene el patrimonio indus- nada glorioso para las que suelen ser trial de Belmez, el que le ha legado las poblaciones con más carga histó- su minería, ejemplificado por rica y con más aportes culturales para castilletes de mina tan espléndidos la formación de nuestro mundo mo- como el de Mina Aurora. derno, cada una en su sitio y en su justa dimensión, pero es la Historia de 3. Conclusión los pueblos la que hoy día es capaz de explicar como son y de donde vie- Hemos pretendido hacer un suma- nen sus gentes y es un fiel espejo a rio recorrido por la práctica totalidad donde recurrir si se quiere compren- del actual patrimonio Histórico de der parte de nuestra candente actua- Belmez. Pensamos que las señas de lidad. También es una llamada de identidad del pueblo nacen de la unión atención, el Patrimonio es algo que de la configuración económica lega- se nos legó para que nos conozca- da por la Antigüedad y de las pautas mos y que debemos legar corregido sociales estructuradas a partir de la y aumentado por el bien y en corres- fundación de la Villa, de manera que pondencia al amor que cada uno pro- es fundamentalmente el peso de la ar- fese al sitio que le acoge y en el que quitectura religiosa y la carga emocio- vive.

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