POESIA E fflSTORIA EN , DE

SERAFIN GONZALEZ Universidad Autônoma Metropolitana, Ixtapalapa

No cabe duda de que la interaction entre vida y literatura constituye un aspecto de capital importancia en La dama boba, de Lope de Vega. El dramaturgo parece enfocar tal cuestiôn a través de una linea temâtica que se refleja en el interior de la comedia mediante las peculiares caracteristicas del mundo en que se mueven los personajes; éstos fluctûan entre una vertiente poética y una vertiente histôrica, entre el mundo trascendente de la imagination y el mundo inmediato de la circunstancia cotidiana. Las situaciones que se dan en la comedia, asi como la relation que en ocasiones se establece entre las mismas, encuentran su significado en parte como manifestaciones del contraste entre lo universal poético y lo particular historico. El arte de Lope busca alcanzar una récréation compleja de la realidad e incorpora por ello una vision relativista de la misma, dentro de la cual los hechos encuentran su sentido como expresiôn de verdades contrapuestas. El acto III de La dama boba se inicia poniéndonos trente a la presencia de una Finea transformada. Octavio puede sentirse satisfecho, como comenta Miseno, de ver que su hija, finalmente, ha alcanzado la luz del entendimiento. No obstante, la dicha del padre no es compléta, ya que se encuentra hondamente preocupado por la aficiôn de su hija Nise a la poesia. En una de las escenas iniciales de este acto, Octavio comenta a Miseno, acerca de Nise, lo siguiente:

Ayer sus librillos vi, papeles y escritos varios; pensé que devocionarios, y desta suerte lei: Historia de dos amantes, sacada de lengua griega; Rimas, de Lope de Vega; Galatea, de Cervantes; el Camoes de Lisboa, Los pastores de Belén;

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Comedias de don Guillén de Castro, Liras de Ochoa; Canciôn que Luis Vêlez dijo en la academia del duque de Pastrana; Obras de Luque; Cartas de don Juan de Arguijo; Cien sonetos de Linân; Obras de Herrera el divino, el libro del Peregrino, y Elptcaro, de Alemân. Mas, iq\xé os canso? Por mi vida, que se los quise quemar (vv. 2113-2134),

Pero Nise, como sabemos, no solo es aficionada a la lectura de obras profanas o de entretenimiento, también le gusta escribir versos. Con respecto a esto, Octavio le dice a Miseno:

Con mucho disgusto los de Nise considère Temo, y en razôn lo fundo, si en esto da, que ha de haber un don Quijote mujer que dé que reir al mundo (vv. 2143-2148).

Octavio considéra que Nise esta fuera de la realidad y que su alejamiento de la misma puede llegar a ser incluso risible. El no habla ya, como lo hacfa al principio de la comedia, de pedanterfa, sino de locura, de una aficion que puede perturbar a su hija y privarla del entendimiento. Esto queda expresado a través de la comparaciôn de la dama con don Quijote. Es importante destacar, por otra parte, que la referencia explicita de don Quijote dentro de la comedia, no parece darse como una simple ocurrencia aislada del dramaturgo. Nuestra comedia parece ofrecer algunos planteamientos suscitados muy posiblemente por la lectura del Quijote, de Cervantes. ' Alonso Zamora Vicente, con respecto a este asunto, parece mostrar cierta sorpresa, dice: "Lo ûnico en verdad desusado, dentro de la costumbre lopesca, es la cita del Quijote...". Y mâs adelante se pregunta:

1 Recordemos que la primera parte del Quijote se publicô en 1605 y la segunda en 1615. Por la fecha en que se escribiô La dama boba (1613), cuando en ella se hace referencia a la novela cervantina, se tiene en mente, huelga decirio, la primera parte de la misma. POESÎA E fflSTORIA EN LA DAMA BOBA, DE LOPE DE VEGA 129

La cita del Quijote, les socarroneria, valoraciôn de lo puramente externo de la novela impar? ^Es un elogio espontâneo, leal? Las palabras quedan lanzadas al aire, pero registran, por lo menos, el impacto del libro cervantino en la sensibilidad de Lope.2

Las palabras que aluden al Quijote constituyen una referencia explicita dentro de la comedia a una linea polémica que desde el inicio de la misma sostiene el dramaturgo con respecta a la novela cervantina. Pero creemos sobre todo, que a partir de lo anterior, nuestra comedia se ubica claramente dentro de una atmôsfera gênerai de preocupaciôn acerca de las relaciones entre poesia e historia.

Como es bien sabido —nos explica Américo Castro—, el Renacimiento propiamente dicho [...] no tiene en cuenta La Poética de Aristôteles [...] la poesia se desarrollaba separada de la vida, y nadie aspiraba a encauzar la literatura en provecho de la mejora de las costumbres.

Y el mismo Américo Castro, mâs adelante, comenta lo siguiente:

. ..hacia 1550 las cosas variaron radicalmente. La reacciôn antiplatônica se acentuô; Aristôteles se tornô casi un doctor de la Iglesia, y la literatura, infiltrada del espiritu de la Contrarreforma [tuvo] que armonizarse con finalidades éticas y racionales.3

Quizâ no esté tuera de lugar, pues, decir que parte de la réflexion que se da en La dama boba acerca de la interacciôn entre vida y poesia se puede sentir como una reacciôn de Lope provocada por la lectura del Quijote. Tal opinion se confïrmaria no solo por la comparaciôn que Octavio realiza entre su hija Nise y el famoso personaje cervantino en el acto III o por alguna pequena sugerencia en la comedia de elementos que evocan situaciones de la novela,4 sino por darse en nuestra comedia un trasfondo doctrinal que es el mismo que ayuda, segùn Américo Castro, a explicar ciertas peculiaridades artisticas relevantes de

2 Alonso Zamora Vicente, "Introduction" de Lope de Vega, La dama boba. Espasa- Calpe, Madrid, 1977, p. 24 [col. Austral]. 3 Américo Castro, El pensamiento de Cervantes. Noguer, Barcelona, 1972, p. 31. 4 Me refiero aqui al parlamento de Octavio (w. 2113-2134) en el que habla de la aficiôn de su hija Nise a la literatura profana y nos describe cuâles son los titulos que forman parte de su biblioteca. El parlamento concluye manifestando el deseo de Octavio de quemar taies libros. Este pasaje evoca, evidentemente, el del escrutinio realizado en el Quijote por el cura y el barbero. 130 SERAFÎN GONZALEZ

la novela cervantina. Tal trasfondo, pues, también esta en la base de mucho de lo que Lope intenta transmitir y de su forma artistica de procéder en la comedia, si bien es cierto, por otra parte, que su apreciaciôn y aprovechamiento del mismo no coincide con Cervantes. Américo Castro comenta lo siguiente: "Cervantes se halla situado en el centra del problema literario que afecta a la intima estructura del siglo",5 problema al que empieza a darse forma en las poéticas italianas que aparecen en la segunda mitad del siglo XVI, en donde se plantea la relation existente entre poesia e historia y, a partir de ella, entre verdad universal y verdad particular. Se establece, por ejemplo, entre otras cosas, que la diferencia entre el poeta y el historiador no radica en el hecho de que uno escriba en verso y el otro en prosa, sino en que el primera de ellos trata con verdades de carâcter gênerai, mientras que el otro lo hace con verdades de carâcter particular.

Lo génial de Cervantes —explica Américo Castro— se révéla en el arte con que ha introducido en lo mâs fntimo de la vida de sus héroes el problema teôrico que inquietaba a los preceptistas; el autor ha colocado a Don Quijote en la vertiente poética y a Sancho en la histôrica [...] Don Quijote hablarâ en nombre de la verdad universal y verosimil; Sancho defenderâ la verdad sensible y particular. La oposiciôn, como es natural y cervantino, no se resuelve, sino que queda patente, como problema abierto.6

Podemos afirmar que en La dama boba, Lope introduce también "en lo mâs fntimo" de la vida de los personajes el fundamental problema teôrico que tanto preocupô a los preceptistas de la época. Por ejemplo, en una de las prime­ ras escenas del acto I, se establece un diâlogo entre Nise y su criada Celia. Ademâs de presentârsenos, a través del mismo, la aparente pedanteria de Nise, se apunta también, a partir de las consideraciones de la dama, un marco teôrico de referencia en el que se establece la crucial cuestiôn dentro de la obra del tipo de verdades entre las que se mueve el ser humano. Celia le entrega a su senora el conocido libre de la Historia etiôpica de los amores de Teâgenesy Cariclea, de Heliodoro, a quien Nise llama "griego poeta divino". Celia, sorprendida, comenta: "^Poeta? Pues pareciôme / prosa" (vv. 281-282). Y Nise le responde: "También hay poesia / en prosa" (vv. 282-283). Celia insiste: "En fin, /,es poeta en prosa?" (v. 290). Después, la dama, para que su criada le entiendamejor, explica:

5 Castro, op. cit., p. 27. 6 Ibid., pp. 32-33. POESÎA E HISTORIA EN LA DAMA BOBA, DE LOPE DE VEGA 131

Hay dos prosas diferentes: poética y historial. Lahistorial, lisay leal, cuenta verdades patentes, con frase y términos claros; la poética es hermosa, varia, culta, licenciosa, y escura aun a ingenios raros. Tiene mil exornaciones y retôricas figuras (vv. 293-302).

Al principio del diâlogo, como acabamos de constatarlo, Nise trata de ilustrar a Celia haciéndole saber que la poesia no se identifica necesariamente con el verso. Se da, ademâs, el pequeno parlamento en el que se hace referencia a la poesia y a la historia, que se distinguen, segùn explication de la dama, por la clase de discurso que utilizan. Y, aunque solo sea de paso, se intenta justifi- car las peculiaridades de cada tipo de discurso a partir de la materia de la que tratan. La historia, se nos dice, "cuenta verdades patentes" y echa mano por ello de un lenguaje claro; la poesia, por el contrario, utiliza un lenguaje mâs elaborado y dificil, pues intenta acercarse a una comprension universal de las cosas. Si bien esto ûltimo no llega a ser formulado tal cual por Nise, si queda sufïcientemente redondeado por Duardo en una escena posterior, cuando, tra- tando de justificar la oscuridad de cierta clase de poesia, comenta:

Platon, a lo que en cosas divinas escribiô, puso cortinas; que, taies como estas, son matemâticas figuras y enigmas (vv. 579-584).

Asi pues, en el interior del mundo representado en la comedia, por boca de los personajes, se hacen explicitas algunas de las ideas que dan sentido y ayudan a entender en parte la manera artistica de procéder del dramaturgo, asi como el significado de las acciones representadas en la obra. Recordemos, por ejemplo, la siguiente escena de la comedia; en ella se exhibe la incapacidad de Finea para dar sus primeros pasos en la adquisiciôn de ciertos conocimientos elementales que un maestro trata de inculcarle para que aprenda a leer. Pre- cisamente las caracteristicas que definen un importante aspecto de ella como personaje, al principio de la comedia, consisten en su adhésion a los hechos 132 SERAFIN GONZALEZ particulares con olvido de las cuestiones générales o simbôlicas. Su simpleza radica en que se encuentra fuertemente arraigada al mundo de lo particular y sensible y no puede dar el salto a una comprensiôn de carâcter gênerai de las cosas que la rodean.7 Se nos muestra por ello su desinterés, la falta de una motivaciôn vital, hacia lo que puede llegar a iluminar su intelecto. Junto a esto, con la historia del parto de la gâta, que le cuenta Clara, se nos hace ver hacia dônde apuntan realmente sus intereses y se nos introduce en el mundo vulgar en el que la dama centra toda su atencién. Después de oîr la relation de los hechos que le da Clara, ella exclama:

jNo me pudieras contar caso, para el gusto mfo, de mayor contentamiento! (vv. 489-491).

Frente a la realidad prosaica dibujada en el parlamento de Clara, en la que se afirma con gran fuerza lo doméstico, lo terrenal, la circunstancia inmediata, el mundo cotidiano, se levanta, en la escena siguiente, con el soneto neoplatônico lefdo en el seno de la academia de Nise, una realidad sublimada, de signo exac- tamente contrario a la que envuelve a Finea. Esto nos llama la atenciôn sobre el nitido contraste con el que desde el inicio de la comedia se présenta la oposiciôn entre lo fîcticio y lo real; entre la verdad universal e incorpôrea y la verdad particular y tangible. Podemos afirmar que, en estas primeras escenas de la comedia, no solo se busca representar el contraste existente entre las opuestas formas de ser de las dos hermanas, sino que también se prétende dar expresiôn al âmbito de la verdad poética y universal frente al de la verdad histôrica y sensible. Como ha destacado la critica, el soneto neoplatônico es importante en muchos sentidos, pues cumple muchas funciones al interior de la comedia. Entre otras cosas, es el encargado de introducir en la obra el tema del amor. Résulta de fundamental importancia que, al principio, el amor aparezca como un asunto vinculado a la poesfa y no como formando parte de la realidad inmediata en la que viven los personajes. Tal realidad puede parecer, incluso, en la primera mitad de la obra, un âmbito poco propicio para que florezca el amor. 7 Al respecte, Emilio Bergman comenta: "La lecciôn de lectura es un ejemplo de como Finea se niega a participar en la interprétation y uso de un sistema arbitrario de sim- bolos. Insiste en considerar de manera directa los signos que ve en el papel.f...] No entiende Finea que séria preciso subordinarse a las convenciones sociales para aprender el sistema lingiiistico, que es lo fundamental". Vid. "La dama boba: temâtica folklôrica y neoplatônica", en Lope de Vega y los origenes del teatro espanol. Actas del I Congreso Internacional sobre Lope de Vega. Edi-6, Madrid, 1981, pp. 409-414. POESIA E HISTORIA EN LA DAMA BOBA, DE LOPE DE VEGA 133

Una vez planteada la oposiciôn entre vida y poesia, la misma se hace mâs compleja y adquiere un carâcter mâs dinâmico después de la lectura del soneto escrito por Duardo, ya que lo propuesto en el mismo es, en principio, puesto en tela de juicio mediante las acciones de algunos personajes. A través del con­ traste entre lo alto y lo bajo, lo ascendente y lo descendente, lo superior y lo inferior, se manifiesta la distancia existente entre lo que plantea el poema y lo que sucede en la realidad, entre poesia y vida. Los personajes que supues- tamente se mueven dentro de la vertiente poética, Nise y los de su academia, en realidad se encuentran al margen de la misma. El soneto neoplatônico nos ofrece, como sabemos, una vision idealizada del amor que, a lo largo de la comedia, se ve progresivamente confrontada con los impulsos naturales y los intereses materiales de la vida cotidiana que con- ducen la actuaciôn de algunos personajes. Nise, Finea y Laurencio, cada uno de ellos de manera diferente, y a través de trayectorias cuyo ritmo de desarrollo es distinto y sigue direcciones diversas,8 plantean, en principio, con las acciones que realizan, una toma de distancia con respecte a tal vision que idealiza a la naturaleza humana. Lo que importa ahora destacar es que tal rechazo tiene un carâcter doble, pues la negaciôn de la vision idealizada del amor puede leerse al mismo tiempo como la negaciôn de la verdad universal de la poesia al interior de la obra. Veamos solamente la linea iniciada por Laurencio. Recordemos que en la comedia aparecen ûnicamente dos sonetos; ambos se ubican en el acto I y aparecen al interior de escenas contiguas.9 Por una parte, Laurencio se muestra como admirador de los conceptos vertidos en el soneto de Duardo; por la otra, a través del segundo soneto, llegan hasta nosotros los intimos pensamientos del personaje. Cada uno de los sonetos représenta una de las dos vertientes de ideas que se manejan en la comedia; el de Duardo (como inmerso en el neopla-

8 Nise, en aras de la experiencia que vive, niega la idealizaciôn del amor, que se présenta como superaciôn de la sensualidad. Laurencio, llevado por el interés, niega también con su actitud el amor idéal que se présenta como perfeccionamiento espiritual del nom­ bre. Ambos marcan a un tiempo la distancia que sépara la poesia de la realidad, y el amor idéal del amor como se présenta en la experiencia cotidiana. Después del soneto neopla­ tônico, se oponen, como hemos visto, amor espiritual y amor sensual a través de las situaciones creadas tanto por Nise como por Finea; se da también el contraste entre realizaciôn espiritual y ambition social con Laurencio. 9 Emilio Bergman ha puesto atenciôn en este hecho: "La presentaciôn de la mudanza de Laurencio por razones de provecho monetario en un soneto, forma poética privilegiada, concède a su discurso una importancia hasta ahora inadvertida por la critica. Nos desorienta la explication de valores espirituales y divinos, seguida por la declaraciôn de la verdadera motivaciôn del galanteo y del matrimonio, segûn Laurencio: el dinero". Art. cit., p. 412. 13 4 SERAFÎN GONZALEZ

tonismo) marca una gradaciôn ascendente, pues en su manera de plantear el amor hay una acumulaciôn de términos que siguen una progresiôn: comienza por lo elemental, lo de abajo, "inferiores mundos", de donde el amor se desprende para llegar a las esferas célestes. El soneto de Laurencio es inverso a este y en vez de gradaciôn, hay degradaciôn, pues el proceso que se da en él es decreciente, de lo alto a lo bajo. Del pensamiento, que en el soneto séria la instancia superior, Laurencio des- ciende a lo bâsico ("el oro"), lo utilitario, al deseo de cubrir necesidades primarias, del cuerpo, no del espiritu. De esta manera, los dos sonetos marcan la tension dramâtica de la comedia. De un lado, el soneto de Duardo es la palabra poética equiparada al amor que salva del devenir —"^cômo podrâ mortal poder tocarme, / que eterno y fin contradiction implica?" (w. 537-53 8)— que dirige al hombre a la trascendencia. De otro, el soneto de Laurencio, que niega este amor trascendente y desinte- resado, pues busca el provecho tangible. Es importante destacar, no obstante, que el dramaturgo présenta a sus personajes moviéndose, oscilando entre la vertiente poética y la histôrica, aunque en ciertos momentos, sobre todo en el acto I, la segunda de ellas parece imponerse irremisiblemente sobre la otra. Son, finalmente, personajes escin- didos, presos de una contradiction patente que no pueden resolver y que por ello terminan aceptando y asumiendo. La admiration de los personajes por el soneto neoplatônico, asi como su adhésion a ciertos principios del neopla- tonismo en el transcurso de la obra, aunque solo sea en teoria, los acercan a la "verdad universal"; su pasiôn por la vida, por las circunstancias inmediatas que los rodean, los ubican fuertemente en medio de la "verdad sensible y particular".