ANÁLISIS CUANTITATIVO DEL CONOCIMIENTO TRADICIONAL SOBRE PLANTAS UTILIZADAS PARA EL TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES GASTROINTESTINALES EN ZAPOTITLÁN DE LAS SALINAS, , MÉXICO TZASNA HERNÁNDEZ, MARGARITA CANALES, JAVIER CABALLERO, ÁNGEL DURÁN y RAFAEL LIRA

éxico cuenta con una gión cultural conocida como Mesoaméri- pecies de plantas vasculares que son utili- gran riqueza y tradición ca, pues en algunas de sus cuevas se ha zadas por los habitantes de la zona y de ancestral acerca del uso encontrado la evidencia más antigua de las cuales 159 son empleadas como re- de plantas medicinales y se estima que en domesticación de plantas y origen de medios para la curación de diferentes la actualidad cerca de 3000 especies son agricultura en el Nuevo Mundo (Mac- afecciones. En un estudio más puntual, empleadas con esta finalidad (Linares et Neish, 1967). Este valle es considerado realizado en una pequeña zona de esta al., 1999). como un centro de megadiversidad y en- región, el Valle de Zapotitlán de las Sali- Una de las regiones que demismo a nivel mundial por la Unión nas, Paredes (2001) identificó 280 espe- merece atención especial por su diversi- Internacional para la Conservación de la cies útiles pertenecientes a 203 géneros y dad biocultural es el Valle de Tehuacán- Naturaleza (UICN) y recientemente ha 76 familias de plantas vasculares, de las Cuicatlán. Este valle constituye una zona sido decretado como una Reserva de la cuales 90 resultaron medicinales. árida localizada en el sureste del estado Biósfera. No obstante la utilidad de Puebla y el noreste de Oaxaca, y es En contraste con los de esos estudios, aún se requiere infor- considerado una de las zonas de mayor avances alcanzados en el estudio flo- mación sobre las plantas utilizadas en esa diversidad vegetal y cultural de México, rístico del Valle de Tehuacán (Dávila et región y especialmente en lo que se refie- pues en un área relativamente pequeña al., 2002), son pocas las investigaciones re a la importancia relativa de las espe- (10000km2) coexisten cerca de 3000 es- que registran información etnobotánica cies en la zona, así como a la identifica- pecies de plantas (casi 13,9% de ellas en- (Miranda, 1948; Smith, 1965, 1967; Ca- ción de patrones en cuanto a la distribu- démicas; Dávila et al., 2002) y 7 de los sas y Valiente-Banuet, 1995; Ramírez, ción del conocimiento. La recopilación, 56 grupos étnicos (Nahuas, Popolocas, 1996; Casas et al., 1997, 2001; Paredes, análisis y validación de esta información Mazatecos, Chinantecos, Ixcatecos, Cui- 2001). La información disponible sugiere para la zona, tiene relevancia desde el catecos y Mixtecos) que aún existen en el que la riqueza de recursos vegetales apro- punto de vista de la etnobotánica aplica- país (Casas y Valiente-Banuet, 1995; Ca- vechados por los grupos humanos locales da, pues podrá contribuir de manera sig- sas et al., 1997). Adicionalmente, esta re- es muy elevada. Así por ejemplo, en un nificativa en la definición de estrategias gión ha tenido gran importancia para la estudio reciente a nivel de todo el valle, para el aprovechamiento y manejo de sus reconstrucción de la prehistoria de la re- Casas et al. (2001) identificaron 815 es- recursos, tareas que son prioritarias en

PALABRAS CLAVE / Enfermedades Gastrointestinales / Etnobotánica / Plantas Medicinales / Recibido: 14/03/2005. Modificado: 11/07/2005. Aceptado: 20/07/2005.

Tzasna Hernández. Bióloga, Maestra en Biología de Recursos Vegetales y Doctora en Cien- cias Biológicas (Etnobotánica y Fitoquímica), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México. Profesora, Labo- ratorio de Fitoquímica, Unidad de Biología, Tecnología y Prototipos (UBIPRO), Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES Iztacala), UNAM, México. Dirección:. Av. de los Barrios Nº 1. Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, Edo, México. C. P. 54090, México. e-mail: [email protected] Margarita Canales. Bióloga, Maestra en Biología de Recursos Vegetales y Doctora en Cien- cias Biológicas (Etnobotánica y Fitoquímica), UNAM. México. Profesora, UBIPRO, FES Iztacala, UNAM, México. Javier Caballero. Biólogo y Maestro en Ciencias (Biología), UNAM. Ph.D, Universidad de California, Berkeley, EEUU. Profesor, Instituto de Biología, UNAM, México. Ángel Durán. Biólogo, Maestro en Ciencias y Especialidad en Estadística aplicada, UNAM, México. Profesor, FES Iztacala, UNAM, México. Rafael Lira. Biólogo, Maestro en Ciencias y Doctor en Ciencias, UNAM, México. Profesor, UBIPRO, FES Iztacala, UNAM México.

SEP 2005, VOL. 30 Nº 9 0378-1844/05/09/529-07 $ 3. 00/0 529 la zona de estudio se intervalo de edad mencionado fue elegido encuentran principal- en virtud de que se pretendía que las per- mente tres tipos de sonas entrevistadas hubiesen tenido expe- vegetación (Rze- riencia en el uso y eficacia de las plantas dowski, 1978): Mato- medicinales. La mayor proporción de mu- rral xerófilo, bosque jeres en la muestra se explica, en primer espinoso y bosque lugar, porque en Zapotitlán de las Salinas tropical caducifolio. son ellas las que se dedican al cuidado El grupo humano do- de la familia; en segundo lugar, por la minante son mestizos casi total ausencia de hombres en la co- descendientes de munidad, consecuencia del alto índice de Popolocas. La pobla- migración a los EEUU; y en tercer térmi- ción de Zapotitlán de no, es importante considerar que la ma- las Salinas se estimó yoría de los hombres a quienes se trató en 8900 habitantes de entrevistar, emitieron respuestas evasi- en el 2000, 4145 vas tales como “sí usamos las plantas, hombres y 4755 mu- pero es mi mama……o mi mujer la que jeres (INEGI, 2000). sabe”. La ocupación de la La importancia de in- gente está dividida cluir a hombres y a mujeres radicó en en varias actividades que las mujeres generalmente son las en- como la agricultura, cargadas de la atención primaria a la sa- recolección de leña, lud, mientras que la inclusión de las per- Figura 1. Localización de Zapotitlán de las Salinas, Puebla, México. artesanía en talleres sonas de edad avanzada y de los médicos de ónix, extracción tradicionales permitió asegurar que un una reserva de la Biósfera como lo es el de sal, albañilería y en los últimos años, mayor número de especies fueran recono- Valle de Tehuacán-Cuicatlán (Lira et al., la industria textil se ha desarrollado en la cidas (Boster, 1986; Garro, 1986). 2001). comunidad. Los resultados derivados Dada la extensión del de estos métodos arrojaron una jerar- Valle de Tehuacán-Cuicatlán y los antece- Material y Métodos quización de las especies que permitió te- dentes etnobotánicos existentes, se ner mayor precisión en la identificación circunscribió el trabajo a la región del El estudio etnobotánico de aquellas con mayor consenso en la po- Valle de Zapotitlán de las Salinas. El ob- incluyó entrevistas con informantes de la blación en general y por médicos tradi- jetivo del trabajo fue obtener un inventa- zona de estudio y colectas de campo. Du- cionales, quienes son reconocidos por el rio de las especies medicinales que son rante el trabajo de campo se realizaron pueblo y por ellos mismos como conoce- empleadas para el tratamiento de enfer- 10 salidas entre agosto 2000 y mayo dores de plantas medicinales, como las medades gastrointestinales por los habi- 2001, en las que se realizaron colectas de especies de mayor importancia en la zona tantes de Zapotitlán de las Salinas, docu- especímenes botánicos de respaldo. Las de estudio para el tratamiento de enfer- mentar sus formas de uso y analizar la muestras siempre fueron obtenidas en los medades gastrointestinales. distribución del conocimiento tradicional sitios sugeridos por los informantes. Para determinar la exis- de la flora medicinal entre la población. El inventario de las tencia de diferencias significativas en El trabajo forma parte de un proyecto plantas medicinales utilizadas en el tra- cuanto al número de especies menciona- mas amplio y ha sido la base para reali- tamiento de enfermedades gastrointesti- das por género y edad, se realizó un aná- zar un estudio fitoquímico en relación nales y la evaluación de la importancia lisis de χ2. Para conocer las familias que con el uso tradicional de las plantas me- relativa de las especies se hizo mediante están mejor representadas en la flora me- dicinales de esta región (Hernández et entrevistas semiestructuradas (Weller y dicinal de Zapotitlán de las Salinas en el al., 2003). Romney, 1988; Bernard, 1994) que con- tratamiento de enfermedades gastrointesti- sistieron en una lista de preguntas y tó- nales, se realizó un análisis de residuales Área de Estudio picos que se cubrieron en un cierto or- siguiendo el modelo propuesto por den particular y abarcaron dos compo- Moerman, et al. (1999), el cual propone El municipio de Zapo- nentes. El primero de ellos fue una lista que el mejor predictor del número de es- titlán de las Salinas (Figura 1) está loca- de preguntas que incluyó nombres comu- pecies medicinales puede ser el tamaño lizado al sureste del Valle de Tehuacan, nes, usos, partes utilizadas, disponibili- de la familia. entre 18º07'18'' y 18º26'00'N y entre dad espacial, grado de manejo, impor- La importancia relativa 97º19'24'' y 97º39'06''O. Ocupa una su- tancia y efectividad de cada especie. El de cada especie se obtuvo directamente perficie de 484,77km2, el clima es ári- segundo componente fue un listado de del grado de consenso de los informan- do con promedios de 542,5mm de preci- las especies reconocidas, jerarquizado de tes a través del índice de Friedman (FL), pitación anual y 19,8ºC (García, 1988). acuerdo a la importancia que cada infor- el cual se calcula como FL= (Ip/It)×100, Entre la vegetación se encuentran algunas mante les otorgó en la curación de en- en donde Ip: número de informantes que comunidades propias de climas áridos y fermedades gastrointestinales. mencionaron una especie (frecuencia de semiáridos de Norteamérica, además de Las entrevistas se aplica- mención), e It: número total de infor- exhibir una gran influencia de flora tropi- ron a una muestra de 119 informantes, mantes. cal del sur (Dávila et al., 1990), presen- los cuales se eligieron al azar. La mues- El que una especie pre- tándose un total de 2621 especies de tra incluyó 18 hombres y 101 mujeres, sente mayor consenso, sugiere que ésta plantas vasculares, con un alto porcentaje con edades entre 20 y >60 años, así ya fue sometida a una selección a través de endemismo (Dávila et al., 2002). En como a algunos médicos tradicionales. El del tiempo, por ensayo y error, y por lo

530 SEP 2005, VOL. 30 Nº 9 TABLA I tanto la probabilidad de que sea efectiva ESPECIES UTILIZADAS EN ZAPOTITLÁN DE LAS SALINAS, PUEBLA es mayor (Friedman et al. 1986). PARA EL TRATAMIENTO DE AFECCIONES GASTROINTESTINALES El estudio etnobotánico (AGO 2000-MAY 2001) concluyó cuando la curva de acumulación vs Familia M A PU FM FL de especies (número de informantes . número de especies) se hizo asintótica; es Especie Nombre común (clave1) (# voucher2) decir, cuando el número de especies utili- zadas en el tratamiento de enfermedades Acanthaceae gastrointestinales reportadas por los infor- Justicia mexicana Rose C Di Pa 1 1,1 mantes se mantuvo constante. Kiwi (ml) (MPF 307) Para encontrar la exis- Amaranthaceae tencia de patrones en cuanto a la distribu- Gomphrena procumbens Jacq. C Di Pa 10 11,4 ción del conocimiento, con los datos ob- Gobernadora (o) (MPF 266) tenidos durante las entrevistas se realizó Anacardiaceae un análisis de Coordenadas principales Schinus molle L. C Dd Pa 5 5,7 PCO (método de ordenamiento) ya que Pirul (t) (MPF 202) este tipo de análisis permite calcular la Apiaceae afinidad que existe entre los informantes Foeniculum vulgare Mill. C Dd Pa 7 7,9 (OTUS) con base en las especies mencio- Hinojo (q) (MPF 302) nadas. La matriz base se construyó colo- Asteraceae cando a las especies de plantas mencio- Artemisia absinthium L. S Dd Pa 4 4,5 nadas en los renglones (44) y en las co- Ajenjo (x) (MPF 78) lumnas a los informantes (88 OTUS), y Artemisia ludoviciana (Nutt.) sbsp. C Dd Pa 14 15,9 se registraron los datos obtenidos como mexicana (Willd.) Keck. mencionada (1) o no mencionada (0). El Istafiate (k) (MPF 143) análisis de los datos se realizó mediante Brickellia veronicifolia (Kunth) A. Gray S Dd Pa 14 15,9 la versión 2.0 del programa estadístico Estrellita (m) (MPF 79) NTSYS (Rohlf, 1997). Gymnolaena oaxacana (Greenm.) Rydb. C Dd Pa 18 20,5 Zempoalxóchitl chiquito (h) (IRA 10) Resultados y Discusión Gymnosperma glutinosum (Spreng.) Less. C Dd Pa 4 4,5 Popote (y) (MPF 296) Inventario de especies e importancia Matricaria recutita L. C Dd Pa 39 44,3 relativa Manzanilla © (IRA 52) Senecio salignus DC. S Di Pa 3 3,4 Un total de 44 especies Asomiate (fl) (MPF 300) pertenecientes a 26 familias y 41 géne- Tagetes erecta L. C Dd F 11 12,5 ros fueron registradas como utilizadas Zempoalxóchitl (ñ) (MPF 281) para el tratamiento de enfermedades gas- Tanacetum parthenium (L.) Schult. Bip. C E Pa 1 1,1 trointestinales (Tabla I). Del total, 33 es- Santa María (kl) (MPF 74) pecies son usadas para el tratamiento de Bignoniaceae la diarrea y el dolor de estómago (eva- Tecoma stans (L.) Juss. ex Kunth S Dd Co 1 1,1 cuaciones liquidas acompañadas de dolor Campanilla (pl) (MPF 147) abdominal), siete para el tratamiento de Boraginaceae la disentería (diarrea con sangre) y cua- Cordia curassavica (Jacq.) Roem. et Schult. S Dd Pa 17 19,3 tro para el tratamiento del empacho (po- Barredor (i) (IRA 21) siblemente equivalente a indigestión). De Brassicaceae las 44 especies mencionadas el 36,4% Lepidium virginicum L. C Di Pa 9 10,2 son silvestres, colectadas por la gente en Mitchichi (p) (MPF 292) el cerro, y el 63,6% son cultivadas en Cactaceae huertos familiares (Paredes, 2001). Si Pachycereus marginatus (DC.) Britton et Rose C Dd Pa 1 1,1 bien para cada especie se utilizan diver- (jl) (MPF 279) sas partes de la planta (ver Tabla I), la Stenocereus stellatus (Pfeiff.) Riccob. C Dd R 4 4,5 vía de administración en todos los casos Xoconostle (al) (MPF 172) es oral, en forma de cocimiento que se Commelinaceae obtiene hirviendo en agua el vegetal por Tradescantia pendula (Schnizl.) DR Hunt C Dd Pa 1 1,1 ~10min en un recipiente que debe estar Hierba de pollo (hl) (MPF 156) tapado. Crassulaceae La información consig- Sedun allantoides Rose C Dd Pa 1 1,1 nada en el Tabla I muestra que La fami- Lengua de conejo (il) (MPF 287) lia Asteraceae es la que presenta un ma- Chenopodiaceae yor número de especies (9), lo que repre- Chenopodium murale L. S Dd R 3 3,4 senta el 20,5% de las especies utilizadas Chaguaquelite (el) (MPF 122) para el tratamiento de enfermedades gas- Teloxys ambrosioides (L.) Weber S Dd Pa 5 5,7 trointestinales; le siguen las familias La- Epazote (u) (MPF 154) miaceae y Verbenaceae, ambas con 4 es- continúa pecies, que representa el 9,1%.

SEP 2005, VOL. 30 Nº 9 531 TABLA I (continuación) Según el análisis de resi- duales las familias Asteraceae, Lamiaceae, Euphorbiaceae Verbenaceae, Chenopodiaceae y Euphor- Acalypha hederacea Torr. C E Pa 13 14,8 biaceae, están sobreutilizadas, es decir que Hierba del pastor (n) (IRA 17) se utiliza un mayor número de especies Ricinus communis L. C Dd H 1 1,1 que el predicho por el modelo calculado Higuerilla (nl) (MPF 232) (y= 0,079x + 1,1424). Estos resultados Lamiaceae concuerdan con lo reportado por Moerman Marrubium vulgare L. C Dd Pa 4 4,5 (1996) quien, como se mencionó, señala Manrubio (w) (MPF 134) que el mejor predictor del número de es- Mentha sp. C Dd H 43 48,9 pecies medicinales puede ser el tamaño de Hierbabuena (b) (MPF 251) la familia. De esta forma, las familias me- Ocimum basilicum L. C Dd Pa 14 15,9 jor representadas en la región tendrán un Albahaca (l) (MPF 158) número mayor de especies utilizadas. A Rosmarinus officinalis L. C Di Pa 2 2,3 través de este modelo, sin embargo, no es Romero (gl) (IRA 40) posible conocer cuáles son las especies más Malpighiaceae importantes, es decir las de mayor consenso, Bunchosia biocellata Schlecht. C Di Cr 6 6,8 pues lo único que indica es que la familia Nanche® (MPF 313) que esté mejor representada tendrá un mayor Malvaceae número de especies utilizadas. Malva parviflora L. C E R 4 4,5 De las 119 entrevistas Malva (z) (MPF 272) que se realizaron, el 74% de los 88 infor- Mimosaceae mantes utiliza las plantas para el trata- Prosopis laevigata (Humb. et Bonpl. ex C Dd Co 1 1,1 miento de afecciones gastrointestinales Willd.) MC Johnst. (Tabla II), mientras que el 26% recurre al Mezquite (ol) (MPF 106) uso de la medicina alópata. El estudio et- Myrtaceae nobotánico finalizó cuando el número de Psidium guajava L. C Dd H y F 22 25,0 especies mencionadas se mantuvo cons- Guayaba (g) (MPF 418) tante, lo cual ocurrió a partir de octubre Poaceae del 2000. El número de especies registra- Zea mays L. S E P 3 3,4 das fue de 44 y en las siguientes salidas Elote (cl) (MPF 454) solo se incrementaron las frecuencias de Polygonaceae mención. Rumex crispus L. C Dd H 1 1,1 En cuanto a la importan- Lengua de vaca (ñl) (MPF 455) cia relativa de las especies, los resultados Portulacaceae (Tabla I) mostraron que las especies sil- Portulaca oleracea L. C Dd R 1 1,1 vestres con valores más elevados son Verdolaga (ll) (MPF 210) Lippia graveolens con un consenso del Rutaceae 85,2% (75 menciones) y Lantana achy- Ruta chalepensis L. S Dd Pa 5 5,7 ranthifolia (34 menciones), seguidas por Ruda (v) (MPF 149) Turnera diffusa, Lippia oaxacana, Gym- Simaroubaceae nolaena oaxacana, Cordia curassavica, Castela tortuosa Liebm. S Dd Pa 3 3,4 Lantana camara y Acalypha hederacea. Venenillo (dl) (MPF 125) Entre las especies cultivadas que presen- Solanaceae taron los valores mas altos se encuentran: Margaranthus solanaceus Schlecht. S Dd Pa 6 6,8 Mentha sp. con 48,9% (43 menciones), Totomache (s) (MPF 279) Matricaria recutita y Psidium guajava. Solanum rostratum Dunal S Dd Pa 4 4,5 Diente de perro (bl) (MPF 213) Distribución del conocimiento Turneraceae Turnera diffusa (Willd.) ex Schult. C Dd Pa 32 36,4 El 14,8% de los infor- Itamo real (e) (IRA 6) mantes (13) son médicos tradicionales, es Verbenaceae decir gente que es reconocida por el pue- Lantana achyranthifolia Desf. S Dd Pa 34 38,6 blo y por ellos mismos como conocedo- Cinco negritos blanco (d) (IRA 13) res de plantas medicinales. Este conoci- Lantana camara L. Se Dd Pa 16 18,2 miento se ve reflejado en el uso y mane- Cinco negritos rojo (j) (IRA 8) jo de las plantas medicinales, pues los 13 Lippia graveolens H.B. et K. S Dd Pa 75 85,2 médicos tradicionales aportaron el 61,4% Orégano (a) (IRA 28) (27) del total de especies mencionado Lippia oaxacana Rob. et Greenm. S Dd Pa 24 27,3 (44). Este es un resultado esperado pues Salve real (f) (IRA 30) los especialistas están más relacionados con las enfermedades y sus tratamientos M: manejo (C: cultivada, S: silvestre), A: afección (Di: disentería, Dd: diarrea y dolor de estómago, que los no especialistas y por tanto su E: empacho), PU: parte utilizada (Pa: parte aérea, F: flor, Co: corteza, R: raíz, H: hoja, CR: corteza de raíz, P: pelos, F: fruto), FM: frecuencia de mención, FL: índice de Friedman (%). conocimiento es mayor. 1 La clave que se encuentra entre paréntesis fue empleada en la Figura 4. Las respuestas obtenidas 2 Ejemplar de herbario de respaldo. tuvieron alguna variación en relación con

532 SEP 2005, VOL. 30 Nº 9 el género de los informantes. Así, los Estas diferencias resultaron ser estadísti- hombres mencionaron un promedio de 4 camente significativas (P<0,005), de tal especies, mientras que en el caso de las forma que es posible sugerir que son las mujeres fueron 6 las especies que en pro- mujeres quienes reconocen un mayor nú- medio fueron mencionadas (Tabla III). mero de especies (Figura 2). En cuanto a

TABLA II DATOS DE LOS INFORMANTES ENTREVISTADOS Y NÚMERO DE ESPECIES MENCIONADAS Informante G IE NEM Informante G IE NEM 1M 2 2 37 M 2 8 2M 2 2 38 M 2 6 3M 2 2 39 M 2 3 4M 2 6 40 M 2 5 5M 2 5 41 M 2 11 6M 218 42 M 2 4 7M 310 43 M 2 3 Figura 2. Especies mencionadas por infor- 8H 2 3 44 M 2 4 mantes según género y edad (media). 9M 1 4 45 M 2 6 10 M 2 3 46 M 2 6 11 M 2 6 47 M 3 6 la distribución del conocimiento en rela- 12 M 2 5 48 M 3 2 ción con la edad, en la Figura 2 se apre- 13 M 2 5 49 H 2 4 cia que los informantes que se encuentran 14 M 2 7 50 H 2 2 entre los 60 y 90 años son los que reco- 15 M 2 6 51 H 3 12 nocen un mayor número de especies (6 16 M 2 1 52 H 3 4 especies por hombre y 7 por mujer). 17 M 2 6 53 H 3 3 Los resultados obtenidos 18 M 2 8 54 M 2 12 concuerdan con las investigaciones realiza- 19 M 2 5 72 M 2 4 das por Boster (1986) y Garro (1986), 20 M 2 3 73 M 2 3 quienes sugieren que el conocimiento de un 21 M 2 2 74 M 2 5 individuo está determinado por el papel que 22 M 2 3 75 M 3 5 desempeña en la sociedad (género, edad, 23 M 2 2 76 M 3 6 división del trabajo, experiencia individual, 24 M 2 1 77 H 1 4 etc.), generándose así variaciones en cuanto 25 M 3 4 78 H 1 4 al acceso al conocimiento. En Zapotitlán de 26 M 3 7 79 H 3 3 las Salinas las mujeres tienen un mayor co- 27 M 3 5 80 M 1 14 nocimiento de las especies utilizadas en el 28 H 2 3 81 M 2 14 tratamiento de enfermedades gastrointesti- 29 M 1 2 82 M 2 14 nales que los hombres, debido al papel so- 30 M 1 5 83 M 3 14 cial que juegan (cuidado de la familia) y 31 M 2 6 84 M 2 9 que los informantes de mayor edad recono- 32 M 2 6 85 M 2 6 cen un mayor número de especies (mayor 33 M 2 9 86 M 2 7 experiencia). 34 M 2 3 87 M 3 5 No obstante existiendo 35 M 2 6 88 M 3 7 las diferencias anteriormente descritas, al 36 M 2 4 realizar el análisis de coordenadas princi- pales entre informantes con respecto a las G: género (M: mujer, H: hombre), IE: intervalo de edad en años (1: 20-40, 2: 40-60, 3: 60-90), NEM: número de especies mencionadas. especies mencionadas (Figura 3) se en- cuentra que no se forman grupos defini- TABLA III dos, lo que sugiere que existe consenso ESPECIES MENCIONADAS POR INFORMANTES SEGÚN SEXO Y EDAD entre la población sobre las especies usa- (PROMEDIOS) das para el tratamiento de enfermedades Informantes Número de Eventos NEM por informantes gastrointestinales. Así, no se observa nin- informantes (menciones) (media) guna diferenciación o agrupamiento por género o por edad, pues tanto los hom- 20-40 años Hombres 2 8 4 bres como las mujeres de las diferentes Mujeres 4 25 6 edades quedaron dispersos en el gráfico. 40-60 años Hombres 4 12 3 En cuanto al número de especies mencio- Mujeres 63 349 6 nadas, se puede observar que en el cua- 60-90 años Hombres 4 22 6 drante A, se encuentran las personas que Mujeres 11 71 7 mencionaron un mayor número de espe- Total hombres 10 42 4 cies, y por tanto en este cuadrante que- Total mujeres 78 445 6 dan incluidos los médicos tradicionales. Total informantes 88 487 6 En el análisis de coorde- NEM: número de especies mencionadas. nadas principales entre las especies y la

SEP 2005, VOL. 30 Nº 9 533 frecuencia de mención (Figura 4), sin em- bargo, se observa la formación de dos grandes grupos. El primero de ellos está conformado por especies en su mayoría cultivadas, que presentan una baja frecuen- cia de mención (cuadrante a). Esto podría ser debido a que las plantas que son culti- vadas no están tan expuestas a los diferen- tes tipos de estrés como lo están las plan- tas silvestres y por lo tanto no sintetizan tantos metabolitos secundarios para su de- fensa. En el segundo grupo (cuadrante b) están incluidas las especies que se men- cionaron con mayor frecuencia, las cuales en su mayoría son plantas silvestres. Cabe hacer notar que dentro de este grupo que- daron incluidas algunas especies que son cultivadas, en su mayoría introducidas, y por lo tanto han sido seleccionadas y usa- das de una manera consistente por la efec- tividad percibida culturalmente, conservan- do tanto el nombre como el modo de uso (Heinrich et al., 1998). Si se consideran solo las especies silvestres, se puede observar que existen diferencias en cuanto al acceso Figura 3. Análisis de coordenadas principales de informantes con respecto a las especies del conocimiento. Así, las especies que mencionadas. Los números y los superíndices asignados indican el número de informante y presentaron una baja frecuencia de men- el número de especies que mencionó. Los médicos tradicionales son llamados también es- ción, fueron nombradas por las personas pecialistas. que reconocen un mayor número de espe- cies, es decir por los médicos tradiciona- antihelmíntica (5), antimalárica (4), anti- les. Esto es esperado, pues se sabe que tividad antifúngica (14), hipotensora (10), mutagénica (4), abortiva (4), citotóxica ellos tienen a su disposición plantas que antiinflamatoria (9), diurética (9), anties- (4), espasmogénica (3) y estrogénica (3 son de difícil acceso para el resto de la pasmódica (9), analgésica (9), depresores especies). En contraste, el 30% de las es- población. del sistema nervioso central (7), anti- pecies no ha sido estudiada y en el 41% Las especies que presen- convulsiva (7), hipoglucemiante (5), de ellas no se ha verificado actividad taron un mayor consenso en la población antiviral (5), antiulcerogénica (5), antitu- antibacteriana. fueron mencionadas por los informantes moral (5), nematicida (5), insecticida (5), que reconocen un menor número de espe- cies, lo cual probablemente es debido a que las plantas que son utilizadas como medicinales deben ser abundantes y acce- sibles. Las plantas que se encuentren en lugares cercanos, en la mayoría de los casos son preferidas sobre aquellas que se tienen que buscar por algunos días. Las comunidades indígenas viven a las orillas de bosques o de los ríos, o en cla- ros, es decir en zonas perturbadas. Esta accesibilidad es en parte la razón por la cual las malezas están altamente repre- sentadas en las floras medicinales. Desde el punto de vista ecológico se sabe que las malezas sintetizan una gran cantidad de metabolitos secundarios bioactivos para defenderse de la herbivoría (Stepp y Moerman, 2001). Al realizar la revisión bibliográfica de las especies utilizadas por los habitantes de Zapotitlán de las Salinas en el tratamiento de enfermeda- des gastrointestinales, se encontraron es- tudios para 31 especies (70%), de las que se han documentado alrededor de 60 acti- Figura 4. Análisis de coordenadas principales de las especies utilizadas con respecto a la vidades diferentes, entre las que destacan: frecuencia de mención. Las letras indican la especie mencionada (ver clave en Tabla I) y actividad antibacteriana (22 especies), ac- los superíndices la frecuencia de mención

534 SEP 2005, VOL. 30 Nº 9 Conclusiones Anthropology. University of Illinois Press. dística Geografía e Informática. México. 200 Urbana, IL., EEUU. pp. 177-197. pp. En la comunidad de Casas A, Valiente-Banuet A (1995) Etnias, recur- Linares D, Bye R, Flores B (1999) Plantas medi- Zapotitlán de las Salinas la mayoría de sos genéticos y desarrollo sustentable en zo- cinales de México usos, remedios y tradicio- nas áridas de México. En Anaya M, Díaz- nes. Instituto de Biología. UNAM. México. las personas entrevistadas recurren al uso Calero F (Eds.) IV curso sobre desertifi- 155 pp. de plantas medicinales para el tratamiento cación y desarrollo sustentable en América Lira R, Caballero J, Casas A (2001) Los recursos de afecciones gastrointestinales, entre las Latina y el Caribe. PNUMA / FAO / Cole- vegetales del Valle de Tehuacán-Cuicatlán gio de postgraduados. México. pp. 37-56. que se encuentran diarrea y dolor de es- desde una perspectiva etnobotánica. 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