El sueño de Frankenstein*

César Oliveros Aya**

Resumen

Recibido: 19 de agosto de 2014 El presente artículo aborda una revisión general de la intenciona- Evaluado: 1 de octubre de 2014 lidad que el ser humano ha tenido en torno a la utopía de crear Aceptado: 22 de octubre de 2014 vida artificial, pretensión demiúrgica que le ha acompañado en su devenir, en la búsqueda de trascendencia. Desde esta pers- pectiva, a través de un bosquejo histórico, el estudio toma como punto de referencia la elaboración de estructuras antropomorfas, tales como autómatas y robots, baza fundamental de lo que sería luego la sinergia entre cuerpo y máquina (), para eviden- ciar la perspectiva científica del tema. Por otro lado, también re- fiere algunas formas de tratamiento mediático empleado por la cultura popular, en especial desde los relatos de ciencia ficción que cuestionan los límites de la tecnología frente a la corporei- dad humana y su mixtura con la máquina, hasta las narraciones planteadas por el cine y la televisión, entre las que destacan Ro­ bocop, tanto la versión de 1987 como el remake de 2013 y la serie de televisión Intelligence de 2013.

Palabras clave: ser humano, máquinas, autómatas, robots, cyborgs.

* Artículo de revisión, producto de la investigación intitulada Transhumanismo e identidad: deliberación y toma de decisiones desde la narrativa fílmica de David Cronenberg, aún en curso dentro del doctorado en Bioética que adelanta el autor en la Facultad de Educación y Humanidades de la Univer- sidad Militar Nueva Granada. Cómo citar este artículo: Aya Oliveros, C. (2014). El sueño de Frankenstein. Hallazgos, 12(23), 117-144 (doi:10.15332/ s1794-3841.2015.0023.006). ** Abogado y magíster en Docencia e Investigación Universitaria. Docente de la Universidad Militar Nueva Granada, (Colombia). Correo electrónico: [email protected] y [email protected]

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 117 El sueño de Frankenstein

Frankenstein’s dream

Abstract

This article deals with an overview of intentionality that humans Received: August 19, 2014 had about the utopia of creating artificial life, demiurgic claim Evaluated: October 1, 2014 which accompanied him on his becoming, in the search for trans- Accepted: October 22, 2014 cendence. From this perspective, through a historical sketch, the study takes as a benchmark the development of anthropomor- phic structures such as automata and robots, vital component of what would later become the synergy between body and ma- chine (cyborgs), to demonstrate the prospect scientific topic. On the other hand, refers also some forms of media treatment used in popular culture, especially since the science fiction stories that question the limits of technology versus human embodiment and its mixture with the machine, until the narratives submitted by the film and television, among which Robocop, both the 1987 version and the 2013 remake of the television series Intelligence (2013).

Keywords: Human being, machines, robots, cyborgs, popular culture.

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O sonho de Frankenstein

Resumo

Recebido: 19 de agosto de 2014 O presente artigo abrange uma revisão geral da intencionalida- Avaliado: 1 de outubro de 2014 de que o ser humano tem tido em torno da utopia de criar vida

Aceito: 22 de outubro de 2014 artificial, pretensão demiúrgica que tem-lhe acompanha no seu devir, na procura da transcendência. A partir desta perspectiva, através de um esboço histórico, pega como ponto referente o des- envolvimento de estruturas antropomorfas tais como autômatos e robôs, base vital do que seria depois a sinergia entre corpo e máquina (cyborgs), para demonstrar a perspectiva científica do tema. Por outro lado, também refere algumas maneiras de tra- tamento mediático usado pela cultura popular, especialmente a partir das histórias de ficção científica que questionam os limites da tecnologia frente à corporeidade humana e sua mistura com a máquina, até as narrativas que foram apresentadas pelo cinema e a televisão entre as quais destacam-se Robocop, tanto a versão de 1987 como o remake de 2013 e da serie da televisão Intelligence (2013).

Palavras-chave: ser humano, máquinas, autômatos, robôs, cyborgs.

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Introducción De tal suerte, “en las décadas posteriores a la segunda guerra mundial nuestra espe- Creo que perdemos la inmortalidad porque cie atravesó una línea. Por supuesto, como la resistencia a la muerte no ha evolucionado; individuos no hemos cambiado, somos sus perfeccionamientos insisten en la primera y sentimos de la misma forma que antes, idea, rudimentaria: retener vivo todo el cuer- pero como especie hemos logrado un co- po. Sólo habría que buscar la conservación de nocimiento de la vida inimaginable con lo que interesa a la conciencia anterioridad” (Davis, 2007, p. 506). Por eso ahora, “cuando empieza el tercer milenio, la (Bioy Casares, 2007, p. 18). humanidad ha conseguido lo inalcanzable, realizado lo imposible, hecho lo inviable” (Davis, 2007, p. 504). Desde que el relato Frankenstein o el Moder­ no Prometeo —considerada como la primera Tanto ha evolucionado ese ideario, que en novela auténtica de ciencia ficción que sa- el momento contemporáneo la realidad lió a la luz pública— (Asimov, 1987, p. 1), de los cyborgs es patente en nuestro mun- la popularidad de ese sueño constante del do. A manera ejemplo, la mixtura entre ser humano de convertirse en una espe- la naturalidad corpórea y la artificialidad cie de creador de vida ha sido mucho más complementaria se ha evidenciado en esce- evidente. narios masivos de comunicación como los reflejados por la literatura mediante crea- La historia de la humanidad está signada ciones magistrales surgidas, entre otros, por el avance científico y la tecnología, en de la mano de Isaac Asimov, donde la ro- principio entendidos como prospectos artís- bótica plantea un claro trazado del hombre ticos o tareas para la elaboración de instru- transhumano; obras como Yo robot (1950), la mentos que auxiliarán las labores cotidia- trilogía de la Fundación (1951), El hombre bi­ nas. Dentro de los resultados obtenidos con centenario (1976) y Sueños de robot (1986) han esa visión, se cuentan los autómatas, que ido familiarizándonos con nuevos lenguajes datan desde la antigüedad y han desafiado en los que se mezclan términos científicos y la potencialidad del ingenio humano al con- sociales desde lo imaginativo. frontar lo desconocido con la realidad. Por otro lado, muchas series de televisión, Precisamente, “lo desconocido siempre está como El hombre nuclear (1974.1978), La mujer ahí, sólo que no es evidente para todo el biónica (1976-1978) y obras cinematográfi- mundo; es como el animal negro que en un cas como Terminator (1984) y Robocop (1987) acertijo gráfico rellena el espacio que hay en también han desarrollado esa premisa para torno al animal blanco, y que no solemos concebir una nueva sociedad, desde pre- ver hasta que llevamos cierto tiempo con- decir escalas novedosas de evolución de templando la imagen. Sin embargo, a partir los individuos hasta involucrar criterios de de entonces no dejamos de percibirlo” (Pas- biopolítica y bioderecho que no resultan le- sig y Scholz, 2007, p. 14), y “nada teme más janos a las actuales posibilidades del género el hombre que ser tocado por lo desconoci- humano frente a sus organizaciones y con- do” (Canetti, 2001, p. 52). vencionalismos de poder.

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Es innegable que el tema continúa latente, cuenta un análisis documental. Los libros explorándose acorde con los propios avan- referidos fueron seleccionados con base en ces de la tecnología y siendo evidente la la importancia que tienen en la cronología preocupación por el futuro del ser humano y desarrollo del tema abordado. Los fil- desde la impronta de su corporeidad y las mes se escogieron a partir de la iconicidad habilidades que podría desarrollar en una que representan y el aporte generado para suerte de desafío a la naturaleza. entender la evolución del objeto investi- gado, traducido en imágenes. La parte fi- Téngase en cuenta que lo que hasta el siglo nal del documento se enfoca en dos obras XX se consideraba ciencia ficción ahora es audiovisuales, una cinematográfica y otra realidad, pues en palabras no menos pre- televisiva, ambas de producción reciente, dictivas del llamado “gurú de la inteligen- cuya temática se inspira en trabajos ante- cia artificial”, Ray Kurzweil, riores surgidos en la década de los setenta dentro de pocas décadas, la inteligen- y ochenta, y demuestran la vigencia que cia de las máquinas sobrepasará a la subyace en la cultura popular respecto a la inteligencia humana, llevándonos a posibilidad real, tal vez definitiva, de la si- la “singularidad”: cambio tecnológico nergia entre cuerpo humano y máquina. tan rápido y profundo que representa una ruptura en la fábrica de historia La tarea de un creador humana. Las implicaciones incluyen la fusión de la inteligencia biológica y no En China se cuenta la historia de los cinco biológica, humanos inmortales almace- hijos de rey Ta-Chuan: el primero dotado nados en softwares, y niveles de inteli- de gran astucia; el segundo, de ingenio; gencia ultrarrápida que se expandirán el tercero, de fastuosa hermosura, autori- por el Universo a la velocidad de la luz tario; el cuarto y el quinto son poseedores (Rodway, 2008, pp. 168, 169). del don de generar felicidad. El padre los De igual manera, los procesos de interac- instó a demostrar quién era superior en el ción social ante el advenimiento de esos ejercicio de su habilidad, destacando al se- cambios impactarán indubitablemente en gundo al afirmar que había construido un las relaciones colectivas. hombre de madera capaz de actuar como si fuese humano. Un rey extranjero atestiguó A partir de tal introito, el artículo que nos el alcance de dicha creación al ver cómo el ocupa pretende responder a la siguiente autómata participó en actividades y juegos pregunta: ¿cuáles han sido los tópicos prin- de exigente habilidad; no obstante, también cipales de la interpretación demiúrgica del dirigía miradas insinuantes a la reina, hecho ser humano en la narrativa fílmica de cien- que ocasionaba la furia del monarca hasta cia ficción? el punto de ordenar que le fuese cortada la Para enfocar el estudio que origina el in- cabeza. El creador pidió ser él quien ejecu- terrogante expuesto, se utilizó el método tara la orden y quitando una clavija de la es- hermenéutico descriptivo, a partir de la re- palda el mecanismo se dividió en múltiples visión de fuentes secundarias teniendo en piezas (Aracil, 1998, p. 24). Este relato da

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 121 El sueño de Frankenstein cuenta de esa fascinación por hacer real las Incluso, la palabra autómata tiene su raíz en creaciones en un sentido de perfectibilidad, la expresión griega automatos, que se define que logre confundirse con el entorno bajo la como “espontáneo o con movimiento pro- apariencia de naturalidad. pio” (García, s. f.). No en vano se ha esta- blecido que “los primeros autómatas de los Por otro lado, A. Demmin alude a un autóma- que se tiene registro los construyó, en algún ta fabricado 2000 años antes de Cristo, capaz momento entre los años 10 al 70, Herón de de jugar y competir con el hombre en juegos Alejandría, quien además escribió lo que de exigencia física; también existe la referen- podría considerarse el primer libro de ro- cia al falso jugador de ajedrez del barón Von bótica, Los Autómatas, donde describía sus Kempelen, evolucionado luego con la máqui- mecanismos -la mayoría diseñados para el na de Torres Quevedo (Aracil, 1998, p. 25). entretenimiento-, como aves que gorjeaban o estatuas que servían vino” (García, s. f.). Desde las creencias en la antigüedad, es necesario destacar la relación con ideas re- En cuanto a progresos mecánicos, la Edad ligiosas; así, en Grecia el mito de Prometeo Media no da lugar a mayores aportes, salvo “viene a ilustrar la historia de la rebelión del algunos ejemplos como el caso de Roger Ba- hombre contra el monopolio de la creación, con quien construyó una cabeza mecánica ostentado por la divinidad” (Aracil, 1998, p. parlante en el siglo XIII (Brooks, 2002, p. 22). 26), también aparece la leyenda de Pigma- En contraposición, el Renacimiento lleva a lión, el rey escultor que decide crear como la obra de Leonardo Da Vinci, quien a partir su obra maestra la figura de la mujer perfec- de sus estudios sobre la anatomía humana ta; fue tal el matiz de perfección que por in- “concibió al comienzo del siglo XVI el equi- valente mecánico de un hombre, un robot tercesión de Afrodita la estatua cobró vida, humanoide” (Brooks, 2002, p. 22); aunque y se convirtió en su amada Galatea. Cono- algunos textos mencionan que fueron al cido como el efecto Pigmalión, o la profecía menos dos, “uno de ellos se considera el que se cumple a sí misma, a la psicología ha primero con forma humana y consistía en entronizado el concepto para referir aquella un caballero vestido con armadura medie- orientación imbatible de la voluntad para val capaz de saludar en las recepciones rea- producir consecuencias desde lo deseable les. Leonardo lo diseñó en 1495, aunque no (http://www.bakelan.net/gestion/archivos/ hay constancia de que lo construyera —algo El%20efecto%20pigmalion.pdf). que sí se ha hecho recientemente siguiendo Desde otra perspectiva, en el Génesis, la paso a paso sus esquemas—” (García, s. f.) ciencia humana se presenta como un rival Las máquinas no han sido otra cosa que de Dios, aspecto equiparable al mito prome- la materialización visible y audible de las teico (Aracil, 1998, p. 26), traducido en los ideas de evolución tecnológica plantea- eventos que llevan a que Adán y Eva sean das desde los siglos XVI y XVII, en térmi- desterrados del paraíso por atreverse a pro- nos de armonía del mundo y concordia de bar del “árbol del conocimiento”, que les lo diverso (Aracil, 1998, p. 14); así mismo otorgaba luz, claridad y apertura de mente. han sido utilizadas como herramientas de

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Pero ha sido la idea de la emulación de la De igual tenor son los datos proporciona- forma humana la que ha ido sustentando la, dos por el Inca Garcilaso en sus Comentarios a veces odiosa, pretensión de fabricar crea- Reales de los Incas, en los cuales alude a jardi- turas que pudieran entenderse como “hijas” nes artificiales de oro y plata con diversidad del intelecto y se les permitiera ocupar un de animales; por su parte, Roger Devigne lugar cuasi-antropológico. en L’Atlantide, apoyado en los escritos de Carli y de Braseur de Bourbourg, menciona Para el hombre, el autómata entendido creaciones mecánicas de formar animal; en como un artificio animado ha ejercido un Asia los muñecos articulados también apa- poder de atracción (Aracil, 1998, p. 23) que recen ligados a ceremonias, por ejemplo los ha superado las fronteras y el tiempo mis- utilizados por los hindúes para narrar sus mo. A lo largo de la historia, existen referen- epopeyas, los Wayangs del teatro religioso cias multivariadas de creaciones concurren- de Java y Bali y las marionetas chinas del tes con el ideal de superioridad humana teatro de sombras (Aracil, 1998, p. 24). como origen de seres artificiales. En ese orden de ideas, en el siglo XVIII se De la mano de lo artístico, esa ambición destaca Jacques Vaucanson, quien creó un utópica ha ido plasmando deseos que con- pato mecánico con funciones y actividades trastan con la realidad. Por ejemplo, en uno muy fieles a las del original; también elabo- de los Nocturnos de Hoffmann, intitulado ró tres humanoides que pretendían emular “El hombre de la arena” (1880), el personaje interpretaciones musicales (Brooks, 2002, principal, Nataniel, se enamora de Olimpia, p. 23). Llegó a inventar un pato mecánico para él una mujer que llena su existencia “cuyo sistema digestivo era capaz de imitar pero que a la postre no es más que un mu- de manera exacta el de un pato verdadero ñeco, develando la confusión entre realidad —¡incluso convertía el grano en excremen- y ficción, lo natural y lo artificial hasta ron- to!—, aunque luego se descubrió que todo dar la locura (Aracil, 1998, p. 23). El relato era un truco mecánico” (García, s. f.). alude a esa extraña simbiosis entre la apa- riencia sustentada desde la racionalidad y el Luego, en el mismo siglo deseo que obnubila la razón, hasta el punto apareció el más increíble creador de de conducir al individuo a replantear lo que autómatas de la historia, Pierre Ja- considera cierto y a trazar líneas de división quet-Droz, quien construyó tres autó- entre lo posible y lo imposible. matas que aún hoy despiertan la fasci- En una obra académica publicada por Al- nación más absoluta: La pianista, una fred Chapuis y Edouard Gélis en París en autómata de dos mil quinientas piezas 1928, intitulada Le Monde des Automates, capaz de interpretar de manera real se refieren diversas noticias en torno a una partitura al órgano con sus propios

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dedos; El dibujante, de dos mil piezas, Para los griegos la creación armóni- un niño capaz de realizar hasta cuatro ca dependía del Θέος, Theos (la ins- dibujos diferentes desde el esbozo en piración divina, el aliento de Dios, el lápiz hasta los retoques finales; o el espíritu que los dioses insuflan a su más inaudito de todos, El escritor, un creación), donde se perseguía emular autómata de seis mil piezas capaz de a los dioses en la creación de belleza y escribir a pluma diferentes textos en perfección, bajo el amparo de su inspi- inglés y francés siguiendo con su mira- ración, en todos los niveles de la vida” da lo que escribe. Los tres autómatas se (Rodway, 2008, pp. 169, 170). pueden contemplar en el Muséed’Art Por eso, “frente a una ausencia de dioses a et d’Histoire de Neuchâtel en Suiza” quienes invocar, son las preguntas morales (García, s. f.). acerca de las creaciones tecnológicas huma- Con esa orientación, Japón también destaca nas las que empiezan a tener cada vez más por la construcción de mecanismos emplea- relevancia” (Rodway, 2008, p. 170), lo cual dos en obras de teatro y ceremonias religio- da lugar a una reorientación del pensamien- sas, denominados Karakuri, autómatas que to hacia problemas en los cuales la solución datan de los siglos XVIII y XIX. Son figuras implica reflexión, deliberación y prudencia. que suelen esconder trucos para llamar la atención. Inicialmente era todo un arte la La adaptación del monstruo fabricación de estos muñecos, pero en la ac- de Frankenstein: preludio a tualidad solo queda un artista que los hace, los robots y ciborgs (T1) Shobei Tamaya IX (http://www.kirainet. com/karakuri-los-origenes-de-la-pasion-ro- Al interpretar a William Safire, Adela Corti- botica-japonesa/). na afirma que la obra literaria Frankenstein: De este brevísimo recorrido, se colige la el moderno Prometeo, de Mary Shelley, prece- existencia del deseo constante, como necesi- de dicho conocimiento cuando en esa noche dad de imitar la vida, en una clara alusión al en que junto a su esposo, Lord Byron y Po- “Mito del Progreso, cuyo protagonista, a di- lidori, en Villa Diodati (cercana a Ginebra), ferencia de los mitos eternos, es exclusiva- apuestan escribir un relato que conmocione mente el hombre. El hombre desplazando y, ojalá, aterrorice (Cortina, 2010). del protagonismo a los dioses. El hombre Basada en los trabajos de Erasmus Darwin, como dueño, controlador y manipulador abuelo de Charles Darwin, en torno a la de la Naturaleza y del mundo en que vive” creación artificial, la novela trasiega por los (Rodway, 2008, p. 166). caminos de la intriga, al narrar una historia Con la incursión creativa “sobre la perfectibilidad del hombre y aca- ba descubriendo que el presunto hombre toda esa ‘magia’ técnica parece ha- más perfecto no es más que un monstruo1” ber volteado el concepto griego de (Cortina, 2010). creación: χάος, Caos (lo inmanifes- tado), Θέος, Theos (lo manifestador) 1 “La palabra monstruo procede de la palabra latina monstrum, que y σύμπαν, Cosmos (lo manifestado). significa augurio, de modo que los animales y los seres humanos

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La criatura creada por el científico que se monstruo de Frankenstein- se convir- regodea en su propia ambición es un hom- tió en un monstruo diablo, pero hasta bre construido a retazos, distinto pero con ese enemigo de Dios y de los hombres mayores habilidades, situación que le lleva cuenta en su desolación, con amigos a no encontrar un semejante en , y compañeros. Yo estoy solo (Cortina, pues nadie es igual en humanidad (Corti- 2010). (cierra cita) na, 2010). Tal circunstancia, oprobiosa para Así, la novela “pretendía ser, ante todo, una quien resulta, en su naturaleza, un ser gre- relectura de los viejos mitos de creación a gario, es el eje fundamental de la obra: “la la luz de la estética romántica. Pero, acaso búsqueda desesperada de un igual en quien poder reconocerse, a quien poder estimar y sin darse cuenta, esa relectura remitía fun- de quien recibir estima” (Cortina, 2010). damentalmente a la técnica y el progreso, nuevos dioses de Occidente. No era el logos La conclusión del relato se enmarca en la místico del Evangelio de San Juan ni el sa- maldición que la criatura hace a su creador ber hermético de rabino Löw lo que anima- por haberle otorgado “un gran anhelo de ba la obra del Dr. Victor Frankenstein, sino felicidad y sin los medios para satisfacerlo: la ciencia” (Burgos, 2007). le ha dado grandes capacidades, pero no la posibilidad de encontrar a un igual con el El sueño de Frankenstein consiste en crear que compartir vida y destino, no hay dere- vida de la muerte, desafiar lo divino y de- cho a crear a un ser sin ofrecerle a la vez los mostrarle a la propia Creación que él, como medios para ser feliz” (Cortina, 2010). hombre, a su vez es un creador y puede imi- tar la vida. No en vano “el movimiento es Desde ese contexto, refulge con claridad la considerado como la característica más clara intención de Shelley que transversaliza la de la imitación de la vida animal, si bien éste obra: debe revestir un aire complejo y, en cierto modo, imprevisible: el automatismo dema- los miembros y los órganos de un ser siado simple y repetitivo parece más propio humano, incluido el cerebro, pueden de lo demoniaco” (Aracil, 1998, p. 25). ser muy perfectos, pluscuamperfectos, pero nada garantiza que su vida sea Por lo tanto, “el creador de autómatas —es- una vida buena si no puede contar con cribe Ceserani— imita el acto creativo de la otros entre los que saberse reconocido divinidad según modos humanos, sober- y estimado. El ángel rebelde -dirá el bios y blasfemos: su creación es analítica, es una construcción minuciosa y racional. La sociedad advierte inconscientemente que nacían deformes eran considerados como advertencias divinas de desgracias futuras. Así, en la Edad Media, cuando persistía la los términos y los confines de este desafío, homología aristotélica entre fantasía y experiencia (Agamben, 2001), que son cósmicos: es un subvertir órdenes era común pintar o esculpir a los monstruos en los portales de las y principios establecidos” (Aracil, 1998, p. iglesias, como amonestaciones, como avisos sobre la vida real. Los monstruos aparecen vinculados también a la transgresión de límites 26), con lo cual lo monstruoso de la creatu- normales, de una ley interior, de una ley social o de un rito (Ciocchini ra, que se manifiesta en lo físico, no es otra y Volta, 1992). Todos los grandes prototipos de monstruos son al mismo tiempo desafíos a la regularidad de la naturaleza y a la regu- cosa que la somatización de la perversidad laridad de la inteligencia humana” (Cuadros Contreras, s. f., p. 250). que mueve al espíritu del creador.

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Esa visión inspiradora de la obra literaria humano de la oprobiosa esclavitud genera- ha traslucido lo que en la realidad, ahora, da por el trabajo manual, y a su vez se con- se entiende por robot y . “El término vierten en una clase oprimida. robot aparece en la obra teatral del drama- turgo checo Karel Capek, R.U.R. de 1920 y La obra comienza con la idealista He- es sinónimo de esclavo mecánico. Carece de lena Glory presionando al director de toda semejanza con el ser humano” (Balles- la fábrica, Harry Domin, para que libe- teros y Fernández, 2007, p. 29). Estrenada en re a los robots. Este cree que no tienen 1922 en Nueva York, la obra se define como alma, aunque la obra nunca pone en “una oscura y opresiva distopía donde una duda la chispa de humanidad que ani- especie de seres humanos eran ensamblados da en ellos, por mucho que sean seres por piezas en una enorme cadena de monta- (o “máquinas”) de carácter huraño y je, con la misión de desempeñar las labores reservado. Su rebelión contra la escla- más ingratas de la sociedad. Dichos persona- vitud es inevitable: arrasan el escena- jes eran bautizados con el nombre de Robots rio, matando a todos los humanos de —que en checo viene a significar “trabajo la Tierra excepto a Alquist, el único duro”— y, desde un punto de vista histórico, humano que todavía trabajaba con sus es probablemente la primera aparición de un manos y que se oponía a lo que en la concepto que daría nombre a una rama de la fábrica se estaba haciendo. Pero sin la ingeniería: la robótica” (García, s. f.). ayuda de los hombres, los robots no El drama ocurre en una fábrica que se sitúa pueden reproducirse. La obra termina en una isla del Pacífico sur y elabora huma- con una esperanzadora nota de carác- noides sintéticos en serie; se afirma que “fue ter religioso: dos robots modificados, el hermano de Karel, Joseph, quien sugirió Primus y Helena, rebautizados por un la palabra ‛robot’ (robota es el término checo envejecido Alquist como Adán y Eva, para ‘trabajador’ o ‘siervo’) para designar a son enviados al mundo exterior para las criaturas fabricadas por Rossum, aunque reproducirse sin el estigma del pecado no se tratara de seres metálicos, sino de carne original y con un nuevo sentimiento humana, una especie de androides creados a creciendo en ellos: el amor (Universo partir de un caldo orgánico quizá más pare- de Ciencia Ficción, s. f.). cido a lo que hoy llamaríamos clones. Por su parte, el nombre de la compañía, ‛Rossum’ es De ahí, las variaciones de dicha creación también un juego de palabras con el término han marcado la pauta en relatos de ciencia checo ‘rozum’, que significa ‘razón’ o ‘inte- ficción de todos los matices, siendo expo- lecto’. Así, Rossum ‛intelecto’ fabrica robots, nente significativo de ello el prolífico Isaac ‛obreros-esclavos’, una relación binaria equi- Asimov. Su obra, caracterizada por un ex- valente a mente/cuerpo o amo/sirviente” tenso catálogo de relatos cortos, novelas y (Universo de Ciencia Ficción, s. f.). ensayos académicos, ha dedicado gran par- Dentro del relato, los robots son instrumen- te de su temática a reflexionar sobre los ro- tos que tienen como objetivo liberar al ser bots y la posibilidad de que ellos lleguen a

126 César Oliveros Aya interactuar con la humanidad hasta el pun- 2. Todo robot obedecerá las órdenes re- to de constituir una nueva raza de seres.2 cibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en Llega a definir la ciencia ficción como “la contradicción con la primera ley. rama de la literatura que trata de las res- 3. Todo robot debe proteger su propia puestas humanas a los cambios al nivel de existencia, siempre y cuando esta pro- la ciencia y la tecnología […] entendiendo tección no entre en contradicción con que los cambios implicados deben ser racio- la primera o la segunda ley. nales y acordes con lo que se sabe de la cien- cia, la tecnología y los seres humanos” (Asi- Esas premisas que rigen su obra son una mov, 1986, p. 9). Esto en consonancia con propuesta normativa que condiciona la la postura de Christian Rodway, respecto a entronización del robot más allá de enten- que “la Ciencia Ficción es el modo de ex- derlo como un simple artefacto, sino como presión del Mito del Progreso […] es una un cuerpo, entendiendo tal expresión para hija brillante del siglo XX, nacida de la lite- aludir a un “sistema complejo” (Ballesteros ratura gótico-fantástica y de la Revolución y Fernández, 2007). Ello demuestra que “la Industrial” (Rodway, 2008, p. 173). Con lo Ciencia Ficción por tanto juega un rol de la anterior, los temas en torno a robots reflejan concienciación haciendo juegos imaginarios la concordancia entre la posible realidad de y especulando sobre el futuro, el hombre y la humanidad futurista que establece rela- la vida, a la vez que nos presenta los miedos ciones directas o indirectas con sus propias y valores del presente” (Leibrandt, 2014) y creaciones mecánicas. desde sus planteamientos “la principal di- ferencia entre los humanos y estos robots También son famosas las máximas que Asi- radicaría en su constitución material, e in- mov inventó para definir las tres leyes de la dudablemente están destinados a formar robótica y que han trascendido hacia libros parte de nuestras comunidades humanas de otros autores en el género de la ciencia en el próximo futuro, como ha sucedido ficción,3 identificándolas como pautas com- con los utensilios sofisticados que hemos portamentales, a saber (Asimov, 1987, p. 13): desarrollado (enseres, electrodomésticos, 1. Ningún robot causará daño a un ser ordenadores y vehículos de uso personal)” humano o permitirá, con su inacción, (Vives-Rego y Mestres Naval, 2012, s. p.). que un ser humano resulte dañado. Las formas robóticas avanzan con mayor perspectiva a copiar al detalle el cuerpo hu- 2 “Quizá el relato más emblemático sobre ingeniería mecánica apli- mano, ya no son simples ideas esbozadas cada a la ciencia ficción sea ‘Sally’ de Isaac Asimov. Es increíble la en las narraciones literarias que generaron capacidad de este escritor para poder humanizar robots y androi- des. Sally es un automatóvil (un automóvil con cerebro positrónico, todo un boom a mediados del siglo XX en un auto inteligente), el cual es protagonista de una extraordinaria los Estados Unidos, sino que consolidan un aventura junto a su dueño, que adora este armatoste como si fuera enfoque vinculante para el desarrollo tecno- una hija” (Saldívar, 2010). lógico de la humanidad. 3 Obras de escritores como Joanna Russ, Samuel R. Delany, John Varley, James Tiptree Jr., Octavia Butler, Monique Wittig y Vonda McIntyre (Haraway, 1991) perfilan enfoques ideológicos tomando Por ejemplo, se hace distinción entre lo que como base las historias sobre robots. es un robot situado y un robot encarnado;

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 127 El sueño de Frankenstein el primero “se halla inserto en el ambiente mano de Manfred Clynes y Nathan Kline, y que no opera con descripciones abstrac- del Rockland State Hospital de Nueva York, tas sino a través de sensores propios que aludiendo a “un organismo humano capaz en el aquí y ahora del mundo influyen di- de sobrevivir en un medio extraterrestre” rectamente en su conducta” (Brooks, 2009, (Ballesteros y Fernández, 2007, p. 139). Con p. 65), y el segundo “posee un organismo el nombre de cyborg se pretende denominar físico y experimenta el mundo, al menos en y dar alguna explicación a los seres huma- parte, directamente a través de la influencia nos modificados tecnológicamente o a los de éste sobre el cuerpo. Se produce un tipo robots cada vez más humanoides, por no más especializado de personificación cuan- hablar de los engendros emergentes de las do la plenitud de ese ser se halla contenida probetas biotecnológicas y de la ingeniería dentro del mundo” (Brooks, 2009, p. 65). genética (Sádaba, 2009).

Resulta interesante, pero complejo a la vez, Así las cosas, el enhancement, “la posible ver el amplio alcance del sentido de corpo- mejora de las capacidades humanas in- reidad inspirada en la forma humana, pues terviniendo en el cerebro, el perfecciona- miento de facultades normales, y no solo los nuevos modelos antropocéntricos la curación de patologías” (Cortina, 2010), obligan a un cambio radical en las pau- ha decantado en formular muchas hipótesis tas conceptuales de inspiración de los narrativas y visuales de un futuro que en- arquitectos, que por tradición deonto- lógica, hoy eufemística, siempre han tronca fuertemente con el presente. declarado construir ‘para el hombre’. La biotecnología ha marcado una pauta de Representan la pulverización del mito uniformización de la realidad, al concebir del cuerpo, el estallido de la figura-ful- que todo está sustentado en la información, cro dibujada por Leonardo en su céle- sobre todo en información genética, “con bre rueda de la que irradian teorías y lo que tiende a borrar las diferencias entre edificios. Suponen la atomización, el las especies vivas e incluso entre seres vi- desmembramiento, la hibridación, la vos y máquinas, ya que algunos como Wie- recombinación del modelo filocorporal ner ―fundador de la cibernética― llegan a inaugurado formalmente en el Renaci- atribuir propósitos a las máquinas ya que miento italiano (Muntañola, 2001, p. 33). el propósito no sería otra cosa que proce- Comparativamente, “el cyborg es más bien samiento de la información; así lo afirma lo contrario de un robot. Se trata de un ser en su libro Cibernética. El uso humano de los con implantes que, a pesar de la aridez del seres humanos. La biotecnología se basa en territorio, ha conseguido preservar su per- la pretensión de reducir todos los organis- sonalidad, su talento, sus gustos y sus re- mos vivos y los ecosistemas a información cuerdos. No sólo es autónomo sino que sus genética o electrónica y luego usar esta para órganos sensoriales y su cerebro están ‘po- superar las limitaciones de espacio y tiem- tenciados’, dotados de nuevas facultades” po. Aquí surge la biolítica que “equipara lo (Muntañola, 2001, p. 28). La expresión cy­ vivo a lo mineral” (Ballesteros y Fernández, borg surgió en la década de los setenta, de la 2007, p. 22). Este es un término acuñado por

128 César Oliveros Aya el periodista del diario Le Monde, H. Kempf, Meeting de la Asociación Antropología La revolutionbiolitique: Human Artificiels Americana” (Koval, 2006). et Machines Animées, París: Albin Michel, 1998 (Ballesteros y Fernández, 2007, p. 23). Si de argumentos justificables se trata, se ha considerado que el hombre necesita Por su parte, Guido Saraceni expone lo de la técnica al advertir las falencias de su siguiente cuerpo, vulnerable, lento, débil en la mayor parte de sus aspectos, lo que hace necesa- cuando utilizo la tecnología me muevo rio la presencia de aquella para sobrevivir más allá de mis capacidades corpora- a un mundo hostil, y adecuarlo así a su cor- les, el instrumento magnifica mis pres- poreidad (Ballesteros y Fernández, 2007, p. taciones y oculta, volviendo absoluta- 144), de ahí que se vea con buenos ojos el al- mente opaco, mi cuerpo real, su edad cance dado al uso tecnológico para hibridar y sus debilidades. De ese modo, el cy­ cuerpo con máquina, pues “la subjetividad borg no hace distinción entre la esfera cíborg suscita una serie de cambios en nues- individual y la colectiva, dado que ‘su tras teorías psicológicas debido a que señala cuerpo es el resultado de manipulacio- la hibridación como característica sobresa- nes obra de gobiernos o multinaciona- les; su espacio más íntimo ha estado, liente de la condición humana” (Sánchez por ello, a merced de muchas manos Perera y Andrada de Gregorio, s. f). extrañas y sus accesorios han sido, Sin embargo, otras posturas como en el lla- ante todo, patentados´ (Ballesteros y mado , la unidad biológica corpo- Fernández, 2007, p. 150). ral, entendida igualmente como referente Así las cosas, “la estética cyborg remite a la cultural y base de la identidad, empieza a encrucijada de la interfaz humano/máquina cuestionarse y llega así a debatirse la orien- como texto para leer el estatus humano y tación ética ―y mucho más bioética― que maquínico del sujeto del siglo XXI, así como subyace en la mixtura del uso de lo técnico la superación de un estadio evolutivo antro- en lo vivo (Radrigán, 2013), aspectos noda- pocéntrico y a la interpretación de nuestra les de profusa controversia cuya conclusión cultura ya desde presupuestos no exclusi- definitiva aún está pendiente, al eviden- vamente esencialistas o humanos” (Aguilar ciarse que “el hombre es un ser que se au- García, 2008, p. 13), pues combina hardware, tointerpreta, que necesita conocerse, inter- software y wetware4 (Shah, 2008, p. 211) y ha pretarse y reinterpretarse para averiguar su sido tal su impacto que, desde 1993, ya se lugar en el mundo” (Reche, 2005). habla de “la ‘Antropología Cyborg’, subes- pecialidad instituida como tal en el Annual El robot y el cyborg en el cine y la televisión 4 Término usado para describir “la integración de conceptos de la construcción física conocida como ‘sistema nervioso central’ y la construcción mental conocida como la ‘mente humana’. Wetware La historia de Pinocho, originalmente crea- es una abstracción de dos partes de un humano vistas desde los da por Carlo Collodi, es la clásica visión conceptos informáticos del hardware y el software” (ver http://www. alegsa.com.ar/Dic/wetware.php); en síntesis, equivale a hablar de la de las creaciones artificiales con un discur- estructura y funcionalidad de un cerebro. so destinado a los niños y probablemente

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 129 El sueño de Frankenstein inspirado en el mito de Pigmalión. Refiere perversa entre científico y mago que crea y el deseo de un carpintero llamado Gepe- controla a María (primer robot que aparece tto de convertir un muñeco de madera en en un film), una sociedad futurista estra- un ser humano. Múltiples adaptaciones tificada y sometida, y una clase obrera ex- cinematográficas, desde la producida por plotada, sin posibilidad de beneficiarse del Walt Disney en 1940, han dado cuenta del progreso (Rodway, 2008, p. 174). argumento hasta el punto de convertir al Así mismo, las magníficas obras de James muñeco en un robot, como se precisa en In­ Whale, Frankenstein (1931)5 y La novia de teligencia Artificial(Steven Spielberg, 2001) y Frankenstein (1935), pasarán a la historia Pinocho 3000 (o P3K, Pinocho 3000, de Da- como la caracterización más popular de la niel Robichaud, 2002). criatura, encarnada por Boris Karloff. Empe- Pero si de relatos fílmicos sobre autómatas ro, será la versión rodada por Kenneth Bra- se trata, es preciso remontarse a la primera nagh (1994) la más fiel a la historia de Mary versión de Frankenstein, dirigida por J. Sear- Wollstonecraft Shelley, donde Robert De le Dawley (1910). Producida por Thomas Niro se pone en la piel del engendro, que no Alva Edison, cuenta en apenas 16 minutos encuentra sitio para su controvertida exis- cómo el Dr. Frankenstein crea en un calde- tencia. Explotado hasta la saciedad, el per- ro, como si fuese un alquimista, al monstruo sonaje continúa vigente al estrenarse en 2014 que trastornará su vida. Yo, Frankenstein, de Stuart Beattie, basada a su vez en un cómic de Kevin Grevioux. Posteriormente, tres películas alemanas se convertirán en hitos: El Gólem (1915), rea- A propósito, una escena del Frankenstein lizada por Henrik Galeen y Paul Wegener, filmado por Kenneth Branagh en 1994 es un con un popular remake en 1920, que muestra claro ejemplo de “la alegoría del viejo deseo uno de los mitos más famosos de la religión de manipular las fuerzas de la vida, con un judía, la creación de un ser de arcilla por propósito benévolo” (Rodway, 2008, p. 180): parte de un rabino de Praga, que empren- Víctor F.: ― La vacuna, por ejemplo. de una cruzada de venganza. En 1919, El Hace treinta años el concepto era des- gabinete del Dr. Caligari, de Robert Wiene, conocido y ahora salvamos vidas todos introduce el personaje de un autómata que los días. comete crímenes, acicateado por las deseos perversos de un científico loco. Por otro Clerval: ― ¿Qué insinúas? lado, Fritz Lang, filmó la clásica Metrópolis (1927), en cuya historia se plasma una línea Víctor F.: ― Que tarde o temprano el argumental correspondiente a la sustitu- mejor modo de engañar a la muerte ción de la mujer que lidera la revolución de será crear vida. los trabajadores subterráneos por un robot creado por el científico Rotwang. 5 “Tanto en la película de Whale como en sucesoras secuelas, pas- tiches y revisiones, el monstruo, no siempre malvado, terminaba Huelga aclarar que Metrópolis tenía perso- escapando del dominio de su creador y se tornaba en su contra al verse rechazado por la sociedad e, incluso, por el amor de su ‛no najes y situaciones arquetípicas del géne- vida’ (aquí vemos una vez más el castigo divino que apuntábamos ro de ciencia ficción, tales como la mezcla anteriormente)” (Rodríguez Lazo, s. f.).

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Clerval: ― Has ido demasiado lejos. cuando nuestros predecesores sorprendían Sólo hay un dios, Víctor. al mundo con las primeras máquinas pen- santes: monstruos primitivos que podían Víctor F.: ― Deja a Dios fuera de esto. jugar al ajedrez. ¡Tan lejos hemos ido! El Amas a alguien, tiene un corazón dé- ser artificial es una realidad de simulacro bil. ¿No le darías uno saludable? perfecto, articulado en movimientos, en el Clerval: ― Imposible. lenguaje, y no falto de respuesta humana. Víctor F.: ― No es imposible. Estamos Aquí, en Cybertronics, el ser artificial ha al- cerca. Y si podemos reemplazar una canzado su máxima expresión. Adoptado parte del ser humano, podemos reem- universalmente como la base para cientos plazarlas todas. Y si podemos hacerlo, de modelos, sirviendo a la raza humana en podemos diseñar una vida. Crear un toda la multiplicidad de la vida cotidiana. ser que no envejezca ni enferme. Uno Está bien, pero no es suficiente. (Rodway, que será más fuerte, mejor que noso- 2008, p. 181): tros. Más inteligente que nosotros, más Por lo tanto, el dilema persiste con la civilizado que nosotros. consecuente polarización de interpreta- Pero el mensaje de la tragedia frankens- ciones en el esquema sociocultural de la teiniana es pesimista. Así como ha escrito contemporaneidad. Kenneth Rexroth respecto a La Tempestad La vasta filmografía sobre robots, un sub- de Shakespeare, “ni la historia ni la Natura- género que ha producido verdaderos íco- leza poseen carácter moral, ni siquiera son nos socioculturales de indeleble impresión capaces de un valor positivo. La materia se en los cinéfilos, evidencia la afirmación an- rebela y la energía escapa” (2001, p. 174), “el terior al representar, por ejemplo, a los fie- monstruo de Frankenstein es, como el ángel les escuderos de Luke Skywalker, R2D2 y caído de Milton, expulsado del mundo de los C3PO en la icónica saga de La Guerra de las hombres por aparecer como diferente ante la Galaxias (Aldarondo, 2008, p. 172), la figu- sociedad civilizada” (Pulido Tirado, 2012). ra de los replicantes de Blade Runner (Rid- Tal presupuesto contrasta con una secuencia ley Scott, 1982), el despiadado Terminator de la película Inteligencia Artificial (Spielberg, (, 1984) y sus tres secuelas, El 2000), ya mencionada, que también muestra así como las inspiraciones de Asimov en hombre bicentenario (Chris Columbus, 1999) esa intencionalidad beneficiosa de la ciencia, y Yo Robot (Alex Proyas, 2004); desde otro cuando el Dr. Allen Hobby (William Hurt) frente, el arma contra el crimen en Robocop argumenta a los ejecutivos de la compañía (Paul Verhoeven, 1989) que comulga con Cybertronics el proyecto de diseñar un ro- el prototipo del cyborg, temática explorada bot con forma de niño, que tenga la posibili- especialmente en filmes como Soldado Uni­ dad de desarrollar el sentimiento del amor: versal (Roland Emmerich, 1992), Star Trek Crear un ser artificial ha sido el sueño del Nemesis (Stuart Baird, 2002), series de tele- hombre desde el nacimiento de la ciencia, no visión del tenor de El Hombre Nuclear (1974- sólo desde el comienzo de la era moderna, 1978) y, recientemente, Intelligence (2013).

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El conglomerado de obras que construyen forma paulatina, va recordando su vida pa- ese universo mediático ahondan en el argu- sada; la conciencia de ser humano termina mento constante respecto a que “la fascina- venciendo sobre la máquina. No puede ol- ción por la máquina puede significar para el vidarse el emblemático diálogo con el cual ser humano, su ascenso y decadencia como culmina la narración, cuando el dueño de la especie, una inédita concepción de cuerpo, corporación le pregunta quién es, responde incluso otra categorización de ser humano” de manera categórica: ¡Murphy! (Sanmartín, 2014, p. 34). Desde esa lectura, el relato se convierte en Robocop una especie de triunfo de la naturaleza hu- mana sobre la fría artificialidad de la tec- En 1987, dirigida por Paul Verhoeven, la pe- nología. Si bien el cuerpo de Robocop está lícula Robocop se convirtió inmediatamente hecho de titanio y kevlar, la evolución del en un ícono de la cultura popular, y dio lu- personaje deja muy en claro, con esa con- gar a dos secuelas y a una serie de televi- tundente frase final, la definición identita- sión. El filme original cuenta la historia de ria del mismo; ha cambiado su forma pero Alex Murphy (Peter Weller), un policía de continúa siendo un ser humano, su viaje de Detroit que es abatido en el cumplimiento retorno no ha sido fácil pero ha logrado vol- de su deber; casi muerto, lo que ha quedado ver a reconocerse como tal. de su cuerpo es sometido a un procedimien- to de robotización, creando un prototipo En ese orden de ideas, resulta pertinente la mecánico de policía. reflexión obligada sobre esos límites que cruza el personaje. ¿Cuál sería su cuestiona- La película se convirtió en un hito cinema- miento? Puede que haya pensado: “quizá lo tográfico, hasta el punto de erigirse en una que me hace seguir siendo yo no es el que obra de culto que, a pesar de tener un bajo esté compuesto de la misma materia física, presupuesto, supo adecuar una historia de sino el hecho de ser una continuación, un ciencia ficción con un guión lo suficiente- organismo o estructura neuronal en desa- mente atractivo para que pudiera mostrar rrollo, un continuo en el espacio y el tiempo. una de las ciudades más violentas de los Es- O quizá lo esencial no sea la estructura neu- tados Unidos como un lugar de candente ac- ronal, sino la misma consciencia continua tualidad y un tono de acción que se permite sin recuerdos, deseos e intenciones que vie- licencias para criticar los medios de comuni- nen y van con un grado adecuado de cone- cación, la política y la creciente globalización xión” (Cave, 2009, p. 137); aspectos dignos económica en la cual los seres humanos son de estudiarse desde el enfoque filosófico en considerados subproductos socioculturales. términos psicológicos, éticos y neuroéticos. Murphy es convertido en un cyborg por una Y ante la posibilidad de entrar en una crisis empresa multinacional que lo considera de identidad: “lo que me convierte en yo a una simple máquina al servicio de la segu- lo largo del tiempo debe poseer, como mí- ridad y defensa de los ciudadanos. La pri- nimo, una continuidad psicológica o una mera parte del filme lo muestra como una continuidad física, pero cuando esos cri- cosa, una fabricación, un robot pero que, de terios se desmontan ya no sabemos cómo

132 César Oliveros Aya responder” (Cave, 2009, p. 138). Al abordar Por otro lado, Robocop 3, de Fred Dekker esos ámbitos de pensamiento, el argumento (1993), baja el listón en la audiencia al plan- del filme toma nuevos rumbos. tear una línea argumentativa diferente, donde Murphy tiene la esperanza de volver Nótese cómo el hecho de incluir a nivel de a ver a su familia, mientras Detroit arde más personaje implícito la presencia constan- que nunca, con una fuerza policiva en paro te de las corporaciones y multinacionales, y una sublevación paramilitar en marcha. cuya razón mercantil es el tema de la seguri- El actor original es reemplazado por Robert dad y el orden público, permite avizorar un John Burke y la monotonía narrativa hace contraste entre la noción prefabricada de la presencia, a pesar de mantener la misma vida humana y la persistencia de lo natural, preocupación que identifica a la saga, enfa- lo orgánico, en la figura del protagonista, tizando en que “las innovaciones técnicas se concebido a nivel de prototipo. Esa tensión, vuelven el medio para enfrentar el subdesa- que no resulta novedosa, se actualiza para rrollo y vencerlo” (Ossa, 2003, p. 23). invitar a la reflexión en torno a la natura- Para 1994, se crea una serie televisiva que leza humana y lo que ella comporta, sien- duró una sola temporada de 22 episodios, do muy significativa la secuencia en la cual enfocada sobre todo en el “envejecimiento” Murphy empieza a recordar a su familia y del personaje, que empieza a adquirir nive- quién era antes de la intervención que lo ha les de obsolescencia, mientras su hijo se ha transformado. incorporado a la burocracia corporativa que La fórmula fue tan exitosa que hubo dos se- ha alcanzado formas de mafia basadas en el cuelas de relativo impacto. Robocop 2, diri- dominio de la biotecnología. gida por Irvin Kershner en 1990, con guión Se insiste en la fuerza mediática en este de Frank Miller, tiene como eje temático la contexto, “donde la técnica es también una puesta en marcha de un nuevo programa de racionalidad simbólica volátil, triunfa, des- mejoramiento cibernético para dar origen a medidamente, la ilusión de la globalización un policía más avanzado; en este caso, no se que implosiona el saber con demandas trata de un cyborg sino de un robot propia- interpretativas heterogéneas, al volver si- mente dicho. multáneo el mundo y traducible a formato visual la pulsión psicológica, el diseño or- Detroit está sumida en un caos insostenible, ganizacional, el fetichismo informático o el hay huelgas en el departamento de policía, prestigio financiero” (Ossa, 2003, p. 25). inseguridad boyante en las calles donde también ha empezado a circular una nueva El estreno del remake, a inicios de 2014, droga llamada Nuke. La tarea del personaje adapta la historia para un público más jo- central se ha magnificado, al punto de llegar ven, decantando la extrema violencia de a ser casi destruido en alguna misión, pues la producción original. Esta vez Robocop resulta descuartizado. Vuelve el cuestio- cambia para una nueva generación, con un namiento del entronque hombre-máquina, discurso más sosegado y de índole marca- con las consecuentes visiones en torno a su damente bioético. Dirigida por el brasilero relativa invulnerabilidad. José Padilha, la historia se detendrá en el

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ámbito personal y familiar de Alex Murphy, cyborg? ¿Y si hablásemos de salvarle esta vez encarnado por Joel Kinnaman, con la vida a un hombre? Tal es el plan de una perspectiva psicológica para denotar el Sellars y de manera limpia y eficiente es impacto que genera la transformación físi- llevado a cabo sobre el agente Murphy, ca del personaje, sin perder el componente herido de muerte tras un atentado te- mediático traducido en el cubrimiento noti- rrorista (Crítica: “Robocop (2014)”. No cioso que hace un periodista (Samuel L. Jac- se siente el metal del mismo modo s. f.) kson) de la incorporación del cyberpolicía a En esa construcción argumental, reful- la vida cotidiana de la ciudad y quien cues- ge una secuencia impactante una vez que tiona, desde la primera secuencia, que Amé- Murphy ha sido reformado. El Dr. Norton rica sea “robofóbica”. El filme “comienza le muestra qué tanto queda de su cuerpo con un noticiero que critica con brillantez el orgánico y mientras va desensamblando género. El slogan del noticiero es: ‘Éste es su las partes mecánicas, el héroe ve con terror noticiero. Denos tres minutos y le daremos cómo toda su originalidad biológica se re- el mundo” (Arancibia, 2014).. duce a cabeza, corazón y pulmones. El desarrollo temático, por su parte, Esa confrontación con la realidad, con la se centra en el origen del héroe, en un asunción de un nuevo yo corpóreo, indubi- origen traumático propio de un villa- tablemente aboca al personaje a un proceso no, mutilado y reconvertido contra su de aceptación de la realidad, mientras en su voluntad en un ser parte hombre, parte psique se libra esa lucha tan difícil en tor- máquina, todo policía (con sutil toque no a su identidad como ser humano y hace frankensteiniano). La relación entre el pensar que “reconocer que somos cyborgs doctor Dennet Norton (Gary Oldman) apunta, entonces, al reconocimiento de una y Murphy (Joel Kinnaman) es más pro- imagen condensada de imaginación y rea- funda que la de éste último con su mu- lidad material, en la que se materializa una jer e hijo. El matrimonio artificial sirve, tecnología biopolítica que determina nues- sin embargo como punto de conexión tros cuerpos y más amplias identidades, de- del policía cibernético con su lado más limitando cualquier posibilidad de transfor- humano. En el otro extremo de la ecua- mación histórica” (Radrigán, 2009). ción está Raymond Sellars (Michael Por lo tanto, Keaton), CEO de Omnicorp, dueño de medio mundo gracias a la introducción [son] temas que van desde si es correc- en los ejércitos de sus robots militares. ta la cada vez mayor presencia de ro- Sellars está a punto de culminar su plan bots, naves no tripuladas y drones en el maestro, lanzar su producto en el único campo de batalla moderno. Asimismo mercado que lo ha rechazado, precisa- también quiere que reflexionemos con mente el norteamericano, pues una ley temas tan importantes como el Trans- impide a Omnicorp liberar sus máqui- humanísmo, de que si es beneficioso nas en suelo estadounidense. Pero, y para la humanidad servirse de la tec- si en lugar de robots hablamos de un nología y la robótica para mejorar su

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calidad de vida. En el mismo tono na- En 13 episodios independientes cuenta las rrativo, destaca con fuerza el tema del misiones que debe cumplir Gabriel Vaughn libre albedrío, de las emociones y del (Josh Holloway), un operador de inteligen- alma de Murphy. En que si en realidad cia de alta tecnología que ha magnificado es un zombi biomecánico de la compa- sus habilidades físicas al haberse sometido ñía o tiene libertad de elección. En don- de manera voluntaria a que se le implantase de termina un conjunto de descargas un microchip de una súper computadora en dopaminérgicas y empiezan sus emo- su cerebro, facilitado por una rara mutación ciones y donde terminan sus de activi- genética conocida como Athens; todo ello, dades cognitivas y empieza su mente. dentro del programa estatal denominado De que si se conserva el alma de Mur- Clockwork. De tal manera, es el primer ser phy o si tan solo es una marioneta de humano conectado directamente a la red de la OCP (Crítica de Robocop 2014, s. f.). información global, aspecto que le permite acceder a cualquier información online. En síntesis, esta revisión del policía ideal deja a un lado el sustrato de ultraviolencia Vaughn se ha convertido, entonces, en un sarcástica generado por la trilogía de los no- arma sofisticada del Gobierno de Estados venta, para dar origen a un personaje cuyo Unidos, su superiora es Lillian Strand (Marg problema bioético resulta ostensible: ¿qué Helgenberger), directora de la Agencia de tanto tiene de humanidad cuando el 80 % Seguridad Cibernética, que supervisa las mi- de su cuerpo es mecánico? siones y ha reforzado su seguridad asignan- do a Riley Neal (Meghan Ory), la agente más Una de las frases significativas de este nuevo joven del FBI, para protegerle de amenazas planteamiento del personaje abre el camino exteriores y, a la vez, ayudarle a controlar su a discusiones innegablemente neuroéticas: comportamiento, rayano en lo impredecible “la conciencia es sólo el procesamiento de y lo imprudente, alejándose constantemente información”. Transhumanismo e identi- de los protocolos (Filmaffinity, s. f.). dad como soportes basales de problemas coyunturales en el trasegar de la bioética, La serie permite explorar, como pretexto te- donde pulula la idea en torno a que “la con- mático, una serie de contenidos que invitan dición del ser humano debiera trascender la a reflexionar en torno a las consecuencias consideración por lo exclusivamente corpo- generadas por el proceso de incorporación ral o mental, siguiendo los pasos del dualis- del chip en el organismo de un ser humano, mo cartesiano” (Cambra Badii, 2008). lo cual mejora sus capacidades cerebrales pero también, al ser parte de un programa Intelligence del Gobierno, lleva a entenderse como una herramienta de la institucionalidad, en una Intelligence es una serie de televisión crea- suerte de despersonificación en su naturale- da por Michael Seitzman, inspirada en la za persona e individuo. novela Phoenix Island, de John Dixon, dis- tribuida por ABC Studios y CBS Television Desde el episodio piloto se explica la con- Studios, y emitida en Latinoamérica por el dición de Vaughn, cuyo origen se sintetiza canal AXN en el primer semestre de 2014. en algunos diálogos entre los personajes,

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 135 El sueño de Frankenstein sin que se profundice en las condiciones y En tal caso, habiendo utilizado la tecnolo- procedimientos de la intervención quirúr- gía, el cuerpo humano da un paso adelante gica para incorporar el implante. La acción a lo que, en términos formales, puede en- desarrolla un caso consistente en rescatar, tenderse como mejoramiento de sus condi- de manos de un delincuente internacional ciones ―que no de evolución―, en un claro chino, al científico creador del programa escenario de conversión transhumanista. Aquí huelga la siguiente explicación: Clockwork. El ser humano sabe que su cuerpo sur- Por consiguiente, la narración se solaza ge del contexto, no se identifica con el en mostrar esas habilidades que hacen del espacio que lo rodea. El hombre es ca- protagonista un ser humano superdotado. paz de distanciarse de la naturaleza y Tiene la posibilidad de recrear cualquier in- de utilizarla, de relacionarse con el am- formación del espectro electromagnético en biente circundante como se hace con un una especie de foto fija virtual en tercera y objeto, con la tendencia manipuladora hasta cuarta dimensión, permitiéndole “ca- típica de la técnica. Puedo reflexionar minar entre imágenes” y obtener el mínimo sobre la naturaleza y puedo utilizar la detalle de las formas, figuras, signos y sím- naturaleza, sólo en la medida en que bolos que logre advertir. soy capaz de trazar la línea divisoria entre sujeto que actúa, que reflexiona, Siendo una especie de biocomputadora que utiliza, y objeto que es utilizado, muy avanzada, puede decodificar datos, pensado y actuado. Por este motivo, la suprimir esquemas de seguridad, hackear intervención de la tecnología sobre el o bloquear información, comunicarse de cuerpo activa miedos atávicos de pro- manera simultánea en varios niveles de fanación: frente a las entusiastas previ- relación. También tiene las vulnerabilida- siones posthumanistas, tememos que des propias de un sistema informático que el sujeto pierda su dignidad, convir- incluso, como se precisa en el episodio 9 tiéndose en un objeto como los demás” (intitulado Athens), su memoria puede ser (Ballesteros y Fernández, 2007, p. 145). borrada así sea de manera transitoria. Más allá de una posición formalista,6 los Pero resulta muy curioso el leitmotiv de sentidos de Vaughn se incrementan avan- Vaughn para haberse sometido a esa modi- zando en sus capacidades, entendiéndose ficación de su corporeidad: la búsqueda de estas como percepciones que no observan los objetos, propiedades o situaciones del su esposa que desapareció hace seis años y, entorno, sino que manipulan las energías al parecer, comulga con ideales terroristas electromagnéticas, térmicas, de presión, formando parte de una red internacional de entre otras, a efecto de interpretar el mun- crimen organizado. De alguna manera, su condición actual es forzada, no abiertamen- 6 “La mayoría de los formalistas piensan que los sistemas inteligentes, te libre y voluntaria, y llega hasta el punto incluyendo los cerebros y los ordenadores, lo único que necesitan para conectarse con el mundo es ver el mundo a través de los senti- de convertirse en un sujeto anormal dentro dos, la vista, el oído, para observar los objetos, las propiedades y las del conglomerado social. situaciones que los símbolos representan” (Vilarroya, 2006, p. 101).

136 César Oliveros Aya do (Vilarroya, 2006, p. 101). No obstante, No debe olvidarse el sentido interpretativo es inevitable pensar en que su ser se ha co- que tiene el programa Clockwork, en una sificado, que es importante para el Estado alusión marcadamente directa al clásico como un recurso ultra secreto cuya vida es filme de Stanley Kubrick, La naranja mecá­ responsabilidad instrumental del Gobierno. nica (A Clockwork Orange, 1971), basada en la novela de Anthony Burgess, publicada en Desde esa posición, comparte el mismo cri- 1962. El vocablo alude a una estructura que terio del personaje de Steve Austin en la se- funciona articuladamente, denotando pre- rie televisiva El hombre nuclear (1974-1978),7 cisión. En la película mencionada, Alex, un un astronauta que al sufrir un accidente joven propenso a la ultraviolencia, luego de pierde sus piernas, brazo derecho y ojo iz- ser recluido es vinculado a un programa de quierdo, órganos reemplazados por artefac- rehabilitación social que procura modificar tos cibernéticos que le confieren habilida- su conducta de tal manera que cuando vea des supra humanas. Como compensación imágenes de violencia no sea consecuente por haberle salvado la vida, decide trabajar como agente al servicio del Gobierno. con ellas y, por el contrario, se enferme; la regularidad de esas reacciones tendrá por Con igual temática, pero formas distintas finalidad convertirlo en un individuo apto de presentación está Intelligence, una ac- para la convivencia social. tualización del discurso de la década de los setenta, aunado a los avances tecnoló- Desde dicha premisa, el implante del micro- gicos en la era de la virtualidad, redimen- chip hará de Vaughn un modelo avanzado sionando la situación del personaje que sin de cyborg que funciona a la perfección, aten- necesidad de facultades que se expresen a diendo propósitos que, más allá de resultar través de la fuerza logra cometidos mucho personales, corresponden a intereses de más ambiciosos, como desactivar armas de Estado. Inevitable resulta abordar aspectos destrucción masiva (episodio 2, Red X), con- biopolíticos en la línea argumental princi- jurar una epidemia bacteriológica (episodio pal de la serie que da cuenta de esa utopía, 9, Patient Zero), rescatar secuestrados (epi- imposible de desligar del imaginario que sodio 4, Secrets of Service Secret y episodio entremezcla poder y dominio sobre el mun- 5, The Rescue), evitar homicidios con nano­ do, relacionada con el súper soldado y la bots (episodio 7, Size Matters) o la creación constante posición dilemática entre luchar de una bomba atómica (episodio 10, Caín por intereses personales o anhelos colecti- and Gabriel) e incluso prevenir una fusión vos de toda una nación. nuclear producida por un cybergusano in- filtrado en una red de energía eléctrica de Así es como el tratamiento de la temática la ciudad de Los Ángeles (episodio 11, The expuesta no puede evitar abordar que idea Grey Hat); todo ello accediendo a sistemas del cyborg como instrumento al servicio de de información complejos y de alta gama. una corporación o de un Estado alude al condicionamiento de la mente humana en términos de manipulación, que según Joa- quín Bochaca, puede elaborarse siguiendo 7 Basada en la novela Cyborg de Martin Caidin, publicada en 1972. ocho pasos (Koch, 2007, p. 37-39):

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 137 El sueño de Frankenstein

1. La afirmación permanente. Por ejemplo,

2. La repetición. El corredor sudafricano Oscar Pisto- 3. El uso de frases clave. rius se autorreconstruyó después de una doble amputación con un par de 4. El empleo de estereotipos. piernas artificiales de fibra de carbono 5. La sustitución premeditada de nom- y causó un gran revuelo cuando quiso bres y adjetivos asépticos por otros que competir en los Juegos Olímpicos de posean connotaciones emotivas favora- Pekín del año pasado (aunque final- bles o desfavorables. mente no logró calificar). El cineasta canadiense RobSpence (Eyeborg.blogs- 6. El argumento de autoridad. pot.com) perdió la vista del ojo dere- 7. La mentira descarada. cho de chico y la repuso con una mini- 8. La tergiversación. cámara en una de sus cuencas oculares con la que graba todo lo que ve. La El peligro del abuso de ese poder tecnológi- nadadora NadyaVessey se convirtió en co, con la consecuente polarización dilemáti- una sirena cuando la empresa neoze- ca, mantiene en vilo la aceptación de esa rea- landesa Weta Workshop le fabricó una lidad cada vez menos ligada a lo fantasioso. prótesis en forma de cola en lugar de “Es innegable que desde hace años hemos sus piernas amputadas. El finlandés empezado a convertirnos en cyborgs huma- Jerry Jalava cumplió el sueño de todo nos (ya que no somos cyborgs de novo), aun- programador: tener un dedo pendrive que eso sí con menos capacidades que los luego de perder media falange en un cyborgs de la literatura y el cine de ficción. accidente de motos. Y el pintor inglés Por ejemplo, una persona a la que se le haya Neil Harbisson (Harbisson.com) pudo implantado un marcapasos podría conside- corregir su acromatopsia (ceguera a los rarse un cyborg, puesto que sería incapaz de colores) con la incorporación de un sis- sobrevivir sin ese componente mecánico. tema cibernético en su cerebro que le Otras tecnologías médicas, como el implan- traduce los tonos de color en sonidos” te coclear que permite que un sordo oiga a (Kusko, 2009). través de un micrófono externo conectado a De lo anterior se colige cómo “la tecnolo- su nervio auditivo, hace que la persona que gía de alguna manera altera el concepto de lo utiliza pueda ser considerada un cyborg” prótesis, que tiene su origen en el griego (Vives-Rego y Mestres Naval, s. f.). prosthesis (“cosa añadida”), desde su asimi- En el mundo actual, es preciso atender al lación original de reparación artificial de la entronque entre máquina, invenciones y falta de un órgano o parte de él a la posibili- corporeidad, que demuestra “nuestra eter- dad de expandir las posibilidades de lo que na condición de cyborgs, en el uso constan- reemplaza. Es decir, los implantes son capa- te de tecnologías del yo para construir una ces de superar la función previa y el hom- subjetividad pública y reconocible” (Chía bre puede adquirir habilidades totalmente Ginés, s. f.). nuevas” (Massare, 2009).

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Como consecuencia, el estudio del cual ha Hasta el momento, la separación de las con- derivado este artículo permite ver el alcance cepciones referidas ha sido posible desde paulatino de realidad emanado de la cien- las premisas de la ciencia ficción; no obstan- cia ficción, por cuanto expresa “la dicoto- te, ¿resultaría el cyborg una fase intermedia, mía eternamente presente en el interior del de transición, hacia el cuestionable ascenso hombre occidental: luz y oscuridad, princi- de la condición? pio y fin, vida y muerte, creación destruc- El debate apenas comienza. ción, trascendencia y desaparición” (Rod- way, 2008, p. 177). Conclusiones Y es que “en cierto modo, estos personajes no son creados ‘de la nada’, sino que ‘ema- Una vez culminado el análisis del material nan de su creador’. Todo artífice de un pro- documental representado en los libros y ceso creativo conoce esta situación. Lo crea- los filmes seleccionados, así como su con- secuente interpretación descriptiva, se ha do, por surgir de su creador, contiene, a su podido precisar un conjunto de resultados vez, algo de su creador, en lo más profundo que generan argumentos conclusivos, sinte- de sí mismo. El Demiurgo toma la materia tizados en los renglones subsiguientes. y crea el Cosmos sensible de acuerdo con el modelo inteligible. También él proviene de Desde que el ser humano existe, la esencia otro Dios mayor y oculto. Creación y Ema- creativa como ejercicio de pensamiento y nación” (Rodway, 2008, p. 192), en un entra- raciocinio le ha acompañado en todos los mado simbiótico cuyos hilos conectores aún escenarios de acción e interacción. Crear no producen la satisfacción del conocimien- redunda en justificar la razón misma de to adquirido. humanidad; empero, esa confianza en la potencialidad de lo imaginado, llega a to- De lo anterior se deduce finalmente que “al mar visos de desafío a lo entendido como emanar del Uno, creador y creación compar- natural. ten la esencia original, por lo que el conoci- miento del creador es, en realidad, un viaje Resulta interesante evidenciar cómo la po- introspectivo de descubrimiento, en el que sibilidad de imaginar nuevos mundos y se necesitan guías y no meros intermedia- nuevas condiciones de existencia no tiene lí- rios. Sin duda, el Universo que incluye a la mites, pues desde la ciencia ficción muchos divinidad y el Universo que separa a la di- de los escenarios otrora entendidos como improbables se revisten de certeza. vinidad son muy diferentes. Y ambas visio- nes empiezan a rivalizar nuevamente en el Lo cuestionable aparece cuando el propio interior del hombre” (Rodway, 2008, p. 193); ser humano se atreve a blasfemar de su por consiguiente, la necesidad de prolongar morfología y procedencia, cuando se entro- la existencia subyace en el conflicto mismo mete en los escenarios de lo que ha estima- del ser humano al entenderse simultánea- do como sagrado o divino en términos de mente, como creación y creador, este nivel origen y naturaleza, al soñar con imitar la hacia una prospectiva de trascendencia. vida.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 117-144 139 El sueño de Frankenstein

El sueño de Frankenstein, la utopía prome- la sociedad humana sin que importe su ori- teica, la ambición demiúrgica por excelen- gen y se vea como un émulo del ser humano cia, ha trasegado por varios siglos desde mismo. Ello lo sustentan obras como Inteli­ la creación de figuras rústicas que parecen gencia Artificial y El hombre bicentenario que cobrar vida, hasta la mixtura entre carne y reconocen la validez y eficacia de las reglas máquina, con la consecuente incursión a de la robótica creadas por Asimov. ese nivel tan preocupante que comporta el transhumanismo como fase intermedia ha- Por otro lado, así como logra demostrarse cia el posthumanismo. en los argumentos de Robocop e Intelligence el sentido utilitarista de la transformación Las artes y, en particular, los medios ma- corporal ―cuya perspectiva resulta cada sivos de comunicación a nivel del cine y vez más cierta en lo cotidiano― sustentada la televisión son reiterativos en ese llama- en la mediatización institucional, con fuerte do permanente para sentar postura ante implicación biopolítica, decanta la utopía la inminencia de esas visiones del futuro del creador, no a la posibilidad del surgi- cercano, donde se involucra la necesidad miento de nuevos seres sino a la transfor- de reorientar el pensamiento a situaciones mación artificial del mismo cuerpo humano en las cuales la bioética será soporte basal en pos del mejoramiento de sus condicio- para permear cada faceta y escenario de nes, hacia objetivos altruistas en los cuales interacción. el discurso de lo colectivo se imponga sobre Así las cosas, el tratamiento dado por la la individualidad. cultura popular a esa perspectiva mítica ha pendulado entre el deber ético frente a Referencias la capacidad de la ciencia para transformar el mundo y la posibilidad fáctica de hacerlo Aldarondo, R. (2008). Películas clave del cine con miras hacia nuevas etapas de evolución de aventuras. Madrid, Ma Non Troppo. individual y colectiva. Aguilar García, T. (2008). Ontología Cyborg: el cuerpo en la nueva sociedad tecnológica. La mayoría de relatos en clave de ciencia . Gedisa. ficción, literarios y audiovisuales, han pa- Aracil, A. (1998). Juego y artificio: Autómatas sado por una primera tendencia interpre- y otras ficciones en la cultura del Renaci­ tativa traducida en los aspectos nocivos de miento a la Ilustración. Madrid. Cátedra. alterar la naturaleza, de ahí que la creación Arancibia, P. (2014). Robocop: Un Frankens- subvierta las pretensiones del creador y ter- tein moderno. Recuperado de http:// mine afectando negativamente el entorno. www.nerdnews.cl/?p=6814 La transversalidad temática del monstruo Asimov, I. (Comp.) (1986). Lo mejor de la de Frankenstein y sus múltiples adaptacio- ciencia ficción del siglo XIX (I). Barcelona. nes redundan en tal planteamiento. Orbis. Otra línea argumental, de corte esperanzador, Asimov, I. y Frenkel, K. A. (1987). Robots: le concede el beneficio de la duda al creador Máquinas a imagen y semejanza del hombre. para que su creación permita incorporarse a Barcelona. Plaza & Janes Editores S.A.

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