JESUS HEALS A DEMONIZED BOY

Part 40 of Luke's Gospel: Investigating the Man Who Is God Pastor Mark Driscoll | Luke 9:37-45 | August 08, 2010

JESÚS SANA A UN MUCHACHO ENDEMONIADO (LUCAS 9:37–45)

Lucas 9:37–45

37 Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro. 38 Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo; 39 y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él. 40 Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. 41 Respondiendo Jesús, dijo: "¡¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. 42 Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre. 43 Y todos se admiraban de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44 Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. 45 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.

INTRODUCCIÓN

Muy bien, Mars Hill. Seguimos nuestro recorrido de dos años y medio; sí, de dos años y medio, en el Evangelio de Lucas. Hoy vemos a Jesús sanando al muchacho endemoniado en Lucas 9:37–45. Mientras busca el pasaje en su Biblia, quisiera mostrarles algo. Es un cuadro famoso de Rafael, el gran maestro. Esta fue su última obra que sacó de Lucas 9. Fue inspirado por la sección de las Escrituras que estudiaremos hoy, y le impresionó debidamente la distinción entre la gloria de Jesús, y un joven en la miseria.

Y lo que ocurre en Lucas 9 es que en cierta ocasión Jesús sube a la montaña con sus discípulos, y es transfigurado, revelándose como la gloria de Dios. Mientras tanto, al pie de aquella montaña, había una multitud que se amontonaba y entre la multitud había un muchacho que fue atacado y atormentado por un demonio, que sufría tremendamente. Así que cuando el gran pintor Rafael, escudriña las Escrituras, le impresiona este gran contraste, y produce esta pintura mostrando un poco la transición que Jesús tuvo que hacer desde que disfrutó su momento en la gloria, hasta regresar a su ministerio en la miseria.

SATANÁS CAUSA SUFRIMIENTO

Así que empezamos en la historia que cautivó a Rafael, y lo primero que encontramos es que Satanás causa sufrimiento. En Lucas 9:37–39, dice, “Al día siguiente…”; es decir, el día después de la gloriosa transfiguración de Jesús, “cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro. Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo; y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él”.

Permítanme darles un contexto cultural de lo que está pasando aquí. En aquellos días, adoraban a los niños, valoraban mucho a los niños. En esa época, por lo general descartaban a los niños y eran usados en la prostitución, en los juegos con gladiadores y cosas así. Pero el pueblo de Dios que creía en la Biblia, al leer las palabras de la Biblia reconoce que los niños son una bendición. Por lo tanto el pueblo de Dios aspiraba casarse y tener hijos, y los consideraban una bendición de parte de Dios.

Por eso es que en los capítulos anteriores, en el Evangelio de Lucas, vemos que Elisabet podía tener hijos, aunque estaba entrada en años, y esto le permitió dar a luz a Juan el Bautista. Ella dijo, “El Señor ha quitado mi afrenta”, le quitó su desgracia. Se sintió bendecida por Dios.

Además, a la par con esta razón espiritual de querer tener hijos, también hay una razón muy práctica para tenerlos, porque a diferencia de nuestros tiempos modernos, tan urbanizados, por primera vez en la historia del mundo la mayoría de los ciudadanos de aquella época empezaban a vivir en grandes ciudades, y los demógrafos nos dicen que para el año 2030, el 60% de la población mundial vivirá en las ciudades o centros urbanos. Era todo lo contrario en el primer siglo, donde la mayoría de las personas vivían en pueblos pequeños. La mayoría de los pueblos que Jesús recorrió, como han visto, tenían menos de cien personas. Y en aquellos días, como era una sociedad rural, la mayoría de las personas se dedicaban a la pesca, la agricultura, y cosas así, y entre más niños tenían, era mejor, porque entonces había otro más que ayudara a la familia a ganarse la vida. Exactamente lo opuesto sucede hoy. Entre más cerca está uno a la ciudad, menos se casa la gente, menos hijos tienen, y es demasiado caro tener hijos. No representan un aporte económico para la familia.

Lo sé, porque tengo cinco niños y no contribuyen nada al ingreso familiar. Los amo; los adoro. Absolutamente vale la pena todo lo que hacemos por ellos, pero no representan un gran medio de soporte económico. Hace poco, después de las vacaciones, me alistaba para ir al trabajo, y Gideon, mi hijo de 4 años, me pregunta: “Papá, ¿qué estás haciendo?”. Me estoy alistando para el trabajo. ¿Por qué? ¿Cuántos somos en esta familia?”. “ Uno, dos, tres, cuatro…eh, somos siete, papá”. “¿Cuántos de nosotros trabajan?”. De acuerdo, tu mami trabaja. Tu papá trabaja. A mí me pagan. Tengo que ir al trabajo para pagar las cuentas”. En aquellos días, la familia entera trabajaba en la finca, o trabajaban en la industria pesquera, o trabajaban en el negocio familiar; y entre más familiares había, más ayuda tenían, había más ingreso.

Y este era uno de los problemas: la tasa de mortalidad era muy alta. Por ahí la mitad de los niños vivían hasta los cinco años. A menudo no les daban nombre a los hijos hasta que tuviera una semana, porque tantos niños se morían en la primera semana, y no querían padecer más pesar aferrándose emocionalmente al nombre del niño. Menos del 40% de los que nacían llegaban a los 20 años. Así que, imagínense esto, si querían tener dos niños adultos, tendrían que parir cinco hijos y sepultar a tres. Por lo tanto era una época muy difícil para tener hijos.

Además, otra razón para tener hijos más allá de la razón espiritual y financiera, era por el legado. La Biblia está llena de genealogías, y esperaban que de una generación a la otra el pueblo de Dios tuviera hijos que amaran y sirvieran a Dios, y ese legado continúa. Por eso es que en nuestros días la gente tiene apellidos como Jackson, o Nicholson, o Michaelson, ¿por qué? Porque es hijo de Michael, o el hijo de Jack, o el hijo de Mick. Queda parte de aquel linaje y de aquel legado al perpetuarse el nombre de la familia. Así que los niños eran muy importantes por muchas razones; y los hijos en particular eran valiosos porque no había seguro social. No había planes de retiro como los tenemos hoy en día. No había Medicare, ni Medicaid. No había casas para enfermos terminales, ni ancianatos. En cambio uno tenía hijos, y cuando el hijo de uno era pequeño, lo cuidaban, le cambiaban los pañales. Y cuando uno se ponía viejo, aquel niño lo cuidaba a uno, y así eran las cosas. Así que había muchas razones por las que la gente anhelaba tener hijos. Había una multitud de razones para tener una multitud de hijos, y en particular para orar por los hijos.

Eso nos trae a este relato. Jesús baja de la montaña después de revelarse a sí mismo como la gloria de Dios, y el padre de este muchacho viene a Jesús, un padre desesperado que dice algo aterrador. Le dice, “Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo”. ¿Qué? El único hijo. No sabemos si tenían otros hijos, o si se han muerto. No sabemos si este hombre es casado, soltero, o divorciado. No sabemos si son una pareja infértil. No sabemos nada acerca de su esposa, ni de su derrotero matrimonial. Lo único que sabemos es que es un hombre con un hijo único. Toda su vida depende de este hijo. El hijo es todo lo que tiene.

“Y sucede que un espíritu”, un demonio, inmundo, profano, inútil, “le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él”. Las palabras usadas aquí reflejan a un muchacho, no un niño chiquito, no es un niño en la etapa de la pubertad, o mayor que eso. Gideon Joseph es mi hijo de 4 años, Calvin Martin es mi hijo de 8 años, y Zachariah Blaise es mi hijo de 10 años. Las palabras que usa aquí, denotan a un niño de más o menos esa edad.

DIOS ES BUENO, Y SATANÁS ES MALO

Así que piensen en un niño que entra en la escuela primaria o que está en la escuela primaria, y este niño tiene una enfermedad horrible. Un espíritu inmundo, un demonio, lo está atacando físicamente. Si olvidan todo lo que les digo hoy, no olviden esto, Dios es bueno, y Satanás es malo. Sé que suena demasiado simple, pero lo sorprendente es que algunos se confunden acerca de esto por causa de las religiones orientales, o por el panteísmo, donde Dios es bueno y malo a la vez. No, la Biblia dice que Dios es bueno, y Satanás es malo. Dios es siempre, del todo bueno. Satanás es siempre, del todo malo.

Existe un conflicto entre Dios y Satanás. Dios es el Creador, Satanás es un ser creado que se rebeló contra Dios. Junto con Satanás hay espíritus inmundos, profanos, e inútiles llamados demonios, y vemos repetidas veces en el ministerio de Jesús, que estos reinos chocan mientras que Satanás y quienes sufren por causa de sus obras son presentados delante de Jesús para ser conquistados y librados por el poder de Dios, que está presente en la Persona y la obra de Jesucristo. Y aquí el campo de batalla es el cuerpo de este muchachito.

Lucas pretende conectarnos emocionalmente con esto. Para los que son papás o abuelos, imagínense a su hijo, o a su nieto. Es como si fuera su muchacho. Este relato aparece también en Mateo 17 y Marcos 9. Así que al estudiar por su cuenta, con su familia y en su grupo comunitario, encontrará más detalles sobre estos relatos. El de Lucas fue escrito a lo último. Creo que nos da el relato más breve, sabiendo que los otros relatos ya existían, y que podríamos captar más detalles en base a ellos. En Marcos 9 y Mateo 17 nos da otros detalles.

Dice que a veces este espíritu inmundo, profano e inútil, este demonio, tomaba al niño y lo tiraba al fuego. Dice también que a veces lo arrojaba al agua. ¿Por qué? Porque Satanás es un asesino. Eso es lo que Jesús dice en el evangelio de Juan. Satanás no es sino muerte y matar. Nunca trae vida ni gozo. También aprendemos en esos relatos que de vez en cuando este muchacho se quedaba mudo.

Si usted es padre de familia, imagínese a un muchacho que tuvo lo que probablemente eran ataques de epilepsia, y un demonio se apodera de él, maltratando y destrozando su cuerpo. Es un muchachito cubierto de quemaduras, cicatrices y costras. No tienen idea cuándo el demonio pueda atacarlo otra vez. Y de vez en cuando lo deja mudo, o sea que es incapaz de gritar o pedir ayuda cuando lo está quemando o ahogando. Padres de familia, esta es nuestra peor pesadilla, ¿no es cierto? Acabo de llegar de un buen descanso con mi familia; no llevé computadora, ni laptop; era como estar en cielo, sin Internet. Los niños nadaron todos los días, lo cual es maravilloso, pero uno siempre se aterroriza que uno se ahogue. Y de noche hacemos una fogata para asar malvaviscos, pero nos da pavor de que uno de ellos caiga en el fuego. Esa clase de ansiedad y preocupación es un hecho constante en la vida de este padre.

Estoy especulando, pero sin duda a este hombre aun le daba miedo irse a trabajar para que su hijo no muriera en su ausencia. Me imagino a este padre sacando a su hijo del agua, y del fuego, sosteniendo a su hijo, llorando, orando mientras su hijo se sacude violentamente, y está siendo destruido. Como padre, les cuento que probablemente dormía al pie de la cama de su hijo, para estar ahí en caso de que en la mitad de la noche, algo le pase.

Este padre está en una situación desesperante. En Marcos 9 se nos da otro poco de información. Este niño había estado así desde su infancia. Básicamente, así ha estado toda su vida. Siempre ha sido así, y viene a Jesús, y le dice, Jesús, es mi único hijo, por favor ayúdame”. Lo cierto es que algunas personas tienen problemas físicos, emocionales, químicos, y hormonales, y a veces son los demonios.

Dios es bueno, Satanás es malo. No olviden eso, porque lo que sucede es que cuando alguien sufre, o cuando un ser querido de ustedes sufra, Satanás les susurrará al oído y les dirá, Dios te hizo esto. Dios te hizo esto”. Pero en realidad, cuando Dios terminó su obra, dijo que todo lo que hizo era, ¿qué? Bueno. ¿Había sufrimiento? No. ¿Enfermedades? No. ¿Muerte? No. Llega Satanás. Les miente y tienta a los primeros padres. Ellos participan con él en su rebelión contra Dios. El pecado, el sufrimiento, las enfermedades, entran a la historia humana. Dios es bueno, Satanás es malo.

No dejen que su teología reformada los confunda. Muchas de mis citas de consejería pastoral en los últimos meses han sido con cristianos que sufren y se preguntan, “¿Dios por qué me está haciendo esto?”. Mi respuesta es, “Dios no es malo, pero Satanás sí lo es”. Dios es bueno. Si algo malo sucede, eso no es Dios. Ahora, Dios en su soberanía puede usar todas las cosas para Su bien. Usó algo tan horrible como la traición y el asesinato de Jesús para expiar los pecados del mundo. Por lo tanto Dios es soberano, y Dios sí hace que las cosas ayuden a bien, pero eso no significa que todo lo que pasa es exactamente lo que Dios quiere, porque hay pecado, locura, rebeldía. Dios no está en el cielo diciendo, por ejemplo: Quiero que ella sea violada, golpeada, y que ese muchacho sea atormentado por el demonio”. Nuestro Dios no es así. A nuestro Dios le entristece pecado. Le enfurece el pecado. Viene a quitar el pecado y a aplastar a Satanás quien lo provoca y trae sufrimiento.

Satanás causa el sufrimiento. Satanás es malo, es real, y algunos de ustedes dirán, “Yo no creo en el diablo. No creo en la maldad espiritual”. Y les diré que ya han sucumbido a su gran mentira, cuando les dice que no existe, para que lo pasen por alto y sigan adelante con sus vidas, haciendo caso omiso al hecho de que de veras hay una guerra, que de veras existe un enemigo, y que hay heridos y víctimas. Existen las tinieblas y la luz. Existen las mentiras y la verdad. Existen Satanás y Dios. Existe el infierno y el cielo.

Y Satanás es tan horrendo que manda un demonio; y dicho sea de paso, Satanás no es igual a Dios. Es un ser creado, pero sin embargo es poderoso, y comisiona a uno de sus demonios para hacer ¿qué? Para atacar al muchachito.

Algunos de ustedes tienen curiosidad por las tinieblas y la espiritualidad. Les fascina tal vez la espiritualidad negra, la Wicca, la brujería, el ocultismo, la clarividencia, los poderes, y la habilidad sobrenatural. Algunos de ustedes tienen lo que creen ser un entendimiento espiritual, o poder, o un espíritu consolador, o una fuerza que los guía. Aquí la Biblia nos muestra lo que hacen los demonios. Atacan a los niños, y atormentan a los muchachitos, y les rompen el corazón a los padres.

Mars Hill, ténganlo por seguro, Satanás no tiene nada que ofrecerles que les beneficie. No hay nada que pueda darles un demonio que les sea de beneficio, porque Satanás causa sufrimiento. Y este muchachito de veras está sufriendo.

SATANÁS NO PUEDE SER DERROTADO A MENOS QUE JESÚS LO HAGA

El relato sigue diciendo que Satanás no puede ser derrotado a menos que Jesús lo haga. La religión no puede expulsar los demonios, ni la moralidad, ni la espiritualidad, ni los medicamentos, ni la consejería pueden lidiar con un demonio. Ninguna de esas cosas tiene autoridad espiritual sobre los demonios; solo Jesús la tiene como Dios el Creador. Leemos en Lucas 9:40–43, el padre dice, “Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. Respondiendo Jesús, dijo: ¡¡Oh generación incrédula y perversa!!”, recalcando lo que dijo en Deuteronomio 32, y sigue: “¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre. Y todos se admiraban de la grandeza de Dios”.

Satanás ataca a las personas. No nos da la impresión aquí que el muchacho esté poseído por el demonio. Está siendo oprimido por el demonio. Está siendo atacado. La vida de algunos de ustedes consiste en terrores nocturnos, y daño físico. Oyen voces. Están aterrorizados. Están acosados. Están arengados. Están acorralados. Hay temor, dolor, y sufrimiento en su vida. ¿Qué hace? Y parece que hasta este punto, parece que Dios ha fallado. Sin embargo, Dios no le ha fallado a este muchachito. Ahora, el padre le falló a su hijo. No lo digo cruelmente para criticar al padre, sino para darles advertencia a otros padres, y a las madres.

Jesús es el Dios Creador. Los demonios son seres creados. Están bajo Su autoridad; y su autoridad nos es garantizada a nosotros los creyentes cristianos que pertenecemos a Jesús para que mandemos los demonios en el nombre y la autoridad del Señor Jesucristo. Pero para que eso acontezca, necesitamos ser cristianos, necesitamos tener una fe recurrente en Jesús, y necesitamos vivir una vida arrepentida para no darle cabida a Satanás, como dice Efesios 4, y no nos abramos a sus mentiras, sus obras, y sus manera de ser. Si como vivimos con humildad y arrepentimiento como cristianos, en relación con Jesús, entonces la autoridad de Jesús nos es delegada, y podemos mandar a los espíritus inmundos que salgan en el Nombre y la autoridad de Jesucristo como embajadores suyos. El padre vio sufrir a su hijo desde que era chiquito. Y nada indica que trató p que tuvo éxito en expulsar al demonio de su hijo sufriente. Repito, en Marcos, en parte esto se debe a que no cree que Dios sea lo suficientemente poderoso y real para librar a su hijo del ataque demoníaco y el tormento. Por eso mira a Jesús y dice, en Marcos 9, Ayuda mi incredulidad. Está diciendo, “Jesús, de veras me es difícil creer que de veras existe un Dios que sea tan poderoso que Satanás y los demonios son reales, y que si puedo tener fe en el Dios de la Biblia, su autoridad me permitirá mandar a los espíritus inmundos a salir”.

Algunos de ustedes se encuentran así hoy, y dicen, “Así me siento. Se me dificulta creer que Jesús sea Dios el Creador, y que Satanás y los demonios son reales, y que autoridad me ha sido delegada, y que humildemente puedo ejercer esa autoridad espiritual para ser librado de los ataques demoníacos”. Después necesita orar como lo hizo el padre. Jesús, ayuda mi incredulidad. Confieso que mi fe es débil”.

Y lo cierto es, porque he hecho consejería contra los demonios por muchos años y he tratado personas que en algunas ocasiones, si mal no me acuerdo una vez una mujer estaba siendo atacada oprimida y hostigada, y fue algo muy patente con manifestaciones físicas y tormentos, y voces, y era una situación horrible. Y mientras la aconsejaba, el demonio se manifestó y empezó a hablar.

Y le pregunté al espíritu inmundo, Si ella lo manda que se vaya, y que salga de ella en el Nombre de Jesucristo, ¿hay alguna razón que le impida obedecer esa orden? Y el demonio dijo, “Sí, no obedecería esa orden, porque en realidad ella no cree que Jesús la ama más que yo, y que es más poderoso que yo”. Eso fue básicamente lo que dijo.

Sé que los demonios mienten. Juan 8 dice que Satanás es padre de mentiras y su lengua natal, así que le pregunté a ella para ver si era cierto lo que dijo. ¿Es cierto? Y me dijo, “Sí, es cierto”. Me dijo, Cuando era pequeña fui abusada y un espíritu consolador venía y se quedaba conmigo. Era mi amigo, mi amigo invisible”. Y me dijo, “Ese espíritu consolador ha crecido conmigo”. Por lo tanto, me pregunto si es cierto que Jesús me ama más que este espíritu, pero ahora este espíritu hace cosas, y dice cosas que me perjudican y hacen daño, y le tengo miedo. Ha estado conmigo desde que era una niñita, y me pregunto si Jesús tendrá suficiente autoridad para deshacerse de él porque me parece muy poderoso”.

Le dije, “El arrepentimiento es un pecado del cual debemos arrepentirnos. Necesita confesar que ha pecado contra Dios al pensar que un demonio la puede amar más que Jesús, y que el demonio es más poderoso que Él. Necesita arrepentirse de ese pecado, y después dele la orden al demonio que se vaya. Pero mientras siga creyéndose sus mentiras, le estará dando cabida a su enemigo. ¿Cómo es posible que crea en su mente y corazón? "No creo que Jesús me ama, en realidad no creo que sea poderoso. En realidad no sé si me puede ayudar, pero el nombre de Jesús le ordeno que se vaya”.

Porque la fe es esta: la fe es una convicción interna que se manifiesta y se demuestra mediante acciones externas. La fe es una convicción interna que se manifiesta y demuestra mediante acciones externas. Por lo tanto, hombres como Pablo en la Biblia, escriben mucho acerca de la fe. Están hablando mucho de las convicciones internas, su mente y corazón. Confíe en el Señor Jesucristo, como Dios, Salvador, Cristo, ayudador y amigo. Hombres como Santiago, se enfocan en la externa acción de la fe. Si de veras confía en Jesús, vivirá de esa manera. Tendrá una vida de fe, y confianza, y obediencia.

Y a este padre por lo visto le faltaba eso. Por eso es que Jesús dice lo siguiente, ¡¡Oh, que generación tan falta de fe, torcida, chueca, quebrada, resquebrajada y confundida!!”. Sin fe. Este hombre podía haber expulsado al demonio de su hijo muchos años antes, si hubiera confiado en el Dios de la Biblia, si hubiera andado humildemente, arrepentido de su pecado, entendiendo su identidad en Cristo; le hubiera dicho que se fuera, confiando internamente y ordenando externamente en el nombre del Dios de la Biblia, y el espíritu se hubiera ido. Por lo tanto Dios no falló, falló el padre.

Además fallaron los discípulos. Eso es exactamente lo que dice, Les rogué a sus discípulos que lo expulsaran, y no pudieron. Les trajo su hijo a los discípulos, De acuerdo, ustedes fueron entrenados por Jesús. Ustedes son sus pastores”, por decirlo así, ese es el equivalente en esta situación. Mi hijo está sufriendo. Según entiendo ustedes tienen un ministerio para expulsar demonios. Mi hijo tiene un demonio. ¡Manos a la obra! Expulsen al demonio”. Pero no funcionó. ¿Por qué? ¿Será que Dios falló? No.

Los discípulos le hicieron a Jesús esa misma pregunta en Marcos 9, ¿Por qué no pudimos expulsar el demonio? Y la respuesta de Jesús fue esta: Deberían haber orado. Deberían haber orado. No pueden hacer el poder de Jesús, sin el pode de Jesús”. Piénsenlo de esta manera, un dispositivo eléctrico y unos tomacorrientes. El dispositivo está sin poder, a menos que sea conectado a los tomacorrientes. Así es la fe Dios es el Dios vivo, y tenemos autoridad en la vida espiritual y poder cuando estamos conectados por fe; pero si no confiamos plenamente en Él, estamos desconectados de la fuete de autoridad espiritual, el poder y la vida.

Entonces se dirige a los discípulos, y les dice: Pensaron que podían ir por su cuenta y llevar a cabo el ministerio, expulsar demonios, y mandar los espíritus inmundos en mi Nombre, ¿y ni siquiera consultaron conmigo, ni siquiera oraron? Ni siquiera buscaron ayuda, dirección, y poder”. Dijeron: ‘Esto lo hacemos en un santiamén. Ya asistimos a la escuela de expulsar demonios, algunos sacaron notas bajas, pero todos pasamos. Ya expulsamos algunos demonios. Ya sabemos cómo es esto, no hay necesidad de orar hoy. Empecemos de una vez a trabajar”.

Pregunta: ¿Cuánto tiempo pasamos en la vida pensando así? Decimos, “¿Sabe qué? Ni siquiera tengo que orar acerca de mi trabajo hoy porque ya sé hacer mi trabajo. No tengo que orar sobre esta decisión, o esta actividad, o esta relación”. ¿Por qué? Porque sé exactamente lo que hago. Lo he hecho antes. Estoy entrenado. Soy calificado. Tengo experiencia. Lo hago hasta con los ojos cerrados. No necesito hablar con Dios acerca de esto, u orar. No necesito conectarme con Dios y relacionarme con Él para encontrar poder y sabiduría. Yo mismo puedo encargarme de esto”.

Jesús dice, “Por eso fracasaron. Sin mí, no tienen ningún poder. Sin mí, no tienen ninguna autoridad. No tienen fe. No confían en mí. Les dije lo que tenían que hacer, y no lo hicieron”.

JESÚS ESTÁ ENFADADO ¿Cómo se siente Jesús por todo esto? El fracaso del padre y los discípulos, al no tener fe en Él, ni confiar en Él. Está enfadado. ¿Les sorprende? Jesús está enfadado.

Algunos de ustedes son híper-espirituales, y criticarán a sus amigos. Dirán, “Nunca deberían enfadarse. La Biblia dice que debemos ser amorosos, pacientes, y bondadosos, por lo tanto nunca deben enfadarse”. Sus amigos les dirán, “¿Sabe qué? Me enfada cuando me dices que no puedo enfadarme. Eso no soluciona mi problema en lo absoluto. Ahora me tienes muy enfadado por eso”.

Jesús está enfadado. Esto es lo que está diciendo, “¿Cuánto tiempo he de estar con ustedes y soportarlos? La mayoría de las traducciones dicen, “¿Cuánto tiempo tendré que soportarlos?”. Sí, y Jesús lo dice delante de una gran multitud. Qué día más embarazoso para ser un discípulo, ¿no es cierto? Ahora se han convertido en la ilustración de un punto negativo, ¿no es así? Algunos de ustedes dirán, “No vamos a hablar de nuestro pecado e incredulidad en nuestro grupo comunitario. Es algo privado. No hablaremos de ello con nuestros amigos”.

Jesús les dice frente a todo el mundo, “¡Oh generación incrédula y perversa!”. ¿Hasta cuándo he de estar con ustedes mis discípulos?”. Oh, seguro que fue un momento extraño. Como si dijera, “No sé, espero que no sea por mucho tiempo”. Fue un momento extraño. ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Cuántos de ustedes dirían, Caray, no sé cuánto tiempo”.

Lo que esto me enseña es que hay santa manera de enfadarse. Sé que esto tiene algo que ver. Está bien irritarse si lo irritan a uno. Esperen les explico. ¿Cuántos de ustedes se enfadan rápidamente? A ver, ¿cuántos de ustedes se enfadan rápidamente? Yo sí. Acabamos de tener unas largas vacaciones, estuve con mi esposa e hijos continuamente por espacio de un mes. Pensé, “Nada de teléfono, Internet, computadoras, demonios, ni nada de eso”. Y en varias ocasiones mi esposa me dijo, Eres muy quisquilloso. Estás de mal humor, un poco irritable, y te enfadas muy fácilmente”. Sí, eso es cierto. No es una buena cualidad. Me enfado conmigo mismo. Así de quisquilloso soy.

Casi siempre cuando me irrito, no es por una razón santa y justa como cuando se enfadaba Jesús. Jesús estaba enfadado porque el muchachito había estado sufriendo por mucho tiempo, y el padre dice ser un creyente, y los discípulos son creyentes, y aún no le han ayudado. Podían haberlo hecho, y debían haberlo hecho, pero no lo hicieron, y el muchacho sufre aún. Y Jesús se siente frustrado porque no recibió la ayuda que necesitaba de los hombres que debían haberlo ayudado.

La mayoría de mis irritaciones no valen la pena. Como cuando uno habla por teléfono, y va manejando, y alguien va en frente. O se muere, o se hace a un lado, ‘porque no puede hacer dos cosas al mismo tiempo. ¿Saben a quién me refiero? Es que… la gente me irrita. Puedo darles muchos ejemplos, pero hay muchas personas que me irritan. Fui a un parque acuático en Idaho. Estaba irritado. Los trajes de baño, los perros calientes, mejor dicho, todo aspecto de aquel parque me perturbaba. Siempre me irrito porque soy el tipo que mira las cosas críticamente. Noto todo lo malo en todas las cosas, por eso siempre me irrito, y he tenido que arrepentirme por estar irritado.

Para los que son como yo, este versículo no es para ustedes. Pensarán, “Pues Jesús se irritó. Estoy irritado, y por ende soy como Jesús”. No me refiero a eso. Eso no es lo que dice. Lo que nos enseña es que hay veces en que existen razones santas y justas para estar frustrado o irritado, sobre todo cuando las personas que dicen que conocen, que aman, y que sirven a Dios, no oyen, no oran, no sirven, y no obedecen, mientras que otros están sufriendo. Eso lo puede frustrar a uno un poco. Y Jesús está un poco irritado. Jesús está un poco irritado.

Permítanme hacerles una pregunta difícil: ¿Cuán irritado está Jesús con usted? Porque lo que irrita a Jesús en el contexto de este relato es la falta de confianza en Él. No están orando. ¿Cuán irritado está Jesús con usted? No confía en Él, y no le habla. ¿Qué partes de su vida no demuestran una dependencia de Dios? En donde usted dice, “No necesito orar por eso. No necesito empezar al día con oración para ir al trabajo, o para mi trabajo, o mis relaciones. Puedo manejar todo eso por mi cuenta”.

Y lo que pasa es que a veces no hablamos con Jesús hasta estropearlo todo, y eso es exactamente lo que ocurre aquí. Este muchacho está sufriendo. Es todo un desastre. Oh, creo que ahora es buen tiempo para hablar con Jesús. Y Jesús le dice, “Eso tiene nombre, se llama oración, pero debieron hablar conmigo antes de causar tanto daño”. Esa es la manera como nosotros, los discípulos, obramos a menudo. Vivimos nuestras vidas. Todo se desmorona. Nos preguntamos si Dios es bueno, y como último recurso, hablamos con Él. Dios es bueno, y deberíamos hablar con Él primero.

¿No le parece sorprendente lo común y corrientes que son? Es decir, llevan algún tiempo con Jesús, y han tenido sus momentos impresionantes, y otras veces no estamos tan impresionados. Ser discípulo es ser un seguidor de Jesús; y si usted es cristiano de verdad, ustedes, nosotros, y usted y yo, a menudo somos así. No oramos. No oímos. No confiamos. Nos pasamos la vida dudando si Jesús es bueno, y después le pedimos que nos ayude cuando todo se desmorona.

Es así de sencillo: la fe o el fracaso. La fe: “Confiaré en Dios internamente, y obedeceré a Dios externamente”. O el fracaso: “La vida al final lleva las de fracasar, y yo, o alguien que amo, sufrirá por causa de ello”. Es la fe o el fracaso. Y les dice que son una generación incrédula y perversa. Es que les falta la fe.

Pero quiero que vean aquí que Jesús es quien expulsa al demonio. La única manera de expulsar un espíritu inmundo, es el nombre de Jesús, el Nombre que es sobre todo nombre, el nombre ante el cual toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. No hay ningún nombre como el nombre de Jesucristo. Es un nombre fuerte. Es un nombre poderoso. Ese es el nombre revelado de Dios el Creador, en la Biblia.

Y cuando ustedes y yo andamos en humildad y arrepentimiento con Jesús, conectados con Él por fe y oración, somos partícipes de Su autoridad, por nuestra posición en Él, para que en su nombre, como hijos suyos, podamos mandar con su autoridad a esa clase de espíritus inmundos, que se aparten de nosotros. Es un don asombroso a los hijos de Dios. Y Jesús se siente frustrado porque puso a disposición del padre y de los discípulos todas estas cosas, y no accedieron a ellas, igual que nosotros. Por lo tanto, lo cierto es que nosotros lo frustramos, de eso también estoy seguro.

JESÚS PADECIÓ PARA DERROTAR A SATANÁS, PERDONAR PECADOS, Y PONER FIN AL SUFRIMIENTO

¿Entonces qué esperanza hay? Si la esperanza no está en el padre, y la esperanza no está en los discípulos, entonces la esperanza debe estar en Jesús, y ahí aprendimos que Jesús padeció para derrotar a Satanás, perdonar pecados, y poner fin al sufrimiento. Lucas 9:43–45, “Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras…”. Les está diciendo, “Óiganme bien”. Porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras”.

La multitud está fascinada. Nunca habíamos visto a nadie como este Jesús. Había exorcistas judíos en esos días. En Hechos hay referencias a ellos. Parece que no tienen suerte. El padre no pudo hacerlo; hasta los discípulos fallaron. El demonio sale victorioso. Oh, esperen un momento, aquí viene Jesús; ahora sí será fácil. No hay televisores que hablan, ni sacerdotes raros, ni agua bendita, ni cruces extrañas, ni vudú. Jesús simplemente dice, “Demonio, vete”, y listo. Mucho de lo que la gente considera demonismo y espiritismo hoy por hoy es solo para hacer que Satanás parezca grande y poderoso, y espeluznante, y para hacer que los líderes religiosos se vean locos y chiflados. Jesús simplemente ejerce su autoridad. “Soy el Creador, ustedes son seres creados, ¡adiós!”. Problema resuelto.

La multitud fascinada, nunca había visto esta clase de autoridad. Jesús está en una categoría aparte. Les dice a sus discípulos, y a los que están presentes, óiganme. Bueno, como no me han estado hablando, entonces tal vez oigan lo que les digo. El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres”. Lo que está diciendo es, seré arrestado. Voy a sufrir. Seré crucificado. Voy a morir”.

Algo muy importante va a suceder más adelante que veremos con más detenimiento la semana entrante. En Lucas 9:51, dice que Jesús afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Hasta ese momento, todo este ministerio básicamente se ha llevado a cabo en pueblitos y aldeas rurales, de docenas de personas. Y en Lucas 9:51 dice, que Jesús afirmó su rostro para ir a Jerusalén, y empieza su viaje a la gran ciudad de Jerusalén, hacia el templo, y el sacerdote, y los sacrificios, y la expiación del pecados; y va allá en cumplimiento de todas las profecías, y a morir, y a derramar su propia sangre, como nuestro templo, la presencia de Dios, nuestro Sacerdote, nuestro mediador entre nosotros y Dios; como nuestro sacrificio, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Va a cumplir todas las profecías, toda justicia, y toda la historia. Y aquí estamos al punto en que emprende su viaje a Jerusalén. Y les revela quién es, porque se están preguntando, ¿Quién es Jesús? Y les dice, “Soy el Hijo del Hombre, y falta poco para que padezca”. A lo que está aludiendo es que Él es un Hijo más grande que este hijo, y que padecerá mucho más de lo que este hijo tuvo que padecer. Efectivamente, una gran batalla se había librado en ese momento por la vida de ese muchacho, pero una batalla más grande era inminente, y Satanás y los demonios todavía tenían acceso y autoridad sobre la gente por causa de nuestro pecado.

Así es como funcionan las cosas, todos somos pecadores por naturaleza y por elección; nos hemos alineado con Satanás rebelándonos contra Dios, y Satanás tiene derecho sobre nosotros por el pecado. Y Jesús, nuestro gran Dios y Salvador, viene a vivir sin pecado, a morir por nosotros en lugar nuestro por nuestros pecados, para romper las cadenas que nos ataban a nuestro enemigo. Esto fue profetizado anteriormente en Lucas, cuando Jesús nació, donde se dijo que vendría a librar a los cautivos.

Por eso dice la Biblia que por naturaleza somos hijos de ira. Jesús vino a cancelar nuestra deuda de pecado, y librarnos de la posesión satánica y de los demonios, y para delegarnos, y delegarnos su autoridad espiritual, para que vivamos en victoria espiritual; para que tengamos nueva vida como este muchachito que un día culminará con nuestra propia resurrección de los muertos, así como Jesús. Somos como este muchacho: disfrutamos de sanidad física, liberación espiritual, y vida nueva. Eso es lo que hace Jesús.

EL HIJO DEL HOMBRE

Dice que va a padecer, y por eso lo hace. Y lo hace como el Hijo del Hombre. Este título es muy importante. En los cuatro evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, Jesús dice que es el Hijo del Hombre unas 80 veces. Este es su apelativo predilecto. Si ustedes le preguntaran a Jesús, “¿Quién eres?”. Lo más probable es que les diga, “Soy el Hijo del Hombre”, porque lo dijo unas 80 veces. ¿Qué significa eso?

Algunos dirán que aquí, y esto es muy importante desde el punto de vista teológico, porque algunos dirán que Jesús era un hombre moral, un buen maestro, un gurú ilustre, un gran ejemplo… pero que no era Dios, y que Él mismo no se consideraba Dios, y que nunca dijo que era Dios. Que eso es algo que se inventó el cristianismo mucho después de su muerte. Eso no es verdad. Jesús repetidas veces, enfática y claramente declara que es el Único Dios. Y esta es una de las maneras como lo hace: “El Hijo del Hombre”.

Asume este título basado en Daniel 7:13–14, donde el profeta Daniel, inspirado por el Espíritu Santo, cientos de años antes, vio el pecado y la rebeldía, y la insensatez humana en la historia, y contesta esta pregunta: ¿Quién será nuestro Libertador, quién será nuestro Redentor, quién será nuestro Salvador para librarnos de Satanás, del pecado y de la muerte?

Y dice lo siguiente, “He aquí con las nubes del cielo venía uno como…”, y esta palabra es muy importante,…un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio , que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”. ¿Quién viene? Un Salvador, un Rescatador, un Libertador, un Héroe, un Conquistador viene. Vendrá del cielo. No tiene su origen en la tierra como un hombre cualquiera, como todos nosotros. Viene del Cielo, del reino. Es un Rey. Este es Dios. Viene como el Hijo del Hombre. No es solo un hombre. Es el Dios-Hombre, pero es Dios que se hizo hombre, por lo tanto es como el Hijo del Hombre. Por eso esperábamos que Uno viniera del cielo, quien sería Dios hecho hombre, y vino y se presentó delante del Anciano de Días, o sea Dios Padre, y fue presentado delante de Él, y fue comisionado para iniciar su ministerio en la historia.

Y le fue dado…, estas son Palabras de Dios como Rey: …dominio, gloria y reino…, para que reinara como y Señor de señores, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. En el idioma original, la palabra “servir” denota adoración, honra, y obediencia, a Él como Dios. Todas las naciones y lenguas. No necesitamos múltiples religiones. Todos necesitan a Jesús. No importa dónde viva, o cuando viva. No importa de qué raza sea, su etnia, su cultura, su estrato socioeconómico, su género, el color de su piel. Lo que verdaderamente importa es Jesús: un solo Dios para todas las personas, que nunca pasará.

“Su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”. Él establecería un reino como Rey, como un Rey eterno con un reino sempiterno. Este reino fue inaugurado en su resurrección, y culminará con su segunda venida. Así que el profeta Daniel indicó al pueblo de Dios, que había Uno que vendría a derrotar a Satanás, a perdonar pecados, a reconciliar a la gente con Dios, para librar a la gente de los demonios como lo hizo con este muchachito, a darles vida nueva. Y Jesús dice, “Soy el Hijo del Hombre”.

Volviendo a Lucas 9, eso es exactamente lo que dice. “Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras”. Jesús está diciendo, “Por favor no pasen esto por alto. Permítanme decírselo lo más claramente que puedo. Soy el Hijo del Hombre, y voy a sufrir y a morir por ustedes”. ¿A qué? A derrotar a Satanás, a perdonar pecados, y en última instancia, a ponerle fin al sufrimiento para que aunque tengamos períodos de sufrimiento como los tuvo este muchacho, el reino de Dios y su Rey ya vienen y el sufrimiento se acabará. Es asombroso. Es asombroso. Este es nuestro Jesús.

UNAS CUANTAS PREGUNTAS

Permítanme hacerles unas cuantas preguntas. Primero, ¿tienen fe en Jesús, o forman parte de la generación incrédula? ¿Tienen fe salvadora en la Persona y la obra de Jesús? Algunos de ustedes dirán, “Tengo fe, pero no en Jesús”. Pues la fe por sí sola no salva. Solo la fe en Jesús salva. Uno puede tener fe en algo equivocado, o en la persona equivocada, y esa fe no salva. Si está enfermo puede tener fe en un medicamento que no puede sanarlo. Podría estar enfermo de pecado, y si su fe es en alguien o en algo que no sea Jesús, no hay perdón. ¿Tienen fe? ¿Cómo es su fe? ¿Está cifrada en la Persona y la obra de Jesús?

Segundo, ¿cómo está su vida de oración? ¿Está hablando con Jesús, antes de que todo se eche a perder? Lo que me encanta de Jesús es que le hablan después de malograrlo todo, y todavía les ayuda y les sirve. Es asombroso. Es asombroso. Mejor dicho, me asombra que Jesús al pie de la montaña, no montó una feria laboral, ¿verdad? Como si dijera, “Los discípulos obviamente no sirven. Ahora estoy aceptando solicitudes para el cargo de discípulo”. Él no hace eso. Uno de sus discípulos se da por vencido, un hombre llamado Judas Iscariote, ¿pero saben qué? Jesús no se da por vencido con sus discípulos, y ¿saben qué? Jesús no se da por vencido con ustedes.

Hoy hablé con una señora que lloraba porque su marido de 65 años no había caminado con el Señor por muchísimos, muchísimos años. Como en el relato de hoy, no había orado, no había oído, y acabó destruyendo su vida. Pero ahora le está pidiendo a Dios que lo perdone, y ha solicitado ingresar al curso de entrenamiento pastoral a los 65 años, y quiere aprender a trabajar en el ministerio. No sabe cuántos años le quedan, pero no quiere desperdiciar ninguno de ellos.

¿Saben qué? Jesús es el Dios que nos dice, “Sí, desperdiciaste muchos años y no me escuchaste, no oraste, y es muy frustrante, pero todavía estoy aquí. Te amo. Mientras estés con vida voy a ayudarte. Ayudaré a santificarte; te ayudaré para que tu vida cuente”. Me encanta que nuestro Jesús sea así. La gente se da por vencida con Él, pero Él no se da por vencido con ellos. ¿Cómo está su fe? ¿Cómo está su vida de oración? ¿Está hablando con Jesús? ¿Hay partes de su vida de las que ni siquiera le habla, porque piensa tenerlas bajo control? Pues, no es así.

Tercero, ¿está oyendo bien? Él les dice a sus discípulos, “Oigan”, y después les enseñó; y no saben a qué se refiere porque no están oyendo. Es asombroso. Eso es lo que dice, ¿no es cierto? Les dijo, “Ahora óiganme, soy el Hijo del Hombre”. ¿Qué fue lo que dijo? No lo sé, algo sobre oírle. ¿Estabas oyendo? No, no le puse cuidado. Y tú, ¿estabas oyendo? No oí lo que dijo. ¿Por qué no le preguntamos? No creo que sea buena idea. Acaba de decir que está enojado con nosotros. Olvidémonos de esta pregunta”.

¿Están escuchando? ¿Están leyendo la Biblia; están redimiendo su tiempo cuando van en su carro al trabajo? ¿Están leyendo las Escrituras, la enseñanza bíblica, y los buenos consejos, las personas en su grupo comunitario, mejor dicho, los sermones? ¿Están escuchando? ¿Cómo están escuchando?

Cuarto, ¿están conscientes de la realidad de la guerra espiritual, y de la obra de los demonios en nuestro mundo? ¿Están conscientes de ello? Y creo que una de las razones que motiva a Lucas a incluir estos conflictos de poder entre Dios y los demonios, entre Jesús y los demonios, es para mostrarnos que Satanás está vivito y coleando, y que los demonios están obrando en el mundo, y que no podemos hacer caso omiso e ignorarlo. ¿Están conscientes de la guerra espiritual en su propia vida: las tentaciones, las mentiras, las acusaciones, los vanos remordimientos; tal vez el terror, los ataques, las enfermedades, el engaño, las falsas religiones? ¿Son conscientes de la obra de su enemigo en sus vidas, y en nuestro mundo?

Hablen de esas cosas en sus grupos comunitarios, hablen de esas cosas en familia. ¿Cómo está su fe? ¿Cómo está su vida de oración? ¿Cómo están escuchando?

SATANÁS ESTÁ VIVITO Y COLEANDO Para cerrar, voy a irme por las ramas. Una digresión teológica, y una crítica cultural. Permítanme introducirlo con esto, no soy un fundamentalista airado de la vieja guardia. Veo televisión. Tengo un TiVo. Me gusta la música. Me gustan las películas. Me gustan los deportes. Fumar no es pecado; no creo que sea buena idea… Se le dificulta la respiración a uno, pero no es pecado. Tomar no es pecado si uno es adulto… pero no se emborrache, ni sea de tropiezo a los demás. Si quieren, pónganse un tatuaje, yo no tengo que verlo necesariamente, dependiendo de dónde se lo pongan, mejor dicho, lo que sea. Soy una persona bastante flexible. No soy un tipo de la vieja guardia que viste un traje; no soy un fundamentalista que se opone a todo.

Pero quiero que tengan discernimiento con la cultura, porque creo que una de las estrategias de Satanás en nuestros días es que nos hace sacar las cosas de la categoría de la religión y la espiritualidad, y ponerlas en la categoría del entretenimiento. Y fallamos completamente al no tener discernimiento. Pensamos, “Oh, eso no tiene nada que ver con el demonio. Es una película”. Una película es un sermón con imágenes. “Eso no es demoníaco, es una canción”. Satanás puede componer música. Puede inspirar la narración de cuentos, películas, y la música. Influye grandemente en la ideología y la cosmovisión, y está obrando en el mundo.

Retrocederé un poco para darles un ejemplo. Tengo una hija de 13 años. Mi hija Ashley acaba de cumplir 13 años. Ahora soy el padre orgulloso de una adolescente. Es asombroso. La amo. Algunos dirán, “Oh, espere hasta que sea una adolescente”. Pues ya lo es. Es fantástico. Es genial. La adoro. Es una lectora muy ávida. Lee mucho y tiene una gran biblioteca. Lee con discernimiento. Está empezando a escribir, y vamos a empezar a publicar blogs con lecturas sugeridas, y reseñas de libros para niñas adolescentes y preadolescentes para que no lean basura; esto me parece asombroso, y me tiene muy emocionado. La idea fue suya.

En una conversación que tuvimos, ella me hablaba de la lectura, y de lo que leían sus amigas, y de la basura que hay por ahí. Porque no sé si lo sabían pero no estoy enterado de toda la literatura para niñas preadolescentes. No es algo que suelo hacer en mi tiempo libre. De manera que mandó a pedir muchos libros para su Kindle, y también, en formato impreso a través de Amazon. Así que Amazon le envió un mensaje diciendo, “Oye, es temporada de verano, aquí están los best seller más recientes para niñas adolescentes y preadolescentes”. Y pensé, “No sé cuál es este, pero me parece que tengo uno. Mejor hago clic a ver. Entonces hice clic, y fue increíble lo que salió en pantalla. Salieron todos los libros de vampiros, hombres lobo, los chupasangres, y de las relaciones más extrañas, de la serie Twilight.

Les mostraré algunos de estos libros. El primer libro que vi fue, The Necromancer: The Secrets of the Inmortal Nicholas Flamel. (El nigromante: Los secretos del inmortal Nicholas Flamel). Eso quiere decir que habla con los muertos. Trata de la brujería, la adivinación, la Wicca, los muertos. ¿Saben qué? La gente muerta no habla con uno. Los demonios se hacen pasar por gente muerta. “Soy tu abuelito”, dicen. “Oh, hola abuelito”. ¡No! Es una malísima idea. El libro debería titularse, Es una malísima idea.

El siguiente libro, Eclipse, forma parte de la serie, Twilight. Volveremos a ese libro ya que preguntaron. El otro libro en la sección para preadolescentes de Amazon.com de la lista best seller, era, Spirit Bound: A Vampire Academy Novel . La portada muestra una niña que le pone el cuello a un . Algunos de ustedes dirán, “no sea tan duro”. De acuerdo, ¡no creo que sea buena idea bajo ninguna circunstancia que un niño les chupe la sangre del cuello! En eso sí soy de la vieja guardia. Así veo las cosas. “Aquí está mi cuello”. ¡No!

Dark Flame: The Immortals (Llama negra: los inmortales). En la mayoría de estas portadas de libros, toman jovencitas y las visten como divas alrededor de una vela, y practican la brujería con ellas, esperando que un vampiro u hombre lobo venga. Ni siquiera me lo estoy inventando.

Bien, Twilight, Eclipse. Ahí en la portada está la bestia, el falso profeta, el Anticristo. Volveremos a eso en un minuto.

Otro libro en la lista es, The Sorceress (La hechicera). Ni siquiera es sutil. Mi amor, ¿por qué no lees la Biblia? No tengo tiempo, estoy leyendo La hechicera. Eso no suena bien, La hechicera. Ni siquiera se necesita el don del discernimiento para decir, “Eso no suena bien, La hechicera”.

Sigamos adelante. Love Bites: A Vampire’s Kisses Novel. (Mordida de vampiro: novela de besos de vampiro). ¡Vean esa portada! Eso está mal. Tiene 12 años y espera que la muerda un vampiro en sus labios untados de colorete. Como padre digo que ¡no! Eso no. Debería decir, “Si te ama, nunca te morderá”. Eso es lo que debería decir.

Spells (Encantos). ¡Encantos! ¿Saben lo que es un encanto? No. Si no saben qué es un encanto, ya han sido encantados. Un encanto es cuando una bruja le pone un hechizo a uno. El libro se titula, “Brilliant and Lovely”, (Brillante y encantador). Oh, qué le hace, después de todo es un hechizo encantador. Pues eso no sirve de nada. Es como decir un accidente de tránsito encantador. Uno bueno.

Muy bien, este estaba en la lista. Se llama, Hell’s Heroes (Los héroes del infierno). Dicho sea de paso, el infierno no tiene héroes. Por eso existe el infierno. El libro se llama, “Demonata” (De demonios). Ni siquiera puedo creer que algunos padres estén diciendo Pues, al menos están leyendo algo. Oh, sí, claro… Miren esta portada. Es un hombre lobo, una niña, y un tipo que le gusta Rave o algo así. Ni siquiera sé lo que está pasando.

Twilight. Ahora bien, estas imágenes en la portada ¿les traen algo a la mente? Una mujer empuñando una manzana. Esto representa Génesis 1 y 2 donde empezó todo el engaño, y lo abres y cita Génesis 2:17. Vuelve al lugar en Génesis donde Eva fue engañada. Y dicen, “Oh, eso no tiene nada de malo”. Pues bien, creo que ese era el último.

¿Y ahora qué nos va a decir? ¿Va a volverse loco? Se le han subido los humos”. Estos libros representan todo un género del ocultismo, la brujería, la hechicería, la adivinación, y de hablar con los muertos. Todos salieron en la serie, Twilight. Forman parte de un nuevo género. Así que les daré un breve trasfondo sobre la serie, Twilight. Empecemos con el mormonismo, ¿de acuerdo? Tengan paciencia, tengan paciencia.

El mormonismo fue fundado por un tipo llamado Joseph Smith, quien dijo que lo visitó un espíritu y el espíritu le dijo que todos los cristianos estaban equivocados, y que solo ellos tenían la verdad, y le añadieron libros a la Biblia, y que debía fundar una nueva religión. El ángel se llamaba Moroni. De paso diría que cualquier ángel que se llame Moron (que significa ‘tarado’ en inglés)… ¿Cómo se llama? Tarado. Hola. No deberían ponerle atención al tal ángel. Y Joseph Smith hubiera dicho, “Oh, este fue un ángel, no un demonio”. Sin embargo, en Gálatas dice, “Si viene un ángel del cielo y predica un evangelio falso, lo le escuchen, porque son malditos”. Son malditos.

Así que un demonio viene a Joseph Smith y le da una nueva y desequilibrada religión. Se inventa el mormonismo. ¿Esto qué tiene que ver con Twilight? Años más tarde, una mujer llamada Stephanie Meyer, que es mormona, tuvo un sueño, y cito lo que dijo, “En mi sueño dos personas tuvieron una conversación muy intensa en una pradera en el bosque. Una de estas personas era una niña común y corriente. La otra persona era fantásticamente hermosa, brillante, y era un vampiro. Hablaban sobre las dificultades que existían por el hecho de que, A) se estaban enamorando, mientras que B) el vampiro se sentía muy atraído al aroma de su sangre, y se le hacía muy difícil contenerse de matarla inmediatamente”, cierro la cita. [http://www.stepheniemeyer.com/twilight.html]

De manera que una religión que fue fundada por un demonio, tiene una mujer que pertenece a ella, y esta tiene un sueño—todo esto es muy espiritual —porque a una joven la visita un vampiro que la ama pero que quiere chuparle la sangre. Y escribe una serie de cuentos que se convierten en películas, y en camisetas, y en materiales de promoción, y el loncherita para niños, y en un restaurante de hamburguesas llamado La Serie Twilight. Todo esto es muy espiritual. En la serie vemos seres humanos, vampiros, y hombres lobos. También vemos un enlace entre el bien y el mal, entre las tinieblas y la luz, entre los vivos y los muertos. Vemos la mezcolanza de lo espiritual y lo humano, con los animales. También nos dan un concepto sobre cómo nacer de nuevo, y vivir para siempre, pero no es por medio de la fe en Jesús y en su resurrección, sino al hacerse vampiro, para que se quede joven y tenga vida eterna. Por lo tanto, todo el concepto de la salvación, y la vida eterna no tiene nada que ver con Jesús. El atentado de asesinar a una joven mujer se repite vez tras vez. Hay sanguinarios y sed de sangre a lo largo del libro. Un niño nace que es mitad humano, y mitad vampiro.

Y lo que me saca de quicio es que son libros para adolescentes y preadolescentes. ¿Y sabe quiénes están empezando a hacerse fanáticos de estos libros? Las madres cougar con fetiches para los vampiros de 16 años. Dejen que eso les entre. Es asqueroso. Se juntan y hacen parrandas Twilight, y la mamá le pregunta a su hija de 13 años, ¿Te gustaría estar con el hombre lobo, o con el vampiro?. Preferiría estar con Jesús. Es una locura.

Ahora, algunos de ustedes dirán, qué locura. Está exagerando. Pues bien, déjeme ponerlo a la inversa. Digamos que de veras me gusta Miley Ray Cyrus, y aunque no es cierto, viene al caso. Y si yo conociera muchos muchachos adolescentes a quienes de veras le gustaban Miley Ray Cyrus, y empezara a comprar todos sus álbumes y camisetas, y me hiciera su mejor amigo para siempre, y la siguiera en Facebook, y cada vez que ella usaba Twitter, dejaba de hacer lo que estaba haciendo y me ponía a meditar en ello. Y si decidiera juntar a todos los muchachos preadolescentes de la escuela local para ir a las fiestas de Miley Ray Cyrus, y habláramos de lo hermosa que se ve, y lo guapa que era. ¿Se sentiría mal? Sí porque es algo asqueroso. Es súper asqueroso, con más asco de añadidura. Porque sería un pedófilo. Pero alguien podría ser un pedófilo cougar, y oh, está bien porque son vampiros. Vivimos en un mundillo asqueroso. Es raro. Entonces tenemos a esta madres cougar, lujuriando detrás de los hijos, de los niños de la edad de sus hijos. Es que no tienen conciencia.

Y después vienen los cristianos y dicen, “No, es una buena historia porque no hicieron el amor hasta casarse”. Oh, entonces es completamente aceptable. ¿Está bromeando? Ella tenía 17 años, y se casó con un vampiro de 108 años. Si mi hija trajera a casa un vampiro de 108 años, y les dijera, “no han hecho el amor. Creo que tienen una relación fabulosa. He orado toda mi vida por un vampiro de 108 años para casarlo con mi hija. Alabado sea Dios. Ha contestado mis oraciones”. Después hacen el amor y les nace un ser que es mitad humano y mitad vampiro. Para nada, esto no es buena idea. Los cristianos dicen, “Al menos se abstuvieron antes de casarse”. El celibato de los vampiros, será.

¿En realidad piensan que las cosas han cambiado mucho desde los días de Jesús? ¿Sí? ¿Piensan que Satanás se la pasa haciendo nada? ¿No creen que le está ensañando a alguien? ¿Piensan que no está engañando a nadie? Sí lo hacen. Y si ustedes tomaran a un hebreo de hace 2.000 años y lo pusieran en nuestra cultura, y le pusieran una camiseta Twilight, y lo llevaran a una película, ¿el les diría: “Ustedes tienen la cultura demoníaca más patente que jamás he visto”. Y le diríamos, “No, es solo una película”. Así que al regresar al relato en Lucas, vemos que obviamente es algo demoníaco. Les aseguro que al ver nuestro mundo, ellos dirían, ustedes están ciegos en su propia ceguera.

Dicho sea de paso, si usted es un padre cristiano que tiene niños que leen estas cosas, más bien léalas con ellos para enseñarles discernimiento.

Satanás está vivito y coleando. Está engañando, mintiendo y predicando sermones a través de la música y películas. No me opongo a la cultura ni la música. No me opongo a las películas ni la creatividad. Pero no considero bueno instar a una joven a meterse a la brujería, y hablar con los muertos, o ser espiritual en el sentido de que invita a los demonios. No creo que sea bueno que las madres promuevan eso, y participen en eso, y que sean modelos de esas cosas, sobre todo si dicen ser cristianas. ¿Están abiertos sus ojos a las tinieblas de nuestros días, y al engaño que nos rodea? Voy a orar. Jesús reprendió a sus discípulos por no orar. Necesitamos orar, y algunos de ustedes necesitan pedir discernimiento, sabiduría, fe, y oídos abiertos.

Señor Jesús, oramos contra Satanás, los demonios, sus obras, y sus efectos. Creemos conforme a las Escrituras, que Satanás es un mentiroso, un engañador, y un asesino. Pedimos que el Espíritu Santo nos llene y nos guíe, que nos dirija y nos proteja. Jesús, por favor ayúdanos con nuestra fe. Por favor enséñanos a orar, y cuando dejemos de orar, padecemos; Dios, enséñanos a ser humildes y a orar, sabiendo que a pesar de todo nos ayudarás, porque eres bueno. Dios, pido por los padres que oyen este sermón que se dan cuenta que no han disciplinado ni entrenado a sus hijos de ninguna manera, y que sus hijos los están observando, leyendo, y estudiando las cosas en las cuales deberían participar. Oro por aquellos, Señor Dios, que han participado en las tinieblas. Dicen que son cristianos, y al creer que lo que hacían estaba en la categoría del entretenimiento, no pensaban que era necesario aplicar discernimiento. Por favor perdona nuestros pecados, límpianos de toda maldad, y danos vida nueva como la que le diste a este niñito. En el nombre de Jesús. Amén. [Fin del Audio]

Nota: Esta transcripción ha sido editada.

Copyright © 2010 Pastor Mark Driscoll http://marshill.com/media/luke/jesus-heals-a-demonized-boy