6. La Conquista De La Gran Nicoya
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La Conquista de la Gran Nicoya 287 6. La Conquista de la Gran Nicoya. La Gran Nicoya precolombina desapareció con la conquista española de la región en 1522. Al igual que en la mayor parte del continente, somos testigos de un implacable proceso destructivo y de rápidas transformaciones que, para el caso de América Central se vio agravado por su situación geográfica. Esta posición, que en el periodo prehispánico fue un aspecto positivo puesto que permitió que la zona participase en mayor o menor medida de los diferentes ámbitos culturales ubicados al norte y al sur, se trocó en un inconveniente en el momento de la Conquista. Se constata que la conquista comportó un proceso de degradación constante para toda América Central y, en particular para la Provincia de Nicaragua que, en contraposición a otras áreas, no presentó un interés en sí misma. Todo lo contrario, se convirtió en una zona de tránsito, en una plataforma que facilitó el paso hacia otros puntos más codiciados como el imperio del Tahuantinsuyu y en un lugar de avituallamiento para dichos contingentes, tanto de provisiones como de esclavos, empleados como mano de obra en las áreas despobladas o como soldados en campañas de conquista, tal es el caso de las dirigidas por Pedro de Alvarado y Sebastián de Benalcázar hacia el Perú. Pero, ¿cuáles fueron los motivos que impulsaron a estos hombres a conquistar el istmo centroamericano?. La respuesta puede ser múltiple y, no caben las generalizaciones puesto que cada grupo participante tenía sus propios motivos, a pesar de que, en muchos casos, no existió una diferenciación tajante entre ellos ya que se dieron conjuntamente. No obstante, creemos que los más relevantes fueron los de carácter social, estratégico e ideológico. En primer lugar, mencionar que la conquista del "Nuevo Mundo" abrió las puertas a un contingente humano que buscaba nuevas oportunidades de ascenso y la obtención de una fama, honra y de un enriquecimiento fácil y rápido. Aquí cabe considerar tres aspectos. Primero, las noticias más tempranas recibidas sobre la zona (Cristóbal Colón) señalan que era un área muy rica, e informaciones posteriores como la aportada por Gil González Dávila así lo corroboran. Segundo, ¿qué hombres llegaron a la zona?, la mayoría eran conquistadores de "segundo orden" que, de alguna manera se estaban disputando los “despojos” después de las dos grandes campañas o zonas de conquista: Mesoamérica y Área Andina, y que, a nivel de toda América, se trataba de hidalgos pobres o "hidalgos secundones". Finalmente, ¿quién financiaba dichas expediciones? Básicamente eran de carácter privado y algunas veces también intervenía la Corona1, por lo que frecuentemente los criterios que se imponían procedían de aquellos que financiaban la expedición que, en muchos casos, se hallaban en franco desacuerdo con los intereses de las autoridades americanas o de la Corona. 1 Ver, por ejemplo, el contrato de compañía para la conquista de Nicaragua de 1523 (Meléndez 1976: 199-202) en el que la mayor parte del capital invertido pertenecía a Pedrarias Dávila y a sus allegados. Se observa, además, un marcado carácter lucrativo de dicha empresa que se traduce en el hecho de que uno de los socios capitalistas era el propio capitán Francisco Hernández de Córdoba. 288 La Conquista de la Gran Nicoya En segundo lugar, el afán de dominar el supuesto "estrecho dudoso", es decir la búsqueda y control de un paso que conectara los dos mares. En un principio, se sospechó que, dicho estrecho se hallaba entre Costa Rica o bien Nicaragua. En tercer lugar, el factor ideológico y la implantación de un nuevo orden. De los tres aspectos mencionados éste fue, posiblemente, el más complejo debido, entre otros motivos, a la percepción que los europeos tuvieron del hombre americano (Ares et al., 1992). Fue precisamente el sermón del fraile dominico Fray Antonio de Montesinos de 1511 el detonante de una compleja discusión que, inicialmente giró en torno a los métodos utilizados por los conquistadores y que, posteriormente, afectó a los títulos de los monarcas españoles sobre las Indias, lo que se ha venido a denominar la duda indiana2. En la bula Sublimis Deus de Paulo III de 1537 (Hera, 1956), el indígena es considerado como un hombre verdadero, de plenos derechos y vasallo libre de la Corona española, aunque inferior. Inferior porque no conoce la fe cristiana y no se halla preparado para adoptarla. Por ello se convierte en un individuo dependiente de la Corona en primera instancia y del cura y el encomendero en el "Nuevo Mundo", puesto que serán ellos, directa o indirectamente (asumiendo, teóricamente, los costes de evangelización para el caso de los encomenderos) los responsables de su conversión y cristianización. En definitiva, de su "humanidad y policía" era de lo que se hallaban faltos. Este aspecto fue de crucial importancia ya que justificó dos hechos fundamentales: la negación total de la cultura indígena -si es que alguna vez había existido- y la consecuente implantación de una nueva cultura, el cristianismo occidental. Para finalizar con las reflexiones previas al desarrollo de este apartado, resaltar dos elementos prehispánicos que condicionaron su puesta en marcha. En primer lugar, como es bien sabido, las huestes hispanas aplicaron diferentes formas o ritmos de conquista. ¿Qué elementos fueron los determinantes? La lista es muy larga, aunque para la Gran Nicoya sobresalen dos aspectos: la naturaleza de las sociedades prehispánicas que ocuparon la zona y, las riquezas que se hallaran o esperaran hallar en el área. Respecto a la primera, el hecho de que en la Baja Centroamérica en general, y en particular en la Gran Nicoya, no se hubieran desarrollado sociedades de carácter estatal como las de Mesoamérica o el Área Andina, sino que el modo de vida mayoritario fuese el de sociedades de rango (jefaturas y cacicazgos), determinó en gran medida los ritmos y modos de conquista. En este caso constatamos una violencia desmesurada que, como se analiza seguidamente, provocó un descenso poblacional cifrado entre un 90 - 95%, a la vez que se desarrolló una nueva sociedad, en la que el grupo mestizo fue el más numeroso, tal y como se muestra en censos muy posteriores como el de 1820 (Fernández 1976: 411). 2 La naturaleza de los métodos empleados en la conquista así como la legitimidad del dominio de Castilla sobre las Indias fueron objeto de largas controversias a lo largo del siglo XVI, ver el reciente estado de la cuestión sobre esta problemática en García Jordán (2001: 441-461). La Conquista de la Gran Nicoya 289 Igualmente, cabe preguntarse cuál fue el significado de la guerra entre los grupos que ocupaban la Gran Nicoya. Tal y como se ha señalado en el apartado anterior, los motivos que impulsaban los conflictos bélicos eran de diversa índole y, en cierta medida una actividad habitual en el mundo prehispánico. A pesar de que cada conflicto comportaba, en mayor o menor grado, un proceso de cambio, un avance y un retroceso, una conquista y una resistencia, se trataba de procesos endémicos y en cierta manera cíclicos, tal es el caso de la propia concepción del tiempo por los indígenas. Por el contrario, la conquista europea partió de un planteamiento muy diferente, cuyo fin último era la ruptura de un orden que contaba con más de 3.000 años de existencia. Los diferentes colapsos que se produjeron a lo largo de la historia antigua de América daban paso a nuevos planteamientos, al desarrollo de ciertas culturas o pueblos, mientras que, la conquista europea disipó cualquier esperanza de renacimiento al implantar una cultura totalmente ajena. Nos hallamos frente a la imposición, manu militari de una nueva realidad, de consecuencias difícilmente predecibles por los habitantes de América y, cuya suerte se determinó a partir del 12 de octubre de 1492. Respecto a la segunda, a pesar de que las primeras noticias sobre América Central la describieron como un área rica en metales, la realidad fue otra muy distinta. Como se apunta a continuación, fue a partir de la expedición de Hernández de Córdoba en 1524 cuando, para descontento de los mismos, la esperanza de hallar grandes cantidades de metales, en especial de oro, se vio truncada. Este hecho se describe en el repartimiento de oro que llevó a cabo dicho capitán en Tecoatega el 1 de mayo de 1524 (Meléndez 1976: 203-215), en el que el botín para cada componente de la expedición fue más bien escaso. Finalmente, digamos que este capítulo se ha dividido en dos grandes bloques. En el primero de ellos se abordan aspectos como los viajes de exploración que se caracterizaron por una cierta curiosidad y prudencia y, los de conquista, cuyo objetivo fue el sometimiento y el poblamiento de la zona; trataremos también de los primeros asentamientos con la fundación de pueblos, y analizaremos en un tercer apartado las críticas a la forma en que se realizó la conquista. El segundo bloque estudia las consecuencias indirectas que tuvo este proceso, básicamente el descenso poblacional. Para ello se han considerado parámetros como epidemias y pandemias, la violencia de la propia conquista militar, así como de la conquista cultural y psicológica y, en último lugar, un aspecto que fue fundamental en la despoblación de la zona: la práctica de la esclavitud y la desestructuración y hundimiento del mundo prehispánico. 6.1. Primeros contactos. Cristóbal Colón durante su cuarto y último viaje, en el año 1502, fue el primer europeo en avistar las costas del Atlántico de Costa Rica y Panamá. Primero desembarcó en Cariay -actual Puerto Limón- y más tarde lo hizo en la Bahía de Zorobató (Bocas del Toro). Mantuvo diversos 290 La Conquista de la Gran Nicoya contactos con la población y mediante la práctica del rescate3 obtuvo objetos de oro a cambio de material europeo (objetos de hierro y cuentas de cristal).